2-Informe Final Aborto
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Observatorio de Medios, Comunicación y Género
Facultad de Periodismo y Comunicación Social
Universidad Nacional de La Plata
Directora Ma. Florencia Cremona
Coordinadoras: Ma. Belén Rosales y Ma. Belén Del Manzo
Equipo de trabajo: Ana Clara Bórmida, Alfonsina Murialdo, Florencia Actis, Carina
Aranda, Ma. Emilia Sanbucetti, Rocío Gariglio, Daniela Giannatasio y Lucas Díaz
Ledesma.
Informe Observatorio de Comunicación y género
El tratamiento mediático de la despenalización y le galización del aborto:
abordaje desde la articulación comunicación/género
Palabras Claves: aborto, medios, género
El debate en Comisión del proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo
había logrado una resolución favorable a la despenalización y legalización del aborto,
el 1 de noviembre de 2011, instalándose como un hecho histórico que anuncia la
continuidad del debate en el Congreso de la Nación el próximo año.
Con el objetivo de generar una discusión teórica y de intervención en relación al tema,
los/as integrantes del Centro de Comunicación y Género organizaron un ciclo de
Jornadas-Taller los días 24 de Octubre y 11 de Noviembre de 2011 en la Facultad de
Periodismo y Comunicación Social, tituladas respectivamente “El tratamiento mediático
de la despenalización del aborto. Abordajes desde una perspectiva de género” y
“Estrategias para el abordaje mediático de la despenalización del aborto desde una
perspectiva de género”. En este marco, se conformó un equipo de trabajo integrado
por graduados, estudiantes de grado y post-grado, docentes e investigadores que se
propuso como objetivo desarrollar una estrategia comunicacional de cara al 2012, en
la reapertura del debate legislativo en el Congreso.
Con el propósito de generar un espacio de diálogo, intercambio de experiencias y
saberes sobre el tratamiento mediático y comunicacional de la problemática, el
Observatorio de Comunicación y Género, presentó los resultados del trabajo de
análisis de la cobertura mediática del debate legislativo sobre la despenalización y
legalización del aborto, que desarrolló durante el período 1 al 7 de noviembre de 2011.
Los medios gráficos digitales analizados fueron: Perfil, Página/12, La Nación, El Día,
Clarín, Hoy y El Argentino.
Bajo el título: ¿Cómo se aborda en los medios la problemática del aborto?, el equipo
de investigación divulgó en el marco de estos encuentros las conclusiones generales,
resultado del análisis discursivo de los medios anteriormente citados.
En una aproximación general, se destacó que:
• En los diarios La Nación, Perfil, Hoy, El Día y El Argentino no se publicaron cifras o
estadísticas que den cuenta de la dimensión cuantitativa de la problemática. Estos
mecanismos de ocultamiento impiden la discusión colectiva en torno a un tema que es
de salud pública y derechos humanos. La ausencia de fuentes oficiales constituye un
obstáculo para el abordaje de la problemática, si bien en los medios se reproducen
datos estimativos (entre 460 mil y 600 mil mujeres recurren cada año al aborto
clandestino), estos son provistos por ONGs y la Campaña por el Derecho al Aborto
Legal, Seguro y Gratuito. Resulta entonces, indispensable instalar la temática desde el
conocimiento público de datos oficiales, para dar cuenta del impacto que este
fenómeno tiene en la salud de las mujeres.
• El relato mediático, en general, se ancla en un discurso estructurado en el control
sobre el cuerpo de las mujeres, que se constituye en terreno de debates públicos al
que todos/as pueden tener acceso.
• El recurso discursivo de la “polémica”, como construcción semántica(se emplea a la
vez como sustantivo “una polémica” y como adjetivo “debate polémico”), habilita la
intervención de múltiples actores sociales en la discusión de una temática que se
ubica en el plano de lo controversial, la disputa y el tabú, una cuestión que viene a
irrumpir en la buena costumbre y una moral que se presenta en el plano de lo
ontológico, del deber ser natural y no como una construcción de sentidos, en un
campo donde se libra una batalla ideológica y en cierta mediada, descalificadora.
• La recurrencia a la utilización de fuentes de “expertos/as” se sostiene en la idea de
los roles de experticia, como voces habilitadas/autorizadas para abordar la cuestión,
desde una postura que parecería ser objetiva y ecuánime. Ahora bien, tal objetividad
se diluye cuando las fuentes citadas representan solo algunas áreas y aspectos de la
cuestión, de modo restringido tanto el discurso médico y el jurídico tienen la legitimidad
y la habilitación de la palabra en los medios.
• Existe una preeminencia de un discurso naturalista donde la función de procreación
y la maternidad aparecen como el símbolo ético positivo por excelencia.
• Tanto en la narrativa mediática como en el discurso médico bajo la categoría
“muertes maternas” se hace referencia a la defunción de mujeres por abortos
clandestinos e inseguros. Esta conceptualización aparece como una construcción
semántica de los medios y del discurso público que se arraiga en el mito mujer =
madre, y reduce el abordaje de la cuestión a parámetros de inteligibilidad sostenidos
en el biologicismo como fundamento para entender la cuestión.
• En todos los medios analizados aparecen abordajes que plantean “las dos
campanas del problema” bajo el reduccionismo “a favor y en contra de la vida”. Se
identifican en actores concretos como la Iglesia Católica y los movimientos a favor de
la despenalización y legalización del aborto. Desde esta posición no es posible
entender la práctica del aborto como un asunto que concierne a la salud pública, a la
igualdad social, a los derechos de las mujeres y a la profundización de la democracia.
La aparente objetividad que se sostiene en el recurso de la teoría de las dos
campanas diluye el debate sobre el impacto social de la problemática.
• En general, no se enmarcan los debates con los sectores religiosos más ortodoxos
en el plano político, y no se los considera como agentes de lobby e intervención en
este campo. Estos abordajes desvían el debate sobre este tema en el marco de los
derechos humanos y se lo presenta como mero “intercambio de opiniones”.
• Comúnmente la periodicidad con que se aborda la temática está marcada por la
instalación del tema en la agenda pública, tanto los debates en el plano legislativo
como la repercusión y visibilidad pública de casos constituyen los elementos que
motorizan la cobertura en los medios. Estas discontinuidades y fragmentación en el
seguimiento del tema en la agenda mediática no permiten favorecer una sostenibilidad
y profundización de la cuestión toda vez que el criterio de noticiabilidad se constituye
en el fundamento único del tratamiento del tema en los medios.
El discurso de los medios: análisis de la cobertura mediática del debate
legislativo
- La selección de las fuentes en la construcción del relato.
El 1 de noviembre en la sección sociedad, el diario Clarín publicó dos noticias tituladas
“Aborto: un debate que se reforzará en 2012” y “Tiene dictamen el proyecto que
despenaliza el aborto en las primeras 12 semanas”, en su bajada informativa el diario
cubrió el debate legislativo “Con el apoyo de 7 de los 12 diputados presentes, el
proyecto de ley para despenalizar el aborto pasó su primera prueba en la Cámara
baja. La Comisión de Legislación Penal le dio dictamen favorable a una iniciativa
presentada por la Campaña Nacional”.
El diario Clarín no se refirió al aborto en ninguna editorial en el período analizado, solo
se limitó a dar cobertura en un lenguaje aparentemente informativo con algunos
posicionamientos editoriales al interior de las notas desarrolladas. En las notas de los
días analizados la estrategia de las “dos campanas” fue el eje del relato tomando los
posicionamientos “a favor” y “en contra”.
Este medio utilizó como fuentes principales en los días de cobertura del debate
legislativo las opiniones de legisladores. Pero también se remitió a datos estadísticos,
proyectos de ley, opiniones de comités científicos y dio un espacio considerable a las
opiniones de sectores de la Iglesia Católica. Vale destacar la ausencia de fuentes
ancladas a posiciones filosóficas, resoluciones judiciales en casos difundidos por los
medios que sentaron antecedentes en el tema, ni se registraron en esos días fuentes
vinculadas a testimonios de mujeres.
En El Día también se polarizó el tema desde esta estrategia, el medio titula “Aborto
sigue el debate en Diputados”, e indica que por un lado "Todos hablaban del derecho
de las mujeres; los que defendemos la vida defendemos la vida del niño y la calidad de
vida de las mujeres. El aborto te deja secuelas físicas o psíquicas irreversibles",
aseguró la legisladora Cynthia Hotton. Por el otro lado la diputada Fernanda Gil
Lozano, de la Coalición Cívica, dijo que la ley "no obliga a nadie a hacer lo que no
quiere".
El diario El Argentino publicó varias notas que daban cuenta del proceso en la Cámara
de Diputados, pero también presentando las posiciones que hay sobre el tema.
Además de las noticias que aparecieron en las secciones País y Sociedad , en la
semana del 1 al 6 de Noviembre, el diario publicó una nota de opinión “De esto se
habla” y un análisis de la psicóloga Silvia Guanciarossa durante el fin de semana.
En el discurso del medio se presentan las “tres posiciones” que participan de la
discusión: la primera, es el proyecto que surge de la “Campaña Nacional por el
Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, impulsa la legalización de la interrupción
voluntaria del embarazo”; la segunda postura, que es nombrada como Alternativa, es
la reforma del artículo 86 del Código Penal que propuso Juan Carlos Vega (Coalición
Cívica), así se reglamentarían los casos de abortos no punibles (cuando corre riesgo
la vida de la madre o ante una violación –“ de una mujer demente” - denunciada). En
tercer lugar, aparece la posición de quienes se oponen al aborto en cualquier
circunstancia, a pesar de que no tienen un proyecto que los represente en el recinto y
que, según el medio, harán sentir su opinión.
Al presentar estas tres perspectivas el diario construye una dicotomía “pro-vida” vs
“derecho al cuerpo de la mujer”. Este discurso, propone la voz de médicos en carácter
de autoridad, que se manifiestan en contra de la práctica basándose en argumentos
biologicistas. Así se consulto al médico pediatra especialista en Salud Pública, Oscar
Botta, que “analizó que los proyectos ‘son todos iguales y lo que buscan es legalizar
un crimen que es el aborto’”. Se refuerza esta postura en notas sucesivas en las que
se mencionan diputados que rechazarán el proyecto.
Para defender la interrupción voluntaria del embarazo se consulta a “militantes”,
mujeres, que recurren a explicaciones históricas o basadas en la soberanía del cuerpo
y los derechos individuales.
El Argentino retoma varias voces, siempre de mujeres que defienden el derecho a
decidir. Fundamentalmente la de Cecilia Merchán que es una de las autoras del
proyecto de despenalización y aporta la perspectiva de clase para entender el
problema: “En Argentina la clandestinidad es para todas. Hay un sector social que no
tiene el dinero para acceder a una clínica privada y termina haciéndolo en condiciones
deplorables para su salud”. En las páginas del diario también hay un lugar para
“Católicas por el Derecho a Decidir” una ONG que pretende romper con la dicotomía
militantes de movimientos feministas versus los grupos religiosos “pro vida”. Es para
destacar que el medio dedica una nota completa a esta organización que esgrime
argumentos que hacen dudar de la incompatibilidad entre la religión y el aborto. Es en
esta nota donde aparece la primera referencia al hecho de que la maternidad es una
elección y no un mandato social que debe cumplir la mujer. El medio afirma que
representan "la gran disidencia que hay en la feligresía argentina y latinoamericana".
"Tenemos evidencias de que las mujeres tienen un desacato silencioso con lo que la
jerarquía de la Iglesia opina en estos temas, porque sino no nos explicamos que en un
país mayoritariamente católico como Argentina, 500 mil mujeres aborten al año, usen
anticonceptivos y apelen a la anticoncepción de emergencia, todas prácticas
absolutamente prohibidas por la jerarquía eclesiástica”.
El sábado 5 de noviembre El Argentino publicó la nota de opinión “De esto se habla”.
La misma tiene una imagen de gran tamaño que representa a una mujer crucificada en
agujas. La composición de la ilustración sumada al título, anticipa la postura del
artículo a favor de la despenalización y legalización del aborto y destaca la dimensión
de clase que atraviesa esta discusión. Su autora, Coordinadora del Centro de Estudios
Mujeres y Trabajo- CTA, integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto
legal, seguro y gratuito, comienza advirtiendo que “Los debates en el Congreso
Nacional cuando se modifican temas de fondo han sido siempre complejos y no han
estado exentos de trampas y jugadas orientadas a obturar su concreción. Vale como
ejemplo recordar el debate parlamentario por la ley de matrimonio igualitario o la Ley
de servicios de comunicación audiovisual”.
Aquí, se establece la importancia de la instalación del tema en la agenda y se señala
que Argentina está marcando los tópicos de discusión a nivel mundial. Entonces, más
allá de lo que termine sucediendo en el Congreso, que se hable del aborto es
considerado como un avance. La nota apunta a establecer el debate como una
cuestión de igualdad donde se debe garantizar la no discriminación de las mujeres que
no poseen los recursos para pagar la práctica quirúrgica en un lugar seguro. “Este en
un tema de salud, de justicia social y derechos de las mujeres”.
Al día siguiente, el medio presentó un análisis de la psicóloga Silvia
Guanciarossa, Secretaria General del Colegio de Psicólogos de la Provincia de
Buenos Aires. Este trabajo está articulado por testimonios de mujeres que se
realizaron un aborto, aquí se reconstruye la situación de lo que vivieron, las
condiciones en las que decidieron y cómo se sienten hoy cuando piensan en ello.
Al respecto, la mayoría de las mujeres coinciden en que no se arrepienten de la
decisión que tomaron. En la mitad de los casos quienes abortaron tenían hijos o los
tuvieron después.
Algo que aparece remarcado en el artículo es la situación de clandestinidad por la que
pasaron estas mujeres, cómo pusieron su vida en manos de un desconocido, en
lugares sin las condiciones de seguridad necesarias, y lo costoso que fue afrontarlo
económicamente.
La Nación publicó el 1 de noviembre en la sección de Información General cinco notas
sobre el tratamiento legislativo de la interrupción voluntaria del embarazo. Los títulos
dan cuenta de la apelación a la estrategia de las dos campanas: “Defender la vida
desde la concepción”, “Una deuda pendiente de la democracia”, “Aborto: debate sin
aval presidencial”, “Despenalizar el aborto es ir contra los cimientos de la sociedad”,
“Un debate que estaba clausurado”, “Se aprobó el dictamen más progresista para la
despenalización del aborto”.
“Una deuda pendiente de la democracia” escrita por una diputada nacional por Libres
del Sur, entiende la despenalización y legalización del aborto como una política de
estado tendiente a la equidad social en cuanto al acceso a la salud y por tanto, una
cuestión de derechos humanos (“70.000 mujeres que terminan en hospitales por
complicaciones derivadas de abortos: de ellas mueren cada año entre 80 y 100, todas
jóvenes y pobres”). También destaca que el aborto clandestino es un gran negocio
que mueve 1200 millones de pesos por año “por eso entre los que se oponen a la
legalización están los que les conviene la clandestinidad”.
En la nota: “Defender la vida desde la concepción”, escrita por la diputada de Valores
para mi País, Cynthia Hotton, se da espacio a la posición para la cual la maternidad es
un hecho inevitable, igualado a la muerte natural. Quienes defienden el aborto dice,
“son personas que se adjudican el derecho a decidir sobre otra persona: el niño por
nacer”.
En la nota “Despenalizar el aborto es ir contra los cimientos de la sociedad”, esgrime
que el aprobar el aborto libre y gratuito es desconocer la vida misma y que “las
políticas públicas deben estar destinadas a la construcción de caminos e instrumentos
que salvaguarden la vida”.
Por último, en la nota “Un debate que estaba clausurado”, escrita por el presidente de
la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados de la Nación, no se
proclama ni a favor ni en contra, sólo entiende que el debate mismo sobre un tema tan
polémico que involucra a la religión y a la pobreza, ya es positivo: “Le hace muy mal a
una sociedad que quiere crecer en democracia silenciar debates como aborto, muerte
digna y delitos de corrupción.”
“Matar a los más débiles” es el artículo que postula falso el supuesto avance de la
Argentina en materia de derechos humanos, porque con el aborto, tema legislativo
actual, se estaría violando el derecho humano más importante que es la vida. Que la
violación de los derechos humanos en los años 70 “dejó sus secuelas”: el
autoritarismo. Quienes defienden el “aborto legal” (sector autoritario) solucionan los
problemas, “eliminando al más débil”.
La nota titulada “Un paso adelante”, entiende que el aborto es un tema en la agenda
de derechos humanos de las mujeres ya que los abortos inseguros son la primera
causa de mortalidad materna.
Solo en la cobertura del diario Página/12 se pudo observar un posicionamiento
orientado a abordar el tema como cuestión de salud pública, igualdad social y
ampliación del debate de democrático. Para anticipar lo que sería la primera discusión
sobre la interrupción voluntaria del embarazo en el Congreso de la Nación, el diario
Página/12 eligió para su edición del 1° de noviembr e, una encuesta donde se refleja
que seis de cada diez argentinos está de acuerdo con la medida. La nota es anticipada
en tapa, en un título superior que cita “Un derecho con respaldo social”.
En la sección “Sociedad”, la nota central de la periodista Mariana Carbajal se titula:
“Un derecho que tiene amplio respaldo en la sociedad”. Está dedicada a los resultados
del sondeo realizado por la consultora Ibarómetro, donde se de cuenta del consenso
social sobre la despenalización del aborto y otorga la palabra a su directora, Doris
Capurro, quien refuerza la idea de que el Estado debe garantizarlo como un derecho
de igualdad para las mujeres.
Bajo el título “Opiniones sin influencia eclesial”, se hace referencia a una encuesta
realizada por la organización estadounidense Católicos por la elección (Catholic for
Choice), de la que se desprende que un tercio de la población conoce al menos a una
mujer que se haya practicado un aborto en Argentina. Y hace hincapié en que la
mayoría no acepta que los obispos católicos influyan en las políticas ni en el voto y
rechazan la idea de que los católicos tengan que votar en contra del aborto. “Espero
que los resultados de esta encuesta alienten al Congreso argentino a hacer que la
atención segura de aborto sea más accesible para todas las mujeres”, es una de las
citas del presidente de la organización, Jon O’Brien.
En notas secundarias de la misma edición, la periodista hace referencia a un informe
de Naciones Unidas donde se exhorta a los Estados a despenalizar el aborto y se
destaca que, la obligación a continuar con un embarazo es “una forma injustificable de
coerción”. Las voces consultadas que reafirman este documento son: la abogada
Edurne Cárdenas, del Comité de América latina y el Caribe para la Defensa de los
Derechos de la Mujer (Cladem) y la abogada Susana Chiarotti, del Instituto de Género,
Derecho y Desarrollo (Insgenar).
El 2 de noviembre, Página/12 llevó la noticia del dictamen de mayoría a favor de la
interrupción voluntaria del embarazo a la tapa. “El primer paso” fue el título principal,
acompañado de una foto donde manifestantes a favor de la despenalización
festejaban en las afueras del Congreso de la Nación. A diferencia del día anterior, el
tema pasó a ser la noticia central de la sección “El País”, como denomina el diario a su
espacio de política nacional. De esta decisión editorial, se puede deducir que mientras
el tema del aborto solo formaba parte del debate social y era un reclamo
principalmente del movimiento de mujeres, en el diario se veía como un tema de
“Sociedad”. Pero recién cuando la problemática fue debatida en el Poder Legislativo,
mereció este lugar privilegiado en el ordenamiento de las secciones.
Dentro de la cobertura sobre el tema, se explicaron los puntos fundamentales del
proyecto de la campaña: interrupción voluntaria hasta la semana 12 de gestación;
posibilidad de aborto fuera de esa fecha en violaciones, malformaciones fetales o
riesgo de vida para la madre; gratuidad en los servicios públicos de salud y cobertura
de obras sociales; garantía de realización en hospitales pese a la objeción de
conciencia; y asentimiento de adultos en el caso de abortos a menores de 14 años.
En la subnota “Contrapuntos en el asfalto”, de la periodista Rocío Magnani, se
describe la jornada protagonizada por los grupos religiosos “pro vida” y las militantes
de la Campaña afuera del Congreso. Las fuentes consultadas son una integrante de la
Campaña; uno de los miembros del colectivo Varones Antipatriarcales; militantes de
las agrupaciones Juana Azurduy y Libres del Sur, y mujeres independientes, todos a
favor de la despenalización. Sobre el final del artículo, aparece la voz de un grupo de
adolescentes “de San Isidro” que se presentan como “pro vida”, con respuestas como
“no queremos que el Estado use los impuestos que aportan nuestros papás para
pagar el asesinato de personas”; y un sacerdote hablando en inglés.
Por último, en “Distintas voces para el debate”, son citadas 12 fuentes, en su mayoría
legisladores, todos a favor de la educación sexual y la despenalización del aborto. Las
“distintas voces”, como se presentan, van todas en una misma dirección: el apoyo.
Después del debate parlamentario, Página/12 volvió a ubicar al tema del aborto en la
sección “Sociedad”. La nota central fue titulada por la periodista Mariana Carbajal “La
evaluación después del primer paso”, donde cuatro integrantes de la Campaña
Nacional dieron sus opiniones sobre la importancia de la discusión en Diputados. La
foto que la acompañó, como en la mayoría de las notas anteriores, fue de un grupo de
militantes a favor de la despenalización en las calles.
En segundo lugar, se dio paso al “Embate contra el dictamen por la despenalización”,
en la que se hace referencia al cuestionamiento sobre la validez que realizaron
diputados contrarios al proyecto. La nota explica que se discute la validez de la firma
de Jorge Rivas (mediante un poder) y el número de firmas para conseguir la mayoría,
y destaca que fue el presidente de la Comisión quien anunció la existencia del
dictamen, aunque llamó a esperar a que pongan su firma quienes se mostraron a favor
pero se retiraron de la reunión sin hacerlo.
Además de una cita de Juan Carlos Vega, la voz que aparece citada es la de la
diputada Victoria Donda, quien firmó el dictamen.
La única nota que aparece, nuevamente en “Sociedad” y firmada por Mariana
Carbajal, se titula “Una polémica que crece”. Está acompañada por una foto del
diputado Vega durante el debate en la comisión que preside y hace referencia a la
marcha atrás del dictamen aprobado tres días atrás.
La diputada que presentó el proyecto, Cecilia Merchán, es la voz que aparece, y lo
hace minimizando la cuestión de la validez del dictamen y cuestionando a la diputada
Patricia Bullrich por su “doble discurso”. En tanto la diputada Vilma Ibarra, es citada
para criticar el accionar “desprolijo” de Vega; y Victoria Donda resalta que los votos
conseguidos fueron los necesarios, según los dichos del presidente de la comisión.
De esta manera, pese a los conflictos coyunturales, en Página/12 encontramos
nombrados a todos los actores, pero las fuentes consultadas responden a esa mirada
del debate. Cuando otros sectores aparecen, como la Iglesia, los grupos que se auto
proclaman "pro vida" o los legisladores que defienden esta postura, se los presenta
desde un sentido crítico e irónico.
En algunas de estas notas, aparecen los estereotipos: "un grupo de chicas de 16
años, de San Isidro" en contra de la despenalización vs. "Dominga, de 62 años", quien
"llegó desde Villa Hudson, Florencio Varela", a favor de la despenalización. Como si
se tratara de mostrar cómo influye la clase en al postura tomada.
- La imagen
La fotografía es un discurso subjetivamente construido sobre una realidad. Su
inclusión en los periódicos siempre está cargada de intencionalidad, y no se la debe
considerar como una mera acompañante del texto escrito, sino como un lenguaje
autónomo, capaz de comunicar por sí sólo, que aparece inserto en un producto
comunicacional en el cual cumple su rol específico. A su vez, los lectores/as de ese
texto, codifican la imagen según la situación referencial y la convencionalidad social en
la que esa fotografía se ha producido.
Según Lorenzo Vilches, la fotografía es un hecho comunicativo, y su lectura adecuada
no sólo consiste en retomar las intenciones explícitas del autor, sino además se trata
de descifrar el suplemento de significación que ella evidencia en tanto participa del
simbolismo de una época. Los medios gráficos de comunicación utilizan fotografías
para hablar del aborto que no dejan de estar vinculadas a la maternidad, a lo político, a
lo religioso, y a un reclamo histórico de las mujeres feministas, mas no de la sociedad
toda. Es así como a través de fotografías se da cuenta de quiénes son las voces
socialmente habilitadas para hablar sobre el aborto: obispos, funcionarios, legisladores
y jueces.
Clarín cubrió el 2 de noviembre las marchas de ciudadanos y tituló. “Dos grupos
antagónicos que se acusan mutuamente de asesinos”.
En la nota, el medio presenta una imagen que da cuenta de un reduccionismo
estereotipado: la escena muestra a las madres impolutas con sus hijos como muestra
de un valor moral indeclinable e invisibilizadas en la imagen, las “feministas a favor
del aborto”. (Clarín, Sociedad, 2 de noviembre de 2011)
“ Hay una valla que divide las ideas. Un grupo, a favor del aborto y en su mayoría
mujeres, más curtido en esto de la militancia, los cantos clásicos adaptados a esta
temática, al hecho de estar en la calle como réplica de lo que sucede en el ámbito
legislativo. El otro, en contra del aborto, agrupa madres embarazadas y sus hijos,
padres, familia y alumnos de colegios privados que, bombo mediante, hacen sus
primeras armas en la militancia. Cantan y ven en pantalla gigante una ecografía
que le hacen en vivo a una mamá embarazada de 12 semanas”. (Clarín, Sociedad,
2 de noviembre de 2011)
En Página/12 en cambio, las fotografías que acompañan las notas en su mayoría
corresponden a militantes por el aborto legal que ocupan los espacios públicos con
sus reclamos, levantan banderas, pancartas y ponen su propio cuerpo en la lucha por
la despenalización.
La fotografía es una imagen fija que sirve para señalar algo. Tal como lo describió
Susan Sontag en Sobre la fotografía: “Las fotografías pueden ser más memorables
que las imágenes móviles, pues son fracciones de tiempo nítidas, que no fluyen. La
televisión es un caudal de imágenes indiscriminadas, y cada cual anula a la
precedente. Cada fotografía fija es un momento privilegiado convertido en un objeto
delgado que se puede guardar y volver a mirar”.
La mayor cantidad de fotografías que se publicaron en el período analizado respecto
de esta temática muestra a mujeres realizando manifestaciones en reclamo de leyes
que den un marco legal y despenalicen la interrupción voluntaria del embarazo. Es
decir, que mientras el Estado y las instituciones que ejercen influencia en sus
decisiones son voces socialmente autorizadas para hablar sobre el aborto y su
despenalización, son las mujeres feministas quienes reclaman por su legalización. Se
observa desde el análisis de las imágenes publicada s en los medios de
comunicación que se concibe al aborto como una cues tión sólo relativa a las
mujeres y a sus derechos y no a un tema de responsa bilidad social compartida
que compromete a la sociedad en general.