2 El Jesus Historico Flavio Josefo CVidal

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El Jesús histórico: Flavio Josefo “Jesús en las fuentes históricas no cristianas” (II) Las referencias históricas sobre Jesús son relativamente abundantes. Aparte de los cuatro Evangelios canónicos y el Nuevo Testamento en los que se recogen datos sobre la vida y la enseñanza de Jesús, se añaden otras fuentes de distintos escritos apócrifos de valor desigual y referencias patrísticas datables todavía en el siglo I. Sin embargo, precisamente por la extracción de esas fuentes —cristianas y heréticas— resulta de interés preguntarse si hay más fuentes históricas que mencionen a Jesús y, sobre todo, si esas fuentes son distintas de las cristianas. Ya vimos que las primeras referencias a Jesús que conocemos fuera del marco cultural y espiritual del cristianismo son las que encontramos en las fuentes clásicas . A pesar de ser limitadas, tienen una importancia considerable porque surgen de un contexto cultural previo al Occidente cristiano y porque son ocasionalmente las únicas conocidas incluso por personas que se presentan como especialistas en la Historia del cristianismo primitivo . Dentro de ellas, tratamos en el artículo anterior de Tácito, Suetonio, y Plinio el Joven. Mencionamos que -a mitad de camino entre el mundo clásico y el judío- nos encontramos con la figura de Flavio Josefo , en quien nos vamos a centrar en el artículo de hoy. Flavio Josefo nació en Jerusalén el año primero del reinado de Calígula (37-38 d. C.) y perteneciente a una distinguida familia sacerdotal cuyos antepasados — según la información que nos suministra Josefo— se remontaban hasta el periodo de Juan Hircano, este historiador fue protagonista destacado de la revuelta judía contra Roma que se inició en el año 66 d. de C. JESÚS EN LOS DOCUMENTOS DE FLAVIO JOSEFO Fue autor, entre otras obras, de la Guerra de los judíos y de las Antigüedades de los judíos . En ambas obras encontramos referencias relacionadas con Jesús. La primera se halla en Ant, XVIII 63, 64 y su texto en la versión griega es como sigue: “Vivió por esa época Jesús, un hombre sabio, si es que se le puede llamar hombre. Porque fue hacedor de hechos portentosos, maestro de hombres que aceptan con gusto la verdad. Atrajo a muchos judíos y a muchos de origen griego. Era el Mesías. Cuando Pilato, tras escuchar la acusación que contra él formularon los principales de entre nosotros lo condenó a ser crucificado, aquellos que lo habían amado al principio no dejaron de hacerlo. Porque al tercer día se les manifestó vivo de nuevo, habiendo profetizado los divinos

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El Jess histrico: Flavio JosefoJess en las fuentes histricas no cristianas (II) Las referencias histricas sobre Jess son relativamente abundantes. Aparte de los cuatro Evangelios cannicos y el Nuevo Testamento en los que se recogen datos sobre la vida y la enseanza de Jess, se aaden otras fuentes de distintos escritos apcrifos de valor desigual y referencias patrsticas datables todava en el siglo I. Sin embargo, precisamente por la extraccin de esas fuentes cristianas y herticas resulta de inters preguntarse si hay ms fuentes histricas que mencionen a Jess y, sobre todo, si esas fuentes son distintas de las cristianas. Ya vimos que las primeras referencias a Jess que conocemos fuera del marco cultural y espiritual del cristianismo son las que encontramos en las fuentes clsicas . A pesar de ser limitadas, tienen una importancia considerable porque surgen de un contexto cultural previo al Occidente cristiano y porque son ocasionalmente las nicas conocidas incluso por personas que se presentan como especialistas en la Historia del cristianismo primitivo . Dentro de ellas, tratamos en el artculo anterior de Tcito, Suetonio, y Plinio el Joven. Mencionamos que -a mitad de camino entre el mundo clsico y el judo- nos encontramos con la figura de Flavio Josefo , en quien nos vamos a centrar en el artculo de hoy. Flavio Josefo naci en Jerusaln el ao primero del reinado de Calgula (37-38 d. C.) y perteneciente a una distinguida familia sacerdotal cuyos antepasados segn la informacin que nos suministra Josefo se remontaban hasta el periodo de Juan Hircano, este historiador fue protagonista destacado de la revuelta juda contra Roma que se inici en el ao 66 d. de C. JESS EN LOS DOCUMENTOS DE FLAVIO JOSEFOFue autor, entre otras obras, de la Guerra de los judos y de las Antigedades de los judos . En ambas obras encontramos referencias relacionadas con Jess. La primera se halla en Ant, XVIII 63, 64 y su texto en la versin griega es como sigue: Vivi por esa poca Jess, un hombre sabio, si es que se le puede llamar hombre. Porque fue hacedor de hechos portentosos, maestro de hombres que aceptan con gusto la verdad. Atrajo a muchos judos y a muchos de origen griego. Era el Mesas. Cuando Pilato, tras escuchar la acusacin que contra l formularon los principales de entre nosotros lo conden a ser crucificado, aquellos que lo haban amado al principio no dejaron de hacerlo. Porque al tercer da se les manifest vivo de nuevo, habiendo profetizado los divinos profetas estas y otras maravillas acerca de l. Y hasta el da de hoy no ha desaparecido la tribu de los cristianos (Ant XVIII, 63-64). El segundo texto en Antigedades XX, 200-3 afirma: El joven Anano... perteneca a la escuela de los saduceos que son, como ya he explicado, ciertamente los ms desprovistos de piedad de entre los judos a la hora de aplicar justicia. Posedo de un carcter as, Anano consider que tena una oportunidad favorable porque Festo haba muerto y Albino se encontraba an de camino. De manera que convenci a los jueces del Sanhedrn y condujo ante ellos a uno llamado Santiago, hermano de Jess el llamado Mesas y a algunos otros. Los acus de haber transgredido la Ley y orden que fueran lapidados. Los habitantes de la ciudad que eran considerados de mayor moderacin y que eran estrictos en la observancia de la Ley se ofendieron por aquello. Por lo tanto enviaron un mensaje secreto al rey Agripa, dado que Anano no se haba comportado correctamente en su primera actuacin, instndole a que le ordenara desistir de similares acciones ulteriores. Algunos de ellos incluso fueron a ver a Albino, que vena de Alejandra, y le informaron de que Anano no tena autoridad para convocar el Sanhedrn sin su consentimiento. Convencido por estas palabras, Albino, lleno de ira, escribi a Anano amenazndolo con vengarse de l. El rey Agripa, a causa de la accin de Anano, lo depuso del Sumo sacerdocio que haba ostentado durante tres meses y lo reemplaz por Jess, el hijo de Damneo. Ninguno de los dos pasajes de las Antigedades relativos al objeto de nuestro estudio es aceptado de manera generalizada como autntico, aunque es muy comn aceptar la autenticidad del segundo texto y rechazar la del primero en todo o en parte. El hecho de que Josefo hablara en Ant XX de Santiago como hermano de Jess llamado Mesas una referencia tan magra y neutral que no podra haber surgido de un interpolador cristiano hace pensar que haba hecho referencia a Jess previamente. Esa referencia anterior acerca de Jess sera la de Ant XVIII 3, 3. La autenticidad de este pasaje no fue cuestionada prcticamente hasta el siglo XIX ya que, sin excepcin, todos los manuscritos que nos han llegado lo contienen. Tanto la limitacin de Jess a una mera condicin humana como la ausencia de otros apelativos hace prcticamente imposible que su origen sea el de un interpolador cristiano. Adems, la expresin tiene paralelos en el mismo Josefo (Ant XVIII 2, 7; X 11, 2). Seguramente tambin es autntico el relato de la muerte de Jess, en el que se menciona la responsabilidad de los saduceos en la misma y se descarga la culpa sobre Pilato, algo que ningn evangelista (no digamos cristianos posteriores) estara dispuesto a afirmar de forma tan tajante, pero que sera lgico en un fariseo como Josefo y ms si no simpatizaba con los cristianos y se senta inclinado a presentarlos bajo una luz desfavorable ante un pblico romano. Otros aspectos del texto apuntan asimismo a un origen josefino: la referencia a los saduceos como los primeros entre nosotros; la descripcin de los cristianos como tribu (algo no necesariamente peyorativo) (Comp. con Guerra III, 8, 3; VII, 8, 6); etc. Resulta, por lo tanto, muy posible que Josefo incluyera en las Antigedades una referencia a Jess como un hombre sabio, cuya muerte, instada por los saduceos, fue ejecutada por Pilato, y cuyos seguidores seguan existiendo hasta la fecha en que Josefo escriba. Ms dudosa resulta la clara afirmacin de que Jess era el Mesas (Cristo); las palabras si es que puede llamrsele hombre; la referencia como maestro de gentes que aceptan la verdad con placer posiblemente sea tambin autntica en su origen si bien en la misma podra haberse deslizado un error textual al confundir (intencionadamente o no) el copista la palabra TAAEZE con TLESE ; y la mencin de la resurreccin de Jess. En resumen, podemos sealar que el retrato acerca de Jess que Josefo reflej originalmente pudo ser muy similar al que sealamos a continuacin: Jess era un hombre sabio, que atrajo en pos de si a mucha gente, si bien la misma estaba guiada ms por un gusto hacia lo novedoso (o espectacular) que por una disposicin profunda hacia la verdad. Se deca que era el Mesas y, presumiblemente por ello, los miembros de la clase sacerdotal decidieron acabar con l entregndolo con esta finalidad a Pilato que lo crucific. Pese a todo, sus seguidores, llamados cristianos a causa de las pretensiones mesinicas de su maestro, DIJERON que se les haba aparecido. En el ao 62, un hermano de Jess, llamado Santiago, fue ejecutado adems por Anano si bien, en esta ocasin, la muerte no cont con el apoyo de los ocupantes sino que tuvo lugar aprovechando un vaco de poder romano en la regin. Tampoco esta muerte haba conseguido acabar con el movimiento. Aparte de los textos mencionados, tenemos que hacer referencia a la existencia del Josefo eslavo y de la versin rabe del mismo . Esta ltima, recogida por un tal Agapio en el s. X, coincide en buena medida con la lectura que de Josefo hemos realizado anteriormente, sin embargo, su autenticidad resulta problemtica. Su traduccin al castellano dice as: En este tiempo existi un hombre sabio de nombre Jess. Su conducta era buena y era considerado virtuoso. Muchos judos y gente de otras naciones se convirtieron en discpulos suyos. Los que se haban convertido en sus discpulos no lo abandonaron. Relataron que se les haba aparecido tres das despus de su crucifixin y que estaba vivo; segn esto, fue quiz el Mesas del que los profetas haban contado maravillas. En cuanto a la versin eslava, se trata de un conjunto de interpolaciones no slo relativas a Jess sino tambin a los primeros cristianos. Pero posiblemente, la coleccin ms interesante de textos histricos relacionados con Jess se halle en las fuentes rabnicas. Este conjunto reviste un enorme inters porque procede de los adversarios espirituales de Jess y del cristianismo. De estos documentos hablaremos en el siguiente artculo (e sta serie de Jess en las fuentes histricas no cristianas consta de cuatro artculos) C. Vidal, Libertad digital (ProtestanteDigital.com. 2005, Espaa)