1er Concurso de Cuentos UNESR

36

Transcript of 1er Concurso de Cuentos UNESR

Page 1: 1er Concurso de Cuentos UNESR
Page 2: 1er Concurso de Cuentos UNESR

© I Concurso de Cuentos. UNESREdiciones de la Presidencia de la RepúblicaCaracas - Venezuela, Octubre 2011Depósito Legal: If53320118002637ISBN: 978-980-03-0407-5 www.presidencia.gob.ve

Diseño de Portada: Glorilib MontillaDiagramación: Julio AñónCorrección de textos: Xiomara Rojas

Mirian Balestrini AcuñaRectora UNESR

Julio ValdézVicerrector Académico

Alba ChaustreVicerrectora Administrativa

Ana Alejandrina ReyesSecretaria

Carmen HernándezDirectora Nacional de Cultura

Hugo Rafael Chávez FríasPresidente de la República Bolivariana de Venezuela

Erika Farías PeñaMinistra del Poder Populardel Despacho de la Presidencia

Norys Valero AltuveDirectora Generalde Gestión Comunicacional

Raúl TamarísDirector de Archivos y Publicaciones

Gladys Ortega DávilaJefa de la División de Publicaciones

Page 3: 1er Concurso de Cuentos UNESR
Page 4: 1er Concurso de Cuentos UNESR
Page 5: 1er Concurso de Cuentos UNESR

Presentación

La creación del Concurso de cuentos por la Dirección de Cul-tura de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodrí-guez obedece a la necesidad de estimular el talento creativoen la práctica literaria, a través de la promoción de un géneronarrativo breve pero a la vez, muy conciso, capaz de activarimaginarios diversos en los lectores por medio de una ficcióntextual que desencadena en pocas páginas la tensión del re-lato.

Este Concurso fue concebido como un mecanismo para es-timular la escritura y la lectura de quienes conforman la colec-tividad universitaria �estudiantes, personal administrativo,obrero y docente que hacen vida en nuestra casa de estudios,así como de la comunidad en general, pues, el compromisode la producción y divulgación del conocimiento hoy en día,no discrimina al talento según los lugares que los sujetos ocu-pan en la sociedad.

La convocatoria del I Concurso de cuentos reunió a quinceparticipantes de diferentes regiones, entre quienes se selec-cionaron dos ganadores: Iskra Rodríguez y Pedro J. FuentesVillegas, cuyos trabajos conforman esta publicación. A estasnuevas plumas que se integran al escenario de las letras y queforman parte de nuestra comunidad universitaria, les invita-mos a que continúen este trayecto creativo en pro de acre-centar el interés por la producción literaria en los posiblesnuevos creadores y nuevos lectores.

Agradecemos de manera especial el apoyo brindado porla Dirección de Archivos y Publicaciones del Ministerio delPoder Popular del Despacho de la Presidencia, que ha hechoposible esta publicación, así como al Jurado de Premiación,conformado por los Profesores Edgar Acevedo y Oscar Ro-dríguez, quienes nos han aportado nuevas ideas para contin-uar con este proyecto.

5

Page 6: 1er Concurso de Cuentos UNESR

Creemos que este Concurso, con sus consecutivas edi-ciones, continuará ofreciendo nuevas propuestas reflexivas yrecreativas sobre nuestra territorialidad imaginativa, ya seadesde la relaciones de los personajes con su entorno o su in-terioridad, en los retos que plantea la contemporaneidad o enel tiempo pasado como en la proyección de futuro, con-tribuyendo así a enriquecer el horizonte de la narrativa ennuestro país.

Carmen HernándezDirectora Nacional de Cultura UNESR

6

Page 7: 1er Concurso de Cuentos UNESR

BASES DEL “PRIMER CONCURSO DE CUENTOS” DE LA DIRECCIÓN DE CULTURA UNIVERSIDADNACIONAL EXPERIMENTAL SIMÓN RODRÍGUEZ

Con el fin de incentivar el talento creativo y el interés porla literatura de los Estudiantes y el personal Administrativo,Obrero y Docente de la Universidad Nacional ExperimentalSimón Rodríguez, a través de  la Dirección Nacional de Cul-tura,  se detallan las siguientes bases:

1. Podrán participar: estudiantes, personal docente, ad-ministrativo y obrero de esta Casa de Estudios, así como losintegrantes de la comunidad.

2. El tema será libre, contentivo de un mínimo de cincopáginas y un máximo de diez. El papel a utilizar es tipo bondblanco, tamaño carta, escrito a espacio y medio (1.5 espacios).Este mismo espacio se mantendrá para la separación de pár-rafos. La señalización del número de página debe colocarseen el márgen derecho, a 2 (dos) centímetros del margen su-perior.

3. El tipo de letra seleccionado es Time New Roman  oArial, Nº 12, en estilo normal, color negro. Los márgenes su-periores, inferiores y derechos serán de 3 (tres) centímetros ylos izquierdos de 4 (cuatro) centímetros, la sangría de 5 (cinco)caracteres equivalente a 1 (un) centímetro.

4. En el desarrollo, el título debe ir centrado, escrito enmayúscula y en negrilla.

5. Los dibujos y gráficos no serán objeto de calificación.

6. Los cuentos concursantes deberán ser inéditos y nohaber participado en otros eventos, tanto en el ámbito na-cional como internacional.

7

Page 8: 1er Concurso de Cuentos UNESR

7. El cuento deberá ser entregado o remitido a la Direcciónde Cultura por las siguientes vías:

a. En físico, Avenida Intercomunal de El Valle, calle 14 deLos Jardines de El Valle, Edificio UNESR, piso 2, Caracas;ob. Por valija UNESR. El subdirector de  Extensión, Culturay Deporte de cada núcleo deberá ser el encargado de re-mitir los cuentos a la Dirección de Cultura, en el núcleo deEl Valle.

8. La obra deberá ser remitida por triplicado (una para cadajurado) en 3 (tres) carpetas identificadas con el seudónimo delautor y el título del cuento. Asimismo, debe introducir las trescarpetas en un sobre manila tamaño extraoficio, debidamenteidentificado con el nombre del cuento y el seudónimo delautor. De la misma manera debe anexar dentro del sobre, otrosobre que contenga una hoja tamaño carta, con la identifi-cación del nombre real del autor, número de cédula, depen-dencia o núcleo de adscripción, carrera (si es estudiante),número telefónico de la dependencia, residencia o celular.Estos sobres solo se abrirán una vez que el jurado haya emi-tido el veredicto. Debe anexarse un CD que contenga elcuento.

9. La fecha de entrega será: del 22 al 26 de noviembre de2010.

10. El veredicto será publicado en el mes de enero de 2011,por el Jurado Calificador, a través la Dirección Nacional deCultura y en la Página Web de la UNESR.

11. El Jurado calificador estará conformado por: Prof. OscarRodríguez, Prof. Edgar Acevedo y Prof. Carmen Hernández.

12. Se premiarán los primeros lugares:a. Primer lugar: Paquete Turístico para dos personas.b. Segundo lugar: Paquete Turístico para dos personas.

8

Page 9: 1er Concurso de Cuentos UNESR

13. Los cuentos ganadores serán publicados por el Minis-terio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia através de Ediciones de la Presidencia de la República, en untiraje de 1.500 ejemplares.

14. Lo no previsto en estas bases será consensuado por eljurado calificador.

15. El veredicto del jurado es INAPELABLE y podrá serconsiderado DESIERTO.

16. Una vez cerrado el período de recepción de los trabajos,la Dirección de Cultura publicará los trabajos que entraron aconcurso (bajo pseudónimo).

17. Los trabajos no se devolverán a sus autores.

NOTA: Si el jurado lo considera, podrá otorgar menciónhonorífica.

PROFA .CARMEN HERNÁNDEZDIRECTORA  NACIONAL DE CULTURA

9

Page 10: 1er Concurso de Cuentos UNESR
Page 11: 1er Concurso de Cuentos UNESR

11

DICTAMEN

Primer Concurso de Cuentos de la Universidad NacionalExperimental Simón Rodríguez

En el día 21 de enero de 2011, a las 2 pm, se reúne en las ins-talaciones de la Dirección de Cultura de la Universidad Na-cional Experimental Simón Rodríguez, el jurado convocadopara calificar las obras participantes en el Primer Concursode Cuentos de la Universidad Nacional Experimental SimónRodríguez.

El Jurado Calificador del Primer Concurso de Cuentos dela Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, con-formado por Edgar Acevedo, Carmen Hernández y Oscar Ro-dríguez, una vez leídas las obras, concluye que el Primerlugar corresponde al cuento Untrato del autor Pedro J. Fuen-tes Villegas, cuyo pseudónimo es Subversivo; el Segundolugar se adjudica al cuento titulado El Desintegrador de la au-tora Iskra Rodríguez quien lo presentó con el pseudónimo Be-lisama.

Se premian las obras antes citadas por su manejo de técni-cas narrativas y la capacidad de crear metáforas suficiente-mente dinámicas y complejas que llevan al lector a indagaren la geografía física como interior de los personajes y su am-biente, asimismo hacen énfasis en la decantación del lenguaje.

Se declara desierto el Tercer lugar.

Edgar Acevedo Carmen Hernández Oscar RodríguezCI 6.125.259 CI 13.1247.70 CI 4.246.775

Page 12: 1er Concurso de Cuentos UNESR
Page 13: 1er Concurso de Cuentos UNESR

1er Lugar

Page 14: 1er Concurso de Cuentos UNESR
Page 15: 1er Concurso de Cuentos UNESR

UNTRATO

Pedro J. Fuentes Villegas

Los dolores comenzaron tarde. La primera en enterarse fuela vieja Diostrina que le sirvió de mucho a la parturientaporque corrió a buscar a la comadrona del pueblo. Allá la en-contró como siempre, pegada a la ventana viendo por el pos-tigo lo que pasaba en la calle. –En las casas del pueblo se vepa´fuera no pa´dentro –pensó Diostrina–, antes de decirle queJuncia estaba por parir. La comadrona nunca decía que no –Era buena pero muy averiguadora –volvía a pensar cuando sefueron las dos apuraitas. –Busque algún michito que unonunca sabe si hay que utilizarlo pa´las buenas o pa´las malas,yo sigo. Apure. No se vaya a quedar –ordenó la comadronamientras con paso menudito seguía caminando apretando asu cuerpo una caja pequeña de metal inoxidable donde lle-vaba jeringas de vidrio y agujas, algunas gomas de torniquetepara inyectar en la vena, aceites y linimentos para las fric-ciones y calmantes sustraídos del dispensario cuando traba-jaba como enfermera.

Al llegar al rancho encontró tres vecinas tratando de ayu-dar a Juncia. Una le daba una bebida de eneldo con ruda paracalmarle el dolor y las otras prendieron una vela del alma yrezaban ante una estampa de las ánimas del purgatorio. Lacomadrona ordenó con fuerza –apaguen esa vaina que aquínadie se ha muerto. No le dé más bebida que lo que le puedevenir es una cagazón. Abran esa ventana, no joda–. La coma-drona se había ganado el respeto de la gente del lugar. A sussesenta y pico de años había parteado a casi todo el mundo.Seguía siendo una mujer de temple. Morenita y delgada conel pelo entrecano siempre peinado hacia detrás y una pequeñacola que se amarraba con pita. Casi no se podía ver de frente,se miraba de perfil. Parecía una marina de esas de pelar co-

15

Page 16: 1er Concurso de Cuentos UNESR

chinos. Crió dos muchachos, uno engendrado por ella quejugó con muñecas y la acompañaba; y el otro, lo trajo una se-ñora del Trentino, que después de muérgano se fue a pagarservicio y nunca más regreso el muy maluco. La comadronacomenzó su trabajo, buscó sus lentes de metal dorado en elbolsillo derecho del abrigo gris perro, agua no muy caliente yjabón azul. Armó la máquina con una hojilla doble filo queya había sido usada pero que estaba limpia, enjabonó la va-gina y la afeitó. Le pidió a Diostrina el miche, se tomó un buentrago. Le echó un poco a la vagina recién afeitada y la fric-cionó así como el entrepiernas. Luego comenzó a sobarle labarriga a Juncia para acomodarle el parto. Acomodar un partono era pendejada. Había que tener tacto y maña, cuando sesobaba era como revolver una mano de domino, con el mo-vimiento de las manos hacia adentro o hacia afuera y empu-jando un poquito abajo. Luego, con las manos untadas deaceite de coco se redondeaba la barriga por los lados, comomanejando un carro, hasta que el ombligo brotara un poco.La parturienta comenzó a gritar más de la cuenta, –eso pasasiempre con las primerizas, aguante, usté cree que hacer mu-chacho es puramente lo sabrosito, cuando le están dando ju-lepe, puje que hay viene, puje que hay viene. Cuando terminóde salir amarró el ombligo con pita, de la misma que sosteníasu cabello, y lo cortó con una tijerita que guardaba en su cajade acero inoxidable. Se bebió otro trago. Aclaró un buche demiche con agua tibia y lavó al recién nacido, embojotándoloen unas sábanas limpias que ocasionalmente servían comocortinas. A la partera, el niño no le gustó. Muy delgado y unpoco torcido, con una piernita más grande que la otra, –Perobueno– pensó resignada–, no todos tienen que ser bonitos.Vamos a ver si mama. Se tomó otro y limpió los pezones conmiche y puso al niño a mamar. Se pegó a la teta de Juncia,como un chivito, lo que dio esperanzas. Tomó entre susmanos los brazos de la madre e hizo que abrazara al hijo re-cién nacido mientras amamantaba. Miró profundamente a la

16

Page 17: 1er Concurso de Cuentos UNESR

mujer parida y le dijo –No es tan bonito como los demás perono es tan pasado de feo. Está mamando, lo que es muy bueno.Tiene las piernitas muy flacas, una más larga que la otra. Perono importa porque va a poder caminar. Las demás vainas quele vayan saliendo uno se va acostumbrando a ellas. Al fin decuentas es tu hijo.

Juncia entendió a medias lo que le dijo la comadrona, es-taba más pendiente del carajito que mamaba su teta derecha.Las vecinas se sorprendieron cómo le había bajado la lechetan rápido. Les preocupaba encontrar gallinas para la partu-rienta, las que tenían daban huevos y no debían sacrificarlas.Donde se podían dar esos lujos era allá en la casa de la ha-cienda, no aquí en este caserío. Sin embargo, con caldo de ar-vejas y guarapo de papelón se podía. –Más bien parió tarde,por aquí las empreñan a los trece -comentaba la vecina másvieja. Las mujeres terminaron de asear a Juncia y arreglaronel cuarto, que también era sala y también era cocina. En unacaja de madera hicieron una cunita donde acomodaron alniño. Juncia a sus diez y seis y pico ya era madre. La gentedecía que era tontona, cuando niña se le veía siempre sola yde poco hablar. No jugaba con las otras muchachitas, se limi-taba a amurruñarse sentadita en el suelo abrazando sus ro-dillas. La gente desconocía sus padres, un día apareció en lacasa de la hacienda recién nacida. Nadie preguntó nada. Allíse crió. La gente decía cosas. Decían que el taita era el patrónque borracho preñó a su hija que murió en el parto. –Vayausté a saber.

–Tontona pero buenamoza –repetía sin pausa, el hijo delpatrón cuando Juncia echó cuerpo. De buen porte, delgada,pelo negro brillante suavizado con aceite de escobilla y pei-nado, atado con una tira de tafetán rojo lucía una hermosacola de caballo, que se bamboleaba de un lado a otro cuandocaminaba. De todas las mujeres del caserío, Juncia era la única

17

Page 18: 1er Concurso de Cuentos UNESR

que hacía del aseo y arreglo personal un punto de honor fe-menino, llamando la atención de la gente. –Se parece a la fi-nada –murmuraban muy bajo las bocas de la hacienda.Aprendió sola a hacer sus propios camisones, tenía habilidadpara coser con sus manos. De ahí que siempre lucía ropanueva con tela usada, con remiendos o sin ellos. Camisoneshasta las rodillas que dejaban escapar un par de batatas firmescubiertas de un bello fino que las hacían lucir como piel dedurazno. Cuando Juncia iba al lavadero cerca del rio, dondetambién acudían las otras mujeres, los hombres se escondíanen las vegas de caña y esperaban que comenzara a fregar laropa para ver su cuerpo pegado a un vestido de batista hú-medo que transparentaba sus formas ampulosas y turgentes.Los mirones comentaban en la hacienda que se podía apre-ciar un puñado de musgo aterciopelado, como a un jeme desu ombligo, haciendo un triángulo apetecible y un par de pe-zones que oscurecían como eclipse de sol esos grandes senos.El hijo del patrón se arrechaba siempre que oía esos cuentos.A sus treinta había tenido burras y unas cuantas putas, peroninguna mujer como la tontona. Mandó a quemar la vega decaña dizque para hacer potreros. Mentira. Todos sabían cuálera la razón.

Cuando Juncia solía ir al pueblo acompañada de Diostrina,siempre pasaba por el negocio de los árabes y se quedaba mi-rando con la boca abierta una canastilla de mimbre forradade satén azul, que contenía útiles para la costura. Tijerasgrandes y chiquitas, hilos y ovillos de lana de diversos co-lores, agujas, hojillas, botones diversos, tambores para bor-dados, cintas de colores, una cinta métrica y dedales eran eltesoro que deslumbraban los ojos y la imaginación de Juncia,hasta el punto que a Diostrina le costaba separarla de la vi-driera. Siempre al regreso, el hijo del patrón vigilaba suspasos y a corta distancia, sobre un caballo moro, las acompa-ñaba en silencio hasta la hacienda. Que Diostrina le cabro-

18

Page 19: 1er Concurso de Cuentos UNESR

neaba al hijo del patrón, todo el mundo lo sabía, cuando laveían llevándola con mayor frecuencia al pueblo y hasta hizoque en cada regreso se bajara del caballo y las acompañaracaminando y sirviendo de interlocutora entre el hombre y losbalbuceos de Juncia. Fue ella quien le dijo, que a Juncia le gus-taba el costurero de mimbre.

Fue un domingo, como a eso de las dos de la tarde cuandoel hijo del patrón se apareció en el cuartucho donde pereceabaJuncia, llevando entre sus manos una canastilla de mimbreforrada de satén azul. La joven se levantó lentamente sentán-dose al borde de la cama, con los pies apoyados al suelo detierra pisada, cuando sus ojos miraron con asombro el costu-rero. El hijo del patrón preguntó a Juncia sí podía pasar, ellacontesto que si, recordando lo dicho por Diostrina quien lerepetía que todo lo que pidiera el hombre le contestara afir-mativamente. Cuando entró y se sentó a su lado, no quitabalos ojos del costurero y fue entonces cuando le dijo –Juncia,vamos hacer un trato. Te doy el costurero y te dejas hacer al-gunas cosas por mí –Juncia asintió tomando el costurero y co-locándolo de inmediato en una mesita al lado de la cama. Elhombre metió su mano derecha entre los blancos y suavesmuslos hasta tocar su montoncito de musgo fresco y con laotra la empujó hasta dejarla acostada. –Esto te va a doler unpoquito, pero pasará –dijo a la joven mientras bajaba sus pan-talones. Juncia sintió el peso del hombre sobre su cuerpocuando comenzó a abrirles las piernas. No le importó. Sintióalgo que le metían, dolió, pero se entretuvo, mientras el hom-bre bufaba, mirando el costurero de mimbre.

Tendría como siete meses, cuando llevaron a presentar alniño Juncia y Diostrina. La secretaria que atendía la prefec-tura era una negra mohína que al verlos entrar en la oficina,hizo una mueca y murmuró algo que tenía que ver con el olora humo de la gente del campo. Tecleando la máquina de es-

19

Page 20: 1er Concurso de Cuentos UNESR

cribir, la única que disponía la prefectura, preguntó los datosde los padres. Sólo tenía madre. – Nombre del niño – preguntóla funcionaria. –Untrato –respondió Juncia. –¿Cómo dijo?¿Untrato? –interrogó dudando la secretaria. –Sí, Untrato –re-plicó la madre, recordando las palabras de la tarde aquellacuando el hombre le dijo –Juncia, vamos hacer un trato. Tedoy el costurero y te dejas hacer algunas cosas por mí. Y Un-trato se quedó. Juncia lo cuidaba cómo podía cuidarlo unapersona de su condición. La vieja Diostrina también veía deél. El muchachito fue creciendo poco a poco o mejor dicho pa-recía que lo que le crecía más era su piernita derecha. Junciaenvejecía prematuramente, la preñez le había manchado lacara, y las carnes de otrora se habían ido. Aun mantenía sucuidado personal y del niño, siempre se le veía limpio.Cuando el carajito aprendió a levantarse en un encierro im-provisado que hacía las veces de corral, se notaba la diferen-cia como de una cuarta que le llevaba la pierna derecha a laizquierda y poco a poco se fue acostumbrando a moverse conuna sola. –Es muy vivo el confiscao muchacho –decía la gente,cuando miraban a Untrato desplazándose ágilmente con unamuletica que hacía las veces de su pierna izquierda. Dentro desus limitaciones el carajito era conversador y poseía una inte-ligencia precoz que le hacía superar sus restricciones natu-rales. Como a los seis años inventó un tocón de madera quele suplía la largura de la chueca. A los siete aprendió a mane-jar una bicicleta vieja de reparto, que le prestaba por ratos unseñor que visitaba a Juncia de vez en cuando.

De la hacienda quedaba poco o casi poco. Al patrón lo en-contraron muerto y hediondo, picado de culebra por andarensuciando en el monte. La señora de la casa desapareció mis-teriosamente hace muchos años, cuando apareció Juncia en lacasa de la hacienda. Nadie habló de eso. Peor o igual suertecorrió el hijo del patrón. –Se lo merecía –murmuraban. De-cían que después de haber preñado a la hermana nunca vio

20

Page 21: 1er Concurso de Cuentos UNESR

21

por ella ni por el niño, de lo único que se ocupaba era de bebermiche y jugar batea, por eso fue que vendió todo y perdiótodo. Por una deuda de juego lo cocieron a puñaladas y lo de-jaron como a un perro, con su boca bien abierta. De resto, enel caserío parecía que nunca pasaba nada, la gente habladohuevonadas de los demás. Juncia después de quince años, si-guió durmiendo en la misma cama con Untrato a un lado y lacanastilla de mimbre forrada de satén azul del otro.

Un jueves, fueron los tres al pueblo, y Juncia llevó a Un-trato a la misma vidriera donde años antes vio por primeravez la canastilla de mimbre forrada de satén azul. Ya no habíaotra. En su lugar se exhibía una hermosa bicicleta Benotonegra, con un sistema de frenos de varillas plateadas bril-lantes, una bomba de aire colocada detrás del tubo que bajadel cuadro, un maletincito detrás del asiento donde se guar-daban las herramientas y un timbre del lado derecho del ma-nubrio. El muchacho sintió la misma impresión que su madrequince años atrás. Costaba mucha plata, como cuatrocientos.Diostrina repitió la misma arenga que hizo con su madre paradespegarlo de la vidriera. Caminaron de regreso al caserío, laúnica voz que se oía era la de Untrato hablando de la bicicletay diciendo que con ella podía trabajar haciendo mandados,que ayudaría a la casa y a su mama. –Dejate de vainas, mu-chacho pendejo, no ve que esa verga es pa´los ricos –cortabasecamente Diostrina mientras Juncia observaba silente. Losdías siguientes el único sueño del joven, fue la fulana bicicleta.

Nadie se dio cuenta cuando a Untrato le empezó a crecer labarriga y se puso jipato. Las bebidas de los tres granos no sur-tían efecto. Se hizo inapetente y se agravó cuando empezó avomitar sangre. La gente le hizo otra cama para que ya nodurmiera con Juncia quien le sobaba la cabeza todas lasnoches. El otro día lo llevaron al dispensario, le vio un doctorquien recetó algo que no podían comprar y lo mandó devuelta para la casa. Esa noche Juncia durmió con él. En la ma-

Page 22: 1er Concurso de Cuentos UNESR

22

ñana le trajeron una bebida de albahaca. Lo tocaron y lo sin-tieron frio, no se movía ni respiraba más. Se oyó a Juncia llo-rando calladita amurruñada y abrazando sus rodillas en unrincón del cuarto, que también era sala y que también era co-cina. Ya no se podían enterrar los muertos en el caserío, se de-bían llevar al camposanto, comprar una urna y pagar lafuneraria. El cura les dijo que no les cobraría por el responso,por la misa si por que eran más caras. Consiguieron la platadel entierro entre la prefectura y los vecinos.

–Fue entierro de ricos –dijo Diostrina—, costó cuatrocien-tos. Juncia la miró de reojo y asintió con la cabeza.

Page 23: 1er Concurso de Cuentos UNESR

2do Lugar

Page 24: 1er Concurso de Cuentos UNESR
Page 25: 1er Concurso de Cuentos UNESR

EL DESINTEGRADOR

Iskra Rodríguez Martín

- “Miren, ya está, abrió los ojos”.

- ¡Ayyyy tiene los ojos del papá!

Allí, en ese preciso momento, comenzó mi historia. Hoydía me pregunto ¿qué hubiese sucedido si mi partida de na-cimiento dijera “con discapacidad visual”? Todo sería feno-menalmente distinto, si solo hubiese sido ciega. Sin dudarlo,mi vida sería más fácil, me sentiría a gusto en este mundo,cercana a los demás.

Desde que nací tengo un don, potencialmente único (comola mayoría de los dones) pero les aseguro que éste es particu-larmente singular. Aquí permítanme hacer una aclaratoria ne-cesaria, requiero evitar a toda costa que se les ocurra atribuiralguna clase de culpa de mi padecimiento a mis padres, porlo que les aclararé:

Fui la primogénita de una pareja de jóvenes esposos,ambos hermosos desde su alma y sublimes en su amor. Él,hombre letrado, de luchas intelectuales y físicas. Combatiente,firme soldado contra el sistema capitalista; su noción princi-pal de vida radica en el conocimiento como único medio deliberación, su lema: “cada letra convertida en palabra apren-dida se traduce en un eslabón menos de las cadenas quecastran el espíritu”. Él, es de esos hombres que a primera im-presión no se sabe si admirarlo o temerle, luego de conocerlose hace necesario temerle, porque de lo contrario te obligaráa desentrañar con dolor tu enajenación primaria.

25

Page 26: 1er Concurso de Cuentos UNESR

Ella, ella. El olor de ella puede perfectamente emular laesencia de esa mujer. En su almohada no queda jamás un olorque desagrade. Acostarse en su cama, reviste al sistema lím-bico de una sensación tan placentera que el cuerpo queda do-pado intensamente. Su color, no es ni blanco, ni moreno, elcolor preciso para no producir xenofobia. Ella es de esos seres(si es que existen otros) que parecen vivir en sincronía per-fecta con los acontecimientos, cuya presencia no altera la di-námica pero su ausencia causaría estragos energéticos. Así esmi madre.

Se encontraba entonces, esta singular pareja, esperandocon ansias le trajeran a su pequeña recién nacida. La enfer-mera entró a la modesta habitación (de clínica clase media-baja) cargando en sus brazos una manta blanca que envolvíaescasos dos Kg y un tanto más, de masa músculo esquelética,posó el paquetico en el regazo de la madre. Con una preci-sión y velocidad casi irreal las manos callosas del padre sedispusieron a desenrollar aquel manto, dejando así al descu-bierto la nueva creación. En tan solo segundos (tiempo cortopero suficiente para el fenómeno que se desencadenaría) losojos paternos comulgados bajo el mismo amor, se posaronsobre los de la niña. Aquellas tres miradas, unísonas, si-guiendo una especie de ritual supra sensorial, descompusie-ron el campo energético. Este triángulo visual, respondiendoa las leyes universales o al menos a las antroposóficas, crearonuna especie de metaplasia emocional, permitieron el desar-rollo de lo que hoy es quizás un “maleficio”, el mío.

No me estoy contradiciendo, la culpa en todo caso es ex-clusivamente mía, porque fui yo quien interpretó mal. La queusó esa gran fuerza energética y la transformó en lo que másadelante describiré. Por ello, insisto, ¿por qué no fui ciega?¿por qué miré el amor en su más pura manifestación? ¡Dios,te ordeno que te muestres! ¿Existes? Perdóname.

26

Page 27: 1er Concurso de Cuentos UNESR

Retomo. Mis padres, inocentes y miedosos, al notar quealgo en mi no funcionaba del todo bien −según el promedioestimado de comportamiento infanto-juvenil− comenzaron allevarme con una Psicopedagoga que dispuso de sus mejorestécnicas pedagógicas para encausar el aparente deslave cog-nitivo. Como no se obtuvo el resultado deseado, devino la es-perada remisión directa al psicólogo. Luego de probar contres de estos profesionales, decidieron llevar el caso con unequipo multidisciplinario, al cual se le responsabilizaba delmayor éxito en cuanto al control de las patologías mentalesmás severas, la crema de la higiene mental en el país. La ma-nada de incrédulos aumentó: dos psicólogos psicoanalíticos(de esos que quieren saberlo todo, desde que respiraste porprimera vez y cómo se relaciona ese hecho con lo sexual), unpsiquiatra, un neurólogo, un trabajador social (imagino que senecesitaba verificar si mi ambiente familiar era satisfactorio ono), en fin muchas especies. Todos me miraban con caras fal-seadas, simulando bondad, forzando sus gestos para que noreflejaran sus pensamientos: “la pobre, está frita, esto es unapsicosis infantil. Caso único, seguro ayuda a mi carrera pro-fesional si diagnostico la patología de primero”.

Imaginen a una niña, que aún no llegaba a la pubertad,estar sometida a las evaluaciones mentales de ese grupo. Díatras día, mis padres y yo (en ocasiones me acompañaba solouno de los dos) tomábamos el bus y mientras hacíamos el re-corrido para llegar a la clínica, −disculpen Centro de Diag-nóstico para Especialidades Mentales− mis padres se dejabanabsorber por ensoñaciones en donde su hijita era perfecta yamoldada para ser feliz. Por el contrario yo, pegaba mi narizal vidrio y cerrando los ojos me imaginaba siendo ciega, quemis principales contactos con el entorno eran mi olfato, misoídos y mi tacto. Qué lindo me mirarían mis padres si fueseciega; pero el ruido de las palmas de mamá o el silbido depapá me hacían reaccionar y entender que mi parada habíallegado.

27

Page 28: 1er Concurso de Cuentos UNESR

El grupo de afanados científicos hacedores de contenciónpsíquica, al mejor estilo de la inquisición medieval, me eva-luaban arduamente. Probaban los test más recientes, “el úl-timo grito de la evaluación mental” le oí comentar una vez auno de ellos. Sin embargo, ninguno se percató que mi don −elcual llamaré de ahora en adelante “el Desintegrador”− measeguraba descubrir mucho antes que ellos lo que su psiquisreflejaba aún de forma inconsciente, de esa forma sabía concómoda anticipación, que el grupo de ilustrados doctores es-taban perdiendo la fe en sus pruebas positivistas. Agotadosemocional y económicamente, mis padres dejaron de lle-varme; el diagnóstico para ese momento decía algo así como:Dx trastorno mental y del comportamiento sin precisión diag-nóstica.

Luego, si mal no recuerdo, la tía de la prima de la madrinade mi mamá, le comentó que una vez conoció un caso pare-cido que habían resuelto llevando a un terapeuta espiritual.Ya imaginarán, la deducción es fácil, al día siguiente estaba yosentada en un consultorio, en donde una ramita de olor (quedicen es producida en la India con “excremento” de vaca)buscaba confundir los sentidos y así facilitar la sesión espiri-tual. Si soy sincera, a ratos sentía que esta bruja o “señora cu-riosa” comprendía a “el Desintegrador”, pero esa esperanzase difuminaba cuando argumentaba: “señora, todo es culpade un trabajo que le montaron”. Término que aún no en-tiendo, ¿trabajo? ¿montado?, lo cierto es que después de cua-tro despojos, dos ramajes, tres baños de mar y otros tantos derío, mis padres desistieron nuevamente.

Ahora me tocaba a mí:

¡Me rindo! −me dije un día.

“Mamá ya se paso, ya no tengo eso, ya se fue”, acerté a gri-tarles una tarde.

28

Page 29: 1er Concurso de Cuentos UNESR

Todos rieron felices, habían logrado escindir de mí al ma-quiavélico Desintegrador. No me juzguen por favor, era ne-cesario que les mintiera, de lo contrario acabaría con el sueñomoral de todo padre debidamente alienado “que su prole seanormal, funcional y exitosa”. Juro en nombre de “el Desinte-grador” que tenía que mentir. ¿Cómo podía soportar ver amis progenitores deteriorados?, preocupados cada vez que elcuaderno de enlace venía con una nota, temerosos de leer: “Sr.Representante ha sido citado por el departamento de Psico-logía el día tal a la hora tal, a fin de ofrecerles apoyo en rela-ción al comportamiento perturbador de su representado”(masculino porque para ese momento aún Ellas eran nom-bradas como Ellos).

Como dolió, si que dolió, escuchar tras la puerta del cuartomatrimonial la siguiente advertencia de mi adorado padre:

− “Si la niña continúa así, tendremos que pensar en re-cluirla en un centro especializado”.

Esto último, “centro especializado”, lo dijo intentando darun tono lo suficientemente suave a su voz, para reducir el im-pacto emocional que esta idea tendría en mi madre; esfuerzoen vano, no funcionó. El llanto de mi mamá aún inundaba lasvibraciones del cuarto dos horas más tarde.

Espero entiendan entonces porqué tuve que mentir; aunsabiendo (gracias a las habilidades adquiridas por “el Desin-tegrador”) las graves consecuencias que tendría ese hecho enmi alma, aun sabiéndolo, había que hacer el sacrificio. Creoque ya es hora de comenzar a describir al “Desintegrador”,confieso que tengo cierto temor de que, al leer ustedesconcluyan lo mismo que los doctores, pero aun así lo haré. Lacarga es menos pesada si se comparte, dicen. Me gustaríahacer aquí una disertación: ¿realmente una carga es menospesada si la compartimos?, por ejemplo, si asesino al vecino

29

Page 30: 1er Concurso de Cuentos UNESR

porque saca la basura cerca de la reja de mi casa, ¿ese hechose hace más soportable de asumir si se lo comento a mi mejoramiga? o ¿compartir la carga es buscar a otro que me ayudea cometer el delito? no me queda claro. Por lo que ahora dudosi presentarles a “el Desintegrador” ayude en algo. Para losmasoquistas sería una bendición cargar este peso también,para los sádicos un espectáculo digno de ser testigo, para elansioso el mejor diagnóstico de sus miedos y para el cura lamejor forma de recetar rosarios y avemarías.

Les ahorraré tiempo, escribiendo una reseña de “el Desin-tegrador”, lo suelto y ya, decidirán ustedes. Siguiente paso,me persigno.

Así lo ilustro:

Si se trata de describir capacidades supra sensoriales, seme atribuye una, que si bien probablemente no goce del valorsocial de hilvanar almas −cual Cupido− puede que sirva paradetectar “materia en descomposición”.

Soy capaz de ver desintegrarse el alma.

Puedo detectar en cada materia, como se desprende a dia-rio, a minutos a milisegundos, moléculas de alma. Conocidacomo polvo, estas partículas de existencia etérea, van aban-donando el cuerpo físico y se dispersan anárquicas en lo ex-terno. Si no crees este fenómeno como posible, por favorcontesta (la razón real no la científica) ¿Por qué la piel de losniños parece un mueble recién pulido? ¿Por qué los plieguesagrietan la epidermis para señalarnos una cronología? ¿Porqué las cortezas y sus líneas definen al arbusto del árbol? Si tecreíste el cuento del sol, la falta de vitaminas, el escaso ejerci-cio físico, la edad… fueron patrañas médicas, explicacionesmediocres y cobardes.

30

Page 31: 1er Concurso de Cuentos UNESR

Nos descomponemos ante el roce con lo social.

Con cada palabra escuchada, con cada vocablo dicho, elcuerpo va destilando su polvo existencial. No te miento, esascápsulas minúsculas que puedes apreciar cuando la luz pe-netra, que observas elevarse apresuradas al cielo, eso que des-prende tus ropas y tu almohada cuando la sacudes, no es másque tu desmaterialización espiritual.

Fueron y serán pedazos de tus anhelos, de tus actos, de tusrecuerdos, de tus miserias y frustraciones; que una vez en suestado original, existieron firmemente acopladas a tu ser, peroen cuanto entraron en contacto con el otro, se desmantelaron.En todo encontramos polvo, pues paso a paso dejamos la es-tela. En los libros se pega el polvo de aquellos cuyo intelectose cercenó, en los álbumes de foto se pega el polvo de los quese arraigan al pasado, en las ventanas el polvo de aquellosque no vuelan, en el cabello de aquellos que te desean, y fi-nalmente la tierra, compendio de polvo de aquellos que su-cumbieron.

El Desintegrador me ha permitido no solo apreciar, comoya advertí, la materia en descomposición. Puedo percibir lamateria en creación. Recuerda la premisa, somos energía re-ciclada. Las nuevas creaciones son una amalgama de partí-culas de otros (Otro: cualquier elemento sobre la tierra querespire, es decir, que necesite de un tercero para sobrevivir),que abandonadas a su suerte se agrupan y luego de un pro-ceso de alquimia ancestral conforman un nuevo ser, al quellamaremos: hijo, arte, opus, descubrimiento, etc.

Desde que tengo conciencia de esta particular habilidad,me dedico a estudiar la forma mediante la cual el polvo quese desprenda de mi, sea lo suficientemente traslúcido paraque adquiera cualquier color en su nueva metamorfosis.

31

Page 32: 1er Concurso de Cuentos UNESR

Cuando suspiro contra el viento, intento respirar todo elpolvo posible y reciclarme y sobrevivir.

Desde la habitación 408.

32

Page 33: 1er Concurso de Cuentos UNESR
Page 34: 1er Concurso de Cuentos UNESR
Page 35: 1er Concurso de Cuentos UNESR

ÍNDICE

Presentación ..................................................................................5

Bases del “Primer Concurso de Cuentos”de la dirección de Cultura UniversidadNacional Experimental Simón Rodríguez ................................7

Dictamen ......................................................................................11

1er Lugar “UNTRATO” ............................................................15

2do Lugar EL DESINTEGRADOR...........................................25

Page 36: 1er Concurso de Cuentos UNESR