Invoquemos con Fe al Sagrado Corazón de Jesús para poder ser instrumentos de Justicia en todo lugar, desde su mismo Amor:-AMOR del Corazón de Jesús,Haz cálido mi corazón. -HERMOSURA del Corazón de Jesús, cautiva mi corazón.-BONDAD del Corazón de Jesús, atrae mi corazón.-CARIDAD del Corazón de Jesús, derrámate en mi corazón.-DOMINIO del Corazón de Jesús, sujeta mi corazón.-DULZURA del Corazón de Jesús, penetra mi corazón.-FIDELIDAD del Corazón de Jesús, protege mi corazón.-FUERZA del Corazón de Jesús, sostené mi corazón.-HUMILDAD del Corazón de Jesús, anonada mi corazón. -JUSTICIA del Corazón de Jesús, no abandones mi corazón.-MISERICORDIA del Corazón de Jesús, perdona mi corazón. -OBEDIENCIA del Corazón de Jesús, somete mi corazón. -PACIENCIA del Corazón de Jesús, no te canses de mi corazón. -PROVIDENCIA del Corazón de Jesús, vela sobre mi corazón. 

Cantemos:

Con Corazón Sacerdotal

Con corazón sacerdotal toda mi vida he de entregar.

1-Con nuestras sedes vamos andandonecesitadas de saboreartu Agua Fresca que nos renuevey así con gozo poder cantar.

2-Si tu Mirada y tu Palabra,todos tus gestos son Compasiónpara seguirte con valentíanecesitamos tu Corazón.

3-Al derramarnos en los hermanosles anunciamos tu gran Amorque nos libera, nos dignifica,nos restituye Hijas (os) de Dios.

4-Danos ternura, Misericordia,capacidad de intercesión,de escucha atenta, sanar heridas,buscando siempre la comunión.

Hola!!¿Cómo te ha ido esta Semana de la mano del Sagrado Corazón?

¿ Pudiste encontrar la verdadera alegría?¿Pudiste poner en el Corazón de Jesús a aquellas personas, situaciones, cosas que te entristecen o desaniman?

En esta segunda semana, te proponemos bucear en un corazón justo.

Leemos en primera persona este bello párrafo de “Con Corazón Sacerdotal” y lo meditamos detenidamente…

“Jesús Sacerdote nos llama a descubrir el sentido definitivo de esta historia, envuelta en lo provisorio y

efímero. Nos invita a vivir lo cotidiano de la fe; a ocuparnos de los asuntos temporales con un sentido

de esperanza, entregándolo todo a Dios; a hacer presente la justicia vivida desde el amor, y así

convertir la historia humana en historia sagrada” (pág. 5)

Desde nuestro corazón sacerdotal queremos profundizar en el Valor de la JUSTICIA. Y vamos a contemplarla también en el CORAZÓN de Jesús.

Nos ayuda su Palabra: “Felices los que tienen hambre y sed de justicia porque serán saciados” (Mateo 5, 6)

Oremos: “Oh Corazón amoroso de Jesús, pongo toda mi confianza en Vos, pues aunque lo temo todo de mi flaqueza, sin embargo, todo lo espero de tu Misericordia. Por tu bondad, te ruego, escribas mi nombre en tu Sagrado Corazón. Amén.

“No juzguen para que Dios no los juzgue” (Mateo 7, 1)

“Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a su izquierda.Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: ‘Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver.’ Los justos le responderán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte? Y el Rey les responderá: ’Les aseguro que cada vez que lo hicieron con los más pequeños de mis hermanos, lo hicieron conmigo ” (Mateo 25, 31-40)

Leyendo con detención la Palabra, parece que la Justicia para Jesús no tiene nada que ver con el ojo por ojo, diente por diente... La justicia en la concepción de Jesús nos invita a mirar a los demás con benevolencia, con compasión, tratando de servirlos, tratándolos como lo trataríamos a Él mismo.Entonces veríamos claramente el Corazón Justo de Jesús cuando practicamos la Misericordia y la Solidaridad.

…“La devoción al Sagrado Corazón de Jesús nos pone más directamente en contacto con su Amor. En la Pasión de Jesús vemos sus sufrimientos, sus terribles dolores, y tenemos que hacernos esta reflexión: ¿Por qué sufre? ¿Por quién sufre? Porque quiere salvarnos. ¿Y qué lo mueve? El Amor, nos

respondemos. Y en la contemplación del Sagrado Corazón ya ni siquiera tenemos que hacernos una reflexión. Se nos impone por la vista. Se nos muestra en un corazón de carne y en su corazón se nos representa el Amor de Jesús y un amor que sufre hasta no ser correspondido. Un amor ardiente que se manifiesta en vivas llamas; un corazón herido por las espinas y que sufre y que busca consoladores”… (LVRP Cap. 23,Nº 10)

“Cuando más un alma se ajusta en el cumplimiento de los mandamientos al querer divino, cuánto más uno ha procurado la unión de corazones, porque para llegar a esto es necesario tener una voluntad con la Voluntad de Dios, entonces Él enciende los corazones en su Amor y así resultará que quien se ha dispuesto de esta manera crecerá en deseos de amarle cada vez más bajo el impulso de este fuego que lo anima” (LVRP Cap. 23,Nº 21)

“Y ya vemos que un alma cuanto más es visitada por el Amor de Dios va deseando amarle más, porque en esto, cuanto más se tiene, más se desea. ¡Y ahí está la felicidad!” (LVRP Cap. 23,Nº 22)

Capaz que en los lugares en que nos movemos (familia, barrio, escuela, universidad, club, etc.) no se entiende de esta manera la Justicia...Por eso es necesario que profundicemos nuestra oración.