LOS DOS ADANES25/07/96

INTRODUCCION:

1 Corintios 15:45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán en ánima viviente; el postrer Adán en espíritu vivificante. La Biblia compara al primer Adán con el postrer Adán. ¿Será que hay demasiadas similitudes, o habrá algunas diferencias? Cuesta entrar en el tema, es un poco subjetivo, pero demasiado importante, como para que lo pasemos por alto. Primero: El primer Adán, desde luego es modelo de una raza. El postrer Adán (no el segundo), sino el postrer, porque ya no va a haber otro, es modelo de otra raza. Cuando se hacen esas colonias de edificaciones se ponen casas modelo, entonces la casa modelo de este tipo de casas, y se supone que la casa modelo de ésta, van a ser las casas como esa, y de este otro modelo como ésta. Entonces el primer Adán es el modelo uno, y el postrer Adán es el modelo dos. Ahora, empecemos a ver las diferencias. ¿Qué fue lo que sopló Dios en el primer Adán? Entonces al primer Adán le soplaron espíritu de vida. Dios le comunicó espíritu de vida creado, para darle vida. No le transmitió el Espíritu Santo ni el Espíritu de Dios.

DESARROLLO:

Génesis 2:7 Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y alentó en su nariz soplo de vida; y fue el hombre en alma viviente. Bueno, estamos haciendo la casa modelo número uno. La casa modelo es un hombre creado con espíritu vivo, pero espíritu humano vivo, no Espíritu de Dios, aunque vino de Dios, sopló y ahí está. Pero resulta que cuando desobedeció, ese espíritu murió, era el único que tenía la relación de la vida con Dios. No tenía la vida de Dios, pero sí la vida con Dios. Cuando se cortó la línea o la conexión con Dios, entonces quedó muerto. Estos son detalles demasiado importantes, porque va a ver usted que de la obediencia, depende el mantenimiento de la salvación, no de obras, sino por la fe.

Cuando murió el espíritu del primer Adán se quedó alma con cuerpo (perdone vamos a usar una expresión fuerte) “Se quedó un hombre animal”, y eso quiere decir, que ya no lo va a guiar el Espíritu de Dios, porque no tiene conexión. Ya no le va a hablar el Espíritu de Dios, porque no tiene con quien hablar. No lo va a mover el Espíritu de Dios, entonces ¿Cómo se va a mover? Se va a mover por su propia cuenta, se va a mover por su alma. Después de ver esto, me vino una pregunta ¿No tendrían los animales de ahora espíritu, soplo de vida espiritual y lo perdieron? Y por eso están en un submundo del cual se van a recuperar cuando el hombre sea recuperado: Romanos 8:22 Porque sabemos que todas las criaturas gimen a una, y a una están de parto hasta ahora. Romanos 8:23 Y no sólo ellas, más también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, es a saber, la redención de nuestro cuerpo. Porque ni siquiera por culpa de ellos es. Mi respuesta fue: Exactamente así va a ser. Los animales son seres que sólo tienen alma y cuerpo. El animal tiene alma, su vida viene del alma, su existir. Por eso, es que ahora no pueden comunicarse, como ellos sabrían comunicarse. ¿No se quedaría así Adán cuando cayó? ¿Pero cómo era el primer Adán cuando estaba obediente? Era espíritu de vida

con alma y cuerpo. Dios lo quería dirigir. Dios mediante el uso de su voluntad humana, no robándole la voluntad humana, no obligándolo. Es decir, no iba a tener una fuerza capaz de empujarlo a donde el hombre no quisiera, no iba a tener un poder que actuara en él, a pesar de él. Entonces notemos que Dios no va a vulnerar tu voluntad. A Adán le dio voluntad propia para que escogiera, por eso lo pone a prueba. Yo no veo de ninguna manera razón alguna, para que haya un fiscal en las cortes celestiales, si no va a haber alternativas para el que va ser juzgado. Job 1:6 Y un día vinieron los hijos de Dios a presentarse delante de Jehová, entre los cuales vino también Satán. Llegó Luzbel a las cortes celestiales (cuando había cortes celestiales actuando así). El fiscal era un ángel, era un hijo del Elohim. Los hijos de Elohim eran los jueces, los que estaban haciendo dispensas de la justicia de Dios. O sea que las cortes celestiales estaban actuando de parte de Dios. Había un acusador fiscal y había un defensor. Ya se puede usted imaginar quien era el defensor, pero el acusador era Luzbel. Por eso cuando el desfile de ángeles iba a una de las sesiones de las cortes celestiales, entre ellos iba Luzbel a actuar en su papel. Encontré una versión que dice que Luzbel todavía no era Satán, por eso iba ahí, porque si hubiera sido Satán, lo excluyen. Por eso le preguntan: Job 1:7 Y dijo Jehová a Satán: ¿De dónde vienes? Y respondiendo Satán a Jehová, dijo: De rodear la tierra, y de andar por ella. Notemos que la plática no es “No vayas a la corte”, sino ¿De dónde vienes? “De la tierra y traigo acusaciones”. Es el fiscal. Cuando era Luzbel defendía a Dios y quería probar las fallas de sus criaturas, para eso estaba. Ahora, notemos que todo eso es alrededor de la voluntad humana. Porque si Dios va a manejar al hombre así indiscriminadamente, entonces ¿Para qué tiene acusador? Se va a acusar a sí mismo. Pero si El dejó libre al hombre, le va a poner un acusador y que se defienda. Y le va a poner a un defensor para que lo ayude, pero no a tapar el pecado. Entonces vemos que de aquí se desprende la base de un evangelio real. Voy a llegar al punto de probarle, que si no tenemos algo más de lo que tuvo Adán (la cabeza del otro modelo de casas), nosotros vamos a terminar excluidos.

Ahora, veamos a Adán uno en su huerto, y al otro modelo de la otra serie de casas en su huerto ¿Qué diferencias encuentra usted? Yo encuentro algunas, por ejemplo: Aquí está el Adán primero, inocente en su huerto, con voluntad propia, pero sin la ayuda del Espíritu Santo. Aquí en el otro huerto encontramos al Adán postrero con voluntad propia, pero con el Espíritu Santo en plenitud. Pero como Cristo es tripartito (humanamente hablando) como Adán, va a haber una constelación de espíritus que van a participar en este drama, que son espíritus inferiores al Espíritu Santo, pero no inferiores al hombre. Porque cuando se vino la tentación para el uno y la tentación para el otro, la tentación del Adán uno fue “Haz tu voluntad y no la de Dios”. Es la tentación que le hicieron al postrer Adán también “Haz tu voluntad y no la de Dios”, es igual. Porque le dicen (Parafraseando): Dicen que tu tienes a Dios adentro, que eres el hijo de Dios , el ungido, tienes al Espíritu adentro todo poderoso” (es como si estuviera interpretando la mente del diablo), y le dice: “Entonces muéstralo”. Esa es la tentación del postrer Adán: Pero le contesta: (Parafraseando): “No. Yo estoy sujeto a un programa que lo mueve mi Padre, por el Espíritu Santo en mi, y de ahí no salgo”. La tentación no le penetró. El Espíritu Santo lo saturó, sin embargo había una parte del ser del postrer Adán, que estaba flaqueando, y es la parte humana, la parte del cuerpo, la parte del alma. El espíritu estaba enhiesto, el espíritu quería obedecer a Dios, a raíz de su

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voluntad personal. Entonces el primer Adán tenía la misma premisa: “¿Vas a obedecer a Dios, o vas a obedecer a otro? ¡Decide! Usted nota que es igual aquí y acá. Eso es igual. Pero veamos la diferencia: Este huerto era ideal, porque lo tenía todo, el Espíritu de Dios se movía afuera de Adán en el huerto. Allí estaba rodeado de inmortalidad, estaba rodeado de Paraíso, estaba rodeado del mejor ambiente que puede haber, no tenía malas compañías, todo era favorable para el primer Adán. En cambio veamos el huerto de Getsemaní, todo era contrario, todo estaba adverso. El mundo entero (gobernantes, gobernados, su propio pueblo) estaban en contra. Notemos la diferencia, que todo estaba favorable en el huerto del primer Adán y todo estaba contrario en el huerto del postrer Adán. Pero lo que estableció la diferencia, es qué había en este huerto (adentro de la persona no el huerto) el Espíritu Santo a plenitud. Pero eso no era suficiente para ganar la batalla, sí la persona no le obedecía al Espíritu Santo. La diferencia más notable que encuentro, es que Dios estaba desde fuera dirigiendo al Adán uno; pero al Adán dos lo estaba dirigiendo desde adentro. ¿Por qué no lo hacía todo el Espíritu Santo, en el Adán postrero? ¿Por qué no repelió El la tentación? ¿Por qué El no le dio el poder para que actuara inmediatamente sin tentación? ¿Por qué no repelió al diablo para que no se le acercara? No lo hizo, porque lo dejó que lo cercara, lo dejó que lo retara, lo dejó ahí, para ver que hacía el postrer hombre con su voluntad personal. El Padre vio ante el clamor del Hijo (postrer Adán), que le gritó: Mateo 26:38 Entonces Jesús les dice: Mi alma está muy triste hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. Mateo 26:39 Y yéndose un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando, y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí este vaso; empero no como yo quiero, sino como tú. Su alma estaba triste hasta el grado de morir, estaba en agonía, por el asedio del pecado alrededor y del diablo. Y luego le dice (cuando ve su colapso corporal) “Me estoy muriendo” ¿Por qué no actuó el Espíritu Santo, en ese momento? Porque el Espíritu Santo todo lo puede, pero ahí no actuó. Quiere decir que ahí hay una lección. Ahí lo que nos está diciendo, es que nosotros que estamos como el postrer Adán (somos del modelo de la casa dos), tenemos al Espíritu Santo adentro ¿Pero cuando va a actuar? Porque hay situaciones en que en vez de actuar, como que nos deja, y en vez de poner su escudo deja que los dardos lleguen a nosotros.

Entonces el Señor inmediatamente ante la inminente muerte física del postrer Adán, mandó un espíritu que en ese caso era superior al hombre Jesús (como un ángel ahora es superior al hombre humano), para que lo ayude en el cuerpo. El Señor está ahí, y ya no halla que hacer, ya no aguanta, el sufrimiento es muy duro. Notemos que lo que nos está enseñando la lección de los dos Adanes, es que en el uno no pidió el auxilio, sino que actuó por su propia voluntad. Y en el postrer Adán se pidió auxilio. Y el Señor no sólo le dio toda la plenitud del Espíritu, para que actuara en el ministerio y derrotara ampliamente al diablo , sino que le mandó espíritus angélicos: Lucas 22:43 Y le apareció un ángel del cielo confortándole. Lucas 22:44 Y estando en agonía, oraba más intensamente: y fué su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra. Esto cambia la situación, ésto cambia la vida. Pero quiero que salgamos de aquí con la idea, de que este planteamiento nos permite saber la gran profundidad de lo que es el libre albedrío, porque la clave es “La obediencia”. Por eso dice la Escritura con toda la sabiduría de la Divinidad: El hombre se hace esclavo sea quien sea el hombre sea el primero o el postrer Adán se hace esclavo de aquello a lo que se sujeta , para

vida o para muerte: Romanos 6:16 ¿No sabéis que a quien os prestáis vosotros mismos por siervos para obedecer le, sois siervos de aquel a quien obedecéis, ó del pecado para muerte, ó de la obediencia para justicia? El Primer Adán se sujetó en su voluntad a la muerte. Y desafortunadamente nos la heredó. El postrer Adán se sujetó al Espíritu de Dios y nos heredó la vida. Hay una tesis: ¿No será que los ángeles auxilian nuestros cuerpos ungidos, para que nuestro pie no tropiece en piedra, siempre y cuando estemos dentro del programa del Padre? ¿Podemos nosotros esperar que Dios nos proteja totalmente? porque sí puede hacerlo, pero Dios no va a actuar sin enseñarnos que le tenemos que obedecer. Porque nosotros queremos nuestra propia seguridad de parte de Dios, no importa que hagamos, y eso no existe. Inclusive cuando habla del justo Job, el fiscal probó que no era tan justo y Dios lo dejó que lo probara. Porque lo que está enseñando el Señor, es que veamos que el que se crea justo porque Dios lo justificó, no es que no pueda pecar, porque pecamos. Así que cuando leamos el libro de Job, vamos a ver muchas fallas que tenía Job, que se creía muy bueno porque decía Job 29:12 Porque libraba al pobre que gritaba, Y al huérfano que carecía de ayudador. Job 29:13 La bendición del que se iba a perder venía sobre mí; Y al corazón de la viuda daba alegría. Job 29:14 Vestíame de justicia, y ella me vestía como un manto; Y mi toca era juicio. Job 29:15 Yo era ojos al ciego, Y pies al cojo. Job 29:16 A los menesterosos era padre; Y de la causa que no entendía, me informaba con diligencia. Por eso fue que al final del proceso resultó diciendo: Job 42:3 ¿Quién es el que oscurece el consejo sin ciencia? Por tanto yo denunciaba lo que no entendía; Cosas que me eran ocultas, y que no las sabía. Job 42:4 Oye te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tú me enseñarás. Job 42:5 De oídas te había oído; Más ahora mis ojos te ven. que torpe era Yo, Yo creía que estaba bien y antes solo de oídas te había oído ahora mis ojos te ven. Yo creo que a nadie le gustaría el papel del fiscal Luzbel en el libro de Job. Pero vemos que sirvió la fiscalía ahí, porque no solo purificó Dios a Job, sino que probó que los justos sufren, porque no somos perfectos en Dios. Nosotros sufrimos por eso. Yo diría que los alcances de nuestras fallas, llegan hasta donde desobedecemos el Plan Divino. Dios puede manejar inclusive la enfermedad para encausarnos. Puede emplear espíritus bajos para azotarnos. Puede dejar que espíritus, inclusive nos maten, si no entendemos.

Cuando Sansón pecó la primera vez y la segunda, es prototipo, porque a saber cuantas veces pasó eso ahí. Pero los dos prototipos son: El primer pecado de carne, y el segundo pecado de alma. Pero el tercer pecado fue cuando él pecó en el espíritu, entonces Dios lo abandonó. Es cierto que después del primer pecado, la fuerza venía de Dios, y se escapaba. En el segundo pecado, la fuerza venía de Dios y se escapaba, porque Dios le está dando la oportunidad que se enderezara. Pero notemos que cualquiera hubiera dicho: ¿Pero cómo abandonó Dios a ese su ungido, para que no fuera campeón? Ya va una derrota. Ahora va una segunda, porque Sansón se había salido de su programa. Entonces en la tercera, Dios se fue. Entonces la fuerza que tuvo Sansón cuando botó el templo de Dagón, no fue de Dios. Entonces el que mató a Sansón fue el diablo. Porque en el caso de Saúl, el Espíritu de Dios abandonó a Saúl, y le vino un espíritu malo de parte de Jehová y lo acometió hasta que se suicidó (esa es una tesis). Quiere decir entonces que Dios lo permitió. Porque El no bajó a matar a Sansón, pero

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permitió que el espíritu inmundo, destructor, lo matara porque era su esclavo, su títere. Y Dios lo cortó. Entonces cuando un ungido falla, cuando llega al extremo de jugar con el hábito del pecado y todavía tiene carismas , y todavía tiene revelaciones ¿De dónde vendrán? Le voy a poner otro ejemplo: ¿Quién entraba en el huerto de Dios con Eva? ¿No sería un enviado de Dios? ¿No sería un espíritu protector? ¿No sería un espíritu tipo angélico? ¿No sería un ser de luz? Si, era una criatura de Dios que entraba. Ahora, que se volviera serpiente después, esa es otra cosa. Pero esa criatura que asesoraba a Eva, empezó con rebelarse adentro del huerto y sirvió de fiscal, acusando a la misma que había empujado. La mujer no tuvo el alcance de entender que ahora ya no era el ser de luz, que estaba ahí con ella, ahora era el tentador, usando corporeidad conocida, entonces ella cayó: Génesis 3:4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis. Génesis 3:5 Más sabe Dios que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal. ¿Pero qué es lo que estaba haciendo? Este ser tenía revelación de Dios y dirigía a Eva, pero después ¿De quién era la revelación que tenía?

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