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Nº 582 Periódico de Evangelización Integral Diócesis de San Juan de los Lagos, Jal. 25 de marzo de 2012 $8. 00 Año XII Padre, ¿a qué hora celebra usted “su” Misa? Interesante artículo sobre la participación litúrgica Pág 5 Pág 4 espaciojuvenil Al límite de los dolores Una necesidad o una adicción: “LAS COMPRAS” · Mes de Abril 1, 2 Y 3: Sagrado Corazón (Pegueros) 4, 5 y 6: San Francisco de Asís y Santuario de Gpe. (Pegueros) 7, 8 y 9: San José (San José de Gracia) 19, 20 Y 21: San José Moscatti (Lagos de Moreno) 22, 23 y 24: La Merced (Lagos de Moreno) 25, 26 Y 27: Nuestra Señora de la Luz (Lagos de Moreno) 28, 29 y 30: El Carmen (Lagos de Moreno) 10, 11 Y 12: Santuario de Guadalupe (Lagos de Moreno) 13, 14 y 15: La Asunción (Lagos de Moreno) 16, 17 y 18: Nuestra Señora del Rosario (Lagos de Moreno) Jubileo Circular Pág 3 ¡El Papa en México! su visita trae Alegría y Esperanza

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Page 1: 25 marzo 2012

Nº 582

Periódico de Evangelización IntegralDiócesis de San Juan de los Lagos, Jal.

25 de marzo de 2012$8.00

Año XII

Padre, ¿a qué hora celebra usted “su” Misa?

Interesante artículo sobre la participación litúrgica

Pág 5

Pág 4

espaciojuvenilAl límite de los dolores

Una necesidad o una adicción: “LAS COMPRAS”

· Mes de Abril

1, 2 Y 3: Sagrado Corazón (Pegueros)4, 5 y 6: San Francisco de Asís y Santuario de Gpe. (Pegueros)7, 8 y 9: San José (San José de Gracia)

19, 20 Y 21: San José Moscatti (Lagos de Moreno)22, 23 y 24: La Merced (Lagos de Moreno)

25, 26 Y 27: Nuestra Señora de la Luz (Lagos de Moreno)28, 29 y 30: El Carmen (Lagos de Moreno)

10, 11 Y 12: Santuario de Guadalupe (Lagos de Moreno)13, 14 y 15: La Asunción (Lagos de Moreno)16, 17 y 18: Nuestra Señora del Rosario (Lagos de Moreno)

Jubileo Circular

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¡El Papa en México! su visita trae Alegría y Esperanza

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La Voz de Nuestro Obispo

Directorio Director y editor en jefe Pbro. Sergio Abel Mata León [email protected]

Subdirector Pbro. Ildefonso García Pérez

Sección Arandas Pbro. Álvaro íñiguez Barba [email protected]

Formato y edición Pbro. Sergio Abel Mata León Diác. Juan Manuel García Hernández

Distribución Salvador Martín Jiménez Juan Ramón Martín Jiménez Ma. de Jesús Navarro Victor Manuel Mata León

Impreso en Imprenta “Altosprint” S.A de C. V. www.altosprint.com, Allende N° 284. Arandas, Jal. Tel/Fax (348) 783 0999 y 783 1371.

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Sr. Felipe Salazar VillagranaObispo de la Diócesis de San Juan de los Lagos

MUERTE Y RESURRECCIÓN DE CRISTO (I)

“Misterio Pascual”:

¿Sabía Jesús que iba a morir cuan-do entró en Jerusalén?

Sí, Jesús había anunciado en tres oca-siones su Pasión y Muerte (Mt 8,31; Mc 10,33-34), y lo asumió consciente y voluntariamente (Lc 9,51).¿Por qué eligió la fecha de la fiesta judía de la Pascua para su Muerte y Resurrección?

Como símbolo de lo que iba a suceder con Él en la Muerte y Resurrección. Al igual que el pueblo de Israel fue liberado de la esclavitud de Egipto, así también nos libera Cristo de la esclavitud del pecado y del poder de la muerte. De una vez para siempre establece la reconciliación definitiva entre Dios y los hombres.¿Son culpables los judíos de la muerte de Jesús?

Nadie puede atribuir a “los judíos” una culpa colectiva en esa Muerte. Lo que la Iglesia confiesa con certeza es la responsabilidad de todos los pe-cadores en la Muerte de Jesús. “Eres tú quien en ellos lo has crucificado y lo sigues crucificando todavía, cuando te deleitas en los vicios y pecados” (San Francisco de Asís).¿Quería Dios la muerte de su pro-pio Hijo?

No se llegó a la Muerte de Jesús por desgraciadas circunstancias exter-nas. Jesús “fue entregado conforme al plan que Dios tenía establecido y previsto” (Hch 2,23). Para que noso-tros, hijos del pecado y de la muerte, tengamos vida, el Padre del cielo “a quien no conocía pecado lo hizo peca-do a favor nuestro” (2 Co 5,21).“Sabiendo Jesús que había llegado la Hora de pasar de este mundo al Pa-dre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo” ( Jn 13,1). La grande-za del Sacrificio que Dios Padre pidió a su Hijo corresponde sin embargo a la grandeza de la entre-ga de Cristo: “Y ¿qué diré: ‘Padre, líbrame de esta Hora’? Pero si por esto he venido, para esta Hora” ( Jn 12,27). Por ambas partes se trata de un amor que se demostró hasta el extremo en la Cruz. Quería darnos su vida eterna, para que gocemos de su alegría, y quería

sufrir nuestra muerte, nuestra des-esperación, nuestro abandono, para estar en comunión con nosotros en todo. Para amarnos hasta el final y más allá. La Muerte de Cristo es la voluntad del Padre, pero no su últi-ma palabra. Desde que Cristo mu-rió por nosotros, podemos cambiar nuestra muerte por su Vida.¿Qué sucedió en la última Cena?

Jesús lavó los pies a sus discípulos la víspera de su Muerte; instituyó la Eucaristía e inauguró el Sacerdocio de la Nueva Alianza.Mostró su amor hasta el extremo de tres maneras: Lavó los pies a sus discípulos ( Jn 13,12-15) y mostró que está entre nosotros como el que sirve (Lc 22,27). Anticipó simbóli-camente su Muerte redentora, pro-nunciando sobre los dones el pan y el vino: “Esto es mi Cuerpo que entrega por ustedes” (Lc 22,19-20). De este modo instituyó la Euca-ristía. Y al mandar a sus apóstoles “Hagan esto en memoria mía” (1 Co 11,24) los convirtió en sacerdo-tes de la Nueva Alianza. “La última Cena es el acto fundacional de la Igle-sia, pues Cristo se entrega y así crea una comunidad” (Benedicto XVI).¿Tuvo Jesús miedo de su muerte en el Huerto de los Olivos?

Puesto que era verdadero hombre, experimentó verdaderamente el miedo humano ante la muerte. Tuvo que luchar por su asentimien-to interior a la voluntad del Padre de dar su vida por la vida del mun-do: “Padre, hágase tu voluntad” (Mt 26,42). ¿Qué sentido tiene la Cruz para Je-sús y para nosotros?

La Cruz, en la que Jesús inocente fue ajusticiado cruelmente, es el lugar de la máxima humillación y abando-no. Cristo, nuestro Redentor, eligió la Cruz para cargar con la culpa del mundo y sufrir el dolor del mundo. De este modo, mediante su amor per-fecto, ha conducido de nuevo al mun-do a Dios.La cruz era el instrumento más ver-gonzoso y cruel de la Antigüedad. Los ciudadanos romanos no podían ser crucificados por grandes que hu-bieran sido sus culpas. De este modo Dios penetra en lo más profundo del dolor humano. Desde entonces ya nadie puede decir: “Dios no sabe lo que yo sufro”. “Dios extiende sus

brazos en la Cruz para abrazar hasta los confines del universo” (san Cirilo de Jerusalén).Los cristianos no tienen que bus-car el dolor, pero cuando se en-frentan a un dolor que no se puede evitar, éste cobra sentido para ellos si unen su dolor al dolor de Cristo: “Cristo padeció por ustedes, de-jándonos un ejemplo para que si-gamos sus huellas” (1 Pe 2,21).Jesús dijo: “El que quiera venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga” (Mc 8,34). Los cristianos tienen la tarea de mitigar el dolor en el mundo. Sin embargo siempre ha-brá dolor. En la fe podemos aceptar nuestro propio dolor y compartir el dolor ajeno.“Llevando a efecto la redención me-diante el sufrimiento, Cristo ha eleva-do juntamente el sufrimiento humano a nivel de redención. Consiguiente-mente, todo hombre, en su sufrimiento, puede hacerse también partícipe del sufrimiento redentor de Cristo” (Beato Juan Pablo II).“Cuando contemplamos la Cruz com-prendemos la grandeza de su amor. Cuando contemplamos el pesebre, com-prendemos la ternura de su amor por ti y por mí, por tu familia y por toda familia” (Beata Teresa de Calcuta).¿Murió Jesús realmente o sólo en apariencia?

Todas las fuentes atestiguan que Je-sús murió en la Cruz y que su cuerpo fue enterrado.En Jn 19,31-35 los soldados com-prueban expresamente la muerte de Jesús: abren el costado del muer-to con una lanza y ven que salen sangre y agua, mientras que a los crucificados con él les rompen las piernas, una medida para acelerar la muerte, misma que no fue necesaria en Jesús porque ya estaba muerto en ese momento.

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Pbro. José de Jesús Robelo

¡El Papa en México!Su visita trae Alegría y Esperanza

Agenda Diocesana25 de marzo- Visita pastoral San Ignacio Cerro Gordo, Jal.; 40 Aniversario de la Creación de la Diócesis; Día de la Vida

30 de marzo- Fiesta de San Julio Álvarez

31 de marzo- Convivencia Vocacional 3ro de Secundaria, Lagos de Moreno y Atotonilco

Presentamos a continuación las notas introductorias del Misal para las celebraciones litúrgicas que el Santo Padre realizará en México durante su Visita Apostólica. En ellas se habla del significado de este acontecimiento, de los regalos que el Papa entregará y se narran con detalle las actividades que se realizarán el domingo 25 de marzo.

La primera Visita Apostólica de Su Santidad Benedicto XVI a Mé-xico y a Cuba marca un momento muy especial para Latinoamérica. Hablamos de la continua presencia del Papa en este «continente de la esperanza» que, desde la visita del Papa Pablo VI, ratifica el deseo de manifestar la presencia del Sucesor de Pedro en estas tierras. Por esta ra-zón el Santo Padre continúa con la misión apostólica de sus antecesores para animar y confirmar la fe de los hermanos que peregrinan en Lati-noamérica, congregados por el amor a Jesús y a su Iglesia. Este panorama de amor y discipulado se ha visto auspiciado e iluminado también por las últimas Asambleas Generales del Episcopado Latinoamericano, e im-pulsado por la Misión Continental que anima la vida y el caminar de cada Iglesia particular a lo largo y ancho del Continente.

Para la Iglesia que busca al Se-ñor en tierra mexicana, esta Visita tiene un fuerte significado de alegría y esperanza: de alegría por la expe-riencia que tiene ya de recibir con entusiasmo a un Sucesor de Pedro; de esperanza porque, en medio de las dificultades por las que atraviesa la nación, su palabra será sin duda un ungüento que sana las heridas causadas por el pecado del hombre y que fortalece el testimonio cristiano confirmando a sus hermanos en la fe. Hombres, mujeres y niños de 18

ar-qui-diócesis, 68 diócesis y 5 prelaturas territoria-les, serán representados en los diferentes momentos en que el Santo Padre se encuentre para manifestar la presencia de Cristo, Buen Pastor.

El presente Ritual ha sido pre-parado por la Oficina de las Ce-lebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice, en colaboración con los encargados de los preparativos de la Visita Apostólica, en especial, con la Comisión Episcopal para la Pasto-ral Litúrgica de la Conferencia del Episcopado Mexicano. Se ha busca-do que a través del rito y del signo, se comprenda el Misterio que cele-bramos.

Celebraciones litúrgicas

Celebración Eucarística en el Parque Expo Bicentenario

En la mañana del domingo 25, el Santo Padre es conducido en he-licóptero hacia el Parque Expo Bi-centenario, que se dispuso para aco-ger a las más de 350,000 personas que participarán en la Eucaristía.

Durante su recorrido pasará delante de la Venerada Imagen de Cristo Rey en el cerro del Cubilete para, posteriormente, aterrizar en las

proximidades del Parque Expo Bi-centenario.

Al lugar llegan de todas partes de México y del Continente unos 250 prelados entre Cardenales y Obispos y cerca de 3,000 Presbíte-ros para concelebrar con el Papa. En el coro participan en la celebración 200 cantores y 60 miembros de la orquesta. Todo está dispuesto para que la representatividad de México y de América Latina se exprese con una sola voz para aclamar al Señor a quien celebramos en este V Domin-go de Cuaresma.

Los fieles, dispuestos con orden y cuidando que se encuentren con-venientemente asistidos en lo mate-rial y en lo espiritual, atienden desde muy temprano la llegada del Santo Padre, a quien podrán seguir en su recorrido por medio de las 60 mega pantallas, que se han distribuido en el terreno, para que puedan parti-cipar con alegría de todo el evento. Un equipo de animación se encarga de que los fieles se dispongan a vivir con gozo el misterio de nuestra sal-vación desde unas horas antes.

Así, una vez que el Papa ha ba-jado del helicóptero, se dirige al Pa-pamóvil desde el que saludará a la asamblea reunida en el Parque Bi-centenario. De este modo, más de 350,000 congregados por el Espíritu Santo dan la bienvenida al Vicario de Cristo. Este recorrido que con-cluye en la sacristía, marca el final de la espera y el inicio de la Santa Misa que comienza con el canto de entrada y la procesión de los con-celebrantes que se dirigen hacia el presbiterio.

Durante la celebración, el Santo Padre entrega un regalo. Se trata de un Mosaico que será colocado en el

in-t e -

rior del templo de

Cristo Rey, en el Cerro del

Cubilete. Al finali-zar la celebración, el Santo

Padre preparará el rezo del Ángelus con un discurso. Concluido el rezo, el Papa se dirige hacia la imagen de la

Virgen de Guadalupe en tama-ño natural y arrodillado ora unos instantes. Luego bendice algunas imágenes que serán entregadas a los obispos y las rosas que serán llevadas por un pequeño grupo de niños.

Celebración de Vísperas en la Catedral Basílica de León

Por la tarde del domingo, el Papa se traslada del Colegio Mira-flores, lugar de residencia, hacia la Catedral a fin de encontrarse con los Señores Cardenales, Arzobispos y Obispos de México e Hispanoamé-rica para orar juntos por el Conti-nente. El Arzobispo de León ha in-vitado a un grupo representativo de laicos que colaboran eficazmente en la tarea de la evangelización. De esta manera la asamblea que participa en la celebración de las Vísperas, repre-senta de modo concreto a la Iglesia que sigue los pasos de Cristo y se queda con él al caer la tarde.

Se emplean las II Vísperas del V Domingo de Cuaresma. El coro acompaña la solemne y cadenciosa liturgia vespertina. Hacia el final de la misma, el Señor Arzobispo de León dirige un saludo al Santo Pa-dre y concluido éste, el Papa saluda a algunos Obispos después de lo cual hace entrega de un cáliz que pone de manifiesto su aprecio por el pueblo de Dios, que celebra el sacrificio de Cristo, que derrama su sangre para salvarnos.

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Pastoral Juvenil

Pbro. Alonso Jiménez

Es increíble como la naturaleza humana tiene semejante capacidad para el dolor. No les ha pasado que ya casi no aguantamos el dolor de rodillas, o padecimiento de dolor frecuente de cabeza o situaciones de enfermedad crónica, hay mo-mentos que alcanzan las fronteras de la desesperación. Ciertamente que los dolo-res físicos son una evidencia de la precariedad humana. Los ángeles no sufren. Otras veces son una alar-ma que, a manera de despertador, nos gritan contra el olvido lamen-table de las realidades espirituales que hemos caído. Pero la verdad es que un dolor físico siempre puede ser in-terpretado en clave de humanidad y en clave de redención: soy huma-no, soy sensible, soy vulnerable, soy poca cosa. No soy angelical, no soy intachable, no soy insensible. Fuer-zas de muerte me rodean y los do-lores son sus primeras saetas. Bien entendidas las cosas,

se me facilita un ejercicio de humil-dad: los dolores me hacen inclinar la cabeza y reconocer mi condición de criatura; frágil, mortal. En reali-dad, todo dolor y sufrimiento es una pequeña probada de nuestra morta-lidad. Y, por otra parte, sin efusión de sangre no hay redención (Hb9, 22). El sufrimiento, la sangre, el do-lor es lluvia sobre la tierra. Un día bajó la sangre de la cruz, empapó la tierra y hubo redención. Hoy como ayer, la redención florecerá en nues-tra tierra, en nuestro corazón, sola-mente si hay flores de color púrpura y se escuchan en nuestro calvario gritos de dolor. El parto sin dolor no existe. Lo que equivale a decir que el dolor precede a la vida, o que la vida es hija del dolor. Pero además, el dolor es evangelio por partida doble. No sólo enriquece a nivel individual, sino que aporta a las arcas comunes de la humanidad. Somos cuerpo so-lidario y misterio de comunión: yo

soy tú y tú eres yo. Tu dolor es el mío y mi dolor es tuyo. Torrentes de aguas mezcladas con el dolor de los dos. No hay dolor solitario. El dolor, aunque sea sufrido individualmente uno por vez, es patrimonio de la hu-manidad. Y así. Siempre aporta un granito de arena a la redención co-mún. El mundo no estalla en pe-dazos, porque en cualquier parte del mundo y en todos los tiempos del día se desgarran gritos de dolor. En cuanto haya dolor continúa el flujo de la redención y, por tanto, hay es-peranza. La aseveración casi escan-dalosa de San Pablo: completo en mí lo que falta a la pasión de Cristo (Col. 1, 24) como si a la pasión de Cristo le faltase algo, pudiéramos traducirla así: el hilito de mi pasión (de mi dolor) entra a engrosar el caudal infinito de su pasión. Y de esta suerte me torno corredentor con el Redentor.

Nadie jamás podrá sospe-char en este mundo el afluente de redención que unido al de Cristo ha llevado adelante mi dolor, tu dolor. Con esta esperanzada pers-pectiva, tal vez sean más aguanta-bles los límites de mi dolor, de tu dolor. La vida, independiente-mente de su pequeñez, de su enfer-medad, de su podredumbre de su soledad, vale por si sola. Es parte de la vida de Dios, imagen del Dios de la vida, vela prendida en su hoguera. Suprimir la vida es suprimir mayor oscuridad; nadie tiene el derecho de apagar la vela. Ante los linderos de la des-esperación que reclaman el facilis-mo del suicidio en casos extremos, siempre será posible el coraje de de-cirle Sí a la vida y NO a la muerte, hasta que el señor de la vida dispon-ga trasladarnos a los horizontes de la otra vida.

Situaciones límite en nuestra vida

AL LÍMITE DE LOS DOLORES

Movimiento de Pascua en el 2012 ofrece!

Una necesidad o una adicción: “LAS COMPRAS”

El movimiento de pascua se llena de alegría en aportar este ma-terial que nos ayudara en la evange-lización para tener una vivencia más plena de la Pascua 2012 nuestro objetivo para este encuentro en la que celebraremos la pasión y muer-te y resurrección de Cristo es des-cubrir a Cristo vivo en cada uno, para conocerlo, amarlo y seguirlo. Con entusiasmo en las diferentes parroquias, nos preparamos para invitar a jóvenes y adolescentes, que nos uniremos para darle un cambio a nuestras vidas y que nos ayudara para rescatar la paz en nuestra persona, comunidad y en la familia… Este año gritaremos con alegría el lema: ¡CRISTO VIVE! construye y promueve la paz! Y, ¿cómo lo vamos a lograr? Reflexionando en esta semana san-ta nuestros temas, dinámicas, socio-dramas, oraciones y sentidos del día pero sobre todo participando en las celebraciones. El Movimiento de Pascua tiene preparado el material para que lo realices en tu parroquia y pongas tu empeño y creatividad

que te ayudaran a comprender y en-tender mejor nuestro lema y nues-tro objetivo que van encaminados a promover la paz. El material que nos ayudara para descubrir el camino hacia Jesús es el siguiente: Para el Jueves Santo te ofrecemos estos temas: realidad de la cultura y sociedad de nuestros días, la paz este con ustedes, y la hora Santa mi Paz les dejo mi Paz les doy. Para el Viernes Santo te ofrecemos como temas: Nuestra lu-cha es contra el mal, la paz por la sangre de la cruz y nadie me quieta la vida….Yo la entrego voluntaria mente Finalmente para el Sábado Santo reflexionaremos en estos te-mas. María mujer y madre, jóvenes apostando por la paz e ir por todo el mundo y prediquen el evangelio. Recordemos que nuestro trabajo es por Jesús que nos dice: Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobar-de. Todo este material que te mencionamos, junto con los temas y dinámicas, está disponible en la página www.dsanjuan.org/codipaj

Antes de que existiera el dinero ha-bía algo llamado trueque en donde el que producía maíz cambiaba por leche. Todo era hecho a base de la necesidad. Actualmente comprar significa adquirir una cosa a cambio de cierta cantidad de dinero. Todos necesitamos ir de compras por diferentes razones, ne-cesitamos comprar los alimentos, las cosas que se necesitan para el aseo personal y algún otro tipo de necesidad. Las compras provocan eufo-ria, se hacen por placer, y se obtiene una dosis de felicidad momentánea. Las compras compulsivas consisten en el afán desmedido, incontrolado y recurrente por adquirir cosas, esto no necesita una ocasión especial; comienzan entre los 12 y 20 años y entre más entrada de dinero reciban más peligro corren de hacerse adic-tos. El impulso de comprar se convierte en una adicción silencio-sa que comienza como un impulso que nos hace sentir bien, pero en ocasiones se compran cosas que no necesitamos que luego nos arrepen-

timos o nos obsesionamos con algo en especifico por ejemplo coleccio-nar CD, gorras, camisa de equipos deportivos, tarjetas, ropa, zapatos, libros, entre otros. Además algunas veces se gasta mas dinero del que se tiene. Cuando se tiene la adicción de compras compulsivas, las perso-nas se sienten tristes, deprimidas, enojadas, lo único que calma es la compra, el dinero se le va con fa-cilidad sin darse cuenta, a menudo se sienten irritados por haberse gas-tado el dinero; les encanta visitar los centros comerciales, mercados, complejos de compras; las tarjetas de crédito, ayudan mucho a que las personas compulsivas gasten más dinero de lo que pueden pagar, se compra todo lo que ven en el Inter-net o en sistemas de televisión. Para comenzar el trata-miento es necesario que eviten las tarjetas de crédito hasta que sepan a controlar sus gastos; hacer una lista previa de los gastos que va a reali-zar. Si algo le gusta, no lo compre de inmediato concédase unos días, compare precios, y vea si realmente lo necesita.

continuará...

José de Jesús Zermeño Margarita de la Torre López

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4. Padre, ¿a qué hora celebra usted “su” Misa?

PASTORALLITÚRGICA

Estamos tan acostumbrados a tomar la celebración como cosa del sacerdote que con fre-cuencia escuchamos frases como esta: - Padre, ¿a qué hora celebra usted su misa?

Esta expresión tiene mucho qué decir. Significa que no se ha llegado a entender que no es “la misa del padre”, sino la misa de todos, pues no sólo la celebra el sacerdote, sino que la celebran todos los que participan en la asamblea litúrgica.

Partiendo de esta idea, es necesario que conozca-mos pues la intención que tubo el Vaticano II en la reforma litúrgica, en materia de la participa-ción de los fieles en la celebración litúrgica.

En efecto, el Vaticano II quiso que los fieles no estuvieran en la liturgia como “extraños espec-tadores” (SC 48) –como quien asiste a una obra de teatro, a quien meramente sólo le correspon-de ver lo que sucede en el escenario-, sino como miembros activos y conscientes. Por eso es in-dispensable lograr una verdadera participación activa, consciente, plena y fructuosa de quienes asisten a la celebración.

El Concilio Vaticano II, pensando devolver a los fieles la actuación correspondiente al derecho y al deber que tienen en la celebración litúrgica usó la expresión “participación activa de los fieles”.

Esta participación activa de los fieles exige un esfuerzo continuado de catequesis, preparación de las celebraciones, formación litúrgica de los celebrantes, celebración correcta y adaptada a las diferentes asambleas y a las diferentes situacio-nes de ésta. Exige, en una palabra, el trabajo de un equipo parroquial bien preparado, ya que la participación de los fieles es una tarea constante e inacabada.

Ahora bien podemos preguntarnos ¿Qué se en-tiende por participación?

La palabra “participar” viene del latín “participa-tio”: tomar parte; y es sinónimo de intervención, adhesión, asistencia, etc. También indica: una relación, un tener en común, o un estar en co-munión. Viene a ser de hecho, relación, comuni-cación, identificación, unión, etc.

En consecuencia, la participación litúrgica lleva consigo tres aspectos inseparables: a) La acción de participar, que incluye unos actos humanos (gestos, ritos) y unas actitudes internas; b) el objeto de la participación, que no es solamente el signo –lo que se ve-, sino también el misterio de nuestra redención –lo que no se ve- que se

actualiza en cada celebración y; c) las personas que participan: fieles y mi-nistros, cada uno según su condición eclesial y la naturaleza de la celebra-ción litúrgica.

La participación según la “Sacro-sanctum Concilium”

Vaticano II, al afirmar el carácter eclesial de las acciones litúrgicas (SC 26), extrae inmediatamente la con-secuencia de ésta: “Por eso, pertene-cen a todo el cuerpo de la Iglesia –las acciones litúrgicas-, influyen en él y lo manifiestan”. Es toda la asamblea litúrgica la que está implicada en la acción litúrgica, pero cada uno de los

miembros interviene de modo distinto, “según la diversidad de órdenes, funciones y participación actual” (SC 26. 26-28).

Esto quiere decir que la participación –tomar parte en- es fundamental en toda celebración, tal como reclama la condición sacerdotal del pueblo de Dios y la naturaleza misma de la liturgia (SC 14).

El Concilio, señaló algunas de las notas esencia-les de la participación, que pertenecen al modo de ejercer la asamblea su papel en las celebracio-nes: la participación ha de ser interna y externa, consciente, activa, plena, fructuosa, adaptada a la

situación de los fieles, comunitaria, etc. El deseo es que quienes participan en las celebraciones comprendan bien los ritos y las oraciones para tomar parte en la acción litúrgica de la manera más fructuosa posible (SC 48).

Exigencias de la participación litúrgica

a) La participación es una actividad humana que requiere presencia física (por eso no es válido asistir a misa en la sala de nuestra casa y con la TV en lugar de asistir a la Iglesia), identifica-ción en las actitudes, unidad en los gestos y mo-vimientos, coincidencia en las palabras y en los actos, es decir, requiere ser una acción de todos.

b) La acción común pide renuncia a particula-rismos de expresión para aceptar los cuases que ofrece la celebración, tanto en el plano de los ri-tos, los gestos y movimientos, como en el plano formal de la oración, el canto y el silencio. Esta actitud comunitaria hace que el sentido eclesial sea más fuerte que los gustos personales.

c) La participación pide actitudes cultuales cris-tianas, y no meramente religiosas. De manera que no se produzca ruptura entre la celebración y la vida, entre el culto externo y la actitud interior.

Como hemos visto, la celebración litúrgica es de todos, todos deben tomar parte en ella. Por lo tanto nunca la celebración es sólo del sacerdo-te que preside la asamblea, pues ésta pertenece a todo el Cuerpo de la Iglesia; se da, pues, una auténtica participación cuando todos, ministros y laicos, al desempeñar su ministerio u oficio, harán todo y sólo aquello que les corresponde (IGMR 91).

Pbro. Emmanuel Vázquez Carrillo

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625 de marzo de 2012

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fe misionera, fe de primera

Misiones

7. ¿Qué nos dice el libro de los Hechos de los Apóstoles sobre la misión?

Grupo de 2° de Teología y la Vocalía de Misiones

Hace mucho tiempo, para reconocer a una persona extraviada o para identificar a un delincuente, bastaba con un “retrato hablado” o una fotografía de la misma. Desde luego, junto al retrato no podría faltar la frase célebre: “se bus-ca”.

Hoy la humanidad posee técnicas más especializadas para identificar personas concre-tas, como el sistema de las huellas digitales y, en definitiva, los estudios de reconocimiento de ADN.

Pero ninguna de estas tres formas de identificación estaban presentes, después de la ascensión de Jesús a los cielos, en la región de Galilea y sus comunidades vecinas. Entonces ¿En base a qué iba a ser reconocido Jesús como el Mesías salvador? Los profetas habían dicho que a éste se le podría reconocer por tres signos: su pasión, su resurrección y su misión universal. No bastaban los dos primeros, el tercero también era importante: No basta que seas mi siervo para restablecer a las tribus de Jacob… yo haré que seas luz de las naciones para que lleves mi salvación hasta las partes más lejanas de la tierra (Is 49,6).

Pues es precisamente el libro de los He-chos de los Apóstoles quien da fe de cómo la luz de Cristo fue comenzando a iluminar toda la tierra, de cómo su misión fue cobrando fuerza y fue propagándose a todos las regiones entonces conocidas.

En este sentido, los Hechos nos enseñan que la misión incluye tres movimientos:

1. La experiencia de Dios, fundamento de la misión. Cada personaje de los Hechos manifiesta esa búsqueda constante que hacemos los hombres de Dios, y cómo el corazón sacia su deseo en el encuentro con Cristo.

2. La experiencia de la comunidad. No se es cristiano “a solas”. El Señor reúne a su familia en la unidad de la fe y en el amor. Es precisamente en medio de la comuni-dad de los bautizados donde el creyente es testigo de lo que ha hecho el Señor en su vida.

3. La propagación del Evangelio a todos

los rincones de la tierra. El verdadero cristiano no se conforma con un anuncio local de la Palabra de Dios, sino que arde en vivos de deseos de evangelizar hasta a los más alejados.

Búsqueda y experiencia, inserción y vida comunitaria, apertura y misión, son sin duda ele-mentos que encontramos en los Hechos cuando narra los acontecimientos de la Iglesia nacien-te, de Pedro, de Pablo, de Esteban, de Bernabé y muchos otros misioneros incansables. Por todo eso, el libro de los Hechos es considerado como el libro de la misión. Así que no nos queda más que invitarte a que abras sus bellas páginas y con-temples la acción del Espíritu Santo que va mo-viendo los corazones de los fieles y, encendien-do en ellos el fuego del Amor, va propagando el Evangelio de Jesús.

Amigos lectores, ya que sólo la fe misione-ra es fe de primera, no dejemos de dispone nuestra vida a la obra del Señor. Bendiciones.

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Preparándonos a celebrar dio-cesanamente el aniversario número cuarenta de la creación de la Dióce-sis de san Juan de los Lagos, la Pa-rroquia de Nuestra Señora de San Juan en Degollado, Jalisco, está im-plementando más actividades pas-torales para fortalecer la fe dentro del espíritu cristiano de cada uno de los fieles de la manera siguiente:

Los días 30 de cada mes en punto de las 12:00 hrs. celebramos la misa invitando a familiares, ami-gos y vecinos para pedir por nues-tros hermanos migrantes.

Los días 1º de cada mes y den-tro del sentido religioso celebramos gozosamente la eucaristía honrando a La Divina Providencia para pedir por las necesidades personales y comunitarias y a la vez agradecerle tantos favores recibidos por la inter-sección de la Santísima Virgen de San Juan. Excluyendo así todo tipo de distracciones ajenas a nuestra vida espiritual y que tienen senti-do pagano (esoterismo, horóscopos, cartas, etc.).

Conscientes de la necesidad de construir un nuevo templo pa-

rroquial y anexos para el desarro-llo pastoral y litúrgico también el día primero se celebra la misa en compañía de trabajadores de la construcción, donadores y demás bienhechores interesados por ver realizado pronto este objetivo del

templo nuevo, casa pastoral y casa habitación sacerdotal.

Los días 3 de cada mes a las 12:00 P.M. tenemos la celebración de la misa invitando a todas las per-sonas con capacidades diferentes,

con el fin de fortalecer el espíritu de la caridad y solidaridad con todos aquellos hermanos enfermos que necesitan de nuestra oración y apo-yo en todos los campos.

Cabe mencionar que estas ac-tividades son transmitidas en vivo

a través del sitio www.degolladojal.com y retransmitidas por www.san-juanparroquia.org, de esta manera hacemos partícipes a nuestros pai-sanos que encuentran dentro y fuera de la República Mexicana.

Celebrando el 40 Aniversario de nuestra Diócesis

Ejercicios espirituales y retiro-paseo de clausura 2012 en la parroquia de San José, en Jalostotitlán

La semana del 5 al 10 de marzo en la parroquia San José en Jalostotitlán tuvimos los ejercicios espirituales 2012 para adolescentes y jóvenes. Fue una semana llena de aprendizaje y de encuentro con Je-sús. Alrededor de 350 adolescentes y jóvenes nos reunimos de lunes a viernes para los temas en punto de las ocho de la noche y el día sábado 10 de marzo tuvimos el retiro-paseo de clausura.

Fue en la comunidad del Te-pozán iniciando a las 10:00 am más de 200 adolescentes y jóvenes co-menzamos con la bienvenida presi-dida por el Pbro. Juan Pablo Ríos, nos dispusimos a caminar para lle-gar al rio de Potrerillos todos moti-vados y llenos del espíritu de Dios pues todo el recorrido lo realizamos con porras, aplausos y alegría.

Al llegar comenzamos con un rally divididos por equipos, trabaja-mos para reunir más puntos pues al final el equipo ganador tendría su premio. Al termino nos dispusimos para la celebración de la santa misa, que estuvo muy emotiva con todos reunidos y en medio de ese paisaje natural tan hermoso que nos ayudó a reflexionar mucho.

Posteriormente continuamos con la comida teniendo la oportu-nidad de convivir y conocernos un poco más, al término nos prepara-mos para la cruza del cable por el río, que estuvo muy divertido pues a varios les dio mucho miedo. Des-pués fuimos a un lugar llamado La Peña Mayor, donde realizamos va-rias dinámicas y nos tomamos la foto del recuerdo…

Ya en la tarde regresamos al Tepozán, y realizamos una fogata y aunque estábamos muy cansados

después de caminar, llevamos a cabo el concurso LA VOZ TEPOZAN, fue todo un éxito pues los adoles-centes y jóvenes se divirtieron mu-cho y participaron con gran alegría y entusiasmo.

10 fueron los concursantes, todos con mucho talento, pero solo se premiaron a los 3 primeros luga-res, llevándose un Grammy como reconocimiento por su participa-ción…

Por último premiamos al equipo ganador del rally y nos des-pedimos. Regresamos alrededor de las 10:00 pm.

Omar GonzálezFue una semana increíble, lle-

na de cosas buenas y de crecimiento para todos, donde nos preparamos para la Pascua del Señor, y nos re-cargamos de la fe. El retiro-paseo nos acercó más a Dios y nos per-mitió compartir con todos… Agra-dezco a los que hicieron posible esta semana, al Pbro. Juan Pablo Ríos y a los coordinadores por su esfuerzo y entrega y a todos y cada uno de los que asistieron, ojala que ésto nos deje grandes frutos…

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Parroquia de San Francisco Javier

Visita Pastoral

La Visita Pastoral a nuestra parroquia dio inicio el domingo anterior 26 de febrero, donde el Sr. Cura Gregorio Martínez, decano de nues-tro decanato de Lagos, presidió la eucaristía a las 12 del día como apertura de esta Visita. El sábado 18 de Febrero, ya se había tenido la visi-ta de la comisión de Pastoral Profética, el lunes 20 por la tarde, se hizo presente la comisión de pastoral litúrgica y ya en esta semana el miérco-les 29 la Pastoral familiar, el viernes 2 de marzo la comisión de Pastoral de adolescentes y jóve-nes.

El Sr. Obispo inició ya en las oficinas de dicha parroquia, con las entrevistas con el Sr. Cura José Rodríguez Salazar, Pbro. Francisco Javier Muñoz de la Torre (Vicario cooperador)

y Pbro. Francisco Gutiérrez (vicario adscrito)El Vicario de pastoral Francisco Esco-

bar Mireles se reunió con el Equipo parroquial, les recordó la importancia del equipo en la ac-ción pastoral parroquial; trabajar unidos no so-lamente para lo suyo sino tener una visión de conjunto. Los representantes de cada comisión allí presentes fueron presentando la situación de los grupos a los que pertenecían, sus activida-des, sus acciones pero finalmente concluyeron la necesidad de un centro de formación y capa-citación decanal.

Así mismo el Vicario de Pastoral les re-cordó la importancia de apoyarse en las institu-ciones gubernamentales, principalmente el DIF que tiene varias acciones a favor de la sociedad por lo que los agentes deben ser esos conductos que se informen y le lleven a las personas la in-formación sobre los servicios y campañas que se ofrecen a favor del desarrollo integral de la familia.

A las 10:45 empezaron a llegar las dife-rentes jefas de los 10 sectores, a las 11 de la ma-ñana inició este encuentro del Sr. Obispo con los encargados de sectores, jefes (as) de manza-na y comunidades donde los participantes no dejaban de mostrar su interés y el gusto de tener esta hermosa oportunidad; de comunicarse, de presentar inquietudes, compartir ideas; gente sencilla y de fe que valora esta presencia entre nosotros de nuestro obispo.

Muy emotivo y con una gran sencillez, el Lic. Mavio Ramírez dio la bienvenida al Sr. Obispo con frases como: bienvenida a un ami-go, al hermano. Como el recuerdo de Pablo

cuando visitaba sus comunidades. Bienvenida no aun político o a un jerarca de la Edad Media sino a un ser que sufre, que vive, que lucha, que se preocupa por todos aquellos que se le han confiado.

El Sr. Obispo ante todo recordó la esen-cia de esta parroquia, una PARROQUIA MI-SIONERA, por lo que deben imitar a su santo patrono San Francisco Javier y al mártir beato Leonardo Pérez Larios martirizado en la co-munidad de San Joaquín perteneciente a la ju-risdicción de esta parroquia.

En presencia de todos se leyó el texto bíblico cuando Jesús camina por el agua (Mt 14,24-34). Jesús calma tempestades. Ante un mundo que parece un monstruo destructor del

ser humano hay necesidad de oración como lo hacia el Maestro. Oración ante todo. Hoy el narcotráfico nos da miedo, pero falta oración. Se buscan grandes soluciones, pero en la ora-ción se encuentra todo lo que el hombre actual busca.

Hay que perdonar siempre, pues la violen-cia no se combate con violencia, sino con amor; haz el bien incluso a tus enemigos. Nuestro mo-delo a seguir no es el cura, el obispo; nuestro modelo es DIOS ENCARNADO EN CRIS-TO, y quiere que su salvación llegue a todos.

Para finalizar este encuentro cada una de las comunidades se fue presentado y expresando lo que se hacía pastoralmente en su comunidad, acciones litúrgicas, devocionales, etc.

Finalmente el Sr. Obispo invito para que al menos dos veces al año se tuvieran en la pa-rroquia al menos dos encuentros con los encar-gados de sectores, comunidades y jefes de man-zana dirigidos por los sacerdotes responsables de esta parroquia.

Terminada la celebración el consejo pa-rroquial ofreció al Sr. Obispo una comida en una hermosa finca a las salidas de la ciudad, donde en un ambiente festivo transcurrió este momento de convivencia.

Alrededor de las 4:30 de la tarde del sá-bado 3 de marzo, despedimos a nuestro Obispo, agradecidos, enriquecidos por las palabras con-fortantes del Pastor. Que el Señor lo siga forta-leciendo para el bien de su Iglesia. Que así sea.

El domingo a las 10 de la mañana el consejo parroquial, esperó al vicario de pastoral,

el Pbro. Francisco Escobar Mireles, en el audi-torio parroquial, para su última reunión como parte de esta visita pastoral, los animó y alentó a continuar reforzando todos los servicios que ya hay y motivar a seguir invitando a nuevos agen-tes, también a que cada manzana tenga repre-sentante, ya que es muy necesario, para poder llegar a todos, sobre todo los más alejados.

Al concluir esta reunión pasaron al tem-plo parroquial, para ahí junto con el pueblo reu-nido celebrar la Clausura Oficial de esta Visita Pastoral

Para concluir con la visita de las comisio-nes se tuvo la de Pastoral social el miércoles 7 de marzo y terminando el viernes 9 de marzo con la visita a los responsables de la economía.

Agradecemos al Sr. Obispo su presencia, al Vicario General, al Vicario de Pastoral, a los representantes de cada una de las comisiones que estuvieron también presentes en su momento motivándonos, aconsejándonos, felicitándonos, etc. a continuar esta tarea evangelizadora dentro de nuestra Iglesia. Que El Sr. siga bendiciendo su trabajo y nosotros seguiremos esforzándonos por dar testimonio del amor del Buen Pastor que cuida de sus ovejas, especialmente a las más desprotegidas, a las más alejadas. Continuamos con nuestro caminar diocesano y parroquial pero ahora con mayor entusiasmo, con más fuerzas, porque sabemos que El Buen Pastor está atento para defendernos de los peligros que acechan nuestra vida cristiana.

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El seminario menor Dioce-sano, en Tepatitlán de Morelos, Jal., se hace presente con su segunda convivencia el día 4 de marzo. La convivencia dio inicio a las 10 de la mañana. En el ambiente se respira-ba acogimiento entre los niños que iban llegando, alegría, nerviosismo,

emoción, inquietud también por el ¿qué es esto? Y también se pregun-taban ¿yo podré ser seminarista?

Para integrarlos se les invitó a unas dinámicas, terminada la ac-tividad continuamos con lo central del día: la Eucaristía. Muchos de ellos se reconciliaron con Dios por el Sacramento de la Confesión. Ter-minada la Santa Misa, a las 12 del día, dio inicio el torneo deportivo hasta las 2 de la tarde. No hubo per-dedores en el torneo, “todos fueron ganadores por el hecho de haber

El pasado 18 de febrero el Seminario Conciliar de la Virgen De Ocotlán, Tlaxcala, celebró sus primeros 50 años de vida.

Teniendo como mudos tes-tigos al volcán Popocatepetl, a la mujer dormida (Iztaccihuatl), y a la Malitzin pasamos dos días inol-vidables algunos compañeros del Seminario menor de esta diócesis y dos formadores.

Tuvimos la oportunidad de participar uniéndonos al festejo en un encuentro deportivo y cultural en el que se presentaron algunos números como intercambio entre ambos seminarios.

Me llamó mucho la atención que, aunque somos de un mismo país, portamos diferentes culturas pero con un mismo sentir en la Fe. Tenemos dos cosas en común: la primera es que tenemos el deseo firme de seguir a Cristo; y la segun-da, que las dos Diócesis tenemos el mismo amor a la Santísima Virgen, ellos a Nuestra Señora de Ocotlán

y Nosotros a Nuestra Señora de San Juan de Los Lagos, una misma Virgen María como protectora de ambas Diócesis, en diferentes advo-caciones, pero con el mismo amor y generosidad para con sus hijos.

Vivir la alegría de servir a Dios en los hermanos con el mismo amor con el que Cristo nos ama a su iglesia y con la generosidad del si confiado de María ante el Ángel Gabriel.

Agradecemos a Dios el lla-mado y a nuestro Seminario la her-mosa aventura de compartir de la escuela de Cristo.

50 Años de bendiciones en Tlaxcala

Dios ha estado tocando los corazones de adolescentes

asistido”. Concluimos el día con la comida.

Se les agradece a todos los que motivan a los niños a asistir y a darse un espacio para ver si Dios les llama por el camino del sacerdocio.

Las siguientes comunidades se hicieron presentes: San José del Caliche 12, Tepa 18, Aguilillas 13, la Villa 4, Jalos 2, El Refugio 21, Yahualica 1, Atotonilco 1, Mezcala

9. Siendo un total de 81 adolescen-tes, y, nuevamente siendo ganador del mejor promotor, El Refugio. Recordando que nuestra siguiente convivencia es el día 15 de abril.

Equipo formador Gilberto de Jesús Aguirre Pedroza

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Sección Infantil

¡Hola amiguines de El Mensajero Diocesano! ¿Se acuerdan de nosotros? Somos los monaguillos. Nosotros y muchos monaguillos más, es-taremos aquí en La Página Infantil cada vez que nos inviten. Esta semana, los invitamos a recorrer juntos...

EL CAMINO DE LA CRUZHagan con su mano la señal de la cruz y digan junto con nosotros: “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”

1ª ESTACIÓN: JESÚS SENTENCIADO A MUERTETodos se burlan de él. Es condenado por los mismos que le habían aplaudido y echado porras… Y Jesús calla...Cuando a nosotros nos ofenden, nos hacen gestos, nos golpean, queremos golpear más fuerte al que nos ofendió. Jesús danos humildad para perdonar a los que nos ha-cen daño. Que nunca hagamos sufrir a los demás.

2ª ESTACIÓN: JESÚS CARGADO CON LA CRUZA Jesús lo obligan a cargar con una pesada cruz, lo castigan aunque él no tenga la culpa. Que yo también sepa cargar mi cruz haci-endo con gusto las tareas que me ponen mis papás y maestros. Como Jesús haré más de lo que me toca, ayudando a mis papás en el trabajo de la casa y explicándoles a mis compañeros de la escuela las tareas que no entienden.

3ª ESTACIÓN: JESÚS CAE, POR PRIMERA VEZ, BAJO LA CRUZJesús cae por el peso de la cruz y sufre. Jesús dame fuerzas para levantarme cuando falto a mis prome-sas de ser mejor, cuando la vuelvo a regar, cuando me domina el coraje o la flojera, ayúdame a levantarme.

4ª ESTACIÓN: ENCUENTRO CON LA VIRGENCuando sufrimos mucho corremos con nues-tra mamá y ella corre a nuestro encuentro a abrazarnos y protegernos. Que así como la Virgen María estuvo contigo, siempre me encuentre y acompañe en mi vida guiándome por el mejor camino para ser bueno, un día poder llegar al cielo y conocerla personal-mente.

5ª ESTACIÓN: EL CIRINEO AYUDA AL SEÑOR A LLEVAR LA CRUZJesús, tú dejaste que te ayudaran los hom-bres a cargar la cruz, por eso yo quiero que me hagas fuerte y bueno para poder ayudarte, que mis manos sean tus manos, mis pies los tuyos, que puedas ver con mis ojos y que las palabras que salgan de mi boca sean solo las que tú quieres, que nada de lo que hago te pueda ofender.

6ª ESTACIÓN: LA VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚSVerónica es de esos cuates de verdad, que en los momentos de problemas están a nuestro lado y nunca nos abandonan. Yo te he abandonado cuando me importa más divertirme y hacer mis berrinches en lugar de obedecer tus mandamientos. Perdóname. Quiero ser tu amigo de verdad.

7ª ESTACIÓN: SEGUNDA CAÍDA EN EL CAMINO DE LA CRUZTe caes otra vez, delante de todos. Que feo se siente eso. Pero tú te vuelves a levantar aunque te duela mucho. ¿Cuándo aprenderé yo a levan-tarme, a dejar de ser grosero, flojo, pelionero, desobediente, mentiroso y tantas cosas más que tú y yo sabe-mos?

8ª ESTACIÓN: JESÚS CONSUELA A LAS HIJAS DE JERUSALÉNJesús, tú sí que eres valiente. Cuando ves que alguien sufre, te olvidas de tu do-lor para ayudar a los demás. Tú estabas lleno de sangre. Tu cabeza tenía muchas espinas clavadas que te dolían mucho, y todavía te pones a consolar a los que lloran. Ayúdame a no pensar solo en mí y siempre estar ayudando a tantas perso-nas que necesitan de mí.

La próxima semana seguiremos acom-pañando a Jesús recorriendo el camino de la cruz.

Pidamos por el Papa Benedicto XVI en su visita a México.

Por nuestro Obispo Felipe Salazar Villagrana Y por el Padre Sergio,

el director de El Mensajero Diocesano para que nos invite más

seguido.

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estamos familiarizados con ella. Si nos esforza-mos en morir poco a poco a nuestro pecado, nuestra vida se irá purificando y lograremos oír y ver con más claridad lo que Dios quiere en nuestra vida.

Jesús tomó la palabra y dijo: - Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros. Por nosotros, por nosotros ha sido la muerte de Jesús en la cruz, por nosotros sus parábolas, por nosotros sus milagros… para que creamos y vivamos en él. Ahora espera nuestra respuesta.

Morir es echar fuera de nuestra mente todo pensamiento malsano, es echar fuera de nues-tra vida las conductas y actitudes que no se inspiran en el Evangelio, es echar fuera del corazón lo que le cansa y estorba… conseguir nuestra libertad. ¿Qué necesito “echar fuera” de mi vida para ser feliz?

Y cuando yo sea elevado sobre la tierra atrae-ré a todos hacia mí. Porque el amor de Dios manifestado en la cruz tiene una fuerza de atracción inmensa. Morir al pecado es dejar-se atraer por él; morir es ser elevados a sus brazos desde nuestro fango. Pidamos al Señor hoy que todos – también ese hijo-a, esposo-a, hermana-o, amigo-a, que tan lejos parece de Dios- seamos atraídos y cautivados por él, de forma definitiva.

Jesús sabe el camino y lo acepta. Este domin-go la decisión está en nuestras manos: mori-mos para vivir la pascua, para celebrar la fiesta de la verdadera vida… o seguimos sufriendo la ausencia de Dios en nuestra vida.

Jesús Maestro, te doy gracias y bendigo tu co-razón manso y humilde, que te impulsó a dar la vida por mí. Tu sangre, tus llagas, los azo-tes, las espinas, la cruz, tu cabeza inclinada, me están diciendo: “Nadie tiene más amor que quien da su vida por el amigo”. El pas-tor ha dado la vida por sus ovejas. También yo quiero gastar mi vida por ti; que siempre y en todo puedas disponer de mí para tu mayor gloria, y yo repita sin desfallecer: “Hágase tu voluntad”. Llena mi corazón de amor a ti y a los hombres. Amén.

Evangelio del domingo

V Domingo de CuaresmaEn aquél tiempo, entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos griegos; éstos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban: «Señor, quisiéramos ver a Jesús.»Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús.Jesús les contestó: «Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hom-bre.Os aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo premiará.Ahora mi alma está agitada, y ¿qué diré?: Padre, líbrame de esta hora. Pero si por esto he venido, para esta hora. Padre, glorifica tu nombre.»Entonces vino una voz del cielo: «Lo he glorificado y volveré a glorificarlo.»La gente que estaba allí y lo oyó decía que había sido un trueno; otros decían que le había hablado un ángel.Jesús tomó la palabra y dijo: «Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros. Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el Príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo sea elevado sobre la tierra atraeré a todos hacia mí.»Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir.

Jn12, 20-33

Meditación

Oración

Leyendo todo el capítulo 12, podemos situar el episodio en el espacio y en el tiempo: es-tamos en Jerusalén, a cinco días de la Pascua (cf. Jn 12,1-12). Juan nos cuenta la gran expec-tación que despertaba en todos el hecho de que Jesús subiera a la fiesta (cf. Jn 11,55-56; 12, 12-13).

En este pasaje Jesús explica la fecundidad de su misión con una imagen tomada de la vida agrícola: el grano de trigo no puede dar fruto si no se entierra y muere como grano para re-surgir transformado en espiga de granos mul-tiplicados.

La conexión de la hora con la gloria es una ca-racterística del evangelio de Juan: la hora de la muerte de Jesús será la hora en que el Padre glorifique su Nombre, resucitándolo de entre los muertos y llevándolo de nuevo junto a sí, a su seno, del que salió (Jn 17, 1-5; 1,14.18).

Hay una nueva fiesta, la fiesta de la reconcilia-ción de los hombres con Dios. Es la fiesta de cada domingo en la Iglesia, donde celebramos que Jesús vive entre nosotros y pronto cele-braremos en la cincuentena pascual. Nadie está excluido, todos estamos invitados: tam-bién aquellos que “señalamos con el dedo”. Nosotros somos también invitados y no due-ños de la fiesta, no tenemos derecho de hacer a un lado a nuestros hermanos de ella.

“Queremos ver a Jesús” es el ruego de cada hombre. Todos queremos ver a Jesús en nues-tra vida, vivo y actuando. Todos queremos encontrarlo en la calle y vivir la felicidad que él nos trae. Todos queremos estar en la fiesta de la que hablamos arriba. Pero a veces nos confundimos y buscamos saciar nuestros cora-zones con lo que nos ofrece el mundo. Nos engañamos y no logramos estar en paz. En el fondo, sólo queremos a Dios. Esa es nuestra misión: llevar a todos a la fiesta, llevar a todos los hombres con Dios. ¡Cuánto nos ayudamos! Pero para engañar a los demás, ganar dinero, un puesto o un trabajo, para solapar vicios y pecados ¡Qué sería de nosotros sin nos ayudá-ramos a ser mejores cristianos, a vencer nues-

tras debilidades, a crecer en el amor a Jesús, a ver con ojos de fe todo lo que nos pasa!

Jesús anuncia su paso a la gloria del Padre por medio de la cruz. Es la hora de la salvación: la hora de la gran fiesta de nuestra salvación. Dios todo lo ha preparado ya: desde la crea-ción, la llamada a Abraham y todo el caminar de Israel.

Para celebrar nuestra pascua necesitamos mo-rir con Jesús. Tendremos vida – celebraremos día a día esta fiesta- en la medida que muramos a nuestro pecado, a nuestro egoísmo, a nues-tras malas obras, a nuestros vicios e inclina-ción. ¿Podríamos empezar hoy? ¡Cuánto nos cuesta vencer nuestro orgullo y amor propio! El Evangelio nos invita claramente a morir a nuestros intereses, a dejar de pensar sólo en nuestro bien. Abramos nuestro corazón: la vida se tiene en cuanto más se da uno, en cuanto más servimos a Dios y a los demás. ¿Qué tan generoso es mi corazón?

Este es el diario batallar del cristiano: morir al mal y vivir haciendo el bien. Quien quiera se-guir a Jesús debe tomar la cruz de cada día. Seremos así uno con él: no nos faltarán espi-nas, ni flagelos, ni cruz, ni blasfemias… pero tampoco nos faltará su recompensa: una paz, una alegría, un amor que nada ni nadie nos podrá quitar.

Ahora mi alma está agitada, y ¿qué diré?: Pa-dre, líbrame de esta hora. Pero si por esto he venido, para esta hora. Jesús siente esa tur-bación natural de aquel que siente cerca su muerte. Pero se abandona en el Padre y con-fía. ¿Qué hacemos nosotros en medio de las dificultades? ¿Intentamos huir del dolor, nos resignamos, lo frecemos a Dios, renegamos? Ciertamente vivir en Dios no significa que se acaben los sufrimientos, sino que tenemos una actitud diferente para enfrentarlos: la confian-za del hijo que se sabe en brazos de su Padre.

Como creyentes, todo nuestro ser y hacer debe tener por meta la gloria de Dios. No bus-quemos nuestra gloria, el reconocimiento y or-gullo personal, no, sólo que Dios sea amado, servido, seguido por todos.

Nos cuesta trabajo reconocer la Palabra del Padre en nuestra vida, sobretodo porque poco

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