20 Poemas a La Naturaleza

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poemas dedicados al amor sentimental y pasional, expresiones de amor

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La Ronda de las hojas Mecindose suavementelas hojas cayendo vanse detienen un instantey siguen cayendo ms. ssssssssssssDice el viento entre las ramasssssssssssssel otoo vino ya! Las hojas hacen la ronday se ponen a jugar.

FILOMENA CODORNI

Escuela de las floresEn medio del prado hay una escuela adonde van las flores y las abejas, amapolas y lirios, violetas pequeas, campanillas azules, que, con el aire, suenan.En medio del prado hay una escuela y una margarita que es la maestra.

GLORIA FUERTES

En los rboles del huertoEn los rboles del huertohay un ruiseor:Canta de noche y de dacanta a la luna y al sol.

Ronco de cantar al huerto vendr la niay una rosa cortar.

Entre las negras encinashay una fuente de piedray un cantarillo de barroque nunca se llena.

Por el encinarcon la luna blancaella volver.

ANTONIO MACHADO

Madre Naturaleza de Manuel Gutierrez Najera

Madre, madre, cansado y soolientoquiero pronto volver a tu regazo;besar tu seno, respirar tu alientoy sentir la indolencia de tu abrazo.

T no cambias, ni mudas, ni envejeces;en ti se encuentra la virtud perdida,y tentadora y joven aparecesen las grandes tristezas de la vida.

Con ansia inmensa que mi ser consumequiero apoyar las sienes en tu pecho,tal como el nio que la nieve entumebusca el calor de su mullido lecho.

!Aire! ms luz, una planicie verdey un horizonte azul que la limite,sombra para llorar cuando recuerde,cielo para creer cuando medite!

Abre, por fin, hospedadora muda,tus vastas y tranquilas soledades,y deja que mi espritu sacudael tedio abrumador de las ciudades.

No ms continuo batallar: ya brotasangre humeante de mi abierta herida,y quedo inerme, con la espada rota,en la terrible lucha por la vida.

Acude madre, y antes que perezcay bajo el peso, del dolor sucumba;o abre tus senos, y que el musgo crezcasobre la humilde tierra de mi tumba!

Oda Al Invierno Me gusta la transpiracin de las nubes cuando trabajan como hormiguitas, me gusta ya pronto ver sus babas deslizarse por las hojas de los maos.

Me gusta todo eso el aroma de la tierra salpicada, el aletear de los queltehues como pollos mojados, y entonan sus canciones y trinan el bosque toda vez que las nubes se retiran all donde las nubes van tras la jornada de trabajo.

Es tan hermoso ver embarrados los senderos.

El invierno es limpieza es pureza es aseo y ornato es el paradigma de la vida ma.

El invierno me conoce desde que nac.

Las voces del caracolCon tenue sonarla voz del caracol va recorriendo,desde lo alto de la montaatoda la quebradacon su suave caminarjunto con el vientobuscando los escondidos lugaresy siguiendo de corridohasta no dejar un solo lugar sin llamar, el eco es su ayudasiempre presente,as planeandocmo las guilas va descendiendo hasta lo profundo de la quebrada y el ro perfumado que corre lento, burbujeante,alegre y misterioso.Al llegar la msica caracolera ya impregnada de verdesy de los miles de sonidos de aves,de mujeres y hombresse une a la sinfona del ro en una sola vozque retumba en sus gargantashasta el filo de la montaa,y en la cordilleras resuenan las notas del ro y el caracolelevndose hasta el cielo azulrayadopor el vuelo de las golondrinas.

Da de campoDejemos las torres de metal, su nebulosa de esmog,para internarnos en el verde recin inaugurado.Brillando de esplendor los cerros cambian vestiduras,ostentan su plenitud resurgida y lavada.Mira siempre hacia los campos floridos,los arroyos de barro que manan de fuentes tan ntimas,los taciturnos animales pastando dcilmente,los pjaros que improvisan luminosas orquestas.La brisa que unge con leve vestido de joyasnos regala ahora un arco siete veces coloreado:promesa paternal recordada.Y quin dijo que nada florece porque s,que Dios est ciego, que su voluntad no puede ser hermosura?Recoge un ramo de ans, un puo de fresas silvestres,trae un diente de len para soplarle un secreto;hoy es da de alabar la delicadeza de la espigay aspirar en cada flor una nueva fragancia.Tu pelo sombro huele a tierra mojada.Hoy es da para el amor-ese secreto a voces que todos debemos descubrir-.Aleluya!, nuestro canto se desposa con el da.

NubePor el cielo triste, pasos lentos das,mientras interminables gotas de tu cuerpo caen.Tu apariencia luciendo un tenue color,de mil dolores, de una traicin.

PopocatpetlEl guerrero repite lo profundo es desderevelacin fulminanteclaustrofobia en la cmaralate el cono de estircoldesgarra comisurasexpele idioma de rocametafsica abortadavaho de cenizasestertor de los diosesla vida se fugachimenea en el taller de la vidala esptula remueve rebabasmilagro para los atormentadosla miga de Popocaalma envuelta en gas proclama su sitionube ardienteintimidad expuestaIztacchuatl duermelos eunucos vigilanhombrecillos de estircoldesprovistos de embriaguezsolos con su presenteescuchan el estruendola pesadilla agita el vientre del Popocatpetl.

JacarandasVioletas pinceladas que aparecensbitamente en el cielo,sinuosas entre los rboles

Acuarela en primaveraque se esparce tambin en el sueloalfombra de fragancia sublime

Jacarandas en el celo de marzorabiosas estallan por doquieranuncian el esplendorde la estacin que derrocha vida,alegra, flor y verde apuntando al cielo

xtasis en mis ojos:

Jacaranda en flor

La danza mortal de las PalmerasIMochitln:pueblo lleno de amor y de silencios,de viento y de esperanzas.

Me detendr un instante aqu:a dialogar y a compartir los sueos de mi gente.Aqu donde las grandes avenidas se esfumarony con bifurcaciones aparecen los caminos.Aqu donde las piedras lloran y las tierras de labor se agachan y suspiran hasta que llega el alba;aqu donde las flores ren y los pintorescos paisajes se amontonan.

Aqu donde nac, aqu estar,despus de haber andado los caminos;unir mi voz a la de mis ancestrosy evocar los cantos ms antiguos.

Cantar con la mujer que entre las sombraslleva diez lunas llenas en sus brazos;cantar con el agricultor que siembra:las sonrisas, el amor y la esperanza quieta;cantar con mis amigos taberneros:por la bebida que se esconde y se agazapa,beber el elxir de esa plantaque gota a gota, re y se carcajea;cantar con todas las mujeresde los extraos y arcaicos Lavaderos;cantar y disfrutar en la senda de El Chorritocon sus aromas de libertades ciegas;entonar los cantos ms sagradosdel camino de El Tanque hacia el Naranjo;dirigir mis pasos a La Boca del Molinoy escuchar el canto de inslitos fantasmas;subir al cerro del Tepoltziny con un pedernal espantar a los dioses;observar en lo profundo al Ro Salado que se mueve lento con la lluvia:como serpiente ciega entre la hierba;contemplar vehemente al Ro Zacapochapaque rueda eterno con el alba:rueda con l la vida, rueda con el recuerdo,rueda en sus rojas aguas el silencio;y en las oscuras aguas del Ro Huacapa:angustiado y olvidado llora un muerto.

Despus,llegar hasta la iglesia de mi puebloy llorar por sus palmeras muertas.Al llegar hasta aqu,me constern ese llanto:de das aciagos que atormentaron a mi gente.

IIEl silencio y fuerte viento de la tarde desplegaron sus alas y volaron, llegaron a las palmeras de mi pueblo y proclamaron: -resistan, no morirn!- -resistan, no morirn!-; ellas, espantadas y angustiadas de repente se pusieron a temblar, cuando manos asesinas con poderosas mquinas comenzaron a cortar; esto fue, a ras de suelo.

Tres fatdicos das fueron los que hubo que soportar, todos del mes de marzo del ao de dos mil nueve; esto fue, a ras de suelo.

Sabiendo ya la noticia,no huyeron, ni se movieron,se preparaban alegrespara un evento especial:dar sombra al que asistira la fiesta patronal;esto fue, a ras de suelo.Casi un siglo de existencia:fueron el smbolo ideal de ese prodigioso pueblo; adems, ayudaron con su sombra a impedir que se acelerelo que se ha dado en llamar:calentamiento global;por ello es que la noticia a todos impresion;las palmeras nunca huyeronde pie a todas destruyeron;esto fue, a ras de suelo.Las gentes en las esquinasse agolparon sorprendidas,preguntaban y decan: -madre ma!,-cortaron ya las palmeras que dieron vida a la iglesia!-,-quin cometi semejante atrocidad?-,-dicen que fue la autoridad municipal!-,contestaron otros;pero otros ms, an preguntaban:-cuntas palmeras fueron?-,-afirman que veintisisy otros rboles que haba!-;esto fue, a ras de suelo.La noticia se esparci:va por el mundo entero,y yo me pongo a pensarquin dio golpe tan certero;esto fue, a ras de suelo.Despus,la duda a m me intrig y quise ir a comprobar,ah en el atrio paradoante un cuadro sin igual:de troncos estaba llenotodos ellos de palmerasy algunos rboles ms.Pasaba del medio day ante el calor sofocante,a lo lejos serpenteabacomo si eso fuera el marel vapor que desprenda la tierra de ese lugar,y en las calles se escuchaban las salmodias y algo ms:un olor a incienso y lilas,que al ambiente domin;al tiempo que de la iglesiadesfilaban tantas danzasque al parecer son fantasmasque a la distancia se pierden,al decir de algunas gentes:-parece que levantaban una enrgica protestaante tan vil agonade criaturas indefensas-;esto fue, a ras de suelo.

Por ello,dancen palmeras, dancen,y vayan al ms all,que lo que a ustedes passe registr aqu en la historiade la infamia a Mochitln;esto fue, a ras de suelo.

Cuexcomate, corazn de piedraPiedra preciosa desosado crneomaterial csmicofermentoscuerpos plomizos emananestirpe de hombresduermen en el ojo de Diosoquedad guardas tiempocontinencia mudatumba tachonada de esprituspor las noches se elevancruzan tu cuencavertedero de azufrecabeza puo ojo pozo bocaOmbligo del diabloDios te exorciza con bocanadas de vapores humeantesdesembocadura ros humanosreflejo cncavo y convexosubterrneohacedor del bien y malCUEXCOMATE corazn de piedrafuerza latente fluye en los brazos de los seres que te circundan.

La liblulaA la orilla de un roalegremente danza en vuelo una liblula.Danza con movimientos delicados y armoniosos:asciende y desciende, asciende y desciendemoviendo suavemente sus alitas en el vuelo.A veces,se detiene plcidamente en la rama seca de un arbusto,otras veces,se dirige gilmente hacia el borde de una piedra,y en otras ms,se trepa en la hoja ms alta de una hierba.Despus:ronda, ronda y ronda por ese mismo lugar,hasta que de repente!,cual saeta,inicia un viaje sin retorno al infinito.En ese viaje, muy pronto en su memoriase manifiestan sus vivencias en la Tierra,y aparecen:la rama seca del arbusto donde plcidamente se detuvo,el borde de la piedra a donde se dirigi gilmente,y la hoja ms alta de la hierba donde se trep;pero ella, la liblula,sigui su viaje por todo el universo:atraves otros mundos y fue hacia las estrellas,atraves los astros y fue hacia las galaxias;y se fue, y se fue, y se fue hacia el infinito.

RosLos ros de la vida son verdes.Desde el aire se disfruta su verdor,recorren sierras y vallessiempre verdes,su apacible bellezagenerando vida desde la mesetahasta la sierra costera.

Por el paso del siglosobre tus piernas, verdes ros varicososlamentan la polusin.

Por el peso del bultodel ajetreo diariosudorosas arteriasverdean en tu cuello.

Ros de esmeraldasy de sabios quelitesfluyen desde tus manosredondas flores blancasvida para mis venas.

Sobre tu seno ardiente,para la vida que viene,los ros de la vida, amor,son verdes.

El venadoCuando me preguntancul es mi signo,recuerdo al venado y su cornamenta,su grandeza, su velocidad,y no s por qu siento que corro, salto,Qu fatiga es cargar ramas en la cabeza!El verdadero venado vive en mi casa.Lo veo en las paredes, en el patio, tras la casa,duerme en el zarzo, abreva en el rastrojoCuando se aleja me sepulto,me vuelvo maz y broto,devoro a mis hermanasredondas y calientes.Despierto.Cmo columpia mis manos el viento!Y me deshidrata.Duermo colgado, mazorca recia.Me asusta el temblor de la tierra.Ya viene mi signo.Me vuelvo venado.

Salvemos a nuestra Madre Tierra!Se escucha con gran tristezade nuestra madre tierra sus lamentos,son los daos que la aquejanpor tan grandes sufrimientos.

Con una exagerada contaminacinque afecta a vegetales y animales,pero el hombre no es la excepcinpadeciendo males mortales.

Es sabia la madre naturalezanos da cobijo y alimentos,sin embargo nuestra torpezale provoca muy malos momentos.

Nuestra tierra ha sido benevolenteen todo momento ha sido nuestro hogar,nuestro actuar no ha sido congruentenos la vamos a acabar!

Urge ponernos las pilas!pongmonos todos a trabajar,que se estn perdiendo muchas vidasa causa de nuestra necedad.

Unos culpan al progresodel causante de tantos trastornos,lo cierto es que el universopadece de todos nosotros.

Para todo el mundo sera un bello sueoque no existiera contaminacin,pongamos todo nuestro empeobusquemos pronta solucin!

Si cada quien pone su granito de arenapara salvar nuestro entorno natural,cualquier esfuerzo vale la penapara regresar a la tierra su estado original.

AbrilCon tu jardn de flores me perfumas, con mucha luz de sol me iluminas,ser tu nombre Abril?, que as me animas,al corazn quitarle aquellas brumas.

Eres msica en multitud de trinos,vistes campos y vias de colores,inflamas pechos de ardientes amores,florido aroma de futuros vinos.

Yo te quiero Abril entre Marzo y Mayo,cuando tus mieles endulzan mis labios,tu viento fresco en toda la pradera,

corren tus ros tibios sin desmayo,de mi polen haces azcar sabio.Tu cuerpo Abril en plena primavera.

Hojas oroSobre la tierra de piedrasLa raz oro, amarradacelosamenteLa arena se espuma sus venasOtro suelo abrazar su hambreHundido en manto de arenaEn hueco el lodo duerme,Bajo el cobijo de helechosJuega el roco en vidaEn remolino rueda las hojas oroLas aves beben en cerezas.

Ella, LunaLa vimos enrojecer y mutar de piel por tres noches.Acuartelarse en la zona del reposo.Reinventar cuentosde s mismay caminar alejndosedel dragn sin alas,sin fauces.

IIElla era redonday se crea amada.Era un instante de ternura,una promesa,una retrica dialogicidad.Incomprensibleal odo humano.

IIIAh estaba.La vimos,la amamos unos segundos;lo que dura el aletear de la noche.Nuestra noche.Fue entonces, Ella,plida y turgentevoluptuosa,amada.

IVElla,Madre del croar,del aullido,de los cantos alados de los grillos,de los reflejos distorsionados de las sombras.Ella.La amada,la nuestra.Madre de los noctmbulos y noctmbulas,de los gatos que se suben a los techosy llaman enloquecidos,las feromonas que les trae el viento.

VY Ella,ella sola,EllaimpasibleEllacallada,Ellasacerdotisapariendoun pedazo de luz.

VILa vimos estrellar su cara contra una nube,despeinarse de viento y bruma,amanecerse,tocada su fazpor un aveque anid en sus senos,en su suelo impenetrable.

VIILa vimos dormiry dormimos.La vimos soary soamos.Se quebry nos quedamos con un trozo de luzpara alumbrarnos cuando no estuvieraElla.

Poema A La PrimaveraEs una poca muy hermosacon una magia verdadera,es del ao una temporadaque es llamada primavera.

Se visten de muchos coloreshuertas, jardines y campos,se alegran los corazonesse olvidan penas y llantos.

rboles, follajes y floresde gala se visten toditas,con trajes multicolorestodas muy bien derechitas.

Hermoso aroma del campoque alegra a cualquier olfato,las aves desde lo altonos deleitan con su canto.

Es toda una sinfonaun verdadero concierto,escuchar durante el dade pajaritos su aliento.

Las mariposas nos ofrendansus ms variados colores,cuando sus alitas agitanadornando ms las flores.

Tambin el agua que viajaen ros, cascadas y manantiales,se escucha su voz calladaen alegres notas musicales.

Se anuncian hermosas floreshuele a fresca hierba del campo,son motivos especialespor los que amo a la primavera tanto.

MazacoateTe respeto, serpiente venado.Gracias por cuidar mi milpa.Perdname si a veces te matocuando ando chapeando y t sales huyendo.Mi miedo me hace olvidarque t eres el dueo del maz.Ah est mi guaje, bebe. Cmete los restos de mi tortilla.Te dar un ratoncillo.No me quites mi cosecha.Huye, vete,no vayas a morderme,ya no te matar.

Te pondr una veladoraen la milpa, en mi campo.Te convidar mi tabaco, probars mi comida,y un huevo de gallina.As ahuyentars al ladrnque envidia mis elotes.Subirs a lo alto de la milpay resplandecer el monte.

Desde all vigilarsy no faltar el sagrado mazpor siete aos.