24. Policías seriadas

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1. Para la creación de esta construcción fotográfica, se recurre a la toma propia de unas policías del cuerpo antidisturbios peruano, emplazadas en la C/ Jirón Carabaya, esquina con la Plaza de Ar-mas, a continuación de la catedral.

2. Se inicia la tarea efectuando algunas modificaciones: aumento del enfoque, mejora del encuadre y de la perspectiva e incremento del brillo, del contraste y de la intensidad cromática. Esta es la imagen de la obra denominada “Policía” que se empleará como fotografía única para la presente construcción y como cabecera de las seriacio-nes que se van a generar.

3.1 Con el propósito de ejecutar el proyecto concebido a partir de la imagen de base (la nº 2), se independi-zan las policías de su fondo (la pared y el suelo); para ello se duplica la imagen, y en la copia de la capa superior se recortan.

3.2 Se completa el trabajo de independización de las policías gene-rando tres copias de la imagen anterior, para dejar a cada poli-cía en una capa. A continuación, se separan con sus escudos y sus cascos recreando debidamente la parte de los mismos que queda tras los escudos de las compañeras próximas. Por últi-mo, se suaviza en cada capa el borde de la imagen y se crea en cada una la sombra natural de los escudos por su parte infe-rior.

4. Como fondo -y pie- de la instalación que se va a montar con las series que se efectúen (simulacro de exposición de fotografías sobre la pared y en el suelo que permanecía tras y bajo las policías originarias), se toma la imagen 2. en una nueva capa, dupli-cándola, y se recrea la superficie de pared y de suelo que ocultan las personajes a base de pertinentes clonaciones.

5. Se despliegan guías horizontal y verticalmente, a conveniencia, para ir ubicando las series que se generen con las policías. Posteriormente, se reduce de tamaño la foto que se va a usar de cabecera (la imagen 2, pero reproducida con las policías re-cortadas -imagen 3.2- en el fondo) y se hacen tres copias. Acto seguido, se coloca cada una en su lugar y se eliminan, por la derecha, una, dos y tres policías respectivamente. Finalmente, se da un poco de sombra por la derecha de cada agente.

6. Seguidamente, se crea otra serie en vertical, para lo que se comienza a producir otra en horizontal en la fila superior rotando las agentes una posición por la derecha. Esta nueva imagen constituye la cabecera de la actual serie vertical, que se conforma del mismo modo que la anterior.

7. Para la formación de la tercera columna se procede de igual modo que con la anterior, tanto para la obtención de la cabecera como para la de la serie que aparece bajo ella. Aquí, la disposición de la actual secuencia se rompe en la última imagen, pues-to que se ha decidido colocarla en el suelo y apoyada en la pared, en lugar de pegada sobre ella como las demás, modificando levemente su perspectiva.

8. La cuarta y última columna se ocasiona de la misma forma que las precedentes, sólo que sin descolocaciones. De esta mane-ra quedan completadas la serie de modificaciones rotativas (la fila superior) y las de variaciones reductivas (las cuatro colum-nas), junto con el sombreado de las agentes y sus escudos sobre la pared y el suelo.

9. La construcción, realizada con una sola fotografía, se ultima aplicando las sombras oportunas a cada una de las imágenes, si-mulando ser delgados cuadros sin enmarcar de instantáneas o de pinturas hiperrealistas.

TÍTULO: “Policías seriadas”.

MEDIDAS: Variables. FECHA DE CONCLUSIÓN: Julio de 2017. FOTOGRAFÍA EMPLEADA: Una toma propia realizada a cuatro policías antidisturbios en una calle céntrica de Lima. TÉCNICA: Construcción fotográfica con recursos digitales. COMENTARIO: Este trabajo presenta a 4 policías, empleadas para efec-tuar 2 tipos de series, con las que he creado las 16 obras que aparecen expuestas regularmente en la pared ante la que las policías permanecían emplazadas. Dichas agentes del cuer-po policial antidisturbios peruano son las que recoge la foto-grafía “Policía”, utilizada en esta construcción (arriba, a la iz-quierda) como cabeza de ambas series. Una de las sucesio-nes se muestra en la fila superior y está generada bajo el cri-terio de rotación, de forma que las policías se combinan ro-tando una posición en cada imagen hacia la derecha. La otra secuencia se origina en columnas, teniendo por cabecera las 4 imágenes anteriores, y presenta variaciones reductivas, usando como pauta la supresión de la agente que ocupa la posición derecha en la imagen inmediata superior. El ordena-miento con sentido intrínseco de imágenes a lo largo de 2 ejes lógicos de sucesión (horizontal en las cabeceras y verti-cal bajo ellas), materializando el concepto de serie, es lo que da título a esta creación. Pero también el hecho de ofrecer en ella las 16 obras interrelacionadas resultantes, a modo de exposición, expresa dicho concepto, dado que un grupo de cuadros que guardan alguna relación entre sí se denomina serie; circunstancia que aprovecho para abrir la muestra que con “Policía“ y “Policías seriadas” inicio. A la idea de seriar las protagonistas de esta narración vi-sual me ha conducido la propia imagen originaria: 4 mujeres ordenadas en hilera, equipadas con uniforme y material anti-

disturbios; es decir, una secuencia de impersonales elemen-tos, que por su cometido de salvaguarda del “orden”, que en un sistema socio-económico-político-jurídico como el nuestro no es otra cosa que un desorden organizado en beneficio de minorías poderosas (las cargas que habitualmente efectúan esos cuerpos lo confirman), encajan en el concepto de “fabricación en serie”, tanto en cuanto son fruto de dicho mé-todo de obtención de individuos idénticos por su uniformiza-ción: por el uniforme y el material específico, por cierto fabri-cados en serie, pero sobre todo por la ideología y las pautas de comportamiento sometidas a las autoridades para preser-var el “orden” que interese. Podrían asimilarse asimismo a la noción de “asesino -o violador- en serie”, porque como él si-guen pautas de conducta similares en sus actuaciones; cierto es que en su caso se trata de delitos tipificados que caen fue-ra del “orden”, pero cuando los policías antidisturbios repri-men una manifestación pacífica de mineros o indígenas que reclaman sus lícitos derechos, a pesar de que manifestándo-se estén fuera de ese interesado orden, cuestionando la lici-tud del mismo, podría considerarse delictiva la actuación poli-cial y la decisión de la autoridad que ordena la intervención violenta (de asesinato a veces y de violación de derechos co-múnmente). De algún modo he jugado aquí con las agentes seriándolas como lo hace el propio sistema a través de la je-rarquía de mando; y el hecho de que ambas series se produz-can hacia la derecha, o por ella, es un indicador del ideario conservador que sustenta a estos colectivos servidores del “inquebrantable orden”. He querido simbolizar la posibilidad de resquebrajamiento de dicho “orden” con la supresión sistemática de policías en las series verticales y, particularmente, con ese cuadro -singular mujer policía- que se ha caído insumisamente del or-denamiento seriado.