2 El Pecado Original

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El pecado originalComo Adán andaba medio solitario, Dios resolvió darle una compañera.

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Hizo que se durmiera profundamente, le sacó una costilla del costillar, la recubrió con carne del mismo Adán y así creó a Eva, la primera mujer.

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Adán era muy buenmozo y Eva muybonita.

Dios los colocó en el Paraíso terrenal o Edén,un lugar delicioso donde no hacía frío ni calor.

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Con los árboles siempreverdes,

flores por todoslados y arroyitosde agua clara.

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Adán y Eva recibieron de Diosel encargo de cultivar el Pa-raíso Terrenal, cosa que ha-cían con gusto porque eltrabajo no lescansaba.

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Había allí un gran árbol, que dabafrutas medio pa-recidas a lasmanzanas y que se llamaba Árboldel Bien y del Mal.

Lo único que Dios les prohibió a Adán y Eva fue que comieran frutas de ese árbol.

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Una tarde Eva estaba paseandoy se topó con semejante víboraenroscada a un tronco: era eldemonio en forma de víbora.

Buenas-dijo Eva, sin recordarque los animales no hablan.-¿Por qué no comes la frutasdel Árbol del Bien y del Mal?preguntó la víbora.

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-Porque Dios nos lo haprohibido y anuncióque moriremos si las comemos-contestóEva, maliciando ya queesa víbora era el mismodiablo.

-Macanas- mintió la víbora. eso dice Dios para que nolas coman. Pues, si lascomen, serán como Él.

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Eva, tentada de orgullo, comiólas frutas del Árbol del Bien ydel Mal.

La víbora se hizo humo.

Al rato llegó Adán yEva lo convidó para quecomiera también lasfrutas del Árbol delBien y del Mal.

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Adán se resistió y lerecordó que teníanprohibido comer de

esa fruta.

Pero Eva insistió, repitiendolo que le había dicho el dia-blo. Adán aflojó y comió lafruta.

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Por orgullo, ya que quisieronser como Dios, los primeroshombres desobedecieron asu Creador y cometieron elprimer pecado, que se llamó Pecado Original.

Es el pecado que trasmitierona sus descendientes y que sólo se borra con el Bautismo.

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Como consecuencia del pecado original, Adán y Eva perdieron los dones magníficosQue Dios les había dado.

Dejaron de ser inmor-tales, sufrirían el dolory las enfermedades.

Envejecerían, tuvieron que estudiar para aprender y el trabajo les em-pezó a producir fatiga.

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Pero, lo peor de todo,es que dejaron deser amigos de Diosy las puertas delCielo se cerraronpara ellos.

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Enterado Dios deque Adán y Evale habían deso-bedecido, lesordenó abando-nar el Paraísoterrenal.

Arrepentidos de su pecado, Adán y Eva le pi-dieron perdón a Dios llorando.

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Dios, compadecido deellos, les prometió queenviaría un Redentor ala tierra y que esteRedentor pagaría lainmensa deuda con-traída por los hombres.

Y les volvería a abrirlas puertas del Cielo.

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Tristísimos, pero conla luz de la esperan-za ante el anuncio del Redentor, Adán y Eva se alejaron del Paraíso Terre- nal.

Frente a la entrada, quedó un ángelde centinela, armado con un sablede fuego.

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Verdades del Compendio nn 75 a 78 y nn. 391 a 400

El hombre, tentado por el diablo, desobedeció y quiso «ser como Dios».

Adán y Eva perdieron el Cielo para ellos y sus descendientes.

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- El pecado original es un pecado «contraído» no «cometido» por nosotros.

- Se transmite a los descendientes de Adán con la misma naturaleza humana.

- Esta transmisión es un misterio.

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Consecuencia del pecado original, la naturaleza humana, se halla inclinada al pecado.

Esta inclinación al mal se llama concupiscencia.

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Pero Dios no abandonó al hombre y le

prometió un Redentor.

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El pecado

Es «una palabra, un acto o un deseo contrarios a la Ley eterna» (San Agustín).

Es una ofensa a Dios.

La variedad de los pecados es grande.

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Pueden distinguirse según su objeto o según las virtudes o los mandamientos a los que se oponen.

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En cuanto a la gravedad puede ser venial o mortal.

Se comete un pecado mortal cuando se dan, al mismo tiempo, materia grave, plena advertencia y deliberado consentimiento.

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Este pecado priva de la gracia santificante y (si no hay arrepentimiento) conduce a la muerte eterna del infierno.

Se perdona en el Bautismo y en la Penitencia o Reconciliación.

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El pecado venial se comete cuando la materia es leve; o bien cuando, siendo grave la materia, no se da plena advertencia o perfecto consentimiento.

Este pecado no rompe la alianza con Dios.

Pero nos debilita espiritualmente.

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La repetición de un pecado lleva al vicio.

Los vicios pueden ser referidos a los siete pecados llamados capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza.

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Tenemos responsabilidad en los pecados de los otros si cooperamos a quelos comentan. Este pecado se llama escándalo.

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Oraciones y liturgia

• Ángel de Dios

• Ángel de Dios, que eres mi custodio, pues la bondad divina me ha encomendado a ti, ilumíname, guárdame, defiéndeme y gobiérname. Amén.

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Oraciones y liturgia

• Pecados Capitales

• Son llamados capitales porque generan otros pecados, otros vicios. Son la soberbia, la avaricia, la envidia, la ira, la lujuria, la gula, la pereza. (CIC 1866).

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Oraciones y liturgia

• Pecados que claman al cielo

• Claman al cielo: la sangre de Abel (cf Gn 4, 10); el pecado de los sodomitas (cf Gn 18, 20; 19, 13); el clamor del pueblo oprimido en Egipto (cf Ex 3, 7-10); el lamento del extranjero, de la viuda y el huérfano (cf Ex 22, 20-22); la injusticia para con el asalariado (cf Dt 24, 14-15; Jc 5, 4) (CIC1867).