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Número suelto € 1,50. Número atrasado € 3,00 L ’O SSERVATORE ROMANO EDICIÓN SEMANAL EN LENGUA ESPAÑOLA Unicuique suum Non praevalebunt Año LIII, número 04 (2.701) 22 de enero de 2021 Ciudad del Vaticano Que las vacunas lleguen a todos LORENA PACHO: • Página 7 El mapa de la desigualdad Este mapa de ‘Our World in Data’, actualizado a 22 de enero, que plasma las inyecciones contra el covid-19 administradas por cada 100 habitantes, refleja la desigualdad en el reparto de vacunas. La Organización Mundial de la Salud ha denunciado que hasta el momento se han administrado más de 39 millones de dosis en al menos 49 países con ingresos más altos, mientras que en un país pobre de África se han inoculado tan solo 25 inyecciones (es decir, un 0,00006 por ciento del total suministradas en el mundo) Los datos de las organizaciones internacionales muestran que los países ricos, que representan apenas el 14% de la población mundial, han adquirido el 53% de todas las vacunas más avanzadas hasta ahora La OMS ha propuesto un desafío para todos los estados: Garantizar que para cuando llegue el Día Mundial de la Salud, el 7 de abril, las vacunas contra el covid-19 se estén administrando en todos los países

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    L’OSSERVATORE ROMANOEDICIÓN SEMANAL EN LENGUA ESPAÑOLA

    Unicuique suum Non praevalebunt

    Año LIII, número 04 (2.701) 22 de enero de 2021Ciudad del Vaticano

    Que las vacunaslleguen a todos

    LORENA PACHO: • Página 7

    El mapa de la desigualdadEste mapa de ‘Our World inD ata’, actualizado a 22 deenero, que plasma lasinyecciones contra el covid-19administradas por cada 100habitantes, refleja ladesigualdad en el reparto devacunas. La OrganizaciónMundial de la Salud hadenunciado que hasta elmomento se han administradomás de 39 millones de dosis enal menos 49 países con ingresosmás altos, mientras que en unpaís pobre de África se haninoculado tan solo 25inyecciones (es decir, un0,00006 por ciento del totalsuministradas en el mundo)

    Los datos de las organizaciones internacionalesmuestran que los países ricos, que representanapenas el 14% de la población mundial, hanadquirido el 53% de todas las vacunas másavanzadas hasta ahora

    La OMS ha propuesto un desafío para todoslos estados: Garantizar que para cuando llegueel Día Mundial de la Salud, el 7 de abril, lasvacunas contra el covid-19 se esténadministrando en todos los países

  • L’OSSERVATORE ROMANOpágina 2 viernes 22 de enero se 2021, número 04

    L’OSSERVATORE ROMANOEDICIÓN SEMANAL EN LENGUA ESPAÑOLA

    Unicuique suum Non praevalebunt

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    w w w. o s s e r v a t o re ro m a n o .v a

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    Y la invitación a la oración al inicio del octavario ecuménico

    El deseode la unidad

    Cercanía del Papa en el Ángelus con la población indonesia golpeada por el sismo

    Entrevista al arzobispo Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados

    Diálogo y multilateralismo por un mundosin armas nucleares

    Queridos hermanos yhermanas, ¡buenos días!El Evangelio de este segundodomingo del Tiempo Ordinario(cf. Jn 1,35-42) presenta el en-cuentro de Jesús con sus prime-ros discípulos. La escena se desa-rrolla en el río Jordán, el día des-pués del bautismo de Jesús. Elmismo Juan Bautista señala alMesías a dos de ellos con estaspalabras: «¡He ahí el Cordero deDios!» (v. 36). Y aquellos dos,fiándose del testimonio del Bau-tista, siguen a Jesús que se dacuenta y pregunta: «¿Qué bus-cáis?» y ellos le preguntan:«Maestro, ¿dónde vives?» (v.38).Jesús no contesta: “Vivo en Ca-farnaún o en Nazaret”, sino quedice: «Venid y lo veréis» (v. 39).No es una tarjeta de visita, sinola invitación a un encuentro. Losdos lo siguen y se quedan con Élesa tarde. No es difícil imaginar-los sentados, haciéndole pre-guntas y sobre todo escuchándo-lo, sintiendo que sus corazonesse encienden cada vez más mien-tras el Maestro habla. Adviertenla belleza de palabras que res-ponden a su esperanza cada vezmás grande. Y de improviso des-cubren que, mientras empieza aatardecer, en ellos, en su corazónestalla la luz que sólo Dios pue-de dar. Algo que llama la aten-ción: uno de ellos, sesenta añosdespués, o quizás más, escribióen el Evangelio: «Eran más omenos las cuatro de la tarde» (Jn1,39), escribió la hora. Y esto esalgo que nos hace pensar: todoencuentro auténtico con Jesúspermanece en la memoria viva,nunca se olvida. Se olvidan mu-chos encuentros, pero el verda-dero encuentro con Jesús siem-pre permanece. Y ellos, tantosaños después, se acordaban in-cluso de la hora, no podían olvi-dar este encuentro tan feliz, tanpleno, que había cambiado susvidas. Luego, cuando salen de

    este encuentro y vuelven con sushermanos, esta alegría, esta luzse desborda de sus corazones co-mo una riada. Uno de los dos,Andrés, dice a su hermano Si-món —a quien Jesús llamará Pe-dro cuando lo encuentre—: «He-mos encontrado al Mesías» (v.41). Se fueron seguros de que Je-sús era el Mesías, convencidos.Detengámonos un momento enesta experiencia de encuentrocon Cristo que nos llama a estar

    con Él. Cada llamada de Dios esuna iniciativa de su amor. Siem-pre es Él quien toma la iniciativa,Él te llama. Dios llama a la vida,llama a la fe, y llama a un estadode vida particular. “Yo te quieroaquí”. La primera llamada deDios es a la vida; con ella nosconstituye como personas; esuna llamada individual, porqueDios no hace las cosas en serie.Después Dios llama a la fe y aformar parte de su familia, comohijos de Dios. Finalmente, Diosnos llama a un estado de vidaparticular: a darnos a nosotrosmismos en el camino del matri-monio, en el del sacerdocio o enel de la vida consagrada. Sonmaneras diferentes de realizar el

    proyecto que Dios, ese que tienepara cada uno de nosotros, quees siempre un plan de amor.Dios llama siempre. Y la alegríamás grande para cada creyentees responder a esta llamada, aentregarse completamente alservicio de Dios y de sus herma-nos.Hermanos y hermanas, frente ala llamada del Señor, que puedellegar a nosotros de mil maneras,también a través de personas, deacontecimientos, tanto alegrescomo tristes, nuestra actitud aveces puede ser de rechazo—“No... Tengo miedo...—, recha-zo porque nos parece que con-trasta con nuestras aspiracionesy también de miedo, porque laconsideramos demasiado exi-gente e incómoda. “Oh, no, nolo conseguiré, mejor que no, me-jor una vida más tranquila...Dios allí y yo aquí”. Pero la lla-mada de Dios es amor, tenemosque intentar encontrar el amorque hay detrás de cada llamada,y a ella se responde solo conamor. Este es el lenguaje: la res-puesta a una llamada que vienedel amor es solo el amor. Al prin-cipio hay un encuentro, precisa-mente, el encuentro con Jesús,que nos habla del Padre, nos da aconocer su amor. Y entonces, es-pontáneamente, brota tambiénen nosotros el deseo de comuni-carlo a las personas que ama-mos: “He encontrado el Amor”,

    “he encontrado al Mesías”, “heencontrado a Dios”, “he encon-trado a Jesús” “he encontrado elsentido de mi vida”. En una pa-labra: “He encontrado a Dios”.Que la Virgen María nos ayude ahacer de nuestra vida un cantode alabanza a Dios, en respuestaa su llamada y en el cumplimien-to humilde y alegre de su volun-tad. Pero recordemos esto: paracada uno de nosotros, en la vida,ha habido un momento en el queDios se ha hecho presente conmás fuerza, con una llamada.Recordémosla. Retornemos aese momento, para que el recuer-do de aquel momento nos renue-ve siempre en el encuentro conJesús.

    Al finalizar el Ángelus, Francisco expre-só cercanía con Indonesia golpeada porun fuerte terremoto y un accidente aéreo;también recordó la celebración en Italiade la Jornada por la profundización y eldesarrollo del diálogo entre católicos yjudíos; finalmente habló de la Semanade oración por la unidad de los cristia-nos.

    Queridos hermanos yhermanas:Expreso mi cercanía a la pobla-ción de la isla de Sulawesi en In-donesia, golpeada por un fuerteterremoto. Rezo por los muer-tos, los heridos y los que han per-dido sus casas y su trabajo. Queel Señor los consuele y sostenga

    los esfuerzos de los que están lle-vando socorros. Recemos juntospor nuestros hermanos de Sula-wesi, y también por las víctimasdel accidente de avión del sába-do pasado, siempre en Indone-sia. Ave María...Hoy se celebra en Italia la Jorna-da de profundización y desarro-llo del diálogo entre católicos yhebreos. Me alegro de esta ini-ciativa que se lleva a cabo desdehace más de treinta años y esperoque dé abundantes frutos de fra-ternidad y colaboración. Maña-na es un día importante: comien-za la Semana de Oración por laUnidad de los Cristianos. Esteaño el tema se basa en la exhorta-ción de Jesús: «Permaneced enmi amor y daréis mucho fruto»(cf. Jn 15,5-9). El lunes, 25 deenero, concluiremos con la cele-bración de las vísperas en la basí-lica de San Pablo Extramuros,junto con los representantes delas demás comunidades cristia-nas presentes en Roma. En estosdías, recemos concordes paraque se cumpla el deseo de Jesús:«Que todos sean uno» (Jn 17,21).La unidad, que siempre es supe-rior al conflicto.Dirijo un cordial saludo a voso-tros, los que estáis conectados através de los medios de comuni-cación. Os deseo a todos unbuen domingo. Y por favor noos olvidéis de rezar por mí.¡Buen almuerzo y hasta pronto!

    El Arzobispo Secretario de Relacionescon los Estados, Mons. Paul RichardGallagher explica a los medios de co-municación del Vaticano el compro-miso de la Santa Sede con el Tratadoque entra en vigor el 22 de eneroVatican News

    El uso de la energía atómica con finesbélicos es "inmoral", al igual que la"posesión" de armas nucleares. El 24de noviembre de 2019, desde el Mo-numento a la Paz de Hiroshima, el Pa-pa Francisco elevó su grito por unmundo finalmente libre de armas ató-micas. Once meses después, en octu-bre pasado, se ratificó el Tratado deProhibición de Armas Nucleares(T PA N ), y a partir del viernes 22 deenero entra en vigor. El arzobispoPaul Richard Gallagher, Secretario deRelaciones con los Estados, habló deello a los medios de comunicación delVa t i c a n o .Gallagher explica que «hasta la adop-ción en 2017 del Tratado de Prohibi-ción de Armas Nucleares (T PA N ), noexistía ningún instrumento legal inter-nacional que prohibiera explícitamen-

    te dichas armas». Su entrada en vigor«cierra esta 'brecha' entre los diferen-tes tipos de armas de destrucción ma-siva». El objetivo principal del Trata-do, explica el arzobispo, «es prohibirlas armas nucleares de manera inequí-voca, situándolas en la misma catego-ría que otras armas de destrucciónmasiva como las armas químicas ybiológicas, ya prohibidas. Al hacerlo,también coloca a las armas nuclearesentre aquellas armas cuyo uso y pose-sión debe ser continuamente estigma-tizado y deslegitimado. Esta es una delas razones por las que la Santa Sedese comprometió a la entrada en vigordel Tratado y participó activamenteen su proceso de redacción. Muchasde sus disposiciones recuerdan de ma-nera directa o indirecta la centralidadde la persona humana, el paradigmahumanitario y los estrechos vínculosdel Tratado con la paz».A continuación, Gallagher subrayóque «es necesario seguir trabajandocon el compromiso de todos, agentesgubernamentales y no gubernamenta-les; es necesario intensificar los esfuer-zos para contrarrestar las presiones

    contra el multilateralismo y superar ladinámica de la sospecha y la descon-fianza». Hay, pues, otro aspecto signi-ficativo, plenamente reconocido en elT PA N : la importancia tanto de la edu-cación para la paz y el desarme en to-dos sus aspectos, como de la concien-ciación sobre los riesgos y las conse-cuencias de las armas nucleares paralas generaciones presentes y futuras.«La educación y la sensibilización sontambién otras dos piezas importantesque contribuyen a componer el mo-saico de un mundo libre de armas nu-cleares y requieren un compromisocon iniciativas significativas para pro-mover una cultura que rechace esasarmas, una cultura de la vida y la paz,una cultura del cuidado».Sobre el tema de la «disuasión" y laemergencia que vive el mundo a causadel coronavirus, el Secretario de Rela-ciones con los Estados dijo que «lapandemia del Covid-19 nos está ense-ñando mucho: de hecho, una de laslecciones que podemos aprender es laimportancia de reconsiderar nuestroconcepto de seguridad. La paz y la se-guridad internacionales no pueden

    basarse en la amenaza de la destruc-ción mutua o la aniquilación total, nien el mantenimiento de un equilibriode poder o la regulación de las rela-ciones mediante la sustitución de «lafuerza de la ley» por «el derecho de lafuerza". La paz y la seguridad debenconstruirse sobre la base del diálogo yla solidaridad, la justicia, el desarrollohumano integral, el respeto de los de-rechos humanos fundamentales, elcuidado de la creación, la promociónde los servicios educativos y sanita-rios, y la creación de confianza entrelos pueblos».«En esta perspectiva», concluyó Ga-llagher, «es necesario ir más allá de ladisuasión nuclear. La realización deun mundo sin armas nucleares encajaen esta estrategia con visión de futuro,basada en la conciencia de que ‘to doestá conectado’, en esa perspectiva deecología integral tan bien esbozadapor el Papa Francisco en Laudato si’. ElT PA N va en esta dirección. Esta estra-tegia sólo puede construirse a travésde un diálogo sólidamente orientadoal bien común y no a la protección deintereses velados o particulares».

    «En estos días, recemos concordes para que se cumpla el deseo de Jesús: ‘Que todossean uno’». Lo pidió el Papa en el Ángelus del 17 de enero, vigilia del inicio del oc-tavario ecuménico. Antes de recitar la oración mariana desde la Biblioteca privadadel Palacio apostólico vaticano —todavía sin presencia de fieles a causa del Covid-19— el Pontífice comentó el pasaje del Evangelio del domingo de Juan centrado en elencuentro de Jesús con los primeros discípulos.

  • L’OSSERVATORE ROMANOnúmero 04, viernes 22 de enero de 2021 página 3

    Epifanía popular

    El Papa anima a los obispos y sacerdotes de Venezuela a promover iniciativas de caridad por los más necesitados

    Junto a los hermanos extremados por la pobreza y la pandemia

    Emilce Cuda*

    Resulta sorprendente que justo el6 de enero, día de la Fiesta deReyes, un rey vikingo se hayasentado en el trono de la demo-cracia. La epifanía, fiesta reli-giosa cristiana, es la manifesta-ción del Dios personal, quien seencarna, se hace visible y dice:yo soy y acá estoy. Además, serevela al mundo pagano, no ju-dio, todo un signo de plurali-dad.Curiosamente, la irrupción

    del pueblo en el espacio públi-co también es conocida comomanifestación. Es el momentoen que el pueblo, a falta de re-presentación, se hace visiblepolíticamente, aparece de cuer-po presente, y dice en lenguajesimbólico: acá estamos. Talcoincidencia de ninguna mane-ra debe ser considerada comoun signo teológico político, pe-ro da que pensar. No todo es lo-cura o blasfemia.

    Ahora bien, qué significa laexhibición de los cuerpos en elespacio público, el espacio delo político. Muy simple: quie-nes ya no se sienten representa-dos por la palabra, se expresan

    con el cuerpo. La manifestaciónpopular de cuerpo presenteemerge a consecuencia de unacrisis de representación políticay económica.

    El liberalismo, de izquierda yderecha, gobierna por media-ción. Un cuerpo parlamentariorepresenta, por un sistema departidos políticos, a quienes tie-nen una parte de los bienes co-munes. Los movimientos popu-lares, por el contrario, son laforma política que crece a losmárgenes del sistema, sin parti-do que los represente. Es la for-ma no partidaria que sume laorganización de los que no tie-nen parte de los bienes comu-nes.

    Los movimientos populares,a falta de representación, saltanla mediación y se manifiestande cuerpo presente. No por esoson una masa inorgánica y sa-queadora. Ante la amenaza demuerte por exclusión social semovilizan y aparecen, por unmomento, como un pueblo. Semovilizan por sueños, no pormiedos; por eso reclaman dere-chos y no seguridad. Se confor-man a partir de una e-mocióncomunitaria, o amistad social,

    que les permite pensar, organi-zarse y hacer juntos. La epifa-nía popular, en tanto manifes-tación organizada de los cuer-pos devaluados —esos que hastaahora solo son contabilizadoscomo gasto público por los PBInacionales—, lejos de ser obsce-na, constituye el momento polí-tico de reclamo por participa-ción en los procesos de toma dedecisiones sobre el destino delos bienes comunes.

    Sin embargo, no todo des-borde simbólico de los cuerposen el espacio público debe in-terpretarse como movimientopopular organizado a partir dela decisión comunitaria de unir-se para salvarse. El momento delo político puede también ser elmomento del caos, en el quecualquier deus mortalis capitaliceel descontento popular desarti-culado y lo organice a su modohasta sentarse en el trono de lademocracia. La organizaciónpolítica de los descartados, porellos mismos y a partir de suspropias necesidades, por elcontrario, es una forma de pre-venir el caso; se trata de conver-tir la pasión de los cuerpos enacción comunitaria.

    Entender la política comoforma es premoderno; hoy se laentiende como relaciones defuerza. Sin embargo, los movi-mientos populares se autodefi-nen como una forma de organi-zación comunitaria, no partida-ria, articulada por necesidadesy no por intereses. Eso se debea que lo perciben como el únicomodo posible de organizaciónen un escenario de amplia desi-gualdad social y alta tasa de de-sempleo, lo que hace imposiblela organización parti-daria. En la políticacomo forma prevale-ce la armonía de lodiferente, no la idea,y eso facilita la orga-nización de las peri-ferias.

    En la política co-mo relaciones defuerza prevalece latensión. Eso es el sistema departidos como modo de organi-zación liberal -tanto de izquier-da como de derecha-, pero estosolo es posible en una sociedadcon desarrollo industrial avan-zado y pleno empleo, que per-mita el diálogo social entre lossectores productivos. La armo-nía es más funcional en un es-pacio social desorganizado la-boralmente. Se las arregla me-jor con las diferencias, hasta ha-cer sonar la música dodecafóni-ca de la democracia con la par-ticipación de todos los sectores,incluso los de la economía po-p u l a r.

    Los movimientos popularesno son cuerpos a la mera dispo-nibilidad. Son comunidades or-ganizadas capaces de prevenirel momento populista. El sufri-miento injusto los mueve aunirse para salvarse y dar formapolítica al caos como lucha porla justicia. Por eso mismo sonconsiderados por el magisteriopontificio como un signo de lostiempos, por ser una experien-cia comunitaria de salvación.Pensarlos como subsuelo delplaneta desde donde puedasurgir una nueva energía moralno es poesía latinoamericana.

    De acuerdo con el magisterioconciliar, el sensus fidelium —oinstinto de fe—, habilita tam-bién al pueblo como sujeto co-munitario de discernimientoso cial.

    Volviendo a la escena del Ca-pitolio, todo parecería indicarque, por ahora, el liberalismono está capacitado para ordenarel caos si logran profanar su tro-no justo en el día de Reyes. Sinembargo, hay antecedentes. Elprimer movimiento popular en

    reclamo de derechos políticos yeconómicos, por parte de quie-nes eran desconocidos civil-mente por el liberalismo, surgióentre los trabajadores católicosde Estados Unidos durante elsiglo XIX . Con su lucha pública,de acuerdo a principios evangé-licos, dieron forma democráticaa la primera república moder-na. Lo que se llamó despectiva-mente Americanismo, fue im-pulsado por obispos jesuitas deorigen irlandés. Esa forma polí-tica fue de Baltimore a Roma,dio origen a la primera encíclicasocial Rerum novarum, y reapare-ce al inicio de Fratelli tutti: “ven-go a proponer una forma de vi-da con sabor a evangelio”.

    Alexis de Tocqueville, unpost-católico, habla de la de-mocracia en América, y no de larepública como la llamaban losamericanos. Ante una desigual-dad que se daría inexorable-mente a causa del nuevo siste-ma económico industrial, prio-riza la forma de vida democráti-ca enraizada en las costumbresreligiosas del primer Estado lai-co, a la tensión republicana.

    *Universidad Nacional ArturoJauretche, Argentina

    Sin embargo, no todo desborde simbólico delos cuerpos en el espacio público debeinterpretarse como movimiento popularorganizado a partir de la decisión comunitariade unirse para salvarse

    Queridos hermanos Obispos yS a c e rd o t e s :Agradezco al Señor la oportu-nidad de poder dirigirme a us-tedes en este día, en el que co-mienzan un encuentro de ma-nera virtual. Teniendo en cuen-ta las dificultades que agobiantambién a tantos de nuestroshermanos y hermanas en Vene-zuela y en el mundo entero, estaes una ocasión para compartir,en espíritu de fraternidad mi-nisterial, sus experiencias sacer-dotales, sus cansancios, sus in-certidumbres, como tambiénsus anhelos y su convicción dellevar adelante la obra de laIglesia, que es la obra del Señor.En estos momentos difíciles me

    viene en mente el pasaje delEvangelio de Marcos (cf. Mc6,30-31), en los que relata cómolos apóstoles al regresar de lamisión, a la que Jesús los habíaenviado, volvieron a reunirsecon Él. Le contaron todo lo quehabían hecho, todo lo que ha-bían enseñado. Luego, Jesús losinvitó a irse, solos con Él, a unlugar desierto a descansar unpoco. Nuestro ser Pastores de laIglesia, también en el contextoactual, nos pide actuar de estamanera. No podemos actuarsolos, aislados, autosuficientes,con agendas encubiertas. Es in-dispensable que volvamossiempre a Jesús, que nos reuna-mos en fraternidad sacramen-

    tal, para contarle y contarnosentre nosotros «todo lo que he-mos hecho y enseñado», con laconvicción de que no es obranuestra sino de Dios. Él esquien nos salva, nosotros sólosomos instrumentos en sus ma-nos.Esta asamblea, que se está lle-vando a cabo virtualmente acausa de la pandemia del Co-vid-19, tiene como objetivo per-mitir el encuentro de quieneshan recibido la misión de testi-moniar y extender la paterni-dad del Señor en el pueblo san-to fiel de Dios. Quisiera, a estepropósito, indicarles dos prin-cipios que nunca se deberíanperder de vista y que garantizan

    el crecimiento de la Iglesia sinosotros somos fieles: el amoral prójimo y el servicio de losunos a los otros. Estos dos prin-cipios se anclan en las dos insti-tuciones que Jesús lleva a caboen la Última Cena, y que son elfundamento, por decirlo así, desu mensaje: la Eucaristía, paraenseñar el amor, y el lavatoriode pies, para enseñar el servicio.Amor y servicio juntos, sino, nova.Así nos quiere el Señor: espe-cialistas en la tarea de amar a losdemás, siendo capaces de mos-trarles en la sencillez de peque-ños gestos cotidianos de cariñoy atención, la caricia de la ter-nura divina. Nos quiere tam-bién servidores de nuestros her-manos, pero servidores humil-des, porque es Jesús quien nosenvía y nos recuerda que el sier-vo no es más grande que su Se-ñor, ni el enviado es más grandede quien lo ha mandado. Hayque reavivar en la vida el deseode imitar al Buen Pastor yaprender a ser “siervos” de to-

    dos, particularmente de los her-manos y hermanas menos afor-tunados y tantas veces descarta-dos, y que, en este tiempo decrisis, ellos se sientan acompa-ñados, sostenidos, amados.Queridos hermanos Obispos ysacerdotes: Los invito a seguiradelante, trabajando con gozoy decisión en su labor pastoral.A renovar el don de sí mismos alSeñor y a su pueblo santo. Lesagradezco el testimonio deamor y de servicio a los herma-nos y hermanas venezolanos,manifestado en su atención alos enfermos, a quienes han lle-vado la fuerza de la palabra deDios y la Eucaristía; manifesta-dos en su acompañamiento alpersonal médico, paramédico yvoluntarios que asisten a los pa-cientes en esta pandemia; en sudiligencia por socorrer a los po-bres y excluidos, por aquellosque carecen de lo necesario parasobrevivir y salir adelante dig-namente. Gracias, gracias portodo esto. Con gratitud les ase-guro mi cercanía y mi oración, a

    todos ustedes, que llevan ade-lante la misión de la Iglesia enVenezuela, en el anuncio delEvangelio y en las numerosasiniciativas de caridad hacia loshermanos extremados por cau-sa de la pobreza y la crisis sani-taria. A todos los encomiendo ala intención de Nuestra Señorade Coromoto y de san José.Y que el Señor bendiga y acom-pañe; bendiga y acompañe eltrabajo de ustedes, el corazónde ustedes, las manos de uste-des, las rodillas de ustedescuando rezan. Bendiga y acom-pañe las ilusiones de ustedes,los buenos deseos y, sobre todo,bendiga y acompañe la unidadde ustedes. No se fracturen her-manos. No se fracturen. Siem-pre hay una posibilidad deunirse. Como siempre hay unaposibilidad de aislarse y crearuna actitud del corazón secta-ria, fuera de la unidad de laIglesia.Que el Señor los bendiga, quelos acompañe. Y, por favor, lespido que recen por mí. Gracias.

    Una invitación a la proximidad con las personas extrema-das por la pobreza y la pandemia fue dirigido por el PapaFrancisco a los obispos y al clero diocesano y regular de Vene-zuela. La ocasión fue el inicio del encuentro virtual organiza-do el 19 y 20 de enero por la Conferencia episcopal del país,en un diálogo fraterno, un espacio para escuchar las expe-riencias de prelados, sacerdotes y religiosos en este momentode emergencia sanitaria debida al Covid-19, para recibir su-gerencias y planificar acciones pastorales. «Nuestros presbí-

    teros en la pandemia: su vivencia y ejercicio espiritual du-rante este tiempo» es el tema del encuentro al cual Franciscoquiso dedicar también un tuit publicado en la tarde del mar-tes 19 en la cuenta @Pontifex en español: «Queridos her-manos Obispos y sacerdotes: los invito a seguir adelante —escribió el Papa— trabajando con gozo y decisión en su laborpastoral; a renovar el don de sí mismos al Señor y a su pue-blo santo». El Pontífice se unió a los participantes del en-cuentro con el videomensaje que publicamos a continuación.

  • L’OSSERVATORE ROMANOpágina 4 viernes 22 de enero de 2021, número 04 número 04, viernes 22 de enero de 2021 página 5

    La voz de la Iglesia

    La sinodalidaddesde un punto de vista ecuménico

    KURT KO CH*

    En camino hacia un gran aniversarioTodo el mundo cristiano se estáacercando a un gran aniversario.En 2025 celebraremos el 1700º ani-versario del primer concilio ecu-ménico en la historia de la Iglesia,que tuvo lugar en Nicea en el año325. Este importante evento estuvociertamente marcado también pormuchos factores históricos. Entreellos, hay que recordar sobre todoque fue convocado por un empera-dor, en concreto por el emperadorConstantino. Esto se puede com-prender solo teniendo en cuentalos antecedentes históricos, o elhecho de que en aquella época ha-bía explotado una violenta disputadentro del mundo cristiano sobrela forma en la que la profesión defe cristiana en Jesucristo comoHijo de Dios pudiera conciliarsecon la fe, igualmente cristiana, enun único Dios. En esta disputa elemperador reconocía una seriaamenaza a su proyecto de consoli-dar la unidad del Imperio sobre labase de la unidad de la fe cristiana.Él veía en la división de la Iglesiaque se estaba delineando sobre to-do un problema político, pero te-nía bastante visión de futuro comopara comprender también que launidad de la Iglesia no se lograríamediante la política, sino sólo através de la religión. Queriendounir a los bandos opuestos, el em-perador Constantino convocó elprimer concilio ecuménico en laciudad de Nicea en Asia Menor,cerca de la metrópoli de Constan-tinopla fundada por él.En este contexto histórico resultatodavía más evidente la gran im-portancia del primer concilio ecu-ménico. Este refutó el modelo deun monoteísmo estrictamente filo-sófico propagado por el teólogoalejandrino Ario según el cualCristo podría ser “Hijo de Dios”solamente en sentido impropio,contraponiendo a tal modelo laprofesión de fe en Jesucristo, Hijode Dios, «de la misma naturaleza

    que el Padre».El Credo de Nicea se ha converti-do en la base de la fe cristiana co-mún, dado que el concilio de Ni-cea tuvo lugar en un momento enel que la cristiandad todavía no ha-bía sido desgarrada por la numero-sas divisiones sucesivas. El Credodel concilio une todavía hoy a to-das las Iglesias y las comunidadeseclesiales cristianas, y su impor-tancia ecuménica es muy grande.De hecho, la recomposición ecu-ménica de la unidad de la Iglesiapresupone un acuerdo sobre loscontenidos esenciales de la fe, unacuerdo no solo entre las Iglesias ylas comunidades eclesiales de hoy,sino también un acuerdo con laIglesia del pasado y, sobre todo,con su origen apostólico. El 1700ºaniversario del concilio de Niceaserá una ocasión provechosa paraconmemorar este concilio en co-munión ecuménica y para reflexio-nar de forma renovada sobre laprofesión de fe cristológica.

    La sinodalidad como desafío ecuménicoEl concilio de Nicea tiene una granrelevancia ecuménica también des-de otro punto de vista. Este docu-menta la forma en la que, en laIglesia, las cuestiones controverti-das son discutidas y resueltas sino-dalmente en un concilio. La pala-bra ya lo indica: “síno do” estácompuesto por los términos grie-gos hodos (via) e syn (con) y expresael caminar juntos en un camino.En sentido cristiano, la palabra de-nota el camino común de las per-sonas que creen en Jesucristo, elcual se ha revelado como “cami-no”, y más precisamente como«camino, verdad y vida» (Juan, 14,6). La religión cristiana era origi-nalmente llamada “camino” y loscristianos, que seguían a Cristo co-mo Camino, eran llamados «se-guidores del Camino» (Hechos, 9,2). En este sentido, Juan Crisósto-mo explicó que “iglesia” era un

    nombre «que indica un camino co-mún», y que iglesia y sínodo son«sinónimos» (Explicatio inPs, 149).La palabra “sino dalidad” es tanantigua y fundamental como la pa-labra “iglesia”.El concilio de Nicea marca el ini-cio —válido para la Iglesia univer-sal— de la modalidad sinodal apli-cada al proceso decisional. Se tratade otra constatación de fundamen-tal relevancia desde el punto devista ecuménico, como demues-tran dos importantes documentosrecientes: hace algunos años, laComisión Fe y constitución delConsejo ecuménico de las Iglesiaspublicó el estudio La Iglesia haciauna visión común, que propone unavisión multilateral y ecuménica dela naturaleza, del fin y de la misiónde la Iglesia. En este estudio se leela siguiente declaración eclesioló-gica común desde el punto de vistaecuménico: «Bajo la guía del Espí-ritu Santo, la Iglesia entera es sino-dal/conciliar en todos los nivelesde la vida eclesial: local, regional yuniversal. La cualidad de sinodali-dad o conciliaridad refleja el mis-terio de la vida trinitaria de Dios, ylas estructuras de la Iglesia expre-san esa cualidad para actualizar lavida de la comunidad como comu-nión» (n. 53). Este punto de vistaes compartido también por la Co-misión teológica internacional ensu documento La sinodalidad en la vi-da y en la misión de la Iglesia. En el tex-to se afirma con alegría que el diá-logo ecuménico ha avanzado a talpunto de poder reconocer en la si-nodalidad «dimensión reveladorade la naturaleza de la Iglesia»,convergiendo hacia la «noción dela Iglesia como koinonía, que se rea-liza en cada Iglesia local y en su re-lación con las otras Iglesias, me-diante específicas estructuras yprocesos sinodales» (n. 116).

    Escuchar el Espíritu SantosinodalmenteEn este espíritu ecuménico, tam-

    bién el Papa Francisco se expresacon fuerza a favor de la promociónde los procedimientos sinodales enla Iglesia católica. Él está conven-cido de que seguir con firmeza lavía de la sinodalidad y profundi-zarla sea «el camino de la sinodali-dad es el camino que Dios esperade la Iglesia del tercer milenio»(Discurso por el 50° aniversario de la ins-titución del Sínodo de los obispos, 17 deoctubre de 2015). Pero en primerlugar el Santo Padre se preocupano tanto de estructuras y de insti-tuciones, como de la dimensión es-piritual de la sinodalidad, en laque el rol del Espíritu Santo y suescucha común son de fundamen-tal importancia: «Escuchamos,discutimos en grupo, pero sobretodo prestamos atención a lo queel Espíritu tiene que decirnos»(Volvamos a soñar, página 97). De es-te fuerte acento espiritual se com-prende también la diferencia entresinodalidad y parlamentarismodemocrático, que el Papa Francis-co subraya con insistencia. Mien-tras que el proceso democráticosirve principalmente para determi-nar las mayorías, la sinodalidad esun evento espiritual que tiene co-mo objetivo alcanzar una unani-midad sostenible y convincente so-bre el camino del discernimiento,en las convicciones de fe y en losconsiguientes modos de vida delos individuos cristianos y de la co-munidad de la Iglesia. El sínodo,por tanto, «no es un parlamento,donde para alcanzar un consensoo un acuerdo común se recurre a lanegociación, al acuerdo o a lascomponendas, sino que el únicométodo del Sínodo es abrirse alEspíritu Santo con coraje apostóli-co, con humildad evangélica y conoración confiada, de modo que seaél quien nos guíe» (Introducción alSínodo de la familia, 5 de octubre de2015).Por lo que se acaba de decir, es fá-cil entender que para el Papa Fran-cisco es prioritario profundizar en

    la idea de la sinodalidad como es-tructura fundamental y esencial dela Iglesia católica: «Ser Iglesia esser comunidad que camina junta.No es suficiente tener un sínodo,hay que ser sínodo. La Iglesia ne-cesita un intenso intercambio in-terno: un diálogo vivo entre lospastores y entre los pastores y losfieles» (Discurso a los prelados de laIglesia greco-católica ucraniana, 5de julio de 2019). De esto emergetambién de forma inequívoca quela sinodalidad no se contrapone ala estructura jerárquica de la Igle-sia, sino que más bien sinodalidady jerarquía se exigen y se promue-ven mutuamente. La sinodalidad,como dimensión constitutiva de laIglesia, nos ofrece por tanto «elmarco interpretativo más adecua-do para comprender el mismo mi-nisterio jerárquico», en el sentidode que «quienes ejercen la autori-dad se llaman ‘m i n i s t ro s ’: porque,según el significado originario dela palabra, son los más pequeñosde todos» (Discurso por el 50° aniver-sario de la institución del Sínodo de losobispos, 17 de octubre de 2015). Parael Papa Francisco, esto vale tam-bién y sobre todo para el mismoprimado petrino, que puede en-contrar su expresión más clara enuna Iglesia sinodal: «El Papa noestá, por sí mismo, por encima dela Iglesia; sino dentro de ella comobautizado entre los bautizados ydentro del Colegio episcopal co-mo obispo entre los obispos, lla-mado a la vez —como Sucesor delapóstol Pedro— a guiar a la Iglesiade Roma, que preside en la caridada todas las Iglesias» (ibidem).Por tanto es evidente también ladimensión ecuménica de la sino-dalidad de la Iglesia en la ópticadel Papa Francisco. Para el SantoPadre, «el atento examen sobre có-mo se articulan en la vida de laIglesia el principio de la sinodali-dad y el servicio de quien preside»representa una contribución signi-ficativa a la reconciliación ecumé-

    Caminar juntos en el mismo camino

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    La voz de la Iglesia

    La sinodalidaddesde un punto de vista ecuménico

    nica entre las Iglesias cristianas(Discurso a la delegación ecuménica delPatriarcado de Constantinopla, 27 dejunio de 2015). Los esfuerzos teo-lógicos y pastorales para edificaruna Iglesia sinodal tienen un pro-fundo efecto en el ecumenismo,como subraya el Papa Franciscocon el principio de base del diálo-go ecuménico, que consiste en elintercambio de dones gracias alcual podemos aprender los unosde los otros. Tal intercambio se re-fiere principalmente a la acogidade lo que el Espíritu Santo ha sem-brado en las otras Iglesias «comoun don también para nosotros».En este sentido, el Papa Franciscoobserva que nosotros los católicos,en diálogo con los hermanos orto-doxos, tenemos la oportunidad de«aprender algo más sobre el senti-do de la colegialidad episcopal ysobre su experiencia de la sinodali-dad» (Evangelii gaudium, n. 246). Yaque esto se refiere al tema centraldel diálogo católico-ortodoxo, va-le la pena aclarar ulteriormente ladimensión ecuménica de la sino-dalidad sobre la base de este im-portante diálogo.

    Sinodalidad y primado en el diálogocatólico-ortodoxoEn este diálogo, un paso impor-tante se cumplió durante la asam-blea plenaria de la Comisión mixtainternacional que tuvo lugar enRávena en 2007, donde se aprobóel documento Consecuencias eclesioló-gicas y canónicas de la naturaleza sacra-mental de la Iglesia. Comunión eclesia,conciliaridad y autoridad. En este do-cumento se aclaran, desde el puntode vista teológico, los términos“conciliaridad” y “autoridad”, “si-no dalidad” y “primado”. Ademásse muestra que sinodalidad y pri-mado se implementan en tres nive-les fundamentales de la vida de laIglesia, o a nivel local, en lo que serefiere a la Iglesia local, a nivel re-gional, en lo que se refiere a las di-ferentes Iglesias locales cercanas

    conectadas entre ellas, y a niveluniversal, en lo que se refiere a laIglesia que se extiende por todo elmundo y que comprende todas lasIglesias locales. En un paso ulte-rior, se subraya que sinodalidad yprimado son interdependientes atodos los niveles de la vida de laIglesia, en el sentido que el prima-do debe ser siempre comprendidoy realizado en el cuadro de la sino-dalidad y la sinodalidad en el cua-dro del primado. Esto significaconcretamente que debe haber unp ro t o s , un kephale, o un jefe, a todoslos niveles: a nivel local, el obispoes el p ro t o s de su diócesis respecto alos sacerdotes y a todo el pueblo deDios; a nivel regional, el metropo-lita es el p ro t o s respecto a los obis-pos de su provincia; a nivel univer-sal el obispo de Roma es el protosrespecto a la multitud de las Igle-sias locales, mientras en las Igle-sias ortodoxas el Patriarca ecumé-nico de Constantinopla reviste unrol análogo. En su conclusión, eldocumento expresa la convicciónde la Comisión, confiada en quelas reflexiones presentadas respec-to al tema de la comunión eclesial,de la conciliaridad y de la autori-dad de la Iglesia sean «un progre-so positivo y significativo en nues-tro diálogo», y «base firme para lafutura discusión sobre el primadoa nivel universal en la Iglesia» (n.46).El hecho de que las dos partes deldiálogo hayan podido declararjuntas por primera vez que la Igle-sia está estructurada sinodalmentea todos los niveles y por tanto tam-bién a nivel universal, y que estanecesita de un protos es una impor-tante piedra angular en el diálogocatólico-ortodoxo. Para que estepaso prometedor conduzca a unfuturo sólido, la relación entre si-nodalidad y primado deberá serulteriormente profundizada den-tro del diálogo ecuménico. No setrata de alcanzar un acuerdo sobreel mínimo común denominador.

    Sino más bien, se deberá hacer ha-blar a los respectivos puntos defuerza de las dos comunidadeseclesiales, como ha evidenciado deforma sintética el grupo de trabajoortodoxo-católico San Ireneo ensu estudio Al servicio de la comunidad:«Las Iglesias deben esforzarse so-bre todo por lograr un mejor equi-librio entre sinodalidad y primadoa todos los niveles de la vida ecle-sial, mediante el fortalecimientode las estructuras sinodales en laIglesia católica y mediante la acep-tación por parte de la Iglesia orto-doxa de un cierto tipo de primadodentro de la comunión mundial delas Iglesias» (n. 17, 7).La reconciliación ecuménica entresinodalidad y primadoEs necesario que haya disponibili-dad para aprender de ambas par-tes. Por un lado, la Iglesia católicadebe reconocer que en su vida y ensus estructuras eclesiales todavíano ha desarrollado ese grado de si-nodalidad que sería teológicamen-te posible y necesario, y que unaunión creíble entre el principio je-rárquico y el sinodal-comunitariofavorecería el avance del diálogoecuménico con la ortodoxia. Elfortalecimiento de la sinodalidaddebe ser considerado sin duda co-mo la contribución más importan-te que la Iglesia católica puedeaportar al reconocimiento ecumé-nico del primado.En particular, está la necesidad derecuperar un cierto retraso a nivelregional. Este nivel está bien desa-rrollado en las Iglesias ortodoxas,en cuanto las metrópolis conti-núan ejercitando esa importantetarea que tenían ya en los primerossiglos y respeto al cual fueron to-madas decisiones significativas enel primer concilio ecuménico deNicea en el 325 y en el cuarto conci-lio ecuménico de Calcedonia en el451. Al respecto, debe ser recorda-do el famoso Canon apostólico 34que, reconocido por la Iglesia pri-mitiva tanto en Oriente como en

    Occidente, regula las relacionesentre las Iglesias locales de una re-gión y está caracterizado por undelicado equilibrio entre sinodali-dad y primado: «Los obispos decada provincia deben reconocer elque es el primero entre ellos, y con-siderarlo como jefe, y no hacer na-da importante sin su consenti-miento; cada obispo puede sola-mente hacer lo que concierne a sudiócesis y a los territorios que de-penden de esta. Pero el primero nopuede hacer nada sin el consenti-miento de todos. Ya que de estamanera la concordia prevalecerá, yDios será alabado por medio delSeñor en el Espíritu Santo».

    La Iglesia católica tiene muchoque recuperar a nivel regional delas provincias eclesiásticas y de lasregiones eclesiásticas, de los conci-lios particulares y de las conferen-cias episcopales, como observa elPapa Francisco: «Debemos refle-xionar para realizar todavía más, através de estos organismos, las ins-tancias intermedias de la colegiali-dad, quizás integrando y actuali-zando algunos aspectos del anti-guo orden eclesiástico» (D i s c u rs opor el 50° aniversario de la institución delSínodo de los obispos, 17 de octubre de2015).Por parte de las Iglesias ortodo-xas, podemos sin embargo espe-rarnos que, en el diálogoecuménico, estas lle-guen a reconocer que elprimado a nivel univer-sal no solo es posible yteológicamente legíti-mo, sino también nece-sario. Las tensiones in-tra-ortodoxas, que salie-ron a la luz de formaparticularmente eviden-te con ocasión del Santoy Gran Sínodo de Cretade 2016, deberían hacercomprender la necesi-dad de considerar unministerio de unidadtambién a nivel univer-sal de la Iglesia, que ob-viamente no debería li-mitarse a un simple pri-mado honorario, sinoque debería incluir tam-bién elementos jurídi-cos. Un primado similarno contradeciría de nin-guna manera la eclesio-logía eucarística, sinoque sería compatiblecon ella, como a menu-do es recordado por elteólogo y metropolitaortodoxo John D. Zi-zioulas.

    La naturaleza eucarística dela sinodalidad y delprimadoNosotros los católicosconsideramos el prima-do del Obispo de Romacomo un don del Señora su Iglesia y, por tanto, tambiéncomo una ofrenda a toda la cris-tiandad sobre el camino del redes-cubrimiento de la unidad y de lavida en la unidad. Para poder de-mostrarlo de forma creíble, debe-ríamos subrayar más el hecho deque el primado del Obispo de Ro-ma no es simplemente un apéndicejurídico y mucho menos un añadi-do externo a la eclesiología euca-rística, sino que se funda precisa-mente sobre ella. La Iglesia, que seconcibe como una red mundial decomunidades eucarísticas, necesi-ta un poderoso servicio a la unidadtambién a nivel universal. El pri-mado del Obispo de Roma, comoevidenció explícitamente el PapaBenedicto XVI, en última instanciadebe ser entendido solo a partir dela Eucaristía, y más precisamente

    como primado en el amor en senti-do eucarístico, un primado que enla Iglesia mira a una unidad capazde realizar la comunión eucarísticay de impedir de forma creíble queun altar sea contrapuesto a otro al-t a r.Resulta por tanto evidente quetanto el primado como la sinodali-dad tienen una naturaleza profun-damente litúrgico-eucarística. Elhecho de que la Iglesia como síno-do viva sobre todo allá donde loscristianos se reúnen para celebrarla Eucaristía muestra que la natu-raleza más profunda de la Iglesiaen cuanto sínodo es la sinaxis eu-carística, como justamente subra-ya la Comisión teológica interna-cional: «El camino sinodal de laIglesia se plasma y se alimenta conla Eucaristía» (n. 47). La sinodali-dad tiene su fuente y su cúlmen enla participación consciente y activaen la sinaxis eucarística y presentaasí una dimensión espiritual fun-damental. Esto es evidente todavíahoy en el hecho de que las asam-bleas sinodales como los conciliosy los sínodos de los obispos seabren normalmente con la celebra-ción de la Eucaristía y con la entro-nización del Evangelio, como yahabía sido prescrito en el pasado,por los concilios de Toledo en el si-glo VII hasta el Ceremonial de los

    obispos en 1984.La tradición sinodal del cristianis-mo comprende un rico patrimonioque debería ser revitalizado. Es unsigno elocuente la decisión toma-da por el Papa de dedicar la asam-blea general ordinaria del Sínodode los obispos del 2022 precisa-mente al tema de la sinodalidad«Por una Iglesia sinodal: comu-nión, participación y misión». Es-te sínodo no será solo un eventoimportante en la Iglesia católica,sino que contendrá un mensajeecuménico significativo, ya que lasinodalidad es una cuestión quemueve también el ecumenismo, ylo mueve en profundidad.

    *Cardenal presidente del PontificioConsejo para la promoción de la unidadde los cristianos

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    En el aniversario del viaje del Papa en Sri Lanka

    Una misión de reconciliaciónUna misión de reconciliación yde paz: este es el significado másprofundo de la misión realizadapor el Papa Francisco hace seisaños —del 13 al 15 de enero de2015— en Sri Lanka. Como unmisionero de la reconciliaciónen un país herido por los malesde los conflictos étnico y religio-so, el Pontífice sembró las semi-llas del diálogo, del perdón, delrespeto, de la justicia.

    Por esto el eco de su mensajeresuena todavía como actual enla isla asiática. Y hoy, quizá, secomprende todavía más la am-plitud de miras pensando en losataques de Pascua en 2019 porparte de los extremistas islamis-tas, que causaron tantas muertesy víctimas y reavivaron prejui-cios y tensiones entre diferentesgrupos religiosos después deaños de confianza yarmonía.Por otro lado, SriLanka está habita-do por una socie-dad multiétnica ym u l t i re l i g i o s a ,compuesta de 21millones de habi-tantes, predomi-nantemente cinga-leses (74%), segui-dos por tamiles deSri Lanka (11,2%) ytamiles indios(4,2%), musulma-nes (9,3%), bur-ghers (0,3%) yotros grupos(0,5%). A esto seañade que la reli-gión a menudo estárelacionada con laetnia: la mayoría delos cingaleses son budistas y lostamil son la mayor parte hindú,mientras que los cristianos per-tenecen a ambos grupos étnicos.Dentro de la minoría cristiana,los católicos representan el 6,1%de la población. Francisco fue eltercer Papa que viajó a la «perladel Océano Índico». Le prece-dieron Pablo VI del 4 al 5 de di-ciembre de 1970 y Juan Pablo IIdel 20 al 21 de enero de 1995:Montini dio un impulso moral,expresando la propia cercanía auna comunidad herida por lanacionalización de las escuelascatólicas; Wojtyła beatificó alpadre Giuseppe Vaz, el apóstolde Sri Lanka, y reavivó la fe cató-lica, renovando el llamamientoal diálogo y a la reconciliación

    en el país destrozado por la gue-rra civil. La llegada del Papa pa-ra canonizar al sacerdote Vaz,primer santo esrilanqués, suce-dió en un contexto marcado pormás de 26 años de guerra civil.Incluso habiendo concluido el18 de mayo de 2009, seis añosdespués sus heridas, tanto físicascomo emotivas y psicológicas,permanecían todavía abiertas ypor sanar. El informe The LessonsLearnt and Reconciliation Commission(Tllrc) —con la voluntad políticadel gobierno de encontrar unapaz duradera— se había publica-do en 2011. Sin embargo, o qui-zás también por este pasado aúntan reciente, la visita de Francis-co fue esperada con alegría e im-paciencia. El país estaba cansa-do del conflicto, que dejó dece-nas de miles de viudas y de huér-

    fanos; en particular se vivieronmás de 300 atentados suicidas,realizados por hombres, muje-res, chicos y chicas. El pueblodeseaba la paz: «Por lo tanto, es-te mensaje claro vino de todaslas comunidades, de todos lasclases sociales y de todos los es-tratos de la sociedad, indepen-dientemente de su etnia, reli-gión, casta o credo. Lo que te-nían en común era que todoseran víctimas del conflicto»(Tllrc, n. 8.145). En tal contextode divisiones, heridas y polariza-ción, las palabras y los gestos deFrancisco han contribuido a lasanación, a la reconciliación y ala paz entre los católicos (tamilesy cingaleses) o entre los diferen-tes grupos étnicos y religiosos.

    La acogidaLa visita del Pontífice puede serresumida en varios momentos.El primero de los cuales se refie-re a la acogida, que fue calurosa,como signo de renacimiento: lahospitalidad es de hecho un va-lor común a toda la isla. En la sa-lida del aeropuerto, estaban ali-neados a lo largo de la carreteraunos 40 elefantes, vestidos condiferentes colores. Una granmultitud de personas —muchaspertenecientes a tradiciones reli-giosas diferentes de la cristiana— saludaron al paso del papamó-vil, como si el pueblo de la islahubiera querido pasar página yescribir un nuevo capítulo de lapropia historia, en el signo de launidad, de la concordia y de laarmonía. El discurso del Papa enla ceremonia de bienvenida tocó

    el corazón de los problemas deSri Lanka, indicando un recorri-do para superar los conflictos ylas heridas, incluso en la con-ciencia de que «no es tarea fá-cil». Al respecto evidenció queel camino para la reconciliaciónno puede sortear las heridas y lasinjusticias del pasado: «El pro-ceso de recuperación debe in-cluir también —explicó— la bús-queda de la verdad, no con el finde abrir viejas heridas, sino másbien como un medio necesariopara promover la justicia, la re-cuperación y la unidad». Se tra-ta de una tarea a la que están lla-mados todos «los creyentes delas diversas tradiciones religio-sas [...] Para que el proceso ten-ga éxito, todos los miembros dela sociedad deben trabajar jun-tos; todos han de tener voz», ex-plicó. Porque, el renacimientodel país para el Pontífice signifi-ca «estar dispuestos a aceptarsemutuamente, a respetar las legí-timas diferencias y a aprender avivir como una única familia».Por tanto un llamamiento acambiar la mentalidad: solo así«la diversidad ya no se ve comouna amenaza». El segundo mo-mento fue el del encuentro conla Iglesia local en la celebraciónde la Eucaristía y en la oraciónmariana. Como un pastor, el Pa-pa encontró el rebaño en la Eu-caristía que reunió a católicoscingaleses y tamiles. Esto es par-ticularmente importante si seconsideran las tensiones y la ani-mosidad entre cristianos genera-das por el conflicto étnico. LaEucaristía tiene que ver con lamemoria y la purifica: no la can-cela, al contrario remodela y re-dirige la memoria y la esperanzade los hombres en el marco másamplio del diseño de Dios. Estade hecho tiene el fin de sanar lasdivisiones a través del pan que espartido y arrastra a los hombres,

    en ese cáliz compartido, en unanueva alianza. Y al respectoFrancisco presentó al padre Vazcomo un misionero de reconci-liación, gracias a su «ejemplo decaridad cristiana y respeto a to-das las personas, independiente-mente de su raza o religión»(Discurso en la ceremonia de bienveni-da).

    La canonización de Giuseppe VazDurante la misa de canoniza-ción, el Papa reiteró que Vaz si-gue siendo un ejemplo y unmaestro por tres razones: «fueun sacerdote ejemplar.... vivióen un período de transforma-ción rápida y profunda», cuan-do «los católicos eran una mino-ría, y a menudo divididos entresí; externamente sufrían hostili-dad ocasional, incluso persecu-

    ción. Sin embargo, ydebido a que estabaconstantemente unidoal Señor crucificadoen la oración, llegó aser para todas las per-sonas un icono vivien-te del amor misericor-dioso y reconciliadorde Dios». En segundolugar, san Vaz «mues-tra la importancia de irmás allá de las divisio-nes religiosas en el ser-vicio de la paz. Suejemplo sigue siendohoy una fuente de ins-piración para la Iglesiaen Sri Lanka, que sirvecon agrado y generosi-dad a todos los miem-bros de la sociedad»,sin «distinción de ra-za, credo, tribu, condi-

    ción social o religión, en el servi-cio que ofrece a través de sus es-cuelas, hospitales, clínicas, ymuchas otras obras de caridad».Porque «el verdadero culto aDios no lleva a la discrimina-ción, al odio y la violencia, sinoal respeto de la sacralidad de lavida, al respeto de la dignidad yla libertad de los demás, y alcompromiso amoroso por to-dos». Finalmente, el santo sa-cerdote «ofrece... un ejemplo decelo misionero. Sabía cómo pre-sentar la verdad y la belleza delEvangelio en un contexto multi-religioso, con respeto, dedica-ción, perseverancia y humildad»(Homilía para la canonización).

    Oración marianaToda verdadera madre trata deunir a los hijos y las hijas cuandohay divisiones. En este sentidola oración mariana del Obispode Roma en el santuario deNuestra Señora de Madhu fuesignificativa. A pesar de los lar-gos años de guerra y las dificul-tades, los católicos tamiles y cin-galeses siempre fueron en pere-grinación. Es más, el santuarioes frecuentado también por bu-distas e hindúes. JustamenteFrancisco dijo que «aquí vienenlos habitantes por igual, comomiembros de una sola familia»encomendando a María «ale-grías y tristezas, sus esperanzas ynecesidades», porque «en su ca-sa, se sienten seguros». El Pontí-fice habló al corazón de las per-sonas afligidas en una zona mar-cada por la verdadera guerra.«Se encuentran hoy aquí fami-lias que han sufrido mucho…Muchas personas, tanto del nor-te como del sur, fueron asesina-das en la terrible violencia y de-rramamiento de sangre de aque-llos años». Pero, este el mensajede consuelo llevado por el SantoPadre, «la Virgen permanece

    siempre con vosotros. Ella es lamadre de todo hogar, de toda fa-milia herida, de todos los que es-tán tratando de volver a unaexistencia pacífica». Y ya que elperdón y la reconciliación noson fáciles, el Papa animó a imi-tar a la Virgen «en esta difícil ta-rea... De la misma manera queperdonó a los verdugos de suHijo al pie de la cruz, y luego re-cibió su cuerpo exánime entresus manos, así ahora quiereguiar al pueblo de Sri Lanka auna mayor reconciliación, paraque el bálsamo del perdón y la

    misericordia de Dios proporcio-ne una verdadera curación parato dos».

    Encuentro interreligioso y ecuménicoEl último momento fue el en-cuentro interreligioso y ecumé-nico. Se trató de un evento his-tórico, porque reunió a las cua-tro comunidades religiosas deSri Lanka: budismo, hinduismo,islam y cristianismo. Por prime-ra vez, los jefes de las diferentesreligiones de Sri Lanka encon-traron un Pontífice en la isla.Citando la Nostra aetate, Francis-co reafirmó «el sincero respetode la Iglesia por ustedes, sus tra-diciones y creencias», aseguran-do que la Iglesia «desea coope-rar con ustedes, y con todos loshombres de buena voluntad, enla búsqueda de la prosperidadde todos los ciudadanos de SriLanka». Es más: subrayó que«se abrirán nuevos caminos parael mutuo aprecio, la coopera-ción y, ciertamente, la amistad».Por tanto reiteró «el fomento dela curación y de la unidad» co-mo «una noble tarea que incum-be a todos los que se interesanpor el bien de la nación y, en elfondo, por toda la familia huma-na», y advirtió de los riesgos de

    instrumentalización: «por elbien de la paz, nunca se debepermitir que las creencias reli-giosas sean utilizadas para justi-ficar la violencia y la guerra. Te-nemos que exigir a nuestras co-munidades, con claridad y sinequívocos, que vivan plenamen-te los principios de la paz y laconvivencia que se encuentranen cada religión, y denunciar losactos de violencia que se come-tan».

    Los desafíos del presenteEn definitiva, durante el viaje

    apostólico el Pontífice tuvo untriple diálogo: uno con toda lanación, uno ecuménico e inte-rreligioso y uno con la Iglesia ca-tólica. Un diálogo hecho de ges-tos, de encuentros, de palabras.Queda hoy el desafío de desper-tar a la mayoría moderada paracallar la voz del extremismo. Lapolítica étnico-religiosa y el fun-damentalismo religioso han po-larizado la mayor parte de losesrilanqueses, sembrando des-confianza, hostilidad y conflic-to. Esto no impide a la Iglesiacatólica, a los cristianos y a loscreyentes de otras religiones tra-bajar para construir una culturade fraternidad y de cuidado: anivel local, regional y nacional.El Papa Francisco, con su triplediálogo ha acogido este movi-miento y ha expresado palabrasproféticas, tanto para la Iglesialocal como para toda la pobla-ción. El camino es seguramentedifícil, pero irrenunciable.

    DE INDUNIL J.KO D I T H U WA K KU

    KA N KA N A M A L A G E

    SE C R E TA R I O DELPONTIFICIO CONSEJO PA R A EL

    DIÁLO GO INTERRELIGIOSO

    Porque el verdadero culto a Dios no lleva a ladiscriminación, al odio y la violencia, sino al respetode la sacralidad de la vida, al respeto de la dignidad yla libertad de los demás, y al compromiso amorosopor todos. Finalmente, el santo sacerdote ofrece unejemplo de celo misionero

    Al nuevo presidente de EE.UUAL HONORABLE

    JOSEPH R. BIDENPRESIDENTE DE

    ESTAD OS UNID OS DE AMÉRICALA CASA BLANCAWASHINGTON, DC

    En la ocasión de la toma de posesión como el 46º presidente deEstados Unidos de América, extiendo mis buenos deseos y leaseguro mis oraciones para que Dios Todopoderoso le concedasabiduría y fortaleza en el ejercicio de tan alto cargo. Bajo su li-derazgo, que el pueblo estadounidense siga sacando fuerzas delos altos valores políticos, éticos y religiosos que han inspirado ala nación desde su fundación.En un momento en el que las graves crisis que afectan a la fami-lia humana reclaman respuestas unidas y con visión de futuro,rezo para que sus decisiones estén guiadas por la preocupaciónpara construir una sociedad marcada por la justicia auténtica yla libertad, junto con el inquebrantable respeto por los derechosy la dignidad de toda persona, especialmente los pobres, losvulnerables y quienes no tienen voz.

    También le pido a Dios, fuente de toda sabiduría y verdad,que guíe sus esfuerzos para alentar el entendimiento, la reconci-liación y la paz dentro de Estados Unidos y entre las nacionesdel mundo para avanzar el bien común universal. Con estos sen-timientos, con agrado invoco sobre usted y su familia y sobre elamado pueblo estadounidense la abundancia de bendiciones.

    FRANCISCUS PP.

    Oración de Francisco por laexplosión en Madrid

    Publicamos a continuación el telegrama de pésame por las víctimas de la explo-sión que tuvo lugar en la tarde del 20 de enero en Madrid, enviado, en nombredel Papa Francisco, por el cardenal secretario de Estado Pietro Parolin, al ar -zobispo de Madrid, el cardenal Carlos Osoro Sierra

    SU EMINENCIA CARDENAL CARLOS OSORO SIERRA, ARZOBISPODE MADRID

    El Santo Padre, tras conocer la dolorosa noticia de la grave explo-sión ocurrida en un edificio de la calle Toledo en Madrid, deseahacer llegar a vuestra eminencia, al clero y a todos los hijos de eseamado pueblo, su cercanía y afecto en estos duros momentos.

    Así mismo, su Santidad eleva oraciones al Señor y encomiendamuy especialmente a su misericordia el eterno descanso de lasvíctimas, así como a los heridos y a sus familias. El Papa Francis-co, invocando la maternal intercesión de Nuestra Señora de laAlmudena, les imparte de corazón la confortadora bendiciónapostólica, como signo de esperanza cristiana en el señor resuci-tado

    CARDENAL PIETRO PAROLIN

    SE C R E TA R I O DE ESTAD O

  • L’OSSERVATORE ROMANOnúmero 04, viernes 22 de enero de 2021 página 7

    La OMS ha advertido de que el mundo está al borde de un “fracaso moral catastrófico”

    La equidad en el reparto de las vacunascomo imperativo

    LORENA PACHO

    En Sudáfrica, uno de los paí-ses africanos más afectadospor la pandemia de coronavi-rus, un laboratorio farmacéu-tico comenzará a producir unmillón diario de dosis de va-cunas en los próximos meses.Pero lo más probable es queeste país de África no se que-de con ninguna inyección.Los medicamentos, aunqueestén fabricados allí, por subajo coste de producción, seenviarán a un centro de distri-bución de Europa y de ahí serepartirán a los estados occi-dentales que han reservadopor adelantado millones dedosis. La opción más plausi-ble para que un sudafricanoreciba una inyección contra elcoronavirus es apuntarse a unensayo experimental para pro-bar un medicamento aún enfase de estudio. El grueso dela población de esta parte ol-vidada del mundo solo podrácomenzar a recibir la vacunafinal, certificada y aprobadapara su uso por los mecanis-mos reguladores de los fárma-cos, con todas las garantías, apartir de mediados de esteaño. Para entonces, los paísesmás desarrollados, como Esta-dos Unidos, Canadá o ReinoUnido, que ya han comenza-do sus campañas de vacuna-ción ya habrán inmunizado amás de 100 millones de perso-nas. Esta paradoja demuestraque la desigualdad mundial seestá agudizando con la pan-demia y está determinandoqué países reciben primero lasvacunas, a pesar de que du-rante este año ya se ha com-probado que la riqueza de unpaís no lo salvará del virus,puesto que está afectando atodos por igual y la enferme-dad no entiende de fronterasni de rentas. Muchas de lasnaciones más ricas del mundohan sido también duramenteazotadas por los contagios,aunque ahora, en esta fase devacunación, los recursos y eldenominado “nacionalismode las vacunas”, basado en unindividualismo extremo, sípueden otorgar ventajas a losmás acomodados, en detri-mento de los más pobres yvulnerables. Los expertos hanadvertido incesantemente que,si no se inmuniza al mayor

    número posible de personasen todo el planeta, las vacu-nas no serán igual de efecti-vas.Países ricos, como EstadosUnidos, Canadá o los miem-bros de la Unión Europea sehan asegurado un número su-ficiente de dosis e incluso ex-cesivo, como para vacunar asu población varias veces, másde lo estrictamente necesario,mientras que los países máspobres de África, Asia y Amé-rica Latina ni siquiera tienen

    una fecha en el horizonte paracomenzar las vacunacionesmasivas. Los datos de las or-ganizaciones internacionalesmuestran que los países ricos,que representan apenas el 14% de la población mundial,han adquirido el 53 % de to-das las vacunas más avanza-das hasta ahora. Por otro la-do, un estudio internacionalreciente ha calculado que los70 países más pobres delmundo solo podrán vacunar auna de cada diez personas elpróximo año, salvo que losGobiernos y la industria far-macéutica tomen medidas ur-gentes para que se produzcany distribuyan suficientes dosisy evitar esta peligrosa nuevabrecha entre ricos y pobres.

    Un fracaso moralcatastróficoLa Organización Mundial dela Salud (OMS) ha sido clara:“El mundo está al borde deun fracaso moral catastrófi-co”, ha advertido reciente-mente, criticando el egoísmode los países ricos y las farma-

    céuticas frente a las vacunascontra el covid-19. “El preciode este fracaso se pagará convidas y medios de subsistenciaen los países más pobres delmundo”, ha denunciado el di-rector de esta Organización,

    Tedros Adhanom Gebreyesusen un fuerte discurso ante laJunta Ejecutiva. Los paísescon ingresos medios y bajos,que no pueden competir en elmercado y que se están que-dando atrás en el acceso a lostratamientos, dependen de uncomplejo sistema de repartode vacunas, denominado CO-VAX . Se trata de una colabora-ción entre países y organiza-ciones internacionales que ensu origen fue diseñada paraevitar las desigualdades que

    podrían derivarse de una “ba-talla campal del libre merca-do” y para que, sobre el pa-pel, las vacunas puedan efec-tivamente llegar a todos, apartir de un mecanismo soli-dario.

    Una vacuna contra elegoísmoPero en la práctica, TedrosAdhanom Gebreyesus ha de-nunciado que incluso auncuando defienden el accesoequitativo, algunos países yempresas continúan dandoprioridad a los acuerdos bila-terales entre las compañíasfarmacéuticas y los estados,evitando de esa forma que elmecanismo C O VA X sea efecti-vo. El hecho de que las pro-mesas de equidad y solidari-dad se estén quedando en pa-pel mojado está provocandoun aumento de los precios yque los más ricos salten a losprimeros puestos de la listapara recibir las inyecciones.“Esto está mal. La situaciónse ve agravada por el hechode que la mayoría de los fa-

    bricantes han priorizado laaprobación regulatoria en lospaíses ricos donde las ganan-cias son más altas, en lugar depresentar expedientes comple-tos a la Organización Mun-dial de la Salud. Esto podríaretrasar las entregas de C O VA Xy crear exactamente el escena-rio que se quería evitar, con elacaparamiento, un mercadocaótico, una respuesta des-coordinada y una disrupciónsocial y económica continua”,ha dicho el director de laOMS. Y ha subrayado que elenfoque de “yo primero” nosolo deja en riesgo a las per-sonas más pobres y vulnera-bles del mundo, sino que tam-bién es contraproducente, y,en última instancia, accionesde ese tipo solo prolongaránla pandemia, las restriccionesnecesarias para contenerla y elsufrimiento humano y econó-mico.

    El mapa de la desigualdadTedros Adhanom Gebreyesusha recalcado que hasta el mo-mento se han administradomás de 39 millones de dosis

    de vacunas en al menos 49países con ingresos más altos,mientras que en un país de in-gresos más bajos solo se haninoculado 25 dosis. “No 25millones, no; no 25.000; solo25”, ha lamentado, en referen-cia a Guinea, que ha recibidoun 0,00006 por ciento del to-tal de inyecciones inoculadasen el mundo hasta ahora. Laorganización Our World inData (Nuestro mundo en da-tos), que presenta datos y re-sultados empíricos que mues-tran el cambio en las condi-ciones de vida en todo mun-do, ha elaborado varios ma-pas y gráficos en los que se re-fleja el número de vacunadosen las distintas partes del pla-neta. El mapa, actualizado afecha de 22 de enero, queplasma las dosis de vacunascontra el covid-19 administra-das por cada 100 habitantes,en cada país, es revelador.Mientras que América delNorte y Europa aparecen deli-neadas con más o menos to-nalidades, lo que quiere decirque al menos más de una per-

    sona de cada 100 ha recibidola inyección, lo que en paísescomo Estados Unidos se tra-duce en 12 millones de 12 ad-ministradas, África es un erialque aparece completamenteen color gris. Más de un mesy medio después de que se va-cunara a la primera personacontra el covid-19 en ReinoUnido, en el continente afri-cano apenas hay un conjuntoínfimo de personas vacunadasen Guinea y poco más.

    Un imperativo moral,estratégico y económicoEl representante de la Organi-zación Mundial de la Saludtambién ha evidenciado quela equidad en el reparto de lasvacunas no es solo un impera-tivo moral, sino también unimperativo estratégico y eco-nómico. Y ha hecho un llama-miento: “No es demasiadotarde. Hago un llamamiento atodos los países para que tra-bajen juntos en solidaridadpara garantizar que durantelos primeros 100 días de esteaño, se esté vacunando a lostrabajadores de la salud y las

    personas mayores en todos lospaíses. Es en el mejor interésde todas y cada una de las na-ciones de la Tierra”.

    Cambiar las reglas del juegoEl director de esta agenciaque depende de la Organiza-ción de las Naciones Unidasha propuesto cambiar las re-

    glas del juego de tres mane-ras. Por un lado, ha sugeridoque los países con contratosbilaterales –y con control des u m i n i s t ro – sean transparen-tes en sus contratos con CO-VA X , y revelen los volúmenesde pedidos, precios y fechas

    de entrega. De esta forma,esas naciones podrían darprioridad a C O VA X en la colapara recibir las dosis y com-partir las suyas propias, enparticular una vez que hayanvacunado a sus propios traba-jadores de la salud y a las po-blaciones mayores, para queotros países puedan hacer lomismo. Por el momento, a ni-vel mundial, el proceso es her-mético y los gobiernos no re-velan los precios que están pa-gando por las vacunas.Por otro lado, según las suge-rencias de la OMS, los produc-tores de vacunas deberíanproporcionar datos completosa la Organización Mundial dela Salud para su revisión re-gulatoria en tiempo real y pa-ra acelerar las aprobaciones.Los productores deben permi-tir a los países con contratosbilaterales compartir las dosiscon el mecanismo C O VA X yque den prioridad a este me-canismo en lugar de fomentarnuevos acuerdos bilaterales.Y, en tercer lugar, los paísesproductores de vacunas debenutilizar solo aquellas que

    cumplan con rigurosos están-dares internacionales de segu-ridad, eficacia y calidad, y de-ben acelerar la preparaciónpara su distribución.El 7 de abril, se celebrará elDía Mundial de la Salud y eltema de este año será la desi-gualdad en la Salud. La OMSha propuesto un desafío para

    todos los estados: “Garantizarque para cuando llegue el DíaMundial de la Salud, el 7 deabril, las vacunas contra el co-vid-19 se estén administrandoen todos los países, como sím-bolo de esperanza para supe-rar tanto la pandemia comolas desigualdades que ace-chan, la raíz de tantos desa-fíos de salud mundial”.

    Vacunas para todos, sobretodo para los másvulnerablesEn su mensaje de Navidad, elPapa Francisco pidió que segarantice que las vacunas lle-gan a todos, sobre todo a losmás vulnerables. “En estetiempo de oscuridad y de in-certezas por la pandemia, sur-gen luces de esperanza comoel descubrimiento de las vacu-nas, pero para que estas lucespuedan iluminar y llevar espe-ranza a todo el mundo, debenestar a disposición de todos”,dijo. Francisco pidió ademásque los “nacionalismos cerra-dos” no se interpongan en elacceso universal a la vacuna yno nos impidan vivir “como laverdadera familia humana quesomos”. Y agregó: “No pode-mos dejar que el virus del in-dividualismo radical nos ven-za y nos haga indiferentes alsufrimiento de otros herma-nos y hermanas”. También re-clamó que en el reparto de lasinyecciones para frenar el vi-rus “las leyes del mercado ylas patentes” no se antepon-gan a “las leyes del amor y dela salud de la humanidad”.El Pontífice ha llevado suspalabras a la práctica y ha da-do ejemplo. El pasado día 20de enero, un grupo de 25 per-sonas sin hogar asistidas porla Limosnería Apostólica reci-bió la vacuna en el Aula Pa-blo VI del Vaticano y en lospróximos días se vacunará aotros grupos de personas enriesgo de exclusión. Es unaforma de abrir el camino paraque el resto de estados pongaen marcha iniciativas simila-res. El Pontífice ha recordadoen varias ocasiones que nadiese salva solo y que estamos to-dos en la misma barca, frági-les y desorientados, llamadosa remar todos juntos y sin de-jar a nadie atrás. Demostrarque de esta crisis se puede sa-lir mejores dependerá de pró-ximos pasos que se den a ni-vel global.

    La Organización Mundial de la Salud ha sido clara:“El mundo está al borde de un fracaso moralcatastrófico”, ha advertido recientemente, criticando elegoísmo de los países ricos y las farmacéuticas frente alas vacunas contra el covid-19. “El precio de estefracaso se pagará con vidas y medios de subsistenciaen los países más pobres del mundo”

    En este tiempo de oscuridad y de incertezas por lapandemia, surgen luces de esperanza como eldescubrimiento de las vacunas, pero para que estasluces puedan iluminar y llevar esperanza a todo elmundo, deben estar a disposición de todos

  • L’OSSERVATORE ROMANOpágina 8 viernes 22 de enero se 2021, número 04

    Catequesis general de los miércoles

    Luchar por la unidaddejando de lado los

    particularismosProsiguiendo las catequesis sobrela oración el Pontífice se detiene

    en la semana ecuménica

    «Spiritus Domini»: nota del Dicasterio para los laicos, la familia y la vida

    Por la valorización de las mujeresen la Iglesia

    «En este tiempo de graves dificulta-des es todavía más necesaria la ora-ción para que la unidad prevalezcasobre los conflictos. Es urgente dejarde lado los particularismos», lu-chando «porque nuestro enemigo esel divisor». Lo recomendó el Papa elmiércoles por la mañana, 20 de ene-ro, en la audiencia general que tuvolugar sin fieles a causa de la pande-mia. Prosiguiendo en la Bibliotecaprivada del Palacio apostólico vati-cano las catequesis sobre la oración,el Pontífice se detuvo sobre la de launidad por los cristianos a la que es-tá dedicada la semana ecuménicaque se celebra del 18 al 25 de ene-ro .

    Queridos hermanos yhermanas, ¡buenos días!En esta catequesis me detengosobre la oración por la unidadde los cristianos. De hecho, lasemana que va del 18 al 25 deenero está dedicada en parti-cular a esto, a invocar de Diosel don de la unidad para supe-rar el escándalo de las divisio-nes entre los creyentes en Je-sús. Él, después de la ÚltimaCena, rezó por los suyos, «pa-ra que todos sean uno» (Jn17,21). Es su oración antes dela Pasión, podríamos decir sutestamento espiritual. Sin em-bargo, notamos que el Señorno ha ordenado a los discípu-los la unidad. Ni siquiera lesdio un discurso para motivarsu necesidad. No, ha rezado alPadre por nosotros, para queseamos uno. Esto significaque no bastamos solo noso-tros, con nuestras fuerzas, pa-ra realizar la unidad. La uni-dad es sobre todo un don, esuna gracia para pedir con laoración.Cada uno de nosotros lo nece-sita. De hecho, nos damoscuenta de que no somos capa-ces de custodiar la unidad nisiquiera en nosotros mismos.También el apóstol Pablo sen-tía dentro de sí un conflictolacerante: querer el bien y es-tar inclinado al mal (cf. Rm7,19). Comprendió así que laraíz de tantas divisiones quehay a nuestro alrededor —en-tre las personas, en la familia,en la sociedad, entre los pue-blos y también entre los cre-yentes— está dentro de noso-tros. El Concilio Vaticano IIafirma que «los desequilibriosque fatigan al mundo moder-no están conectados con eseotro desequilibrio fundamen-tal que hunde sus raíces en elcorazón humano. Son muchoslos elementos que se comba-ten en el propio interior delhombre […] Por ello siente ensí mismo la división, que tan-tas y tan graves discordiasprovoca en la sociedad» (Gau-dium et spes, 10). Por tanto, lasolución a las divisiones no esoponerse a alguien, porque la

    discordia genera otra discor-dia. El verdadero remedio em-pieza por pedir a Dios la paz,la reconciliación, la unidad.Esto vale ante todo para loscristianos: la unidad puedellegar solo como fruto de laoración. Los esfuerzos diplo-máticos y los diálogos acadé-micos no bastan. Jesús lo sa-bía y nos ha abierto el camino,rezando. Nuestra oración porla unidad es así una humildepero confiada participación enla oración del Señor, quienprometió que toda oración he-cha en su nombre será escu-chada por el Padre (cf. Jn15,7). En este punto podemospreguntarnos: “¿Yo rezo porla unidad?”. Es la voluntad deJesús pero, si revisamos las in-tenciones por las que rezamos,probablemente nos demoscuenta de que hemos rezadopoco, quizá nunca, por la uni-dad de los cristianos. Sin em-bargo de esta depende la fe enel mundo; el Señor pidió launidad entre nosotros «paraque el mundo crea» (Jn 17,21).El mundo no creerá porque loconvenzamos con buenos ar-gumentos, sino si testimonia-mos el amor que nos une ynos hace cercanos a todos.En este tiempo de graves difi-cultades es todavía más nece-saria la oración para que launidad prevalezca sobre losconflictos. Es urgente dejar delado los particularismos parafavorecer el bien común, y poreso nuestro buen ejemplo esfundamental: es esencial quelos cristianos prosigan el ca-mino hacia la unidad plena,visible. En los últimos dece-nios, gracias a Dios, se handado muchos pasos adelante,pero es necesario perseveraren el amor y en la oración, sindesconfianza y sin cansarse.Es un recorrido que el Espíri-tu Santo ha suscitado en laIglesia, en los cristianos y entodos nosotros, y sobre el cualya no volveremos atrás. ¡Siem-pre adelante!Rezar significa luchar por launidad. Sí, luchar, porquenuestro enemigo, el diablo,como dice la palabra misma,es el divisor. Jesús pide la uni-dad en el Espíritu Santo, ha-cer unidad. El diablo siempredivide, porque es convenientepara él dividir. Él insinúa ladivisión, en todas partes y detodas las maneras, mientrasque el Espíritu Santo haceconverger en unidad siempre.El diablo, en general, no nostienta con la alta teología, sinocon las debilidades de nues-tros hermanos. Es astuto: en-grandece los errores y los de-fectos de los otros, siembradiscordia, provoca la crítica ycrea facciones. El camino deDios es otro: nos toma como

    somos, nos ama mucho, peronos ama como somos y nos to-ma como somos; nos toma di-ferentes, nos toma pecadores,y siempre nos impulsa a launidad. Podemos hacer unaverificación sobre nosotrosmismos y preguntarnos si, enlos lugares en los que vivimos,alimentamos la conflictividado luchamos por hacer crecer launidad con los instrumentosque Dios nos ha dado: la ora-ción y el amor. Sin embargo,alimentar la conflictividad sehace con el chismorreo, siem-pre, hablando mal de losotros. El chismorreo es el ar-ma que el diablo tiene más amano para dividir la comuni-dad cristiana, para dividir lafamilia, para dividir los ami-gos, para dividir siempre. ElEspíritu Santo nos inspirasiempre la unidad.El tema de esta Semana deoración se refiere precisamen-te al amor: “Permaneced en

    mi amor y daréis fruto enabundancia” (cf. Jn 15,5-9). Laraíz de la comunión es el amorde Cristo, que nos hace supe-rar los prejuicios para ver en elotro a un hermano y a unahermana al que amar siempre.Entonces descubrimos que loscristianos de otras confesio-nes, con sus tradiciones, consu historia, son dones deDios, son dones presentes enlos territorios de nuestras co-munidades diocesanas y pa-rroquiales. Empecemos a re-zar por ellos y, cuando sea po-sible, con ellos. Así aprendere-mos a amarlos y a apreciarlos.La oración, recuerda el Conci-lio, es el alma de todo el mo-vimiento ecuménico (cf. Unita-tis redintegratio, 8). Que sea portanto, la oración, el punto departida para ayudar a Jesús acumplir su sueño: que todossean uno.

    Un nuevo llamamiento por «un

    mundo sin armas nucleares» fuelanzado por el Papa Francisco en laaudiencia general del miércoles 20 deenero, en vista de la entrada en vi-gor, el viernes 22, del Tratado parala prohibición de armas nucleares.

    Pasado mañana, viernes 22 deenero, entrará en vigor el Tra-tado para la prohibición de lasarmas nucleares. Se trata delprimer instrumento interna-cional jurídicamente vinculan-te que prohíbe explícitamenteestas armas, cuyo uso tiene unimpacto indiscriminado, afec-ta a un gran número de perso-nas en poco tiempo y causadaños duraderos en el medioambiente. Animo vivamente atodos los Estados y a todas laspersonas a trabajar con deter-minación para promover lascondiciones necesarias paraun mundo sin armas nuclea-res, contribuyendo al avancede la paz y de la cooperaciónmultilateral, que hoy la huma-

    nidad necesita tanto.

    Con un pensamiento «por los quesufren por la pandemia, especialmen-te en Manaos, al norte de Brasil» elPapa se dirigió a los grupos de len-gua portuguesa que seguían la au-diencia general a través de los mediosde comunicación. Después de habersaludado a los diferentes grupos lin-güísticos guió la oración del PadreNuestro e impartió la bendición. Acontinuación el saludo en español.

    Saludo cordialmente a los fie-les de lengua española. El le-ma de esta Semana de oraciónpor la unidad de los cristianoses «Permanezcan en mi amory darán fruto en abundancia».Pidamos al Señor que este le-ma se haga vida en nosotros.Recemos por los cristianos deotras confesiones y, si es posi-ble, recemos junto con ellos,para que se cumpla el sueñode Jesús: que todos sean uno.

    Que Dios los bendiga.

    «Se refiere a un consciente redescubri-miento del significad de la dignidadconferida a cada miembro de los fielespor el bautismo y llama la atención so-bre la necesaria valoración de las muje-res en la Iglesia como portadoras de lapropia vocación eclesial» la carta apos-tólica en forma de motu proprio “Spi-ritus Domini” del Papa Francisco so-bre la modificación del canon 230 § 1del Código de Derecho Canónico rela-tivo al acceso de las personas de sexofemenino al ministerio instituido delLectorado y del Acolitado.

    Esto es lo que se subraya en una no-ta publicada en la página web del Di-casterio para los Laicos, la Familia y laVida tras la difusión del documentopontificio. «En la legislación canónicay en la práctica eclesial existía una dis-paridad de trato entre los laicos, yaque hasta ahora sólo los “laicos de sexomasculino” podían acceder a estos mi-

    nisterios», explica elDicasterio. Sin embar-go, «más allá de estadisparidad, el funda-mento de estos minis-terios instituidos, nonecesariamente rela-cionados con el sacra-mento del Orden, estáen el bautismo y laconfirmación». Porconsiguiente, «comose lee en la carta que elSanto Padre dirigió alPrefecto de la Congre-gación para la Doctrina de la Fe almismo tiempo que el Motu Proprio,abriendo la posibilidad de conferir elLectorado y el Acolitado a los laicos,hombres y mujeres, puede “contribuira una mayor manifestación de la digni-dad bautismal común de los miembrosdel Pueblo de Dios”».

    «En la práctica —prosigue la nota— es-tos ministerios laicos no se han confe-rido hasta ahora con frecuencia, peroen muchos contextos eclesiales las fun-ciones propias del lector y del acólitoson desempeñadas indiscriminada-mente por hombres y mujeres laicos,aunque de manera no institucionaliza-da».Por último, el Dicasterio señala que elPontífice confía «a las ConferenciasEpiscopales la tarea de “establecer cri-terios adecuados para el discernimien-to y la preparación de los candidatos ylas candidatas”».

    Y, «esto puede constituir un terrenofértil para el discernimiento eclesial enlos diversos territorios, para redescu-brir una ministerialidad situada, enconformidad con las necesidades espe-cíficas de una porción determinada delpueblo de Dios», concluye destacando«cómo los episcopados son los desti-natarios de una confianza renovadaque les atribuye el Santo Padre».

    En la legislación canónica y en la prácticaeclesial existía una disparidad de trato entre loslaicos, ya que hasta ahora sólo los “laicos de sexomasculino” podían acceder a estos ministerios.Sin embargo, más allá de esta disparidad, elfundamento de estos ministerios instituidos, nonecesariamente relacionados con el sacramentodel Orden, está en el bautismo y la confirmación

    Spagnolo 1 (Prima Spagnolo) - 22/01/2021 004_SPAGSpagnolo 2 (Gerenza_SX) - 22/01/2021 004_SPAGSpagnolo 3 (Destra) - 22/01/2021 004_SPAGSpagnolo 4-5 (Doppia centrale) - 22/01/2021 004_SPAG (Left)B^§?vÚ0dQGö�ŸIŁ(ö�(¬¿�G0dQGö�ŸIŁ(ö�€û_�ö�¸¤ç�ö�@Ô_�ö�¾˘1Úû�5À�ö�¸¤ç�ö��þÿÿÿÿÿÿÿ5ýul@Ô_�ö�]èul ÓËö�@ÓËö� ÓËö�þÿÿÿÿÿÿÿþÿÿÿÿÿÿÿSpagnolo 4-5 (Doppia centrale) - 22/01/2021 004_SPAG (Right)-�Ø,Ø£Äzrl`·U�ö�°ÿ(#ö��¬¿�G�¬¿�G9À;�»£ …l9À;� ì_nö�»�ÿÿÿÿÿÿÿþÿÿÿÿÿÿÿ9À