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NORT

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NORT

Publicación bimestral del Frente

de Afirmación Hispanista, A. C.Lago Ginebra No, 47 C, México 17D. F. Tel . : 45-37-17. Registradacomo correspondencia de 2a. claseen la Administración de CorreosNo. 1 de México, D. F., el día 14de junio de 1963.

Fundador : Alfonso Camín Meana,

¿ Es Pirata ... Su impresor?

MIEMBRO DE LA CÁMARA NACIONAL

DE LA INDUSTRIA EDITORIAL.

DIRECTOR

Fredo Arias de la Canal . L. A. E.

GERENTE

Ricardo Arrioja Cortés

ASESOR CULTURAL

Leopoldo de Samaniego

COORDINACION

Daniel García Caballero

JEFE DE REDACCION

Jorge Silva Izazaga

DISEÑO GRAFICO

Ernesto Lehfeld Miller

SECCION POETICA

Juan Cervera

No deje que naveguen sus pedidos

téngalos oportunamente , bién hechos y a buen precio.

EN OFFSET:Revistas , Catálogos , Folletos , Displays , Grabados en acero y toda clase depapelería en gral.

Impresos Reforma, S. A.Dr. Lucio No. 139-178-67-18 y 78-81-85

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PRENASA

COLABORADORES : VíctorMaicas, José Maqueda Alcaide,Emilio Marín Pérez , Miguel Ma-lo Zozaya, Albino Suárez, Ma.de la Luz García Alonso , ClaudioBorja, Diego León de Masapolo,Jerónimo Gaiipienzu, Manuel T.de Samaniego . Berenice Garmen-dia, René Rebetez . Juan López.

}'OTOGRAFIA: Angel Garmen-dia Manís.

El contenido de cada artículo publi-cado en esta revista , es de la exclu-siva responsabilidad de su firmante.

Impresa y encuadernada en los talleresde IMPRESOS REFORMA, S A., Dr.Lucio 139, Tel . 78-67-48 México 7,

D. F.

NORTETERCERA EPOCA H E\ ISTA IIISNANO-AMENICAN A NUM. 232

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CARTAS DE LA COMUNIDAD ....... .......... ................. 6

EDITORIAL ....................................................... 9

DON QUIJOTE .................................... Giovanni Papini 10

LIBRO AMENO ........ ........................................... 15

LA X QUE LOS MEXICANOS PRONUNCIAMOS COMO J. Fredo Ariasde la Canal ................................................ ..... .. 16

ELOGIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA .............................. 18

A LA MESA DIRECTIVA DEL FAH . .................. José Calatayud 19

ENTREGA DE LA MEDALLA DE ORO "JOSE VASCONCELOS" ASALVADOR DE MADARIAGA ......... ......... ... 20

BIOGRAFIA DE SALVADOR DE MADARIAGA ............ ......... 22

CARTA DE HERNAN CORTES ..................... .............. 24

LOS MOTIVOS POETICOS EN CESAR VALLEJO .... ... . Lucía Fox 27

AMENA CHARLA CON RUFINO TAMAYO 31

EN EL QUINTO CENTENARIO DEL MATRIMONIO DE LOS REYESCATOLICOS ................................................... 40

LA BELLEZA ...................................................... 43

MIEDO A LA VIDA O A LA MUERTE .......... . Providencia Kardek 47

JOSE MARIA PEMAN: POETA ................. José Maqueda Alcaide 49

LA MINERIA EN EL NUEVO MUNDO ........... .. Fidel Carrancedo 5l

JOAQUIN COSTA: SOCIOLOGO Juan López 53

EDUARDO L . FUENTES Emilio Marín 57

"EL" ULTIMO POEMARIO DE SALDARRIAGA ...... Miguel A. Varillas 59

CORRIENTES ACTUALES EN LA POESIA ARGENTINA Luis RicardoFurlan ......................................................... 62

LA FUNDACION MITOLOGICA DE BUENOS AIRES . Jorge Luis Borges 63

RECORDANDO AL POETA VICENTE MEDINA Braulio Sánchez Sáez 64

DOS POEMAS DE VINCENZO GRANATO 69

TRES POESIAS .................................. ................ 70

EL GUARICANDILLA ................ ....... ...... Alfonso Camín 72

DOS POEMAS DE JOSE MAQUEDA ALCAIDE . . .. 73

LOS CLASICOS ..................... ...... ....................... 74

LA MUERTE EN DOS POETAS ESPAÑOLES ............. Juan Cervera 76

Precio del ejemplar en la Suscripción anual paraRepública Mexicana : $ 5.00 el extranjero: 5 Dlls.

CARTAS

CARTASCARTAS

CARTAS

DELACOMUNIDAD

El Palomar, Argentina,octubre 19 de 1969.

Señor Director de la revista "Norte".D. Fredo Arias de la Canal.MEXICO.

... debo expresarle mi más sin-cera y profunda gratitud, ya que mepermite conocer y frecuentar una delas mejores publicaciones de Hispa-noamérica por su calidad gráfica ysu jerarquía intelectual. Tenga la se-guridad que mis manos amigas esta-rán siempre apretando las suyas enesta altitud sudamericana.

En cuanto a su trabajo del No.228, del que no haré crítica sinocomentario, le diré que lo he leídocon sumo interés en oportunidadde llegarme y releído ahora ante supedido de opinión, que yo le doy alínea seguida, aunque lo modesto deella nada agregue o quite a la eva-luación de su trabajo. La ubicuidadcomparativa cervantina-orteguiana desu enfoque es realmente original,porque utiliza apropiadamente lostextos y dinamiza ambas filosofías-es su propósito- dando acerca-miento a dos mundos distintos perocoincidentes. El yo y la circunstan-cia de Ortega encuentra exacta co-rrelación en la aventura del Hidal-go; en ambos, la heroicidad de laexistencia se verifica claramente y

su tiempo está en el propio climade la realidad y la fantasía, en esalínea divisoria que rescata la esen-cialidad para proyectarse. Y entram-bos, el hombre vivo, vertical, inau-dito, religioso , permanente . Su tra-bajo es de una alta y marcada fija-ción humanista . Me satisface poderdecírselo aquí, en improvisadas pa-labras que buscan acreditar la sin-ceridad de su opinión.

Creo y reitero aquí conceptos an-teriores, que la vocación hispanistade América dará a ésta su mejordestino y su período de progresoy superación. La individualidad quelógicamente nos distingue no hacesino acreditarnos la credencialidadde un idioma y una raíz étnica y cul-tural que debemos proteger, respe-tar y acrecentar. Esfuerzos como elsuyo y de sus compañeros de enti-dad, publicaciones como la revista"Norte " y correspondencia amisto-sa y cálida como es la que Ud. meacerca y gestos, sobre todo gestos,que nos reencuentran fraternalmen-te, aseguran un mundo de paz, coha-bitación y diálogo, donde la comuni-cación no puede estar ausente. Yole agradezco sus palabras, que hanrevitalizado mis convicciones y hagovotos para que este puente sigasiempre tendido en el afecto y en laamistad sincera.

LUIS RICARDO FURLAN.

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ILUSTRE E PREZADO

Sr. FREDO ARIAS DE LA CANALDD. Director da revista "NORTE"

Acabo de receber o No. 227 da revista "NORTE", que osenhor dirige com tanta inteligéncia, e venho agradecer a remessafeita por seu obséquio e gentileza.

Li com interésse página a página de sua importante publi-cacáo, notando que as colaborarbes sáo selecionadas e procedemde nomes destacados nas Artes, de nomes consagrados que, sópor si, sáo garantia de sucesso e éxito. Esse aspecto, mais asuperior e segura orientacáo que o senhor ¡he dá, fazem darevista, na verdade, a materializacáo de seu título: "NORTE"-gula e direcáo para rumos altos e claros.

Apesar da diferenca de nossos idiomas, espero que minhas

palavras náo percam o sentido que Ihes dou de admiracáo eapréco, também de agradecimentos pela amável remessa, e queo senhor as receba com meus votos pela constante ascensionaltrajetória de "NORTE" em seus objetivos de cultura.

Receba, pois, sinceras felicitacbes, extensivas a todos osseus dignos compaheiros de labor, e votos de felicidade pessoal,acompahados de minha sauda4o muito cordial.

Curitiba, 14/6/1969Graciette Salmon

MADERERIA

LAS SELVAS, S. A.

MADERAS

TRIPLAY, CELOTEXFIBRACEL, MASONITEDUELA PARA PISOS,CAOBA, CEDRO ROJO,OCOTE Y PRIMAVERA.

TELS.22.23-22 , 22-10-22 y 22.29-06

EMILIANO ZAPATA 124MEXICO 1, G. F.

Montevideo, 18 de agosto de 1969.

Sr. Fredo Arias De la CanalDirector de la Revista "NORTE"

Distinguido periodista amigo:

Hace algunos días recibí por su gentileza el suges-tivo, interesante y ameno libro de brillantes prosas na-rrativas intitulado "BUENOS, MALOS Y REGULARES".Estampas Sanmiguelenses , del autor Sr. Leopoldo deSamaniego.

Este envío tan valioso que Ud . ha querido obse-quiarme se lo he de agradecer infinitamente, ya queencuentro en esta obra algo distinto a lo que se escribeen diferentes fuentes de información cultural. Graciasamigo mío por su recuerdo y por esta obra que vienea enriquecer mi acerbo intelectual y mi conocimientoacerca de hechos y vida de un hombre poseedor de unariqueza espiritual capaz de producir obras como ésta yotras de gran trascendencia literaria, cultural y huma-nista.

"BUENOS, MALOS Y REGULARES" -Estampas San-miguelenses- se deja leer página tras página con unaapasible ternura, con una sonrisa a flor de labios yfinalmente; con un suspiro, con un recuerdo y una granamargura por haber terminado la última página de estamagnífica obra. Toda ella, pletórica de hermosas ocu-rrencias y de históricos recuerdos de la vida y obra deSan Miguel y sus primeros moradores.

Antes de terminar estas líneas, quiero sinceramentefelicitar efusivamente al brillante autor, Sr. Leopoldo deSamaniego, al feliz autor del prólogo asimismo a LedaArias de la Canal por el bien logrado dibujo que luce alcomienzo del libro.

Carlos G. Marenco

MADERERIA

CARDENASM. ALONSO Y CIA.

FERROCARRIL DE CINTURA 209 TELS.MEXICO 2, D. F. 26-53-16 y 29-12-28

NORTE/7

Editorial

Fue la unidad en la fe, lo que proyectó al pueblo español fuera de susfronteras para hacer la epopeya más vasta de la raza blanca. Si bien esta feera un dogma intransigente, fue la que logró someter el carácter anárquico eindividualista del hombre hispánico hacia un ideal.

Al pasar del tiempo, fuimos perdiendo aquella fe que nos mantuvo unidos.Ya sin rumbo fijo, no hemos hecho más que deambular por la Historia.

Castilla luchó siempre por la unificación de los estados de la Península.Y no perdemos la esperanza de que surja un elemento unificador, igual aaquel, en América , que se esfuerce en arraigar una nueva fe que canalice elestoicismo, coraje y pasión del hombre ibérico hacia un porvenir glorioso. Yesta fe debe de estar fundada en una convicción: La Unión de Pueblos Hispá-nicos , los que desunidos seguirán irremediablemente marchando hacia su oca-so, pero que unidos podrán sobrevivir a los cambios que han de surgir en lossiglos venideros.

EL DIRECTOR

NORTE/9

FORODE

NORTE

DO NQUIJOTE

(1916)Po r ó i oranni Pap in iNo soy tal loco ni tan menguadocomo debo de haberle parecido.

Don Quijote, 1, XVII.

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Grande es la potencia del genio aunque esté con-tenido en la carne de un heridor, soldado, esclavo, con-table, aventurero y preso; es un Miguel poeta andantey cortesano necesitado.

Así pudo engañarnos la sombra consistente de DonQuijote. Hemos creído que su vida era un engaño y queél fue el traicionado por los hombres comedores decarne , por los tiempos debilitados y por los libros im-posibles. Su vida fue verdaderamente engañosa, peroel engañador , el ficticio , fue él, y los traicionados hastaahora hemos sido nosotros.

Miguel hace de todo para ponernos delante -ma-rioneta larguirucha armada de hierro viejo y de obse-sión- un Don Quijote enloquecido por las malas lec-turas, un Don Quijote engrandecido por su sabiduríadiscursiva y más aún por su demencia imitadora; unDon Quijote al que los nacidos después han podidoadorar, mística víctima de un cristianismo puro, armadoy burlado, lleno de odio por la vida universal y eternade los paganos bautizados, para los que la regla enverdad; la pereza, sabiduría; la comodidad, bondad; elpan y la pitanza, única esencia reconocible de los días.Todo heterodoxo de la ley vulgar se ha tenido por ca-ballero y ha sentido sobre sus propias espaldas lospalos que dieron con él en tierra. En aquella serenasabiduría antigua , en aquel vano amor por el bien, vie-ron casi un reflejo de Sócrates, que tuvo que morir porvoluntad de los hombres, porque era mejor que todoslos hombres.

Don Quijote era un mártir a medias : no le habíanquitado la vida, pero igual había tenido que sufrir aflic-ciones, bofetadas, traiciones y desprecios. Finalmente,el innoble Sansón había conseguido, con alevosía, apa-garle el alma y sólo se había salvado para volver a lacordura , o sea , para volver a la imbecilidad del mundoy morir en su cama más magro que antes.

Ahora bien: todo eso no fue sino uno de tantos«suaves engaños» que el arte, rival de la Naturaleza,nos deparó en estos últimos trescientos años. TambiénDon Quijote nos traicionaba, y ha sido culpa nuestra sino lo hemos visto antes. También don Quijote, comotodos los seres creados por Dios o por el Genio y quetoca, al menos por un punto, lo Absoluto, tiene unsecreto; y ese secreto, a mí, leal suyo, por tantas velasde armas en mi quijotesca juventud, se me ha aparecidofinalmente claro (1).

Don Quijote no está loco . No es un loco natural einvoluntario. Pertenece a la especie vulgar de los Brutosy de los Hamlets. Se finge loco. Su docta locura es simu-lada y fabricada. Se crea un estilo de extravagancia paraescapar de las muertas costumbres de Argamasilla. In-venta aventuras y dificultades sin temor, porque sabe queél es su promotor , porque no tiene siempre presente yestá preparado para echar el freno y dar media vuelta.Por eso no es ni trágico ni desesperado. Toda su aven-tura es una diversión preparada. Puede mostrarse se-

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reno porque sólo él conoce el fondo del juego, y en sualma no hay, sitio para verdaderas angustias.

Don Quijote no actúa en serio.

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Para ver bien ese misterio tan doloroso es necesariodesembarazarse del libro.

El propio Cervantes, y todos los que han venidodespués de él, decía que quería destruir el germen delos libros de caballería, pero esto no hay que creerlo.Este es uno de tantos trucos literarios a que tuvo querecurrir el Manco, como, por ejemplo, el de los manus-critos de Cide Hamete Benengeli. El espíritu equilibradoy, en suma, culto que fue Cervantes, ni siquiera podíaimaginar una finalidad de este tipo. El mismo libro lodesmiente. Ante todo, en el Don Quijote, no hay tan sólola sátira de los libros de caballería, sino de todos losgéneros literarios sin excepción. Ya con parodias, ya conironías, o con juicios directos, se condena toda la litera-tura contemporánea en sus aspectos más populares:poema, pastoral, teatro.

La máxima acusación de Cervantes contra los librosde caballería es la inverosimilitud . Extraordinaria acusa-ción de quien comenzó con las inverosimilitudes pas-torales de la Galatea y llenó el mismo Don Quijote deinverosímiles aventuras trágicas y silvestres, de quien,entre la primera y la segunda parte del Don Quijote, com-puso un drama caballeresco y terminó su vida despuésde haber rehecho, en los Trabajos de Persiles y Segis-munda, las intrincadas y marinas inverosimilitudes delas narraciones fantásticas del bajo helenismo.

Cervantes, hombre de buen gusto y fantasía, sabía,como todo el mundo sabe, que toda obra de arte es,por naturaleza , inverosímil , como son inverosímiles to-das las acciones y las obras que emergen de la capade agua del pantano inútil, donde cada uno se imaginavivir.

Cervantes, en el mismo Don Quijote, salva y de-fiende más de un libro de caballería y no arroja al fue-go, con justicia de artista competente, sino aquellosque no están justificados por la belleza de la expresióny la imaginación (2).

Cervantes no podía, poniendo como realidad deparangón la España del seiscientos, pretender juzgarcomo falsedades inverosímiles los poemas paladinos deArmórica y de Ardena nacidos entre los siglos X y XII.Tanto más cuanto que la discordancia entre las,mara-villas caballerescas y lo cotidiano nos parece más fuertea nosotros de lo que en realidad era en la Mancha afinales del siglo XVI. Casi todas las grotescas giras cam-pestres de Don Quijote serían imposibles hoy día, ennuestras tierras ordenadas, y a la primera salida lospolicías y los alienistas hubieran detenido al caballerode Rocinante y no le hubieran sido posibles a éste niel encuentro con los molinos ni con el Vizcaíno.

Además, este contraste total entre los sueños qui-jotescos y la vida ordinaria no existe en la novela: yaen la primera parte, Don Quijote encuentra cómplices,

en el Ventero y en el Cura , que se prestan a sus fan-tasías por su gusto; y, en la segunda parte , los duques,el Bachiller y los barceloneses no hacen sino adaptarseellos mismos y las cosas al capricho del hidalgo, demodo que éste pudiera creer que era verdaderamentelo que decía ser. Pensaban que era un payaso y re-sultaban ser ellos los servidores de sus payasadas.

Pero esto importa poco . Aun refiriéndose al paísy al tiempo , hay demasiada inverosimilitud en la historiadel manchego para que resulte fácil persuadirse de queCervantes quisiera verdaderamente acabar con el absur-do novelesco en nombre de un realismo suyo, que, afin de cuentas , es ocasional y parcial. Quien crea esto,ni siquiera ha llegado a entender la letra, y no hayesperanza de conseguir que admita la probabilidad deotros sentidos.

Igualmente imbéciles son los que van buscando -oven de manera cierta- un concepto de la vida y delmundo en la novela cervantina . Tipo de estos profundoserrores producidos por un deseo de vana profundidades la ya vieja leyenda de que el Don Quijote es unaedición rehecha y simbólica del tema medieval de laoposición entre el alma y el cuerpo. El dueño descar-nado sería el Espíritu, el ideal, siempre contradicho porel servidor obeso , que es la carne y la inmunda reali-dad. Todas las demás explicaciones místicas del DonQuijote se reducen a ésta ; Don Quijote asceta, santoy loco; sus compañeros, astutos, filisteos y mundanos.

La manera más segura de falsear el Quijote essuponer que en él hay una filosofía . Cada uno puedetomar las criaturas del libro y adaptarlas a los símbolosque más le agraden ; incluso de las más abstractas pala-bras . Pero en este caso es el libro el que presta susnombres al fantaseador especulativo y no éste quiensirve al libro, iluminándolo. En cambio, lo que hemosde hacer, es esforzarnos por ver lo que Don Quijote espor sí mismo y no tomarlo como un farol vacío dondese puede meter la candela que se quiera para dar luza los extraviados.

Incluso aceptando el Don Quijote trivial de la letra,no se consigue verle como quisieran los místicos. DonQuijote no es puro y desinteresado , como sería necesa-rio para constituirle en la suprema encarnación delidealismo : no es aquel cristiano altruista que tantospintan. Quiere deshacer los entuertos y defender a losdébiles, porque ésta es la tradición consignada en lasgestas de los caballeros. Es un imitador que tiene de-lante una galería de modelos: si Amadís hubiera sidodistinto, despiadado e infiel, también él hubiera sidodistinto (3). Es vanidoso y soberbio; piensa constante-mente en la gloria terrenal ( 4), aspira a bienes mate-riales y es capaz de inventarse cosas (5). Tampoco sepuede poner a Sancho como representante del sentidocomún y de la materia. Sancho es más creyente queDon Quijote. Don Quijote cree (o finge creer) en losantiguos caballeros; pero Sancho cree en Don Quijote,lo que es una fe más difícil. Sancho encuentra en lacreciente veneración por su dueño un ideal terrenoinmensamente alejado de sus bienes seguros: tiene unsueño, y, cuando llega a realizarlo, en la ínsula, de-

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muestra estar más enamorado de la justicia que de lariqueza . En el fondo, el único loco verdadero del libroes Sancho, y cualquier antítesis del acostumbrado gé-nero metafísico entre él y el Caballero resulta, por estaevidencia, imposible .

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La sustancia del libro -si hemos de decir cuatropalabras sobre ella antes de volver al héroe engañoso-es muy otra. No se puede tomar en bloque; y, para nos-otros, la parte más viva es seguramente un tercio dela obra. El Don Quijote es una miscelánea fácilmenteseparable. Encontramos en él:

Poesías burlescas o madrigalescas.Novelas trágicas, patéticas y románticas.Crítica literaria (recensiones y juicios sobre géne-

ros y obras: narrativa, poemas, pastorales. A veces losjuicios están expresados en forma de parodia.)

Silva de varias lecciones (6) (parrafadas retóricassobre temas usuales: la Edad de Oro, la pobreza, el buengobierno, el matrimonio, la superioridad de las armaso de las letras, etc. Repertorio de lugares comunesmedievales y humanísticos.)

Toda esta broza que adorna e hincha el libro sereduce a la historia de dos vagabundos; que es un viaje.Este esquema del viaje liga el Don Quijote a los librosde la Humanidad . Los libros más profundos y a la vezmás populares son libros de viajes; la Odisea , la Eneida,La Comedia, y luego, Gulliver, Robinson , Simbad, lascartas persas , Fausto, las almas muertas . Porque todogran libro es un tímido anticipo del juicio final, y, parajuzgar a todas las clases de hombres, no hay mejorforma que el viaje. Viaje : diversidad , posibilidad. Milveces se ha representado al hombre como peregrino;un peregrino que tiene la culpa por alforjas y la muertepor meta.

En este cuadro móvil del juicio total de los hom-bres -cabreros y religiosos, arrieros y duques, labrie-gos y caballeros, posaderos y enamorados, bandidos ybachilleres- hay un viejo con su secreto: un caso depsicología, una estafa en acción. Pero este viejo no estan listo como para no dejarse descubrir. Algunas vecesse traiciona. Las bazas principales de su juego apare-cen en sus palabras; la trama de su falso velo sale, arelámpagos, a plena luz.

Don Quijote es el hombre cansado de lo usual.Igual que los escépticos, al fin de su carrera, le

desasosiega la vida casera de pobre digno entre susmujeres, y el cura. Le pesa toda su vida cerrada de pro-vinciano y ha encontrado escasos desahogos en la casay en la lectura. Quiere proporcionarse un poco de di-versión . La caballería aprendida en las grandes novelasle ofrece la senda colorida de una mascarada sin riesgos.Hombre de letras y de experiencia, comprende que, sinel trampolín de la ficción, no podrá cambiar de punta acabo su existencia. Sólo la locura se le ofrece comocamino inofensivo de liberación.

Un poco en serio y un poco para armar ruido,se vuelve loco. Locura noble y literaria, como él, y queno mancha su fe católica, y, es más, adquiere el aspectode una malicia evangélica, sin salir de los límites de unaindispensable imitación.

Si Don Quijote fuera el cristiano puro y sinceroque se imaginan los ingenuos, no tendría necesidad deese disfraz caballeresco. Podría dedicarse a Dios y alPobre (otro nombre de Dios) sin celada y sin lanza.Humilde como los sacrificados, podría, sin salir de Ar-gamasilla, darse a quien sufre, remediar las injusticias,llenar el corazón de los simples de pasiones resucitan-tes. En lugar de imitar a los caballeros andantes, podríaimitar a los santos salvadores. Otros lo han hecho antesque él: tomaron un modelo, y en su imitación, consi-guieron ser grandes e infelices. San Francisco, que sepropuso imitar a Jesús, y quiso imitarle hasta en lasllagas de las manos y de los pies, es un Don Quijotemás verdadero. Cola di Rienzo, que se calienta el almaal leer los hechos de los romanos y sueña con sercónsul de una nueva república, es otro Don Quijote;más desventurado, pero más auténtico. Otros muchosgrandes hombres como éstos se han exaltado ante losejemplos del pasado y han dejado ejemplos de fuerzapara siempre; brillantes, aunque derrotados.

Pero Don Quijote es más modesto y dilettante. Unartista, un charlatán, con algo sincero dentro: veleida-des de guerrero, de aventurero, de benefactor. Perotodo a flor de piel, sólo para dar tono a sus discursosy proporcionar una justificación a su salida.

Vista de cerca , su locura es un pretexto bien idea-do para correr mundo y meterse en varios líos, diversosy remediables . También hay un poco de masoquismoespiritual y corporal: el confuso deseo de encontrarseen medio de desastres, pero sin consecuencias graves.Su misma máscara de noble paladín le protege de ex-ponerse demasiado; no puede combatir con villanos y,sin embargo, desde el primer día sabe que casi siempre,por fuerza, tendrá que habérselas con villanos.

Don Quijote quiere parecer loco porque le conviene.Si no le tuvieran por loco, no podría darse buena vida,vagar al aire libre y exponerse a las corrientes de loimprevisto. Sufriría sanciones inmediatas, no tendría ex-cusas ante los que encuentra, ni, como con frecuenciale sucede, útiles complicidades para sus diversiones.

Todo esto explica por qué la locura de Don Quijotenunca nos parece ni grave ni trágica. Si fuera locuraseria y verdadera, cada vez, a cada revés, a cada golpede cabeza contra la dura realidad, habría una reacción,un dolor, un desgarramiento. En cambio, cada vez quelos hechos o los hombres le convencen de que se haequivocado, Don Quijote permanece tranquilo. En se-guida se desengaña, se resigna, vuelve a situarse en loordinario sin lamentarse demasiado. A veces él mismose ríe del fingido error; en otros casos tiene siempredispuesta la simple escapatoria de los encantadoresque le persiguen, buena patraña para Sancho que alprincipio la cree, y luego termina por servirse de ella,volviéndola contra su dueño, cuando le obliga a ver en

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las labradoras montadas en borricos a otras tantas prin-cesas montadas en buenas jacas (7),

Toda vuelta de Don Quijote a la verdad se producesin amargura. Un loco serio, un héroe convencido, sen-tiría angustia y desazón ante tantos mentís de la mate-ria. Sufriría mil muertes al verse tan obstinadamentecontradicho. Pero Don Quijote, que es muy listo y em-brolla a conocidos y desconocidos, no se entristece, nosufre. Acepta con naturalidad las derrotas y sólo se la-menta de las costillas rotas y de los desmayos, incon-venientes inevitables, calderilla con la que paga losgastos de su insólito pasatiempo. Don Quijote es capazde reír. Bromea de Sancho y de sí mismo. Tiene elespíritu libre, suelto. Conoce la última palabra de lamaquinación agradable y no consigue fingir hasta el do-lor inimitable. Hace reír porque él mismo no sabellorar.

No es una calumnia. Quien quiera las pruebas deesta verdad, hasta ahora escondida, no debe hacer otracosa que releer todo el libro con espíritu desconfiado.

En el Don Quijote hay un centro que los comenta-ristas, extraviados por las bestialidades corrientes, nohan visto, y que da la clave de todo. Este centro es lalocura fingida de Sierra Morena. Todo el mundo recuer-da el episodio. Llegado al medio de los desolados pe-dregales de la montaña. Don Quijote anuncia a Sanchoque hará el loco hasta su regreso, en honor y gloria deDulcinea. El listo se descubre al simple; engarza unalocura confesada en la más amplia locura simulada.

Comienza por declarar su método -la imitación-,pero imitación calculada, es decir, ni demasiado fatigosani demasiado peligrosa: «Quiero imitar a Amadís, ha-ciendo aquí del desesperado, del sandio y del furioso,por imitar justamente al valiente Don Roldán ...» Perocon juicio. Orlando era demasiado furioso. «Y, puestoque yo no pienso imitar a Roldán ... parte por parte,en todas las locuras que hizo, dijo y pensó, haré elbosquejo, como mejor pudiere, en las que me pareciereser más esenciales.» Y termina con la conciencia de sulúcido propósito: «Loco soy, loco he de ser hasta tantoque tú vuelvas con la respuesta» (8). «Si la respuesta-añade- es buena yo dejaré de hacer el loco; si esadversa, me volveré loco de verdad, y ya no sentiré eldolor que me proporcionaría.» No se podría desear unreconocimiento más explícito del secreto de Don Quijote;sabe que no es loco , pero quiere hacer cosas de loco,y estas locuras no serán otra cosa que imitaciones delocuras famosas. Lo que en este pasaje confiesa, poralgo queridamente loco, sobrepuesto a la locura ordi-naria, es, en todos los demás casos no confesados, suregla.

En estas mismas páginas se encuentra también suteoría, una de las más profundas del libro, de volverseloco sin causa ni razón. A Sancho, que le pregunta porqué quiere hacer tanta penitencia si Dulcinea no hahecho nada que lo justifique, Don Quijote responde:«Ahí está el punto, y ésa es la fineza de mi negocio;que volverse loco un caballero andante con causa, nigrado ni gracias; el toque está en desatinar sin oca-sión ...»

Las pruebas de esta postura suya de loco voluntarioy sin causa verdadera se encuentran a cada paso. DonQuijote tiene conciencia de las transformaciones que de-ben sufrir las cosas reales para adaptarse a la comediaque representa. Sabe perfectamente, por ejemplo, quiénes Dulcinea (9), pero no quiere detenerse en aquellagorda y sudada pueblerina que ha escogido, por refina-da ironía, como mujer de sus pensamientos; y explicaa Sancho que, no pudiendo existir en la Naturaleza mu-jer perfecta, ha escogido a la última de todas paramejor demostrar la potencia de su voluntaria fantasíadeformadora y reformadora: Pintola en mi imaginacióncomo la deseo . Cuando Sancho le cuenta su visita a laamada, él la traduce punto por punto a su lenguaje,aun sabiendo que Sancho describe la verdad tal comolá ha visto. Y más tarde, al alba, cuando las campesinasaparecen en el camino y Sancho quiere hacerle creerque se trata de Dulcinea y de sus doncellas, Don Quijoteno quiere aceptar la alucinación, porque le viene im-puesta por otro, por un inferior, sino que ve a las mu-jeres tal como son, y, para no descubrirse, recurre ala acostumbrada historia de los encantadores que letransforman los objetos ante los ojos. Pero luego acabapor admitir que Dulcinea es una persona fantástica eimaginaria cosa que un auténtico loco nunca podríareconocer (10). Por otra parte, en otros casos, Don Qui-jote confiesa haberse equivocado, admite las alucina-ciones y tiene conciencia del engaño en que dice habercaído (11). Pero, cuando le conviene, ve las cosas comotodo el mundo y ya la posada no le parece castillo,sino verdadera posada, y reconoce que el yelmo deMambrino es una bacía de barbero, pero que eso parecea los otros para que a nadie entren ganas de robárselo.Su principio -que debía enseñar la fisura de su ficcióny al mismo tiempo encierra el único principio efectiva-mente idealista de todo el libro- es que los objetospor sí mismos , no son ni de esa manera ni de otra,sino como los hombres diversos saben y pueden verlosdiversamente. Su sistema podría definirse como una«voluntad de creer» anticipada tres siglos sobre lasteorías pragmáticas, a menos que no esté con un re-traso de veinte siglos sobre las teorías de Protágoras.

Esto explica, finalmente, la visible y cotidiana sa-biduría de Don Quijote. Todo el mundo se maravilladel buen sentido de sus discursos cuando le llama y leconsidera un «cuerdo loco» o un «loco cuerdo». Y, alfinal, él mismo proclama, sincero otra vez, que no es loco.¿Y acaso no confiesa sin parecerlo, haber inventado deraíz la maravillosa fantasmagoría de la gruta de Mon-tesinos?

Desde que sale del mundo subterráneo, Sanchomismo duda de su veracidad, y Don Quijote, en casadel Duque, hace un cínico pacto con su escudero: «Creeen mi historia de Montesinos y yo creeré en tu historiadel cielo» (12). Pero la invención descarada queda desdeentonces manifiesta, y la confesión implícita no es otracosa que una confirmación superflua (13).

Don Quijote no ha sabido regirse en la simulaciónperfecta y estos fallos de su comedia procuran un doble

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esfuerzo a nuestro descubrimiento: Don Quijote no to-maba tan en serio su juego como para jugarlo dema-siado cerrado, Don Quijote es un loco fingido que setraiciona en la alegría. Su tranquilidad, su astucia, de-claran contra él; en su vida no hay drama. No puedehaber drama donde no hay seriedad. Don Quijotebromea, pero los locos verdaderos no bromean..

La profundidad de Don Quijote -porque hay algoprofundo en este Burlador de la Mancha- está enotras cosas.

Los procedimientos de Don Quijote -deformacióny simbolismo- son los mismos del arte moderno, ytienen un significado que trasciende los superficialescontrastes vistos hasta ahora en esa grotesca epopeya.

La deformación voluntaria de las cosas tiene suprincipio en el idealismo arbitrario, y hoy día se le reco-noce como característica de toda creación. Ver lo quese quiere ver, representa solamente lo que se escogey lo que se escoge cambiarlo, exagerarlo, empequeñe-cerlo, según las necesidades internas de la obra, que escreación , y, por eso, acto permanente de voluntad. Enese sentido, Don Quijote es un artista; artista en la vida,por cuanto de origen literario, pero verdadero artistamoderno.

Es, en fin, un simbolista, y un simbolista satírico.Sus errores voluntarios obedecen a un plan preestable-cido y están coordinados por un juicio sarcástico sobrela vida de los hombres. Hay que tomar a la letra susatribuciones, aparentemente falsas y locas, como el des-cubrimento de una asociación invisible, necesaria con-clusión a que llega de entre estos fingidos errores devisión: las ovejas, para él, son soldados: los venteros,caballeros; las bacías, yelmos; las prostitutas, donce-llas; las mozas de mesón, señoras enamoradas; lascampesinas, Beatrices; los galeotes, esclavos inocentes.

Estas sustituciones que Don Quijote atribuye mali-ciosamente a su locura, para no comprometerse, no soncasuales, sino que descubren, en el hidalgo, una con-ciencia crítica y sin prejuicios del mundo . En realidad,según él, los soldados son ovejas que se llevan al ma-tadero; los castillos de los señores, hosterías disfraza-das, donde es preciso pagar la hospitalidad con la ser-vidumbre; los gigantes son molinos que viven de vientoy de latrocinio, imaginaciones para el hurto; las vírgenesque se encuentran en la sociedad son prostitutas deincógnito, más viciosas que las otras que se entreganpor hambre ; las mozas de mesón son más dignas deser abrazadas que muchas señoras; una campesina igno-rante, pero pura y no maleada, puede ser la castísimainspiradora de un genio que sepa verla: y los conde-nados que se encuentran por los caminos encadenadospueden ser más inocentes que los esbirros que los llevana las galeras.

Estas identificaciones, queridas y pensadas entreseres que para la mayoría son distintos y están aleja-dos entre sí, nos permiten entrever lo que Don Quijotepensaba de los hombres. Había reflexionado en la sole-dad, y, por fin, los había conocido: como todos los quesaben, por último, de qué especie de semejantes esta-mos rodeados, no le quedó otra elección que odiarlos

o divertirse a su costa . Prefirió, héroe flaco, reír y bur-larse. E imaginó ser caballero para que los demás, cre-yendo que se reían de él, le sirvieran de diversión; suficción fue su venganza sobre la vida. Venganza con-seguida porque ha permanecido oculta hasta nosotros.Pero Don Quijote había nacido para ser hermano míohasta lo último; primero, según la letra; ahora, segúnel espíritu. El y ya nos entendemos.

Tomado de Figuras Humanas . Retratos.

(1) En realidad , ya en 1911 me había dado cuenta de que DonQuijote no estaba loco , y añadía que "su estructura mental y vital esnormalísima ", pero no había insistido sobre la verdadera naturalezade aquella locura aparente.

(2) "Tales debieron de arder , que merecían guardarse en perpe-tuos archivos ." I, VII (1,175). (Las indicaciones entre paréntesis serefieren a la edición del Quijote de F. Rodríguez Marín , Madrid, Edi-ciones la Lectura , 1911-1913, ocho volúmenes.)

(3) Miles de ejemplos ; uno de los más curiosos : "Si no mequejo del dolor, es porque no es dado a los caballeros andantesquejarse de herida alguna , aunque se les salgan las tripas por ella."I, VIII (1, 195-196).

(4) 1, 1 (1, 59); 1, V (1, 138); II, V (V, 57); XXXIX (VII, 47), etc.(5) A propósito de la cueva de Montesinos , dice Hamete (Cer-

vantes): "Dijo que él la había inventado por parecerle que convenía ycuadraba bien con las aventuras que había leído en sus historias."II, XXIV (VI, 116-17).

(6) En español en el original. (N. del T.)

(7) "Yo no veo, Sancho -dijo Don Quijote-, sino a tres labra-dores sobre tres borricos." II, X (V. 188).

(8) 1, XXV (II. 290-91).(9) "Bástame a mí pensar y creer que la buena Aldonza Loren-

zo es hermosa y honesta ." 1, XXV (II. 311).

(10) Dice Don Quijote : "Dios sabe si hay Dulcinea , o no, en elmundo, o si es fantástica , o no es fantástica ; y éstas -no son de lascosas cuya averiguación se ha de llevar hasta el cabo ." II, XXXII (VI,272). Nótese con qué delicadeza irónica Don Quijote evita responder,dando a entender que es mejor no buscar ; él sabía por qué.

(11) 1, XLV (IV, 173); II, XI (V, 207).

(12) II, XXV (VI, 151).(13) "Sancho, pues vos queréis que se os crea lo que habéis

visto en el cielo, yo quiero que vos me creáis a mí lo que vi en lacueva de Montesinos . Y no os digo más." II, XLI (VII, 92).

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LIBROAMENO

"Buenos, malos y regulares".-PorLeopoldo de Samaniego .-Ediciónde la revista Norte.-México, 1969.

Al igual que ocurre con ciertas per-sonas que tienen un algo especialque hace que caigan bien desde laprimera vez que se las ve y se hablacon ellas, de la misma forma haylibros que tienen "ángel", esa sus-tancia que no pesa, que no se mide,pero que se siente y que penetra,no se sabe por dónde, dentro dellector, que de esta forma se fundecon el contenido del libro en unagrata sensación de cómodo bienestar.

Buenos , malos y regulares es unode esos libros con los que el lectorse siente a gusto y feliz desde lasprimeras páginas y que ya no dejahasta el final de su lectura. El librode Leopoldo de Samaniego se subti-tula Estampas sanmiguelenses contoda justeza, ya que todo él está lle-no de la fragancia y del espíritu deesa bella ciudad guanajuatense. Paralos que conozcan San Miguel Allende,las gratas narraciones de LeopoldoSamaniego les traerán reminiscenciasvivas del lugar; pero los que no ha-yan tenido todavía la fortuna de po-sar sus ojos en sus calles angostas,

calladas, solemnes y románticas co-mo las de un pequeño Toledo me-dieval, ni de sentir su alma vagarpor sus rincones llenos de luz y som-bras en los que el pasado parecepender de unos hilos misteriosos einvisibles, pero presentes, Buenos,malos y regulares les pondrá en con-tacto espiritual con la ciudad encan-tada, anclada en la provincia deGuanajuato como un barco ya sin latripulación original, pero pletórico derecuerdos.

El libro de Leopoldo de Samaniegoestá escrito con cariño hacia la tie-rra chica, con sus hombres y sus mo-dos de vida; su estilo es llano, claro,preciso, con sus buenos ribetes defina ironía y de amigable compren-sión. No hay duda de que su lecturaserá deleitosa y proporcionará al lec-tor unos momentos gratos, durantelos cuales la sonrisa curvará los la-bios en un gesto de complacencia yel recuerdo de San Miguel Allende sehará más vivo o se apetecerá cono-cerlo, según las circunstancias perso-nales del que leyere.-SG.

Publicado en la revista "Tiempo"el 28 de julio de 1969.

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FORODE

NORTE

LA X QUELOSMEXICANOSPRONUNCIAMOSCOMO J

Entre tantos poemas que llegana esta redacción de países herma-nos, llegó uno de Argentina de unpoeta llamado Alfredo Domingo Cia-nni, extracto del cual a continuaciónreproducimos:

Amado Nervo...

Creaste sensiblez en los corazonesCon la armonía dulce de tu léxicoEnnobleciendo a tu pintoresco MéxicoQue sumó con tu pluma un jalón a

[sus blasones.

Este verso hace resaltar el maluso fonético que se le está dando ala X, en cuanto se refiere a la pa-labra México.

¿Qué acaso, a todos los 120 mi-llones de hispanoparlantes fuera deMéxico, acostumbrados a manejar elidioma más fonético del mundo, seles va a estar recordando que la Xde la palabra México se pronunciacomo J? Quizá algún día los mexica-nos seamos los únicos en el mundoque pronunciemos México con la J,porque millones de hispanistas la

pronuncian ya con la X, a fuer deleerla así; porque en los pueblos his-pánicos, bien sabido es, que las Aca-demias de la Lengua se van adap-tando a la forma de hablar de lapoblación, y el problema que se ave-cina es que millones de personasvan a pronunciar México con la X,a pesar del acuerdo recientementecelebrado en Quito, del que habla-remos posteriormente.

Existen varias opiniones en cuantoal uso de la X en lugar de la J, porlo que a la palabra México se refie-re. Unos dicen que la palabra Mé-xico proviene de Mexicali, y que losindios la pronunciaban Meshicali. Sinembargo, Hernán Cortés en sus car-tas de relación escribe Méjico, y Te-nochtitlan lo escribe Temixtitan, sien-do en este caso el sonido de la Xparecido al de la SH, por lo quede haber sido cierto lo de Meshicali,Cortés hubiera escrito México y noMéjico.

Don Rafael Lapesa, Académico dela Lengua, nos dice que "... en elespañol medieval la X se pronuncia-ba como la SH inglesa y como la J

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francesa. A lo largo del siglo XVIambos fonemas se transformaron enel sonido gutural sordo de nuestraJ moderna ". Por lo que se infiereque México siempre se pronunciócon la J. La misma J de Montejo yde Bermejo, y nunca el sonido dela SH de la X antigua de debaxo ydexar, que todavía pronuncia hoy endía el bable asturiano . Claramente es-cribe Cortés que el grito de guerradel Azteca era "Méjico, Méjico, Te-mixtitan, Temixtitan".

¿Entonces cuál es la verdadera ra-zón por la cual los mexicanos escri-bimos México con la X?

El referido Lapesa dice que a lolargo del siglo XVI el sonido de laX se transformó de SH a J, dejándosede usar la SH para siempre. Enton-ces desde finales del siglo XVI hastafinales del XVIII la X se pronunciócomo J . Fonéticamente lo mismo seleía Quijote que Quixote, Méjico queMéxico , o Javier que Xavier. De nohaber sido suprimida esta distincióngráfica por la Academia de la Len-gua a principios del XIX, todo elmundo hispano hubiera seguido pro-nunciando México con el sonido dela J, que es precisamente lo queno hace ahora, o más bien dicho, loque empieza a no hacer.

¿Cuándo empieza a haber confu-sión en México por el uso de la Xo de la J?

Allá por los años de 1844 y 45,don Lucas Alamán publica dos to-mos intitulados DISERTACIONES SO-BRE LA HISTORIA DE LA REPUBLICAMEGICANA. Nótese la G en lugar dela J o de lo X. Nos dice el autor enel prólogo de sus Disertaciones que49Í .. hemos acabado porque cada in-dividuo tenga una ortografía particu-lar según su modo de hablar y deentender. En nada ha habido tantaincertidumbre como en el uso de laX: los unos la conservan: los otroscreyendo que su pronunciación esla misma que la de las letras simples,de que pudo en un principio formar-se, la resuelven en ella y creen queen castellano es un defecto el usode esta letra, que en griego se tuvopor una mejora, y lo que todavía esmás singular, personas que la pros.criben del todo en su alfabeto, laconservan exclusivamente para escri-bir el nombre de México, por una

especie de veneración supersticiosaal modo en que en los primerostiempos se escribió". Y ahora nospreguntamos : ¿Pero es que en losprimeros tiempos se llegó a escribirMéxico con la X? Los conquistadores,primeros en oiría y escribirla al cas-tellano lo hicieron con la J. Si pu-diéramos descifrar fonéticamente lospictogramas aztecas , se resolvería elmisterio.

Pensando en el gran ascendienteque a partir de nuestra independen-cia tuvieron los Estados Unidos sobreMéxico, tanto en lo político como enlo cultural , no es nada extraño queel uso de la famosa X obedezca alprograma indigenista de Poinsett ysus discípulos, quienes trataron debuscar orígenes aztecas hasta en elapellido de los ilustres cachopinesde Laredo . Cuantimás que el anglo-sajón , práctico a más no poder, pre-fiere el uso de la X al de la J, en-tonces le era más fácil pronunciarel nombre de sus nuevas adquisicio-nes: Tecsas en lugar de Teyas, porTejas, New Mecsico en lugar de NewMeyico , por New Méjico, y en elcaso del Condado de Bejar , donde es-tá enclavado San Antonio, lo cam-biaron por Bexar , quitándole mástarde la X para quedarse en Bear,que significa oso en inglés, mismoplantígrado que pusieron en el escu-do del Condado. Desde luego que aMéxico en aquel entonces no se leconsideró como una adquisición, perosí como un protectorado.

COLOFON:

La decisión del Congreso de Aca-demias de la lengua , celebrado enQuito, al haber aceptado la pronun-ciación de la X como si fuera J pa-ra los nombres propios , quiere decirque nos permite volver a escribir ElIngenioso Hidalgo Don Quixote de laMancha (con x de aspa de molino),como en la época en que salió porla puerta falsa de un corral , para em-pezar su gloriosa aventura por elantiguo y conocido campo de Mon-tiel.

Fredo Ariasde la Canal

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GEMADEL

VERBOCASTELARINO

ELOG IO DE LA LENGUA ESPAÑOLA

Pero sobre todas nuestras creaciones se levanta la creación por excelen-cia del ingenio español, se levanta nuestra lengua. De varias y entrelazadasraíces; de múltiples y acordes sonidos; de onomatopeyas tan músicas queabren el sentir a la adivinación de las palabras antes de saberlas; dulces comola melodía más suave y retumbante como el trueno más atronador; enfáticahasta el punto de que sólo en ella puede hablarse dignamente de las cosassobrenaturales y familiar hasta el punto de que ninguna otra le ha sacadoventaja en lo gracioso y en lo picaresco; tan proporcionada en la distribuciónde las vocales y de las consonantes, que no ha menester ni los ahuecamientosde voz exigidos por ciertos pueblos de Mediodía, ni los redobles de pronun-ciación exigidos a los labios y a los dientes del Norte; libre en su sintaxis detantas combinaciones que cada autor puede procurarse un estilo propio y ori-ginal sin daño del conjunto; única en su formación, pues sobre el fondo la-tino y las ramificaciones celtas e iberas ha puesto el germano algunas de susvoces, el griego alguno de sus esmaltes y el hebreo y el árabe tales alicatadosy guirnaldas, que la hacen sin duda alguna la lengua más propia, tanto para lonatural como para lo religioso; la lengua que más se presta a los varios tonosy matices de la elocuencia moderna; la lengua que posee mayor copia de pala-bras con que responder a la copia de las ideas; verbo de un espíritu, que si haresplandecido en lo pasado, resplandecerá con luz más clara en lo porvenir,puesto que no sólo tendrá este territorio y estas nuestras gentes, sino allendede los mares territorios vastísimos y pueblos libres e independientes, unidoscon nosotros así por las afinidades de la sangre y de la raza, como por las másíntimas y más espirituales del habla y del pensamiento humano.

* Del discurso de ingreso en la Real Academia Española, 25 de abril de1880 de don Emilio Castelar.

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FORODENORTE

1

A LAMESA

D IRECTIVADEL

FRENTEDE

AFIRMACIONHISPANISTA , A.C.

Muy señores míos:

Le Revista Científico-Literaria deMedicina de Urgencia me trae el so-plo de una brisa sentimental hamucho flotando en el ambiente, perosin llegar a ser nunca vendaval arro-llador . Ojalá fueran realidad los con-siderandos , objetivos , finalidades, for-mación y política general de eseFAH. ¡Ay, si a las juventudes hispá-nicas se las hubiera conducido porsenderos donde nunca se arriba a laspasiones , ni a las estaciones conconsigna de rencores y les hubierainculcado que sus abuelos y los pa-dres de sus abuelos les dieron, conla sangre y con el idioma , todo cuan-to de espiritual tenían , llevándolesademás nuestro Gobierno represen-tativo, nuestras Cortes, nuestras tra-diciones y nuestras "Leyes de In-dias" a la par que, con Cárdenas,nuestro municipio glorioso... y queellas son, brotes verdes sobre eltronco de nuestra vieja carne y mo-

deladas con nuestra obra civilizadora,estarían admirando a toda hora enesa inmensa cordillera de los Andesla colosal arpa armónica que, conlos bordones de los seculares tron-cos de sus bosques y el vibrar de lascuerdas de sus ríos despeñados, es-tán cantando eternamente los ecosde una epopeya que no pudo serigualada por pueblo alguno de la tie-rra y que la envidia por ello sea lacausa única de que nos combata yse nos enzarce en discusiones esté-riles para que nunca pudiéramos lle-gar a formar los Estados Unidos His-pánicos de América del Centro y Sur,como contrapeso a los Estados Uni-dos Sajones de la América del Norte!

Ojalá se recordara con carácterobligatorio en todas las escuelas yuniversidades la comunidad de san-gre y de historia que tenemos entrenosotros... Ojalá la enseña de nues-tra patria no cubriera solamente latechumbre de la casa solariega, sinoque se prolongase hasta ese conti-

nente que, quiérase o no se quiera,llevará siempre el sello de esta Espa-ña, en los pensamientos , en los cora-zones y en la palabra. Trípode cul-tural, sentimental y de expresión dia-logada , necesario para sostener lasorganizaciones que tiendan a la uni-ficación de los pueblos hispánicos.Trípode que, colocado como antenasobre lo más alto de la roca deGibraltar , transmita a todo el orbe,sin diplomacias hipócritas, ni discur-sos estériles, ni entrevistas inútiles,ni razonamientos amontonados comobasuras que al removerse hieden, lafuerza de ese Frente de AfirmaciónHispánica, hecha en una hermandadsincera y verdadera, sin hijos espú-reos, y para la cual no regateo mihumilde grano de arena puesto in-condicionalmente a disposición vues-tra.

Con el afecto y la admiración deJosé CALATAYUD

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ENTREGABELA

MEDALLA DE ORO"JOSE VASCONCELOS"

ALSEÑOR DONSALVADOR

DEMADARIAGA

El Frente de Afirmación Hispanis-ta, A. C. acordó hacer entrega de lamedalla de oro "José Vasconcelos1969", al insigne polígrafo e histo-riador español don Salvador de Ma-dariaga. Para este efecto se comi-sionó a los señores Fredo Arias dela Canal y Federico Samaniego, quie-nes se trasladaron a la ciudad deOxford en donde hicieron entregade la presea.

A su vez le pidieron a don Sal-vador que a través de una grabaciónmagnetofónica , les diera consejo alos miembros del FAH sobre los de-rroteros a seguir, el que reproduci-mos a continuación:

"Yo creo que habría , así pensandoen alta voz , no tengo el tema medi-tado ni reflexionado , pero pensandoen alta voz , yo diría que ustedes tie-nen una doble tarea , que en Méxicoson las dos muy importantes . La pri-mera quizá sea la más sencilla por-que es la más evidente , sería refor-

zar un poco, y no es nada fácil, peroreforzar un poco la conservación delos monumentos hispánicos, porqueallí, según parece, por falta de dine-ro, se dedica casi todo al salvamentode los monumentos precortesianos yhay monumentos postcortesianos, deuna extraordinaria belleza, que seestán cayendo en ruinas. Entoncessi pudiéramos organizar allí una fun-dación que tuviese ese aspecto físico,aparte de otros que pudiera tener,es decir, que hiciera un inventario delos monumentos españoles ; de éstosescoger los que verdaderamente esindispensable salvar ... y salvarlos.

"Eso sería una labor concreta, posi-tiva y que permitiría interesar a losarquitectos, a las instituciones de be-llas artes, quizá obtener la subven-ción de España, eso sería un aspecto.Y el otro aspecto de la actividad deustedes , sería el sostener aquello quees común en la cultura a España ya México. Por ejemplo, la literaturamexicana , hasta Cortés que es el pri-

mer literato mexicano en la Historia.La literatura mexicana o hispanome-xicana, anterior a Cortés, la constitu-yen los clásicos españoles precorte-sianos. Es evidente que Cervantes esya español, y no mexicano, pero elArcipreste de Hita es tan mexicanocomo español, está en el tronco yese tronco al llegar a cierta altura sesepara en México y España y Argen-tina, etc. Pero todo lo que ha estadomás cerca de la raíz que de la bifur-cación, pertenece a todos, de modoque el Arcipreste de Hita es un autormexicano , tal vez tan mexicano comoespañol, porque está en el tronco.Y entonces la labor de ustedes seríasostener lo que hay de común en lacultura hispánica y en la cultura es-pañola.

"Alfonso Reyes es un escritor mexi-cano pero es un estilista español.Octavio Paz es un poeta mexicanopero es un estilista español . Enton-ces eso me parece a mí que seríala aspiración . Ahora , yo no sé cuánto

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dinero tienen ustedes o esperan te-ner, pero yo creo que habría que ira una fundación que les permitiera austedes dedicarse a los estudios dela cultura española, hablamos ahorade literatura, pero lo mismo da: pin-tura, escultura, etc. Por ejemplo, hayun libro de un inglés, Sitwell sobreel barroco mexicano, que es estu-pendo, donde ilustra él todo lo queel barroco mexicano ha sacado denuevo y original, con el espíritu indioque se infiltra en el barroquismo es-pañol; es un libro estupendo. Hayun libro que por cierto si se me hu-biera ocurrido a tiempo lo hubierabuscado para ustedes, es un librofrancés que se llama L'art des con-quistadors, El arte de los conquista-dores, es de Arnaud, es un libroestupendo, las ilustraciones maravi-llosas, muchas mexicanas, no todas,pero muchas mexicanas; y el espí-ritu con que está bordado, muy inte-ligente, muy acogedor, para cosa delespíritu hispánico, mucho más de loque suele suceder en Europa. Este

tipo de libro, digo, no se ha tradu-cido, habría que traducirlo. Si tuvie-ran ustedes bastante dinero paratener una editorial , en la parte espi-ritual, y luego una oficina de estu-dios de monumentos españoles enla parte arquitectural , monumental,esas serían dos ramas concretas deacción que podían ustedes tener.Pero el nervio de la guerra: el dinero.¿Lo hay o no lo hay?"Les voy a preguntar a ustedes unacosa concreta, pero muy importante,¿existe o conocen ustedes en México,aparte de Silvio Zavala, que es muybueno , un buen técnico de la histo-ria postcortesiana de México, la his-toria, por ejemplo, del siglo XVI, XVII,XVIII? Porque en este momento seestá haciendo hace tres o cuatro añoso quizá más, una campaña, que amí me parece absolutamente absur-da, por dos investigadores de Cali-fornia, que tiende a demostrar queal cabo de cincuenta años los espa-ñoles habían despoblado completa-mente a México de los indígenas,

que no había ya indios. De modo quelos que hay ahora , deben ser denueva creación. Todo eso apoyado-es bastante cómico en el fondo-en los informes que daban los funcio-narios del gobierno español en Mé-xico. Pero estos señores estaban en-cargados de cobrar el impuesto porcabeza de un peso al año que dabacada indio al rey, y claro, ellos te-nían interés en que no hubiera indios,porque se quedaban con los pesos.Y estos americanos toman eso porverdad de Evangelio. Y sería buenoque alguien allí hiciera un estudioobjetivo del tema.

"Luego está , si tuvieran ustedes esedepartamento arquitectural se podíahacer un buen atlas de monumentosespañoles . Yo he visto cosas mara-villosas que ahora no me recuerdo;me acuerdo de un convento de agus-tinos que he visto no lejos de lacapital: Acolman , es una maravillapero está cayéndose."

NORTE/21

FORODE

NORTE

SALVADORDE

MADARIAGAB IOGRAFIA

Salvador de Madariaga nació el 23 de julio de1886 en La Coruña , capital de Galicia , en una familiaque contaba ya muchas generaciones de militares.

En 1900 , su familia lo mandó a Paris , donde (yabachiller del Instituto del Cardinal Cisneros de Madrid)se hizo bachiller francés estudiando en el College Chap-tal, uno de los centros de segunda enseñanza de índoledemocrática , que sostenía entonces el Municipio de Pa-rís. Aunque su inclinación natural lo orientaba a las le-tras, siguió una carrera científica y técnica por deferen-cia para con las ideas de su padre , militar que volvióde la guerra de Cuba convencido de que el fracaso es-pañol se debía a falta de pericia moderna . En 1906 pasósimultáneamente los exámenes de entrada a la EscuelaPolitécnica y a la Escuela Nacional de Minas, ambas

centros del mayor prestigio académico en París. En1911, ya graduado en ambas escuelas , regresó a Españacomo ingeniero de minas y se incorporó a la Compañíadel Ferrocarril del Norte . En 1912 contrajo matrimonioen Glasgow con Miss Constance Archibald , que habíaconocido en París donde estudiaba historia de la eco-nomía medieval francesa y había traducido una obradel economista francés Charles Gide.

El joven ingeniero siguió haciendo su carrera enla Compañía del Norte hasta 1916 ; pero al margen, bajoseudónimo , escribía en la prensa de Madrid sobre temasfranceses o ingleses, e iba adquiriendo relaciones per-sonales en el mundo político y literario de su país. En1916, decidió cortar sus amarras técnicas y profesionalespara seguir su vocación literaria, y se trasladó a Lon-dres donde colaborando en los servicios de informaciónsobre la guerra , se dedicó a estudiar las relaciones litera-rias entre España e Inglaterra . En 1920 publicó en ingléssu primer libro : Shelley y Calderón . En 1921, el go-bierno español lo nombró agregado técnico a la dele-gación de España a la Conferencia del Tránsito, que laSociedad de Naciones había organizado en Barcelona.

En agosto de 1921, ingresó a la Secretaría Generalde la Sociedad de Naciones yendo a residir a Ginebra.Al año fue nombrado jefe de la Sección del Desarme,cargo que conservó hasta diciembre de 1927 y que lleva-ba implícito el de secretario de las Comisiones y Con-ferencias del Desarme de la Sociedad de Naciones.

A fines de 1927 , aceptó la oferta de la nueva cáte-dra de literatura Española que al crearla le hizo laUniversidad de Oxford . Ocupado durante el invierno enOxford en sus labores docentes y de investigación, di•rigía en verano en Ginebra un seminario de estudios

internacionales. Por entonces publicó su libro Disar•mament , así como su primer ensayo de psicología co-lectiva Ingleses , franceses , españoles, que escribió ypublicó en las tres lenguas.

Durante este mismo período , hizo varias giras deconferencias en los Estados Unidos , y escribió numero-sos artículos y ensayos sobre temas de interés inter-nacional, ya políticos ya literarios. Su libro I. Ameri-cans (o sea , Primera Epístola a los Americanos) sedirigía a despertar el interés de los norteamericanospara con los asuntos internacionales , en época en queaquel país vivía psicológicamente en un aislamiento hoyincreíble. En 1930 publicó en inglés la primera ediciónde España , libro que , después de un rápido esbozo dela historia de España , anterior a 1800, se extiende enun estudio más minucioso de la España de nuestrosdías. Este libro, tanto en sus dos ediciones originales(inglesa y española ) como en sus traducciones alemanae italiana , ha seguido circulando siempre aumentado yprolongado a medida que van avanzando los sucesos.

En 1931 , hallándose en México , prestado por laUniversidad de Oxford a la de México , se enteró porla prensa de la caída de la monarquía , y luego al llegar aLa Habana el lo. de mayo para dar un curso de unmes en aquella Universidad, también por la prensa seenteró de que el Gobierno de la República lo habíanombrado embajador en Washington , sin por cierto,

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consultarle ni avisarle. Como sus servicios eran nece-sarios en Ginebra, se le trasladó a París el lo. de enerode 1932.

En su doble función de embajador en París y re-presentante de hecho en Ginebra, tomó parte activa enlos debates y las actividades de la Sociedad de Nacio-nes: el Conflicto Sino-Japonés, la Conferencia del Des-arme y el Conflicto (talo-Etíope, durante el cual se leconfió la Presidencia del Comité de los Cinco cuyosotros cuatro vocales fueron los ministros de AsuntosExteriores de Francia, Inglaterra, Polonia y Turquía.

Al estallar la guerra civil española venía ya mesesabogando en público por un programa completo detregua y acción nacional conjunta; y por no poder ave-nirse a la guerra, emigró a Oxford, para dedicarse asu labor histórica y literaria. A este período pertenecenalgunas de sus obras más conocidas sobre la historiadel Imperio español en ultramar: Cristóbal Colón, Her-nán Cortés , Bolívar , El Auge y el Ocaso del ImperioEspañol en América . Todas estas obras se escribieronen español y en inglés, y han sido traducidas despuésa varias otras lenguas. Su novela histórica "El corazónde piedra verde", dedicada a la Conquista de México,publicada en 1942, sigue publicándose en ediciones nue-vas, así como la serie de novelas históricas en quedescribe, a través de los siglos, la historia de dos fami-lias españolas, los Esquiveles y los Manriques.

Durante la segunda guerra mundial, la B.B.C. lepidió hablara a Hispanoamérica, lo que hizo una vez porsemana durante nueve años; así como frecuentes plá-ticas en inglés y en francés. Durante años habló por laradio francesa a España una vez por semana; y en oca-siones en francés a Francia, en alemán a Suiza, Austriay Alemania y en italiano a Italia.

La radio francesa ha radiado su fantasía en versofrancés le Mystere de la Mappemonde , de la que seha publicado en 1966 una edición de arte para bibliófi-los con grabados de Abel Vallmitjana. En 1947, el Ter-cer Programa de la B.B.C. dio su traducción en versoinglés de la Numancia , de Cervantes, sobre la cual es-cribió más tarde en francés el libreto para la ópera deHenry Barraud, que se dio en la Opera de París. En1965, la Piccola Scala de Milán representó su tragediamoderna Viva da Muerte. También ha publicado unatraducción en verso español del Hamlet de Shakes-peare, precedido de un ensayo en que propone unainterpretación de esta obra que cree más conformea la concepción de Shakespeare que la corriente hoy enInglaterra. Este ensayo se publicó aparte en inglés yse ha vuelto a reimprimir en época reciente.

Al terminar la guerra fue solicitado para que to-mara parte en numerosas organizaciones internaciona-les. Fue presidente de la Internacional Liberal desde sufundación (en 1947) hasta 1952 en que se le nombróPresidente de Honor; Presidente de la Sección Culturaldel Movimiento Europed, desde su fundación en la Haya(1948) hasta que dimitió en 1964; y Presidente delColegio de Europa del que fue uno de los fundadores,hasta 1964 en que se le nombró Presidente Fundador.Colaboró con Unesco hasta que dimitió al admitirse

en aquella casa a la España de Franco; fue presidentede la revista Erasmo hasta que tuvo que dimitir porfalta de tiempo. En 1946-47 viajó por casi todo el Con-tinente Sudamericano en busca de datos para escribirsu vida de Bolívar, y en 1951 visitó la India invitadopor el Congreso para la libertad de la Cultura ( del quees uno de los Presidentes de Honor) y Australia, invitadopor la Fundación Dyson.

Ni la actividad internacional que se manifiesta entantas intervenciones públicas ni la literaria que pro-duce tanta labor en tantas lenguas hubieran sido posi-ble sin una colaboración activa y universal, que el autorlogró ya desde 1938 en la persona de doña Emilia Rau-man, cuyas dotes literarias y lingüísticas ha podido tenera su disposición para toda su obra desde entonces, enparticular como traductora para las lenguas alemanae italiana.

Sus libros se ocupan de temas psicológicos comoel Bosquejo de Europa , políticos, como De la angus-tia a la libertad , literarios, como su Guía del lectordel Quijote , pero también ha publicado poesías (Ro-mances de ciego, la fuente serena , Rosa de cieno yceniza ) y versos en francés y en inglés, así como teatroen las tres lenguas.

Ha recibido la medalla de oro de la Universidadde Yale y la medalla de oro por servicios a Europa delPremio Deutch de la Universidad de Berna, y es Fellowhonorario del Colegio de Exeter (uno de los Colegiosde Oxford). Sus doctorados honoris causa son: Arequipa,Liege, Lille, Lima, Oxford, Poitiers, Princeton, y Matrícu-la de Honor para 1966 de la Universidad de Pavía. EsAcadémico de la de Ciencias Morales y Políticas deMadrid y de París y de la Academia de Ciencias, Artesy letras de Bélgica; en 1936 fue elegido Académico dela lengua de Madrid; y pertenece a varias sociedadesacadémicas de América Española.

De sus dos hijas, la mayor, Nieves, reside en Romay trabaja en una institución internacional, habiendo pu-blicado también poemas y una novela; y la menor, Isa-bel, doctora en letras, ha publicado en inglés una obrasobre la política exterior de Catalina de Rusia y ejercecargos académicos en Inglaterra.

Caballero Gran Cruz de:

Orden de la República (España)León Blanco (Checoslovaquia)Orden del Mérito (Chile)Order of Jade in Gold (China)Mérito (Hungría)Boyacá (Colombia)Rosa Blanca (Finlandia)Legión de Honor (Francia)Aguila Azteca ( México)Orden del Sol (Perú)

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CARTADEHERNANCORTESPRIMERLITERATOMEXICANO

En su segunda carta de relacióna Carlos V, Hernán Cortés, entreotras muchas cosas , le hace unadescripción bastante precisa a la vezque concisa de la vida personal delemperador azteca. Son César y Cor-tés los únicos generales que ade-más de su indiscutible talento po-lítico y guerrero, escriben a manerade relatos sus conquistas, en el mo-mento y lugar donde las estabanllevando a cabo. Por eso ha de serque al leer las cartas de don Her-nando , se transporta uno, como eneste caso , a los palacios de Mu-teczuma.

"En los servicios de Muteczuma y de las cosasde admiración que tenia por grandeza y estado, haytanto que escribir, que certifico a vuestra alteza queyo no sé por dó comenzar, que pueda acabar de deciralguna parte dellas; porque, como ya he dicho, ¿quémás grandeza puede ser, que un señor bárbaro comoéste tuviese contrahechas de oro y plata y piedras yplumas todas las cosas que debajo del cielo hay en suseñorío, tan al natural lo de oro y plata, que no hayplatero en el mundo que mejor lo hiciese; y lo de laspiedras, que no baste juicio a comprehender con quéinstrumentos se hiciese tan perfecto; y lo de pluma,que ni de cera ni en ningún broslado se podría hacertan maravillosamente? El señorío de tierras que esteMuteczuma tenía, no se ha podido alcanzar cuánto era,porque a ninguna parte, docientas leguas de un caboy de otro de aquella su gran ciudad, enviaba sus men-sajeros, que no fuese cumplido su mandado, aunquehabía algunas provincias en medio destas tierras, conquien él tenía guerra. Pero lo que se alcanzó, y yodé¡ pude comprehender, era su señorío tanto casi comoEspaña, porque hasta sesenta leguas desta parte de Pu-tunchan, que es el río Grijalba, envió mensajeros aque se diesen por vasallos de vuestra majestad los na-turales de una ciudad que se dice Cumatan, que habíadesde la gran ciudad a ella docientas y treinta leguas;porque las ciento y cincuenta yo he fecho andar a losespañoles. Todos los más de los señores destas tierrasy provincias, en especial los comarcanos, residían, co-mo ya he dicho, mucho tiempo del año en aquellagran ciudad, e todos o los más tenían sus hijos primo-génitos en el servicio de Muteczuma. En todos los se-noríos destos señores tenía fuerzas hechas, y en ellasgente suya, y sus gobernadores y cogedores del servi-cio y renta que de cada provincia le daban, y habíacuenta y razón de lo que cada uno era obligado a dar,porque tienen caracteres y figuras escritas en el papelque facen , por donde se entienden. Cada una destasprovincias servía con su género de servicio, según lacalidad de la tierra; por manera que a su poder veníatoda suerte de cosas que en las dichas provincias ha-bía. Era tan temido de todos, así presentes como au-sentes , que nunca príncipe del mundo lo fue más.Tenía, así fuera de la ciudad como dentro, muchascasas de placer, y cada una de su manera y pasatiem-po, tan bien labradas cuanto se podría decir, y cualesrequerían ser para un gran príncipe y señor. Teníadentro de la ciudad sus casas de aposentamiento, talesy tan maravillosas, que me parecería casi imposiblepoder decir la bondad y grandeza dellas. E por tantono me porné en expresar cosa dellas, mas de que enEspaña no hay su semejable. Tenía una casa poco me-nos buena que ésta, donde tenía un muy hermoso jardíncon ciertos miradores que salían sobre él, y los már-moles y losas dellos eran de jaspe, muy bien obradas.Había en esta casa aposentamientos para se aposentardos muy grandes príncipes con todo su servicio. Enesta casa tenía diez estanques de agua, donde teníatodos los linajes de aves de agua que en estas partesse hallan, que son muchos y diversos, todas domésti-

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el soterrado de losas, y la mitad que quedaba por cu-brir tenía encima una red de palo muy bien hecha;y en cada una destas casas había un ave de rapiña,comenzando de cernícalo hasta a águila, todas cuantasse hallan en España, y muchas más raleas que allá no sehan visto. E de cada una destas raleas había muchacantidad, y en lo cubierto de cada una destas casashabía un palo, como alcandra, y otro fuera debajo dela red, que en el uno estaban de noche y cuando llovía,y en el otro se podían salir al sol y al aire a curarse.A todas estas aves daban toaos los días de comer ga-llinas, y no otro mantenimiento . Había en esta casaciertas salas grandes bajas , todas llenas de jaulas gran-des, de muy gruesos maderos , muy bien labrados yencajados, y en todas o en las más había leones, tigres,lobos, zorras y gatos de diversas maneras, y de todosen cantidad; a las cuales daban de comer gallinas cuan-tas les bastaban. Y para estos animales y aves habíaotros trecientos hombres, que tenían cargo dellos. Te-nía otra casa donde tenía muchos hombres y mujeresmonstruos, en que había enanos, corcovados y contra-

hechos, y otros con otras disformidades, y cada uoa

cas; y para las aves que se crían en la mar eran losestanques de agua salada , y para las de ríos, lagunasde agua dulce; la cual vaciaban de cierto a cierto tiem-po por la limpieza, y la tornaban a henchir por suscaños; y a cada género de aves se daba aquel mante-nimiento que era proprio a su natural y con que ellasen el campo se mantenían . De forma que a las quecomían pescado se lo daban, y las que gusanos, gu-sanos, y las que maíz, maíz, y las que otras semillasmás menudas, por consiguiente se las daban. E certi-fico a vuestra alteza que a las aves que solamente co-mían pescado se les daba cada día diez arrobas dél,que se toma en la laguna salada . Había para tenercargo destas aves trecientos hombres, que en ningunaotra cosa entendían. Había otros hombres que sola-mente entendían en curar las aves que adolecían. So-bre cada alberca y estanque de estas aves había suscorredores y miradores y muy gentilmente labrados, don-de el dicho Muteczuma se venía a recrear y a las ver.Tenía en esta casa un cuarto en que tenía hombres ymujeres y niños, blancos de su nacimiento en el ros-tro y cuerpo y cabellos y cejas y pestañas. Tenía otracasa muy hermosa, donde tenía un gran patio losadode muy gentiles losas, todo él hecho a manera de unjuego de ajedrez. E las casas eran hondas cuanto es-tado y medio, y tan grandes como seis pasos en cua-dra; e la mitad de cada una destas casas era cubierta

manera de monstruos en su cuarto por sí; e tambiénhabía para éstos personas dedicadas para tener cargodellos. E las otras casas de placer que tenía en su ciu-dad dejo de decir, por ser muchas y de muchas cali-dades.

La manera de su servicio era que todos los días lue-go en amaneciendo eran en su casa seiscientos señoresy personas principales, los cuales se sentaban, y otrosandaban por unas salas y corredores que había en ladicha casa, y allí estaban hablando y pasando tiempo,sin entrar donde su persona estaba. Y los servidoresdestos y personas de quien se acompañaban henchíandos o tres grandes patios y la calle, que era muy gran-de. Y estos estaban sin salir de allí todo el día hastala noche. E al tiempo que traían de comer al dichoMuteczuma, asimismo lo traían a todos aquellos seño-res tan complidamente cuanto a su persona, y tambiéna los servidores y gentes destos les daban sus raciones.Había cotidianamente la dispensa y botillería abiertapara todos aquellos que quisiesen comer y beber. Lamanera de que les daban de comer , es que venían tre-cientos o cuatrocientos mancebos con el manjar, queera sin cuento, porque todas las veces que comía y ce-naba le traían de todas las maneras de manjares, asíde carnes como de pescados y frutas y yerbas que entoda la tierra se podían haber. Y porque la tierra esfría, traían debajo de cada plato y escudilla de man-jar un braserico con brasa, porque no se enfriase. Pnníanle todos los manjares juntos en una gran sala enque él comía, que casi toda se henchía, la cual esta-ba toda muy bien esterada y muy limpia, y él estabaasentado en una almohada de cuero pequeña muy bienhecha. Al tiempo que comía estaban allí desviadosdé¡ cinco o seis señores ancianos, a los cuales él dabade lo que comía. Y estaba en pie uno de aquellos servidores que le ponía y alzaba los manjares, y pedíaa los otros que estaban más afuera lo que era necesa-rio para el servicio. E al principio y fin de la comida

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y cena siempre le daban agua a manos , y con la toallaque una vez se limpiaba nunca se limpiaba más, nitampoco los platos y escudillas en que le traían unavez el manjar se los tornaban a traer, sino siempre nue-vos, y así hacían de los brasericos . Vestíase todos losdías cuatro maneras de vestiduras , todas nuevas, ynunca más se las vestía otra vez . Todos los señoresque entraban en su casa no entraban calzados , y cuan-do iban delante dél algunos que él enviaba a llamar,llevaban la cabeza y ojos inclinados , y el cuerpo muyhumillado , y hablando con él no le miraban a la cara;lo cual hacían por mucho acatamiento y reverencia.Y sé que lo hacían por este respeto, porque ciertosseñores reprehendían a los españoles , diciendo quecuando hablaban conmigo estaban exentos, mirándo-me la cara , que parecía desacatamiento y poca ver-

güenza. Cuando salía fuera el dicho Muteczuma, queera pocas veces, todos los que iban con él y los que to-paba por las calles le volvían el rostro, y en ningunamanera le miraban, y todos los demás se postrabanhasta que él pasaba. Llevaba siempre delante sí unseñor de aquellos con tres varas delgadas altas, quecreo se hacía porque se supiese que iba allí su persona.Y cuando lo descendían de las andas, tomaba la unaen la mano y llevábala hasta donde iba. Eran tantasy tan diversas las maneras y ceremonias que este se-ñor tenía en su servicio, que era necesario más espaciodel que yo al presente tengo para las relatar, y aunmejor memoria para las retener, porque ninguno delos soldanes ni otro ningún señor infiel de los que has-ta agora se tiene noticia, no creo que tantas ni talesceremonias en servicio tengan."

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posMOTIVOSPOÉTICOS EN CESAR VALLEJO

César Vallejo ha adquirido en los últimos veinteaños una gran proyección artística debido a su poesíaesencialmente humana. La mayoría de los poetas queescribieron en las primeras cuatro décadas de este siglotrataron de buscar una dimensión estética -recorde-mos a los modernistas-, o una misión de credo ame•ricano -los mundonovistas-, o una dimensión intelec-tualista -pensemos en los surrealistas, creacionistas yexpresionistas. Sin embargo, es difícil ubicar a Vallejoen alguna de estas tendencias literarias debido a suterrible individualismo y a su innata propensión a hur-garse el alma y los andrajos en el espejo inmenso dela sociedad humana. Algunos críticos le aplican las eti-quetas de poeta social, o nativista o ultraísta, pero enrealidad lo han hecho porque han estado más intere-sados en aspectos de su contenido o de su técnica yno realmente en su universalidad de artista. Por estarazón no trataré de repetir los ángulos en los que yase le han enfocado sino más bien de inmiscuirme ensu adolorida conciencia y en su destilación de símbolosíntimos fundamentalmente en su poesía.

Unos cuantos datos biográficos nos pueden ayudara ubicar a Vallejo en su trayectoria artística. Nació enSantiago de Chuco, Perú, el 18 de marzo de 1892; suprimer libro, Los Heraldos negros, apareció en limaen 1918; el segundo, Trilce, también en lima en 1923(desde el año 1923 hasta su muerte en 1938 Vallejovivió en París) y el último, Poemas humanos, y España,aparta de mi este cáliz , fue publicado póstumamenteen 1939. Hay otros elementos biográficos fundamentalestales como su origen campesino en los andes norte-ños del Perú, su familia numerosa de once hermanosy hermanas, su posición en la familia siendo el últimohijo, su enorme afecto por su madre, su nostalgia demestizo y sus raíces de humildad serrana. También ha-bría que mencionar sus estudios universitarios en Tru-jillo y en lima en los años de mayor inquietud intelectualy política en el Perú. Su desarraigo de la tierra natales penoso primero en lima y después en París, aun-que siempre tiene amigos y comparte sus ideas sufreun dolor insondable ante la pobreza, la ansiedad cons-tante por sobrevivir y la soledad desamparada. Despuésde esta introducción creo que puedo adentrarme enalgunos de sus símbolos íntimos.

ENSAYO

por lucía Fox

Hay un símbolo que se repite en la obra de Vallejoy es "la suerte". En varios casos el mundo aparececomo resultado de un gigantesco juego de azar. En"Los dados eternos" se muestra el terrible poder dela injusticia. Hay una sutil amargura cuando él le hablaa Dios: "Tú, que estuvieste siempre bien / no sientesnada de tu creación". Al mismo tiempo la muerte esla única respuesta cierta a esta constante expectativaque es la vida. El lo dice: "Tal vez, oh jugador, al darla suerte / del universo todo, / surgirán las ojeras dela Muerte / como dos ases fúnebres de lodo". Su fata-lismo está también confirmado cuando observa un he-cho cotidiano como el del suertero que vende la lote-ría; en "La de a mil" él ve una enmascarada burlaen este caótico juego que simboliza en sí toda la inex-plicable fatalidad de la suerte. El exclama: "¿Por quése habrá vestido de suertero / la voluntad de Dios?",y así deja planteada una pregunta metafísica acercadel origen de la justicia en este mundo.

En "Los heraldos negros" también se siente estefatalismo extremo que lo hace sentir que esos golpessangrientos que él recibe son injustificados y lo hacentan vulnerable precisamente porque son tan insospe-chados. En su primera obra nos damos cuenta de queVallejo sólo manifiesta su innata sensibilidad a especu-lar en las esferas de lo imprevisto y doloroso. En susobras posteriores se acentúa su indagación especial-mente agudizada por su desesperanza. En Trilce ape-nas se halla una afirmación de la volntad; él todavíaespera en "las cien esquinas de la suerte" como si deantemano todo fuera inútil. Es solamente en Los poe-mas humanos en donde encontramos un hilo a susrespuestas; él ahora se da cuenta que no es la suertesino el dolor el que predomina en el mundo. El ahorase siente identificado con los muchos que sufren. En"Los nueve monstruos" dice: "Pues de resultas del do-lor hay algunos / que nacen, otros crecen, otros mue-ren". Su última etapa lo encuentra destilando el dolorhumano, ahora no se preocupa tanto por las causasdel dolor sino por su existencia misma. Desde ahorase va a dedicar a explorar no únicamente aquellos gol-pes de sus heraldos negros, sino aquellos escozorescontinuos que van rayando la tez del hombre con unamarca extraña de desconcierto; en "Telúrica y Magné-

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tica" dice: "Le ha dolido la suerte mucho, todo; / leha dolido la puerta , / le ha dolido la faja dándole sed,/ aflicción y sed de vaso pero no del vino". Es duranteeste proceso de exploración en que se da cuenta deque el dolor existiría para él aunque no fuera un artis-ta; sin embargo es su grado de sensibilidad el que leabre las puertas del dolor mundial. En "La violenciade las horas" termina diciendo: "¿Cuánto tiempo hadurado la anestesia, que llaman los hombres, Cienciade Dios, Teodicea?... ¡Pido se me deje con mi tumorde conciencia, con mi irritada lepra sensitiva, ocurralo que ocurra, aunque me muera! Dejadme doler, si loqueréis, más dejadme despierto de sueño, con todoel universo metido , aunque fuese a las malas, en mitemperatura polvorosa".

Otro de los elementos que adquiere una trascen-dencia simbólica en la obra de Vallejo es la figura de

la madre. En los heraldos negros la madre aparece sim-plemente como una figura tierna y generosa: "mi madrepasea allá en los huertos, / saboreando un sabor yasin sabor. / Está ahora tan suave, / tan ala, tan salida,tan amor". Todavía la figura de la madre es vaga, ape-nas una emoción cogida transitoriamente al recordar alhogar campesino.

En Trilce, obra escrita después de la muerte desu madre, ella aparece transformada en la "muertainmortal" que se constituye así en su afecto más puroy en el que se le ofrece la fórmula de amor "por todoslos huecos de este suelo". Ella también va adquiriendouna dimensión más universal, ella ahora no sólo cuidade los hermanos sino también de todos los pequeñosy los débiles. En el poema XXIII la llama "tahona es-

tuosa" y le dice: "Tal la tierra oirá en tu silenciar, /cómo nos van cobrando a todos / el alquiler del mun-do donde nos dejas / y el valor de aquel pan inaca-bable. / Y nos lo cobran, cuando siendo nosotros / pe-queños errtonces, como tú verías / no se lo podíamoshaber arrebatado / a nadie; cuando tú nos lo diste,/ ¿di, mamá?". Se encuentra así en cada poema a lamadre como el símbolo de la "libertadora" en la cár-cel de la "lavandera del alma" en el caos de! mundo,pero es solamente en Poemas humanos , y España, apar-ta de mí este cáliz donde la madre adquiere su prís-tina y última expresión: la justicia. El título "España,aparta de mí este cáliz" es alegórico y la variación dela palabra España, en vez de "padre" de las palabrasde Cristo sintetiza el significado de "madre", el poemalo ilustra bien:

Niños del mundo,si cae España , digo, es un decir,si caedel cielo abajo su antebrazo que asen,en cabestro dos láminas terrestres;¡niños! ¡qué edad la de las sienes cóncavas!¡qué temprano en el sol lo que os decía!¡qué pronto en vuestro pecho el ruido anciano!¡Qué viejo vuestro dos en el cuaderno!¡Niños del mundo, estála madre España con su vientre a cuestasestá nuestra maestra con sus férulas,está madre y maestra,cruz y madera, porque os dio la altura,vértigo y división y suma , niños!¡está con ella, padres procesales!Si cae, digo, es un decir, si caeEspaña , de la tierra para abajo,niños, ¡cómo váis a cesar de crecer!¡Cómo van a quedarse en diez los dientesen palote al diptongo , la medalla en llanto!¡Cómo va el corderillo a continuaratado por la pata al gran tintero!¡Cómo váis a bajar las gradas del alfabetohasta la letra en que nació la pena!

Un tercer elemento que sufre una variación tras-cendente y simbólica es el amor. Podríamos decir queen Vallejo hay un gran dualismo entre lo que él con-sidera amor sensual y el amor puro. En los heraldosnegros se nota todavía su erotismo de tendencia ro-mántica con las ideas constantes de la muerte y lasepultura. En "Capitulación" se siente el amargo des-aliento que sigue al acto físico del amor, su pasividades lívida y su compasión atormentada: "los marfileshistéricos de su beso me hallaron muerto", o "pobretrigueña aquélla; pobres sus armas; pobres / sus velascremas que iban al tope en las salobres / espumasde un mar muerto. Vencedora y vencida, / se quedópensativa y ojerosa y granate". En otros poemas comoen "Desnudo de barro" la tumba es todavía un sexode mujer que atrae al hombre, en "El poeta a suamada", en esta noche tú te has sacrificado / sobre

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los dos maderos curvados de mi beso / y tu pena meha dicho que Jesús ha llorado, / y que hay un vieY-nessanto más dulce que ese beso". En contraste apa-rece su continua búsqueda de un amor puro, espiritual,un alejamiento de lo que él considera carnal y que lohace presentir una transubstanciación "azul y virtuo-sa, contra lo ciego y lo fatal" del instinto. El se lamentaen "Deshora" de la pureza amada que sus ojos no lle-garon a gozar.

Se ha dicho que el erotismo de Vallejo es el delmestizo, pero yo me atrevería a afirmar que es el resul-tado de su adherencia personal a su madre, a su hogarcampesino con muchas hermanas y muchachas campe-sinas inocentes y sencillas en contraste con la pasiónde las mujeres de las grandes ciudades con tendenciasmuchas veces mercenarias. Su Rita de "Idilio muerto"

con sus faldas de franela, su candor supersticioso ydulce, sus afanes hogareños, es el polo opuesto de laalegre bacante, "rifada de afeites y, en chata ficciónde mujer" que él presenta en "Amor". Continuamenteencontramos su actitud tierna hacia las mujeres que éldejó en su tierra; su desilusión es grande en Trilcecuando constata el mecanismo de engaño o de indife-rencia en las situaciones amorosas él exclama así: "Ycuando ambos burlamos al párroco, / quebrose mi ne-gocio y el suyo / y la esfera barrida". En su últimolibro Poemas humanos el dualismo persiste especial-mente por lo que concierne al mecanismo de engendrarsin amor: "Instante redondo, / familiar, que ya nadiesiente ni ama./ ¡De qué deslumbramiento áfono, tinto,/ se ejecuta el cantar de los cantares! ¡De qué tronco,el florido carpintero! / ¡De qué perfecta axila, el frá-gil remo! / ¡D2 qué casco, ambos cascos delanteros!"

Quizás la tragedia personal de Vallejo acentúa estedualismo, su pobreza, la ausencia de su hogar y de susprimordiales raíces y por ello lo puro persiste en elrecuerdo, en su nostalgia, en la remembranza perpe-tua. En su poema "El buen sentido" nos damos cuentaque el afecto por su madre sigue siendo el que real-mente cuenta. El conflicto subsiste ahora en ella, ensu puritana inocencia y en su recóndito cariño repri-mido:

Mi madre acuerda carta de principio colorante amis relatos de regreso. Ante mi vida de regreso,recordando que viajé durante dos corazones porsu vientre, se ruboriza y se queda mortalmentelívida, cuando digo en el tratado del alma: Aque-lla noche fui dichoso. Pero más se pone triste.Más se pusiera triste.

Pero en Vallejo existe otro amor que en su últimaetapa se muestra absorbiendo sus conflictos y subli-mando su desbordante necesidad de un afecto inmen-so, puro y elevado. Por ello, la última etapa trascen.dente lo constituye el amor ya no a la mujer sino a lahumanidad. Su dimensión abarca fundamentalmente alhombre abandonado, como él, a los pobres y a los des-amparados. En toda su trayectoria ha estado viendo ysintiendo, pero por fin encuentra su meta cuando seproyecta y se da cuenta que existe un vínculo universalque lo liga al resto: "un hombre pasa con un pan alhombro. ¿Voy a escribir, después, sobre mi doble?". Estees el sentido universal de Vallejo, es casi imposible ver-lo con indiferencia, porque su identificación con el hom-bre común es profunda. El habla su lenguaje, él sufresus pesadumbres cotidianas, él ama su primordial vul-nerabilidad a la vida y al dolor. Cuando él escribe de eseanónimo individuo ha llegado a la universalidad con.ceptual y le bastan pocos rasgos : "Amadas sean lasorejas sánchez, / amadas las personas que se sientan,/ amado el desconocido y su señora, / el prójimo conmangas, cuello y ojos '

En general podría decir que los símbolos que heestudiado en Vallejo no se encuentran aislados sino quese re aclonan, forman parte de una estructura funda-mental del hombre en su impulso constante de ha-llarse a sí mismo, de elevarse, de crear un mundo conun sentido cada vez más hondo y substancial. A Vallejolo vemos en el transcurso de sus obras venciendo losobstáculos de lo particular y lo concreto para desbor-darse en lo universal y lo simbólico, por eso no quieroterminar sin citarlo en las palabras que sintetizan suascensión poética: "Mi gozo viene de mi fe en estehallazgo personal de la vida".

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ii

Para conversar con Tamayo tuvimos que irnos alhotel Camino Real. El hotel es tan enorme, que se noshizo un verdadero laberinto dar con el gran pintor.Al fin, nos orientamos y subimos al Club de Industriales,donde el maestro , en el salón que se llamará TAMAYO,trabaja en un mural que ha de titularse ENERGIA. Tratael maestro de representar en su mural la energía a tra-vés del fuego. Cuando nosotros llegamos, Tamayo estabaentregado a su obra , de espaldas a la puerta y, nosdio la impresión de que aquel hombre flotaba en mitadde un emporio de lenguas llameantes. Nos impresionóvivamente, pero venciendo nuestra primera impresióncaminamos hacia él y nos presentamos. El maestro aban-donó sus pinceles y nos ofreció generosamente sutiempo. Tamayo da la impresión de ser un hombre muycalmado, muy seguro de sí mismo. Nos sentamos, ydimos comienzo a nuestra plática.

NORTE-¿Cómo ve usted el panorama pictórico enlos últimos años en México? fue nuestra primera pre-gunta manida , pero necesaria.

R.T.-Considero que la generación última de pinto-res en nuestro país es la más dotada. Creo que muchosde estos jóvenes que hoy pintan tienen mucho que ha-cer en favor de la pintura. Se les critica que imitan,sobre todo, a los Estados Unidos, el expresionismo abs-tracto, el pop ... Yo pienso que estas críticas tienencierta razón, no obstante y de todas maneras apoyo aestos jóvenes, porque siendo jóvenes es natural quesigan determinados camino., y estén influenciados, peroyo estoy seguro de que dejarán estas influencias almadurar y harán cosas importantes. Debo hacer especialmención de que hay un pintor joven, Francisco Toledo,(')a quien no se le puede acusar de ninguna de estas co-sas, pues ya está ocupando un lugar destacado en lapintura, por merecimientos propios, no sólo en México,sino en el mundo.

(1) NORTE 226

NORTE-¿ Hacia dónde cree usted que va la pinturamexicana?

R.T.-Desde luego se ve con claridad que desde haceya mucho tiempo , se abandonó la famosa tendencia dela pintura mexicana cuyos móviles políticos eran intrín-secos . Debo decirles que yo fui el iniciador de estemovimiento que abandonó los mentados motivos. Ahoratodos los pintores jóvenes se valen de sus propios va-lores , lo que quiere decir que nuestro movimiento sebasa simplemente en los valores plásticos . Yo fui, comoacabo de decir , el primero en romper con esa clase depintura : por eso tuve bastantes dificultades y, ello fuela razón de que saliera muy joven del país , pues la pin-tura de contenido político , contaba entonces con todoel apoyo oficial.

NORTE-¿ Cree usted que la expresión pictórica con-tiene en sí todas las motivaciones humanas?

R.T.-Yo creo que la pintura es una expresión delhombre , como lo puede ser la música o la poesía. Ydiría que la pintura , con su lenguaje, el que le es propio,sí expresa todas las motivaciones humanas , pero sola-mente , quede esto bien claro , con el lenguaje pictórico.

NORTE-¿Cuál es su técnica al pintar? ¿Sigue Ud.a los antiguos maestros o, por el contrario, ha crealoinnovaciones dentro de su técnica personal?

R.T.-Yo creo que el pintor , el artista en general,refleja las inquietudes de la vida en el momento enque está viviendo y, en consecuencia , requiere utilizarlas técnicas más de acuerdo con ese momento . No ten-dría por tanto, caso en este momento estar pintandoa la manera de los pintores del siglo XVI. Yo pinto contécnica de nuestro tiempo y tengo mi técnica como to-dos, personal , y naturalmente surgen innovaciones den-tro de esa técnica , pues la pintura , como el hombre yel universo , es evolutiva.

NORTE-¿Qué es más fácil, pintar o restaurar, co-piar con zactitud o crear?

R.T.-I n eso yo no podría responderles con la pro-piedad requerida, ya que jamás he copiado.

NORTE-¿Qué maestro de la pintura cree Ud. que hainfluido más en su obra?

R.T.-Más que maestro de la pintura, yo diría quelas influencias que he recibido son de escuelas y, lasinfluencias más profundas que encuentro en mi obraproceden directamente de nuestra gran tradición y,cuando hablo de tradición , me refiero al arte Precolom-bino, a las artes populares . En fin todo aquello que tieneuna profunda raíz mexicana. Ahora bien, cuando yo decíaescuelas , hay un punto importante que deseo aclarar,pues considero que la pintura, como todas las artes esun lenguaje universal , con lo que quiero decir que eselenguaje tiene que ser inteligible para todas las gen-tes del mundo . Aunque ese lenguaje , como es naturaly lógico , le demos el acento propio de nuestra particu-lar idiosincrasia , pero deseo hacer especial énfasis enque, el lenguaje es el mismo , no obstante los diversosy naturales acentos , y, en este caso , no creo que hayapintura mexicana o china , sino que hay pintura.

NORTE-¿A qué pintores contemporáneos admira Ud.más?

R.T.-Más que admirar a pintores en lo personal,lo que yo admiro son los movimientos. Por ejemplo,admiro mucho la serie de movimientos , porque no esuno solo , que ha realizado Pablo Picasso. A mí me pa-recen muy interesantes . Y creo también que en los últi-mos tiempos los movimientos llamados de la Escuelade Nueva York, han sido muy importantes, dadas susaportaciones , para la historia del arte.

NORTE-¿Qué color prefiere usted?R.T.-Hay varios colores que , no solamente aquí en

México , sino en el extranjero llaman colores TAMAYO,como son, el rosa sandía , el azul ultramar y, última-mente , como he estado usando mucho el violeta, tam-bién dicen que hay un violeta TAMAYO.

NORTE-¿Cree Ud. que los pintores modernos hansuperado a los antiguos?

. R.T.-Yo creo que la pintura contemporánea está to-talmente liberada y, ya sabemos que en el arte la liber-tad es lo más importante.

NORTE-¿El uso de los colores, tanto en la antigüe-dad como hoy en día , han variado o son permanentes?

R.T.-Hay materiales nuevos , con los cuales se han

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experimentado, como substitutos químicos, de la luz ...y se ha demostrado que son buenos. Además de tenerventajas sobre los materiales que usaron en la anti-güedad.

NORTE-¿Es usted partidario de seguir una técnicahasta superarla o de probar varias?

R.T.-Es una inquietud constante en mí esto. Se hadado el caso de que yo he logrado cierta forma de ex-presión y la gente se sorprende de que cambie de repen-te. Yo insisto en que la pintura es una especie delaboratorio y en consecuencia, se presta a que estemosde continuo experimentando.

NORTE-¿En qué material le gusta a usted pintar y,a su entender, cuál es el de mejor calidad?

R.T.-Bueno, esto depende de lo que uno esté ha-ciendo. Según el caso, empleo lo mismo materiales mo-dernos que antiguos, pues unos son válidos para deter-minadas cosas y otros para otras.

NORTE-¿En qué forma, pictóricamente hablando,representaría usted al amor?

R.T.-Para mí, los temas no son importantes y, sipuedo reflejar el amor o cualquier otra cosa, eso nosería nunca en una forma directa, sino que siempreestarían detrás de la pintura. Es decir, nunca sería ob-vio. Usted sabrá que los nombres de mis cuadros sonsimples: Hombre, Pareja, etc. Yo no quiero que mi pintu-ra esté ilustrando ninguna idea ajena a la pintura.

NORTE-De no ser pintor, ¿qué le hubiera gustadoa usted ser?

R.T.-Quizás médico cirujano, porque creo que lacirugía es también un arte.

NORTE-¿Qué piensa usted de sí mismo como pin-tor?

R.T.-No obstante haber logrado una situación quemuchos envidian, a tal grado de que ha sido motivo detremendas enemistades, yo, en lo particular me sigosintiendo un estudiante de la pintura.

NORTE-¿A qué aspira usted en la vida?R.T.-La tranquilidad es una cosa que me interesa

muchísimo. Por otra parte, creo que es muy difícil delograr. Esto es en parte una aspiración mía, porque conla tranquilidad estoy en posibilidad de realizar cosasque deseo hacer todavía.

NORTE-¿A qué tiene usted miedo en la vida?R.T.-Yo no tengo miedo, estoy satisfecho, pues des-

pués de una lucha intensísima, el éxito me ha llegadoplenamente.

NORTE-Aparte de su pintura ¿qué es lo que real-mente le interesa a usted?

R.T.-Me importa mi familia, que consiste en mi mu-jer únicamente y que es, no solamente parte integralde mi vida, sino que como artista ha sido parte muyimportante en mi carrera. Ella y yo somos una sola cosa.

NORTE-¿Hasta dónde le han ayudado en la crea-ción de su obra sus enemigos?

R.T.-Indudablemente, nuestros enemigos nos ayu-dan de forma positiva, de tal suerte que si ellos supie-ran que en vez de hacerle a uno daño lo que le hacenes un bien, creo que, por egoísmo, dejarían de serlo.

NORTE-¿Cuál de entre todos sus enemigos le ha

ayudado más a usted?R.T.-Ninguno en especial y todos en general, pues

todos son muy generosos para conmigo. Tan es así, queles estoy muy agradecido a todos ellos, pues tal vez sinsu fervorosa colaboración, yo no sería quien soy.

NORTE-¿Qué piensa usted del llamado arte efímero?R.T.-Opino que es inexistente, porque a mi juicio

lo importante en el arte es su permanencia.NORTE-¿Cree usted en la inmortalidad por las ve-

redas del arte?R.T.-Yo creo que lo importante es hacer la obra

de arte. Eso de la inmortalidad es una cosa que, incluso,no nos incumbe a los artistas.

NORTE-¿Qué obra de entre todas las suyas prefiere?R.T.-A pesar de que tengo algunos cuadros que

desearía haber conservado por considerar que tengo al-gunos logros en ellos, yo diría que el cuadro que másme interesa es el próximo.

NORTE-¿Es cierto que cuando usted expuso enVenecia, así lo hemos oído por ahí, protestaron algunosgrupos con pancartas que decían: "Tamayo , vete a tucasa"?

R.T.-Jamás sucedió semejante cosa en Venecia y,me sorprende con su pregunta. Ignoraba incluso, quetal cosa haya circulado por ahí. Que tal cosa no suce-dió le consta al director del Instituto de Bellas Artes,al jefe del Departamento de Extensión Cultural de laSecretaría de Relaciones, como le consta al represen-tante de mis tres salones, señor Gamboa, y al públicoen general de Venecia y de toda Italia . Por lo demás,todo el mundo, sabe allá, como aquí, que la crítica italia-na me elogió grandemente con motivo de aquella Bienal.Y todo esto se puede comprobar con las reseñas crí-ticas que aparecieron en la prensa italiana.

NORTE-Muchas gracias.Nos despedimos de Tamayo, y éste volvió a su mural

serenamente. Antes de desaparecer, ya en la puerta,volvimos a contemplar su obra y de nuevo creímos queaquel hombre de aspecto pacífico, flotaba , aunque in-demne, en un emporio de lenguas llameantes.

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