1989 Galvan y Pascual. La Pesca en El Sur de Tenerife. Calmas Factorias Tunidos Tomates y Turismo....

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LA PESCA EN EL SUR DE TENERIFE: CALMAS, FACfORIAS, TUNIDOS, TOMATES Y TURISMO Dr. Alberto Galván Tudela Laboratorio de Antropología Social Universidad de la Laguna Dr. José Pascual Fernández Etnográfico Cabildo de Tenerife

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Análisis de la actividad pesquera artesanal en el Sur de Tenerife, y su interacción con otras actividades en el litoral.

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  • LA PESCA EN EL SUR DE TENERIFE: CALMAS, FACfORIAS, TUNIDOS, TOMATES Y TURISMO

    Dr. Alberto Galvn Tudela Laboratorio de Antropologa Social Universidad de la Laguna

    Dr. Jos Pascual Fernndez ~useo Etnogrfico Cabildo de Tenerife

  • CONTENIDO

    PROLOGO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61

    INTRODUCCION. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62

    APUNTES PARA LA HISTORIA DE LA PESCA ARTESANAL EN LAS ISLAS . 64

    LA PESCA EN EL SUR DE TENERIFE: UN POCO DE HISTORIA.......... 67 Aspectos generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67 El cabotaje . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68 Las unidades de estudio y los orgenes de la pesca en ellas . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69 Las factoras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72 Tnidos y otros tipos de pesca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73 Los motores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 4 La marcha de las factoras y otras revoluciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 4

    LA HISTORIA RECIENTE DE UNA EXPLOSION DEMOGRAFICA......... 75 l. El perodo 1950-70: inmigracin, articulacin econmica y cambio sociocultural 75 2. El perodo 1970-81: del desarrollo agrario a la explotacin turstica . . . . . . . 79

    DEL BARCO DE POZO AL BERMEANO: ANALISIS DE UNA TRANSFORMACION ANUNCIADA. . . . . . . . . . . . . . . . . . 81 Los barcos de las factoras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81 Competencia, prstamos, alianzas y capital de tierra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82 Limitaciones en los medios de produccin: del barco de pozo al bermeano. . . . . . 83 La crisis: el ocaso de los barcos grandes y el impacto del turismo . . . . . . . . . . . . . 84

    LA PESCA HOY: ESTRATEGIAS Y UNIDADES PRODUCTIVAS . . . . . . . . . . . 84 Los rnidos: evolucin, cambio tecnolgico y ciclo productivo . . . . . . . . . . . . . . . . 85 La pesca de costa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86 Unidades y estrategias productivas en las comunidades estudiadas. . . . . . . . . . . . . 87 Reparto del producto y comercializacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89

    A MODO DE CONCLUSIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90

    APENDICE: TECNICAS DE PESCA ARTESANAL EN EL SUR DE TENERIFE. 93 Tcnicas pasivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93 Tcnicas activas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94

    BIBLIOGRAFIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96

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  • PROLOGO

    En el presente trabajo 1 abordaremos el tema de la pesca ar-tesanal en la zona sur de la isla de Tenerife. Dentro de esta parte de la isla la zona ms favorecida para la pesca es la del suroeste. En ella encontramos durante casi todo el ao las

  • INTRODUCCION

    Podemos comenzar esta memoria de la investigacin realiza-da sobre el sur de Tenerife, reflexionando brevemente sobre la ndole de los trabajos acerca de la pesca que se han realizado en nuestro archipilago.

    Numerosos han sido stos, y entre los autores que los firman podemos encontrar una plyade de nacionalidades. Son famo-sos los textos de Berthelot (1840; 1868), de Silva Ferro (1875), de Lallemand (1892), de Glas (1764), de Stassano (1890-91), etc. Tambin autores espaoles se ocuparon de esta problemtica. Val-gan como muestra los trabajos de Saez Reguart (1791), Puente y Olea (1885), Prez del Toro (1881; 1892) y Rodrguez Santama-ra (1923), por citar unos pocos.

    Tanto unos como otros podemos afirmar que tenan puntos esenciales en comn. El fundamental era la preocupacin por el banco pesquero canario-sahariano como fuente de riqueza que estaba siendo desaprovechada. Ello les mova a publicar a los cua-tro vientos su riqueza, en cantidad de capturas posibles y varie-dad de especies.

    La atencin de estos investigadores haba sido atrada preci-samente por esta riqueza, que desde Glas era conocida en mu-

    des rasgos vienen a coincidir con las menores de 13-14 metros de eslora), y especialmente en aqullas que no sobrepasan los 5 TRB. El segundo en aquellas superiores a estas dimensiones y tonelaje. Evidentemente la transicin entre estos dos grandes mo-delos toma la forma de un continuum.

    ,,,

    ~'""'"'"""" ~ PlayiiSflnti .. go chos pases. A la pesca en el banco pesquero canario-sahariano , En el mapa se observan las islas de Tenerife y La Gomera, con las ciudades se dedicaban los pescadores canarios prcticamente desde la po- fundamentales Y /Qs pueblos de pescadores en la costa. ca de la conquista de las islas, y an antes la haban realizado pescadores de diversas zonas de la pennsula (Rumeu 1956). Sin embargo, mucha menos atencin reciba la pesca que podemos denominar artesanal, aquella que se realizaba en las costas de las islas en pequeos barquillos cuya tripulacin sola oscilar entre una y cinco personas, que a remo o con vela latina surcaban nues-tras aguas.

    Quiz esta definicin de lo que entendemos por pesca artesa-nal pueda parecer un tanto vaga. Desde nuestra perspectiva re-sulta importante tener claro el significado de este concepto, pa-ra saber de qu estamos hablando en el caso concreto del sur de Tenerife que ahora nos ocupa.

    La transicin, la delimitacin, entre pesca artesanal e indus-trial tiene un carcter en cierta medida gradual. Entendemos por pesca artesanal aquella que se realiza dentro del permetro de la plataforma submarina de cada isla o en sus cercanas por barcos de hasta unos doce metros (en la actualidad), que no suelen salir del archipilago en sus faenas. Por pesca industrial aqulla que se realiza con medios de produccin ms sofisticados y costosos, la que utiliza embarcaciones mayores que las antes indicadas y que suele desarrollar sus faenas lejos de las islas. Los rasgos que apuntamos se ven acompaados por otros de carcter tecnol-gico (artes de pesca empleados) y muchos ms de carcter social que resultan esenciales para nosotros. El reparto del producto en ambos casos suele seguir patrones diferentes; la estructura de la tripulacin tambin es distinta, tanto en nmero como en las ca-ractersticas de su composicin y las relaciones a su interior. El tiempo que se pasa sin tocar puerto es completamente diferente, y las capturas tambin; en general podramos decir que la pesca industrial participa mucho ms de los rasgos que posee una em-presa capitalista que la artesanal.

    Precisando un poco nuestra delimitacin entre flota artesanal e industrial, podramos decir que el rasgo diferenciador subya-cente a la misma no es otro que las relaciones sociales de pro-duccin dominantes en uno u otro tipo de flota. En la artesanal predominan las relaciones de produccin precapitalistas mien-tras que en la industrial lo hacen las de ndole ms propiamente capitalista. Desde nuestra perspectiva el primer modelo lo ha-llaremos en las embarcaciones menores de 20 TRB (que a gran-

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    O 5 lOkm. 1 " 1 1 1 11 1 1

    Se ha destacado en este mapa la zona de Tenerife que abordamos en nuestro estudio, incluyendo las comunidades analizadas, las sedes del municipio y las vz'as de comunicacin fundamentales.

  • Un elemento esencial CQnexo a las dimensiones de las embar-caciones en su tripulacin. Por ejemplo Sanz Menndez afirma para el caso de Lugo que:

    '' se deduce una clara diferencia cualitativa -al menos en cuanto se refiere al empleo- entre las embarcaciones de menos de 20 TRB y las de ms. En las primeras el nmero medio de tripulantes es de 3,2 por embarcacin, mientras que en el resto, las de ms de 20 TRB, las tripulaciones oscilan entre 12,8 y 16,0 marineros (p. 210).

    En las tripulaciones de tamao habitual en las embarcacio-nes de ms de 20 TRB, resulta muy difcil encontrar los rasgos esenciales del tipo de cooperacin precapitalista:

    El tipo de cooperacin capitalista es radicalmente distinto del existente en las formas precapitalistas, que se fundaba en la exis-tencia de unas condiciones de produccin que eran propiedad co-mn y en los individuos que estaban ligados a una entidad comu-nitaria (pp. cit., p. 213).

    Efectivamente, resulta bastante extrao que hallemos en uni-dades productivas de este calibre propiedad comn>> y ligazn a una entidad comunitaria, que en este mbito por antonoma-sia habra d consistir en relaciones de parentesco. El caso cana-rio en cuanto a barcos de ms de 20 TRB no se aleja mucho de los datos ofrecidos por Sanz Menndez.

    En las embarcaciones menores de 20 TRB la tripulacin me-dia es de 2,8 personas, y para aqullas cuyo tonelaje oscila entre 20 y 100 TRB la tripulacin media es de 13,2 personas 2 Des-de nuestra perspectiv,a en el caso de las embarcacioes de menos de 20 TRB -y especialmente en el caso de las ms pequeas al interior de esta categora- la propiedad es muchas veces fa-miliar y la explotacin tambin tiende a serlo, pues muchas ve-ces no resulta necesario meter a gente de la calle>> en la unidad productiva al ser sta de reducidas dimensiones. Sin embargo, cuando el nmero de marineros aumenta se produce el alejamien-to de stos respecto a los medios de produccin, con lo que em-pieza a darse uno de los rasgos esenciales de una relacin social de produccin capitalista.

    Muchos autores no consideran esta realidad. El propio art-culo de Sanz Menndez es una especie de rplica a Gonzlez La-xe, a quien acusa de sobreestimar el papel de las relaciones so-ciales de produccin precapitalistas en la pesca gallega. Quiz uno de los elementos que colaboran a ocultar el carcter muchas veces capitalista de las mismas es el hecho de que el sistema de remuneracin de los trabajadores es, quedndose el armador alrededor de un 50 % del producto obtenido, y pasan-do el resto a ser partido>> entre los productores directos de for-ma a veces tambin diferencial. Evidentemente el sistema a la parte se halla presente en el modelo precapitalista, pero en am-bos casos sus funciones son distintas. Podemos recordar aqu unas afirmaciones de Godelier:

    Un error comn a los numerosos especialistas "positivistas" de las ciencias humanas, sean demgrafos, economistas, antrop-logos o historiadores, error que les hace descuidar o rechazar la hiptesis marxista del papel determinante en ltima instancia de la infraestructura econmica, es el de confundir la jerarqua visi-ble de las instituciones y la jerarqua real, invisible de las funcio-nes asumidas por estas instituciones>> (Godelier 1974, p. 242).

    2 Cifras elaboradas a partir de los datos del Anuario de Pesca Martima, sis tematizados por el EDEIC en el n.0 28-29 de Dossier Canarias, p. 101.

    El sistema a la parte ha de ser analizado de manera completa-mente enlazada con el tema de la pCQpiedad de los medios de pro-duccin. Mientras en el caso de las embarcaciones. menores es poco frecuente hallar entre sus tripulantes personas totalmente

  • es el control que por parte del armador en la pesca industrial se tiene sobre el proceso de comercializacin del producto. Mu-chas veces, adems, el mismo armador es una empresa conser-vera, con lo que su dominio sobre todo el proceso es absoluto. El carcter capitalista de este tipo de pesca por tanto queda ple-namente justificado 3

    Hasta aqu nuestra caracterizacin de por qu la divisin se-alada entre pesca artesanal e industrial. Otras definiciones po-dran ser hechas, pero sta es la que nos parece ms adecuada, aunque somos conscientes, por ejemplo, de que el trmino se ha utilizado de manera no coincidente con nuestra definicin y de que otras tipologas de la flota pesquera canaria han sido realizadas. A la vez puede ciertamente establecerse una clasificacin de la flota que hemos denominado , la cual, por supuesto, incluye a su interior unidades de explotacin con una caracteriologa lo suficientemente variable como para justificar perfectamente una diferenciacin conceptual.

    Hemos citado anteriormente alguno de los estudios ms sig-nificativos que sobre la pesca en Canarias se haban realizado hasta comienzos del presente siglo. Tambin vimos cmo stos centraban su mbito de estudio en la pesca desarrollada en el ban-co pesquero canario sahariano, que nosotros hemos caracteriza-do a grandes rasgos como , diferenciada de lo arte-sanal. Sin embargo, esta ltima tiene una entidad hoy en da no-table, o al menos notoria. Resulta habitual ir a estas comunida-des de pescadores a comer pescado , en restaurantes a propsito o a comprar viejas, sargos o samas a pie de playa. C-mo es que de esta pesca prcticamente no se haba ocupado na-die hasta hace escasamente quince o veinte aos? ... Esta pregun-ta la intentaremos contestar en el siguiente apartado.

    APUNTES PARA LA HISTORIA DE LA PESCA ARTESANAL EN LAS ISLAS

    A la hora de escribir sobre la pesca artesanal en las islas qui-zs deberamos tratar previamente de la historia del pescado en las mismas. Pescado como alimento de los canarios, y especfi-camente de las clases trabajadoras.

    No resulta problemtico afirmar que el pescado constitua has-ta hace muy pocos aos una parte fundamental de la dieta de los pobladores del archipilago. Por ejemplo, respecto a Grana-dilla en Tenerife, y a la isla de El Hierro, Escolar Serrano nos dice alboreando el siglo XIX lo siguiente:

    Granadilla Conservacin reducida en lo que se refiere ala carne fresca. La carne sa-lada de cerdo se vino usando, segn testimonios reales recogidos, hasta no hace muchos aos pero su costo no resultaba competitivo con el pescado salado, aun-que su conservacin quizs fuera similar.

  • Otra cita de una novela de D. Benito Prez Armas puede tam-bin darnos una idea de en qu medida esto permaneca un si-glo ms tarde:

  • ofrece la mole de la isla. Un manuscrito de Hermosilla y Manci-que nos cita ya en 1785 de las caractersticas de estas calmas en Gran Canaria:

    > 6

    Por otra parte, las caractersticas mismas de las calmas del Sur de Tenerife son en cierta medida especiales. En esta isla las cal-mas podemos decir que son mayores que en las restantes. Ve-moslo con las palabras de un pescador:

    >.

    Precisamente casi todo el estudio que emprenderemos aqu se halla centrado sobre comunidades situadas en esta zona de cal-mas (Los Cristianos, Playa San Juan, y Alcal). Vemos cmo las describe un pescador de Playa San Juan:

    Norte ... porque~ el sur verdadetolfS,deda Rasca a Santa Cruz ... y el Norte es de Teno .. a .Sante..,Cruz ... '.

  • cedo res de la pesca de costa y les resultara superfluo el adquirir alg-o que por s mismos podan conseguir. Quizs en aquellos pue-blos que se encontrasen ms alejados de la costa la adquisicin de pescado salado procedente de la costa del sahara o de la isla resultase ms lgica, pero, de cualquier forma, la evidencia his-trica que conocemos hasta ahora parece apuntar a que no exis-tieron estas comunidades de pescadores de costa como separa-das de los agricultores hasta ese siglo o finales del pasado, y en todo caso lo que se daba era una combinacin en determinadas comunidades (Puerto de la Cruz, Agaete, etc.) entre el cabotaje, la agricultura y la pesca por parte de grupos sociales no siempre diferenciados al interior de una determinada poblacin. Esta falta de diferenciacin, esta escasa poblacin dedicada a las faenas de pesca en las costas de las islas, junto con las perspectivas de futu-ro ms halageas que presentaba la costa africana, provoc la escasa atencin prestada por los estudiosos y por los de la poca a la jesta realizada en las costas de las islas.

    LA PESCA EN EL SUR DE TENERIFE: UN POCO DE HISTORIA

    Aspectos generales

    El Sur de Tenerife se ha caracterizado desde siempre por con-tar con puertos con buenas condiciones, a causa de encontrarse abrigados por la isla de los vientos ms peligrosos y frecuentes. Como deca Abre u Galindo, Tenerife ...

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    que podramos suponer. No solamente se dedicaban al cuidado de la casa, de los hijos y a la venta de pescado. Adems deban en muchas ocasiones participar de las mismas faenas pesqueras. En Los Cristianos tenemos referencias. de que las mujeres parti-cipaban en la pesca, por ejemplo, con los . Se desnu-daban y tiraban de las redes hacia tierra junto a los hombres sin problemas morales de ningn tipo -y eso en el siglo pasado-. Otras veces salan a pescar con sus maridos:

    EREZ: Los Cristianos y su historia 11, La fbrica, Alcohol, resina, puzolana, cuartel y turismo. El Da, 27 de enero de 1985.

    tJ lsaas PEREZ: Los Cristianos y su historia III: Los barcos: una pgina de oro, El Da, 21 de marzo de 1985, p. 3.

    14 Entre las embarcaciones de esta empresa podemos citar, por ejemplo, el Ajax, de unas 200 toneladas, el Tacoronte, entre 300 y 500 toneladas, el Sotileza, de 350 toneladas y vendido posteriormente a los Rodrguez Lpez, el Coln de unas cuatrocientas toneladas, La Cabra,

  • papel en este mbito 16 , al igual que los barcos de Juan Padrn 17 Otras muchas fueron las empresas de cabotaje que tuvieron

    su papel en el trfico comercial de la zona. En su mayora tienen en comn la fecha de finalizacin de sus actividades que pode-mos cifrar como muy tarde hacia el final de la guerra civil. Pero vemos brevemente cules eran las relaciones entre pesca y ca-botaje antes de la cada de este trfico. Los pescadores en esta poca eran escasos, sobre todo antes de que se inst~laran en la zona las primeras fbricas de salazn o conservas:

    Antes de los italianos aqu haba pocos pescadores? Nada, hombre, nada ... y todo el mundo embarcado en barcos,

    el Adeje, el Amir, el Gadir, el Tacoronte, Santa Ursula ... Antes de las fbricas todo el mundo en barcos por ah? S... y el pescado as.>>

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    nas de calmas>>, nos encontramos con que, en principio, los lu-gares ms favorecidos por la ecologa se encuentran en la costa que va desde Los Cristianos a los Acantilados de los Gigantes.

    Efectivamente, sta es la parte de la isla en que durante un ma-yor perodo de tiempo en el ao se puede salir a la mar. Adems es tambin una zona bastante favorecida por el trnsito de los cardmenes de tnidos. Estos dos ltimos elementos la configu-ran como un buen lugar para el emplazamiento tanto de comu-nidades de pescadores como de industrias de salazn y conser-vas. De las comunidades pesqueras que actualmente se hallan si-tuadas en esta zona nosotros analizaremos las siguientes: Los Cris-tianos, Alcal y Playa San Juan. Comenzaremos mostrando algu-nos aspectos de la evolucin demogrfica de Playa San Juan y Al-cal.

    La evolucin demogrfica de la zona se vio marcada por un incremento ms o menos continuo de la poblacin, aunque con ciertos altibajos. La explicacin de las causas de los altibajos pro-ducidos entre las dos comunidades antes de 1950 posee ciertas dificultades, pues los padrones correspondientes a estas fechas se hallan extraviados y no podemos conocer la evolucin de las actividades de los pobladores de la zona como sera deseable. El incremento poblacional ms significativo se efecta en la dca-da de 1950 y especficamente entre 1955 y 1960. El motor de este desarrollo demogrfico fue la agricultura, que por esta po-ca conduca al abancalamiento de fincas en torno a la zona de Alcal. El volumen de trabajo que esta tarea implica es impor-tante y atrajo en su momento a numerosa mano de obra. Vaya-mos con los datos que proporcionan los nomenclators:

    HABITANTES 20

    AL CALA PLAYA SAN JUAN TOTAL

    1900 152 T.M.I.A" 54 T.M.I.A. 206 T.M.I.A 1910 233 4,36 103 6,67 336 5,01 1920 170 -3,10 192 6,42 362 0,74 1930 247 3,80 182 -0,53 429 1, 71 1940 311 2,33 197 0,79 508 1,70 1950 346 1,07 275 3,39 621 2,02 1960 1.146 12,72 1.118 15,05 2.264 13,81 1970 2.078 6,13 1.201 0,71 3.279 3,77 1981 2.510 1,73 1.411 1,47 3.921 1,62

    Vemos en ellos cmo la evolucin de la poblacin sigue un curso ascendente continuo desde comienzos de siglo, sobre todo si con-sideramos a Alcal y Playa San Juan como una unidad. Ante esta perspectiva el aumento es permanente, an cuando los porcen-tajes puedan variar de unas dcadas a otras. Si consideramos a cada una de las comunidades por separado encontramos unos pequeos puntos de inflexin en el crecimiento poblacional (Al-cal 1920 y Playa San Juan 19 30) que pueden ser explicados por trasvases de poblacin entre una comunidad y otra, aunque al no disponer de los padrones de la poca difcilmente podremos comprobar la hiptesis. Quizs los motivos de este trasvase .. po-dramos hallarlos en la temprana instalacin de una firma de sa-lazn en el emplazamiento que posteriormente superara la f-brica de los Flori. Ello motivara un primer trasvase de pobla-cin hacia Playa San Juan que con su fracaso volvera posterior-mente al lugar de origen, explicando as la cada poblacional de

    20 Fuente: Nomenclator I.N.E. Elaboracin propia. 21 Este porcentaje corresponde a la tasa media de crecimiento anual de la

    poblacin durante un perodo intercensal medido en tantos por cien. Para ms detalles ver, por ejemplo, Burriel 1975, p. 4. Las tasas aqu obtenidas lo son

    70

    Playa San Juan en la dcada siguiente. El crecimiento hasta 195 5 se mantiene a un nivel bastante estable, aunque entre 1910 y 1920 el porcentaje disminuye ligeramente. Ello se corresponde con el anlisis pe Burriel para todo el mbito canario. Para este autor, en el anlisis del poblamiento canario:

    (1975, pp. 4-5).

    La causa de este retroceso en el crecimiento es la primera gue-rra mundial. Su impacto sobre la economa de los pases recep-tores de las exportaciones canarias, y el bloqueo martimo ale-mn, signific un descenso radical en el comercio. Los produc-tos agrcolas canarios se convirtieron en productos de lujo para los pases europeos receptores (Op. cit., p. 6-7).

    El resultado es un estancamiento del crecimiento canario, a un ritmo del 0,3 por 100 anual, frente ar casi O, 7 espaol. La crisis es general, pero bastante ms acentuada -emigracin mucho mayor- en Tenerife y La Palma ... (Op. cit., p. 7).

    A estos factores obedece con toda probabilidad el descenso del incremento de la poblacin que hallamos en la zona entre los aos citados. En el resto de los perodos intercensales se mantiene un incremento de la poblacin ms o menos constante.

    El ... ca~ed.os,Qiso&.aaoll' es en bii"Otla medida diferente al de las dosCOI'lHUidades analizadas ante.riormente. El crecimiento es todava4Jls elevado: '

    Ao LOS CRISTIANOS 22 T.M.I.A.

    1900 77 1910 213 10,71 (1901-10) 1920 283 2,882 (1911-20) 1930 449 4,724 (1921-30) 1940 781 5,691 (1931-40) 1950 904 1,473 (1941-50) 1960 1.151 2,445 (1951-60) 1970 2.424 7,732 (1961-70) 1981 3.804 4,182 (1971-80)

    En el total de los aos el incremento medio anual de Los Cris-tianos es de un 4,93 %, mientras que el correspondiente a las comunidades de Playa San Juan y Alcal tomadas como un con- ' junto es de un 3, 74%. Ambos ndices resultan bastante eleva-dos y son producto bsicamnte de las transformaciones reali-zadas en el poblamiento en las dcadas de 1951-60 (Alcal, P. San Juan) y 1961-70 (Los Cristianos). Posteriormente nos aden-tramos con mayor profundidad en lo que significan todos estos datos, abordando a fondo el estudio de una serie de padrones que toda,vase conlt',._y. que.a'I.IOjanJuwobre numerosos as-pecros del anlisis demogrfico. Ahera analizaremos las que han sido granclesMneas de la pesea en estas comunidades.

    La pesca en la zona parece datar de tiempo inmemorial. Nos ha resultado imposible precisar datos, por ejemplo en Alcal, de la fecha en que los primeros pescadores ms o menos a ti e m-

    respecto a la dcada anterior de aquella frente a cuya fila se encuentran; por ejemplo, la rasa que se halla enfrente de la fila de 1910 se correlaciona con los aos que van de 1901 a 1910.

    22 Fuente: Nomenclators del I.N.E. Elaboracin propia.

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    po completo se instalaron en ella. En Los Cristianos la fecha de asentamiento de los primeros pescadores se puede cifrar hacia 1900. El primer pe~rcador nacido en Los Cristianos fue Juan Va-riajo, hijo de una familia de pescadores temporales y nacido ca-si >

    La historia de los pescadores de esta comunidad podemos de-cir que en cierta medida se halla ligada a la de una familia, la

    23 Ver Pascual, et. t1l. 1982. 24 Red de cerco que se tenda a la mar por personas a nado que se encarga-

    ban de llevar sus extremos a la orilla, encerrando el pescado. En este arte de pesca participan las mujeres que tambin se proviene de una ancdota su cedida al abuelo de los actuales artistas,Jos Martn Alfonso. Resulta que cuan do montaron el altar de la iglesia de Arona vinieron unos tcnicos de Las Pal mas a hacerlo por su complicacin, y cuando ya lo haban armado les qued bajo. Total que el primer artista ante el problema pidi que lo dejaran solo en la Iglesia, que l lo arreglaba por su cuenta. Tal hicieron y cuando ya se en

    de los 26 Tuvo hornos de cal, y fue de las primeras que utiliz chinchorros en la comunidad -hacia 1920-, arte aso-ciado a los pescadores de Los Cristianos en la zuqa Suroeste de Tenerife.

    Las faenas con los chinchorros son caractersticas de la histo-ria de muchos pueblos pesqueros en Canarias. Ocupaban bas-tante mano de obra y en su poca a mucha gente:

    Los chinchorros actan bsicamente sobre especies pelgicas y normalmente alcanzan capturas bastante grandes, aunque pr.e-cisan de una mano de obra elevada. En general fueron sustitui-dos en las islas por las traias, que inciden sobre el mismo tipo de especies sin exigir tanta mano de obra y obteniendo capturas mayores.

    Tambin pescaron durante mucho tiempo con sa1:dinales y traias 27 a partir de los aos cuarenta.

    Los tambin fueron los primeros en contar con un barco de motor en la comunidad, llegaron a tener embarcacio-nes de cabotaje 28 , camiones para el transporte del pescado a los pueblos o barrios cercanos. Esta misma familia tuvo tambin c-maras de congelacin y refrigeracin. Antes de ello combinaba las actividades de captura de la pesca con faenas de salazn, al igual que lo hacan varias familias ms de Los Cristianos:

  • f !

    1

    t y todo eso se vendan las jareas. Eso le decamos jareas, pescado salado. Se salaba el arenque, la caballa, la boga, todo lo que co-gan los amaos esos.

    La cita anterior nos ayuda a comprender cul era la naturale-za de la combinacin de las actividades econmicas de los pes-cadores tradicionales de Los Cristianos. Por una parte se com-binaba la pesca de los tnidos con la de otras especies pelgicas cuando los primeros escaseaban. Por otra, no slo se trabajaba en el sector estrictamente extractivo de la pesca, sino que tam-bin se prestaba atencin a aquellas facetas que tienen que ver ms con la comercializacin y/o preparacin del producto co-mo es el caso de las salazones. Adems, resultaba tambin fun-damental la pesca de especies demersales para el consumo en fres-co de la zona o tambin para su secado -jareas-. Esto nos ayuda a valorar la importancia de la imprevisibilidad de la venida de los tnidos, y cmo deban mantenerse actividades econmicas de reserva para las pocas de escasez.

    Hacia 1956 los

  • Gomera previamente, y con la instalacin de estas dos factoras controlaban prcticamente toda la zona.

    Ello no siempre signific especial prosperidad para la misma. El monopolio que ejercieron ambas empresas sobre la pesca sig-nific ms bien una explotacin sistemtica de los pescadores que en ella desarrollaban sus actividades.

    Un ejemplo lo tenemos en Alcal. Cerca de la comunidad no haba pozos de agua para consumo humano, lavado de ropa, etc., que permitieran obtenerla de manera constante durante todo el ao. Ante esto, los Rodrguez Lpez instalaron una tubera que la conduca hasta el pueblo, y que a la vez serva para las necesi-dades de la fbrica. Pero slo permitan el uso de esta agua a las familias de aquellos pescadores que les vendan a ellos el pesca-do. La factora de los Lloret se uni pronto a la de los Rodrguez Lpez y entre los dos 33 monopolizaban el caudal de esta tube-ra. Y las familias de los pescadores que no trabajaban para ellos haban de ir a buscarla a una especie de manantial, sito en los acantilados de los Gigantes, a unas cuantas millas de la comuni-dad. El caso de Playa San Juan es bastante similar a este ltimo. Tambin aqu el agua era un elemento preciado y del que slo se dispona tras un esfuerzo importante en transporte. Vemos las palabras de un pescador de esta comunidad hablndonos so-bre el tema:

    En Los Cristianos no tuvieron tanto problema con estas cues-tiones, al contar con varios pozos en sus cercanas. Por ejemplo podemos hablar de ...

  • Esta sai, la recogida de los charcos, no era suficiente para man-tener un esfuerzo pesquero creciente, como el que se produjo en la zona conforme el presente siglo avanzaba. Las salinas se gene-ralizaron y la sal obtenida de ellas se enviaba tambin a La Go-mera o a otros lugares de la isla.

    No siempre se obtena pesca en las cercanas de la comuni-dad. En muchas ocasiones sta se realizaba cerca de otros pue-blos de pescadores, y sola venderse en los mismos a las mujeres de la zona, que posteriormente se encargaran de distribuirla. Con el desarrollo del transporte por carretera se optara por otros modelos:

    El transporte, y con l este tipo de pesca, se h~ba comenzado a desarrollar desde antes de la guerra. Se trataba de camiones de intermediarios provenientes en buena medida de otras zonas de la isla (La Laguna, Igueste ... ). A quienes les era vendido el pes-cado a precios irrisorios:

    >

    Especialmente este desarrollo de la pesca acaeci a partir del ao 193 5, con la realizacin de una pista desde Granadilla hasta Alcal y Playa San Juan:

    Eso era por el ao 3 5, que fue cuando se abri la pista de Gra-nadilla a aqu. A seis perras un kilo de viejas. Esas perras valan, pero eran pocas perras.>>

    Por esta pista podan circular los camiones que comunicaban la zona con el resto de la isla y que transportaran el producto de la pesca a otras partes de ella.

    Las factoras no slo supusieron un desarrollo de la pesca y del nmero de pescadores en la zona, sino que tambin en oca-siones provocaron fenmenos inmigratorios:

  • Aqu s, aqu s hace lo menos veinte aos. Aqu s hace bien los veinte aos. Pero aqu no dejaban poner ninguna, ni en Los Cristianos ni en ningn sitio, ni en Santiago del Teide sino ellos, que estaba cubierto con ellos dos no? Pero cuando dijeron ... Va mos a cerrar!, nos quedamos sin factora ...

    La influencia para los pescadores de este hecho no result cru cial. Lloret, en los ltimos aos que estaba aqu, ni siquiera con servaba el pescado todava en su factora de Playa San Juan, sino que lo enviaba a la Gomera. Adems, les haba surgido a ambas conserveras la competencia de otros compradores de las islas o la pennsula, que problematizaban su monopolio desde los aos cincuenta. El puesto de Lloret y de Rodrguez Lpez lo ocuparon en Alcal y Playa San Juan intermediarios de la zona, que, toda va hoy, comercializan prcticamente todo el pescado que se ob tiene en la misma.

    Las cruciales transformaciones producidas en los ltimos cua renta aos, y que dan lugar a la configuracin que en nuestros das presentan estas comunidades, no tuvieron lugar nicamen te en la pesca. En la agricultura se produjeron transformaciones ms importantes todava. Haca la dcada de los 50 se desarro li una revolucin en los cultivos de Playa San Juan y Alcal. Se comienzan a fabricar bancales en la costa sobre terreno volcni co para el tomate y el pltano, especialmente para el primero. Esto condueira a la transformacin demogrfica que se percibe en los nomenclators y padrones entre 1950 y 1960:

    AL CALA PLAYA SAN JUAN

    Total:

    1950

    346 275 621

    1955

    610 418

    1.028

    1960

    1.146 1.118 2.264

    La importancia de este salto demogrfico es evidente. Lapo blacin total de las dos comunidades se multiplica por 3.64 en 10 aos, lo que implica una inmigracin fortsima a esta zona. Resulta especialmente interesante hacer una descripcin demo grfica detallada de esta evolucin, lo que realizaremos en el a par tado siguiente a partir de los padrones de la poca.

    El caso de Los Cristianos no deja de ser igualmente interesan te, si bien la transformacin se producir una dcada ms tarde y tendr un origen bien diferente: el desarrollo del turismo. Tam bin este proceso ser objeto de estudio en el siguiente apartado.

    LA HISTORIA RECIENTE DE UNA EXPLOSION DEMOGRAFICA

    . Hasta aqu hemos estado escribiendo sobre el proceso evolu nvo en lo que a tecnologa pesquera y poblamiento se refiere. Se han trazado las caractersticas de un amplio perodo que va de 1900 a 1950. Ahora analizaremos el perodo 19501981. Lo ha remos, asmismo, desde una perspectiva demogrfica pero mos trando su expresin en lo que al desarrollo econmico se refiere. No obstante, el perodo demogrfico lo dividiremos en dos: 1950 70 y 1970-81. De ambos el primero presenta las caractersticas propias de una en el contexto histri co de la zona y el segundo muestra la situacin actual.

    39 Ver M. Carmen DIAZ RODRIGUEZ: 1982, p. 166 para el caso de Gra nadilla.

    l. , El perodo 19 50-70: Inmigracin, articulacin econmica y cambio sociocultural

    En las dos dcadas 1950-60 y 1960 70 se produ-ce una multi plicidad de fenmenos demogrficos en Canarias de enorme in ters, especialmente relacionados con las migraciones y el cam bio en la distribucin espacial de la poblacin.

    Ya Canarias en la segunda mitad de los aos 40, y especial mente la provincia de Sta. Cruz de Tenerife, sufri un proceso migratorio a Amrica (Venezuela), motivado por la confluencia de varios factores: a) el cambio de rgimen poltico y persecu ciones por esta causa, lo cual gener una emigracin clandesti na y b) crisis econmica por las sequas de 1944 y 1948 (Colecti vo 78: 1981, 1312). El perodo comprendido entre 1950 y 1958 con el acceso al poder del dictador Prez]imnez favoreci la mi gracin, de tal modo que se ha evaluado que entre 1946 y 1962 un total de 86.000 personas salieron de la provincia de Tenerife por slo 9.000 de la de Las Palmas (Garca Fernndez,].: 1965, 147). A partir de 1958-60 remite la emigracin. Los cambios po lticos en Venezuela y la nueva poltica inmigratoria, concretada para el caso canario en la aceptacin solamente de personas que tuvieran familiares nacionalizados o empadronados en Venezuela, o fuesen mano de obra cualificada, produjo un parn migrato rio y un proceso de retorno que se inicia en 1955, evaluado para el caso de la provincia de S. C. de Tenerife en un 40 % (Ibidem 1965, p. 155).

    Pero este proceso migratorio a Amrica no fue la nica forma de equilibrar recursos econmicos y demografa. En los aos 50 la coyuntura favorable de los mercados exteriores para los pro duetos agrcolas (tomates y papas) gener focos de demanda de mano de obra. Ello tuvo lugar, en especial, en las zonas Sur de las islas, en concreto Tenerife, Gran Canaria y Fuerteventura. En esta ltima se perforan pozos, siendo los municipios de Tuineje y Gran Tarajallos nichos poblacionales receptores de mano de obra de prcticamente todas las islas del archipilago (A. Gal vn & A. Melo, 1981, 90). Las zonas sur ofrecan dos factores favorables al cultivo del tomate: tierras semisueltas con alto com ponente en caliza, y sol (de 23 a 24 C. de da y superiores a 14 C. de noche). Slo era necesario conseguir el agua -que no necesariamente haba de ser de alta calidad- pues-el cultivo exige una media de 8.500 metros cbicos por hectrea (Villalba Mo reno, E. 1978, 22). En Tenerife, el Canal Sur, comenzado en la dcada de los cuarenta, posibilit la apertura de nuevas galeras ampliando las superficies de regado, registrndose un fuerte aumento en las zafras del cultivo del tomate en los aos 1951152 y siguientes. Posteriormente se construyeron el Canal Interme dio y el Canal del Estado, ambos a cotas inferiores, con una ca pacidad de transporte entre los tres canales de 1.200 litroslseg. (Ibidem 1978, 32) .

    En Gua de Isora, en 1932, se perfora la galera de la Monta a del Cedro, en el barranco de Tjara y desde 1945 otras ms. Esto producir la inmigracin de los habitantes del Norte de la isla, especialmente de La Victoria, Santa Ursula y la Matanza a trabajar en la sorriba y los abancalamientos. Emigrantes aVene zuela de los aos cuarenta regresan por el48 y 50, y en 195 3 una familia del lugar trae las primeras palas mecnicas al municipio.

    Vemos en palabras de una persona especialmente ligada a la administracin del municipio de Gua de Isora cmo se produ jo el proceso de desarrollo del tomate en la zona, que comenz en las inmediaciones de Alcal en direccin a Playa San Juan. Fueron otns focos los municipios de Adeje (Faab), Arona -donde est situada la comunidad pesquera de Los Cristianos-y Granadilla (San Isidro) 39 :

    75

  • il

    > (1978, p. 1278). resp~tivamen1!e.El total de pescadores es de 73 y 61 y la pobla

    cin,total acdva agraria 103 y 22. La Gomera, con una tierra cultivable inferior al io % de su

    superficie y con ms de 80 habitantes por kilmetro cuadrado en 1940, tena una presin demogrfica extraordinaria para una economa agrcola, lo cual le dio fcilmente una caracterstica: ser reserva de mano de obra de la isla de Tenerife. No haba lu gar para ms brazos y la poblacin absoluta en la dcada de los 40 y 50 queda estancada. Ello supuso una importante emigra

    Es decir, mientras Alcal tiene un tanto por ciento menor de pescadores (11,96% ), respecto de Playa San Juan (14,59% ), sin embargo presenta un mayor desarrollo agrario (16,88%) sobre sta (5,26 % .).

    o Fuenre: Nomenclators del I.N.E. Elaboracin propia.

    76

  • Es sintomtico a su vez que la poblacin activa agraria sea di-vidida en el padrn de 195 5 entre braceros y agricultores, sien-do siempre mayoritarios los primeros que alcanzan un 85,6%. A su vez en el caso de Alcal un 55,2% de la poblacin activa agraria es inmigrante, y en Playa San Juan un 28,5 7 %. Si bien en este caso debido al bajo nmero de inmigrantes (5 personas) su procedencia no es significativa, lo contrario sucede con Alca-l, donde, de los 50 braceros inmigrantes, 21 proceden de LaGo-mera (especialmente de Hermigua y de San Sebastin) y 20 del Norte de la isla de Tenerife (especialmente de Los Realejos, La Orotava y el Puerto de la Cruz). Diez de los quince agricultores son de Gua y el resto del Norte de la isla, mientras que en Playa San Juan no existen diferencias. La relacin, pues, braceros vs. agricultores nos hace suponer que estos ltimos trabajaban la tie-rra utilizando mano de obra temporera, siendo posiblemente fa-milias del casco urbano de la cal;>eza del municipio quienes em-plearon sistemticamente mano de obra inmigrante, en rgimen de aparcera.

    Como hemos indicado ms arriba, los asentamientos de in-migrantes son fundamentalmente de grupos domsticos, y as de los 88 braceros de Alcal 52' son cabezas de familia y con hijos braceros y en algunos casos varias hermanas braceras, madre sol-tera o viuda con hijo bracero.

    Sin duda, al 29,50 % y 19,85 % de poblacin activa del pri-mario de Alcal y Playa San Juan, respectivamente habra que aadir un tanto por ciento de albailes y comerciantes que se dedican a la construccin y sector servicios.

    En lo que se refiere a la poblacin pesquera inmigrante, nos encontramos con siete casos que proceden de entidades de po-blacin adyacentes a Gua de Isora (Adeje, Pto. Santiago) y La Gomera (especialmente Alajer y San Sebastin) para Alcal. Y en el caso de Playa San Juan de los nuevos inmigrantes dos son gomeros (Alajer, Valle Gran Rey), tres del norte de Tenerife (Ga-rachico y Puerto de la Cruz) y dos de la capital de la isla. Es decir que frente al 5 5,20 % y 28,5 7 % de poblacin activa agraria in-migrante, en el caso de los pescadores slo lo son un 9,58% y 14,75 %.

    Todo ello, a pesar de las diferencias, indica que en cierto mo-do la afluencia poblacional inmigrante afect a los pescadores. Algunas unidades domsticas con pescadores tienen algn miem-bro trabajando en otro sector. As de las 50 unidades domsticas de pescadores de Alcal diez compatibilizan otro sector, especial-mente comercio y agricultura (braceros). A ello seguramente se podra aadir algunas amas de casa que, segn el padrn, se de-dican a sus labores y trabajan eventualmente en los empaqueta-dos de tomates. En Playa San Juan no se encuentra ningn caso de compatibilizacin de la unidad domstica con otro sector ade-ms de la pesca, lo cual es explicable por la escasa incidencia del sector agrcola en 1955, y por la existencia de la conservera de Lloret Llinares en esta localidad.

    Pero los cambios de las comunidades pesqueras no slo afec-tarn a la vivienda, el desarrollo comercial y la diversificacin profesional. Tambin afectarn a la endogamia local existente. As en Alcal de las 50 unidades domsticas, en diez casos exis-ten matrimonios exogmicos. Por tanto, un 20 y un 23,68% res-pectivamente. Estos matrimonios son prcticamente de los aos 50.

    Por ltimo, indiquemos que de las cincuenta unidades doms-ticas de Alcal, con un total de 73 pescadores, en 30 casos slo es pescador el cabeza de familia. Casos en que nicamente en-contremos hijos pescadores hay ocho, y cabezas de familia con hijos pescadores en doce de ellos. En Playa San Juan encontra-mos slo hijos pescadores en dos casos, en doce casos padres pes-

    cadores con entre uno y tres hijos que siguen su ejemplo, y en 24 casos nicamente sern' pescadores los cabezas de familia.

    * * * Si en 195 5 Alcal y Playa San Juan tienen 610 y 418 habitan-

    tes respectivamente, la poblacin crece hasta 1%0 en estas co-munidades con una tasa media anual del 13,44 % para la pri-mera y de un 21,74% para la segunda, mientras que Los Cris-tianos mantendr durante la dcada una tasa de slo un 2,44 %.

    Si en 1950 la poblacin activa agraria inmigrante era de un 55,2% en Alcal y en Playa San Juan de un 28,57 %, en 1960 las dos comunidades contarn con un 86,52% y 68,64% res-pectivamente. Este aumento en el sector agrario por parte de Al-cal no impidi que el crecimiento anual total medio de Playa San Juan fuera superior, debido sin duda a que la carretera llega antes a este ncleo, desarrollndose un fuerte sector comercial y de servicios (chferes, albailes y mecnicos).

    De nuevo, significativamente, la poblacin inmigrante de Al-cal en el sector agrario procede en un 58,44% de La Gomera (especialmente de San Sebastin con 90 individuos, y a mucha distancia Hermigua con 27 personas y Agulo con doce). En el caso de Playa SanJuan se da esta misma tendencia pero slo en un 32,20 % (especialmente de San Sebastin). Pero, mientras en Alcal de la zona Norte de Tenerife (Sta. Ursula, Los Realejos, La Orotava, La Victoria y Los Silos) procede el 35,-65 % de los inmigrantes, en Playa San Juan alcanzan un 39,65 %, lo cual muestra una mayor inmigracin de mano de obra de Tenerife en Playa San Juan respecto a Alcal. En ambos casos comparativa-mente la inmigracin desde municipios de la banda Sur de la isla o de Las Palmas es mnima. En cualquier caso, los inmigran-tes son casi en su totalidad obreros agrcolas, segn la denomi-nacin del padrn.

    En lo que respecta al sector pesquero, se pasa de un porcenta-je de participacin en la poblacin activa del sector primario del 29,50% (Alcal) y 19,85% (Playa San Juan), a 2-6,75% y 38,12 % respectivamente en 1960. Estos datos muestran que el decrecimiento de Alcal respecto a Playa San Juan es debido al aumento global del crecimiento de la poblacin activa agraria en la primera comunidad. Pues mientras Alcal aumenta un 41,09 % de sus pescadores, Playa San Juan decrece con un -13,11%. Alcal dispone de 72 unidades domsticas, Playa San

    Juan slo tiene cuarenta. De ellas slo en 4 unidades domsticas de Alcal el cabeza de familia no es pescador, por siete en Playa San Juan. En cinco unidades de Alcal algn miembro trabaja en otro sector, mientras que en Playa San Juan alcanzan las siete unidades. En cualquier caso, el acceso a la agricultura se hace como jornalero y prefiriendo en todo caso profesion~s como co-merciante o albail.

    En lo que se refiere a inmigrantes, slo en Alcal aparecen pes-cadores, procedentes de Alajer y San Sebastin de La Gomera. Y la exogamia alcanza en esta comunidad un 13,88 % entre los pescadores, mientras que en Playa San Juan llega a un 32,50%, en casi todos los casos con carcter reciente.

    Habiendo presentado los datos demogrficos para las locali-dades de Alcal y Playa San Juan, vemos lo que sucedi en el caso de Los Cristianos.

    Hemos indicado ms arriba cmo el proceso demogrfico de este ncleo poblacional fue sustancialmente diferente a los de Al-cal y Playa San Juan. Los Cristianos haba logrado una alta tasa de crecimiento en 1940, con un 5,69 %. En 1950 y 1960, sin du-da ligado a la crisis de la postguerra y la emigracin a Amrica, su crecimiento baja a 1,47% y 2,44%. Ser en 1970 cuando la comunidad obtenga la tasa de crecimiento (7, 73 %) ms alta des-de 1910 (10, 71 % ).

    77

  • Ya en 1945, segn hemos podido detectar en el padrn de ha-bitantes, Los Cristianos tenan un total de 819 habitantes, de los que 57 eran pescadores adscritos a 3 7 unidades domsticas. La poblacin activa del sector primario inclua, asimismo, un total de 215 obreros agrarios, de un global para todos los sectores eco-nmicos de 318. Es decir, un 67,61 % de la poblacin activa de Los Cristianos eran obreros agrarios dedicados bsicamente al cultivo del tomate. En esa poca la carretera ya haba llegado a la comunidad, por lo que se observan la existencia de mecnicos y chferes, vinculados al traslado en camiones de mercancas por tierra.

    Del total de los obreros agrcolas, slo 26 son inmigrantes (12,09 % ), 7 de ellos de La Gomera y especialmente de Vilaflor y Granadilla. Desde temprana fecha en Los Cristianos, puerto importante en el Sur, desembarcaban unas veces con carcter clan-destino, y otras a travs de viajes especialmente organizados, mu-chas familias de gomeros que venan a trabajar a la zafra del to-mate y que progresivamente se asentarn en el pueblo. Pero la incidencia de este fenmeno en la fuerte endogamia de los pes-cadores era casi nula.

    Asimismo, tenemos una poblacin activa caracterizada bsi-camente por el sector agrario con un alto porcentaje de obreros agrarios sin tierras (67,61 %) que pertenecen a las familias del lugar, y un sector pesquero (17,92 %) que sin duda a causa de las tcnicas de pesca dominantes en esa poca (chinchorro ... ) ab-sorban posiblemente mano de obra agrcola, en pocas de esca-sa actividad en el campo; dado el carcter de la zafra del tomate.

    Veinte aos ms tarde, en 1965, la comunidad ha llegado a 1.452 habitantes pero el nmero de pescadores se mantiene cons-tante (57 individuos). La poblacin activa del sector primario alcanza a 256 de un total de 460 individuos que constituyen la poblacin activa total de la comunidad. Es decir, un 5 5,43 % tra-bajan en la agriculrura, y de este porcentaje un 71,48 % son obre-ros, jornaleros, peones y peonas. Se desarrolla el sector servicios, las comunicaciones aumenta. Comercios, trabajos de albaile-ra y mecnica se van generalizando.

    Si bien, la poblacin activa es predominantemente de Arona y de los municipios limtrofes, aumentan las familias de gome-ros que se asientan en la zona, ascendiendo su nmero a unas 30. Peones, peonas y jornaleros proceden de los municipios go-meros de V. Gran Rey, San Sebastin, Hermigua y Vallehermoso. Palmeros y canarios les siguen a mucha distancia.

    Desde 1957, como ha mostrado K. Moore (1978: 117-36) un grupo de suecos, lisiados a causa de la artritis, poliomielitis o alteraciones nerviosas, se asientan en Los Cristianos. Se abre en 19 (1978: 133). Los cambios fueron iniciados por Jos mismos aldeanos. El tipo de cambio no result de un

  • lo de funcionamiento de las unidades productivas. El aumento del tamao del barco exige ms mano de obra. Pero sta cuanto ms se aleja de los lazos de parentesco y vecindad es ms tempo-ral o inconstante. Por otra parte, los armadores-patronos que se han metido en una fuerte inversin se ven obligados a menudo a utilizar mano de obra extraa y barata como medio de amorti-zar la inversin, objetivo principal de su actividad econmica. Qu suceder cuando el barco est amortizado? De nuevo, qui-zs, aparezca lo que Radcliffe Brown denominara en su da el complejo fraterno>>, esencialmente inestable.

    2. El perodo 1970-81: del desarrollo agrario a la explosin turstica

    Si observamos la tabla siguiente vemos claramente cmo se produce un fuerte descenso durante ese lapso de tiempo en las tasas de crecimiento de Alcal y Los Cristianos. No obstante, en este caso el descenso en tres puntos es debido al desarrollo de otro foco turstico en las inmediaciones de la comunidad. Se tra-ta de Playa de las Amricas que, dividida por un barranco, per-tenece una parte al municipio de Adeje y otra al de Arona.

    HABITANTES 4t

    AL CALA PLAYA SAN JUAN LOS CRISTIANOS

    T.M.I.A. T.M.I.A. T.M.I.A

    1970 2.078 6,13 1.201 0,71 2.424 7,73 (1961-70) 1981 2.510 1,71 1.411 1,47 3.804 4,18 (197181)

    En 1986 prcticamente Los Cristianos y Playa de las Amri-cas estn comunicadas por carretera en el marco de un plan de urbanizacin que en 1990 nos ofrecer un tejido continuo entre ambas localidades. En 1975, por otra parte, se desarroll el puerto de Los Cristianos con la introduccin del punto de salida del Ferry-Gomera, que comunicar estrechamente Tenerife con La Gomera, isla que no posee aeropuerto. La comunicacin entre ambas islas, turstica por una parte y a la vez imprescindible pa-ra la misma poblacin gomera, se har cada da ms estrecha.

    El puerto de Los Cristianos en T.R.B. es el cuarto de los puer-tos canarios, superado slo por los de Sta. Cruz de Tenerife, Las Palmas y Arrecife. Constituye un espign de abrigo completo en das de mal tiempo. A l estn adscritos 150 barcos entre 550 kgs. y 66 T.R.B., si bien se percibe una cierta tendencia a la baja por la falta de una infraestructura completa. Muchos de estos barcos

  • Endogamia vs exogamia 43

    Sexo Mat. endogmicos Matrimonios exogmicos

    V 9 4

    Total

    7 21

    En el prximo cuadro se pone de manifiesto la relacin entre poblacin activa y pasiva de las unidades domsticas de los pes-cadores de dicha localidad.

    26 H 10 5 3 3 21 , Cuadro de actividades de la poblacin: Playa San Juan 44

    Gomera Palma Norte Ten. Sur Ten. 42

    Aunque no hemos analizado las actas matrimoniales en el re-gistro parroquial, s podemos indicar lo siguiente:

    l.

    2.

    3.

    4.

    Los matrimonios donde uno y otro de los cnyuges son pal-meros pertenecen todos a Fuencaliente. Casi todos, a pesar de ser nacidos en dicha isla por los aos cuarenta, sin em-bargo pertenecen a un tronco familiar de Alcal que emigr a causa de la crisis de la posguerra. Los casos de matrimonios con naturales de municipios li-mtrofes se reducen a Santiago del Teide y especialmente a Adeje. En su mayor parte tuvieron hijos en Gua por los aos cincuenta. Los nacidos en el Norte de la isla pertenecen a la Matanza e Icod y vinieron a trabajar a Alcal all por los aos cin-cuenta. Por ltimo, los nacidos en La Gomera pertenecen a Valle Gran Rey, Alajer y San Sebastin. Los hombres son todos pescadores y llegaron a Alcal tambin en las fechas de su desarrollo econmico. Pertenecan a las comunidades pes-queras de Vueltas y Playa Santiago.

    Asimismo, de los matrimonios en que los cnyuges son inmi grantes ambos, un total de 15, en 10 casos alguno de ellos es de La Gomera, en otro son los dos. El resto tendrn lugar entre per-sonas de Tenerife. En cuatro casos, uno de los miembros es naci-do en Fuencaliente. Y en cinco casos, el cabeza de familia -varn- es de La Gomera y pescador. Ello, por tanto, muestra la importancia en el sector pesquero de los gomeros, pues unto-tal de 12 cabezas de familia entre 83 unidades domsticas supo-nen nada menos que el 14,45 % de ellas.

    Un fenmeno de enorme inters a estudiar es la existencia de 9 casos de familias extensas (10,84 % de las unidades domsti-cas), seis de ellos con residencia matrilocal, y tres patrilocal.

    Por tanto, todo hace pensar que en el caso de Alcal el tejido profesional y la inmigracin produjeron una fuerte apertura de las unidades domsticas, pues si aadimos a los matrimonios exo-gmicos los 15 de inmigrantes, tenemos un total del68,6 7 % con sangre nueva o mezclada. El impacto por tanto ha tenido enor-me importancia.

    Vemos a continuacin los datos, segn el padrn de 1981, para Playa San Juan. Un total de 3 5 unidades domsticas se reparten los 46 pescadores de la comunidad, estando constituidas por un total poblacional de 182 personas. Por tanto, las unidades do-msticas de pescadores constituyen slo el 12,89 % de la pobla-cin total del ncleo. Las familias de pescadores tienen en torno a 5,2 miembros. Cada familia de pescadores tiene una media de 1,31 personas dedicadas a la mar. Tres hijos de pescadores, dos de ellas mujeres, trabajan de peones agrcolas, y siete se dedican a trabajos del sector terciario: camareras, cocineras, etc ... Las peo-nas tienen entre 20 y 25 aos y son solteras. Un 56,52% de los pescadores tienen entre 25 y 50 aos, con menos de 25 hallamos un 13,04 %, y con ms de 50 aos hallaremos un 30,43 %. La poblacin pesquera menor de 40 aos supone un 41,30 %, lo cual muestra una mayor edad de la poblacin pesquera de Playa San Juan respecto a Alcal.

    80

    Sector primario Sector secundario Sector terciario

    ' V H V H V H

    P. Activa 49 4 3 4

    P. Pasiva 119

    Parados-B. empleo 2

    Este cuadro muestra, ante todo, dos mujeres vinculadas al sec-tor primario adems de las peonas. Se dedican a la comerciali-zacin del pescado. Asimismo, otros dos varones estn vincula-dos a la venta del pescado, como intermediarios.

    La poblacin activa -representa en las unidades domsticas de pescadores un 33,14%, de la cual slo un 11,66% trabaja en el sector terciario. Presenta, por tanto, comparativamente con Alcal, una menor articulacin con otros sectores econmicos.

    A pesar de la menor vinculacin con otros sectores, no obs-tante, en Playa San Juan se ha hecho sentir enormemente el peso de la inmigracin y la exogamia. Vemos estos datos reflejados de manera esquemtica:

    Endogamiacvs exoga.Ptia 45

    Sexo Mat, endogmioos MatrillM)Qtoi"'!XOgmicos Total

    V 3 6 10 12

    H 4 4 3 11

    ' Gomera Norte Ten. Sur Ten. 21

    Este cuadro refleja algunas cuestiones de inters:

    l. Ante todo que el nmero de matrimonios exogmicos casi duplica los endogmicos. Si a eso se le unen los siete matri-monios en que los dos miembros son de fuera del pueblo, queda claramente indicado el impacto tremendo que tuvo en el crecimiento poblacional, y en los intercambios matri-moniales durante el perodo de desarrollo de Playa San Juan. Este mismo fenmeno es claramente detectable tambin en Alcal.

    2. Los matrimonios exogmicos se establecen, por contra de Alcal, ms con personas de ambos sexos del norte de Tene-rife que de La Gomera o el Sur de Tenerife. En el caso de los varones casi todos son de comunidades pesqueras como P Hidal81i!l!'el PU'Ik~ de.o.G:ruz; y otros municipios como Los SilMily}f 111. Orotava.

    3. Los mupios limi~s:Gel Sur con aportes humanos se reducen aA.dej4..@rana't.Utll(dilM~rlano) y Santiago del Tei-de, pero de escasa importancia, como hemos indicado.

    43 Fuente: Padrones de 1981, elaboracin propia. 44 Fuente: Padrones de 1981, elaboracin propia. Hemos incluido en el sec

    tor primario, en este caso, a personas que trabajan en el proceso de comerciali-zacin del pescado, ya sean mujeres de pescadores o bien intermediarios de la localidad.

    45 Fuente: Padrones de 1981, elaboracin propia.

  • 4. P{)r itimo, ios nacidos en La Gomera pertenecen a los mu-nicipios de Alajer, S. Sebastin, Valle Gran Rey y Hermi-gua, todos por igual.

    Asimismo, de los matrimonios en que los cnyuges son inmi-grantes ambos, un total de siete como indicamos ms arriba, to-do parece indicar que los gomeros guardan una endogamia in-sular, pues de los siete, cuatro son de gomeros entre s y slo uno con un varn del Valle de la Orotava. Los dos restantes'son entre individuos procedentes de La Guancha y el Pto. de la Cruz, y de Telde y Santa Cruz de Tenerife. Ello muestra por tanto la impor-tancia gomera en la inmigracin, si bien sta como vemos no al-canza el 50 % de lo que sucede en Alcal. No obstante, queda claro que los siete matrimonios de unidades domsticas pesque-ras con componentes gomeros, suponen, respecto al total de 33, un tanto por ciento importante (21,21 % ), mayor an que en Al-cal. '

    Al igual que en Alcal se han detectado un total de 5 familias extensas (15,15 %),de las que cuatro gozan de residencia matri-local. No obstante, un hecho de enorme inters es que en su to-talidad pertenecen a unidades domsticas de inmigrantes, lo cual es explicable como un fenmeno de adaptacin temporal de la migracin, en espera de obtener nueva vivienda. Es muy posible que los desarrollos urbansticos habidos despus de 1980 reduz-can al mnimo las familias extensas consolidando la familia nu-clear.

    Tenemos, por tanto, en el caso de S. Juan un impacto impor-tante en lo que se refiere a la incidencia de la exogamia y la inmi-gracin de unidades familiares desde el exterior, con algunas ca-ractersticas diferenciales respecto a Alcal.

    Para terminar este segundo perodo vamos a continuar lo que sucede en Los Cristianos, que en 1981 tienen 3.804 habitantes. Un total de 60 unidades domsticas se reparten los 57 pescado-res y nueve marineros -vinculados estos ltimos a la pesca tu-rstica, la marina mercante y la administracin de la Cofrada-. Las unidades donde especficamente hay pescadores son 52. El total poblacional es de 279 personas para el conjunto de pesca-dores y marineros, y para las unidades domsticas de pescado-res de 248 personas. El conjunto de personas dedicadas a la mar en el contexto del total poblacional de Los Cristianos es de slo un 7,33% Las familias de pescadores tienen en torno a 4,76 miembros y una media de 1,09 personas dedicadas a la pesca.

    De las sesenta unidades domsticas con personas dedicadas a la mar, 27 de ellas tienen algn miembro que trabaja en el sec-tor servicios, significativamente en ningn caso relacionados con la agricultura. Cocineras, camareras, dependientas, estudiantes universitarios, ayudantes de mecnica son los ms importantes, entre ellos destaca la importancia del trabajo de las hijas y en 5 casos la esposa del pescador. Se trata de una poblacin vieja, con un 60,60 % de hombres dedicados a la mar de ms de 40 aos y slo un 12,12 % menores de 2 5 aos. Vemos esquemticamente la relacin entre poblacin activa y pasiva de las unidades do-msticas dedicadas de algn modo a la mar.

    Cuadro de actividades de la poblacin: Los Cristianos 46

    P. Activa

    P. Pasiva

    Parados-B. empleo

    Secror primario

    V H

    57

    Secror secundario

    V H

    172

    5

    Sector terciario

    V H

    25 20

    En el cuadro se vislumbra una fuerte incorporacin de las uni-dades domsticas pesqueras al sector servicios, cubriendo el 44,11 % de la poblacin activa de aquellas familias que cuen-tan con pescadores en el pueblo, superando por tanto a las otras dos comunidades. Asimismo es de destacar, que si bien el T.R.B. de las unidades productivas es mayor en Los Cristianos que en Alcal y Playa San Juan, la segunda est ms dotada de pescado-res.

    Tambin el proceso de terciarizacin va aparejado a un cam-bio en la endogamia y en los procesos migratorios.

    Endogamia vs exogamia 47

    Sexo Mat. endogmicos Matrimonios exogmicos Total

    V 3 13 22

    H 11 4 2 18

    Gomera Norte Ten. Sur Ten. Extranj. 31

    Este ltimo indica que:

    l. El nmero de matrimonios exogmicos es sensiblemente su-perior al endogmico. Si a ello se le unen los 10 matrimo-nios en que los dos miembros son de fuera del pueblo, se ve claramente una vez ms el impacto que ha supuesto la inmi-gracin.

    2. No obstante, un fenmeno bastante significativo es el que se tenga una cierta predileccin por el enlace matrimonial con gomeros, pues con personas de ambos sexos de esta isla se han establecido el51,61% de los matrimonios exogmi-cos. Los municipios ms recurrentes son Valle Gran Rey, Her-migua y Valle Hermoso.

    3. Por otra parte, tenemos el primer matrimonio de un pesca-dor con una extranjera de nacionalidad sueca que trabaja en servicios tcnico-administrativos.

    4. Por lo que respecta a los matrimonios con personas de mu-nicipios vecinos se aprecia una dominante de Adeje, Vila-flor y Granadilla.

    Los matrimonios en los que ambos cnyuges son inmigrantes provienen en un cincuenta por ciento de Bermeo (Vizcaya), y de los municipios limtrofes del Sur, Grandilla, Adeje, y uno de ellos de La Gomera.

    Aparecen ocho casos de familias extensas, aunque ms bien tienen la finalidad de integrar en la unidad domstic. a los an-cianos cuando se encuentran solos, ya viudos o todava en pare-ja. La residencia patri-ma.trilocal es por igual.

    DEL BARCO DE POZO AL BERMEANO: ANALISIS DE UNA TRANSFORMACION ANUNCIADA

    Los barcos de las factoras

    Como hemos mencionado ya en anteriores apartados, la de-pendencia de los pescadores de la zona respecto a las fbricas de conservas instaladas en la misma era muy grande. Esta depen-dencia se estableca por una serie de razones fundamentales que sera pertinente resumir.

    46 Fuente: Padrones de 1981, elaboracin propia. 47 Fuente: Padrones de 1981, elaboracin propia.

    81

  • En primer lugar, las factoras de pescado constituan el mer-cado ms seguro para la venta de sus productos, mercado que para el caso de los tnidos era casi el nico. Las factoras crearon un mercado potente para los tnidos, que colabor de una ma-nera determinante en el crecimiento de unas comunidades de pes-cadores que antes contaban con un reducido nmero de miem-bros.

    A la vez, estas factoras ejercieron un control bastante estricto sobre las comunidades que se haban desarrollado a su vera. Con-trol que por ejemplo se reflej en el agua para el consumo huma-no, que dependa de Lloret Llinares y Rodrguez Lpez, aspecto que ya hemos comentado. Pero haba una forma de control qui-zs ms completa sobre las condiciones de reproduccin de las unidades productivas y las mismas comunidades. Se trata de la propiedad de los medios de produccin, los barcos, que eran fa-cilitados por las factoras a los pescadores con la condicin de que stos les vendieran el pescado. Los pescadores de la poca accedan difcilmente a la propiedad de los medios de produc-cin, a la propiedad de los barcos. Los capitalistas de las fbri-cas se los proporcionaban directamente para que los fueron pa-gando poco a poco>> con el producto de su pesca. Y podan man-tenerlos tambin sin necesidad de ir abonando su importe a las factoras. Sin embargo, stas constituan casi el nico mercado disponible para los productos de estos pescadores.

    Podramos preguntarnos por el papel global que estos capita-listas cubran en la zona. No eran nicamente los comercializa-dores. Eran, a la vez, los capitalistas que posean los medios de produccin de los pescadores. Estas empresas controlaban pro-duccin y comercializacin, pagando a sus trabajadores

  • Hubo una poca, hace quince, dieciocho aos que eran de sie-te metros, ocho metros ya era un gran barco, quince, dieciocho aos. Del ao sesenta en adelante ... siete metros, seis ... Luego ya comenz a avanzar, ya fue la cosa ... A los mejor que les fueron tenan barcos de nueve metros ... nosotros tuvimos el barco ms grande de aqu en aquella poca, el X, hace de esto ya dieciocho aos ... Tena diez metros y era proporcionado el ms grande de aqu, en barcos de pozo ...

    Limitaciones en los medios de produccin: del barco de pozo al bermeano

    Antes de que el muelle de Los Cristianos fuera construido re-sultaba bastante difcil mantener barcos de ms de siete u ocho metros en esta parte de la costa. Hasta Santa Cruz no haba nin-gn otro refugio seguro, y la travesa hasta all con mal tiempo era demasiado larga. El riesgo de prdida de embarcaciones era importante, sobre todo en el caso de los mayores. Si las de menor tamao pueden ser varadas con una cierta facilidad y rapidez, las mayores necesitan de un esfuerzo colectivo grande y ... que el tiempo se encuentre razonablemente bueno para realizar las fae-nas. Adems, mientras las embarcaciones pequeas nunca se ale-jan demasiado de la costa, una de las razones por las que se ad-quiere una embarcacin de ms de nueve o diez metros es para tener una cieta autonoma, que permita incluso llegar a otras islas. Esto implica, evidentemente, que el tiempo pasado en el mar es bastante mayor y por lo tanto, los riesgos de que durante ese plazo que se permanece en el mar cambie el tiempo son pro-porcionalmente ms elevados tambin.

    Y cuando fue que se comenzaron a comprar barcos mayores aqu, de nueve metros o ms ... ?

    Cuando esto del muelle, cuando ya se peg a hacer el muelle, esto lleva poco, hacia el 70 ... yo traje el mo de 17,5 metros en el 74 ... No se poda, de siete metros ya eran grandes, porque el pro-blema era para varados, no haba muelle, era un muelle pequei-to ah, y no podamos tener barcos grandes porque los coga un temporal y los perdamos ... entonces ya s, desde que se hizo el mue-lle ya s.

    Con esto vemos cmo el factor muelle actu como elemento limitante para la capitalizacin de las unidades productivas de la zona. No son mitos los naufragios que han tenido lugar en la costa que nos ocupa:

    >, el temporal>>, sigue siendo imprevisible y que por tanto las embarcaciones careciendo de un refugio seguro no deben sobrepasar unas ciertas dimensiones.

    Hemos examinado las razones por las cuales la construcn de un refugio pesquero en la zona de Los Cristianos acto como elemento posibilitador de la adquisicin de embarcaciones ma-yores.

    En un primer momento estas embarcaciones mayores tenan unas dimensiones entre 10 y 13 metros, ya con cubierta, y seran adquiridas en un plazo de tiempo bastante breve.

    >

    En este proceso capitalizador intervinieron personas de tie-rra, que aportaron dinero para la compra de las embar

    Del barco de doce-trece metros se pas en un plazo de cuatro o cinco aos al barco de 15-17 metros, que era el tipo de barcos que se iba a buscar a Bermeo. De uno a otro barco no haba una distancia tan grande en cuanto al capital que era necesario para su adquisicin. De hecho casi por el precio que se venda un bar

    >o Nos han relatado que mdicos y abogados gomeros llegaron a actuar co-mo capitalistas para estas adquisiciones, quedando como socios o propietarios de los barcos.

    83

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    No todos estos nuevos barcos seran trados de la pennsula; aqu en Tenerife se construiran unos cuantos, en Valleseco, Al-cal, etc.

    La crisis: el ocaso de los barcos grandes y el impacto del turismo

    Pero este boom de los barcos grandes, de las embarcaciones de ms de 13 metros, no durara mucho.

    >

    Las razones de esta crisis son variadas. En primer lugar pode-mos referirnos a razones meramente

  • El anlisis de Carmelo Garca Cabrera sobre la pesca artesa-nal de la isla de Tenerife, nos puede dar una idea de la importan-cia de la pesca de las comunidades de esta zona en la global de la isla. Mientras de especies demersales apenas se capturaron 1.200 toneladas al ao, en cuanto a las especies pelgicas se ob-tienen cifras mucho mayores, que en buena medida provienen de esta zona de la isla.

  • tura, saliendo de la punta deJanda hacia el Norte ... Mucho ms abajo del Cotillo ... es muy bueno tambin para el bonito y el rabi!...>>

    Pescar en estos bancos, alejados de puertos en los que pueda desembarcarse el pescado, significa que ha de cargarse el barco al mximo, si los tunidos son abundantes, antes de desplazarse hasta el puerto a descargar. La capacidad de las bodegas es por ello un elemento fundamental en la estructura de un barco atu-nero de las islas.

    La pesca de los tnidos ocupa prcticamente todo el ao. Desde principios o mediados de febrero hasta marzo aparece una tuna de dimensiones reducidas (entre 15 y 30 kilos), que va haciendo el periplo por las islas que pginas atrs comentbamos. Poste-riormente volver a salir otra vez por Lanzarote, pero en este ca-so con ejemplares de mayor tamao. . Todo el verano prcticamente, y so-bre todo de mediados a finales de julio en adelante, es la poca del bonito, pesca que llega de una forma ms rpida al resto de las islas que las anteriores especies, a pesar de que suele salir por Lanzarote primero tambin. El rabi! aparece en las islas a la vez que el bonito, pero rara vez en cantidades importantes ...

    El bonito suele terminarse hacia finales de septiembre, aun-que en ciertos casos se mantienen las capturas hasta noviembre -por ejemplo el ao pasado-.

    De cualquier manera, estas reglas estn lo suficientemente lle-nas de excepciones como para hacer la estrategia productiva de estas embarcaciones, que hacen pesca archipilago, cambiante cada ao. Los movimientos de los t nidos son lo suficientemen-te irregulares como para arruinar cualquier intento de interpre-tarlos con reglas fijas de escasa complejidad, como por princi-pio han de ser aquellas que se obtienen desde testimonios emic o desde la experiencia inmediata.

    86

    S, siempre Lanzarote es el principio y el final de la poca ... ha habido aos que no se ha cogido nada en Lanzarote y Fuerte-

    ventura sino todo aqu, se da cuenta?, ... en el plazo de siete aos se repite casi cuatro veces. Pero igual otro pescador dice que no es as. Pero ms o menos hay atn en todas las islas cuando hay mucho, pero nosotros hablamos a nivel de atuneros grandes, en los barcos de pozo pues casi todo el ao hay en La Gomera, el ao pasado en La Gomera casi no se ha dejado de coger, quince das que nada, despus otra vez ... >>

    Estos barcos de pozo son los que, manteniendo dimensiones no demasiado elevadas -de7 a 10 metros-, pescan tnidos ni-camente en la isla de Tenerife y en todo caso se acercan a las cos-tas de La Gomera. Queda un tercer grupo de embarcaciones, cu-yas dimensiones oscilan entre los 11 y 14-15 metros, que nica-mente se desplazan entre las islas de Tenerife, La Palma, Gomera y Hierro, no llegando a las ms occidentales del archipilago. Son diferentes momentos de un continuum que tiende a la posesin de barcos que sean capaces de perseguir a la pesca all donde se encuentre, y que a la vez puedan cargar suficientes toneladas de pescado. En ambos casos podramos decir que la dependen-cia de los tnidos quizs sea menor, por el hecho de que el mis-mo mantenimiento del barco es bastante ms econmico en el caso de embarc~ciones de dimensiones ms reducidas, la inver-sin realizada que hay que rentabilizar tambin es menor, y la tripulacin es menos numerosa, con lo que las capturas mni-mas tambin son pequeas. Este conjunto de factores es funda-mental. Al darse esta disminucin en los costos de mantenimiento, de capital, y necesitar menores ingresos para asegurar la repro-duccin de las unidades productivas, reslta rentable dedicarse a otras.p~S(jj&~AO.ae&Q~uaado stos se eneuen-traAJc;es,cNOlltatfa.l~p.,..rl

  • hay en desarrollar en ella. Veamos cmo los conceptualiza un pes-cador de :

    Es bien diferente la vida de estos pescadores que siempre en casa, respecto, a la de aqullos que van por todo el archipilago persiguiendo a los tnidos. Esta ltima es espe-cialmente dura, pues se puede pasar fuera de casa varios meses durante la zafra, y normalmente se permanece en el barco du-rante todo este tiempo, en unas condiciones no especialmente cmodas.

    Sin embargo, la pesca sobre especies demersales no es un pa-trimonio exclusivo de estas unidades productivas, en cierta me-didas marginales, puesto que suelen estar constituidas por per-sonas mayores que quizs no dependan tanto de la pesca para subsistir. Tambin aquellos barcos de mayores dimensiones, que normalmente se dedican a la pesca-archipilago de los tnidos, pueden ser en ocasiones empleados en la pesca sobre especies demersales, cuando las temporadas de tnidos son especialmen-te desfavorables. Estas pescas pueden ser realizadas con diferen-tes tcnicas, recurrindose a ellas como ltimo recurso. Slo se-rn ms o menos rentables cuando se emprendan con medios tcnicos ms o menos elaborados. Un ejemplo de esto puede ser la pesca con nasas de respetable tamao, en fondos de La Gome-ra, por parte de una unidad productiva especializada en la pes-ca de tnidos a nivel del archipilago.

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    Tambin en este ltimo apartado es visible la superioridad de la comunidad de Alcal que posee una flota ms joven que su vecina. Los Cristianos muestran una flota construida en su ma-yor parte en la dcada de los setenta al abrigo del boom de los tnidos y de la construccin del muelle en la comunidad. En los ltimos casos, sin embargo, apenas se han construido embarca-ciones nuevas en la comunidad, y s que se han producido varias ventas. Las causas de este fenmeno son evidentes y ya han sido mencionadas.

    Podemos ahora examinar la proporcin de las combinaciones de tcnicas de pesca que se dan entre las unidades productivas de estas comunidades'6

    TIPOS DE PESCA

    TECNICAS Los Cristianos Alcal S. Juan

    Tnidos ........... 4 14 2 Tn. y traia ....... 3 2 3 Traia ............ o o 1 Demersales " o 15 23 3 Tn. y Demersales ... 9 o o

    El elevado nmero de unidades productivas que aparecen en comunidades como Alcal o Los Cristianos dependiendo de la pesca sobre especies demersales, provienen del solapamiento que hay entre unidades productivas grandes que trabajan a los tni-dos y otras, ms reducidas, en las que se integran muchos de es-tos pescadores cuando escasean aqullos.

    Otro elemento no menos interesante es el anlisis de la com-posicin de la tripulacin de estas embarcaciones en funcin del parentesco y del tonelaje de las mismas. Unos cuadros por co-munidades nos harn ver las caractersticas generales del reclu-tamiento con una cierta claridad:

    ALCALA: relacin T.R.B.-tripulacin

    0-5 T. 5-10 T.

    Padre e hijo. . . . . . 9 Padre e hijos + otros Hermanos ...... . Hermanos + otros Solo .......... . Otros'" ........ .

    9 7 8

    10-15 T. 15-20 T. 20-25 T.

    >6 Al elaborar esta lista nos encontramos con una serie de problemas impor-tantes. El ms grave es el fenmeno de que muchos de los barcos pequeos que figuran en nuestro inventario en realidad funcionan como embarca:i~nes de reserva. Estas se utilizarn en los casos en que la temporada de tumdos sea pobre y no resulte rentable pescar sobre las especies demersales con los barcos mayores. Tanto en Los Cristianos como en Alcal etc. nos en~ontramos con unos cuantos casos de este tipo. Ello deriva en que aparezcan mas umdades produc tivas con barcos de reducido tamao de las existentes en realidad, pues se sola-pan. Por ello, tanto los datos referentes a embarcaciones d~ !'equeo tamao como a pescas sobre especies demersales, han de ser relatiVIZados.

    l7 Entre las tcnicas ms empleadas en estas comunidades dentro del cap! tulo de pescas demersales podemos destacar la nasa, pandorga de viejas, sale mera (en el caso de Alcal), tambor y lia.

    '" Ha de tenerse en cuenta que dentro de la categora de lia constituyen.

    De cualquier manera, lo que hemos de recalcar es el elevado nmero de unidades productivas de gran tamao fundamenta

  • das en el parentesco que quedan en estas comunidades, especial-mente en el caso de Los Cristianos. Parece como si este tipo de unidades produ
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    jo y ste ltimo resida en el domicilio familiar. Al fundar una nue va unidad domstica -, nos deca un viejo pescador- se supone que sta ha de contar con unos in-gresos equivalentes como mnimo a los de un pescador normal.

    Muchos de estos aprendices, de los que se dice que no defien-den el puesto, son en realidad los que ms trabajan en las unida-des productivas, y los que mayores reprimendas se llevan por fa-llos en su trabajo muchas veces mnimos.

    La comercializacin del producto tambin se ha visto profun-damente transformada en los ltimos aos. Se parta de una t-nica dominada por el monopolio de las factoras en la pesca de tnidos hasta hace pocos aos, y de la dificultad de vender el pes-cado blanco que se capturara.

  • 3. Esta estrecha relacin al nivel de la pesca tuvo su correla-to, a partir de las dcadas de los cuarenta y los cincuenta, en el fenmeno inmigratorio de mltiples familias gomeras que se ins-talaron en nuestras unidades de estudio, mayormente en el sec-tor agrcola como aparceros y en menor grado en la actividad pesquera. Hemos pretendido con este estudio mostrar la inci-dencia que tal fenmeno ha tenido al interior de las unidades domsticas vinculadas a la pesca, desde perspectivas como el an-lisis de la endogamia, o de los procesos de compatibilizacin al interior de las mismas de diversas actividades econmicas, fun-damentalmente agrcolas y comerciales. Las mismas comunida-des de pescadores que son aqu objeto de nuestra investigacin cambiarn su faz de pescador por una cara mltiple, en la que se combinan tanto la del profesor como la del agricultor o el co-merciante. Lo que ha revelado nuestro estudio es que la partici-pacin de dichas unidades domsticas en otros sectores econ-micos tienen un carcter eventual, trabajando fundamentalmente en las fbricas de conserva aos atrs y en los empaquetados de tomate. Estos trabajos por tierra>> han tenido un carcter bsi-camente estabilizador en la economa de las unidades domsti-cas de pescadores, y han sido llevados a cabo sobre todo por mu-jeres e hijos.

    4. En las ltimas dcadas el impacto de la inmigracin de los gomeros a la que antes nos referamos, y en un segundo mo-mento el desarrollo del turismo han cambiado completamente la estructura de estas comunidades. En el caso de los Cristianos se observa un cierto proceso de envejecimiento de la poblacin pesquera, producido por el acceso de los hijos de pescadores a trabajos vinculados de algn modo con el turismo o la construc-cin.

    5. Todo hace pensar que el proceso de desarrollo urbansti-co y de crecimiento demogrfico va a tener una enorme inciden-cia diferencial segn las comunidades. Mientras en el caso de Al-cal y Playa San Juan el desarrollo turstico es prcticamente ine-xistente, la comunidad de Los Cristianos en nuestros das se en-cuentra inmersa en un boom turstico, especialmente relaciona-da con Playa de Las Amricas, el ncleo ms importante y exclu-sivamente dedicado al turismo del Sur de la isla, que en estos momentos rivaliza con el Puerto de la Cruz en el Norte de la mis-ma. Hoy en da el tejido urbano de Los Cristianos y de Playa de las Amricas presenta una unidad casi total, a caballo de dos mu-nicipios, Adeje y Arona. Alcal a causa de su ubicacin totalmente rodeada por cultivos de pltanos y tomates y con un desarrollo urbanstico catico tiene escasas posibilidades de expansin. Ello no sucede en Playa San Juan, donde la instalacin reciente de un refugio pesquero y la existencia de espacio disponible ha posibi-litado en los aos ochenta la expansin urbanstica. Esta comu-nidad, por otra parte, tiene el carcter de zona de residencia se-cundaria preferentemente de la poblacin de la cabeza del mu-nicipio, Gua de Isora.

    6. La historia de la actividad pesquera en estas comunida-des aparece marcada por la pesca sobre especies pelgicas coste-ras y ocenicas, especialmente sobre tnidos. Las factoras tuvie-ron aqu un papel fundamental al crear una demanda de mano de obra, tanto de pescadores como de mujeres para la elabora-cin de las conservas. Asimismo, participaron en el proceso de modernizacin y en la adquisicin de medios de produccin por parte de los pescadores de la zona. Ello condujo a un proceso de especializacin en la pesca de estas especies, y en cierta medida a una dependencia sobre su trnsito irregular. No obstante, di-cho proceso ha sido diferencial segn las comunidades en estu-dio, teniendo un carcter ms acentuado en el caso de Alcal.

    7,. Ser en los aos sesenta cuando la dependencia de estas fbricas de conservas disminuye, accediendo los pescadores a una cierta independencia producto de la competencia de nuevos in-termediarios o compradores de este pes-cado. En la dcada de los setenta comenzar lo que hemos denominado , especialmente en la .comunidad de Los Cristia-nos, favorecida por la construccin en ella de un muelle enfoca-do en principio a la comunicacin por ferry con la Gomera, a la proteccin de la flota pesquera de la zona y al turismo. La dif-cil combinacin al interior de una comunidad pesquera de la , que este tipo de embarcaciones implica, con el turismo, y la imprevisibilidad del paso de los tnidos, ha conducido a una cierta crisis en las unidades productivas de ma-yor tamao en la comunidad. De hecho en los ltimos aos mu-chos pescadores han dejado la mar, vendiendo sus embarcacio-nes y dedicndose a actividades en tierra. Paralelamente, unida-des productivas de comunidades cercanas establecan su base de operaciones en Los Cristianos por la mayor seguridad que el mue-lle ofrece y por los mayores servicios que presta.

    8. Las fuentes y los estudios oficiales existentes sobre estos pueblos de pescadores nos ofrecen escasa informacin, y sobre todo, informacin de-escasa calidad. Por -ejemplo, entre las em-barcaciones que se citan como pertenecientes a ncleos de pes-cadores, en algunos informes se encuentran pequeos botes de escasa significatividad, y tambin embarcaciones que hace bas-tantes aos dejaron de existir. Nosotros hemos intentado ser fie-les al mximo a la realidad, aunque no hemos dejado de encon-trarnos con algunos problemas. Para el estudio de las embar-ca-ciones y unidades productivas de cada una de las comunidades hemos tenido en cuenta los datos de las cofradas, que han sido comprobados con informantes de la zona.

    9. Las cofradas ;onstituyen a la vez puntos de tensin y ele-mentos dinamizadores en las comunidades pesqueras. Elemen-tos de tensin porque el control de las mismas en ocasiones pro-voca conflictos en el seno de los pescadores. No podemos olvi-dar el carcter esencialmente competitivo de la pesca, compe-tencia por recursos comunes que deriva en envidias, alianzas y enemistades. Estos problemas suelen tener un reflejo en la mis-ma estructura de poder, en el comportamiento de los miembros de las cofradas, y en la aceptacin mayor o menor por parte de los pescadores. A la vez las cofradas pueden tener un importan-tsimo papel como nexo de unin de los pescadores respecto a la administracin, en toda la maraa de papeleo necesario para las embarcaciones, adquirirlas con prstamos gubernamentales, etc. Adems, en ncleos pesqueros ~e una cierta entidad tienen la importante funcin de administrar todo el apa-rato de instalaciones puestas a disposicin de los pescadores por la administracin (los propios muelles, equipos de varada, fri-gorficos, etc.). Ello les da un poder cuyas impli.caciones sera in-teresante estudiar monogrficamente.

    Nuestra visin de estas instituciones se encuentra en cierta me-dida determinada no tanto por el trabajo de campo realizado es-pecficamente sobre estas unidades de estudio, como por la ge-neralidad de nuestras investigaciones sobre pesca, realizados abar-cando una muestra mucho ms amplia y variada de comunidades.

    10. El fenmeno de la territorialidad toma caracteres dife-renciales en estas comunidades respecto a las del Norte de la is-la. Si en las comunidades del Sur las tcnicas empleadas en la pesca no constituyen un problema, este hecho contrasta con la tnica del Norte de la isla, en el cual se han producido enfrenta-mientos virulentos a cuenta del empleo del trasmallo y otras tc-nicas de pesca. Aqu, al depender un nmero reducido de uni-dades productivas de la pesca sobre especies demersales, por la

    91

  • 1 i

    especializacin casi continua durante todo el ao en los tnidos, la competencia por el territorio se ve menos acentuada. Mxi-me si tenemos en cuenta que la aleatoriedad de la aparicin de estas especies, tanto temporal como espacial, imposibilita casi cualquier apropiacin del territorio siguiendo esquemas teri-cos como los de Dyson Hudson & Alden Smith (1978).

    11. Debemos finalmente recalcar la necesidad de realizar es-tudios sobre las comunidades pesqueras siguiendo esquemas di-ferentes de los empleados de forma generalizada hasta ahora, al menos si nos referimos a los realizados por organismos oficiales. En ellos, an en los casos en que los datos estadsticos sean exac-tos (los menos), falta una gran cantidad de informacin cualita-tiva. Blake en su estudio sobre los pescadores de Madrs lo ejem-plifica perfectamente:

    92

    > (Blake 1977, p. 105).

    Quizs uno de los derechos fundamentales en los estudios rea-lizados sobre las comunidades pesqueras canarias sea precisa-mente la carencia de investigacin de campo, sobre el terreno, de las caractersticas de su entramado social, etc. Precisamente ste es el vaco que pretendemos llenar con nuestros estudios, pues somos muy consc~ntes de que ...

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    TECNICAS DE PESCA ARTESANAL EN EL SUR DE TENERIFE

    Las tcnicas empleadas para la pesca artesanal en la zona de Tenerife que nos ocupa muestran una gran variedad, pese a que casi todo el ciclo productivo gira en torno a las pescas de tni-dos. Ello proviene fundamentalmente de la combinacin de una gran variedad de tcnicas de pesca sobre demersales con otras tcnicas ms especficas para la captura de las especies pelgicas.

    La mayor parte de la economa de estos pueblos de pescado-res gira en torno a las pescas de tnidos. Las especies demersales tambin son capturadas, sobre todo en las pocas de escasez de los primeros, bien por las mismas unidades productivas que se dedican a los tnidos o por otras que se dedican durante todo el ao a l.os peces de fondo. Estas tcnicas para la captura de es-pecies son en buena medida parecidas para las dife-rentes comunidades e islas del archipilago.

    Dos cuestiones pueden ayudarnos a clasificar estas tcnicas de pesca: un, el tipo de especies sobre el que actan; otra el ca-racter activo o pasivo de los aparejos de pesca en ellas emplea-das. Utilizaremos esta ltima clasificacin, pues permite un ba-remo diferenciador de las tcnicas en funcin del tiempo de tra-bajo que hay que emplear en las mismas y la posibilidad consi-guiente, o no, de combinacin de varias de ellas 61

    Tcnicas pasivas

    Tcnicas pasivas son aqullas en las que el aparejo de pesca resulta prcticamente abandonado>> en el agua a fin de que pes-que solo>>, sin que resulte necesario que nadie le preste continua atencin. Entre este tipo de tcnicas podemos citar:

    Tambor Nasa Trasmallo Palangre

    El tambor y la nasa son trampas de diferente tamao que, de-positadas en el fondo marino, permiten la captura de especies demersales bsicamente. El primero viene a ser una trampa cir-cular de 20-25 cms. de dimetro y 50-75 de largo aproximada-mente, con dos bocas>> por las que penetran las morenas y por las que posteriormente no pueden salir, al estar constituidas por un enrejado cnico de varillas de metal (o mimbre, aunque esto es cada vez menos frecuente), que cede permitiendo a los miem-bros de esta especie penetrar en la trampa, pero que a la vez im-pide que salgan posteriormente de ella, una vez que las varillas se han vuelto a reunir formando el cono. Cuenta tambin con una puerta>> por la que se extrae la pesca. Suele estar realizado casi siempre en latn, aunque tiempo atrs se hacia con otros materiales.

    61 Las descripciones de aqu se plasmas son deudoras de otros textos ante-riores elaborados por J. Pascual Fernndez slo o en compaa de A. Santana Talavera (ver bibliografa). En especial adeudan a]. Pascual Fernndez 1986a.

    62 Estas nasa de mayor tamao y con luz de malla reducida nicamente las

    La nasa es una trampa de forma circular o rectangular, reali-zada en hierro y tela metlica. Consta de una armazn de vari-llas de hierro de difere