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    LA POLITICAes el "hacer" del hombre que, mas que ningun otro,

    afecta e involucra a todos. Esta no es una definici6n de la politica/

    Es para proclamar desde el principio que 10 que me in teresa es lle-

    gar al hacer, a la praxis. Pero el hacer del hombre esti precedido de

    un discurso (sobre el hacer). El discurrir del homo loquax precede

    a la acci6n del hombre operante. Por 10 tanto la acci6n y los com-

    portamientos politicos estan precedidos y rodeados por el discurrir

    sobre la polis, sobre la ciudad. Si queremos comenzar por el princi-

    pio, el principio es este: e1 discurso sobre la politica. Y el primer pro-

    blema consiste en que el discurso sobre la politica se vuelve hacia

    tres antecedentes, a tres fuentes diversas cuando menos: 1) la filoso-

    ffa politica; 2) la ciencia 0 conocimiento empirico de la politica;3) el discurso comun u ordinario sobre la politica.

    Si el hombre'resulta en politica un animal particularmente extra-

    fio es, entre otras cosas, porque sus comportamientos estin inspirados

    y orientados 0 por la filosofia, 0 por el conocimiento empirico-cien-

    tifico 0por la conversaci6n corriente sobre politica; y las mas de las

    veces por una confusa mezcla de estos tres aportes. A la pregunta

    "que es la poHtica", creo responder, como paso previo, enumerando

    las principales "matrices simb61icas" de las que nacen nuestras cOll-

    sabidas orientaciones y actitudes politicas. Vamos a verlo por partes.

    La filosofia politica, y mas precisamente las "filosofias de la politi-

    ca", fueron la principal fuente de inspiraci6n de la teoria politica has-ta hace alrededor de un siglo. Todavia hoy gran parte de 10s plan-

    teamientos de los problemas politicos de fondo estan referidos, aun

    sin saberlo, a los planteamientos que recibieron estos problemas en

    el dominio especulativo. El caso que muestra de modo mas osten-

    sible la filiaci6n directa de una acci6n politica de la filosofia politica,

    es el marxismo. Marx se apoya estrechamente en Hegel y la concepcion

    marxista (en sus conceptos clave y en su mecanismo 16gico) es la

    tilosofia hege1iana vuelta del reves y materializada. Pero aunque este

    es el caso mas ostentoso, no es por cierto el unico.

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    , .La ciencia politiea (0 mejor, un con ' . , .lItlca provisto de v alidez . t'f' OClmlento emp1nco de Ia po-

    b . clen 1 lca) es en camb' 1 'em nonaria de Ias ciencias EI " 10 a mas reciente ypoliticos, en cuamo se r "t confoclmlemo cientifico de Ios hechos( eml e a uentes d . . . ,como Maquiavelo y 1 d' e mspnaclOn autonomasd 'f' I a octnna de Ia razon d Ed)I ICUtades para consolida. . e sta 0, encuentra

    II d rse, espeClalmente .e a, e un Iado, Ia hipoteca de I~ fil ' ~~rque gravlt a sobreque sea mimetizandose tra 1 l' osofta polttlca (infiltrada, aun-

    de Ia politica) y del ot~ IS os p .legues del conocimiento empirico'd' 0e apremlant e recla d 1 .

    Cotl lana, y a traves de ell did' m? e a praxIs poIiticapoIitieas e n pugna. a e Iscurso cornente y Ias ideologias

    El diseurso eomun sobre la pO!'t' E .detenimiento que' se deb d

    ttea. n segulda veremos con mas

    e enten er "d'n~rio. Pero debe advertirse de:sde por lscurso c ?mun" u ordi-dlscurso comun pued . ya que en su verSIon politica ely hasta conVertl'rse en

    easumdl~ muy sensibles tonalidades emoti~asun IScurso 'd I' " ,

    sujetos empefiados activamente en la tI~~hogtco-:~otzvo. En cuantomos por argumentar en f . a polttlca, todos termina-d 1 orma pas10nai Cuande a pelea no se trata tant d : 0 estamos en mediola accion; no tanto convenoc e persu~~n como de "conmover" para

    er como constrefi'" .como "apasionar" Es' . bl lr ; nl tanto razonar'. . mevIta e. Pero por est .

    ClSOdlferenciar muy bl'en t d' . 0 mlsmo se hace pre-es e lscurso (' t I . I

    a Ios fines de la accion p . u I, mc usa indispensable. , ara exutar a la acc" ) d 1 .

    nca de I a poIitica y ni q u' d . 1 d . Ion e a Clencia empi-Se ve claro qu: estos co~ eClr 0 e la ftlosofia politica.

    . ponentes no son en ef tsmo que, al reves, divergen' val d' ' ec 0, convergentesobstaculizan uno al otro P' e eClr que son h eterogeneoS y se

    duyamos aqui el plante~mi:~t ya;~Iveremos sobre este pun to. Con-

    hemos respondido nucleand dO. adPregunta "que es Ia poIitica"d 0 emro el saber poI'( ,

    e aportes: el especulativo el " . " 1 lCO tres ordenesordinario-ideologico. Por 10'tant e7~ICO-CIentIftco y el d el discurso

    es una filosofia poIitica?, ,que e~' 1 e ~mo~ pregu,n.tarnos ahora: ,que,que es el discurso comun u ord' ~ ClenCla empmca de Ia poIitica?,

    en consecuencia Ias respe t ' lUano s obre.la poIitica?, ,y cuales son,, c Ivas competenClas . . d' .

    son cuestiones que pod' II Y JUrIS ICClOnes? Estasnan evarnos demasiado I' M "

    entonces a examinarlas en clav l' .. ,. eJos. e ltmItaremien to filosofico al " e mgLlIStIca, considerando al conoci-

    , conoClmlento cientifico I d'c?mo modalidades diferentes del usa y ~ lscurso comunftlosofia entiendo un . del lenguaJe. Vale decir: por

    Clerto uso del leng '. '.un uso diferente de est' . uaJe, por ClenCIa empirica

    e mlsmo lenguaJe; usos "especiales" ambos,

    que habran de examinarse en contraposicion con el usa "ordinario" 0

    camun del lenguaje.

    Grosso modo, el lenguaje es un universo de signos (convencionales)

    provistos de significados. De otro modo: el lenguaje esta constituido

    por palabras y significados. Lo que debe establecerse de inmediato

    es que a cada palabra corresponden muchisimos significados, EI nll-

    mero de palabras de cualquier lengua "natural" es infinitamente mas

    reducido que el numero de significados que tenemos en mente cuan-

    do las usamos. La polivalencia de las palabras supone una ventaja

    y una desventaja. La ventaja consiste en que, al pensar, podemos \

    traspasar los confines establecidos del vocabulario, y de este modo

    hacer infinitamente mas vasto, rico y ductil el saber de cuanto pare-

    ceria permitir Ia terminologia. Las palabras pueden ser llevadas a

    expresar variaciones y matices infinitos del significado. En cambio

    la desventaja reside en que, con demasiada frecuencia, no nos en ten-demos; al utilizar los mismos vocablos decimos (en apariencia) 10

    mismo, pero pensamos (en sustancia) otra cosa muy diferente. La

    desventaja es, pues, la ambigiiedad (de las palabras) .

    La comunicacion lingiiistica habilita a los hombres a entenderse;

    pero es evidente que, si no nos ponemos periodicamente de acuerdo

    sobre el significado que Ie atribuimos a una cierta palabra en rela-

    cion con determinados contextos, la comunicacion nos lleva simple-

    mente a los malentendidos. Poseemos pocas palabras para decir mu-

    chisimas cosas. ,Como remediar 105 inconvenientes de esta situacion,

    manteniendo sus ventajas? Hay un solo medio: organizar y ordenar

    el lenguaje segUn "tipos de significado" correspondientes a ciertas

    destinaciones tipicas. La solucion reside, pues, en desarrollar usosdiversos de un mismo lenguaje.

    La filosofia (las filosofias) utiliza (n) su propio vocabulario tecnico,

    en el cual las palabras, aun las mas comunes, asumen un contenido

    significante sui generis. La ciencia, toda ciencia, hace otro tanto: su

    vocabulario se inviste de cierta modalidad caracteristica del signifi-

    cado. Lo que equivale a decir que la filosofia y la ciencia son lengua-

    jes especiales; y por "especiales" se debe en tender que son ~omo

    deciamos- modalidades de usos diferentes de un mismo lenguaje. EI

    cual -repito- es un recurso para utilizar beneficiosamente un uni-

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    EL INSTRUMENTO LlNGOlSTICO

    dUn ins-. ". ritico porque a optamosmaterno, es un lenguaJe acntlfco, .acmente Y esto fiJ'a 10s limites del

    mos e ectlva, 1 'trumento que no conoce l n uaje cognoscitivo. Para ver 0 maslenauaje ordinario: no es un e g,l.l 1 a'mbito de competencia de

    o entender CUd es e .claro comencemos por ion ordinaria comumcamos

    , . , ' nte En la conversac1a conversaclOn corne, . . tob;ogrdticas del tipo: ayer me

    1 " s y notlCWS au ' , .

    Por 10 genera notlCla,: 1 xperiencia me divertl, VI, etc.

    '1 me dlJeron, tuve ta e '. bsucedlo ta cosa, 'b' de mensaJes bastante re-. fectlia un mtercam 10 .. , d .

    Vale deClr que se e , 1 dos por 1a transmlSlOn e m-d del otro VIllCUaves, y separa os uno .' , 'to de sucesos mas 0 menosd

    'reClproco a propoSl .formaciones e mteres " 1 lenguaJ'e corriente funclOna

    D de estos hmltes, e 1habituales, entro f " muy adecuadamente para asd nte' esto es unClona f' Pmuy adecua ame, 'd d 'ndo1e autobioarcl lCa. ero

    .' hemos llama 0 e 1 1:) comunlcaclOnes que , f' I'd des de relaciones mterperso-

    e satlsface ma 1 a 11precisamente porqu en particular para desarro os

    nales, no se presta para otrosdusos, ~inar problemas, de descubrir," C do se trata e exa " d 1 h

    heunstlCOS. uan I' 1 empresa coanosCltlVa e om-d suma de amp lar a 0

    de compren er, ~n len ua' e corriente ya no sirve.bre sobre la reahdad, e1 g J N bien 1a conversacion co-

    , cosa conocer otra. 0Comumcar es una , d 1 ob1emas heur1sticos -10 que

    mlin se aventura en el terr~o e o~ ~~nocimiento--, e1 dia10go se

    incluye el terreno exp10r.a 0 IPor

    toe

    res discuten se acaloran, llegan'f t oso Los mter ocu '

    vue1ve m ruC u :. S1 era cada uno s e queda con su pa-con frecuencia a htlgar entre 'dP, s una estupidez. De aqui pro-

    1 . que 10 contra Ice e .recer (y e parecer ., d' 1 de que "discutir no SlTve para. . prestlgloso lC10 d d'

    Vlene el notono Y 1 10 que es una gran ver a ,1 hacerse ma a sangre, , '1nada", sa vo para, 'saber discutir. Discutir es inutl cuan-

    pero 10 es porque se dlscute sm, d or ue n o tienen cuidado de

    do 10s interlocutores no se, e,~tlen en Pd ~o poseen un vocabulario, ' 1 b que utlhzan; cuan 0 .

    dehmr l as pa a ras bl n detalle c on adecuada precl-minar los pro e mas e , ..'

    suficiente para exa d menta 1as propias teslS sm um-

    ' ndo ca a uno argu . dSlOn; y en Ill, cu~ . b' do varias veces el criteno emos-dad de metodo 10glco y cam lan

    trativo. .' te nos permite recibir y emitirEn conclusion, el 1enguaJe cornen esto importantes; incluso

    b' Micos (que son por supu ,mensajes auto lOgr , d' ' 1 1enguaJ'e materno se 10gra co-. , ' ) Pero Sl me lante e . I rlmportantlslmos , , ' ede en camblO reso ve

    . ' , toda ehcaCla, no se pu dmunlcar notlcwS con "blema" nos tras1a amos

    d os plantea un pro, , .problemas. Cuan 0 se n 1 basta un lenguaje acntlCOde inmediato a una esfera en 1a cua ya no

    e impreciso para sacarnos del apuro.

    corre el riesgo de generar importantes malentendidos. Todos dan

    por sentado que cada palabra posee para el otro el mismo significa-

    do que para ellos; pero 10 mas probable es que no sea realmente as!,

    pues el significado que a cada quien Ie parece el significado, el lini-

    co significado, es en general el fruto de una experiencia personal

    extremadamente parcial y circunscrita.

    El segundo inconveniente consiste en que la conversacion corrien-

    te no presta atencion al procedimiento demostrativo con el que debe

    construirse todo discurso (si quiere alcanzar valor demostrativo). En

    la conversacion corriente, la logica y la sintaxis logica brillan por

    su ausencia. En efecto, en las discusiones cada uno de los contendien-

    tes cambia de continuo su metodo de argumentacion; utiliza uno

    hasta que Ie es litH, pero en cuanto advierte que 10 incomoda, cambia

    las cartas sobre la mesa y recurre a otro. Lo que pasa es que el apren-

    dizaje del lenguaje se realiza a golpes; a golpes de frases. Lo que sig-

    nifica que no aprendemos a hablar aprendiendo a construir el dis-

    curso. EI nino repite trases. Suele ocurrir que algunas frases se unen

    en argumentos "conclusos", que contienen y desembocan en una con-

    clusion. Pero luego no volvemos a comprobar esas conclusiones; noslimitamos a defenderlas encarnizadamente.

    Recapitulemos. El lenguaje corriente, materno, es el lenguaje na-

    tural Msico que vincula a todos los que hablan una misma lengua, y

    por 10 tanto la plataforma en torno a la cual se debe construir y mo-

    ver cualquier otro lenguaje especial (a menos que no se convierta en

    Lengua "artificial"). Todos pasamos por ese lenguaje; pero algunos

    se establecen en el. Es en todo caso el lenguaje que se nos hace con-

    natural, el que nos resulta espontaneo. cCuales son sus virtudes, cua-

    les sus defectos? La ventaja reside en que el lenguaje comlin: 1) es

    el lenguaje mas simple, e1 que alcanza la maxima concisi6n; 2) es el

    lenguaje mas vivo, e1 que expresa nuestra experiencia autobiografi-

    ca, personal.Los defectos del lenguaje corriente se pueden recapitular de este

    modo: 1) e1 vocabulario al que recurre es extremadamente reducido

    e insuficiente; 2) las palabras quedan indefinidas, y con frecuencia

    llegan a ser indefinibles (al menos con la debida precisi6n); 3) las

    uniones entre las rases suelen establecerse de una manera arbitraria

    y hasta cierto punto desordenada, al tiempo que las conclusiones de

    las argumentaciones se instauran con anterioridad al iter demostrati-

    vo que deberfa sustentarlas.

    Todo esto se puede resumir observando que el lenguaje comlin,

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    sa; pero su exigencia intelectual y. c.ognoscitiva q~eda condicionada

    pOl' un lenguaje que no resulta s~hClente p~ra satisfacerla, y que no

    es capaz de alimentar un pensamiento creatIvo.Se objetara que tambien la conversacion corriente contiene un mlme-

    ro muy elevado de proposiciones cognoscitivas, de aserciones sobre

    problemas ('I por 10 tanto, no solo noticias sobre acontecimientos y

    p~rsonas). Clerto; p.ero est~s propo~iciones son recibidas y no produ-

    odas por el .1eng~~Je comun. Es Clerto que en el lenguaje corrientehallamos, satISf~CClonpara la necesidad de conocimiento; pero ello

    porque el enClerra proposiciones formuladas no en el dominio del

    lenguaje :omun, sino en el de los lenguajes especiales. Pero el pro-

    ble~~ resIde en que muy a menudo el lenguaje corriente no llega a

    reClbulas adecuadamente. Y esto no puede llamar la atencion' si

    aquel.las proposiciones cognoscitivas fueron formuladas en un leng~aje

    e~peClal, ello obedece a que, de no ser asi, no habrian sido descu-

    ~Iertas, De aqui se ~nfiere que, si las traducimos a un lenguaje acri-

    tICO,se vuelven a aJustar a aquel minimo comun denominador lin-

    giiistico que por definicion no es capaz de formularlas. Si entonces la

    conversacion corriente contiene nociones cognoscitivas, el hecho de

    q.~e se hallen apresadas ab extra las cambia; y de ahi que su recep-

    Clon sea .~uy probable~ente defectuosa y parcial. En la larga cadena

    de transicIOnes, refra~clOnes ~, en ultimo anaJisis, simplificaciones

    que pa.dece u? lengua!e especIal antes de poder ser absorbido por el

    lengu~Je comun, es mas 10 que queda por el camino que 10 que llega

    a.,destIno. Lo que lIega es la "letra" compendiada de alguna conclu-

    SIOn; pero es raro que en esa letra permanezca todavia el "espiritu"

    del texto CO? el que fue formulada. POl' 10 demas, es bien sabido que

    cuando se ~Ita a un a.ut~r a pedazos, a jirones, es muy facil desvirtuar

    s~ pensamlento. Nadle Ign~ra cuan peligroso es extraer una propos i-

    Clo~,de su contexto. AbrevIar es ya de por si amputar; y la simplifi-

    caClon suele ser a su vez, demasiado a menudo, una verdadera y cabaldeformacion.

    . No debemos, p~es, atri~uirle demasiado peso al hecho de que tam-

    bIen la conversaClon cornente parezca poder satisfacer la necesidad

    cognoscitiva del hombre. Las verda des cognoscitivas que pasan a for-

    mar parte del patrimonio comtIn de las creencias de una civilizacian

    estan susp~ndidas de un hilo demasiado fragil: las palabras, de la~

    que es faCll desnaturalizar el sentido que las hace valederas. En la

    conversacion comun -es cierto- solemos encontrar la "forma" de

    ~na ser~e ~,e pro.P?Sic!ones cognoscitivas; pero raramente su genuine

    contemdo sIgnIfIcatIvo. Es cierto que hasta el hombre comun pien-

    Los conceptos especulativos, esto es, los elaborados en el dominio del

    lenguaje filosOfico, se prestan de modo particul~rmente adecuado par~

    ilustrar que sucede, 0 mejor que puede ocurnr, durante ~a trans~I-

    gracion de determinadas proposiciones ?esde un lengu~Je e~peClal

    al lenguaje corriente. Tomemos como eJemplo la conoe.Ida formula

    que dice: la verdadera libertad reside en aceptar la necesldad. Es una

    proposicion de origen hegelia.no q,ue paso a M~,rx y que fue reto~ada

    de manera diversa por el neOldeahsmo y tamblen por el neomarxIs~o

    contemporaneo. Esta proposicion fue formulada por la especul~Cl?n

    idealista en razon de tres presupuestos y antecedentes,: 1) una lo?~ca

    dialectica; 2) una polemica antikantiana; 3) la tentaUva de conCIlIar10 racional con 10 real. . .

    En primer lugar, pues, para entender cabalmente la propos~c.Ion

    "la libertad es la aceptacion de la necesidad", hay que saber ut~hzar

    y comprender la dialectica. Libertad y necesi?ad, que al COmIe?ZO

    son "opuestas" y se oponen una a ~tra, termIna? despues fundIen-

    dose en una "sintesis" superior de hbertad-necesidad .que las fu~da

    y corrobora: la libertad -decia Hegel- "es la necesidad transhgu-

    rada".

    En segundo lugar, debemos reparar en el status quaestionis histo-

    rico (de la historia de la filosofia), y.mas precisamente en el concep~o

    cscolastico y luego kantiano de la hbe~ta? El esta~o de la cu.es~IOn

    es el siguiente: se rechaza la libertad dehmda como ltberum arbztnum

    indifferentiae (la libertad como arbitrio) y se pro~u~a refor~~lar en

    terminos dialecticos la relacion entre libertad y limIte, relacIOn que

    en el dominio de la moral fue entendida por Kant como la relacian

    entre la libertad y el deber, y que Kant formula en el concepto de

    autonomia: la libertad etica como autoobligarse a una norma.

    En tercer lugar, debemos adherirnos al presupuesto metafisico q~e

    esta en la base de la especulacion idealista: Ja identidad de 10 racIO-

    nal y 10 real, de la esencia y la existencia. ,

    En cuanto a la Jibertad y la necesidad, Hegel ?O rechaz~ba soJ~.l~.

    soluci6n kantiana; entendia sobre todo transfenr la nocI6n de h-

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    EL INSTRUMENTO LINcotSTICO 25

    cia historicista. ,Pero que quiere decir? Literalmente quiere decir

    que es la historia misma la que se erige en ~uez de los asu~to~ huma-

    que el supremo "tribunal" de la reahdad esta constltUldo pOl'nos, d'del curso de los acontecimientos. Pero para ser comp~en I a, es~a pro-

    posici6n debe insertarse en el contexto del pensaml~nto. hegehan~ y

    vincularsela con el concepto que Hegel tenia de la hlstona. Esta bIendecir: es el propio acontecer hist6rico el que, con su pro~eder, absuel-

    ve 0 condena, separando a los que tenian raz6n de qUlenes .es~a~an

    equivocados. Pero queda por explicar que es ~ste .acontecer hlston~o,

    que se entiende por historia. Para Hegel, la hlstona era u.na teofama,

    un revelarse progresivo de Dios en el mundo. Vale deClr que par~

    Hegel el proceso hist6rico era la ejecuci6n de los decretos de la DI-

    vina Providencia. Visto de este modo, el que la historia del mundo. se

    erija en tribunal del mundo equivale a decir que Dios se comumca

    en la historia con los hombres y les notiica su voluntad a traves de

    10 que acaece. "... "Pero tomemos literalmente la frase es la lustona la que Juzga ,

    poniendo atenci6n ahora alas palabras y no ya al sentido que estastenian para Hegel. La proposici6n, baj~ esta nue:~ luz, se vuelve de

    l!na gravedad incalculable: parece ~a~clO~ar la e.tt~a del hecho con-

    sumado. Extraida de su contexto ongmano, y reClblda por la c~nver-

    saci6n corriente como una especie de slogan) ella viene a deClr: el

    que vence tiene raz6n y el que pierde estaba equivocado. En suma,

    el unico juicio valido es el del exito y la humanidad se .debe some

    ter a los veredictos de los hechos y de la fuerza. Ahora bIen, es muy

    cierto que la historia es mas fuerte que cada uno de nosot~os. ~~

    historia, para cada uno de nosotros, es "todos los otros contra ~l sol?, .

    Por 10 tanto, 10 que ocurre, ocurre. Pero una cosa es. la aftrmacton

    del hecho y la consiguiente aceptaci6n de 10 aconteCI?O,

    !otra. el

    ,uicio de valor sobre Los hechos. Nadie niega que la hlstona gravlta

    sobre los hombres; pero tambien es verdad que son los. hombres los

    que hacen la historia. Lo que se niega -rechazando la etlca ?el hecho

    consumado- es la eliminaci6n de los valores de la fabnca de la

    historia. . . .

    Frente a los acontecimientos, hay dos maneras de reaCClOnar:d1Clen-

    do "el que vence tiene raz6n", 0 bien :'~enc~r, no da la raz~n". En el

    primer casa, el juicio de valor (la legltlmaclOn) se subordma al he-

    cho; en el segundo caso, la afirmaci6n del hecho ~e separa ~e .~uv~.

    lidaci6n (legitimaci6n). Pero atenci6n: el que se mega a deClr aquel

    tiene raz6n porque venci6" no es un ret6rico que no sepa aceptar la

    b~rtad como ~{~ite" a un contexto mas vasto que el etico. Hegel as-

    pIraba a concIlIar al hombre con el mundo despues de la dilaceraci6n

    r~)I:nanti.ca,a concertar dial.ectic~men.te todos los contrastes y las opo-sIclOnes, y entre estas, .la msatisfacCl6n que el hombre experimenta

    e.n cont~cto con la reahdad. Vale decir que Hegel aspiraba a conci-

    liar la .1Ib~rtad (con su carga de aspiraciones ideales, can su peren-

    ne aspIracI6n a 10.nuevo y.a 10.mejor) can 10 existente. Libertad yn~cesIdad son conJugados dIalectIcamente para decir: sepamos armo-

    lllzar y concordar 10 que quisieramos que fuese (y que reivindicamosen nombre de 1a Iibertad) con 10 que es.

    Como es. comprensible, la proposici6n de que "la verdadera Ii-

    bertad consIste en aceptar la necesidad" era entendida en el sentido

    de resti~uir1e a 1a 1ib~rtad (despues de 1a explosi6n romantica) una

    prop~rcI6n, una medida, una. "determinadez". En rigor, 1a f6rmu1a

    hegehana, a 10s efectos practlcos, no esta demasiado a1ejada de la

    maxima del antiguo sabi? estoico: sabe ,cont.entarte, no desees 10 que

    no puedes obtener. MaXIma que retorno Spmoza y que vo1vi6 a for-

    ~ular d~ eS~7modo: "Qui.en entiende 10 que ocu~re y por que ocu-

    Ire, es hbre. Pero el destmo de la f6rmula hegehana fue muy dife-

    rente al. de ~~.f6rmula spinozi~na. "De un sig10 y medio a esta parte,

    1~.ecu~cI6n hbertad =necesIdad entr6 en el repertorio de 1as jus-tIfIc~clO~es de los reg{~enes opr~sivos: se la presenta al pueblo comolegahzacI6n de su sumISOy pacIente servir.

    Segundo ejemplo: se dice de nuestra epoca que es una edad ~'histo-

    ricista". Y se habla de "historicidad" y del historicismo hasta en 1a

    conversaci6n corriente. ,Que se entiende pOl' ello? E1 historicismonace con e1 descubrimiento romantico de 1a historia. Hasta el roman-

    ticismo no se decfa: "Este es un producto hist6rico", 0 bien flesto

    su~ed~ por necesidad hist6rica". No se 10 deda porque semejante ex-

    plIcacI?n -ha~ta para un iluminista- no explicaba nada, no hnbie-

    se te~Ido sentIdo. S6l,o d.esde el romanticismo en ade1ante se presta

    atencI6n y valor exphcatlvo a una necesaria concatenaci6n hist6rica.

    Y es con Hegel que se comienza a hablar del historicismo en sentido

    estricto. Para fijar mejor este concepto, convendra remitirnos a 1a

    celebre proposici6n de Hegel que dice: "La historia del mundo es el

    juicio del mundo." Esta rase condensa todo el sabol' de su concien-

  • 8/2/2019 (1)SARTORI (Primera Parte)

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    ~isto~~a y resignars~ a 10 inevitable. Deplorar un hecho, afirmar que

    de~lO haber o curndo de otra manera", no es un recriminar esteril;

    es eJercer una "presion del valor" dirigida a modificar el curso de los

    acontecimientos. S i todos se concentraran en un cierto deber ser ese"deber" se traduciria en "ser". )

    Recapitulemos. L a p roposicion matriz del h istoricismo era en He-gel ~na afir~a~i~n de f ondo teologico; per o s e convirtio, por haber

    perdIdo su sIgmficado originario, por habersela tornado literalmente

    en un P?tent.e y p eligroso somnifero que engendro en los hombre~

    una servIl lasaud moral, habituandolos a admitir una "fuerza de los

    hechos" que en rigor era una "fuerza de los fuertes", y convencien-

    dolos de qu e era as. Es cierto q ue los casos que acabamos de citar

    s~n ~asos extremos. -y de extrema gra ve dad- de recepcion errada.

    No sIe~npre e.l destmo de las proposiciones cognoscitivas que pasan al

    lenguaJe cornente es el de ser tergiversadas literaLmente; pero la ver-

    dad es que no resulta facil ni frecuente que tengan una recepci6n ade-cuada.

    la p1'ee is i6 n d el lenguaje es eseneial. Utilizar una. palab~a en vez de

    otra tiene importancia, y equivocar (esto es, usar ImprOplan;e?te) un

    cierto termino, equivale a equivocar el conce~to. Un medIco que

    erra en un nombre, erra en la enfermedad; y SI erra en la enferme-

    d ad no cura, y acaso empeora al enfermo. Cuando se exhorta a ser

    precisos y ajustados en e l ~s o del vocabulario, no es meramente por

    prurito de pulcritud: es adwstrar en. ~l pensar. .

    La segunda ope raci 6n es l a d e f Ipr y tene1' flrme la 1 ~egla del

    jJroeeso demostrativo. En efecto, un discurso s~lo tendr

  • 8/2/2019 (1)SARTORI (Primera Parte)

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    laba - y se diluia- en l a aridez de I .~itico. y semifilosOfico, construido to do ~ ; 1 en~uaje (~~tural). se,~i-

    esenClas". Las transformacione I .. Con ase en potenClas yto, en una especie de jue 0 Is a qUlmlstas se re~olvian, por 10 tan-

    naturaleza" sin haber apre~en~l~d~z:~d en la tentatlva de "eambiar .la

    naee con Lavoisier JPor que'? P a de su estrnctura. La quimIca. ~ orgue antes que 'I .

    po, Boyle, Cavendish y Priestle I e.' .y aun en su tIem-perimentales es cierto' per ] Yda c~nzaron procliglOsos progresos ex-. ' , 0 a e estos en t d '

    hgada a un lenguaje "cualitat' " H ' , 0,~vla una prequimicaidentificaban segun como lVO.f' asta LavOIsier, las sustancias se

    mas 0 menos casual 0 apa~~~:~an~lestaran, en funcion ~e su "origen"

    pantano" porgue fue ident'f ..'d metano era denommado "gas delI ILl 0 por vez pri 1

    como descomposicion d I ' mera en os pan tan os,f ' e os matenales oro-;tnicos re' b'ango. Y aSI onuria con otr 'I . b cu Iertos po r e1to do de golpe inventand os Illl es de e)emplos: Lavoisier 10 cambia

    las "sustancias:' se . d' 'do

    ul~la nomenclatura sIstematica en la c ualm IVI u a lzaban par su t. .

    y eran reducidas con precision I es, luctura y condIciones,gUn numeros atomicos, Lo que :~ e. el7ento~ s~mples, combinados se-

    como ciencia en el momento e n lllva e a :Clr que la quimica naceguaje artificial" provisto de gIlle,~e conVlerte de un salto en "len-

    . ' un a tlslmo pote . 1 d d .tlmos que el caso de I " nCla e UCtlVO.Admi-

    a qUlll1Ica es un caso I' '. .centrar magnificamente el unto EI' ImIte, pe.r,o save para

    rar la nocion de lenguaje a~tifici~l d,~Jempl,o Iva1etamblen para acla-

    aun convertidos en especiales si:llenl

    er,encd'lac0 de l O t S lenguajes que,'0 slen 0 natura. es.

    AL TRATAR en general el problema del lenguaje, no estabamos en-

    frascados en meras divagaciones, dado que la ciencia politica y la fila-

    sofia son exactamente lenguajes "especiales". AI decir esto afirmamostan solo que ambos se diferencian de un uso lingiiistico ordinario;

    queda por ver de que modo son diferentes entre sf. Pero antes de en-

    trar en esto, debo advertir y aclarar que si me detuve en la diferencia

    entre varios "usos" d el len guaje, fue porque esta se refleja en e1

    pensar. Esto equivale a decir que un cierto uso del lenguaje pone su

    sello en un cierto modo de pensar. Todo 10 que hasta aqui estuvo

    referido al lenguaje, debe transferirse y referirse ahora al pensamien-to, pasamos a la relacion entre palabra y pensamiento, entre lengua-

    je y logos.

    (Cual es la relacion entre lenguaje y conceptualizacion, entre palabra

    y pensamiento? Las respuestas a esta pregunta pueden ser cuatro:

    I) entre lenguaje y pensamiento no existe ninguna relaci6n intrinseca.

    La tesis es, pues, que no pensamos con palabras, mediante palabras;

    2) lenguaje y pensamiento coinciden: decir lenguaje es 10 mismo quedecir pensamiento; 3) el lenguaje no es indispensable para el pensa-

    mientoJ pero es indispe'nsable para comunicar el pensamiento. La te-

    sis es que pensamos sin palabras, pero que las palabras son funda-mentales para comunicar a los otros 10 que pensamos. Tambien po-

    driamos decirlo de este modo: a pes ar de que el lenguaje no es

    necesario para e1 pensamiento, es un apendice necesario del pensamien-

    to; 4) aun cuando el pensamiento no sea reductible al lenguaje, L a s

    palabras son indispensables tanto para comunicar como para pensar.

    Vale decir: es imposible pensar sin e1 lenguaje. A pesar de que no se

    puede reducir el pensamiento al lenguaje, el pensamiento y la pala-

    bra estan hasta tal punto eonectados, interdependientes y condicio-

    nados uno por otro, que resulta totalmente imposible considerar a

    uno de esos elementos haciendo abstraccion d el otro.

  • 8/2/2019 (1)SARTORI (Primera Parte)

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    Recapitulemos. La primera tesis afirma . ,el pensamiento no es len ua' L u~a separaclOn absoluta:absoluta: pensamiento y g l Je.. a segunda afIrma una identificacion

    , enguaJe son 10 mis L .nua la negacion, aceptando un l' , mo.. a tercera tesIS ate-yen para comunicar el pe a. re aClOn secundana: las palabras sir-1 . nsamlento La cuart b'a Identificacion' las palab .' a, en cam 10, atenua

    . ras SIrven tanto h blpensar, y por mas que ell' par~ a ar como para

    sin el otro. enguaJe no es pensamlento, no existe uno

    La logica como onomatologia

    ,eual de estas cuatro es la res uesta' .la ultima. Omito e1 examen dePla . mas con.venIente~ A mi juicio,

    desde el momento que ella fl pnmera teslS (extraneza absoluta),deremos en seguida) C .re uye en la tercera (cuya critica empren-d' . omlenzo entonces con el d

    a tesIs, la que sostiene la identidad a . e.xamen e ~a segun-tanto drastica El acto d d bsoluta, tesIs que consldero un1 .' e pensar ebe manten d'f .enguaJe. NOsotros acunam . erse I erenClado delcir que "buscamos" al b os IllceSantemente nuevas palabras. Es de-

    acto de pensar sobre~as: ~: t a r ; ex~resarnos. Esto significa que e lse inventa porque el pe~sam~e~~oalaa a ,Palabra. Una. cierta palabrade ella. El hecho mismo d 1 1 esta. buscando, SIente necesidad

    desarrollo muestra el urge

    qdue

    e engua]e se encuentre en constante. . u e un pensamiento q .

    guaJe, que busca incesantemente 1 ~e apremla al len-la propia inventiva Pero p egar el lenguaJe a sus fines y a

    . . no por esto me parec bl 1tesIs, segun la cual el lengua' e seri' . e acepta e a tercerativo. La distincion entre m J 'l a solo un Illstrumento comunica-

    . ono ogo y dialogo entr .ClOY pensar hablando se r r ,. ' e pensar en sIlen-lenguaje, a su extrins~ca fo~Ierle _~~lcafme~~ea la materialidad deld" mu aClOn Onetlca 0 graf El h h

    .e que pensamos en silencio" no dem Ica. ec 0

    SIll el auxilio de la palabra E' uestra qu.e se pueda pensares hablar consigo mismo An~l n ngor, el pensamlento es soliloquio)

    logia (discurso sobre 10' bogam

    )ente el logos es, en uno, onomato-s nom res.

    Por otra parte, debe tenerse reresultado ultimo, al que el hombre s~l~t: que pensa~ en silencio es un

    conformado para el dialogo 1 gen. la ~edIda en que ha sidosena a pensar" hablando P' palra a comullIcaCIon. Al nino se le "en-. . or 0 tanto es la com . . ,Je, el que forma en nosotros la ca'd Ull1Ca~lOn,el lengua-e1 resultado -el pen . pacI ad de pensar. Es Illverosimil que

    samlento_ pueda d' Ique el adiestramiento 5i ense- ser ra Ica mente diferente

    . namos a pensar con palabras, seguiremos

    pensando por medio de palabras. De hecho cada uno de nosotros

    piensa en su lengua materna (0 en todo caso en la mas habitual).

    5i el pensamiento no es'tuviese ligado intrinsecamente a la palabra,

    quizas pensariamos en esperanto 0 en aquella "lengua adanica" que

    tanto apasiono todavia a Leibniz. En suma, :lprendemos a pensar en

    la medida en que aprendemos a hablar; y una vez adultos, ensefiamos

    a pensar siempre mediante palabras.

    En fin, pensamos para comunicar. El soliloquio es, en cuanto a su

    finalidad, una preparacion para el coloquio. No tiene sentido tratar

    de formular un pensamiento (suponiendo que ello fuera posible)

    en terminos no comunicables. El pensamiento que no llega a ser co-

    municado es un pensamiento todavia confuso, que no puede comu-

    nicarse simplemente porque no esta bien comprendido, porque aun

    no es transparente ni siquiera para nosotros mismos.

    5i la tesis que disocia al pensamiento del lenguaje ha llegado a

    merecer credito, ello se debe presumiblemente a que hemos sido in-

    ducidos a error por ese pensamiento que llamamos intuitivo; esto

    es, por el caso de la intuicion. Cuando Arquimedes exc1ama "10encontre"; cuando una especie de iluminacion subita viene a resolver

    de un golpe nuestra perplejidad cognoscitiva, nos parece que el pen-

    samiento procedio liberado de toda traba; es decir, parece que hubie-

    ramos experimentado un pensamiento "puro", un pensamiento in-

    tuitivo que no es el pensar discursivo. Pero debemos estar alertas para

    no confundir el acto del pensar reducido a un pun to, es decir un

    "acto instantaneo" separado por abstraccion de su contexto comple-

    jo, con la actuacion del pensar. Es muy dificil establecer si el relam-

    pago intuitivo, la iluminacion instantinea, tenia 0 no su autosufi-

    ciencia extralingiiistica. Precisamente por su propia instantaneidad,

    ella se vuelve como tal inalcanzable.

    A mi juicio, el caso de la intuicion ha sido sobrevalorado. En unprimer aspecto, se podria observar que la intuicion se diferencia del

    pensar discursivo simplemente porque es un acto inicial arbitrario,

    el comienzo de la cadena argumental en el cual una persona decide:

    comienzo el discurso desde aqui. En un segundo sentido, tam bien se

    puede observar que la diferencia entre el pensar intuitivo y el pen-

    sar discursivo es una diferencia de las fases del proceso mental: en

    la intuicion se condensa y se reduce a un punto en forma de enten-

    dimiento conclusivo, un largo trabajo de incubacion que en cierto

    momento desemboca en una solucion. La intuicion es el momenta

    en que resolvemos un enigma. 5i la intuicion parece poseer cualida-

  • 8/2/2019 (1)SARTORI (Primera Parte)

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    PREMISAS

    des excepcionales es po d .el cual la angustia de u~qJ~~ 0enota el ~nstante ~eliz, priviJegiado, en

    1uci6n. De todos modos tamgb' pr~ce~o l~d~?'atono encuentra su reso-

    en un discurso' Y Sl' este' d' len a dmtUlclOn se desarrolla y articula, lscurso se en . . "

    se ajusta a lo s criterios de ru 0n:ma mtUltlVO es porque notrativo. D eb e hacerse Ja p e?~ requendos por el discurso demos-

    excepClon de q hI"que la intuici6n no . _ ue ay casos ImIte en los

    vlene acompa nada d . , d 'vo' por eJ'emplo el ' t' " . e nmgun esarrollo dlscursi-, , ex aSlS mlstlco Ml d d ,. .sis mistico puede llamarse . . u a ~qUI. reside. en Sl el exta-pensamiento El .t.

    xt pensamlento 0 mas bIen amquilaci6n del

    . c aSlS se presenta Com 1 ' .nal que reabsorbe en ' , 0 una a tlslma carga emocio-por eIlo el ext' Sl, mtegramente, toda Ja espiritualidad. Pero

    aSls no es u n comprender s' ", "10 inexpresable y 10 ininteJigibJ U ' mo un se.ntn: un sentircognoscitivos. El acto puro dIe. n sentlr no traduclble en terminos

    camente en la actuaci6n del e e~:a~sa~ asume ~alor y significado uni-pensamiento una hi' . P . 0 nos Slrve d e nada hacer del

    que J ' ' P?stasIS, representada fuera de su contenido' por-e umco pensamlento en torn 1 1 . 'viste 10s productos de este pensar Eat cua dnos es poslble pensar, in-

    . s amos e acuerdo en 1

    puro del pensar trasciende ideaJmente all' q ue e actoconcebido de este modo n h enguaJe; pero un pensar

    El0 nos ace pensar en nada

    acto del pensar pues d' .un prius del len .' . ' se p u~ e conslderar abstractamente como

    pensar en alga ~~a~~g'ope;oprnoop~S~tladactulaciondel pensar. Pensar es. ) ) osz 0 e a go Es po 1

    mlento discursivo, pensamient . . r .0 tanto pensa-

    do que tIene por sustanCla el Ie 0" '.no po emos pensar sin p alabras y 1 1',' . nouaJe,tologia. ' a Oglca es a un tlempo onoma-

    El condicionamiento lingiiistico del pe .nsamzento

    Ya n os hemos referido a "la necesidad ".

    pensamiento Si una reaJidad ' de palabras que tlene el

    po~que no 9~eda identificada. ~~r t~~n;an~~~~~: r:~~d~~ ~~ ~ensabl,ena a no eXlste; no existe mentalmente' enoml-vivimos una vid J " se entlende. Pero d ado qu e

    a menta, esto equlvale a dec'rexiste efectivamente M ~ que para nosotros no

    . . . as no es en este sentldo q h bl d 1dlc1onamiento lingiiistico d 1 . . ue a 0 e con-

    n? s610 que el pensamient : ti ~~~s~~~:~~'e ~~I~:la~;~;' a~go mas;vlceversa, las palabras co fl' smo que,sello en el pensar. ) n su uerza a USzva semdntica) estamp an s u

    Cada no mb re n o con voca a tod a la realidadde su referente (no

    es phusei on), sino s610 un aspecto particular del mismo. La deno-

    minaci6n de las cosas responde a ciert05 fines e intereses, y por ello

    decide c6mo ha de fijarse nuestra atenci6n. Wilhelm von Humboldt

    recuerda un ejemplo muy simple y a la vez elocuente del hecho de

    que un cierto nombre nos "Ileva aver" esto y no aquello, de un modo

    y no de otro. El termino griego arcaico para d esignar la luna era

    men, mientras que el termino latino era luna. Men viene de una ralz

    etimo16gica que quiere decir "contar", y por esto, al decir men) los

    griegos miraban a la luna poniendo en evidencia su funci6n medi-

    dora. Y esto se aplica tambien a otras poblaciones primitivas. Mien-

    tras cierto lenguaje posee s6lo un sistema numerico embrionario, se

    mira a la luna para con tar el tiempo, como a un pun to de referenda

    crono16gico: han pasado siete lunas, tendra lugar entre dos lunas. Los

    latinos, en cambio, cuando decian luna s610 ponian en evidencia su

    funci6n iluminadora ( lux) lucere). La lun a, de este m odo , era in-

    terpretada segtin otra de sus funciones: en cuanto sirve para poder

    ver en la noche; la luna vista como palido sustituto del sol. Una vez

    que se estableci6 un calendario con la "periodicidad recurrente" delas fases lunares, que tanto atraia la atenci6n de los griegos primi-

    tivos, ya no hubo mas interes en ello. De tal modo, cuando decimos

    que en griego la luna se llamaba men) establecemos tan s610 una co-

    rrespondencia de objeto. Men y luna "denotan" el mismo objeto,

    pero no 10 "connotan" del mismo modo. Por 10 tanto, una cierta de-

    nominaci6n Preestablece el modo de interpretar la cosa.

    Si pasamos de este ejemplo elemental a confrontar 105 universos

    lingiiisticos en su complejidad, encontramos que faltan con frecuen-

    cia las correspondencias del objeto. El vocabulario de cada lengua

    corta a la realidad en infinitas rebanadas (tantas cuantos sean los

    terminos denotativos, los terminos que tienen un referente observa-

    ble); y estas rebanadas no siempre se correspo nd en entre sf, al m e-nos en su extensi6n, en las lenguas de origen diferente. Para denotar

    un mismo conjunto, tal lengua recortara tajadas anchas y largas,

    mientras que otra 10 had. en tiras pequefiisimas. Parece ser que los

    J.rabes poseen no menos de 6 mil terminos pa ra ca racterizar los casi

    infinitos detalles del camello; y esto porque el camelIo vive en sim-

    biosis con el habitante del desierto. En cambio a nosotros nos basta

    el concepto general y "abstracto" de camello.

    Es decir que cada palabra -ycon mayor raz6n cada lenguaje-

    predispone al pensamiento para un cierto tipo de explicaci6n: e1 me-

    dio lingiiistico incluye de por sf un modo de ver y un modo de expli-

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    car, Cuando el pensamiento ha encontrado la palabra, queda "sig-

    nado" por esa palabra; la palabra es como el molde en el que se debe

    acomodar el pensamiento, Por 10 tanto, cuando digo condicionamien_

    to lingiiistico entiendo que un peso semdntico 1 esta preconstruyendoa1 pensamiento y Ie sirve de anteojeras interpretativas.

    As/, las diferencias entre las civilizaciones son tambien un hecho lin-giiis ti co. Si nos remontamos alas respectivas plataformas semanticasY sint.kticas de toda civilizacion (por ejemplo, el chino es una len-

    gua "aislante", sin estructura gramatical), no es dificil darse cuenta

    por que sus "concepciones del mundo" 0 visiones de la vida son tan

    profundamente diferentes, por que un mismo presumiblemente)

    mundo "objetivo" se traduce en mundos "subjetivos" infinitamente

    diversos, Un universo lingiiistico, por su fuerza de inercia semanti-

    ca, es de por si indicativa del modo de pensar de un pueblo y de una

    civilizacion. Debido a ello no nos entendemos entre civilizacion y ci-

    vilizacion (podriamos decir, en grueso, entre Oriente y Occidente),

    no existe una verdadera comunicacion; porque las respectivas matri-

    ces lingiiisticas impliean diferentes logicas, modulos mentales no equi-valentes, un modo disimil de interpretar y de reaccionar ante los

    mismos acontecimientos, Por eso no es sorprendente que el pensa-

    miento 16gico-cientifico sea una caracteristica de la civilizacion occi-

    dental y no de otra civilizacion, aunque fuera mas antigua 0 quizas

    mas refinada y compleja; el estudio de sus respectivas estructuras lin-

    giiisticas bastaria para darnos una explicacion exhaustiva del porque,

    Establecida en terminos generales la relacion entre lenguaje y pen-

    samiento, volvamos a los diferentes usos lingiiisticos (corrientes y

    especiales). Hasta ahora hemos hablado del lenguaje entendiendo por

    tal un conjunto de signos (palabras) provistos de significados. Que-

    demon os ahora en el "significado", Tomemos como ejemplo un tex-

    to en una lengua extranjera que no conocemos, pero cuya gTafia sea

    similar a la nuestra, En tal caso, podriamos leer y explicitar fonetica-

    mente esos signos, pero elIos quedarian mudos; no comprenderiamos

    1Por semantica se entiende el estudio del significado de los signos lingiiisticos, Sin

    embargo, mi ~nfasis esta puesto sobre el peso semantico, es decir sobre el peso signi-ficante de 1055ignos.

    CIENCIA Y FILOSOFIA

    . na 1engua quiere decir: compren-su significado. Vlceversa, conocer

    lu, 'f' do? Lo que equivale a pre-

    'f' d P ro que es e Slgl11lca 1der el sigl11lca o. ~ e , I' 'b'l'd d de 1as palabras? Las pa a-.( , t la mte 1 9l 1 1 agun tar, ~en qu~ consl~ e, i nos vicarios, representativos de otrabras son, en pnmer termmo'l s g d algo d iferente a ellos mismo's.

    cosa: estdn en lugar de;:~ ugar \rnificado de 10 que llamamosTal, en t

  • 8/2/2019 (1)SARTORI (Primera Parte)

    12/21

    do. Se infiere de aqui que un uso lingiiistico que adopta con prefe-

    rencia palabras en su significado "perceptivo", dara lugar a un saber

    de tipo descriptivo, dirigido principalmente a explicar observando;

    que un lenguaje que emplea con preferencia las palabras en su sig-

    nificado "ideativo", producid. en cambio un saber de tipo especula-

    tivo; y que un lenguaje que se apoya en "imagenes alusivas", con-duce a un entendimiento diferente de los otros dos.

    Establecido y precisado este punto, podemos plantear nuestro pro-

    blema. Preguntamos, tque significan las palabras en su uso empirico?

    Y correlativamente, tque significan en su uso especulativo? Vale de-

    cir, Nue tipo de significacion se utiliza y se exige en el conocimiento

    empirico? ,Que tipo de significacion se usa, en cambio, en el contexte

    del conocimiento filosofico? Respondiendo a estas preguntas, podre-

    mos encontrar el criterio metodologico de demarcacion entre la cien-

    cia empirica de la politica por un lado, y la filosofia politica por el otro.

    Comencemos por precisar el significado del termino empiria. Desde

    el punto de vista etimologico, el conocer empfrico, 0 empiria, quie-

    re decir pasar a traves, esto es, hacer una experiencia tangible, tac-

    til, directa de algo. De modo que un conocimiento empirico puede

    definirse en general como el conocimiento que se afinca en la expe-

    riencia, que refleja y recoge su material de la experiencia. Atencion,

    digo "experiencia" y no "experimento". Es verdad que el experimen-

    to es hijo de la experiencia (es una tecnica de control y de reproduc-

    cion de experiencias); pero la especializacion cada vez mayor del saber

    cientifico nos lleva hoy a diferenciar netamente el saber empiri-

    co del saber experimental, las ciencias empiricas de las del experi-

    mento y el laboratorio. En este contexto, a nosotros nos interesan las

    primeras, ya que la ciencia politica, sociologia, la psico!ogia social,

    la economia, son conocimientos empiricos, no ciencias experimenta-

    les. Establecida esta premisa, vayamos a la pregunta: ,cual es el fin

    del conocimiento empirico? Respondo: describir} comprender en ter-

    minos de observaci6n. EI conocimiento empirico tiene que responder

    a la pregunta: lcomo? ,Como es 10 real, como es el hecho? En el do-

    minio empirico, nuestra finalidad es comprobar como son las cosas

    p3.ra llegar a comprender describiendo.

    ,Como conseguir un saber "descriptivo"? Es obvio que debemos

    CIENCIA Y FILOSOF1A

    . em lee preferentemente palabras quevalernos de un lenguaJe que . p,,' labras "de observacion". Lo

    tengan un signifi~ado "~erceP:l:~t~ !:anera, empleando la ~erI?~no-

    que se puede declr tamblen d 1 ' . 0 las palabras Stgntftcan. 1 campo de 0 emplflc , .'logia de Croce. en e . 't es la generahzaCl6n de unao repre'Sentan (se enuende que. est~ ne una finalidad descriptiva,

    tendencia). Dado que el ~e~gua~: r:~resentan. Viceversa, cuando laslas palabras estan en lugar e 0 q ntaciones 10 que obtendremos

    a lugar de las represe, 'p opalabras est n. e~ . tivo El uso empirico es un usa tt tea-sed. un conoClmlen.to d;,SCfl) len' ua e. Por 10 tanto, el conocer em-

    mente "representactonal de. gd/ observacion ligado a imagenes

    pirico es un conocer percedPtlvlol, Es este un tipo de conocimiento

    . ue se vale e e as. p tperceptlvas y q h" or 10 tanto fundado en el perce um."que se basa en los hec oslit~~lmente este concepto de percepci6n,Pero liO debemos tomar . isual ocular La de esta manera

    t de imagen percepuva, v, d 1Y por 10 tan 0 . ducto altamente elaborado e pen-Hamada percepClon es un pro

    samiento. er ue esta percepclOn sea una especie deEsto es, no. debemo~ er~l tq con la res. Por el contrario, el per-union inmedlata del znte ec us 1 de una inspeccion que se

    ceptum surge en general d;r~;e~~~~;~nc~bimos" un simbolo lingiii~-opera sobre el conceptum. por el filtro de un redl-

    tieo; despu~s, eventualmente:olo i;s~:~~imiento empirico no es e1

    mensionamlento d~ obse~vaCl ~. todo caso el mas mediato.2

    conocimiento mas mmedlato,. sllldo

    ~n na secrunda' no caigamos en. advertenCla enva u 0

    De esta pnmera 1 'miento empirico es concretola ingenuidad de creer que e conoCl u inmediatez con las cosas

    t con las cosas, por s 6por estar en cont~c 0 'In enuidad que se prolonga en la err -tal como son en SI y por Sl, g . . to n O empirico es, por eso

    . d e todo conOClmlen '6

    nea inferenCla e qu .' emp1eamos la calificaCl nb t Eel lenguaJe comunmismo, a strac o. n . 1 te para decir que una cosa" d" bstracto" SImp emen

    de "concreto yea . 1 aber mas abstracto es hoy, pornos interesa y otra no. En ngo

    r, e IS ., ara decir que el discurso

    f' . Lese trae a co aClOn p dcierto, la "ls~ca. 0 qu . n" (vease IIIA) es otro; y sobre to 0sobre los mve1es de abstracClo. d ber se necesitan terminos ypara hacer notar que en todo tlPO e sa ,

    conceptos abstractos.

    . un desarrollo que viene con la investi- El caracter de observaci6n del l~ngua~e es . f Tercera Parte VI1I.2.

    gaci6n y con las definiciones operatlvas. ase In ra ,

  • 8/2/2019 (1)SARTORI (Primera Parte)

    13/21

    PREMISAS

    II.4. EL CONOCIMIENTO ESPECULATIVO

    La pregunta que preside la inv . . . .sino ",por que?" El '. eStIgaclon fIlosoftca no es ",como?"

    conoc1mlento especul ( . ,puede satistacerse con una res a .lV~ Uene un fin que nola "razon de ser" ultim d I puesta de!crzptzva. La filosoHa busca

    su "apariencia", procur: u:a a~~o:~, ~tlende a .s~ "es.encia" y no a

    del mundo. La descr' "r

    P, ~clon y legItlmaclon conclusivaIpclOn renomemca de comsas, es para el filosofo hose aparecen las co-

    0 , con muc 0 un dato a quo V 1 d .conOClmlento fiIosofico no '0 0 a e ecn: elralmente un conocimiento ~s t ~~ 0 conOCImlento empirico, sino lite-

    o de los datos Hsicos (meta-ta~p~:::~i) que va mas alIa de los hechosto que trasciende Ia empiria E t .' ~ .sea que es un conocimien-

    aplica a una finalidad descrip~ivas 0 slgmflca que .el lenguaje no se

    no estan en lugar de 10 que ' y en consecuencla que las palabras

    sino que connotan un conce t~~re~entan: ?O denotan un perceptum,salis. Describe tan solo unP t 'd a ~serclon esta tomada cum granomodo: en un conocimiento

    a~~ enCI~ .y debe atenuarsela de este

    solo 0 primariamente un e aemplrI~O, las palabras no tienen

    I uso representatlvo En t ,.pa abras, en filosofia son Ie . 0 ros termmos, lascambio cargadas de ~onnota v~s en su contenido denotativo, pero en

    E f'l Clones.n I osoHa, pues, e l lengua' e no' o.

    es, en~onces, el usa especulatiJo del ~~e::: fI.nahdad descriptiva. ,Cualsensattvo y omnirrepresentat 0 bua]e? Es un uso ultrarrepre_C tvo, para emplear la t . I

    roce, que me parece feliz f ermmo ogia defican mucho mas de 10 a estos e ectos. Las palabras, aqui, signi-

    que representan y su . T dagotado por ningun con' unt d ,. 0 slgm lca 0 no resulta

    sentativas" porque estan ~a 0 u Z ;epresent~ClOneso Son "ultrarrepre-nirrepresentativas" por s a, e cualqUIer representacion y "om-

    o que reunen en si todas I .poslbles. En filosofia se podr' d . as representaClones

    e~iste el "esfuerzo del conce;to"ec~ro~ue lo~zamos las pala?ras, sipmtoresca. Vale decir que trat ' d 0 eCla Hegel con Imagen

    instrumento lingiHstico parece a~r:ttir eE~xpresa~ .mas de. euanto el

    a menudo que el artista ha "t fO . d la cntlca estetlca se dicerans 19ura 0" I IOd d A

    te ocune en filosoHa Tambie ' I a rea I a. nalogamen-

    pero en una direcci6n diferen~ aqUI as ~alabras. Son transfiguradas;

    razon de un marcadisimo e e, ~n 0 sentldo loglco-conceptual y en

    1 nrareClmlento hacia la b '0~so mgiiistico responde a Ia finalidad .a .straccI n. EstetlVO: si es ultraempfrico 0 metae ,. del conoClmlento especula-

    palabras tienen ya una referen .mplnC?,. se deduce que tampoco lasCIa emplnco~representativa. Dado que

    el objeto del filosofo no es el mundus sensibilis, sino un mundus

    inteligibilis, no se trata para el de percibir, sino de concebir.He aqui por que la fi1osofia es dificil. En primer lugar, porque es

    un lenguaje especial, en el cua1 (como en cualquier otto lenguaje

    especial) tropezamos con vocab1os que no conociamos. En segundo

    lugar, porque tambien 10s vocablos conocidos aparecen trans figura-

    dos. Por 10 tanto no puede asombrar que un lector inexperto noentienda nada euando lee un texto de filosofia, 0 bien que, hacien-

    dose la ilusion de que entiende, se emborrache con el (por ejemplo,

    la Dialectica negativa de Adorno es un monumento de indescifrable

    oscuridad que por eso mismo puede gratificar el ego de quien cree

    descifrarlo). De modo que e1 lector inexperto recogera de la lectu-

    ra de textos filosoficos la impresion de que los filosofos se dedican a

    decir tonterfas. ,Las dicen realmente, 0 se las hacemos decir nos-

    otros, por malentenderlos? Antes de juzgar, hay que darse cuenta del he-

    cho de que la filosofia expresa el extremo esfuerzo cognoscitivo del

    hombre: el que procura satisfacer nuestra "necesidad metaffsica"

    (como decia Dilthey) de responder al "por que ultimo" de 10 real.

    La filosofia, euando es tal, es expresion de la mas exasperada ten-

    sion heuristica de que sea capaz el intelecto humano.

    Recapitulemos esquematicamente las distinciones que hemos venido

    haciendo: 1) matriz: es el lenguaje materno, el que se expresa en la

    conversacion corriente, comun, "civil" (como decia Locke). En un

    lenguaje promiscuamente logico-emotivo, a la vez que indiferenciado,y por supuesto acritico; 2) division de fondo: es la distinci6n entrela dimension emotiva y la dimension logica del lenguaje; 3) distin-

    cion dentro del lenguaje 16gico: es la diferencia entre el conoci-

    miento cientifico-empirico y el conocimiento especulativo-filos6fico.

    Al analizar esta ultima distincion, hemos venido observando que,

    en el dominio de 10 empirico, el lenguaje tiene un uso representati-

    vo, mientras que en el campo metaempirico tiene un uso ultrarre-

    presentativo. Es una diferencia que sugiere una disposici6n estrati-grdtica, esto es, ver a la ciencia y a la filosofia como dos pIanos 0niveles de verdad superpuestos. Es una perspectiva que explica, entre

  • 8/2/2019 (1)SARTORI (Primera Parte)

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    etodo con coherencia, con inteligencia, conmie.nto ,correcto, :o~ :; con ~scrupulo. Todo estudioso busca la ver-

    paClenCla, con ser~eosa~on sus tecnicas y en el plano de sus propiosdad' por sus camln , "d" t'tu, , ' Y' 'entonces verda no es un 1 -. COgnOSCltIVOS.Sl es aSl, . , . Ulnteres

    esd legitimamente a una soia dlsclplma. Es por e 0

    10 que correspon a . ' , ' n. 'I de verdad' porque el conoClmlento emplflco es, e

    e dlgO ntve es, l' 1qu , ' "verdadero" como 10 es, en su p ana 0 mve ,euanto e~~lflco, tan l' Y por eUo hablo de pIanos 0 niveles

    1 OClmlento especu allVO. e .~ cOe~dad tratando de abreviar la esteril pero en:arnizada pol ~lca

    q~eVdesde hace tiempo enfrenta a cientificos y hlosofos Y los tlene

    . de guerra a unos con otros. . ,en ple. 1 (do de que la relacion entre la hlosoha y la

    , Ab.revlar en :e~:n ~erse como gustan formularla los filosofos; es

    ~e~Cla ya n~n~ relacion entre un conocimiento superior y un cono-

    ~~;~n~~~~ferior entre un saber cierto y un saber opinable,. e~treCl ' na verdad continaente, entre un conOClmlen-una verdad suprema Y u. . t relativo~ euando no, abiertamente,

    b 1 to Y un conOClmlen 0, .

    to a s~:a antitesis entre conocimicnto y sendoconoci~Illent? Tam-como. la relacion entre la ciencia y la hlosoha puedepoco -VlCeversa- b d .

    .d da tal como gustan representarsela los hom res e Clen-ser conSl era 1 '0 entre e1 saber concreto Y la abstrac-cia' esto es, como una re aCl n . _cio~ metafisica, entre el conocimlento fundado en hechos y un co

    nocimiento que no conoce nada. . .d

    An. . obJ'ecl'on que me sirve para introduclI rapl amente

    tlC1POuna, . 1 .d 1 . 'n Se podria objetar que al deClr panos 0 Ill-

    una segun a ac aracw. 1 verdad en plural' y al pluralizar laveles de verdad se pone a a '. .verdad, se la re1ativiza. No es cierto. Si dispongodedl conEoclmlfenC:~el~

    "f' haya tres ve r a es. nee ,tres pIanos, esto no slgm lca que . ' da om-

    1 e qUlere deClr que a ea e

    verdad se situa por conceptos, 0 qu El d _d

    .. na" verdad la verdad de ese concepto. eeepto correspon e u' , .bate sobre la pluralizacion de la verdad conduce a un gran, e~~.lVa;O.

    el de referir la verdad a los nombres en lugar de a los stgnt tea" os,. d 1 l'dea La verdad no recurre a veces a una pa-

    al slgno en vez e a a . b'labra" es decir al signo lingiiistico; corresponde en cam 10, a veces,

    d' , 'f' do de un signo lingiiistico. Por 10 tanto, no es que a

    a ca a slgm lca d Q' argumentaeada nombre deba corresponder una sola verda. Ulen .

    de este modo, se deja engafiar por el hecho de que debe~os recu~nr

    a una misma palabra para mentar cosas radicalmente. dlf~ren~e~, ~,s

    decir que conunde 10 "unico Verdadero" con un "Slgna 0 mco.

    otras cosas, como es que la ciencia y la filosofia pueden coincidir

    ratione materiae, sin colidir 0 entrar en conlicto por esto. Adopte-

    mos, pues, esta proyeccion estratignl.fica, tomando como pun to de

    apoyo el conodmiento empirico. De eUo resulta el siguiente esque-

    ma: a) nivel empirico de la verdad, en el cual tenemos el uso repre-

    sentativo del lenguaje. Lo adopto como punto de referenda. Abar-ca, grosso modo, la esera de 10 observable ietu oculi, a traves de

    10 visual; b) nivel subempirico de verdad, en el cual se recurre a la

    matematica 0 en todo caso se abandona el lenguaje natural. En este

    nivel, 10 observable es algo que transcurre en el experimento de la-

    boratorio; c) nivel supraempirico de la verdad, en el cual se tiene

    el uso ultrarrepresentativo del lenguaje. Este nivel incluye la esfera

    de 10 inteligible, no sujeta alas contradicciones de 10s hechos.

    En este campo, las ciencias experimentales, exactas y fisico-mate-

    maticas no nos competen. Pero convenia mencionar tambien este

    nivel infraempirico del conocimiento, aunque mas no fuese para

    descalificar la creencia de que las ciencias son tales porque versan

    sobre cosas que se yen y se tocan.El conocimiento del hombre se despliega, pues, en tres direccio-

    nes, 0 en tres dimensiones caracteristicas: 0 bien permaneciendo en

    el ambito de 10 visible, es decir de 10 describible (nivel empirico de

    verdad); 0 traspasandolo hacia abajo; 0 traspasdndolo haeia arriba.

    Se ve de este modo como se desprende del minimo comun denomina-

    dor del lenguaje materno, toda una serie de usos lingiiisticos espe-

    ciales, y por 10 tanto como el hombre configura distintos tipos de

    saber usando aproximadamente un vocabulario inicial comun. Tra-

    temos de completar este esquema arquitectonico elemental con algu-

    nas dilucidaciones integradoras.

    Ante todo, ,por que digo pIanos 0 niveles de verdad? Verdad es una

    palabra demasiado amplia y comprometedora. Tommaso definia la

    verdad como una "adecuacion del intelecto a la cosa". Sin embargo,

    no sabemos que pueda ser esa "cosa" que esta fuera del intelecto:

    siempre la encontramos inusa y transfundida con el intellectus.

    Contentemonos entonces con definir la verdad a la manera de una

    etica profesional, esto es, como la finalidad de nuestras exigencias

    cognoscitivas. En definitiva, buscar la verdad es buscar un conoci-

  • 8/2/2019 (1)SARTORI (Primera Parte)

    15/21

    CIENCIA Y FILOSOFtA

    anezca en el ambito que Ie es propio. En cuarto y ultimo lugar,. sera

    : ortuno precisar que el esquema d~ difer.enciacion entre la f~l~so-

    fi~ y la ciencia sugerido aqul, se aphca meJor cua.ndo una tradlClon

    filosOfica es netamente especulativa (como en Itaha), y que en ca~-

    bio anarece menos clara cuando debemos enfrentarnos a u?a tradl-

    . , filosOfica de tipo empirico (como en los paises anglosaJones). YClon. .A ., 1 .

    b Sl' tambl' ""nla m ....sofia es de entonaClun emplnsta, a Clen-es 0 VIO, cV' "

    . la filosofia se aproximan. Esto no qUlere deClr que en este casoCla y . d' . 1 tla linea de demarcacion se debilite; qUlere eClTSImp emen e que s~

    hace mas sutil, y que requiere por eno ser trazada con mayor pulcn-

    tud y cuidado.s .

    Dedamos antes que el fHosofo se caractenza como tal p~~que v~

    mas aHa de las cosas fisicas". Pero debe agregarse que las metafisl-

    cas" filosoficas son de diverso tipo. El prototipo del filosofo metafi-

    sico es Platon, de quien merece transcribirse este pasa~e caracterfs-

    tico de la Republica: "Estamos realizando una indagaClon sobre la

    naturaleza de la justicia absoluta y sobre el caracter d~ .10 perfecta-

    mente justo, y sobre la injusticia y 10 perfectamente mJusto [ ... ].

    cAcaso nuestra teoria sed mala teor1a si no somos capaces de probarque se puede ordenar el Estado de la manera descrita?" .

    Aristoteles ejemplifica, e inc1uso funda, una metafislCa que" po-

    driamos Hamar (como antitesis de Platon y para ~ntendern~s) rea-

    lista". Pero es una metafisica; Aristoteles procedla deductlvamente

    de los primeros principios en el ambito de una "sustancia" que cons-

    tituia la estructura necesaria y permanente del "ser". No podr!amos

    seguir aqui las variaciones del tema y los distintos e.ntr~lazamlentos

    del platonismo y el aristotelismo a 10 largo de !os ~lleUlos. Tal vez

    el sustrato metafisico no aparece con bastante eVldenCla, 0no se. J:>One

    de relieve de inmediato. Spinoza escribia en su Tractatus poltttCus:

    "Aplicando mi mente a la politica, he .procu:ado demostrar por me-dio de un desenvolvimiento seguro e mdubltable de la argumenta-

    cion, y de deducir de las condiciones mismas ~~ la naturaleza ~el

    hombre [ ... ] solo las cosas que mejor se conclhan can la poHtlca

    [ ... ]. He trabajado atentamente, n~ para escarnec~~, lame?tar 0~xe-

    crar, sino para comprender las aCClones humanas. A pnmera VIsta

    pareceria que Spinoza habla como Hobbes, 0 mas ,:xacta~~~te co~o

    Maquiavelo. La clave del pasaje esta en el ve~bo d~duclT. A dIfe-

    rencia del empirista, Spinoza no reconoce la mducclon; todo es fe

    No .debe~os creer q~e la delimitacion entre la ciencia empirica yla ftlosofIa es tan nitlda como he tratado de presentarla con fines

    me:a~ente did~sd.licos. Para empezar, el "como" y el "por que"

    esta~ m.t~rrelaclOnados. Cuando describo, proporciono ya una cierta

    exphcaclOn; saber como son las cosas es comenzar a explicarlas. Pero

    de este modo, 0hasta aqui, la explicaci6n es solamente una subc1ase dela descripcion. Y no es asi como la entiendo. El ideal ultimo de la

    ciencia es nomotetico; esto es, encontrar leyes", leyes de tipo causal.

    El cO~lOcimiento cientifico, tal como se ha dicho desde siempre, es

    un sczre per causasJ un saber que explica encontrando causas, estable-

    ciendo relaciones de causa a efecto. Por 10 tanto no he dicho ni in-

    tenta decir que el hombre de ciencia se reduce al "como", se limita

    a describir, 0 que su explicacion "esta dentro" de s u descripcion.

    Si la ciencia es, como en eecto ocurre, curiosidad cognoscitiva, esta

    claro que la ciencia esta toda ella animada por el "por que".

    La distincion que aqui se ha formulado, indica _y no me canso'

    de repetirlo-predominio

    ypriori dad.

    En la ciencia empirica laexpli~acion va precedida por la descripcion, en el sentido de que

    la pnmera debe prevalecer sobre la segunda. Por el contrario, en

    filosofia la explicacion -la respuesta a los "porques"- prepondera.

    sobre la descripcion, la somete a Sl, 0inclusive la ignora. Por supues-to, estas son solo directrices, tendencias de maxima.

    Analoga advertencia hay que hacer con respecto a 10 "p~rcibido"

    y a 10 "concebido". Tambien se trata de una division de maxima,

    que no debe entenderse como una separaci6n. Lo que es percibido,

    es tambien concebido; y 10 concebido es tambien de alguna manera

    p.ercibible .. No obstante, tambien en este caso encontramos prevalen-

    Clas, que tlenen que ver, al fin de cuentas, con modos de indagacion

    y habitos mentales perfectamente diferenciables.En tercer lugar, es importante advertir que tambien la subdivisi6n

    estratigrafica entre "niveles de verdad" representa una reconstruc-

    cion a posteriori y no una subdivision de competencias consciente-

    mente buscada por los cientificos y los filosofos, respectivamente. No

    debe olv~dar~e que en este campo no estamos ilustrando un esquema

    de orgalllzacion del saber ya constituido y aceptado, sino que 10 esta-

    mos buscando. A fuerza de buscarlo, creemos haber encontrado uno

    que funciona y que permite una pacifica convivencia con el otro:

    Con tal de que, eso si, cada disciplina cumpla con su cometido y per-

  • 8/2/2019 (1)SARTORI (Primera Parte)

    16/21

    PREMISAS

    rrea deducci6n .(more geometrico) de un orden necesario del mun.

    do, que es prec~samente u.n orden geometrico, el cual cond uce a la

    6rm~la (teo~6glca y tamblen metafisica) Deus sive natura.

    QUlzas ~I 116so0sistematico que con mayor eficacia intent6 rehuir

    la metafislca y undar una filosofia no metafisica, "naturalista", rue

    Dewey, el.mas .alto exponente del pragmatismo filosOfico. No podemos

    entr~r a dlSCUtu aqui hasta qu~ punto Dewey tuvo exito en su intento.

    Es Clerto (y.el hecho resulta sIntomatico) que la influencia de Dewey

    no a~raves6 J~mas el Atlantico. Los ingleses estaban dedicados a la i-

    losofla analftIca; y en e1 res to del mundo, las filosofias que real mente

    marc~ron el curso de la historia eran todas derivaciones ideal istas y

    hegehanas (rebeldes a eIla en el caso del marxismo y el existencialis-

    mo), y ?o~ 10 tanto de neta inspiracion metafisica. La leccion me pare-

    ce la slg~l1e.nte: cuando una tradicion ilosOfica termina por perder

    t?da cunoslda~ me~afisica (de busqueda de una inteligibilidad ul-

    tl.ma de la eXlstenCla), cesa simplemente de ser "filosofia", 0 bien

    plerde peso;. n.o.s610 no sustituye alas "ilosofias totales", sin o q ue re-sulta en deInltIva agocitada por ell as.

    V~r:mos ,?espues. con m,~s detenimiento por que la inmersion del~mpI.nsmo . como l1osofia en el empirismo "como ciencia" result6

    msatl.sfact~na y tuvo el sabor de una amputacion antes que de una

    Sol~cl6n dlferente y n,tejor. Bastara comprobar ahora que a cada ten-

    tatIva de llevar una fllosofia empirica hasta el mismo "nl'vel de dad" I d' . . ver

    en e que se lsponen las ClenClas empiricas, siempre, inali-

    ~Ieme?t.:: correspond~ la eXigen~ia y el requerimiento de hacer "mas

    l1osofIa , 10 que equlvale a deClr, retornar a la filosofla como 10 que

    es, 0 en todo cas.o v~lver a rehacer una ilosofia que no sea un epife-

    n6me?0 ?e la ClenCla. Lo que parece refrendar la validez de la sis-tematlzac16n metodol6gica que hemos descrito aqui.

    11.6. LA CIENCIA POLITICA COMO CONOCIMIENTO DE APLICACI6N

    Tratemos ahora de. ver mejor c~m~ trabajan, que interes persiguen

    y que .metodos apltcan el conOClmlento empirico y el especulativo

    respectlvamente, tomando en consideraci6n los casos especiales qu~

    n.os c.ompeten: Comencemos por la ciencia poIitica. Como toda otra

    ClenCla ~mpinca, tambien esta debe comenzar por ser un conocimien-

    : 0 descnpttvo en el cual prevalece el "significado de observaci6n" deas palabras (supra 11.3), Y donde un comprendedor que describe con-

    diciona y undamenta la explicaci6n. Preguntemonos, epor que nunca

    ocurre que sepamos con precisi6n como funciona una determina

    da realidad, 0 bien c6mo esta hecha? Naturalmente, se puede res

    ponder que asi como existe e1 rat6n de biblioteca, tambien existe el

    rat6n de la investigacion sobre el terreno, el "fot6grafo" por e1 s610

    gusto de serlo. Pero no es solo cuesti6n de gustos y de idiosincrasias.

    Las disciplinas tienen una raz6n de ser intrinseca. Si queremos sa

    ber c6mo esta hecha una cierta realidad, es porque nos urge obrar

    sobre esta realidad. Vale decir que el conocimiento empirico es un

    conocimiento para aplicar. Veremos mas adelante (infra V.2) la di-ferencia que existe entre ciencia "pura" y ciencia "aplicada". Esta

    diferencia no quita que en ultimo ancUisis la ciencia sea un saber

    practico. Y la ciencia politica no es excepcion a esta regIa. Tambien

    ella es, 0 tiende a ser, un saber de aplicacion, operativo: un instru-

    mento para interve'nir sobre la rea.lidad de que trata. D e ahi qu e es-

    tudie los problemas en razon de su aplicacion, esto es, segun e1 cri-

    terio pragmatico de verdad: es verdadera la solucion que funciona, es

    exacto el proyecto que alcanza exito en su aplicaci6n.

    Pongamonos de acuerdo sobre esta nocion de aplicabilidad. Paraponer en ejecuci6n un determinado programa, no basta con tener

    la fuerza bruta para imponerlo; ella, por SI sola, no es suficiente para

    demostrar que dicho programa sea aplicable y que pueda tener exi-

    to. Toda la uerza del mundo no es capaz de impedir que la ejecu-

    cion de un proyecto fracase miserablemente en el sentido de que no

    suceda 10 que se proponia, 0 de que no acontezca 10 que se creia que

    iba a acontecer. Y elIo porque se hicieron mal los calculos, porque

    se cometieron errores de calculo. En tal caso decimos que ese pro-

    grama era inaplicable, 10 que equivale a afirmar que estaba equivo-

    cado en wanto a los fines de su aplicadon. Por "aplicabilidad" en-

    tiendo, pues, que un determinado proyecto se cumpla con forme alas

    previsiones. No me refiero a la posibilidad material de ponerlo en

    ejecucion; me refiero al exito, esto es a la correspondencia entre los

    prop6sitos y los resultados, entre las previsiones y su comprobaci6n.En suma, la aplicacion que triunfa, n o la que fracasa,

    Aclarado este punto, es posible formu~ar una pequefia regIa ele-

    mental para establecer cual sera el sector de competencia y jur is-

    dicci6n de una determinada proposicion "proyectiva". Basta pre gun-

    tarse, I.esta proposicion es aplicable? 0 bien, traducida en hechos,

    efuncionara con forme a 10 previsto? Si es asi, se trata de: 1) una pro-

    posici6n empirica, y 2) de una proposici6n empirica verdadera (ca-

  • 8/2/2019 (1)SARTORI (Primera Parte)

    17/21

    paz de ~ncionar). De 10 contrario, se presentan dos casos posibles:

    o ~e eqUIVoqUe y entonces mi conocimiento empirico era insuficiente

    e madecuado para ~esolver el problema propuesto; 0 bien no se tra-taba de una proposIci6n empirica: me equivoque al considerarla tal

    o se~ 9ue transforme un nivel no empirico de conocimiento en u~

    dOJ:~ll?~Odonde no tiene arte ni parte. Eliminemos en hip6tesis la

    poslbIlIdad de error. La regIa que proponia se formulara entonces

    as!: tod~. las proposiciones programaticas aplicables son proposicio-

    nes empIrICaS, y VIceversa, todas las proposiciones no empiricas no son

    aplicab~es. Es muy simple una vez que ~e 10 ha comprendido; pero

    no es SImple llegar a comprenderlo.

    Vayamos a la filosoHa politica. Si el conocimiento empirico es, eng.enera.l, un saber practico, ya decimos con esto que el conocimiento

    fI10s6fICOno es un conocer empirico; su diferencia radica, exactamen-

    te, en no plamtearse el problema de la aplicacion. Entendamos que

    e~to no es un defecto 0 una omisi6n. Es, por el contrario, la indica-

    cI6n de una funci6n y un destino heuristico diferente.

    Para captar la raz6n de ser del filosofar, es legitimo partir de esta

    pregunta" cpor que sobrepasamos siempre el nivel empirico de ver-

    dad? ~eCla ~oethe: Wer fremde Sprachen nicht kennt, weiss nichts

    von semer etgen.en (el que no conoce lenguas extranjeras, no sabe

    nad~ de la .pr?pIa). Lo mismo se aplica al usa no empirico del len-

    guaJe: es st?",ttendose extrano al plano empirico como se 10 puede

    apreClar ~eJor. La filosofia es la evasi6n del mundo fenomenico que

    nos permlte ~onm~nsura.rlo y modificarlo. Es por ello que la fragua

    de. la evoluC16n. SImb6hca se encuentra propiamente en el pens a-

    mIe~to especulatlvo. EI sentido de la vida, de sus valores, de sus exi-

    genClas, de s~~ ideale~, -en suma, una Weltanschauung- se alcanza

    y se elabora .Idean~o ; no encuentra su fermento en el percibir sino

    en ~I concebtr. QUIen comprueba, mide, describe, experimenta -es

    d~c~r, el observador empirico-- no es un animador del proceso sim-

    b.ohco; no es esa su competencia, ni esos sus medios. Volvamos a d e-

    clflo: ahora al.reves. Si,l.a vida mental del hombre debiese quedar

    confmada al myel empIrICO; si no Ie fuesen permitidas al hombre

    las "evasiones especulativas", su existencia transcu~riria en una c~ata

    e incolora horizontalidad, sometida a preguntas sm respuesta, prIva-

    da de toda dinamica, de sentido y de valor. Y si no es asi, el merito Ie

    corresponde al filosofo, al fi16sofo metafisi~o,. que por largo tiempo

    fue un filosofo-teologo; no al filosofo espeClahsta. .Muchos autores, hoy, hablan despreciativamente de la hlosofia

    tradicional como de un "saber infecundo". No advierten que el "sa-ber fecundo" nace Y fennenta entre los pliegues del que parece infe-

    cundo. Es preciso no dejarse arrastrar desde la polemic a contra la

    aparente esterilidad del saber especulativo, hacia ot:o exceso,:, el d~

    una actividad practica a toda costa, basada en la ansledad de hacer

    y de hacer nipido. La dimension de la vida humana no reside por

    entero en esto y no conviene reducirla solamente a la btl~queda de

    la accion. El hombre contemplativo se encuentra desJcredltado; mas

    sin ninguna razon, ya que todas las obras que mas nos importan, son

    las que convocan y orientan nuestras energias hacia finalidades y valo-

    res, hacia ideales y objetivos concebidos por el. La filosoHa pol.itica

    ha sido, y conHo en que 10 seguira siendo, un componente esen:lal.e

    imposible de eliminar del discurso politico. No es jus~o que la. ClenCla

    empirica de la politica venga a eclipsarla ni tam poco tlene sentldo que

    el cientifico politico desconozca 10 que es el fundamento de su campo.

    Una vez realizados la importancia y el pape! insustituible de un

    conocimiento especulativo, se deben t~mbien fijar sus li~it~s: un ca-

    nacimiento no empirica na es, solo par ser tal, tin conoo1nzento ope-

    rativo. Es s610 el usa del lenguaje en funcion de observacion 10 que

    10 hace congruente a los f ines de la aplicaeil)n. Por 10 tanto, si undeterminado tipo de conocimiento no se preocupa de "ver" la rea-

    lidad fenomenica, (como pretender que pueda valer para esta? cComo

    obrar sobre la realidad empfrica recurriendo a un saber metaempi-

    rico? Es una pretension absurda. a mi juicio; pero que sin embargo

    encuentra siempre nuevos adeptos (aunque con frecue~cia no sepan

    elIos mismos que 10 son). Es la pretensi()n que denoml11O resu:Illd~-

    mente asi: "Deducci6n de la politica a partir de la filoso~ia.~ Ml t~Sl.S

    es que los problemas de la accion remiten a tin cononmtenta dzn-

    gido a los tines de la accion; esto es, a un "conocimiento para apli-

    car", que justamente estudia 10s problemas en clave de resolucion

  • 8/2/2019 (1)SARTORI (Primera Parte)

    18/21

    practica, estudia los medios aptos para conseguir los fines. Y la tesis

    en que se funda es que el conocimiento del cual se vale la acci6n, no

    puede ser sino un conocimiento empirico: en nuestro caso, no la filo-

    sofia politica, sino la ciencia empirica de la politica.

    A ojos vistas, el caso de mayor resonancia de "deducci6n de la poli-

    tica a partir de la filosofia" es por cierto el marxismo, 0 mejor dicho

    Marx. Veamos un aspecto sintomatico, que se refiere al punto cru-

    cial de la problematica practica de la politica: el Estado.

    En el entendimiento de Marx tal como circula en el dominio del

    lenguaje corriente (supra, 1.6), 10 que no se ve es que Marx trata

    el problema del Estado a un nivel exquisitamente especulativo. En

    efecto, si Ie quitamos a Marx su sustento implicito en la filosoHa

    hegeliana, tratando el problema a un nivel empirico, su teoria del

    Estado aparece basada en dos axiomas totalmen~e gratuitos: 1) quese puede prescindir del Estado, pues este es innecesario y superfluo;

    2) que la dictadura del proletariado esta destinada a una vida eH-

    mera y provisoria. Marx parte del concepto hegeliano del "Estado

    etico". Pero para Marx, 10 universal pol1tico-etico (que en Hegel

    era precisamente el Estado) se convierte en la "sociedad"; la c ul-

    minaci6n del ethos ya no es, pues, el Estado, sino la sociedad

    mlsma.

    Establecido esto, Marx razona de este modo: desde que la sociedad

    es el verdadero "universal", se deduce que el Estado no es necesario,

    que es una "superestructura" ficticia instaurada por una autoaliena-

    ci6n, y que por 10 tanto el Estado debe desaparecer. La sociedad del

    futuro sera una sociedad sin Estado y el proletariado se aduefiaradel Estado para destruirlo,

    Ahora bien, esta claro que toda esta demostraci6n se basa e n un

    presupuesto implicito: que Marx acepta la definici6n del Estado dada

    por Hegel. ~Cual es el Estado que no tiene raz6n de ser, si es exacta

    la demostraci6n marxista? Es el Estado como "sustancia etica", vale

    decir en su transfiguraci6n hegeliana. Segun Marx, este Estado no

    tiene raz6n de ser porque Marx trasvasa el ethos del Estado a la so-

    ciedad, esto es, vada al Estado etico de su ficticia "eticidad". En

    efecto, cuando critica el "Estado etico" de Hegel, Marx no vuelve a

    definir el concepto; solamente trastrueca su valoraci6n, la positividad

    CIENCIA Y FILOsOFtA

    las calidades atribuidas al Estado pOT

    del "valor", aseverando que 1 Estado que para Marx es, ., V elvo a subrayar, e E dlIegel son hctlClas. u. te el concepto de sta 0, rl'o y hay que destrulr, es exactamenlllnecesaformulado por Hegel. 1 significado de l a critica mar-

    por 10 tanto, el verdadero a ~ance Y e tualizaci6n hegeliana; pero

    xista es la de haber refutado da

    lcoEncdP" la de Hegel y "filosofia

    .' a "filosofia e sta 0 d 1por cOllSlgUlente er . HI' Marx situan el problema e

    del Estado" la ~e Marx., ~1 ~ge e~:cto es claro que el problema

    Estado en el mvel em~lf1co. dn ve~ con cl problema de su "sus-

    empirico del Estado no tlenle na balque de atribuirle al Estado un "sig-'d d " " que es e pro ema . .

    tanciall a etlca, b' 1 blema del control, la hmlta-

    nificado de va~o~':; es en cam 10 ie

    ePr~iere desconocer la "eticidad"

    ci6n y la subdlvlsl~n ?el pode;'IOS ~e ~1 Estado no deba existir mas

    del Estado, no se mhe.re de e . q S 'nfiere unicamente que se Ie

    que no tenga cometldos proplOS. e t

    Y . j' ddesconoce aquel stgm tea d lara "fi16sofo revolucionario", que se

    No obstante, Marx se ec . biarlo" y por 10 tanto" nder el mundo smo cam , .'

    propone no compre .' ( ue son conceptuahzaclOnespretende que sus conceptualIzaclOn~~'d q con referencia a 10 emp!-

    hegelianas puestas de reyes) sean v 1 as nto e l problema de la

    rico. ~C6mo? Marx debe afrontar d end este a~~zca -Ie concede Marx

    aplicaci6n. A fin de que el Estda 0 desa.r mas fuerte (el Estado-dic-

    l'd db sca un Esta 0to aVlaa la rea 1 a -, se u P 10 tanto un Estado paratadura), capaz de hacerlo des~~arecer. b~1~ci6n' pe;o mientras, obra

    asesinar al Estado. Marx pre lCa su, af

    t d~ todos los Estados que

    para instaurar ~l ultimo Est~do, el ma~o:ae\: demostraci6n de Marx10 han precedldo, Concedldo esto, . " Adviertase

    l'dez te6nca como emplflca.queda viciada, tanto en su va. 1 Estado "necesario", que por

    que la dictadura del pro~et~~l~do esr~i~ta del Estado (dirigida toda

    10 tanto escapa a la dehmclOn ~a., He el en su "innecesarie-ella a caracterizarlo, en c~~traposlCl~n ,a ~o~struir un Estado que

    dad"). En terminos de aCClon, Marx lllCl~;,a expuestOJ por el propioescapa totalmente a la formula cognosct !Va

    Marx. d d abundantiam precisarnen-Que escapa a. ella qued,~ de~ost~:d~d~ de la dictadura del prole-

    te por la doetnna de la tran.sltor J." itoria" resulta endlCtadura sera trans

    tariado. Ase,gu.rar que u~a . verdadera contradicci6n en susterminos practlCOS,de aplIcaCl6n, una 1 te mino dictadura design aterminos. Si es verdad,. como 10 es, que e r definici6n todaun poder ilimitado e mcontrolable, eUo excluye por

  • 8/2/2019 (1)SARTORI (Primera Parte)

    19/21

    PREMISAS

    posibilidad de mantenerlo ba' 0 . ,poral e hipotecando su desarJ ncon;rol, aSlgnandole un limite tem-

    futuro indefinido a una dl'Ctrodo. onerle un plazo en un tiempoaura es como ..

    un cheque en blanco ase '. poner en Clrculaoondebida y que otro 10 'pagag~randol que algUlen 10 firmara en la forma

    . ra en e momento d d ( .conslste en que de cheque t d . a ecua o. La dlferencia

    s 0 os entlenden)Que l a doctrina de M arx convence :

    funeiona como Marx pre ., ' es mdudable. Pero que noVlO, 0 como esper' f'

    menos indudable. Marx d t d d 0 que unClOnara, no es

    deducir de el una aplic'acl'o?na

    0 ,e. un saber no empirico, intentoempulca. Marx di t' l' .

    con Hegel, s obre e l "significad " diE scu la, en po emlcael la inferencia arbitraria de 0 e stad?, ~ero para extraer de"deshacerlo'" val d' b~ue era necesano rehacerlo" y despues

    , e eor ar ltrari . f . .,de ello unicamente una' perd'd da~ m erenoas aphcatlvas. Resulta

    Ia realidad empiric a al p tt ad e control ~el conocimiento sobre, un 0 e que el pr m .

    en torno a esa realidad que 1 I ero glra en el vado

    1

    . se e escapa en vez de d . 1 D .a politlca practica de Ia filosofia cond ' omma: a . eduClr

    completamente diferentes a los ue luce sol? a co~segUlr resultadosy no solo en est . q a teona conha ba en obtenere casu conslderado. '

    Sobre la filosofia politica

    Es importante i dentificar la filosofia . . .y en sentido negativo (que no es) en sentldo ~OSltlVO (que es)paso a enumerar. ' por toda una sene de razones que

    Primera raz6n: para saber cwind Tdeterminados fines es el .. 0 utt tzarla. Entendamonos, paraLa filosofia politic~ es conOClmlento filosofico el que corresponde.

    If. un componente fundame t 1 did'

    tICO, dado que es Ia fr d d n a e ISCurSOpo-versamente, Ia invaIida~~~a doni e pseI~labora la legitimacion, 0 in-

    interesado en la ideacion ea. 0 ts. Por 10 tanto, quien esta

    afanarse, con grandes f t' pero sea 19naro en filosofia, termina poralgas y a menudo con .

    en cosas que claramente 1 no menor lmpericia,

    so superan.

    egunda ' . razon: para saber reconoce lmlmetizada dentro de otr d' . . r a) aun cuando este muy bien

    cia polftica brota de Ia :~en~:Cl~lmas. Con:o

    ~~ se advirtio, la cien-

    ha sido bien diferenciada hasta hoe ~ ~e~.;taclO,n esp;~ulativa y noyea I osofla pohtlca, que cons-

    tituye en muchos aspectos uno de sus ingredientes implicitos Y nO

    siempre advertido. El que no sabe nada de filosofia corre el riesgb

    de servirla y acatarla sin saberlo; pero entonces resultara un mal

    fiI6sofo (1 0 que en todo casu seria un mal menor), mas con segur i-

    dad, y sobre todo, un pesimo politologo.Tercera raz6n: saber que "no es" la filosofia, resulta indispensable

    para no filosofar cuando no es el caso hacerlo) esto es, cuando tene-mos en mente objetivos practicos y nos interesa un conocimiento de

    aplicacion.

    Si la filosofia es dificil de entender, la ciencia empirica de la poli-

    tica, en cambio, es dificil de hacer. Como se sefial0 al comienzo, la

    ciencia empirica de la politica esti reclamada, 0 mejor tironeada, en

    dos direcciones opuestas; hacia arriba, en direcci6n a la conclusivi-

    dad omniexplicativa de la filosofia politica (que la impulsa mas aHa

    de la empiria); y hacia abajo, en direccion al terreno (del lenguaje

    corriente) de la accion y de las ideologias en pugna. A este respecto

    merece subrayarse que tales dificultades afligen tipicamente al poli-

    talogo; esto es, mucho mas al estudioso de la politica que no, diga-

    mos, al sociologo 0 al economista. Por un lado, la progenitura fila-

    sofica de las otras eiencias sociales es bastante mas debil y por cierto

    mucho menos directa (el economista puede empezar por Adam Smith,

    y el sociologo por Comte); y por el otro, el auditorio del economis-

    ta 0del sociologo puede ser un auditorio especializado, sin mayores in-

    convenientes.Ya hemos hablado suficientemente de la relaeion ciencia-filosofia

    y de las confusiones 0 perjuicios que se producen cuando no se res-

    petan las respectivas competencias. Conviene ahora volverse hacia elotro polo de atraccion: hacia la relaci6n entre la ciencia y e l lenguaje

    corriente. El politologo es un observador cuya materia de observaci6n

    es, in primis) el 1enguaje de la politica practica, el lenguaje que in-

    forma los comportamientos del ciudadano 0 del politico.Ahora bien, si el conocimiento cientificO requiere un "lengua-

    je especial" (supra, 1.6), se infiere de eUo que el lenguaje del obser-

    vador no es el mismo que el lenguaje observado. Esti bien, pero

    chasta que punto el lenguaje que observa puede y debe diferenciarse

    del lenguaje observado? Se diria que este es un problema que atafie

    a todas las ciencias sociales. Sf; pero conviene hacer notar una vez

  • 8/2/2019 (1)SARTORI (Primera Parte)

    20/21

    ClENCIA Y FILOSOFIA

    . . del valor. Y no hemos entrado en

    freiheit} de la hbertad webenan~ 'na personal De medio siglo a

    f n poco por mqul . del -10