2015 la frontera entre el mythos y el logos

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Jesús Pérez Espinosa Castellón, 11 de enero de 2015 La frontera entre el mythos y el lógos 25 siglos después de Tales de Mileto. Pero,… ¿existe tal frontera? 0. Introducción: 1. ¿Qué es un mito? 2. Grecia descubre el valor del “lógos” frente al mythos3. ¿Qué es el lógos? 4. El largo camino del lógos, la razón, del positivismo,... 5. El triunfo del lógos: el iluminismo y la idea de progreso 6. Estructura de la producción de las ideas científicas (lógos o razón). 7. La crisis de la Física Clásica 8. ¿Utilizamos los mythos en la actualidad? 9. Intuición y razón.

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Jesús Pérez EspinosaCastellón, 11 de enero de 2015

La frontera entre el mythos y el lógos 25 siglos después de Tales de Mileto. Pero,… ¿existe tal frontera?

0. Introducción:1. ¿Qué es un mito?2. Grecia descubre el valor del “lógos” frente al “mythos”3. ¿Qué es el lógos?4. El largo camino del lógos, la razón, del positivismo,...5. El triunfo del lógos: el iluminismo y la idea de progreso6. Estructura de la producción de las ideas científicas (lógos o razón). 7. La crisis de la Física Clásica 8. ¿Utilizamos los mythos en la actualidad?9. Intuición y razón.10. ¿Crisis?,… pero alguien duda de que estanos en crisis 11. Post scríptum.

“Homo sum, humani nihil a me alienum puto”("Hombre soy; nada humano me es ajeno")

Publio Terencio Africano

Nota. En este trabajo hay forzosas coincidencias con mi trabajo anterior“La crisis de la Física Clásica, lo apolíneo y dionisíaco como procesos vitales humanos”, 23.10.2013.

0. Introducción:

Qué opinión nos merece, tres siglos después, aquella bella y didáctica estampa de René Descartes, Los principios de la Filosofía, 1644, motivo del poster de este trabajo, donde escribía: "Así, toda la filosofía es como un árbol, cuyas raíces son la Metafísica, el tronco la Física, y las ramas que parten de este tronco, son todas las demás ciencias, que se reducen a las tres principales, a saber: la Medicina, la Mecánica y la Ética, quiero decir la más elevada y perfecta ciencia de las costumbres, que presuponiendo un íntegro conocimiento de las otras disciplinas, es el último y supremo grado de la Sabiduría”. ¿Es así, lineal, emergente, directo, como ramas del árbol,… nuestro conocimiento? Entonces, ¿qué pueden representar cada una de las débiles hojitas que permiten respirar al árbol, y que el viento acabará por arrancar? Y, ¿cómo interaccionan con el árbol, las miles de especies vegetales y animales,… parasitarias unas, en calidad de huéspedes otras, o en una perfecta simbiosis las demás?

Así, I. Kant. Crítica de la razón pura, prólogo, nos advertirá: “La razón humana tiene, en una especie de sus conocimientos, el destino particular de verse acosada por cuestiones que no puede apartar, pues le son propuestas por la naturaleza de la razón misma, pero a las que tampoco puede contestar, porque superan las facultades de la razón humana.” ¿Es el racionalismo la máquina total y perfectamente engrasada para acercarnos y acotar la physis,…?

O, porque no, recordar aquellas palabras del discurso de Charlie Chaplin, "El gran dictador", discurso final, 1940: “El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos. Nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado, sentimos muy poco”. ¡Ojo!, ese “pensamos demasiado, sentimos muy poco”, ¿es un elogio a la especie animal que nos acoge, o es un reproche? Fuere como fuere, debemos dejar de mirarnos el ombligo y como Terencio, gritar: "Hombre soy; nada humano me es ajeno".

Después de 25 siglos, ¿somos ajenos al problema planteado en la Grecia Clásica en que el conocimiento oscila entre la episteme, conocimiento reflexivo elaborado con rigor, y al conocimiento denominado doxa, conocimiento ordinario, meramente opinión?

1. ¿Qué es un mito?

No hay ninguna definición que ajuste mito, tal como lo usamos en la actualidad, a una interpretación rigurosa. Por ello utilizaremos la forma mythos, tal como los griegos clásicos lo usaban, para referirnos a lo que queremos expresar.

Hay diferencia entre el mythos y el cuento popular o leyenda. Los cuentos y leyendas se presentan como ficciones, su trama suele ser sencilla y trasmiten valores. Tal es el caso de la Cenicienta o las posibilidades del ascenso social, Blancanieves o el Bien siempre supera al Mal, o Don Quijote, un idealista imaginario, que simultánea su existencia con Sancho Panza, que representa la cotidianidad,… Hay cuentos o leyendas que intentan resucitar viejos mythos, tal es el caso de Franquestein, o el Prometeo moderno, donde se recupera el mythos de Ícaro, como un aprendiz de brujo. O el mythos de Pigmalión, escultor enamorado de una estatua de mármol que esculpe tal cual él la desea, y la llamará Galathea, tal como ocurre entre Geppeto y Pinocho.

Los mythos se plantean como historias verdaderas, no son invenciones, forman parte de un entramado complejo, son creencias que responde a un enigma, son reliquias de las “historias de la tribu”, hablan de los grandes temas de la existencia, y dan respuesta a preguntas tales como por qué existimos, quién hizo el mundo, cuál es nuestro destino, qué hay tras la muerte, qué significa vivir en un tiempo breve y sometido a una de dudosa justicia. La humanidad se identifica con ellos ya que se repiten periódicamente, forman parte del subconsciente colectivo y perviven en el tiempo. El mytho alberga una interpretación del sentido del mundo.

A Mozart, Ronaldo, Blancanieves… admirados por tanta gente, les solemos llamar mitos. Son personas destacadas y admiradas en la sociedad donde viven. Incluso hay ciertas expresiones o ideas que les damos el rango de míticas, tales como “el poder corrompe”, “los populismos degeneran en totalitarismos”, o “los hombres no saben hacer dos cosas a la vez”,... Pero eso no son mythos.

Si te fijas, el mytho de Sísifo cumple los requisitos que antes exigíamos. Se trata de un asunto entre Dioses y titanes, ocurre en una época muy anterior al mundo de los griegos que escriben esas historias, es un símbolo, una abstracción, la posibilidad de que el “homo habilis” exista. Y ese poder creador del hombre que intenta dominar y sobrevivir en su entorno, toma características diferentes, cíclicas, en cada época.

2. Grecia descubre el valor del “lógos” frente al “mythos”

Hace 25 siglos los milesios (Tales de Mileto y discípulos) trazan los límites entre “mythos y el lógos”,… nace Occidente, que asociamos con la idea de Europa,… nosotros mismos. Primero Platón S.IV aC., delimitando idealismo y materialismo, en el S.IV el cristianismo con Agustín de Hipona, anteponiendo espíritu a carne, y ya en el Renacimiento, S.XV, período de transición entre la Edad Media y el mundo moderno con la difusión de las ideas del Humanismo determinaran una nueva concepción del hombre y del mundo.

El mytho y la razón pretenden lo mismo aunque de manera distinta y con resultados, en parte, distintos. Pero en realidad andan interfiriéndose y entrelazándose, y entran en conflicto, lo que hace que sea prácticamente imposible separar plenamente estos dos aspectos de nuestra facultad interpretativa.

Griegos y persas llevaban muchos años luchando por la hegemonía comercial y militar sobre la región. Los persas más numerosos y fuertes parecía que iban a ganar batalla tras batalla. Tales de Mileto antes del comienzo de la decisiva batalla, aviso que ese día iba a haber un eclipse de sol. La oscuridad invadió el campo de batalla. Los persas creyeron

que se trataba de un mal presagio de los dioses,…fue la batalla del Eclipse. Los griegos cobraron ventaja.

Sísifo toma partido,… ¡el lógos es más útil que el

mythos!

¿Por qué la ciencia comienza en ese lugar específico que es Grecia, y en ese momento determinado de la historia? ¡No existe el tal milagro griego!,… se trata de un cambio de actitud, los milesios, hace 25 siglos, sienten necesaria la crítica,… ser escéptico. Tales de Mileto (-624/-546), es criticado por su discípulo, Anaximandro (-610/-546), a que a su vez es criticado por su discípulo Anaximenes (-585/-524). Tales de Mileto fue el iniciador de la filosofía de la physis, al afirmar por vez primera que existe un único principio originario, causa de todas las cosas que son, y sostuvo que dicho principio es el agua.

El lógos, la razón, nace y toma conciencia de sí misma precisamente en contraposición al mytho. Rechazando el mytho como pura subjetividad y superstición. Si bien el mytho es más rico intelectualmente, a favor del lógos, la razón, la ciencia juega que siempre revierte en algo útil y práctico, capaz de satisfacer o interpretar nuestras necesidades cotidianas.

Es necesario comprender esa nueva forma de plantarse la realidad que supone el “lógos” o razón, como contraposición al resto de las culturas antiguas. La civilización occidental, bajo el impulso de los griegos, bajo la idea de progreso, asumió una dirección completamente distinta de la de los pueblos de oriente. A partir de ahí las preguntas de los presocráticos por el “arjé”, o principio de todas las cosas, como principios constitutivos a partir de los cuales se puede explicar todo cuanto existe, la ciencia helenística cierra un periodo y abre otro nuevo, existe un desarrollo más especializado de las distintas ciencias: matemática, astronomía, medicina, etc., y, más tarde, el estudio de las artes prácticas en el mundo romano prevalecerá sobre el estudio sobre las esencias de las cosas.

Pero esa lucha entre el mundo de las ideas y el mundo sensible, o en nuestro caso entre un mundo global que explique los principios y esencias frente a un mundo práctico, útil, que nos permita como humanos asentarnos en nuestro propio territorio,… esa lucha no nos abandonará.

En plena Ilustración, Kant, Crítica de la razón pura, prólogo a la primera edición, escribe esta nota al pie de página, nos hace ver cuál será el problema: “Todo ha de someterse a la crítica. Pero la religión y la legislación pretenden de ordinario escapar a la misma. La religión a causa de su santidad, y la legislación a causa de su majestad.

Sin embargo, al hacerlo, despiertan contra sí mismas sospechas justificadas y no pueden exigir un respeto sincero, respeto que la razón sólo concede a lo que es capaz de resistir su examen libre y público”. 

También, Juan Pablo II en un Mensaje dirigido al P. George Coyne S. J. con motivo de la Semana de Estudio celebrada en Castel Gandolfo en el tercer centenario de la publicación de los Philosophiae Naturalis Principia Mathematica de Isaac Newton, señala: “La ciencia puede purificar a la religión de errores y supersticiones; la religión puede purificar a la ciencia de la idolatría y falsos absolutos”.

Esa dicotomía perseguirá a la filosofía, la physis, hasta nuestros días.

3. ¿Qué es el lógos?

Lógos significa en griego palabra, razón, razonamiento. Su punto de partida fue la filosofía de la naturaleza o Phycis. Frente a la explicación mítica del mundo aparece en Grecia en el siglo VI a. C. la actitud racional, actitud que recibirá el nombre de filosofía, y que en ese momento no se diferencia de la ciencia. Surge el concepto de Naturaleza. Para interpretar el universo se recurre a fuerzas y fenómenos naturales. No existe la arbitrariedad, las cosas suceden como tienen que suceder, de forma necesaria. La idea de necesidad va unida a la idea de ley, nomos. La aceptación de estas explicaciones no se basa en la autoridad de la tradición ni la vigencia social, sino en argumentos y razones. El conocimiento, episteme, es una opinión verdadera basada en razones que garanticen su verdad.

A aquellos hombres que hacían filosofía se les llamará “los físicos”, que pregonaban que las cosas suceden cuando, donde y como deben suceder: existe una regularidad, que siguen unas leyes. Y descubren que el mundo es un cosmos –orden-, no un caos –ruptura-. Y eso es así en virtud de lo que los griegos denominaron Esencia o Naturaleza de los objetos. Superado el trámite del paso del mythos y lógos, se exige explicaciones basadas en las observaciones de nuestro mundo cotidiano: ¿de dónde venimos, a dónde vamos?

Sísifo piensa: “Esto funciona,… pero imagino un largo

camino”

En Asuán, a mediodía, los rayos solares son perpendiculares al suelo. En Alejandría, al norte, a la misma hora, los rayos son oblicuos y una torre, de altura “a”, proyecta su sombra sobre el suelo, “x”. Eratóstenes conoce “y”, distancia entre Alejandría y Asuán.

Y, a través de una proporción aritmética a nivel de 2º de ESO, calcula “b”, el radio de la Tierra

Tanto el mytho como la ciencia actúan para explicar el mundo que nos rodea. Pero la ciencia elige un camino más cotidiano, más utilitario,… basándose en hechos al alcance de nuestra realidad inmediata, de nuestros sentidos,… se basa en hechos observables y, a veces, medibles.

De estas dos versiones de la creación del hombre,… ¿cuál se adapta más a las observaciones cotidianas sobre las cosas que nos rodean? Acaso tras la fecundación no se forma el saco amniótico, lleno de líquido, que contiene al embrión. El acto de parir no es precedido porque la hembra “rompe aguas”. No es el agua fuente de la vida. ¿Anaximandro está haciendo ciencia?

Sísifo es consciente: “¡Te pille!,… ¡los mythos son

patrañas!”

(¿Por qué Sísifo habrá escrito el pronombre

personal “Te” en mayúsculas?)

Pero esa idea, esa intencionalidad, es diferente al concepto actual de ciencia. No está vinculada a la técnica, a la que se considera como cuestión de experiencia, asunto de artesanos e ingenieros. La ciencia de los griegos no está ligada a la práctica, sino a la razón. No aparece la idea de experimentación, por ello los mayores logros se dieron en las ciencias formales matemática o lógica.

4. El largo camino del lógos, la razón, el mecanicismo, el positivismo,...

La visión del mundo basada en la filosofía aristotélica y en la teología cristiana que predominó durante la época medieval fue reemplazada por la de un mundo donde la división de las ciencias, la especialización, la aplicación progresiva del método experimental hacia todos los saberes, la concepción mecánica de la esfera celeste y del cuerpo humano se convirtió en la metáfora para comprender el mundo. La observación es la forma más importante de la investigación y desempeña un papel importante en la fundamentación del nuevo tipo de materialismo. El desarrollo de la observación hizo posible la fundamentación teórica de la causalidad. Llegamos a la idea de un universo abierto y donde el hombre es una máquina.

En el periodo medieval, 1330, Guillermo de Occam, establece la llamada «la navaja de ockham», como premisa reduccionista, en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la correcta. Triunfará el nominalismo, que se opone al realismo y al idealismo, y que pregona que no existen los conceptos generales o universales,

nuestro entorno trata, simplemente, de nomina (nombres o voces), que utilizamos para designarlos, considerándolos meras convenciones o nombres. Racionalismo y empirismo pretenderán descubrir las leyes que gobiernan la materia,… y la vida. Legislar, formular, definir, diluir las partes, reducir,… estos son los principios fundamentales del pensamiento clásico. Se va de lo complejo a lo simple. El pensamiento científico del S.XVI intenta interpretar la complejidad de lo real bajo la apariencia simple de los fenómenos. Se llegaba a un reduccionismo. Se está empezando a materializar un mundo mecanicista.

En el siglo XVII aparecen la óptica, la hidráulica, el cálculo de probabilidades, la gravitación y se inician los primeros experimentos de vacío, aspecto que ha sido fundamental en el desarrollo experimental de la física de nuestro siglo.

Época también en la que aparecen las grandes y famosas academias científicas en donde se pueden exponer las ideas y comentar las experiencias, para iniciar así la gran difusión del conocimiento científico. Y los filósofos abandonarán el latín y escribirán en sus lenguas vernáculas, Galileo, Boyle, Descartes,…

En los países más avanzados de Europa Occidental se va gestando en las entrañas de la vieja sociedad feudal un nuevo modo de producción, el modo capitalista. La burguesía se desmiembra más y más del tercer estamento para volverse una clase independiente que encabezará la oposición al poder feudal.

¿Cuándo comienza la Edad Moderna? Se puede datar su origen hacia el año 1436, con el descubrimiento de la imprenta de Gutenberg; o, 1492, el año en que Colón descubre América; o, hacia el 1520 y la rebelión de Lutero contra la autoridad de la Iglesia de Roma.

Ese cambio se articula ya en el Renacimiento. Se trata de la ruptura con la Edad Media, adquiere forma, es un tiempo de cambios profundos.

Todos ellos, serán los modeladores del siglo XVII con los nuevos métodos racionales del pensamiento. Ello condujo a un racionalismo autoritario. Esta concepción compartida de la racionalidad, ha dominado desde entonces en el pensamiento Occidental y se ha constituido como la señal identificativa de lo que llamamos Europa, y que identificamos como Occidente.

¡Sísifo, presentuoso y altivo,… vislumbra la

cima!.

1543, en la que Nicolás Copérnico publica póstumamente su “De revolutionibus orbium coelestium” (Sobre las revoluciones de las esferas celestes). El heliocentrismo será la bisagra que regule el cambio.

1610, Galileo publica “Dialogo sopra i due massimi sistemi del mondo Tolemaico, e Coperniciano”, impondrá una nueva forma de especular, el experimento.

Francis Bacon se planteará la elaboración de un método científico. Dio a su obra capital el título de “Novum organum” (1620), (Indicaciones relativas a la interpretación de la naturaleza), que contrapone su método al Organon de Aristóteles. Es el nominalismo. La divisa de los materialistas, de los filósofos y los naturalistas de los nuevos tiempos, no es la "ciencia por la ciencia", sino la multiplicación del poderío del hombre sobre la naturaleza, el perfeccionamiento, la potenciación del hombre, de su salud y belleza.

1637, Descartes publica “El discurso del método”. Descartes y su duda metódica rechazaba la verdad revelada o determinada por otros y se entregaba a su propia razón. Es el racionalismo.

1661, Robert Boyle publica «The Sceptical Chemist», marca el experimento como la pauta necesaria para hacer ciencia, es el empirismo. Aplica la mecánica a la química, elabora los problemas del atomismo, define la noción del elemento químico.

1686, Newton presenta a la Royal Society de Londres su texto «Philosophiæ Naturalis Principia Mathematica», reconocido como la síntesis newtoniana sobre el mundo que nos rodea, donde formula las leyes fundamentales de la mecánica clásica, entre ellas la ley de la gravitación universal. Es el mecanicismo.

5. El triunfo del lógos: el iluminismo y la idea de progreso.

El texto de Newton marcará el rumbo de la ciencia y filosofía de los dos siglos posteriores. Si Newton es capaz de explicar las fuerzas planetarias en la bóveda celeste, la caída de un objeto y las mareas,… con una fórmula, ¿se podrán deducir otras expresiones matemáticas que expliquen los fenómenos eléctricos, magnéticos, la termodinámica, la biología…? ¿Habrá una fórmula que explique la historia y/o las relaciones humanas? ¡Es el triunfo del fisicalismo! En el S. XVIII dará lugar al iluminismo. Así se llegará a la revolución industrial, que se asocia a la idea del “progreso” como meta. Y en el S.XIX dará lugar al positivismo. A la corriente cultural que se genera se le denominará modernismo,…

En 1751, se publica el primer volumen de la Encyclopedie, “instrucción en un círculo”,… poderoso instrumento para luchar contra el oscurantismo político y religioso, a partir de la razón pura, como una nueva fuerza motriz intelectual. Sapere aude!, será el grito de Kant que resonará en la Ilustración. La Ilustración es la primera cultura laica de la historia de Europa; cultura al margen del cristianismo. Se inicia en Francia y se va extendiendo por toda Europa a lo largo del siglo XVIII. La Ilustración consiste en el momento en el cual el hombre está en condiciones de abandonar las explicaciones míticas para dar lugar a la ciencia, a la argumentación racional. El “siglo de las luces”, hace referencia a las luces de la lógica, de la inteligencia, la razón, que debía iluminarlo todo. La aristocracia y la burguesía se reúnen en sus chateau y celebran en sus suntuosos salones grandes fuegos y artificios intelectuales que son la envidia de sus vecinos. Pero,… se trata de una sociedad burguesa que propugna construir la

sociedad perfecta, una especie de paraíso en la tierra, y el espíritu de la revolución, “liberté, égalité, fraternité” no se refieren a un reparto justo de la riqueza, sino en una mera igualdad ante la ley, ¡que no es poco!

En 1789, el pueblo francés asalta la Bastilla, símbolo de la represión de los Borbones. Cae el ancien régime, sostenido por el clero y la nobleza, y frente a ellos el Tercer Estado, aliado con la incipiente burguesía, convertirá a los súbditos en ciudadanos. El espíritu de la revolución se extendió por Europa rápidamente,… media Europa miraba a Francia con admiración,… la otra media con estupor. Esa modernidad estará marcada por la Revolución Americana o la Revolución Francesa de 1776 ó 1789.

Francia, que sustituye a España como primera potencia mundial, se convierte en el ombligo de “occidente”. Todos los intelectuales europeos hablan francés y se identifican con París. Antoine-Laurent de Lavoisier en química, Traité élémentaire de chimie (1789), o Charles-Augustin de Coulomb en electricidad, en 1777 inventó la balanza de torsión para medir la fuerza de atracción magnética y eléctrica, marcarán el rumbo de las nuevas disciplinas. De París, 1790, saldrá el nuevo Sistema Métrico Decimal, que la Europa continental irá imponiendo a lo largo del S.XIX.

En este marco de referencia, La Ilustración, es notable el desarrollo de la óptica, la física de gases y la electricidad. Lo fructífero del siglo XVIII se manifiesta claramente durante el XIX, en que con los estudios del vapor y la electricidad se abren nuevos capítulos de la física, como el electromagnetismo, la termodinámica, el evolucionismo y la óptica moderna, y los conocimientos fundamentales en la industria y la tecnología.

Es la ideología y la cultura elaborada por la burguesía europea en su lucha contra el absolutismo y la nobleza, culminación del racionalismo. Propugna construir la sociedad perfecta, una especie de paraíso en la tierra.

¿Quién está engañando a Sísifo?… “Cambiar

todo, para que todo siga igual”

La Ilustración es la primera cultura laica de la historia de Europa; cultura al margen del cristianismo, se trata de una ruptura secularizadora presidida por la emancipación de la razón humana. Un movimiento de ideas que aspiraba a mejorar costumbres y formas de gobierno. Su objetivo indirecto será hacer a Europa ama del mundo, tanto en la esfera cultural, militar o mercantil. La Ilustración será el identificador clave de Occidente. La

Ilustración francesa, como la inglesa, surgió gracias a los avances de la nueva ciencia y fue, a su vez, un poderoso medio defensor de las nuevas ideas científicas. Mereció el nombre de "siglo de las luces", que hace referencia a las luces de la lógica, de la inteligencia, la razón, que debía iluminarlo todo.

El breviario de la Ilustración es recogido por Kant en la Crítica de la Razón Pura, "Esta ley de la Naturaleza, a saber, que todo lo que sucede tiene una causa,... por consiguiente, todos los acontecimientos son determinados empíricamente en un orden natural, esta ley, en virtud de la cual sólo los fenómenos pueden constituir una naturaleza y suministrar los objetos de una experiencia, es una ley del entendimiento en la que no está permitido, bajo ningún pretexto, apartarse o distraer ningún fenómeno, porque de otro modo se colocaría a este fenómeno fuera de toda experiencia posible, distinguiéndole con ello de todos los objetos de la experiencia posible para hacer de él un simple ser de razón y una quimera".

La idea del progreso alcanzó su cenit entre los S.XVIII y S.XIX, y representó una idea de puro optimismo. Pasó a convertirse en la idea dominante de la civilización occidental, no solo como aspecto tecnológico que pretendía el dominio sobre la naturaleza, sino como un resurgimiento creciente de la importancia de las ideas sobre la igualdad, la justicia social, la soberanía popular,… Desde el punto de vista de la economía y la sociedad, la revolución industrial, con los desarrollos técnicos consiguientes, hará que a partir de mediados del S.XIX la ciencia engendre tecnología. Darwin y el evolucionismo harán posible una interpretación científica y coherente de la evolución de la vida y del ser humano dentro de nuestro planeta.

Pierre Simon de Laplace en el prefacio de su Essai philosophique sur les probabilités, refleja esa idea de progreso como dominio sobre el entorno, "Una inteligencia que en un momento determinado conociera todas las fuerzas que animan a la naturaleza, así como la situación respectiva de los seres que la componen, si además fuera lo suficientemente amplia como para someter a análisis tales datos, podría abarcar en una sola fórmula los movimientos de los cuerpos más grandes del universo y los del átomo más ligero; nada le resultaría incierto y tanto el futuro como el pasado estarían presentes ante sus ojos"

Se pensó, que un cambio cuantitativo en el desarrollo técnico e industrial, suponía un cambio cualitativo en las formas de la vida social. La expansión de las grandes potencias, primero España, luego Francia, Gran Bretaña iba acompañada por un cambio en la vida social, en un aumento de las relaciones sociales. Se asumía que todas las sociedades humanas habrían de proseguir un ascenso singular entre una sociedad simple primitiva a una compleja y moderna, como resultado del aumento la división del trabajo. Era, simplemente, un aspecto cuantitativo de la teoría de la evolución y su consecuencia cualitativa era un proceso de diversificación social. En el S.XIX, había una convicción de superioridad de la civilización occidental sobre asiáticos y americanos. Se creía en un crecimiento sin límite de la tecnología y de la economía, había una fe en la razón y en la ciencia como únicas fuentes válidas de conocimiento.

Será la década de 1860, la década prodigiosa, donde el triunfo del positivismo científico (y filosófico), eclosione en todo su esplendor. Todas las ramas de la ciencia llegan a su plenitud. ¿A qué más podrá aspirar aquel homínido que hace un millón de años descubrió el fuego o la palanca?

La arrogancia a la que llegó la ciencia a mediados del S.XIX queda reflejada en esta cita de Maxwell, en 1871, en su discurso introductorio sobre física experimental en la Universidad de Cambridge, Inglaterra: "La característica de los experimentos

modernos, de que consisten principalmente de mediciones, es tan prominente, que la opinión parece haberse extendido, que en unos cuantos años todas las constantes físicas habrán sido estimadas aproximadamente, y que la única ocupación que quedará a los hombres de ciencia será llevar a cabo estas mediciones hasta otra cifra decimal."

¡Sísifo surfea alegremente en la cresta de la ola!

Si los griegos con la helenización nos legaron el valor del lógos frente al mythos, si la romanización nos legó una lengua común y la necesidad de la lex, Europa, en el S.XIX, árbitro del planeta, impone su modelo “positivista”, que creará un sentimiento de orgullo y engreimiento,… Ese habrá sido el legado que deja Europa, Occidente. A lo largo del S.XX, Japón, India, China, Turquía, Brasil,… intentarán copiar el modelo europeo. ¡Y con qué éxito!

Sísifo siente orgullo y

engreimiento,… pero también desasosiego y

turbación.

Sirva la anterior diapositiva como metáfora de ese embeleso inconsciente,… desmayado e irreflexivo de la Europa en la edad moderna. En “2001” Kubrick elige “El Danubio Azul” como exponente de esa exaltación europea,… ¡ojo!, del género humano. ¡Odiseo!, sobre la naturaleza. Kubrick con El Danubio Azul, nos transporta a un punto de máxima optimización del positivismo, que nos hace sentirnos “como dioses”.

6. Estructura de la producción de las ideas científicas (lógos o razón).

La clásica polémica Popper - Kuhn sobre el progreso de la ciencia supone un enfrentamiento entre si existe una primacía entre una concepción estructural, como análisis gnoseológico, de la investigación

científica, simplemente la existencia de una lógica formal, sobre una estructura social, económica, psicología, de carácter coyuntural, del

descubrimiento científico, simplemente historicismo.

La pregunta que plantea la polémica Popper – Kuhn es, ¿la ciencia es independiente de los sujetos que la hacen? Lo que viene a decidir cómo evoluciona la práctica científica y su consecuente progreso. ¿Ese pensamiento frontera entre la epistemología y la antropología deviene en mythos?

Para Karl Popper, “Conjeturas y refutaciones; el desarrollo del conocimiento científico”, 1994, el desarrollo de la ciencia es "esencial para el carácter racional y empírico del conocimiento científico, si la ciencia deja de desarrollarse pierde este carácter". Propone una interpretación deductivista, denominada falsación, método alternativo al inductivismo, que sirve no sólo como criterio de demarcación, marca los límites de la ciencia, sino también sirve como mecanismo para poner a prueba la formulación de teorías, hipótesis, conjeturas. Las diversas teorías son comparadas y críticamente analizadas con miras a detectar sus deficiencias. Es lo que Popper denomina "ciencia del día". La ciencia, para Popper, es un conocimiento hipotético y conjetural, y considera el progreso científico como un estado permanentemente revolucionario de la ciencia, no como la acumulación de observaciones, sino como "el repetido derrocamiento de teorías científicas y su reemplazo por otras mejores o más satisfactorias".

El concepto de revolución científica de Thomas Kuhn, La estructura de las revoluciones científicas, 1962, implica una interrelación entre las condiciones socioeconómicas e intelectuales, entre componentes psicológicos y sociológicos. Lo que obliga a diferenciar entre Ciencia Normal, Ciencia Extraordinaria y la concepción de un nuevo Paradigma. Kuhn lo define así, "un paradigma es lo

que comparten los miembros de una comunidad científica y, a la inversa, una comunidad científica consiste en unas personas que comparten un paradigma".

La Ciencia Normal, practicada por una comunidad científica madura, dispone de un paradigma propio, su paradigma, que hay que imaginar como "realizaciones científicas universalmente reconocidas que, durante mucho tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica". En un periodo de Ciencia Normal

no hay necesidad de novedades fácticas y mientras que ese paradigma tiene éxito, no hay descubrimientos.

Ciencia Extraordinaria o Ciencia en Crisis, ocurre cuando la comunidad científica observa una serie de fenómenos que no son explicables por el paradigma de la Ciencia Normal existente, y que las más de las veces, a pesar de estar ahí, no son percibidos por los científicos de la Ciencia Normal. Tales fenómenos son las anomalías que indican un desacoplamiento con el paradigma existente, y se comportan como un enigma más de la ciencia normal. Cuando se acumulan estos desajustes, un mayor número de científicos intentan resolverlos, y recurren a hipótesis ad hoc, que, casi siempre, hacen más inexplicable y confuso ese periodo de Ciencia Normal. Ello lleva a desacuerdos entre la comunidad científica, y los practicantes de la ciencia empiezan a dudar de las hipótesis ad hoc dadas.

La concepción de un nuevo Paradigma. Finalmente, aparece una tentativa para crear un nuevo paradigma. Habrá una lucha para que sea aceptado. Sin embargo, mientras no arraigue y se vislumbré una efectividad en la paradigma sustituto, el paradigma en crisis deberá ser sostenido. Ambos paradigmas conviven un tiempo. Ese nuevo ambiente científico es utilizado por un grupo de científicos (¡los más jóvenes!) para responder las preguntas que la ciencia normal (periodo anterior) dejaba incompletas o sin responder. Es ese momento en el que se produce una revolución científica, y triunfa el nuevo paradigma. En tiempos de revolución, el científico de la ciencia normal debe reeducar su percepción, debe empezar a utilizar métodos y conceptos distintos. La nueva ciencia, debe redefinirse, cambiar las normas, "la tradición científica normal que surge de una revolución científica es no sólo incompatible sino a menudo también realmente incomparable con la de antes".

En Occidente podemos contabilizar tres saltos en nuestro pensamiento evolutivo, que les damos el nombre de revoluciones científicas. La epopeya griega, S.VII aC., la revolución coperniquiana, y Einstein y la Relatividad. Aunque hay que matizar, que el concepto de ciencia en cada uno esos periodos es diferente.

Sísifo, impertérrito,… ¡nunca había

sentido tan ligera la roca!

¿Qué representa ese monolito paralepipédico negro que aparece en el film de Kubrik, “2001, odisea en el espacio”, cada vez que el ser humano da un salto trascendental en su evolución? ¿Se trata de una recreación de la Capilla Sixtina en la que Miguel Ángel dibuja la creación de Adán con su dedo índice casi en contacto con el de Dios? ¿Ese monolito es una sublimación del poder de abstracción del ser humano? ¿Se trata de la visión de Arthur C. Clarke, coguionista de “2001”, en su novela El Centinela en la que una civilización extraterrestre y superior a la nuestra, pone un artefacto como avisador de que en la Tierra hay una especie de ser vivo cuya inteligencia puede un día amenazar a su propia civilización? ¿Quizá ese centinela no sea más que un aviso de que el engreimiento del hombre lleva a su apocalipsis?

En clase se estudia con detenimiento, el paso de la interpretación geocéntrica de Ptolomeo, que precisaba de continuos ajustes y las hipótesis ad hoc de los epiciclos, que aunque explicaban y justificaban las órbitas de los planetas y del Sol alrededor de la Tierra, hacían que los cálculos matemáticos sobre órbitas fuese imposible. La idea de Copérnico y el heliocentrismo, facilita y simplifican los problemas físicos y matemáticos, pero colateralmente provoca un vivo (¡irreconciliable!) enfrentamiento con su interpretación antropológica.

Experiencia personal. Puede ilustrarnos acerca de cómo la ideología se enfrenta a la evolución del pensamiento científico, la controversia entre Newton y Leibniz sobre la autoría del desarrollo del cálculo diferencial, episodio que siempre me interesó en clase, pero que pude desarrollar convenientemente en mis apuntes de Ciencias para el Mundo Contemporáneo (2008). También, he señalado como llegué a leer a Kuhn. En 1975, yo estaba en Zaragoza, era mi primer año de docencia, y además era recién casado. La lectura de La estructura de las revoluciones científicas me ayudaron a comprender conceptos que manejábamos rutinariamente, sin prestar demasiada atención: “la ciencia es una construcción social”, “camino sobre hombros de gigantes”,... Debo confesar que conocer las ideas de Kuhn en aquel ambiente de euforia personal que vivía me deslumbraron. ¡Hubo una amable simbiosis entre ambos! Conocer a Popper posteriormente no pudo desmontar mi idolatrada visión kuhntiana de la ciencia. Me quedo con Kuhn. Pero me asalta una duda popperiana, ¿es objetivamente, científicamente, correcto tomar partido guiándote por sentimientos y sensaciones personales?

Conclusión. Popper y Kuhn reconocerán que no hay tanta discrepancia entre ambas posturas. Es cierto que hay científicos normales, y ello se debe a que su entrenamiento se fundamenta en manejar un paradigma (¡el suyo!), sus leyes e intentan resolver problemas (enigmas), a partir de modelos preestablecidos, a piñón fijo. Frente a ello, lo que debe hacerse es que los científicos (¡viejos y jóvenes!) asimilen un pensamiento crítico y creativo.

7. La crisis de la Física Clásica

El ascenso del Australopithecus hasta el Homo sapiens sapiens, un recorrido de unos cuatro millones de años, no ha evitado que la idea de progreso, haya tenido un fatal desenlace, pues ha embriagado y ha enajenado totalmente al ser humano,... al mundo occidental, de sus responsabilidades.

El posmodernismo no es simplemente una crisis en el paradigma científico, es una crisis total de ideas. Fijémonos cómo ha cambiado le idea de progreso en ese periodo. En el S.XVIII, Marie-Jean-Antoine de Concorcet (Bosquejo de un cuadro histórico de los progresos del espíritu humano, 1793) nos da esta idea sobre que significa el progreso para el ser humano, “Tal es la bella empresa que he emprendido y cuyo resultado será mostrar por el razonamiento y por los hechos que no hay marcado ningún término al perfeccionamiento de las facultades humanas; que la perfectibilidad del hombre es realmente indefinida”. ¿Es un espejismo esa idea virginal de progreso? Para Robert Nisbet en su texto La idea de progreso, 1980, escribe: “Pero observamos también que la idea de progreso ha servido para afirmar la conveniencia y la necesidad del absolutismo político, la superioridad racial y el estado totalitario”.

Sísifo desolado,

firma… ¡el acta de

defunción de la Física

Clásica!

Ya se ha dicho antes que a finales del siglo XIX se consideraba la Física como una ciencia prácticamente elaborada y cerrada, cuyos principios y leyes estaban sólidamente establecidos. Pero había una evidente incompatibilidad entre la mecánica clásica u los fundamentos teóricos y prácticos del electromagnetismo. El final del S.XIX es caótico para la Física, no hay explicación para la teoría de espectros, no se entiende cual pudiera ser el soporte de las ondas electromagnéticas, las leyes conocidas no explican cómo irradian la energía los cuerpos calientes, naturaleza del cuerpo negro. Maxwell y H. Hertz son justamente reconocidos como aquellos que quebrantaron la fe en la mecánica como base definitiva de todo el pensamiento físico. Todo ello, crea un auténtico colapso e insatisfacción en la comunidad científica internacional.

En 1927, el 5º Congreso de Física Solvay, treinta científicos de primera línea, entre ellos 18 premios Nobel, firman el acta notarial de la defunción de la Física Clásica. A partir de la teoría de los cuanta y la teoría de la relatividad, se dará un giro total a ese impasse. Las leyes físicas dejan de ser deterministas, como lo eran en la física clásica, y

pasan a ser probabilística. ¿Qué papel juega el observador?, ¿es posible la medida?,… serán las preguntas clave en la filosofía de la ciencia en el S.XX.

La Teoría de la Relatividad de Einstein, no confundir la Teoría de la Relatividad Especial, 1905, con la Teoría General de la Relatividad, 1915, fue la base para que los físicos demostraran la unidad esencial de la materia y la energía, el espacio y el tiempo, y la equivalencia entre las fuerzas de la gravitación y los efectos de la aceleración de un sistema. Después de la síntesis newtoniana, fue la segunda gran unificación de la Física. Con ello parecía haberse dado respuesta satisfactoria a los principales problemas que planteaba la ciencia física.

Einstein basa su teoría, contracciones y dilataciones de longitudes y tiempos, en un principio tan contra intuitivo como suponer que existe una velocidad, la de la luz, cuya magnitud es independiente de la velocidad con que se mueve el foco que la emite, o que energía y masa son equivalentes. Que posteriormente se comprueban como ciertas en numerosas fenómenos, desde los grandes aceleradores de partículas hasta los GPS que instalamos en nuestros automóviles.

Sísifo se pregunta,… ¿se pueden cambiar

las reglas de juego a mitad de

la partida?

Einstein creía que la relatividad especial era una consecuencia de la filosofía en general.Filósofos y físicos estaban condenados al fracaso mientras mantuviesen el carácter absoluto del tiempo, o de la simultaneidad, anclados en el inconsciente. Era buen conocedor de los trabajos de Leibniz, Hume (Tratado de la naturaleza humana) y Mach (Desarrollo histórico-crítico de la mecánica) que ya habían planteado la relación espacio-tiempo.

Hasta su muerte en 1955, Einstein se dedicó con ahínco a encontrar leyes físicas más generales que las hasta entonces conocidas. Tenía el presentimiento de que electromagnetismo y gravedad podían ser explicados como entes emergentes en el contexto de una estructura matemática más general. La búsqueda de una solución a una “teoría unificada” que aunase electromagnetismo y gravedad, espacio y tiempo, todo junto, le llevó más tiempo que cualquier otra actividad en toda su vida.

Tanto la relatividad como la cuántica es un asunto doméstico alemán en el primer tercio del S.XX. La importancia de la teoría cuántica comprende aspectos relativos a la naturaleza de la realidad, esto es, al comportamiento de los fenómenos, y al papel del

observador en la naturaleza. Alemania después de la I Guerra Mundial, vive un período de profunda crisis consecuencia de la derrota militar de Alemania y el posterior Tratado de Versalles que firmó la paz entre las potencias beligerantes. En los años de la posguerra existe una crisis generalizada en la sociedad alemana, hay una desconfianza económico-social y cultural que es inseparable de una crisis más profunda, que coincide con el fin de la modernidad y el desencanto de la racionalidad científica. Todo ello suscitó la desconfianza hacia la sociedad tradicional. Prevalece en general un clima y un espíritu de incertidumbre, se duda y se reniega de los valores aislados para analizar resultados probabilísticos,… Y, si los científicos, especialmente, los físicos fueron responsables de la creación de las nuevas armas y de toda la logística en la industria militar alemana en la Gran Guerra, a todas luces no eficientes, ¿no eran ellos, físicos e ingenieros,… la ciencia en general, la responsable de ese ambiente de crisis?

El surgimiento de la mecánica cuántica implica dudar del principio de causalidad, las teorías científicas no son definitivas, no aportan respuestas concluyentes, las respuestas científicas son meramente aproximaciones. Los físicos intentarán amoldar la ciencia al clima cultural dominante. ¿No sucedió lo mismo en el S.VI aC. en la Grecia Clásica, o en la Europa del renacimiento en el S.XVI?

¡Lo más preciado que tenía Sísifo, la medida, se lo han

arrebatado!

El principal problema filosófico que plantea la teoría cuántica es el de la medición, y con él, el de la interpretación de la medida. La escuela de Copenhague planteará el motivo central del debate: ¿el universo y la realidad son objetivos o las cosas todas son lo que el observador establece, a partir de sus propias mediciones e interpretaciones? O, ¿el universo es el producto de los individuos que lo observan?

8. ¿Utilizamos los mitos en la actualidad?

¿Es posible desterrar el mytho partiendo del hecho de que la razón humana, el lógos, tiene sus limitaciones? En realidad, el lógos capta el ser, pero no la vida, y el mytho viene a ayudar en la explicación de la vida, imposible de captar a través del lógos.

En la literatura hay numerosas llamadas de alerta sobre la insuficiencia de la razón:

“Un hombre que no se alimenta de sus sueños, envejece pronto”. Shakespeare. “Ten cuidado con tus sueños; son la sirena de las almas. Ellas cantan, nos llaman,

las seguimos y jamás retornamos”. Gustave Flaubert. “Si has construido un castillo en el aire, no has perdido el tiempo, es allí donde

deberías estar. Ahora debes construir los cimientos debajo de él”. George B. Shaw.

“Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar”. A.Machado.

“Sólo se ve bien con el corazón; lo esencial es invisible para los ojos”, Saint-Exupéry.

Pero la comunidad científica actual también hace uso de los mythos:

Zygmunt Bauman, en su texto “Comunidad” (En busca de seguridad en un mundo hostil), 2006, escribe, “En suma, la ‘comunidad’ representa el tipo de mundo al que por desgracia, no podemos acceder,… es hoy otro nombre para referirse al paraíso perdido al que deseamos con todas nuestras fuerzas volver, por lo que buscamos febrilmente los caminos que puedan llevarnos allí”. ¡Añoramos el mytho del paraíso terrenal! Bauman es el creador del concepto de “La modernidad líquida”, donde expone el carácter transitorio y volátil de las relaciones sociales actuales.

Cuando Gregorio XIII promulga la bula “Inter Gravissimas” y se impone un calendario (el gregoriano), 1582, donde el hombre, como desde hace miles de años, sigue viendo en los ciclos día/noche o primavera/ invierno una correlación con el mal/bien, inicio/final, nacer/morir. La noche combate contra el día y el mal combate contra el bien. Se reproducen el mytho de los ciclos eternos.

En la Declaración sobre la defensa del cielo nocturno y el derecho a la luz de las estrellas, Conferencia Internacional en Defensa de la Calidad del Cielo Nocturno y el Derecho a Observar las Estrellas, La Palma, Islas Canarias, España, 19 y 20 de Abril de 2007, la comisión de astrólogos, biólogos y demás expertos suscriben la siguiente declaración final donde el mytho y la razón conviven tranquilamente : “Conscientes que la visión de la luz de las estrellas ha sido y es una inspiración para toda la Humanidad, que su observación ha representado un elemento esencial en el desarrollo de todas las culturas y civilizaciones, y considerando que la contemplación del firmamento ha sustentado a lo largo de la historia muchos de los avances científicos y técnicos que definen el progreso”.

¿Qué idea proporciona la ciencia sobre el origen de la vida? Estas dos propiedades de la materia compleja aparecen en todos los textos científicos y sus conclusiones son difícilmente interpretables por la ciencia clásica, resiliencia (la capacidad de los seres vivos para sobreponerse a situaciones adversas) y emergentismo (conjunto de propiedades que surgen en la materia compleja y con características causales que antes no eran previsibles). Richart Dawkins, “El relojero ciego”, 1986, deshace equívocos que asociamos sobre el evolucionismo y basándose en la teoría de Darwin explica cómo ha aparecido la vida, nosotros mismos, a partir de los más simples moléculas. Francis Collins, “El lenguaje de Dios”, 2007, propone que la teoría de la evolución basada en los mecanismos de la Teoría Sintética, el tiempo, el azar y la selección natural de Darwin explican la emergencia de la información y complejidad biológicas no contraviene la existencia de Dios y que este, de modo indirecto, debió dirigirla. Parte de la comunidad científica, Stephen Hawking, ha desarrollado la idea del Principio

Antrópico, como justificación de que la evolución cósmica está al servicio de los seres humanos.

La explicación total de cómo está hecho el Universo, el ‘Modelo’ de Cuerdas. ¡Ojo!, no es una teoría, es un modelo científico,… Las cuerdas son pulsiones de energía que según se replieguen en el espacio, el modelo exige 11 dimensiones, dan lugar a la masa, carga eléctrica o spin. Dado que masa y energía son equivalentes, E = mc2, se explica que esos brotes de energía formen cuerdas para evolucionar a leptones, quarks, bosones, y finalmente átomos y moléculas y de ahí formar el universo profundo. ¡Karl Popper denomina al Modelo de Cuerdas pseudociencia, y Mario Bunge, ciencia ficción! ¿Se trata de un mytho?

Sísifo mira con añoranza hacia atrás,... ¿debo

volver a creer en los mythos?

Plantón vs. Nietzsche. "Toda la filosofía occidental es una serie de notas a pie de página de la filosofía de Platón" (Whitehead). Platón reina en nuestras bibliotecas desde hace 2.500 años, Nietzsche reina desde hace unos 150 años. En la diapositiva adjunta se aprecian las coincidencias y las desavenencias entre ambos autores. La frontera entre uno y el otro y la frontera entre el mundo de las ideas y el mundo sensible se pueden acotar con toda seguridad. Pero, ¿y la frontera entre su lógos y su mythos? Ambos usan mythos como abstracciones para facilitar la comprensión de sus ideas. Platón utiliza en "Fedro", el mytho del carro alado como metáfora del alma, o en su escrito "República", presenta el mytho de la caverna como alegoría de nuestro conocimiento de la realidad. Nietzsche utiliza el mito del superhombre, aspiración de todos los humanos, o el mytho del eterno retorno, visión cíclica del tiempo, en contra de la visión lineal de la historia y del tiempo que introduce el cristianismo. ¿Son prescindibles los mythos?

Sísifo se pregunta,…

¿dónde está la frontera entre

el mythos y lógos?

9. Intuición y razón.

Según la RAE, intuición es la “facultad de comprender las cosas instantáneamente, sin necesidad de razonamiento”. ¿Se trata de presentimientos, sueños, o visiones? ¿Influyen las experiencias personales previas? ¿Es simplemente adivinar algo antes de que suceda?

Sísifo recita,… «que toda la vida

es sueño, y los sueños, sueños

son»

La intuición está relacionada al conocimiento inmediato, directo y autoevidente. No requiere de ningún tipo de deducción, es un conocimiento no racional, por tanto no puede explicarse,… ¡simplemente sucede!

En ciencia, Newton, Kekulé o Einstein son famosos por su intensa intuición.

La intuición es una consecuencia directa de la intervención del subconsciente, es un experimento mental que no está sujeto a un previo análisis o deducción lógica, sino que nace como un fogonazo o percepción sensorial que razona, explica el problema planteado.

10. ¿Crisis?,… pero alguien duda de que estanos en crisis

Einstein se sentía muy incómodo con los avances de la Mecánica Cuántica. Su carácter probabilístico, su filosofía no realista, la no localización de un fenómeno, hacía que la considerase incompleta, ajena a nuestro sentido común clásico. Sobre esta cuestión intervino toda la comunidad científica y mantuvo la atención de Einstein hasta su muerte, 1955. Sus discrepancias con sus colegas Bohr y Born han sido elevadas a la categoría de leyenda.

Asustado por su

incertidumbre Sísifo, medita,

… ¿la roca está subiendo o bajando?

A la comunidad científica plantear estos términos, ¿existe una física determinista o probabilística?, ¿sin “observadores” tendría sentido el Universo?, o ¿existe la medida?, le supone romper drásticamente con el principio de causalidad que desde el S.VI aC. había regido el pensamiento occidental. Se había llegado a formular una física que se circunscribe a un mundo exterior real cuyos fenómenos a analizar han dejado de ser independientes del sujeto que los percibe, del observador. Si no es posible la medida, ¿disponemos de datos?, ¿podremos formular leyes?, ¿podremos deducir teorías?,… ¡Es la mecánica cuántica!

Pero, ¡ojo!, eso no quiere decir que en la mecánica cuántica no haya variables y ecuaciones. Las hay, pero se trata de datos estadísticos y resultados probabilísticos.

Por otra parte, la Primera Guerra Mundial fue peor que cualquier otra guerra de la historia. Nunca una guerra había costado tantas vidas civiles. Se empleó, por primera

vez, alta tecnología y armas químicas de gran poder nunca antes ensayadas. El papel decisivo de la guerra no lo jugaría el número de soldados, sino el uso de nuevas armas. La muerte llegó en forma brutal,… ametralladoras, grandes cañones, lanzallamas, granadas y morteros, ataques aéreos, aplastados bajo orugas y nuevos carros de combate, gases venenosos, aviones y dirigibles, muertos en barcos mercantes y de guerra torpedeados por submarinos en el Atlántico,… Junto con las muertes por hambruna y desolación aparecieron nuevas formas de muerte y estrategias militares antes no conocidas y concebidas,... la guerra de trincheras.

Con las dos guerras mundiales, y con el sacrificio de millones de hombres, más de la mitad civiles, las pérdida de la libertad, degradación humana y brutalidad impuesto por los totalitarismos del S.XX, el nacismo, fascismo y el comunismo entre 1920 y 1940, a millones de seres humanos, el uso de las armas atómicas en la 2ª Guerra Mundial,… todos ellos fueron acontecimientos que hicieron saltar en pedazos la idea de progreso, la idea de humanidad,…

Para muchos intelectuales la esperanza en la Humanidad había desaparecido bajo la triste realidad de que el hombre era capaz de provocar catástrofes humanas inimaginables hasta la fecha.

¡Sísifo ha perdido la roca y no la

encuentra!

Es necesaria una severa crítica al positivismo y la idea de progreso que conlleva. Max Horkheimer y Theodor Adorno (1944), Dialéctica del Iluminismo, Prólogo a la primera edición alemana, escribirán, “la humanidad, en lugar de entrar en un estado verdaderamente humano, desembocó en un nuevo género de barbarie. Habíamos subestimado las dificultades del tema, porque teníamos aun demasiada fe en la conciencia actual. A pesar de haber observado desde hacía muchos años que en la actividad científica moderna las grandes invenciones se pagan con una creciente decadencia de la cultura teórica”.

Sísifo, mudo, no tiene respuesta,

¿qué ha sido de sus promesas en la

Ilustración?

Peter Sloterdijk en “Normas para el parque humano”, conferencia de 1999, presenta una visión crítica de la Ilustración.

Sísifo medita: “El hombre no es un ser racional: se

hace racional, cada vez más, en la

existencia concreta de cada día»

Sloterdijk describe y denuncia el cinismo de nuestras sociedades exhaustas que viven con una 'falsa conciencia ilustrada', y pese a ello no hace nada por recobrar su dignidad. Sloterdijk prefiere romper antes que andar embrutecido como rebaño domesticado, gobernado por las rutinas y convenciones de la gran ciudad. Se trata de una "deconstrucción" del concepto de lógos tal y como nos lo ha legado la historia de la filosofía occidental.

Insiste en la metamorfosis de la razón en un nuevo mytho. Es la declaración del fracaso del humanismo como utopía de la domesticación humana mediante una lectura (educación) dirigida. La sociedad actual sigue coqueteando con las ideas de Platón sobre el Estado como parque zoológico humano, donde una elite de sabios planifica la vida de los hombres igual que un técnico en genética al frente de una granja de pollos.

El mundo se nos presenta como "enfermo y decadente”. El ser humano subyugado por las necesidades, sujeto a ellas, vive en el lujo y simula sus necesidades. Es una comedia

de la necesidad. Epicuro dice: "La necesidad es un mal, pero no hay necesidad alguna de vivir con necesidad".

11. Post scríptum.

El 9 de septiembre de 2012, ya te hice esta reflexión: ¡El 15M siempre ha existido, le dijo Epicuro a Marx! Epicuro, S.IV aC., o Marx y Nietzsche, S.XIX, la Escuela de Frankfurt, Horkheimer y Adorno, mediados del S.XX, o Sloterdijk desde finales del siglo pasado, son posmodernistas. Su trayectoria es impecable y se analiza en todos los ambientes académicos. ¿Quién y porqué, en nuestros días, para designar esta llamada de atención emplea vulgares expresiones como “bolivarianos, chavistas, mediocres profesores,…” y afean su vestimenta y melena?

Quisiera que meditases la siguiente anécdota que Liliana Cavani cuenta en su film “Al di là del bene e del male" (Más allá del bien y el mal), 1977. Creo que es el resumen de todo lo que llevo escrito.

¿Sísifo tiene escapatoria?, “¿En qué consistiría, en efecto, su castigo si a cada paso le sostuviera la esperanza de conseguir su propósito?” (Albert Camus, El mito de Sísifo, 1940).

Jesús Pérez EspinosaCastellón, 28 de enero de 2015