1973 03 22 La Mirada Interna Anónimo

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1973

La Mirada Interna (Annimo)LA MIRADA INTERNA - AnnimoEs propiedad del autorDerechos reservados para todos los pasesInscripcin No. 40947

Impreso en Chilepor Soc. Impr. Camilo Henrquez Ltda.

Se termin de imprimir el da 22 de marzo de 1973en los talleres de la Soc. Impr. Camilo Henrquez Ltada,General Gana 1415 - Santiago de Chile.Copyright Edit. Transmutacin, Santiago de Chile1973.

I.- LA REVELACION INTERIOR 1Aqu se cuenta cmo al sin-sentido de la vida se lo convierte en sentido y plenitud. 2Aqu hay alegra; amor al cuerpo, a la naturaleza, a la humanidad y al espritu 3Aqu se reniega de los sacrificios, del sentimiento de culpa y de las amenazas de ultratumba. 4Aqu no se opone lo terreno a lo eterno. 5Aqu se habla de la revelacin interior, a la que llega todo aquel que cuidadosamente medita en humilde bsqueda. II.- DISPOSICIN PARA COMPRENDER 1S cmo te sientes porque a tu estado puedo experimentarlo, pero t no sabes cmo se experimenta lo que digo. Por consiguiente, si te hablo con desinters de aquello que hace feliz y libre al ser humano, vale la pena que intentes comprender. 2No pienses que vas a comprender discutiendo conmigo. Si crees que contrariando sto, tu entendimiento se aclara, puedes hacerlo, pero no es ese el camino que corresponde en este caso. 3Si me preguntas cul es la actitud que conviene, te dir que es la de meditar en profundidad y sin apuro lo que te explico aqu. 4Si replicas que tienes cosas ms urgentes de qu ocuparte, responder que siendo tu deseo dormir o morir, no har nada para oponerme. 5No argumentes tampoco que te desagrada mi modo de presentar las cosas, porque so no lo dices de la cscara cuando te agrada el fruto. Expongo del modo que me parece conveniente, no del que fuera deseable para quienes aspiran a cosas alejadas de la verdad interior.

III.- EL SIN-SENTIDO 1En muchos das descubr esta gran paradoja: aquellos que llevaron el fracaso en su corazn, pudieron alumbrar el ltimo triunfo; aquellos que se sintieron triunfadores, quedaron en el camino como vegetales de vida difusa y apagada. 2En muchos das llegu yo a la luz desde las obscuridades ms obscuras, guiado no por enseanza, sino por meditacin.As, me dije el primer da:3No hay sentido en la vida si todo termina con la muerte. 4Toda justificacin de las acciones, sean stas despreciables o excelentes, es siempre un nuevo sueo que deja el vaco por delante. 5Dios es algo no seguro. 6La fe es tan variable como la razn y el sueo. 7Lo que uno debe hacer, puede discutirse totalmente y nada viene definitivamente en apoyo de las explicaciones. 8La responsabilidad del que se compromete con algo, no es mayor que la responsabilidad de aquel que no se compromete. 9Me muevo segn mis intereses y sto no me convierte en cobarde, pero tampoco en hroe. 10Mis intereses, no justifican ni desacreditan nada. 11Mis razones, no son mejores ni peores que las razones de los otros. 12La crueldad me horroriza, pero no por ello y en s misma, es mejor o peor que la bondad. 13Lo dicho hoy por m o por otros, no vale maana. 14Morir no es mejor que vivir o no haber nacido, pero tampoco es peor. 15Descubr, no por enseanza, sino por experiencia y meditacin, que no hay sentido en la vida si todo termina con la muerte.

IV.- LA DEPENDENCIA El da segundo: 1Todo lo que hago, siento y pienso, no depende de m. 2Soy variable y dependo de la accin del medio. Cuando quiero cambiar al medio o a mi yo, es el medio el que me cambia. Entonces busco la ciudad o la naturaleza o la redencin social o una nueva lucha que justifique mi existencia En cada uno de esos casos, el medio me lleva a decidir por una u otra actitud. De tal manera, mis intereses y el medio, aqu me dejan. 3Digo entonces que no importa qu o quin decide. Digo en esas ocasiones, que tengo que vivir, ya que estoy en situacin de vivir. Digo todo sto, pero no hay nada que lo justifique. Puedo decidirme o vacilar o permanecer. De todas maneras, Una cosa es mejor que otra provisoriamente, pero no hay mejor ni peor, en definitiva. 4Si alguien me dice que aquel que no come muere, le responder que as es en efecto y que est obligado a comer aguijoneado por sus necesidades, pero no agregar a sto que su lucha por comer justifica su existencia. Tampoco dir que so sea malo. Dir con sencillez que se trata de un hecho individual o colectivamente necesario para la subsistencia, pero sin sentido en el momento en que se pierde la ltima batalla. Dir adems, que me solidarizo con la lucha del pobre y del Explotado y del perseguido. Dir que me siento realizado con tal identificacin, pero comprender que nada justifica nada.

V.- SOSPECHA DEL SENTIDO El da tercero:1A veces me he adelantado a hechos que luego sucedieron. 2A veces he captado un pensamiento lejano. 3A veces he descrito lugares que nunca visit. 4A veces he contado con exactitud lo sucedido en mi ausencia. 5A veces una alegra inmensa me ha sobrecogido. 6A veces una comprensin total me ha invadido. 7A veces una comunin perfecta con todo me ha extasiado y un amor total me ha sobrepasado. 8A veces he roto mis ensueos y he visto la realidad de un modo nuevo. 9A veces he reconocido como visto nuevamente algo que vea por primera vez. 10Y todo ello me ha dado que pensar. Buena cuenta me doy que sin estas experiencias, no podra haber salido del sin-sentido.

VI.- SUEO Y DESPERTAR El da cuarto:1No puedo tomar por real lo que veo en mis sueos. Tampoco, lo que veo en semisueo. Tampoco, lo que veo despierto, pero ensoando. 2Puedo tomar por real lo que veo despierto y sin ensueo. An ms: rara vez percibo lo real de un modo nuevo y entonces comprendo que lo visto normalmente, se parece al sueo o al semisueo. 3Hay una forma real de estar despierto, que no es la que vivo diariamente cuando digo: Estoy despierto. 4La forma real de estar despierto es la que me ha llevado a meditar profundamente sobre lo dicho hasta aqu y es, adems, la que me abri la puerta para descubrir el sentido de todo lo existente.

VII.- PRESENCIA DE LA FUERZA El da quinto:1Cuando estaba realmente despierto, iba escalando de comprensin en comprensin. 2Cuando estaba realmente despierto y me faltaba vigor para continuar el ascenso, poda extraer la Fuerza de m mismo. Ahora bien, toda la Fuerza de mi ser estaba en mi cuerpo. Toda la energa estaba hasta en las ms pequeas clulas de mi cuerpo. Ella era ms veloz e intensa que la sangre. 3Descubr que la energa se concentraba en los puntos de mi cuerpo cuando stos actuaban y se ausentaba cuando cuando en ellos no haba accin. 4Durante las enfermedades, la energa faltaba o se acumulaba excesivamente en los puntos afectados. Pero si lograba restablecer el pasaje normal de la energa, muchas enfermedades comenzaban a retroceder. 5Algunos pueblos conocieron sto y actuaron reestableciendo la energa mediante agujas o procedimientos hoy extraos a nosotros. 6Algunos pueblos conocieron sto y actuaron comunicando esa energa de unos a otros y se produjeron iluminaciones de comprensin y hasta milagros fsicos.

VIII.- CONTROL DE LA FUERZA El da sexto:1Hay una forma de dirigir y concentrar la Fuerza que circula por el cuerpo. 2Hay puntos de control en el cuerpo. De ellos depende lo que conocemos como: movimiento, emocin e idea. Cuando la energa acta en esos puntos, se producen las manifestaciones motrices, emotivas e intelectuales. 3Segn la energa acte ms interna o superficialmente en el cuerpo, surgen el sueo profundo, el semisueo o el estado de despierto Seguramente, las aureolas que rodean el cuerpo o la cabeza de los santos (de los grandes despiertos) en las pinturas de las religiones, aluden a ese fenmeno de la energa, que en ocasiones se manifiesta ms externamente. 4Hay un punto de control del estar-despierto-verdadero y hay una forma de llevar la Fuerza hasta ese punto. 5Cuando se lleva la energa hacia ese punto, todos los otros puntos de control se mueven alteradamente. 6Al ver sto y lanzar la Fuerza a ese punto superior, todo mi cuerpo sinti el impacto de esa energa enorme y ella golpe fuertemente en mi conciencia y ascend de comprensin en comprensin. Pero tambin observ que poda bajar hacia las profundidades de la mente si perda el control de la energa. Record entonces, las leyendas sobre los cielos y los infiernos y vi la lnea divisoria entre ambos estados mentales.

IX.- EXISTENCIA DEL DOBLE O SEGUNDO CUERPO El da sptimo:1Esta energa en movimiento poda independizarse del cuerpo, manteniendo su unidad. 2Esta energa unida era realmente un segundo cuerpo, de la naturaleza de la luz. Entonces, record las leyendas sobre los fantasmas, sobre el alma y sobre el espritu. 3La energa, ya como segundo cuerpo separado de su base corporal fsica, o se disolva por falta de unidad interna o bien evolucionaba hacia una unidad mayor. 4La disolucin era acorde con la prdida de conciencia y la evolucin con el ascenso o aumento de conciencia. 5Los fantasmas y espritus de algunos pueblos o de algunos adivinos, no eran sino los propios dobles de las personas que se sentan tomadas por ellos. Como su estado mental estaba obscurecido (en trance o xtasis) por haber perdido conciencia y control de la Fuerza, se sentan manejados por seres extraos, que a veces producan fenmenos notables. Sin duda que muchos endemoniados sufrieron tales efectos. 6Lo decisivo era entonces, el control consciente de la Fuerza. Esto variaba por completo tanto mi concepcin de la vida corriente como de la vida posterior a la muerte. 7Mediante estos pensamientos y experiencias fu perdiendo fe en la muerte y desde entonces no creo en ella, como no creo en el sin-sentido de la vida.

X.- EVIDENCIA DEL SENTIDO El da octavo:1La real importancia de la vida despierta y consciente, se me hizo patente. 2La real importancia de destrur las contradicciones internas, me convenci. 3La real importancia de manejar la Fuerza y consolidarla como segundo cuerpo (o doble), para ms all de esta vida, me llen de sentido.

XI.- EL CENTRO LUMINOSO El da noveno:1En la fuerza del doble estaba la luz original que provena de un centro. 2En la disolucin de un doble haba un alejamiento del centro y en la unificacin y evolucin del doble, una aproximacin hacia el centro luminoso. 3No me extra encontrar en antiguos pueblos la devocin por el dios-sol y vi que si algunos adoraron al astro porque daba vida a su tierra y a la naturaleza, otros advirtieron en ese cuerpo majestuoso el smbolo de una realidad mayor. Otros fueron ms lejos an y recibieron de ese centro incontables dones que a veces descendieron como lenguas de fuego sobre los inspirados, a veces como esferas luminosas que llegaron desde el cielo; a veces como zarzas ardientes que se presentaron ante el temeroso creyente.

XII.- LA VIDA COMO LUZ EN CIRCULACION El da dcimo:1Pocos pero importantes fueron mis descubrimientos, que resumo de este modo: 2La Fuerza circula por mi cuerpo y ella es realmente mi vida y la de todos los cuerpos animados. 3En mi cuerpo existen puntos de control de sus diversas actividades. 4Hay diferencias importantes entre el estado de despierto verdadero y los otros estados mentales. 5Puede conducirse la Fuerza al punto del real despertar. 6La Fuerza se exterioriza como segundo cuerpo o doble. 7El doble se disuelve tras la muerte fsica por las contradicciones internas y la prdida de conciencia o evoluciona perfeccionando su unidad al romper las contradicciones y ganar en estado de despierto. 8La naturaleza de la Fuerza y del doble es la de la luz. 9Existe un centro-luminoso-dador-de-vida del que proviene la energa (o Fuerza) de todo lo viviente. 10Del centro luminoso proviene la vida y circula en todas las especies vivas, desde las ms primitivas hasta el hombre. Slo en l puede, unificndose (por sus trabajos bondadosos y conscientes), continuar evolucionando luego de la muerte fsica. En los otros casos, a la disolucin del cuerpo corresponde el obscurecimiento de la luz y su transformacin en otras escalas animadas de menor conciencia. Esta aparente declinacin de la luz es compensada por la reproduccin de los seres vivos en su escala y por la ampliacin de posibilidades evolutivas en cada ser. 11El centro luminoso contina produciendo luz y la creacin sigue desarrollndose. 12El doble puede consolidarse por su actividad unitiva o al recibir la Fuerza directamente desde el centro luminoso. 13Estas conclusiones me hicieron reconocer en las oraciones de los pueblos antiguos, el germen de una gran verdad que se obscureci en ritos y prcticas externas, no alcanzando ellos a desarrollar la oracin interna que realizada con perfeccin, pone al hombre en contacto con la fuente luminosa. 14Finalmente, advert que mis descubrimientos no eran tales, sino que se deban a la revelacin interior a la que accede todo aquel que sin contradicciones busca la luz en su propio corazn.

XIII.- LOS PRINCIPIOS 1Distinta es la actitud frente a la vida y a las cosas cuando la revelacin interna hiere como el rayo. 2Siguiendo los pasos lentamente, meditando lo dicho y por decir an, puedes convertir el sin-sentido en el sentido. 3No es indiferente ya lo que hagas con tu vida. Tu vida, sometida a leyes, est expuesta ante posibilidades que puedes escoger. 4Yo no te hablo de libertad, te hablo de liberacin, de movimiento, de proceso. No te hablo de libertad como algo quieto, sino de liberarse paso a paso como se va liberando del necesario camino recorrido, el que se acerca a su ciudad. 5Entonces, lo que se debe hacer no depende de una moral lejana, incomprensible y convencional, sino de leyes: leyes de vida, de luz, de evolucin. 6He aqu los llamados Principios que debes observar si quieres ponerte en resonancia viva con todo el Universo del que eres su smbolo y su imagen. 7Ir contra la evolucin de las cosas es ir contra uno mismo. 8Cuando fuerzas algo hacia un fin, produces lo contrario. 9No te opongas a una gran fuerza, retrocede hasta que ella se debilite, entonces avanza con resolucin. 10Las cosas estn bien cuando marchan en conjunto, no aisladamente. 11Las cosas estn bien cuando marchan al mismo tiempo, no cuando unas se adelantan y otras se retrasan. 12Si para ti estn bien el da y la noche, el verano y el invierno, has superado las contradicciones. 13Si persigues el placer, te encadenas al sufrimiento. Pero en tanto no perjudiques tu salud, goza sin inhibicin cuando la oportunidad se presente. De ese modo te liberas. 14Si persigues un fin, te encadenas. Si todo lo que haces lo realizas como si fuera un fin en s mismo, te liberas. 15Hars desaparecer tus conflictos cuando los entiendas en su ltima raz, no cuando quieras resolverlos. 16Cuando perjudicas a los dems quedas encadenado, pero si no perjudicas a otros puedes hacer cuanto quieras con libertad. Cuando tratas a los dems como quieres que te traten, te liberas. 17No importa en qu bando te hayan puesto los acontecimientos, lo que importa es que comprendas que t no has elegido ningn bando. Sea cualquiera tu posicin, tu opinin o tu bando, all no est la verdad completa, sino el ensueo. La verdad completa y la libertad surgen cuando adviertes que tu posicin, opinin y bando son para ti, ensueos. 18Cada uno de tus actos crea contradiccin o unin en ti. La contradiccin y la unin se acumulan como se acumulan los actos en la memoria. De esta manera, por tus actos repetidos en una u otra direccin, se har ms fcil un sendero y ms difcil otro. Pero no slo sto, ya que cuenta adems, la importancia o gravedad que tiene cada acto que efectes. Uno o muchos pequeos actos unitivos, no compensan a una gran contradiccin. 19Cuando encuentres una gran fuerza, alegra y bondad en tu corazn o cuando te sientas libre y sin contradicciones, agradece a tu dios interior como si te agradecieras a ti mismo. Cuando te suceda lo contrario, pdele con fe y ese agradecimiento que acumulaste en tu interior, volver convertido y ampliado en beneficio. Pero no puedes pedir a tu dios si antes no has tomado contacto con l, al despertar la Fuerza y al entregarle alegremente tu bondad. Cuanto mayor sea tu agradecimiento, mayor beneficio volver cuando sea necesario. De este modo sencillo, llegars a experimentar que tu inmortalidad y evolucin dependen del crecimiento de tu dios interior. 20Jams pidas a tu dios interno algo que se oponga a estos Principios, porque te dar de acuerdo a tu pedido (y tanto ms, si es grande tu fuerza acumulada) y entonces, empezars a encadenarte t mismo.

XIV.- LA GUIA DEL CAMINO INTERNO 1Unicamente si has comprendido lo explicado hasta aqu, ests en condiciones de liberar la fuerza. Si no has entendido cabalmente los ltimos puntos que, adems, deberan convertirse en tu manera cotidiana de encarar la vida, conviene que los medites hasta que se te hagan claros y practicables. Si luego de largas y pacientes meditaciones te siguieran resultando obscuros, busca a aquellos que te preceden en el camino para que te ayuden en tu evolucin del modo en que t ayudaras a otros con menos experiencia, si te vinieran en consulta. 2Ahora sigue con atencin lo que voy a explicarte, ya que se trata del modo de operar, necesario para producir el Gran Pasaje de la Fuerza. 3Recgete con sencillez en un lugar apartado de todo bullicio y junto a algn otro que te resulte afn y est hermanado contigo en estas verdades. Lee en voz alta repitiendo hasta comprender el significado de esta relacin, conocida como la Gua del Camino Interno.4Por el Camino Interno puedes andar obscurecido o luminoso.Atiende a las dos vas que se abren ante ti.Si dejas que tu ser se lance hacia regiones obscuras, tu cuerpo gana la batalla y l domina. Entonces brotarn sensaciones y apariencias de espritus, de fuerzas, de recuerdos. Por all se desciende ms y ms.All estn el Odio, la Venganza, la Extraeza, la Posesin, los Celos, el Deseo de Permanecer. Si desciendes an ms, te invadirn la Frustracin, el Resentimiento y todos aquellos ensueos y deseos que han provocado ruina y muerte a la humanidad.No elijas esa senda que est arreglada con seduccin como una trampa. Si en cambio, impulsas a tu ser en direccin luminosa, encontrars resistencia y fatiga a cada paso. Esta fatiga del ascenso tiene culpables: tu vida pesa, tus recuerdos pesan, tus acciones anteriores impiden el ascenso. Esta escalada es difcil por la accin de tu cuerpo, que tiende a dominar.l debe ser observado y tu mente volar hacia espacios luminosos.En los pasos del ascenso, se encuentran regiones extraas de colores puros y de sonidos no conocidos.No huyas de la purificacin que acta como el fuego y que horroriza con sus fantasmas.Rechaza el sobresalto y el descorazonamiento.Rechaza el deseo de huir hacia regiones bajas y obscuras.Rechaza el apego a los recuerdos.Queda en libertad interior con indiferencia hacia el ensueo del Paisaje, con resolucin en el ascenso.La luz pura clarea en las cumbres de la gran cadena montaosa y las aguas de los-mil-colores bajan entre melodas irreconocibles hacia mesetas y praderas cristalinas.No temas la presin-de-la-luz que te aleja de su centro cada vez ms fuertemente.Cuando en la gran cadena montaosa encuentres la ciudad escondida, debes conocer la entrada. A ella llegars en el momento en que tu vida sea transformada. Sus enormes murallas estn escritas en figuras, estn escritas en colores, estn sentidas. En esa ciudad se guarda lo hecho y lo por hacer. Pero a tu ojo interno es opaco lo transparente. Los muros te son impenetrables.Toma la Fuerza de la ciudad escondida y vuelve al mundo de la vida densa con tu frente y tus manos luminosas.

XV.- EL GRAN PASAJE DE LA FUERZA 1Si luego de repetir la Gua del Camino Interno, te fuera incomprensible su significado, trata de compartir el clima mental que se trasunta en ella. La preparacin para seguir adelante, se efecta por comprensin del simbolismo o por percepcin de su clima. 2Compentrate fuertemente de lo que entiendas o, segn el caso, de lo que sientas y entonces imagina una esfera transparente y luminosa que bajando hacia ti, termina por alojarse en tu corazn. Reconocers al momento que la esfera deja de aparecerse como imagen para transformarse en sensacin dentro de tu pecho. 3Observa cmo la sensacin de la esfera se expande lentamente desde tu corazn hacia afuera del cuerpo, al tiempo que tu respiracin se hace ms amplia y profunda. 4Si no cuidas lo que te digo ahora, sers superado por la fuerza y en lugar de controlarla, caers en trance, en una hipnosis tan estpida como aquella que se manifiesta en cualquier medium. 5Observa mentalmente la posicin que tiene tu cuerpo al mismo tiempo que sientes la expansin de la esfera. No olvides en ningn momento la posicin de tu cuerpo. No trates tampoco de poner tu atencin en la respiracin Deja que ella acte por s sola. 6Debo repetirte sto, que es importante: tu atencin en tales momentos, debe estar en la sensacin de la esfera que se expande y al mismo tiempo, en la posicin de tu cuerpo. Si no puedes lograr sto, conviene que te detengas hasta irlo logrando con el tiempo. Pero en ningn caso eludas lo que te digo, bajo peligro de ser arrastrado hacia lo crepuscular, hacia lo obscuro, hacia el trance. 7Si has hecho todo con correccin, pureza interna y sin sobresalto, comenzars a experimentar el gran pasaje de la Fuerza. Tus brazos y piernas han de empezar a electrificarse. Luego, todo el cuerpo recibir ondulaciones progresivas que Tendern a moverlo convulsivamente Debes impedir tal cosa, incorporndote, abriendo bien los ojos y caminando hasta que la Fuerza se diluya. 8Si en lugar de esa violencia percibes el gran pasaje como simple ondulacin, repara que al poco tiempo empiezan a liberarse todo tipo de emociones confusas y contradictorias, sin tu direccin. Esto ltimo no debe ocurrir Has de impedirlo como en el caso anterior. 9Si dominas la ondulacin y tus emociones no son ya contradictorias, aunque se manifiesten con vigor, puedes continuar, pero entonces repara en las imgenes, en los recuerdos y fantasas que empezarn a luchar entre s para, atropelladamente, ganar tu conciencia. Debes impedir tal cosa del modo conocido. 10Si controlas ya tu cuerpo, tus emociones y tus imgenes, entonces puedes dejar que se produzca el gran pasaje de la Fuerza. Comenzars a percibir la Luz y nuevos colores y sonidos, pero que no te poseern sino que sern controlados por ti. Entonces, comprobars cmo tu conciencia se ampla y cmo la Fuerza aumenta en ti ms y ms, realizndose el Contacto con la Fuente-de-Luz. 11Cuando la experimentacin del gran pasaje se te haga excesiva o intolerable, debes terminar con ese estado imaginando que la esfera se contrae y luego sale de ti hacia las alturas, brillante y transparente como lo fuera al comenzar con todo aquello. Sabes, adems, que existe el otro procedimiento ms drstico, pero slo aconsejado para cuando est por perderse el control. 12Ahora comprenders por qu te recomend antes de iniciar sto, que te rodearas de algn otro, hermanado contigo en estas verdades. Si alguien experimentara descontrol, es deber del otro sacarlo de ese estado. Mejor ser en todo caso, que trabajen varios y no slo dos en el gran pasaje de la Fuerza. De otro modo, unos pocos pueden caer en el estpido trance hipntico, cuyo mayor peligro radica en grabar psimas experiencias que luego resultan difciles de erradicar, ocurriendo como ocurren en direccin opuesta a la conciencia de s. Esa conciencia opuesta recibe el nombre de crepuscular, que la revela a la perfeccin. Debes reconocer en el campo de lo crepuscular a la hipnosis, la mediumnidad, la accin de drogas y en general, a todo fenmeno que produce el gran pasaje sobrepasando el control de la conciencia clara y en ascenso. Casi todas las experiencias extrasensoriales y an las de proyeccin del doble, se producen desde lo crepuscular. Desconfa de tales manifestaciones y considralas como las tentaciones que sufrieron los santos en su evolucin, segn cuentan las leyendas. 13Todas las prcticas mgicas, ascticas o religiosas que alteren los sentidos, van en direccin crepuscular. 14Ahora bien, si has trabajado observando cuidadosamente lo recomendado, puede suceder no obstante, que no hayas producido el gran pasaje. Eso ser sntoma de que te falta unidad interna. De todas maneras, vuelve sobre sto, hasta que con el tiempo puedas lograrlo. 15Sea que hayas efectuado o no el gran pasaje, tales trabajos te est permitido realizarlos una sola vez en cada mes, el mismo da y a la misma hora. 16Termino con sto: a medida que avances, experimentars la Fuerza como algo que crece en ti, que te da unidad y que te liga a otro plano con el que estn conectados tambin otros que como t, construyen para esta vida y para despus de ella. Reconocers algn da la luz y la hermandad de la luz. Reconocers Que esta hermandad tiene su templo no en lugar fsico alguno, Sino en un plano mental del que participan aquellos que trabajan para s y para despertar a todo el gnero humano. 17Sea como fuere, no debes tomar por cierto algo que no puedes experimentar todava. Bastante perjuicio ha causado a la humanidad la creencia sin experiencia y el dogma que obscureci la sabidura que legaron los grandes instructores. Bastante horror y explotacin ha sido para el mundo, la existencia de castas sacerdotales, que se apoderaron de medias-verdades para imponerse.

XVI. TRANSFERENCIA DE LA FUERZA 1Aquel que tiene la fortuna de haber logrado el gran pasaje y que lo dirige hacia su propia evolucin, tiene obligaciones para con aquellos que estn en el camino, atrs de l. Los que van detrs del ms antiguo, conviene que recaben de l, sabidura y experiencia. 2En muchos casos, los que tienen control de la Fuerza pueden transferirla a quienes, pese a sus esfuerzos, no logran el gran pasaje. Esto se hace en aquellas reuniones en que, en unos y en otros, est ese fuerte y solidario deseo. Entonces, basta con que al manifestarse el gran pasaje, se desplace la Fuerza por haber mantenido contacto entre los que estn en condiciones diferentes. Esta transferencia fue conocida desde antiguo como imposicin de manos. La Fuerza puede, en efecto, transferirse cuando se dispone de su control y te digo que as como el doble puede proyectarse, tambin su energa se manifiesta a distancia en los fenmenos que se reconocen como extrasensoriales. No obstante, en su momento, te advert sobre su inconveniencia. 3La fuerza puede ser transferida a otros y tambin a objetos particularmente adecuados para recibirla y conservarla. Confo en que no te ser difcil entender la funcin que cumplieron los sacramentos en muchas religiones e igualmente, el significado que tuvieron los lugares sagrados y hasta los sacerdotes y pontfices supuestamente cargados con la Fuerza y posteriormente, convertidos en fetiches sin significado profundo. Cuando algunos objetos fueron adorados con fe en los templos y se los rode de ceremonia y rito, seguramente devolvieron a los creyentes la energa acumulada por oracin repetida. Esto, que luego fue supersticin (que an conservan las gentes ignorantes), tuvo como trasfondo la real intuicin de la existencia de la Fuerza y su aptitud para ser transferida. 4Hablemos ahora del caso en que ya conoces por experiencia la accin de la Fuerza. La produccin del gran pasaje se efecta a lo sumo mensualmente, a fin de que la energa liberada tome su tiempo en reordenarse. As se obtienen los beneficios necesarios, sin manifestar efectos contrarios que puedan llevar al deterioro, por exigencias continuadas, dejadas a la improvisacin. Por otra parte, la circulacin sbita de la Fuerza en el organismo, produce movilizacin de los puntos de control de los que te hablara en su momento. Entonces, poco a poco, comienza a percibirse un cambio profundo y positivo en la actitud general de aquel que lleva estas cosas con prudencia. 5Todo nuevo gran pasaje es un refuerzo al cambio que se va experimentando. Este ser saludable si cada vez se produce con mayor control y ampliacin de la conciencia. Un efecto opuesto, muestra a las claras que las operaciones deben suspenderse. 6Supongo que tu caso es el mejor y por tanto, puedo recomendarte ahora que luego del gran pasaje conserves en ti la sensacin fsica de carga y te mantengass en presencia de la Fuerza en tus actividades cotidianas. Puedes, para sto, usar el recurso de no olvidar tu cuerpo al par que te ocupas de otras cosas. Esta suerte de atencin dividida, consolida poco a poco ese nuevo nivel mental que conocemos como conciencia de s o estado de verdadero despertar. Por extrao que te resulte aquello de no olvidar tu cuerpo, debes comprender que en el estado corriente de vigilia, sucede lo contrario. Al olvidar el cuerpo se olvida tambin el propio yo y por tanto, uno se olvida de s mismo, siendo influenciado por los ensueos, los fantaseos y la accin hipntica del mundo que rodea. As, merced al olvido de s misma, la gente es fcil presa de opiniones no demostradas, de creencias, de pareceres, de criterios de autoridad y prestigio y en general, de toda accin propagandstica e irracional. 7No te sugiero aqu que te separes del mundo cotidiano, sino todo lo contrario, acta en l sin temor ni encerramiento, pero no te olvides de ti mismo.

XVII.- PERDIDA Y REPRESION DE LA FUERZA 1Las mayores descargas de la Fuerza se producen por actos descontrolados, stos son: la sexualidad excesiva, la imaginacin sin freno, la charla desmedida, la curiosidad sin control y la percepcin exagerada (el mirar, or, gustar, etc de manera desbordada e intil). 2En cuanto a la sexualidad, debes interpretar correctamente sto: tal funcin no debe ser reprimida, porque en ese caso crea efectos mortificantes y contradiccin interna. La sexualidad comienza y concluye en su acto, pero de ninguna manera debe continuar afectando la imaginacin o buscando nuevo objeto de posesin. Se hace evidente que si los estmulos externos o la fantasa exacerban la funcin del sexo, sta resulta excesiva. 3Est claro que las recomendaciones de castidad y abstinencia tuvieron en su momento relacin con la Fuerza, pero los instructores que pusieron atencin en aquello, de ningn modo lo explicaron de manera represiva, sino sobreelevada. 4Posteriormente, el control del sexo por una determinada moral social o religiosa, sirvi a designios que nada tenan que ver con la evolucin sino ms bien con lo contrario. 5La Fuerza se desbord hacia lo crepuscular en las sociedades reprimidas y all se multiplicaron los casos de endemoniados, brujos, sacrlegos y criminales de toda laya que gozaron con el sufrimiento y la destruccin de la vida y la belleza. En algunas tribus y civilizaciones, los criminales estuvieron repartidos entre los que ajusticiaron y los que fueron ajusticiados. En otros casos, se persigui a todo lo que era ciencia y progreso porque se opona a lo irracional, a lo crepuscular y a lo reprimido. 6En ciertos pueblos primitivos, existe an la represin del sexo, como en otros considerados de civilizacin avanzada. Es evidente que en unos y en otros, el signo destructivo es grande aunque en los dos casos el origen de tal situacin sea distinto. 7Si me pides ms explicaciones, te dir que en realidad el sexo es en s santo, ya que gracias a su ejercicio la cada de la luz en escalas inferiores (al desintegrarse los cuerpos), es compensada por la reproduccin, que permite el surgimiento de nuevas posibilidades evolutivas. 8Jams creas las mentiras de los envenenadores de la vida cuando se refieren al sexo como algo despreciable. Por el contrario, hay en l belleza y no en vano est relacionado con los mejores sentimientos del amor. 9S cuidadoso entonces y considralo como una gran maravilla que debe tratarse con delicadeza, sin convertirlo en fuente de contradiccin o en desintegrador de la energa vital.

XVIII.- ACCION Y REACCION DE LA FUERZA 1Te expliqu en alguno de los principios: Cuando encuentres una gran Fuerza, alegra y bondad en tu corazn o cuando te sientas libre y sin contradicciones, inmediatamente agradece a tu dios interior, como si te agradecieras a ti mismo 2Tu dios interior, no es sino esa energa que va tomando unidad en ti por tu trabajo corriente y que va conformando al doble, capaz de acrecentarse con el gran pasaje de la Fuerza y trascender ms all de esta vida. Agradecer, significa concentrar los estados de nimo positivos en este interior radiante, smil de la esfera transparente que conoces. Esto permite asociar los estados positivos con tal representacin, de modo que a la inversa (en situaciones desfallecientes), al apelar a idntica imgen, sta entregar la carga psquica que le fuera asociada. Como adems, esta energa est elevada por el contacto con la Fuerza, su accin trasciende el simple campo de lo mental personal. 3Por todo ello, tu dios interno devolver ampliado en beneficio aquello que le pidieras, siempre que antes hubieras tomado contacto con la Fuerza (gran pasaje) y hubieras acumulado en ti, numerosos estados positivos. 4Para que todo lo anterior te resulte an ms claro, agregar que el no olvidarse del cuerpo, o de s mismo en la vida cotidiana, puede lograrse progresivamente si la atencin al cuerpo es reforzada con esta imgen interna que acabo de mencionarte o por lo menos, con la sensacin de existencia de la fuerza en uno mismo.

XIX.- LOS ESTADOS INTERNOS 1Debes adquirir ahora suficiente percepcin de los distintos estados internos en los que te puedes encontrar. 2El primer estado, en el que prima el sin-sentido, aqul que mencionamos al comienzo, es conocido como estado de simple y difusa vitalidad. Todo se orienta por las necesidades, pero stas son confundidas a menudo con los deseos y las imgenes contradictorias. All hay obscuridad y la luz de la razn est muy alejada. Se permanece en ese estado vegetando, perdido entre formas no definidas. Desde ese punto propio del sueo profundo, se puede evolucionar slo por dos vas posibles: la va de Muerte o la de Mutacin. 3La va de la Muerte te pone en presencia de un paisaje catico y obscuro. Los antiguos conocieron ese paisaje y casi siempre lo ubicaron bajo tierra, en las profundidades abismales. Los instructores tambin visitaron ese reino para luego resucitar en niveles luminosos. Por la va de la Muerte se reconoce el estado de vitalidad difusa, muriendo entonces a la vida anterior y ascendiendo hacia otro estado. 4Llegando a l, se encuentra el refugio de la Regresin. Desde all se abren dos caminos: el del Remordimiento y aquel otro que sirvi para el ascenso, es decir, el camino de la Muerte. Si tomas el primero es porque tu decisin tiende a romper con tu vida pasada. Si regresas por el camino de la Muerte, destruyes tu posibilidad evolutiva y recaes en los abismos de la Vitalidad difusa. 5Ahora bien, te dije que haba otro sendero para escapar de la Vitalidad, se era el de la Mutacin. Si eliges esa va, es porque quieres emerger de tu penoso estado, pero sin estar dispuesto a abandonar algunos de sus beneficios aparentes. Es pues un falso camino, conocido como Camino de la Mano Izquierda, tomando la palabra izquierda por torcida. Muchos monstruos han salido de las profundidades por ese tortuoso pasadizo. Ellos han querido tomar el cielo por asalto, sin abandonar los infiernos y por tanto, han proyectado en el mundo medio infinita contradiccin. 6Supongo que ascendiendo por el reino de la Muerte y por tu consciente Remordimiento, has llegado ya a la morada de la Tendencia. En ella no puedes descansar mucho tiempo. Dos delgadas cornisas sostienen tu morada: la Conservacin y la Frustracin. La Conservacin es falsa e inestable. Caminando por ella te ilusionas con la idea de permanencia, pero en realidad desciendes velozmente hacia la Vitalidad que habas superado por la Muerte y el Remordimiento. Mala es tu posicin en la morada de la Tendencia: o te dejas estar y caes o asumes responsablemente el camino de la Frustracin (penoso, pero nico-no-falso). 7De fracaso en fracaso puedes llegar a la prxima morada, que se llama la morada del Desvo. Cuidado con las dos vas que tienes ahora por delante: o tomas el camino de la Resolucin, que te lleva a la posada de la Generacin o tomas el del Resentimiento, que te hace descender nuevamente hacia el refugio de la Regresin, hacia el refugio del semi-sueo. All ests plantado ante el dilema: o te decides por el laberinto de la vida consciente y tomas la Resolucin o regresas al laberinto de la vida obscura. Son numerosos los que no habiendo logrado superarse, regresan a los reinos inferiores por el Resentimiento. Desafortunado aqul que llegando penosamente ante el umbral, no pudo franquear la entrada del despertar! 8Pero t has ascendido por la Resolucin; te encuentras ahora en el primer albergue de reposo conocido como la Generacin. All tienes tres puertas: una se llama Cada, que lleva directamente a la Regresin, otra se llama Intento y la tercera, Degradacin, que te lleva directamente a los abismos, slo que desandando moradas y caminos en este orden: Tendencia, Frustracin, Desvo, Resentimiento, Regresin, Muerte, Vitalidad,. No cabe duda que debes escoger la puerta media. 9Sube por la escalinata del Intento y llegars a una cpula inestable. Desde all, desplzate por un pasillo estrecho y sinuoso que conocers Como la Volubilidad, hasta llegar a un espacio amplio y vaco como Una plataforma, que lleva el nombre de espacio-abierto-de-la-energa. 10En ese espacio puedes espantarte por el paisaje desierto e inmenso y por el aterrador silencio de esa noche transfigurada por enormes estrellas inmviles. All, exactamente sobre tu cabeza, vers clavada sobre el firmamento, la insinuante forma de la Luna Negra. All debes esperar a la alborada, paciente y con fe, pues nada malo puede ocurrirte si te mantienes quieto y sin desesperar. 11Podra suceder en tal situacin, que quisieras por tu propia inventiva, arreglar una salida inmediata de all. Si tal ocurre, podras a tientas encaminarte a cualquier lugar con tal de no esperar el da en silencio y fe, pero debes recordar que todo movimiento all es falso y se llama genricamente: Improvisacin. Si olvidndote de lo que ahora te menciono, comenzaras a improvizar movimientos por tu cuenta, ten la certeza de que seras arrastrado por un torbellino entre senderos y moradas hasta el fondo ms obscuro de la disolucin. 12Qu difcil debe ser para ti comprender como los estados internos estn encadenados unos a otros! Si vieras qu lgica inflexible tiene la conciencia, advertiras que en estas cosas, quien improvisa a ciegas, fatalmente comienza por la Degradacin de la enseanza, luego surgen en l los sentimientos de Frustracin, posteriormente en el Resentimiento y por ltimo llega a la Muerte y al mundo de la Vitalidad, en el que todo es olvido de lo que algn da se alcanz a percibir. 13Si en la explanada alcanzas a percibir el da, surgir ante tus ojos el radiante sol que habr de alumbrarte la realidad objetiva. Entonces vers por primera vez, que en todo lo existente vive un Plan. 14Es difcil que caigas desde all una vez que el Plan te fuera revelado, salvo que voluntariamente decidieras descender a los reinos inferiores para beneficio de otros, que deben ser instrudos en estas verdades. En tal caso, descenders por el Propsito, hasta la morada de la Inestabilidad y desde all (si se es tu deseo), bajars an por la Fatalidad hasta los niveles que eligieras. 15Pero quin habla de bajar, cuando ha consolidado de modo permanente la conciencia de s, el estado de despierto que ya no se pierde. Quin habla de bajar, cuando se roza el nivel de conciencia creador! 16No debo hablar ms de estas verdades, porque ellas, sin experiencia, slo sirven para trasladar al campo de lo imaginario lo efectivamente realizable. 17Que te sirva lo dicho hasta aqu, a ti que vienes desde el lejano sin-sentido. 18Si lo explicado no te fuera til, qu podras objetar o poner por encima de esta enseanza, si de todas maneras, nada tiene fundamento y razn para tu estado de existencia, prximo a la imgen de un espejo, al sonido de un eco, a la sombra de una sombra. 29Por lo contrario, algrate si ha descendido al mundo de las tinieblas un cabo luminoso. Algrate!, pero recuerda bien que hemos trado la verdadera palabra de redencin que dice: Slo t puedes redimirte

XX.- LA RELIGION INTERIOR 1Repara en mis consideraciones. En ellas no habrs de intur sino alegricos fenmenos y paisajes del mundo externo, pero tambin descripciones reales (no alegricas) del mundo mental. 2Tampoco debes creer que los lugares por donde pasas en tu andar, sean los que roza el doble en su separacin del cuerpo fsico. Semejante confusin hizo a menudo obscurecer a profundas enseanzas religiosas y as hasta hoy, se cree que cielos. infiernos, ngeles, demonios, monstruos, castillos encantados, selvas, ciudades remotas y dems, tienen realidad visible para los iluminados. El mismo prejuicio (pero con interpretacin inversa), ha hecho presa en los escpticos sin sabidura, que han tomado esas cosas por ilusiones o alucinaciones padecidas por mentes afiebradas. 3Debo repetirte entonces, que en todo sto debes comprender que se trata de estados mentales simbolizados por objetos, supuestamente existentes en s mismos. Esto no excluye, sin embargo, que la mente y sobre todo el doble con sus atributos, acte en el mundo fsico. 4Considera conmigo como de gran importancia, estos tres puntos: primeramente, los Principios. Su exmen y observancia producirn en ti una nueva forma de vivir. En segundo lugar, la Gua del Camino Interno, que meditada con frecuencia, te impedir equivocar la direccin en tu desarrollo. Por ltimo, el trabajo con la Fuerza, clave del despertar-adquirido-de-modo-permanente y de la inmortalidad. 5Estos tres puntos son pilares sobre los que descansa el maravilloso templo de la Religin Interior. Templo existente en todo ser humano, tantas veces rozado en infatigables bsquedas milenarias, tantas veces presentido en pocas de fe; y tantas veces olvidado en pocas de derrumbe. 6Todas las religiones y por cierto tambin la religin del atesmo, tienen dos caminos. El camino del Fanatismo (o de la Conservacin), lleva a los abismos. El camino del ascenso, lleva al templo de la Religin Interior. 7Cuando se habl de las ciudades de los dioses adonde quisieron arribar numerosos hroes de distintos pueblos; cuando se habl de parasos en que dioses y hombres convivieron en original naturaleza transfigurada; cuando se habl de cadas y de diluvios, se dijo gran verdad. 8Luego los redentores trajeron la Palabra y llegaron a nosotros en doble naturaleza (humana y divina), para restablecer aquella nostlgica unidad perdida. 9Vuela ya de regreso a las estrellas el hroe de esta edad. Vuela a travs de dimensiones antes ignoradas. Vuela sin duda, hacia el templo escondido de la Ciudad de Dios. 10T, yo y todos nuestros hermanos, divisamos abiertas de par en par, las puertas del templo de la Religin Interior.