22 Octu Bre 2015

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  • 22 OCTUBRE DE 2015 Jueves. Primera semana

    FERIA

    Invitatorio

    Introduccin a todo el conjunto de la oracin cotidiana.

    V/. Seor, breme los labios. R/. Y mi boca proclamar tu alabanza.

    Antfona: Venid, adoremos al Seor, porque l es nuestro Dios.

    Salmo 94 Invitacin a la alabanza divina

    Animaos los unos a los otros, da tras da,

    mientras dure este hoy. (Hb 3,13) Venid, aclamemos al Seor,

    demos vtores a la Roca que nos salva; entremos a su presencia dndole gracias, aclamndolo con cantos.

    Porque el Seor es un Dios grande, soberano de todos los dioses: tiene en su mano las simas de la tierra, son suyas las cumbres de los montes; suyo es el mar, porque l lo hizo, la tierra firme que modelaron sus manos.

    Entrad, postrmonos por tierra, bendiciendo al Seor, creador nuestro. Porque l es nuestro Dios, y nosotros su pueblo, el rebao que l gua.

    Ojal escuchis hoy su voz: No endurezcis el corazn como en Merib, como el da de Mas en el desierto; cuando vuestros padres me pusieron a prueba y me tentaron, aunque haban visto mis obras.

    Durante cuarenta aos aquella generacin me asque, y dije: Es un pueblo de corazn extraviado, que no reconoce mi camino;

  • por eso he jurado en mi clera que no entrarn en mi descanso.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    Antfona: Venid, adoremos al Seor, porque l es nuestro Dios.

    Laudes (J. I)

    HIMNO Comienzan los relojes a maquinar sus prisas; y miramos el mundo. Comienza un nuevo da.

    Comienzan las preguntas, la intensidad, la vida; se cruzan los horarios. Qu red, qu algaraba.

    Mas t, Seor, ahora eres calma infinita. Todo el tiempo est en ti como en una gavilla.

    Rezamos, te alabamos, porque existes, avisas; porque anoche en el aire tus astros se movan.

    Y ahora toda la luz se pos en nuestra orilla. Amn.

    SALMODIA Antfona 1: Despertad, ctara y arpa; despertar a la aurora.

    Salmo 56 Oracin matutina de un afligido

    Este salmo canta la pasin del Seor. (S. Agustn)

    Misericordia, Dios mo, misericordia, que mi alma se refugia en ti;

  • me refugio a la sombra de tus alas mientras pasa la calamidad.

    Invoco al Dios altsimo, al Dios que hace tanto por m: desde el cielo me enviar la salvacin, confundir a los que ansan matarme, enviar su gracia y su lealtad.

    Estoy echado entre leones devoradores de hombres; sus dientes son lanzas y flechas, su lengua es una espada afilada.

    Elvate sobre el cielo, Dios mo, y llene la tierra tu gloria.

    Han tendido una red a mis pasos para que sucumbiera; me han cavado delante una fosa, pero han cado en ella.

    Mi corazn est firme, Dios mo, mi corazn est firme. Voy a cantar y a tocar: despierta, gloria ma; despertad, ctara y arpa; despertar a la aurora.

    Te dar gracias ante los pueblos, Seor; tocar para ti ante las naciones: por tu bondad, que es ms grande que los cielos; por tu fidelidad, que alcanza a las nubes.

    Elvate sobre el cielo, Dios mo, y llene la tierra tu gloria.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    Antfona 1: Despertad, ctara y arpa; despertar a la aurora. Antfona 2: Mi pueblo se saciar de mis bienes, dice el Seor.

  • Cntico, Jr 31,10-14 Felicidad del pueblo redimido

    Jess iba a morir para reunir a los

    hijos de Dios dispersos. (Jn 11,51.52)

    Escuchad, pueblos, la palabra del Seor, anunciadla en las islas remotas: El que dispers a Israel lo reunir, lo guardar como un pastor a su rebao; porque el Seor redimi a Jacob, lo rescat de una mano ms fuerte.

    Vendrn con aclamaciones a la altura de Sin, afluirn hacia los bienes del Seor: hacia el trigo y el vino y el aceite, y los rebaos de ovejas y de vacas; su alma ser como un huerto regado, y no volvern a desfallecer.

    Entonces se alegrar la doncella en la danza, gozarn los jvenes y los viejos; convertir su tristeza en gozo, los alegrar y aliviar sus penas; alimentar a los sacerdotes con enjundia, y mi pueblo se saciar de mis bienes.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    Antfona 2: Mi pueblo se saciar de mis bienes, dice el Seor. Antfona 3: Grande es el Seor y muy digno de alabanza en la ciudad de nuestro Dios.+

    Salmo 47 Himno a la gloria de Dios en Jerusaln

    Me transport en xtasis a un monte altsimo,

    y me ense la ciudad santa, Jerusaln. (Ap 21,10)

    Grande es el Seor y muy digno de alabanza en la ciudad de nuestro Dios,

  • + su monte santo, altura hermosa, alegra de toda la tierra:

    el monte Sin, vrtice del cielo, ciudad del gran rey; entre sus palacios, Dios descuella como un alczar.

    Mirad: los reyes se aliaron para atacarla juntos; pero, al verla, quedaron aterrados y huyeron despavoridos;

    all los agarr un temblor y dolores como de parto; como un viento del desierto, que destroza las naves de Tarsis.

    Lo que habamos odo lo hemos visto en la ciudad del Seor de los ejrcitos, en la ciudad de nuestro Dios: que Dios la ha fundado para siempre.

    Oh Dios, meditamos tu misericordia en medio de tu templo: como tu renombre, oh Dios, tu alabanza llega al confn de la tierra;

    tu diestra est llena de justicia: el monte Sin se alegra, las ciudades de Jud se gozan con tus sentencias.

    Dad la vuelta en torno a Sin, contando sus torreones; fijaos en sus baluartes, observad sus palacios,

    para poder decirle a la prxima generacin: ste es el Seor, nuestro Dios. l nos guiar por siempre jams.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

  • Antfona 3: Grande es el Seor y muy digno de alabanza en la ciudad de nuestro Dios. LECTURA BREVE

    As dice el Seor: El cielo es mi trono, y la tierra, el estrado de mis pies: Qu templo podris construirme o qu lugar para mi descanso? Todo esto lo hicieron mis manos, todo es mo orculo del Seor. En se pondr mis ojos: en el humilde y el abatido que se estremece ante mis palabras. (Is 66,12) RESPONSORIO BREVE V/. Te invoco de todo corazn, respndeme, Seor. R/. Te invoco de todo corazn, respndeme, Seor.

    V/. Guardar tus leyes. R/. Respndeme, Seor.

    V/. Gloria al Padre, al Hijo y al Espritu Santo. R/. Te invoco de todo corazn, respndeme, Seor. Benedictus, ant.: Sirvamos al Seor con santidad, y nos librar de nuestros enemigos.

    Benedictus, Lc 1, 68-79 El Mesas y su precursor

    Bendito sea el Seor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo, suscitndonos una fuerza de salvacin en la casa de David, su siervo, segn lo haba predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas.

    Es la salvacin que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; realizando la misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza y el juramento que jur a nuestro padre Abrahn.

    Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia,

  • en su presencia, todos nuestros das.

    Y a ti, nio, te llamarn profeta del Altsimo, porque irs delante del Seor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvacin, el perdn de sus pecados.

    Por la entraable misericordia de nuestro Dios, nos visitar el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    Benedictus, ant.: Sirvamos al Seor con santidad, y nos librar de nuestros enemigos.

    PRECES Demos gracias a Cristo, que nos ha dado la luz del da, y supliqumosle, diciendo:

    Bendcenos y santifcanos, Seor.

    T que te entregaste como vctima por nuestros pecados, acepta los deseos y proyectos de este da.

    T que nos alegras con la claridad del nuevo da, s t mismo el lucero brillante de nuestros corazones.

    Haz que seamos bondadosos y comprensivos con los que nos rodean, para que logremos as ser imgenes de tu bondad.

    En la maana haznos escuchar tu gracia, y que tu gozo sea hoy nuestra fortaleza.

    Fieles a la recomendacin del Salvador, digamos con filial confianza:

    Padre nuestro, que ests en el cielo, santificado sea tu Nombre;

  • venga a nosotros tu reino; hgase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada da; perdona nuestras ofensas, como tambin nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentacin, y lbranos del mal.

    Oracin

    Dios todopoderoso y eterno, humildemente acudimos a ti al empezar el da, a media jornada y al atardecer, para pedirte que, alejando de nosotros las tinieblas del pecado, nos hagas alcanzar la luz verdadera que es Cristo.

    l, que vive y reina contigo en la unidad del Espritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

    R/. Amn. CONCLUSIN

    Por ministro ordenado:

    V/. El Seor est con vosotros. R/. Y con tu espritu. V/. La paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodie vuestros corazones y vuestros pensamientos en el conocimiento y el amor de Dios y de su Hijo Jesucristo, nuestro Seor. R/. Amn. V/. Y la bendicin de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espritu Santo, descienda sobre vosotros. R/. Amn.

    Si se despide a la asamblea, se aade:

    V/. Podis ir en paz. R/. Demos gracias a Dios.

    Si no es ministro ordenado y en la recitacin individual:

  • V/. El Seor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R/. Amn.

    Hora intermedia (J. I) Nona

    V/. Dios mo, ven en mi auxilio. R/. Seor, date prisa en socorrerme.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. (Aleluya.)

    HIMNO

    VII Qu tengo yo, que mi amistad procuras? Qu inters se te sigue, Jess mo, que a mi puerta cubierto de roco, pasas las noches del invierno oscuras?

    Oh, cunto fueron mis entraas duras, pues no te abr!; qu extrao desvaro, si de mi ingratitud el hielo fro sec las llagas de tus plantas puras!

    Cuntas veces el ngel me deca: Alma, asmate ahora a la ventana, vers con cuanto amor llamar porfa!

    Y cuntas, hermosura soberana: Maana le abriremos, responda, para lo mismo responder maana!

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu, por los siglos de los siglos. Amn.

    SALMODIA Antfona 1: breme los ojos, Seor, y contemplar las maravillas de tu voluntad.

    Salmo 118,17-24 III (Ghimel)

    Haz bien a tu siervo: vivir

  • y cumplir tus palabras; breme los ojos, y contemplar las maravillas de tu voluntad; soy un forastero en la tierra: no me ocultes tus promesas.

    Mi alma se consume, deseando continuamente tus mandamientos; reprendes a los soberbios, malditos los que se apartan de tus mandatos.

    Aleja de m las afrentas y el desprecio, porque observo tus preceptos; aunque los nobles se sienten a murmurar de m, tu siervo medita tus leyes; tus preceptos son mi delicia, tus decretos son mis consejeros.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    Antfona 1: breme los ojos, Seor, y contemplar las maravillas de tu voluntad. Antfona 2: Haz, Seor, que camine con lealtad.

    Salmo 24,1-11 Oracin por toda clase de necesidades

    La esperanza no defrauda. (Rm 5,5)

    A ti, Seor, levanto mi alma; Dios mo, en ti confo, no quede yo defraudado, que no triunfen de m mis enemigos; pues los que esperan en ti no quedan defraudados, mientras que el fracaso malogra a los traidores.

    Seor, ensame tus caminos, instryeme en tus sendas: haz que camine con lealtad; ensame, porque t eres mi Dios y Salvador,

  • y todo el da te estoy esperando.

    Recuerda, Seor, que tu ternura y tu misericordia son eternas; no te acuerdes de los pecados ni de las maldades de mi juventud; acurdate de m con misericordia, por tu bondad, Seor.

    El Seor es bueno y es recto, y ensea el camino a los pecadores; hace caminar a los humildes con rectitud, ensea su camino a los humildes.

    Las sendas del Seor son misericordia y lealtad para los que guardan su alianza y sus mandatos. Por el honor de tu nombre, Seor, perdona mis culpas, que son muchas.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    Antfona 2: Haz, Seor, que camine con lealtad. Antfona 3: Mrame, oh Dios, y lbrame, que estoy solo y afligido.

    Salmo 24,12-22

    Hay alguien que tema al Seor? l le ensear el camino escogido: su alma vivir feliz, su descendencia poseer la tierra.

    El Seor se confa con sus fieles y les da a conocer su alianza. Tengo los ojos puestos en el Seor, porque l saca mis pies de la red.

    Mrame, oh Dios, y ten piedad de m, que estoy solo y afligido. Ensancha mi corazn oprimido y scame de mis tribulaciones.

  • Mira mis trabajos y mis penas y perdona todos mis pecados; mira cuntos son mis enemigos, que me detestan con odio cruel.

    Guarda mi vida y lbrame, no quede yo defraudado de haber acudido a ti. La inocencia y la rectitud me protegern, porque espero en ti.

    Salva, oh Dios, a Israel de todos sus peligros.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    Antfona 3: Mrame, oh Dios, y lbrame, que estoy solo y afligido. LECTURA BREVE

    El Seor construye en el cielo su escalinata y cimenta su bveda sobre la tierra; convoca las aguas del mar y las derrama sobre la superficie de la tierra; se llama El Seor. (Am 9,6)

    V/. El cielo proclama la gloria de Dios. R/. El firmamento pregona la obra de sus manos.

    Oracin

    Contempla, Seor, a tu familia en oracin y haz que, imitando los ejemplos de paciencia de tu Hijo, no decaiga nunca ante la adversidad. Por Jesucristo, nuestro Seor.

    R/. Amn.

    V/. Bendigamos al Seor. R/. Demos gracias a Dios.

    R/. Amn.

    V/. Bendigamos al Seor. R/. Demos gracias a Dios.

    Vsperas (J. I)

  • V/. Dios mo, ven en mi auxilio. R/. Seor, date prisa en socorrerme.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Aleluya.

    HIMNO ste es el tiempo en que llegas, Esposo, tan de repente, que invitas a los que velan y olvidas a los que duermen.

    Salen cantando a tu encuentro doncellas con ramos verdes y lmparas que guardaron copioso y claro el aceite.

    Cmo golpean las necias las puertas de tu banquete! Y cmo lloran a oscuras los ojos que no han de verte!

    Mira que estamos alerta, Esposo, por si vinieres, y est el corazn velando, mientras los ojos se duermen.

    Danos un puesto a tu mesa, Amor que a la noche vienes, antes que la noche acabe y que la puerta se cierre. Amn.

    SALMODIA Antfona 1: Seor, Dios mo, a ti grit, y t me sanaste; te dar gracias por siempre.

    Salmo 29 Accin de gracias por la curacin de un enfermo

    en peligro de muerte

    Cristo, despus de su gloriosa resurreccin, da gracias al Padre. (Casiodoro)

    Te ensalzar, Seor, porque me has librado y no has dejado que mis enemigos se ran de m.

  • Seor, Dios mo, a ti grit, y t me sanaste. Seor, sacaste mi vida del abismo, me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa.

    Taed para el Seor, fieles suyos, dad gracias a su nombre santo; su clera dura un instante; su bondad, de por vida; al atardecer nos visita el llanto; por la maana, el jbilo.

    Yo pensaba muy seguro: No vacilar jams. Tu bondad, Seor, me aseguraba

    el honor y la fuerza; pero escondiste tu rostro, y qued desconcertado.

    A ti, Seor, llam, supliqu a mi Dios: Qu ganas con mi muerte, con que yo baje a la fosa?

    Te va a dar gracias el polvo, o va a proclamar tu lealtad? Escucha, Seor, y ten piedad de m; Seor, socrreme.

    Cambiaste mi luto en danzas, me desataste el sayal y me has vestido de fiesta; te cantar mi alma sin callarse. Seor, Dios mo, te dar gracias por siempre.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    Antfona 1: Seor, Dios mo, a ti grit, y t me sanaste; te dar gracias por siempre.

  • Antfona 2: Dichoso el hombre a quien el Seor no le apunta el delito.

    Salmo 31 Accin de gracias de un pecador perdonado

    David llama dichoso al hombre a quien Dios otorga

    la justificacin prescindiendo de sus obras. (Rm 4,6)

    Dichoso el que est absuelto de su culpa, a quien le han sepultado su pecado; dichoso el hombre a quien el Seor no le apunta el delito.

    Mientras call se consuman mis huesos, rugiendo todo el da, porque da y noche tu mano pesaba sobre m; mi savia se me haba vuelto un fruto seco.

    Haba pecado, lo reconoc, no te encubr mi delito; propuse: Confesar al Seor mi culpa, y t perdonaste mi culpa y mi pecado.

    Por eso, que todo fiel te suplique en el momento de la desgracia: la crecida de las aguas caudalosas no lo alcanzar.

    T eres mi refugio, me libras del peligro, me rodeas de cantos de liberacin.

    Te instruir y te ensear el camino que has de seguir, fijar en ti mis ojos.

    No seis irracionales como caballos y mulos, cuyo bro hay que domar con freno y brida; si no, no puedes acercarte.

    Los malvados sufren muchas penas; al que confa en el Seor, la misericordia lo rodea.

    Alegraos, justos, y gozad con el Seor; aclamadlo, los de corazn sincero.

  • Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    Antfona 2: Dichoso el hombre a quien el Seor no le apunta el delito. Antfona 3: El Seor le dio el poder, el honor y el reino, y todos los pueblos le servirn.

    Cntico Ap 11, 17-18;12,10b-12a El juicio de Dios

    Gracias te damos, Seor Dios omnipotente, el que eres y el que eras, porque has asumido el gran poder y comenzaste a reinar.

    Se encolerizaron las gentes, lleg tu clera, y el tiempo de que sean juzgados los muertos, y de dar el galardn a tus siervos, los profetas, y a los santos y a los que temen tu nombre, y a los pequeos y a los grandes, y de arruinar a los que arruinaron la tierra.

    Ahora se estableci la salud y el podero, y el reinado de nuestro Dios, y la potestad de su Cristo; porque fue precipitado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba ante nuestro Dios da y noche.

    Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero y por la palabra del testimonio que dieron, y no amaron tanto su vida que temieran la muerte. Por esto, estad alegres, cielos, y los que moris en sus tiendas.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.

    como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

  • Antfona 3: El Seor le dio el poder, el honor y el reino, y todos los pueblos le servirn. LECTURA BREVE

    Alegraos de ello, aunque de momento tengis que sufrir un poco, en pruebas diversas: as la comprobacin de vuestra fe de ms precio que el oro, que, aunque perecedero, lo aquilatan a fuego llegar a ser alabanza y gloria y honor cuando se manifieste Jesucristo. No habis visto a Jesucristo, y lo amis; no lo veis, y creis en l; y os alegris con un gozo inefable y transfigurado, alcanzando as la meta de vuestra fe: vuestra propia salvacin. (1P 1,6-9) RESPONSORIO BREVE V/. El Seor nos aliment con flor de harina. R/. El Seor nos aliment con flor de harina.

    V/. Nos saci con miel silvestre. R/. Con flor de harina.

    V/. Gloria al Padre, al Hijo y al Espritu Santo. R/. El Seor nos aliment con flor de harina. Magnficat, ant.: El Seor derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes.

    Magnficat, Lc 1, 46-55 Alegra del alma en el Seor

    Proclama mi alma la grandeza del Seor, se alegra mi espritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillacin de su esclava.

    Desde ahora me felicitarn todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por m: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generacin en generacin.

    l hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazn, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes

  • y a los ricos los despide vacos.

    Auxilia a Israel, su siervo, acordndose de la misericordia como lo haba prometido a nuestros padres en favor de Abrahn y su descendencia por siempre.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    Magnficat, ant.: El Seor derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes. PRECES Invoquemos a Dios, nuestro refugio y nuestra fortaleza, y digmosle:

    Mira a tus hijos, Seor.

    Dios de amor, que has hecho alianza con tu pueblo, haz que recordemos siempre tus maravillas.

    Que los sacerdotes, Seor, crezcan en la caridad y que los fieles vivan en la unidad del Espritu con el vnculo de la paz.

    Haz que siempre edifiquemos la ciudad terrena unidos a ti, no sea que en vano se cansen los que la construyen.

    Manda, Seor, trabajadores a tu mies, para que tu nombre sea conocido en el mundo.

    A nuestros familiares y bienhechores difuntos dales un lugar entre los santos y haz que nosotros un da nos encontremos con ellos en tu reino.

    Ya que por Jesucristo hemos llegado a ser hijos de Dios, nos atrevemos a decir:

    Padre nuestro, que ests en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hgase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

  • Danos hoy nuestro pan de cada da; perdona nuestras ofensas, como tambin nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentacin, y lbranos del mal.

    Oracin

    T, Seor, que iluminas la noche y haces que despus de las tinieblas amanezca nuevamente la luz, haz que, durante la noche que ahora empieza, nos veamos exentos de toda culpa y que, al clarear el nuevo da, podamos reunirnos otra vez en tu presencia, para darte gracias nuevamente.

    Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

    R/. Amn. CONCLUSIN

    Por ministro ordenado:

    V/. El Seor est con vosotros. R/. Y con tu espritu. V/. La paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodie vuestros corazones y vuestros pensamientos en el conocimiento y el amor de Dios y de su Hijo Jesucristo, nuestro Seor. R/. Amn. V/. Y la bendicin de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espritu Santo, descienda sobre vosotros. R/. Amn.

    Si se despide a la asamblea, se aade:

    V/. Podis ir en paz. R/. Demos gracias a Dios.

    Si no es ministro ordenado y en la recitacin individual:

  • V/. El Seor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R/. Amn.

    Completas (Ju.)

    V/. Dios mo, ven en mi auxilio. R/. Seor, date prisa en socorrerme.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Aleluya.

    EXAMEN DE CONCIENCIA Hermanos: Llegados al fin de esta jornada que Dios nos ha

    concedido, reconozcamos humildemente nuestros pecados.

    Tras el silencio se contina con una de las siguientes frmulas:

    1.- Yo confieso ante Dios Todopoderoso

    y ante vosotros, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisin. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

    Por eso ruego a santa Mara, siempre Virgen, a los ngeles, a los santos y a vosotros, hermanos, que intercedis por m ante Dios, nuestro Seor.

    2.- V/. Seor, ten misericordia de nosotros. R/. Porque hemos pecado contra ti. V/. Mustranos, Seor, tu misericordia. R/. Y danos tu salvacin.

    3.-

    V/. T que has sido enviado a sanar los corazones afligidos:

    Seor, ten piedad. R/. Seor, ten piedad.

  • V/. T que has venido a llamar a los pecadores: Cristo, ten piedad.

    R/. Cristo, ten piedad. V/. T que ests sentado a la derecha del Padre

    para interceder por nosotros: Seor, ten piedad. R/. Seor, ten piedad.

    Se concluye diciendo:

    V/. Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.

    R/. Amn. HIMNO

    Como el nio que no sabe dormirse sin cogerse a la mano de su madre, as mi corazn viene a ponerse sobre tus manos al caer la tarde.

    Como el nio que sabe que alguien vela su sueo de inocencia y esperanza, as descansar mi alma segura, sabiendo que eres t quien nos aguarda.

    T endulzars mi ltima amargura, t aliviars el ltimo cansancio, t cuidars los sueos de la noche, t borrars las huellas de mi llanto.

    T nos dars maana nuevamente la antorcha de la luz y la alegra, y, por las horas que te traigo muertas, t me dars una maana viva. Amn.

    SALMODIA Antfona: Mi carne descansa serena.

    Salmo 15 El Seor es el lote de mi heredad

    Dios resucit a Jess rompiendo las ataduras de la muerte.

    (Hch 2,24)

  • Protgeme, Dios mo, que me refugio en ti; yo digo al Seor: T eres mi bien. Los dioses y seores de la tierra no me satisfacen.

    Multiplican las estatuas de dioses extraos; no derramar sus libaciones con mis manos, ni tomar sus nombres en mis labios.

    El Seor es el lote de mi heredad y mi copa; mi suerte est en tu mano: me ha tocado un lote hermoso, me encanta mi heredad.

    Bendecir al Seor, que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente. Tengo siempre presente al Seor, con l a mi derecha no vacilar.

    Por eso se me alegra el corazn, se gozan mis entraas, y mi carne descansa serena. Porque no me entregars a la muerte, ni dejars a tu fiel conocer la corrupcin.

    Me ensears el sendero de la vida, me saciars de gozo en tu presencia, de alegra perpetua a tu derecha.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    Antfona: Mi carne descansa serena. LECTURA BREVE

    Que el mismo Dios de la paz os consagre totalmente, y que todo vuestro espritu, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la venida de nuestro Seor Jesucristo. (1Ts 5,23) RESPONSORIO BREVE V/. A tus manos, Seor, encomiendo mi espritu. R/. A tus manos, Seor, encomiendo mi espritu.

  • V/. T, el Dios leal, nos librars. R/. Encomiendo mi espritu.

    V/. Gloria al Padre, al Hijo y al Espritu Santo. R/. A tus manos, Seor, encomiendo mi espritu. CNTICO EVANGLICO Antfona: Slvanos, Seor, despiertos, protgenos mientras dormimos para que velemos con Cristo y descansemos en paz.

    Nunc dimittis, Lc 2, 29-32 Cristo, luz de las naciones y gloria de Israel

    Ahora, Seor, segn tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz.

    Porque mis ojos han visto a tu Salvador. a quien has presentado ante todos los pueblos:

    luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    Antfona: Slvanos, Seor, despiertos, protgenos mientras dormimos para que velemos con Cristo y descansemos en paz. V./ Oremos:

    Oracin

    Seor, Dios nuestro, concdenos un descanso tranquilo que restaure nuestras fuerzas, desgastadas ahora por el trabajo del da; as, fortalecidos con tu ayuda, te serviremos siempre con todo nuestro cuerpo y nuestro espritu. Por Jesucristo, nuestro Seor. R/. Amn.

    El Seor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una muerte santa.

  • Antfona final a la Santsima Virgen Mara

    Salve, Reina de los cielos y Seora de los ngeles; salve, raz; salve, puerta, que dio paso a nuestra luz.

    Algrate, virgen gloriosa, entre todas la ms bella; salve, oh hermosa doncella, ruega a Cristo por nosotros.

    Salmo 94Salmo 56Oracin matutina de un afligidoEste salmo canta la pasin del Seor. (S. Agustn)Cntico, Jr 31,10-14Felicidad del pueblo redimido

    Salmo 47Himno a la gloria de Dios en Jerusaln

    Benedictus, Lc 1, 68-79Salmo 118,17-24Salmo 24,1-11Oracin por toda clase de necesidades

    Salmo 24,12-22

    Salmo 29Accin de gracias por la curacin de un enfermoCristo, despus de su gloriosa resurreccin,da gracias al Padre. (Casiodoro)Salmo 31Accin de gracias de un pecador perdonado

    Cntico Ap 11, 17-18;12,10b-12aEl juicio de Dios

    Magnficat, Lc 1, 46-55Salmo 15Nunc dimittis, Lc 2, 29-32