27 de enero de 2010 - Día Internacional de Conmemoración en memoria de las víctimas del...

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AUSCHWITZ (A todos los judíos del mundo, mis amigos, mis hermanos) León Felipe Esos poetas infernales, Dante, Blake, Rimbaud... Que hablen más bajo... ¡Que se callen! Hoy cualquier habitante de la tierra sabe mucho más del infierno que esos tres poetas juntos. Ya sé que Dante toca muy bien el violín... ¡Oh, el gran virtuoso!... Pero que no pretenda ahora con sus tercetos maravillosos y sus endecasílabos perfectos asustar a ese niño judío que está ahí, desgajado de sus padres... Y solo. ¡Solo! Aguardando su turno en los hornos crematorios de Auschwitz. Dante... tú bajaste a los infiernos con Virgilio de la mano (Virgilio, "gran cicerone") y aquello vuestro de la Divina Comedia fue un aventura divertida de música y turismo. Esto es otra cosa... otra cosa... ¿Cómo te explicaré? ¡Si no tienes imaginación! Tú... no tienes imaginación, acuérdate que en tu "Infierno" no hay un niño siquiera... Y ese que ves ahí... Está solo ¡Solo! Sin cicerone... Esperando que se abran las puertas del infierno que tú ¡pobre florentino! No pudiste siquiera imaginar. Esto es otra cosa... ¿cómo te diré? ¡Mira! Este lugar donde no se puede tocar el violín. Aquí se rompen las cuerdas de todos los violines del mundo. ¿Me habéis entendido, poetas infernales? Virgilio, Dante, Blake, Rimbaud... ¡Hablad más bajo! ¡Tocad más bajo!...¡Chist!... ¡¡Callaos!! Yo también soy un gran violinista... Y he tocado en el infierno muchas veces... Pero ahora aquí... Rompo mi violín... y me callo. " A la mañana siguiente, caminamos hacia la estación donde nos esperaba un convoy de vagones para ganado. Los gendarmes húngaros nos hicieron subir a razón de ochenta personas por vagón. Nos dejaron algunas hogazas de pan, algunos baldes de agua. Controlaron los barrotes de las ventanillas para verificar si eran fuertes. Los vagones fueron sellados. En cada uno se había designado un responsable: sería fusilado si alguien escapaba. Se fueron. Las puertas volvieron a cerrarse. Habíamos caído en la trampa hasta el cuello. Las puertas estaban clavadas, el camino de retorno definitivamente cortado. " “El mundo era un vagón herméticamente cerrado”. Elie Wiesel- Fragmento de “La noche” 27 de enero de 2010 Día Internacional de Conmemoración en memoria de las víctimas del Holocausto

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Conmemoración a las víctimas del Holocauto

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AUSCHWITZ (A todos los judíos del mundo, mis amigos, mis hermanos)

León Felipe

Esos poetas infernales, Dante, Blake, Rimbaud... Que hablen más bajo...

¡Que se callen! Hoy

cualquier habitante de la tierra sabe mucho más del infierno que esos tres poetas juntos.

Ya sé que Dante toca muy bien el violín... ¡Oh, el gran virtuoso!...

Pero que no pretenda ahora con sus tercetos maravillosos y sus endecasílabos perfectos

asustar a ese niño judío que está ahí, desgajado de sus padres...

Y solo. ¡Solo!

Aguardando su turno en los hornos crematorios de Auschwitz.

Dante... tú bajaste a los infiernos con Virgilio de la mano (Virgilio, "gran cicerone")

y aquello vuestro de la Divina Comedia fue un aventura divertida de música y turismo.

Esto es otra cosa... otra cosa... ¿Cómo te explicaré?

¡Si no tienes imaginación! Tú... no tienes imaginación, acuérdate que en tu "Infierno"

no hay un niño siquiera... Y ese que ves ahí...

Está solo ¡Solo! Sin cicerone...

Esperando que se abran las puertas del infierno que tú ¡pobre florentino!

No pudiste siquiera imaginar. Esto es otra cosa... ¿cómo te diré?

¡Mira! Este lugar donde no se puede tocar el violín.

Aquí se rompen las cuerdas de todos los violines del mundo.

¿Me habéis entendido, poetas infernales? Virgilio, Dante, Blake, Rimbaud...

¡Hablad más bajo! ¡Tocad más bajo!...¡Chist!...

¡¡Callaos!! Yo también soy un gran violinista...

Y he tocado en el infierno muchas veces... Pero ahora aquí...

Rompo mi violín... y me callo.

" A la mañana siguiente, caminamos hacia la estación donde nos esperaba un convoy de vagones para ganado. Los gendarmes húngaros nos hicieron subir a razón de ochenta personas por vagón. Nos dejaron algunas hogazas de pan, algunos baldes de agua. Controlaron los barrotes de las ventanillas para verificar si eran fuertes. Los vagones fueron sellados. En cada uno se había designado un responsable: sería fusilado si alguien escapaba. Se fueron. Las puertas volvieron a cerrarse. Habíamos caído en la trampa hasta el cuello. Las puertas estaban clavadas, el camino de retorno definitivamente cortado. "

“El mundo era un vagón herméticamente cerrado”. Elie Wiesel- Fragmento de “La noche”

27 de enero de 2010

Día Internacional de Conmemoración en

memoria de las víctimas del Holocausto

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EL LEGADO DE LOS SALVADORES

Durante la Shoá -Holocausto-, en la Europa ocupada por los nazis, yo ayudé a que algunos judíos salvaran sus vidas. Lo hice en situación de riesgo personal y contraviniendo las leyes vigentes que culpaban a los judíos de todo el mal y alentaban su persecución, hostigamiento, detención y asesinato. Sabía que si me descubrían, correría el mismo destino que los perseguidos. Reaccioné casi sin pensar y como pude frente al sufrimiento, la humillación, la injusticia y el asesinato. No era gente acusada por algo que hubieran hecho sino por el hecho de haber nacido. Eran perseguidos por causas que no comprendían, sin poder defenderse ni proteger a sus hijos. Me fue imposible permanecer indiferente. Aunque no eran de mi familia, aunque no eran amigos, aunque a algunos ni siquiera los conocía, no podía seguir viviendo mi propia vida sin tender mi mano. Aunque tal vez pensaban distinto, creían distinto, hablaban distinto, tenían apariencias físicas distintas, esas diferencias no me ocultaban que eran personas como yo. Por el contrario, en esas diferencias me reconocí a mí mismo, porque sabía que, mirado desde su posición, el diferente era yo. Lo humano es diverso y las diferencias entre individuos y entre grupos, son parte de nuestra humanidad. Lo que le hacen a otras personas es como si me lo hicieran a mí. Lo que sucede alrededor mío es en parte mi propia responsabilidad. Vencí la tentación de resignarme a la idea de que no se puede hacer nada. Y no estuve solo. Aunque no fueron muchos, otros como yo lo probaron con su conducta: siempre se puede hacer algo. Por supuesto que tuve miedo. Por supuesto que las cosas no fueron fáciles. Por supuesto que en muchos momentos vivía el terror de lo que podría pasarme y añoraba mi perdida comodidad. Pero no era momento de lamentos, ni añoranzas ni fragilidades. Había que responder con urgencia frente al horror que me rodeaba. Conseguir escondites posibles, buenos documentos falsos, suficiente comida, dinero, remedios, resolver las enfermedades y problemas que surgían a cada paso, convencer a otra gente para que ayudara, ocultar mi conducta ante vecinos, amigos, conocidos y parientes que podían denunciarme. Tuve que mentir, sobornar, y mantener, al mismo tiempo, el simulacro de una vida normal para no despertar sospechas. Sabía que me podían descubrir. Extremé los cuidados y tuve la suerte que otros no tuvieron, de tener éxito en la salvación de algunas personas y en no haber sido descubierto. Lo que hice estaba expresamente prohibido. Cometí el delito de desobedecer las leyes con conciente y firme convicción. Frente a lo que la ley me imponía, elegí lo que consideré legítimo, lo que creía que estaba Bien. Una ley que aliente el Mal me resulta inaceptable. Aunque la propaganda insistía en que no se trataba de personas, que eran enemigos, que debían desaparecer por el bien de la sociedad, no podía dejar de ver en cada uno a una persona como yo, con el mismo derecho a vivir que tenía yo. Hay preceptos morales que son superiores a cualquier ley, son los que nos guían y que trataré de transmitir a mis hijos para que éstos a su vez se los transmitan a los suyos. El Bien es para mi una idea clara y sencilla, que puede resumirse en "ama a tu prójimo como a ti mismo". Y veo como prójimo a todo ser humano, piense como piense, crea en lo que crea, hable como hable, tenga el aspecto que tenga. Este es mi legado. Es lo que me han enseñado. Es también lo que he aprendido. Lo que hice no tiene ningún mérito ni requiere un reconocimiento particular. Era lo que había que hacer.

Escrito en español. Traducido a 24 lenguas. Leído y entregado en el Encuentro Internacional "De Cara al Futuro", en Buenos Aires, Argentina, noviembre 2004.

" Cette chose indicible dont on hésite à nommer le nom s’appelle Auschwitz“

“Una cosa innombrable, inconfesable y aterradora, una cosa de la que retira el pensamiento y que ninguna palabra humana osa describir...Las orquestas tocaban a Schubert mientras que se ahorcaba a los detenidos ...Se comercializaban los cabellos femeninos...Se arrancaban los dientes de oro a los cadáveres.

Esa cosa indecible que uno duda en llamar por su nombre, se dice Auschwitz”.

V. Jankelevitch en L’Imprescriptible

El Holocausto fue el asesinato de aproximadamente seis millones de

judíos por los nazis y sus colaboradores. Entre la invasión

alemana de la Unión Soviética en el verano de 1941 y el fin de la guerra en Europa en mayo de 1945, la Alemania nazi y sus cómplices intentaron asesinar a todos los

judíos bajo su dominio. Porque la discriminación nazi contra los judíos comenzó con el ascenso al poder de Hitler en enero de 1933, muchos historiadores consideran este

periodo como el principio de la era del Holocausto. Los judíos no fueron las únicas victimas del régimen de Hitler, pero fueron el único grupo que los nazis intentaron destruir

completamente.

Yad Vashem, Jerusalén, Israel

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"Aquí está mi hermana y algún amigo mío indeterminado y mucha más gente. Todos están

escuchándome y yo les estoy contando precisamente esto: el silbido de las 3 de la madrugada, la cama dura, mi vecino a quien querría empujar... Les hablo también prolijamente de nuestra hambre, y de la revisión de los piojos, y del Kapo que me ha dado un golpe en la nariz...; pero no puedo dejar de darme cuenta de que mis oyentes no me siguen. O más bien se muestran completamente indiferentes: hablan confusamente entre sí de otras cosas, como si yo no estuviese allí...Tengo el sueño delante, caliente todavía, y yo, aunque despierto, estoy lleno de su angustia; y entonces me doy cuenta de que no es un sueño cualquiera, sino que desde que estoy aquí lo he soñado muchas veces...Me acuerdo de que ya se lo he contado a Alberto, y de que él me ha confiado para mi asombro que también lo sueña él, y que es el sueño de otros muchos, quizás de todos...¿Por qué el dolor de cada día se traduce en nuestros

sueños en la escena repetida de la narración que nadie escucha? "

Primo Levi. Si esto es un hombre (fragmento)

TESTIMONIO DE UNA SOBREVIVIENTE

Lea Zajac vivía en Polonia, tenía 13 años cuando la llevaron al gueto, junto con su familia. Relata:

Nos llevaron en camiones durante cinco o seis horas y llegamos a una ciudad muy grande que se llamaba Pruzana. Antes de llevarse a los hombres mataron a todos los intelectuales. Mi padre con mis dos tíos fueron con otro grupo. A los que no podían caminar, los hacían caminar sobre sus rodillas y los mataban. Nosotras pasamos tres días de incertidumbre sin saber qué había sido de ellos. A los tres días llegaron, aunque el 10 por ciento de los hombres se había muerto por el camino.

Nos convertimos en refugiados, sin nada, perdimos todo. El marido de mi tía Sara había ido al frente y nunca más se supo de él, de modo que mi tía, que tenía una hija de tres años, se pegó mucho a mi mamá, que era como su protectora. Vivíamos siete personas en una pieza. Los alemanes habían decidido tenernos

concentrados, así era más fácil aniquilarnos. Teníamos una tarjeta de racionamiento con la que íbamos a buscar un pedazo de pan. Al principio

teníamos algo de comida, antes de que cerraran el gueto también pudimos juntar algo. Después algunos campesinos se acercaban y pasaban cosas por el alambrado y hacíamos trueques. Un poco de cebada por un anillo de oro, un poco de harina por un par de zapatos, pero nosotros, los refugiados, no teníamos nada para cambiar, no habíamos podido traer nada durante el traslado. De manera que ya en el gueto pasábamos hambre y yo más de una vez me iba de casa para dejar mi porción para mis hermanos más chicos.

Al principio no sabíamos lo que nos iban a pasar. Después nos enteramos de que en los pueblos chicos, habían aniquilado a la población judía directamente y habían sido enterrados en fosas comunes cavadas previamente por ellos mismos. Un día nos tocó a nosotros. Unos cuantos jóvenes pudieron huir a los bosques, lucharon en la guerrilla, algunos sobrevivieron. Yo fui con toda mi familia en el tercer transporte. Viajamos durante cuatro días y noches en vagones para ganado, apretados casi cien personas en cada vagón. Sin agua ni comida. Este viaje fue el último peldaño en mi caída en el infierno. A uno de mis tíos le pegaron un tiro en la frente porque en una de las estaciones donde el convoy paró por un ratito, sacó el brazo por la ventanilla con una tacita pidiendo un poco de agua. Los siguientes dos días viajamos con su cadáver y unos cuantos más, hasta que llegamos al más siniestro campo de exterminio: Auschwitz.

Cuando nos bajamos del espantoso tren, apareció un grupo de soldados con perros. Fue una escena dantesca, imposible de narrar. Todos corríamos, había gritos, confusión. Mí mamá me gritó que corriera con un grupo de mujeres jóvenes en el que estaba mi tía Sara. Yo corrí. Mi hermanita corrió atrás de mí y la apalearon y tuvo que subir al camión junto con toda la familia. Minutos después llevaron a todos los del camión a la cámara de gas. Mamá presentía que si me quedaba con ella, era la muerte segura, por eso me hizo quedarme con mi tía quien dejó a su vez a su nena en manos de mi mamá. Fue la última vez que la vi. Nos desnudaron, era pleno invierno y fuimos corriendo de un extremo al otro del campo desnudas hasta las duchas. Ahí nos raparon las cabezas y nos dieron los trapos de los prisioneros rusos que habían matado y nos entregaron zuecos de madera como calzado. Fui la prisionera 33.502, número que aún conservo tatuado en mi brazo izquierdo.

Me lastimé la rodilla, y encontré una médica rusa prisionera que trabajaba como doctora. Me adoptó. Me puso un yeso en la rodilla lastimada y me tenía con ella. Cuando se enteraba de que habría una selección, que iban a mandar a la muerte a los que no eran útiles, me sacaba el yeso y me mandaba al campo a trabajar, cuando pasaba la selección me hacía volver con ella. Llegué viva hasta el 18 de enero de 1945 en el que me obligaron a salir del campo en una de las Marchas de la Muerte. No presencié la “liberación” del campo aquel día 27. El final de la guerra me encontró en Alemania, a duras penas viva, sin saber en qué día estaba.

Había soñado estudiar Historia, que era mi pasión, o idiomas, para los que tenía mucha facilidad. Pero mis universidades fueron los cinco campos de concentración en los que estuve. Tuve el triste privilegio de conocer al doctor Mengele, al “ángel de la muerte” que experimentaba cruelmente con los reclusos como si fueran ratones de laboratorio. Aprendí varios idiomas, pero no como había soñado, en una clase, sino compartiendo los golpes, el hambre y la miseria junto a personas de otros pueblos que corrieron mi misma suerte. No pude cumplir casi ninguno de mis sueños, pero tal vez por mi instinto de conservación, o gracias a mi suerte, pude sobrevivir.

Lea inmigró a la Argentina después de terminada la guerra. Acá se casó y tuvo dos hijos que

estudiaron, se casaron y le dieron cinco nietos y dos bisnietas. La acompañan sus recuerdos, una pierna que la obliga a renguear y el número tatuado en su brazo izquierdo. Donde puede cuenta su historia, agradece la recepción que le dio nuestro país y sigue soñando con un mundo justo.

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Junto con los 24 ministros de Educación de las provincias, el Consejo Federal de Educación publicó esta resolución, a fin de comprometer a todas y cada una de las jurisdicciones a difundir la tragedia de la Shoá y sus implicancias. Una vez más se puso de manifiesto el compromiso del Ministerio de Educación de la Nación con esta importante tarea.

Resolución CFE Nº 80/09 Buenos Aires, 28 de mayo de 2009 VISTO la Ley de Educación Nacional Nº 26.206, y CONSIDERANDO: Que la REPÚBLICA ARGENTINA es miembro pleno del Grupo de Trabajo de Cooperación Internacional sobre Educación, Rememoración e Investigación del Holocausto. Que de acuerdo a la Resolución conjunta N° 52/06 de la Secretaría de Educación, Nº 202/06 de la Secretaría de Relaciones Exteriores y Nº 6/06 de la Secretaría de Derechos Humanos, el MINISTERIO DE EDUCACIÓN DE LA NACIÓN, a través de la SUBSECRETARÍA DE EQUIDAD Y CALIDAD y del INSTITUTO NACIONAL DE FORMACIÓN DOCENTE, participa de las reuniones del Consejo Consultivo Permanente, conformado además por la SECRETARÍA DE DERECHOS HUMANOS del MINISTERIO DE JUSTICIA, SEGURIDAD Y DERECHOS HUMANOS y por el MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES, COMERCIO INTERNACIONAL Y CULTO y por las organizaciones no gubernamentales: AMIA, B’nai B’rith Argentina, Centro Simón Wiessenthal, DAIA, Confraternidad Argentina Judeo Cristiana, CONSUDEC, COORDIEP, Fundación Memoria del Holocausto y Museo del Holocausto de Buenos Aires, Generaciones de la Shoá, Nuevos Derechos del Hombre y Sherit Hapleitá (Asociación Israelita de Sobrevivientes de la Persecución Nazi) Que conforme la Ley de Educación Nacional, la educación es una prioridad nacional y se constituye en política de Estado para construir una sociedad justa, profundizar el ejercicio de la ciudadanía democrática y respetar los derechos humanos y libertades fundamentales. Que de acuerdo al artículo 79 de la Ley Nº 26.206, el MINISTERIO DE EDUCACIÓN DE LA NACIÓN en acuerdo con el CONSEJO FEDERAL DE EDUCACIÓN, fijará y desarrollará políticas de promoción de la igualdad educativa, destinadas a enfrentar situaciones de injusticia, marginación, estigmatización y otras formas de discriminación derivadas de factores socioeconómicos, culturales, geográficos, étnicos, de género o de cualquier otra índole, que afecten el ejercicio pleno del derecho a la educación. Que el artículo 92 dispone algunas temáticas que formarán parte de los contenidos curriculares comunes a todas las jurisdicciones, haciendo referencia en su inciso c) al ejercicio y construcción de la memoria colectiva sobre los procesos históricos y políticos que quebraron el orden institucional y terminaron instaurando el terrorismo de Estado, con el objetivo de generar en los/las alumnos/as reflexiones y sentimientos democráticos y en defensa del Estado de Derecho. Que se entiende oportuno en consecuencia, incorporar contenidos curriculares específicos acerca del HOLOCAUSTO, teniendo en cuenta a su vez que este Consejo Federal ha aprobado núcleos de aprendizaje prioritarios para el área de Formación Ética y Ciudadana, entre los cuales se encuentra contemplada la reflexión en torno a la dimensión ética, política e intercultural de saberes de las diferentes áreas, el estudio de las sociedades y los espacios geográficos a través del tiempo, por lo que se considera necesaria la producción de materiales con el objeto de apoyar los procesos de enseñanza y aprendizaje relativos a la temática. Que el ex Consejo Federal de Cultura y Educación, por Resolución 126 de fecha 9 de marzo de 2000, abordó la temática del HOLOCAUSTO, declarando el día 19 de abril, fecha del levantamiento del ghetto de Varsovia, “Día de la convivencia en la diversidad cultural”, incorporándolo a las conmemoraciones de los calendarios escolares de las distintas jurisdicciones. Que las acciones concurrentes para una educación de calidad deberán desarrollarse necesariamente con el protagonismo de las autoridades educativas nacionales y jurisdiccionales y la participación de todos los actores del sistema educativo. Que la presente medida se adopta con el voto afirmativo de todos los miembros de esta Asamblea Federal, a excepción de las provincias de Corrientes y San Luis y los integrantes del Consejo de Universidades, por ausencia de sus representantes. Por ello, LA XX ASAMBLEA DEL CONSEJO FEDERAL DE EDUCACIÓN RESUELVE: ARTÍCULO 1º.- Aprobar el Plan de trabajo “Enseñanza del Holocausto 2009-2011” propuesto por el MINISTERIO DE EDUCACIÓN DE LA NACIÓN para su tratamiento educativo, que como anexo, forma parte integrante de la presente medida. ARTÍCULO 2º.- Las autoridades educativas se comprometen a incorporar contenidos curriculares específicos acerca del HOLOCAUSTO, en los establecimientos educativos dependientes de sus jurisdicciones. El MINISTERIO DE EDUCACIÓN DE LA NACIÓN contribuirá con la producción de materiales educativos de apoyo adecuados para cada nivel de enseñanza. ARTÍCULO 3º.- Regístrese, comuníquese, notifíquese a los integrantes del CONSEJO FEDERAL DE EDUCACIÓN y cumplido, archívese. Firmado: Lic. Juan Carlos Tedesco – Ministro de Educación de la Nación. Prof. Domingo de Cara – Secretario General del Consejo Federal de Educación.

DAIA - AMIA - Generaciones de la Shoá en la Argentina - Sherit Hapleitá - Museo del Holocausto de Buenos Aires - B'nai B'rith Argentina - Nuevos Derechos del Hombre - CONSUDEC - Confraternidad

Argentina Judeo Cristiana - Centro Simón Wiesenthal - COORDIEP

Sólo a través de la educación lograremos recrear una humanidad de la que desaparezcan el odio y el racismo, para que las futuras generaciones puedan vivir en un mundo

que celebre la diversidad