2013 lucía muñoz molina descargable

71

description

Nuestro querido long seller, 2013 (otro año que tampoco hicimos la revolución) ya está disponible (en pdf) para descarga gratuita. Enjoy, hermanas hawaianas!

Transcript of 2013 lucía muñoz molina descargable

Page 1: 2013 lucía muñoz molina descargable
Page 2: 2013 lucía muñoz molina descargable

2013

Lucía Muñoz Molina

Page 3: 2013 lucía muñoz molina descargable

Primera edición: julio de 2012

2013Lucía Muñoz Molina

Fotografía de cubierta: Celina BordinoDiseño gráfico: Mario Ortega

Corrección ortotipográfica: Itamar Ortega Díaz

Licencia Reconocimiento - No comercial - Sin Obra Derivada - 3.0. España

Honolulu BooksTorrent d'en Vidalet, 34, bajos. 08012 Barcelona

www.honolulubooks.tumblr.com

ISBN: 978-84-9399-49-2-1

La editora autoriza la reproducción de este libro total o parcialmente, por cualquier medio actual

o futuro, siempre y cuando sea para uso personal y no con fines comerciales.

Page 4: 2013 lucía muñoz molina descargable

Para todas aquellas egobloggers que están aún por despertar

Page 5: 2013 lucía muñoz molina descargable

PRIMERA PARTE

Page 6: 2013 lucía muñoz molina descargable

13

Lo mejor de estar en paro, además de poder pasarte todo el día en pijama, es la cantidad de tiempo libre del que dispones para de-dicar a perversas ensoñaciones y posibles planes maléficos de dominación mundial. Me requetencanta inventarme historias de mundos paralelos en los que llevo a cabo mi cruel venganza contra la sociedad de consu-mo, pequeñas fábulas tipo what if… Cayo Lara fuera presidente? Acojona, ¿eh?

Me suelo dejar llevar por estos arrebatos normalmente los viernes justo antes de dor-mir, en mi casa, que es la casa de mis padres, mirando al techo con los ojos como platos desde mi camita infantil de Tu Mueble Jo-ven Ctra. de Burgos km 56, tratando de dige-rir las tres o cuatro putadas semanales que

Page 7: 2013 lucía muñoz molina descargable

14

anuncian los que nos mean desde arriba en el Consejo de Ministros. A otros les funcio-na la masturbación, pero yo tardo tanto en montar el escenario de la fantasía sepsy que me suelo quedar dormida incluso antes de que haya hecho su aparición el galán con mullet, así que de poco me sirve esa técnica.

Me gusta decantarme por tramas que acontecen en distopías postapocalípticas, básicamente porque con cuatro edificios medio derruidos ya has apañao el decorado, y no sé si lo he dicho ya, pero a mí eso me viene de perlas porque soy bastante vaga. Y además soy sagitario, y esto de los libros que versan sobre futuros chungos a la par que tranquilicos y con drogas chachis por doquier debe de ser una cosa muy de sagi-tarios. ¿Philip K. Dick? sagitario; ¿Arthur C. Clarke? sagitario; y además nacieron los dos el mismo día: tomaaaa. Y muchos otros, se-guro. O no.

* * *

Page 8: 2013 lucía muñoz molina descargable

15

Bueno, que os pongo en situación: esta-mos en el 2013 y la revolución indignada ha triunfado (efectivamente: Naniano, Nania-no no llegó al verano). Hemos derrocado el capitalismo financiero (¡¡weeee!!) y el nue-vo himno nacional es una hermosa tonadilla obra del afamado compositor punk Evange-lino Yermos. Anda que no os estáis ponien-do cachondos solo con leerlo.

Dice el tango que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé, en el 506 y en el 2000 tam-bién. Mas, cierto es asimismo, que en el 506 la gente no seguía a @bufetalbelda en Tuis-ter y no estaba tan puesta en materia de de-rechos laborales, no había habido un Josh Wawls que les hablara de la justicia como equidad, y aún no estaban familiarizados con el apelativo «negrero»… Pero de ahí a la sobreinformación que nos impide conci-liar el sueño con normalidad hay un trecho. Aquello de «ay, cómo me gustaría ser una cerda satisfecha, Maripi, telojú» queda de

Page 9: 2013 lucía muñoz molina descargable

16

un subidito y de un autoconsciente que da repeluco.

Pero, ahora en serio, ¿quién podría ne-garse hoy en día a que un cirujano no titu-lado introdujese una crayola de color azul cobalto a través de una de sus fosas nasa-les, garantizando que, una vez alcanzado el cerebro (fuente de todo mal) quedaríamos automáticamente convencidos de que el copago en sanidad es necesario, de que la monarquía constitucional es el mejor siste-ma posible, y de que lo que necesita el ca-pitalismo es ser refundado? Me gustaría ser inconsciente para poder dormir a gustico. Mmmm, I like.

A mí lo que me gustaría ser, qué coño, es una egoblogger de moda. No, no, no penséis que envidio sus trapos, o sus even-tos baratos, lo que realmente me chincha rabiña es que tienen toda la caja de doce pinturas incrustada a conciencia en el coco. Si no, no me explico cómo el día en el que el gobierno de España anunció un recorte

Page 10: 2013 lucía muñoz molina descargable

17

de 10.000 millones de euros en educación y sanidad vosotras estabais comentando cuán emocionante era el fichaje de Ralf Gibbons como director creativo de la firma de alta costura Prior…

–A ver si me lo puedes explicar para que yo lo entienda: ¿cómo es posible que te die-ra tan igual lo que sucedía a tu alrededor, GenovevaStyle?

–Ay, de verdad, no lo sé, es que nunca voy al médico, ¿sabesss? Y si voy, voy a la priva-da, ¿sabesss?

–Querrás decir que ibas, porque esos distingos para ricos se han acabado, maja, permíteme que te lo recuerde –suspiro de la desesperación–. Ay, GenovevaStyle, qué alumna más terca y más cerril.

Miro por la ventana y veo el antiguo ayun-tamiento. Ahora no es más que un Gedächt-nis Rathaus, «cuatro piedras mal puestas», que diría un turista paleto en el Partenón. Aaaaay, recuerdo el día en que lo okupamos.

Page 11: 2013 lucía muñoz molina descargable

18

Los polis vestían de azul y nosotros de pantalones modelo talibán y sudaderas con capucha. Cuando comenzaron las revuel-tas que llevaron a derrocar el capitalismo a finales del 2012, el emblemático edificio se utilizó como almacén de artillería indigna-da: diábolos, pancartas, monociclos, man-darinas, tabaco de liar Poblado, cariocas, y pulverizadores con leche. Posteriormente se convirtió en centro provisional de ope-raciones del recién creado Ministerio del Textil, cuyas primeras medidas de urgencia fueron la nacionalización del Grupo Imitex, y la prohibición de usar leggins como panta-lones, práctica que durante los últimos años del antiguo régimen había llegado demasia-do lejos.

–Tú no ibas nunca al médico, vale, tenías un seguro en Curitas, vale, pero, no sé, ¿no te preocupaba que a las abuelitas obreras del barrio de Villarrojo Alto no les llegara la pensión para medicamentos?

Page 12: 2013 lucía muñoz molina descargable

19

–Me la sudan las putas viejas. Pinchan.

De todas mis alumnas, GenovevaStyle era probablemente la más dura de pelar. A su irracional nostalgia por la ya extinta socie-dad de consumo se unía el hecho de que su familia había sido una de las agraciadas del programa «Reverse Gentrificación: ahora te jodes», llevado a cabo por el Ministerio de Vivienda, y consistente en un intercambio de inmuebles entre barrios obreros y barrios bien. El ministro, forofo de Josh Wawls, de-claró el primer día de su puesta en práctica:

–¡Posición original para todos! ¡Que a la señora de mechas le pueda tocar el cuchitril infecto y a la viuda con un hijo yonki el pisa-zo en el Paseo de la Lagarterana! ¡Así todos querréis vivir en un término medio!

Llegué a mi destino como maestra en un gulag de reinserción de egobloggers de mo-da con los bolsillos llenos de ilusión y las pi-las cargadas.

Page 13: 2013 lucía muñoz molina descargable

20

Cuando acepté el trabajo sabía que no sería tarea fácil. Conocía el perfil, sabría manejar la situación: yo misma había esta-do metida hasta el cuello en ese infierno, pero luché y conseguí vencer la adicción a hacerme fotos con lo que llevaba puesto cada día para enseñárselas al mundo. Ahora tendría que ayudar a jóvenes egobloggers rebeldes colgadas de la fast fashion y el éxito fácil a ser miembros útiles (o al menos no tan inútiles, con eso me conformaba) para la nueva sociedad hermosa y ecuánime que los perroflautas estábamos construyendo con esmero.

Me habría gustado más que me tocara el noble oficio de amado líder supremo, para el que, por cierto, estaba sobradamente pre-parada, pero cuando llegué ya se lo había agenciado el joven y prometedor ex dipu-tado Roberto Monzón Carrascosa. Y to-das tan contentas, oiga, porque en un líder supremo lo de estar buenorro que te cagas siempre es un plus.

Page 14: 2013 lucía muñoz molina descargable

21

Mi tarea consistiría, con la ayuda de Marx, y siempre que estuvieran dispuestas a cooperar, en algo bien sencillo: formatear las cabezas de estas pobres chiquillas, some-tidas durante años a sofisticados mecanis-mos de lavado de cerebro por parte de las revistas de moda. Las quince camisetas que no deben faltar en tu armario esta temporada (o te convertirás en una marginada social). Joder, ¿quién puede resistirse?

Estas chavalillas habían sido acusadas de fomentar el consumismo desaforado entre sus lectoras, haciéndoles creer que no hay nada más guay que no repetir outfit jamás de los jamases, de ensalzar el capitalismo con esa manía tan tonta, pero tan dañina, de necesitar ropita nueva de manera regular, contribuyendo a la perpetuación del perver-so ciclo de las tendencias, sustento y base primordial del sistema capitalista de pro-ducción; acusadas asimismo de alta traición a la patria por hacer apología de la bollería extranjera chusca del tipo cupcake/macaron

Page 15: 2013 lucía muñoz molina descargable

22

en la columna derecha de sus blogs, junto a fotos de la encarnación de todos los pos-tulados del patriarcado: la relamida y archi-femenina actriz de los años sesenta Aubrey Clerkburn.

Yo tenía que conseguir, por las buenas o (muahahahah) por las malas, que mostraran sincero arrepentimiento por este alegre co-laboracionismo con el antiguo régimen.

Cada mañana, nada más entrar en el au-

la, me enfrento a sus caras largas y a sus pu-cheros por tener que vestir esos espantosos monos de color café como castigo a su delito de fashionismo, y ello me hace recordar de qué manera me divertía aterrorizando a mis amigas bloggers durante los últimos coleta-zos del antiguo régimen con el espectro que se cernía sobre Europa:

–Un espectro se cierne sobre Europa: el espectro del comunismo. ¿No os suena esta cita?

Page 16: 2013 lucía muñoz molina descargable

23

–¿El espectro del consumismo? –pregun-tó una de ellas con asombro a la par que con ilusión–. Bua, pues genial.

–Cuando vengan los bolcheviques nos harán vestir a todas, sí, sí, a vosotras tam-bién, con un uniforme de color café, ¡con lo mal que nos queda a las mediterráneas! – in-sistí–. Je, je, je.

–Los bolcheviques no van a venir, todo se va a arreglar. Saldremos de esta, pero nunca podremos volver a vivir por encima de nues-tras posibilidades, como cuando gobernaba el de la ceja, ese al que votasteis los de tu cuerda y que dejó una herencia envenenada –me respondió la misma amiga, con cara de oler mierda y acento pijo ultraforzado.

Muchas veces me quedaba alucinada mi-rando esas fascinantes estructuras del dolor que llevaban puestas en los pies.

–No quiero ser cansina, pero no sé si sabéis que cuando vengan los bolchevi-ques prohibirán los tacones porque son

Page 17: 2013 lucía muñoz molina descargable

24

patriarcales y antirrevolucionarios, y os vais a tener que joder.

–Ay, tronca, cállate, en serio, que ya rayas, ¿eh?

No me equivocaba: pocos meses después de la caída del antiguo régimen, el diseñador de calzado femenino Pololo Biohnik fue lle-vado a juicio a instancias del Ministerio del Textil y condenado a probar en carne propia sus diseños. Dos días después, en rueda de prensa anunció que se disolvía y que entre-gaba los stilettos.

–Profeeee, vuelve, que se te ha ido el pan-chito –me gritó una de las alumnas desde la última fila–. Llevas como dos minutos au-sente…

–Ay, chicas, perdonadme, son estos mal-ditos flashbacks que sufrimos los veteranos de la Spanish Rebellion.

–¿Otra vez la alucinación del conseller Fe-lix Roig armado con un bazooka, repitiendo

Page 18: 2013 lucía muñoz molina descargable

25

una y otra vez que si te hubieras quedado en casa en lugar de salir a manifestarte no te ha-brían llovido porrazos?

–En efecto, maldito Síndrome de Estrés Postraumático.

Sería una maestra de gulag, pero me ha-cía de querer. Las alumnas me respetaban y hasta se preocupaban por mí. No ocurría lo mismo, por ejemplo, en la clase de al lado. Mi colega era una tipa bastante más dura que yo, bastante más entrada en carnes, con bastante menos paciencia y curtida en la lu-cha contra los abrigos de bebé foca en cien-tos de alfombras rojas. Aguerrida activista anti sandblasting, se encargaba de transmitir, por las buenas o (muahahaha) por las malas, los valores del decrecimiento a editoras de revistas femeninas, estilistas y publicistas, haciéndoles enfrentarse cara a cara con el daño irreversible que sus publicaciones ha-bían causado en generaciones y generacio-

Page 19: 2013 lucía muñoz molina descargable

26

nes de chicas. A menudo la oíamos gritar durante sus lecciones:

–Veamos, señoritinga Yanira Capellán, decía usted en el número de abril del 2010 de la revista Metropolitan que la celulitis se combate con cremas, bebiendo agua y ha-ciendo ejercicio. ¡¡ESO ES MENTIRA Y USTED LO SABÍA!! ¡¡LA CELULITIS NO SE QUITA CON NADA, OSTIA PUTA, ES UNA MALDI-TA CONDENA DE POR VIDA Y USTED A SA-BIENDAS DE ELLO MANTUVO COMO ANUN-CIANTE A CELUTILINE REDUCTOR EN SU REVISTA!! ¡¡USTED MINTIÓ A TODAS ESAS DESGRACIADAS!!

En ocasiones hasta teníamos que inte-rrumpir la lección por culpa de sus gritos, pero vamos, que no os asustéis mucho por-que os estoy hablando de que los gulags que nos montamos eran bastante light, nunca sobrepasamos el límite de los monos de co-lor café y alguna que otra novatada.

Los cansinos de las comisiones de res-peto y las facciones más perrofláuticas del

Page 20: 2013 lucía muñoz molina descargable

27

movimiento se encargaron bien de joder nuestra sed de venganza, obligándonos a fir-mar un coñazo de tratado mediante el cual nos comprometíamos a que nuestras únicas armas siguieran siendo unas inofensivas ma-nitas agitadas up in the air.

Booooring.

Page 21: 2013 lucía muñoz molina descargable

SEGUNDA PARTE

Page 22: 2013 lucía muñoz molina descargable

31

Quién nos iba a decir en mayo del 2011 que un par de años después acabaríamos derro-cando el sistema capitalista agitando esas mismas manitas inofensivas y tuisteando cómodamente desde nuestros sofás. Con disciplina y constancia, conseguimos que el 80% de los tuists versaran sobre política, pa-ra desesperación de beibibers, sextuisteras, y ciudadanos que necesitan informar cons-tantemente sobre lo que están comiendo.

La situación se tornó prácticamente in-sostenible días antes de la caída del antiguo régimen.

No era de recibo que petáramos los TT día sí, día también, con nuestros hashtags rei-vindicativos. Había que dejar espacio como fuera para los TT sobre fútbol y reality shows

Page 23: 2013 lucía muñoz molina descargable

32

de vergüenza ajena. Y así fue como el poder terminó por ceder.

–Está bien, tendréis la última palabra so-bre el nuevo sistema de producción, pero, por favor, devolvednos Tuister, es viernes, necesitamos comentar Súper Cani y se nos está agotando la paciencia –fueron las últi-mas palabras del último discurso que pro-nunció el tecnócrata Darío Magri como pre-sidente del gobierno de nuestra nación, días antes de la toma del Palacio de la Morcuera.

A esta implacable presión internáutica pronto se le unió la de la denominada gue-rrilla del engorde: cientos de miles de perro-flautas se prestaron voluntarios para dupli-car su peso, consiguiendo así desgastar a las fuerzas del orden, que se vieron desborda-das ante la perspectiva de tener que arrastrar por los pelos a ciudadanos de más de 100 kilos en desalojos de plazas tomadas.

En la que sería la última comparecencia de las fuerzas y cuerpos de seguridad del

Page 24: 2013 lucía muñoz molina descargable

33

Estado, un visiblemente afectado y exhausto jefe de policía declaró:

–Me rindo. A tomar por culo. Si quieren entrar en el congreso, adelante, pero no po-demos seguir cargando con detenidos fane-gas que visten camisetas XXXL de la Patrulla Z. Se nos hace muy cuesta arriba esta resis-tencia pasiva. Cuando los guarros estaban delgaditos era un placer arrastrarlos hasta los furgones entre patadas e insultos, pero ahora ha devenido en un auténtico calvario. Tengo a un 70% de los agentes de baja, con fuertes dolores de espalda, luxaciones, e in-cluso depresión. Esto no hay quien lo aguan-te. Hemos de reconocer la derrota.

–Lleva así de ausente todo el día –oigo a una de mis alumnas como si estuviera a veinte metros.

Recibo un bofetón en la cara. –¡Reacciona! –es el guardia que intenta

hacerme volver–. ¿Estás bien?

Page 25: 2013 lucía muñoz molina descargable

34

–Sí, sí estoy bien, lo que pasa es que de repente me vienen todos los recuerdos de la revolución como si de una novela se trata-se, y chico, es que se me va el panchito y me quedo traspuesta.

–Quizás necesite que la vea un médico.–Qué va, qué va, aquí no ha pasado nada,

vamos a seguir que estas lelas no se reedu-can solas. ¡A vuestros sitios! ¿De qué estába-mos hablando? Ah sí, de que sois unas lelas y unas frívolas inconscientes. ¿Sabéis qué? Yo también tuve en su día un blog de moda en el que escribía chorradas como pianos, yo también fui una descerebrada fashionista, pero poco a poco me fui cayendo de guindo, y me di de bruces con el sistema. Compren-dí cómo funcionaba el mundo y de qué ma-nera mis compritas sin cabeza repercutían negativamente en él. Y por eso, niñas, estoy aquí con vosotras, para demostraros que se puede salir, que hay vida más allá de esperar a que salga el Vague colecciones. Así que no tuve más remedio que poner mi bitácora al

Page 26: 2013 lucía muñoz molina descargable

35

servicio de la revolución, como hubiera he-cho cualquier patriota.

–¿Habéis oído hablar de lo que fue la en-criptación anticapitalista?

–Me abuuurroooo.–Brunilda, estás enfurruñada porque te

has quedado sin título nobiliario y ya no eres más que nadie. Entiendo que lo de tu familia ha sido explotar semejantes durante siglos, pero ahora tienes que aprender a ser respe-tuosa. Lo de que a uno de tus antepasados una furcia natatoria le diera una cimitarra de poco va a servirte a partir de ahora ¿se me entiende?

–Sí, señora –afirmó Brunilda con la bo-quita pequeña.

–Ah, por cierto, Melinda –me dirigí ha-cia su compañera de pupitre–, los guardias me han comentado que te sigues agachando para atarle los cordones a Brunilda. No me obliguéis a destruir vuestro tándem. Os ha-blaba de la encriptación, una de las tácticas

Page 27: 2013 lucía muñoz molina descargable

36

que utilizamos los guerrilleros antisistema en nuestro día a día para acabar con el ca-pitalismo.

–¿Qué significa «táctica», profe? –pre-guntó intrigada GenovevaStyle.

Cada pregunta sobre léxico, ortografía o datos culturales que yo creía básicos era una puñalada en el corazón.

Entre pagar las subidas de las tasas uni-versitarias y comprarse el bolso de Lluewe de la temporada, mis queridas alumnas ego-bloggers optaron por lo segundo. Algunas no acabaron ni la secundaria, pero, eso sí, se encargaron de buscar un marido empresario y ¡a vivir alegremente de la plusvalía que este obtenía explotando a sus congéneres! Otras directamente se vendieron a alguna multi-nacional del textil que les hacía un 20% de descuento en especie, y acabaron trabajando diez horas al día como dependientas en es-tablecimientos desquiciantes, de esos en los que suena bakalao del duro, más duro que

Page 28: 2013 lucía muñoz molina descargable

37

la pata perico a todo trapo, género musical que, por cierto, prohibió el nuevo Ministe-rio de Sanidad pocos meses después de la instauración del régimen postcapitalista.

–Déjame contarlo y lo entenderás –me armé de valor, y comencé mi relato–. Al igual que vosotras, e incomprensible e imperdo-nablemente, muchos de los aguerridos jóve-nes anticapitalistas que comenzaron la revo-lución de mayo no tenían ni guarra de que existiera semejante palabro.

»¿Sabéis qué? Te enseñan a arreglar do-bladillos con cinta de doble cara, te enseñan que cuando un elemento aparece en más de tres desfiles de una misma fashion week se convertirá en tendencia, te enseñan a combi-nar tejidos y colores, pero nadie en un máster de estilismo e imagen personal te prepara pa-ra epatar con tu modelito en la presentación de un libro de Pubescentes Sin Perspectivas.

»Llamadme paranoica, pero cuando iba a centros autogestionados o a conciertos de

Page 29: 2013 lucía muñoz molina descargable

38

vallekanish punk me daba la impresión de que los libertarios sabían que me depilo. Es que juraría que hasta lo olían los cabrones. Sé que en el fondo esto es una tontería si-milar a la paranoia de irte de casa de un tío por la mañana y pensar que todo el mundo te mira porque saben que has follado.

»Pues bien, estoy convencida de que es-tos señores con mallas eran capaces de de-tectar moléculas burguesas a kilómetros. La gente como yo llevábamos el terror a tener que usar unos retretes de edificio okupado escrito en la frente. Y los okupas nos despre-ciaban por ello, porque ellos no le temen a nada: ni a las habitaciones apuntaladas, ni a los muros ruinosos que hacen crack-crack, ni mucho menos al frío.

»Cuando llegamos a la escuela popular del barrio de la Bonanza, me alucinó lo bien conservado que estaba el edificio de la aso-ciación vecinal, un viejo colegio abandona-do. La presentación del libro tendría lugar en la biblioteca, llena de volúmenes donados

Page 30: 2013 lucía muñoz molina descargable

39

por los vecinos. Nada más llegar tomamos asiento. Las sillas estaban colocadas de for-ma circular, en plan Alcohólicos Anónimos, para que todos pudiésemos vernos los care-tos. Había muy poca gente, apenas éramos seis o siete personas. Me quité el abrigo y lo dejé en el respaldo de la silla. Al poco rato comencé a sentir un frío de cojones. Me gi-ré con la intención de rescatar el abrigo para ponérmelo sobre los hombros, y según me giraba empecé a emparanoiarme seriamen-te: «¿Cómo te vas a poner el abrigo? ¿Estás loca? Ese frío que sientes es superburgués. ¿Qué esperabas? ¿Que hubiera calefacción en un centro autogestionado? Anda que no eres pija. Vas a quedar fatal, vas a avergonzar a tus anfitriones, que no se pueden permi-tir el lujo de calentar una escuela que sacan adelante a costa de su tiempo libre. Tienes que hacerles creer que estás tope de a gusto. Y ojito con estirar las mangas del jersey para cubrirte las manos».

Page 31: 2013 lucía muñoz molina descargable

40

»No acerté en absoluto con el modelito, pero esa asamblea significó un punto de in-flexión en mi conciencia político-estética. A partir de aquel día, por fin comprendí que la revolución será con calentadores o no será, y que al centro social La Cigarrera se va con medias debajo de los pantalones sí o sí. Re-sultó que, al final, la espantosa y censurable moda cebolla tenía su causalidad.

»Mientras me concentraba en no temblar y en interiorizar mis nuevas convicciones, hicieron su aparición en la habitación tres portavoces de la plataforma Pubescentes Sin Perspectivas con sus hermosas camise-tas amarillas. «Madre mía cómo viene la ju-ventud», pensé. No os digo lo que les habría hecho a los yogurines porque es de muy mal gusto y además, muy probablemente esto lo esté leyendo mi novio, ¡hola churri! Se sen-taron, se presentaron y hablaron. Hablaron con fuerza, con convicción.

»Chicas, qué léxico, qué expresión cor-poral… si es que no hay nada más sepsy que

Page 32: 2013 lucía muñoz molina descargable

41

una organización político-juvenil, y estos chavales sin curro, sin casa y, ay, sin miedo, eran unos ladrones que se habían instalado en mi corazón sin contrato de arrendamien-to, no como esos ciudadanistas de Demo-cracia de una Vez Copón!, que eran todos unos relamidos de cagarse, sobre todo aquel grupito que se escindió allá por abril del 2012, capitaneados por Flavio Granada.

»Cuando hubieron acabado sus interven-ciones abrieron un turno de preguntas para los allí presentes. Al ver que nadie tenía nada que decir, y yo me moría por que reparasen en mi existencia, decidí romper el hielo:

»–Hola a todos. Bueno, quitando lo de la gilipollez esa del femenino plural, que parecéis tontas cada vez que os forzáis a vo-sotras mismas a utilizarlo, os tengo que dar mi enhorabuena por esta organización tan chuli que os habéis montado. Soy experta en marketing y comunicación, y de verdad que os doy un 10. Habéis creado un movi-miento sepsy, estáis buenos, sois jóvenes y

Page 33: 2013 lucía muñoz molina descargable

42

luchadores. Y todo ello es excitante y llama-tivo. No sé quién os lleva la comunicación, pero podéis trasladarle mis felicitaciones.

»Me miraron como si fuera el mismísimo asesino Raúl Mercado, y uno de ellos me sa-lió respondón:

»–Ya señora, ¿sabe qué pasa? Que es que nosotros somos anticapitalistas, y de eso del marketing, que es un invento del mal, suda-mos mazo –me reprochó uno de los chava-les que estaba de toma pan y moja, aunque le colgaran un par de rastas desde la nuca, que para mi gusto le sobraban un poco–. Nosotros no tenemos por qué vender nada ni cubrir nuestro movimiento de virutitas de chocolate para hacerlo atractivo.

»¿¿Perdona?? ¿Señora? Dios mío, lo sa-bía, tengo arrugas y estos chiquillos tan fo-llables se han dado cuenta de que soy una Mrs. Robinson, una vieja verde que les po-ne ojitos, es mi declive, ¿qué voy a hacer? Necesito bótox, o antidepresivos, o algo, ¡estoy gorda! ¡No! ¡No pienses!, recuerda

Page 34: 2013 lucía muñoz molina descargable

43

que pueden leer tu mente y por ende tus pa-triarcales y superficiales pensamientos, así que tranquila, recomponte y contesta a ese ingrato como se merece:

»–Ay, qué atrevida es la juventud, y qué valiente es la ignorancia. Listos, que sois unos listos, que os creéis que lo sabéis to-do, listos. A ver, listos, ¿habéis oído hablar de la encriptación anticapitalista, ¿eh, listos? ¿Cuando os llaman «perroflautas con iPut» cómo os defendéis?

»–P-p-pueees…»–P-p-pues que ni zorra idea, vamos, lo

que me temía, solo sabéis balbucear. Vamos a ver, chavales, lo que tienen los sistemas, como lo es el capitalismo, es que engloban todo, hasta el antisistemismo, y las únicas ar-mas con las que podemos defendernos son las que nos da el sistema, ¿right? Nuestro deber es encriptarnos, generar discurso en nuestros lugares de trabajo, en nuestros gru-pos de amigos… Y para ello tenemos que saber vender nuestro producto. Para que nos

Page 35: 2013 lucía muñoz molina descargable

44

entendamos: se cazan más moscas con pen-dientes de perlas que con dilataciones en las orejas. ¿El marketing es una herramienta del sistema? ¡Pues usémosla contra él, corcho! ¡Trollea, trollea!

»La multitud (de siete, sí, menos uno que se había ido porque llegaba tarde a la re-unión de su comunidad de vecinos) estalló en aplausos. Y yo me sentí la reina del cota-rro indignado, toda una diva del 15Ñ, de esas que estuvieron en la Plaza Menhir de Egipto y volvieron para contárnoslo, o ese señor con boina que estaba siempre en todos los saraos.

»–Impresionante discurso, interesante postura, pero cuéntanos eso de cómo defen-dernos de los que nos llaman «perroflautas con iPut», porque cada día es un infierno –el mosquetero más tímido de los tres inqui-rió intrigado, a la par que esperanzado.

»–Muy fácil. Cuando eres un encriptado formas parte de dos mundos. No puedes apartarte del sistema en el que vives por-que, como bien he dicho, este lo engloba

Page 36: 2013 lucía muñoz molina descargable

45

todo, y además, eres parte del otro mundo, del nuevo que intentas crear a través de tu lucha encriptada. Así que no sufras: no eres incoherente.

Al acabar de contar la anécdota me en-contré con dos tercios de la clase dormidos, y a GenovevaStyle con la boca abierta, mi-rándome con gran asombro.

–Qué asco, ¿no? Te ponen los tíos con los pies negros que tienen hurones como mas-cotas. Qué fuerte.

–¿Eso es todo lo que sacáis en claro? Pues en primer lugar permíteme que te diga que se nota que no has probado una polla revo-lucionaria en tu vida, maja.

»Y en segundo lugar, a lo que iba es a que ¡vosotras no os encriptasteis una mierda! Bueno, es que ni os oí protestar por absolu-tamente nada. Cuando estábamos en paro y nos cascaron una reforma laboral neo-feudalista, le dedicabais posts a vuestros bolsos nuevos. ¡TRES y hasta cuatro párrafos

Page 37: 2013 lucía muñoz molina descargable

46

alabando un trozo de cuero! Cuando se anunció la amnistía fiscal para grandes de-fraudadores vosotras seguisteis erre que erre con el cinturón que no debe faltar en tu ar-mario esta temporada, en tres colores, TRES. ¿Para qué queríais tantos cinturones, leñe, si con un cable o una soga os habría bastado y sobrado? Los únicos ideales que respetáis son aquellos que utilizáis como adjetivos para hablar de unas gafas de sol con las que una óptica provinciana os ha comprado un post patrocinado.

»Traicionasteis vuestra condición huma-na demostrando nula empatía, tuisteando cosas tan obscenas y cínicas como «necesito los nuevos botines de OvertheTopShop», cuando el país y el mundo entero se iban a la mierda, como si no fuera con vosotras, empeñadas en seguir consumiendo voraz-mente.

»Seguisteis mirando al suelo con ca-rita inocente, tocándoos el pelo mientras os fotografiaba un abnegado novio que se

Page 38: 2013 lucía muñoz molina descargable

47

preguntaba continuamente «¿por qué me dejaré mangonear de esta manera?». Sí, aho-ra lloráis, pero reíais cuando os vendisteis a multinacionales del mal como PASOS.com por un miserable free shipping. Os dejas-teis llevar por la enajenación colectiva que provocó el zapato más feo de la historia. La idea de poseer algún día unas botas Chita de Jeremy Candell os tenía tan obsesionadas que vendíais vuestra alma en cualquier sor-teo. Las Chita, permitidme que os diga, son ahora consideradas contrarrevolucionarias y dañinas.

–¿Dónde… –titubea Melinda, aterrori-zada– …dónde están nuestras Chita ahora? ¿Po-podremos verlas y abrazarlas pronto?

–Por supuesto que sí –contesto sonrien-do con malicia –¡GUARDIA, LA CARRETILLA!

A los guardias del gulag les gritábamos y tratábamos fatal porque era un cuerpo formado por personas que habían sido muy, muy perversas en su vida anterior:

Page 39: 2013 lucía muñoz molina descargable

48

especuladores financieros, ministros de cul-tura, yernos de rey, etc...

El guardia José Iván Wort apareció con una carretilla hasta los topes de botas feas y horrorosas que otrora habían sido el objeto de deseo de estas pobres niñas.

–P-pero, ¿qué has hecho con nuestras bo-tas, desgraciá?

–Yo nada, pero vosotras las vais a destro-zar con estos mazos. Este ejercicio se llama «catarsis consumista», ya veréis que bien vais a dormir esta noche en vuestros duros catres de gulag. Y la que se niegue, va directa a la celda de aislamiento, donde será atada de pies y manos y expuesta sin escapatoria a vídeos y vídeos de sesiones de control al gobierno.

Algunas de las chicas intentan saltar por las ventanas, otras arrancarse los dedos a bo-caos para no tener con qué agarrar los ma-zos, y otras sacarse los ojos para no tener que visionar las sesiones de control al gobierno.

Page 40: 2013 lucía muñoz molina descargable

49

Sin embargo, la valiente GenovevaStyle so-bresale entre el resto, y poniéndose en pie con aire gallardo exclama:

–DE ACUERDO, VENGA AQUÍ ESE MAZO, ACABEMOS CUANTO ANTES CON ESTO.

–Ah, y por cierto –interrumpo el arran-que de GenovevaStyle–, cuando acabéis con el calzado, cogéis el cuchillo y el tenedor y os coméis estos deliciosos jerséis navajos de Morango con los que nos disteis el coña-zo en la primavera-verano del 2012. Y que no quede ni un hilo en el plato ¿está claro u os hago un croquis?

A veces me sabe mal tener que ponerme tan dura. Yo nunca quise ser violenta, lo ju-ro, pero los acontecimientos me llevaron por otros derroteros.

Page 41: 2013 lucía muñoz molina descargable

TERCERA PARTE

Page 42: 2013 lucía muñoz molina descargable

53

La mal llamada Spanish Rebellion me pilló haciendo un curso de comunicación de mo-da en la prestigiosa escuela DIE.

Cuando eres medianamente reivindicati-va y socialmente comprometida y estudias en una escuela de moda carísima y tela de hipster, parece como si todo el mundo se creyera con derecho a pedirte explicaciones. Según creo entender, se espera que, para ser coherentes con nuestros principios, las per-sonas de izquierdas hemos de ir en taparra-bos por la vida.

Si algo nos enseñó la opinión pública de la España de los 2010 es que si eres defensor de un estado del Bienestar de todos y para todos, has de renunciar a una serie de privi-legios como son, por ejemplo, comerte una

Page 43: 2013 lucía muñoz molina descargable

54

tapita de gambas al ajillo de vez en cuando o tener un reloj de imitación.

Lo sé. Sé que no tendría que andar dando explicaciones a nadie de porqué una cosa no quita la otra, pero me cuesta trabajo renun-ciar a la ocasión de freír cerebros mediocres con el triste relato de mis desventuras como azafata de imagen. Trabajo que desempeñé durante casi tres años para poder pagarme los estudios, y para mantener a un novio que tenía por aquel entonces, un actor cana-diense veinte años mayor que yo; el típico piscis rarito con continuas depresiones que me sacaba la pasta con alegría.En un año me llegué a chupar hasta cinco congresos de urología con operaciones de cambio de sexo en vivo. Me contrataban como sustituta de otras chicas que tenían que salirse del audi-torio con náuseas. ¡Como si nunca hubieran visto un pene en carne viva! Blandas.

Cierto es que en mi escuela yo era de las pocas raras que se había costeado la forma-ción íntegramente con el sudor de mi frente,

Page 44: 2013 lucía muñoz molina descargable

55

y me sentía superorgullosa y superobrera cuando me comparaba con mis compañeras de pupitre.

Hasta me permitía dar lecciones de la vi-da de vez en cuando. Al fin y al cabo, en tres años soportando humillaciones en congre-sos varios, ¿me había ganado el derecho, sí o no?

En el mundillo era conocida como «la superazafata sindicalista» porque, entre pa-raguas y paraguas que repartíamos a los ju-bilados trotaferias, trataba de convencerlas para ver si quemábamos alguna ETT.

–Guapa, ¿me das un caramelito? Es pal nieto –preguntaban los viejecillos mientras depositaban todo el contenido de los boles de chuches de propaganda en sus sacas de trotaferias, antes incluso de que les hubieras dado una respuesta afirmativa.

–Claro que sí, señor, usted no se corte, hombre –contestaba yo con una sonrisa en la boca–. Como te decía, Maripi, he leído en

Page 45: 2013 lucía muñoz molina descargable

56

los estatutos que tenemos derecho a sentar-nos cinco minutos de cada hora, y que los tacones obligatorios van en contra de la le-gislación laboral. Tenemos que sindicarnos para tener el derecho de darle un cachete al comercial putero que te insinúa que irte lue-go al hotel con él es lo normal.

–Y ¿me das una de esas navajas de propa-ganda? Pal nieto también.

–Pal nieto los cojones, que se cree usted que la policía es tonta.

En la escuela proseguí con la labor evan-gelizadora que había iniciado en mi etapa de precaria trabajadora de ETT. Gracias a la lec-tura de la activista antimarcas Nimue Klei-mt me convertí en el terror de los profeso-res. A veces me levantaba de la silla en mitad de la clase, gritaba «¡EL MARKETING ES EL MAL!» y salía por la puerta muy dignamen-te, haciendo reverencias con un sombrero imaginario en la mano.

Page 46: 2013 lucía muñoz molina descargable

57

Hacía sonrojarse a los prestigiosos confe-renciantes que venían con el cuento de las firmas, el lujo, la personalidad de una marca, la confianza y la tradición, cuando les pre-guntaba por los suicidios de trabajadores en sus fábricas deslocalizadas.

–No, no son nuestras fábricas, son sub-contratas –me contestó uno de ellos en una ocasión, tratando de quitarse el muerto de encima. Toma, experto en marketing y co-municación, hay que joderse.

Si de casa ya venía radical, el DIE me con-virtió en una increíble Hulk, que reaccio-naba iracundamente ante cualquier atisbo de soplapollez cool. Y, créanme, la tontería campaba a sus anchas en este nido de inten-tos de coolhunter. Mi remanso de paz, mi sanatorio mental, lo hallaba en las clases de historia del arte.

–¿Por qué tenemos que estudiar historia del arte si esto es un curso de comunicación

Page 47: 2013 lucía muñoz molina descargable

58

de moda? –se preguntaban algunas de mis compañeras. Y con eso creo que lo digo todo.

Teníamos un profesor adorable que enci-ma me reía las gracias, me daba bola y aplau-día mis ocurrencias con fervor. Muchas ve-ces me saltaba parte de la clase anterior y me refugiaba en su aula media hora antes de lo que tocaba.

–¿Y el resto del grupo? –me preguntaba sorprendido de verme allí sola tan pronto.

–Na, están escuchando a un tipejo que es director de arte de no sé qué y lleva más de media hora contando anécdotas sobre su amistad con el gordófobo diseñador Klaus Lügerfeld. Por mi salud mental he deter-minado que me encontraría mucho más en paz aquí.

Él sonreía como diciéndome «no sabes cuánto te comprendo». Un día, qué pena más grande, le echaron como a un perrete, me quedé sola con mi inteligencia, y en su lugar nos cascaron a una historiadora del arte con unas pintas del barrio de Bañapiés

Page 48: 2013 lucía muñoz molina descargable

59

chic que tiraban patrás. Muy maja, eso sí, que todo hay que decirlo.

Éramos 17 chicas en el máster, todo un miniequipo de cachondas multiculti, por-que de verdad que estábamos todas buenas, aunque en realidad no, pero ya conocéis el efecto manada. La más joven, que aún no contaba con la mayoría de edad, era una irlandesa criada en Suiza. Su padre era un magnate de la industria del licor, y vivían en una conocida urbanización de nuevos ricos chuscos a las afueras de Madrid. Era una pobre niña con llave, pero, joder, ¡no veas qué casoplón abría la llave! Cuando nos di-plomamos se «independizó» y se marchó a estudiar diseño a Milán. Su primer status en las redes sociales desde su nueva vida (I miss my maid so badly) fue la señal divina que es-peraba para expulsarla definitivamente de mi vida en forma de unfriend, el yanoteajun-to de la era digital. Esta chica se convirtió así en la primera de la lista en el programa re-

Page 49: 2013 lucía muñoz molina descargable

60

cién creado por mí misma: ¡deshágase cada día de un amigo burgués!

La más talludita era una treintañera sin-gle and fabulous de manual, y hacía un poco las veces de la mamá de todas, porque sabía lo que era buscarse las habichuelas, ya que había emigrado desde Brasil hacía un tiem-pete. Era una virgo cojoneramente perfec-cionista (¡sorpresa!) y tenía la cabeza en su sitio. Bueno, y las tetas. Las tetas también.

Luego tenía otra compañera que aparecía cada día con un brand new modelito made in Imitex (sí, esa voraz multinacional que cam-biaba los escaparates cada quince días, y que afortunadamente fue nacionalizada por la junta revolucionaria) a la que le preocupaba, y de qué manera, la tala indiscriminada de bosques. Una cachonda que se dice.

Un día, Amelie, la de historia del arte, preparó una visita cultural al Museo y Cen-tro de Arte Moderno Infanta Mencía fuera del horario de clase. Acudimos dos.

Page 50: 2013 lucía muñoz molina descargable

61

Otro día Mopy, el profesor de coolhun-terismo, organizó una visita a la recién in-augurada flagship store de Matt Jakesob en Madrid. No solo acudieron las 17, sino al-guna que otra amiga que se acopló al plan aprovechando que era «una visita guiada, y eso al fin y al cabo es un lujazo». Siempre es reconfortante llevar un profesor al lado cuando visitas una tienda, más que nada por si no hay un dependiente cerca al que pedir-le una talla menos del pantalón que te estás probando (una talla más nunca se pide, has-ta ahí podíamos llegar).

Te matriculas en una escuela hipster con la esperanza de hacer amigos coreanos con gorro beanie y remangados pitillos, y acabas rodeada de mientrasmecasos disfrazadas de sus madres.

–Bueno, niñas, veo que ya vais acabando con la tarea –el aula había quedado conver-tida en zona de guerra, con tacones, cordo-nes y cuero por todas partes–. Es hora de

Page 51: 2013 lucía muñoz molina descargable

62

una nueva reprimenda; abrid bien las orejas. Según leo en vuestros informes, os tenían explotaditas en agencias de comunicación como becarias, pero nos llamasteis de to-do a las que hicimos huelga defendiendo vuestros derechos laborales jugándonos el tipo. Ah, y «vagas», os permitisteis el lujo de llamarnos vagas. Si hubiera una selección nacional de pijerío y estupidez supina tened por seguro que os convocaría para todos los partidos.

»¿Recordáis el día en el que se anunció la amnistía fiscal para grandes defraudado-res? Pues bien, GenovevaStyle escribió en su cuenta de Tuister «@GenovevaStyle: Look Tie Dye, ¿os gusta? Votadme en Cu-tration http//t.co/H85iA» cinco o seis ve-ces. Cuando la policía del antiguo régimen acribilló a balazos de goma a una multitud pacífica, GenovevaStyle, nuevamente, nos abrió su corazón y nos dejó penetrar en los rincones más íntimos de su alma «@Ge-novevaStyle: esta temporada apuesta por el

Page 52: 2013 lucía muñoz molina descargable

63

flúor, ¡no te arrepentirás!». Que sí, que sí, que tengo aquí las capturas de pantalla.

–La profe tiene un iFad, qué fuerte, es una perroflauta con iFad, jiji. –ríe jocosa Melinda, mientras señala la pantalla de mi aparatito.

–Vaya, vaya, tenemos a una rebelde que no ha prestado atención a la historia de los encriptados –Melinda me mira con terror, yo sonrío malignamente mientras hago un gesto con la mano llamando al guardia–. Jo-sé Iván, llévese a esta a la sala de castigo, a ver si unas cuantas intervenciones del ex minis-tro de economía Asdrúbal Totoro consiguen que la próxima vez preste más atención.

»Ay, Melinda –suspiro mientras veo cómo se aleja pataleando arrastrada por el guardia–, que lo más inteligente que leí en tu blog el día en que el gobierno del antiguo ré-gimen anunció una subida del IVA al 38% fue la palabra «versátil» , aunque desgraciada-mente aplicada a una cazadora de motero…

Page 53: 2013 lucía muñoz molina descargable

64

»¿Y tú, María, del blog Mi Stylish Armario Empotrado? No has abierto la boca en todo el día.

–Yo, yo…–Sí, tú. Para ti también tengo. Mira este

tuist de mayo del 2011: «@armarioempo-tradostylish ¡Letizia Ortiz cambia de vesti-do por fin! #SpanishRebellion!» Juas, juas, eres muy graciosa. ¿Sabías que mientras te divertías estaban desahuciando a tu vecino? La única explicación que le encuentro a este hecho es que no andes muy fina de la cabe-za o de que tengas inhibido el lóbulo cen-tral de la empatía. Eso sí, seguro que luego no te perdías ni un solo evento benéfico de Chopperd, la prestigiosa firma de joyería. ¿Me equivoco? Espera que sigo: «@arma-rioempotradostylish Jana dello Checo para J&M, Can’t wait!»

–Basta, basta, ¡por favor! –suplica María.–Shh, CALLA, no empeores las cosas, que

seguro que encima le dabas al «Me gusta» en páginas de multinacionales en Facepoot

Page 54: 2013 lucía muñoz molina descargable

65

para conseguir un frapuccino gratis. No se me ocurre forma más indigna de prostitu-ción. Sois una auténtica vergüenza, desde el cariño, pero de verdad os lo digo. ¿Dónde estabais el 15 de mayo, eh? Seguro que ha-ciendo el cretino por el mundo, como si lo viera. Yo, en cambio, estaba comprándome unas zapatillas en unos chinos de esos que huelen a polvorín para poder ir a llevar pro-visiones a los atrincherados en Sol, como a Jesús en la cruz.

–¿Necesitabas calzado especial para la misión? –pregunta intrigada Genoveva-Style–. ¿Acaso no es eso consumismo?

–¿Podrías repetir eso que has dicho, her-mosa? –le ruego, mientras siento una lágri-ma resbalar por mi mejilla.

–Claro, es lo que tú nos enseñas, que no tenemos que correr a comprarnos un nuevo modelito para las ocasiones especiales. Lo mejor es reciclar ropa que tengas por casa, pedir algo prestado, intercambiarse ropa con las amigas, y tal.

Page 55: 2013 lucía muñoz molina descargable

66

–¡Alabado sea el gran Marx! –bramo mi-rando al cielo–, ¡aleluya hermanas! ¡Geno-vevaStyle está curada o es muy buena actriz!

–Sí, sí, pero no te desvíes del tema –me interrumpe GenovevaStyle–. Creo que nos debes una explicación de por qué te com-praste unas zapatillas en los chinos el día ce-ro de la revolución.

–Cosas de la vida moderna, querida–con-testo con serenidad–. Acuérdate de que de-jar calzado en casa del churri se consideraba invasión y amenaza a la independencia. Ya sabes, esa chufa de los noviazgos posmoder-nos a la que pusimos fin con el Ministerio de Relaciones Personales.

»Por seis euros me llevé unas Convert falsas azul marino con tara, que con el tiem-po acabarían convirtiéndose en todo un símbolo de mi revolución interior. Los ni-ños esclavos que las fabricaron comenzaron a aparecérseme en sueños, y desde entonces no volví a consumir trapitos que no proce-diesen de éticas swapping parties.

Page 56: 2013 lucía muñoz molina descargable

67

–Vamos, que eres la pringui que se queda con la ropa basura que sus amigas desechan –puntualiza Melinda con sorna.

–Pero, ¿y lo bien que duermo por las no-ches?, ¿eh? Eso no me lo quita nadie.

–¿Y tú? ¿Cómo viviste aquellos días, pro-fe? –GenovevaStyle muestra un extraño y repentino interés–. Y no, no me preguntes si estoy actuando. He visto la luz, quiero ser una buena marxiana y que tú ilumines mi camino.

–Ay, monería, qué alegría me das. El día 16 de mayo me olí que algo grande iba a suceder. ¡Y vaya si sucedió! Qué semanita aquella. Nunca había tenido la sensación de estar viviendo un momento realmente his-tórico.

»También es verdad que nos flipamos un poquillo llamándolo Spanish Rebellion, que a exagerados no nos gana nadie, aunque en nuestra defensa he de decir que después de tres días experimentando en la comuna cualquier cosa parecía posible.

Page 57: 2013 lucía muñoz molina descargable

68

»En algún momento llegué a pensar que estábamos cambiando las cosas radicalmen-te, que estábamos construyendo un nuevo orden. Tal cual. Y al final resultó que no me equivocaba. Cada vez que me acuerdo de aquellos que decían que con acampadas, huelgas y manifestaciones no se conseguía nada… cada vez que me acuerdo de ellos voy a hacerles una visita al campo de traba-jos forzados y les hago una pedorreta.

»Durante los cinco primeros días de vida de la criaturita acampadil viví por y para ella. No me quería perder ni un segundo de su existencia. Me la traían floja y pendulona las clases, y aprovechaba las de Photoshow para meterme en Tuister, a ver qué se contaban mis hermanos, los campistas:

Camping Sol @Campingsol Necesitamos papel higiénico #spanishrebellionBio: twitter oficial de la acampada

Page 58: 2013 lucía muñoz molina descargable

69

Nico Martín @vivaespaña1993 A ver si pasa el camión de la basura y limpia las acampadas de piojosos comunistas #spanishrebellionBio: devoto del Cristo de la Virgen, políticamente incorrecto y madridista hasta la muerte!!

LoVE AraAnTXItaaa xoxo! @aranchitaguapi Qué asco los putos vagos estos, buscaros un trabajo, guarroflautas! #spanishrebellionBio: Los sueños se hacen realidad, solo has de perseguirlos ;)

Camping Sol @Campingsol alguien tiene por ahí un cable UTP? Pasaros por la comisión de infraestructuras #spanish rebellion Bio: twitter oficial de la acampada

Page 59: 2013 lucía muñoz molina descargable

70

Javier Victoria @RenoirJavivi HA LLEGADO EL MOMENTO, LAS PLAZAS SON NUESTRAS! #spanishrebellionBio: profesor de secundaria, amante del arte e indignado. Soy 15Ñ

Camping Sol @Campingsol desde la comisión de alimentación nos comunican que se les ha acabado la leche de soja y las mandarinas libres de transgénicos #spanishrebellionBio: twitter oficial de la acampada

ANON 2.0 @anonym000us NOBODY EXPECTED THE #spanishrebellionBio: No perdonamos. Expect us

Diario Información Veraz @La_informacion_veraz Empresario dona 6 retretes móviles al Campingsol #spanishrebellion http://www.lainformacionveraz.com/empresario-retrete-camping-sol

Page 60: 2013 lucía muñoz molina descargable

71

Bio: Diario independiente de información en español.

Camping Sol @CampingsolNos acaban de donar 6 retretes portátiles. Parece que aún queda algo de esperanza en la humanidad! #spanishrebellionBio: twitter oficial de la acampada

Pepo Chávez @camaradaPepo @Campingsol: Sois unos putos vendidos al capital, el tío de los retretes solo quiere promocionarse #empresariobuenoempresariomuerto #spanishrebellionen respuesta a Camping SolBio: España mañana será republicana, y si es lista será comunista!

Camping Sol @Campingsol @camaradaPepo: la comisión de aceptación de regalos se reúne los jueves a las 18 en la Pza. de Montejos. Puedes unirte

Page 61: 2013 lucía muñoz molina descargable

72

si quieres hacer alguna propuesta, desde el Tuister no se toma ninguna decisión ;) #spanishrebel lionen respuesta a Pepo ChávezBio: twitter oficial de la acampada

»–Qué, Lucía, ¿te apañas con la herra-mienta de lazo magnético?

»Juanpe, el profe de diseño gráfico me sacó bruscamente de mis ensoñaciones de comunas hippies con váteres festivaleros, de unión y amor hacia el prójimo, y de fachas nazarenos a los que acabaríamos trayendo al lado oscuro de la indignación gracias a nuestra inquebrantable fe en la inclusividad del movimiento, en la que cabíamos todos sin mayor problema: anarcocapitalistas, co-munistas, libertarios, veganos de nivel 5, la falange auténtica, socialdemócratas y hasta (sí, os sonará aterrador) votantes de Unión Progreso y Demagogia.

»–Huy sí, profe, mira qué bien enlazado magnéticamente lo tengo todo ya.

Page 62: 2013 lucía muñoz molina descargable

73

»–Estabas mirando Tuister.»–Nu.»–Sí, que lo he visto, mentirosa. Entien-

do que estamos todos muy emocionados por lo de las acampadas y tal, pero cuando estás en clase deberías concentrarte.

»–¿Concentrarme en qué? –dije ponién-dome de pie–. A escasos metros de esta escuela elitista para fresas se está creando el nuevo orden mundial, y yo estoy aquí, haciendo el canelo con el lazo magnético, que de poco me servirá cuando vengan los bolcheviques y trabaje en un huerto urbano recogiendo alcachofas, y encima existiendo la herramienta varita mágica, lo tuyo roza el sadismo, ¿eh, Juanpe?

»–Acaba de recortar la foto de Starlette Jo-henson y puedes marcharte a ver a tus cama-radas –miró a la pantalla de mi ordenador–. No te olvides de llevarles unos rollos de papel higiénico. Doble capa, no me seas cutre.

–Si tengo que recortar la turgente silue-ta de Starlette Johenson sin usar la varita

Page 63: 2013 lucía muñoz molina descargable

74

mágica llegaré a Sol cuando ya hayan esco-gido a un líder supremo, vaya chufa, Juanpe, vaya chufa.

»–Está bieeeen, vete ya.»–¿Podemush ir nosutrash a ver o parti-

du? –preguntó una de las brasileñas.»–Nop –contestó Juanpe con firmeza.»–¿Por qué no? –protestó–. Lucía se va

a…»–Lucía se va a cambiar el mundo por

todos nosotros, no me seas frívola, Anabe-la. Cuando acabes de retocar los muslos de Chiyoncé, te vas a ver el partido.

»–Oh, genial, entonces no llegaré hasta la prórroga.

»Durante la acampada me uní a la Comi-sión de Limpieza, quizás porque era la única en la que no era necesario un constante con-senso cansino para llevar a cabo cualquier pequeña acción. Supuse que me evitaría si-tuaciones de este rollo:

Page 64: 2013 lucía muñoz molina descargable

75

»–¿Recogemos esa lata? ¿Hay consenso? Un momento, ahí hay un matiz, habla, com-pañera.

»–Es que es una lata de Coca-Mola, un refresco imperialista, entonces quizás sería bueno y conveniente que sometiéramos a consenso la redacción de un manifiesto en el que condenemos las multinacionales antes de agacharnos a recogerla. ¿Hay consenso?

»Una noche de acampada, mientras pa-seaba con mi bolsa de basura perfumada en-tre corrillos de indignados me topé con uno de esos ex con los que en la última situación en la que te gustaría encontrarte es limpian-do una plaza pública y de gratis.

»Cinco kilos perdí en una semana, ¿cómo os quedáis? Mis amigas pijas, encantadas, se vinieron todas a dejar la plaza como una pa-tena como parte de su operación triquini.

»Cuando desmontamos aquel chirin-guito la fiesta asamblearia continuó en los barrios. Ya no molaba tanto porque no

Page 65: 2013 lucía muñoz molina descargable

76

escandalizábamos con la misma fuerza, pero también tenía su punto.

»En esta ocasión la agraciada de contar con mi presencia y ayuda fue la Comisión de Comunicación, por motivos que a estas alturas os debieran parecer ya obvios. Deci-dí poner mi pico de oro al servicio del pun-to de información del 15Ñ en el Barrio de la Pilastra, de población mayoritariamente fachuza, pero con gran tradición de asocia-ciones y lucha vecinal.

»Obsesionada con la inclusividad, estaba dispuesta a todo para convencer a las seño-ras de mi barrio de que ellas también eran indignadas, con tan mala suerte que un día antes de establecer el punto informativo, al-gunos participantes del 15Ñ la habían liado parda en otra ciudad y la imagen del movi-miento quedó a la altura de los escupitajos que habían lanzado a algunos politicuchos a la salida de no sé qué pleno.

»Teníamos que condenar esa violen-cia de cara a las señoras de mi barrio que

Page 66: 2013 lucía muñoz molina descargable

77

deseábamos incorporar a la secta de la in-dignación, aunque por dentro nos estuvié-ramos riendo (jijiji, ¡toma lardooo, diputa-do!), así que redactamos un comunicado irrisoriamente blando y casi cristiano en el que renegábamos de cualquier compañero esputante.

»Qué vergüenza dar de lado así a una compa. Todo sea por la imagen pública.

»A mí, que me había puesto pendientes de perla para camelarme a las maris del ba-rrio, me pusieron (no me preguntéis quién porque aquello era horizontal) a repartir las octavillas del comunicado antilardos con un perroflauta de manual, pero de los de ver-dad, no de los que van vestidos de puesto de hippies de intercambiador de autobuses; además entradito en años.

»Y allí nos hallábamos los dos, como la extraña pareja, con un taco de panfletos pa-ra repartir enfrente del mercado. Cuando ya llevábamos un rato allí a pie firme y ninguna señora se dignaba a coger la puta octavilla,

Page 67: 2013 lucía muñoz molina descargable

78

me armé de valor para hablar con mi com-pañero:

»–Yo creo que deberíamos montar una comisión de estética personal, para que la opinión pública nos tome más en serio, ¿no? –le comenté al desaseado libertario.

»–Pero tía, ¿qué me eshhstas contando, jolega?

»–Que no es de recibo que yo me plante aquí supermaqueada y que tú dificultes mi labor evangélica con tus pintas de gualtrapa. Predicamos la no-violencia y tú no paras de atacar visualmente a la peña con tus pintas.

»–Jo, tronca, qué mal te enrollas, ¿que no?

* * *

–Señora, ya es casi la hora –la celadora me avisa de que el lavado de cerebro del día de hoy está llegando a su fin– tengo que fregar.

Page 68: 2013 lucía muñoz molina descargable

79

–¡Madre mía, cómo pasa el tiempo cuan-do me pongo a hablar de la revolución! Ni-ñas, ya habéis oído, mañana más. El guardia José Iván os espera fuera para devolveros a vuestras celdas. Como hoy os habéis porta-do muy bien le he pedido que os deje mirar catálogos antiguos del Hiperchon, alparga-tas caballero 3x1, antes de dormir.

»Ay, doña Pristina Maruentes –suspiro mientras le doy una palmadita en la espalda a la celadora–, ¿a que se está mucho más en paz con una misma trabajando con la mopa que mandando aporrear chavales inocentes? Por cierto, acabo de caer en que «Maruen-tes» rima con «inocentes», ¡qué ironía! ¿verdad?

–Sí, señora –contesta con amargura se-cándose el sudor de la frente.

Page 69: 2013 lucía muñoz molina descargable

Lucía Muñoz Molina (Madrid, 1985) es licenciada en filosofía y se dedica a la so-ciología de la indumentaria ideológica y los procesos revolucionarios (disciplina in-ventada por ella misma) de forma amateur. Monstruo audiovisual, ha trabajado en al-gunos programas sobre moda en televisión. También ha sido empresaria, pero no de las que explotan a sus semejantes, sino de las que pagan la cuota de autónomos religio-samente sin perspectiva alguna de obtener ingresos. Actualmente está volcada en su blog Filósofa Frívola, donde, además de reír-se de absolutamente todo, analiza con gran tino las tendencias del mundillo subversivo y contestatario.

Page 70: 2013 lucía muñoz molina descargable

Este libro se terminó de imprimir un día de verano de 2012 en

los talleres gráficos deColornet, Gràcia,

Barcelona

«La sociedad nos trató como mierda y ahora les vamos a dar por el culo. El mundo está dominado

por niños bonitos hijos de papá. Dios, ¡basta ya de mierdas light! Basta ya de colonias, de anuncios de coches, de aguas minerales... Solo quedamos nosotros, amigos,

todo el mundo es tonto o moderno.»

Ramón Yarritu

www.honolulubooks.tumblr.com

Page 71: 2013 lucía muñoz molina descargable

Otros títulos:

Colección BlogexploitationMari Klinski Ainhoa Rebolledo

Colección Lavorare StancaE-mails para Roland Emmerich Sergi de Diego Mas