16. Germán List Arzubide - Estridentistas Punks de mi Época

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L,tevaluva 1 Soc tedad g t-L,r r d-e '"1¡s'rto J_/-s"v_ 3 ,,i:i / o'.'i : $.ao Estridentistas; punks de mi época Germán List Arzubide iAlertaGermánl, medijounamigo, que encuanto el régimen se tambalee debemos estar listospafatomarvenga¡za. Se refbría, desde luego, a que entonces apaleáramos a todos esos artistas oficiales, que al amparo dela familia revolucionaria. hanengañado a nuest¡ajuventud, haciéndole creer que son ejemplos cullurales: y lambién por haberse gastado enauto- promociones y francachelas, el dinero que mejor hubiera he_ choa los niños tarahumaras. Lastu¡bas vengadoras, aquí a dos calles, arranca¡án las placas quedicen "To¡res Bodet", pa¡adigma del artista po¡ decreto, y rcbautiza¡án la calle,aunque sea por lo p¡onto congis,como calleManuel Maples Arce. pero esto, concedo, es todavra una posibilidad remota pese a su¡nminencia. por_ que nuestro capital cultural salvajetiene muybien aceitados sus mecanismos de control y represión. Los Estridentistas fuimos los p¡r¿¿ de nuestra época. A los veinútmtos de edad. connuestros bastones v nuesua. polainas, concitábamos el odio delos conaculros deentonces y nuesha limpiezay pulc tud decuerpo y alma eraconside_ üda como pelig¡osa y subversiva. Nadie olicialmente, como ahora para conlos roque¡os, quiso analizar nuestra p¡opuesta, nuestra palabra, nuestra ética. Simplemente nos lincharon. Hoy velgo hanquilo al Chopo po¡que séque esta¡é ¡odeado, protegido, por tantos jóvenes a los que, cariñosa-

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L,tevaluva 1 Soc tedadg t-L,r r d-e '"1¡s'rto J_/- s"v_

3,,i:i

/ o ' . ' i:

$.aoEstridentistas;

punks de mi épocaGermán List Arzubide

iAlertaGermánl, me dijoun amigo, que en cuanto el régimense tambalee debemos estar listos pafa tomar venga¡za. Serefbría, desde luego, a que entonces apaleáramos a todos esosartistas oficiales, que al amparo de la familia revolucionaria.han engañado a nuest¡ajuventud, haciéndole creer que sonejemplos cullurales: y lambién por haberse gastado en auto-promociones y francachelas, el dinero que mejor hubiera he_cho a los niños tarahumaras.

Las tu¡bas vengadoras, aquí a dos calles, arranca¡án lasplacas que dicen "To¡res Bodet", pa¡adigma del artista po¡decreto, y rcbautiza¡án la calle, aunque sea por lo p¡ontocon gis, como calle Manuel Maples Arce. pero esto, concedo,es todavra una posibil idad remota pese a su ¡nminencia. por_que nuestro capital cultural salvajetiene muy bien aceitadossus mecanismos de control y represión.

Los Estridentistas fuimos los p¡r¿¿ de nuestra época. Alos veinútmtos de edad. con nuestros bastones v nuesua.polainas, concitábamos el odio de los conaculros de entoncesy nuesha limpieza y pulc tud de cuerpo y alma era conside_üda como pelig¡osa y subversiva. Nadie olicialmente, comoahora para con los roque¡os, quiso analizar nuestra p¡opuesta,nuestra palabra, nuestra ética. Simplemente nos lincharon.

Hoy velgo hanquilo al Chopo po¡que sé que esta¡é¡odeado, protegido, por tantos jóvenes a los que, cariñosa-

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nrcntc,liendo nli lano c.,tridentisla. Ydesde lucgo, cstoy aquícon l¡ intención de hacer acuerdos 4cerc{ de l¿ actitud y es-tm{cgiaquc scguiremos en nueslra l chadur¿nte los siguicnfes doscicntos años- Elcamino es largo y el enemigopoderosoy desc¿lrnado.

Este nrusco p¡l¿nIítambién es un muchacho, no sólo por-

quc soy c¡sidiezaños nrayorqtle é1. sino polque desdc siempreh¿r sido imirn de sueños lrcscos y míls ahora que ha asumido

c¿b¿llnre¡tc sus papel de 1cf'ugio y s¿nluario de )lueslla mejor

_JUVenluo,A esta cal le vi¡e en innumer¿bles ocaslones, pflmero a

visitaf a lrt i amiSo don Chopo. Enrique Gonzálcz Mal-tíne7,poetr exquisito y delicaclo, cuyos ve$os, hoy cn el olvido,

elan ¡ruy popul¡res. T¡mbién vine a rccoger arnis hijos cuancio mc avisabln quc sc hahírn ido dc pinta. Seguro dc aquí

cncontf¿rlos. disimulab¿ buscarlos por el cai l l ino mis laryopara extilsi¡r¡rc mañosarnente colt el co¡tenido oni-ico de

lodos los viejos eslantes replelos dc polvorosos mjstcri l)s.En concrcto, chop¡ntes, mi propuest¿ es csta: No obs-

1¡ntc la cf isis bltfal cn la que nos ¡nctió el amigo dc Cllev¡sy de Pilz, ¡o obstante que hernos perdido a nucstro país pri-

valizrrdo. no obst¡ntc qlle ya soÍlos sólo ull tenitorio del cudl

se sacln las malerixs pri lnüs y sc vicne a t l Í l l -b¡sura, no

obstante l¡deudaque nunca pagarcmos de cincr!cnta millones,h ¡, . , ' . ¡ur per 'nrr;r. n, ' , 'b.t ir lr lc lnJ, ' i .u. n,,: ,nlro\ nrff\ i

tamos de tie¡npo para leer, parr escribir, laft hacel rlúsic¿I.p . r r ¡ f l . r l i c i r r . ¡ r r r i r ¡ i n t i r r r c . . u l f i r . f r i r r l r c rn l i n i , l ) . o11 i , r \scr lcl ices. Sé, por otro lado, que la nccesidad nos aprcmia.Lo sé porquc algunos.jóvenes rnc visi lan k)s.¡ucvcs. al paÍi1rn r ' l r i r l c r . r pcn r r l n . . uuü | | , 1 , , ( \ l r r d , ¡ . r ru c r r r ' i n r r ' . un ¡e .opa¡a cl camió11. Cuando lcs oliezco un pcqueño refiigcrio lo

devoran gruñéndo e f¿roznrenle. Es claro que dsla srisis cstíl

prcmeditadamcnte discñ¡d¿l para presionamos oblig¿indonos

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ü vlvlr coNo tos esclavos. no só\o tr.¡b,¡jando ir cambio desalarios de nriseria, sin{)h¡st¡ nos c¡.igen prep.¡ratrros no po(cl l l l iccr r lc . onur rmrrntñ. \ lcorlt c \uhl imc. \ in,, purr \ct (.clavos c¡lificados que lesrindan aúIl rnayor gananciu. Scpanustedes quc (ier¡r\ír l_ist Arzubide no sólo 1¡mils se vendióideológicamente, sino jamás, t¡mpoco, alquiló su tiempo ysu\'tda a cambio clc una miserable compensución cafitalista.Mis hijos atcstigu¡r que lui cüp¡z de soafenerlt)s etr tnaeleg¡nte pobrcza, pero u cilnlbio, todos los dí¿1s (lo nüest¡¿vida. sin faltar uno, 1¡eron clorningo.

Quiero mcncionar it Llstedcs ¡ mane¡¿ de ilustración, ¿11_gunos e'cnptos recientcs clc jóvcnes a los que l lamo ,, losotros trj[nfado].es", porque no sólo se triunfa hacióndosc nril lona¡io, tambión sc tr. i uni '¡ r, ivienclo lel iz y traoquilo sin so_n lu ¡e r \ c . r un b i r , l i l i r . l e ,h i : . nu . : , 1 ¡ r . i , , r n l l r i l r r u . q L . r . \ 4 ¡ \ ¡ c i ,es un salario rníximo para los jóvcnes y para las mujeres: unmuchacho ingenioso pi¡1ló un bote dc rojo y negto. Con é1,sc sLlhc ¡ los c¿ntiones a cchar un discurso c1r.re ¡nsult¿l al go_brl]¡no. L¡ gcnle ent si¡smada. cnlonces, lc l lena de innlc_dialo cl botc de dincro.

Otro da clascs dc yoga I las gor.das dc Tec¿lnachalco.Enlre todas lc pagan cicnto cillcucnta pcsos la hora, il cambiooc ponertas en postur¿s extf¿\.rg¿ntL-s y de pltticarlcs unlnontón de fantasías "esotéicas" que el las adoran. Él así. sel lcva fíci l diez o quince mil pesos meusuales. U¡a corlun¡L l c c r l u t r " i o re r r cs c ¡ .n c u l ¡ , ( l ¡ i ( i r \ r h r i r ron un e \ l i r nqu i l l , ,en un pucbli to r¿bón, pero bonilo, por pachuca. Míniüa_nrentc, pero los manticne a todos c¡ntando y gozando. Otl-itjoven paleja hizo su cuarl i to desann¿blc con ¡lgon¡s tablasquc colocan en cualquier aTotea ¡l icntl .as lo dcjan. Sccambian de colonia, gratis, cacla vez que sc les apetecc.

Te¡gan ustcdes eo cuenla qLlc lg mugrosos pcsos dc saIario mfuino que generos¡ncnte \ icne, Ios pucden usrecles

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;r,¡r,

ganar vendiendo jícrm¡s y hasta cantando erL ios c¿mionesnedia hom. ¿Tienecaso entonces preocupamos o vendemosa¡te cualquie¡ patrón explotado.?

Yo soy un ¿na¡qujst¿ sufi cientcmcnte i¡rteligenle pam ünir-me al que lucha contra mis enemigos. Así he def'e¡dido a laUnión Soviética. Era, con sus Llefectos, pied¡¡ de toque quedcmostraba que es posible organizar la sociedad sin la expl{f¡cióD o el lucro. Si no dcfendemos ¿hom a China, quecomunist¡mente ha llev¿do a rril nrilloncs de habilantes de Iamiseria a la opulencia; si no dcf¡ndemos a Cuba donde sindeuda exlefia duennen hanqr.rilos comiendo austeranentcpero cic¡tamente mejorque nuestrcs indios, con rne jormedi-

cina y mlyor seguridad social: si no los defbndemos comoopcioles que de¡nuest¡an la maldacldel capitalismo, entonceshablemos establecidoquc clhumano es escl¿vo por vocación.

E¡ rln cuento misteriores de Lord Du¡say, los glrcrrerost¡iunf¡dorcs c¡ plena fiesla obligall al d18¡rr a haccrlcs unapredicción. Éste, renuenle, lemie¡do refresalias.lcs dice finalmcnte Ia ve¡dad- "P¡edigo que ustcdcs nunca llegariin a Car-casona"... Los tr;unfadores el1tonces, letado¡i e incrédu]os,ducños clel mumlo, cogen de inmediato sus lanzas y s¡len alcamino gritanclo: "Carcasona, Carcasona". Cada vcz quecansados desfallecen ¿rlguien, vuelve a gritar las mágicaspálabr s y todos nuevamcntc hacen el esf¡eüo algur¡os añosmás. Cuaúdo estos muercn en el camino yaotros estín pacfarados para continutu cl desirfío que así ha seguido desde entonces.

Yo, poco a poco, me voy sumergicndo cn el mr¡ndo de lossueños. Lasluccs,lo sé, selan apagando. Prorfo habré de pi¡dirpa-ra un larguísin)o periplo, pcro como úp rip,l'Ie acucsto tranquilo sabiendo qLle ustedcs rccogerán mi lanza y, quc cuandttde nüevo despie¡tc ¡ne enconlrüéjunto con Íedes en plenocoüzón de Carcasona. iC¿rcasona... Carcasona!

C¿,¿r¿.ni¡, Dúúero I, rercem époc¡, rbril nrayo de 1995.

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Juv entud, div\no tesoro..la modorra literaria

NaiefYeyha

Juventud: un tesoro seDent¿ll en cspera de ser apareado, ungr'upo de bo-r,scoülr entonando canciones por cl campo, unaperegrinación al cerro de1 Cubilete. ..¡Se ve, se siente, Cristoestá prcsentel", "el que no salte es el rliablo" ,hitlerjugend enconmovido desfi le patriotero, jóvenes comunistas hacietldojuicios, políticos, niños ¡pedreando l4gartüas ,,yo te enseñoel mío si tú mc enscitas cl luyo".

l,ajuventud es cl ariete tle /¡is fi¡scismos, categorizaciónvirtLrosa en nombre dc la cual todo sLltiimrento comumtariose vale. Cada vez que se quiere explolar la sensiblería de unpueblo se recuú.e a l¿ juventud.

Al participar en un encuentro dc escritores j ó venes, ten_driamos qlle estar de acuerdo en csta d iterenciaciól bioJógicacomo argunento edilo¡ial. Sin embargo, no puede ser así;alomizdIas "dif-erentes liter¡turas" con argutnentos de dcsa_¡roilo ho¡mon¡l no sólo cs ¡rbitt-ul.io, sino l¿tnbién es innc_cesario y tramposo.

Denho de una litcralura fragrDentada en categorías f.icticias, se establecen ¡tarcos de ¡eferencja falseados, gr¿¡¡os yclanes, pequeños mitos frágiles quenopueden sostc¡erse f¡eftde sus estrechos márgenes_

l,as tendencias de la literatura.joven son, en téminos gc_nerales y por desgracia, las ¡]lismas que srgucn las ..otaslrteraturas" nrexicanas. Se pracljca j¡ vcneración, la ¡epeti_