2013 11 semana de la familia dos
-
Upload
familiascadiz -
Category
Documents
-
view
51 -
download
0
Transcript of 2013 11 semana de la familia dos
Oración Semana de la familia
Reunidos en el nombre del Señor
Reunidos en el nombre del Señor,
que nos ha congregado ante su altar,
*celebremos el misterio de la fe
bajo el signo del amor y la unidad.
(Bis)
Tu Señor das sentido a nuestra
vida
tu presencia nos ayuda a caminar
tu palabra es fuente de agua viva
que nosotros sedientos a tu mesa
venimos a buscar.
Como el Padre me amó
Como el Padre me amó,
Yo os he amado.
Permaneced en mi Amor,
permaneced en mi Amor.
Si guardáis mis palabras
y como hermanos os amáis
compartiréis con alegría
el don de la fraternidad.
Si os ponéis en camino
sirviendo siempre a la verdad,
fruto daréis en abundancia,
mi amor se manifestará.
No veréis amor tan grande
como aquel que os mostré.
Yo doy la vida por vosotros,
amaos como yo os amé.
Si hacéis lo que os mando
y os queréis de corazón,
compartiréis mi pleno gozo
de amar como Él me amó.
Exposición del Santísimo
No adoréis a nadie
No adoréis a nadie, a nadie más que a Él.
No adoréis a nadie, a nadie más que a Él.
No adoréis a nadie, a nadie más,
no adoréis a nadie, a nadie más.
No adoréis a nadie, a nadie más que a Él.
No busquéis a nadie...
No pongáis los ojos en nadie...
Del libro del Géneseis (2, 20-24)
El hombre puso nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros del cielo
y a las bestias del campo; pero no encontraba ninguno como él que lo ayudase.
Entonces el Señor Dios dejó caer sobre el hombre un letargo, y el hombre se
durmió. Le sacó una costilla y le cerró el sitio con carne. Y el Señor Dios trabajó
la costilla que le había sacado al hombre, haciendo una mujer, y se la presentó al
hombre. El hombre dijo: «Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi
carne.» Su nombre será Mujer, porque ha salido del hombre. Por eso
abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los
dos una sola carne.
Sólo hay una cosa importante
Sólo hay una cosa importante,
sólo hay una cosa mejor:
conocer el Amor y el Amante,
conocer al que te conoció.
Sólo hay una cosa importante,
sólo hay una cosa mejor:
al final contemplar su semblante
y escuchar al oído su voz.
Sólo hay una cosa importante:
escuchar la palabra de Dios;
caminar porque Él va delante
y llevar esa cruz que Él llevó.
Sólo hay una cosa importante
y es buscar siempre el Reino de Dios;
lo demás se nos da por sobrante;
todo es gracia de Él, todo es don;
todo es gracia de Él, todo es don.
De la homilía de Benedicto XVI en el VII Encuentro
Mundial de las Familias en Milán, 2012
El proyecto de Dios sobre la pareja humana encuentra su plenitud en
Jesucristo, que elevó el matrimonio a sacramento. Queridos esposos, Cristo, con
un don especial del Espíritu Santo, os hace partícipes de su amor esponsal,
haciéndoos signo de su amor por la Iglesia: un amor fiel y total. Si, con la fuerza
que viene de la gracia del sacramento, sabéis acoger este don, renovando cada
día, con fe, vuestro «sí», también vuestra familia vivirá del amor de Dios, según
el modelo de la Sagrada Familia de Nazaret.
Queridas familias, pedid con frecuencia en la oración la ayuda de la Virgen
María y de san José, para que os enseñen a acoger el amor de Dios como ellos
lo acogieron. Vuestra vocación no es fácil de vivir, especialmente hoy, pero el
amor es una realidad maravillosa, es la única fuerza que puede verdaderamente
transformar el cosmos, el mundo. Ante vosotros está el testimonio de tantas
familias, que señalan los caminos para crecer en el amor: mantener una relación
constante con Dios y participar en la vida eclesial, cultivar el diálogo, respetar el
punto de vista del otro, estar dispuestos a servir, tener paciencia con los defectos
de los demás, saber perdonar y pedir perdón, superar con inteligencia y
humildad los posibles conflictos, acordar las orientaciones educativas, estar
abiertos a las demás familias, atentos con los pobres, responsables en la
sociedad civil. Todos estos elementos construyen la familia. Vividlos con
valentía, con la seguridad de que en la medida en que viváis el amor recíproco y
hacia todos, con la ayuda de la gracia divina, os convertiréis en evangelio vivo,
una verdadera Iglesia doméstica (cf. Exh. ap. Familiaris consortio, 49).
Quisiera dirigir unas palabras también a los fieles que, aun compartiendo las
enseñanzas de la Iglesia sobre la familia, están marcados por las experiencias
dolorosas del fracaso y la separación. Sabed que el Papa y la Iglesia os
sostienen en vuestra dificultad. Os animo a permanecer unidos a vuestras
comunidades, al mismo tiempo que espero que las diócesis pongan en marcha
adecuadas iniciativas de acogida y cercanía.
Hay un Corazón que mana
Hay un corazón que mana, que
palpita en el Sagrario,
un Corazón solitario que se
alimenta de amor.
Es un Corazón paciente es un
Corazón amigo
el que habita en el olvido el
Corazón de tu Dios.
Es un Corazón que ama un
Corazón que perdona
que te conoce y que toma de tu
vida lo peor.
Que comenzó esta tarea una
tarde en el Calvario,
y que ahora desde el Sagrario
tan sólo quiere tu amor.
Decid a todos que vengan a la
fuente de la vida
que hay una historia escondida
dentro de ese Corazón.
Decidles que hay esperanza que
todo tiene un sentido
que Jesucristo está vivo,
decidles que existe Dios.
Es el Corazón que llora
en la casa de Betania
el Corazón que acompaña
a los dos de Emaús.
Es el Corazón que al joven rico
amó con la mirada
el que a Pedro perdonaba
después de su negación
Es el Corazón en lucha
del huerto de los olivos
que amando a sus enemigos
hizo creer al ladrón.
Es el Corazón que salva
por su fe a quien se le acerca
que mostró su herida abierta
al apóstol que dudó.
Oración de BXVI por la familia
Oh, Dios, que en la Sagrada
Familia
nos dejaste un modelo perfecto
de vida familiar vivida en la fe
y la obediencia a tu voluntad.
Ayúdanos a ser ejemplo de fe y
mor a tus mandamientos.
Socórrenos en nuestra misión
de transmitir la fe a nuestros hijos.
Abre su corazón para que
crezca en ellos la semilla de la fe
que recibieron en el bautismo.
Fortalece la fe de nuestros jóvenes,
para que crezcan
en el conocimiento de Jesús.
Aumenta el amor y la fidelidad
en todos los matrimonios,
especialmente aquellos que pasan
por momentos de sufrimiento o
dificultad.
Unidos a José y María,
te lo pedimos por Jesucristo tu Hijo,
nuestro Señor. Amén.
Majestad
Majestad, adora a su Majestad. A Jesús,
sea honra gloria y poder.
Majestad, reino y autoridad. Luz y esplendor,
manda a su pueblo. ¡A Él cantad!
Aclamad y proclamad el nombre de Cristo.
Magnificad, glorificad, a Cristo el Rey.
Majestad, adora a su Majestad.
Cristo murió, resucitó y de reyes es Rey.
Salve Regina
Salve, Regina, Mater misericordiæ, vita, dulcedo, et spes nostra, salve.
ad te clamamus exsules filii Hevæ, ad te suspiramus, gementes et
flentes
in hac lacrimarum valle.
Eia, ergo, advocata nostra, illos tuos misericordes oculos ad nos converte;
et Iesum, benedictum fructum ventris tui,
nobis post hoc exsilium ostende.
O clemens, O pia, O dulcis Virgo Maria