2.5 Riesgo de Crédito PWC

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Gestión del Riesgo de Crédito en las Entidades Financieras Españolas Acuerdo de Basilea

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Gestión del Riesgo de Crédito en las Entidades Financieras Españolas Acuerdo de Basilea

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1. INTRODUCCIÓN 3

2. ENTIDADES PARTICIPANTES 52.1 Introducción 52.2 Perfil Medio 6

3. PRINCIPALES CONCLUSIONES 6

4. RESUMEN EJECUTIVO 84.1 Análisis Sectorial Global 8

4.1.1 Rating Global 8

4.1.2 Resultados 8

4.2 Análisis por Factores y Líneas de Negocio 11

4.3 Estructura y Funciones de la Gestión del Riesgo 19

5. ANÁLISIS SECTORIAL GLOBAL 215.1 Rating Global 21

5.2 Resultados 22

6. METODOLOGÍA Y MODELOS DE GESTIÓN 306.1 Sistemas de Rating 30

6.2 Probabilidad de Impago 36

6.3 Severidad 386.4 Exposición en Riesgo 40

6.5 Pérdida Esperada 41

6.6 Capital Económico 43

6.7 Rentabilidad Ajustada al Riesgo 44

6.8 Sistemas de Alerta Automáticos 45

6.9 Segmentación 47

6.10 Gestión sin Sistemas de Rating 49

7. ESTRUCTURA Y FUNCIONES DE LA GESTIÓN DEL RIESGO 52

8. VALORACIONES SOBRE EL NUEVO ACUERDO DE BASILEA 55

9. QUIÉNES SOMOS 57

10. PERSONAS DE CONTACTO 59

Contenidos

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1. INTRODUCCION

El pasado mes de enero, el Comité de Supervisión Bancaria de Basileahizo pública la propuesta para un Nuevo Acuerdo de Capital, que con-figurará el futuro marco normativo en materia de gestión de riesgos yrequerimientos mínimos de capital para las entidades financieras. Antela mayor sofisticación de la operativa bancaria y los mercados financie-ros, el entorno regulatorio que va a conformar el Nuevo Acuerdo tienepor objetivo reforzar tanto el control interno y la transparencia informa-tiva de las entidades, como el papel de los supervisores.

Si bien este Nuevo Acuerdo de Capital no tiene valor normativo, está pre-vista su transposición al ámbito de la Unión Europea mediante una direc-tiva de la Comisión Europea. Por tanto, la mayoría de las entidades finan-cieras europeas tendrán que adaptarse a lo dispuesto en el Nuevo Acuerdode Capital cuando su contenido entre en vigor a partir del 2004.

La propuesta plantea, entre otros, dos cambios fundamentales: el trata-miento del riesgo crediticio y la inclusión de requisitos específicos de capi-tal para la cobertura del riesgo operativo. Respecto al riesgo de crédito, suformulación será mucho más compleja que en el Acuerdo precedente ytendrá un planteamiento más adecuado a la realidad actual del sector,basado en los modelos de gestión de riesgo propios de cada entidad.

Aunque la fecha propuesta para la aplicación de esta nueva normativaes el 2004, los requerimientos en cuanto a profundidad histórica de lainformación interna utilizada, y de la aplicación de los modelos de ges-tión base de los cálculos de capital, hacen necesario comenzar a traba-jar desde ahora en la adaptación de estos requisitos para llegar a cum-plir los plazos de forma adecuada.

De ahí la importancia de planificar cuidadosamente los pasos a seguir porcada entidad durante el periodo transitorio hasta su entrada en vigor, yaque en este nuevo entorno, un retraso en la adaptación de esta normativa,además de suponer una debilidad de gestión frente a la competencia, con-dicionará negativamente la percepción de los reguladores y de los inver-sores sobre las capacidades y la solvencia de las entidades.

PricewaterhouseCoopers quiere contribuir activamente en este procesode desarrollo y modernización del sistema financiero español medianteel impulso de la utilización de estas nuevas metodologías de gestión delriesgo. Por ello, hemos elaborado este informe en el que han colaboradolas principales entidades financieras del país, con el propósito de anali-zar la situación de las mismas en materia de gestión de riesgo de crédito ysu posicionamiento frente a los nuevos requerimientos propuestos porel Comité de Basilea en este aspecto.

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El estudio realizado por nuestra firma determina el grado de avance enla utilización de modelos internos de gestión de riesgo (sistemas derating, cálculo de la probabilidad de impago, cálculo de la severidad odeterminación de la exposición, entre otros) por las principales institu-ciones financieras españolas en la actualidad, con el objetivo de deli-mitar claramente la situación del sector financiero frente a los requeri-mientos del Nuevo Acuerdo de Capital y tomar esta base como puntode partida, para evaluar los pasos a seguir por las entidades españolaspara llegar al 2004 en una situación de liderazgo que permita cumplirlos requisitos fijados de la forma más adecuada.

El camino por recorrer, como se desprende de la lectura de este estudio,será arduo. No obstante, dado el excelente posicionamiento de la bancaespañola, quiero animar a todas las entidades a comenzar a trabajar en lalínea definida desde ahora, para poder llegar al plazo fijado en la situaciónde liderazgo que corresponde al sector financiero español.

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José Luis López RodríguezSocio Servicios FinancierosPricewaterhouseCoopers

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2. ENTIDADES PARTICIPANTES

2.1. Introducción

En el estudio "Gestión del Riesgo de Crédito en las Entidades FinancierasEspañolas – Acuerdo de Basilea" desarrollado por PricewaterhouseCoopers, haparticipado una muestra representativa de las entidades financieras del país,seleccionadas por su posición de liderazgo en el sector y su especial preocupa-ción por el nuevo entorno definido en el borrador publicado por el Comité deBasilea en enero de este año.

Para la selección de las mismas, se establecieron determinados requisitos quepermitieran que la muestra fuera representativa de la realidad global del sectorfinanciero español considerando el volumen de inversión crediticia, y a su vezhicieran posibles comparaciones homogéneas entre las distintas entidades parti-cipantes por tipología de negocio y tamaño.

Tras este filtro previo, se consiguió la participación de 15 entidades a las quequeremos agradecer su colaboración y el esfuerzo dedicado, sobre todo en unmomento de gran actividad motivada por el análisis del impacto de la nueva nor-mativa, añadida a la actividad habitual de dichas organizaciones.

El informe contiene la información facilitada por estas 15 entidades, que comose puede comprobar son una significativa representación del sector financie-ro español. En este sentido nos sentimos muy orgullosos del grado de participa-ción conseguido, que demuestra una vez más la actitud de la banca españolaante este tipo de iniciativas y su preocupación por adaptarse a la nueva nor-mativa, manteniendo la situación de liderazgo conseguida hasta ahora.

Como reflejo de la representatividad de la muestra de entidades selecciona-das, a continuación se exponen algunas cifras que describen la cobertura deesta selección sobre la totalidad del sector financiero español (Bancos y Cajasde Ahorros).

Gráfica 2.1 Representatividad de la muestra en el sector financiero español.

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2.2. Perfil Medio

El perfil de las entidades que han participado en nuestro estudio corresponde alde una organización con un número medio de 1.374 oficinas y cuenta con unacifra media de 9.725 empleados. Según cifras de la Asociación Española deBanca, la Confederación Española de Cajas de Ahorros y del Banco de España, elvolumen medio de créditos y de depósitos a cierre del año 2000, entre las enti-dades encuestadas es de 3,5 y 3,7 billones de pesetas respectivamente.

Perfil Medio de las Entidades EncuestadasNúmero oficinas: 1.374Número empleados: 9.725Volumen de crédito: 3,5 BillonesVolumen de depósitos: 3,7 Billones

La siguiente gráfica refleja el promedio de la distribución de los volúmenes deriesgos de las entidades por líneas de negocio. Como puede observarse, la líneade negocio con más peso es PYMES que abarca un tercio del volumen de riesgos,seguida por Préstamos Hipotecarios, cuya cuota de riesgos es del 26%. Por elcontrario, las líneas de negocio con menores cuotas son PromotoresInmobiliarios con tan sólo un 4% y Financiación de Consumo a Particularescon un 6% del total.

Gráfica 2.2 Distribución de volúmenes de riesgos por línea de negocio.

3. PRINCIPALES CONCLUSIONES

En este apartado trataremos de describir los principales elementos que confi-guran la realidad del sistema financiero español en materia de gestión del riesgode crédito. En este diagnóstico, se ha considerado en todo momento el NuevoAcuerdo de Basilea como el referente a la hora de evaluar el nivel de desarrollode las entidades financieras españolas.

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1. Podemos afirmar que el sistema financiero español goza de un elevado nivel dedesarrollo tanto en el proceso de admisión como en el de seguimiento del riesgo.Prueba de ello es lo extendida que se encuentra la utilización de modelos inter-nos de rating/scoring y de sistemas de alerta, así como la calidad y solvencia delas metodologías utilizadas en el análisis del riesgo.

2. Este grado de avance se basa fundamentalmente en los esfuerzos realizadosen los últimos años, donde la competencia y la reducción de los márgenes hancontribuido sin duda a la consolidación de las metodologías y sistemas de ges-tión del riesgo.

3. Las entidades menos avanzadas poseen vocación, capacidades e informaciónpara desarrollar sus modelos internos de rating. La importancia que prestan a lautilización futura de modelos internos de rating, unida a las capacidades de aná-lisis existente en sus departamentos de riesgo y a la información histórica alma-cenada en sus sistemas, son los tres elementos que les permitirán el desarrollo eimplantación de modelos de rating efectivos.

4. Nuestro análisis ha puesto de manifiesto que no existe, en todos los casos, unarelación directa entre el tamaño de la entidad y el nivel de desarrollo de la mismaen cuanto a gestión del riesgo de crédito. El factor esencial que condiciona elgrado de avance es la vocación e implicación de la dirección de la entidad.

5. La actual función de los responsables de riesgo se centra fundamentalmente enla actividad tradicional de análisis, por lo que en un futuro deberá orientarse máshacia actividades tales como la gestión activa del riesgo de las carteras, la cuanti-ficación del riesgo, la fijación de precios o el análisis de la rentabilidad.

6. Las diferencias en el nivel de desarrollo de las entidades participantes permitenidentificar tres grupos fundamentales de entidades. El primer grupo estaría forma-do por las entidades menos desarrolladas que aún fundamentan sus modelos devaloración del riesgo en la intervención manual y la valoración subjetiva del ana-lista. En el segundo se encuentran las que poseen unos sistemas de rating que sus-tentan la valoración del riesgo, eliminan subjetividad y agilizan la toma de deci-siones, aunque no se encuentren tan avanzadas como el grupo de cabeza. El ter-cer grupo incluye las entidades definidas como "Muy desarrolladas" y"Desarrolladas", que presentan una vocación real de cuantificación y gestión acti-va del riesgo, frente a la cultura basada exclusivamente en la prevención delmismo existente entre las entidades de los grupos anteriores.

7. Un buen número de entidades, incluyendo parte de las menos desarrolladas,estaría en condiciones de cumplir con los requerimientos y plazos fijados en elBIS II si comienzan a trabajar a corto plazo en el desarrollo y adaptación de susmodelos.

8. Incluso las entidades más avanzadas deberán revisar aspectos de sus modelosde riesgo. Esta revisión es necesaria en aspectos que afectan desde el diseñometodológico, hasta el alcance de sus sistemas de información, el diseño organi-zativo o el papel desempeñado por los diferentes departamentos en el proceso degestión del riesgo.

9. La gran asignatura pendiente es la automatización del proceso de captura de lainformación interna que ha de nutrir el modelo, así como el desarrollo de siste-mas de reporting. La información utilizada y generada debe convertirse en elmotor de consolidación de estas metodologías, siendo de vital importancia entodo el marco normativo del Nuevo Acuerdo de Basilea

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10. Por último, y aunque nuestro análisis se ha centrado fundamentalmente enla gestión del riesgo de crédito, de las respuestas obtenidas en relación con elriesgo operativo podemos extraer la siguiente conclusión: todavía existe unbajo nivel de desarrollo en la cuantificación y gestión del riesgo operativo, perohemos detectado en el sector financiero español una notable predisposiciónhacia el diseño de modelos internos para su identificación, categorización,cuantificación y gestión, y algunas entidades han comenzado a trabajar ya enesta vía.

4. RESUMEN EJECUTIVO

4.1. Análisis Sectorial Global

4.1.1. Rating Global

El objetivo final de este informe es el de presentar una imagen global sobre lasituación actual de la gestión del riesgo de crédito en el sector financiero espa-ñol. Para la consecución de este objetivo, se ha elaborado un Rating Globalpara cada una de las instituciones financieras participantes.

En el desarrollo de este rating se han tomado como referencia las exigenciasdetalladas en el Pilar I del documento presentado por el Comité de Basilea,relativas a los modelos internos de gestión del riesgo de crédito.

El desarrollo del modelo se ha basado en una doble perspectiva:

● Factores analizados● Líneas de negocio.

4.1.2 Resultados

El estudio del rating se ha realizado desde las perspectivas detalladas:

● Factores ● Líneas de negocio● Entidades

Lo que nos ha permitido analizar los resultados obtenidos desde las siguientesópticas:

Posicionamiento global de las entidades:

En este análisis, las entidades han sido clasificadas, en base al rating obtenido,en cuatro categorías que corresponden con el grado de avance en materia degestión de riesgos desde una óptica global.

LÍNEA DE NEGOCIO

Banca Corporativa y Grandes EmpresasPYMESCrédito a Comercios y Pequeños EmpresariosFinanciación Hipotecaria a ParticularesFinanciación Consumo de ParticularesPromotores Inmobiliarios

FACTOR DE ANÁLISIS

Metodología de Gestión del RiesgoInformación de gestión (reporting)Solidez de la InformaciónSoporte TecnológicoAplicación en la gestiónProcedimientos de controlSegmentación de clientes

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Estas cuatro categorías son:

1. Muy desarrolladas2. Desarrolladas3. Desarrollo medio4. Poco desarrolladas

Gráfica 4.1.2.a Posición relativa de las entidades financieras participantes.

Es de destacar del gráfico anterior que un 40% de las entidades encuestadascuentan con sistemas de gestión desarrollados o muy desarrollados. No obs-tante, el restante 60% se encuentra en una situación de desarrollo moderado.

Esta situación de partida posibilita a la mayoría de entidades la consecucióndel objetivo final de estar en el 2004 en situación de aplicar los modelos inter-nos de riesgo para el cálculo de fondos propios.

Esto no significa que no exista un largo camino por recorrer, incluso para las enti-dades con mejor puntuación, pues la nueva normativa es muy ambiciosa tanto enaspectos metodológicos como de organización y sistemas de información.

Posicionamiento metodológico por líneas de negocio:

En este apartado se reflejará la situación de avance metodológico para cadauna de las líneas de negocio definidas.

Como resumen, se muestra en la siguiente tabla para su comparación, el ratingmedio de cada una de las líneas de negocio desde el punto de vista metodológico.

Línea de Negocio RatingBanca Corporativa 29%PYMES 27%Comercios y Empresarios 20%Hipotecario 22%Consumo 25%Promotor 22%

Las conclusiones básicas de esta tabla son las siguientes: se aprecia un mayornivel de avance en Banca de Empresas (Corporativa 29%, PYMES 27%) que enParticulares (Consumo 25%, Hipotecario 22%), y el segmento en el que mayor

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esfuerzo deben realizar las entidades es en el de Comercios y PequeñosEmpresarios, bien sea por una vía metodológica similar a la de Empresas o a la deParticulares. Adicionalmente y observando el grado de avance medio reflejado,queremos constatar la necesidad de trabajar desde este momento en la mejora delos sistemas de rating y su adaptación a las nuevas directrices.

Posicionamiento por factores de evaluación:

En este análisis e independientemente de las líneas de negocio y entidades, deforma global se analiza la situación de cada uno de los factores consideradoscomo relevantes en la gestión de riesgo de crédito propuesta por el Comité deBasilea.

Factores generales:

Como aspectos generales incluimos aquellos no relacionados con la metodo-logía y que serán evaluados de forma detallada en el Capítulo 6.

Estos son:

● Información de gestión / reporting ● Solidez de la información ● Soporte tecnológico ● Aplicación en la gestión ● Procedimientos de control

En este gráfico se muestran las mejores prácticas y la media del sector en cadauno de los aspectos mencionados.

Gráfica 4.1.2.b Factores Generales no metodológicos.

Vemos que en ninguno de los factores evaluados las entidades con mejoresprácticas llegan a alcanzar la situación definida como óptima, lo que demues-tra los altos niveles exigidos por la normativa en cada uno de ellos.

Además, conviene destacar que la situación promedio en estos aspectos esmuy distante del objetivo perseguido, lo que visualiza claramente el largo

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camino a recorrer por las entidades en relación a los mismos.

Factores relacionados con los modelos de decisión:

Aunque estos aspectos serán tratados en detalle en el Capítulo 6 para cada unade las líneas de negocio, es bueno tener una visión global de los mismos deforma agregada.

Gráfica 4.1.2.c Factores Generales de los modelos de decisión.

Como visión general apreciamos que en cada uno de los aspectos relacionados hayentidades que se aproximan a la mejor práctica, pero la diferencia entre las mejo-res prácticas y el promedio de entidades supone una brecha considerable.

Esta distribución da una idea de que la situación de la muestra parece buena,pues tan solo un 27% de las entidades seleccionadas están en situación depoco desarrollo y aún así éstas cuentan con sistemas de riesgos que podrían seradaptados a los requerimientos de la normativa.

Esto no significa que no exista un largo camino por recorrer, incluso para las enti-dades con mejor puntuación, pues la nueva normativa es muy ambiciosa tantoen aspectos metodológicos como de organización y sistemas de información.

4.2. Análisis por Factores y Líneas de Negocio

En este análisis se revisarán los factores relacionados con los aspectos meto-dológicos, uno a uno, y viendo sus distintos niveles de avance en función delas líneas de negocio.

1. Sistemas de Rating: Hemos valorado en este apartado la existencia de unmodelo de Rating Crediticio Interno, es decir, de un sistema para la calificaciónde la calidad crediticia de los clientes/operaciones, desarrollado dentro de laentidad y materializado en una escala donde se incluyan diferentes niveles deriesgo. Quedan excluidos los modelos que determinen únicamente si la ope-ración es aprobada o denegada, sin que exista una escala que exprese el per-fil de riesgo de los clientes/operaciones.

Se tratan de sistemas de calificación internos, es decir, sistemas específicos de

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cada entidad, que hayan sido desarrollados dentro de la misma, con indepen-dencia de que su metodología proceda de una compañía externa, y que portanto estén adaptados a la realidad de la institución donde operen.

Como se aprecia en el gráfico, la utilización de este tipo de sistemas por lasinstituciones financieras participantes en el estudio está muy extendida, lle-gando a alcanzar el 80% en el segmento de Financiación de Consumo aParticulares. El segmento en el que menos entidades (47%) emplean sistemasde rating es Comercios y Pequeños Empresarios.

Gráfica 4.2.1. Utilización de Sistemas de Rating por líneas de negocio.

La situación media del nivel de avance de los sistemas de rating por líneas denegocio, refleja un mayor grado de desarrollo de las entidades en las líneas deFinanciación de Consumo a Particulares, con un nivel de cumplimiento res-pecto a las mejores prácticas de un 58% y en PYMES con un 54%.Estos bue-nos resultados se deben a las altas puntuaciones obtenidas por las entidades encuanto al cumplimiento de los criterios que hemos definido como mejoresprácticas y que han sido detallados en el capítulo 6. En ambos casos, el 60%de las entidades encuestadas ha obtenido una ponderación superior al 70%.

Las líneas que menos avanzadas están, según nuestra valoración, sonComercios y Pequeños Empresarios con un nivel de desarrollo del 35% yPromotores con un 37%. Los motivos que justifican estos resultados son parala primera, que la media de antigüedad en la utilización del sistema, dondedesciende a 1,4 años desde los 4,3 años que presentaba Consumo deParticulares, sólo en un 14% de los casos el rating lleva más de 3 años funcio-nando y donde además sólo un 43% de las entidades realiza con periodicidadanual la revisión de las calificaciones de este segmento. El motivo de la bajavaloración para Promotores reside en que, por las peculiaridades del segmen-to, muchas entidades utilizan un análisis manual basado en el tradicional infor-me de riesgo donde prima la experiencia del analista.

2. Probabilidad de Impago: La Probabilidad de Impago (Probability of Default,PD) está, por definición, asociada a la existencia de un sistema de Rating/ Scoringen un segmento determinado, al tratarse de la probabilidad de incumplimientode cada una de las categorías existentes en dichos sistemas. El cálculo de estaprobabilidad de impago es el punto de partida básico dentro del Nuevo Acuerdode Basilea en lo referente a la cuantificación y categorización del riesgo.

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Gráfica 4.2.2. Utilización de Probabilidad de Impago por líneas de negocio.

Como se puede observar en la gráfica, si bien un 20% de las entidades encues-tadas manejan este concepto en todas sus líneas de negocio, en la mayoría nose utiliza, o simplemente está asociado a los modelos de corte estadístico (sco-ring), más habituales en los segmentos de Particulares, tanto en Financiaciónde Consumo como en Hipotecarios Vivienda. Los segmentos en los que másentidades utilizan este concepto son en primer lugar Financiación de Consumode Particulares (47%) seguido por PYMES (40%).

El segmento de Comercios y Empresarios es en el que menos entidades (33%)emplean la Probabilidad de Incumplimiento. También se observa en este grupode riesgo un menor grado de avance medio de las entidades respecto a lo quesuponen las mejores prácticas detectadas. El elemento que más dificultadesgenera de cara a la evolución futura, es la no captura del histórico de incum-plimientos por categorías de rating/ scoring utilizando los sistemas informáticosde la entidad. Esta es asimismo, la única línea en la que ninguna entidad tienela Probabilidad de Impago totalmente desarrollada.

En general podemos concluir que las entidades más avanzadas tienen sus sistemasde rating calibrados con tendencias centrales adecuadas, basados en datos inter-nos de incumplimientos históricos, y revisan anualmente sus estimaciones de pro-babilidades de impago, pero precisan mejorar el nivel de profundidad histórica dis-ponible sobre incumplimientos reales por grados de rating.

Los requerimientos del Nuevo Acuerdo de Basilea determinan que como míni-mo los datos para la asignación de probabilidades deben tener una profundi-dad histórica de 5 años. No obstante, existe un periodo transitorio de 3 añosen el que estos requerimientos son más suaves. Por ello, se puede afirmar quelas entidades que cuenten en este momento con dos años de información esta-rían ya en condiciones cumplir con la normativa.

3. Severidad: Severidad o Pérdida en caso de incumplimiento (Loss GivenDefault, LGD) es la pérdida final tras el proceso de recobro, expresada comoporcentaje de la cantidad expuesta en el momento del incumplimiento.

En general, no se ha incluido como concepto de gestión de riesgos la severi-dad de las operaciones. Únicamente un 27% de las entidades analizadas lohacen. Sin embargo, las entidades que gestionan la severidad, a excepción deuna, lo hacen en todas las líneas de negocio, siendo Banca Corporativa la líneade negocio en la que más entidades (27%) aplican este concepto.

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Gráfica 4.2.3. Utilización de Severidad por líneas de negocio.

Las entidades que consideran el concepto de severidad en su gestión de ries-gos, emplean para su obtención una combinación de parámetros internos yexternos. La antigüedad de estos datos, así como la de la información históri-ca sobre procesos de recobro es variable, y tan sólo en la mitad de estos casoses suficiente según los requerimientos de Basilea.

Las entidades españolas deben realizar un gran esfuerzo en lo que al desarrollodel concepto de Severidad se refiere, sin demorar el inicio de esta tarea si no hancomenzado a trabajar ya en este campo. Asimismo, las entidades que sí consi-deren este elemento en su gestión del riesgo, deben intensificar sus esfuerzos,fundamentalmente, en el terreno de la recopilación de la información histórica.

4. Exposición en Riesgo: La exposición en riesgo es el nivel de exposición máxi-mo en el momento de incumplimiento de un cliente, el cual dependerá de la cali-dad crediticia del mismo y de la tipología de las operaciones con él mantenidas.

La situación media de las entidades participantes dista mucho de los niveles ópti-mos, alcanzando como máximo el 15% de las mejores prácticas en BancaCorporativa y llegando al 11% en PYMES y Comercios y Pequeños Empresarios.

Las causas esenciales son que sólo un 27% de los encuestados tiene en cuen-ta este concepto en alguna de sus líneas de negocio. Por líneas de negocio laaplicación oscila entre el 27% de Banca Corporativa y el 20% de PYMES yComercios y Pequeños Empresarios. Otro motivo es la escasa profundidad delos datos manejados, ya sea porque se emplea información externa para laobtención de la Exposición, y consecuentemente no se captura la informaciónhistórica necesaria para su cálculo con los sistemas informáticos de la entidad,o porque este concepto ha comenzado a emplearse recientemente.

Gráfica 4.2.4. Utilización de exposición por líneas de negocio.

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5. Pérdida Esperada: La Pérdida Esperada es la previsión de pérdidas en funciónde la Probabilidad de Impago de la operación, la Exposición en el momento delincumplimiento y el porcentaje de pérdida final tras el proceso de recobro.

Como refleja la siguiente gráfica, la línea de negocio en la que más entidadesconsideran este concepto es Banca Corporativa y Grandes Empresas con un27%, mientras que en las demás, este porcentaje es del 20%.

Gráfica 4.2.5. Utilización de Pérdida Esperada por líneas de negocio.

Al hilo de los resultados obtenidos en los apartados anteriores y atendiendo ala definición de Pérdida Esperada, tan sólo el 27% de las entidades encuesta-das han afirmado disponer de este análisis en alguna de sus líneas de negocio.Sin embargo, entre estas entidades, el 75% obtiene la Pérdida Esperada entodas sus líneas de negocio.

Los mejores resultados, tanto para las mejores prácticas como para la situa-ción media, se han obtenido en los segmentos de Empresas, donde hay enti-dades que han alcanzado la máxima ponderación, no siendo así en los seg-mentos de Particulares donde la utilización de este concepto tiene una apli-cación más reducida.

6. Capital Económico: Como ocurría en el apartado anterior y se aprecia en lasiguiente gráfica, tan sólo el 27% de las entidades incluidas en nuestro estudiotienen en cuenta el concepto de Capital Económico y las que lo hacen, loemplean en los mismos segmentos que la Pérdida Esperada.

Los niveles de avance medios alcanzados entre todas las entidades respecto alas mejores prácticas, son muy bajos, oscilando entre un 18% en BancaCorporativa y un 4% en Hipotecarios. Esto se debe en primer lugar al escasoporcentaje, antes detallado, de entidades que aplican este concepto. El segun-do motivo radica en que el papel de aplicación del concepto es también redu-cido. Tan sólo una entidad, en Banca Corporativa, emplea el concepto deCapital Económico incluyéndolo en los informes periódicos a la dirección enmateria de riesgos, en el proceso de fijación de límites de riesgo y en la medi-ción de rentabilidad de las operaciones.

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Gráfica 4.2.6. Utilización de Capital Económico por líneas de negocio.

En la mayoría de las entidades donde se utiliza, el Capital Económico es inclui-do en los informes que se facilitan a la dirección y se incorpora en la mediciónde la rentabilidad de las operaciones, pero no interviene en el proceso de fija-ción de límites de riesgo.

7. RAROC: Es el Retorno Ajustado por Pérdidas Esperadas sobre el CapitalAjustado al Riesgo. El número de entidades que aplican este concepto, hoy porhoy, es muy limitado.

Son los segmentos de Empresas en los que más se ha avanzado en este campo.En concreto, un 27% de las entidades calculan RAROC para Banca Corporativay Grandes Empresas, mientras que en el segmento PYMES este porcentaje deutilización es del 20%. Su aplicación disminuye para el resto de las líneas denegocio hasta alcanzar un 7% en Consumo de Particulares.

Salvo en Consumo de Particulares, las entidades que aplican RAROC, simulaneste concepto para nuevas operaciones y la mayor parte lo hace también paraevaluar la rentabilidad de su cartera.

Gráfica 4.2.7. Utilización de RAROC por líneas de negocio.

8. Sistemas de Alerta Automáticos: Son herramientas que permiten realizar unseguimiento activo de los riesgos, de modo que puedan anticiparse situacionesde incumplimiento de forma automática, en función de indicadores de com-portamiento internos tales como niveles de disposición de líneas, evolución desaldos de depósitos y de indicadores externos (CIRBE, RAI…).

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Gráfica 4.2.8. Utilización de Sistemas de Alerta por líneas de negocio.

Su uso está muy generalizado entre las entidades del sector financiero español.Más del 80% de las entidades incluidas en nuestro estudio disponen de estossistemas en alguna de sus líneas de negocio y una tercera parte los emplean entodas las líneas.

La línea de negocio en la que más se emplean estos sistemas es BancaCorporativa/ Grandes Empresas (73%), seguida por PYMES con un 67%. Lalínea en la que el uso de estos sistemas es menos frecuente es Financiación deConsumo de Particulares con un 33%.

En cuanto a la calidad de estos sistemas, la situación media mantiene esta dis-tribución. Así, Consumo de Particulares alcanza sólo el 36% en gran parte por-que en varias entidades, los sistemas de alertas no permiten dividir la carteraen niveles de riesgo. La línea en la que se han logrado los mejores resultadoses Banca Corporativa/ Grandes Empresas con un nivel medio de 68%.Destacamos también que se han alcanzado cotas del 100% en las mejoresprácticas en todas las líneas de negocio.

9. Segmentación: Hemos analizado, desde la perspectiva de la gestión del riesgo,la adecuación de los criterios utilizados por las empresas para determinar lasegmentación de sus líneas de negocio, con el objetivo de evaluar si la seg-mentación permite realizar el cálculo de la tasa de morosidad histórica deforma apropiada. De este modo se obtendrían las tendencias centrales demorosidad para cada línea de negocio, permitiendo el anclaje de los modelosa un ciclo económico.

Las altas ponderaciones obtenidas respecto a las mejores prácticas, demuestran unelevado grado de desarrollo por una parte mayoritaria de las entidades. El seg-mento en el que se han logrado mejores resultados es Particulares, donde los pro-medios están en torno al 85%. Estos buenos resultados se deben a que entre lasentidades que lo aplican, un 71% ha obtenido las máximas puntuaciones posi-bles. El segmento con peores resultados es Promotores donde el 45% de las enti-dades llega al 100% en mejores prácticas.

En Empresas, las entidades cuentan con criterios cuantitativos que suelen limi-tarse a facturación o ventas sin considerar otras opciones posibles.

En la captura de casos de incumplimientos es donde se han detectado algunascarencias que inciden en la disponibilidad histórica de esta información. Sinembargo, la mayor parte de las entidades se encuentran en una situación adecuada.

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Gráfica 4.2.9. Utilización de Segmentación adecuada por líneas de negocio.

10. Gestión sin sistemas de Rating: Trata el análisis de las funciones de gestión deriesgo de crédito existentes en el 60% de los encuestados que aún no disponen,en todas sus líneas de negocio, de sistemas de rating crediticio internos que per-mitan obtener una calificación de la calidad crediticia de los clientes/operaciones,materializada en una escala donde incluyan diferentes niveles de riesgo.

Como se observa en la gráfica, un 40% de los encuestados no emplean siste-mas de rating crediticio interno para el análisis crediticio de clientes/operacio-nes en el segmento de Banca Corporativa, el 53% en Comercios y PequeñosEmpresarios y el 33% en PYMES. Los criterios valorados han incluido el nivelde sofisticación de su análisis de riesgos no basado en sistemas de rating, elgrado de objetividad relativo en la valoración realizada por el analista y losaños de información histórica disponible. El conjunto de las altas puntuacionesobtenidas en los distintos criterios ponderados, explica el elevado nivel medioalcanzado en este segmento, que es del 70% para Banca Corporativa. La pun-tuación media desciende al 30% en Comercios y Pequeños Empresarios.

Gráfica 4.2.10. Utilización de Sistemas Sin Rating por líneas de negocio.

En ambos casos, la clave fundamental para las entidades es disponer de lainformación de las operaciones en soporte adecuado, para su tratamiento esta-dístico en el desarrollo de los modelos, ya que sin esta información no sepodrán desarrollar modelos de rating basados en la exposición histórica.

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4.3. Estructura y Funciones de la Gestión de Riesgo

En este apartado el objetivo perseguido es en primer lugar analizar, en base a losrequerimientos del Nuevo Acuerdo de Basilea, y a las mejores prácticas detecta-das internacionalmente, cual sería la estructura organizativa óptima para una ges-tión integral de riesgos, y sus implicaciones en el diseño de las organizaciones.

Posteriormente se mostrarán algunos indicadores, basados en la informaciónrecibida, sobre la situación actual de las entidades participantes en la organi-zación de riesgos, en relación a las prácticas definidas en el primer punto.

La organización en la gestión integral de riesgos.

Como primer punto es necesario destacar que la Alta Dirección deberá implicar-se directamente tanto en la definición de la estrategia a seguir para la adecuaciónal nuevo entorno de Basilea, como en su posterior implantación y seguimiento,tomando un papel muy activo en la gestión del riesgo a nivel global.

Como actividad básica de la Alta Dirección en ese sentido, Basilea le asigna laresponsabilidad de asegurar el funcionamiento de los modelos y metodologías, laidoneidad de los recursos utilizados y la adecuación en la participación de lasáreas involucradas.

Por otro lado debe existir una estructura operativa muy coordinada, en la queparticipen todas las áreas relacionadas, (Comercial, Financiera, Riesgos,Contabilidad, Control de Gestión, Organización, Sistemas y Tecnología,Recursos Humanos, Auditoría....), garantizando la adecuada implantación dela estrategia de riesgos en el día a día de la actividad del negocio.

Todas las áreas reseñadas tienen gran importancia en su relación con la gestión deriesgo, bien como soporte de la misma o como proveedores de información. Deellas queremos destacar a dos especialmente, por la importancia que Basilea lesasigna en este nuevo escenario y por su gran implicación en el proceso de cam-bio necesario. Estas dos áreas son: Auditoría Interna y Tecnología y Sistemas.

Por último queremos señalar que estos procesos de redefinición estratégica tanglobales como la adaptación al entorno planteado por la normativa de Basileapara el año 2.004, deben ser algo muy dinámico y objeto de revisión continua, deforma que se garantice la óptima consecución de los objetivos definidos.

Indicadores de las entidades participantes.

Todos los participantes han indicado que la Dirección participa actualmente enla gestión estratégica del riesgo y el diseño de políticas de concesión de ope-raciones. Para la mayoría de bancos y cajas encuestados, las funciones de laDirección incluyen también la fijación de límites de riesgo por unidades y líneasde negocio (87%), el establecimiento de niveles máximos de morosidad (80%),y la fijación de objetivos de crecimiento de negocio (93%).

Por otro lado y siguiendo una de las normas fundamentales de segregación de fun-ciones, en la mayoría (87%) de bancos y cajas las unidades de análisis y controldel riesgo crediticio de las diferentes líneas de negocio son independientes fun-cionalmente de la Dirección Comercial. Además, la tercera parte de las entidadesmantienen departamentos o unidades encargados de la gestión y el control del

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riesgo de crédito de forma integral, con independencia de los tradicionales depar-tamentos de análisis y control de riesgo, y dependientes directamente de laDirección Estratégica.

Gráfica 4.3.a Participación de la Dirección en Actividades de Riesgos.

Los departamentos de Auditoría Interna de la mayoría de las entidades realizan larevisión del cumplimiento de las políticas y procesos establecidos para la gestióndel riesgo de crédito (87%) y el control de la veracidad de la información utiliza-da en la cuantificación del mismo (73%).

Gráfica 4.3.b Funciones de Auditoría Interna en Gestión de Riesgos.

Por el contrario este departamento revisa la adecuación y efectividad de losmodelos utilizados en la valoración del riesgo de crédito únicamente en el40% de las entidades.

Es importante en este sentido recordar que en el borrador del Nuevo Acuerdose hace mención específica a la importancia que en el nuevo entorno jugaránlos departamentos de Auditoría Interna, apoyados en algunos casos por audi-tores externos, en la revisión y control de la adecuación de los modelos inter-nos de gestión de riesgos.

Como conclusión y para cerrar este apartado, hay que destacar que en un pro-

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ceso como este de adaptación de la gestión riesgos a la nueva normativa, contan amplio contenido y alcance, el impacto en la organización será muyimportante, ya que se ven afectadas distintas áreas de la misma de forma sig-nificativa, lo que confiere al proyecto su carácter de globalidad. En este sentidoes crucial identificar desde el primer momento estas áreas y analizar el impac-to global sobre las mismas, para poder desarrollar un plan de acción que per-mita abordar el cambio cultural y organizativo de la forma más eficiente.

5. ANÁLISIS SECTORIAL GLOBAL

5.1. Rating Global

El objetivo final de este informe es el de presentar una imagen global sobre lasituación actual de la gestión del riesgo de crédito en el sector financiero espa-ñol. Para la consecución de este objetivo, se ha elaborado un Rating Globalpara cada una de las instituciones financieras participantes. Este Rating preten-de representar de forma integral el nivel de desarrollo relativo de cada entidaden la gestión del riesgo crediticio y servir como medida homogénea de com-paración entre entidades.

En el desarrollo de este rating se han tomado como referencia las exigenciasdetalladas en el pilar I del documento presentado por el Comité de Basilea,relativas a los modelos internos de gestión del riesgo de crédito. Esto hace quecuanto más cerca se sitúe una entidad de la consecución de los requisitosexpuestos en el documento, más se acerque su puntuación a la máxima consi-derada por el modelo (100%).

El desarrollo del modelo se ha basado en una doble perspectiva:

● Factores analizados

● Líneas de negocio.

Factores analizados:

El objetivo perseguido al analizar estos factores, ha sido evaluar y cuantificarel nivel alcanzado por cada entidad en la gestión del riesgo de crédito paracada una de las líneas de negocio definidas. Los factores considerados en estemodelo, están detallados a continuación, y también han sido obtenidos de unanálisis en profundidad del documento de Basilea, que ha permitido extraeraquellos aspectos mencionados como más relevantes.

FACTORES CONSIDERADOS:

Metodología de Gestión del RiesgoInformación de gestión (reporting)Solidez de la InformaciónSoporte TecnológicoAplicación en la gestiónProcedimientos de ControlSegmentación de Clientes

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Dentro de cada uno de estos factores se han valorado distintas variables, y enbase a una ponderación de las mismas, por agregación hemos obtenido elrating global de cada línea de negocio.

Obtenida la puntuación de cada línea de negocio, para llegar al rating globalde la entidad, estas puntuaciones han sido ponderadas en función del pesorelativo que dicha línea de negocio representa del total de la inversión crediti-cia de la entidad.

Líneas de Negocio:

En la definición de las líneas de negocio a considerar, se partió de la clasifica-ción de riesgos realizada por Basilea, pero algunas categorías debieron serexcluidas por su escasa importancia relativa, mientras otras se subdividieronpor considerar que eran gestionadas por la mayoría de entidades españolas deforma diferente.

Tras este proceso, los riesgos de las entidades se clasificaron entre las siguienteslíneas de negocio:

5.2 Resultados

El hecho de que el rating se realizara desde las perspectivas detalladas:

● Factores

● Líneas de negocio

● Entidades

nos ha permitido analizar los resultados obtenidos desde las siguientes ópticas:

-Posicionamiento global de las entidades: Observando la situación de las enti-dades participantes de forma integral basándonos en su rating agregado.

-Posicionamiento metodológico por líneas de negocio: Evaluando la situaciónpor líneas de negocio desde los aspectos relacionados con la metodología.

-Posicionamiento por factores de evaluación: Analizando la situación global deestas entidades desde cada uno de los factores de análisis ya mencionados.

-Metodología y Modelos de Gestión: Para finalizar, y en el capítulo posterior,nos centraremos en los aspectos más relacionados con la metodología, paraanalizarlos en mayor detalle y por cada una de las líneas de negocio, viendocuales son las mejores prácticas en cada uno de los casos y la situación mediade las entidades seleccionadas.

LÍNEAS DE NEGOCIO

Banca Corporativa y Grandes EmpresasPYMESCrédito a Comercios y Pequeños EmpresariosFinanciación Hipotecaria a ParticularesFinanciación Consumo de ParticularesPromotores Inmobiliarios

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Posicionamiento global de las entidades:

En este análisis, han sido clasificadas las entidades en base al rating obtenido,en cuatro categorías que corresponden con el grado de avance en materia degestión de riesgos desde una óptica global.

Estas cuatro categorías son:

1. Muy desarrolladas2. Desarrolladas3. Desarrollo intermedio4. Poco desarrolladas

Definición de las categorías:

Entidades muy desarrolladas: Consideramos como entidades muy desarrolladasaquellas cuyo rating es superior a 1,5 veces la media. En este grupo se inclu-yen aquellas entidades que gestionan sus riesgos de forma integral y se hananticipado a la normativa en la utilización de modelos de rentabilidad ajusta-da a riesgo, basadas en metodologías de pérdida esperada y capital económico.Además, estas entidades están trabajando en el desarrollo de los sistemas deinformación y reporting adecuados, y en la adecuación de sus organizacionesal nuevo entorno normativo.

Entidades desarrolladas: En este rango están aquellas entidades cuyo rating essuperior a la media, pero no llegan a la puntuación necesaria para estar en la ante-rior categoría. El perfil de estas entidades corresponde a aquellas que contandocon modelos internos de calificación, (rating, scoring...) están trabajando en dar elpaso adelante en la cuantificación de pérdidas (probabilidad de incumplimiento,severidad, exposición,...) y comienzan a perfilar los pasos a seguir desde el puntode vista de sistemas, organización, procesos y otros aspectos relacionados con lagestión global de riesgos.

Entidades con desarrollo intermedio: En esta categoría se concentra el mayor volu-men de entidades. Su puntuación está en torno a la media o ligeramente pordebajo. En estas entidades se ha dado el paso de categorizar el riesgo por gradosen sistemas de rating y scoring, pero no se han transformado estos sistemas para lacuantificación de las pérdidas. Además, están trabajando para sentar las basesy que sus sistemas de información recojan la información necesaria para suposterior tratamiento estadístico. La ventaja de estas entidades es que con unesfuerzo relativamente asequible pueden pasar al siguiente estadio en un plazocorto de tiempo.

Entidades poco desarrolladas: Esta clasificación incluye a aquellas entidades cuyapuntuación está claramente por debajo de la media. Sus sistemas y modelos degestión de riesgo eran adecuados a las necesidades de las entidades hasta estemomento, pues el análisis manual de operaciones o los modelos de sanción auto-mática, conseguían los niveles de morosidad esperados. El paso a dar por las mis-mas es la transformación de esos modelos de análisis en puntuaciones que cate-goricen el riesgo tal y como propone la nueva normativa. El hecho de que su situa-ción de partida no sea la óptima, no supone que no puedan llegar al plazo de refe-rencia (2004) en la situación deseada, pues cuentan con los recursos necesariospara ello, pero tendrán que comenzar a trabajar desde el primer momento y conun plan de actuación muy bien definido para conseguir este objetivo.

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Es de destacar del siguiente gráfico que un 40% de las entidades cuentan consistemas de gestión desarrollados o muy desarrollados. No obstante el restante60% se encuentra en una situación de desarrollo moderado.

Como datos significativos cabe mencionar que el nivel máximo alcanzado poruna entidad está en torno al 80% mientras que el valor medio alcanzado porel grupo de entidades participantes se sitúa sobre el 40% del rating máximo.

Gráfico 5.2.a. Posición relativa de las entidades financieras participantes.

Esta situación de partida posibilita a la mayoría de entidades participantes en elestudio, para la consecución del objetivo final de estar en el 2.004 en situación deaplicar los modelos internos de riesgo para el cálculo de fondos propios.

Esto no significa que no exista un largo camino por recorrer, incluso para las enti-dades con mejor puntuación, pues la nueva normativa es muy ambiciosa tanto enaspectos metodológicos como de organización y sistemas de información.

Por ello, las entidades deberán trabajar desde ahora en la elaboración de meto-dologías y modelos de decisión, la definición y desarrollo de los sistemas deinformación adecuados, y la adaptación de sus organizaciones a los nuevosrequerimientos.

Posicionamiento metodológico por líneas de negocio:

En este apartado se refleja la situación de avance metodológico para cada unade las líneas de negocio definidas.

Las variables consideradas en este análisis han sido las siguientes:

1. Rating/Scoring Crediticio Interno definido como un sistema para la calificaciónde la calidad crediticia de los clientes/operaciones, desarrollado dentro de la enti-dad y materializado en una escala donde se incluyan diferentes niveles de riesgo.Se han analizado y comparado las principales características y modos de aplica-ción de los modelos existentes de Rating/Scoring Crediticio Interno para presentaruna imagen global sobre los progresos de la muestra seleccionada en este área.

2. Probabilidad de Impago es la probabilidad de incumplimiento asociada a cadanivel de rating. Se ha evaluado su utilización o no y el nivel de implantación enla gestión de operaciones.

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3. Severidad de las operaciones se ha definido como la pérdida final tras el pro-ceso de recobro, expresada como porcentaje de la cantidad expuesta en elmomento del incumplimiento. Se ha evaluado su cálculo o no, el nivel de des-agregación en el mismo y el nivel de implantación en la gestión de operaciones.

4. Exposición en Riesgo es la exposición real en el momento del incumpli-miento en líneas de crédito u otros productos con límites de riesgo compro-metido. Como factores de evaluación aplican los mismos que en severidad.

5. Pérdida Esperada es una previsión de pérdidas en función de: la probabili-dad de impago de la operación, la exposición en el momento del incumpli-miento y el porcentaje de pérdida final tras el proceso de recobro. Muy pocasentidades utilizan este concepto y para las que lo hacen se ha valorado el nivelde utilización en la gestión y reporting de riesgos.

6. Capital Económico es el volumen calculado de capital requerido para cubrirpérdidas no esperadas por exposiciones a riesgo de crédito. El consumo decapital se calcula en función de la volatilidad en las posibles pérdidas de laoperación y el nivel de solvencia perseguido por la entidad. Como en el casode Pérdida Esperada su uso está muy poco extendido y se ha valorado mejor aaquellas entidades que más implantado lo tienen en sus procesos de gestión.

7. Rentabilidad Ajustada al Riesgo (RAROC) se define como el retorno ajustadopor pérdidas esperadas sobre capital económico. Se ha evaluado la utilización delmismo en la gestión de operaciones y emisión de informes.

8. Sistema de Alertas Automático supone la utilización de una herramienta para larealización de un seguimiento activo de los riesgos que permita anticipar situa-ciones de incumplimiento de forma automática, en función de indicadores decomportamiento internos (niveles de disposición de líneas, evolución de saldos dedepósitos...) y externos (CIRBE, RAI...). Se valora mejor cuanto más nivel de auto-matización existe y si permite clasificar las alertas por niveles de intensidad.

9. Segmentación: Este criterio representa la capacidad de una entidad financierapara definir, identificar y analizar adecuadamente los segmentos y subsegmentosen los que agrupa a sus clientes en relación con la gestión del riesgo de crédito.Tiene su relación directa con la metodología, pues en función de la adecuada seg-mentación se calcularán las tendencias centrales de morosidad.

10. Gestión Sin Sistema de Rating. Este criterio ha sido aplicado para estimarla validez de los procesos de gestión de riesgo de crédito en los casos en losque los encuestados indicaron que no disponían de sistemas de rating interno.

En los siguientes gráficos se refleja el grado de avance para cada uno de estosfactores por líneas de negocio. La mejor práctica representa el nivel más altoalcanzado por una entidad en nuestra valoración.

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Gráfico 5.2.b. Avance general en los factores por líneas de negocio.

La primera conclusión extraída al analizar estos gráficos es la similitud en lasformas obtenidas entre Banca Corporativa y PYMES y entre Financiación deConsumo a Particulares e Hipotecarios de Particulares. Además se observa queel grado de desarrollo en empresas es mejor, tanto en situación media como res-pecto a las mejores prácticas, que el de particulares que solo llega a ser supe-rior en algunos aspectos relacionados con la segmentación y obtención de ten-dencias centrales.

Por otro lado, se aprecia que la diferencia existente entre mejores prácticas yla media de entidades es considerable para cada una de las líneas de negocio.Esto indica que en general las entidades que tienen sistemas de gestión de ries-go más avanzados los aplican en casi todas las líneas de negocio, y que las queestán menos avanzadas deben mejorar su gestión en la totalidad de su carterade inversión crediticia.

Por último y como resumen se muestra en la siguiente tabla el rating medio decada una de las líneas de negocio desde el punto de vista metodológico parasu comparación.

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LÍNEA DE NEGOCIO RATINGBanca Corporativa 29%PYMES 27%Comercios y Empresarios 20%Hipotecario 22%Consumo 25%Promotor 22%

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Las conclusiones de esta tabla son parecidas a las obtenidas de los gráficosanteriores donde se aprecia el mayor nivel de avance en Banca de Empresas(Corporativa 29%, PYMES 27%) que en Particulares (Consumo 25%,Hipotecario 22%).

Además y como queda demostrado a lo largo de todo el documento en el seg-mento que mayor esfuerzo deben realizar las entidades, es en el de Comerciosy Pequeños Empresarios, bien sea por una vía parecida a la de Empresas o a lade Particulares, pues el Comité de Basilea es flexible en ese aspecto si la selec-ción de una de las dos vías es justificada razonablemente.

Posicionamiento por factores de evaluación:

En este análisis, e independientemente de las líneas de negocio y entidades deforma global, se analiza la situación de cada uno de los factores consideradoscomo relevantes en la gestión de riesgo de crédito propuesta por el comité deBasilea.

Factores generales:

Como aspectos generales incluimos aquellos no relacionados con la metodo-logía y que serán evaluados de forma detallada en el Capítulo 6.

Estos son:

● Información de gestión/ reporting● Solidez de la información● Soporte tecnológico● Aplicación en la gestión● Procedimientos de control

-Información de gestión: Es uno de los bloques fundamentales en la gestión deriesgos y así lo reconoce Basilea. Bajo este aspecto se evalúa la generación deinformación periódica consistente sobre el riesgo crediticio de la entidad parasu utilización en la toma de decisiones estratégicas por la dirección.

-Solidez de información: Es otro aspecto básico que valora la adecuación y pro-fundidad histórica de la información utilizada en la gestión de riesgos. BIS II refle-ja claramente la importancia de este apartado cuando define tanto unos nivelesmínimos de profundidad histórica, como cuando habla del papel de AuditoríaInterna en garantizar la consistencia y adecuación de la información utilizada porriesgos en el desarrollo de sus modelos y en la aplicación de los mismos.

-Soporte tecnológico: Este criterio refleja la adecuación de los sistemas de laentidad al nuevo entorno de gestión de riesgos definido. Se valora tanto el usode aplicaciones de riesgos adecuadas, como la existencia de los sistemas dealmacenamiento y tratamiento de información eficientes.

-Aplicación en la gestión: Con este criterio se valora un aspecto al que elComité de Basilea da una gran importancia, que es la utilización de los mode-los de riesgos en la gestión de operaciones (sanción, fijación de precios, segui-miento, cálculo de provisiones basada en modelos internos...) y no solo para elcálculo de magnitudes agregadas.

-Procedimientos de control: Con este último apartado se evalúan los sistemasde control de la entidad que garanticen la adecuada aplicación de los mode-los y procedimientos de riesgos definidos por la dirección de la entidad.

En este gráfico se muestran las mejores prácticas y la media del sector en cadauno de los aspectos mencionados.

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Gráfica 5.2.c Factores Generales no metodológicos.

Vemos que en ninguno de los factores incluidos, las entidades llegan a alcanzarla situación definida como óptima en mejores prácticas, lo que demuestra losaltos niveles exigidos por la normativa en cada uno de ellos.

Además, conviene destacar que la situación media en estos aspectos es muydistante del objetivo perseguido, lo que visualiza claramente el largo camino arecorrer por las entidades en relación a los mismos.

En este sentido las entidades deben comenzar a trabajar ya, pues si bien el pasoprevio es la definición de un entorno metodológico adaptado a la normativa,la adecuación de los demás criterios requiere de largos periodos de implanta-ción como los que necesita la creación de un entorno tecnológico adecuado ola reestructuración de una organización y cambio cultural orientados al nuevoescenario planteado.

Estos son dos de los aspectos básicos en los que las entidades deben poner granénfasis puesto que pueden suponer el éxito o el fracaso de la globalidad de unproyecto de modernización como el planteado.

Factores relacionados con los modelos de decisión:

Aunque estos aspectos ya comentados anteriormente, serán tratados en detalle enel capítulo posterior para cada una de las líneas de negocio, es bueno tener unavisión global de los mismos de forma agregada.

En este gráfico se plantea cual es la situación en cada uno de estos aspectos sobrela situación óptima definida para el mismo tanto en las mejores prácticas detecta-das en la muestra, como utilizando el promedio de las entidades seleccionadas.

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Gráfica 5.2.d Factores Generales de los modelos de decisión.

Como visión general apreciamos que en cada uno de los aspectos relacionados hayentidades que se aproximan a la mejor práctica, pero la diferencia entre las mejo-res prácticas y el promedio de entidades supone una brecha considerable.

Para cubrir este hueco entre las mejores prácticas y el nivel medio de gestiónde riesgo, se deberá prestar especial atención a las mejoras en los siguientesaspectos: Probabilidad de Impago (gap 66,5%), Severidad (gap 59,1%),Exposición en Riesgo (gap 65%), Capital Económico (gap 53,3%) y RORAC(gap 63,9%).

Probabilidad de Impago: Para la reducción de esta brecha aquellas entidadescon modelos de rating deberán calibrarlos en base a su histórico de morosidad.En aquellas otras que todavía no cuentan con modelos, el desarrollo de los mis-mos será el punto de partida.

Severidad y Exposición: El requisito básico para la gestión de estos dos con-ceptos, pasa por el desarrollo de unos sistemas de información adecuados quepermitan la estimación de estos parámetros y su inclusión en el modelo global.

Capital Económico y RAROC: Una vez superados los pasos anteriores, el cál-culo del RAROC es el último escalón, pero en este aspecto lo más importantees su implantación en la gestión de operaciones.

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6. METODOLOGÍA Y MODELOS DE GESTIÓN

6.1. Sistemas de Rating

En este apartado se ha valorado a las entidades en función de la existencia de unmodelo de Rating Crediticio Interno, es decir, de un sistema para la calificaciónde la calidad crediticia de los clientes/operaciones, desarrollado dentro de la enti-dad y materializado en una escala donde se incluyan diferentes niveles de riesgo.

Nos referimos a sistemas de calificación internos, es decir, sistemas específicosde cada entidad, que hayan sido desarrollados dentro de la misma, con inde-pendencia de que su metodología proceda de una compañía externa, y que portanto estén adaptados a la realidad de la institución donde operen.

No se incluyen dentro de esta definición los modelos que determinen única-mente si la operación es aprobada o denegada, sin que exista una escala queexprese el perfil de riesgo de los clientes/operaciones.

En el siguiente gráfico 6.1.a, "Utilización de Sistemas de Rating por líneas denegocio", se presenta el porcentaje de entidades que han afirmado aplicarmodelos de rating crediticio interno en las diferentes líneas de negocio. Comopuede observarse, el segmento en el que más entidades utilizan estos modelos,un 80%, es Financiación de Consumo a Particulares, seguido por PYMES eHipotecarios, ambos con un 67%. Por el contrario, el segmento en el quemenos se aplican es Comercios y Empresarios donde tan sólo un 47% de lasentidades disponen de sistemas de calificación internos.

Gráfica 6.1.a Utilización de Sistemas de Rating por líneas de negocio.

En aquellas entidades con modelos de rating desarrollados se ha valorado laidoneidad de las mismas o su adecuación a la normativa de Basilea atendiendo alos siguientes parámetros:

A. Número de modelos por línea de negocio: Si bien este factor no es de granrelevancia, sí se pondera positivamente el hecho de que en un mismo seg-mento de negocio se hayan desarrollado distintos modelos, atendiendo a losdiferentes perfiles de riesgo de los clientes/operaciones (sectoriales, demográ-ficos...). Este factor afecta más a los scoring de particulares, ya que en empre-sas un mismo modelo puede ser válido si utiliza distintos ratios según los sec-tores o tamaños de los clientes.

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B. Metodología del modelo: En este apartado se trata de cuantificar el nivel deobjetividad presente en el modelo, realizando una puntuación más favorableen la medida que el modelo elimine el porcentaje de subjetividad en los crite-rios seguidos para la asignación de la calificación crediticia.

C. Número de grados: Tal y como contempla la normativa de Basilea en elámbito de empresas, los modelos deberán tener un número mínimo de cate-gorías que garantice la adecuada distribución del riesgo. Este criterio ha sidotambién aplicado a los modelos de particulares dando la puntuación máximaa aquellos modelos con 9 ó más categorías de riesgo.

D. Años de funcionamiento del sistema: En este sentido, Basilea requiere quelos modelos lleven en funcionamiento un periodo superior a tres años. Por ello,hemos valorado más positivamente a los modelos que estén implantados haceun mayor número de años.

E. Bases de Datos Internas: Para realizar una adaptación continua de los mode-los y poder revisar la fiabilidad de los mismos, es importante contar con lainformación de calificaciones históricas del mayor número de años posible. Poreste motivo, en este apartado se ha valorado en qué soporte se almacena esainformación y desde cuando se cuenta con información fiable al respecto.

F. Revisión de las calificaciones de clientes: El objetivo es validar si existe unseguimiento de las operaciones y clientes una vez autorizados los riesgos, o sipor el contrario no se revisan, salvo que se den nuevas solicitudes o se detec-ten situaciones irregulares.

G. Revisión del modelo: Este aspecto es de vital importancia. Los modelosdeben revisarse periódicamente y ajustarse a los cambios experimentados porlos factores que determinan el nivel de riesgo o a posibles cambios poblacio-nales en las carteras de las entidades. En ese sentido, se ha valorado la perio-dicidad en la revisión de los modelos, asignando mejor puntuación cuantomayor es la frecuencia en la revisión de los modelos.

H. Información generada basada en el sistema de rating: En este punto se valo-ra la información periódica generada en base al rating: Distribución de clien-tes, riesgo, migraciones,… y la frecuencia de la misma.

I. Aplicación del Rating: Por último en este apartado se valora el hecho de queel rating sea utilizado en la gestión activa del riesgo. En este sentido, se valorasi es empleado simplemente como herramienta de apoyo en las decisiones, sies un dato vinculante en la toma de decisiones, si sirve para la recomendacióno determina la fijación del precio de la operación, etc…

Todos estos factores, ponderados según su importancia relativa, nos llevan alsiguiente mapa descriptivo de la situación de los modelos de rating en el sec-tor financiero español.

En el siguiente gráfico se reflejan las mejores prácticas existentes en las enti-dades por líneas de negocio, y la situación media del sector teniendo en cuentala realidad de todas las entidades.

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Gráfica 6.1.b Sistemas de Rating.

A continuación veremos las características generales de los modelos de ratingexistente para cada una de las líneas de negocio.

Banca Corporativa/ Grandes Empresas:

Como hemos visto, el 60% de las entidades aplican un rating en el segmentode Banca Corporativa y Grandes Empresas. De ellas, la mayor parte, un 78%,tiene modelos basados primordialmente en criterios objetivos y que califican alcliente con independencia de la operación. Un 89% tiene un número sufi-cientemente amplio de categorías. En cuanto a la antigüedad de los modelos,en más del 50% de los casos, los modelos implantados ya cumplen la norma-tiva BIS II por tener más de tres años, y el resto ya cumplirá con este requisitoen el año 2.004.

La información sobre ratings se almacena en su mayoría (78%) en aplicaciones cor-porativas HOST. En cuanto a la profundidad histórica de la misma, nos encontra-mos con datos parecidos a los de antigüedad de los modelos, 2,9 años de media.

Las calificaciones otorgadas se revisan con una periodicidad mínima anual entodos los casos. La revisión de los propios modelos de rating/scoring se realizacon idéntica periodicidad en el 67% de las entidades. La información genera-da por el sistema de rating de este segmento se utiliza en gran medida comobase de los informes de riesgos producidos de modo recurrente para informara la dirección de la entidad de la calidad crediticia de la cartera.

En el proceso de aprobación de operaciones, la cuantificación del riesgo de uncliente/ operación basándose en la utilización de estos modelos, es utilizada enel 33% de los casos como recomendación en la fijación de precios y tambiéncomo herramienta de apoyo a las decisiones de riesgo (47%).

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PYMES:

En el segmento de pequeñas y medianas empresas el 67% de las entidadescuentan con la aplicación de un modelo de rating. Se observa que un 100% deestos modelos se basa en criterios mayoritariamente objetivos para su aplica-ción. En un 90% de los casos la calificación está orientada al cliente, con inde-pendencia de la operación.

El 80% de las instituciones cumplirá los requisitos del BIS en cuanto al número degrados presentes en la escala de calificación. Como media, los modelos llevanaplicándose en las entidades 2,8 años, almacenándose información históricadesde hace 2,4 años, en bases de datos dentro del HOST en el 90% de los casos.

La calificación del cliente es revisada como mínimo una vez al año en todaslas entidades. La efectividad del modelo se revisa también con esta periodici-dad en un 70% de los casos.

En cuanto al tipo de información que se genera en base al sistema y la utilizaciónde la cuantificación del riesgo que facilita es parecida al segmento de BancaCorporativa, si bien su aplicación en la fijación de precios es más limitada.

Comercios y Empresarios:

El porcentaje de entidades que aplican sistemas de rating específicos para estesegmento disminuye significativamente hasta el 47%. Esto es debido en granmedida a la heterogeneidad de esta línea de negocio que comparte elementos deriesgo tanto de empresas como de particulares. Por esta razón, en la mayoría delas ocasiones este segmento se califica con los modelos de rating desarrolladospara PYMES o con los scorings orientados a particulares.

De las entidades que tienen actualmente un modelo de rating, el 100% se basaen criterios eminentemente objetivos. Un 71% tiene un número suficiente degrados para el cumplimiento de la normativa BIS II. En cuanto a la media de anti-güedad en la utilización, desciende a 1,4 años. Por otro lado, sólo en un 14% de

VALORACIÓN MEDIA DE SISTEMAS DE RATING: BANCA CORPORATIVA/ GRANDES EMPRESAS.

Predominio criterios objetivos: 78%Calificación orientada a clientes: 78%Nº grados superior a 8: 89%Antigüedad del modelo: 2,9 añosAlmacenamiento en BDC: 78%Antigüedad información almacenada: 2,9 añosRevisión anual de calificaciones: 100%Revisión anual del modelo: 67%Utilización de datos: Elemento análisis: (47% ) / Recomendación de precios (33%)

VALORACIÓN MEDIA DE SISTEMAS DE RATING: PYMES.

Predominio criterios objetivos: 100%Calificación orientada a clientes: 90%Nº grados superior a 8: 80%Antigüedad del modelo: 2,8 añosAlmacenamiento en BDC: 90%Antigüedad información almacenada: 2,4 añosRevisión anual de calificaciones: 100%Revisión anual del modelo: 70%Utilización de datos: Elemento análisis: (40%) / Recomendación de precios (20%)

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Page 34: 2.5 Riesgo de Crédito PWC

los casos el rating lleva más de 3 años funcionando. Todas las entidades guardandatos en el HOST desde el año de implantación del modelo, pero sólo un 71% lorevisa periódicamente. En cuanto a la revisión de las calificaciones de este seg-mento, sólo un solo un 43% la realiza con periodicidad anual.

La información que genera el sistema de rating de este segmento se utiliza enlos informes de riesgos periódicos preparados para la dirección de la entidad,aportando principalmente información sobre la distribución del riesgo vivo yde la cartera de clientes por categorías de rating. En cuanto a la cuantificacióndel riesgo que se realiza con el sistema de rating, se emplea, principalmente(33%), como elemento que sirve de apoyo en la toma de decisiones sobre elriesgo de los clientes/operaciones.

Hipotecarios:

Como ocurría con PYMES, un 67% de las entidades tienen un modelo de ratingpara la línea de operaciones hipotecarias del segmento de Particulares. El 100%de los modelos son estadísticos, luego objetivos totalmente. En este segmento, lacalificación engloba las características de clientes y producto de forma conjunta.Si bien Basilea no habla específicamente de un número mínimo de grados paraparticulares, si tomamos los mismos requisitos que en empresas, sólo un 50% delos modelos incluye el suficiente número de categorías de riesgo fijado en ocho.Por el contrario, estos modelos llevan utilizándose un número mayor de años (4años), almacenándose la información generada en bases de datos centralizadascon la misma antigüedad.

En este tipo de operaciones no existe revisión de la calificación una vez asignadala misma, pero lo que resulta sorprendente es que sólo un 50% de las entidadesrevisa sus modelos con cierta periodicidad.

En cuanto a la información incluida en los reportes a la dirección, el sistema derating aporta datos, en un 40% de las entidades, sobre la evolución de los incum-plimientos reales por nivel de rating y en un 47% de las entidades, sobre el volu-men de riesgo aprobado por nivel de rating. Por el contrario, la información inclui-da en sus informes de riesgos, referentes a los datos sobre migraciones en la cali-dad crediticia de la cartera se presenta en tan sólo un 20% de las entidades.

La cuantificación del riesgo realizada por el sistema de rating se utiliza en el40% de los casos para determinar un punto de corte en la aprobación de ope-raciones y, en un 33% de las entidades, es un simple instrumento de apoyo alas decisiones de riesgos.

VALORACIÓN MEDIA DE SISTEMAS DE RATING: COMERCIOS Y EMPRESARIOS.

Predominio criterios objetivos: 100%Nº grados superior a 8: 71%Antigüedad del modelo: 1,4 añosAlmacenamiento en BDC: 100%Antigüedad información almacenada: 1,4 añosRevisión anual de calificaciones: 43%Revisión anual del modelo: 71%Utilización de datos: Apoyo en la decisión (33%)

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Page 35: 2.5 Riesgo de Crédito PWC

Consumo de Particulares:

Este es el segmento con mayor utilización de modelos de scoring, ya que en el80% de los casos existen modelos de calificación y éstos cuentan con una anti-güedad media de más de 4 años.

Como cabría esperar de este segmento, los modelos son objetivos en un 100%ya que se basan exclusivamente en modelos estadísticos. Un 58% cumpliría lanormativa en cuanto a número de categorías o grados de rating fijada paraempresas en el BIS II.

La información es almacenada en bases de datos centralizadas, donde se almace-na información con una antigüedad media superior a los 4 años. No se revisan lascalificaciones, pero sí el funcionamiento de los modelos en el 58% de los casos.

La calificación obtenida del sistema suele ser utilizada para la fijación de unpunto de corte mínimo que deben superar las operaciones. En algunos casos(40%), este punto de corte está asociado a distintos niveles de atribución.También en el 40% de las entidades, el score simplemente supone un elemen-to más de apoyo a las decisiones finales.

La información generada por el sistema de rating de este segmento se utiliza engran medida como base de los informes de riesgos producidos de modo recu-rrente para informar a la dirección de la entidad de la calidad crediticia de lacartera. Los aspectos que la mayoría de las entidades incluyen en estos infor-mes son volúmenes de riesgo aprobado por nivel de rating (67%) y evoluciónde los incumplimientos reales por niveles de rating (53%). También en este seg-mento, tan sólo un 13% de las entidades encuestadas han incluido en los infor-mes recurrentes sobre riesgos, dirigidos a la dirección, información sobremigraciones en la calidad crediticia de la cartera.

VALORACIÓN MEDIA DE SISTEMAS DE RATING: HIPOTECARIOS.

Predominio criterios objetivos: 100%Nº grados superior a 8: 50%Antigüedad del modelo: 3,9 añosAlmacenamiento en BDC: 100%Antigüedad información almacenada: 3,9 añosRevisión anual de calificaciones: 0%Revisión anual del modelo: 50%Utilización de datos: Apoyo en la decisión (33%) / Punto de corte (40%)

VALORACIÓN MEDIA DE SISTEMAS DE RATING: CONSUMO A PARTICULARES.

Predominio criterios objetivos: 100%Nº grados superior a 8: 58%Antigüedad del modelo: 4,3 añosAlmacenamiento en BDC: 100%Antigüedad información almacenada: 4,1 añosRevisión anual de calificaciones: 0%Revisión anual del modelo: 58%Utilización de datos: Punto de corte (40%) / Apoyo en la decisión (40%)

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Page 36: 2.5 Riesgo de Crédito PWC

Promotores:

En este segmento, por sus peculiaridades, muchas entidades utilizan un análisismanual basado en el tradicional informe de riesgo donde prima la experienciadel analista. Sólo un 53% de las entidades se apoya en un modelo de rating cuyaantigüedad media es de 1,9 años y que es objetivo en un 75% de los casos.

6.2. Probabilidad de Impago

La Probabilidad de Impago (PD) está, por definición, asociada a la existenciade un sistema de Rating/ Scoring en un segmento determinado, al tratarse de laprobabilidad de incumplimiento de cada una de las categorías existentes endichos sistemas. El cálculo de esta probabilidad de impago es el punto de par-tida básico, dentro del Nuevo Acuerdo de Basilea, en lo referente a la cuanti-ficación y categorización del riesgo.

La ponderación que se ha asignado a las entidades considera, no sólo la aso-ciación de una probabilidad de incumplimiento a cada nivel de rating/ scoring,sino también, el horizonte temporal para el que se calcula, siendo este preferi-blemente y de forma extendida igual a un año.

En segundo lugar, hemos valorado el origen de la información utilizada en laestimación de las probabilidades de impago. De forma general, la informaciónpuede ser clasificada, según el criterio de procedencia, como: de origen exter-no o procedente de la experiencia interna de incumplimientos de la entidad.Los principales aspectos valorados han sido el número de años utilizados en elproceso de asignación de probabilidades de impago y, en caso de que se cap-turase el histórico de incumplimientos por cada rating empleando los sistemasinformáticos de la entidad, los años de información histórica. Finalmente,hemos incluido la periodicidad mínima prevista en la revisión de las probabi-lidades de impago existentes.

Como queda reflejado en la gráfica 6.2.a "Utilización de Probabilidad deImpago por líneas de Negocio", si bien un 20% de las entidades encuestadasmanejan este concepto en todas sus líneas de negocio, en la mayoría no se uti-liza, o simplemente está asociado a los modelos de corte estadístico (scoring),más habituales en los segmentos de Particulares, tanto en Financiación deConsumo como en Hipotecarios Vivienda.

Gráfica 6.2.a Utilización de Probabilidad de Impago por líneas de negocio.

VALORACIÓN MEDIA DE SISTEMAS DE RATING: PROMOTORES.

Predominio criterios objetivos: 75%Antigüedad del modelo: 1,9 años

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Page 37: 2.5 Riesgo de Crédito PWC

Aunque este concepto en el segmento de Particulares, dentro de la normativa BISII, no tiene que ser separado de la pérdida real (LGD) en caso de incumplimiento(también denominada Severidad), la consideración de estos dos conceptos deforma independiente parece lo más adecuado y además, como hemos podidoconstatar, ninguna de las entidades encuestadas la aplica conjuntamente.

Los segmentos en los que más entidades utilizan este concepto son en primerlugar Financiación de Consumo de Particulares, seguido por el segmento dePYMES. Se ha observado que el 43% de las entidades realizan la asignación dela Probabilidad de Impago en Consumo y un 40% lo hacen dentro de PYMES.Se observa como la utilización de la Probabilidad de Impago asociada al ratingestá más extendida en el segmento de Particulares, debido al gran desarrolloque tienen los métodos de scoring en la mayoría de las entidades españolas enestas líneas de negocio.

Al igual que en el capítulo de Rating, el segmento en el que menos entidades, tansólo un 33%, emplean la Probabilidad de Incumplimiento, es el segmento deComercios y Empresarios. También se observa en este grupo de riesgo, un menorgrado de avance medio de las entidades respecto lo que suponen las mejores prác-ticas detectadas. El elemento que más dificultades genera de cara al futuro, es lano captura del histórico de incumplimientos por categorías de rating/ scoring uti-lizando los sistemas informáticos de la entidad.

Encontramos los mismos porcentajes de desarrollo en el segmento deHipotecarios. Si bien en este segmento el problema puede radicar en la amplituddel horizonte temporal para el que se asigna la Probabilidad de Incumplimiento.Algunas entidades tienden a relacionarla con la vida de la operación o realizanuna asignación bianual.

Como puede verse en la gráfica 6.2.b "Probabilidad de Impago", existen entidadesen las que la Probabilidad de Impago está totalmente desarrollada, alcanzando el100% de ponderación, en las líneas de Consumo de Particulares, Hipotecarios,PYMES y Banca Corporativa/ Grandes Empresas. Sin embargo, la gran mayoría delas entidades tienen aún mucho camino por avanzar.

Gráfica 6.2.b Probabilidad de Impago.

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Page 38: 2.5 Riesgo de Crédito PWC

En general podemos concluir que las entidades más avanzadas, tienen sus siste-mas de rating calibrados con tendencias centrales adecuadas, en base a datosinternos de incumplimientos históricos y revisan anualmente sus estimaciones deProbabilidades de Impago, pero tienen que mejorar en la disponibilidad de lainformación histórica sobre incumplimientos reales por grados de rating.

Los requerimientos del Nuevo Acuerdo de Basilea determinan que como mínimolos datos para la asignación de probabilidades deben tener una profundidad his-tórica de 5 años. No obstante, existe un periodo transitorio de 3 años en el queestos requerimientos son más suaves. Por ello, se puede afirmar que las entidadesque cuenten en este momento con dos años de información, estarían ya en con-diciones cumplir con la normativa en relación con este aspecto.

En lo referente a los valores medios obtenidos entre las entidades sobre la anti-güedad de la información que conservan sobre incumplimientos, hemos observa-do que la media de PYMES está en 3,3 años. Este valor decrece hasta 0,9 años enel segmento de Banca Corporativa. El resto de las líneas de negocio tienen unaantigüedad que oscila entre los 2,6 años de Comercios y Empresarios y los 2,8años de Hipotecarios.

6.3. Severidad

Severidad o Pérdida en caso de incumplimiento (LGD) es la pérdida final trasel proceso de recobro, expresada como porcentaje de la cantidad expuesta enel momento del incumplimiento.

Para analizar el grado de avance de las entidades financieras españolas res-pecto al concepto de Severidad, las ponderaciones asignadas para valorar lasrespuestas han atendido a criterios como el origen de la información maneja-da en su cálculo. En este sentido, hemos puntuado positivamente el hecho dehaber utilizado información interna sobre los procesos de recobro de la enti-dad. En caso de que así fuera, hemos considerado igualmente el número deaños que abarcaba dicha información.

Otros factores valorados han sido el número de años de información históricaalmacenada en los sistemas informáticos de la entidad sobre procesos de reco-bro, así como la metodología empleada por la entidad en la aplicación delconcepto de severidad a las operaciones de cada segmento de riesgo.Atendiendo a los planteamientos de Basilea, esta metodología se aplicará pre-ferentemente en función de la tipología de la garantía y del grado de cobertu-ra de los riesgos de la cartera.

Como se aprecia en el gráfico 6.3.a. "Utilización de Severidad por líneas denegocio", las entidades españolas en general no han incluido como conceptode gestión de riesgos la Severidad de las operaciones. Únicamente un 27% delas entidades analizadas lo hacen. Sin embargo, las entidades que gestionan laseveridad, a excepción de una, lo hacen en todas las líneas de negocio.

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Page 39: 2.5 Riesgo de Crédito PWC

Gráfica 6.3.a Utilización de Severidad por líneas de negocio.

Este aspecto será uno de los más relevantes en cuanto a la aplicación de modelosinternos en el cálculo de fondos propios, ya que los parámetros manejados en lasaproximaciones Estándar y Básica comprenden pocas categorías y sus valoressuponen porcentajes penalizadores (40% con garantía y 50% sin garantía).

Además, el requisito de 7 años de profundidad histórica en su cálculo, aunquesuavizado durante un periodo de transición en 3 años que permitiría la apro-bación de los modelos de las entidades que contasen con 4 años de historia,dificulta enormemente la aprobación de los modelos internos, pues casi nin-guna entidad cuenta con información histórica de sus expedientes de recobroque incluya datos sobre recuperación, costes directos y costes indirectos deestos procesos con esa profundidad histórica.

Los resultados de nuestro estudio demuestran que las entidades que conside-ran el concepto de Severidad en su gestión de riesgos, emplean para su obten-ción una combinación de parámetros internos y externos. La antigüedad deestos datos, así como la de la información histórica sobre procesos de recobroes variable y según los requerimientos de Basilea, tan sólo en la mitad de estoscasos es suficiente.

Desde el punto de vista metodológico, todas estas entidades tienen en cuentala tipología de la garantía y el grado de cobertura de los riesgos de la cartera,obteniendo así las máximas ponderaciones en este aspecto.

Gráfica 6.3.b. Severidad.

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Page 40: 2.5 Riesgo de Crédito PWC

Como conclusión, podemos afirmar que las entidades españolas deben reali-zar un gran esfuerzo en lo que al concepto de Severidad se refiere, sin demo-rar el inicio de esta tarea en el supuesto de que no hayan comenzado a traba-jar ya en este campo. Asimismo, las entidades que ya consideren este elemen-to en su gestión del riesgo, deben intensificar sus esfuerzos fundamentalmenteen el terreno de la recopilación de la información histórica.

6.4. Exposición en Riesgo

La Exposición en Riesgo es el nivel de exposición máximo en el momento deincumplimiento de un cliente, el cual dependerá de la calidad crediticia delmismo y de la tipología de las operaciones con él mantenidas.

Para su cálculo, se deberá analizar el nivel de disposición existente en elmomento de incumplimiento, frente a las disposiciones medias mantenidas ensituación regular según tipología de producto, calidad del cliente..., para deesta forma, determinar el incremento experimentado en la utilización de líneasantes de que se produzca el incumplimiento.

Atendiendo a esta definición, hemos ponderado las respuestas de las entidadesrespecto al origen de los parámetros utilizados para la estimación de la expo-sición, valorando positivamente a las entidades que manejan informacióninterna a la hora de estimar este concepto. Por otro lado, se han evaluado lasposibles aproximaciones en metodología detectadas en la aplicación de losfactores de Exposición en Riesgo dentro de las operaciones de cada segmento.

También se ha tenido en cuenta la profundidad histórica, tanto de la informa-ción interna utilizada para estimar la Exposición en Riesgo, como de los añosde información histórica sobre este concepto actualmente almacenados en lossistemas de las entidades. Lógicamente, cuanto mayor sea esta antigüedad,mejor ponderación habrán obtenido las entidades.

Al igual que ocurría con el concepto de Severidad, el Nuevo Acuerdo de Basilearequiere una profundidad histórica de 7 años en el 2004, planteando también unperiodo de transición de tres años. Así, las entidades deberán disponer de infor-mación histórica de cuatro años. Según nuestro estudio, casi ninguna de las enti-dades encuestadas llega a cumplir este requisito en la actualidad.

Como queda reflejado en la gráfica 6.4.b. "Exposición en Riesgo", el nivel mediodista mucho de los niveles óptimos. Esto se debe esencialmente a que tan sólo un27% de las entidades encuestadas tienen en cuenta este concepto en alguna desus líneas de negocio, como se aprecia en la siguiente gráfica 6.4 a "Utilizaciónde Exposición en Riesgo por líneas de negocio".

Gráfica 6.4.a Utilización de Exposición en Riesgo por líneas de negocio.

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El segmento que ha obtenido los mejores resultados en esta valoración esBanca Corporativa y Grandes Empresas, siendo en general en los segmentos deempresas en los que este concepto se encuentra más extendido en el procesode fijación del precio de las operaciones. Adicionalmente, cabe mencionar queincluso para las entidades que aplican este concepto, aún queda mucho traba-jo por realizar en cuanto a Exposición en Riesgo a la vista de los resultadosobtenidos en nuestra valoración.

La causa principal que a nuestro juicio condiciona la situación descrita es laescasa profundidad de los datos manejados, ya sea porque se emplea informa-ción externa para la obtención de la Exposición, y consecuentemente no secaptura la información histórica necesaria para su cálculo con los sistemasinformáticos de la entidad, o porque este concepto ha comenzado a emplear-se recientemente.

Como ocurría en el capítulo de Severidad, es en el enfoque metodológicodonde mayor ponderación han logrado las entidades, dado que la mayoría laaplica en función de la tipología de la operación y en algunos casos, se incor-pora también el rating/scoring del cliente o de la operación.

Gráfica 6.4.b Exposición en Riesgo.

6.5. Pérdida Esperada

La Pérdida Esperada es la previsión de pérdidas en función de la Probabilidadde Impago de la operación, la Exposición en el momento del incumplimientoy el porcentaje de pérdida final tras el proceso de recobro.

Basándose en las calificaciones de clientes y tomando en cuenta otros factorescomo la tipología de producto o garantías asociadas, las entidades deberíanpoder anticipar las posibles pérdidas que un cliente puede suponer a la enti-dad en un plazo determinado.

Así, las entidades podrían estar en disposición, a través del desarrollo de un sis-tema propio, no sólo de una gestión interna efectiva del riesgo de crédito sinotambién de una base para la determinación de provisiones estadísticas y de losrequerimientos de capital para la cobertura de pérdidas no cíclicas, una vezfuese este sistema aprobado por los servicios de inspección del Banco deEspaña, ya que este es el concepto manejado tanto por el Nuevo Acuerdo de

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Basilea como por el documento del Banco de España en relación con el FondoEstadístico para la Cobertura de Insolvencias.

En relación con la definición de Pérdida Esperada, podemos concluir que lasentidades que no incluyan los conceptos de Probabilidad de Impago,Exposición en Riesgo y Severidad en su metodología de gestión del riesgo, tam-poco podrán aplicar el concepto de Pérdida Esperada. Esto ha quedado cons-tatado en nuestro análisis y puede observarse en la gráfica 6.5.a "Utilización dela Pérdida Esperada por Líneas de Negocio" que tan sólo el 27% de las entida-des encuestadas han afirmado disponer de este análisis en alguna de sus líneasde negocio. Sin embargo, entre estas entidades, el 75% obtiene la PérdidaEsperada en todas sus líneas de negocio. La línea de negocio en la que másentidades consideran este concepto es Banca Corporativa y Grandes Empresascon un 27%, mientras que en las demás, este porcentaje es del 20%.

Gráfica 6.5.a Utilización de la Pérdida Esperada por líneas de negocio.

En nuestro estudio hemos puntuado únicamente el papel que desempeña elconcepto de Pérdida Esperada dentro del sistema de riesgos de cada segmentoen caso de que efectivamente, se considerase este concepto.

Gráfica 6.5.b Pérdida Esperada.

Como queda reflejado en el gráfico 6.5.b "Pérdida Esperada", en los segmentosde Empresas hay entidades que han alcanzado la máxima ponderación, nosiendo así en los segmentos de Particulares donde este concepto tiene un papelmás reducido que en los anteriores.

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Page 43: 2.5 Riesgo de Crédito PWC

Las mejores ponderaciones se han obtenido en Banca Corporativa, ya que ademásde ser el segmento en el que un mayor número de entidades considera la PérdidaEsperada, también es el segmento en el que estas entidades dan más utilidades alconcepto. La normativa de Basilea establece que las estimaciones de PérdidasEsperadas deben ser utilizadas en la fijación de precios a operaciones.

Hemos podido observar que en un 55% de los casos, utilizan la Pérdida Esperadapara obtener una prima de riesgo que es incorporada en la medición de la renta-bilidad, tanto de las operaciones incluidas en la cartera viva de la entidad comopara operaciones nuevas de cara a la fijación de su precio. En la mitad de loscasos, las entidades emplean el resultado de la Pérdida Esperada para su inclusiónen los informes periódicos a la Dirección. Por último, tan sólo el 37% de las enti-dades que aplican la Pérdida Esperada la consideran en los cálculos de provisio-nes por riesgo de crédito.

6.6. Capital Económico

Como en el capítulo de Pérdida Esperada, en nuestro estudio hemos valorado elpapel que desempeña el concepto de Capital Económico dentro del sistema deriesgos de cada segmento, en el supuesto de que se considerase dicho concepto.

También como ocurría anteriormente, tan sólo el 27% de las entidades incluidasen nuestro estudio tienen en cuenta el concepto de Capital Económico y las quelo hacen, lo emplean en los mismos segmentos que la Pérdida Esperada.

Así se explica que los niveles medios de desarrollo entre todas las entidadesencuestadas sean tan bajos, oscilando entre un 18% y un 4%. Una vez más, elsegmento que presenta mayor grado de avance es el de Empresas. En particularBanca Corporativa y Grandes Empresas, segmento donde un mayor número deentidades contemplan el Capital Económico en su modelo interno y donde ade-más, mayor es la utilización de este concepto en la gestión del riesgo (en la fija-ción de límites y medición de la rentabilidad)

En la mayoría de las entidades donde se utiliza, el Capital Económico es incluidoen los informes que se facilitan a la dirección y se incorpora en la medición de larentabilidad de las operaciones.

Gráfica 6.6.a Utilización del Capital Económico por líneas de negocio.

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Gráfica 6.6.b Capital Económico.

6.7. Rentabilidad ajustada al Riesgo

Siendo el concepto de RAROC el Retorno Ajustado por Pérdidas Esperadassobre el Capital Ajustado al Riesgo, se puede afirmar que el número de enti-dades que aplican este concepto hoy por hoy es muy limitado.

En nuestro análisis hemos valorado no sólo el papel otorgado a esta medida derentabilidad, sino también el hecho de que durante el proceso de análisis deoperaciones nuevas se simule la rentabilidad ajustada a riesgo mediante herra-mientas informáticas y que se realice también el cálculo del RAROC históricopara las operaciones existentes en la cartera de la entidad.

Una vez más, hemos podido constatar que son los segmentos de Empresas enlos que más se ha avanzado en este campo. En concreto, en Banca Corporativay Grandes Empresas y en PYMES. En concreto, un 27% de las entidades cal-culan RAROC para Banca Corporativa y Grandes Empresas, mientras que en elsegmento PYMES este porcentaje de utilización es del 20%. Su utilización dis-minuye para el resto de las líneas de negocio hasta alcanzar un 7% enConsumo de Particulares.

Para la mayoría de las entidades que utilizan este concepto, el RAROC esincluido en los informes que se facilitan a la dirección y condiciona la apro-bación de las operaciones mediante la fijación de un RORAC objetivo.

Entre las entidades más avanzadas y en el segmento de Banca Corporativa,todas las entidades simulan RAROC para nuevas operaciones y la mayor partelo hacen para evaluar la rentabilidad de su cartera. Esta afirmación se puedeextender al resto de las líneas de negocio, a excepción de Consumo deParticulares, dado que sólo una entidad afirma realizar el cálculo de la renta-bilidad para la totalidad de su cartera.

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Gráfica 6.7.a Utilización del RAROC por líneas de negocio.

Gráfica 6.7.b RAROC.

6.8. Sistemas de Alerta automáticos

Los Sistemas de Alerta Automáticos son herramientas que permiten realizar unseguimiento activo de los riesgos, de modo que puedan anticiparse situacionesde incumplimiento de forma automática, en función de indicadores de com-portamiento internos tales como niveles de disposición de líneas, evolución desaldos de depósitos y de indicadores externos (CIRBE, RAI…)

La utilización de estos Sistemas de Alertas Automáticos para detectar deterio-ros en la calidad crediticia de sus clientes u operaciones, está muy generaliza-da entre las entidades del sector financiero español. Más del 80% de las enti-dades incluidas en nuestro estudio disponen de estos sistemas en alguna de suslíneas de negocio y una tercera parte los emplean en todas las líneas. Como seve en la gráfica 6.8.a "Utilización de Sistemas de Alerta por líneas de negocio",la línea de negocio en la que más se emplean estos sistemas es BancaCorporativa/ Grandes Empresas (73%), seguido por PYMES con un 67%. Lalínea de negocio en la que el uso de estos sistemas es menos frecuente esFinanciación de Consumo de Particulares con un 33%.

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Gráfica 6.8.a Utilización de Sistemas de Alerta por líneas de negocio.

Partiendo de la posible implantación de Sistemas de Alertas en los diferentessegmentos de negocio analizados, nuestra valoración de las entidades consi-dera en primer lugar si el sistema de alerta permite la categorización de la car-tera en función de distintos niveles de riesgo. En caso afirmativo, se tiene encuenta el nivel de automatización presente en este proceso. Por último se havalorado positivamente la existencia de una política formal de actuación enfunción de la definición del riesgo proporcionada por el sistema. Estos porcen-tajes, como detallamos a continuación, influyen en los resultados relativos amejores prácticas del sector y situación media.

Como puede observarse en la gráfica 6.8.b "Sistemas de Alerta", el segmentoen el que se ha obtenido los mejores resultados, con una ponderación del 68%es Banca Corporativa y Grandes Empresas.

Gráfica 6.8.b Sistemas de Alerta Automáticos.

Por el contrario, el segmento con los peores resultados ha sido Financiación deConsumo de Particulares, con una ponderación del 36%. Esto es así en primerlugar porque tan sólo un 47% de las entidades disponen de Sistemas de Alertaen este segmento. Otro motivo es que en varias entidades los sistemas de aler-tas no permiten dividir la cartera en niveles de riesgo.

Como queda también reflejado, se han alcanzado las máximas ponderacionesen todas las líneas de negocio y debemos enfatizar el hecho de que esta pun-tuación ha sido lograda por una parte relativamente elevada de las entidades

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Page 47: 2.5 Riesgo de Crédito PWC

que afirman disponer de estos sistemas en los distintos segmentos. Por ejemplo,más de un 80% de las entidades han alcanzado el 100% en Banca Corporativa,PYMES e Hipotecarios. Este porcentaje disminuye hasta el 65% en los segmentosde Financiación de Consumo de Particulares y en Comercios y Empresarios.

6.9. Segmentación

En este capítulo, hemos analizado los criterios que las entidades utilizan paradeterminar la segmentación de sus líneas de negocio.

Los criterios que hemos considerado en nuestra valoración son los siguientes:

1. Hemos valorado las opciones planteadas sobre criterios de segmentación ennuestro cuestionario, otorgando un mayor valor a los criterios cuantitativos(facturación, número de empleados…) frente a los meramente cualitativos(comerciales, de gestión...). La valoración de los criterios de segmentaciónafecta únicamente a los segmentos de Empresas.

2. Existencia en los sistemas informáticos de la entidad de una codificación queles permita identificar a los clientes u operaciones pertenecientes a cada seg-mento. El número de años que se lleve utilizando esta codificación tambiénpodía aumentar la puntuación obtenida.

3. Se ha valorado la captura de la cifra histórica del número de clientes conriesgo vivo pertenecientes a cada segmento, si la misma se hace utilizando lossistemas informáticos de la entidad, así como el número de años para los quese conserve esta información.

4. Finalmente, hemos favorecido la ponderación de las entidades que capturanla cifra histórica de número de incumplimientos específicos de los clientes decada segmento utilizando los sistemas informáticos de la entidad, incremen-tando esta ponderación en función de la profundidad histórica de los datos quese conserven sobre dichos incumplimientos.

El objetivo de estos criterios es evaluar si la segmentación permite realizar elcálculo de la tasa de morosidad histórica de forma adecuada. De este modo seobtendrían las tendencias centrales de morosidad para cada línea de negociopermitiendo el anclaje de los modelos a un ciclo económico.

Destacamos principalmente que, según los resultados de nuestro estudio y enbase a los criterios anteriores, una cantidad muy elevada de entidades aplicacriterios de segmentación apropiados. En concreto, los porcentajes oscilanentre el 87% en los segmentos de Particulares (Consumo e Hipotecarios) yPYMES y el 73% de Promotores.

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Gráfica 6.9.a Utilización de segmentación por líneas de negocio.

Por otra parte, las altas ponderaciones obtenidas demuestran un elevado gradode desarrollo por una parte mayoritaria de las entidades. El segmento en el quese han logrado mejores resultados, como refleja la gráfica 6.9.b"Segmentación", es en el Segmento de Particulares. En este segmento se hanobtenido los mejores resultados tanto en Financiación de Consumo como enHipotecarios. Los promedios aquí, están en torno al 85%. Estos buenos resul-tados se deben a que entre las entidades que lo aplican, un 71%, ha obtenidoen ambas líneas de negocio las máximas puntuaciones posibles por cumplircon los criterios anteriormente definidos.

El de Promotores es el segmento que peores resultados presenta ya que solo el45% de las entidades llegan a la mejor puntuación posible en mejores prácti-cas. En Empresas las entidades cuentan con criterios cuantitativos en la mayo-ría de los casos, estos criterios suelen limitarse a facturación o ventas sin con-siderar otras opciones posibles.

Gráfica 6.9.b Segmentación.

En la captura de casos de incumplimientos es donde se han detectado algunascarencias que inciden en la disponibilidad histórica de esta información. Sinembargo, la mayor parte de las entidades se encuentran en una situación adecua-da. Para todas las líneas de negocio la profundidad histórica de la información essuperior a 4 años tanto para los criterios de codificación como para las cifras sobreel total de clientes e incumplimientos.

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Page 49: 2.5 Riesgo de Crédito PWC

6.10. Gestión de Sistemas de Rating

Este apartado trata el análisis de las funciones de gestión de riesgo de créditoexistentes en el 60% de los encuestados que aún no disponen en todas sus líneasde negocio de sistemas de rating crediticio internos que permitan obtener unacalificación de la calidad crediticia de los clientes/operaciones materializadaen una escala donde incluyan diferentes niveles de riesgo.

Los criterios que hemos evaluado son los siguientes:

1. Información incluida en el análisis: Para dos segmentos, Banca Corporativay PYMES, hemos valorado la inclusión de determinados aspectos en el análisisa nivel cliente y a nivel operación.

2. Nivel de objetividad: El nivel de la objetividad y subjetividad, entendidascomo peso relativo de la experiencia del analista, frente a una posible acota-ción del juicio emitido con aspectos cuantitativos o políticas de riesgo concre-tas, presente en la recomendación final del informe de riesgo. Este criterio esaplicable a todos los segmentos de negocio.

3. Formato de la información: Se ha valorado el formato en el que se almace-na la información financiera utilizada en la elaboración del informe de riesgos.Se plantearon tres opciones de formato: archivo en formato papel, formatoelectrónico mediante escaneado y formato electrónico en base de datos cen-tralizada con la capacidad de tratamiento estadístico.

4. Profundidad de la información disponible: Número de años de informaciónhistórica disponible sobre los clientes.

5. Sistemas de aprobación automática: Adicionalmente, para los segmentos deComercios y Pequeños Empresarios, Financiación Hipotecaria a Particulares yConsumo de Particulares, hemos valorado la existencia y características dealgún Sistema de Aprobación Automático (SAA). El sistema supone una herra-mienta informática de análisis que, partiendo de la información sobre lascaracterísticas del cliente y la operación, y en función de una serie de reglasdefinidas, emite un juicio a favor o en contra de la aprobación de la operaciónaún sin categorizar el riesgo.

Se ha valorado favorablemente la antigüedad desde la implantación del sistemade aprobación automática, la capacidad de almacenar la información utilizadapor el mismo y el número de años de información histórica almacenada.

Aproximadamente un 40% de los encuestados no emplean sistemas de ratingcrediticio interno para el análisis crediticio de clientes/operaciones en el seg-mento de Banca Corporativa. Todos ellos han demostrado un alto nivel en suanálisis de riesgos, superando una ponderación del 50% y algunos han llega-do a alcanzar puntuaciones por encima del 90% en cuanto al nivel de sofisti-cación en un análisis no basado en sistemas de rating. Estas entidades consi-deran que su nivel de objetividad está en torno al 70% y en algunos casos lle-gan al 90%. Más del 60% de los participantes han indicado que disponen demás de tres años de información histórica. El conjunto de las altas puntuacio-nes obtenidas explica el elevado nivel medio alcanzado en este segmento, quees del 70%.

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Gráfica 6.10.a Utilización de sistemas sin rating por líneas de negocio.

En el segmento PYMES, tan sólo el 33% de los encuestados han indicado unagestión de riesgo de crédito sin rating. De éstos, el 80% tiene niveles de ade-cuación en su sistema de análisis de operaciones por encima del 50%.

En cuanto a los aspectos que han llevado a esas calificaciones cabe destacarque como media, el porcentaje de objetividad de los modelos es del 75% y quela antigüedad de la información disponible es superior a 3 años en el 80% delos casos. La puntuación media que han obtenido los sistemas de análisis eneste segmento en los casos en que no existe rating, es del 64%.

En Comercios y Pequeños Empresarios, tal y como se veía en al apartado "6.1Sistemas de Rating", existe un 53% de entidades que no dispone de este tipode modelos de categorización del riesgo.

En cuanto a los sistemas de análisis utilizados se puede constatar que en mediason objetivos en un 62% y que el 75% de las entidades sin rating conservaninformación histórica con más de 3 años para el desarrollo del mismo, peroque esta información se almacena en soporte tratable estadísticamente. Todoello hace que la puntuación obtenida en este segmento de clientes por elmodelo de análisis sea del 30%.

Con respecto a Particulares (Consumo e Hipotecarios) no es relevante realizarun análisis detallado pues la mayoría de entidades dispone de sistemas derating/scoring en estos segmentos (80% en Consumo y 67% en Hipotecarios)lo que reduce la muestra de análisis en el caso contrario.

En ambos casos, la clave fundamental para las entidades es disponer de lainformación de las operaciones en soporte adecuado para su tratamiento esta-dístico en el desarrollo de los modelos.

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Gráfica 6.10.b Gestión sin Sistemas de Rating Crediticio Interno.

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7. ESTRUCTURA Y FUNCIONES DE LA GESTIÓN DE RIESGO

En este apartado el objetivo perseguido es en primer lugar analizar, en base alos requerimientos del Nuevo Acuerdo de Basilea, y a las mejores prácticasdetectadas internacionalmente, cual sería la estructura organizativa óptimapara una gestión integral de riesgos, y sus implicaciones en el diseño de lasorganizaciones.

Posteriormente se mostrarán algunos indicadores, basados en la informaciónrecibida sobre la situación actual de las entidades participantes en la organi-zación de riesgos, en relación con las prácticas definidas en el primer punto.

La organización en la gestión integral de riesgos.

Tal y como expresa el Nuevo Acuerdo de Basilea, y como parece inherente enla definición de la estrategia de riesgos de una entidad, el proceso de adecua-ción tiene que partir de una decisión estratégica de la Alta Dirección que pos-teriormente debe ser trasladada al funcionamiento operativo en todos los nive-les de la organización.

En relación a este aspecto es necesario destacar que la Alta Dirección deberáimplicarse directamente tanto en la definición de la estrategia a seguir para la ade-cuación al nuevo entorno de Basilea, como en su posterior implantación y segui-miento, tomando un papel muy activo en la gestión del riesgo a nivel global.

Como actividad básica de la Alta Dirección en ese sentido, Basilea le asigna le res-ponsabilidad de asegurar el funcionamiento de los modelos y metodologías, laidoneidad de los recursos utilizados y la adecuación en la participación de lasáreas involucradas.

Por otro lado debe existir una estructura operativa muy coordinada, en la que par-ticipen todas las áreas relacionadas, (Comercial, Financiera, Riesgos,Contabilidad, Control de Gestión, Organización, Sistemas y Tecnología, RecursosHumanos, Auditoría....), garantizando la adecuada implantación de la estrategiade riesgos en el día a día de la actividad del negocio.

Las entidades más avanzadas en relación con el punto anterior, incorporan unaunidad de Gestión Global/Integral de Riesgo dependiente directamente de la AltaDirección, que garantiza por una lado la integración de todos los riesgos, y porotro se encarga de coordinar la relación de todas las áreas operativas menciona-das en cuanto a la gestión estratégica de riesgo.

Todas las áreas reseñadas tienen gran importancia en su relación con la gestión de

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riesgo, bien como soporte de la misma o como proveedores de información. Deellas queremos destacar especialmente dos, por la importancia que Basilea lesasigna en este nuevo escenario y por su gran implicación en el proceso de cam-bio necesario. Estas dos áreas son: Auditoría Interna y Tecnología y Sistemas.

Tecnología y Sistemas, cobra gran importancia porque será la responsable de undoble objetivo: llevar las nuevas metodologías y modelos a la gestión diaria deriesgos mediante el desarrollo de las herramientas de gestión y reporting necesa-rias, y crear el entorno tecnológico necesario para la gestión de información.

El papel de Auditoría Interna consistirá en garantizar la adecuada aplicación de lasnuevas metodologías, tanto revisando la observación de los procedimientos esta-blecidos, como garantizando la eficacia de los modelos aplicados y la veracidadde la información utilizada.

Es importante revisar también la importancia concedida por el nuevo acuerdo ypor la mayor parte de organizaciones a la independencia funcional que las áreasde riesgo deben tener de las áreas generadoras del negocio.

Por último queremos señalar que tanto estos procesos de redefinición estratégicatan globales como la adaptación al entorno planteado por la normativa de Basileapara el año 2.004, deben ser muy dinámicos y objeto de revisión continua, deforma que se garantice la óptima consecución de los objetivos definidos.

Indicadores de las entidades participantes.

Teniendo en cuenta esta estructura en la gestión de riesgos, a continuación serefleja la situación actual de las entidades financieras participantes en relacióna la misma.

Todos los participantes han indicado que la Dirección participa actualmente en lagestión estratégica del riesgo y el diseño de políticas de concesión de operacio-nes. Para la mayoría de bancos y cajas encuestados, las funciones de la Direcciónincluyen también la fijación de límites de riesgo por unidades y líneas de negocio(87%), el establecimiento de niveles máximos de morosidad (80%), y la fijaciónde objetivos de crecimiento de negocio (93%).

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Gráfica 7.1.a Participación de la Dirección en Actividades de Riesgos.

Por otro lado y siguiendo una de las normas fundamentales de segregación defunciones, en la mayoría (87%) de bancos y cajas las unidades de análisis ycontrol del riesgo crediticio de las diferentes líneas de negocio son indepen-dientes funcionalmente de la Dirección Comercial. Además, la tercera parte delas entidades mantienen departamentos o unidades encargados de la gestión yel control del riesgo de crédito de forma integral, con independencia de los tra-dicionales departamentos de análisis y control de riesgo, y dependientes direc-tamente de la Dirección Estratégica.

Las instituciones (73%) que aún no han desarrollado infraestructuras modernasbasadas en gestión de riesgos, no han podido demostrar su capacidad paraimplementar las siguientes funciones de gestión avanzada de riesgos: Cálculode la rentabilidad ajustada a riego (RORAC) de las diferentes áreas de negocio;Cálculo del consumo de capital ajustado a riesgo de las diferentes unidades;Fijar/ proponer los límites de capital de las áreas de negocio.

La mayoría de las entidades que tienen un enfoque de gestión de riesgos inte-grado han separado las principales funciones de gestión de riesgos entre lasfunciones globales y las del área de análisis y control del riesgo, enfocadas alanálisis y seguimiento de operaciones. Prácticamente todos los encuestados(87%) han indicado la existencia de una función interna de reporting de ries-gos. En las entidades en las que hay unidades de gestión del riesgo integralindependientes, esta función de información a la Dirección es realizada poresas unidades.

Los departamentos de Auditoría Interna de la mayoría de las entidades realizanla revisión del cumplimiento de las políticas y procesos establecidos para lagestión del riesgo de crédito (87%) y el control de la veracidad de la informa-ción utilizada en la cuantificación del mismo (73%).

Por el contrario este departamento revisa la adecuación y efectividad de losmodelos utilizados en la valoración del riesgo de crédito únicamente en el40% de las entidades.

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Gráfica 7.1.b Funciones de Auditoría Interna en Gestión de Riesgos.

Es importante en este sentido recordar que en el borrador del Nuevo Acuerdose hace mención específica a la importancia que en el nuevo entorno jugaránlos departamentos de Auditoría Interna, apoyados en algunos casos por audi-tores externos, en la revisión y control de la adecuación de los modelos inter-nos de gestión de riesgos.

Como conclusión y para cerrar este apartado, hay que destacar que en un pro-ceso como este de adaptación de la gestión riesgos a la nueva normativa, contan amplio contenido y alcance, el impacto en la organización será muyimportante, ya que se ven afectadas distintas áreas de la misma de forma sig-nificativa, lo que confiere al proyecto su carácter de globalidad. En este senti-do es crucial identificar desde el primer momento estas áreas y analizar elimpacto global sobre las mismas, para poder desarrollar un plan de acción quepermita abordar el cambio cultural y organizativo de la forma más eficiente.

8. VALORACIONES SOBRE EL NUEVO ACUERDODE BASILEA

La gestión del riesgo de crédito va a verse influenciada sin duda por las impli-caciones que supone el Nuevo Acuerdo de Basilea. ¿Cuál es la opinión de lasentidades financieras españolas sobre el Nuevo Acuerdo? De las valoracionesrealizadas por los participantes en el estudio podemos destacar una serie deconclusiones:

En primer lugar, destaca el hecho de que más del 90% de los participantes rea-lizasen una valoración positiva del marco normativo anticipado por Basilea.Esta aceptación se produce, tanto entre las entidades que identifican al NuevoAcuerdo básicamente como un mero marco normativo garante de la solvenciadel sistema financiero, opinión suscrita por el 47%, como entre las que con-templan el acuerdo fundamentalmente como un instrumento que servirá paraimpulsar el desarrollo y la consolidación de los modelos de gestión del riesgode crédito, afirmación mantenida por el restante 53%.

Cuando se preguntó a los participantes sobre el impacto que supondría la nor-

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mativa en el nivel de capitalización de las entidades, como se puede apreciaren el gráfico, las opiniones no fueron tan coincidentes. No obstante podemosinterpretar una clara tendencia a considerar que finalmente el Nuevo Acuerdosupondrá niveles de capitalización fundamentalmente iguales (29%) o supe-riores (43%).

Gráfica 8.1 "Opinión sobre el impacto del Nuevo Acuerdo de Basilea en el nivel decapitalización de las entidades".

Otro punto que destaca es la percepción generalizada en las entidades sobresu capacidad para cumplir con los requisitos existentes en el BIS II, y optar asíen el año 2.004 a la validación de su modelo interno de rating, de cara a la uti-lización del mismo en el cálculo de los requerimientos de capital. Entendemosque esta opinión no está exenta de reflexión y realismo, al manifestar el 100%de los participantes que el desarrollo/ consolidación de un modelo interno derating es contemplado como una actividad prioritaria.

En el ámbito del denominado Pilar III, y en concreto a los nuevos requeri-mientos en lo que a publicidad de la información se refiere, el 100% de lasentidades tiene una opinión favorable o muy favorable al respecto.Manifestando más del 80% que en materia de riesgo estos requerimientos deinformación deberían tener un carácter obligatorio.

A la luz de la percepción que tiene el sistema financiero español sobre elNuevo Acuerdo de Basilea, desde PricewaterhouseCoopers queremos aprove-char para realizar nuestra propia valoración. Nuestra opinión en este sentidocoincide con lo manifestado por la mayoría de las entidades participantes:

- Estamos convencidos de la bondad del acuerdo, no sólo como herramientagarante de la estabilidad del sistema financiero y su solvencia, sino tambiéncomo instrumento de apoyo e impulso al desarrollo de la gestión del riesgo enlas entidades.

- Con independencia de posibles valoraciones técnicas sobre la calibraciónmatemática del modelo, o de los supuestos cuantitativos manejados en elmismo, su orientación hacia la medición del riesgo real existente en las carte-ras de cada entidad nos parece del todo acertada y necesaria.

- En este sentido, aunque los resultados reales de exigencias de capital fruto desu aplicación tal vez sean superiores a los del anterior modelo, la propia iden-tificación del riesgo específico de cada entidad permitirá a la larga a las enti-dades bien gestionadas reducir los costes de capitalización.

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- A la espera del acuerdo definitivo, entendemos que existen en el documentoalgunos elementos sobre los se ofrecen aproximaciones simplistas, o tal vezpoco adaptables a la realidad y peculiaridades de los diferentes mercados.

- La introducción de una normativa específica que garantice el acceso a mayorinformación sobre el nivel de riesgo de las entidades, contribuirá sin duda aimpulsar la eficiencia y la estabilidad del sector financiero.

- Las entidades deben tener una actitud activa ante el Nuevo Acuerdo, llevan-do a cabo profundos procesos de diagnóstico de sus modelos, definiendo susobjetivos estratégicos ante el nuevo contexto y desarrollando sistemas internosde riesgo en los que esté involucrada toda la organización.

9. QUIÉNES SOMOS

PricewaterhouseCoopers es una de las empresas de servicios profesionaleslíder a escala mundial. Colaboramos con las principales instituciones financie-ras internacionales en la consecución de los retos y objetivos a los que seenfrentan en el desarrollo de su negocio.

La organización de la Firma, basándose en equipos especializados por secto-res y líneas de servicio, nos permite colaborar en la resolución de los princi-pales desafíos planteados en el sector financiero a distintos niveles. De estemodo, PricewaterhouseCoopers participa en proyectos de gestión de riesgos,definición estratégica, rediseño de procesos, adaptación de la función de audi-toría interna, revisión de controles, e-banking o datawarehouse en las áreas debanca comercial, banca privada, banca de inversión, mercados de capitales,inversión colectiva, seguros o intermediación.

Nuestro éxito se basa en la habilidad para complementar y asesorar a nuestrosclientes en el diseño e implantación de las estrategias, procesos, metodologíasy herramientas que les permitan mejorar su gestión del negocio. Para ello, tra-bajamos con equipos multidisciplinares de personas, que poseen amplia expe-riencia en el sector financiero, para ofrecer respuestas y soluciones a medidade cada cliente.

PricewaterhouseCoopers provee soluciones personalizadas a cada clientemediante la combinación de nuestro conocimiento sobre el sector financiero, laparticipación de equipos internacionales, nuestra experiencia en la definición deacciones estratégicas, las habilidades para mejorar procesos operativos y el lide-razgo en la implantación de las nuevas metodologías de gestión del riesgo.

Para ello y en relación con la gestión de riesgos, PricewaterhouseCooperscuenta en su división GRMS (Global Risk Management Solutions) con más de7.000 profesionales especializados, de los que más de 500 pertenecen a la uni-dad FRM (Financial Risk Management) especializada en proveer soluciones deriesgo al sector financiero.

En esta unidad se está trabajando activamente en el desarrollo de solucionesacordes a la nueva normativa de Basilea, y en ese sentido podemos mencionarcomo relevantes las siguientes áreas en las que podemos ofrecer nuestro ase-soramiento y experiencia:

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- Diseño e implantación de entornos para una efectiva gestión integral del riesgoo de sus componentes (crédito, mercado y operativo), tanto desde el ámbito de lasmetodologías como de las herramientas, incluyendo:

Gestión integral de Riesgo:

- Análisis y diagnóstico de la situación actual respecto del nuevo escenario deBasilea, basado en un software desarrollado por la Firma para este objetivo.- Establecimiento de un plan de actuación para la consecución del objetivo de uti-lización de modelos internos de riesgo en los plazos establecidos.- Implantación de un entorno de gestión integral de riesgo que contemple deforma global los distintos tipos de riesgo (crédito, mercado y operativo)

Riesgo de crédito:

- Desarrollo de modelos internos de calificación de clientes (Rating/ scoring).- Revisión y desarrollo de los sistemas de información de las entidades financieraspara la medición y la gestión de conceptos como la probabilidad de impago aso-ciada a los sistemas de rating, exposición en el momento del incumplimiento o lapérdida final tras el proceso de recobro.- Adaptación del modelo interno de riesgo para el cálculo de provisiones y fondospropios por riesgo de crédito basados en la estimación de la pérdida esperada.- Diagnóstico, revisión y adaptación de las estructuras organizativas y los mode-los de riesgo ante los requerimientos del BIS II.- Diseño e implantación de metodología y herramientas de estimación de ren-tabilidad ajustada al riesgo (RAROC).- Desarrollo de modelos de stress testing.

Riesgo operativo:

- Desarrollo de modelos e implantación de herramientas de control, medicióny gestión del riesgo operativo adecuados a los requerimientos de esta nuevanormativa en su aproximación avanzada.- Utilización de una base de datos internacional con más de 8.000 casos depérdida por riesgo operativo.

Riesgo de mercado:

- Revisión y diagnóstico de los métodos y sistemas de control y medición delriesgo de mercado.- Implantación de herramientas avanzadas de gestión de riesgo de mercado. - Desarrollo de metodologías y políticas de control y gestión del riesgo de mercado.

Gestión de activos y pasivos:

- Revisión y diagnóstico de los métodos de gestión de activos y pasivos.- Implantación de herramientas avanzadas de gestión de activos y pasivos. - Desarrollo de metodologías y políticas de control y gestión de activos y pasivos.

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10. PERSONAS DE CONTACTO

Para cualquier comentario sobre el informe o demás aspectos en relación conla Gestión del Riesgo Crediticio en las entidades financieras, por favor no dudeen contactar con cualquiera de las siguientes personas:

José Luis López RodríguezSocio Unidad de Servicios FinancierosPaseo de la Castellana, 4328046 MadridTeléfono: (34) 915 684 [email protected]

Elías Bustillo BorruelDirector Unidad de Riesgo de CréditoPaseo de la Castellana, 4328046 MadridTeléfono: (34) 915 684 [email protected]

PricewaterhouseCoopers ha realizado todas las comprobaciones necesariaspara asegurar que toda la información utilizada para la elaboración de esteinforme procede de fuentes fiables y reúne un grado de precisión adecuado.Aún aceptando la premisa anterior, PricewaterhouseCoopers no garantiza enningún modo la plena veracidad y exactitud de la información que contieneeste informe. Por ello, aunque el trabajo y las conclusiones que se derivan delmismo cumplan con los más altos estándares de calidad, esta publicación nopretende ofrecer, en ningún caso, consejo de tipo legal, contable o profesional.Por tanto, ninguna institución debería iniciar actividades o desarrollos en fun-ción del contenido de esta publicación sin considerar sus circunstancias par-ticulares o recibir nuestro previo asesoramiento profesional.

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