2. Hipótesis

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2. Hipótesis Dado que estudios anteriores sobre la importancia del cáncer gástrico en Venezuela, revelan que las tasas de mortalidad por esta enfermedad parecen variar en función de la zona geográfica que se considere, tales desigualdades pueden ser debidas a factores etiológicos ambientales propios de cada región en particular. En las Entidades Federales de Venezuela donde las tasas de mortalidad son particularmente altas, estos compuestos etiológicos pueden ser, individual o conjuntamente, la presencia de Pteridium aquilinum y la infección estomacal por H. Pylori. 3. Objetivo General Examinar factores de riesgo específicos para la población humana que puedan explicar las diferencias geográficas en las tasas de incidencia de cáncer gástrico en el occidente de Venezuela. 4. Objetivos Específicos ¾ Examinar los registros existentes de mortalidad por cáncer gástrico para la zona andina y hacer las transformaciones numéricas necesarias para su caracterización numérica formal e interpretación epidemiológica. ¾ Investigar acerca de posibles factores ambientales que determinan las diferencias geográficas de cáncer gástrico en una región seleccionada de Venezuela en la que la mortalidad por cáncer gástrico sea elevada. El trabajo orientará su análisis hacia dos factores de riesgo descritos en los objetivos que siguen. ¾ Determinar si existe una asociación fitogeográfica y epidemiológica entre la presencia de Pteridium caudatum y las zonas de alto riesgo detectadas. ¾ Realizar un estudio serológico empleando el método de inmunoensayo ELISA, desarrollado sobre cepas locales de H. pylori en zonas con incidencia de cáncer gástrico contrastante, estableciendo posibles asociaciones que expliquen estas diferencias geográficas.

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2. Hipótesis

Dado que estudios anteriores sobre la importancia del cáncer gástrico en

Venezuela, revelan que las tasas de mortalidad por esta enfermedad parecen

variar en función de la zona geográfica que se considere, tales desigualdades

pueden ser debidas a factores etiológicos ambientales propios de cada región

en particular. En las Entidades Federales de Venezuela donde las tasas de

mortalidad son particularmente altas, estos compuestos etiológicos pueden ser,

individual o conjuntamente, la presencia de Pteridium aquilinum y la infección

estomacal por H. Pylori.

3. Objetivo General

Examinar factores de riesgo específicos para la población humana que puedan

explicar las diferencias geográficas en las tasas de incidencia de cáncer

gástrico en el occidente de Venezuela.

4. Objetivos Específicos

Examinar los registros existentes de mortalidad por cáncer gástrico para

la zona andina y hacer las transformaciones numéricas necesarias para

su caracterización numérica formal e interpretación epidemiológica.

Investigar acerca de posibles factores ambientales que determinan las

diferencias geográficas de cáncer gástrico en una región seleccionada

de Venezuela en la que la mortalidad por cáncer gástrico sea elevada.

El trabajo orientará su análisis hacia dos factores de riesgo descritos en

los objetivos que siguen.

Determinar si existe una asociación fitogeográfica y epidemiológica

entre la presencia de Pteridium caudatum y las zonas de alto riesgo

detectadas.

Realizar un estudio serológico empleando el método de inmunoensayo

ELISA, desarrollado sobre cepas locales de H. pylori en zonas con

incidencia de cáncer gástrico contrastante, estableciendo posibles

asociaciones que expliquen estas diferencias geográficas.

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Se persigue determinar el grado de incidencia de infección gástrica por

la bacteria Helicobacter pylori en pacientes de condiciones gástricas

asintomáticas, en regiones especificas del Estado Mérida, en su zona

de de montaña y de la planicie del Lago de Maracaibo.

Mediante métodos serológicos no invasivos se pretende establecer la

prevalencia de Helicobacter pylori en la población general de zonas del

occidente de Venezuela, que vive en sitios contrastantes

geomorfologicamente.

5. Materiales y Métodos

5.1 Fase 1

Para la determinación de un verdadero conglomerado de cáncer que señale

una mayor incidencia de casos en una zona geográfica particular en

comparación con otra, se hace necesario basarse en un sustento científico que

a partir de la comparación del número de casos observados y esperados para

una determinada área y período, pueda ayudar a concluir si se trata

efectivamente de un conglomerado o si el "exceso" percibido es producto del

azar (CDC, 2001).

Teniendo en cuenta esto, se procedió a diseñar el siguiente plan de trabajo que

involucró diferentes etapas:

i. Determinar estadísticamente si el cáncer es realmente un problema de

salud pública en Venezuela.

ii. Determinar si hay diferencias regionales de mortalidad por cáncer en

órganos particulares, incluyendo el estómago y esófago.

iii. Selección de dos áreas geográficamente vecinas comparables en

tamaño poblacional y condiciones socioeconómicas no muy divergentes,

pero que a su vez manifiesten diferencias marcadas en la existencia de

factores de riesgo perfectamente identificables. En este caso, las

diferencias en la abundancia y distribución del helecho macho representa

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el punto de partida básico sobre el cual se sustenta la hipótesis de trabajo

relacionada con el papel de esta especie vegetal en la problemática del

cáncer gástrico

iv. Buscar diferencias importantes entre las zonas de estudio relacionadas

con las tasas de mortalidad por cáncer según el órgano afectado.

v. Determinar si los patrones de mortalidad en las áreas de estudio

debidas a cánceres relacionados con carcinógenos ingeridos a través de

los alimentos (estómago o esófago, por ejemplo), difieren con los

observados para cánceres cuya asociación con la alimentación es menos

evidente (por ejemplo: pulmón).

vi. Comparar los cánceres asociados a órganos reproductores (próstata,

útero) con los valores vistos de cáncer gástrico en las regiones de estudio,

con el propósito de investigar su comportamiento en relación con otros

tipos de cánceres que no suelen ser regionalmente dependientes.

vii. Analizar el papel del Pteridium spp. como posible factor ambiental

contribuyente de las diferencias observadas.

viii. Estudio preliminar de la distribución fitogeográfica de las especies de

Pteridium en la zona andina.

5.2 Origen de los datos

A fin de establecer la posible relación entre esta planta y las condiciones de

salud animal y humana que se han detectado en la región, se realizaron un

estudio de carácter preliminar, de naturaleza cualitativa de la presencia de este

helecho.

Como base para la planificación de las observaciones, se tomó el plano de

distribución de vegetación del Estado Mérida, (Atarof et al sin publicar), en el

que se señalan las zonas de vida vegetal desde la selva húmeda tropical propia

de áreas parchadas de la cuenca aluvional del Lago de Maracaibo, al norte del

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Estado, hasta el desierto nival por encima de los 4600m snm.

Además se tomó en cuenta observaciones de campo anteriores, que ubican a

Pteridium en zonas desde muy húmedas hasta estacionales con verano

prolongado, en cuanto a régimen hídrico, y en alturas que van desde 100 m

snm. En estos extremos, sin embargo, la densidad y abundancia de las

poblaciones de Pteridium son bajas, y probablemente tienen pocos efectos

ecológicos de notar.

En el caso de P. caudatum, su distribución se detectó en mayor abundancia

entre 600 y 2200 m snm con algunas intrusiones esporádicas a mayor altura,

alcanzado en una ocasión los 2980 m snm. En el caso de P. arachnoideum, su

distribución se maximizó entre 1800 y 3200 m snm pero con mayor abundancia

y densidad por debajo de los 2700 m snm.

Conforme a estos parámetros, se hicieron recorridos en vehículo de doble

tracción para observación visual con la ayuda de prismáticos a los largo de los

siguientes ejes carreteros:

(Las poblaciones sin distingo de Estado se ubican en el Estado Mérida)

1.- Colón (Edo Táchira) - Agua Viva (Edo. Trujillo) (DS El Vigía)

2.- El Vigía - Santa Barbara (Edo Zulia) (DS El Vigía)

3.- El Vigía - Estanquez (DS Lagunillas)

4. - Estanquez - Lagunillas (DS Lagunillas)

5.- Lagunillas - Ciudad de Mérida (DS Lagunillas y Mérida)

6.- Ciudad de Mérida - San Rafael de Mucuchies (DS Mucuchies)

7.- Ciudad de Mérida - El Morro - San José de Acequias (DS Mérida)

8.- El Morro - Los Nevados (DS Mérida)

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9.- Ciudad de Mérida - Jají - La Azulita (DS Mérida)

10.- La Azulita - Caño Zancudo (Sur del Lago de Maracaibo) (DS El Vigía)

11.- Estanquez - Tovar - Bailadores (DS Tovar)

12.- Bailadores - Las Tapias - La Grita (Edo Táchira) (DS Tovar)

13.- Tovar - Zea - La Tendida (Sur del Lago de Maracaibo) (DS Tovar)

14.- Tovar - Guaraque (DS Tovar)

15.- Estanquez - El Molino - Capuri (DS Lagunillas)

16.- San Rafael de Mucuchies - Apartaderos - Santo Domingo - Barinitas (Edo

Barinas) (DS Mucuchies)

17.- Santo Domingo - Las Piedras - Pueblo Llano (DS Mucuchies)

18.-La Mucuy - Pantano Largo - Cacute (a pie, 15 Km) (DS Mucuchies)

(DS = Distrito Sanitario).

En cada eje se hicieron las anotaciones siguientes:

a.- Presencia de Pteridium en orilla de carretera, en tierras de cultivo en

barbecho, en potreros a la vista de prismáticos.

b.- Especie de helecho (P. caudatum y P. arachnoideum) presente, al que se le

pudiera alcanzar fisicamente para su caracterización en campo con ayuda de

lupa, por las características fisonómicas del fronde.

c.- Densidad aparente según el área de cobertura en zonas seleccionadas

visualmente, categorizándolas como cero (inexistente), baja, media, alta.

d.- Presencia de ganado en potreros en que es aparente la contaminación con

Pteridium.

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Se emplearon las estadísticas de mortalidad de la Corporación Nacional de

Salud y el Ministerio de Salud y Desarrollo Social de Venezuela, entre los años

1986 y 1996. Se prefirió los datos de mortalidad sobre los de morbilidad, debido

a no confiar en éstos últimos pues se corría el riesgo de una subestimación,

debido a posibles fallos en el diagnóstico o a la tendencia vista en muchos

médicos a preferir reportar a las autoridades sanitarias sólo aquellas

enfermedades de naturaleza aguda, y brotes infecciosos de carácter epidémico

(Cólera, dengue, malaria, fiebre amarilla, hepatitis etc.) Además, se tiene una

mayor confianza en los registros de mortalidad, dado que ellos están basados

en certificados de defunción que son exigidos por la legislación venezolana y

porque se observó una buena correlación entre la aparición de tumores

malignos y la causa real de muerte, debido, probablemente, a que como el

costo del tratamiento y las facilidades de infraestructura de atención curativa no

son tan accesibles para la gran mayoría de la población, y el período de tiempo

entre el diagnóstico de la neoplasia. Además la sobrevivencia en los casos

diagnosticados de cáncer gástrico suele ser muy reducida. Las tasas de

mortalidad ajustadas por edad-sexo, se calcularon utilizando el número de

decesos causados por todo los tipos de cáncer, segregados por grupos de

edad, empleando el estado Zulia como población estándar debido a su mayor

tamaño. Los cálculos se hicieron según las siguientes relaciones:

TMSi = Ne / NAZ

Donde TMSi = Tasa de mortalidad estandarizada

i= Hombres (H), Mujeres (M) O Totales - ambos (T)

Ne = Numero de fallecimientos (H, M, ó T) por cáncer gástrico en cada

intervalo de edad seleccionado en el área andina.

Naz = Número esperado de muertes (H, M, ó T) por cáncer gástrico

esperado en andinos si tuvieran la tasa de mortalidad por esa enfermedad

de los zulianos.

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Los datos relacionados con la distribución geográfica del helecho macho en la

zona de estudio se obtuvieron a partir de registros realizados por Alonso (no

publicados) durante los últimos 10 años.

Las estimaciones de la incidencia de HEB provinieron de las investigaciones de

DeJongh et al. (1978) junto con los aportados por médicos veterinarios de la

zona.

5.3 Análisis estadísticos de los resultados

Para comparar si había diferencias significativas entre las medias de las

regiones estudiadas se utilizó el test no paramétrico de Kruskal-Wallis,

aplicando el análisis de comparación de medias a posteriori de la suma de

rangos de Kruskal-Wallis. Cuando fue necesaria la comparación de dos medias

se utilizó la prueba no paramétrica de Mann-Whitney. Estos análisis se

procesaron con el programa estadístico STATISTIX 7.0 (Analytical Software,

2000).

Para la detección de posibles conglomerados de cáncer gástrico en áreas

específicas de las regiones estudiadas se utilizó la técnica estadística de

exploración espacio-temporal. Esta es una herramienta de análisis que utiliza la

ubicación geográfica y temporal de los casos, y los estudia en función del

riesgo de que ocurra el evento de interés en comparación con lo que ocurre en

el resto de la zona geográfica estudiada.

El uso de esta metodología se facilitó gracias al acceso de un programa para

computadora llamado SaTScan 3.0 (Kulldorff et al., 2002), diseñado

específicamente para implementar esta técnica y se encuentra disponible en la

página electrónica de la División de prevención del Cáncer del Instituto

Nacional del Cáncer de los Estados Unidos de América.

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Fase II

5.4.1 El Helicobacter pylori como factor de riesgo para el cáncer gástrico en Venezuela.

Ensayo Inmunoenzimatico para la detección de Helicobacter pylori

El antígeno se preparó en el servicio de gastroentología del Hospital

Universitario de los Andes (HULA) de Mérida, Se tomaron muestras de las

mucosas gástricas para el aislamiento de las diferentes cepas de H. pylori. A

las muestras se les aplicó el test rápido de la ureasa, con el objeto de aportar

un resultado inmediato de la presencia de la bacteria. Las muestras que dieron

positivas al test fueron transportados rápidamente para el cultivo bacteriano. La

identificación de las colonias de H. pylori se llevó a cabo por medio de la

morfología de las mismas, aplicando la coloración de Gram. Se tomaron 5

colonias al azar y se procedió a preparar el antígeno.

Se utilizaron placas de microtitulación de fondo plano de 96 micropozos. Estas

fueron sensibilizadas con 100µl del antígeno de H.pylori obtenido por

sonicación y diluido en buffer carbonato - bicarbonato (0,05M, pH 9.5) a una

concentración de 2µg/ml, e incubadas a 4°C durante 24 horas. Transcurrido el

tiempo de incubación, las placas se lavaron cinco veces con solución buffer

fosfato (PBS) 0,1M, pH 7.4 al 0,05% de Tween 20. El bloqueo de las placas se

realizó al adicionar a cada pozo 100µl de una solución al 1% de leche

descremada en PBS - Tween 20, seguido de una incubación a 37°C en cámara

húmeda. Se repitió el lavado y posteriormente se añadió 100µl del anticuerpo

conjugado con peroxidada antihumana IgG diluido 1/20000 en 1% de leche

descremada en PBS - Tween 20, siendo las placas incubadas a 37°C por una

hora en cámara húmeda. Seguidamente se lavaron los pozos cinco veces con

PBS - Tween 20 y se añadieron 100µI por pozo de la solución de sustrato

(0.024% de H2O2, 0.04% de Ortofenilendiamina, y buffer citrato fosfato, pH 5).

Las placas se mantuvieron en oscuridad a temperatura ambiente durante 30

minutos. La reacción fue detenida añadiéndole 100µl de H2SO4 2.5 N por pozo

leyéndose las densidades ópticas a una longitud de onda 450nm en un

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espectrofotómetro del tipo MULTISKAN PLUS VERSION 2.01.

5.4.2. Recolección de Muestras

i. El muestreo para la realización del Ensayo Inmunoenzimatico (ELISA)

se realizó en subregiones pertenecientes a las dos grandes áreas

geográficas definidas en el anterior apartado: En el área andina se

seleccionaron las poblaciones de Santo Domingo (Municipio Cardenal

Quintero), Mucuchíes (Municipio Rangel), Timotes (Miranda), Bailadores

(Municipio Rivas Dávila), Santa Cruz de Mora (Municipio Antonio Pinto

Salinas) y Tovar (Municipio Tovar). En el Zulia se tomaron muestras de

las localidades Caja Seca (Municipio ), Cabimas (Municipio) y Ciudad

Ojeda (Municipio )

ii. Tomando en cuenta que en los estudios epidemiológicos es

recomendable el muestreo de al menos el 1 % de la población para que

sea estadísticamente significativo el análisis, se examinaron 1200

pacientes (de acuerdo al tamaño poblacional del área en estudio;

Instituto Nacional de Estadística, 1999).

iii. Se tomaron muestras de sangre de cada paciente con su posterior

conversión a suero por centrifugación y congelación inmediata. Esta

etapa se realizó en los ambulatorios de las localidades ya señaladas con

la participación de personal propio de estas dependencias sanitarias.

iv. Cada muestra estuvo acompañada con datos que indicaban la edad,

sexo, dirección de residencia, motivo de consulta (descartadas las

patologías gastrointestinales) y como requisito obligatorio la ausencia de

tratamientos con antibióticos en los pacientes (por lo menos los últimos

seis meses). También se escogieron personas asintomaticas con más

de diez años viviendo en su localidad

v. Se trasladaron las muestras al laboratorio de inmunología de la Facultad

de Farmacia (ULA) para determinar la tasa de infección por H. pylori,

usando la técnica de ELISA para anticuerpos IgG específicos para H.

pylori, placas preparadas in situ (no comerciales), con un conglomerado

de bacterias de H. pylori de cepas locales, suministradas para asegurar

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que la respuesta de inmunidad se deba a cepas que circulan en la

población venezolana

vi. Los resultados se interpretaron espectrofotométricamente, con controles

positivos y negativos.

vii. Los datos de seropositividad y negatividad se trataron de correlacionar

con la edad, sexo y procedencia

viii. Finalmente se asoció las tasas de mortalidad por cáncer gástrico

obtenidas en la sección 5. 1 con los datos de prevalencia de H. pylori en

las regiones nvolucradas en el estudio.

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6. Resultados y Discusión

6.1 Importancia del Cáncer como problema de salud pública en Venezuela en el Occidente del país.

Documentar el enorme rango en la incidencia y mortalidad del cáncer en

cualquier área geográfica, constituye un importante punto de partida para

estimular la investigación de las posibles causas responsables de la variación

de estos parámetros entre diferentes poblaciones. Es así que como punto de

arranque del presente análisis se pueden describir los siguientes aspectos

interesantes:

La figura 6.1 muestra las tasas de mortalidad para las 7 principales causas de

muerte en Venezuela siendo la primera de estas las Cardiopatías, en segundo

lugar Cáncer y le sigue Accidentes, Perinatales, Cerebrovasculares,

Neumonías y Diabetes; durante los años 1986-1996. Puede observarse que el

cáncer constituye la segunda causa de decesos en nuestro país, superado

únicamente por las cardiopatías y ambas con una tendencia creciente en este

período. Cuando se hace la revisión de las estadísticas para un año más

reciente, se encuentra que el patrón anteriormente señalado no varía

sustancialmente (Fig. 6.2), aunque sus proporciones relativas cambian según

cada región. En esta figura se observa que el cáncer baja al tercer puesto

como causa general de muerte en los estados Zulia y Trujillo mientras que en

el Edo Mérida, las diferencias entre las tasas de mortalidad por cardiopatias,

cáncer y accidentes son casi indistinguibles en el año 2001.

Las curvas de mortalidad obtenidas para los estados del área de estudio

exhiben tendencias semejantes a las observadas a escala nacional, aunque

con variaciones de grado (figs. 6.3-6.6). El cáncer mantiene el segundo lugar

como causa de muerte, siempre muy seguido por los accidentes como tercera

causa de decesos, aunque en algunos años esta última logra superarlo. La

zona Andina parece excepcional en cuanto a la magnitud de la problemática

del cáncer pues es la única región en la cual las tasas de defunción por esta

enfermedad en el período 1986-1996 estuvieron por encima del promedio

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nacional (Tabla 6.1). Entre estas destaca Mérida con la tasa más elevada

(70,6/100.000 hab.)

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El reconocimiento del cáncer como problema de salud pública en nuestro país

tiene la misma prioridad que a nivel mundial lo que ha llevado a que cada año

se avance más en el reconocimiento del cáncer como un grave problema de

salud pública (Pisani, 1999). Como se ha visto, Venezuela no está ajena a esta

problemática y comparte con otros países patrones comunes. Así tenemos, por

ejemplo, que esta enfermedad fue una de las tres principales causas de muerte

entre las poblaciones de ambos sexos en países desarrollados y no

desarrollados para el año 2001. Las otras dos causas principales de mortalidad

a nivel mundial fueron las enfermedades cardiovasculares y los accidentes

(WHO, 2002). En nuestro país, de acuerdo a los registros obtenidos, los

decesos por cáncer ocuparon también la tercera causa mas importante,

constituyendo el 15% de todas las muertes calificadas ocurridas en el período

1986-1996.

La diferenciación por órgano afectado reveló que, a diferencia de lo que ocurre

a nivel mundial, donde el cáncer de pulmón se coloca en primer lugar de

importancia, en Venezuela son las afecciones del útero, mamas en mujeres y

próstata, las principales causas de mortalidad por cáncer (Pisani, 1999; WHO,

2002).

En relación con el cáncer de estómago se pudo poner en evidencia que para el

período investigado (1986-1996), esta causa de muerte ocupaba el tercer lugar

en importancia para nuestro país con una tasa de 7.3 casos por 100.000

habitantes considerando Hombres y Mujeres juntos, pero al desglosarlos por

sexo como se hace notar en la figura 6.7 y 6.8 los resultados en el caso de las

mujeres el mayor índice de riesgo corresponde al cáncer de útero con un 13,4

%. Mientras que en el caso de los hombres el mayor índice de riesgo es el

estómago. Se podría atribuir este valor a que en el hombre hay una mayor

ingesta de alcohol y un mayor desorden alimenticio (Consumo de grasas,

azúcares, carbohidratos etc.).

D'Jesús et al. (1999) señalaron que en Venezuela la tasa de mortalidad por

esta enfermedad había aumentado de 2.5 por cada 100.000 hab. en 1940 a 5.2

Page 18: 2. Hipótesis

/100.000 hab. en 1965, observándose posteriormente una estabilización en

décadas posteriores alrededor de este último valor. A nivel mundial el cáncer

gástrico es la segunda causa más frecuente de muerte en ambos sexos, con

un número total de muertes por años que superaba los 600.000 para el año

1999. Las tasas más altas (por 100.000 hab.) se observaron en Asia Oriental

(43.6), Japón (35.9), China (35.3) y Rusia (33.1) (pisani, 1999). En Colombia el

cáncer de estómago resulta un problema más grave que en Venezuela, pues

fue la primera causa de mortalidad por cáncer tanto en hombres (29.2) como

en mujeres (18.6) para el período 1987-1999 (Rubiano et al., 1999).

De lo anterior se puede notar que si bien nuestro país en forma general no

presenta valores comparables con otras zonas geográficas del mundo de alto

riesgo, las cifras estudiadas en este trabajo indican que el cáncer gástrico es

un problema de salud pública de carácter regional que amerita una atención

prioritaria en las políticas de vigilancia y control de enfermedades.

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6.2 Tasas de cáncer de acuerdo al órgano afectado en Venezuela y en las regiones andina y zuliana

De todos los tipos de cáncer a escala nacional, los de útero, estómago,

próstata, mama y pulmón (en orden decreciente) son las principales causas de

muerte (Figs. 6.7 y 6.8).

Cuando se discriminan de acuerdo al órgano afectado y por las entidades

involucradas en este estudio (Tabla 6.2), se encuentra un contraste importante.

En los Andes el órgano más afectado es el útero y en segundo lugar el

estómago, con una tasa de mortalidad que supera al promedio nacional (Figs.

6.9 y 6.10). En el Zulia, la situación epidemiológica es diferente. En esta región

el cáncer gástrico no es una causa de muerte relevante, estando además por

debajo del valor promedio nacional. En cuanto a la edad, se destaca que en

ambas regiones durante los primeros años es decir entre 15 - 44 años no hay

relevancia a la mortalidad por cáncer gástrico; sin embargo a partir de los 45

años comienza a evidenciarse el crecimiento de muertes llegando a su punto

máximo alrededor de 75 años. Demostrándose con esto que la enfermedad

actúa de forma evolutiva, a la que aparte se le suman múltiples factores que

intervienen con las actividades desempeñadas en las edades entre 45 y 75

años.

En el área del occidente de Venezuela los órganos más afectados son el útero

en las mujeres, próstata en los hombres y pulmón en ambos sexos.

En cuanto a la etiología del CG, recordemos que se han relacionado las

neoplasias del tracto digestivo superior con ciertos componentes de la dieta, las

muertes por cáncer en estos órganos también resultaron diferentes entre la

zona andina y la zuliana haciendo especial referencia al año 2001 (Tabla 6.2).

Mientras en Zulia los tejidos bucales se ven más afectados que en los Andes

(Índice de riesgo = 1.82), en esta última región la mortalidad por cáncer de

esófago resultó más importante que en la primera (índice de riesgo = 0.66) sin

Page 21: 2. Hipótesis

haberse podido establecer la causa. También resulta importante resaltar las

diferencias entre las tasas de deceso por cáncer de pulmón entre estas

regiones.

Page 22: 2. Hipótesis

Uno de los aspectos más llamativos obtenidos a partir del análisis de las

estadísticas de mortalidad por cáncer en nuestro país tiene que ver con la

variación en las tasas de cáncer gástrico de acuerdo con el área geográfica

considerada (Tabla 6.2). Pudo ponerse en evidencia que en la zona occidental

ocurre un fenómeno caracterizado por la alta incidencia de esta enfermedad en

los estados andinos, mientras que en estados colindantes como el Zulia, esta

particularidad no se manifiesta con riesgos epidemiológicos altos. Por el

contrario, en este estado la tasa de mortalidad debida al CG es la mitad que el

promedio nacional.

El análisis de la distribución espacial del CG en el área de estudio reveló que

los estados Mérida, Táchira y Trujillo son zonas de alto riesgo (1.75 como

indice de riesgo promedio del Zulia), siendo el primer estado señalado la

entidad con la mayor tasa por CG de los tres estados andinos (2.05 de riesgo

relativo para CG).

6.3 Distribución de la mortalidad por Cáncer gástrico en el área de estudio de acuerdo a la edad y sexo

Las figuras 6.9 y 6.10 muestran que los grupos etarios más afectados por

cáncer gástrico, en la zona de estudio en ambos sexos, son los individuos

mayores de 45 años, siendo los de la tercera edad particularmente propensos a

morir de esta patología como cabria esperar, visto que el cáncer en general es

un proceso degenerativo de lento avance. Ambas regiones estudiadas

mostraron el mismo patrón señalado. En la tabla 6.3 se puede observar, que

aunque las tasas de mortalidad absoluta de cáncer gástrico en la región andina

son mayores en los hombres que en las mujeres, la estandarización de estos

valores tomando en cuenta al estado Zulia como referencia, permite hacer

notar que ambos sexos tienen el mismo riesgo relativo de morir por esta causa

en la zona andina.

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Tabla 6.3 Tasas de mortalidad po CG de la zona andina ajustadas por edad y estandarizadas tomando el estado Zulia como referencia para

hombres y mejeres en la región andina de Venezuela (1986-1996)*

*Los valores son X±DE. La prueba no paramétrica de Mann-Whitney fue utilizada para

comparar los pares de medias grado de significación. Letras del superíndice diferentes indican

que hay diferencia significativa entre las medias.

Estos resultados están en concordancia con los señalados por Pisani et al,

1994, quienes indicaron que la región del estado Táchira, al igual que otras

regiones montañosas de Centro y Sur América, es una de las áreas con

mayores tasas de mortalidad por cáncer gástrico en el mundo. Se registran

valores de 49.6 en hombres y 34.1 en mujeres por cada 100.000 habitantes

durante los años 1982-1984, que al compararlos con 40.8 y 19.0 en hombres y

mujeres, respectivamente, en Japón en los años 1987-1988, que es el país

cuya tasa promedio nacional se considera de la más elevadas, pone en

perspectiva la magnitud del problema Tachirense.

6.4 Distribución espacial de la mortalidad por cáncer gástrico en el estado Mérida

Para analizar más de cerca la situación del CG en el estado Mérida, se

estudiaron las estadísticas disponibles tomando como área de muestreo c/u de

los distritos sanitarios del estado, como son el Distrito Mérida, Vigía, Tovar,

Mucuchies y Lagunillas tomando en cuenta al distrito sanitario El Vigia como

población estándar que se encuentran reflejados en la Fig 6-12.

Page 25: 2. Hipótesis

Una primera aproximación de la manera cómo el cáncer gástrico se distribuyó

espacialmente durante el período de estudio, puede ser vista en la tabla 6.4, en

la cual se muestran las tasas de mortalidad por 100.000 habitantes por distrito

sanitario en que se divide Mérida. Se puede notar que los distritos sanitarios

Mérida (ciudad capital, cercanías y una extensa área de la Sierra Nevada) y el

Vigía presentaron las menores tasas de mortalidad de todo el estado, mientras

que el distrito Tovar arrojó el mayor valor.

El cálculo de los índices de riesgo tomando en cuenta al estado Zulia como

población estándar se muestra en la fig 6-11 y en la tabla 6.5. Los valores

indican un patrón similar al observado con las tasas gástricas. Es decir, el

distrito sanitario de mayor riesgo epidemiológico es Tovar, con valores

intermedios para Lagunillas y Mucuchíes, mientras que Mérida y El Vigía son

los de menor riesgo aunque todavía muy elevado. Así mismo, el análisis

comparativo no arrojó diferencias significativas que permitieron señalar cuál

sexo presente mayor riesgo de morir de cáncer gástrico que otro en alguno de

los distritos.

Page 26: 2. Hipótesis

Es de hacer notar que en el Distrito Tovar la tasa femenina de mortalidad por

CG es indistinguible de la Tachirense por lo que su condición es muy

preocupante. Tal vez no sea causal que toda la región cubierta por este distrito

es limítrofe con el estado Táchira.

La excepción de Mérida en el que los varones presentaron mayor riesgo de

morir de cáncer gástrico en relación con las mujeres de la misma zona.

En la tabla 6.5 Se calcula nuevamente el índice de riesgo por distrito sanitario,

pero esta vez tomando en cuenta a El Vigía como población estándar por

presentar valores bajos del IR y por ser una entidad con características

ecológicas contrastantes con las zonas detectadas de mayor riesgo,

comparación que resultará útil al momento de interpretar los resultados más

adelante. Se puede advertir que se repite el patrón observado con la población

Page 27: 2. Hipótesis

zuliana como referencia (tabla 6-6), aunque con valores de IR menores debido

seguramente a que el distrito sanitario El Vigía sigue siendo una zona de riesgo

alto en comparación con la del Zulia. Llama la atención que esta vez, la única

diferencia observada en el IR de acuerdo al sexo en una misma localidad sea

en el distrito Mucuchíes donde se obtuvo un mayor riesgo en las mujeres de

morir por cáncer gástrico en el estado. De los resultados presentados hasta

ahora se puede observar que habiéndose descrito la zona andina como una

región con tasas de mortalidad por cáncer gástrioo más altas en comparación

con otras regiones del país, también es posible apreciar que dentro de esta

zona de alto riesgo, el índice de riesgo de morir por esta patología difiere de un

distrito sanitario a otro.

Puesto que la división del estado Mérida de acuerdo a distritos sanitarios se

hace con criterios esencialmente administrativos, en los cuales no se toman en

consideración otros elementos unificadores tales como los compuestos

ecológicos, por lo demás muy importantes para extraer inferencias en nuestro

trabajo, seguidamente se profundizó el estudio, considerando el área de

muestreo la localidad identificada como pueblo. Se extrajo los datos de

aquellas localidades aquellas para las cuales se tuvo acceso a los registros de

mortalidad por esta enfermedad así como la dirección de habitación del

paciente y se pudieron ubicar de acuerdo al municipio al cual pertenecen. El

propósito era tratar de identificar la posible existencia de conglomerados

geográficos en los que la relación IR / Ubicación pudiera permitir asociaciones

geográficas, y de allí inferir algún factor etiológico asociable.

Page 28: 2. Hipótesis

Tabla 6.5 Indices de riesgo (IR) para cáncer gástrico (1996-1999) en los Distritos sanitarios del estado Mérida de acuerdo al sexso y tomando como población estándar al Distrito sanitario de El Vigía.

Los valores son representados como X ±DE. Las comparaciones estadísticas entre los distritos

( letras ) y entre sexo de un mismo distrito (números) se hicieron según los tests de Kuskal-

Wallis y el test de Mann-Whitney, respectivamente. Los valores con letras o números

desiguales indican diferencias significativas (P< 0.05).

Page 29: 2. Hipótesis

Tabla 6.6. Indices de riesgo (IR) para cáncer gástrico (1996-1999) en los Distritos sanitarios del estado Mérida de acuerdo al sexso y tomando como población estándar del estado Zulia.

Los valores son representados como X ±DE. Las comparaciones estadísticas entre los distritos

( letras ) y entre sexo de un mismo distrito (números) se hicieron según los tests de Kuskal-

Wallis y el test de Mann-Whitney, respectivamente. Los valores con letras o números

desiguales indican diferencias significativas (P< 0.05).

Page 30: 2. Hipótesis
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Page 32: 2. Hipótesis

Fig. 6-11 Indices de Riesgo totales en los distritos sanitarios del estado Mérida (1996-1999) tomando en cuenta al estado Zulia como población

estándar. Los valores se expresan como X± DE.

Page 33: 2. Hipótesis

Fig. 6-12 Indices de Riesgo totales en los distritos sanitarios del estado Mérida (1996-1999) tomando en cuenta al distrito sanitario El Vigía como

población estándar. Los valores se expresan como X± DE.

Page 34: 2. Hipótesis

La tabla 6.7 presenta, en términos numéricos, el índice relativo al Zulia de morir

de cáncer gástrico para las diferentes localidades del estado Mérida en las

cuales se pudieron obtener los registros estadísticos que corresponden al

periodo promediado 1996-1999 debido a que, al descender a este nivel

poblacional, el número de casos se reducen notablemente, se prefirió no dividir

en Hombres y Mujeres los casos de C. G. y por consiguiente se estimaran los

Índices de Riesgo de todos los casos registrados entre 1996 y 1999. En los

datos originales se contó con la edad del fallecido, su sexo y localidad de

habitación.

Se puede notar que la extrema variación en el riesgo de acuerdo a la localidad

que se considere. Por ejemplo resulta resaltante los valores para poblaciones

como Acequias, Aricagua y Cacute en las cuales el riesgo es extremadamente

alto (mayor a 5). Otras localidades presentan valores intermedios próximos a 2,

tales como San Rafael de Mucuchíes o Santa Cruz de Mora. En otras

poblaciones, tales como la ciudad de Mérida, El Vigía o Mucurubá el riesgo

epidemiológico es bajo. Más notable aún es el hecho de que poblaciones

cercanas entre si presentan valores de Indice de Riesgo tan distintos.

Tomemos por caso el eje poblacional definido por Cacute, Mucurubá,

Mucuchies y San Rafael de Mucuchies. Los valores de Indice de Riesgo y sus

distancia se muestra en la Fig 14.

Todas estas localidades se ubican a lo largo de la carretera trasandina, al nor

este de la ciudad de Mérida y es un eje de actividad agropecuaria

conservadora que para 1999 agrupaba unos 27000 hab. El pueblo de Cacute

aparece con un altísimo riesgo de C.G. y se encuentra entre dos pueblos que

presentan riesgos bajos. El Indice de Riesgo vuelve a subir en San Rafael de

Tabay, pero a diferencia de Cacute en que el entorno corresponde a un valle

semihumedo y templado, San Rafael se ubica en una zona semi seca de clima

frio. Es improbable que haya factores causales de C.G. comunes a estas dos

poblaciones. Estos datos también dan a entender que las contribuciones al

Indice de Riesgo total por cada distrito sanitario están muy diferenciados y la

detección de causales etiológicos no es posible a este nivel todavía.

Page 35: 2. Hipótesis
Page 36: 2. Hipótesis

En la tabla 6.7 se muestra la información resumida de las características del

conglomerado principal identificado a través del uso del programa estadístico

SatScan. Este revela una concentración de casos en localidades de los

municipios situados al sur oeste del estado Mérida (Arzobispo Chacón,

Guaraque, Rivas Dávila, Aricagua, Tovar, Pinto Salinas y Sucre) con un riesgo

promedio de 2.1 (p= 0.001) y con un rango altitudinal entre 1000 y 2500 msnm,

a excepción de los municipios Sucre y Pinto Salinas, con altitudes por debajo

de los 900 msnm. La ubicación geográfica de las localidades analizadas y de

los municipios se puede observar en la figuras 14 y 15 correspondientes mapas

políticos de división territorial del estado Mérida.

El posterior estudio más detallado para el estado Mérida, indicó que durante el

período analizado de 1996-1999 se dieron diferencias importantes en las tasas

de mortalidad de acuerdo a los municipios. Así se tiene que las áreas

localizadas en la zona sur del estado son las de mayor riesgo epidemiológico

para cáncer gástrico aparte de localidades específicas en otros municipios

como es el caso de Cacute. Este patrón de variación en la incidencia de la

enfermedad de acuerdo a la geografia observado en la zona Venezuela refleja

un punto de coincidencia con lo señalado para otras partes del mundo. Se tiene

que, por ejemplo, en Europa existen notables diferencias regionales en las

mortalidades por CG y que las mismas están relacionadas, en orden de

importancia, con la localización geográfica (lo que reflejaria diferencias

ambientales), distancias etno-históricas (consecuencias de atributos culturales)

y a las distancias genéticas de las poblaciones estudiadas (Sokal et al., 2001).

Patrones semejantes de variación geográfica han sido puestos de manifiesto

también en Colombia, habiéndose detectado focos de mayor incidencia de

mortalidad por C. G. en el altiplano cundiboyasense y la zona andina sur,

donde se encontraron cifras que variaban entre 30 y 50 casos por 100.000

habitantes, esto es, una de cada dos mil personas lo sufren (Rubiano et al.,

1999). México es otro país donde se ha logrado detectar diferencias en las

tasas de mortalidad por CG. en diferentes áreas. Se encontró que para el

período 1980-1997 había una proporción mayor de casos observados que los

Page 37: 2. Hipótesis

esperados en los estados de Yucatán, Sonora y Zacatecas, frente a otros

estados con índices menor, aunque los autores consideran que las diferencias

no son lo suficientemente importantes para señalar una clara diferenciación

regional que pudiera conducir a desarrollar una hipótesis con respecto a una

asociación entre estados y CG (Tovar-Guzmán et al., 2001). Este parece no ser

el caso de Costa Rica, en el cual se detectaron conglomerados de CG en las

provincias de San José y Cartago con un riesgo relativo mayor a 1.5 para los

años 1990-1997. (Santamaría, 2002).

Page 38: 2. Hipótesis
Page 39: 2. Hipótesis
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Page 41: 2. Hipótesis

Posibles factores condicionantes de las diferencias geográficas observadas en el área de estudio

Una consecuencia inmediata que se deriva de las apreciaciones anteriores,

tiene que ver con los factores que contribuyen a marcar estas diferencias.

Como ya fue señalado con anterioridad, el análisis de los factores de riesgo

que determinan la alta incidencia de CG en un área determinada resulta muy

complejo debido al carácter multifactorial del cáncer. Contribuyen a introducir

más complejidad aspectos como la lenta evolución de la enfermedad, con

procesos degenerativos que tardan mucho tiempo en manifestarse y además

de otros factores, citados en la literatura, dificil es de precisar. Este es el caso,

por ejemplo, de la influencia de la dieta humana en la génesis del CG. Los

epidemiólogos consideran que evaluar este factor es notoriamente complejo.

Frente a las evidencias que soportan la hipótesis, de que los principales

determinantes de la carcinogénesis gástrica actúan en la niñez y adolescencia

(Nanni et al., 2002) y son principalmente de origen exógeno (dieta entre ellos),

se podrían señalar algunos factores que la literatura señala como importantes,

aunque a excepción del consumo de tabaco, de alcohol, y la ingestión de

alimentos contaminados con aflatoxinas, ningún factor dietario único ha

probado ser inequívocamente determinante como carcinógeno (Peto, 2001).

Otros factores de riesgo como el consumo de comidas ahumadas o muy

saladas y la presencia de las nitrosaminas como agentes carcinógenos han

sido sugeridos pero todavía existe mucha controversia sobre su efecto real

(Piñol y Estévez, 1998).

Además se hace inevitable, aunque de gran complejidad en estudio, considerar

los efectos aditivos y sinérgicos que podrían tener dos o más sustancias de

riesgo en la dieta

Page 42: 2. Hipótesis

Con lo anterior en mente, establecer posibles asociaciones entre la dieta y CG

para la región estudiada en el presente trabajo resulta una tarea

consecuentemente difícil. Con el agregado de una ausencia casi absoluta de

datos disponibles relacionados con los hábitos alimentarios de los habitantes

de los estados andinos y Zulia.

Sin embargo, una revisión del espectro de recetas culinarias propias de cada

región y la importancia de las actividades agropecuarias en sus economías,

podrían revelar que en el Zulia se consumiría más carne y pescado, y menos

vegetales frescos que en los estados andinos. Pero también podrían existir

elementos comunes tales como la ingestión de alimentos altamente

energéticos ricos en fibra y carbohidratos (raíces, tubérculos y plátanos) con

algún efecto protector sobre el CG (Palli et al., 2001).

El consumo de sal es otro factor que ha interesado a los epidemiólogos como

elemento de riesgo (Kono y Hirohata, 1996). Datos aportados por el INN

señalan que en promedio el venezolano consume 9.9 Kg. de sal / personal /

año lo cual representa aproximadamente 3.7 Kg. más del valor asumido como

recomendable. El consumo de alimentos curados con este mineral (quesos y

carnes) es de uso frecuente en los páramos andinos y podría ser un factor que

ayudaría a predisponer a los pobladores al CG, aunque como fue mostrado en

los resultados del presente trabajo, las zonas más altas del estado Mérida no

se distinguieron por presentar tasas alarmantes de mortalidad por esta

enfermedad, salvo el caso de San Rafael de Mucuchies (3.600m snm)

Como ya ha sido señalado, el consumo de alcohol ha sido fuertemente

relacionado con cánceres del tracto digestivo superior porque podría actuar, al

igual que el tabaco, como agente de irritación crónica de la mucosa gástrica, tal

como ha podido ser observado en individuos alcohólicos en los que los

procesos gastríticos resultan comunes (Muñoz y Franceschi, 1997). Sin

embargo, el tipo de bebida alcohólica parece ser importante en la posibilidad de

desarrollar CG, tal como han señalado algunos trabajos donde se ha

encontrado que los tomadores de vino se exponen a mayor riesgo que los que

Page 43: 2. Hipótesis

ingieren bebidas claras (De Stefani et al., 1990). Con al alcohol, al igual que

con el cigarrillo, los riesgos de contraer CG están más relacionados con

tiempos prolongados de exposición más que la cantidad de vasos de licor

ingeridos o cigarros fumados por día.

En Venezuela se considera que ambos hábitos afectan de una manera

importante a la población, pero no existen estadísticas suficientes para evaluar

el peso de estos factores en la problemática regional del CG.

Otro factor de riesgo que ha sido relacionado con el CG es la presencia de los

nitratos y nitritos en la dieta humana. La ingestión de estos compuestos puede

darse bien sea por la ingestión de alimentos ricos en ellos (algunas verduras,

por ejemplo), por su utilización en la conservación de ciertos tipos de alimentos

curados (carnes y pescados conservados, choricería y charcutería), o por la

presencia de niveles altos en el agua potable (contaminada por fertilizantes). La

presencia de estos compuestos en el agua de consumo humano y su posible

relación con el CG atrae el interés de los epidemiólogos, por cuanto grandes

grupos humanos estarían expuestos a este factor desde etapas muy

tempranas. En Venezuela es dificil cuantificar la magnitud del problema, por

cuanto la información sobre la calidad del agua es casi inexistente, carece de

sistematicidad y es solo esporádico. Además, los problemas relativos a ella en

cualquier parte del mundo son por lo general muy locales y varían ampliamente

de acuerdo a la ubicación, estación del año, e incluso hora del día (González,

2000).

6.6 La importancia del Helecho Macho en la problemática del CG en la región andina

En la búsqueda de factores ambientales no comunes para ambas regiones de

estudio es importante hacer notar la desigual distribución del helecho macho

Pteridium caudatum. Esta especie es de amplia presencia en los andes

venezolanos, en un rango altitudinal que oscila entre los 600 y 2800 msnm. En

el estado Zulia, la distribución de este helecho se restringe a zonas reducidas

en las faldas de la cordillera de Perijá, el Valle del Guasare y en los cerros

Page 44: 2. Hipótesis

cercanos a Machiques (Alonso, 1999). En el estado Mérida, el P. caudatum

abunda en las zonas húmedas de altitudes intermedias, distribución que

coincide con las áreas de Hematuria Enzoótica Bovina y con las zonas de

mayor riesgo para cáncer gástrico detectadas en este trabajo (Fig.16). De esta

manera, el helecho macho podría ser un factor local clave en la problemática

epidemiológica de esta patología en la zona andina, conociendo los

antecedentes antes señalados acerca de los compuestos cancerígenos que

esta especie contiene, además de su conexión con la salud animal también

referida con anterioridad en este trabajo. Las evidencias ecológicas

relacionadas con la distribución de esta especie parecen apoyar tal

responsabilidad. Por ejemplo, de las dos especies conocidas en Venezuela de

este helecho, P. caudatum y P aracnoideum además de distribuirse

altitudinalmente en el rango de los 600-2800 msnm, la primera es la especie

con mayor contenido de ptaquilósido, su componente carcinogénico más

estudiado.

Si se intenta ensamblar los elementos presencia del helecho, prevalencia de

HEB y altas tasas de cáncer gástrico, en las poblaciones humanas que ocupan

los territorios donde convergen los dos primeros factores, podríamos imaginar

un potencial escenario en el que se establecerían las siguientes relaciones:

Las localidades susceptibles serían aquellas ubicadas entre los límites

altitudinales de la distribución natural del helecho (600-2800 msnm), en las que

se encuentran unidades de producción lechera de baja tecnificación, donde

grupos familiares mantienen rebaños vacunos pequeños dependientes del

pastoreo, sobre áreas naturales o de pastos cultivados de manera limitada y

frecuentemente infestados de Pteridium aquilinum. En la estación seca, este

ganado orienta su consumo hacia el helecho como forraje debido a la escasez

de otras alternativas. En estas condiciones, asumiendo un ejercicio teórico, se

podría calcular que cuatro días a la semana los animales pueden llegar a

consumir un 10% de su dieta diaria en helecho (2.4 Kg). Con esta cantidad

podría ingresar aproximadamente 130 mg de ptaquilósido/Kg de helecho lo

cual daría un total de 1250 mg. de este compuesto por semana. Alrededor de

Page 45: 2. Hipótesis

100 mg (8%) será secretado en la leche producida durante este tiempo

Page 46: 2. Hipótesis

Pero hay que advertir que se hace necesario ser más preciso para llegar al

paralelo de resolución del estudio epidemiológico. Esto que toma mucho más

tiempo (años) para establecer: presencia, abundancia, densidad de helechales

en potreros comercialmente activos y usos locales de los productos primarios.

Si tomamos en cuenta que durante la estación seca los bovinos reducen la

producción diaria de leche entre 50 y 80% dependiendo del manejo de la finca

y tomando un promedio de extracción Láctea de 42 l / semana, se tendría que

aproximadamente 2.4 mg de ptaquilósido/litro de leche sería la cantidad

ingerida por la población humana de estas localidades durante la estación

seca. En las condiciones prevalecientes la producción local no somete a

pasteurización y donde resulta común que se le hierva brevemente para

consumir su uso directo para la elaboración de productos derivados,

principalmente quesos blancos, natas, cuajadas y suero.

Sin duda, establecer inequívocamente la vinculación de estos elementos en la

epidemiología del cáncer gástrico en la zona andina requerirá del aporte de

estudios más detallados. Como fue mencionado en su momento, el cáncer

gástrico es una patología de evolución lenta, donde las condiciones

ambientales en que transcurrieron los años de niñez y juventud de una persona

serían determinantes (Alonso 1993), es necesario contar con información

proveniente de las zonas detectadas de alto riesgo el tiempo de permanencia

en ellas de los pacientes diagnosticados, sus hábitos de alimentación

individual, procedencia de la leche que se consume en estas zonas y

caracterización agronómicas de las unidades de producción. El consumo de

leche cruda producida localmente sería el factor clave para considerar a estas

personas en situación de alto riesgo para cáncer gástrico. Alternativamente la

recolección de este producto en un gran pool proveniente de varias áreas de

producción que puedan tener mejor manejo, dirigido al procesamiento industrial

provocaría un efecto benéfico de dilución importante de los agentes

cancerígenos y consecuentemente un menor significado del helecho en la

generación de riesgo para cáncer gástrico (Smith y Seawright, 1995). Estas

Page 47: 2. Hipótesis

variables, junto con mayor información acerca de otros factores de riesgo (ya

señalados anteriormente) conformarían un modelo multivariado que podría

aproximarse a una visión más concluyente acerca del origen del cáncer

gástrico y el por qué se convierte en un grave problema de salud pública en la

región andina de Venezuela.

Page 48: 2. Hipótesis

6.6 Diagnostico de Helicobacter pylori por el método de Ensayo de Inmunoabsorción ligado a una enzima (ELISA), en dos regiones contrastantes en Cáncer Gástrico.

Durante el período comprendido entre Enero y Junio de 2001, se seleccionaron

al azar muestras de suero sanguíneo de individuos clínicamente sanos, entre

15 y 75 años de edad en áreas de incidencia baja y alta de cáncer gástrico

Tabla 6.9. Municipios participantes en el muestreo de los Estados Mérida y Zulia, en los que se recolectan muestras de suero a través de la red de hospitales y ambulatorios del M.S.D.S.

Page 49: 2. Hipótesis

El estudio fue conformado por un universo de 1200 individuos, 600 del estado

Mérida y 600 muestras del Estado Zulia en localidades seleccionadas de

acuerdo a ser representativas de la zona geográfica (planicie del lago de

Maracaibo y regiones de los valles intramontañosos andinos).Además, esas

poblaciones deberían contar con hospitales tipo I, II o ambulatorios con

laboratorios clínico para la obtención y procesamiento primario de las muestras

de sangre (Tabla 6.9). Por último se considero el número de individuos

muestreados y que se considero como epidemiológicamente suficiente para ser

representativa de la población del grupo de edades sin sintomatología

endogástrica. Sin embargo hay que destacar que el número de muestras no fue

el mismo en todos los centros de recolección debido a la disponibilidad y

receptividad de los hospitales de las zonas para cooperar con el estudio. Así en

Caja Seca se recolectaron 150 muestras al igual que Cabimas con un 74% de

seropositivos para Caja Seca y 92% par Cabimas. Por su parte Ciudad Ojeda

tuvimos mayor colaboración con 300 muestras dando un porcentaje 89.3%, que

pese a las diferencias en el número total, cae dentro de la seropositividad de

los otros dos centros zulianos.

Al banco de sangre de cada unidad hospitalaria se le suministró un número de

de tubos de ensayo iguales al número de muestras determinadas para el

estudio. Cada muestra se rotuló de acuerdo con la codificación de rutina del

banco de sangre de los hospitales correspondientes, se congeló

inmediatamente y se mantuvo a 00 C de temperatura hasta su búsqueda y

proceso. Las muestras se acompañaron con una encuesta que proporcionaba

edad, sexo, dirección de residencia, motivo de consulta para evitar de incluir a

las personas con trastornos gastrointestinales y se aseguró que se excluyeran

a los individuos que se hubiesen tratado con antibiótico s de cualquier tipo en

los últimos 6 meses.

Las muestras se trasladaron al laboratorio de Inmunología de la Facultad de

Farmacia de la Universidad de Los Andes, para someterlas al estudio de ELISA

Page 50: 2. Hipótesis

y determinar el diagnóstico de H.p.

6.6.1 DIAGNÓSTICO DE LA INFECCIÓN POR Helicobacter pylori.

Existen diversos métodos para el diagnóstico de la infección por Helicobacter

pylori. Estos podrían agruparse en métodos invasivos y no invasivos. Dentro

de los primeros a su vez se cuenta con aquellos que se pueden denominar

directos, tales como la observación directa y cultivo de muestras de tejido

gástrico (Hazell 1989) y aquellos indirectos, como el test de la ureasa

(Glupczynski 1994). Los métodos no invasivos comprenderían el test del aliento

y a las pruebas serológicas (Perez 1988). Una vez obtenida una muestra de

mucosa gástrica por biopsia endoscópica se procede de diversas formas.

El test de la ureasa a partir de biopsias, la cual puede ser realizado al momento

de la toma de la muestra (McNulty 1985). La técnica se basa en la capacidad

de H. pylori de producir grandes cantidades de ureasa. El bicarbonato liberado

de la degradación de la úrea incrementa el pH del medio utilizado (úrea 2% en

el medio de Christensen), el cual puede ser detectado por el cambio de color

del indicador rojo de fenol de amarillo a rosado fuchsia. La lectura puede

realizarse al cabo de unas cuatro horas; un tiempo mayor de incubación

aumenta la sensibilidad.

El test del aliento consiste en el empleo de una solución de urea marcada con 13C o 14C que se administra al paciente por vía oral a fin de que si existiera

colonización de la mucosa gástrica por el microorganismo la ureasa producida

por este desdoblará la urea y liberara CO2 marcado a través del aliento. El CO2

sería medido a través de un espectrómetro de masa por la típica señal en 45

m/Z poniendo de manifiesto la presencia de la infección (Logan 1991).

6.6.2 Diagnóstico en la actualidad:

El diagnóstico de la infección generalmente está basado en un gran número de

datos: la historia clínica, hallazgos radiológicos, endoscópicos y análisis de

laboratorio (el cultivo, observación directa y test de la ureasa). Estas técnicas

Page 51: 2. Hipótesis

son de tediosa implementación y su sensibilidad y especificidad no son los

suficientemente confiables.

Por su practicidad y confiabilidad las pruebas serológicas son las más

utilizadas en este momento para estudios epidemiologicos, la detección de

anticuerpos específicos IgG por ELISA ha resuelto este problema, permitiendo

una inspección serológica en un corto tiempo usando un método simple

altamente específico sin recurrir a técnicas invasivas. En cuanto a la clase de

inmunoglobulina sintetizada por el organismo (Glupczynski 1992), es

mayoritariamente IgG y IgA. Estas proteínas pueden persistir durante mucho

tiempo después de que la infección ha finalizado, prácticamente de por vida por

lo que constituyen un diagnostico confiable (Perez 1988), la presencia IgM

indica usualmente una infección reciente y activa, deja de ser detectable tras

un período relativamente corto por su breve permanencia en circulación (Perez

1988). Desde el punto de vista diagnóstico, niveles altos de anticuerpos

específicos deberán ser interpretados como seropositivos de Helicobacter, de

hecho títulos elevados de IgM e IgA indican infección inicial o activa mientras

que niveles elevados de IgG pueden indicar infección activa o resuelta (DUNN

1993). La determinación serológica de anticuerpos IgG anti - Helicobacter pylori

se puede utilizar para grandes poblaciones de pacientes y es un buen indicador

de diagnóstico temprano de infección por Helicobacter ya que la respuesta

inmune puede generalmente preceder a las manifestaciones clínicas de la

enfermedad que en la mayoría de las personas infectadas, nunca se presenta.

La técnica inmunoenzimática ELISA forma parte de aquellas reacciones

serológicas que utilizan conjugados específicos para poder visualizar la

reacción ANTIGENO-ANTICUERPO. El método ELISA, se basa en el uso de

anticuerpos marcados con una enzima (generalmente la peroxidasa), de forma

que los conjugados resultantes tengan actividad tanto inmunológica como

enzimatica.

Al estar uno de los componentes (antígeno o anticuerpo) insolubilizados sobre

la placa, la reacción antígeno-anticuerpo quedará inmovilizada en las paredes

de la placa y por tanto, podrá ser ser revelada fácilmente mediante la adición

Page 52: 2. Hipótesis

de un sustrato especial que al actuar, sobre la enzima, producirá un color

observable a simple vista o cuantificable mediante un colorímetro (Abul 1995).

Cualquier microorganismo que haya penetrado en nuestro cuerpo y disparado

una respuesta de anticuerpos, puede volver a hacerlo en cualquier otro

momento. En previsión de esta circunstancia, nuestro organismo dispone de un

"sistema de memoria" particular que le permite responder con mayor rapidez y

en mayor magnitud en el caso de una exposición posterior a ese mismo

microorganismo. El primer contacto produce alguna "memoria", de tal forma

que nuestro cuerpo se encuentra eficazmente preparado para repeler una

invasión posterior del microorganismo, estableciendo un estado de inmunidad.

Esta "respuesta secundaria" se caracteriza por una producción más rápida y

más abundante de anticuerpos: que en la primera infección en el plazo de 2-3

días el nivel de anticuerpos en sangre se eleva rápidamente para alcanzar

valores mucho más altos que los que se observaron en la "respuesta primaria".

Es altamente probable que los Linfocitos sean las células que proporcionan

esta "memoria".

Page 53: 2. Hipótesis

La modalidad más frecuente del método ELISA para la determinación de

antígenos es el modelo ELISA "Sandwich". En esta forma, la placa suele ya

venir con un anticuerpo fijado (monoclonal ó policlonal) frente al antígeno

problema, sobre el que se añadirá el macerado del órgano sospechoso, que en

caso de reaccionar con el anticuerpo de la placa, será puesto en evidencia tras

la adición del segundo anticuerpo marcado con la enzima. Por último, se añade

el substrato para revelar reacción.

Page 54: 2. Hipótesis

Existen numerosos KITS comerciales para la detección de H.p permitiendo

estudios serológicos sin necesidad de grandes medios financieros. Pero la

limitante para el uso de ellos es su baja sensibilidad y especificidad. Sin

embargo con una ELISA con cepas autóctonas aumenta la sensibilidad y

especificidad, reduciendo la aparición de reacciones cruzadas con

Campylobacter jejuni, C. laridis y Escherichia coli. Para evaluar la

prevalencia de Helicobacter en dos regiones (Estado Mérida y Estado Zulia) se

validó un ELISA con cepas locales preparados en nuestro laboratorio.

6.6.3 Preparación del antígeno

Se utilizo como antígeno, un extracto crudo sonicado de cuatro cepas clínicas

de Helicobacter pylori provenientes de biopsias de la mucosa gástrica de

pacientes del Hospital Universitario (ULA) de Los Andes del Estado Mérida

infectados por Helicobacter pylori, incubadas en agar-sangre a 37°C y pH de

7,2 por siete días. La identificación de las colonias se llevó a cabo por la prueba

Page 55: 2. Hipótesis

de ureasa. Las placas de microtitulación de 96 pozos se sensibilizaron con 100

µl de antígeno a una concentración de 2 µg/ml, utilizando una dilución de los

sueros 1:125 mI. Como controles negativos utilizamos sueros de neonatos de

madres sanas. Estos sueros fueron aportados por el Hospital Universitario de

Los Andes, haciendo uso de muestras tomadas a recién nacidos para los

estudios correspondientes a su edad. Como controles positivos se usaron

sueros de individuos diagnosticados positivamente por pruebas de endoscopias

y ureasa donados por el Instituto de Investigaciones de la Asociación

Tachirense Anticancerosa (ATACA) en el Hospital central de la Ciudad de San

Cristóbal Estado Táchira. La dilución del conjugado se llevó a una

concentración de 1:20.000 v/v. La actividad de los anticuerpos específicos

contra el extracto total sonicado de Helicobacter se midió

espectrofotométricamente y los resultados se expresaron las densidades

ópticas a una longitud de onda de 405 nm en un espectrofotómetro Multiskan

plus versión 2.01.

En este estudio, la prueba de ELISA resultante permitió por medio de las

lecturas obtenidas espectrofotometricamente, establecer una clara

representación entre los títulos de seropositivos y seronegativos, encontrar

diferencias significativas entre ambos grupos evitando que hubiese respuesta

inequivoca, la absorbancia de los negativos se encontraban en un rango de

0,02 a 0,229 Unidades de Absorbancia. y un positivo de 0,4 a 0,499 UA (Fig 6-

21). Se pensó en la posibilidad de reacciones cruzadas para H. pylori, que casi

nunca son eliminadas en las metodologías serológicas. En este caso las

reacciones cruzadas podrían darse con Campylobacter jejuni, C. laridis y

Escherichia coli.

Pero las lecturas de absorbancia debidas a estas interferencias son mucho

mas bajas están alrededor de 0,1 UA (Bravo et al 1998) que como puede

verse, caen dentro del rango de lecturas que consideremos negativas, no

comparables con los resultados del presente trabajo.

Page 56: 2. Hipótesis
Page 57: 2. Hipótesis

6.7 Resultados del Diagnostico

La literatura señala que las malas condiciones higiénicas y el bajo desarrollo

socio económico parecen ser condiciones propicias para la infección de H.p en

la población (e.g. Holcombe et al 1992). Se adquiere a edad temprana. En los

países en desarrollo dentro de la amplia gama que este témino encierra, la

infección en la niñez tiende a ser muy elevada. Casi la totalidad de los niños de

10 años de edad portan el H.p en las zonas pobres y lo albergarán toda su vida

al no verse sometidos a tratamientos de erradicación. Entre 80 y 90% de los

adultos estarían infectados, y todos los individuos de 80 y más años (Holcombe

et al 1992; Blaser 1992).

Es muy probable que la población de nuestro muestreo, por tratarse

mayormente de los estratos socioeconómicos d y e están sometidos a los

mismos signos y que la prevalencia de H. p. en ellos sea por lo tanto elevada.

Page 58: 2. Hipótesis

Se estudiaron 1200 individuos en total; de ellos 80,33% fueron seropositivos

para H. pylori en el Estado Mérida y 79,0% en el Estado Zulia; estas cifras de

seroprevalencia fueron similares entre las dos entidades federales y resultan

muy elevadas, especialmente tratandose de poblaciones asintomaticas. (Fig 6-

22).

En nuestro estudio se examinaron 452 hembras y 148 varones, en el Estado

Mérida, 357 mujeres y 243 Varones, en el Estado Zulia (Tabla 6-9). Es notable

que en el muestreo predomine el sexo femenino. Esto no se le puede atribuir a

otra causa que aquellas personas que se les tomaba muestra voluntariamente

eran las que acudían a realizarse el certificado médico y en nuestro país existe

un porcentaje alto de trabajadoras a las que por el perfil laboral que se le exige

(empresas de fabricación, procesamiento o preparación de alimentos, labores

domésticas para terceros. etc). El estado sanitario del trabajador es importante

de determinar, Por contraste el trabajador masculino cuyo perfil laboral, al

referirse a las tareas del campo, transporte, comercio y servicios, es mucho

menos exigente para la presentación de un certificado médico. De allí que

acudan en menor numero de varones a la unidad sanitaria.

En la figura 6-22 muestra los IgG-seropositivos IgG seronegativos de los

estados Mérida y Zulia, revelando que ambos estados tienen la misma

prevalencia de seropositivos. Al discriminar por sexo en ambas regiones en

Mérida contó con un 75,3% de Hembras y un 24,7% de Varones. En Zulia se

estudiaron 59,7% de Hembras y 40,3% de Varones.

Page 59: 2. Hipótesis

Al individualizar por municipio encontramos que en Mérida, la población más

afectada es la de Santo Domingo (94%) (fig 6-23), luego Tovar y Bailadores

con 80%, Santa Cruz Mora y Mucuchies con 77% y Timotes con 72%. En el

Estado Zulia (fig 6-24) encontramos diferencias en la proporción de diagnostico

positivo que depende de los municipios estudiados tal como en el Estado

Mérida.

Page 60: 2. Hipótesis

Este estudio seroepidemiológico muestra que una gran proporción de personas

aparentemente sanas tienen anticuerpos de tipo IgG contra H. pylori. Esto debe

interpretarse como que los pacientes seropositivos pueden haber padecido la

infección en los últimos 10 años pero podrían en principio no tener ya el

microorganismo activo. Sin embargo bajo las condiciones de reducido nivel de

ingreso y cultural del genero de la población estudiada, es poco probable que

estas personas, habiendo sido infectadas o colonizadas hasta al menos 10

años atrás (tiempo estimado de la permanencia de respuesta activa del IgG a

muchos antibióticos), hayan estado sometidos al costoso tratamiento (ver

abajo) para desinfectarse. H pylori es una bacteria resistente, cuyas colonias

aparentemente se pueden desarrollar por mucho tiempo en forma clínicamente

inocua y son resistentes a la mayoría de los antibióticos administrados por vía

oral.

Page 61: 2. Hipótesis

6.7.1 ESTRATEGIAS TERAPÉUTICAS

Al momento actual existen muy diversos esquemas terapéuticos, todos ellos de

prueba, basados en la erradicación del germen a través de la combinación de

drogas bacteriostáticas y/o bactericidas. (Graham 1993)

Podríamos dividir dichos agentes de acuerdo a la tabla siguiente:

Page 62: 2. Hipótesis
Page 63: 2. Hipótesis

Prácticamente la totalidad de las drogas antes mencionadas se han utilizado

enforma combinada para evitar resistencia o para lograr una mayor eficacia.

Sin embargo el uso de amoxicilina asociado a omeprazol se ha mostrado más

eficaz en la erradicación del Helicobacter en un porcentaje de éxito que oscila

entre el 70 y 80% según distintos trabajos (Chiba 1992).

Terapias combinadas: existen diversas combinaciones que se han mostrado

eficaces para la erradicación del germen y evitar la recidiva de la úlcera tales

como:

Page 64: 2. Hipótesis

Amoxicilina+ Metronidazol. Amoxicilina + Tretraciclinas + Bismuto

Bismuto + Tetraciclina + Metronidazol.

Si bien no se ha establecido aun cual sería la duración ideal del tratamiento en

general, se estima suficiente un período de 7 a 12 días. A cada uno de estos

esquemas podría asociárseles bloqueantes H 2 u Omeprazol como parte del

tratamiento convencional ya que no debe cuestionarse el efecto terapéutico de

estos fármacos en la enfermedad ulcerosa.

Para considerar H. pylori del estómago, del paciente seropositivo que no ha

sido sometido a tratamiento especifico con estos antibióticos, por lo tanto muy

poco probable. Demás está agregar que la falta de sistemas sanitarios para la

deposición de aguas servidas y el alarmante grado de circulación de la materia

fecal de muchas regiones del país, incluyendo las estudiadas aquí, proveen

condiciones favorables para la frecuente reinfección de la población con H.

pylori. Los seres humanos son el único animal conocido en que reside H.p.

Aunque sobrevive en agua dulce o salina a baja temperatura, dura solo pocas

horas en agua a temperatura ambiente. Por ello, no hay un reservorio en el

entorno fuera del cuerpo humano, pese a que se ha detectado su ADN en

aguas servidas en Perú. (Mendall, 1995) Desde su nicho en la mucosa

gástrica, se podría transmitir en forma oral oral por reflujo gastro-esofágico que

permite su acceso a la boca y el beso oral, o ser excretado por las heces, que

lo coloca en la cadena infectiva oral-fecal. Se ha detectado H.p. en placas o

sarro dental y en las heces humanas. El contacto cercano propio de grupos

familiares es una posible fuente de infección oral - oral y oral - fecal como se ha

observado cierto "clustering" de la infección de H.p en familias se plantea la

transmisión intra-familiar pero todavía no hay suficiente información. La

transmisión entre adultos no ha podido confirmarse pero otros estudios

sugieren la transmisión adulto-niño. Hay un estudio en un país desarrollado en

que 20% por año de los adultos que se desinfectaron de H.p con antibióticos,

aparecieron reinfectados. Esto implica que el riesgo de reinfección para los

adultos susceptibles en medios apropiados para la infección es alto. La clave

Page 65: 2. Hipótesis

sin embargo está en la susceptibilidad de cada persona. Al parecer, esta va

disminuyendo con la edad y es máxima en la niñez antes de los 10 años. Por

ello, el riesgo de reinfección de la población general de adultos desinfectados o

curados debe ser baja (Hazel et al 1998). Otra escuela de pensamiento

sostiene que los individuos de una población pueden estar "colonizados" y no

tener síntomas gastrointestinales o junto a los que si tienen síntomas y

considerarse infectados. En el caso aquí estudiado, los individuos seropositivos

evidentemente pertenecían al grupo de los colonizados con mayor probabilidad

visto que no presentan sintomatología endogastricointestinal.

Se ha afirmado que la prevalencia de H.p es mayor en áreas donde el

carcinoma gástrico tiene mayor incidencia. En países latinoamericanos como

México, Perú y Colombia, donde la frecuencia de carcinoma gástrico alcanza

proporciones importantes, la cifra de infección supera al 90% de los sujetos

evaluados con cáncer gástrico (Ramirez-Ramos et al. 1987)

En países desarrollados el índice de infección en jóvenes es bajo, aunque

aumenta con la edad (Malaty, 2002). Sin embargo, en países en vías de

desarrollo la población infectada alcanza un porcentaje mayor en todas las

edades.

Page 66: 2. Hipótesis
Page 67: 2. Hipótesis
Page 68: 2. Hipótesis
Page 69: 2. Hipótesis

En las figuras de 6-23 observamos los seropositivos y seronegativos

desglosados por sexo y edad de los Municipios del Estado Mérida confirmando

nuevamente los estudios ya realizados en otros países. En EEUU, se hizo un

estudio epidemiológico factoríal (Graham et al 1991) para determinar qué

Page 70: 2. Hipótesis

elementos contribuyen a la infección de H.p. Se examinaron 485 sujetos

normales voluntarios con edades entre 15 y 85 años, todos de residencia

urbana (Houston). En ellos:

Grupo %de Hp

Todos 52%

Negros 70%

Blancos 30%

También se encontró una correlación de pendiente negativa entre ingreso

familiar e infección por H.p entre blancos pero no en negros, cuyo índice de

infección seropositova siempre fue mayor. La correlación fue similar entre el

nivel educativo y la infeción por H.p entre blancos y negros pero con

pendientes diferentes (más acentuada en negros) aunque en los blancos solo

disminuye significativamente (de 42 % a 23%) cuando se tienen más de 16

años de educación.

También hubo una correlación positiva entre edad y % de infección H.p. Pero

no hubo correlación o aumento de infección de H.p con el hábito de fumar o

tomar alcohol regularmente. Los autores concluyen que el status

socioeconómico parece determinar la edad en que se adquiere la infección de

Hp.

Figura 6-26 Municipio de Tovar, un total de 77 mujeres estudiadas hubo un

total de 100 % seropositivas en edades comprendidas de 15 a 24 años, 75% en

las edades de 25 a 44 años y 100% de 45 a 64 años. Por contraste de 23

Varones en el rango de 25 a 44 años resultó un 100%. No se obtuvieron

muestras de 15 a 24 años, frente a 80% en los los de 45 a 64 años y 100% de

65 a 74 años.

En la figura 6-27, se muestra la situación en el Municipio Bailadores, un total de

53 mujeres estudiadas arrojando un alarmante 100 % de seropositivos en

Page 71: 2. Hipótesis

personas de edades comprendidas de 15 y 24 años, 61 % entre los de 25 a 44

años y 89% de 45 a 64 años, y finalmente con 100% en aquellos edades de 65

a 74 años. El 100% de las muestras de 24 Varones en el rango de 15 a 24

resulto infectado, 83% en las edades de 25 a 44 años, 100% en los los de 45 a

64 años y 100% de 65 a 74 años.

En la figura 6-28, se ilustra lo encontrado en el Municipio Santa Cruz de Mora,

un total de 81 mujeres estudiadas arrojando un total de 59 seropositivas, 19

Varones. Los resultados de seropositividad, en hembras fueron en el rango de

edades de 15 a 24 años un 87%, de 25 a 44 años un 64, %, de 45 a 64 años

un 88% y en los añós de 65 a 74 años un 100%. Para los varones un 92% para

edades de 25 a 44 años, de 100% a las edades de 45 a 64 años y 100% para

edades de 65 a 75 años.

En la figura 6-29, Municipio Santo Domingo, municipio que nos dió el mas alto

porcentaje de seropositividad, se estudiaron 67 mujeres, arrojando un total de

61 seropositivas y 5 seronegativas, 33 Varones 32 seropositivos y tan solo 1

seronegativo. Esto en porcentaje en las hembras en las edades de 15 a 24

años da 85%, de seropositivos de 25 a 44 años 95%, de 45 a 64 años 100% y

100% de 65 a 74 años.

En la figura 6-30 y 6-31, Municipio Mucuchies y Timotes, 74 mujeres con 52

seropositivas y 22 seronegativas, 26 Varones 25 seropositivas y 1

seronegativo, para Mucuchies en porcentaje en el municipio para hembras fue

de 15 a 24 años 83%, a los 25 a 44 años 66%, de 45 a 64 años 71% y de 65 a

74 años 100%. Varones 100% para edades de 15 a 24 años igualmente 100%

para edades de 25 a 44 años, un 92% para el rango de edades de 45 a 64

años y para edades de 65 a 74, el 100%. En el municipio Timotes para las

edades de 15 a 24 años fue de 64% de seropositivas para hembras, 76% para

las edades de 25 a 44 años, 67% en las edades de de 45 a 64 años y 100%

para las edades de 65 a 74 años. En los varones los porcentajes fueron los

siguientes: en el rango de edades de 15 a 24 años 50% de 25 a 44 años 84% y

de 45 a 64 años un 100%, no hubo muestras en los años de 65 a 75 años.

Page 72: 2. Hipótesis

Contrastando los resultados de los dos estados se puede poner en evidencia

que no hay diferencias significativas entre prevalencia y la tendencia lineal

significativa entre presencia de H.p + edad, prevalencia similar a la de otros

estudios. Por ejemplo en Venezuela, se ha detectado la presencia de H.p en

62% de sujetos sanos asintomáticos: en 90 % de los pacientes con gastritis;

entre 70 y 80% de los pacientes con úlceras gástricas; en 40 a 54% de los

pacientes con úlceras duodenales; y en menos del 20% en pacientes con

cáncer gástrico (Piñero et al 1989). Pero estos valores pueden ser distintos

según el método de análisis y su confiabilidad pues el tema todavía a la fecha

se sigue estudiando y no puede confiarse 100% en los diagnósticos

epidemiológicos actuales sin que esto se revise o asiente mejor.

Page 73: 2. Hipótesis
Page 74: 2. Hipótesis

La seropositividad de la infección no discrimina edad, sexo ni diferencia

geográfica.

Se confirma la relación entre clase social baja y edad y mayor prevalencia de

H.p. y lo comprueba con las figuras de 6-32 a 6-34 que ilustran los resultados

de 357 mujeres y 243 varones. Las 85 mujeres y 65 Varones de Caja Seca,

llevados estos resultados a porcentajes de seropositividad resulta asi hembras,

en el rango de 15 a 24 años 50%, entre 25 y 44 años un 65%, de 45 a 64 años

100% de 65 a 74 años 100%. En los varones, los resultados fueron los

siguientes: en el rango de las edades de 15 a 24 años 82%, de 25 a 44 años

93%, de 45 a 64% 50%. En el municipio de Cabimas se estudiaron 93 mujeres

y 56 varones. De estas personas fueron seropositivas en las edades de 15 a 24

años un porcentaje en las hembras de 89%, en las edades de 25 a 44 años

87% y entre 45 y 75 años 100%. En los varones de esta localidad los

resultados de seropositividad fueron: en edades de 15 a 24 años 100%, de 25

a 44 años 91% y de 45 a 64 años 100%. En Ciudad Ojeda municipio donde se

recolectarón el mayor fiúmero de muestras, se estudiaron 179 mujeres, 152

seropositivas y 27 seronegativas; de 122 varones resultaron 117 seropositivos

y 5 seron~gativos; en porcentaje los resultados fueron en las edades de 15 a

24 años para las hembras 90%, de 25 a 44 años 81%, de 45 a 64 años 69% y

de 65 a 74 años el 100%. En los varones de 15 a 24 años 100%, de

seropositivos de 25 a 44 años 92%, de 45 a 64 años 100% y de 65 a 74 años

100%.

6.9 Interpretación de los Resultados de seropositividad a Helicobacter

pylori.

Estos estudios arrojan en primer lugar una seropositividad muy elevada en las

dos regiones de estudio. Considerando que todos los individuos examinados

eran asintomaticos en cuanto a condición gastrointestinal, resulta por un lado

alarmante que la infección gástrica por H. pylori alcance cifras tan elevadas.

Incluso al compararse con valores recabados para otros países tropicales, la

cifra de ciudadanos del occidente de Venezuela que aparecen infectados

Page 75: 2. Hipótesis

resulta comparativamente mayor.

En general, aparecen los varones huéspedes de H. pylori con mayor

prevalencia que las hembras. Considerando todas las edades, nuestros

resultados arrojaron 24,7% de varones en Mérida, 75,3% en hembras para el

Zulia 59,7% de hembras infectadas y 40,3% para varones. Aunque se

necesitarán estudios económicos sociales y sanitarios detallados entre la

población que opera como cantera para el flujo de pacientes o trabajadores

para los hospitales que formaron parte de este estudio, podemos adelantar

algunas hipótesis para explicar la diferencia observada. Entre estas

poblaciones es mas frecuente que los varones sean trabajadores que pasan la

mayor parte de su día laboral fuera de su hogar, al menos en mayor proporción

que las hembras, entre cuyas responsabilidades se encuentra en alta

proporción ocuparse de las tareas domesticas y el cuidado de los hijos o de

otros familiares siendo asi, los varones trabajadores los que deben obtener sus

alimentos fuera del hogar, lo que podría colocarlos en condición de mayor

riesgo de contacto oral - fecal visto que muchos expendios de comidas

preparadas carecen de certificación sanitaria, o de condiciones de higiene

adecuadas que frenen este tipo de transmisión. Además, muchos trabajadores

no pueden a instalaciones sanitarias apropiadas para no servir de

retransmisores de la infección por H. pylori, como ausencia de jabón para

lavarse en los baños públicos, limpieza de estas instalaciones muy esporadica,

moscas y ratas (e cuyas patas no se ha estudiado todavía presencia de H.

pylori) que entre en contacto con alimentos contaminados y otras posibles

fuentes de infección o reinfección.

Las mujeres seropositivas que laboran en algún sector de la industria de

elaboración, preparación y servicio de alimentos, tales como obreras de

empresa alimenticia y cocineras, de no asearse adecuadamente luego de

excretar orina y heces, representan un elemento de alto riesgo de transmisión

de H. pylori para aquellos comensales que ingiere alimentos preparados por

ellas. Del mismo modo, las seropositivas que permanecen en sus hogares la

mayor parte de la jornada para atender las necesidades familiares, también

Page 76: 2. Hipótesis

constituyen una vía de transmisión para los miembros del grupo familiar que

dependen de ellas.

No debe desestimarse, hasta tanto no se amplíen estos estudios, la

contribución del consumo o contacte con aguas con tratamiento inadecuado o

inexistente, que se encuentren contaminadas con heces frescas provenientes

de personas infectadas, como sucedería en comunidades pobres y hacinadas

que presentan, un número y densidad creciente, en nuestra geografia. Por la

misma vía, el riesgo de cultivos de verduras para su consumo fresco, como

lechugas, repollos, zanahorias y sus símiles, con aguas contaminadas con H.

pylori podría contribuir al cuadro de reconducción de la bacteria hacia

ciudadanos sanos o que han sido desinfectados con tratamientos exitosos.

En cuanto a la retransmisión por vía sexual debido a prácticas particulares

fuera de la puramente reproductiva, aunque bien podría ser una vía de contacto

oral - fecal que garantizaría la propagación de la infección, no se han realizado

estudios que permitan valorar esta forma de contagio. Sin embargo, dada la

enorme prevalencia de H. pylori en la población, es muy probable que todas

estas vías estén contribuyendo a infectar a la población general, debido a estos

perfiles, bien podrían estar afectando mas a los segmentos socioeconómicos

de menor poder adquisitivo, peores condiciones de vivienda, y condición laboral

menos protegida.

En términos de la distribución de los seropositivos entre los grupos de edad

distinta, encontramos que no todos los grupos humanos estudiados siguen el

patrón esperado de tenerse una proporción de seropositivos indirectamente

proporcional a la edad. En general nos sorprendió encontrar que entre el grupo

de jóvenes entre 15 y 24 años la seropositividad fuese tan elevada en

prácticamente todos los hospitales muestreados. En todos los centros

examinados del Estado Mérida, salvo el de Timotes, detectamos que el 100%

de los varones estaba infectado, así como entre 80 y 100% de las hembras

jóvenes. Esto es signo de paupérrimas y preocupantes condiciones de salud en

las viviendas y entorno general de aquellos sectores de la población de donde

Page 77: 2. Hipótesis

vienen los pacientes donantes de sangre para obtener certificados médicos de

trabajo. Por su parte en el estado Zulia, los índices son también muy elevados

entre los jóvenes menores de 24 años en Cabimas y Ciudad Ojeda, centros

urbanos grandes en los que se supone que los sistemas de agua potable y

deposición de aguas servidas se encuentra mejor organizado que en los

pueblos andinos. El que la adecuación de las redes de aguas blancas y negras

no tenga incidencia en bajar los niveles de prevalencia de H. pylori sugiere que

hay otros factores de retransmisión en juego. Uno de ellos estimamos que es la

falta de higiene personal adecuada y la falta de transmisión de esta información

en la forma como se imprime en la población general por la vía del sistema

educativo. A ello debe contribuir un bajo poder adquisitivo de la población de

bajos recursos que no pueden comprar jabón y desinfectantes para la limpieza

personal y hogareña, haciendo las condiciones reinantes en el hogar fuente de

infección, y lo concerniente al aseo personal, en especial las manos, una fuente

de la mayor importancia para la infección por H. pylori.

En algunos de los hospitales estudiados si logramos observar, al no considerar

la situación de las personas menores de 24 años, la proporcionalidad directa

entre la prevalencia H. pylori y la edad. Obsérvese por ejemplo los casos de

Tovar, Bailadores, Timotes y Santo Domingo (fig 6-26, 27, 29,31). Es evidente

que la seropositividad aumente con la edad, alcanzando el 100% en todos los

casos analizados de la tercera edad, sean varones o hembras. Esto sugiere

que, aun si interviniese el factor susceptibilidad que siempre contribuye a la

resistencia genética de sectores de cualquier población a la infección por

bacterias del entorno, la combinación de la longevidad de las colonias de H.

pylori y su resistencia a ser eliminada por medios naturales, respuesta

inmunológica o degradación genética de la colonia luego de muchos años en el

individuo infectado, sumada a la frecuencia de contacto con esta bacteria y

otras en el entorno frecuentado por los habitantes del medio socioeconómico

inferior y medio, hacen que toda la población de este estrato termine siendo

infectada. Contribuye a ello que, debido al costo de los tratamientos, sean muy

pocos los que se sometan a observación médica y desinfección resultando así,

inescapablemente, en los altos niveles de prevalencia observados.

Page 78: 2. Hipótesis

No hay que desestimar, sin embargo, que como el método de detección de una

inmunoglobulina de larga duración (IgG) podrían estarse detectando aquellas

personas que tuvieron la infección de H. pylori alguna vez en la vida pero que

esta había desaparecido mucho antes de la toma de muestra de sangre. Sin

embargo, ya se trató este argumento ante la circunstancia muy poco favorable

a la desinfección por tratamientos apropiados entre el segmento de población

que sirvió de muestra.

Para explicar que ocurra la secuencia de crecimiento de la prevalencia

observada desde los 25 años en adelante, mientras que la población juvenil

menor de 24 años se encuentra más infectada, podría adelantarse la siguiente

hipótesis. Siendo que la infección infantil por H. pylori transmitida en el hogar

por padres infectados en hogares cuyas condiciones de higiene favorecen la

infección, y teniendo en segundo lugar que es muy dificil desinfectarse a menos

que se hagan tratamientos con antibióticos específicos, es altamente probable

que aquel joven que aparezca infectado entre los 15 y 24 años continuará

estando infectado a lo largo de su vida. Bajo estas condiciones, el grupo etario

entre 25 y 44 años que detectamos en este estudio, al presentar menor nivel de

infección que su predecesor, señala que las condiciones que favorecen la

infección se han ido acrecentando en el paso de los últimos 10 años, haciendo

que las nuevas cohortes se muestren con niveles aún mayores. Muchos

estudios anteriores coinciden en relacionar la pobreza con la prevalencia de H.

pylori en la población, como ya hemos revisado. Las estadísticas sociales

sobre Venezuela que se vienen haciendo desde dentro y fuera del país revelan

un aumento dramático en los niveles de pobreza de la población, en especial la

considerada crítica que viene acompañada indefectiblemente por un deterioro

bien puede estarse reflejando en la prevalencia de la infección estomacal por

H. pylori. Para comprobar esta hipótesis, habrá que extender el estudio a

nuevos sectores empobrecidos recientemente de la población venezolana, así

como repetir los estudios de epidemiología en las mismas poblaciones aquí

examinadas dentro de diez años a fin de observar la dinámica de la infección y

Page 79: 2. Hipótesis

verificar si las cohortes de hoy que tienen entre 15 y 24 años de edad, al pasar

al siguiente grupo etario arrastran las estadísticas de su prevalencia como

infectados con H. pylori a los niveles observados hoy para su grupo.

Page 80: 2. Hipótesis

7. Conclusiones

a. El cáncer constituye un grave problema de salud pública en Venezuela,

representando la segunda causa de muerte, después de las afecciones

cardiovasculares.

b. El análisis de las estadísticas de muerte por cáncer de acuerdo al órgano

afectado reveló que el cáncer gástrico presenta una distribución agregada en

algunas regiones de Venezuela. Esta patología se manifestó con mayores

tasas en los estados andinos en comparación con la vecina región Zuliana

durante el período de estudio y los promedios nacionales en todo el período

examinado (1986 - 1996)

c. Se pudo observar que las tasas de mortalidad por cáncer en órganos (boca,

esófago, estómago), donde la dieta puede jugar un papel importante en su

génesis, son mayores en la región de los Andes en comparación con el Zulia,

aunque las diferencias más significativas se observaron en el caso del CG.

d. En contraste, las tasas de mortalidad en órganos como el útero y próstata,

menos relacionados con la dieta, no resultaron significativamente diferentes

entre ambas regiones.

e. Lo anterior conduce a pensar en factores de riesgo de tipo ambiental

etiológicos, predominantes en los Andes, que podrían ser los responsables de

estas diferencias.

f. Dado que no parece haber diferencias muy marcadas entre las regiones en

cuanto a algunos elementos de la cultura alimentaria, los mismos podrían ser

descartados como factores de riesgo.

g. El análisis más detallado de la distribución del cáncer gástrico durante el

período 1996-1999 en el estado Mérida mostró que el área más afectada

correspondió a los municipios localizados al sur-oeste de la entidad, aunque

existen también focos muy localizados en otros pueblos fuera de esta región.

Page 81: 2. Hipótesis

h. Este conglomerado espacial de cáncer gástrico coincide con la abundancia

del Pteridium caudatum y altas tasas de Hematuria Enzootica Bovina en la

zona, de acuerdo a un análisis fitogeograficos preliminar.

i. La asociación de estos factores, también señalados en otras partes del

mundo en la epidemiología del cáncer gástrico, conduce a asomar la

posibilidad del rol del Pteridium caudatum en la carcinogénesis gástrica

preponderante en la zona andina venezolana.

j. La serología ha encontrado su principal aplicación en los estudios

epidemiológicos y se ha utilizado para conocer los porcentajes de prevalencia

de H. pylori en varias poblaciones e investigar factores como el origen

geográfico.

k. El diagnostico Inmunoensayo Elisa, sensibilidad y especificidad de 90% para

la determinación cuantitativa para anticuerpos de tipo IgG contra Helicobacter

pylori, pero después de tratar la infección los títulos de anticuerpo siguen altos

por tiempo prolongado por lo tanto su determinación no serviría para el

seguimiento de erradicar la bacteria.

l. La introducción de cepas de Helicobacter pylori autóctonos más purificados

reduce la aparición de reacciones cruzadas y mejora la especificidad de la

técnica.

ll.Si bien, la aplicación de la serología presenta pocas ventajas al diagnóstico,

aporta conocimiento al nivel epidemiológico de la infección por H. pylori. La

interpretación de los resultados obtenidos mediante procedimientos serológicos

debe ser cautelosa y siempre respaldada por la historia clínica del paciente. Se

recomienda realizar un estudio histológico de biopsia gástrica para un

adecuado diagnóstico de la presencia de la bacteria en la mucosa gástrica, y

no hacerlo utilizando únicamente el estudio sexológico.

m. El presente estudio fue motivado para explicar la posible contribución que

tendría H. pylori en la prevalencia de cáncer gástrico (CG) en la población

Page 82: 2. Hipótesis

andina. Nuestros resultados no arrojaron diferencias estadísticamente

significativas entre los dos grupos de contraste, como tampoco las reducidas

diferencias entre varones y hembras en la infección de H. pylori pueden

explicar las amplias diferencias de CG observadas entre ambos sexos en las

zonas de mayor riesgo. Más aún, en aquellos lugares que detectamos como

agrupaciones (clusters) de casos de CG como los pueblos a lo largo del río

Mocotíes, no tienen valores superiores en la seropositividad a H. pylori que las

demás poblaciones en que tales clusters no se producen, tanto en Mérida

como en el Zulia. Estas cifras sugieren que, o bien H. pylori no guarda relación

con el CG humano, tratándose más bien de otro factor etiológico aislado

geográficamente como es la ingestión de ptaquilósido por vía de la

contaminación de alimentos de origen animal, que actúa aisladamente, o en

combinación con cofactores derivados de otras fuentes entre las que H. pylori

podría ser un contribuyente. En este sentido, se sabe que, aun en los pacientes

asintomáticos, H. pylori provoca irritación e inflamación de la mucosa gástrica,

haciéndola susceptible al desarrollo de una variedad de condiciones

patológicas que pueden o no manifestarse en sintomatología clínica detectable.

Así mismo, la condición de inflamación podría provocar procesos fisiológicos

susceptibles de facilitar la acción carcinogénica de sustancias electrofilicas

como el ptaquilósido y otras de origen dietético, que se traducirían con el

tiempo en neoplasias del tejido gástrico. La coincidencia del factor pobreza que

encierra numerosas condicionantes como elemento de propensión tanto en la

infección por H. pylori como en la aparición de CG deja entrever que ambos

elementos pueden estar relacionados. Es la población de menos recursos, y en

especial la de pequeños pueblos y haciendas la más expuestas a consumir

productos animales de ganado expuesto a Pteridium aquilinum y siendo sus

condiciones higiénicas apropiadas para mantener el pool de H. pylori activo,

podrían estar mas severamente expuestos al desarrollo de neoplasias gástricas

que aquellas poblaciones en que uno de los dos factores en cuestión no exista.

Además, en la compleja ecuación de la etiología del CG se encuentran no solo

factores de propensión adicionales, sino los de protección especialmente los

dietéticos como el consumo abundante de frutas, vitaminas y la conservación

Page 83: 2. Hipótesis

de alimentos refrigerados, contribuyendo a contrarrestar los efectos perversos

de los primeros.

Nuestros estudios revelan, pues que la altísima prevalencia de la infección por

H. pylori en la población pobre y la exposición a productos contaminados por

sustancias de Pteridium en nuestro medio rural continuaran siendo factores de

deterioro de la salud de nuestras comunidades andinas hasta tanto el

componente vegetal de este perverso esquema natural sea controlado a

niveles manejables.

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