Se parece el Reino de los Cielos a un rey que quiso ajustar Se parece el Reino de los Cielos a un rey que quiso ajustar cuentas con sus empleados.cuentas con sus empleados.

Le presentaron a uno que debía diez mil talentos.(…) Le presentaron a uno que debía diez mil talentos.(…)

«Págame lo que me debes».«Págame lo que me debes».

El empleado encontró a un compañero que le El empleado encontró a un compañero que le debía cien denarios y agarrándolo lo debía cien denarios y agarrándolo lo

estrangulaba diciendo:estrangulaba diciendo:

El compañero arrojándose a sus pies, le suplicaba:El compañero arrojándose a sus pies, le suplicaba:

(Mt 18, 23-30 )

Nos cuesta solicitarlo, si es que llegamos a admitir Nos cuesta solicitarlo, si es que llegamos a admitir que hemos ofendido a alguien.que hemos ofendido a alguien.

Pedir perdón nos humilla,Pedir perdón nos humilla, nos hace abajarnos ante el otro.nos hace abajarnos ante el otro.

Nos cuesta trabajo concederlo cuando somos Nos cuesta trabajo concederlo cuando somos nosotros los que nos creemos agraviados.nosotros los que nos creemos agraviados.

Lo esperamos de los demás, lo exigimos, cuando nos hemos equivocado.

El perdón se podría El perdón se podría traducir hoy en términos traducir hoy en términos

de tolerancia.de tolerancia.

Queremos que toleren Queremos que toleren y acepten nuestras manías, y acepten nuestras manías,

pero no toleramos pero no toleramos las actitudes y formas las actitudes y formas

ajenas de pensar y de vivir. ajenas de pensar y de vivir.

El evangelio subraya la diferencia entre lo que debemos a Dios

y las ofensas que recibimos de los demás.

La parábola habla La parábola habla sobre todo de Dios. sobre todo de Dios. Él es misericordioso.Él es misericordioso.

El creyente sabe que asíEl creyente sabe que así se define Dios.se define Dios.

Sólo se le puede imitar en la misericordia. Sólo se le puede imitar en la misericordia. Y en esa imitación consiste la dignidad humana.

La parábola habla también del hombre.La parábola habla también del hombre.Como Él nos trata a nosotros, hemos de tratarComo Él nos trata a nosotros, hemos de tratar

a nuestro prójimo.a nuestro prójimo.

Jesús Maestro y Señor, testigo de la misericordia

de Dios, tú nos has enseñado a pedir humildemente su perdón

y a concederlo generosamente a nuestros

hermanos.

Que lo que rezamos cada día sea programa

de nuestra vida. Amén.

José Román Flecha Andrés PALABRA DEL SEÑOR, Salamanca 2007 Presentación: Antonia Castro Panero Música: Relajación con violines y arpa.