Congreso de los Comunistas BelgasTesis sobre el parlamentarismoTraducido al castellano por Roi Ferreiro a partir de la versión portuguesa, basada en la versión italiana de “Il Soviet”, nº17, 1920, y publicada en: Os comunistas dos conselhos e a III Internacional, Assírio&Alvim Soc. Ed., 1976.

1. El parlamento es el órgano político central del Estado burgués. Como todos los órganos de la democracia burguesa moderna salidos del orden económico capitalista actual, está, por lo tanto, totalmente sujeto al poder financiero y bancario de las clases poseedoras. Los representantes de la socialdemocracia se convirtieron, en el parlamento, en los defensores de las reformas sociales y democráticas que necesitaba la burguesía para su propio desarrollo. El programa de reformas de los partidos socialdemócratas se realizó a la medida de los intereses de la burguesía.

2. Durante los últimos veinticinco años se creyó poder utilizar la tribuna del parlamento para afirmar públicamente las reivindicaciones revolucionarias de los trabajadores. Desde hace mucho tiempo que esta propaganda es ineficaz. Engendra solamente una atenuación y una deformación constantes del espíritu revolucionario.

3. En la fase actual del desarrollo capitalista, de la gran industria y del comercio mundial, la socialdemocracia se ha vuelto impotente para realizar verdaderas reformas por intermedio del parlamento. Éste se convirtió en una trava a la lucha de clase de los obreros. Expresión exclusiva de un derecho de lucha, el parlamento impide cualquier equiparación del derecho. Órgano político de las fuerzas capitalistas, el parlamento no puede traer ninguna mejora verdadera a la clase obrera.

4. El parlamentarismo aleja a los trabajadores de sus verdaderos procesos de lucha. Fomenta la pasividad de las masas que se confían a la capacidad de los jefes. El parlamentarismo es un proceso hipócrita por el que se intenta sugerir a los trabajadores que la transformación de la sociedad se puede operar a su favor sobre la base de la sociedad capitalista. Los peligros y las desventajas que el parlamentarismo presenta para la intensificación de la lucha son enormes. Las ventajas son nulas.

5. Pensamos, por lo tanto, que el parlamentarismo debe desaparecer, en cuanto proceso de lucha de los trabajadores, incluso antes de que éstos hallan tomado el poder e instaurado su dictadura. Se ha convertido en un obstáculo y un factor de confusión en el periodo en que cualquier lucha se asienta sobre el movimiento directo de las masas.

6. Si renunciamos al empleo de los órganos del Estado burgués, eso implica que deben ser abandonados en el preciso momento en que el proletariado comienza a hacer funcionar los suyos. Con el movimiento de los consejos, con la necesidad de su formación como órgano de lucha proletaria y célula del futuro organismo del

poder de los trabajadores, desaparece la utilización del órgano burgués: el parlamento.

Bruselas, 22 de mayo de 1920.