15 y 16. La ideología de la revolución. Córdova

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Arnaldo CÓRDOVA, La ideología de la revolución mexicana: la formación del nuevo régimen, Ediciones Era / UNAM, México, 1984, pp. 262-401.

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Arnaldo Cordova La Ideologia r

de Ia Revoluci61l

MexicanaLa formaci6n del nuevo regimen

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Edici6n realizadade acuerdo con elInstitute de Investigaciones Socialesde la Univers idad Nacior ialAut6noma de Mexico

fNDICE

Pr61ogo, 11

Introduccion, 15

" " " , , , ,. .fl O , ~" ' . ..

I. LIBERALISMO Y POSITIVISMO, 39

1. E1 program a politico de Ia dictadura, 392. El disefio hist6rico nacional de la ideologia porfirista, 463. Orden y progreso, 53

4. La biologia de la sociedad, 63

5. E1 "e » ahead" americano, 79

Po

" .IT . DEL LIBERALISMO AL POPULI$MO, @ 7

1. E1 retorno liberal, 87

2. El desarrollo en la libertad, 963. El redescubrimiento del pueblo, 107

a] Madero, 108

b] Orozco, 113c] El Programa del Partido Liberal' Mexicano, 122d] Molina Enriquez, 125e] Cabrera, 135

. ." . .. ,

"' . . . . . . ,

Primer-a edicion : 1973Segunda edici6n: 1973Tercera edici6n: 1974Cuarta edici6n: 1975Quinta edici6n: 1977Sext a edici6n: 1978Septima edici6n: 1979Octavn edici6n: 1980Novena edici6n: 1981Decima edicion : 1982Decimoprimenl edici6n: 1983Decimosegunda edicion . 1984.DR © 1973, Ediciones Era, S. A.Avena 102, 09810 Mexico, D. F.Irnpreso y hecho en Mexico

III. LA OTRA REVOLUCI6N, 142

1. La revoluci6n campesina: un imposible, 144a] Zapata, 144

b} Villa, 155c] Villistas y zapatistas, 165

2. La utopia revolucionaria de Ricardo Flores Mag6n, 173

IV. LA ASUNCION DEL POPULISMO, 188

1. El dirigente revolucionario de nuevo tipo, 1882. Refonnismo y revoluci6n, 194

3. El poder por las reformas, 2144. El nuevo Leviatan, 2365. La amenaza exterior, 248

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V. EL CAUDILLISMO EN LAIDEOLOGtA POPULISTA

1. El caudillo revolucionario

La Revoluci6n Mexicana desde su virtual conclusion en 1917, ha teni?oun efecto permanente y co~tinuo, que distingue al s iste.ma politico y. socialorganizado a partir de ella de cuantos regimenes politicos la 'precedle~on:tal fue la progresiva ins titucionalizacion de las nuevas relaciones sO~lalesa 10 largo de un periodo d~ <;erc~ de veinte afios, en el que .l~ sociedadtradicional fundada en el privilegio y en el Estado personal, de]? e~ campoal establecimiento y consolidac ion paulatinos de un sistema capltahsta mo-derno, y al Estado en el que los mecanismos politicos Y los puestos de

direcci6n se volvieron instituciones despersonalizadas.De 1917 a 1940, Mexico experiment a !a org~nizaci6n del r~gimen, I?o-

pulista inventado y desarrollado como ideologia y como estilo politicoduran:e la lucha armada, y su transformacion en un complejo politico y

social en el que las relaciones capital!stas se desarroIl~n .sobre la base ?e laconcil iacion de las diversas clases sociales y del sometimiento de las mismas

al Estado de Ejecutivo fuerte. EI tri.unfo de las clases ~ed~~s en la gra~conmoci6n social de 1910-1917, sancionado por la Constitucion de Qu~re-taro habia echado los cimientos del nuevo sistema, como 10 hemos VIStO,

reivindicando el princip io fundador de -l a propieda,d privada, libre de pr~-vilegios, las reforrnas sociales a favor e r e los desposeidos, y al Estado ~UtO!,I-tario y paternalista, con su Ejecutivo dotado de poderes. ext!'aordmanospermanentes. En la coexistencia de estos ele~e~tos contradictories tom,a~ancuerpo la concepci6n de un desarrollo capitalista ~ode~no p~ra MeXICO,la determinaci6n de resolver los problemas economicos inmediatos de lasmasas y, con ello, la apertura de una alte~nativa al p~ligro ,de eventualesexplosiones revolucionarias de las clases bajas de la sociedad, Por el papelque se Ie atribuia en el nuevo. orden social, el. ~stado venia a cobr~r unaimportancia de primera magmtud; de su funcion como rector del sistema

dependian tanto el desarrollo de la economia capitalista . como la :ealiza-ci6n de las reform as sociales. Los poderes extraordmanos conferidos alEjecutivo convertian al presidente de la Republica en la figura central de

todo el organlsmo politico y social. .Frente a la concepcion triunfante de las clases medias, al concluir la

lucha armada, ]a realidad ofred a, por una parte, la persistencia de lasviejas c1ases privilegiadas expulsadas del poder politico, con las bandas fe-licistas y pelaecistas como unico poder armado que pronto seria destruidoo habria de someterse ; y por otra, masas de campesinos y de obreros

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~ovi~i;ado~ pero sin org~nizaci6n ~n.dependi~~t~ alguna. 0 ~on una orga-ll1~aClOndlrectal1_1ente bajo el dorninio del ejercito constitucionalista, Este,tnunfador de VIlla y de Zapata, fue la fuerza politica predominante apartir de la cual se organiz6 el nuevo sistema. Su triunfo se fund6 en' lapolitic a populista, el verdadero factor de la derrota de los villistas y loszapatistas, y permiti6 la creacion de la Constitucion de 1917 y del Estadoque ella fundamento, POI' algunos afios, el ejercito iba a ser no solo el

ele,mento q~e dada dimension re~l a los poderes del presidente, sino ade-mas el semillero de nuevos presidentes y, en gran medida de la nuevaclase capitalista. '

D~ es~ suerte, en el ar;nbiente creado por la Revoluci6n, la figura delcaudillo iba a ser , necesar iamente, el motor de todo el movimiento: 1mien-tras las instituciones no dejaran de ser un mere proyecto en el texto cons-

titucional y las clases sociales no es tuviesen organizadas a nivel nacionalel ejer~ito, ~mp1iar;nente poli~izado desde su nacimiento en plena luch~

revoluc,lOn~na, no ~ba a segUlr a nadie m~s que al caudillo, 0 dicho enotros ter~m.os, n~dle que no fuera un caudillo podria gobernar el ejercito'Y.la Repubhca 0 mtegr~r . en un nuevo organismo politico un pals descuar-tizado por la guerra CIVI!. Se comprende que el caudillo a su vez nopudiese ser ma~ que un. militar, c~yo prestigio se ligara a s~ biografia 'gue-rre~a: a sus bnllantes. victorias militares y trascex;diera asi al campo de la

P?htlc.a. Don Venusttanc: Carr~n:a fue ,un caudillo, pero su prestigio in-discutible por muchos anos denvo no solo de su personalidad autoritaria

de la rigidez de su accion politica 0 de su nexo politico con Madero, sino'y sobre todo, de la fideIidad que Ie guardaron los jefes militares constitu-cionalis tas durante la Revoluci6n; ese pres tigio decay6 rapidamente cuandocomenzaron a surgir los caudillos militares, primero entre todos el general

1Lo cual fll;e aceptado sin muchas dificultades e independientemente de que sedeseara algo diferente. Don Manuel Mestre Ghigliazza escribia en junio de 1919'"S~y. enterame!l te , ~scept ic? . -.dentro de . nuestro medio-e- en materia de part ido~POh~ICOS de prmcipios definidos, cuyo triunfo se encomienda a un candidato, etc.~qU1 0010 puede haber banderas personalistas, mas 0 menos aparentemente t ra-jeadas. Somos [ ayl, y seremos sabe Dios hasta cuando, pais de caudlllaje. De modoque es un suefio tan generoso como inocente pensar en convenciones verdaderamenteserias, c~m graves plataformas, con gr~n partido dispuesto a no dejarse burlar porsu candidate, etc. Podra haber comedia de nuevo corte, pero ya nadie se engafia"(L. N. Ruvalcaba, ed., Campana polltica del C. Alvaro Obregon, candidato . a lapresidencla de La RepUblica. 1920-1924, s .p. i., Mexico , 1923, t, I, pp. 102-103).En su editorial de 4 de julio del mismo afio, Excelsior estimaba: "En Mexico nohan existido partidos politicos militantes. Los partidos politicos se conocen comolos hombres en la desgracia, y en la desgracia no viven grupos politicos en Mexico'primero porque el partido triunfante no deja vivir at adversario y 10 extermin~concienzudamente ; y segundo, porque aqui los grupos de oposicion se reunen paraconsplrar! para fr~g;tar un complot, para iniciar una revolucion, pero nunca pa-f\ \ organizarse pacificamente dentro de las leyes y desarroIlar un programa" (op,CIt., t. I, p, 110).

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Alvaro Obregon." . . . ..Mas si el ascendiente militarcuenta de manera esencial para sdefinir al

nuevo caudillo, su origen no es exclusivamente militar. Los caud~l~os fue-"ron grandes manipuladores de las masas populares. Su carrera militar, enrealidad y casisin excepcion, se fundo en esta caracteristica, jamas omi-tieron medida alguna que ayudara a hacer de la movilizacion de las masasobreras 0 campesinas una permanente adhesion a su persona, y las masaspronto se acostumbraron a buscar defensores 0 garantes de sus demand asmas imperiosas e inmediatas "en los caudillos. Los decretos de Veracruzentre los afios 1914 y 1915; el decreto sobre el salario minimo de Obregony sus tratos con los dirigentes de la Casa del Obrero Mundial y con 1011

futuros lideres de la Confederacion Regional Obrera Mexicana (CROM);las reformas que Alvarado llevo a Yucatan; las leyes del trabajo que di-versos jefes constitucionalistas expidieron en dist intos Estados de la Repu-blica mientras combatian a los ejercitos campesinos de Villa y Zapata, ycientos de actos semejantes tuvieron siempre el mismo proposito r el pun-tual resultado: suscribir la adhesion mas i va de obreros y campesmos a lacausa del constitucionalismo y, en especial, a la persona de los jefes dearmas que ponian en vigor tales medidas. Mientras mayores .r~esen el pres-tigio, el brillo y Ia fama de gran guerrero en el. terreno mlhta~, may?r ymas activa era la adhesion de las masas al caudillo; pero, al mismo tiem-po no hubo militar que sin el apoyo de las masas ganara gran des batallas.T~do parecia pues, girar en torno del mismo eje: la relacion entre el cau-dillo y las m~sas; el poder politico y militar de este no se ~xplica?~ sin

aquellas. Cuando llego la hora de escalar el poder, los caudillos militaresestaban perfectamente bien. adiestrados en el arte de manipular a lasmasas para ese fin, s in comprometerse a efect ivas tr~nsformacion~s profun-das, pero alentando siempre Ia esp~ranza, de los h~mIldes en soluclOne~ efec- .tivas a sus problemas que no ternan mas garantias que Ia trayectoria delcaudillo y la apariencia 0 la perspectiva de su poder i limitado,"Don Venustiano Carranza, que mantenia su estilo autoritario, fue per-

diendode modo gradual e ininterrumpido su ascendiente entre los diversosgrupos sociales que habian seguido al eonstitucionalismo durante la con-tienda, en beneficio de los jefes militares que no s610 habian ganado la

2 Al triunfo de Obreg6n sobre Villa, en el centro del pais en 1915, se sabe que

Palavicini vaticin6 a Carranza: "En Celaya muere el villismo; pero surge un nuevocaudillo y con el una nueva facci6n: el obregonismo. Hay, pues, que tornar pro-

videncias contra este" (R. Garcia, "Alvaro Obreg6n", en M. Melendez, ed.,Historic de la Revoluci6n Mesicana. Ed. Aguilas, t. II, Mexico, 1940, p. 80).

a En la tarea jugaron un importantisimo papel los Iideres surgidos del sene delas masas populares que hicieron carrera politica militando ya por uno ya por otrode los grandes dirigentes nacionales que habia creado la Revoluci6n; esos lideresmenores, cuyo ejemplo tipico fue por muchos afios el fundador de la CROM, LuisN. Morones, sirvieron de puente entre los caudillos y las masas, canalizando la

adhesi6n de Jas ultimas hacia los primeros y guiandolas por los intrincados veri-cuetos de la acci6n politica de Jos caudillos.

guerra, sino que adem as se habian mantenido en estrecho y permanentecon tacto con las masas populares. Carranza, evidentemente, no concebia queen la construccion del nuevo regimen anduvieran mezcladas las masas ymenos aun que sus protectores se valieran de elias para hacer politicar'el varon de Cuatro Cienegas seguia pensando que la politica era asuntoque debia decidir de modo exclusive el propio gobernante y que a partirde el, armado con el derecho, todo el juego podia y debia ser desarrolla-do; la repugnancia que sentia por la politica de corte populista, que 61rnis mo habia aceptado y puesto en practica cuando las circunstancias se .10hablan demand ado, le impedia ver no solo que sus ejercitos le habian

obedecido hasta entonces en atencion a ese tipo de politica, sino ademasque en adelante nada podria ya hacerse sin una amplia manipulacion delas znasas. En contra de 10 q ue pensaba el antiguo Primer Jefe, los marcosinstitucionales de nuestro pais no se ponian en peligro en modo alguno alabrir sus puertas al caudillo y a las multitudes que le seguian. Por el con-

trario, era justamente el binomio caudillo-masas populares 10 que vendriaa dade verdadera reaIidad y fuerza a un Estado que aim se encontrabaen form.aci6n. ~n ese memento, con s610 proponerse la Iucha por el poder,el caudIllo vema a ser Ia mayor fuerza que podia ponerse al servicio delprimer designio constitucional, que era la organizacion del Estado de go-bier-no fuerte, y del proyecto ·populista de la conciliaciori de las clases, puesera el unico del que estas ultimas podian esperar algo 0 al que podianterner 10 suficiente como para someterse al proposito eonstitucional quepreconizaba el caudillo mismo.

Eformalismo politico de tipo liberal (democratico como en Madero 0

autoritario como en Carranza) no iba a garantizar en aquella 6poca ex-plosiva la construccion del nuevo Estado y podia dejar siempre abierta laposibilidad de un estallido. Carranza, en el fondo, se habia convertido desdehac Ia tiempo en una remora para el triunfo del modelo politico populistaen. Mexico; su eliminaci6n violent a durante la agitada sucesi6n de 1920 nos610 demostro la victoria del militarismo, como los apologistas de Carranzaquisieron ver de modo invariable, sino de un estilo politico y de unaideologia que eran estimulados por la presencia de las masas populares

< . I , Esto era 10 que. segun el testimonio de Bernardino Mena Brito, Carranza re-prochaba en el general Obreg6n: "El general Obregon -decia- mandando unejer-c ito seria el unico general que en este tiempo pudiera detener a los americanosque quisieran invadir el pais, y, tal vez, hasta derrotarlos en alguna acci6n deguerra. Por eso debemos cuidar al general Obregon como caudillo, porque en cual-quier momenta conseguiria entusiasmar a las multitudes y llevarlas al triunfo. Poseecualidades inrnejorables como guerrero, y como tal el general Obregon conquistariala gloria. En cambio, si sube a la Presidencia de la Republica, sera el desbarajuste,pues no tiene nunca un plan preconcebido, ni entiende de los problemas naciona-Ies, ni tiene las virtudes que mas se necesitan para gobernar. En un momento deentusiasmo 0 de necesidad, seria capaz de entregar el pals entero a los EstadosUnidos para saciar su codicia 0 su ambici6n" (B. Mena Brito, Ocho did logos conCarranza, Ed. Botas, Mexico, 1933, pp, 88-89).

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desde los dias de la lucha armada y por el ligamen que los caudil~oshabian mantenido con ellas, como politicos y milita. res que eran, 0 n;te}?raun, como militares politicos que precisamente en ~lrtud d~ esa condI~lOnhabian triunfado en la lucha armada. Por 1 0 demas, los mismos .c~ud~lloseran los primeros defensores de 1 0 que ~ra fund~menta.l en el VI~J~ h~e-ralismo es decir el principio de la propiedad privada libre de privilegios,1 0 cual 'bastaba para asegurar el desa~'ro~l~capital i~ta ?e Mexico que habia,nsofiado Madese y Carranza. Ese prmciplo, ademas, iba a ser la base mass6lida que el proyecto de la co?ciliaci6n d.e. c1~ses podia encontrar: "dara cada quien 1 0 suyo" era una Idea q';1~militaria a fa~or tanto de l~s re-f6rn1as sociales como de la preservaclOn de las relaciones de prop led ad

privada, ,Par otra parte, la relacion de los caud~llos y la~ m~sas como. formula po-

Utica dominante iba a consoli dar un estilo autoritario de gobierno que deseguro Carranza jamas se imagin6. No s6lo se habr~a de fu?dar en elrespeto al derecho estabIecido (si no se olvida la funcion que jugaban los

articulos 27 y 123 de Ia Constitu~i6n), . siI_lo.q ';1e,c~menzaria a tener unabase mucho mas s6lida que cualquier prmclplo juridico en el apoyo. y en ~lconsentimiento activo de las masas populares. Es verdad que cad a jefe rrn-litar era un prospecto de caudillo en la arena politica mexicana de losafios 1915-1920 y que en apariencia su gran mimero amenazaba al ,Paiscon los peligros de un militarismo disolvente. Sir:, em~argo, aquell,os jefesmilitares no constituian ninguna casta en formacion, smo que habian sur-gido en medio de una revoluci6n que moviliz6 ~ todos.los eIemento,s ?e la

sociedad, Su misma r<,;laci6n con las. masas los J~rarqU1Za?a entre si , I~d~-pendientemente del numero de efectivos que tuvieran b~Jo su .mando, ~mcontar con el hecho de que sus hazafias guerreras los diferenciaban a OJosde todo el mundo. Desde la epoca de la lucha contra Villa el nombre delgeneral Obreg6n se impuso sobre .los de los demas jefes m_ilitares y sobreel del mismo Carranza. En el triunfador de Celaya se dieron todas lascondiciones para desarrollar las tareas que al caudillo reservaba la organi-zaci6n del nuevo sistema. Su prestigio en el ejercito era indiscutible" y

cuando, ya en el po~er, ot :?S .caudillos pret«;ndieron ,disputarle. ,el mandode la naci6n 0 el mismo ejercito se le rebelo, Obregon apareclO como elflagelo y el exterminador implacable de todos los enemigos del nuevo re-gimen y, sobre todo, de los demas caudillos; practicamente, cuando Obre-

5 El general Pablo Gonzalez tenia a sus 6rdenes el cuerpo de. ejercito ma~~r,. elEjercito del Noreste, y era tambien un caudillo, pero su ascendiente ~n el ejercito

y entre la poblaci6n de ningun modo se comparaba con el de Obregon.6 Con atingencia escribia el Lie. Albino Aeereto: ". .. ~podria otra persona, ~n

estos mementos controlar como el General Obregon el ejercito, esa fuerza material

necesaria, cuyo~ jefes en su in~en5a mayoria Ie son. adictos, ad.~es~onque establecey afirma su indiscutible ascendiente personal? ... SI no hay ejercito que obedezc,a

no habra. paz, no habra Gobierno ... " ( f o . . Ac;r;to, El general Obreg6n al trauesde sus discursos, Antigua Imp. de Murguia, Mexico, 1920, p. 23).

2 6 6

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.. . .

-

g6n murio en 1928, no habia en toda la extensi6n de Ia Republica nadiemas que pudiera merecer el calificativo de caudillo. Las grandes figurasguerr.eras, prospectos de caudillos, como Murguia, Dieguez, Alvarado, Blan-co, Hill, Flores, Serrano y muchos mas, habian desaparecido desde afiosantes. 7 El prestigio de las personalidades que sucedian al gran caudillo deSonora era puramente politico, incluidos, desde Iuego, los generales Callesy Cardenas.

Pero Obregon no s610 fue el principal caudillo militar de todos los que,surgieron de la Revoluci6n; fue tambien el unico que Ileg6 a ser jefe delEstado mexicano, Su figura es, pues, la mas representativa del periodo.

Con ella ideologia populista se hace practica de gobierno y la politicapopulista pone en juego todas sus posibilidades en el desarrollo del nuevoEstado. La obra del caudillo sonorense y, sobre todo, su estilo de gobierno,perdurarian como la mejor herencia que el regimen caudillista dejaria alos gobiernos que le siguieron. El estudio de su pensamiento, esencialmentepragmatico, hecho de formulaciones de circunstancia, limitadas y contra-dictorias entre si, es revelador de 10 que la ideologia populista en su con-junto y el desarrollo posterior de la nueva sociedad le deben al caudillo.En efecto, casi no hay exigencia impuesta por la Revoluci6n que el cau-

dillo no mantenga como propia mientras lucha por la conquista 0 la con-servaci6n del poder, y por ello mismo, su acci6n iba a ser la mayor fuerzalegitimadora de las instancias revolucionarias. Por un lado, el caudillo eraplenamente consciente de que su prestigio y su poder eran obra de lasmasas populares y que dependian, por ello, del grado en que demostraraser capaz de resolver los problemas que aquellas habian venido planteando;pero, por otro lado, el mismo habia sido originariamente un sostenedor delregimen de propiedad privada y un adalid del sistema propietario, conproyecciones hacia el capitalismo, que preconizaban las clases medias du-rante la lucha revolucionaria. Sin embargo, el caudillo tenia una pretensi6nfundamental que alcanzaba en la medida en que rnantenia el equilibrioentre aquellas exigencias extremas: la lucha por el poder. Esto es, quiza,10 que puede explicar mejor por que el pensamiento del caudillo tiene esedesconcertante caracter pragmatico en el que las proposiciones mas contra-dictorias conviveny se pacifican mutuamente.El pensamiento de Obreg6n,en efecto, no es el del gran constructor de sistemas politicos, como Carran-za, ni tiene los a1cances ?e un visionario como Madero; la suya es unamanera de pensar que gira toda en torno de un solo valor central: el

mantenimiento del propio poder. Las ideas que maneja, fuera de aqueUasque reflejan su experiencia personal como .agric:ultor emprendedor, estancasi por entero tomadas de otros personaJes

lsin la coherencia que en

estos ofrecian y sin mas nexo que las comunique que la acci6n practica yla aplicaci6n de momento, Sin embargo, existe un orden 16gico y una

I

7 Cf., E, Portes Gil, Quince aiios de pol it iaa mexicana, Ed. Botas, Mexico, 1941,p. 243.

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funci6n real de tales ideas, s610 que ese orden y esa funci6n no se danen las ideas mismas, sino fuera de ellas, en el marco de la politica popu-lista, de la que el caudillo es al mismo tiempo resultado y agente. Todoaquello que, a la postre, pudo significar la consolidaci6n y la ampliaci6nde esa politica coincidi6 con Ia acci6n diaria y con el pensamiento delcaudillo. No podia ser de otra manera cuando el caudillo mismo era unfruto de tal politica; para ejercer el poder no podia menos de seguirlay de hacerla triunfar a cualquier costo.

2. La concillacion de las clases

La idea basica que permea toda la accion del caudillo y que Ie dauna direcci6n y un senti do es la de la conciliaci6n de las clases y gruposque integraban la sociedad posrevolucionaria y que, como hem os tenidoopor tunidad de comprobar, el Constituyente de 17 habia inscr ito en el nuevoC6digo Politico. 'Se trataba de un proyecto de organizaci6n social sometidoa la autoridad del Estado, colocado par encima de la sociedad, y en elque el propio Estado aparecia como el benefactor y el protector de losdesposeidos y como garante imparcial de 1a existencia y de los derechos delos poseedores .. Obreg6n reafirma este proyecto y 10 imp one como el massagrado deber revol ucionario:

I

Hemos terminado el periodo de la tragedia -afirmaba en marzo de1928-; ya no sera necesario que los campesinos vuelvan a ofrecer su

sangre para conquis tar con Ia violencia 10 que esta escrito en nuestras le-yes. Bastard con que los campesinos, los obreros, la clase media, todas lasfuerzas del pals que estan enroladas en la misma ideologia revoluciona-ria, seleccionen su personal para que los represente en los puestos publi-cos y exijan consc ien temente las responsabilidades que asuman al aceptarsus altas investiduras. EI periodo de reconstrucci6n nacional es el quetenemos enfrente y en pleno desarrollo, y el exige que todos y cada unode los que nos enrolamos en este gran movimiento evolutivo, pongamosa su servicio el contingente maximo de nuestro musculo y de nuestra in-teligencia, que organicemos a los campesinos, ~ los trabajadores del taller,a los empleados, a todas las clases que trabajan, para que puedan mu-tuamente defenderse y ayudarse, cooperando mas eficazmente con el Es-

tad.o. en la resolucion ?:, sus pro~le?TIas. Las .c lases adineradas, por las

facilidades que su pOSICIOn econormca les bnnda no necesitan de eseapoyo d~l Estado; e~last ienen b~s~antes elementos para proteger y defen-der sus intereses y solo deben exigir el amparo que a sus intereses y a suspersonas les otorgan nuestras leyes."

Obreg6n despotrica a menu do contra "la reacci6n", "los adinerados", "el

8 A. Obregon, Dlscursos, Biblioteca de la Direccion General de Educaci6n Mi-Iiar, Mexico, 1932, t. II, p. 328.

26 8

capital" y "la burguesia", sin tomarse nunca el trabajo de aclarar que quie-re decir 0 a que fuerzas se refiere cuando emplea tales terminos, peroindicando siempre que se trata de fuerzas excluidas de la a lianza revolucio-naria." Y pese a que el concepto que el caudillo manejaba sobre la Revo-lucien fuese bastante ancho como para que a traves suyo muchos pudieranpasar a l campo de los revolucionar ios .t? tal concepto no podia tener sentidosin que se Ie refiriese a las masas populares, si no como sus depositarias, sicomo sus autenticas beneficiarias.P Sin embargo, ha quedado ya muy arrasaquella epoca en que revoluci6n queria decir cualquier forma de lucha ar-mada, desde el cuar te lazo hasta la insurrecci6n popular ;

Ia Revoluci6n -dice en efecto el caudillo sonorense- es reconstructoray castigara sin descanso al tipo clasico del haragan que no sabe ni siquie-ra cual papel esta llamado a desempefiar dentro de la colectividad. Aese tipo de hombre falto de acci6n y al capital que pretende hacer otraexplotaci6n, sera a los que pers iga la Revoluci6n y no a las fuerzas gene-radoras de actividades.P

Que el concepto de revoluci6n se transforrnara con la paulatina pacifi-caci6n del pais parecia ser una necesidad indudable: la era que habia co-menzado con el triunfo de la Revoluci6n planteaba, entre otros objetivos,. el de un trabajo de todos los mexicanos que fuera tenaz y sin descanso,para reparar los dafios sufridos durante la guerra y para reconstruir el pais.Un prop6sito programatico sostenido de manera permanente por Obre-

gon fue

o CL, par ejemplo, D is c u rs o s, cit ., t . 11 , p, 194: "Felizmente ,Para Ia causa po-pular, todas las clases sociales en Mexico, excepcion hecha de la burguesia, estanunidas en un solo haz de voluntades para proteger sus intereses morales y susintereses espirituales"; vease, tambien, J. B. Cervantes, Obregon ante [a his toria,s.p.i., Mexico, 1924, pp. 91-92.

10 A. Obregon, Dlscur sos , cit., t. Il, pp. 253-254: " ... esta Revolucion es unainmensa fuerza espiritual euya rnisteriosa existencia no alcanzan a comprender losseres inferiores que niegan a su espiritu la direcci6n de sus actos, reconociendounicamente como autor idad suprema la influencia de su estomago al que todo 10·subordinan. Es revolucion, la accion de un pueblo cuando se arma para conquistarporia violencia y la tragedia los derechos que Ie niegan los tiranos. Es revolu-cion, este movimiento espiritual que despues de la tragedia viene conmoviendo con.conciencia colectiva, orientando las masas populares por los senderos en que pue-den cncontrar el bienestar al que tienen derecho. Es revolucion, esa Iuerza miste-

riosa que nos une en esta manifestacion de regocijo cuando se trata de ejercitar nues -t ros derechos civicos, derechos conquistados por la revoluci6n armada".11 Op. cit., t. II, pp. 254-255: "Es revolucionario, en el concepto de nosotros,

el hombre que pugna porque predominen en nuestra Naci6n los valores morales yespirituales, Revolucionario, es el que quiere que se consoli den los derechos de losmuchos aun can perjuicio de los privilegios de los pecos, Es revolucion, el anhelode las clases populares por ilustrarse e ilustrar a sus hijos, Es revolucion del es-piritu, que ignoran los que no tienen contacto can el espiritu colectivo ni recono-cen en el suyo propio el derecho de regir sus actos",

1.2 Op. ci r., t. II, p. 361.

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apoyar francamente todas las actividades honestas que se desarrollen ennl!estro territo.rio en beneficio de la riqueza privada y publica: indus-triales, ~ome~clales, agricolas, estimulandolas y protegiendolas siempre, conel e~tudlO cuidadoso de las leyes arancelarias y siempre tendiendo a con-vert irnos en un pals exportador.P

~?ora b}en, al transformar la lucha revolucionaria en trabajo, la Revo-l~clon vema a encuadrar de nueva cuenta a todos aquellos que pobres 0

flCOS, d~m?straran sim~lemente que trabajaban, esto es, que llevaban a efec-to, del urnco modo posible, la reconstrucci6n nacional, No cuesta compren-

der que.;l nuevo ~odelo de conciliaci6n enmarcaba y justificaba la viejaco~cepclOn del ,R:obmson empre~dedor que prefiguraba un desarrollo capi- .t~hsta para Mexico que ya habia estado en la base de la ideologfa porfi-nsta y que habian readoptado las clases medias revolucionarias. En el fon-do, se trata de una apologia mas del. i.ndividualismo burgues, pero llevadaavante de tal suerte que en la superficie aparece siempre la defensa de los

desposeidos y par debajo la restauraci6n de la desigualdad entre desposei-

dos. Y l?oseed,or:s. ~,e t rat~; en suma, de aquello que un bi6grafo de Obreg6ncalifico de umca receta que podia aplicarse: "salvar el capital garanti-zando los derechos del obrero".14 Tal conciliaci6n restauradora de la des-'

igualdad y conserva~ora del capital, recibi6, como' en los dias que siguierona la lucha contra VIlla y Zapata, un nombre especifico si bien entendidornuy a la mexicana: socialismo, '

Obreg6n afirmaba, algunos meses despues de la calda de Carranza:

El socialis.mo es un i~ea! supremo, que en estos momentos agita a todala humanidad, El socialismo es un ideal que debemos alentar todos los

hombres que. ~ubordinamos .m~estros intereses personales a los interesesde las colect1vldade.s. El socialismo lleua como mira pr inc ipal tender la

mana a _lo s de abajo para bu s c ar u n mayo r equ ilibr ia entre el capital ye l t ra ba jo , para buscar una distribuci6n mas equitativa entre los bienescon que la naturaleza data a la humanidad ,

10 cual no significa, de ninguna manera, que intente llevar a cabo la igual-dad entre los hombres, pues, observa el caudillo sonorense,

13 Op. cit., t, II, p. 79.14 R. Quiroz Martinez, Alvaro Obregon. Su vida y su obra, s.p.i., Mexico, 1928,

p. 221; tambien, A. Obregon, op. cit., t. II, pp. 16-17: "Nosot ros hemos creidomte;pretar los a?~elos populares que conmovieron la conciencia colectiva hasta pro-ducir l~ revolucion que se prolongo por mas de una decada ; que los trabajadoresde?en mcorporarse a todas las demas clases sociales, con los mismos derechos y lasmlSlI!as.prerrogativas, dentro de su. esfera de accion, y que la sociedad toda debeconstituirse en una sola entidad, ~aJo una. sol~ aspiraci6n, desarrol lar un armoniosoesfuerzo en que cooperen .elcapltnl, la inteligencia y el trabajo, para buscar elsecrete del bienestar colectivo",

27 0

es indudable que la verdadera igualdad, como 1a anhelariamos 0 1a anhe-lamos, no podria realizarse en toda la amplitud del concepto de la pa-labra, porque en la lu cha po r la vida hay hombres mas vigo ro s o s , hay

h,o ;nbres_ m as inteligentes , hay ho mbres m as ac ondic io nado s, preparadosfls 1c a e intelectualmente mejo r que lo s demds, y esos, indu dablem ente, so n

lo s qu e ~endran que sacar mayo res ventajas a su s es fu erzo s en la lu cha

pa r la .oida; pero si es necesario, y eso silo podriarnos realizar, qu e lo s

de arriba s ientan mas c ar ii io p or lo s de abajo ; que no los considerencomo factores de esfuerzo a su servicio unicamente, sino como coopera-dores y colaboradores en la lucha por la vida, para quienes deben mayo-res consideraciones y mayores atenciones en el pago de sus esfuerzos."

E1 socialismo significaba, evidentemente, una nueva forma de "dar a ca-da quien 10 suyo", pues, como afirmaba el mismo Obreg6n, nada ganabanlos que usa ban guaraches y sombrero de petate si se quitaba el sombrero y

los zapatos a quienes ya los tenian, "en nombre de una igua1dad que nosharia desandar un siglo en 1a lenta evoluci6n que hemos tenido", agre-

gando que "si nosotros atentamos contra 1 0 que esta ya creado, matandotodo estirnulo, seremos inconscientes con 1a civi lizacion't ." Un buen gober-nante, por 10 mismo, no seria el que se pusiera de parte de los trabajado-res 0 el que se apoyara en los hombres de negocios; el mejor gobernanteseria, por el contrario, aque1 que lograra encontrar el fiel que equilibraraambos factores, de manera que sabre un plano de equidad (dar a cadaquien 10 suyo) obtuviera las ventajas que buscaba cada uno de ellos.FDesde ese punto de vista, el capital era tan necesario como que de e 1 de-

pendia 1a reconstrucci6n nacional.P Obreg6n parece advertir contra todo

15 Op. cit., t, I, pp. 279-281 (subrayados nuestros), Entrevi stado por un repor-tero de Excelsior, por la misma ~poca, en el mes de septiembre de 1920, Obreg6npareci6 oponer este socialismo a la mexicana al bo1chevismo: "Creo -dijo- queel bo!chevisrno es 5610 una manifestaci6n exagerada de los anhelos que sustenta lagran mayoria de la humanidad, de un mejorarniento moral y material para lasclases trabajadoras, y seria un peligro, solamente, si el capital y los hombres delpoder cierran sus oidos a las voces de la equidad, y pretenden poner un dique aestos anhelos, en lugar de estudiarlos y encauzar los dentro de la l6gica y la equidadhasta encontrar el equil ibrio deseado" (L. N. Ruvalcaba, op. cit., t, v, p. 231).

10 A . Obreg6n, Discursos, cit., t, I, p. 72.11 Op. cit., t. I, p. 70.18 El 5 de diciembre de 1920, Obreg6n decia a los exponentes de la banca, el

comercio , Ia indus tr ia y la agricul tura: "Nosotros creemos que la manera mas eficazde lograr la reconstrucci6n nacional, es dando toda clase de facilidades y seguridadesa los hombres de capital y de acci6n, para que inicien desde luego el desarrollo denuestras r iquezas naturales, s in descuidar, por supuesto, los justos anhelos de mejora-mien to ecoriomico que tienen todas nuestras clases trabajadoras, y a las cuales t ienentambien derecho. Al hablar de justas aspiraciones -aclara-, me refiero a todo aque-11 0 que se rnanifieste dentro de los limites de la equidad y de la justici a, y querecibiran tarnbien todo el apoyo del Gobierno que ahora se inicia" (op. cit., t. I,

pp. 330-331).

27 1

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exceso (se comprende, especial mente por parte de los trabajadores),. ~n ~?n-tra del capital, cuando afirma, en defensa de su proyecto de conciliacion:

Si nosotros no darnos garantias al capital, si 1 0 hostilizamos, si no le da-mos las facilidades que necesita para el desarrollo de nuestros recursosnaturales, dentro de las limitaciones que nuestras leyes le marcan, el ca-pital perrnanecera dentro de las cajas 0 fuera de nuestras fronteras y en-

tonces nuestros trabajadores tendran que seguir saliendo del pais, en pe-regrinaciones hambrientas, para ir a bus car el pan a otros paises dondeel capital tenga las garantias que aqui no puede encontrar.P

Desde luego, el capital debia dar su parte, pues en gran medida el pro-yecto de conciliaci6n dependia de que los capitalistas no se resistieran aponer en practica las prestaciones que se iban disponiendo para los traba-jadores; con ello, daban 10 menos por 10 mas. Haciendo asi, no s6lo cola-borarian eficazmente a que el sistema en su conjunto se fortaleciera paraprovecho suyo; debian comprender, adem as, "con la elocuencia incompa-rable de las matematicas", decia Obregon,

que produce mas un trabajador bien alimentado y encarifiado con su taller y con su patrono, que un trabajador, mejor dicho, una especie deacemila que se ata por Ia fuerza de Ia necesidad al trabajo de su patro-no, que rio sabe tenderle la mano para levantar su nivel moral y cul-tural.?"

EI capitalista debia perder su categoria de amo y convertirse en colabo-rador del trabajador para explotar las riquezas naturales, haciendo que Iadistribucion de las ganancias fuese mas equitativa." Si algo queria decirtodo esto, era que el capitalista debia contentarse con explotar a sus tra-bajadores en el grado y en la forma en que se 1 0 permitiera un Estado quese encontraba empefiado en modernizar el pais, pacificando los conflictosy disolviendo las lacras que Ie habia heredado el regimen prerrevolucio-nario, .

Para Obregon, la existencia de clases desiguales constituia un verdaderoorden natural al que estaba sujeta la sociedad de una vez y para siempre,Asi, e1 igualitarismo no existia en absoluto 0 queria decir tan s610 que los'trabajadores y los patronos debian ser respetados como tales, quedando

lOOp. cit. , t, I, pp. 70-71; en otra ocasi6n, manifiesta categ6ricamente: " ... nos-

otros queremos una protecci6n para los trabajadores, sin atentar contra el capital,porque seria entorpecer el desarrollo de nuestras riquezas naturales si no damos al

capital las garantias que necesita; no senores, nuestras tendencias son otras; que

venga mucho capital y que se desarrollen todas nuestras riquezas" (op. cit., t. r,p . 246) .

20 Op. cit., t, II, pp. 17-18.

21 OPt cit., t. II,. p. 125.

272

para siempre como 10 que eran. La idea del equilibrio que mantuviera yconservara los opuestos era, par 10 mismo, esencial en esta concepci6n deldesarrollo social:

. .. el justo equilibrio entre todas nuestras clases sociales -estim6 Obre-g6n en su informe de 1922- vendra a consolidar, tambien en formadefinitiva, la paz organica de la Republica."

A veces, el equilibrio se resolvia en la rnera oposici6n, de modo que,como un nuevo Marx, Obreg6n podia hablar de una verdadera polariza-ci6n de la sociedad en dos unicas clases:

,

... para nosotros la clase media no es sino una parte integrante de lasclases trabajadoras, porque a su esfuerzo personal debe el ingreso coti-diano con que atiende a las necesidades de su hogar. Para nosotros estrabajador el que realiza un esfuerzo constante para resolver los proble-mas econ6micos de su hogar, para resolver los problemas educativos desus hijos y para cooperar al engrandecimiento de la Patria; pOl' eso cuan-do nos hemos preocupado en formular una ley que resuelva con sentidopractice los problemas para las c1ases trabajadoras, hemos declarado que

para nosotros s610 existen dos clases en la sociedad: los que trabajan ylos que pagan; y son trabajadores los que realizan un esfuerzo con elmusculo 0 con el cerebro para resolver los problemas domesticos, cadadia que pasa."

Sin embargo, como hemos visto, cuando se trataba de la reconstrucci6nnacional es decir, del desarrollo econ6mico de Mexico, la oposici6n se vol-via aparente 0 desaparecia pOI' completo, pues entonces los mismos capi-

talistas se volvian "constructores", algo asi como una forma especial detrabajadores; en ese momento, la figura de Robinson resplandecia sobre eIfondo de Ia conciliaci6n populista, a nianera de un Leviatan integrado partodas las clases sociales.>'

<! Que ganaban los trabajadores con esta integraci6n? Una palabra 10decia todo: mejoramiento, una verdadera palabra magica en la que la pa-

~2 Los presiden tes de Mexico ante la naci6n, cit., t. Ill, p. 537; en la misma oca-

si6n decia : "La intervenci6n imparcial y conciliadora que el Ejecutivo federal ha

tornado en los frecuentes conflictos suscitados entre el capital y el trabajo va encau-zando convenientemente la march a arm6nica y concordante de estas fuerzas vivas

de la sociedad: y en este concepto, no es aventurado esperar que en un futuro

proximo la cuesti6n social seguira en Mexico su proceso natural y l6gico, despejadade procedimicntos atentatorios y anarquicos que Ie son familiares actualmente aun

en las naciones mas cultas de la tierra" (Ioc, cit.).2M A. Obreg6n, Discursos, cit., t. II, pp. 453-454 (subrayado nuestro).

2·1 La promesa de que el Estado no se colocaria del lado de una c1ase para

combatir a la otra no podia ser mas clara en cuanto a sus prop6sitos: "El gobierno

-decia Obreg6n- procurara busear el equilibrio de esas dos fuerzas, pero jamas

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cificaci6n de los conflictos encontraba su mas firme apoyo. Es dudoso que,en .1 0 p~rsonal, cada trabajador se sintiese satisfecho de su situaci6n ma-ten.al, sII;mdo como era aquella una epoca de escasez; pero la idea del

mejorarmsnm no era una Idea. que surgiera de abajo hacia arriba, sinouna manera de pensar que se imponia como verdad prefabricada por el

goben;ante y que ~onformaba. un ~ficaz medio de dominaci6n politica,CO~SpICuO 0 mezqumo, el mejorarmento se presentaba siempre como unresultado de la Revoluci6n y como un lagro de primera importancia he-

cho por el gobierno.del caudillo; su realidad no venia considerada de nin-g~n modo: se trataba de una entidad imaginaria, de un program a que

alimentaba permanentemente .la esperanza de los humildes, una promesacada vez mas a punto de realizarse, En 1923, Obreg6n informaba al Con-greso:

.. . si no podernos vanagloriarnos de haber realizado un desenvolvimien-to integral, tan amplio como era de desearse en todos los ramos si est afundado afirrnar que Mexico ha entrado de lIeno can paso seguro enun franc~ pe;!odo de reconstrucci6n, sobre las bas~s fundamentales que,como aspiracion suprema de nuestro pueblo, quedaron planteadas en larevolucion pasada, El problema social esta siendo debidamente encauza-? O , laborando franca y sinceramente por el mejoramiento economico,mtegral. y moral,de las clases populares. Millares de labriegos disfrutande sus tierras y. s olo anhelan cultivarlas en paz; los trabajadores han em-

pezado a expenmentar las ventajas que imparten nuestras leyes y se aco-gen a. sus postulados ; las masas analfabetas han sentido ya el contactode la mstruccion y centenares de maestros misioneros y rurales Bevan laluz a sus cerebros y la esperanza de una verdadera redencion: y en ge-ner~, todas. las clases desheredadas se sienten mas identificadas' can supropra patria, po;que han empezado a sentir las ventajas que les repor-ta la mayor equidad con que se vienen distribuyendo los recursos del

pais; y esta labor social, que ha constituido una verdadera innovaci6nde nuestr?s sistemas y regimenes pasados, se ha logrado desarrollar y for-talecer, sin desatender el apoyo que merecen el comercio la industriay la agric~1tura en sus diversas escalas, y procurando cau'sar los meno~males posibles, ya que estos males no podrian evitarse en 10 absolutocuando se trata de reforrnas de tan alta trascendencia.w

prejuzgara ni se colocara frente de una para combatir 0 para destruir a la otra

pues no. creo 9ue sea tarea de un GO?ierno ahondar las dificultades que han em~

pezado a ma~lfestarse entre los trabaiadores y el capital sino que la tarea mas

noble del Gobl~rno es aca~ar con esas deficien~i~s y e?contrar la manera de coope-

ra~ en un con,clerto armornoso a la reconstrucClOnnacional" (op. cit., t. I, p. 333).6 Los presldentes, de Mex~~o ante la naci6n, cit., t. III, p. 586. EI paso mas im-

portante que Obregon parecio dar para procurar el mejoramiento de los trabaja-

dores, 10 constltuy6 su proyecto de ley sobre indemnizaciones jubilaci6n y seguro

de vida. de fecha 9 de diciembre de 1921 (el texto del proy~cto en R. Salazar y

274

Lo verdaderamente notable, sin embargo, no es la idea del mejoramien-to en si, sino todo 10 que ella implica como medid a politica de caracterinstitucional y como instrumento de dominaci6n. Obreg6n, en. efecto, noignora que las situaciones explosivas que provocan las revoluciones 'Y lasrevueltas se originan en la tendencia de los gobernantes a negar satisfac,ci6n a las exigencias de las masas populares; la misma lucha revoluciona-ria, por 10 demas. Ie habia ensefiado que aquellas masas se contentaban yse pacificaban aceptando la direcci6n del lider politico, muchas veces con

la sola apariencia de una satisfacci6n a sus demandas, pero siempre y encualquier circunstancia mediante el compromiso del propio lider can tales

demandas, un compromiso que, justamente, se define a traves de la pana-cea del mejoramiento:

El problema que tiene ahora absorbidos a lo~ principales estadist~s delmundo -dice Obreg6n--, es el problema social, El problema social .to-dos 10 conocemos. Es la noble y justa aspiraci6n de las clases proletar ias,

de las ciudades y de los campos, de un mejoramiento m~s equitativo, auna elevaci6n mayor en el terreno moral, en el terreno mtelectual y enel terre no econ6mico. Y ese problema que tiene atraidas las miradas delos hombres de Estado del Universo, muchos no podran resolverlo, por-

que no tienen el valor de estudiarlo a fonda, de estudiarlo por su base,sino que estan tratando de estudiar sus sintomas, tratando algunos deahogar en sangre los justos anhelos del proletariado del mundo."

Sobre cuales fuesen los l imites reales del mejoramiento, cabia unicamen-te dejar bien claro que el mismo se inscribia en las posibilidades del des-

arrollo del pais, sobre las cuales incidia otro. compromiso ~el gobernan:e,ahora con los enemigos situacionales 0 potenciales del trabajador, es decir,

con los patronos; si no habia capital, decia Obr~g6n, no ha~ria trab~joy sin este parecia 16gico suponer que el obrero debl~se pe;ecer sm ren:edl?;esto mismo llevaba a pensar, legitimamente, que Sl habia p~cos capitalis-tas el mejoramiento resultaba imposible, pues habria demaslados. obrerospara que sus problemas fuesen solucion~do~. EI f?mento d~l cap~tal, por10 tanto, que era la mejor defensa que jamas hU?l~~an pO~ldo sonarse ~oscapitalistas, se fundia, de esa manera, con la posibilidad misma del meJo-

ramiento :

J. G. Escobedo, Las p ugnas de la gleba, cit., t, II, p~. 139-14~); en e.st~proyecto,

Obreg6n propone la creacion de un impuesto del diez por ciento adicional a los

pagos por concepto de trabajo (la participaci6n de utilidades a que se refiere el

123), destinado a la formaci6n de la Reserva d~l Esta~o l?ara atender ~ los dere-

chos de los trabajadores creados por l~ ley (mdemmzaclOn~s por accld~n!es de

trabajo jubilacion por vejez de los trabajadores yseguro de ':' lda de estos ultl.mos).

El pro~ecto no lIeg6 a discutirse y, como otros mas, fue sirnplemente archivado,

acaso por disposici6n del mismo Obreg6n.

26 A . Obreg6n, DisCUTSOS, cit., t. 11, p. 248.

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El problema d.el capital y el trabajo -afirmaba el caudillo sonorense=-no va ? - , solucionarse mientras una Camara honrada no dicte la regla-mentac~on. de la Ley del Trabajo ; sobre todo, mientras el Gobierno dela, Republica no fomente la i?dustria; mientras el industrial encuentremas obr;ros de lo~ que necesita para su producci6n el problema vitalno podra ser solucionado por ningun gobierno." '

3. E l s ueiio de u na so ciedad ag raria d e p equ eiio s pro du cto res

Desde l~ego, es~ ~mbigiiedad en el tratamiento de los problemas socia.les no ,s~ ci rcunscrib ia .a~c~;npo de las relaciones entre obreros y patronos .E I espiritu ~e la conciliacion penetraba tam b ien en el terreno mas can-dente y dehcado,. d~ la cuesti6n agraria, que habia est ado ed el origencomo s,u causa pnncIpal,. de la Revoluci6n. Aqui, como en otros problemas,Obregon estaba convencido de que la primera necesidad politic a radicaba

en saber" "c~nquistarse el apreci~ .de las ,m~sas populares" y, en el fondo,de qu~, 2~ 1 secreta d~. ~a tranquilidad _pubhea es patrimonio de las clasesrurales; per~ la VISion que el caudillo tenia de la cuesti6n agraria seenc~~;raba regida tambien pOl' e~ princip~o de la "reconstruccion nacio-nal , ., en el cual , como hemos VIStO,.se cifraba ~a conciliaci6n y la con-ser~acl~n ?e elementos .opue~tos . EI mismo orden inmutable en e 1 que apa·recl.an mtuuame.nte unidos el que trabaja" y "el que paga" convierte alagncultor y al jornalero en dos polos de una misma relaci6n que resumeel problema central de la cuesti6n agraria, segun Obreg6n:

Es .natural -dice ante un grupo de legisladores en 1920- que si laagr:cultura en o~ros paises. cuenta con esos tres factores que se Haman:caplt~l --: t~aducldo a pr~pleda.d, a. maq;.t inaria moderna, a implementosq~e sl~phfIquen el.trabajo-, inteligencia ·-que significa organizaci6n ydirecclOn~. y trabajo -que es en el que concurren los jornaleros-, enesas condiciones puede obtener el capital las ventajas suficientes para sa-'

27 L. N. Ruvalcaba, op, cit., t. v, p. 61." 28 A. O~reg6n, Discursos,. cit ., t. II, p. 206; Obregon, nos dice Carlos BarreratuV? c.onfl~,nza en. la .capacidad productora de nuestros campesinos, previendo u~la distribucion equttativa de la tierra pondria fin a los cuartelazos I qdreb Id . Y 1 ., I .. y as asona as

e. e.s. I os acontecimientos 0 sacaron verdadero! Despues de 1920 . ,movimiento cuarte lario alcanz6 el tr iunfo porque los duefios de ti d f' idieron. id d I" ierras e en ieroncon un:"mm~ a a os gobiernos que cumplian con resolver el principal problemarevolucl~nano: .i el ~r~blema de la tierra!" (C. Barrera, Obregon. Estam pas de

un caudillo, s.p.r., MeXICO, 1957, p. 120).20 A;,Obreg.6n, El p rob lema agrico la y agrario, Tip. Fenix, Guadalajara 1922

h ' 4:dt:f lrmemen.t? que .el desarrollo y florecimiento de la agricultura' son l~

ase e a reconstrucclon. naclOnal. E~ los paises que tienen tantos productos como~I n1.!estro,.debe ser consl~er~da esencialmente la agricultura como la mejor [uente

e .nqueza para el sostetumsento de un gobierno. Parto pues de t b . Lagricultura jner . I . "es a ase. amerece muy especia mente la atenclon de todo gobarnante".

2 7 6

tisfacer sus exigencias y puede obtener el jornalero un salario que le per-

mita vivir con algun bienestar."

f-

Es verdad que el problema del campo no era un problema de trabajo,sino de tierras, pero 1 0 mas importante de la concepci6n obregonista es jus.tamente su visi6n del agricultor y de la actividad agricola, en la que sedisuelven las diferencias de clase. En efecto, la imagen del Robinson audazy emprendedor se filtra en el pensamiento agrario de Obreg6n para con-formar un tipo de productor opuesto por completo al terrateniente privi-legiado y parasitario de la era porfiriana,81 pero que al mismo tiempo estacolocado mas alla de aquella exigencia elemental de la Revoluci6n queconsistia en dar la tierra a los pobres del campo, es decir, el agricultor ca-pitalista, cuya creaci6n y cuya promoci6n en gran escala, en realidad,

parecian constituir el verdadero program a agrario de la Revoluci6n:

El agricultor -decia Obreg6n- ha sido siempre la base de las riquezasnacionales en los paises esencialmente agricolas como el nuestro; pero elagricultor, como todas las demas fuentes de riqueza que han servido parael progreso de la humanidad, alcanz6 en los {lltimos tiempos una evolu-ci6n admirable, una evoluci6n que hapermitido que en otros paises,,combinado el capi tal, la in teligencia y el trabajo, hagan producir a la

tierra su maximo con un costo minimo, y permita a los agricultores pa-

gar jornales muy altos y vender cere ales a n;uy bajos precios. Y ~a con-

secuencia de esto direc tamente favorece el bienes tar de los trabajadorcs.En nuest ro pais, desgraciadamente , una mayoria de los terra tenientes hanpermanecido absoh.itamente ajenos ala evoluci6n de la agricultura; ~anseguido sus procedimentos rutinarios, a tal grado que no han po~hdocompetir con los productos similares de otros paises del mundo y siem-pre pi d en derechos arancelarios proteccionistas para poder obtener un

precio que les permita vender sus productos."

Que los propietarios rurales no fuesen productores emprendedores, enconcepto de Obreg6n, tenia graves consecuencias sociales, pues aquellos ,

con sus procedimientos rutinarios tenian que buscar la utilidad que exi-gia su capital, no en su habilidad, no en suom~quinaria, no en su capi-

tal, sino en el esfuerzo personal de sus proplOs jornaleros .s8

ao A. Obregon, El problema agra rio, s.p.i., Mexico, octubre de 1920, p. 5.3l A. Obreg6n, El problema agricola J' agrario, cit., p. 4: "La gran mayoria

de los terra tenientes viven completamente ale jados de sus propiedades y negocios,encomendandolos a manes extrafias, y muchos de ellos ni siquiera las con,ocen. Ese,en mi concepto, es uno de los principales factores que han retenido el fomento

de la agricultura en nuestro pais".a2 A . Obreg6n, EI problema agrario, cit., pp. 4-5.

33 Op. cit., p. 5.

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· EI tip<>de productor agrario que Obregon imaginaba se resumia en lam~t~Cl.a que la Revoluci6n habia impuesto en contra del latifundismoprivilegiado del porfirismo: la pequeiia propiedad. Pero Obreg6n, al igualque ,Ma?ero, estaba en total desacuerdo con la idea programatica de laRevolucion que preveia la creaci6n de la pequefia propiedad sobre la based~ la destrucci6n del latifundio, por 10 menos, de su destrucci6n _indiscri-~mada. En su famosaconferencia en la Camara Agricola Nacional jalis-ciense, de 18 de noviembre de 1919 , el caudillo de Sonora expres6:

Una de las form as de resolver el problema agrario es, sin duda, el fo-

met;to de la pequefia agricultura. Yo soy partidario de que la pequefiaagricultura se desarrolle, porque soy partidario de que se Ie de ayuda atodo aquel que haga esfuerzos por salir de su medio estrecho y mezqui-no, y que a todo aquel que tenga empefio por lograr su mejoramientose le tienda la mano ; pero no creo de ninguna manera que se deba re-:_urrir a~fraccionamiento de propiedades para dotar de ellas a los peque-nos agricultores, antes de que se haya logrado el desarrollo eoolutioo deLa pequeiia agricultura. No opino tampoco que para el desarrollo de esapequeiia agricultura se use de la violencia y del despojo , Yo creo que lam~e:a. de fomenta~la no consiste en desmembrar una gran propiedady dl.vld~r~a en fracciones de las cuales corresponderian [los] terrenos aun indiuiduo, el manantial de la hacienda si lo tiene a otro las casasld 'll' " ,a e mas a a, etc. En esta forma se destruye sin obtener provecho al-

guno, Yo creo que la pequefia agricultura debe desarrollarse, fomentarsey contar con el apoyo del gobierno, y de esa manera Mexico seria unode los p~lses mas p~oductor,es .de l~ tierra y e~tonces podriamos lograrnuestra independencia economica sm que gravltaran enormes impuestossobre un reducido numero de contribuyentes. No creo que este trascen-dental problema pueda resolverse mediante un ligero estudio ni con larepart ici6n de unos cuantos terrenos."

54 A. Obregon, fl.l p ro bl~ ma a gr ic ola .y agrario, cit ., p. 7; los resultados pract icesque, ~stas dec1a:a~!ones tuvlero~ .no podian sorprender a nadie; de ello es pruebaclarisima la opiruon que los dirigentes de la Camara Agricola mencionada mani-festaron en el prologo antepuesto a la quinta edicion de la conferencia y que llevafecha de 10: de enero de 1922.: La conferencia, se dice, "atrajo la voluntad y el

voto de casi todos los terratementes para el conferencis ta . Ratificada ult imamenteen ~~rma pu?lica, ya no per el candidate, sino por el Primer Magistrado de laNacion, ha sido tomada ahora con mayor fe como un escudo contra las demaslasagraristas y como una garantia de salvaci6n para la Agricultura Nacional quetantas. vicisi tudes han venido azotandola... l os postulados que campean en Ia con-feren~la . .. a la vez que responden a ideales reformistas, justos y practicables,consntuyen una promesa solem~e de. que el dere~ho de propiedad sera respetadoy un programa, no de destruccion, smo de evolucion de la agricultura de la quetanto ?an ~enester 10 mismo el Gobierno que la Naci6n entera ... La Camara contoda sinceridad formula sus votos porque el Sr. ~r~siden(e de la Republica, inspira-do en su deber, se eleve a la altura de su mision, y de, serena y firmemente,

27 8

\7.

Obreg6n estaba convencido de que debia ~yudar ~ t~do aquel q.ue pro-curara mejorar, pero Ie parecia que esto debia ocurnr sm que hubiera .ne-cesidad de lesionar los intereses de los demas: "Todo debe lograrse median-te la 16gica que siempre debe set heimana de la ley", 85 decia, estimando que

ya el simple fraccionamiento, ~e . la~ prol?iedades. resul!aba un absurdo,Ahora bien, no es que en su 'loglea' la Simple eXIs!encla de una J?rofl17'-dad fuese raz6n suficiente para que se Ie declarara mtoe~~le; el. prmclplO"logico" 10 constituia mas bien su id~a de la ree.onst:uccIO~ nacional y laparticipaci6n que mediante su trabajo un propietano deb~~ tener .en la

misma, Si un propietario trabajaba y ~antenla ;n. explotacion sus tierras,

inc1uso tratandose de un gran terratemente, 10 logico Y 10 ve~daderamentelegal era que se Ie respetase su propiedad. En efecto, el caudillo de S0D;0-ra no admitia el fraccionamiento mas que en el caso de que un prople-tario no cultivase sus tierras 0 10 hiciera con "metodos rutinarios":

vamos a darle terrenoS a todo el que 10 solicite -deda a l?s diputa-dos-, pero vamos a, hace~lo. gradualmcnte; ~amos ~ destruir la gra.npropiedad cuando este sustltuida con la pequ~na p~opledad. Vamos aIfa este reparto de tierras contra todos los Iatifundistas que actualmente

siguen usando los sistemas rutinarios, porque eso~ j.amas estaran en co~-diciones de mejorar a sus jornaleros, los procedlmlentos que usan estanen pugna con todo principio econ6mico, porque ~e~resultan lo.sp roduc-tos mas malos y mas caros, y esto no podra permltlr1es proporcl(~D;aruna

mejeria a sus jornaleros. Vamos .er:tonces preferent~mente a utilizar loslat ifundios que usen esos pro~edlmle~tos y a dar tierras a to do el quelas necesite, a todo el que este capacltado para .co~servarlas , y vamos adar una tregua a los que esten usando proee~I~lentos modernos par~que se yean estimulados, para que evolucione ~apldam;~te nuestra agri-cultura y podamos llegar a alcanzar en un periodo proxm:;o l!n desarro-llo maximo: que no tengamos que pedir aranceles prote~clOmstas contralos granos que vienen de fuera y que tengan que atemonzarse los centrosproductores de otros paises porque nosotros invadamos sus mercados"

Durante los cuatro afios de su gobierno, Obreg6n inform6 haber ejecu-tado 650 resoluciones definitivas sobre 1 17 0 0 0 0 hectarea.s .y haber dado laposesi6n provisional de 3 2 45 0 0 0 hectare as, que beneflciaron a 40 0 0 00

cumplida satisfacci6n a la justicia y al ingente interes nacional encar?~do(s. ~n .elcultivo del campo, en el que descansa fundamentalmente ~a Vida del ~als op. fit.,

l : ara una mayor informaci6n sobre los puntos de vista que. suscitaba la r~ or-~a ~g~aria en los antiguos propietarios, vease, Sin~i~ato de Agrlcultores de Jahsco,En defensa de la agr icu ltu ra nacional, Talleres Graflcos de Gallardo y Alvarez del

Castillo Guadalajara, 1921). . b'e E 1 P b l a35 A: Obreg6n, E ! pro blem a agrlco la.Y agrario , cit., p. 7, y tam I n, ro em

agrario, cit., p. 29.36 Op. cit., p. 8.

2 7 9

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individuos ,37 de las 650 '" resolucion d f ..

pnmer afio, 92 en el se und 7 es e minvas, fueron dictadas 22 9 en el

las restituciones en tod~s I 0, 7 en el tercero y 233 en el {tltimo siendoe t '1 " os casos menos num l'.5 0 . u tlI~lOsIgnificaba que al final d 1 ,. eros as qu; as dotaciones;~ropletana tradicional del ai··· · · · d b gO~Ie~no obreg~TI1sta la ..estWgllJra.

f~caba, ademas, que Ia ref~~m~ que ~..a pract~camen.te mtacta, per()~igni--

SlOnes poHticas en las que se bu~~~na se.yenra realizando mediante deci..de las masas campesinas que " a e~uIhbrar, por una parte, la presion

los terratenientes nacionales eXlfan. tierras, Y por la otra, la presion de

sus propiedades. 3~ Desde estey extranJero~, que se ernpefiaban en conservar

que el caudillo sonorense dio pun 0 de VIsta, el golpe politico mas efectivo

so decreto de 2 de azosto de ~~21uscua~o anos de gobierno fue su famo-Obreg6n y De la Hu~rta era un h' ~xpe ido cua?do el rompimiento entre

del ejercito estaba a punto de est~~l~ry la rebeh6n de tres quintas partes

pensamlento agrario de Ob' . Ese decret? resume el verdadero

de un Mexico de pequenos regoI? y proyecta, en cierta medida la vision

dillo ; pero es ademas propletanos que privaba en la mente del cau-

I ' , una respuesta poHtica 1 f -en e campo, debida al ret d .. a a e ervescencia dominantereforma agraria y que pro a; ~ fue experlmentaba Ia realizacion de ladendas. venia e proletariado rural, sujeto aun a las ha-

En su considerando primero el .ddones y dotaciones de ejid 'I presi ente Obreg6n opone a las restitu-

tados directos" la ausenc~aoSda os pueblos, unicas que han tenido "resul-ca . l' e un SIstema de dotac" 1 ImpesllloS, 0 que origina s . . , Ion para os pro etarios

en el trabajo asalariado esper~ emigracion del pals, pues no encontraf<ln

ra cultivar 1a tierra en prov~:s para .su salvacion ni oportunidades pa-supremo factor de produce] 0 propio, Supuesto que la tierra es el

l?-mente propordona al ac~o~~que cuan~o se encuentra acaparado no so-

smo el dominie ilimitado p ~~or ~os bienes naturales de Ia producci6n

(considerando tercero) ObY a; Itrm:IO sobre las vidas de los productore~, regon estirna

que Ia revoluci6n mexicanamano, tuvo la de promove ' entre otras grandes razones de o~den hu-

micos que nos han regido dr~tro~r~so efect ivo en los metodos econ6-

proponiendose para tal fin ~s ,e. os tJempos coloniales hasta nuestros diasri d' InlClar Y sancionar Ie d I 'a 0meXlcano la oportunidad ue yes 9ue en a proleta,

sus manos su porvenir y su al d q ,nu.nca ha ~emdo de Iaborar cons u economlca (conslderando segundo)' .

I" ,e progreso efectivo de los metod ,.apreciarse, en la creaci6n d .os economlCOS"se cifraba, como puede. di id I e un SIstema qu di I .In IVI ua mente considerado t e iera a tIerra al campesino

, es 0 es, en la pequefia propiedad, que evita~

87. A . Obregon, Discur sos cit t I

pO ~~I~ f de Alvaro O br ego n: Ed: ' Nue~tJ'tT?8-69; N. ,B;;tssolsBatalla, E I p en s am i en to., N. Bassols B., op. cit., p. 51. iempo, MeXICO,1967, pp, 50-51.

280

ria nuestra regresion hacia "los sistemas de acaparamiento" y prOplCIarIa

nuestro reajuste economico (considerando sexto); por 10 demas, las bases

moral y legal del decreto las encontraba Obregon, sin mucho esfuerzo,

en el articulo 27 Constitucional, que en su primera parte deja al arbi-

t rio de los funcionarios federales la facultad de dictar las medidas nece-

sarias para el desarrollo de la pequefia propiedad y fomento de la agri-

cultura (considerando septimo}.

1-

El decreto, que consta de 24 art iculos, establece que todo mexicano por

nacimiento 0 por naturalizaci6n, mayor de dieciocho afios, que carezca detierra y no la pueda obtener por algun titulo, podra adquirirla de las

nacionales y baldias que no esten reservadas por el gobierno (articulo 10.),sin mas requisito que ocupar personalmente y acotar la extension de tie-

rra (que el art iculo 30. fija en 25 hectareas, si son irrigables; 100, si sonde temporal de primera ; 200 , si son de temporal de segunda, y 500 , si sonde temporal de tercera, cerriles 0 pastales) y dar aviso de inrnediato, por

escrito, a la Secretaria de Agricultura y Fomento (articulo 20.), Para ob-

tener un titulo que ampare las tierras a favor de los ocupantes, el decreto

establece el requisito de trabajarlas, si SOIlagricolas, durante dos afios, 0

bien, si son cerriles 0 pastales, demostrar que han sido aprovechadas en la

cria de ganado vacuno, porcino 0 lanar, y haber establecido "con razo-

nable desarrollo", algunas pequefias industrias derivadas de la cria de ga-

nado (art iculo 70.) ; aparte 10 anterior, el adjudicatario no tenia m a s que

pagar la suma de -5 0 pesos (articulo 240.). Las tierras asi obtenidas seconsideraban personales e intransferibles; si alguno intentaba pasarlas a

otro perdia el derecho de adquirir otras nuevas en la demarcaci6n territo-

rial en que se encontrasen aquellas."

Para Obregon, el decreto constituia un "auxiliar poderoso en fa solucion

del problema agrario", que, afirmaba en ocasion de 5U informe de 1923,

"ayudara indefectiblemente a la formacion-de la pequefia propiedad agri-

cola"." No se esperaba, por tanto, que a traves de el se solucionara defi-

nitivarnente el problema agrario, pero en el se cifraba el anhelo politico

y econ6mico de la pequefia propiedad. Como simple auxiliar, es decir,

como medida polit ica de circunstancia, el decreto "de tierra Iibre", como

fue llamado, no dejo de tener cierto exito ; segun Francisco Vazquez del

Mercado, jefe del Departamento de Tierras de la Secretaria de Agricultura

y Fomento, la publicacion del decreto "produjo el resu1tado previsto",pues,I

solamente durante los dos prirneros afios de Stl vigencia, se recibieron

30 El texto del decreto en, Comisi6n Nacional Agraria, R ec op il ac io ti a gr ar ia ,Imp. de Ia Direcci6n de Estudios Geograf icos y Climatolcgicos, Tacubaya, Mexico,1924, pp. 107-112 .

40 L os pres identes de M exico ante la nado n, cit ., t . II, p. 564.

281

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~~c\~:~:e::: ::n~: ~;~icultura y Fomento mas de 16000 avisos de ocu,

3 000 000 de h t' 4~nales amparando una superficie aproximada deee areas. ,

Los obstaculos que su ej .,. sino poner al descubierto ecuclOn, enco~traba, ,P0r 10 ,d:mas, no hacian

Nunez estima que el decret~Urefaracter, e medida politica , Mendieta y

pacion de baldios, el cual mplanto el antiguo procedimiento de ocu-

perjudic6 en general a la . d d .juicio de los ocu t propie a agrana del pais y redund6 en per-

posesi6n de la tirr~~ es, pues por m~s que adquiriesen desde luego laella sino hasta que s~ lno se ! ~ Fcon~ld;raba propietari.os def init ivos depedirles es e titulo s es exp} lese e ~ltulo correspondlente, y para ex.

medit i6n, de los cuafesr~i~1~~~n trabaJos de identi ficacion, deslinde y

eran ni baldias ni nacionales. -4~a a menudo que las tierras ocupadas no

Es verdad que durante el re . d Ob 'br6 caracter de un verdadero ~Jmen. e. r.egon la reforrna agraria co-movimiento politiconacional' p oces~. :ns~ltuclOnal, 0 si se prefiere, de untricto sentido de la 0 t .J proce, ~o siempre por saltos y con un es-ci6n que iba definiend~re ui~ ad p~htIfa, pero s~ fundaba en una legisla-que debian llevarla at' :ventan 0 os procedlmlentos y los mecanismosde dolorosas experienciasermmo'h con

dgraves dificultades y hasta despues

. , muc as e elias inutiles ~3 J d 1

por su apar iencia exter ior no di . uzga as as casasse podia". Sin embargo ' d ,Po d1a~onerse en duda que "se hacia 10 quecada uno de los euatl'o' InoseJ~~ 0 .e lado la for,?a desigual en que en

reparto de tierras las medid I g.ofle.rno obregomsta se llev6 a cabo ela retrasar la ref~rma a r:ri:

s~glS ativas, mas ~ue promover , ayudaban

punto que para los eons~itu e~tes ~1l0'1ge7 espe~lal,. result6 cierto en unagua, esto es la determina ¥ , d e 1. habia SI~O tan claro como ella reforma, En efecto la cen / 1~6ssujetos a quienes debia beneficiarnar que ,ons ItUCIn, en su articulo 27, al determi,

(

~osn~ul:~IOt~n~~~C~~i~~Jti~~~un~~a.desque carezcan de tierras y aguas,su icienta para las necesidades de su po-

nCit. por L. Mendieta y N' - ElMexico, 1964, p. 447 unez, Problema agrario de Mexico, Ed. Porrua,

42 Op. cit., p. 449.'43 L .. I

as pnncipa es leyes en materia a r .en que gobern6 el general Obregon f g alia Ique fue!~n expedidas en el periodo1920 (en A. Villarreal Munoz EI ";ro~ a ey de .eJldos de 28 de diciembre de1.921, pp. 177 y S5.), el decreto 'de 22 ~o em ~ agrano de Mexico , s.p.i., Mexicorio d~ 10. de abril de 1922 (ambos en

e~ovl~t ;l ,bre de .1921 y el reglamento agra~

agrarin, cit., pp. 59.61 y 64.69). b omision NaClOnal Agraria Recopilaci6nagrari . , so re es tas leyes cf N B 'na, CIt., pp. 51 Y 55. ' ., • assols, La nueva ley

282

blaci6n, tendran derecho a que se les dote de elias, tomandolas de laspropiedades inmediatas, respetando siempre la pequefia propiedad,

no exigia de aquelios pueblos , rancher ias y comunidades que previamentese hubiesen conver tido en entidades politicas y administrat ivas, sino tan

5 6 1 0 que fuesen grupos de poblaci6n que carecieran de tierra 0 no la tu-vieran suficiente; para dotarlos, el unico limite era el que imponia el

respeto a la pequefia propiedad.f El 6 de octubre de 1920, la Comisi6n

Nacional Agraria, en su famosa circular numero 40, sefialo a los gober-

nadores de los Estados la conveniencia de que las Legislaturas estataleserigieran

poblados exis tentes en los latifundios , formados por los trabajadores delos mismos y sus familias, en "pueblos libres", "rancherias" 0 "comunida-des" segun su importanciaj="

can ello, la costumbre de sefialar, de manera expresa, la categoria pol l . .tica ("pueblos", "rancherias", etc.) de los organismos de poblaci6n quedebian ser beneficiados con la reforma agraria, paso a ser parte integralde las d is tintas leyes agrarias que se fueron expidiendo hasta e l reglamento

agrario de 1922.46 Ampliado 0 restr ingido, el procedimiento tuvo siempreel efecto de limitar la realizaci6n de la reforma agraria, hasta que el de-

creto de 4 de enero de 1927 (del que fue autor- Narciso Bassols) no volvi6al sistema del articulo .27, el mas simple, pero el mas conseeuente con elespiritu politico y economico deIa reforma agraria.Por 1 0 demas, no pueden dejarse de lade las much as medidas demag6gieas

cumplidas por el regimen obregonista y que no llevaban otro proposito queel de granjearle la apariencia de un regimen que se debia en todo y por todoal pueblo y, naturalmente, que era, ademas, "socialista", Don jesris Silva

W I

44 Lo hizo notar muy justamente Narc iso Bassols en 1927, para quien, de acuerdocon la Constitucion, eran necesarias iinicamente dos condiciones: que los benefi-ciarios v iv iesen formando un nucleo y careciesen de tierras, siendo agricultores deprofesion que solo por esta carencia se veian obligados a alquilar su trabajo a lagran propiedad. "Justamente -escribia Bassols-, el data de la falta de tierraspara satisfacer las neces idades agricolas de los habitantes de un poblado, es el mas

importante y al mismo tiempo, el que circunscribe a sus jus tos limites el alcancede la refo rma agraria, prec isando a que poblaciones se les habra de dotar de tierrasejidales . " aun cuando el sis tema const itucional es el de que los nucleos de pobla-ci6n sean los que reciban las tierras ejidales, esto no quiere decir que a las corpo-raciones mismas, como unidades, sea a las que se trate de entreg ar tierras en dota-ci6n, sino que simplemente y por considerar que los hombres viven siempre agru-pados formando micleos, se toma a las poblaciones como medio para hacer llegar,hasta los individuos, los beneficios de la reforma agraria" (op. cit., pp. 85-86).

45 Comision Nacional Agraria, op. cit., p. 155.

46 Vease, N. Bassols, op. cit., pp. 40-41.

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Herzogrecuer~a c?mo ejemplo de tales medidas la del Pueblo Cocperativoj-tpero ~a. exp,enencla ma.~ memorable tal vez la constituya el intento de~o ec .tl:;lzac lon . de los ejidos que partie de la circular numero 51 de laomision Nacional Agraria y que, pese a su rotundo fracaso es conside-

:ad.~ como ~l antece~e?te mas lejano del ejido colectivo y de'la colectivi,zaclon. agrana en ~exlco.48 Segun este documento, la Comisi6n NacionalAgraria se proporua

.; ,organizar coop~rativas en todos los pueblos, congregaciones 0ranche-

r:a~, con ~endencI~" naturalment~, a ~onstitu ir organismos super iores ,soh~os y bien ramificados , pero sin olvidar que el agricultor por psico-

~gla se m~estra, reacio a unirse Con gentes cuya conduct a desconoce y

o pued~, mvestJ9 ar personalments. A mas, se procurara organizar lacooperacion no solo en 1 0 re lativo a los procedimientos de producci6nporqt.;e, para que st.;s re~ultados, sean fructiferos, tras de la producci6~que t~enda a producir mas Ym ejor, se impone la que tienda a la mayory mejor vent a,

de esta rnedida se ha atribuido al bajo nivel de los ejidatarios," y hayquien estima que ello se debi6 a "la improvisaci6n, la irresponsabilidad, elabandono y los suc ios manejos de los dir igentes politicos y ejidales" ,51

Que Obreg6n pensase, como en realidad pensaba todo el mundo en aque-llos dias, que la reforma agraria no era mas que un antecedente para la

organizaci6n generalizada de la pequefia propiedad, constituia la pruebadel espiritu con que se realizaba tal reforma, de los fines a que servia y delcaracter agricola que of red a la economia mexican a,Dos autores que despues de don Andres Molina Enriquez han sido con-

siderados como los mas connotados exponentes del agrarismo en Mexico,Fernando Gonzalez Roa (a quien no se permiti6 participar en el CongresoConsti tuyente por sus "antecedentes vil li stas") y Jose Covarrubias, habianescri to desde 1917:

La idea .fu~damental .consistia , por tanto, en mejorar la productiv idad y

en comercializa- la agricultura, EI prop6si to se just if icaba juridicamente,apelando a

l~ facultac;i que tiene la ~aci6n para imponer en todo tiempo a la pro-pled ad pnvada las moda~~dades que dicte el interes publico, tanto mas

cu~nto qu~ los t~rrenos eJ~d~les e~ que se instala ra la explotaci6n coope-rativa, estan bajo el dorninio emmente de la Nacion: ,

Nuestra tendencia debe ser procurar que el latifundismo desaparezca y

.que venga a ser sustituido no por la propiedad comunal, sino por ungran numero de propietarios individuales, pero nos vemos obligados aaceptar para algunas regiones con la propiedad comunal una soluci6ntransitoria del problema de la tierra. Cuando lleguemos a una situaci6n

mejor, sera inutil proteger a esa propiedad comunal, salvo algunos casosmuy limitados. De todas maneras, como una medida rnomentanea y des-tin a da a dar satisfacci6n a las miserables relaciones del campo, no po-demos menos de aplaudir la politica de restituci6n de ejidos y de la

propiedad comunal con que el gobierno de la revoluci6n ha inauguradosu programa de reforma agraria.v

con : 1 1 0 , estimaba la circular, la Comisi6n Nacional Agraria no hacia sino~egUlr la corriente del progreso, segun la cual la conveniencia social se

~mpo~e so~re el egoismo y el derecho publico se enriquece a costa del

ar~~oo pflvado.49

El documen to, desde luego, no tuvo resultado practiceg ,par 10m enos no los que se proponian sus autores pues como hubo

dIereconocerse posteriormente , durante e l gobierno de C~hes aUl donde dea guna manera r"", ,

, se ap ICO, sirvio tan solo para que dirigentes locales sinescrupulos explotaran a los ejidatarios en su personal provecho, El fracaso

Para estos autores, 10 mismo que para Obreg6n, el problema agrario esun problema esencialmente politico, puesto que en Mexico "go bernar es

c re ar p eq ue ii os y medi o s p r op i et ar i os " ,5 3 pues a nadie puede escapar elhecho de que "todos aquellos que tienen un pedazo de tierra, se esfuerzansiernpre en la consolidaci6n del orden establecido". r,4 Y el agrario era unproblema politico no s6lo desde el punto de vista ideo16gico, sino desdecl puramente tecnico de la practica de gobierno: la poblaci6n de los cam-pos, decia Gonzalez Rca, es siempre mas tranquil a que la de las ciudades

31'~.y'~ase, J. Sil

6a Herzog, E l. ag ra ri sm o m e: ci ca no y la r ejo rm a a gr ar ia; cit., p.

, e c?nstruy ~ cuarenta kilometros de la ciudad de Mexico par instrucciones~:~:se.c~t~nd de. Agricultura y Fomento, entre los afios de 1923 y 1924: ,calles asfal-

admj~i5traStiv=sc'fn casa\ conid~stmdoa futur~s familias de cooperatistas i las oficinasedif d ' a fescuea, a tien a, la botica, y el consultorio medico' todo bienI ica 0 y en per ecto orden Pero t L • , '1 '

los pobladores : las tierras r: nOd uvo exito, se,?CIlamente, porque faltaron48 '. Rrox,mas son e muy mala calidad",

pp 4C8£"S,Eckstein, E l e Jld o c ole cti vo e n M ex ic o, FeE Mexico-Buenos Aires 1966. y ss. ., , ,

'19 V' 1 dease e texto e la circular en, Comisi6nNacional Agraria, op. cit., pp. 171-178.

50 Cf., por ejemplo, J. Silva Herzog, op. cit.,'p. 312. . .

&1 M. T. de la Pena, E l p u eb lo y s u tier ra . M ilo y r ea lid ad de la r ejo rm a a gr nn ae n M ex ic o Ouadernos Americanos, Mexico, 1964, p. 411; mas adelante, sin embargo,el autor alude al individualismo de los campesinos, reconociendo, tacitamente, que elque siernpre hayan alimentado la idea de una parcela propia, constituyo un obstaculo

a los intentos de colectivizaci6n iniciados con la circular 51 .52 F. Gonzalez Roa y J. Covarrubias, El problema ru ral de M exic o , Tip. de la

Oficina Impresora de la Secretaria de Hacienda, Mexico, 1917, p, 148,53 F. Gonzalez Roa, E l aspec t» agratio de la R evo lu ci6 n M exicana, cit., p. 326

(subrayado nuestro).54 Op, cit., p. 9.

2 8 428 5

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en los paises regularmente organizados, pero

cu~nd~ en un pals, como pasa en el nuestro, las poblaciones rurales son

mas l1:lse:ables que las urbanas, desaparece la causa principal de la quie- 'tud publica. 55

De~de e~e punta de vista, no eran los obreros urbanos la clase mas reo

volucioriaria de. la sociedad, sino los campesinos desposeidos de la tierra ;56

bastaba, era ev~dente, darles la t~erra para que se sintieran satisfechos, 0,

10 q~e era. 10 rrnsmo, para que dejaran de ser los portadores de la rebeli6n.

RedlmenslOnad.a .de tal suer~e. la misma idea de la revoluci6n, que surgia

del estado de mjusta reparticion de la propiedad y de la situaci6n deses-

perada que para los proletarios del campo creaba aquella el ideal de una

transforrnaci6n social se reducia a la medida politica circunstancial para

In cual era totalmente irrelevante el que el gobernante que la llevara a

cabo fuese 0 no revolucionario : '

Los Go.biern.os de Mexic? -nos dicen Gonzalez Roa y Covarrubias=-,

revolucionarios 0 no, estan en el mas estrecho deber de aplicarse a la

reso.luc~6n del problema agrario, es decir, a la substitucion del regimen

capitalista de la producci6n rustica trabajada por peones asalariados por

el regimen de colonos libres, propietarios 0 arrendatarios, pero que la-

bren el campo par cuenta propia. Ese es el problema fundamental que

hay que resolver aqui ;

Iinalidad que era precisamente la que se planteaba Obreg6n en su decreto."

E1 punto de partida, que venia a ser siempre y en cualquier circunstancia

In defensa de la propiedad privada, aclaraba, aSI, a la perfecci6n, el mo-

delo politico que envoIvia el problema agrario, esto es, la necesidad ur-

geI1te de una pacificaci6n en el campo y, en definitiva, el propio modele

de la conciliacion de las clases: traducido en su verdad inconfesable, por

~" Op. cit., p. 149.~u Vease EI problema ru ral de M exico , cit., p. 19: en Mexico, "a quienes hemos

visto prefercntemente lanzarse a la revoluci6n es a los obreros rurales, que han lle-gudo a hacer air BU voz tan alto, que no obstante prejuicios de algunas de laspersonas que los han conducido como jefes, la cuesti6n agraria ha lIegado a cul-

minar y a quedar reconocida como la mas importante y como la primera del pro·blcma revolucionario. En Europa, gracias al fraccionamiento de la tierra y a su

cxplotaci6n par colon os libres, la poblaci6n de los campos se siente satisfecha y esalliuna clase social conservadora, por 10 que 5610se agita y se hace revolucionariala close obrera urbana. En Mexico, el espiritu revolucionario, 0 mas bien el espi-ritu de rebeli6n desesperada, existe en los campos casi exclusivamente, Durante

Ill. actual rcvoluci6n, los obreros urbanos no se han movido de sus ciudades, mien-tr as han tcnido trabajo en elIas, y 5610 despues del triunfo de la revoluci6n es

cuando se les ha visto agitarse".!'.'j Op. cit., p. 7.

28 6

10 menos de un modo coherente, ese modele si.gnificaba, ~omo en tie,mpos

de la lucha armada, s alu ar .la pr PP ie da d .. p rzpa da ,. h,a ,c te nd o 1 ? r e o rm ~

agraria. Esto podia implicar, como sucedla. en }~ opinion sostemda I ?o : : ~caudillo sonorense una dispensa de la obhgaclOn de arremeter decldld

dmente contra la gran propiedad territorial, sobre todo, cuan?~ el Es~atpared a depender de los impuestos con que la gravaba y el credito agr!co a

no podia menos de fundarse en ella ;08 0 bien, que la r.eforma agra~la se

haria siempre y cuando la presi6n de las masas no dejara ~tra salida ,0

cuando fuese necesario su concurso en los momentos de p~hgro, ?espues

de 10 cual podria tenerse la seguridad de que la paz volveria a remar en

los campos y el Estaclo podria proseguir en sus program~s d~ recontduc•

ci6n nacional, entre los que habria de destacar la consoltdac16r: y e

e rarrollo de la nueva propiedad. A este respecto, no puede extranar TIe da

idea de la reconstrucci6n nacional y el temor a una revuelta genera lZ~ a

de las masas campesinas se acompafiaran con el reclamo a los terratem~n-

tes de su sumisi6n a la nueva l'eglamentaci6n de la propledad. Covarrubias

escribia:

Los randes terratenientes mexicanos deberian s~r los primeros en p~o.

cura: que ese articulo [el 27 constitucional] subsista y se l~evea la prac.§:

tica 10 mas pronto posible ; porque de toda~. lal! ~esgracJas que tra~r

para el pais el continuar en el estado de equilibrio .I~estable en que v~ye

politicamente no seria la menor la continua poslblhdad e un c~tac IS·

rno provocad~ opor las confusas reivindicaciones populares, d;te ~emp~e

terminan can la total destrucci6n de la riqueza y de los me I~S ~l su •sistencia, y que no hay desgracia ni sufrimiento que no pue an evar

a todos los hogares, 50

Por 10 visto la idea de que los campesinos sin tierra fue~efo1a clase mas

revolucionaria de la sociedad, no s610 ator~entaba a la vieja clase terra-

teniente, sino, sobre todo, a los nuevos duenos del poder.

4. L a politica del caudillo y su o caso .

, " : ' : 1 ~ ; 9 = ~ ~ ~ ~ ; ; . . ; u ; : : ~ : . ' ; ~ r . : 1 ~ ,~{~~:;;i!desarrolh,in!l-l.lgurada-por elporfmsmo.:-a uc ~ - . Id I .'.

ordefl-politicoenc:!§,~nsi3;, no hIapia ab~htoia ~es~~~al~a~~~~as~ci~d~e~ecanes, y- c on el prmclplO de a propie a. 1?r~v .

estrueturaba sobre la base del mas clll;romdIVlduah~mo;, or su propioEsoera algo que flotaba en el amblente, que se impoma p .

58 A. Obreg6n,. E l p r ob lem a adgr a T! O ,p c it l· I' t. P~ ·d ~5 i ~6 ;' ef orm a ag ra r ia , Antigua Imp.59 J . Covarrubias, La trascen en c Ia 0 tC

de Murguia, Mexico, 1922, p. 132.

28 7

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peso, sin que nadie pensara de manera distinta 0 que haciendoh, no secolocara automiticamente fuera del contexto del nuevo contratosocial.Era el efeeto de las fuerzas que se habian impuesto en la lucha armaday que el caudillo expresaba en todos y cada uno de sus actos, para bien

~ropio, en cuanto a su poder personal, y en ultima instancia para bien delsistema,

Ahora bien, no s610sucedia que bajo las reformas sociales se iba reconstru_yendo la sociedad individualista, can las mismas proyecciones que el porfir is,

rno habia trazado y que el regimen de privilegio habia impedido realizar.

El caudillo era portador, ademas, y esto 1 0 procuraba la Constituci6n. de17, segun hemos vista, de ciertos metodos de gobierno de tipo cesarista,

que habian sido tipicos del porfirismo. En noviembre de 1920, el peri6dicoExcelsior, reportaba la siguiente entrevista:

Preguntamos al general Obreg6n· cual seria su actitud hacia los obrerosy que si seguiria los pasos ya trazados por el Gobierno del senor De l~Huerta sobre estos problemas, y a ello nos contest6 brevemente:

,I "Procurare que mi gobierno haga mas administraci6n que politica".oo

No es dificil imaginar 10 que semejante concepci6n de los asuntos publi-cos venia a representar en aquel periodo ; no podia consistir, unicamente,

en algo tan simple como dejar de lado la palabreria en tome de los gran-des problemas que confrontaba el pais y ponerse a trabajar sin mas para

resolverlos. Significaba, mas bien, la implantaei6n de un-esti lo de gobiernoen el que prevaleceria la acei6n directa del gobernante y la anulaci6n detoda forma democrat ic a de elaboraci6n de las decisiones poli ticas. Lo mismoque en la epoca de Diaz, Obreg6n podia declarar que

ha sido una cuestion relativamente facil para los pueblos del mundo ini-ciar sus luchas por la libertad con exito triunfaI. Pero 10 que ha sidoespecial mente diffcil para esos mismos pueblos es hacer un uso debidode esa libertad cuando la han adquirido."!

Sin embargo, aqui tarnbien se debe constatar una diferencia decisivaentre los dos regimenes: mientras el poder personal del porfirismo se habiaestablecido para proteger y promover un sistema de privilegio, el regimen

del caudillo sonorense era fruto y al mismo tiernpo un eficaz promotor de

60 L. N. Ruvalcaba, op, cit., t. v, p. 426; vease, tambien, A. Obregon, Discutsos,

cit., t. I, p. 256: "Es necesario, y mas que necesario indispensable, que de hoypara siempre, las autoridades se abstengan en 1 0 absoluto de consti tui r al Gobiernoen agrupaci6n polltica, Esto ha sido origen de nuestras desgracias nacionales, ymientras no desaparezca ese origen las desgracias se vendran sucediendo peri6di-camente",

e E. ]. Dillon, President Obregon, A World Reformer, Small, Maynard, andCo., Boston, 1923, p. 224.

2 8 8

lapolitica populista. La identidad en los estilos de gobiernos resultaba, por .tanto, 5610 formal, 10 que daba ya, por principio, una pru~?a de la VIta-lidad y la consistencia del orden instaurado por la Re~oluclOn.

EI personalismo de Obreg6n se impuso de modo implacable desde elprincipio mismo de su vida politica," pero en 61 es notable una extrao:-

dinaria capacidad para l igarlo a prop6sitos que trascendian su Il l:~ra.ambl-ci6n personal." Su actividad politlca se combina con valores recien ~~ven-tados 0 recien modificados y primero entre todos, con la nueva nocion de"pueblo" que para Obreg6n es tambien un "pueblo consciente", pero no

el de los 'porfiristas, elitario y aristocratico, sino "el que lleva a su hogar elpan ganado con el sudor de su frente. " el verdadero pueblo, el que tra-baja para comer" .64 A veces, Obreg6n reafirmaba viejos conceptos liberales,

como el de la soberania popular," pero esos conceptos no hacen mas quelegitimar idealmente su verdadera concepcion del poder como un poderpersonal, fuerte con el apoyo de las masas ,P0pulares, sobre las cuales se

62 Segun un testimonio aportado pardon Jose Marla Maytorena, enemigo acerri-mo del caudillo a fines de junio de 1914, en la casa del general Blanco. e~ Ixt! ndel Rio Obregon habria afirmado la necesidad "de consolidar la nueva situacionestableciendo una dictadura mas fuerte que la de Porfirio Diaz. 'Nos0

6tros seJemoJ

los cientificos de manana', agreg6"; a la replica de Bla~co, "Ob;eg n se es~ten improperios contra el pueblo humilde, expresando que el se cons lderaba

lsuperlo~

hasta a cinco calzonudos" (J. M. Maytorena, Algunas uerdades sobre e lS)nera

Alvaro Obreg6n , Imp. de "El Heraldo de Mexico", Los Ang_eies, 1919, p . ,;08 El 5 de mayo de 1924 declaraba ante el Congreso Naclon<l;lAgrarista: ~ d "chos han equivocado sus juicios al juzgar a mi modesta personahdad. Se ha crei ,0

que yo soy un revolucionario de los que no han exigido una recompensa a sus sacn-ficios en Ia lucha, y estan equivocados: yo he sido quiza uno de los mas avarosde los revolucionarios porque aliento la esperanza de obtener la recompensa pormis luchas libertarias ~n favor de las clases rurales ,. de las clases 9!}e m.b hcin ne~e;sitado el apoyo de la revoluci6n de llevar la confianza v el carmo de .1 0 ~ 6es 0hombres el dia que abandone el Palacio Nacional. Esa es la mayor I USI n duealienta mi espiritu ; esa sera la mavor recompensa con que las clases \uralels to as

, . . t aporte a a revo-del pals pueden premiar con creces, el modesto contmgen e que . ., dluci6n al defender a sus instituciones, a sus derechos ; para la reahzaclOln e lese

, it as que a voiun-nhelo y para cumplir mis deberes como gobernante, no necesi 0 m ttad popular me siga apoyando como me ha-apoyado hasta hoy, para contrarres artodas las influencias que quieren oponerse a nuest ro programa humanitario, ya seaninfluencias del exterior 0 ya sean in£luencias del iJtterior" ( El U n iv er sa l, 6 de mayo

de 1924).64 A Obregon, Discursos, ci t. , t . I, pp. 39·40. 1 . ,05 c f. op, cit., t. 11, pp. 259-260: "La conquista m.as grand~ que la Revo UClO:

realizara 'con el sacrificio de nuestros hermanos, consiste, precIsan;enti en bque ,Ipueblo logro recobrar ese supremo derecho que s~ l~ama. soberania. a s~t~r~n~~nacional radica en todos los ciudadanos de la Republica. Cada uno represepequefia parte de esa soberania, y la rnayoria de vol~ntades l~. representa . e::r ~~totalidad Por eso cuando conquisto el pueblo esa autoridad, se hb~rt6 para sie P

t. d ' os reducidos a imponer su en e-de teorias oprobiosas, porque ya no ven r~n grup ue seranrio contra leyes destinadas a protege!' los mtereses de un.os ~uantoE' p~r\eblo derechazados por la soberania popular en las Camaras Legislativas. s e p

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~e_:r~~J_S.JJQpr~~i~a.m~nt~Lcon jrase enu.Il consentimiento.Jundado en lahb_ertadde }()sC:luda(lanos,.slt1?!?l1.su mejoramiento, esa forma d e . w e l f a r es ~ a i e de l?al,s subdesarrollado que es la fuente ultima delnuevo·::oFden-~so.

cm.d,,Elln J U ! l O de 1927 , preparandose el terreno para sustituir a Calles ~icau 1 0 afirma: '

Si I desgrad~damente llegara al poder un hombre carente de fuerza mo-ra y m~tenal, que tuviera que satisfacer sus necesidades y tener su com-placencia .con los enemigos de la Patria y de las libertades populares,

es,: enemlgos, qu~ hast~ ahora han estado pugnando por preponderar

so re la concle;'1?la nacional, tendrian un camino abierto para el des-<l :rr1llode a,n;blclOnes y para la mutilacion de nuestras Iibertades, Pero51, a. transmitirse el poder 10 recibe de las manos del actual Primer Ma-gistrado un hou;bre que este respaldado por una inmensa mayoria dela vo!untad nacional, entonces los enemigos de nuestras libertades lose?eml~os de los derechos del proletariado y los enemigos de nuestra na-cionalidad moderaran s t d ' ,us en encias y procuraran encontrar una manerao~e~a y decorosa de resolver las diversas controversias que tienen em-pena as con la actual administraci6n publica."

, La depende~cia casi absoluta en que la gran mayoria de los grupos or a-n_lzados ~el pais se encontraban respecto de los principales dirigentes p~li-

t lCOS,nacionales, en verdad, no dejaba lugar a dudas sobre 10 que la pre-se~;I,a de un, "hombre fuerte" significaba para la conservaci6n del ordenpo l;!COy social de}a Revo!~ci6n Mexicana. Realmente no se trataba s610~e~ h0In:bre fuerte , expreslO~ del acuerdo de ciertas fuerzas poli ticas, sinoe caudillo, que era tal en virtud de la adhesi6n irrestricta de las masasfopulares; las fuerzas politicas organizadas y los prospectos de hombresuertes no ,era~ I?clS que inter~~diarios entre el caudillo y las masas. Sinembargci' ~l eXlstI~n fuerzas PO!JtICasy dir igentes que las encabezaran ellan1ob~ eCl~ tan solo a una buena disposici6n del caudillo hacia ellos' sino

a ec 0 m~smo de que las masas entraban en el juego politico' el caudilloera el catahza~o.r que unificaba a todos los elementos polit icos;' cuando los

~~~pos y sus ?Ir1gent~s se desarrollaro? ycrec~eron en importancia, el cau-dI ? comenzo a ~eclm~r en sus funciones unificadoras y el hombre fuerte

evmo una necesidad inaplazable ..E~ propio caudillo pareci6 comprenderlo asi, En un articulo polemico

escrito I?ara responder a un discurso de Pani el ingeniero Luis L Le6~reprod~Jo parte de una conversaci6n que Obregon t~vo con el un 'dia demayo e 1928, en la cual el caudillo sonorense Ie cornunicaba su deter-

~e~i~~, d~~:~;:;~rad~o~e]:;g~e periodo de guerras intesti~as y de grandes tragedias

que pueden esperarIos hombres~u~:~r~:~t:~ ~~ Ih~ reahdzado.la mas alta co~quista66 Op. cit" t, II, p. 144. ' n epen encia y su Soberania",

29 0 ,

minaci6n de crear un organismo politico que en adelante sustituyera a lospersonajes en la conducci6n del pais, reunificando y reintegrando a todos

los elementos revolucionarios:

un organismo -habria dicho Obreg6n-, ya sea puramente politico, 0

social, 0 que participe de ambas modalidades a la vez, de programa

definido y actuaci6n permanente que garantice la supervivencia de losprincipios revolucionarios por caminos democrat icos ; que sea escuela delideres, hombres publicos y estadistas, y que, principalmente, le garanticea la Naci6n una vida politica democratic a, tranquila y pacifica, sin que

las soluciones de las crisis nacionales las de un hombre 0 la violencia,

Segun Obreg6n, las campanas politicas hasta entonces se habian dadosobre la base de la participaci6n de los mal organizados nucleos hurocra-

ticos federales y locales, las organizaciones obreras y campesinas afines ala Revoluci6n, y el ejercito, que era la unica fuerza realmente organizada;

en esas fuerzas (y se supone que en especial en el ejercito) se habia fun-dado el sostenimiento y la continuaci6n del regimen revo1ucionario, pero

el las no garantizarian en forma a1guna el advenimiento de la organizaci6ndemocratica que Mexico necesitaba, 10 que equivalia a decir que la nad6nno tenia asegurado e1 pacifico desenvolvimiento de su vida politica, ni laRevoluci6n tenia garantizado su desarrollo y estabil idad, ni aseguradas sus

conquistas. Obreg6n se planteaba una cuesti6n que era vital:

lPuede estar asegurada la Revoluci6n con que Cal~s y y ,0 nos turne,mosen el Poder? Evidentemente que no, Cuando termme mi nuevo penodode seis afios, yo sere un hombre acabado, si no por la edad, S I por, e1trabajo. Y hay que pensar que Calles es mayor gue yo, Por ,tant,o, esano puede ser una soluci6n, Noes una garantJa, m para el pais, m para

la Revoluci6n.

lConstituian estas declaraciones la confesi6n de que la Revoluci6n habiatriunfado s6lo porque se habia volcado en una nueva dictadura, tan anti-democratica como la anterior? Obreg6n por 10 men os aceptaba que hastaentonces el regimen politico de Mexico no habia sido democratico. Y ter-minaba alentando a la nueva generaci6n a que pensase "en la forma que

deba darsele a esa organizaci6n que propongo Y se busquen los mejoresmedios que deban seguirse para que nuestro regimen descanse, cuanto

antes, sobre una verdadera democracia", y expresando que su mas grande

ambici6n era realizar ese program a, de manera, agregaba,

que al abandonar e1 Poder, dentro de seis afios, pueda yo irme ~ranqui-lamente a mi casa, sabiendo que hay en Mexico una democracla <;>rga-nizada, un mecanismo que permita resolver lo~ problen;as d~ goblern,odel pueblo, sin caer en la dictadura personal, ru en la violencia del mi-

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litari smo, ni, tampoco, en la demagogia revolucionaria."

O{;e ~aber pen~ado realrnente como nos testimonia el ingeniero Le6n,, reg~n, se ha~na adel::ntado a Calles en el prop6sito de fundar el par-tId~ ,oflclal; sen~ la mejor demostraci6nde la extraordinaria sensibilidad

po ltcia del caudnlo y de su capacidad ilimitada para amoldar su actuaci6n

:nca a nuevo, c01l"!p~ejode circunstancias que se fuera presentando. Pero,0, no restaria mente alguno al general Calles en la realizaci6n del pro-

POSltO' f '1 'I' , ,.", 1'" ue e, en u tim a mstancia, el creador del formidable instrumentoP? ~tlCO que p~ocurarla la consolidaci6n y el fortalecimiento definitivos delregimen populista,

5, El dificil reconocimiento

. .S~ en 10 to~ante a la politic a interior del caudillo resulta dificil dar unJU~Cl? de conjunto, global, exhaustivo, este se vuelve casi imposible en 10re atrvo a la politica exterior, Al respecto ayuda poco el tomar partido por

alguna de las i~terpretaciones interesadas que, ya en favor 0ya en contrase han producido en torno de dicha politica. Justificar 0 condenar e~mucho ' fa 'I I' 'mas CI que exp ;c~r, Como sucede en el caso de cualquier otrotipo de ~obernantes en MeXICO, el problema crucial de su politicaes el delas r~~aclOnes con el e?'teri?r: de el dependen los demas problemas; de susolucion adecuada ~eflva, mcluso, la supervivencia misma del Estado. Peroen el caso ?el caudillo cualquier jerarquizaci6n de valores se ve torpedeadapor, ~l caracter extreD?adamente pragmatico y circunstancial de su acci6npolitica y de s';l8 mamfestaciones ideol6gicas.

h Pa~a el caudillo parece estar bien claro que contra el peligro exterior noay sino s610 un remedio: movil izar permanentemente al pueblo alrededorsuy?; pero esta medida, a la vez, se ostenta como una nueva fuente depeh&ros. cuando es evidente que en el interior del pais la Revoluci6n noha liquidado cu~ntas con sus enemigos de modo definitivo ni se muestran

de acuerdo sus exponentes en hacerlo, comenzando con el propio caudi-110; a ello se agrega la presencia de sus numerosos contendientes, que con-

67 El articulo, "Las conjeturas del Ing , Pani" en A' J P , L hist 'dOd Ed P li M" 19 " , am, a IS on a, agr8-,a, . 0 IS, e~C1co" 50, pp. 69-75. Naturalmente, el que el general Obregonhaya confesado al mgernero Leon las anteriores preocupacio imnidio

este ultimo, cuando fue oportuno, haya atribuido to do el mer~teS,dno limpi I Q6

ue

Yla organ' .. d 1 ',..1 f I I 0 e a concepci n, ,IZ~CIO~.~, pa~tl"o 0 icia al general Calles; en cierta ocasi6n afirm6 sin

medics termmos ; t Que escenas estariamos presenciando 1 id d, 'I b d en a VI a e nuestropais, 81 e a nega a talento dePlutarco Elias Calles no hubie 1 b db

'6 incerid ' , , ra e a ora 0 cona negaci n, con smcen ad y con dulce arnor a la patria el Me ie . d l nri dseptiembre de 1928 '~l' , ,nsaJe e pnmero e; y 81 c IlI'SmOno hubiera puesto manos a la obra I'

sus ~dea,Jes" arrojand? el sistel!1a vetusto del caudiIlaje para enarbolar laP~~nJ::alz~~las msntuctones nacionales ; 51 el no hubiera puesto tarnbien 1 ied 1 d 1

dPartido. Nacional Revolucionario?" (Varies, La jornada institu~iJ~:1 r ~ e t d 7 u ar t ee septiembre de 1932, Mexico, 1932, p, 29), a cua TO

2 9 2

curren activament'e con el en prestigio y poderio y amenaza~ con arreba-tarle el gobierno del pais, La politica del cau?iI101 po: 10 mlsI?o, aparecea mehudo deshilvanada incoherente , contradlctona, SI se la Juzga en suconjunto, pues cambia 'de acuerdo con el enemigo 0 con el interlocutorque tiene por delante 0 de acuerdo con el problema que ,Ie toea re~olver,La politica exterior no iba a ser una excepci6n en este estilo de ~Oblern?;

para cada interlocutor hay una respu~st:: y los argumentos can;bl~n segunel momento, aunque la finalidad practIca (lograr el reconocumento del

gobierno estadounidense) sea siempre la misrna, 'Obreg6n hered6 los problemas pIante ados por la F:-evoluci6n respect~ a

la dependencia del pais, en 10 econ6mico y 10 politico, de las pot~nclasimperialistas, y sobre todo, el problema que representaban la prop~e?adadquirida por extranjeros y los negocios que estos mantenian en MexI~~;hered6, asimismo, otros problemas creados dir,ectaI?,ente por el golpe ,mlh-tar de 1920 y que tenian que ver con la situacion del, nuevo gob~e~~o

frente al de los Estados Unidos, En el primer caso habia una tr~dlcl0nriacionalista que defender ante el empresario y el Estado extranJeros Yque se expresaba claramente en la Doctrine Carranza; en el segundo caso,habia que superar las dificultades surgidas entre Mexico y los EstadosUnidos a raiz de la lucha armada y encarar los peligros que entrafiabael arm a del reconocimiento diplomaticc, que el gobierno norteamerica~oesgrimia como medio de disuasion y de chantaje en contra del obregom~-

mo. Afirmar que el caudillo sonorense no esperaba mas que la oporturu-

dad para entregar el pais, atado de pies y manos, al imperialismo, seria ,tanexagerado como sostener que su nacional ismo fue coherente e lrreductIble

en todos los casos y frente a todas las circunstancias ,La presencia del poder y de la riqueza en las relaciones internacionales

se le impuso siempre como un heche que no habia mas que reconocer,

El derecho internacional -afirmaba- ha sido establecido par los paisesmas fuertes y su interpretaci6n igualmente ha quedado a cargo de ellos.Es por eso que el derecho internacional ha sido el menos derecho de

los derechos y nunca ha servido mas que para encubrir los g~andes ~ten-tados que los paises mas fuertes han cometido en las pequenas naciona-

lidades.

Para Obreg6n "los pueblos iberos de America no pueden decir la ver-, 'd l veci dIN t" 68dad, porque desean evitar mayores dificulta es co~ e vecmo, e . o~ e, ' ,En ocas iones coincidi6 con los porfiristas cuando intento exph~a:se hISton-camente las causas del dominio ejercido por los. paises Impel'lahstas sobre

los debiles, Declaraba, pOl' ejemplo, en 1927:

Yo ten g o la impresi6n de que la independencia de Mexico y la inde-

68 H, Robleto, El epllo go de la Bo mbilla, Mexico , 1931, pp, 106 Y 99.

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p~ndencia de los demas pueblos de Ia A "', .miento defensivo que elIos realizaron n;enca Latina, fue un mOVI-ticias que los gobiernos virreinales 1 para h~erarse de las grandes injus-

independencia prematura, que si bie~ ~~~~~a~, lque. nos, produjo uHnaquedamos huerfarios demasiado ., d ro e Ia tirania de Espana.

jovenes y emasiad' 1 'naturales de nuestra patria desde t 0 rices, y os recursoscion de las ambiciones de pode enton_:es empezaron a atraer la aten-

res ex ranos que d d ' 1 1 ' dtras fronteras han querido con ti es e mas a a e nues"d . ver irse en nuestr f 1

ecirnos que pretenden a ucla os ~ sos tutores paranuestros antepasados.69. y rnos a proteger la hereneia que nos dejaron

Pero habian sucedido demasiadas cosas .d~s Comop ara dejar de identificar ese ;ntre MexIco y los Estados Uni-e Ignorante de toda forma de con' pais agreso: y guerrero, prepotente

rna. de la debilidad y la desinteg;~~~?Cld ill Iternac!onal , ,c~n la causa mis-Latma: Ion e os parses debiles de America

... desafortunadamente --expresaba el didido reinar aun entre los ueblos ni e cau 1110- I.a armenia no ha po-porque los Estados Unido; de N t r ; : : : . , l?s goblernos del Continente,desarrollo material y cultural deb o~e er~cal que por su maravilloso

confraternidad para inspirar Ia co~i:~z~onstJtUlr eI I?as al to ejemplo debIos de habla espanola ha desem H d qu~ se reqUlere a todos los pue-mente opuesto, pretend{endo siem gena 0 siempra un papel diametral-lectivos todos de la America I pr~ que se subordinen los intereses co-pueblo americano, sino de una ~ ~ntereses mat~riales, ya no del noble

lados, que han dispuesto siemgr p dIY ,reducldo de grandes acauda-

acrec.eI_l tar inmoderadamente su~ forte mas fran<;? apoyo oficial paracondicionnl ~n cualquier parte del m~~~~ proteglendoI.as en forma in-apoyo que slempre han tenido '. ~n que se sientan afectadosC I ' , y sm mvestIgar pre . ,asos a razon que pueda 0 no asistirles.70 viamente en muchos

. En el fondo, Obregon no hac' .diato, I? que en este pais todo ~:~do expresar, de modo rustico e inme-generaclOnes atras, 0 vela, sentia y pensaba desde varias

En su programa de gobierno de 1927 1 .

que. se l?roponia "consolidar Ia per~onalidac:udll~o. de Sonora manifestaba~aclOnah?ad COmo pueblo aut6nomo" politica y moral de nuestratm~amencanos y sosteniendo una osi~·~strech?-ndo.Iazos con los paises la-Umdos.n Por supuesto que esto ~ .10~fnablOnahsta frente a los Estados

o slgm ICa a que! la independencia del

:: HA.°Rbrbelg6n, i s cur sos , cit ., t . II P 90o eto' , . .

71 Cf A Ob ' op. cit., pp. 96-97. -.,. reg6n, Discur sos cit t

las Republicas del Sur, el pro~rard~ ~s~~~eli~id~En j'elahci6ncon nuestras hermanas

y 0 an desarrollado igualment~29 4

pais pudiera realizarse de manera exclusiva a traves de medidas politicaso con buenos deseos:

No podemos ufanarnos de haber realizado nuestra consolidacion defini-tiva de pueblo autonorno y soberano -afirmaba-, mientras nuestraindependencia economica no quede igualmente establecida en forma de-finitiva tam bien.

M~xico debia dar este paso 0 no dejaria jamas de ser un pueblo de-

pendiente. Desde luego, Obregon no tuvo en ningun momenta una ideacla;a de 1 0 que esto pod r ia significar; su mentalidad en este respecto estipica de un pals atrasado, que sabe bien cuales son sus urgencias peroque no es capaz de encontrar el remedio adecuado 0 este se simplifica algrade de que no es en absoluto un remedio: para dejar de ser un paisdependiente, Mexico habia de convertirse en un pais exportadort? tComose realizaria este designio y, sobre todo, quien podria realizarlo? £ : 1 go-bierno podia contribuir convirtiendo su politica hacendaria en un instru-

mento para fomentar la explotacion de los recurs os naturales ;" pero el, proyecto correria a cargo, naturalmente, de los ciudadanos que quisierany tuvieran con que realizarlo. Y en este punto comienza a jugar su papelun factor que ya era bien conocido de los ideologos porfiristas y cuyanegativa funci6n los revolucionarios tuvieron que reconocer desde muypronto: la insuficiencia del capital. mexicano, que iba acompafiada, pun-tualmente, de la poderosa competencia de los inversionistas extranjeros. LaDoctrina Carranza habia ya aceptado este hecho; su supuesto fundamentalera que el desarrollo economico de Mexico no seria po sible si se basaba demanera exc1usiva en el capital mexicano, que la lucha armada habia de-primido a niveles inimaginables y que antes de ella era ya tremendamenteinsuficiente; no podia, pues, hacerse a menos de la inversion extranjera.De acuerdo con el espiritu de la Doctrina Carranza, no quedaba otro ca-mino que el de asegurarse de que esa inversi6n fuera pacifica, impidiendo,por cuanto medio estuviese al alcance, que los inversionistas extranjeros

todos los gobiernos emanados de la Revoluci6n, bus cando con perseverancia unacercamiento espiritual y material, que se viene realizando gradualmente, y queconstituye una esperanza para la protecci6n de nuestros mutuos intereses" j y, tam-

bien, p, 74: "Por 10 que se refiere a nuestra poli tica con Norteamerica.vdebemosseguir sosteniendo con energia y decoro el derecho que a Mexico asiste como Estadosoberano, para darse la legislaci6n que mas acornode a sus finalidades y a sus inte-reses, sin mas limitaci6n que la que impone . " el Derecho Internacional a todos losEstados soberanos".

72 Op. cit., 1. II, p. 77, y p. 78: "Para la resoluci6n de nuestros problemas econ6-micos se requiere una eficaz atenci6n en el desarrollo y explotacion de nuestros recur-sos naturales para transforrnarnos en pueblo exportador , y abandonar la categoriade tributariosque por muchos alios ha soportado Mexico, teniendo que importarmuchos de los art iculos que consume, y que puede producir en abundancia".

78 Op. cit., t. II, p. 77.

29 5

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hipotecaran 1a soberanla d Ibiernos. e Estado mediante 1a protecci6n deS' . sus go -m embargo, este era s610 un 0 . '

progr~~a. Los capita1istas extr . pr posito ; en el mejor de los cases unt?S pnvllegiados no s610 ·0 anjeros q~e actuaban en Mexico eran ~uie-

:mo.;obdre todo, porque ~a;~~u:~i~~ pal~ g~zaban de. situaciones de fav~reCCIn e los gobiernos ext' es e av?r tuvleron siempre la pro-

~os, Su sometimiento al nu:~~e~od y ~n ~s~eclaI, d~1 de los Estados Uni-s~ad~ de la Revoluci6n todavfa t:nr;~ juridico ~exleano era algo que el

quier l~tento por disciplinar a los 1 que c,onquistar, POl' 10. pronto, cual-

revoluclonaria· acarreaba I' propletanos extranJ'eros a 1a IegislaciOb 6 c pe igros que di , , 'IOnreg n, ~demas, se encontraba en no po e Ian ,s;r factlmente conjurados.

para negoclar Con los imperi I' t una SltuaClon particularmente debil.dabdaocasi6n a nuevas forma~ ISd

as,hPues ~l origen golpista de su gobierno

y e los g bi ,e c antaJe por part d I' '.h bi 0 iernos extranj eros L D . . e e os mversiorustasa ia ,:,uelt~ un elemento inte' a octnn~ Carranza, sin embargo se~~Voluclonaflos: e1principio de1 : antb de fa ldeologfa y Ia politica de' loslUEarsecan Ia inversi6n extranJ'era

soerama del Estado podia y . debla coro-

n su m 'f' . .all} iesto de primero d ' ,

za, ~I general Obreg6n pro onia e jurno de 1919" en lucha contra C~rran-los slgUlentes: a) invio]abili~ad d como puntas basicos de politica exterior

mo; b) respeto absoluto a la sob e n~estr~ so?erania como pueblo autono-q~e p~eblan la tierra; c) com I e;allJa e lll~tl tuciones de los demas pafses

t qumdos legftimamente en n~e~t~ore~~noclmlento de todos los derechoseyes par parte de todos los e t ,pals, Can absoluto apego a nuestras

Carra~za, el caudillo continu6 xr:~~)erOs,7~Posteriormente al triunfo sabre

~:~:as clMar~~u deseo de que los l~:p~~~/ t esos prin~ipios, haciendo cadao en eXICO.75Em ero 1 ISas extranJeros slguieran invir-

~:; a _Ios capitalistas y f r g~bfer~~r~adrro kroblema consistia en conven-~nclOnes del gobierno obre onis e os stados Unidos de las buenas

Arizona Daily Star, el 15 de ~a ot~. En una entre:,ista concedida a TheLye 1920, el caudillo expresaba'o que fortalece a los Estad .. ,

pecti de las relaciones entre O~~ilIdos fortalece a Mexico, Mi ideal res

una rontera internacional, como lacci r Cos Est,ados. Unidos es eI de crea;74 e anada, retlrando todas las tropasL. N, Ruvalcab .

75 Vease 0 • a, op. cit ., t. I, p, 53.E d p. CIt., t. v p 292, "M' .sta os Unidos d A ' '.' ,. eXlCOno sera un "

y la honradez Meximerlca. Mexico en 10 sucesivo noa pr?vlncla del mundo 0 de losxico, de una 'man co, reconocera los derechos de h~ra cosas contra la moralidad

1~9ales de Mexico ;r~stgrua\ ~osotros reconocerem~e~~~tno\ y extranjeros en Me-bien, p. 322: <eSe dara ebs ~ eceremos BU honor y , d .as as deudas extranjeras

dar. al. capital. Necesr:ar::o:ou~a p~otecci6n y todas ~~~ ~~~'l~nt~ el mundo"; tam-

capltalistas para que mas dmero y mas traba' ) I a es que se puedanmiento justo". vengan, y les convenceremos d~o, J varnos a inducir a los

q e les daremos un trata-

296

con excepci6n de los oficia1es aduaneros.""

Mexico, declaraba Obreg6n mas tarde,

en 10 sucesivo, no sera un problema para los demas pueblos de la tierra,ni mucho menos para e1gobierno vecino de los Estados Unidos; Mexico,en 10 futuro, no ejecutara un solo acto que este en pugna con la moralyean e1 derecho; y ningun pueblo que se llame civilizado podra exigir-nos que nosapartemos de esa linea de conducta ... Nosotros respetarernos

los derechos de todos y cada uno de los ciudadanos nacionales y extran-jeres que existan en nuestra Republica; y cuando nosotros probemos conhechos que sabemos seguir esa politica, tendremos derecho a exigir paranosotros tambien e1 respeto de todos los demas pueblos de la tierra."

En particular,Obreg6n no ces6 de hacer llamamientos a los hombresde negocios estadounidenses, tratando siempre de poner de relieve que losbeneficios serian debidamente garantizados:

Ahora -deda en enero de 1921-, el Gobietno que represento y elpueblo de Mexico, gustosos abren los brazos a todos los hombres denegocios de los Estados Unidos del Norte, que vienen a trabajar y quetienen los mejores deseos de obtener just a s ventajas en la explotaci6n deriuestras riquezas naturales, bajo una base de respeto a nuestras leyes."

Sin embargo, Obreg6n no se dirigia a todos los capitalistas norteameri-.canos, ni mucho menos; para el era preciso establecer diferencias, Lostrusts internacionales eran enemigos de todos los pueblos, comprendido demanera muy principal el pueblo norteamericano. Como pais atrasado, Me-xico neeesitaba, entre otras casas, importar el talento de los paises queparecian tenerlo en abundancia, coincidiendo tambien aqui con los por-firistas.?" A ningun extranjero, sobre esa base, se 'le habria de impedir quetrabajara y aun se enriqueciera en nuestro pais.' Los grandes monopoliosinternacionales habian demostrado c1aramente que no tenian ese espiritu yque su unica funci6n consistia y habia consistido siempre en saquear alpals sin dejarle nada a cambia, En los mismos Estados Unidos no faltabanhombres de negocios que pudieran tratar can Mexico sobre un pie de igual-

.6 A ,. Chaverri Matamoros y C. Valenzuela, Sonora y Carranza , Casa Edi t, "Re-nacimiento", de G. Si sniega y Hno., Mexico, 1921, p. 420; tambien, p, 378, l asdec1arac iones del consul mexicano en Nogales, Arizona.

77 A. Obregon, Di scu r so s , cit., t. I, p. 301.78 Op. cit., t, 1, pp. 343-344,a"Nosotros debemos abrir nuestras fronteras -decia en septiembre de 1920-

para los hombres de cualquier pals que traigan un contingente de moral y de cul-tura, y que vengan de buena fe a confundir sus esfuerzos con los nuestros, paraarrancar de nuestra pr6diga tierra las riquezas que deben servir de base a nuestrobienestar futuro" (op. cit., t. I, p. 252).

2 9 i

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da~ y que vinieran, simplemente Como . . .actividades en la promocion del d II empresanos, a participar con sushabia en los Estados Unido esarro.do economico de Mexico. De hechoque veian de buen grado las nun pa;-tl ? , entre los hombres de negoci~

pals, y esto fundamentalmente ~~r;mhtaClon de .las relaciones con nuestro1924, Obregon declare ante un re os comerClantes.80 En septiembre de 'nidos de excursion a Mexico: grupo de negociantes norteamericanos ve- ,

~osoltros necesitamos mucho capital nosotros q 1 " MI,,:

pita del extranjero que ten " ueremos que venga e ca- I

queremos ese capit~1 de los ga ~orazon y que tenga conciencia; nocuyos representantes no tien gr~ e~ trusts y de las grandes empresasignoran sus necesidades y ~n nmgu~ contacto con sus trabajadores,: e Iun lIamamiento al capital ~e ~~na en a quererlos, nosotros hace~os. ), 1

que no aprecie solamente I~s ~ a regl~se por la moral modernadividendos anuales que erciba ventaJas maten~.les de sus exitos por lo~ \

su esfuerzo al desarroll~ de n~!stque se , regoclJe cu.ando contribuya connuestras masas trabajadoras. ros parses y al bienestar colectivo de

A continuacion Obr ' hi I", egon lZOe siguiente drama'tl'co II .

amarmento:iVolved a nuestra patria ilustres hues d .blo de Norteamerica que'si e ti d pe es nuestros! Decid al gran pue-

la busca. Que Mexico no x l Ien ,e su mano, encontrara la nuestra quet dies e pais en desco . ., Isen a 0 OSprim eros explotadores de n mposicion que e han pre-alarmar a sus propios connacionales auestras nquezas. que han queridoacapararlas en su propio provecho p ra tomarse el tiempo necesanq y

riquezas de Mexico vayan a ' dque nosotros no queremos que las

a los hijos de su propia patr~a~s e u~ t~~st que extorsione can eliasque desarrollen su propio Gob" que slgmflque lastre material en los

rerno : que n t I'nes muy nobles' que el me .: . h' oso ros a lmentamos aspiracio,, I ' xicano a regado c .aun e queda mucha para fecundiza I . on su propia sangre, y que imatarlas en su cuna,81 r as, si manos profanas pretendieran I~

, 80 "Las r das .c"maras e comercio en el sur I

estaban. p;imordialmente interesadas en ~~ste y en .otras panes -observ6 Rippy- ,

pecoSnoclUuentopromoveria Sus intereses" (F ~mercl~hmexl~ano. y sentian que el: . Crofts and Co. New York 1931 . ppy, e Uni ted Sta tes and Mexico

~~:i~o~sf9~~: ~tl~ti :f.c~;;Yzic~ peir~ier~6~~~1~~~~42)~a~fi~~'re~;0 ~:y~,U~d~s en Mexico que se vieran a;:na:~~~eros, los comerciantes no tenian pro;i~~~~~1O, la ru~t';lra de relaciones con Mexic por el 'program~ revolucionario; en cam-~ s~s actl' :ldad~s de importaci6n y exp~r~~~i6n Dco~vemente al desarrollo normalmir a presld~ncla, Obreg6n procur6 obte n. es e el momento mismo de asu-D lcaba, op. ci t. , t, I, pp. 587-588 , y E J nguel apoyo, de este grupo"; L. N, Ru-°7~anCo., Ne;w York, 1921, p. 230. ' . ruon, Me XI CO on the Verge, George H.

A. Obregon, op. c it. , t , II, pp. 18-19.

2 9 8

Lo que se buscaba, como ya 'con Carranza, no era, precisamente, elimi-nar la dependencia economica de Mexico, sino modernizarla, esto es, po-nerla a tone can las nuevas exigencias del pais. En los mismos EstadosUnidos habia todo un sector de la economia que parecia estar ansioso deque dicha modernizacion se llevara a efecto, pues constituia, con toda cla-ridad, una perspectiva positiva y benefica para los intereses norteamerica-nos; el punto de vista mexicano no podia ser mas atractivo: la dependencia

podia coexistir. con el desarrollo econ6mico de M Bxico, y sobre todo, con

el fortalecimiento y consolidacion de las instituciones emanadas de la Re:oolucion, Ese sector no dejo de hacer importantes presiones sobre el Estadonorteamericano a favor de esta posicion.!!Z Su punta de vista lIeg6 a ser elcriterio que inform6 la politica del gobierno estadounidense unos pocosaiios despues, en relacion con Mexico. Obreg6n 10 entendi6 bien. En elespiritu de la Doctrina Carranza, afirm6 en 1927;

to

Debemos ser sumamente cautos con las inversiones que en nuestro terri-torio pretenden realizar los intereses imperialistas de Wall Street y dartoda cIase de facilidades compatibles con nuestras leyes al capital indus-trial, -comercial y agricola, que del vecino pais quiera venir a cooperar

con nosotros al desarrol lo y explotaci6n de nuestros recurs<?s naturales,para que as! pod amos ser mas conocidos" por el capital honesto de lavecina Republica, que sera siempre nuestro aliado para dar a conocer

la verdad en su propia nacionalidad, cuando los intereses absorbentesde Wall Street pretendan tergiversar la verdad para provocar conflictosy crisis internacionales entre las cancillerias de ambos paises, como ha

ocurrido en repetidas ocasiones."

Los "intereses imperialistas de Wall Street" representaban el VIeJOt ipode explotacion colonial fundada en el saqueo de los recursos humanos ynaturales de los paises atrasados; en Mexico se reunian en la AsociacionAmericana de Mexico, dominada por los petroleros y que a su vez domi-naba a la colonia americana. El "capital honesto" no podia sino represen-tar la nueva dependencia propugnada por los revolucionarios mexicanos.Ernpero, estas ideas s6lo en una muy pequefia proporcion pudieron con-

vertirse en verdaderos principios de practica politica exterior: unicamenteen la medida, muy reducida, en que el gobierno obregonista logro sortearla politic a de fuerza que los imperialistas pusieron en acto en contra denuestro pais. La ideologia de la nueva dependencia siguio siendo un simpleprogram a en espera de ser realizado, De hecho, Obregon se vio obligadoa aceptar todas y cada una de las exigencias que le plantearon los capi-talistas extranjeros que tenian intereses en Mexico, y en especial los petro-leras y los banqueros ; cada concesion en este sentido signific6 siempre

82 Cf., L. Meyer, loco cit .sa A. Obreg6n, op. cit., t. II, pp. 74-75 .

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una abrogaci6n de hecho de los ' .'menor grado, por sus efectos de IpnnclplOs de la Revolucion, aunque en

La victoria de los republic~nos ~ que gene~almente se supone,los Estados Unidos reinici' I ndlas

lelecc~o,nes de 1918 al Congreso de

daci6n hacia el gobie rno 0e .auge efa politica de agresi6n y de intimi-

M

' , mexicano a avor d I . t .eXICO,y particularmente d I I e as illereses extranjeros en

tener una politica de privil ~ oSNetro eros, que se empecinaban en man-

dI eglO, 0 es que esa liti ,

urante el gobierno de 'W'I 'I, ' , po 1ica no se hubiera dado

"expedicion punitiva" fuer:nsy~s' a tOCUP~ClO~de Veracruz y la llamadade trato para Mexico durante s pu~ as m~s ~ tas alcanzadas par esa forma

Wilson mantuvo en todo momen~~ I~sfte:!o ~s de gobiern?, Sin e~bargo,dense no deseaba otra cos ccion e que el goblerno estadouni-

pronto posible el camino adeque ayudb~rl'daque Mexico encontrase 1 0 mas" su esta I I ad politi ' 1 ' '

aunque obviamente nunea de" d ' I ica, SOCia y econornicalos intereses norteamericanos JO eM~o~er en pnmer terrnino la defensa d~

f

en exico: este ' 'ormulaba de manera zeneral '.' ' proposrto, no obstante se

privilegiado particular, bDespu6s s~n ~l~f~rse e~ la protecci6n de un g;upotar la "cuesti6n mexicana" s tie comienza un nuevo modo de tra-

h. Y a acerse cada "d

acia el grupo petrolero L . id d vez mas eVI ente el favor

d I' . . as activi a es del C 't' F II d I C ,. ,

e re aciones exteriores del Senad ., orm e a e a ormsionFall, estrechamente ligado a 1 .' 0, presidido por el senador Albert B,

I'" os intereses petroleros P 1

Y os principios que e l sucesor de 'W'I H . ' repararon e programacontra el gobierno mexicano, I son, ardmg, habria de poner en acto

La l' dea e su razonamiento esc ibi D'IIgobernante de Mexico se la _- n 10 I on- es simple. La clasepara gobernar y construir Laprese~~a como desprovista de la capacidadh 'b" . ,naClOn que personific d. a Ito, Sl no es que por natu I I a es estructora pory trabaja es mefitica, El grue~: ~zea'll ab~t~?sfer~ ~olitica en que viveel descuido del grupo dirigent h ~o fClOn, victima de la rapifia y

por todas partes' a las olas en~;esp~ds~s°d alzad~ d';1rante gene:a~ionesComo el pez ciego de eiertos I ; a mrserta y el sufrimiento,atrofiado. Toda la republica agos subterraneos, uno de sus sentidos esta" I se encuentra en u t d d d 'cl~n avanzada: no conoce nin un f n e~ a 0 e escomposl-rrusmo, pese a los esfuerzos re!Jizad~eno mor~I TIl legal. Hoy, por 10trabajo no pueden reorganizarla en

6?brego,n y sus compafieros de

. que desafie y 'reciba la a rob ' , da so uto ,TIl man tenerI a a un nivel(mica posibilidad para 1 - v fPe' . aClOn'de cualquier Estado de derecho. La. , XICOresl e en aseg I . ,

e ininterrumpida de los Estad U id urar a coop era cion act ivaadmitir. s610 sobre la base d °ls TIl dO•S, Y tal cooperaci6n se deberia

tod 1. 'I ' e as con iciones ameri ,

os os pnvi eglOs de tutela 't' f i . . canas que incluyene tea , manciera y economica.v

84 E. J. Dillon, op. cit. p 161· ad •' ,. , emas p 202' "U bieconormco, conocido en general como el m~de'l b nf 0 jeto especifico politico-un grupo mfluyente de hombres de ne ocio 0 ~u ano,. ,Iota en la imaginaci6n de

g s y e politicos americanos, Ellos 50S-

300

Ante semejante modo de plantear la politica internacional la Doctrina

Carranza constituia un suefio divorciado por completo de la realidad.Obregon buscaba el reconocimiento de su gobiernopor el de Washington

cc;m la finalidad de obtener un financiamiento a su programa de reconstrue-

CIon; para lograrlo, sin embargo, debia primero llegar a un arreglo

con elgrupo de banqueros acreedores de Mexico desde pasadas administraciones

y que se reunia en el Comite de Banqueros presidido por Thomas W.Lamont, de la Casa Morgan; esto resultaba sumamp.nte dificil, pues los

banqueros exigian el reeonocimiento de la deuda contraida anterionnentey e 1 estado de la economla en Mexico era ruinoso despues de diez ~nos de

lucha armada, Per otra parte, Obreg6n se equivocaba al pensar que un

arreglo con los banqueros, ya de por 5 1 dificil, traeria su automatico reco-nocirniento, La presencia del influyente grupo petrolero llev6 al gobiernoestadounidense a plantear nuevas exigencias que significaban una virtualderogaci6n de la legislaci6n revolucionaria en relaci6n con los interesesnorteamericanos. Frente aJos banqueros el caudillo sonorense se vio obli-

gado a reeonocer, mediante el Hamado convenio De la Huerta-Lamont,£i~~ado en Nueva York el 16 de junio de 1922, una deuda que aquelloshicieron ascender de 667 miIlones y medio, reconocidos anteriormente, a

1?66 millones. Este sacrificio de la economia nacional no produjo al go -bierno obregonista , sin embargo, ningun beneficio de consideraci6n. s. Como

se ha hecho notar, los intereses congregados en torno de la Asociaci6n Ame-ricana de Mexico, particularmente los petroleros, prefer1an que la lucha

civil continuase antes que propiciar la consolidaci6n del regimen obreg

o

-nista sin ver resueltas sus demandas, que gravitaban sobre la abolici6n del

regimen constitucional de 1917:

Washington no desatendi6 en ningun momento los deseos de los magna-tes petroleros; su problema fue clasificado entre los que afectaban el "bie-nestar nacional" y qued6 directamente en manos del secretario de Estado,

10 cual le dio priori dad sobre el resto de los puntos eonflictivos con

Mexico."l

I\!

La base del reconocimiento, por tanto, fue la exigencia de que Obre-g6n satisficiera las demandas de los petroleros. Se sabe que Obreg6n en

tienen que, para el gobierno de los Estados Unidos, es un deber proteg

er

losderechos de SUB ciudadanos, Pero en el caso de las companias petroleras larean

uda-

ci6n de las relaciones comerciales constituye un apeti to de los mas voraces. Y con-

tra los apetitos como contra las pasiones no hay argumentos que valgan", ,

85 ct, J. Bazant, La deuda exterior de Mexico, 1823-1946, EI Colegio de MeXICO,Mexico, 1968, pp, 186-194; E. Turlington, Mexico and her Foreign Creditors, Colum-

bia University-"PreS5, New York, 1930, pp, 281-301; A. J. Pani, La po l£tica hacen_-

daria y la Reuoluci6n, Ed, Cultura, Mexico, 1926, pp. 192-195; y Documentos oft-

dales relativos al Conuenio De la Huerta-Lamont, Mexico, 1924.

86 L, Meyer, op. cit., pp. 114 y 115.301

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realidad nunc a se opuso a ello- dde los. pe!roleros y demas ro' ie~a~echo, su r~sistencia a aceptar, en favors~ ~phcana la Constituci6nPdeP19171O~ fxt~anJeros, que en su respecto no

~~: as, s~ limit6 a una simple cuesti6~1 das f eyes constitucionales a ella aso., ve a a soberania nacional' en e orrna que entranaba una lesiongla ~ue, previamente aI recono~i . efecto, e~ gobierno estadounidcnse exi-

un tratado de amistad come~l.e~to, M~XICOy Estados Vnidos firmaran

~e~noSe comprometiera a ~econoc~;ol' ~edlante el cual el gobierno mexi -

bu~s Z e ~ n~ ~ardefectos retroactivos ;sIa Cech~s d~, los propietarios extran,ra a a e un verdadero ch tai ons Itu~lOn y sus leyes derivadas.

an ale, era evidente:

Los tratados se estipulan sol

nota~ DiIIon-_ y el principi:~~nte tC°f!-dgobiernos reconocidos -hizocuan 0 un pais ha sido vencid sos em 0 con tal rigor que incIuso

preted; a Ia realizaci6n del trat~d~n !at~lla por otro, el recondcimientor d es. uerzo por hacerlos tales es u· ~ os a~~os lll.inca son simultaneos°boS estos casos los terminos ..I 1 na mnovaClOn ayuna de garantia Enso re la b d <>Ieacuerdo Son di id .'

ase e sus meritos int ' iscun os exclusIVamentetuyan ,-!na condici6n para el r rmsec.os" y el Iorzarlos para que consti-anOmaha.87 econoclmlento representa por tanto a, , un

Pero la situacion en este .y en m d I caso era Ia im . '6DOll °da guno una situaci6n de d PhoslC}n pura y simple de la fuerzae e 0 a una b erec 0

tad a r prue a fehaciente el .y gut t?puesto par el secretario de EstaJu~o ~entral del proyecto de tra-1 1 ' lex;~ que ver Con Ia renu' 0 ug es al gobierno de Obregona egIslaClOn constitucional: nCla per parte de este gobierno a aplicar

... lo s Estados Un'd 'Mexico I os Mexlcanos declara .6 d ,puesta en vigor en 10 d n que rn Ia Constituci6n de

retr~aecnt:ro de 1915, al cual se r~fieeremd~Yhoe 1917, ni el Decreto deIVOSen su r ., IC a Constitu " ,

indicad d ap IcaClOn' que ni 1 . CIOn, tienen efectosadminis~rat~creto,. ni cualqui~r decreto ~~e:~Ion<l;da Constituci6n ni elo t Iva? ill cualquier ley fed 1 jecutivo u orden militar 0

dr~~e~e:e:n ercuci6n COn anteriorid~~a 00p~~cal que s~ ha~a expedidotit I . e ,ecto de cancelar d . . a .0 suceslvo, tienen 0 po-

r~l~z~~ l~~~~~q~Ie;:alquier pr~p~~~~J:. ~uIt~;i~~!caqr ni;gun derecho,vigencia de di h q~e estuvlese situada ue 1 :l ese su natu-1915 f h ~c aCOnstItuci6n y del it d ' Y que, prevlamente a Ia

tes, ~xp~:sa;1.~I~a de acuerdo con las 1~1s ~eDec~et.o de 6 de enero de

ter y todos lo s d~:erhretad.as; y que todIs las ti~XICd entonce.s exist~n-de cualquier natu eClos e mtereses comprendidos a~ de ClalqUler, carac-

ra eza y que de acuerdo Con l' Y] 0 as as proptedades81 E J Dill as eyes de Mexico exis-

. . uion, op, cit., p. 207.

30 2

tentes entonces, expresas 0 interpretadas, fueron adquiridas por ciuda-danos americanos, corporaciones, compafiias, asociaciones 0 individuos, enla fecha de la promulgaci6n de la mencionada Constituci6n, 0 en Iafecha de expedici6n del indicado Decreto de6 de enero de 1915, 0

hubiesen sido adquiridas por cualquier compafiia, corporaci6n 0 asocia-cion, extranjera 0 nacional, en la cual ellos estuvieren interesados, sony deberan ser garantizadas a dichos propietarios y a cualquier conce-sionario 0 cesionario, por concesi6n 0 cesi6n hecha con anterioridad, 0

para 10 sucesivo, sean 0 no los dichos concesionarios 0 cesionarios ciu-dadanos rnexicanos. S8

Como sefial6 muy justamente Frank Tannenbaum, se estaba solicitanclodel gobierno de Mexico que renunciara para siempre a su derecho a legis-lar sobre casi una mitad de su riqueza nacional (el 40% de la mismaestaba en manos de extranjeros) y que aceptara ligarse las manos respectoal resto, pues si no podia afectar la propiedad extranjera, "cualquiera queIuese su naturaleza", no podia, en modo alguno, legislar para la restantepropiedad mexicana.r" Reconocer derechos a.dquiridos para unos, en efecto,aunque tales fuesen extranjeros, implicaba reconocerlos para los dernas, es

decir, equivalia a aceptar que la Reyoluci6n no habia sido revoluci6n sinoun mero juego de chicos, Ciertamente el tratado no fue firmado; pero las

exigencias que contenia fueron satisfechas poco a poco por el gobiernoobregonista, primero, al hacer que la Suprema Corte de Justicia sentarajurisprudencia declarando irretroactiva la Constituci6n y la legislaci6n de-rivada con relacion a los propietarios extran jeros; despues, cambiando lamisma legislaci6n derivada 0 dejando de dictarla y ponerla en acto, y fi-nalmente, acordando las convenciones de reclamaciones por dafios a extran-jeros y que fueron materia de las Conferencias de Bucareli.v?De todas esas concesiones a los imperialistas, desde luego, las de mayor

88 El proyecto en La cuestion internac ional mexicano.americana, durante el go·bierno del Gra!. don Alvaro Obregon, Imp. de la Secretaria de Relaciones Exteriores,Mexico, 1926, pp. 16-25; el pasaje citado en p. 18; cf. , ademas, E. J. Dillon, op.cit., p. 196, y C. W. Hacket, The Mexican Revolution and the United States.1910.1926, World Peace Foundation, Boston, 1926, p. 352.

89 F. Tannenbaum, Mexico, La lucha por la paz y par el pan, cit., pp. 142-143..90 Cf., A. B. Cuellar, EXPropiaci6n y crisis en Mexico, Mexico, 1940, pp, 543-544;

L. Meyer, op. cit.,pp. 120.121, 132·137 y 140·145; J. W. F. Dulles, Yesterday inMexico. A Chronicle ot the Revolution, 1919-1936, University of Texas Press, Austin,1961, pp. 158·172; A. Gomez Robledo, Los convenios de Bucarell ante el derechointernacional, Ed. Polis, Mexico, 1938; A. Manero Suarez y J. Panigua Arredondo,Los tratados de Bucareli. Traicion y sangre sabre Mexico, Mexico, 1958: M. Gon-

zalez Ramirez, Los llamados tratados de Bucareli, Mexico y los Estados Unidos enlas convencionss internacionales de 1923, Mexico, 1939; V. Alessio Robles, Lostratados de Bucareli, Mexico, 1937; A. Saenz, La poll tica internac ional de la Reuo-luc ian. Estudios y documentos, FCE, Mexico-Buenos Aires, 1961; 1. Fabela, Lapollt ica internacional del presidenie Cardenas, en PAlM, vol. VIl, n. 4. pp. 53-64.

30 3

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signifieaei6n, por euanto a sus efectos inmediatos toea, fueron las que se

hicieron precisamente con los aeuerdos de Bucareli, En realidad, como ha

observado Meyer,

los acuerdos nunca llegaron a ser el "tratado secreto" que han q~erido

ver algunos enemigos de Obreg6n, aunque tampoco fueron un inocuocambio de impresiones cuyos resultados se apegaron estrietament~ a la

letra de Ia Constituei6n, como han sostenido otros. En la practlca, el

gobierno rnexicano se vio obligado por las circunstancias a poner .un

alto -que pareci6 definitivo-s- a la reformapetrolera. La re~nudac!6nde las relaciones con 'Washington -recibida en Ia capital meXlcana con

repique de campanas y ediciones extras de los peri6dicos-, calificada

como "un triunfo y un exito" por Obregon, fue un exito s610 para su

regimen, que recibiria todo el apoyo del gobierno vecino al estallar la

rebeli6n delahuertista en diciembre de 1923.g1

Obreg6n inform6 del resultado de las conferencias al Congreso de Ia

Uni6n el primero de septiembre de 1923, afirmando que la resolucion to-

mada por los gobiernos de Mexico y los Estados Unidos de reanudar sus

rela~iones diplomaticas no era fruto de compromisos contraidos 0de con-

vemos pactados 0 de nada que pudiera contravenir nuestras leyes 0 las

normas del derecho eonstitucional 0 lesionar la soberania nacional. Para

Obreg6n el resultado a que se llegaba era fruto del progreso alcanzadopor su gobierno en el cumplimiento de su program a politico, que se ende-

rI;zaba aI mejoramiento eeon6mico y moral del pueblo, y que habia produ-

cido el eonvencimiento del gobierno estadounidense de que dicho programa

no estaba en pugna con el ereeimiento prospero de los intereses extranjeros

radicados en Mexico. Con 0 evidente satisfaccion, estimaba Obreg6n:

Mexico en el exterior, ha IIegado a reconquistar su credito, afrontando

espontaneamente y airosamente todos sus compromisos y reanudando can

precision el cumpJimiento de elIos.Ha logrado ademas, y felizmente, des-

vanecer todos los prejuicios que el eco constante de los grupos privile-

giados -de nuestro pals habia creado en el exterior contra nuestra re-

ur 1.Meyer, op. cit ., p. 143. Aaron Saenz ha escrito que "... las Conferencias

de Bucareli cumplieron con una formalidad y nunca se propusieron los gobiernos deEstados Unldos y de Mexico elevar sus actos a obligaciones constitucionales e inter-

nacionales, pero no fue ese el prop6sito de ambas cancillerias. No tuvieron 0 valordentro de nuestro derecho constitucional ; no 10 tuvieron tampoco dentro del Dere-cho Internacional. Por una declaraci6n simultanea que se hizo en Mexico y en

Washingto.n diose a conocer a 1a opini6n publica de ambos paises que el fin de IaConferencia era apresurar el logro de una mutua inteligencia, para 10 cual se lban

a reunir dos comisionados norteamerica nos con el prop6sito de cambiar impresiones

y de referirlas a sus respectivas autoridades. Esta declaraci6n oficial fue cumplid aescrupulosamente por ambas partes" (A. Saenz, op. cit. pp. 55-56' tambien pp.24-25). ' ,

304

1

al verse desposeidos, con

. , bi rnos emanados de e~la, rivilegios les pro-volUclOnY los golle. 1 tivas de las ventaJas que sus p analfabetas, libe-nuestras reformas egrs a ~ nuestras grandes ~asa.s en com-

porcionaban par\ e:?lot:n beneficio de sus propl~S Inte~:se:l1~ debemos

radas por la rev~ UClOn, asados- Jv1exicoha logr.a 0, Y litica comOpue-

~~i~~:o~,O~e~;i~::;~e~nitiva~ent~:eu lr:~~f~~~~~~so (hacer1 d~S~:;::~blo aut6nomo, base funda~enta £~oialescon los demas paises que mo'

en 10futuro nuestras re1aclOnes0 lC

la familia humana.92

• • t del go-. f . el reconoclmlen 0 .

dill de sentirse u ano. , . en termmoSY tenia rai6I!-del Ca~gnl~caba estabilidad par,a ~ureglm~nr~belion militarbierno estadoum ense SI • • cuando la ultIma gra F 'ste un

as y muntcwnes, uerta ue emas concretos, arm luci . estaba tocando a suoP . n la mayorde la epoca posrevo uClOnan

a. t reconocieron slempre co

. bregonlS ashecho que los mlsmoS 0

. o'd d: . p' respectosmcert a . 0 • . 1 in enlero am-, .

. d Mexico _escrtblO e g . , de las relaelOnesEn el caso partulcu~~r :s indudable que la re~nudaclon tros bienes, el dede los Estados ni os, . rodujo a aquel, entre 0 , La pugna

diplomatic as .de sus gO~ler~~:o~dad del Presidente Obr1ondelahuertista

dar mayor flrmeza a a uerta degener6 en una, asonV~acruz el 5 deelectoral Calles-De Ia B r del Ejercito, estallo en " os del Pre-

que arrastrando a la n:ayona de los meritos estrateg:

chay que

, 1923 Sin mengua.. . . y extranos, .diciembre de .. ' . tamente encomian proplOS ue tal contn-sidente Obreg6n, q~ebJUs al triunfo del Gobierno -y l<:l los hechos

ontri uyeron . d Bucare t- .reconocer que c . de las Conferencw s e d 1 Estados Umdos,buci6n [ue cons~cuencla . tad con el Gobierno e os do la frontera ade que, restabl~clda su a;rl!rmas y municipiones y cerra

este haya vendIdo a aque

los rebeldes.93

ibi los frutos de suaron a reci ir M La pe-

l . perialistas comenz r d 1 onoeimiento.Por supuesto, °l'S.l:mediatamente despues e ~ecpulso y esto no pudo

triunfo en Bucare I, 1 . cobr6 un nuevo rmr extranJera . t

netraci6n economlca : f . 'n a los obregoms as: 1 dmas que llenar de satlS accio . , de los eapitales aeumu a os

. d 1 ideas de 1a poblaclOn

Y

Las cornentes e as , 557 y 5B6-5B7."n cit. t. III, pp. 1B6' desde

M'xico ante la nactO, J' Mexico 1953, p. . d St tes9~ Los presidentes de f e . de Bucareli, Ed. u : I F Cli~e The Umte a93 A. J. Pani, Las con erene';.u~~lismoentido, vease ..' . .,

otro punto de vista, pero en 0 • • , raria de Mexico.s~guIO

and Mexico, cit., p. 204. . 070' " . .. laoComls1on Aghas otras dispOSIClone

R· op cit., p.". . '6n de muc94 Vease, J. F. rppy, . bl spero la e]eCUcI. d t' rr as a los pue 0 "

rest1tuyen o. 0 le. , f eron pospuestas .de la ConstltuclOn U

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por e 1 trabaJ' 0 en N rt ' .

Pal I 0 eamerrca Europ A . "

Obs e? a confianza de las g; t' a y sia vmieron hacia nuestroregen, U5 ran las que les ofreci6 el gobierno de

95 R. Quiroz Martinez, op. cit. , p.219.

30 6

I,r VI. LAPOLITICA DEL HOMBRE FUERTE

1. La herencia del populismo

Pese a ser una figura politica tan relevante en toda la his tori a posrevo-lucionaria de Mexico, probablemente el general Plutarco Elias Calles hasido uno de nuestros dirigentes nacionales sobre cuyo verdadero papel enuna epoca entera priva la mas abso1uta confusi6n. Mientras sirvi6 comoalto funcionario en los gobiernos de Carranza, De la Huerta y Obreg6n,aSI como cuando fue presidente del pals, Calles goz6 de fama de revolu-cionario que se distinguia por sus intimas re1aciones con grandes sectores

populares y por su concepci6n radical sobre los problemas de las masas ylas soluciones que habia que buscarles." Despues de la muerte de Obreg6n,en cambio, el antiguo maestro de Sonora se nos ofrece como el politicoque cada vez mas marcha sobre posiciones conservadoras en torno a losmismos problemas a los que antes diera soluciones radicales," y cuando seIe relaciona con Cardenas 0 se Ie estudia en su conflicto con este, su ima-

gen se convierte en la de un monstruo de maldad conservadora.En vida de Obreg6n, Calles no s610 fue un gran auxiliar del caudillo

sonorense: fue tambien el competidor de mayor estatura que aquel enfrent6en su lucha por mantener su poderio ; en sus cualidades disimbolas los dosencontraban un apoyo mutuo, con un proposito que era comun a ambos."

1. Recordando el periodo en que fue ministro de Carranza, el doctor Puente es-cribia: "Entre sus compafieros de ministerio, es el mas avanzado. Se le mira conextrafieza, porque no disimula sus simpatias por el regimen Soviet, ni su tendenciaa la organizaci6n de las c1ases obreras, ni su insistencia por que se resuelva el pro-blema agrario, ni sus ideas anticlericales" (R. Puente, Hombres de la Reuolucion,Calles, s.p.i., Los Angeles, 1933, p. 116). Jose Manuel Puig Casauranc estimabaque Cal'les "en su acci6n politica era, ante todo, 'agrarista'. Fundamenta1menterevolucionario, tambien, en todos los demas aspectos de la vida econ6mica y finan-ciera de Mexico, desde la cuesti6n de jornales, hasta herencias, desde la nacionali-

zaci6n. " de las industrias prirnarias, hasta los mas atrevidos -e incumplidos-proyectos de legislaci6n banearia y financiera en general, de modo de preeisar lafu nc i6 n s oc ia l que en e'l mundo rnoderno debe corresponder a instituciones de estanaturaleza" (J. M. Puig Casauranc, El sentido soc ial del proceso hist,6rico de M e -x ico , Ed. Betas, Mexico, 1936, p, 177).

2 Puig Casauranc explica asi esa involuciont " ... la obra de. zapa de falsosarnigos, de antiguos colaboradores tirnidos, claudicantes, hizo que oIvidara, despuesde 1928, eI ideario primitivo, aunque despues 10 acept6 de nuevo y hasta inspir6buena parte del programa economico de Mexico para la Conferencia Panamericanade Montevideo" (op. cit., p. 178).

S Ezequiel Padilla, en su contestaci6n al informe presidencial de primero de sep-tiembre de 1925, expresaba el punto de vista a traves del eual se justificaba pdbli-

30 7

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La competeneia se entabl6 .l~eha politica, esto es, el ~s~:~~~samente, en el punto mas sensible de latiempo, la base mas firme del a ~nte en~re las masas, que era, al mismo

d~s. hombres excepcionales Obr~ X ~ rec~rroco que se ?rindaban aquellosmIll t~r,4 pero nunea como' oUtic! ' po ia menospreciar a Calles comoel mismo terreno politico dP h b e' prodbablemente 10 habria aplastado en

1' e a rse ado un eft . '

pero en ugar de combatirlo 1 h' . n ren armento entre ellosen que fue creciendo su aseendi~ntelz~. su mdy colaborador, en la medid~Esa y no otra parece set la ,,1~er~0 e de Obreg6n, entre las masas.socio de Obregon en el ~azo~prmclpal de que Calles haya devenido

asignar a la organizaci6n

a :e: ... 0 pocos .autores estan de acuerdo en

durante la rebeli6n delahuerfu~~clas ca~p.e~mas, que Calles llev6 a efectoen las relaciones de los dos di . ' un ~lgmflcado verdaderamente decisivopor ejemplo, escribi6: mgentes e Sonora. El licenciado Portes Gil,

El general Obreg6n pudo de i arpreviamente habia hecho J c011!-0sucesor al general Calles l)orque

d' una organizaci f '

o tres cuartas partes del e i e r ci lOr: con uerzas populares. Cuan-

c.h?~los eamp~sinos pusiero~ toJ~ f~e:endler~n desconoc~rle. ~quel ~ere-sicion del Gobierno que p d uerza e su orgamzaclOn a dispo-telazo mas vigoroso' de 1 u'lo; en m~y po cos meses, acabar con el cuar-

os u timos afios."

camente la union entre Obre '

~ f s ~~oincidencia ~rovidencial,g~l ~a~~I~~~t ":s una flortuna para nuestro pals Yo ia contemporanea, al frente diG . a 0 para a ruda marcha de nuestra

que, ~eprese~tan el genio mili tar un~ oblerno. Y sucesivamente, ados presidentes

CSPI;ltu r~tllante e integral de la re~J e~,g~lllOreconst~uctor el otro, y ambos, eln,acl6n, cit., t, III, p. 718)' don A t ~ClO~ (L os , pr es idenies de Mexico ante laSin dud,a. las dos grandes' fi ura ndomo ~so ~stlmaba: "Obregon y Calles sonRevolucion con todo su idealTsmoS he !a historia conternporanea de Mexico L~'I : p s dos se complementan" (en A ca~~ en. ~os su encarnacion mas equi lib~ada:tfla ,Grande", Mexico, 1933. p . i341v)ern atamoros, El uerdadero Cal les , Ed:

Segu_n don Miguel Alessio Robles O bCal1~s, m como civil ni como militar : ~n d,reg0f, nunca tuvo buena opinion degunt por que nunca habia combatido ia, a irma el autor citado, ", .. Ie pre"

batalla de Naco. El general Obre on a su lado, el general Calles. despues de laque no queria que Calles ensefiar~ me contest~ con reflexion y seriedad: 'Por ..

Obreg6n como mil itar Ed Cultura \l?r!er a mrs soldados'" (M. Alessio Robles

i:~~brea6n. al sabe; qu~ De la Huer~~lh\,193S, ); 196); en otro lugar refier~rLO e uerra y Marina, fue aver l il: ia nom rado a Calles como s:r secre-

~:rt~ porque no puedo explicarrne c6m~r::ld:ent~ y en seguida le dijo: "Vengo ad,uerra,. al general menos general entre I a ocurr~do nornbrar Ministro de

me G l~ c~mmo, E~. Stylo, Mexico 1949 p 6St generales (M. Afessio Robles A.r. ortes Gil, Quince aiios 'd P ' u : " •el JUICIOde Puente: en todas la~ 0 t.lca mexicana, cit., p. 218' mas certero e

10ha .querido darle a Calles' un lug~:~~~as con~a los delahue;tistas "Obrego~

~il~~~:n~~ de agraristas, pero Calles apr~~~~~~ e: reducido·dsu actu~cion al re-ot 0 'e . campesmos, y de este modo va d a ~portum ad para armar ad: aeJll~~lt'd .. Al te~minar la campafia con{~e e~n~oi hnsen~iblemente, organizado

e sus mejores aliados: el Gobernad ,e a. ul~rtlsmo, Calles ha perdi-or socia ista' de Yucatan, Felipe

308

Desde luego, el modo especHico con que Calles se ligaba con las masas

no tenia ni de lejos la naturaleza carismatica de la manera en que 10hacia Obregon: para el hombre fuerte de Guaymas la clave de su ascen-

diente politico se cifraba en la aiianza con los lideres menores de las rna-sas, y en el arte de forjar alianzas fue insuperable, inc1uso por parte delmismo .Obregon, que de ello se cuidaba bien po~o, confiado como estuvo

siempre en el poder incont~astable de. su ~~tondad. Ef! ~ste .punto, l~sfiguras de los dirigentes naclonales se ldentlfIcan para. ~lstmgulrse de su-bito, sin medios terminos. Ya desde los dias de sus actlvldades en Sonora,Calles se habia forjado un poder propio, con sus propios elementos delucha y con una personalidad politica propia; pero siempre estuvo cerca

de Obreg6n yael se lig6 desde un principio con profunda previsi6n de 10que el caudillo llegaria a ser, y sirvi6 al caudillo exactamente en el cam-po en el que este era un maestro consumado, es decir en el de la manipu-Iaciori de las masas, pero usando otros recursos Y haciendose indispensable

para el propio caudillo, Grupos politicos de las masas, como la CROM de

Morones ° las Ligas de Resistencia de los campesinos de Yucatan coman-dadas por Carrillo Puerto, encontraron en el general Calles un protector,un aliado y un garante de sus intereses hechos politica, por los cuales otor-garon su consenso y su apoyo militante al gobierno presidido por el caudi-

llo, primero, y por el protector y aliado, despues.En cuanto lucha por el poder, que siempre fue una: pugna velada con

el caudillo, la polit ic a de .Cal les pareci6 consist ir, invariablemente, en ir un

poco mas aHa de 10 que Obreg6n estaba dispuesto a hacer. Calles no selimite a engafiar a los dirigentes de las masas can vanas promesas despues

de que ~e habian prestado su ayuda, tal como 10 hizo Obregon con Mo-

. rones, smo que los hacia partki.pes de su propio poder, con 1 0 cual estetambien aumentaba (el mismo ejemplo de Morones es valido en este caso).

Asociaci6n y pugna pared.an conformar, por tanto, el binario que norm6l~s nexos entre Obregon y Calles; de 1920 a 1928, toda la polltica nacionalglr6 en torno de esas relaciones y su influjo se dej6 sentir hasta los pri-meros afios de la decada del treinta. La muerte de Obreg6n, a manos deun tercero, impide ver hasta d6nde prevaleci6 la asociaci6n y hasta d6ndela pugna,O Pese a ello, se evidencia con meridiana claridad el hecho de que

Carri1l? Puerto, qu~ rnuere fu.silado por :ugunos de sus amigos que 10 traicion

an

;pero .~Iene en carnbio una legion de partidarios. Obregon habia vacilado ya en laeleccion de Calles como subst ituto, y habia permitido que se iniciaran trabajos enfav?,r de uno de sus 31' :l1igosde infancia, ~l Senador Ram6n ROIlS.un personajereCl~n llegado a la politlca, y mas desconocldo que el tristemente celebre Ingeniero

Bonillas ; pero se encuentra an~euna. realidad que nunca habia previsto; que Callesnene en Sll favor una fuerza invencible, Y es otra potencia can la que no es pru-

dente romper" (R. Puente, op. cit., pp. 136·137).6 Numerosos obregonistas .sostuv~eronla "culpabilidad indirecta" del general Ca-

lles ~n el asesmato del caudillo. Ricardo Topete habria dicho a Calles, examinandola pistola usada por Toral: "Esta es la pistola con la que ya esta familiarizado"

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el ascenso del general Calles, en la asociaci6n 0 en la pugna, signific6 tam-bien la emergencia de fuerzas politicas que ya nada tenian que ver con elcaudillismo y que exigian un tratamiento exclusivamente politico a los pro-blemas de Mexico, vale decir, fuerzas que ansiaban el establecimiento decauces institucionales a traves de los cuales fueran los grupos y no los in-dividuos quienes desenvolvieran las funciones del nuevo sistema. La reor-ganizaci6n del ejercito, a base de alianzas politicas y no ya del ascendientecarismatico, efectuada durante el periodo de gobierno callista, ofreci6 elprimer respaldo al ascenso de esas fuerzas, de las cuales Amaro, Rodriguez,Cardenas, Cedillo y Almazan no fueron sino algunos de sus represent antes

visibles, a los que el propio Calles dejaria el puesto de comando a la vuel-ta de algunos afios, La muerte de Obreg6n bien pudo haber sido una me-ra coincidencia con el surgimiento de tales fuerzas, 0 por el contrario, elresultado de una colosal conjura de poderes que habian devenido superio-res e irresistibles para el caudillo: todo ello no cuenta sino minimamente, \

cuando se trata de determinar un fen6meno, que luego tuvo su propiodesarrollo, sin remoras de ninguna especie, y que fue la inst i tucionallzaclondel ju ego poU tico en M ex ic o ; pero en todo caso, no se puede negar. q~ela muerte del vencedor de Celaya despej6 el camino, de manera definiti-va, a ese proceso.

Ahara bien, 10 apuntado solo quiere decir que la politica populista, depoUtica de caudillismo pasa a ser politica institucional, es decir, oerdade-

ra pol£tica; 10 notable aqui es que esa politic a siempre juega un papel f.un-damental, tratese del banda de que se trate, duefia de todas las concien-cias, por cauces cuya direcci6n es irreversible. Obreg6n y Calles, con ser

(J. W. F. Dulles, Yesterday in Mexico, cit., p. 371). Los rebeldes escobaristas,.ensu Plan de Hermosillo, cuya redacci6n es atribuida a Gilberto Valenzuela, conside-raron a Calles "como el responsable verdadero e indirecto" del hecho y ostenta-ron "la convicci6n plena de que el Indice de Plutarco Elias Calles ha sefialado el

camino a los pufiales que hirieron a Sll protector vilmente, traicionando a Alvaro

Obregon, a Flores, Gil, Villa, Serrano y ultimamentc al general Samaniego" .(e?F. C. Manjarrez, La jOl'nada institucional, Talleres Graficos Editorial y "DlanoOficial", Mexico, 1930, parte segunda, p, XX). Don Miguel Alessio Robles sostuvoque Calles "se vali6 de sus enemigos, de sus perseguidos, de sus ultrajados paraacabar con su rival, que el dia primero de diciembre de 1928 iba a ocupar laPresidencia de la Republica, en medio del delirio estremecedor de toda la nacion,porque ese dia el caudillo de Sonora dec1araria, que cesaba la persecucion religiosaporque asi se los mando ofrecer a los obispos y arzobispos mexicanos desterradosen los Estados Unidos por conducto de enviados especiales. El perseguidor no podiapermitir tal cosa, porque entonees el ultrajado y el perseguido sena el, mientrasel pueblo nuestro se des'bordaria, delirante de entusiasmo, por todas las calles y lasplazas de las ciudades de la Republica, y los corifeos del general Obregon pronun-ciarian discursos terribles para condenar la infamia. No, el general Calles no podiapermiti r tal cosa. Era mejor seguir gobernando a Mexico, antes que caer ultrajadoy vilipendiado" (M. Alessio Robles, A medio camino, cit., p, 105; tambien, Obre-g6n como mil itar , cit., p. 197, e Historia politica de la Revoluci6n, Ed. Betas, Me-xico, 1938, pp. 401 y ss.},

310

se identifican por complete: ambos adopt~ltan diferentes, en este .punto omo la raz6n esencial de su actuaci6n politl-el programs del popuhsm? chen hacerlo suyo y mediante el son capacesca y triunfan cuando mejor de da uno Pero ellos naturalmente, no sond; adunar fuer;;as en tor~o e

lo< ;de c6~0 podia p~nsar un politi.c~ e~ el

sino los dos mas claros eJempp

t arte los experimentos OpDSlclomstas. . luci nario or 0 ra p , boMeXICO posrevo UCIO· no hicieron mas que corro rar a

1929 da uno a su manera, . I vade 1927 y , ca d 1 d minio que la nueva palitlca y a nuelos ojos de todo el mun 0 e at ais. ia h bi cobrado en nues ro p .ideologic alan d' q e un ejemplo se hizo celebre

. R S ano para no ar mas u '1927 la

Francisco . err, ~ reeleccionista de Obregon en , apor su lucha contr?- la caJ?P~:;a enarbolando rambien un progra:na ~o-que opuso su propla candIda.,' solo de sus orlgenes revolUclOnanos

I· a demostraClon, no . d po-

pu lst.a, c~mo un caudillo de Sonora-, smo e que no se-era antiguo colaborador ~el t otra disyuntiva cuando las masas popu-dia oponer al regimen domman e rna serranista el imperativo de la con-lares estaban presentes. En el. PJograue solo tienen sentido cuando se les veciliaci6n se expresa en enunclaseoS

le; une comienzan a darse de bofe~adas.

aislados, pero que en cuantotnde pacificar los temores y las urgenclas ~e

En enos, sin embargo, s~ pre ~n romesas de gobierno que ya t~o mun 0los diferentes grupoS sO~I~l~scAP Serrano promete que su goblernoda como un hecho de£ImtlvO. SI, ,

. ar su situacion procurando que sean I?rospe-ayudara al ?~rero a m~Jor. las asociaciones de obreros seran aI?l?ham~n-ras sus condiCIOnes de vida; b 11as no se eJ'erzan pernlclOsas in-

id idara de que so re e d n conte protegi as y .CUl . 1 ente subvers ivas que no se compa ece,fluencias extranJeras esenCla m I Ultimas administraciones y la medulael nacionalismo fomenta?? por aspatri6tica de la RevolucIOn; r •

di la uesta en vigor de un COdlg~in-las soluciones practicas .son. el ~~tu l~ ~e ~o obrero.7 Pero al mismo hem-dustrial y obrero y la mstltu.ClO~ d tfS'{ una "protecci6n escrupulosa alpo el candidato antirreelecclomsta pas u a

capital", sin la cual, le parece, . 1 . abandone sus1 tranjero venga, m e proplO , d

'es insensato esperar que e ex .tal d I ais _agrega- sera e cor-esc.ondites .. , Mi actit.,:d para el caI?10 ;ibobierno le abrira las puer-

dial y sincera proteccIOn; al extralnJer, 'onara' medios de desarrolIar-r bi .da y e proporcttas, le dara amI? l~ lenvem 1 sefialadas por las leyes.se sin mas restncclOnes que as

todo debia confluir en el pro-Desde luego, como era ya un u~o pensar,

yecto de la reconstrucci6n del pals:

\

I

\ I d di · 'an Francisco R. Serr~no,., d l . d dano genera e VISI l' 23 de jul.o

1 Manifiesto a la naclOn e CIU a'd

. de la Republica, MeXICO,

candidato anti-reeleccionista a la Pres! enc!a

de 1927, pp. 9-10.31 1

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Creer que con nuestros r .a hacer la reconstrucci6 p d)lOS ;ecursos mezquinos y asustadizos vamos

deroso factor del capitat e P~IS es candor 0 im~cilidad, y sin el po-a la miseria a 1a . e~ Con enar a nuestra Patria a la despoblaci6n

, Ignorancla a 1a revoluci ti I 'men, haciendo ondear or 'tod IOn.;on mu~,. a atraso y al cri-nacionaIismo herme'tl'co' p di a 8compensaclOn, la smiestra bandera del

y 0 10SO.

Y Como la verdadera d 1mas", el de la tierra deloron~ e pr~grama, el . "problema de los proble-nove dad coincidiend~ 1 que a s?}uc16n serramsta no constituye ninguna

tiempos ~tormentados: a a perfecclon con el espiritu imperante en aquellos

El <l;ccesofacil a 1a tierra sera d . , . .+-afirme el general Se una e mis mas VIvas preocupaclonesd . rranc- Los propi t . d d .e tierra contaran con r·· d e anos e gran es extensiones

fraccionamiento que ~p la1ayu a del Gobierno para llevar a cabo el

. . preVlene a Constituc" G 1 .mtIvamente consoIidada 1 ~ . IOn enera; y para dejar defi-de parte del propietario a pequenda propiedad, en los casos de resistenciatitucion establece a f ,~e proce era, en terrninos que la propia Cons-latifundios Una 'vez rdaecI~lOndarlln favoritism os vergonzantes los grandes1 t=:: mea as os derecho 'd 1 'os antrguos propietario t . d s asi e os nuevos como decion social que hay que\ enien ~ presente que la propiedad es una fun.los mas productivos nonco~en ar a los aptos, a los mas preparados, a

van tras el saqueo ~l~cent:r~ r:~arla a la voracidad de los politicos que

de cultivar y fecundar 1 ti lugar, de consagrarse a la austera tareajamiento de las vacilac~n~~rra, dvendra. Como consecuencia Iogica el ale.

nuestra producci6n agricola.v y esconfIanzas y un sensible aumento en

Los suefios reconstructores d Satroz asesinato en un lugar d ierrano terminaron, sin embargo, con sude 1927.:10 e a carretera a Cuernavaca, el 3 de octubre

Si se exceptua la disyuntiva dem "to vasconcelista de 1929 el pal °hcrabticaque se esbozo en el movimien-

, IS marc a a velozmente bacia el reforzamiento80 .

p. CIt., pp. 17-18. Por el mismo e'1 '"rrano las relaciones con los Estados U .~I~, ~thtano y pragmatico, concebia se-:}u: I~dsadhora el pueblo mas grande del\~~~do L natura£eza noshizo vecinos del

a a I a geogrMlca', no debemos .' 0 que se ha dado en Hamar la(de ~<?sEbstadosUnidos robustezcanc~~:~t~~~~ren 1nuestdro dafio, sino utilizarla paraa. I .sa emos ser amigos sinceros e os azo~ e franca y respetuosa amis-construij- una muralla que nos e~ck/o con decoro, mdependientes, pero sin querer

ha~rOemos~onseguido el desideratum J:l b n nuestro. suelo; cordiales sin servilismo10 . . J ; CIt., PP. 12-13. uen patrIota" (pp. 26-27). '

de Cue~ase, J. W. F. Dulles, op. cit., pp 347-351' F '

~ p ' :is·J2:41:4s~f~R ~ b f ! ~ 7~ s t i l ; : C : : ' i ! r : e ~ ~. l e ~ : I '~P:i.?·MISe~:,nir939,~;/r114dj;. osque. mpresor, MeXICO, 1936,

31 2

del sistema politico social surgido de la Revoluci6n, sin 0poslclon algu-na que planteara rumbos diferentes. Los vasconcelis tas volvieron a enarbo-lar en aquel afio las banderas liberales de Madero; no luchaban contra lassoluciones que los grupos en el poder estaban dando a los problemas 50-ciales, sino contra, y casi exclusivarnente, los metodos autoritarios y selva-ticos con los que aquellos grupos imponian sus soluciones y eIiminaban asus enemigos. Mientras Calles y Portes Gil se hallaban ocupados en com-batir la rebeli6n escobarista, dejaron en completa 1ibertad a los vasconce-

listas, los cuales crearon por un momento la ilusi6n de un renacimiento po-litico que prometia desterrar para siempre de nuestro pais la politica del

terror que hasta entonces habia domina do. Al grito de "iSufragio efectivo,No-reeleccionl", como ya un tiempo 10 habia logrado Madero, levantaronmultitudes, imaginando, como aquel, que aqui habia un problema politicoy no social que resolver. Atribuian, erroneamente, el poderio de los actua-les gobernantes a sus armas y a sus malas artes. Mauricio Magdaleno, en-tonces joven vasconcelista, recuerda que Calles

asumia, a los ojos del pueblo, oscuras potestades de monstruo. Habiaquienes, inclusive, jurasen que praticaba la magia negra. El comun delpueblo 10 odiaba por su activo y virulento jacobinismo. Para nosotrosencarnaba la fuerza -siniestra fuerza- que se oponia a la revision queimplicaba nuestra causa.P

La verdad es que intentos generosos de reorganizaci6n democratica nobastaban por entonces para cambiar el proceso que el desarrollo nacionalhabia emprendido.

En aquel punto, se habia ya instaurado un sistema de relaciones entreel nuevo Estado y la sociedad, con un modo especifico de resolver los pro-

blemas, que exigia, no un cambio, por 10 menos en aquellas condiciones,sino su perfeccionamiento. Es cierto que el movimiento vasconcelista fue

sometido por el terror y que por el terror la sociedad no protesto siquiera;pero el breve experimento vasconcelista era, y 10 fue para los gobernantesde entonces, un clarisimo indice de c6mo aguella misma sociedad, en aquel

momento, no parecia resignarse a vivir eternamente gobernada con meto-dos autoritarios, sin recibir nada a cambio. Acelerar el proceso de institu-cionalizaci6n se hacia, por 10 tanto, una necesidad cada vez mas urgente.

Ahora bien, l de que rnanera se registra en la ideologia dominante esanecesidad, que no parece existir para el caudillo? No se niegan los valoresesenciales, que son siempre unos pocos y muy simples; ofreciendo y conce-diendo, "en la medida de 10 posible" ... , con el supremo recurso del me-joramiento para todos, aunque nadie sacara nada en claro de ese mejora-miento, la nueva ideologia se hace fuerte en una especie de welfare state

11. M. Magdaleno, Las palabras per didas, Fondo de Cuitura Econ6mica, Mexico,1956, pp. 86-87.

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de pals subdesarrollado CU os I Ipero que en algo benefi~ia y res~ tados reales Son siempre mezquinosesa, ideologia se plasma ~ a, a~T?hos sect~re~ de la s?ciedad; a traves d~ .s~tIsfacer las demandas ~as lusttfl:a la practica de ejercer el poder pararclUdad, pero al mismo ti 7efl?sas de las masas del campo y de 1amasas se d~sborden, exi i::r~'m,e eJercerlo para impedir que esas mismasner ,en pehgTo la: polltiffa del d as de 1 0 que, se les puede conceder sin po -

de desarrollo es poHtica de dom~~arr?po naclonal. Desde I~ego, la poHticahombre fuerte' pero hay dif aClO? tanto con e 1 caudillo como con elreside en el a~ento qu una 1 erencia esencial entre ambos casos y esta

efecto, ve el desarrollo ~o:oPfn~ e~ ,el ~esarrollo mismo: el caudillo, en

nacion personal mientr a JUStlfIca"Cl6n0 Como el medio de su domi-guen yen en la' domina~~ ,que e~~ombre fuerte y los presidentes que Ie si-desarrollo, Eliminado el Ion ~?NtIca ~n instrumento puesto al servicio deltuvieran ya enemigo seri car 1 0 Y Sin que los dirigentes revolucionariosalios Mexico se habrfa J~ ~rg u 1 ° al frente, en un periodo de escasos diezvo sistema poHtico y social tns

~rmfr por completo, estabilizando su nne.Como Obreg6n el il a ~ ra a iba a comenzar el presidente Callss.;

no agreg6 nada v'erdaqdue

egana a ser "jefe maximo" de la Revolucion'f2:, eramente si 'f", ,

penodo presidencia1 a la id I ' Idgmicativo ill antes ill despues de supre 6 ,1 eo ogia e la Rev I ' , M '

S con un vigor y con ,0 UClOn exicana, pero la ex-denas habrfa de superar'13 uDnadcolherenClade orden practice que solo Car-

id ,es e uego aqu' Lvi I hun senti 0 muy especial: el vi Or "d 1 e vl!?,or,y a ,co ereneia tienenvan adelante los pro 6sit g se rrn e por la mSlstencla con que se Ile-

la coherencia per 1aPpr os 'J,ue, la politica revolucionaria habfa heredado:, I' esencia mmutada de iert ",' . ,

parses, ta vez, no habrfan odid "cler os, prmcipm, que en otrosSlt~ ~sencial de la poHtica Prevol~;,ubslS!lr el un_o Junto alotro, EI propo.MeXICOde un capitalismo modern~ona,na !ue s~empre la mstauraci6n enro, que ello no seria factible s,· y Ja~as s; ignore, despues de Made-mente, las demandas que hab~a 1 n~ ~ satIsfacJan, por 1 0 menos limitada-mantener cada uno de e t ian rk a 0 en la base de la explosion popular'fuerza, fue la problemati~ os rer:gfones y hacerlos coincidir incluso par I~pai a que Inormd la ideol ia d "

IS, a partir del periodo presid 'I d C ogia ommante de nuestroCu d' encia e alles

~n, 0 un penodista pregunt6 a Calles ' , ,en MeXICOeonmociones rev I' , , en abnl de 1924, SI podia haberc pit I' , 0UClOnanas que pus' Iia 1a ista, aquel contest6 d idid reran en pe gro el regimen

, eel 1 amente que

en la ac~ualidad, la ideologia v hasta n ' " .un cambio tan radical El Ii 't uestra IdlOSmCrasIa se oponen alla definido en orden ~lgun~~l e en1trel~ utopfa y la realidad no se ha,

, mas a pnmera s610 puede ser impuIsadauLa expresi6n fue inventada 0

re~~e~a, el 15 de enero de 1931 ~v~a~~g~neC~<Raf~elMA,Melgar, segun el mismoo pocos exponentes d 1 ""'vern atamoros op it 241)

~~:,e~;i~:r~'~~b:~n!~~a1° Jai:t ~~l~~~Slag~!rd~d~~~\~~~f:i:t~~uiei~' ~l'q~l1~~, , a ra \en, A . Chaverri M t eva UClon ,

a amoros, op, cit p .39)314 ',. ,

bacia la segunda cuando precedentes muy serios de estudio, de actuaci6ny de principios evolutivos, se producen como resultados de la dec~~en-cia de su sistema, en un medio que 10 excluye y busca su desaparicion,Entre nosotros existen ambiciones individualistas tan formidables, ques6lo pueden ser satisfechas, por 10 menos apaciguadas, dentro del ac-tual regimen social, que los sindicalistas han dado en llamar "capita-lista" ,1.4

iSignificaba esto una aeeptaci6n vergonzante y oportunista del capitalis-mo, s610 porque habia formidables ambiciones individualistas que se opo-

nian a su sustituei6n por cualquier otro sistema social? De ningun modo;mas bien queria decir que los propios fines coincidian con las posibilida-des del momento 0 que 10 que en apariencia resultaba imposible simple-mente no se deseaba, Imposible, por ejemplo, era juzgado e 1 programa so-

cial del bolchevismo, por mucha comprensi6n que del mismo se simulara.?"Lo necesario, como puede apreciarse, era 10 posible: de esa manera eracomo se hacia 1a apologia del capitalismo,

Las reform a s sociales eran un deber de gobierno para los sucesores deCarranza, como 10 siguen siendo hasta hoy; pero entre Obreg6n y Calleshay ya diferencias notables en el modo de concebir y de echarse a cuestasese deber: para el primero, resultaba una. optima forma de conquistar yasegurarse el poder; con el segundo, en cambia, comienza a tomar cuerpo

la convicci6n de que las reformas no s610 son un eficaz medio para conju-rar movimientos convulsivos de una sociedad insatisfecha como la nuestra,sino, y sobre todo, una formidable palanca del desarrollo capitalista deMexico, una convicci6n que, como veremos en otra parte, esta en la basede la politic a que lleg6 a aplicar con tipica coherencia el presidente Car-denas, Una politica nueva para el desarrollo del pais imponia el, recono-miento de las fuerzas sociales tal y como estas se daba~ en la reah~a~, nos610 a objeto de manipulacion por y para el poder, sino en beneficio deesas mismas fuerzas.

No hemos pretendido en Mexico -decia Calles-, los que anhelamosuna remoci6n social, convertir en ruinas la propiedad y la riqueza; ni lle-gan nuestros prop6sitos a invertir valo res ; pero si juzgamos que las con-quistas que ha logrado e1 proletariado de los campos y de la ciudad enlos paises mas civilizados de la tierra, pueden implantarse definitivamen-

14 El Dem6crata, 18 de abril de 1924,1.5 En este punto, Calles coincidia con Obreg6n en el sentido de que el bolche-

vismo aparecia cuando quien detentaba el poder no habia sido capaz de encauzarlas aspiraciones populares y, oponiendose a ellas, provocaba una explosi6n: "Larenovaci6n social-estimaba-, es una corriente que invade hoy todas las sociedadesde la tierra, y a las corrientes impetuosas es necesario guiarlas, hallar el cauce quelas discipline 0 contenga, convirtiendolas, de agentes de destrucci6n, en elementosutiles e inofensivos" (El Democrata, cit.),

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te en Mexico, librando a millones de mexicanos de la condici6n actual'de parias, por una obra de educaci6n, de estimulo moral y econ6mico yde justa protecci6n por medio de leyes avanzadas, Creo, firmemente, quela Constituci6n de 1917 responde, en sus articulos fundamentales, a lasnecesidades publicas, y que su aplicaci6n honrada, sin emplearla comoarma de destrucci6n, sino como medio de mejoramiento colectivo, puede

ayudar de modo poderoso a resolver nuestros hondos problemas sociales."

Sin duda, 10 que en esos tiempos esta carnbiando es tan s610 el estilo enque los ya afiejos designios populistas se estan llevando a efecto; pero eso

no es poco': la politica como sistema de valores es la misma que en laepoca de Obreg6n, pero ahora cornienza a hacerse mas viable con una nue-va politica como practica de gobierno, La instancia de la conciliaci6n delas elases permanece invariable como prop6si to esencial del orden polit icoy como base del poder, pero se le ve cad a vez mas como un elemento

indispensable para prom over el desarrollo material del pats, Como ,escri.biera Luis N, Morones, el secretario de Industria, Comercio y Trabajo delpresidente Calles,

el mejor estimulo para la produeci6n, es el perfecto equilibrio entre losfactores que a ella concurren, y que el favorecer exclusivamente a uno,

tendria que ser en detrimento de los otros, De ahi que el gobierno et;la-nado de la Revoluci6n, interpretando esa maravil losa insti tuci6n que jus-

tifiea los anhelos populares, haya valorizado la conveniencia de queelementos que en el terreno de la practica se hallan estrechamente vin-

culados, deben estarlo asimismo para la acci6n administrativa del Go-bierno, quien siendo el arbitro regulador de sus funciones, esta en bene-ficio de la colectividad.v

'16 El Democraia, i2 de abril de 1924, Casi dos afios despues, Calles afirmaba,en respuesta a un cuestionario del New York Times: "Desde rnis declaraciones du-rante la campafia electoral, que me llev6 a la Presidencia de la Republica, y enmis declaraciones y discursos en Nueva York, cuando fui huesped de aquella ciudad,en mi calidad de presidente electo de Mexico, exprese c1aramente que las tenden-cias de rni Gobierno serian, como 10 han sido, orientadas hacia el beneficio de lasgrandes colectividades del pals, sin descuido de los derechos y de los Iegitimosintereses de ninguna clase social, Pretender que en Mexico se siguen procedimien-tos ex6ticos de Gobierno y rnetodos y doctrinas no sancionados por nuestro texto

constitucional, es sencillamente ridicule. La Constituci6n de 1917 establece contoda olaridad nuestro sistema de gobierno, y no puede sefialarse un solo caso enque los procedimientos de es te Gobierno se hayan salido de las pautas constitucio-nales, S i insisto en que, por un sentimiento de justicia elemental, y por una impe-riosa necesiclad social y econ6mica de nuestro pais, la tendencia fundamental deeste Gobierno es procurar la liberaci6n econ6mica de las grandes mas as proletariasde Mexico, para el desarrollo y ia prosper idad de la colectividad mexicana, consi-derada como un todo, sin que esta actitud implique abandon a 0 ataque a intereseslegitimos de clases privilegiadas" (El Democrata, 7 de febrero de 1926),

17 Secretaria de Industr ia, Comercio y Trabajo, La industria, el camercio :y eltrabajo durante la ges ti6n administrat iua del senor Gral, Plutarco Elias Calles, Tip,Galas, Mexico, 1928, t. I, "Int roducci6n", p, 24,

31 6

rI i

r

, b de 1928 al rendir, d 30 de noviern re e ,

Emilio Portes Gil, e? su mensaJ~ e 1 anifestaba ideas que al respectosu protest a como preslde~te pro,vlslOna, m constituyen un verdadero anun-son todavia mas claras, Sl s~ quiere, Y que

cio de 10 que esta por vemr: . "'__ ue los esfuerzos realizad~s en be~efl:.IO

, , , ahora ya sabemo,s -decla, dq n al industrial progreslsta y bien :~-de los obreros, no solo no perju ica di es generales de la producClOn

, ioran las con icion . 1 t I ytencionado, sino que me] , " Idials y al progreso inte ec ua

Yaseguran el desarrollo industria I e p ? obreros Y sabemos tam-

Ib t de os gremlOS ' , Iecon6mico de lo,s a or~n e~ y bl mantener a los eampesmos en a

bien que es un [mperativo m~plaza trna agrario de acuerdo con

posesi6n de sus tierras y contmrar ~uy~o1~~re y pr6spera, que, sirva in-

la Ley, para poder crear una ~r~~: tecni~a del latifundista, qUl,en al n~elusive de acicate a la retagu, t dra que hacer evoluclOnar sus

Id ernmos en ' 'disponer de asa ana os paup, 'd d bl para el mismo propletanometodos de cultivo, con ventajas ~n18u a esy para la economia general del palS, .

, " e arecia una advertencia qu:- eraLa misma politica agran~, como se v , p t de la viej a clase dorninan-

, "0" a los exponen es , idal mismo nempo '7 n conseJ, la fuerza a 10 que hablan SI 0

te ; deb ian renunClar, po~ la razonl~,por I tierr~ A SI afirmaba Calles:

hasta entonces, y modermzar su re acton con a ' ,, 1 de tierras a todos los pueblos

, , .los latifundistas ganaran al dotllrse ~~plotando la parte de tierra quede la Republica, porq.u~ entonce;d~do:;os a ricultores, empujados por lales quede, se convertlran en ve id d As' g asaran a ser explotadores defuerza incontrastable de la dec~l \. s C~ando el campesino, indepen-la tierra y no explotadores e om r 'no uede ser ya el pe6n que sedizado econ6micamente en su parce a" PIes suban y los brazos esca-

rinda al hacendado ,P?r hambre, y lo~ ]~~n:gricultura pri~itiva que ex-seen, no podra ya vrvir eI_lnue~tro palS , iorar la tecnica agri-

plota al ho~bre, y los la:l fu~dlstas l~~n~~t~v;~~~~Jrados, a la coleeci6n

cola, recurnendo a la maquma'ba t mbien esa armonia que tanta, Y' dra 0 tenerse a

de semillas, etc. asi po , r tierra en Mexico, porque, enton-falta ha hecho a la explotaclOn, de la esinos a no estaran regidas

ces las relaciones entre terrateme~tesY~amp e el ~gricultor progr~sistapo; el od~o secular de a~o 1\esc:~o~:~pn~n;~or para producir la rique-

encontrara en el campesmo 1 re

za nacional."

1 dad eros enemigos deTe6rieamente, los terratenientes venian a ser os ver

id t visional de la Republica ante18 ·'Discurso". al prot,estar cOdmol§2r~~~~~ eL r : : r o pr'esidentes de Mexico ante la

el Oongreso el 30 de novlembre e ,naci6n, cit. , t . Ill, p. 880,

19 El Dem6crata, 14 dc mayo de 1924.

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la Revoluci6n; durante afios, su poderio economico, como tal, aunque sin

el apoyo del Estado, qued6 intacto en la practica; sin embargo, antes de

terminar la decada de los veintes habian ya dejado de constituir una c1ase

en el cabal sentido de la palabra, es decir, como grupo con un organo

propio de poder, aut6nomo; eran "la burguesia" 0 "la reaccion" 0 "el ele-

mento reaccionario", segun las circunstancias, pero su epoca habia pasado

definitivamente, y ahora, toda referenda a enos estaba en raz6n directa de

las necesidades estrictamente politicas de los grupos en el poder. Entre eUos,

por supuesto, no se contaban los nuevos terratenientes, antiguos jefes revo-

lucionarios que se habian beneficiado ampliamente con el triunfo de la

Revolucion, ocupando 0 recibiendo, como "premio a sus servicios", hacien-das y ranchos expropiados a los porfiristas. Los viejos terratenientes podian

comprender ahora 10 que les esperaba: su desaparici6n como clase privi-

legiada. Ademas de modernizarse, volviendose autenticos explotadores de

la tierra, emprendedores diestros en el arte de enriquecerse y no parasites

inutiles que subyugan a los hombres y empobrecen a la nacion, quedaba

abierta la posibilidad, y aun la certeza, de que sus posesiones fuesen re-

partidas entre sus trabajadores. Desde luego, la amenaza no la representa-

ban tanto sus trabajadores como la propia politica intervencionista que

ll~vaban a cabo los circulos gobernantes y que apoyaban los textos constitu-

cionales,

Empero, todavia con Calles la reforma agraria sigue siendo un elemento

en el que se funda la simple manipulaci6n de las masas, En realidad, es

la reforma industrial la que constituye la verdadera preocupaci6n de los

gobernantes. Tal parece que 1 0 que estos querian de rnanera especial era

la reorganizaci6n del mercado nacional, de modo que el crecimiento y el

fortalecimiento de la industria fueran el resultado de la capacidad de sa-

tisfacer Ia demanda de bienes de consumo y no, 0 por 10 menos no exc1usiva-

mente, de la explotaci6n de los trabajadores y del encarecimiento de los

productos. Para Calles los industriales tenian tambien una funci6n social

que desarroIlar, esto es, la de renovar y modernizar sus maquinarias, evi-

tando la disminuci6n de los jornales de sus trabajadores y el aumento del

costo de la vida de sus consumidores: su fund6n social, en otras palabras,

consistia en ser emprendedores= En este sector era decididamente recha-

zada la identificaci6n entre intervencionismo y proteccumismo ;21 se trataba

de imponer un estilo de gobierno que ofrecia todas las facilidades al alcan-ce del Estado a los industriales que demostraban un espiritu de renovaci6n,

20 El Dem6crata, 26 de mayo de 1924.21 Vease el informe de gobierno de Calles correspondiente al primero de sep-

tiembre de 1926, en Lo.S presidentes de Mexico. ante la nacion, cit., t. Ill, p. 733:"Convencido de la injusticia y de las ventajas del sistema proteccionista -que fa-vorece siempre a unos cuantos industriales a costa de la inmensa mayoria de losconsumidores- este Ejecutivo espera la oportunidad de ernpezar a orientar la poli-tica aduanera hacia el libre cambio, procurando, naturalmente, que se produzca Iamenor perturbacion posibie en el Fisco yen los intereses creados".

318

pero al mismo tiempo se condenaba a aquellos que pretendieran fun~ar su

actividad en el privilegio y se aspirab~ a crear controles que supervlsara!1

aquella actividad y presionaran a quienes no buscaban mas que el enn-

quecimiento personal. . ., . . ,. .En una entrevista eoncedida al periodista LUISAraquistain, el presiden-

te Calles expres6 con perfecta claridad esos prop6sitos:

En general -dijo- nuestra industria esta, t~cnicamen~~, demasiad.o atra-

sada. La mas importante de todas, la de hilados y teJldos? por. ejemplo,

ha amortizado muchas veces el capital de origen y ~a enriquecido .a v~-

rias generaciones de propietarios; pero salv? excepciones, la ~aqulllana

es ya tan ~nticuada 9ue no ~u~?e competir con la producclo~ extran-jera. < !Y como se defiende? Pldlend0!1~; a los hombres .de gO~lerno que

elevemos las tarifas aduaneras 0 [permitIendoles] que rebajen los jornales ...

Pero una industria no puede existir a expensas de encarecer. sus pr?ductos

a la nacion y de abaratar el trabajo de sus obreros. Una industria debe

ser eficiente 0 no tiene razon de ser.

Calles proponia una junta mixta de patronos, obr.eros y tecnico~ del g?-

bierno que examinara, una por una, todas las. ~mdades de la. ~ndustna

nacional, entre cuyas funciones e!1traria la de vigilar .la renovacion de la

maquinaria asesorando a los fabricantes para que pudieran escoger los mo-

delos mejo;es; en la propue~ta se incluia ~a~bie~, la posibil!dad de ot.orgar

creditos para ese fin a traves de alguna msntucion bancan~ del gobler,n~.

Segun parecia, no quedaba otra cosa sino esperar que me~lante est~ regI-

men triunfaran los mas inteligentes, los mas aptos y los mejor orgamz~dos.

En. medic de estos proyectos, sin embargo,. se filtr.aba, e~vue!ta en el Ideal

de un Estado corporativo 0 cuasi-corporativo, la mstancla VItal de la con-

ciliaci6n de las clases, que no indicaba mas q.ue la elementa.l verdad de

que incluso los mas aptos debian qued~. somet~~os a Ia autondad del Es-

tado, a su control absoluto, en su propzo benelicio :

La palabra control -considera Ca~les- aterra a los .hombr~s de nego-

cios; pero este proyecto. .. no deblera asustar a los m~ustnales verda-

deramente aptos. iSi es en interes de .::11o.s!Y en r:sumldas cuenta.s, en

interes de todos. No habria huelgas, ni cierres fabriles, porque la Junta

mixta sabria en cada momento 10 que una industria puede conceder 0

no. AI propio tiempo, entre patronos y ob.rero_sse formaria poco a poco,

en vez del antagonismo presente, una conciencia de com~m?ad, en que.lo

tuyo y 1 0 mio se cunfundiesen, .tra~sformandose ~ada fabnca y cada 1I~-

dustria en una especie de orgamzaciones co?~e;at.lvas ...p e mome!1toOpI-

no que debe conservarse la propiedad y la iniciatrva privadas, bajo la su-

pervisi6n de esa junta triangular de. que es~oy hablan?o. D,e paso que

mejoremos nuestra industria, hay que ir c~~lando la psicologia ~~ unos y

otros: la de los propietarios, para que modifiquen el concepto clasico, ab-

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soluto de la propiedad I d 1 bna y :esponsabilidad ,y ~ e os 0 reros, para que trabajen con discipli-

social, y en benefici~ C~:sCl,~nt~ d~ qu.e estan .desempefiand~, una funci6nadem as de su indene s~ 0 e si mismos, smo de Ia nacion entera, y,de los sindi ' pendencla. No me canso de aconsejar a los "leaders"

catos que onenten a los obreros en este sentido.w

Nada como 10 anterior pod' . t . . 'tipo de poder autoritario Ita S t et~zar mejor 10 9ue significaba el nuevosobre las que se habia fuId ~s rnclOnes reorgamzadoras. de la sociedadseguia evo1ucionando' en su a 0 e nuevo Estado y a partir de las cualesyecto por 10 meno '. t mayor .parte, esto no pas6 de ser un mere pro-

, s mien ras no se consum' 1 f ' d .ya en tiempos de Calles este ~ e, enomeno car erusta, perocha: el gobernante colocado proyecto constltUla todo un proceso en mar-que cad a uno de ello d b' por en~lma de todos los grupos arbitraba 10cu1aridad de que cad s e ia 'per~eJulr y 10 que debia recibir, con la parti-el verdadero interes ~evelz mas e eSl~:Tol1ode esos grupos se imp one como

a nueva po itica,

2. La manipulaci6n del trabajo

Nadie se preguntaba si ell' d 'nos equivalentes ara 1 0 " pro ~tan~ 0 0 el. explotado 0 el paria, termi-mientras existiera~ sus : rfv~l~clOnano~ mexicanos, seguirian siendo talescon la explotacion liquid:P 0 1 ores. y SI no era necesario, para terminal'Mexico no queria~ t r a os rrnsmos exp1otadores. Los gobernantes de

o ra cosa que poner al pai di ., d .se en sus logros a 10 t' IS en con IClOn e equiparar-en 10 econ6mico en f:e 0 / ? S p~lses mas desarrollados habian alcanzadodo tenian 'que J'u~tificar Plohdtlco,.~n trastornar las bases del sistema, Cuan-, '. e ommlo de su poder liti rtipica defmicion de la R 1 ., M . po I ICO , recurrian a unasido hecha por los proletaer';'ouClOn. exicana COmo revolucion que habia

rirse al verdadero vinculo ~~~r:exlcanos par~ ellos mismos, pero sin refe-

contrario, se les separaba median~:o~ pr~leta~lOs y sus ~xplotad?res; par ely pobres dignos de conmisel'aci6n asdcomo. as categonas d.e fleas egoistassujetos diferentes con los que h ,ca a quien en su propio terreno, dos

ay que tratar en campos diferentes. De tal

f 22 A . Chavern Matamoros, El uerdadero CIt.onne de gobierno, rendido ante I C a es, CIt" p. 334. En su ultimo in-afirmaba: "Consecuente con el be. °dngf:e~odl 10. de septiembre de 1928 Calles

prin . . '. len eInl 0

programa d'6 '. ClPIOse trazo el EJecutivo Federal ara I " e acci n que desde unJOS problemas que presentan las disti Pt a .a~~rClo:n y resolucion de los com pie-sus .esfuerzos han sido dirigidos en tod: C~~~VIades que constituyen el trabajo,capital, para .obtener, como resultado inmedi a armomzar s.us relaciones con ely. ~ImeJoramlento de los trabajadores dentr a~o 'l la conservac16n. de las indus tr iasbilidadss que ofrece cada caso de moe margen compatible con las posi-las ac tividades derivadas de ambas f anera que puedan tener mayor incrementojus~o h~cer notar que, para el desar~~lloasd~e~s~~adorasde 10 . riquez~ publica, siendola lnteitgente cooperaci6n tanto de ob programa, ha podide contarse conde Me' . t 1 . ,. reros como de indust ' I " (L .

XICO an e a naCl~n, CIt., t. III, p. 849). ria es os presid ente s

32 0

suerte, resultaba licito pensar que la herencia de la Revolucion se delimi-taba como una gigantesca obra de caridad, que no se preguntaba siquieraP O l ' , su raz6n de ser, sino que se justificaba por si misma, La obra de ca-ridad se hace en beneficio del damnificado, es verdad, pero nunca en des-medro del que no necesita de ella, salvo, quiza, en el caso en que injusti-ficadamente se oponga a ella: asi veian los politicos mexicanos de los afiosveintes las tareas de la Revolucion.v No solo no se pensaba que la causade que hubiera pobres explotados era que existian ricos explotadores, sinoque desde el comienzo no se puso el menor reparo al principio de que losricos eran necesarios y aun indispensables para que el pais pudiera desarro-

lIar su economiaj'" esto jamas se pusoen duda. Sin embargo, nada ate-moriza mas a un rico emprendeder que un gobierno demag6gico que hacecontinuas declaraciones de fe revolucionaria y continuos llamados a las rna-sas. Que este era un problema grave que los dirigentes nacionales estabanlejos de resolver, 10 ponian de manifiestolos esfuerzos que de manera es-pecial hacia el general Calles para convencer a los empresarios de la con.veniencia de mejorar las condiciones de sus trabajadores. EI argumento ba-sieo consistia en demostrar que no se exigia nada que fuera mas alla de 10que ya se hacia en paises desarrollados y en los que imperaba el masabsoluto respeto P O l ' el propietario privado,

23 Cf., J. M. Puig Casauranc, De nuestro Mexico. Casas sociales y aspectos po-liticos, s.p.i., Mexico, 1926, p. 183: "La Revolucion Mexicana , . . que fue nece-

saria para modificar la estructura politica y social de Mexico, para ponerla deacuerdo con las ideas y con los sentimientos de justicia social que privan ~n todoslos pai ses clvili zados del mundo trajo necesariamente una nueva concepcion de losdeberes de los Gobiernos de Mexico para con las gran des colectividades del pals, yse entendi6 al fin que siendo Mexico fundamentalmente un pais de proletarios, encuya masa nota un minimo de poblacion afortunada y que puede por S1 mismaprocurarse los benefieios de la cultura y la comodidad, tocaba a sus Gobie rnos ponerde preferencia todo su esfuerzo en el mejoramiento de las dlases infortunadas, enel mejor encauzamiento de las masas la'borantes, en elevar la mentalidad d~ losatrasados y en aumentar, por todos los medios, 10 . capacidad econ6mica de millonesde mexicanos que por abandonos constantes y egoistas han sido hasta ahora un i-dades negativas para el progreso de Mexico".

~4 Los obreros, escribia Juan de Dios Bojorquez, confian en las palabras de Ca-nes, "porque saben que siempre cumple sus promesas y que en el antiguo revolu-cionario alien tan las mismas protestas y los propios anhelos y que sabe impedir II I

explotaci6n de las masas por el capital ismo, cuando este se torna absorbente y des-

leal .a la .comunidad ; pero obrerista y todo, es de los hombres que mejor compren-den la necesidad de apoyar 0. 1 capital para €I I fomento de la agricultura y de laindustria, a fin de que su fuerza colabore arnpliando y renovando en multiples.Iormas el rodaje general de la vida publica" (F iguras de Mex ico. Cal les, Sanchezy De ,Guise, Guatemala, 1923, pp. 91-92). AI contestar el primer informe de go-bierno del presidente Cal les, Ezequiel Padill a resumia la politica callista en el"firme prop6sito de hacer cumplir las leyes protectoras del trabajo sin desalentarel capital; de garantizar al capital sin consentir la opresion del obrero, que enesta ecuaci6n de la justi cia colect iva reside la armenia y la seguridad permanentede la nueva civil izaci6n" (Los presidentes de Mexico ante la nacion, cit., t. Ill, p.718).

~21

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Yo deseo -declaraba en cierta ocasi6n_ que las industrias fIorezcan y

se desarrollen. Yo s610 pido que haya mas humanidad en las relacionesentre industriales y trabajadores. Pido que los industriales se den cuentadel mundo nuevo en que viven, y que ya no yean en el trabajador alga

menos que una maquina y un poquito mas que una hestia, a la que seIe exige el agotamiento de todas sus energfas, a la que se exprime y lue-go se arroja a la miseria como un bagazo cuando ya no tiene jugo quesuministrar; 0 que, cuando muere, en el trabajo, es uno menos que enlas listas se raya y se arroja como un perro al muladar. y ~6mo pedi-

mos eso? No por la anarquia de las reivindicaciones violentas, sino den-

tro del orden y de las disciplinas sociales, a base de legislaci6n. ~Y esalegislaci6n es nueva para elIos? No 10 creo, porque seria dudar de su

cul1ura, ya que esa legislaci6n existe en otros paises, Lo que sucede esque fingen ignorarlo; y aun los mismos extranjeros, cuando llegan anuestro pais, viniendo de naciones donde existen esas garantfas para el

trabajador, SU coraz6n se contamina al ponerse en contacto con nuestr~sindustriales reaccionarios y sacrifican sus-se'ntimteAtos civi1izados aI facil

lucro de la explotaci6n del hombre. Nosotros, los revolucionarios, quehemos levantado estas luchas en nombre de los derechos del proletariado,tenemos el imprescindible deber de defenderIos; y si no 1 0 hicieramos,dejarfamos sin justificaci6n a la revoluci6n y serfamos solamente unosarsantes.25

No obstante, desprovistos como estaban de un poder aut6nomo a ellossometido, ni los patrones ni los trabajadores podian hacer otra cosa queaceptar la dominaci6n de aquellos grupos de politicos que gobernaban ~1pais despues de la Revoluci6n. Asi, el Estado se encontraba en una POSI-

ci6n excepcionalmente favorable para imponer su autoridad sobre todas lasc1ases sociales y promoverlas segun sus prop ios designios. Todavia por al-gunos alios debia constatarse e 1 hecho de que los gobernantes aparecieransometiendo a unos sobre la base de contraponerlos a los otros, pero elcamino natural del sistema comenzaba a diseliarse en un panorama socialen el que cada grupo tendria SU propio lugar y predetenninadas sus pre-rrogativas de comtin acuerdo can los demas grupos. Par 10 pronto, du-rante su gobierno, Calles dio Ia prueha mas evidente de que eI Estado

podia comportarse con entera indepenciencia de los grupos sociaIes, favo,reciendo ante todo a uno de elIos, los trabajadores, 0 mejor dicho, a susdirigentes. Todo iba a ser, empero, nada mas que un experimento, unatentativa pasajera que luego cuajarfa en el cardenismo para acabar deconvencer a los patronos de que eI Estado era un poder superior a elIoslllismos, perc que a la postre funcionaba en su propio provecho. E1 favorcon que era vista Ia Confederaci6n Regional Obrera Mexicana (CROM)

25 EI .Democrata, 14 de mayo de 1924.

3 2 2

da no s610 porque en. el go -d Calles esta fuera de toda du , de vital irnportancia, des-

I:i~~ri':de sus dirigentes ocupab~ f.:'::,,,..tario d, Industria, ~

tacando el caso de Moronr' que {ili~~ad y la virtual impu.~ldad cone 1~smercio y Trabajo, ° por a gran as oliticas, sino tambIen, ~rquactuaban los laboristas en. la~ ' pu~e h!cho constituyeron el ~mco grufoafiliados de aquella orgamzaclOn, 1 Hti~a laboral del gobIen;o en t'

de trabajadores beneficiadosaIPo.r amrJ'ores condiciones de trablaJo'b~osrne:. nto de s aries, 1 t 2'6 Desde e go ie ,

concer~l1ent~ a aux:;e laboral regular y favorab e, e c"

d

d estatal no s610

financiero, mspeccion . im oner la auton a, ' deMorones y los suyos s~ ~e~I~~so: ~c~pfar las demand as mas e~~~~:~e~ la

sobre los. Pdatronos~obl~~~~e los propios trabajadores 'l9.ue.6~e~e las clases."los trabaja ores, sino I odelo de la conci iaciCROM oblizandolos a aceptar ~ ~ 1 dirigentes Iaboristas e1 que

'1:> d r ejercido por os 1 CROM sobrePrecisamente era ese po. ~ 1 predominio aplastante .de a E 1926 la

promovia de manera esencla, eor anizaciones de trabajadores. n

Uaban

la

los obreros y sobre laJ de:ciitonef de afiliados; frente

1

a Cella~d~~ci6n Ge-CROM contaba con os 20 ilmiembros; a on . . ,C nfederaci6n Ferrocarrilera, con 3 m'

lmiembros: una asociacion com~-

n~ral de TrabaiIJ'ado~es'b~: ayp~~:! c~6lica, con 2 0 mil. m:em(c~~~~~esu~nista con 2 m rmemoros, , arte a campesmo I

lueg~ 1a CROM afiliaba en su ~ayor p opositoras no reunian en tot~

mill"'; cuarto) , P''" I:", a"",mc"'n~ n d, fuerzas no podia llevar ma~50 mil rdherentes.

28

Semejante ~orrtelad~otodas las organizaciones no comsultado: el aplastamien 0

que a un re. . . 110 Segun datos de la

26 Cf M R Clark, Organized LaboTr ib n ~eXet~O'191~51ubo '27614 tradbaja5d02r7eO., . . . . C rcio y ra alO, fl' t plantea os

Secretaria de In~~9tna, 19~~ey 10165 en 1927; en los clm lCa.~:onosen el 'primerdemandantes, 20 en ara los obreros y 195 para os p 2 930 y 643, res-decisiones fueron favorables P ente correspondieron al segunbdo~Ycit t III cuadroafio: 3276 y 396, respectlVam. d 't' el comercio y el tra aJO, .,. ,' It ro (La m us ria, "L

pectivamente, a erce . uellos Iideres: a

anexo entre pp, 430 y t31Jl~ de Ia ideologia que profes~baIl;~~s laborales mexica-21 Elilohablaba por. 81 • s Cl k- como otras orgamzaclO. ., los rogramas

CROM -escrib~ Miarjorie t~'carea:te d'e ideologia, Desde el PI~i~~!Oop~rtunistas.nas ha estado smgu annen. nos han sido absolutamente pr. d d La CROM ha

d. ' l", ,ruPd' 1 " " " " ' " oo~·""m, . ""'''O=''¥'' ~b~,; ; ' : n , ' tt.b.jo y " ' ' ' ' 4: ; : : : , ; 0 : : , , : , , , , : ; , t . : < : : " " " d . i;',ili,~~b~~ucl:'o,:,";; i n : : r e . . . . ' : ; ~ : " ~ : ; ; : . : ' ad~que en la destrucCl6.nd~l caPcambiarlo de alguna ma:t~ra'dSle~';ducci6n pero estogobierno que en me)~rar~ la socializacion de los me lOS ~ PHr su ter~er afio de

que su ultimo proPoslt~ bras" (op. cit., pp, 68-69). A~'du s~1irairosamente, apli-s610 ha quedado en p. a ue la SICT " ... ha po. I 0 conciliar los Ill-

gobierno, Caildlesodia l~;o~a~rterio firme, pero ecuJmfedi~~idad y la soberaniacando en to o~ .os cas s sociales, sin menoscabo .,e a. III 786).

tcreses de los distintos g_~uP~ede Mexico ante la nactT h

ct'b~ur 'P~blishing Com-

de la patria" (Los ted en Mexico and its Problems, . e da'ts Heritage, Appleton

pa~~,JL~d!,01~27, ;p~r3\rY f8i9~·8:~~~nts~_;{:r'M. a i . ~Iark, op. cit. , p. 65.Century Crofts, Inc., New or,

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prometidas con el gobierno la den . , . . ,de aigU.!1organismo no cont~olado egaflO~~b toda petic ion qu~ provinierata MeXlcano (PLM) W R por a M 0 par el Partido Laboris-Obrero Mundial y p'or esOtosend_?alazar, antiguo dirigente de Ia Casa del. . , s anos como s di hviejos compafieros. totalment 'l'd d uce ia con muc os otros de susI " ' e exc UI a e Ia pollti d I od . .

en os slgUlentes terminos el til . Iica e per, sintetizalos trabajadores que no se s es Ib morolUlsta de I~ "accion directa" contra

uma an a as deterrnmaClones de Ia CRaM.

EI terror, poHticamente tolerado . , .pistolerismo de los I'd ' s~ extendlo a toda la Republica. El

I eres trascend16 1 lecti id duna mancha de chapo t Ob a as co ectivi a es, negro comosalidas de las f/b . po e. reros contra obreros se abalanzan a las

a ricas se arrebatan I t b . dy se matan. j Viva M~rones' . V' 1e C~ ajo, se . espedazan la honrala vena de las u a' . I l,,:a a OM! iVIVa Obregon! Abresecunda y noble s~nrre sq~:te;gr~mlales y 1a sangre del prol;tariado, fe-

mienza a desbordar sin ue a~ ~ ~ntra. en la concepci6n de Patria, co-son benefices sus r~sultad e I s ado mtervenga, porque se Ie dice quea1 Gobierno.ao os Y 0que es provechoso a la CROM 10 es

Por extrafio que pudie h b .a traves de Morones 10 r: a er p~~eCldo, los dirigentes de la CROM, que

mercio y Trabajo, se senti~~n o;amfl~n de la S~cretaria de Industria, Co.sus . trabajadores daban 0 lant~ 0 os,. no preClsamente de las luchas queque ellos mismos lograba p . a an, smo de las luchas que no daban 0

n conjurar ,

Fue un motivo de orgullo ara la CROClark- el que tanto el P M -constata Ia norteamericana

numero com I' id dcrecieran en e1 tiem 0 a mtensi a de las huelgas de.

Industria, Comereio r; ~~a~:j~.~orones fue secretario del Ministerio de

Pero, en realidad, todo ello euadrab .que Morones y los suyos habi I'd a per~ectamente bien con el papeinizados bajo su mando ya la~ a~~Oado asignar a los trabajadores orga.

se afirmaba que Mexi~o eren

aiM 0 ya en el PLM. Por una parteI· " a un pa s de prol t . 1" 1

revo uctonario implicaba aqu] I 1 . ; d e anos y que e movrmiento1 a e evaclon e la clase de los proletarios.v

. ~ "El primer resultado ob i . . . .slflcaci6n d~ la actitud autoc~~ti~: la PO~lC16~OflCI~de la CROM fue una inten-

za~ l~alla las uniones independi:nt~~~lt(~a :aC~ e~obrero 'libre' 0 desorgani-Sl ! v i Raazar, L£deres "sindieatos Ed T C· M' d IarM' ,ol?' cit., p. 111).sa E' . Clark, op. cit., p 119' . . . 0 eo, eX1CO,953, p. 77.

n 1927 el licenciado Vicent~ L b d~asj pero estimamos que hay mas cos~m ar 0 Toledano escribia: "Somos marxis-e M~rx. Creemos que sin ser a1 ui I?n el mundo de 10 que pens6 la filosofla

~:vyI6Mn,d~ una clase, no se pue~e e~n~~fu~i~erfpersonalidad, sin trabajar por la. eXICOes, en la inmensa : , e lcazmente a la libertad del M

el proletariado. Hagamos, pues,a l~a~~~~iad:ietus hlabit~ntes, un~ sola clase soci~r;pro etariado mexlcano, para unirla

32 4

Jmientras que, por otra parte, se estimaba que antes que e1 triunfo de lostrabajadores mexicanos estaba e1 supremo interes de la reorganizaci6n eco-n6mica del pais. aa Los laboristas mexicanos, se pensaba, diferian de losbolcheviques en que estos 'buscaban la transformaci6n del sistema imperan-te, recurriendo a la violencia, mientras que los laboristas mexieanos pre-tendian socializar la riqueza mediante una evoluci6n lenta.84 Los resultadosde esta politica no podian ser otros que 1a total sujeci6n de los trabaja-dores a la linea adoptada por el gobierno de Calles para las relaciones

a los proletarios organizados del Mundo. Porque somos mexicanos pertenecemos alproletariado mundial; porque somes miembros del proletariado mundial somosmexicanos" (V. Lombardo Toledano, La doctrine Monroe y el movimiento obrero,'Talleres Linotipograficos "La Lucha", Mexico, 1926, p. 62). El mismo Lombardoafirmaba en el sene de la VI Convenci6n del Partido Laborista: "El Partido La-borista no es un grupo aleatorio de politica electoral, como otros muchos que sehan Iormado y luego desaparecen cuando desaparecen las circunstancias del mo-mento que les dieron ser; es un Partido de clase, expresi6n genuina de las luchascivicas de una organizacion obrera. La doctrina central que sostiene es el socialis-mo que tiende a la transfonnaci6n de la sociedad, a acabar con ~a estructura actualhumana para llegar a una mejor orgarsizacion colectiva, que quiere socializar lariqueza, entendiendo este termino en su amplio y buen sentido" (PLM', VI Con-venci6n. Boletin. oficial de Cos trabajos verificados del 29 de agosto al 2 de septiem-brs de 1927, Comisi6n de Informacion, Mexico, 1927, p. 18).

83 El apologista ingles de Morones, J. H. Retinger, escribia, en efecto: "Moro-nes, como ministro y como Iider obrerista, ha convocado a un armisticio para tomaraliento y fuerza en la obra de reconstruccion econ6mica del pais. Los quince afiosde lucha, de verdadero combate, han minado la vida econ6mica de Mexico. Pararestablecerla precisa mucho trabajo y no poco tiempo y capital. Es de tan vitalimportancia para el pais su reorganizaci6n econ6mica y que esta sercalice cuanto antes,que a veces parece razonable dar preferencia a tan importante asunto mejor que a lacompleta victoria de las rnasas obreras" (J . H. Retinger, Morones de Mexico. His-toria del movimiento obrero en ese paiS, s.p.i., Mexico, 1927, p. 119). "As! seexplicara -escribia Lombardo, a su vez- que la CROM, representando un mo-vimiento socialista y no s610 sindicalista, se una, a veces, al Gobierno mexicano,haciendo suyo el programa de este: y es que el Go'bierno ha luchado siempre pordefender no 5610In Hamada soberania de la naci6n, sino las fuentes de la riquezapublica de donde debe surgir la liberaci6n econ6mica del pueblo, y que constituyen,precisarnente, el objetivo de la embestida del capita1ismo internacional" (V. Lorn-hardo Toledano, La libertad sindical en Mhieo, cit ., p. 125) .

34 EI propio Lombardo explicaba en la mencionada VI Convenci6n del PLM: "EIpunto de vista socialista es cambiar el actual estado de cosas en las colectividadeshumanas 0 'bien por un sistema rapido y violento para acabar con las formas degobierno 'actuales y llegar aIa dictadura del proletariado, como en Rusin, 0 sociali-

zando las riquezas por medio de una transformaci6n lenta. Los laboristas de Mexi-co". no son bolcheviques, no quieren transformar por medio de In violencia lasociedad, pues piensan que hay utopias que son un crimen ante las clases trabaja-doras porque conducen al fracaso como le sucedi6 a 10s laboristas de Italia" (PLM,VI Convenci6n, cit., p. 21). Eduardo Moneda, secretario general de la CROM

despues de que Morones se hizo cargo de su Ministerio, daba cuenta de este realis-mo politico de los dirigentes obreros en los siguientes terminos : "En los buenostiempos de la fundaci6n de la Casa del Obrero Mundial, en esta rnetropoli, seproc1amaba la conveniencia de que 10s obreros constante, perennemente estuvieran

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entre el capital y el trabai 0 la ' ,nivel insospechado El eje~p'r ;orru

lpcion de los dirigentes obreros a un

Morones: ' 0 mas c aro de esto ultimo 1 0 daba el propio

Vestido de riguroso frac -recuerda R dbrazo, ensortijados los dedos 1 ' osen 0 Salazar-, con el abrigo al

oja~ de la solapa, se presenta6a eel~[dsan~e~o blanco y aristocra~ico ~n: el

tenian por objeto establecer s f er e a CROM a las reuniones quede la publici dad y la pol'f u am~ de hombre publico en las esferas

practice. c l Que utilidad p 1,1~~ cornente, Era el prototipo del hombre

sacados de la nada? Pr ~~c~a prestaban a la Naci6n esos individuos

demas, vino para el1~s,85 ica an agua y bebian vino ; agua para los

La misrna colaboraci6n signifi b 'patronos, por cualquier lad ca f u~ platillo servido en la mesa de losen realidad, no fueron poco qluese e VIera, y no en la de los trabajadores;in I' os os casos en que hI' lc uso conjurada a expensas de I t bai una ue ga era negociada 0

te, preferian el arreglo 0 el c o~ ra a),adores; los lideres, evidentemen-

lugar, a los patronos y en ~nvendo PlrevlO,y esto beneficiaba, en primer, egun 0 ugar, a los lideres mismos, Por 1 0

hostilizando mas y mas cad di l' .~~slase.ndexto~sionaJ:lo,a finade I~b~ga~~~u~tr~al;efue .por todos los medios posibles

las ~tiNdadstnd' yla que las ,Peticiones de su~eobre:lsmo rObvocase la socializacionh es e a negociacion Pero e t s resu ta an muy superiores a

y oy, co?"l~ e:x;periencia de la' lucha dia~iaces... chamos un pufiado de sofiadores,',fro del sindicalismo allende el Atlanti y fon 10,que nos ha ensefiado el pro-egado a la conclusi6n de ue or ICOy en os parses de este Continente hemosfacer prosperar a la Naci6n

qente~a :i~bl d~nos, para proteger la industria y as!

de, en el ~erreno de los hechos, pu~da da~ :1~bme"a (~uella,. sino 10que 16gicamen-nos.a ba 0 por el Comittf Central de la CR~r;{ d emona de los trabajos lleua-o~:emRrSBde 1924, al 10. de maTZOde 1926 '. uMr~n!eel ejercicio del 23 de

. . alazar , op. cit. p. 75 E • s.p.t., ~XICO,1926, p. 32).del movimiento laboral :nexican~ {~fsst Gruemng escribia en 1927: "La cabeza

dmebro. Posee. rnuchas. propiedade~, inclu~~ Moronr;s, .se ha ,:,uelto. un hombre den!>m re-. Vive prodigamente Luc' una abnca textil -51 bien no a su

viles, SublParrandas, escenific~das c~d~ofined_0Sde una media docena de automo-

~~bidota ,es p~r ~u extravagancia orgiastica,eE r i ana e~ el suburbio de Tlalpam,

inter~~ ~i G:~g~~~:i6~~~~~~der~~e de trabaj:d:r~;~O~i!ue p::a ~~ s~~~a~ill~

~na piscma, boliches, campo de te~s y c~ncha ~dfro~ton con su recinto de acero

1cos,.ponen. a este club en un nivel de I}es resi ~ncI~s con una corte de dome~~hOShllllfnanos de los Estados Unidos Lo Jd : que solo igualan los country clubs de1ec 0 •amosos, y aunque no tan ~ J la~antes del camarada Morones se han

~1c~fl~:t~rab~OlMa satira, se. estim:r~~ dig~~std~ ~ : n e t ; o s como los pr~·en!ant a.. Inofensivos en s' . a e ensa en la publicacion

e~~':"~iE. t..:l::,,": ' i £ ~ . ~ O ~ · ; : ~ h : ~ ' d o~~to d~.;,~a la ai~ra dones nata menos que a un' salvador' deII em~~rgo, no faltaba quien

~"'i l l o n in; :" 'd~J\i,:~1l i : r u ~ d';''fI;':~PM"; 'd o l I ~ : : : ; ; " 1 6 . ' G ! " , , : 1 1 n ~• • ' 0 Brn MeXICO and i ts Problems, cit.,

326

demas, el que una huelga pudiera ser dec1arada ilegal, constituia siempre

el supremo recurso para que cualquier movimiento de los obreros que arne-

nazara con desembocar en la huelga cayera, de una u otra forma, bajo el

ferreo control gubernamental. Marjorie Ruth Clark hace al respecto la

siguiente aguda observaci6n:

El departamento de trabajo registra y tabula unicamente aquellas huel-

gas que han sido dec1aradas legales.. , el registro de las huelgas ilegales

"no tiene chiste". Pero las huelgas ilegales son con mucho las mas impor-

tantes que ocurren. Esto fue especialmente cierto durante los afios de

1924 a 1928, cuando cada huelga que no estaba dirigida por la CROM

era considerada ilegal.3'6

Se comprende que el modo en que pensaban y actuaban los dirigentes

de los trabajadores no era de ninguna manera un modo de pensar y de

actuar que tuviera su origen en la libre capacidad de decidir oportunista-

mente 10 que a ellos convenia: era tan s6lo un correlato de un unico

modo de hacer politica, que era impuesto desde arriba y que no se expli-

caba fuera del orden establecido.\

Ellaborismo -decia Calles el 10. de septiembre de 1926--, como prin-

cipio adoptado por el Gobierno Nacional, como orientaci6n de las masas

trabajadoras Y como sistema de organizaci6n econ6mica, politica y social

ha entrado en Mexico de Ileno a una nueva fase de su evoluci6n. A la

pugna sistematica suceden la cooperaci6n y el sentido exacto de lasresponsabilidades correspondientes a cada factor econ6mico. El adelanto

de la industria y las funciones actuales del Estado, imponen ciertos de-

beres y consagran determinados derechos al Trabajo Y al Capital."

Es verdad que los lideres obreros mostraban tener un dominic absoluto

sobre las masas trabajadoras,as pero tal dominio formaba parte, 0 era in-

cluso un reflejo, de la mecanica autoritaria que paso a paso, lentamente,

se iba forjando para asegurar el control total y definitivo por parte del

nuevo Estado de las masas trabajadoras. Calles veia en los sindicatos, Y

en ello dejaba ver cierta influencia de los mode10s corporativistas que se

estaban desarroIlando en la Italia fascista y poco despues en la Alemania

hitleriana, organism os que no s610 debian beneficiar a los trabajadores,

36 M. R. Clark. op. cit., p. 120.37 Los presidentes de Mexico ante la naci6n , cit., t. m, p. 7 47 . .aR Lo hace notar, con atingencia, la estudiosa norteamericana tantas voces ct-

tada cuando escribe: "Los Ilderes de las organizaciones mexicanas tienen un podere influencia exagerados sobre las masas. La democracia nunca ha existido, ni existehoy, dentro de los sindicatos. Cada sindicato, cada federaci6n de sindicatos, estabajo el control de pocos hombres, quienes afio tras afio se t\lman 1 0 5 oficios ejecu-tivos -a menos que ,una revoluci6n en los sindicatos los desplace" (M. R. Clark,

op. cit., p. 261).3 2 7

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sino tam bien a los patronos:

Sin disputa f' bb I

-a Irma a- Ia org . . ,ta es ventajas en el ord .a

Ill1zaclOndel trabajo ha producido

tambi" h . en SOCia y econ6 . no-die t en a, sldo. de positiva utilidad rico para los obreros. Pero

a os actuar: slempre Como re I para os patrones, porque los sin-con las ventaJas naturales que gu ad~es entre el capital y e1 trabajo

se pue en muy bien imaginar.311 '

En otra ocasi6n 1'. ' e general sonorense declaraba:

Los smdicatos en la f

un fen6meno' . l' .erma que ahora funcionan d .Ia Edad!vI ~OClOoglco caracterfstico de 1 ,., pue en estImarse comoIimi . edia los ayuntamiento . . a epoca presente. Asf como en

l~~~:~?~aio~d:~n f~~~a~~sC~~~~;ie~d~;I:~~~~ ~~i~~~::~o 0J:s~~n~~bfe~~a

capltahsmo, sirviendo en ocasioJ~ h S de limitaj- e1 poder absorbente dei

due~.q~e ~odestruyan. El sindicato u~~a para protegerlo de posibles ata-e IsclpIma, de civismo y de solidfrid ~ ser, bien organizado, una escuela

a , que buena falta nos hace.w)( exactamente c

Calles los sind' omo ~contece en un regimen d . .del Estado) icatos debIan estar en la poHtica ( e til~' corporatIvo, paradieat d pero no hacer politica' desd 1 en a estructura social"fili °dno ebian renunciar a su ~ct ., e uego, lo s componentes del sin-a I ia os a la 0 '. uaclon en la polItic

derechos ,. rganlzacl6n sindical debfa c id a, pues no por estarCIVICOS;pero el sindicato onsi erarse que perdian sus,como persona moral c '. ,de accion toma d ' omo orgamzaclOn social, se saldrl'a deeco ,. n 0 parte en Ia pcliti su circulo

nomicos i perderia el sindicato ica, rorque sus fines son netamentecampos aIeJados de sus prop6sitos, su caracter y SU funcion, invadiendo

y esa desviaci6n acab ' .que un sindi t dana por dIsoIverlos 41 •Q ' . ifi

pasara a ser ~~ 0~er~a~:~~~aCi6n ~e !os' int~res~~ ~~~I~~:bd~ ~~:onces, el

er~ esto hacer poHtica? CIar~e:~d~~rlOentre el capital y eI trabaj~~n:N~

6~~n den ese caso hacfa polftica er;' efe;~b con Ia gran diferencia d'e c. quedicato e que era la politic a del gobernante ~rnanted Ydno el tr?-bajador, 0

. a ver ac era POlitica del sin-Al. nombrar ministro a Mar

:O~~I~~d~~bb~Il~~:S~~b:P~[e~~~~~d~;~~c~r~~ ~~c;~~:r ~~~ftf~~C~~~~

89 a e Instrumento de su polftica40 En, A . Chaverri Matamor EEl Dem6crata 18 de b 'losd' 1 verdadero Calles, cit ., p . 406.

41 Loc. cit. • a n e 1924.

32 8

conciliadora, Esto 10 vio perfectamente bien el norteamericano Gruening,quien escribi6 a prop6sito:

Calles ocup6 su cargo identificado por completo con la CROM y llam6

a Morones al gabinete, para ocupar el importante Ministerio de Indus-tria, Comercio y Trabajo. Aparte los beneficios politicos implicitos, ladesignacion del destacado dirigente obrero en ese puesto estaba repletade posibilidades de exito. De tal modo, se preveia la centralizaci6n dela responsabilidad de un desarrollo armonioso de las relaciones entre el

capital y el trabajo, Ello condujo al trabajo a una comuni6n de respon-sabilidades. Le ofrecia la oportunidad de demostrar que sus aspiracionesno eran ruinosas, sino conformes con la prosperidad nacional. Desdesu nueva posici6n, el dirigente de la CROM podia dictar, dirigir y de-terminar la politica lab oral y crear un modus vivendi entre capital ytrabajo. Tenia absoluta mana libre. Calles 10 sostuvo indefectiblemente,y la renuncia de dos ministros del gabinete, Valenzuela y Pani, fue, por10 menos en parte, debida a su hostilidad hacia Morones. Tan determi-nante era su influencia."

II

~

Es posible que para el obrero comun y corriente no haya habido secretosen torno al significado general que revestian las relaciones entre Moronesy Calles y que sin mucho pensarlo identificara en el primero a un simple

instrumento del segundo. En el caso de los lideres de Ia CROM y delPLM, en cambio, sus relacioncs can el presidente se cubrian con la ilusi6nde una alianza libremente concertada entre el gobierno y las clases tra-bajadorasrv para el presidente de la Republica, en realidad, su alianza

42 E. Gruening, op. ci t., p. 359. Pot su parte, el 3 de diciernbre de 1924, enel sene de la Cuarta Convenci6n Panamericana del Trabajo, Morones pudo afir-mar: " ... debo aclarar en esta ocasi6n... que sin vacilaciones de ninguna na-turaleza, sin debi lidades que pudieran considerarse como traiciones en este crl ticomomenta en que vivimos. el rnovimiento obrero se considera ligado absolutamenteal actual Gobierno socialista" (Memoria de los t rabajos ll evados a cabo PO T el Co-mite Central de La CROM, cit., p. 212).

43 El citado Lombardo Toledano, en ocasion de la visita que hiciera Calles ala, VIII Convenci6n de la CROM, afirmaba: "El Movimiento Obrero Mexicano,representado en esta Gran Convenci6n, saluda a usted como Primer Mandatario

de la Republica y al mismo tiempo como el mas alto representative de la Revolu-ci6n Mexicana. La clase obrera de Mexico siempre ha visto en us ted, senor Pre-siderite, senor general Calles, a un verdadero abanderado del movimiento obreroiniciado desde 1910 en nuestra patria, y ha estado de acuerdo -usted 10 sabemuy bien-, absolutamente de acuerdo, en la politica y en la conducta que, comolider de la Revoluci6n ha seguido en todos sus afios de lucha, y al mismo tiempo,ya oficialmente, como Presidente de la Republica ... el movimiento obrero repre-

sentado en la Confederaci6n Regional Obrera Mexicana, respaldara en to do laconducta del Presidente Calles, si empre que el Presidente Calles este de acuerdocon el movimiento obrero mexicano; y hasta hoy 10 ha respaldado, porque la con-dici6n se ha cumplido con creces. Por eso el movimiento obrero esta con el Pre.siderite Calles. Y he tenido la honra y satisfacci6n de decir al Presidente de la

329

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era con los lWeres obreros con nadi ,de las masas trabajadoras y la Ie. ;nas,y tenia por objeto el controltereses lirnitados de las p y. prornocion del sector patronal y de 1 0 .Es verdad que conf rop~as masas trabajadoras. s m-

fue haciendo el desdenor:~ ~ee Pfsando el tiempo mas y mas notorio se

~Hnnu~~ celebre entrevista q~e ~z~gq~:la~~d~lliles lse hr~feria a los obreros.o. 1 a e lZO en 1933, Calles

Los obreros ... necesitan de las le .que choquen entre sl, Si antes se cciones ?e la experiencia. Es necesarios610 convencimento les parece a pretendl~ra u~ificarlos, seria inutil, El

que el senti do de la realidad s610v::es res~stencla y no orientaci6n, por-for eso considero necesario que 10 ~dqU1ere con la experiencia propia.o que es asequible y 10 ue es s, o. reros. prueben en la ruda practica

obr~~os choquen entre si be ll'utOPl~Oe, mconveniente. Es util que lo~

le~clOn: la de que nada es a p~~~~u ta.ra e1nbre.v~ ti~mpo una fecunda

o reras.+' e sin a unificacion de las masas

I Sin embargo, ella no quiere d .a ca,Pacidad organizativa de lo:c~r 6u~ ?alles hubiera "perdido" su fe ens~meJant~ fe, y en aquellos tiem o~ae aJac ores; en realidad, el jamas tuvot i C ? mexicano: su trato con lo~ I'd sto ~o fue malo para el sistema poli-va or para los grupos que sucedier eres ue una experiencia de inmensomasas en el nuevo estil d .. ,on a Calles en el poder ; forme 1d T' 10 e surmsion q , ' a as1 e 7-0Vl izacion perrnanente, la de la due se Jeq~er~a, con un modo tipicooca izado, y con un espiritu d e:nan a Iimitada y del movimiento~a aut~)fi~ad del presidente a ~aa~atrT-~nto a} s~stema. autoritario, desdeesradicalizar los conflictos y term' e II er mas inmediato, que permitiapero sobre todas las cosas el ,. mar os en el momento mas oportuno ;

c?nciencia nacional la co~vicc~~~~en de C t lles acab6 de consolidar en l~cleI_1temente fuerte como para trata e qu~ e 1Es~ado mexicano era ya sufi-socl~les e imponerse soberano sobrer, t~dlguall distancia, a todos los grupos

. ~m duda, Calles dej6 tambien u .os e os.cidieron : el haber dado un oder nti:slVo. ~n ella todos sus criticos coin-

p amplio al grupo moronista ayud6

Republica, que seg . 'en un pro ., uimos respaldandolo por I .datario r~~~ ; lO;1el Presid~nte CaUes'sigueq~:~d~ condicion sig!le. siendo 10 que

voluci6n" (CRO~ mVll~a~rtO honesto y el mas ~~ mandatario ,Justo, un rnan-:W al 26 d ' onvenci6n. Boletln r' l / representative de la Re-

jante esti1o~~~:t~r~e d~927>9?,misi6n.de Pren~:,C'I~e:cJosl~27bajos ueri'[icados del

hacer una larga escuela sUiT?n s.ervil y de fingida d'g .d d' ~p. 34-35). Serne-Lombardo tuvo una res en a. 1_lstOrtaosterior de nuestr~m;t e grupo, llego apoco ac1arada. ponsabilldad de primer orden hasta y en ella el propio

44 El general Call ~ que asta el presente ha sido

dan Bzequiel Padill es senalfndo rumbos. Conuer .Exteriores, Mexico a19~~1 Mex

2ico Actual, Imprentasad~o~esS con el, senor diputado

• ,p. 4. a ecretaria de Relaciones

330

es verdad, a pulverizar toda r~dicalizac~6n del movimiento ~brt: ro, neutra-lizandolo y reduciendolo a la lmpotenCla; pero en el remedlO iba el mal:

aparte los grandes resentimientos que la politic a de Morones iha sern-brando a su paso la desintegraci6n de las masas no permiti6 que se crearaun verdadero co~senso en torno del gobierno de la Revoluci6n; los pode-

res extraordinarios de que gozaba .la camarilla de Morones se promoviansobre la base de acentuar la divisi6n de los trabajado

res, Y pese a la abul-

tada membresia de la CROM, cuando a esta le llego la hora, se hizoperfectam

ente. evidente que.la organizaci6n como tal era un fantas:l1~ Y

que los "dos millones de mlembros" de que tanto se alardeaba no eXlst lanmas que en el papel. Fuera de algunos lugares 0 de algunos centres de

trabajo en los que de antano habian tenido un fuerte arraigo los laboristas(e l caso de Atlixco se hizo famosa), la CROM se derrumb6 como uncastillo de naipes y hasta el mismo Grupo Acci6n comew'o a padecer Inenfermedad de las deserciones. Todavla debia venir Cardenas para que lostrabajadores mexicanos conocieran por primera vez la experiencia de cons-

tituir un verdadero grupO social con su organizaci6n, integrada en el siste-ma, pero reconocida como una autentica organizaci6n de clase, en primertermino, por el mismo gobierno, Y con su esfera de intereses (limitados)

plenamente constituida.

3 . E l pr oblem a agr ario

Calles reconod.a la importancia de la cuesti6n laboral, como que en ellase fundaba su propio poder (se decia que Obreg6n se habia apoyado enlos campesinos, Calles en los obreros) , pero aceptaba que esa no era la cues-

ti6n esencial:

\

1\

El Gobierno ha creido siernpre _afirmaba en febrero de 1926-, despuesde un examen detenido y minucioso, que necesitan de su protecci6n laindustria y el comercio, en los actuales momentos, para conseguir su

desarrollo; pero la agricultura, que debe ser la principal base de la riqueza del pais, necesita su mas preferente atenci6n. pose cmos grandescantidades de tierra; pero no podemos explotarlas ficilmente por [alta

de irrigaci6n, Y al estudio de este problema me he dedicado personal

-mente con todo carifio, porque tengo la intima convicci6n de que s

resoluci6n traera la felicidad de la patria.45

No cabe duda de que tambien en este reng16n Calles represent6 tod

un avance en el proceso de consolidaci6n del sistema politico y social dla Revoluci6n Mexicana. Como en muchos otros puntos, el antiguo maes

tro de Sonora respondia al impulso que venia de grupOS politicos qu

buscaban superar la inestabilidad propia del regimen caudillista y dar un

45 EI Dern6crata, 18 de febrero de 1926.

3

, de concedida I t! tierra,

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salida permanente a problemas que el caudillo habia venido tratando me-diante tipicas soluciones demag6gicas, en especial en 10 referente al pro-blema de la tierra."

Para Calles, la tierra cultivada constituia la verdadera riqueza de lanacion;" y el problema agrario debia ser tratado como un problema deorden tecnico-economico y no como un problema politico." Esta opiniones semejante a la que sostenia sobre el papel "econ6mico" de los sindicatos.

Evidentemente, el acento pretendia cargarse sobre la tierra, mas que sobreel campesino, y hacer de ella el punto de partida para que el Estado lle-

gara a tener un tipo de intervenci6n superior a aquel que habia venidoconsistiendo, casi de manera exclusiva, en dar tierras a quienes no las

tenian orestituirlas a quienes las habian perdido. Se trataba, en una pala-

bra, de reivindicar ipara el Estado una direcci6n exclusiva en la formacomo debia marchar la economia del campo; servirse de los repartos agra-rios como una simple medida de pacificaci6n de los conflictos propios de

las zonas rurales, para desentenderse a continuaci6n de 10 que en estaspodia suceder, era una soluci6n de cuya eficacia politica se empezaba adudar, no s6lo porque la pacificacion en cuesti6n era unicamente pasajera,

pues menudeaban los casos en que la conquista de la tierra venia aparejadacon nuevas formas de explotaci6n del campesino, por parte de caciquesde pueblo, comerciantes, acaparadores, usureros, etc., que creaban nuevos

46 Cuando mas ligado se encontra'ba a Obreg6n, Calles parecia aceptar algunasde las ideas basicas con que el caudillo sonorense concebia el problema agrario,En septiembre de 1923, por ejemplo, decia: "La tendencia agrarista de la revolu-ci6n que vive y alienta en nuestros campesinos, no puede suprimirse sino satisfa-ciendo esa necesidad nacional, La soluci6n esta en nues tras leyes y 5610se necesitacontinuar la lucha ernprendida para hacerlas cumplir, La acci6n agrarista hayque desarrollarla con tada energiay sin vacilaciones, pero dentro de metoda y ~eorden, para no quebrantar nuestra producci6n agricola, e ir a perjudicar a los mrs-

mos que tratamos de beneficiar. Por la relaci6n entre nuestra poblaci6n y la exten-sion de la Republica, as! como por el estado de cultura en que se encuentran lasmasas campesinas, y por los pequefios recursos que poseen para el cultivo, seriainsensato llegar a la pulverizaci6n de la tierra. Yo abogo y lucho porque se cumplael programa ejidal de Ia revoluci6n, porque es la reivindicaci6n del derecho a lavida de los pueblos; sat isfecha esta necesidad, e l fraccionamiento de los lati fundios

que no hayan sido afectados y que constituyen POl' su extensi6n y por su sistema decultivo un monopolio de la tier ra, debera hacerse por procedimientos evolutivos,ampliamente estudiados y meditados, que tengan como respaldo un sistema firme·de credito agricola y la organizaci6n cooperativa de los carnpesinos. Para esto debedarse oportunidad de obtener la tierra, en primer lugar a los elementos de nuestrapo'blaci6n de energias y de trabajo que ya pose an ci~rta experiencia agricola, ydespues, por tratarse de un pais de escasa poblaci6n, debe fomentarse la coloniza-cion.o inmigraci6n de campesinos de otros paises, 10 que s610 podra efectuarse enlas tierras que se abran al riego mediante obras serias de irrigaci6n Mas toda latendencia revolucionaria debe tender a que la tierra quede a disposici6n de quienesdirectamente Ia trabajan" (El Dem6crata, 27 de octubre de 1923).

41 Los presidentes de Mexico ante la nadon, cit., t. III, p. 800.48 Op, cit., t. III, pp. 742 y 839.

d spues· . "I.'sino porque, e . b e el campeslIlO }

Ymas temibles descontentos

r, ningu n control efectIVO so r ' I " : r ~sta l)olitica

I 'a a tene 'I para supt... ' ~ de sel Estado no vo ~l C lles encontr6 la formu a . t 0 cuarenta atlas es-sobre su economta. a 1 • , integral" Y que trem a

1 '1 llam6 la "so uelOnen 0 que e roodapues volvi6 a ponerse de' , en cierta ocasi6n- ha p.ro-

. ., I le es agrarias _.decla hi nos revolticionaooS,La aphcaclOn de aSbeJeficios deseados por los C ? ~ ler. n' mi conccpto, endt lcido, en parte, ~o~n de modo total estos be?eftClo~, cun mo~lo completo

pero no se obten a~orde el problema de las tl~rr~s t~rra sino Ia g:trantia

ta?to qu~ no se omprenda no s6lo la entrega .e a. dot ado tambi(.n de

~:~~grp~od~~~i~n, haciendo que eclrqe,~o~an:~~~~i~~apara el cultivo de las

. . plementos Ylas semillas, aguas, im• 4~

nerras. " I 'ntcnci6n de fo)'mar£ '1 b n MeXICO a I ' .'

Q.. , a desde entonces se per 1a a e odelo y un grupo favorltoU1Zayde campesinos que fuese un sector m to de vista politico y eco-

un~ cltas~ente integrado al. sistema, desde .~l PU~enitud sino algunos lustrespe

6r ~c a de cualquier modo, esto no ocurno a p era que cl Estado estaba

n fiICO' ident r entonces' ' , . Imas ta;de. Lo que ya era eVI e~te. po a uel osttllado constlt~lCl()na que

preparandose par~ poner en pra~tl:dadqlas ~odalidades que Jtlzgara con-1 0 facul taba para lmponer a la pr p .

venientes. do se ia siendo el refor-/.amlento

Desde luego, el verdade.ro t~16n del~0~evolu~6n habia proyectado, es~(~de las relaciones de prOple?a

ddque. ad as pero acoIl1odadas a las r,lUev(\S

es unas relaciones de prople a pnv t" n como mira moderOll.ar a, . ' .cas que erua . ,.' ta

condiciones sociales y economl" italista emprendcdor, prop;resls '.'Mexico convirtiendolo en un pais. cap al enrl uecimiento de quien qt~l-

enemig~ de los privilegios, per~ ~bler~~ ensefia \ ajo la cual =.CO~ll~)attsiera hacerlo con el nuevo esplflt~t i 0 regimen no tenia mas Slgmflclldotodo aquello que representaba a a gu

ue este: espiritu de empresa. I 'q. .' latifundista Y conservadora de paIS

Los reaccionarios y la anstocr;cta .vas a S l mismas y pretenden tener-estimaba Calles-;--, ~eHamar: d-e~~ Vlara seguir dirigiendo este pueblo

un derecho heredltano 0 C~SI IV~ Pplotarlo despiadadamente y tenc;-

por el que nada han hecho u~ra e e:x: ra que se les entregue ma10 siempre sumergido en hla ~gnor~nc~~gl~: estos latifundistas. .. POl' lindefenso. lQue han hec 0 uran e

, "El1924 En otra ocasi6n declaraba: pro

49 El Universal 10 . de diciembre de l' lbo yo como un problema integra

~le~~s~~~i~~ ~~~nc~!~:e;J;u~~to~~~~~£ ~ru~~r~asla ifu~d~~i~~n d~l ~ % d i t~ o~~e uefia propiedad, el aprovlSlo~amlen 0 r~ rama suicida, es obra emmen-fa qverdaderamente nacional , le jos d~ ser ,~n(lz }3em6crata, 12 de abril de 1924mente constructora de blenestar Y nqueza

3

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agricuItura nacional? .D' d 'yeron para . c on e estan las obras d '. . ,agricola q ~segurar su cultivo? lD6nde 1 e IdrnlgaclOnque constnj,J ' ue lmportaron d ~ ,os a e antos de mec' .a tIerra, al grado de y e que ya goza la mayoria de los a' anlca

:~~ prod uctos agricolas ?q~o ~~e1~~ hveni.r a competir1os en bar~t~~~ ~~

cu1t~v~~o~eJ{lbli~a. yo s6lo he visto \ ~ ' 1 : ~ 0pesar de, que he recorrido

~:~;orales ~e ~s P l ~ : I t : ~ ~ ~ :~bl:is~e .cu1tf:

e

dx:~~~rh:c1:n~O:s, c::)~:s y taclturnos d 1 ~ ernma caravana de b .

trando aI ' y e peon, miserable 1 ueyes, reslg_'. par que un arado e" . . Y . exp otado, que van arras-

mlsenas y de sus tristezas.50 glPCIOy pnmltIVo el fardo inmenso de sus

MOdernizar al 'men te el pais: tal era el t!tulo 1 .grandes ex~~ev.o regImen. Debian const~f:: e cual ". Just~ficaba amplia~colabor nSlOnes d~l pais que no las t re ~uev~s. ':Ia~ ferre.as para las

ar con el goblerno fund . e:lJa~, la InIClatJva privada debla

~~~}?Cid~ Ia agricultura; ~e nece:~t~~aInStJtuclOnes de credito para el fo-

dernizac~6~~51con metodos modernos de c~~~v~~a~dds zOllna~de~ pais fuesenh d _ .. 0 0 e 0 lmphcaba la rno-rero e nlng'

proces d . un otro factor esper bpropie~ad e t~ansfor~ac~?n de l pais ~r:o t~~tof el general Calles en este

me . y a reahzaClOn de esa ' ti e racclOnamlento de la granXlcanos que 1 mis ica esper d 1

pietarias naci era a p eq u ena p r op ie dad co an:;;:ade os revolucionarios

en ofrecer Ilona es: La tarea fundamental dX:° eJe ~ las rela;:iones pro-factor esenc~!l ~~dlfs adecua~os para desarroll~~ 19o?l~r?o. debia . consistir

decir otra cosa que ~eprosPllendad en la agricultu:a.~~lC~tJV~ privada, ; 1sarro ar la pequefia p . d d es 0 no quena

La labor de l' ropie a :lles_ d b ~u~9uler gobierno verd d .

convirti:ndo d:I~~se, en p;imer term~n~~a~~~::rnf~lOnaJist~ -dcd.a Ca-

:~:bfajtr; debe ser ~~~~~~:~o~;~ !;oPi~tarios de las ~~!~:~aq~~o~~~~~~ I .un u u~os g.obernantes de Mexico remlante que solicite Ia atenci6n de

tere~e:Opletano" se previenen y evita~o:gue al hacer ?e cada campesino

capital ~~~a slran la .'~arantla del orde~t~~~b{e,:~luclOnes; se crean In-y otras ,. a creaclOn de bancos a ri 1 eCI 0 y se da Inargen al

el trab J?ultIples .n:~nifestaciones del gICO

as, ?e .asociaciones de segurosgobiern~Jso. !..dIVISl?!1de la propied~~Pdr~clOmsmo, entre el capi tal yrras L ,SIno tambien de los mis e .e se; obra, no s610 de lossici6n d ! poseed__oresde latifundios P ~ ~ dpr~pletan?~ actuales de las tie-

pequenos lotes. CoJaborar con ee~ a~_faclhdades para Ia adqui-50 EI D ' go ierno en esta magna obraS:l emocrata 26 d '

or . Et Dem6c~ e mayo de 192452 Los presidentesa~~ ~e d; abri] de 1924.

XICO ante la nacion cit t33+ ' .,. III, p. 835.

es hacer patria y ejecutar labor meritoria."

No debieron ser muchos los latifundistas que entraron en estas razones;pero 10 cierto es que el gobierno tam poco se confiaba de que el desmem-bramiento de la gran propiedad resultara de la cooperaci6n voluntaria delos terratenientes con los propositos gubernamentales. Para el Estado habia

una puerta bien ancha que poco a poco se iba abriendo y que, por 1 0

menos en las intenciones del momento, representaba la verdadera salida alproyecto minifundista: la reforma agraria.

El ejido, en efecto, constituia la posibilidad de realizar la primera etapa,que no era otra que el fraccionamiento de la gran propiedad, Ya no setrataba de una simple expectativa, de una exigencia revolucionaria de cum-plimiento diferido, sino de un imperativo que habia entrado definitiva-mente- en la ideologia y en la politica de Mexico desde hacia ya variosafios. Empero, del ejido seguia hablandose como de una mera etapa de

transici6n en la historia econ6mica de Mexico. La etapa final la represen-taba aun del modo mas completo la pequefia propiedad. La prueba mascontundente de que el ejido era una simple etapa de transici6n pareciaserla el hecho de que cad a quien entendiera por ejido algo diferente. Tradi-

cionalmente, el e jido habia sido ~H:!mprela zona aledafia a los pueblos, .que

comprendia los pastos y montes de expIotaci6n cormm, Despues de la Re-

volucion, el ejido cambi6 su sentido y se le definio, bien como el total detierras concedidas en dotaci6n 0 en restituci6n a los pueblos p grupos depoblaci6n rural, 0 bien como una forma de explotaci6n colectiva de esas

mismas tierras. Este ultimo sentido se impuso en Mexico por algunos afios,sobre todo despues de Ia puesta en vigor de la Circular numero 51 de la

Comisi6n Nacional Agraria, del 11 de octubre de 1922, que tenernos rese-fiada en el capitulo anterior. Con Calles, el ejido cobr6 la acepci6n que,casi sin modificaciones, sigue teniendo hasta nuestros dias, es decir, el con-junto de tierras dadas en propiedad a un grupo de poblaci6n, mediantedotaci6n 0 restituci6n; desde entonces, la forma de explotaci6n colectivadej6 de ser la regIa, pero el ejido sigui6 siendo la forma de propiedadcomun de los pueblos: 1 0 fundamental pas6 a ser el modo individual deexplotaci6n, mediante e l parcelamiento de las tierras dedicadas al. cultivo

y la asignaci6n de las parcelas, en usufructo, a los campesinos jefes defamilia. Segun Calles,

los ejidos, como propiedad comunal de los pueblos, significan, . . eI pri-mer paso hacia la pequefia propiedad rural. ,. EI trabajo en cormin delos ejidos -agrega- no creo que pueda originar grandes estimulos, ni

producir frecuenternente mas qu~ desavenencias entre los vecinos; es,como dejo dicho, en mi concepto, una forma transitoria para preparar

53 El Dem6crata, 18 de abril de 1924.

3 3 5

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el advenimiento de la pequef ia propiedad,54

L~ pequefia propiedad por t t " ,cubrra y se adornaba la ' an,?, segulaSlendo el Ideal Con el cual sepor parte de aquellos di ,gran operon del desarrollo capitalista de Mexicotri f . mgentes provenient d 1 l' ,nun ado en la Revoluc" es e a case media que habianel ideal de la pequefia Ion y ]ue ahora gobernaban el pais Muy prontoperado por completo cu~~~ple ad hab,ria de agotar su [unci'on y sen a su~cana, En tanto seguia . t~f,se codnsohdara la nueva cIase capitalista mexi-, 'J us 1ican 0 la pro ' 'd 1lmpo:tante, servia de base' 1 . ,moclon e esa case y, 10 masagrarla, a nuevo giro que tomaba aqui la reforma

,Bajo la bandera de Ia reforma ''', "orrentar la transformaci6 d 1 . agrana mtegraI, Calles comenzo a

tici d' n e campomed'a t f Lpar teton e Tierras E'idaIes ",In e su amosa ey sobre Re-d~Il publicada en el Aiario 6t~?~s~tuclOn del Patrimonir, Parcelario Eji-POSIto esencial de est 1 lela eI 31 , de dlclemhre de 1925, EI pro-

explotaci6n colectiva ~e Ie: / staba encammado a sustituir el sistema desistema .de explotaci6n I 'd' 'dlerral'EPropugnado por la Circular 51 por un1 bi n IVl ua n la e " 'd ' 'e go ierno de Calles present' 1 ", , , ,Xposlclon e rnotrvos can Ia cual

a a mlClatIva de ley, se afinna:Los ensayos de organizaci6n co 1escaso de pueblos de t 1 muna efectuados por un numero bienh id en re as que han obt '< I d 'an vern 0 a producir la fir ' , , em 0 otaciones de tierras,longarse, haria nugatorio el m~ conVICClOnde que tal sistema, de pro-

del pais que se persi ~s uerso para la reconstrucci6n econ6mica, gue consclentemente I I" dagrano, pues por falta d f con a reso ucron el problemacorran sus trabajos e Con tanza .d; los campesinos en la suerte queposible corrupci6n deqUInd? yen Suflclentemente garantizados y por lach os lrectores de la It' , 'as veces han sacrificado I' exp 0 acion comunal, que znu-

duales, motivo. que agra a o~ mtereses colectivos a sus intereses indivi-se pierde el interes del veJ'I 'dsetrra~entela primera de las causas sefialadase . a ario y a explota " 'I 1 'Xlguas proporciones,5G . CIOn agnco a a canza muy

De acuerdo Con Ia Circular 51 I 'la direcci6n de los comite d ,', a ~xp10tacl6n colectiva quedaba bajo

s a ffilmstratIvos y la participaci6n del campe

1;4 El D~m6crata , 18 de abril de 19" -

~omo can~ldato a la presidencia' "E ~, en la misrna ocasicn, afirmaba todavfaeue auto~lcen la divisi6n de los' e' ids e esperar que mas tarde se dicta~an Ie s

S~5 ~ mR mo s~e?cargo y sin queJseti~i~r parcelas de propiedad individual"; :>Jetaria d n e ~o Pll ac !6 n d e l as p rin cip ale s l« ea espera.r mucho, como veremos,

1927 Im Agnc ult;ra" Fo mento . P erio do de~: ~X Pd~l.das P OT c ondu cto de la Seare:

Mexi~o 1 9 2 7 ta e l~ Direcci6n de Estudios Geoer a }~~ emb re ~ e 192~ ~ 6 de enero de

prop6sitos qde P~b3~, ~parte nUInerosasreferenc~as e~sl ChmatologlcoS, Tacubaya.

:~~c~n la inicia~~v~g;r:S~n~~~~s,"~~n:hle~~imer infor~~scd~so~obieer~~~v~:ta~x;r~~

de los eJldatarios con respelto de In~o nec~sano definir c1aramente la si -ll. terra, sin 10cual no se logra la buena

336

sino, te6ricamente, consistia en llevar a cabo los trabajos que el comite Ieasignaba; pero 10 que en realidad sucedia, se dice en la exposicion citada,

era que la enorme mayoria de los pueblos dotados habian llegado a adop-tar el sistema de repartir en parcelas las tierras de cultivo y de explotaren cormin s610 los demas elementos del ejido (pastales, montes y aguas) ,

bajo e1 manejo del comite, Semejante sistema habra dado lugar adosmales concomitantes: la inseguridad del .campesino, porque los repartosde las parcel as los efectuaba el comite y esto 10 hacia movido por consi-deraciones de orden polit ico; y la corrupcion de algunos de los miembros

del comite, que se traducia en una explotaci6n inmoral de los elementos delejido, desde el cobro indebido de cuotas por el uso de las parcelas, hastael aprovechamiento part icular de los elementos de explotaci6n cornun.P"

Para remediar esa situaci6n, se piensa que se debe asegurar al campe-sino en la posesi6n de su parcela y establecer un procedimiento para frac-cionar los terrenos ejidales que no depend a de los dirigentes locales. Laexposici6n mencionada afirma al respecto:

. , .es necesario ligar al campesino a su parcela de cultivo, dandole com-pleta seguridad de que nada ni nadie puede rnoverlo de ella ni despo-jarlo de las mejoras que introduzca en su misma parcela, es decir, quees absolutamente indispensable garantizarle en el goce del producto inte-gro de la inversi6n de su trabajo 0 de su capital. Esta seguridad necesa-

risima para despertar el interes del campesino en el cultivo y aumentode producci6n de las tierras, as! como ese arraigo del mismo campesinoa la parcel a, indudablemente que 10 da la pequefia propiedad individual .

explotaci6n de ella, y para dar al campesino el arraigo necesario a su parcela y elincentivo en su trabajo, de que gozara del producto integro del mismo, se ha estu-diado y redactado la Ley de Fraccionamiento de los Ejidos y 1 3 0 Creaci6n delPatrimonio de Familia, que se sometera a la consideraci6n de las honorables Ca-maras legislativas en el periodo que hoy se inicia" (Lo s presidentes de M exico anteL a n a ci o n, cit., t. III, p. 686),

56 Reoopilac io t i de las pr inc ipales leyes expedidas po r conducio de la Sec retartad e A g ri c u lt u ra y Fomento , cit., pp. 34-35, En Ia intervenci6n ante la Camara deDiputados con la que fund6 el proyecto de ley, el Ing, Luis L, Le6n, secretariode Agricultura de Calles, expresaba: "Conforme a los principios legales existentes,las t ierras de los ejidos legalmente se aprovechan en cormmj pero todos nosotros

conocemos cual es la situaci6n de hecho frente a la legal: salvo contadisimasexcepciones-yyo solamente he conocido tres casos en que se ha empleado unaexplotaci6n comunista de la tierra-, la gran mayoria, la totalidad casi de los te-rrenos ejidales de la Republica estan repartidos en lotes 0 parcelas , Cuando sellega a la posesion provisional por parte del pueblo de las tierras de que han sidodotados conforme a nuestras leyes, ya sea por el presidente del comite que tom6posesi6nde esas tierras en nombre del pueblo, por eldelegado de la Comisi6n LocalAgraria 0 por el ingeniero de la Comision Nacional Agraria se hace un reparti-miento provisional y se pone a cada ejidatario de los que figuran en el censo enposesionde una parcela. solamente, Los otros elementos del ejido como pastes, mon-tes, bosques 0 aguas se usan en comun y son administrados en nombre de la comu-nidad por el comite administrat ive" (op, cit ., p, 51),

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Pero la pequeiia propiedad individual que tiene estas ventajas, presenta'el grave inconveniente, para nuestra gran masa campesina, de ser presafacil de los monopolizadores y acaparadores de la tierra, que manejanhabilmente en este sentido la usura 0 los vicios y la falta de previsi6nde nuestros mas humildes campesinos. Por tanto; el problema a resolverconsiste en encontrar una forma de posesi6n de la tierra que, reuniendolas ventajas de la pequeiia propiedad individual, no tenga los gravesinconvenientes apuntados, que podrian llevarnos en pocos afios a la re-construcci6n de un regimen latifundista, consoli d ado legalmente par la

eompra de las parcelas."

Volver la tenencia de la tierra a la posesi6n individual, pero inmovili-zarla a la vez, preservandola de la especulaci6n mercantil, era, pues, lasoluci6n. La parcela se convirti6 en el patrimonio de la familia del cam-jies ino, intransferible, inalienable e imprescriptib le. El cali ficativo "fami-liar", segUn explic6 el ministro de Agricultura y Fomento, Luis L. Leon,se habia adoptado porque se asemejaba al patrimonio familiar rural deotras partes del mundo, y porque no era al individuo, unicamente, que lanaci6n debia su protecci6n, sino al primer nucleo, base de la nacionalidad.Se queria, explicaba Leon, que el campesino supiera que, como ciudadano,no era "libre de manejar sus intereses econ6micos sin limitaciones" .58 En

verdad, mas que el principio abstracto de la pequefia propiedad, con est a

reform a el general Oalles y sus colaboradores buscaban desarrollar aquelloque define al principio mismo de propiedad en la epoca moderna, estoes, el espiritu de iniciativa, de empresa, de enriquecimiento personal:

El ejidatario que entre en posesi6n de su parcela -estima la exposici6nde motivos=-, tendra el arraigo a la tierra que se busca, y la seguridad deque, llenando determinados requisitos, el principal de los cuales es po-nerla en cultivo y no abandonarla; nada ni nadie podra arrancarle Iaposesi6n de su tierra y no quedara al arbitrio del reparto hecho par trn

nuevo comite, pues aquella parcela constituye el patrimonio de familiay esta garantizado su usa para el y los suyos. As] el campesino podraaba?donar el si~tema de los raquiticos cultivos de maiz y trigo, paradedicarse a cultivos de mayor productividad: alfalfa, arboles frutales,

cafia de azacar, etcetera; podra con tranquilidad construir su easa y losedificios que crea convenientes a la explotac i6n de su parcela e introducirl!Il-Csta 'todas -las- mejo~agrie6Ia5-~-ln:ls-esf-lier-ws--y-su-iRtg}.igencia---lepermitan.s"

La iniciativa callista no araba en terreno hostil, En efecto, fuera de los

Z7 Op. cit., pp. 35-36.,58 Op. cit., p, 55.79 Op, cit., P. 36.

338

Ursulo Galvan a la cabeza, y de Michoacan,comunistas de Veracruz" con didos a raristas que se opusieron a quey de algunos de los. mas enc~n t~ .sta 6~ un b~en esplritu individualista,

fuera sUStI tUl~o el ~steFa n~e~~;v~on'dic iones socia les, estaba listo 1 2 araaunque consciente e as de Calles. Como es sabido, fue un zapatIsta,entender y apoyar el proyec.to . su calidad de presidente de la Co-

Miguel Mendoza L6p~z ~., q~enC~~cular 51' pues fue ot ro zapatista , An-misi6n Nacional Agraria firm1 0 a'de los' lideres del Partido Nacional

. D' S t Gama a a sazon uno ,tomo . raz C ! ° y . ' '1 ro ecto callista, cuando este paso para suAgransta, quien mejor adpoYDo.td Y El antiguo secretario de Zapata co-discusi6n a la Camara e IpU a 0.5. • •

menz6 su intervenci6n con estas lapldanas palabras.. . h stado de acuerdo, siempre, absolutamen-

.. .lc;>sagranstas siempre 1emos J establecer el regimen comunista en el

:ji~~~~r:~t~~kz~~e~l e:egi~:~ ejid;l completamente distinto,61

y acab6 reafirmando su convicci6n del siguiente modo:

• 1" d 1 campesino- alguna vez tuve oca-Yo con Zapata -el ~lPO c as,lco e la cose~ha es del que 1a trabaja sinsi6n de platicar c?n el , y dec:a que no creta conveniente que fuera

peones, sin trabajo merce~an~ y e~~~e todos los demas ejidatarios. No,

a.. . repartir~e por partes I': r : t ~ ~ individualidad humana ... 62eso es destruir la persona I a ,

_ ,. en e'idal queria decir propiedad comunPara Diaz S~to y Gama el l regnn fecti~amente el nucleo de la propuestac on d is fr ute p nv ad o, 10 cua era, e ,

de Calles:63

. ivid r ue campea en estas conoepciones esEs cierto que el indivi u~ IsmO q r ce ue se encontrara a mitad de

limitado y hasta confuslOnarldo; tal'pa'f~ dqo En realidad ·puede decirse. t d su verda ero sigru lea . 'd 1

carnmo respec 0 eM" co todo concepto y to 0va orque en un palS subdesarrollado como exi

L· G Monzon por su acometiv:dad

di ., el senador UlS • · z . , it d80 En el Senado se IstmgUlo, . tervenciones en la R ec oin a eJ on ci a a,

contra el proyecto de Calles (vease sus III

pp. 173-186 y 210-217).o6t Op, cit., p. 68. . .jl2 Op. cit., pp. 72-73. . . ada c1aridad del gran orador,agrarlstaZ • eles En terminos que refleJan la, extrei· b el significado de su formula: La

viejo companero de Flores ,Mag~~ ecl~cti~idad; l por que? porque es la 9 } . 1 . e tie.n~propiedad pertenece en comun a 1 ra c . ejemplo al fallecimiento del ej ldatano ,el derecho de disponer de If!! ote,. pOI derecho' de [mponer modalidades a esai por que? porque la coleCtlVlda1 tl~nepor esto el disfrute es privacio, porq ue elpropiedad, mejor dicho, a. ese usu ruc ~os sus roductos, en toda su cosecha, por

lote se da para que .se disfrute e~~a~tima tie!e la propiedad privada del derechoIa persona que 10 recibe ; ,l pero .t li t ? Evidentemente que no i Puede dlSPO-romano, la propiedadtlPlca dehl.capi a { S ?aTampoco, Ni enajenarlo, tampoco des-ner de ese lote? No. iPuede lpotecar o.

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d Calles e1 concepto del ejido: y el

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politico y social no pueden ser mas que conceptos y valores limitados eindeterminados. Esto pas a con el concepto de propiedad, as! como con elde ejido 0, incluso, como 10 hemos visto, con el de socialismo.v ' Sin em-bargo, no se puede poner en duda que los dirigentes nacionales mexicanos,sabian perfectamente bien que resultados practices podian derivar de susconfusos hibridos ideol6gicos y te6ricos. Es posible que el principio de. lapropiedad privada no hubiese satisfecho, per se, las aspiraciones de muchosrevolucionarios, porqueen abstracto les pareciera inaceptable ~l sistema

capitalista, en el que tomaba cuerpo dicho principio; pero si se 10 consi-deraba encarnado en la pequefia propiedad, desaparecian como de golpe

los ruboresy las reservas; entonces se vela que al convertirsele en la ban-dera principal de la Revolucion, amplios sectores del pueblo se sentianatraidos por los ideales de aquella revoluci6n y los secundaban aun en losmomentos mas dificiles, Esto era cierto en especial en 1 0 que respecta ala poblaci6n del campo. Podian cerrar un ojo ante la perspectiva de que,al diferenciarse, aquella pequefia propiedad diera lugar necesariamente a Iagran propiedad iel tiempo dina si las cosas tomaban ese rumbo imien-tras tanto, sabian con absoluta certeza que la reforrna pararia en secocualquier evoluci6n peligrosa de las relaciones sociales en' el campo, desacre-ditando contundentemente los experimentos colectivistas que, primero al-gunos zapatistas, con la Circular 51, y despues los comunistas, estabantratando de implantar en el agro mexicano, y controlando la ola de co-rrupci6n y latrocinio que parecia extenderse por todas partes, amenazandoel orden y la seguridad del nuevo sistema politico.

En el fondo =-escribio Eyler N. Simpson-, por curioso que pueda pa-recer a los que han leido muchas cosas sobre el Mexico rojo, la Ley dePatrimonio Parcelario Ejidal estaba muy lejos del comunismo. A los ojos

membrario. No tiene, pues, el tercero de los derechos caracteristicos de la noci6nintegra, de la propiedad; tiene el derecho del uso, el derecho del fruto, el usufructo,el u s u s f ru c tu s , nada mas; pero el derecho de disponer, el de abusar, no 10 tiene,y tan no 10 t iene que tampoco tiene el horrible derecho del latifundista, el derechode dejar ociosa la tierra, de dejarla sin cultivo; tiene por el contrario, Ia obliga-ci6n de trabajarla, Recibe, pues, la tierra como una funci6n social; no tiene el~ere~~o de abusar, Y el abuso peor que se puede hacer de la tierra es no traba-jarla (op. CIt,., p, 70-71).

6~ Don Jesus Silva Herzog recuerda a proposito que en aquellos afios, "a me-nudo la gente de izquierda no comunista confundia los principios de la Revoluci6nMexicana con ideales socialistas, creyendo que no habia notoria diferencia entreunos y otros; y la bandera rojinegra se usaba entonces y se usa todavia -'--hoymeno~ que en el pas~do- en todos los actos y manifestaciones importantes de losu:abaJador~s .de las ciudades y de los campos. Por supuesto que cada quien enten-dia el soc~al.lsmoa sl!- ~anera y segun su leal saber Y: entender . Unos pensabanque el socialismo ~OnS15tlaen pagar buenos salaries y tratar bien a los trabajadores;otr~s .en .la practJca. de las doctnnas.,esenciales de Jesus ; y unos terceros, en Iasocl! lh~ac,I ,6nde !os bienes de produccl .on, a semejanza de 10 ocurr ido en la Uni6n~~~)~t1ca (J. SI lva Herzog, El agrarumo mexlcano " la reforma agraria, cit., p.

34 0

del grupo que lIeg6 al ,Po .~ c~:ntenido' en la circular 51 era cornu-program a para su orgam~aCl n. ortado directamente de Moscu (eranismo y, adem~s, comumsm~ l~PL Leon como demuestra el autor].la opini~n man~f~s~ada par U1s~ . el ~omunismo no era apro-piadoAhora blen, a JUlCIOde esos senre~ra el comunismo agrario.. . Per el

para ~exico ~, por 101menos, fi~at de la reforma era la propiedad pri-

contrano, ~relan q,;e : ~~~:ibuida con mas justicia, propiedad prlva?avada, prople~addPflva a l:a el interes publico, pero, con todo, prople-regulada temen 0 .~n cuen , er un fin en S I mismo y, ciertamente,dad privada. El eJld~ n~ debla s . En su lu ar se consideraba al

no podia tener una fmahdad c~m~msta'chos medi~s posibles para red is-ejido, simplemente, como uno e as m: la ro iedad individual, modi-tribuir la tierra, un escalon para llegar r! m~y natural que el grupoficando el l ai s se z [ a ir e . <?~n esta opmlon~nela naturaleza humana, en lasde Calles encontrara suhclent1es ra~~nes 'n para descartar el programarealidades econ6micas, y en e sent! 0 cornu ,

de la circular 51.65

. m lio claro y precise sobre laNo hubo par entonc:_g un r3;zo:~~l::i~ ~ceP taba dogmaticamente, ima-

naturaleza de la peq~e?a propled d ' ro iedal que podia asegurar el des-

ginando que era la umca forma el PI'bre en la sociedad' cuando se laI d 1 h bre y su accion 1 ' f .,

arrollo natura e om f ., 'pOI'ltl'ca siempre en su uncion, ' bi 1 dia a su unClOn ,

defex;dla, l ll :as len. se! f ctor de estabilidad del sistema, como re-politica antlcomumsta, como a. las revueltas como base de unamedio infalib~e contra la; .revol~cl~~efnit itu~iones; pe;o sobre to?O, co~ofutura evoluCl6n democratlca di 'ones podia ser la mejor armgala forma de propiedad que. por sus Ilm:%:~lo inevitables de la gran pro-del Estado sin las pretenslOnes yep

, ' 6piedad. . d 1 atrimonio familiar Y su proteccl nAhora bien, con la formlacl6n. e

lt~a a ser siempre poco mas que una

legal, lno se condenaba a a agncu u .

. PAlM, vol. IV, n, 4,65 E. N. Simpson, El ejido: u nica salida para Me.x~co, en .

pp 170-171. . ia la Revo luc i6n, s.p.i., MeXICO, 1928,60 cr., J. Covarrubias, La r~fo rma agra~ .Y en Mexico el fraccionamiento d~ .la

p, 170: "Se dice que los que l~ea:60n d ustl t9 1 7 por la supercheria ejidal, 10 hlcle-

ro iedad que orden a Ia Constltu;:l n e. .' rales se opongan despues a 1a~o: por temor de que los pequenos prop~etarl;~ ::dos los paises adelantadosi sob~e

utopia comuni~ta como. ~eoptnen .~tra~A:tc: y antipatri6tico es un~ utopia l~rea1tque el comurusrno anti liberal, ant i e.mdc t . 1 y por 10 mismo no t}cne ventaJa. ~-zable aun en el campo puramen!e In uS.~lae~completamcnte imposible, y esas mrsuna encarhinarse a el, en materia agran ue dar nacimiento aesa clase de~as dotaciones de ejidos t~ndran a la t l:fda ~or los agitadores. En Rusia mlSmapequefios propietar.ios, conSclente 'Y

ttan 61~ el tiempo necesario para qu~ esa ~las

duraran Ios experlmentos comums las s . 1 despues rendrdn que reglf las insti. d 11 como tal case socia y K k "

campesma se esa~ro e h bi t atado de establecer erens y .tuciones democraticae que ya a ia r

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forma de economia de subsistencia? pgrama colectivista tenlan a sf' orl ~omenos los sostenedores del pro-

, " . u avor e lOS bIc:rgamzaclOn colectiva era la unica :r~era e argumento de que Ia~ldad de echar marcha atras e I q~, per~l11t!a Ia gran hacienda, sin nece,ldeales revolucionarios, Calles lk; istoria y sa tisfaciendo los mas caros

gume~to (parecido desde el un g a r,econoce: que contra semejante ar-sosteman los defensores de 1p to de VIsta estnctamente econ6mico al queque s610una gran concent a,l}ran

dpropiedad terrateniente, en el senti do de

, I racion e medi diagncu tura), en verdad no h b' h lOSpo ia asegurar el progreso de lade que eI ejido se habl~ im a:a muc 0 que oponer, salvo la perogrullada

ciales de Ia Revoluci6n 0 g;tes ~ P?Jque era uno de los compromisos esen-que crear la "nueva peq uef len, a,l ea de cufio obregonista de que habfad d ' na propledad" q ,~ , mas grande que la tradicional '~ ue no ,era mas que una propie-

mltlera Ia explotaci6n capitalist d pleq~ena propledad, de modo que' per-a e a tierra:

. ,.eI ejido -dec(a Calles en 1933 r

blema total de la organizaci6 "1or 51 solo no resuelve el pro-dad no responde ya a la ex~o~gri_Soa, eE~ general, Ia pequeaa propie-

. que observe en Francia es revela~clOn ~ cnica ,moderna del campo. Lodades estan cultivadas ,or e IlustratlVo: las pequenas prop ie-1 . d por anclanos .~as ClU ades buscarido act' id d Y ninos, porque los jovenes van a

1 lVl a es ma s lique os que pueden obtenerse l: I a . amp ,las. y, r~ndimientos mejorespr?bI~ma es tan impresionante eu!racclOnes mSl&nlf lcantes de tierra , EIrm mlsmo que sucedera d ql con ~oda seriedad me preguntaba aregresen de la ciudad 10CU~?0 os cultIvadores viejos se rnueran y noCalles -es uno de los ~o~venes: Pero, la dotaci6n ejidal -agregabadestruye el peonaje un promises mas solemnes de la Revoluci6nser un sector activo ~e laaovreza,lca~z6ado el patrimonio familiar pued~mi I l' gamzaci n azric I Emar ~o 0 mas pronto posible Es u e" 0 a '. r 5, pues, urgente ter-

~equena propiedad, obligando ~ 10 rgente, tam bien constituir la nuevasiones y venderlas de acuerd s terratelllentes a fraccionar sus exten-

~ , 0 con un plan ibl 1en pequenas parcelas De esta . asequi e a os trabaJ'adoresdad d ' manera se form ' ~. ', ,no e tres 0 cuatro hectare d . ar!a una pequena prop ie-

~henten y estimulen para cuIti t e tierra, SIOO de extensiones quehdades desarrolladas. Este proble~:sha ~omb~es de ambiciones y posibi -t?S del programa de acci6n revoluci a ~ldo Clertamente uno de los pun-tJemp~de; dese~volver, pero mereceo~ana que el <??bieruo no ha tenidotarIo SIn vlOlenclas polit icas; dentro d~da la atenclo~ " > : . debemos afron-al ;n~uentro de los intereses del . un plan, admllllstratIvo, saliendoc,!an mseguro es el acaparamient:~~o te.rratemet;te, que debe saber yapldamente .la pequefia propied d la, tierra, ASI podremos acrecer ra -tros ~jidatarios podran ascende

a, supeno: en extensi6n al ejido. N ues-

iracclOnes.'67 r a pequeno~ rancheros comprando esas

'67 El g8neral Calles senalandorumbos, c i t . " pp, 18-20,

34 2

Desde luego, se debe tener presente que el general Calles no defendia aultranza el individualismo propietario. Justamente porque para el, comopara casi todos los revolucionarios mexicanos, el proceso de formaci6n yde consolidaci6n de las nuevas relaciones de propiedad debia caer bajo ladirecci6n y la vigilancia del Estado, Calles era partidario de que Ia pro-piedad se desarrollara de una manera limitada. La intervencion del Estadoimplicaba la fundaci6n de un sistema de credito que facilitara el trabajodel campesino y la formaci6n de una estructura racional en los cultivos;pero suponia, tambien, el establecimiento de ciertas forums de coopera-

ci6n en el trabajo que procuraria, precisamente, el ejido:, , . la propiedad de la tierra -afirmaba- debe ser individual, y coope-rativos el trabajo y la compra y venta de instrumentos y productos. Esta

es la finalidad de nuestra revolucion agraria, que ha deshecho los lati-fundios. A eso responden nuestras Cooperativas Agrkolas y nuestrosBancos ejidales que estan dando excelentes resultados."

Mas en general y aparte las formas de cooperacion que los mismos cam-pesinos organizaban a nivel local, Calles vela una verdadera cooperacion.entre el Estado y los campesinos, cuando el primero buscaba educarlos yponer a su alcance conocimientos tecnicos agricolas que revolucionaran susmetodos de trabajo, y cuando fundaba un sistema de credito para bene-ficio de los propios campesinos:

, .. c omo no basta la. sola adjudicaci6n de tierras a los campesinos -ex-presaba al fin de su primer afio de gobierno- para obtener la Iibera-cion econ6mica de estos y su elevaci6n moral e intelectual, el Ejecutivode mi cargo ha reconocido la urgencia de enfrentarse con la resoluci6nintegral del problema, organizando racionalmente el desarrollo de loscultivos y fomentando el aprovechamiento de las industrias agricolas,para 10 cual procura, dentro de sus posibilidades econ6micas, organizare 1 credito y la cooperaci6n agricola. A este fin pretende realizar un plangeneral, implantando la educaci6n obje tiva y practica a los hijos de loscampesinos, dentro de un sistema gradual que tiene como base la escuelarural, esto es: la escuela que Ilegue a los poblados mismos donde habitanlos ejidatarios, y que se adapte a sus necesidades, ensefiandoles, junto

con los rudimentos de la educaci6n primaria, nociones practicas sobreel mejoramiento de los cultivos de la regi6n, asi como de la industria

68 En, A, Chaverri Matamoros, op. cit" p. 332, En 10 que se refiere a las em-presas cooperativas, Calles fue un ardiente sostenedor ; no solo ayud6 personalmentea Ia organizaci6n de rnuchas de tales empresas, en especial en el noroeste del pais,en la producci6n de legumbres, y en el Estado de Morelos, en la production deazucar, sino que, por iniciativa suya, en su periodo presidencial se promulg6 laprimera Ley General de Sociedades Cooperativas (vease el texto de la Ley y algunasnoticias sobre su origen en R. Rojas Coria, Tratado de coopet atioismo mexicano,Fondo de Cultura Econ6mica, Mexico-Buenos Aires, 1952, pp, 309-325),

34 3

70

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pecuaria e industrias agricolas que puedan establecerse en sus ejidos,Estas escuelas, a mas de llevarles los conocimientos antes indicados, des-pertaran en el campesino un espiritu de observacion que le permita haceradelantos como agricultor."

EI sistema de escuelas rurales implantado por el gobierno de Calles, enverdad, puede sefialarse como uno de los mas notables experimentos de lapolitica educacional del Mexico contemporaneo ; sucedaneo, en parte, delesfuerzo desplegado por Vasconcelos durante su ministerio en la Secretariade Educaci6n, planteaba la novedosa perspectiva de unir el estudio al tra-

bajo y a la producci6n. Tal vez existan razones bastantes para considerarlonada mas que como un golpe demag6gico para integrar a las masas ruralesal sistema politico establecido, pero significaba tambien un intento porintroducir la direcci6n del Estado en la vida del campesino mexicano,orientando su trabajo desde el punto de vista tecnico y educandolo en laconciencia de pertenecer a un concierto nacional que representaba el Es-

tado y al que se debia, en 10 que era y en 10 que recibia, del modo mascompleto,

La organizacion del credito rural,como es el caso de todos los renglonesde la reforma integral callista, se da como una autocritica del sistema, quevenia formulada en los siguientes terminos, de neto sentido antiobregonista,por quien fue en este caso el verdadero inspirador y autor, Manuel G6mez

Morin:Por odio y por violencia inutil y verdaderamente contrarrevolucionaria,la accion del Estado nacido de la Revolucion Mexicana, en el problemadel campo, ha side deplorablemente estrecha. La acci6n agraria, conraras excepciones, paso de impulso vital a t6pico burocratico, cuando noa mera conveniencia politica, Se inventaron necesidades donde no lashabia y se han dejado sin satisfacci6n necesidades verdaderas. En vez

de investigar en cada caso concreto la situacion espiritual y econ6micade los agricultores y de la tierra j en vez de Ilevar una accion ordenadaa un fin serenamente establecido, despues del triunfo militar y politico,se han despilfarrado energias y tiempo en hacer una indistinta aplica-cion de supuestos principios generales y en mantener un estado de vlo-

lencia que debio haber concluido hace mucho. Y por mas que la pasi6no la necesidad politicas han procurado conservar este estado de casas,a nadie se oculta ya que ni el reparto de tierras solamente habra de

r~solver el problema agrario, ni que tal reparto siquiera sera hacederoSIno va acompafiado de otras medidas que complementen econ6mica-me.nte . la posesio~ de la tierra, y, sobre todo, que hagan posible el tra-bajo libre a qU1enes nunca 10 han ensayado antes que ensefien laresponsabilidad a quienes no han sido responsables, que eduquen y or'ien-

69 Lo s presidemes de M exico ante la natio n, cit., t. rn, p. 680.

. . . e enaltezcan.ten, que permitan V1Vlry qu

. . , , . leola ademas, parte del principio de laLa orgamzaClOn ~el credIt?, a~ 1E;tado que se manifiesta, unas veces,

inevita?i1idad de la mtervencI~ns c~rporacio~es sociales, otras, en la for~aen la forma de luc~a contra t ' 0 menos limitativa de las corporaclO-de una reglament~clon ged

era 1 ~::ado interviene con su iniciativa Y connes, y otras, ell [in, c~~n d elas corporaciones. Este ultimo caso es el desu ayuda en la formaclOII; ealgunos paises, como Mexico,

. . , n es muy debil donde faltan los clemen-donde el espiritu de a~oCIaClO . 'tuales de' la corporaci6n, donde latos primario.s, econ6mlcoS Ilt d P d ~razones es insuficiente para promo-iniciativa pnvada, por ~u .1U bl ue ~l Estado acuda COIl sus ele-ver [a organizacion, es m~lspensa de fas asociaciones, a proporcionarlesmentos a provo car el n~clm1ellto e

los medios iniciales de vldaY- .

ho sin mayores complicaciones, que el fl,nDe tal suerte, se da. por hec,.' a los a ricultores implica otr? mas

inmediato de proporcl0nar lcred11to£ damenfal vale decir, "orgamzar Ia

. no dudar 0 e un, , . a deampho, que es , alb' {'rme de una estructura economIC,economia rural y; .sobre a. tdeel ~ampo mexicano" .72 En marzo de 1926alzar un nuevo regimen sO~la , 1 conocida como Ley del 10 de fe-se public6 la Ley de CredltO Ag[lCO'~') que dispuso la forrnaci6n de un

brero (por.la fecha de, s~ prom,~01~clond~ sociedades regi?nales y.locales,banco nacional de credito agn. y ~os cultivadores respectlvamen-

que incluian a agricultores medios y IPedquen'd'to El banc~ inicio sus acti-

d. t rna naciona e cre 1 . I "3

te, como base e un SISe .' on varies bancos regiona es.'vidades el 10. de marzo y 10 slgUler ecto a rario se afirman en estos

Las realizaciones de Calles .en el ;~~ron re~artidas 3 045 802 hs., quedatos: en cuatro afios de g:0~le:n6bre on habia repartido 1 5 56 983. hs.,beneficiaron a 301 587 famlh~s: 1gavance era como puede aprec1arse,para beneficio de 161 768 famlhas. E arte las tierras repartidasimpresionante. Es verdad que'd en SUIm.ayo~o~a 'esto tenia sus buenas

1 l'd d pero e cua qUler ,eran de ~a a ca 1 a , ' don Jesus Silva Herzog,consecuenC1as. Como observa h b' .do en

. ib i do sus parcelas y que a Ian SI. ... .los campesinos que Ibfn re~l. le~e los terratenientes, se sentian dlgm-su mayor parte peones a servlcIO. la categoria de ciudadanos conficaclos y por primera v~z a~cendldEls ~ de la gleba se transformabatodos sus derechos Y obhgaclOnes. siervo

. E Calpe Madrid, 192870 M. G6mez Morin, El credito agr ic o la en MexIco, spasa- ,

pp 13-14.7 1 Op. cit., p. 84.72 Op, cit., p. 14. . 338 34073 Cf. J. Silva Herzog, op, cit., pp. Y .

34

en hombre al usufructuar la I . , .

" " " " . " ' 1 1 ; 1~,.:a.~...J I I " " " S

j

4 . E l v ir aj e i ns ti tu c io na l

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sofiado poseer sus antepasadota~e a qu~ inutil y afa_rJ.Osamentehabian

millares de ejidatarios se alist;ron P f ~ ~ 0 esto, ~recisamente por ~sto,veneer a la ostre 10' a a o. d~1 goblerno para combatir yde De la Hu~rta G6me~lls.mSoa los mO,":lmlentos contrarrevolucionarios

ros, victim as de' un f 'J erranl? ,. AgUlr~e y Escobar que a los criste-

ana ismo re 19lOSO, clego y anacronico.t"

Tal parece que el unico q . . ,obra fue el propio general Ca1lno Esesmtio ente,ramente satisfecho de estaferente al probi . es. n 1933 llego a declarar que en lo ire-

ema azrano sus esfuerzos h b i ido i '1en realidad aun estaba h . a Ian si a inuti es y que la obra

a por acerse:Creo que hemos vista fr t d diferidsitos constructivos P us ra as, 1 en as, nuestros mas fuertes propo-realizar . or una. parte, nos fallo el material humano Para

esa enorme labor frac 1 h b . .la, Las mismas escuela " tsaron os 0T? res destinados a cumplir-dejado de ser ,. s fueron as, que por nmguna excusa debian habercaci6n Publicaunu~x~o, ueron hasta el momento en que pasaron a Edu-elevadas f . ' esastre. Y es que los hombres encargados de estas

unciones carecian de carifi0 Ipara entenderIa y de de' tere n par~ a empresa, de capacidadfaltado un pla h smderes para manejarla, Par otra parte, nos ha

n co erente e acci6n H I b do si .,alguna." . emos a ora 0 sin coordmacl6n

En efecto, bastaria comparar 1 I h hnes can los progresos alcan d os 0g?Sd ec os por Calles en estos renglo-tificar plenamente la insati:~ o~por ar enas unos afios despues, para jus-

go, el regimen caIlista se signi~~~~:~~ t:~:i: fpue~~~dedSo~;a: Sin ernbar-por sus experimentos incom leto f 11' .

01 rca .e eXICo, no tanto

sistema establecido sin los p s 0 a idos de integracion de las mas as alpais habria sido d'· ti t cuales, por 10 demas, el desarrollo posterior del'

• IS III 0 cuanto por los esf li d 'construir y consolidar ' d d uerzos rea iza os por el para

un ver a ero orden politico institucionaI.

~: Op, cit., pp. 322·323.Ei general Calles senalando rumba .

lles se pronunciaba por la term' " s, C.lt: ,pp, 17-18; en la misma ocasi6n Caen est . d macron anticipada de la f . ,-d d' ~ un~ ver adera causa de inesta'bilid d dIre. orma ag.rana, pues veiaa . .Es _tIempo ya -dec1araba-de a eoo as relaciones sociales de prop ie-para Iinalizar a Ia mayor brevedad 9 -b t 1 e fije e~, nu~~tro programa un plangente que todos en Mexico se an 1 pOSI.e a dotacion ejidal, En efecto es ur-

~re flgufna: ejidatarios, ranc~eros °tir~~t!~te~ derecho de exp!otar sin inc~rtidum-~s as uerzas vivas del pais reclama en es,. empresas agricolas, Creo que to-ejidal, por otra parte, dara a los e'ida~a~~~aseguridad y esa garantia, EI patrimonioq U i . les permitira mejorar y con!truir 1s ub sentirmento de propiedad garantizadaeu tlv_ode su parcela, Debemos e ~ as 0 ra: permanentes, ventajosas para eldoctrinas economicas modernas la ~penarn.os energicarnente en dar, dentro de las

de trabajarla sin zozobras" (~p. cit,Or;~~I~i:~22)~odos los cultivadores de la tierra

346

En rea1idad, Calles en mas de un sentido ensefio a sus sucesores cuales

habrian de ser los principos basicos de la futura politic a instituciona1 Y

el modo en que est a Ilegaria a dar a Mexico la estabilidad necesaria parasu desarrollo. Cardenas no se entenderla sin una verdad de la politica po-

pulista como esta:

... s610 el bienestar de las grandes colectividades de Mexico podra sen-tar bases de una definitiva paz organica y traer la prosperidad y eI

desarrollo de la familia mexicana.76

Que ese bienestar se lograra efectivamente0

no, por parad6jico quepueda parecer, resultaba algo secundario por completo; 1 0 importante parael exito politico era que el principio de las reform as sociales entrara aformar parte definitiva de 1a linea de gobierno del Estado mexicano. Porgrandes que fueran los defectos en su realizaci6n, la simple expectativade las reformas sociales y la manipulaci6n adecuada de esta expectati-va eran toda una ensefia de dominaci6n Y de poderio. Hablar de reformascomo resultados tangibles era hablar en futuro; pero hablar de ref or-mas como instrumentos de domina:ci6n politica situaba en un presenteque nadie se atrevia a poner en duda. Esto era algo no enteramente nue-vo, pues ya Obreg6n 10 habia puesto de manifiesto en su modo de conducirel gobierno de la Republica, pero Ia novedad que introduce Calles le daun sentido completamente distinto: ligar la expectativa a la institucionali-

zaci6n del pais, de manera que no se viera ya en las reformas una simplepromesa del gobernal\te, sino una promesa del sistema como tal, es decir,algo que debia venir como un resultado necesario de la modernizaci6n de

las instituciones.

... el Ejecutivo -decia Calles-, con la cooperaci6n de los otros despoderes y apoyado por la gran masa popular, ha intentado, y logrado enparte, formular y perfeccionar legalmente un sistema de reforrna de ten-dencia social avanzada, pero de fuerte sabor nacional; reform as quehan de constituir en 10 futuro fuentes de paz organica general, deprogreso colectivo y de riqueza publica y que consisten en la adopci6nde metodos y sistemas para aprovechar los recursos nacionales y paradefender imparcialmente los derechos nacionales. Tales metodos y sis-

temas son los mismos que las naciones mas civilizadas han aceptado yseguido con exito para su independencia politic a y econ6mica, su pros-

peridad y su completo desarrollo.77

\!

16 P. Elias Calles, "Mensaje de afio nuevo al pueblo de Mexico", en El Univer-

sal, 10. de enero de 1927.17 P. Elias Calles, "Lo que estamos haciendo en Mexico y el por que de ello", en

Mexico ante ei mundo. I d eologia dei presidente Pluiarco Elia« Calles, Editorial

Cervantes, Barcelona, 1927, pp. 170-171.

347

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Que la institucionalizaci6n d 1 'una cuesti6n mas de imposici6n e sistema politico de la RevoIuci6n fuese

un ~lemento que simplemente !~r ab,ue~~a y 9ue la fuerza siguiera siendo

pre;l? que debia pagar el ais o~a ra ,ls~utlr, era, sin duda alguna, ele~ unico conducto a trav' s ~ I P a1 siu debil desarrollo, pero era tarnbiendlstancia de todas las cl~es e ~ul os grupos politicos, ubi cad os a igual

P di , SOCIaes pero Com ido Ian mstaurar su prop' d ,,' prometi os con todas elIas

mente fIla ommacl6n Desde 1 t d ' ,orma, no parecia haber s b ' id e pun 0 e vista exclusiva-

pues tanto antes como despues dO ritem 0 n<l:danuevo Con Ia RevoIuci6n,cho de que e e a cualqUlera podia comprobar el he-

u~ presidente de Mexico d' fdIsponer a su antojo de Ia h ruta fe l~n poder excesivo, porque puededos ;78 onra, a ibertad y Ia vida de los goberna-

eI}oera cierto 1 0 misrno en el caso de 'gon 0 Calles, Para este ultim h bJ?laz, que en los de Carranza Obre-

0, no a ia dud a de que 'la concentraci6n de Pod d 'benefi , er, en etermmada' ,

IClosa, porque unific I ' , s Circunstanclas historic as esque d t a a accion de gobie ' ,

e 0 ro modo seria imposible,19 rno y perrmte una rapidez

, S i~ embargo, entre el ~rte de bvIIegrados, que era el caso d 1go ,ernar para un reducido grupo de pri-el de gobernar buscando la e / dI,~tadura personal del general Diaz y"Comoes el caso de los re ' urn IcaCIon y la integraci6n de toda un ~is

Ia promoci6n de los elemrn~~n:~c~:revolucionari?s, hay toda un abis~o:'

acar~ea son radicalmente distint sBno es Ia misma y los resultados queque o~ porfiristas jamas ex eri os, astada para este efecto recardar

~lles rI~S la calidad de "eI~me~entaron ~1menor sonrojo en el atribuiro , TIl en el considerar ue e os C?nSCIentes" 0 la de "verdadero ue-

pro:~cho suyo, que era pen;ado ISi~obI~rno, de?la funcionar en exchfsivonaclO~, Por el contrario ara i mas ni mas, como eI provecho de Iaen pruner lugar, no d;bi~ id o\~obernantes revolucionarios el Estadogrupo de privilegiados, ni Si~ ~nh l~arse como el instrument~ de algU~

qu~ _fueraj es decir, el Estad~le~ab' e toda una cIase social, alta 0 ba 'a

h~~;lCO?aut6nomo, colocado per e~~r convertirse en un autentico pad!ria ~ldo una ensenanza de Carra map del entero organismo social: est a-concebido asi no podIa ser un n~a, ero, en segundo lugar, un Estado

~~~~,e1u;~go en la vida socialas:ni~~~~a~uiente de la vida social, sobre, ernante no podia prescindir de ts masas populares maviliza-

78 as masas, debfa inventar un

A . Islas Bravo La s '0Mexico, 1927, P. i I-72 u ces l n pr es idenc ial de 1928 I

71) A Cha,ve 'M ' , mp, Manuel Le6n Sanchez' rri atamoros op 't •

, ,Cl" p, 335,

34 8

II!

I1

'11

I

modo de tratar con ell as que diem lugar a una soluci6n de sus problemas,o por 10 menos a la promesa de una soluci6n; sabia ya, par la experienciaque la misma Revoluci6n habia dejado, que las masas pueden ser un for-midable instrumento de poder, siempre que se mantenga un control sobre

las mismas: en esto consistieron las ensefianzas de Obreg6n, S610 que, yesto en tercer lugar , los revolucionarios mexicanos llegaron a comprender,sobre todo a raiz del periodo presidencial de Obreg6n, que un gobierno

Euerte, en el fondo, resultaba incompatible con cualquier forma de poderpersonal que se fundara exclusivamente en las arm as 0 en Ia manipulaci6n

sin medida de las aspiraciones populates. La fuerza del gobernante nopodia tener mas origen que el de las arm as y el del apoyo popular: erauna verdad que ya se hallaba perfectamente radicada en la concienciade todos; pero esta verdad cornenzaba a adquirir otra dimension, En efec-to, la eliminaci6n de los caudillos, por obra, como hemos vis to, del propioObreg6n, y el desarrollo de los circulos gobemantes de Mexico, favorecidopor el gobierno de Calles, estimularon con gran rapidez la concepci6n delEstado como corporaci6n de grupos de intereses y e 1 rechazo consecuentedel poder personal.

Ya desde los primeros dias de su campafia electoral, Calles parecia te-ner una completa claridad al respecto.

Creo -afirmaba en su discurso en el Teatro Iris, en octubre de 1923-que para organizar un Gobierno fuerte, que controle y organice el pais,es necesario, es preciso cimentarlo en la verdad y Ia justicia. Par eso, alexponer yo mis ideas, huyo de los eufemismos, de las reservas mentales

y de las farsas; asi sea este procedimiento, el que me ahuyente algunos

votos como candidato a Ia Presidencia de 'Ia Republica, Hay politicosque quieren engafiar al pueblo con sutiles programas de armonias impo-sibles que, por una parte, tienden a los votos proletarios el anzuelo delas promesas ret6ricas, y, por otra, coquetean con los grandes intereses

capitalistas, a quienes piden el oro para conquistar el poder, que ofre-cen, en este mundo nuevo de la lucha de clases, el apoyo incondicionala ambos intereses encontrados y suefian asi en obtener la totalidad delos sufragios; pero quienes tal hacen, no pueden ser oidos par el pueblo,

ni pueden organizar un gobierno estable, Son como esas embarcacionesabandonadas al garete, sin tim6n ni brujula, que toman la direcci6nvariable y voluble que Ies imprime la ultima oIa que los empuja, Elpueblo ya 10 sabe: farsante que principia por engafiar como candidato,

acabara por engafiarlo como Presidente de la Republica, Se precisa para

conseguir un Gobierno fuerte cimentarJo en la verdad, para que todoslos ciudadanos sepan a que atenerse respecto de el, es indispensable tam-bien organizarlo dentro de Ia moralidad mas estricta. Y la moralidads610 se consigue seleccionando el personal administrative, al encomendar-le las funciones que le corresponden, no llevando mas norma en esta

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sele.cci6~ que la honradez de los servidores del Gobierno, ya que la ex-pen~ncla no~ ha dernostrado que no se alcanza mayor eficiencia en l~sservidores hinchando el personal burocratico con innumerables Canon

g;ias a base de lealtad politica ; lealtad politica, por 10 demas, mu Tela:tl,va, puesto que en esa forma se Ie da a esa virtud caracter de urercan-Cia puesta en subasta."

~o podia formularse critica mas severa de los metod os de gobierno se-

guides por ~l. genera~ Obreg6n, y aunque pudiera demostrarse que ese no

era el P;OPOSltO,10 importante aqui es que Calles estaba afirmando algo

(ue habl.a d~yemdo una .verdadera necesidad nacional y que consistia ena orgamz~clOn de un s.lstema politico y social que equilibrara y dieraperma~e~~la a todos los mter~ses sociales; en otros terminos, debian crear-

se, def~mtlvamente, los orgamsmos que perrnitieran a los diferentes secto-res sociales promove:; sus part iculares intereses, como el unico modo posible

c~e col~car leI poderio del E~tado, no s6lo sobre los intereses partieulares,sma. so re as gobernantes m_Ismos. La raz6n no podia ser mas clara ni lamedida mas oportuna: c~reclendo los grupos sociales de la fuerza suficiente

para, agrupars; y. or~amzarse por si solos, era justamente el Estado atraves de sus instrtuciones, el que podia y debia proporcionar los ma~cos

adecuados para que los grupos de intereses se desarrollaran : con ello el

poder, del Estado. s.e acrecentaria en proporciones inauditas y'su autoridad

l~egan~ a ser suficiente como para que cualquier grupo social se Ie some-

tIe~a S111. reservas, De esa suerte, la politica de la conciliaci6n comenzabaf fevemr, ~o solamente una finalidad querida por los gobemantes sinoa uente rmsma del poder, del nuevo Estado fuerte: '

La c:ooperaci6n sincera de to~os los elementos fuertes de Ia Republica

dafll:~ab~ M~nuel E. IzagUlrre~ un tiempo presidente de la Confe-e;acl n e Camaras de COmerCID-, es la {mica que puede salvar al

bal~. Cuando todas las clases sociales y todas las fuerzas esten en elo ierno, co~o 10 pretende. el senor Presidente, se habra dado el pri-

mer paso sene para consolidar las conquistas de la Revoluci6n cuyoprogram a ... han aceptado los mismos retrcgrados.F' '

La . s~g~ridad del sistema, claro esta, requeria que de alguna manerase satisficieran las demand as de las mas as y se dier ... 1de i I . a prmclplO a a tarea'ef :n~:yr~ asdal. control del Est~do y no al co~trol de un politico devenidoJ, tta 0, pero la expenencia del goblerno callista demostr6 queeste era e prob~e:na mas .complicado y que su soluci6n, dentro de losmarcos de la politica pop~hs!a, ~ebia. cuando menos esperar al nos· afiosmas. En este aspecto, la institucionalizacion culmin6 s610 con ~ gobierno

RO El Dem6crata. 27 de octubre de 192381 A. Chdverri Matamoros, op. cit., p. 368:

350

de Cardenas. La obra maestra del gobierno de Calles se cumpli6 en otrosterrenos: el de la reforma hacendaria y el de la reorganizaci6n del ejercito,que fueron el resultado, decisivo bajo todos los aspectos, del genio de susrninistros Alberto J. Pani y Joaquin Amaro, respectivamente.

5. La rejorma hacendaria

Como ha sido sefialado, la reforma hacendaria del regimen callista sedirigia al logro de cuatro objetivos concomitantes: la obtenci6n de maryores ingresos para el Estado, la reorganizaci6n del sistema fiscal, el,,.esta-

blecimiento de un sistema bancario capaz de asegurar y estimular las

actividades econ6micas, y la restauraci6n del credito interior y exterior."Varios de. tales objetivos habian sido fijados durante el gobierno de Obre-g6n, pero los pasos concretes que llevarian a su realizaci6n se dierondesde el primer afio de la gesti6n de Calles, y en todo caso, ya can Obre-g6n, ya con Calles, el programa fue obra del ingeniero Pani/" En reali-dad, la reform a se llev6 a cabo a traves de una gran cadena de medidascombinadas, cuyo principio fundador fue un nuevo sistema impositivo,que a manera de una gigantesca tela de arafia tenia la finalidad de crearpara el Estado una base econ6mica firme y aut6noma y un control defi-nitivo sobre la riqueza nacional. Los demas objetivos deb ian cumplirse

puntualmente a partir de este principio.Segun cxplic6 el mismo Pani, el regimen revolucionario habia venido

trabajando en el campo finaciero sobre la base de una acumulaci6n secu-

"lar de gravamenes, algunos de los cuales provenian de la epoca colonial,que la dictadura porfirista habia heredado al nuevo regimen. En el viejosistema fiscal las cuotas, las bases de imposici6n, las reglamentaciones y

las formas y epocas de pago se multiplicaban hasta la anarquia, sin masobjeto que proveer los fondos reclamados por las obligaciones presupues-tales del gobierno y de acuerdo con los principios de la escuela liberal que

tendian en esencia a eximir de impuestos 0 reducirlos al maximo a la in-dustria.t" La exenci6n de impuestos no podia sino significar una formade privilegio para ciertos grupos que el Estado no podia ni debia toleraren modo alguno, sobre todo cuando ello implicaba la perenne indigenciadel propio Estado. Toda la sabiduria del viejo modo de imposici6n se

82 J. W. F. Dulles, op. cit.. pp. 282-286.88 Sobre Pani, cf. J. Silva Herzog, El pensamiento econ6mico, social" pol ltico

de Mexico, cit., pp. 504.516, yA"J'ani,_Alberto J. Pani. Ensayo biogrcifico, s.p.i.,

Mexico, 1961.84 A. J. Pani, Apuntes autobiogrcificos, Ed. Stylo, Mexico, 1945, pp. 299-300. En

otro lugar, afirma el ingeniero Pani: "Los principios de la Escuela Liberal enmateria de imposici6n,efectivamente, son los de la generalidad y la uniformidadde los impuestos, de acuerdo con los cuales se debe gravar a todos sin excepcion y

aplicarles las mismas cuotas. Y como tales principios se deducen del postulado dela igualdad de todos los hombres -que es falso de toda falsedad, pues los sereshumanos son diferentes fisica. intelectual, moral y, sobre todo, econ6micamcnte-

351

resumia en el mantenimiento de los privilegios, mediante el tipo de im-

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puestos llamados indirectos.

Econdmicamente =-escribia Pani-, una tributaci6n basada, casi exclu-sivamente,sobre los impuestos indirectos, era esencialmente in justa y

desproporcional. No s610 nocontenia el saludable principio de la pro-gresividad, sino que, por el contrario, resultaba "progresiva al reves", 0sea, encaminada a gravar con mayor sacrificio relativo a las clases po-

bres que a las acomodadas, y a estas mas que a las ricas, destruyendopor su base el ideal de la igualdad en el sacrificio que el Estado debepedir a los ciudadanos para el sostenimiento de los gastos publicos. Ba-

sado el tributo indirecto, principalmente, sobre el consumo, su aparenteproporcionalidad produce la consecuencia de que, a consumos iguales, co-rrespondan tributos iguales. Ahora bien: en multitud de casos, la capa-cidad de consumir determinados articulos es igual para hombres defortunas muy desemejantes, de donde se sigue que, entonces, si se gravasin distribuir la cuantia de la fortuna, contribuyen todos por igual paralos gastos publicos, En estas circunstancias, una contribuci6n que para el

rico es insignificante, com parada can la masa de su fortuna 0 con surenta -indicios ambos de su "aptitud" para contribuir- se convierte en

pesada para la clase media, cuyos medias son modestos, y llega a serdolorosa para Ia popular, cuyos recursos son reducidlsimos, De esta ma-nera se engendra una situaci6n de injusticia, en la que el "peso" delimpuesto se reparte en raz6n inversa de 1a capacidad de pagarlo. Cuan-do los pobres pagan tanto como los ricos -y, en algunos casos, mas

que los ricos- es evidente que se ha invertido el concepto de la progre-sividad del impuesto. so

Un impuesto de tal naturaleza, que se fundaba exclusivamente en elconsumo, dependia del estado general que observaran los negocios, y siendoeste ultimo en extremo variable, hacia de la tributaci6n un modo igual ..mente inestable de procurar fondo s al Estado, 10 cual, en fin, redundaba

es inconcusa la falta de justicia y de acuerdo de un sistema que se funda en se-mejante absurdo. Los impuestos sobre' el con sumo -principalmente de articulusnecesarios para la vida- son los que mejor realizan el desideratum de la genera-

lidiul ,y por efecto de la aplicaci6n de cuotas iguales a todos los causantes -prin-cipio de la uniformidad- resul ta que pagan 10 mismo al Estado, los pobres queconsumen, para apenas vivir, todo 10 que ganan y los po tent ados que atesoran 0

desp.lfarran la casi totalidad de sus rentas. Influyen, por tanto, los gravarnenes deesa indole sobre la reparticion de la riqueza, acentuando mas la inicua y peligrosadesigualdacl econ6mica que separa a las dos c lases socia les de los pocos prloilegiadosde arr iba y los much os desheredados de ab a jo" (A. J. Pani, La pollt ica hacendarlaJ' la Reuolucion, cit ., pp. 36-37).

85 A. J. Pani, Memoria de La Secretarla de Hacienda y Credito Publico cortes-pondiente a los ailos [iscales de ID23.1924·1925, Ed. Cultura, Mexico, 1926, t.I,pp, 141·142.

3 5 2

I en Ia inseguridad financiera de la administraci6n piiblica y, por consi-guiente en la inseguridad de la misma sociedad. El Estado debia contarcon re~ursos seguros y suficientes para hacer frente a lo~ .gastos del. ser-vicio que estaba llamado a prestar; ello supoma dos condiciones esencialesen la tributaci6n: fijeza en los impuestos y progresi6n en la recaudaci6n.Ambas condiciones a su vez, se fundaban en un principio, evidente porsf mismo, que cer;aba todo el circulo de conceptos: . "Los egresos tienencierto caracter de fijeza, con tendencia general hacia el aumento, por elcrecimiento de las necesidades ptiblicas" .8:6 Para lograr estos objetivos,Pani propuso un sistema combinado de impuestos directos e indirectos yde tasas que procur?-ran, a Ia vez, la equidad y la igu~ld~d. en la tribut~-

cion: pero la esencia de su reforma fue desde un prmclplO el estableci-miento del impuesto de tipo directo mas eficaz y productivo: el impuestos ob re la r en ta, que abri6, en muy corto tiempo, una nueva era para Iahacienda publica de Mexico y que constituy6, para decirlo con Pani, "elmicleo de formaci6n del futuro sistema fiscal"."EI impuesto sobre Ia renta se fundaba en cuatro postulados doctrinales:

... la exencion de gravamen para un minimu~ de existen~ia, 0 s~a,1 0 indispensable para cubrir las necesidades esenciales de Ia VIda; Ia dIS-criminaci6n 0 diferenciaci6n de las diversas clases de rentas, esto es, lasdel capital, las del capital y el trabajo y las del trabajo so~amente;la progresividad -para que pese tanto mas cuanto mayor sea Ia fortu-na que grave- y, por ultimo, la reducci6n por cargas de familia.P

Como es facil comprender, la oposici6n al ~mpuesto c:eado po~ Paniadquiri6 las proporciones de un verdadero movimiento SOCIa.I;de. mil rna:neras y con' gran varied ad de argumentaciones, recuerda el lllg~llIero Pamen su Memoria, se combati6 el nuevo impuesto como una medida preten-didamente ilegal. Se afirm6 que el Ejecutivo federal carecia de facultadespara establecerlo, que los impuestos directos eran d~ la exclusiva c0!llpe-tencia de los Estados y el impuesto sobre la renta violaba la soberania delos Estados; se argument6 que l~ concurrenci~ de impuestos f~de~a.les ylocales era antiecon6mica i se afirmo que el impuesto no se justificaba

80 Op. cit., t, I, p. 142.87 A.. J. Pani, Apuntes autobiogrdficos, cit., p. 302.88 Loc. cit.; vease, tambien, p. 303, r del mismo auto,r, El .prob~ema suprem.o de

Mexico. Ensayo de crltica constructiua de la poUtlca [inanciera, InversionesARPASA, Mexico, 1955, p. 21: " ... el nuevo impuesto alcanzaria, directa y.pro-gresivamente, hasta a las mas grandes Iortunas, favoreceria a las c1ases trabajado-ras , ayudaria al b ienestar de las familias y exirni ria de todo gravamen a los deshereda-dos. Su creaci6n persigui6, aparte de la finalidad de aumentar los ~ec~rsos delErario la de aprovechar la expansion progresiva de su producto en suprirmr los rrn-puesto; contrarios a la ideologia revolucionaria, para ir trasladando las cargasque mas pesadamente han gravitado sobre los pobres, a las recias espaldas de losrices",

3 5 3

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como medida fiscal y que la ley que 10 creaba cared a del atributo juridi-co de la generalidad, pues gravaria a muy pocas personas, resultando elimpuesto excesivo y violatorio de la proporcionalidad y la equidad." Enrealidad, para Pani aquellas objeciones no hacian mas que corroborar unaley de hierro que cualquier buen financiero publico debe tener siempreen la mente:

Posiblemente con la sola excepci6n de los paises que han alcanzado elmas alto grade de civilizaci6n y moralidad, en el resto de ellos -quees la parte mayor de 1a humanidad a que pertenecemos- mientras nosea tan civilizado y moral como aquellos paises, e1 Fisco tratara de ex-

poliar .al causante -el poder se hizo para abusar de el- y e1 causantede defraudar al Fisco.110

lHacian falta mayores justificaciones?

Pani tuvo suficiente tiempo a su favor para comenzar la reform a fis-cal en el periodo en que fungi6 Como secretario de Hacienda bajo el pre-sidente Obreg6n. El rompimiento de este con De la Huerta, su anteriorministro de finanzas, proporciono a Pani el motivo inicial para arremetercontra los viejos sistemas tributarios y contra las corruptelas del tipo de lasque atribuy6 a De la Huerta en una polemica que se hizo celebre." Panirecibio la Secretaria de Hacienda el 26 de septiembre de 1923, sin que,pOI' 10 pronto, pudiera tomar medida alguna que corrigiera 1a politica ha-cendaria ; las cuentas del ejercicio fiscal de 1923 se cerraron con un deficit

de 5 86 83 0 46 .0 1 pesos, a! que se agregaron los gastos que ocasion6 algobierno la revuelta delahuertista y que Pani calcul6 en 60 miIlones depesos. Las medidas generales adoptadas pOI' el gobierno de Obregon parahacer frente a la crisis hacendaria, consistieron en la retenci6n de sueldosa funcionarios y empleados y de los pagos al comercio nacional, y en la sus-

811 A. J, Pani, Memoria, cit., t. I, p. 144. Las objeciones al impuesto las expuso,del modo mas completo y coherente, la Confedcraci6n de Camaras de Comercioen un documento de fecha 8 de marzo de 1924, que fue presentado al secreta riode Hacienda el 7 de ahril siguiente, La Secretaria de Hacienda contest6 talesobjeciones mediante un estudio del documento citado que el titular de aquel mi-nisterio envio a la Confederaci6n de Camaras de Comercio con fecha 27 de mayodel mismo afio, En ese estudio se afirm6 categ6ricarnente que si la organizaci6n decomerciantes juzgaba anticonstitucional la medida, podia recurrir en amparo ante

la Suprema Corte de Just ici a, encargada de interpreta r los textos consti tucionales:que en ningun articulo de la Oonstitueion se distinguia la tributacion que tocabaimponer a la Federaci6n y a los Estados; que en to do caso. el impuesto gravaba Inr iqueza y no las personas, y que si se establec ian con.roles que limitaban la genera li-dad de la ley, e llo obedecia a la inmora lidad de cie rtos contribuyentes (el memorialde la Confederacion y el estudio de la Secretaria de Hacienda en, A. J. Pani,Memoria, cit., t. II, pp. 458-486).

00 A. J. Pani, El problema supremo de Mex ico, cit., pp. 23-24.91 Cf. La .controvBrsia Pani-De la Huerta. Documentos para la hlstoria=de la

ultima asonada militar, Ed. Cultura, Mexico, 1924.

35 4

pensi6n provisional del servicio de la deuda publica, incluida la deudaexterior; tales medidas produjeron durante el ejercicio fiscal siguiente unahorro de 10 0 millones de pesos, que, junto con entradas provenientesde aumentos a las cuotas de algunas contribuciones y de fuentes adiciona-les recien creadas, nive16 los egresos autorizados y los ingresos probables.A l terminal' el afio de 1924, aparte el hecho de haberse cubierto todos losgastos correspondientes al ejercicio, el deficit 10gr6 reducirse a la can:idadde 4 0 7 6 8 6 58 .4 0 pesos." De alli en adelante el proceso de saneamientode las finanzas public as Iu e enascenso, mientras nuevas circunstancias no

vinieron a plantear nuevos problemas, algunos afios despues, Por entonces,las medidas tomadas levantaron la protesta de los afectados, pero sin queesta incidiera en la determinaci6n con que se seguian aplicando. Pani es-

cribia en ese respecto: Las

quejas se explican porque toda reforma es dolorosa y porque dentro delsistema implantado por mi antecesor... ~esultab~ ~uy c6modo p?r~multitud de personas el considerar la Hacienda. P~bhca ~omo un ~a~dmedio de vida parasitaria. El criteria sana es distinto: TIl la AdD?mls-traci6n Publica es una institucion de beneficiencia ni los altos funciona-

rios del Gobierno tienen el derecho de favorecer, con los fondos delErario, a los parientes, amigos 0 partidarios politicos. ~!d~al consi~teen colocar los servicios publicos sobre un~. base de eflclencl~, pOl' vir-tud de la cual e1 Estado reciba, en serVIClOS, la compensaclOn exactade las cantidades que entrega. .. en politica financiera, es un verdadero

atentado el exigir a los contribuyentes sacrificios que no se traducen enservicios 0 en pago de obligaciones legitimas preexiste~tes. ~or otrolado, s610 pOI' medio de medidas seve~a.s ~esultaba _poslb1e nivelar el

Presupuesto, y bien sabido es .que. ~1eqUlh~rlo de los mgres,os y lo~ &a8-tos constituye una urgente obligacion, no solo en 1~ ec:onomla domestlca,

sino tambien y principalmente, en la sconomia pubhca.93

Como "ideal" no estaba mal' como medida politica del memento, seme-

jante principio resultaba estup;ndo,. pues cualquier ~ed,:c~i6n a los sueldosde los empleados 0 cualquier retencion de pagos s; )ustL~lcab~ p1enamente.Que no fuera un principio perma~ente ?e 1a politica financiere y mucho

tuviera de demagogico, 10 demostro el eJemplo dado por ~orones y otrosfuncionarios que se enriquecieron, por entonces 0 despues, a costa del

erano,Pani logr6 significativos ahorros suprimiendo los empleos de supernume-

rarios y comisionados y las pl~ntas que consid.er6 superabundan~es ;94 perola verdadera politica hacendaria, aunque no diera sus frutos de inmediato,

92 A . J . Pani , La polltica hacendaria y la Revolution, cit., pp, 15 y 5S.

98 A . J. Pani, Memoria, cit., t. I, P! ? 95-96. ."9< 1 A. J. Pani, La politica hacendaria y la RevoluclOn, CIt., p, 16.

355

comenzo con Ia introducci6n en la Ley de Ingresos para 1924, de 31 de loo

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diciembre de 1923, de dos impuestos que resumian, de modo imperfecto,el impuesto sobre la renta; estos eran el "impuesto sobre sueldos, salariosy emolumentos" y el "impuesto sobre uti lidades de sociedades y empresas",

contenidos en los incisos c) y d) de la fracci6n XII del primer articulode la Ley.'5 A esta ley sigui6 la de 21 de febrero de 1924, que reglamen-

taba la recaudaci6n de estos impuestos y en la cual se hace, en realidad,un primer desarrollo de esta nueva forma de imposicion.t" La primera leyde ingresos del gobierno de Calles, para el afio de 1925, incluy6 ya, con sudenominaci6n corriente, el impuesto sobre la renta, en siete renglones espe-dales contenidos en la fracci6n v del articulo primero." Pero como

todo impuesto nuevo necesita las adaptaciones que reclaman las cir-cunstancias; y Ia practica ensefia las deficiencias en que se haya incu-rrido al principio, sea par ignorancia de alguno de los multiples casasque ofrece la vida, ya par la natural falibilidad de los que hacen lasleyes, ora, finalmente, por la necesidad de contrarrestar la astucia dequienes t ienen interes en violarlas ,"

el gobierno de Calles expidi6 una nueva ley del impuesto sobre la renta, el18 de marzo de 1925, en la que fueron perfeccionadas las disposicionesrelat ivas a los sujetos tributarios, nacionales y extranjeros, a la definici6n

tecnica de las utilidades sujetas al impuesto y a lasexcepciones del mismo;laoLey hace participes del impuesto a los Estados y a los Municipios, conun 10% respectivamente, y define las siete categories 0cedulas ya inclui-das en -Ia fracci6n v del articulo primero de la Ley de Ingresos para1925.£>9

El ingeniero Pani se anot6 un exito mas en sus trabajos par reformarel sistema fiscal cuando, a convocatoria dirigida a todos los gobiernos delos Estados, Iogro reunir la que llamo Convenci6n Nacional Fiscal el 10

de agosto de 1925. La finalidad de esta medida consistia, esencialmente,en uniformar el sistema de tributaci6n y en eliminar la inestabilidad quela concurrencia federal y local en los impuestos provocaba en la vida econ6-

95 EI texto de la Ley en, A.]. Pani, Memoria, cit., t. II, pp. 91-95.90 Of . op. cit., t, II, pp. 393-401.97 Los conceptos eran: a) Explotaciones agricolas; b) Del ejercicio del comer-

cio y de la industria; c) De la colocaci6n de dinero, val ores, creditos, depositos y

cauciones; d) Del trabajo a sueldo 0 sa lado; e) Valores mobili arios ; f) Pensiones,rentas vitalicias, renta 0 partic ipaci6n de propietarios de ti erras en los productosde la explotaci6n del subsuelo 0 de concesiones del poder publ ico explotadas porterceras personas, y g) Del ejercicio de profes iones l iberales , l iterar ias, art ist icas 0

innominadas 0 de cualquier otra ocupaci6n lucrativa no comprendida en las ante-riores cedulas (vease el texto de la Ley en op, cit., t. II, pp, 103-108).

os Op. cit. , t, I, P. 147.09 Op, cit., t, I, pp. 147-148. El texto de la Ley puede verse en el t. II, pp.

409-424.

35 6

mica del pais. La Convenci6n produjo siete dictamenes sabre los dife-rentes problemas sometidos por la Secretaria de Hacienda a su considera-ci6n, que constituyeron el primer paso serio para la unificaci6n del sistemaimpositivo; los dictamenes fueron los siguientes: sobre el impuesto a lapropiedad territorial; sobre los impuestos a la industria y el comercio; sobreimpuestos especiales; sobre el impuesto al capital; sobre actos juridicos yadquisiciones profesionales; sobre la concurrencia y. reformas constitucio-nales, y sobre asuntos diversos."" En el punto cuarto del dictamen sobrela concurrencia y reformas constitucionales se propone un plan para el

establecimiento y percepci6n de impuestos por parte de la Federaci6n yde los Estados, que recomienda se destinen los impuestos sobre la propie-

dad terri tor ial, sobre actos no comerciales y sobre sucesiones y donacionesa las autoridades locales, con participaci6n variable de la Federaci6n ensu percepci6n, y a la propia Federaci6n los impuestos generales sobre elcomercio y la industria.v=

Otro logro importante de la .gesti6n hacendaria de Pani fue la LeyGeneral de Pensiones Civiles de Retiro, el 12 de agosto de 1925, yel estable-cimiento de la Direccion de Pensiones Civiles de Retiro que esa ley creaba.Mediante un pequefio descuento en los sueldos de los empleados y el sumi-nistro por parte del gobierno federal de una can t id a d suplementaria, secreaba un fondo especial destinado a sostener a los empleados, cuandopor razones de edad 0 incapacidad debian abandonar el servicio, con elpago de pensiones inferiores a los sueldos; el mismo fondo debia facilitara los empleados en servicio la adquisici6nde terrenos 0 casas y aun el

establecimiento de pequefias empresas agricolas 0 industrlales .l '" Esta ley,al igual que aquella que establecia y regulaba el credito agricola, en elcaso de los campesinos, tenia una finalidad politica bien precisa: el uso

100 "La complicaci6n creciente de la vida econ6mica del pais -informaba Panien 1926- se refleja, como es natural, e~ una compl~jidad de fundones. del Estado,ya sea en su aspeeto federal, ya en el Ideal 0 municipal ; y como esta VIda requiereel impuesto para desarrollarse, cabe advertir que para lograrlo es preci so procedercon unidad de plan. De otro m?do ni se o~tienen los productos d~bidos ni se al-canza proporcionalmente la capacidad .econ6mlca de los ciudadanos, smo.que,. al con-trario, los gravamenes se establecen irregulares y absurdos... La uniformidad enlos sistemas de tributaci6n no es solamente el aetual problema de esta epocade reajuste sino tambien el postulado que emana de la corriente de la historia,a cuyo ma~gen el derecho de cad a epoca, condicionado por las circunstancias es-peciales de su tiempo, s610 representa una etapa que habra de cede; el. paso a la

etapa siguiente. Y asi, el regimen de la concurrencia de poderes legislativos en loscampos de imposici6n, seguido por nuestras I~yes~,ha menester urgentem~nte .dereformas radicales, para que la nueva orgamzacion se adapte a las exigenciasde 10 presente" (op. cit., t. I, pp. 168-169).101 Los dicta rnenes en op. ci t., t. I, pp. 172·177.:102 Op, cit., t. I, pp. 175-176. ., . . .lOS Cf . op. ci t., t. I, pp. 181 Y 85., y, A . J. Pani , Los orlge.nes de la poUtlc~ cr~d,t,.

cia, Ed. Atlante, Mexico, 1951, pp, 18-19. La Ley de pensiones en Memoria, cit., t,

II,pp. 605-621.

35 7

del credito en pequefia escala, para asegurarse la fidelidad de uno de los

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sectores mas inquietos y tambien mas peligrosos de la escena poli tica nacio-

nal, los bur6cratas, la (mica fuerza organizada, ademas del ejercito, con

la que directamente podia contar el gobierno.La reorganizaci6n del sistema tributario resultaba, como es evidente, el

verdadero pi lar de la entera poli tica crediticia del gobierno revolucionario.De ella dependia que el Estado pudiera allegarse los recursos necesariospara sus servicios; que el Estado pudiera controlar y regular eficazmentela producci6n y la circulaci6n de la riqueza 0, incluso, que la propiedadestuviera debidamente vigiJada 0 pudiese ser encauzada de acuerdo con lasnecesidades del pais; de ella dependia, en una palabra, que el Estado pu-

diera servir mejor a la sociedad y a los que en su sene mas podian necesi-tar de su protecci6n y auxilio: los propietarios. Lo demuestra plenamenteel establecimiento del sistema bancario y, en esencia, del banco unico deemision, eje de tal sistema.

EI anhelo revolucionario supremo -nos dice Pani- era el de la fun-daci6n del Banco Unico de Emisi6n prescrito por 1a Constituci6n de1917. Es cierto que, para satisfacer ese anhelo, se habian formulado va-rias Leyes Constitutivas. Una de ellashasta fue aprobada por el Con-greso y enviada al Ejecutivo para su promulgaci6n y ejecuci6n. Es posibleque se haya hecho 10 primero, pero no 10 segundo, pues se carecia defondos para ello. Esta carencia era el quid de la cuestion.l'"

Por supuesto que no se trataba unicamente de un simple problema defondos, sino de restablecer la autoridad y el prestigio del Estado en la eco-nomia nacional; pero en politica, el prestigio y la autoridad a menudo se

fundan, y a veces de modo exclusivo, en el poder efectivo. En aquellascondiciones, este ultimo no podia derivar sino de la reform a fiscal. Escierto.. ademas, que la reform a bancaria se proyect6 al mismo tiempo quela fiscal, pero aquella no dio sus primeros pasos sino hasta cuandose

puse;>en marcha l.a segunda. La razon era bien senciIla: para reorganizarel sistema bancario en torno del banco unico de emisi6n como institutocentral , asociandole los bancos comerciales privados, era

ineludibl~mente necesaria 1a rehabilitacion p:evia de los bancos priva-dos, ;nedlante el pago de las deudas del Gobierno, [con 10 cual] se agi-

ganto el escoll.o de la falta de recursos. Afortunadamente, el superavitpresupuestal dIO para todo: fue pagada la deuda bancaria y al fin el

10 . de septiembre de 1925 abri6 sus puertas al publico el Banco de M e -xico, S. A.10G

El 24· de diciembre de 1923, el ingeniero Pani, en su calidad de secre-

Hl4 A. J. Pani, El problema supremo de Mexico, cit ., p . 25 .1{)5 Op. cit., p. 27.

358

I pals una convocatoria para que se reunieran, junto con represcntantesdel Estado, en convenci6n bancaria a principios del afio siguiente.

El ejecutivo Federal -dida Pani- no quiso iniciar su obra .reforma-dora sobre instituciones de credito, sin oir antes las opinlones de losespecialistas y de los banqueros mismos, tanto para obrar con mayoracierto en la factura de la nueva legislaci6n, cuanto por llamar a con-cordia a una de las mas importantes fuerzas vivas del pais.106

La Convenci6n Bancaria inaugur6 sus sesiones el 2 de febrero de 1924,

dando termino a sus trabajos el 29 del mismo meso Sus resultados nopodian ser mas ha1agadores para Pani, pues, segun el mismo escribi6,

las labores de la Convenci6n y de la Comisi6n Permanente fueron I fe-cundas. No s610 result6 de ellas la nueva legislaci6n de instituciones de

credito, no s610 pusieron en orden los bancos afectados por el papelmoneda, el moratorio y la incautaci6n, sino que cre6 un amplio espiritude cordialidad y cooperaci6n entre el Gobierno; por una parte y los.

banqueros, por Ia otra.''"

La legislaci6n bancaria a que se refiere Pani qued6 contenida en la LeyGeneral de Instituciones de Credito y Establecimientos Bancarios, de 24de diciembre de 1924; la Ley de Bancos Refaccionarios, de 29 de septiem-

bre de 1924; .1a Ley' sobre Compafiias de Fianzas, de 11 de rnarzo de1925, y la Ley sobre suspensi6n de pagos de bancos y estab1ecimientos

bancarios. De estas leyes, por supuesto, la principal venia a ser la de ins-tituciones de credito y establecimientos bancarios. Su antecesora, la Ley de1897, se ocupaba exclusivamente de los bancos de emisi6n, de los hipote-carios y de los refaccionarios, dando lugar al surgimiento de multitud debancos privados dedicados a los ramos de deposito, descuentos y otros,no su jetos a legislacion especial. La nueva ley someti6 a su regimentaci6ny a la vigilancia del Estado todos aquellos negocios que se consideraba

afectaban al interes publico y que se repartian en clases diferentes: 19] Lasinstituciones de credito propiamente dichas; 29] los establecimientos quetenian por obje to exclusivo, 0 principal, practical ' operaciones bancarias,y 3Q

] los establecimientos asimilados a los bancarios par practicar opera-

ciones que afectasen al publico en general, recibiendo dep6sitos 0 emitien-do titulos pagaderos en abonos y destinados a su colocaci6n en el publi-CO.-lOS En especial, los controles del Estado sobre las instituciones bancarias

106 A. J. Pani, La polltica hacendaria y La Reuolucitm, cit., P- 65; el texto de Iaconvocatoria y los documentos de la Convencion en Secretaria de Hacienda y ere.·dito Publico, Convenci6n Banz;aria de 1924, Ed. Cultura, Mexico, 1924.

107 Memoria, cit., t. I, p. 208. •lOS Op. cit ., t. I, p, 209; el texto de la Ley en el t. II, pp, 827-894.

359

constituyen el rasgo verdaderamente novedoso en la nueva ley, tanto de Emisi6n se regirapor la ley especial respectiva y en cuanto en ella no

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en 10 =Iue se refiere a su constituci6n como en 10 relativo a su funciona-miento.t'" Claro que semejante sistema de control requeria de un 6rgano

ejecutivo que 10 sostuviera y desarrollara en la practice, y ese organo seencontr6 en 10 que se denomin6 Comisi6n Nacional Bancaria, creada por

decreto de fecha 29 de diciembre de 1924; sus funciones consistieron envigilar el exacto cumplimiento de las disposiciones legales vigentes en ma-teria bancaria, proponer a la Secretaria de Hacienda las medidas que es-timase convenientes para el desarrollo de las operaciones bancarias; llevara efecto las inspecciones de los bancos y decidir sobre la publicaci6n de

sus balances; cooperar en la liquidaci6n de los ban cos que se presentasen

en estado de suspension de pagos 0 de quiebra; vigilar las remesas de losbancos al exterior, sus depositos y sus inversiones en el extranjero, y obte-ner, recopilar y publicar anualmente la estadistica bancaria y de los datosque fuesen de utilidad para e 1 conocimiento de la situaci6n bancaria delpais. La Comisi6n se integraba par cinco miembros y un secretario quenombraba el Ejecutivo de la Union de modo exclusivo 0 con la interven-ci6n indirect a de las organizaciones patronales; el parrafo tercero del ar-ticulo 30 . establecia al efecto:

El Ejecutivo procurara que los intereses agricolas, comerciales e indus-triales del pais esten representados en esta Comisi6n por tres de sus

miembros, quienes habran de ser personas de reconocida competenciaen dichos ramos. Para el efecto, pedira a las Confederaciones de Ca-

maras que representen dichos ramos, que presenten tern as.

Como puede observarse, la expresi6n "procurara" significaba siempreuna puerta abierta para imponer ante cualquier eventualidad las deter-minaciones de los gobernantes.P"

La fundaci6n del banco unico, sabre la base de los anteriores prepara-tivos, vino por si sola. La Ley General de Instituciones de Credito, en su

articulo 16, 10 habia anunciado ya en estos term in os : "EI Banco Unico

109 Vease op. cit., t. I, p. 212: "Las instituciones de credito propiamente dichasrequieren concesion especial otorgada por el Ejecutivo de la Uni6n y la ley cuidade fijar las bases sobre las cuales habran de otorgarse las concesiones, a fin deestablecer la divisi6n del trabajo entre los diferentes bancos y con el objeto degarantizar cierto capital y crear facilidades para el funcionamiento y vigilanciade los propios establecimientos. En cuanto a las negociaciones bancarias y las asi-miladas, no se requiere una concesi6n; pero, naturalmente, tales negociacionesquedan sujetas a la obligaci6n de cumplir los preceptos legales en 10 relativo II

guardar las garantias metalicas que corresponden alas operaciones que ejecutan,a la de someterse a la vigilancia del Estado en sus diversas manifestaciones y a Iade abstenerse de efectuar aquellas operaciones que, por expreso precepto de la ley,corresponden solo a los bancos de concesi6n federal" .

110 Cf., A. J. Pani, Memoria, cit., t, I, pp. 216-224, y La politica hacendaria y laReuolucion, cit., pp. 73-75. El decreto en Memoria, ci t. , t. II, pp. 963-966.

36 0

estuviere dispuesto, por los preceptos de la presente". EI 25 de agosto de1925, el gobierno de Calles expedia 1a ley que 10 fundaba.v" El articulo28 de la Constituci6n habia dejado estab1ecido el principio del bancounico encargado de la emisi6n de billetes sin establecer su caracter y pre-viendo s610 que tal banco estaria controlado por el Estado. Ademas delproblema de can tar con los fondos necesarios para sostenerlo, la anteriorera una cuesti6n de vital importancia para el futuro del banco imico. Lasoluci6n que se dio la resume el ingeniero Pani de esta manera:

... hubo de desecharse, des de 1uego, toda idea de que el Banco fuese

una instituci6n de Estado ... es decir; una oficina publica con ligasdirectas entre ella y la Administraci6n. Cualquiera que fuese la impor-tancia del capital aportado por la Naci6n, relativamente al capital dela instituci6n mismo, era elemental que esta debia organizarse segun

las formas mercantiles y can Ia necesaria individualidad e independen-

cia, para tener vida propia como inst ituci6n comercia1. Efectivamente:la idea del control se compadece perfectamente con Ia idea de indepen-

dencia. Por virtud de la primera, el establecimiento control ado se sujetaa la alta direcci6n del Estado, en cuanto a su politica, principalmenteen 10 que esta se relaciona con el interes publico y, par virtud de lasegunda, la administraci6n se hace conforme a los metodos financierosy no can forme a los metodos administrativos.P"

Se resolvi6, ademas, que s610 una parte del capital, suficiente para daruna mayoria, perteneciera al Estado, pues resultaba evidente que lanueva instituci6n sacaria mas provecho y cumpliria mejor sus finalidadessi se daba la mayor participaci6n posible, aunque minoritaria, al capitalprivado.P" En consecuencia, se crearon dostipos de acciones: la serie "A",que cubriria el 51% , par 10 men os del capital, integramente pagada ysuscrita tan s610 par el gobierno de Ia Republica; la serie "B", que cubri-ria el 49% del capital y que podia ser suscrita por el gobierno a por elpublico. EI capital inicial se fij6 en 10 0 millones de pesos, con una apor-

111 El texto d'e la Ley en op. cit., t. II, pp. 894-905.112 Op. cit., t. I, p. 226.113 "Estes son los dos escollos del Banco Unico Ernisor: si el mismo esta entre-

gado exclusivamente, al in t eres privado, la inmensa fuerza social y econ6mica querepresenta puede ponerse, exclusivamente, a l servicio de los intereses financieros; encambio, si el banco se entrega, exclusivamente tambien, a la acci6n social, se correel riesgo de que represente los intereses puramente politicos de los hombres degobierno. El primer mal se evita dando el control a1 Estado para que este puedaimpedir que la administracion del establecimiento se oriente en un senti do pura-mente egoista ; el segundo se resuelve entregando la minoria al capital particular,para que este vigile a la mayoria, Ie sirva de freno, sepa 10 que esta haciendo,desempefie frente a ella la funci6n de la opinion publica y le sirva de prudentecorrectivo" (op. c it ., t. I, p. 227) .

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·tacion, por parte del Estado, de 55 734500 pesos, en acciones de ambas

series.Los efectos de la reforma emprendida por Pani no se hicieron esperar.

Solo en el periodo comprendido entre el primero de enero y el 31 de agos-to de 1926, los dep6sitos bancarios se elevar?n a 185 500 ~OO.pe~os, 1 0 quesignificaba un incremento del 220%, y el numero de las instituciones ban-carias aument6 de 124 a 185:114 Los arreglos con particulates, siempre

ventajosos para el gobierno, que la Secretaria de Hacienda, bajo la habitdireccion de Pani llevo a termino demostraron en poco tiempo que 1ainiciativa privada'se estaba sometiendo sin problemas a la autoridad delEstado.P" Y no soloIa deuda publica interior comenzo a sanearse. Obte-

nidos los primeros resultados de la ref~rma ~acenda!ia y, sobre todo, delas medidas presupuestales de 1924, Pam busco empenosamente a partIr, deenero de 1925, la posibilidad de reanud~r el pago de la deuda ext~nor,suspendido desde junio de 1924. En septiembre ?e 1925, el sec~e~arlo deHacienda se traslado a Nueva York para negociar con el Comite Inter-nacional de Banqueros una enmienda al convenio De la Huerta-L~mont,La enmienda de referencia quedo acordada en un nuevo converno quefirmaron el propio Pani, en nombre del gobierno de Mexico, y ThomasW. Lamont en nombre del Comite Internacional de Banqueros, el 21 deoctubre del' mismo afio, Por breve tiernpo, con este convenio Pani pareci6restablecer el credito exterior del pals y, ademas, logr6 una efectiva reduc-cion a la mitad de las cantidades adeudadas por el gobierno mexicano.P"El fracaso posterior de estas negociaciones dependio mas de las contin~en-cias a que fue sometida la politica general del gobierno y de la continua

presion por parte de los intereses imperialistas que operaban en el pais

sobre el mismo gobierno, que de las medidas tomadas por Pani, . .Con evidente satisfacci6n por los exitos alcanzados por su ministro de

finanzas, Calles inform6 ante el Congreso de la Union, el dia primero

de septiembre de 1925:

Las actividades desplegadas por la Secretaria de Hacienda y Credi~oPublico han tendido. .. a unificar el regimen fiscal y dade, al proplo

tiempo, caracteres de simplicidad ~ est~bilidad; a hacer que los. impues-tos dejen de ser meras fuentes arbltrar~as de. recursos l?ara el ~lSC? .y seconviertan en auxiliares de la economia nacional, haciendo coinoidir elplan de impuestos con un plan general de desarrollo econ6mico ?e

la Republica; a corregir en 10 posible la injusticia fundamental del Sl~

tema vigente, introduciendo impuestos mas proporcionados a la capaci-

114 J. W. F. Dulles, op. cit., p. 283.115 Un ejemplo reve1ador 10 constituyo el arreglo tenido por Pani con varies

bancos que estaban exigiendo el pago de creditos que sumaban casi 150 millones depesos; Pani logro reducir la suma a poco mas de la mitad (cf. L a po Utic a hac enda -

ri a y La Revo l u c i6n , cit., p. 97).rio Of. op, cit., pp. 98 y S5.

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dad contributiva de cada individuo; a reducir las cargas fiscales me-diante la selecci6n de fuentes gravables y la ampliaci6n de los objetossometidos a tributo, es decir a extender el campo de la tributaci6n, re-duciendo proporcionalmente el peso que gravita sobre cada uno de lossujetos en el comprendidos; a fomentar la creaci6n 0, at contrario, ponerobstaculos al arraigo de costumbres e instituciones convenientes 0 per-judiciales, respectivamente, para el bienestar general; a mejorar el fun-cionamiento de la administraci6n, que no s6lo depende del mayor 0

menor cuidado que se tenga respecto a la moralidad de cada uno desus miembros, sino tambien, y muy principalmente, del sistema de orga-nizaci6n y, por ultimo, a acrecentar el producto de las rentas publicas,a fin de acometer con s6lido fundamento, dichas empresas de urgente

reaIizaci6n y que s6lo pueden ser objeto de la actividad gubernamentaly para que sea posible que el Estado cum p la seriamente sus compro-misos internos y externos, La Secretaria de Hacienda y Credito Publico,en una palabra, se ha esforzado por orientarse hacia el punto de con-vergencia que este Ejecutivo ha sefialado a todas sus actividades politic asy administrativas: asegurar, definitivamente, la paz y la prosperidad dela patria mexicana. t17

Es probable que para los propietarios mexicanos de aquel tiempo estu-viera claro que la paz y la prosperidad, 0 10 que es 10 mismo, la seguridadde sus posesiones y el florecimiento de sus negocios,no fuesen posibles enmodo alguno si no era bajo el poder y la autoridad irrestrictos de un go-bierno fuerte. Lo sabian a la perfecci6n los viejos privilegiados porfiristas .Ciertamente, jamas se imaginaron, y tardaron muchos afios en aprenderlo,que para darles paz y prosperidad el gobierno fuerte de la Revoluci6n 10primero quehabria de exigir era eI sometimiento a su poder de los mismospropietarios, 10 cual queria decir, aparte de una obediencia que no tolera-ria excepciones a las determinaciones generales de los gobernantes, de vezen cuando tambien algunos sacrificios de la entera clase de los propieta-rios 0 de un sector de ella 0, mas a menu do, de algunos de los propietarios,

117 Los presidentes de M exico ante la nac i6n , cit., t. III, p. 679. Y como si setratara de dar una prueba del caracter institucional, que no simplernente de cir-cunstancia, de las reformas emprendidas en materia de finanzas publicas, Callesaseguraba en ocasion de su ultimo informe de gobierno : "Me satisface poder anun-

cia r a ustedes que la renuncia hecha a1 goce de facu1tades extraordinarias en ingresosy egresos, ha sido uno de 105adelantos mas notables en el Ramo de la Hac ienda , puesno solo ha dado una conveniente rlgidez al ejercicio de Presupuesto de Egresos,sino que se ha traducido en un orden administrative mas completo ... La carenciade facultades extraordinarias explica la mayor solidez del regimen establecido enlos egresos y manejos de fondos, as!· como el menor numero de disposiciones legis-lativas dictadas en el capitulo de politica fiscal. EI Ejecutivo a mi cargo considerala medida como indispensable, asimismo, para el equilibrio politico de los pode-res y como cimiento de una mayor moralidad adrninistrativa" (op. cit., t. III, p.825),

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quiza d.e. l?s que por su buena posicion mejor podian resistir y digerirl~s. sacrificios, La reforma hacendaria signific6, ni duda cabe, un .sacri-flc~o para los I?r?pIetarios y mas aun para los mas poderosos. Perosi al-guien se benef~cI6 con tal reform a fueron justamente los propietarios yen mayor medida los .q:ue mas tenian 0 los que mas emprendedores semostraban en ~as condiclOnes creadas por la propia reforma. En realidadno fue necesano que pasara mucho tiempo para que quedara plenamentedemostrado que en Mexico la propiedad podia progresar tan s610 en elsupuesto de que, aceptara las Iimitacionss, el control y Ia direcci6n delEstado .. No habia mas alternativas que la revoluci6n 0 Ia anarquia sinPderspectlVas. Y aunque parezca mentira, esto tambien tardaron en apren-

erIo los propietarios mexican os.Los, g?berna~tesde la Revoluci6n jamas pensaron que la reconstrucci6n

de Mexico pudI~ra hacerse sin el concurso de la iniciativa privada ni queel Estado ~e sustltuyese a el~~ en ~s:;t~area. Es cierto, en el fondo, que conC :alles se maugura una politica dirigida a invertir una gran parte de losd~neros del Estado en Ia economta nacional: en efecto durante su go-bIer~~, n~ solamente. se orga~iz6 el sistema 'crediticio que aseguraba lamovilizacion merc~ntll de la riqueza, sino que se llevaron a cabo imp or-tante~ obras ~e rIego, carreteras, escuelas y edificios piiblicos que ibanampliando la mfr~~structura economica que hast a entonces habia sido laheredada del porfirismo ; el misrno Calles estuvo consciente del significadoque su programa de inversiones encerraba:

Se abandona~a asi -:-~os dice- la gesti6n pasiva de los ingresos comoelernento destmado umcamente a cubrir los servicios publicos rutinariospara adoptar una conducta de inversi6n eficaz de parte de eIlos en?bras de desarrollo econ6mico, consideradas de fundamental e inmediataimportancta para el bienestar del pais.us

r Si~ emba:go, lejos de sustituir a la iniciativa privada, el Estado no ha-cia smo abnrle el camino, efectuando las obras de uso comun que aquellano estaba en grade de realizar y que a ella mas que a otros beneficiabanHecho esto el Estado sim ltd . b I' ., P emen e eja a que os particulares se ocupa-ran del resto, para .10 cual se consideraba, a su vez, incapacitado. El de-recho. a ser ellos mismos quienes se ocuparan de la producci6n quedabatuesd mtocado para los propietarios emprendedorss- podia aduci~se que el

st~ 0 nlodcontaba con los medios materiales para' asegurar la integraci6nnaciona e la producci6n d dI" . ,que era su ver a era tarea y para ocuparse~. t~~m~, tiempo de la producci6n en sus diferentes r~mas y aun de la.ISn uClof de los prcductos, 0 bien, 10 que sucedia con mayor frecuen-Cia, que e Estado no contaba Con funcionarios suficientemente honestoscomo para que fundaran y dirigieran empresas cuyo exito s610 la iniciativa

l1S Op. cit ., t. III, p. 773.

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privada podia asegurar;119 todo eUo resultaba irrelevante ante esta verdadplenamente aceptada de todos: el Estado se declaraba colaborador delempresario privado sobre la base de concebirlo como un elemento indis-pensable para el desarrollo nacional. lHacia falta mejor apologia del ca-pitalismo en un pals atrasado como el nuestro?Empero, la conservaci6n del empresario no se da en el vacio, a p ri or i,

como si se tratara de un valor abstracto. Se imponen ciertas condiciones,

ciertos limites que se juzgan imperiosos en aquellas circunstancias. Hastaentonces se habla venido tratando de convencer a los propietarios em-prendedores de que para su seguridad y su progreso era necesario que

aceptasen las reform as sociales. EI articulo 27 constitucional se rnanteniaen reserva como un arma eficacisima para convencer a los renuentes, ylos movimientos populares no habian dejado de ser en ningiin momentoun .recurso de fuerza contra los propietarios. Calles desarro1l6 legislativa-mente el principio constitucional segun el cual la naci6n tiene

en todo tiempo el derecho de imponer a la propiedad privada las moda-lidades que dicte el interes publico, as! como el de regular el aprovecha-miento de los elementos naturales susceptibles de apropiaci6n, para haceruna distribuci6n equitativa de la riqueza publica y para cuidar de suconservaci6n;

en 1928 se derogaba el viejo C6digo Civil de 1884 y se sustituia por otro,en el que, como 10 expresara Calles, dominaba el prop6sito de

armonizar los intereses individuales con los sociales, corrigiendo el excesode individualismo que impera en el C6digo Civil de 1884.120

De acuerdo con este principio, la propiedad seguia sosteniendo a todoel orden social v dando sentido a la vida del hombre; pero si debia seguirsiendo 10 que h~sta ahora, tenia que presentarse con otro ropaje y con unrostro diferente, sin cambiar su esencia. Es decir: en momentos en queel fantasma de la socializaci6n asolaba y encendia a las conciencias, lapropiedad privada debia presentarse como un factor que no decide nadapor si mismo y, desde luego, como un factor que no se debe a S I mismo,sino a la colectividad, de manera que a to do mundo fuese perfectamente

119 EI propio Calles afirm6 durante su citada entrevista con Ezequiel Padilla:"No podemos iniciar empresas directas por el Estado porque nos falta el materialhumano. Empresas de esa naturaleza necesitan mas que una grande preparaci6ntecnica, una grande preparaci6n moral y administrativa, fundada en el desinterespersonal, en la probidad, en el deseo de servir a los intereses colectivos, A nosotrosnos falta aun esa preparaci6n. Carecemos de la organizaci6n indispensable e ida-mos al fracaso. POl' ahora tenemos que depender de la iniciativa privada, guiada,sostenida , encauzada , por el Estado, fomentando la justici a distributiva y abriendobrecha hacia el Estado socialista" (El general Calles sei ia lando rumbas , cit. p. 29).

120 Los presidentes de Mex ico ante la nacion, cit" t, Ill, p. 818.

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claro que .no era la propiedad privada la que se servia de la colectlvidad,

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sino a la mversa,

T~l ve z u~a de las razones por las que en Mexico el principia de laproptdad privada no se discuta casi a 10 largo de la ultima historla radicaen e hecho .de que ~qui, desde un comienzo, se impuso la convicci6n de-que la prol;lledad privada es; no s610 neeesaria, sino indispensable, vitalpara,la sociedad. En otros term in os, si en Europa 0 en Norteamerica lapropiedad se habla legitimado como un derecho natural del hombre 0

s~bre esa bas: .se le habia aceptado, en el Mexico revolucionario la pro.pI~dad se leglhm~~a sobre la base de su utilidad para el desarrollo del

paiS y su aceptacion se volvia una mera cuesti6n de orden pragmatieo

aparenten;ente de simple oportunidad, euya vigencia dependeria de I~que, e! ,PalS tarda.se en alcanzar su pleno desarrollo, Con el nuevo C6digose tipifico y se hizo permanente esta soluci6n.

Al t;atar de la ~ropiedad -deda Calles ante las Camaras-s- el nuevoCodigo se separo de la tendencia individualista que campeaba en el

~ereeho ~o.mano! .en .la Legislaei6n Napole6niea y en gran parte deuestro COdlgO ClVII vigente, y acept6 la teoria progresista que considerae! ,derec~o de propiedad como el medio de cumplir una verdadera fun-~lon S ? C l a l . Por tanto, n? se consider? a,la propiedad como un derecho~nianglb~e y .sag~ado, sujeto en su ejercicio a la apreciaci6n individual1 e propl~tano) Sill? como un derecho mutable que debe modelarse sobreas necesidadss sociales a las euales esta llamado a responder preferen-

teme,nte. A ~ste e~ecto, y de acuerdo con los preceptos const itucionalesrelatives, se impusieron a lgunas modalidades a la propiedad . tendientes

a, qde no quedara al arbitrio del propietario dejar improductiva su pro-

piedad, 't a que no se usara de su derecho con perjuicio de tereero 0

can detnmento de los intereses generales,121

121Op it t 819 "cho "[' ci ". . III, p, ,En ccncomitancia con esta ultima cxigencia, el dere-f \ vd jexlcano, cuyos predecesores europeos habian partido de la lgualdad

coorma

. e t: personas y en ella fundaban su concepcion de la justicia venia are-nocer, a lertamente y sin ni b f 1 ,'. , ,

tipicidad de gen I'd d d ,mgun rl! or rente a as pretensiones juridicus deta y emplricame e~a Iad de IdPersonal~dad ~ de abst raccion, Ia desigualdad escue-

'[' d be un a a e los sujetos Juridicos y su division en el binomioevanga ICO e po res y rices: CIS di I 1 " ,'II ' , ,e 10 a a case desvalida ° rgnorante -aflrma Ca-es-una protecclon efectiv d'f' 'd 1 ' " "cIasico p , .. d I ' a mo Iican ose as disposiciones inspiradas en lossupre~a l~eJud:o~ e a Igualdad ante la ley y que la voluntad de las partes es<iesigualmelte dot~do~ont ratos, p~es se compren~~6 que n~ todos los hombres tanpueden ser regido . PO ! 6 f sociedad, en atencion a su riqueza, cultura, etcetera,cuando alguno e! i~~afla emente por la mi~ma ley, ,y, por es~, se dispuso quemiseria del otr~ 6 t , ando la suma ignorancra, notoria mexpenencia 0 extremado con 10 que ~l0p rene un Iucro eb~esivo, que sea evidentemente desproporclona-resclsion del contrate:: su parte se 0 liga, el perjudicado tiene derecho de. pedir laobligaci6n" (op, cit ., t, ~I1~u;~~18)s,to no sea posible, la reduccion equi tativa de su

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De ninguna manera se pretendia que por "funci6n social" de la pro-

piedad se entendiera convertir al propietario en un benefactor publico;con ello simplemente se invitaba al propietario a poner en juego toda suambici6n de privado para haeer producir 8U propiedad, Algo semejante,como puede verse, a 10 que sucedia en el derecho civil clasico mcderno,pero aqui con un signi f icado diferente. Eso era todo:

Todavia abundan -polltificaba don Alberto J. Pani al ios d e sp u es - >- . ..

los que, impregnados de fervoroso radicalismo, predican que debe des-poseerse a los ricos para aliviar, con sus bienes, las desgraeias en quese debate la masa enonne de desheredados, Tal remedio equivaldria al

de repartir un vaso de agua entre muchos millones de gargantas sedien-tas. El Nuevo Regimen no desea ni puede desear los sacrificios esteriles,ni que aumente, con los ricos desposeidos, el numero de pobres, Su pro-

blema actual, en este respecto, consiste en humanizar a los primeros y

redimir econ6micamente a los segundos.1.22

Hasta aquel momento, la Revoluci6n y los capitalistas parecian habersedado como dos entidades diferentes, que se reunian ocasionalmente peropermanecian siempre separadas. Desde entonces, su uni6n ofreci6 abrir un

camino comun, hacia un objetivo comun : el desarrollo de Mexico. Paniformu16 un concepto que expresaba esa unidad, el de c ap it al is t as r eo o lu -c i onar i os . Ser capital is t a revolucionario, segun Pani, consist ia unicamente

en haeer producir las propias riquezas ; capitalista reaecionario era 10 con-

trario:

Ante los capitalistas reaccionarios que combaten al Nuevo Regimen se -

gregando su dinero de las inversiones para mantenerlo inactivo 0 expor-tarlo en busea de seguridades que les permitan perpetuar su situaci6nprivilegiada de dominaci6n y enriquecirniento, surge esta norma para los

revolucionarios: al reves de aquellos, deben lanzar su dinero a la circu-laci6n, pero no bajo Ia forma de despilfarro -que es consumo de ri-queza-, sino de inversi6n productiva y humanizada, es decir , e levan-dolo a la categoria de capital des tinado a pro du cir nu eva r iqu eza quepermita incremental', a su vez, el rendirniento futuro y as i sucesivamentey de modo indefinido, para que, concomitantemente, siga disminuyendoel numero de desocupados y aumentando el bienestar general.P"

122A, J, Pani, Tres monograflas, Ed, At1ante, Mexico, 1941, pp. 53-54.123Op, cit., p. 53, Que este modo de pensar podia convertirse en la mistica

social del nuevo ernpresario, 10 demost r6 el propio Pani al componer un Decti logo del

capitalista revolucionario que, segun su autor, constituiria Ia ley moral que habriade empujar a Mexico hacia una autentica y vigorosa Republica de Trabajadores.Los Mandamientos del capitalist a decian ; "primero, no mantendras ocioso tu ca-pital y 10 invertiras de modo product ive en tu pal s; segundo, promoveras la creaci6nde nuevas fuentes de trabajo 0 mejoraras las existentes; tercero, el lucro no serae1 unicc ni el preponderante fin de tus empresas ; cuarto, preferiras siempre 1a

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6, L a refo rma m ili tar

La otra gran transformaci6n institucional llevada a cabo durante elgobierno de Calles operada. en el ejercito por su secretario de Guerra, ge-neral Joaquin A~aro, fue tan decisiva, 0 mas aun, para el desarro~lopolit ico del Mexico posrevolucionario, como 10 fue la refo:~a hacend~rla,

Es cierto como ha sido observado, que esa transformaclOn encontro elterreno a'bonado despues de que Obreg6n elimin6 a los gran des caudillosrevolucionarios .1.24 es cierto tambien que las reform as de Amaro se apli-

caron a un ej6rcito que era ya diferente de aq~el eje;cito surgid? de la

Revoluci6n, que se habia desarrollado, en es~ncIa, bajo l~ aut~ndad delos diferentes caudillos y que habia desaparecido 0 se, h~bla desmtegradoal ir desapareciendo su jefes, Empero, todo ella no dls,mmuye, de ~a?eraalguna la importancia de la labor de Am~ro que, hable,ndo sido mimstrode la guerra con Obreg6n, durante su gest16n en el goblerno de Calles la

inversi6n mas provechosa para la colect ividad" aunque n~ sea la ~ as lucrativa parat i : quinto procuranls e l mejoramiento economico maximo posible de tus traba-

jadores, s~bre el nivel obligado de la, ~egislaci6n rela~iva y ~asta. la altura de, susrneri tos ; sexto, tomando en consideraclO~ que ~ada myel social uene _sus ne~estda-des materiales y de decoro y que la socledad Sin clares, es una p,atrana, nadie t~n-dria derecho a 10 superf!uo, en relaci6p. ~on ta les necesidades, mient ras haya quien

carezca de ocupaci6n remunerada; sepnmo, supomendo ocupados .todos los, quetengan capacldad para t rabajar, contrlbulra» cuanto puedas al auxilio de los, inca-pacitados sin ostentaci6n y ni siquiera indagar 10 que los ~emas hagan 0 del en, de

hacer en' e ste sentido : octavo no eludiras el pago de los impuestos ; noveno, 51 lasue rte te fuere advers~ y perdie res tu capi tal, acudiras alegremente a las sol~s fuentesdel ttrabajo y el ahorro can ~os, fines de subvenir a tus ?eces,dades.y ~oslble;n~nterecuperar la calidad de capltahsta para beneficio propio y colectivo ; Y decI~o,grabaras estos Mandamientos en el cerebro y el coraz6n de cada uno de tus hijoepara 'que a traves de el los y de sus descendientes. sucesivos , s e prolongue el sur~ode tan f~cunda siembra por los siglos de los siglos" (A. J. Pani, Apuntes autobto-

grdficos, cit ., pp. 669-670), ' , ,124 Cf. J. A, Lozoya El ejercito mexicano (1911.1965), El Colegio de MeXICO,

Mexico, i970, p. 47: 'cLa tecnificaci6n del ejercito "se i .nsc~ibe ~n ~I, ~uevo pe;iodode la historia de Mexico que Calles llarnaria de mst'tuc!Onalizac~on. de} pais, fo .este fen6meno del inicio asi fuese incipiente, de la lealtad a las msntucrones masque a las personas, cont~ibuy6 en forma conside rable l~ eliminaci6n de los g~t;era -les rebel d es al gobierno, puesto que ellos mas que nmguna otra fuerza nac!on~ltendian a la creaci6n de lazos de lealtad personal, con muy poco apego a las insti-tuciones que empezeba a producir la Revoluci6n" . Portes Gil !leg6 incluso a ase-

gurar que e l gener<l ;l Obregon, .aparte de ~liminar a l~s caudil los, e~~uvo siempr~empenado en moralizar al ejercito, en 'pa~ttcular d,espues de la rebehon de ,1923,"AI terrninar la revuelta del 23, el eje rcito que do en gr~n parte ~e~~caud~llado,pues murieron multiples generales, de los cuales ocho 0 diez eran ~Ivlslonanos deprestigio, Este cuartelazo fu~ seguramente. el mas. fecundo en en~enanzas para l,aNaci6n y el general Obregon aprovecho aqu~l, triunfo para contlt;uar la morali-zaci6n del ejercito, hac ienda ;rer a ~os .l~fes mlh~ares que permanec ieran ~eales quelas corporac iones no son propiedad individual, m las Jefaturas de Ope:ac lOnes feu-dos de que podian disponer, a su antojo, los generales encargados accldentalmentc

de ellas" (Quince aiios de polll'ica mexicana, cit ., p . 241),

3 0 8

pudo l!:var a te:mi~o, Y si se atiende tan s6lo a la corrupci6n y a la de-grad~clo~ orgamzatrva de que era victima el ejercito, puede decirse quesu historia es una sola antes de 1925, cuando Amaro comenz6 sus refer-ma~ y que la era de Obregon se distingue poco de la de Oarranza.P" Elgobierno de Calles tuvo que enfrentar problemas colosales para llevar ac~bo !a transformaci6n d;l eje;cito, Como ha observado Lieuwen, el mi-nisterio de guerra absorbla. mas de ,!-n. ter~io del presupuesto, y mas decuat~o veces 10 que cualquier otro ministerio ; los gastos militares devora-b~,n mgresos. que Calles de,seaba ~mplear en obras publicus, en la educa-cion, la agricultura y la industria; los oficiales carecian de espiritu decuerpo y los principales intereses de los generales eran Ia politica y el

125 Portes Gil ha escrito que, hasta antes del pronunciamiento de Agua Pri t"las, Je faturas de , Operac ,iones e ran. verdaderos feudos en los que los genera les di~~'poman a s)1 ~ntoJo de vidas y haciendas, Las quejas que llegaban a la Presidenciade la Republica, ~ran echadas, al ~esto de los desperdicios y quienes se atrevian aprot~star por ll; lgun acto arbitrario, resultaban victimas del funcionario que seconsideraba l~stJmado por la protesta , " enormes extensiones del pais -'-que aba -~aban ~ ? cinco d~stad,os- quedab~n bajo la juri sdicci6n de algUn jefe milit:r~ prestl!pO, q,;,e isponia a, su antojo de un territorio en el que le estaban subor-dinadas, inclusive, las autoridades del orden civil, las cuales -cuando se oponiana su mandato;- .eran barridas s ,in consideraci6n" (op, cit., p, 237), Sin embargo,todo parece ~ndlc~r que fue, justamente, la situaci6n que sigui6 prevaleciendoe~ nuestro pais, ml~ntras no s c ; efectua ron las re formas de Amaro y, puede deci rse,aun bastante despues d~ que estas cOl?~nzaron a transformar el ejercito, Como haobservad?, E!nest Gruening, el que e~lstla todavia en la epoca de Obreg6n "", no

er~ un eJerc lt~ n~cI~na~, Era un conjunto de caciques, si uno desea hablar en ter-m~nos de su l inaje indigena, 0 barones ladr~r;es, si prefiere la analogia espanola,Cier tamente, aquello ,no tenia nmguna relacion con esa instituci6n moderna quees el Estado, Su patria no era Mexico, sino que radicaba alii donde estuvieran lospeso~. ~n poco menos in?6cil que en el apogee de la guerra civil, la oficialidadseguia siendo corr~pta, ~lsoluta, t!-,rbulenta", Era excepcional el jefe de opera-clO~es que no tenia Vll;I1?Snegocios -usualmente, la concesion exclusiva de ungarito, que la ley prohibia, los productos de una 0 dos haciendas a donde sussoldados llevarian el estiercol de los caballos de la jefatura 0 l a iuc rativa laborde 'proteg~r' a ot ros hacendados d.e. los agrari st as. La culpa, en parte' al menos, erade Obreg,?n: Al mantener las dificultades para desmovilizar a var ios generales,cuyos servicios estos pensaban que deberian ser recompensados el e ra innecesaria-

'b " 'ente un uen amigo -~ expensas de la naci6n-, un sobreviviente mas delpoder p~rsonal. Su secreta,flo, de Guerra, general Francisco Serrano, era el masn?t ,able Jug~dor en la, Repubhca y pasaba por ser casi tan destacado en los demasVICIOS,~ab,endo perdido 80 000 pesos en una noche -alrededor de cuatro veces

su salario anual-, ~ag6 con un vale ala. Tesoreria nacional, que Obreg6n orden6que se pagara. Ello impuso un elevado Indice en las grati fi caciones que disguste a

ot ros gCl!-era les, y como e~ .natura l, en modo a lguno habia tanto qu~ aleanzara paratodos, Sin duda, la estabilidad y el orden en aumento hicieron que cada afio fuesemagro, en comparaci6n con los ~iejos buenos tiempos de botin ilimitado, Esa fuela raz?n por la cual en 1923, tremta y seis generales en servicio activo (y aun masen retlro) y un gran mimero de oficiales menores 'se l evantaron en armas', Comoe~ lo.s dias de ~anta Anna, declaraban que el suyo era un prop6sito elevado , Obre-gon Intent,aba lmponer ~ Calles y atropellar el 'sufragio l ibre '" (E. Gruening, Me-X ICO and I ts Heri tage, cit., pp, 319-320),

)!

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peculado, mientras que las tropas eran deficientes en disciplina entrena- ces, estos eran los mismos generales.l'" Sin embargo y afortunadamente

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. t 1126 EI di di di 'ien 0 y m?ra :. ispen 10 nnpe ia, 0 POl' 10 menos, frenaba seria-mente Ia ap!lcaclOn del Estado a 1a labor de reconstrucci6n material del pais;In corrupcion de. los mandos y las deficiencias tecnicas y espirituales de lasoldacle~c.a constituian una verdadera amenaza para 1a pob1aci6n y para

In estabilidad del Estado. La exigencia de reformar el eje rcito obededapor. ' ,tanto, a razones. emme~tem~nte practicas, cuya soluci6n se hacia inapla-zable, Y en medlo de situaciones de hecho (como la desaparici6n violent a

de lo s caudillos 0 1a desintegraci6n igualmente vio1enta de las viejas for-maciones militates] y de urgencias politicas y econ6micas del momento,Amaro se encarg6 de su misi6n, arrnado de una excelente hoja de servicios

que ya en 1925 nadie, excepto Obregon, podia superar, y de cualidadespersonales que parecian a prop6sito; ello, desde luego, aparte del masabsolute y decidido apoyo por parte de Calles.v"

Cualquiera que pase revista a las medidas tomadas por Amaro, segura-mente coincidira en que las mismas, de principio a fin, parecen estar en-

derezadas, no tanto contra e1 ejercito, como poder independiente del Es-tado, como casta privilegiada colocada al margen de 1a sociedad, sino

ma s bien contra quienes 10 comandaban y que hacian de su mando unpoder personal. Si los soldados estaban estrechamente 1igados a sus coman-dantes, esto no obedecia a que fuesen participes responsables y conscientesde los privilegios de que gozaban los segundos; en realidad, las tropasvivian mal y todo su estimulo material consistia en un modus vivendi mez-quina y bajo y en la promesa de que sus jefes, si lograban dar un buen

golpe, mejorarian su situacion ; sin noci6n alguna del pais en que vivian)' del papel que jugaba el Estado al que se debian, aquellos soldados notenian mejor ejemplo que seguir ni otra autoridad que obedecer que los

que les imponian sus corrompidos comandantes. Si alguien podia estarinteresado en que el ejercito siguiera siendo 10 que habia sido hasta enton-

nn E. Lieuwcn, Mexican Militarism. The Political Rise and Fall of the Reuo-

tionnry Arm)'. 19.10-1940, The University of New Mexico Press, Albuquerque, 1968,

p. fl5.121 Amaro es, quiza uno de los revolucionarios mexicanos sobre el cual menos

se ha escrito, pese al papel tan relevante que desempefi6 durante buena parte dela historia del Mexico revolucionario. Los pecos estudios dedicados a su la'bor comoencargado del despacho 0 como titular de la Secretaria de Guerra y ~ar!na y los

mas escasos aun sobre su vida como soldado de la Revolucion, son, cast sin e~cep-ci6n dernaslado breves 0 estan plagados de errores y eonfusiones (cf., C. Beals, TheIndi~n who Sways Mexican Destiny", en New York Times Magazine, Dec. 7, 1930,pp. B y 55., y, an6nimo, "Personalidad militar del general Joaquin Am.aro",en,~l Le-gionario, vel, tI, n. 13, Mexico, marzo de 1952). Amaro, observa Lieuwen, fu.e lamas podcrosa personalidad bajo Calles; inescrutable, taciturno y de mentahdadtenaz, Iue un brillante organizador y un disciplinario se,:eroj, sus me!odos eran amenudn brutalcs e instantdneos ; como se ha reportado, disparo y mato a un pala-

Irenero jlor montar uno de sus caballos de polo" (op. cit., p. 86).

370

para quienes emprendian Ia reforma, Ia mayor part~ de los generales Ia

formaban homb~es que no tenian idea de 10 que era 0 podia representarpara ellos la ahanz~. polit ica; cor~ompidos, viciosos, . intr igantes, gastaban8 ': fuerza y su prestigio en combatirse unos a otros y en asegurar su domi-mo local, conforme al modelo del viejo caciquismo mexicano, Sin ser tinacasta ni tener c?nciencia de que podian llegar a serlo, su podel' se rompiaen toda una sene de poderes ,:,olantes incapaces de contender con el podercentral qU,eem~ez~ba a orgamzarse tambien como poder mili tar.Tal veZl10 mas importante de la obra de Amaro consisti6 en la reform a

de 1~.le&i.sIaci6n militar, que desde la epoca porfiriana no habia sufrido

modificaciones. En ella, cuatro leyes vinieron a ser el verdadero soportede las medidas de reorganizaci6n y de moralizaci6n del instituto armado:la nueva Ley Organica del Ejercito y la Marina, la Ley de Disciplina, laLey de Ascensos y Recompensas y Ia Ley de Pensiones y Retirosdel Ejer-ci to y Ia Armada Nacionales.v"Entre las medidas de caracter organizativo, las mas notables fueron las

sigui~ntes: s: reorganiz6 el funcionamiento de la Secretaria de Guerra y

Man~,a, .sustI tuyend~ por completo ~ los eI?pleados civiles pOl ' elementosdel ejercito y, postenormente, se redujo el numero de estos ultimos cuandosu preparaci6n y eficiencia hizo posihle un reajuste de personal. Se modi-fic6 la organizaci6n de las unidades tacticas, de acuerdo con el medic enque debian operar, reduciendo sus efectivos. Se mejor6 el equipo de las

tropas, dentro de las posibilidades econ6micas del gobierno, y se unifie6

el armamento en uso. Se reedificaron los cuarteles, mejorando sus condi-ciones higienicas, ~; co~s~ruy6 el Co1~gio Mili tar en Popotla y varios cam-pos de concentracion mili tar , de mamobras y de deportes. Se establecieroncriaderos de ganado en Chihuahua y Durango. Se import6 maquinarlamodema para los Establecimientos Fabriles y Aprovisionamientos militares.Se fund6 la Comisi6n Tecnica, que tenia funciones de cuerpo consultivo

y a la que se debi6 la elaboraci6n de las leyes y reglamentos militares. Seinici6 la formaci6n del Estado Mayor General y de la Inspecci6n Generaldel Ejercito para regular 1a marcha de todos los servicios.P?

128 Vease, op. cit ., p. 88: "Cuando Calles devino presidente, habia velntiun di-visionaries. Siete eran jefes de operaciones, cinco cornandaban divisionesespeciales,dos estaban en el Ministerio de Guerra, uno era gobernador, uno senador, unodiplomatico y cuatro no tenian asignaci6n. De los cuarenta generales de brigada,veintinueve eran jefes de operaciones, dos eran gobernadores y dos eran congre-sistas. La mayoria de los cien brigadieres comandabanregimientos. Los divisionariosmas poderosos, aparte de Calles y Amaro, eran Eugenio Martinez, Francisco Se-rrano, Francisco Manzo, Roberto Cruz, Arnulfo G6mez, Gonzalo Escobar, JuanAlmazan. Luis Gutierrez y Lazaro Cardenas".

129 Las cuatro leyes militares aparecieron publicadas en anexo al Diario Olicial,

de fecha 15 de marzo de 1926.180 J . E. Galvan Cantu, "La obra de los senoresgenerales Calles y Amaro en

371

Empero, nada interesaba tanto a los gobernantes de Mexico como la Ello era especial mente import ante en 10 que se referia a Ia formaci6n

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reforma intelectual y moral de las tropas. Como hizo notar Ernest Gruening,

el cuartelazo, aunque invariablemente era obra de los oficiales, haciasepo s ible por la obediencia servil que por ignorancia el soldado corrnin letenia a sus jefes inmediatos. Hoy en dia -agregaba el periodista nor-teamericano- el soldado raso es mejor; ya no Henan las filas los cons-criptos y los presidiarios. Muchos cuarteles se han transfonnado en escue-las y el analfabetismo esta desapareciendo entre las tropas. Los deportescompetitivos, sobre todo el beisbol,han sido adoptados con "entusiasrnoy, en la medida en que elementos exteriores como las maneras, el porte yel vestido de la tropa reflejan un cambio interno, se ha notado un

mejoramiento en los ultimos tres afios.131

Los sistemas de ensefianza fueron modificados, intensificandose el tra-bajo en las escuelas para sold ados y en las academias para jefes y ofi-dales y desarrollandose una intensa divulgaci6n de conocimientos tecnicos,

ternas tacticos, teorias explicadas y advertencias sobre las innovaciones enel arte de la guerra, por medio de los 6rganos periodisticos de Ia Secre-taria ; en relaci6n con esto ultimo, se fund6 el semanario La Patria, cuyosfines fueron "divulgar la ideologia de la Revoluci6n y servir de vehiculopara transmitir provechosas ensefianzas de caracter cientifico y literario",

y euya distribuci6n se hacia gratuitamente entre el personal del ejercito yen los centros sociales y en las agrupaciones obreras y campesinas.l'" Laeducaci6n de los soldac1os se convirti6 en un verdadero ideal de la orga-

nizacion militar. Como anunciara un periodista en 1927,eonvirtiendo cada cuartel en una escuela que sea al mismo tiempo quemilitar, primaria y superior, agricola y de oficios, civica y patri6tica, serealizara el voto emitido por el capitan Mahon, de que, "tempi ados enel bane militar los j6venes que han entrado hierro, salgan acero".188

pro de la reorganizacion y perfeccionamiento del ejercito", en Reuista del Ejhci to,. la Marina, t. IX, n, 4, Mexico, abril de 1930, pp. 269-271.131E. Gruening, op. cit., p. 323. En el plan de trabajo para dar una nueva

Iisonomia a las fuerzas armadas, afirma El Legionario, Amaro "no omiti6 ningunode los renglones importantes que hubiera considerado un militar tecnico, graduadoen los mas prest igiosos planteles cas trenses, y as! la instrucci6n te6rica en todos susgrades desde 10 mas elemental hasta 10 de ensefianza superior , recibi6 la atenci6nque Ie' correspondia ; tal perfeccionamiento organico de las armas, servicios y estable-

cimientos de las fuerzas armadas fueron 'considerados sin excluir nada importante ;el armamento el equipo, el vestuario y, en general, la diversidad de materialesnecesarios pa~a dotar al Ejercito merecieron del general Amaro ... cuidadosa aten-cion ... Los deportes de toda naturaleza ocuparon inmediatamente el lugar queles corresponde en el adiestramiento, desarroJlo fisico y caracter del hombre dearm as" (El Legionario, cit .,pp. 5-6) ,1&3J. E. Galvan Cantu, op. cit., pp. 269 y 270.133G. A. Salas, "La suces i6n presidencial y el ejercito", en Excelsior, 15 de junio

de 1927.

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de una nue~a oficialidad, condici6n. ~e ultima insta~cia que haria po sibleel reforzalmento. de _I,as reform as militares, En los jovenes oficiales debiadescansar la sustitucion a corto plazo de los antiguos [efes revolucionariosque por entonces aun comandaban el ejercito y desde luego e I control- " .,por pequeno que fuera, que sobre eIlos se comenzaba a establecer. Em-pero, la preparaci~n cultural y. tecni<:;a de los soldados y los oficiales enmodo alguno se vela como un simple instrumento mediante el cual habriade aumentarse Ia eficacia del ejercito Como factor de Ia guerra· es cierto

que este era tam bien un objetivo esencial,t34 pero no se trataba de ningun

fm abstr~ct?, puramen~e. militar. Para decirlo c~:mAmaro, se buscaba que

los conocimientos adquiridos por los soldados hicieran de estos "elementostan iitiles en la Paz como en Ia Guerra",11>5 y, en el fondo, mas en la pazq;t~ en la guerra, pero siempre bajo esta idea rectora: la defensa delregimen de la Revoluci6n.

E! objetivo de los nuevos programas de entrenamiento -apunta EdwinLieuwen-s- fue formar un cuerpo de profesionales con un alto sentidode la dignidad militar y de Ia responsabilidad publica. Amaro estabadecidido a cambiar el ejercito, de un vehiculo para promover miras per-sonalistas, en una institucion apolitica que se limit aria a las tareas mili-tares de defensa de la naci6n contra amenazas interiores 0 exteriores,Buscaba infundir en los j6venes oficiales un nuevo sentido de la disci-plina y de Ia obediencia a la autoridad civiIYs

La fidelidad a las instituciones, par 10 demas, debia fundarse en la com-prensi6n que el soldado, y sobre todo el oficial, l1egasen a adquirir de que

tales instituciones estaban puestas al servicio de un programa social en elcual el gobierno y el pueblo se identificaban. En realfdad decir que elsoldado no debia tener finalidades politicas en su profesion de militar,

1M Cuando en 1931 el general Amaro definia los fines de la Secretaria de Gue-rra y Marina, estimaba que el primero y mas importante debia ser "lograr la mascorrecta reorganizaci6n del Ejercito, capacitandolo moral e intelectuahnente paracurnplir con su deber en los dias de prueba para la Patria"· ese nivel inoral ei~tel~c:ual, . a_grega~a, se al<;anzaria si se lograba el mas alto' grado de evoluci6ncientifico-militar, si ~e contl~ua~~ la labor ~e las escuelas espec!ales y si se utili-zaban todos los medios de difusicn (Secretaria de Guerra y Marina, Memoria pre-

sentada al H. Congreso de la Union po r el C. Secreta rio del Ramo General deDivision Joaquin Amaro. 10. de agosto de 1930 a .l 31 de julio de 1931 TalleresGraficos de la Naci6n, Mexico, 1931, p. 9). '

1305 Loc. cit .

ISO E. Lieuwen, op. cit., p. 93. Vease tarnbien EI Legionario, cit., p. 6: " ... elgeneral. Amaro se preocup6 por estimular al elemento joven, que habria de integrara su tiernpo cada uno de los escalones del mando militar, con las caracteristicasapropiadas al medio mexicano, a la ideologia revolucionar ia y con las vi rtu des queconstituyen a todo miIitar con honor".

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queria decir sencillamente que no debia adoptar mas ideologia politica que Escuelas Militares de reputaci6n mundial grupos de vigorosa juventud e

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la del gobierno, porque este se identificaba con el pueblo:

... el deber del ciudadano armado hijo del pueblo -afirm6 el presiden-te Calles en 1926-, es luchar contra quienes quieren oprimir 0 ahogarlasverdaderas ansi a s populares; no pensando nunca constituir una claseoligarquica de opresi6n de los anhelos de las grandes mayorias, sino con-tribuir, por el sostenimiento de los Gobiernos realmente representativosde las ansias del pueblo, a la formaci6n de un mas feliz y mas grandey mas respetado Mexico.P?

Desde este punto de vista, tuvo una enorme importancia la reforma delColegio Militar, que comenz6 con su clausura en octubre de 1925 y cul-min6 con su reapertura a fines de 1926: habia venido funcionando tanmal que hubo necesidad de cerrarlo.P" Pero el secretario de Guerra no secontent6 con que en el Colegio se cambiaran los sistemas y se regulararigidamente la vida de los cadetes, sino que enviaba "con frecuencia a las

1117 "La misi6n del ejercito en Mexico", en Mexico ante el mundo, cit. , p. 176.Cf., R. Calderon Arzamendi, Siniesis de la Revoluci6n Mexicana, Imprenta "Sud-America", Santiago de Chile, 1929, p. 223: "EI soldado tiene ya una visi6n claradel papel que desempefia dentro de la sociedad, Tiene la conciencia que esun factor social, un apoyo del Gobiemo y un defensor de la Patria y de las ins-tituciones originadas por la Revoluci6n. :£1sabe que en ultimo analisis no es sinoun centinela que cuida los intereses de las clases proletarias, de los obreros y cam-pesinos".

188 Segun un edi torial del Excelsior, de fecha 19 de octubre de 1925, la ense-fianza militar en Mexico debia su fracaso al "descuido e incompetencia de losencargados de dirigirla", porque, agregaba, "Ia Revolucion procedi6 con sumatorpeza en esta materia de enseiianza militar. En el Congreso Constituyente de1917 se hablo todavia como en los tiempos idilicos del Pere L'Enfantin y del Du-que de Saint Simon, del falansterio y de los talleresnacionales, de la guardianacional jacobina, Los triunfadores en los combates contra Huerta y contra Villa,se llamaban ciudadanos armadas y se llev6 a ca'bo la donosa idea de destruir elColegio Militar, que no era asilo de reaccionarios sino institucien netamente mexi-cana, para sustituirlo con una Academia Militar, que debia ser cifra y resumende todo 10 que se sabia de ciencia de los combates, Por la direcci6n desfilaronuna mult itud de generales y coroneles que pueden haber sido muy heroicos y muyrevolucionarios, pero que no entendian una sola palabra de c6mo se administraba,y c6mo se dirigia una escuela militar". Ci tando un informe del consul norteame-rieano 'Wedell al secretario de Estado, Lieuwen recuerda que una inspecci6n lle-vada a cabo en el verano de 1925 "revelo edificios y terrenos sucios y en desorden

con inmundicias por todas partes: 'caballos que se hundian en el est iercol haatalas cernejas, cocinas llenas de grasa y de suciedad, comedores con platos y vasossucios. .. cadetes con uniformes enlodados y rasgados' y oficiales que nunca ha-bian montado un caballo a cargo de Ia instrucci6n de la caballeria, Cuatrocientosprofesores estaban asignados a la preparacion de ochocientos cadetes, Los direc-tores de Ia Academia, todos ellos generales revolucionarios, se interesaban princi-palmente por el adoctrinamiento politico, .mientras que los exfederales, los {micosque poseian conocimientos de tecnica militar, se veian reducidos a la inactividadpor las sospechas, los celos y las purgas poli ticas. Los cadetes estaban faltos de

374

inteligencia para que adquieran la mas alta preparaci6n cientlfica",139 ynombr6 agregados militares en las embajadas y legaciones de Mexico

para que transmitieran a la Secretariade Guerra, informes sobre el pro-greso de los Ejercitos de las principales naciones de Europa, Asia y delContinente Americano.P?

En la medida en que los cadetes fueron convirtiendose en el nuevo tipode oficiales deseado por Amaro, es decir, en profesionales con mentalidadde oficiales de carrera, preparados a traves del estudio para el comando

militar, se les fue asignando a los regimientos de dudosa lealtad, con elprop6sito de interponer oficiales leales entre los jefes revolucionarios y susejercitos privados, hasta que al terminar la decada de los veinte la situa-ci6n fue favorable para romper las lea1tades y los ascendientes locales, en-cargando a aquellos nuevos oficiales del comando en los mas altos nivelesde rango.>" Este no era mas que un aspecto de la embestida general queAmaro llev6 a termino contra las viejas estructuras del ejercito y contrael poder de los antiguos jefes revolucionarios sobre las tropas.Por instrucciones de Calles, en el sentido de reducir el presupuesto mi-

litar, Amaro efectu6 un rigido programa de economias. Entre otras me-didas, algunas ya en acto desde 1924, declar6 una moratoria para todaslas promociones; concedio dos meses a todos los generales para que justi-ficaran sus pretensiones de ascensos y posteriormente rechaz6 todas aque-

lIas que Ie parecieron infundadas; licenci6 a todos los irregulares y fij6 en55 mil el limite de los regulares ;142 orden6 que se controlaran todos losgastos extraordinarios de los jefes de operaciones.v" y que los diferentesservicios de abastecimiento fuesen reglamentados y supervisados por los 6r-ganos aclministrativos de la Secretaria.s= Los resultados fueron notables:a la vuelta de tres afios, el presupuesto del ejercito habiase reducido enuna tercera parte, del 36% al 25% del presupuesto federal>" y eI poderiolocal de los jefes de operaciones se encontraba sensiblemente quebrantado.

moral y eran deficientes en Ia aplicaci6n profesional. En su mayoria se encontra-ban impacientes por una rebe1i6n que habria lIegado rapldamente con los ascen-sos" (E. Lieuwen, op. cit., pp. 92-93).

139 Secretaria de Guerra y Marina, Memoria, cit., p. 10.140 J. E. Galvan Cantu, op. cit ., p. 270.141 E. Lieuwen, op. cit. , pp. 93-94.142 Op, cit., p. 86.143 E. Portes Gil., op. cit., p. 242.144 Era el caso del abastecimiento de forrajes para los cuerpos de caballeria

(vease, F. J. Aguilar, "La reorganizaci6n del ejercito nacional", en El Democrata,9 de agosto de 1925).

145 E. Lieuwen, op. cit ., pp. 86 y 153, y J. W. Wilkie, The Mexican Revolution.Federal Expenditure and Social Change since 191(), University of California Press,Berkeley and Los Angeles,1967, p. 101 (vease tambien el apendice E, p. 293).

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EI ~~ito con que se logr6 combatir las rebeliones de 1927 y de 1929 se mazan, que se habia convertido en un sostenedor del orden establecido a

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debio, en esenCla, a las transformaciones operadas en las fuerzas armadaspor el general Amaro.>"

Ahora bi~~, !as refo;mas rnilitares lograron modernizar en mas de una~pecto el ejercito mex!ca~? y, sob~e todo, 1 0 sometieron al control del go-bierno. !vIas ello no significaba, en absoluto, que el jefe militar dejara,automaticamente, de ser un elemento perturbador de la vida social.v"para ella se hacia preciso que el sistema institucional llegara a cobrar 'unpoder y una autoridad que se impusieran, sin excepciones, contra todo aquelque rep!esentara ,un~ amenaz.a. para el mismo. Mientras tanto, el progresode las finanzas pubhcas permitto el empleo de otras medidas para pacificara lo.s tu~bulentos y crear nue~os intereses, acordes con Ips del Estado, paralos insatisfechos, Como ha observado Lieuwen .

los me~odos usados por Calles y Amaro para doblegar a los comandan-tes reg~onales no eran distintos de los ya aplicados por Diaz y Obreg6n.Es decir, ell?~ empl~aron una especie de soborno oficial, A los generaless~ Ies perrnma ennquecerse a. c.ambio de manifestar su lealtad al go-bierno central. Las fortunas oficiales no se fonnaban necesariamente dem<>??ilegitimo, pero se hacian posibles como resultado de Ia influenciapolitica que daba el haber combatido en la Revolucion.v"

. En 1948 don Francisco Naranjo, el anti guo revolucionario liberal, rea-hzo una encuesta para establecer, en terminos mas 0 menos generales, lafortuna de algunos de los mas connotados revolucionarios; sin ser exactos,

los dat~s logrados por N~ranj~ son, no obstante, reveladores del poderioeCOn6I!l1COue los revoluclonanos mexicanos llegaron a cobrar, sobre todo,a part}r del momento en que el general Calles se hizo cargo del gobierno.v'"Los ejemplos mas notables son los siguientes: el general Juan Andreu AI-

~!~. Portes Gil, op. cit." p. 243, y R. Calderon Arzamendi, op. cit., p. 180.Gruenmg, en 192~, vela en el militarismo un peligro inminente para el fu-

turo desarrollo de Mexico y en el general mexicano un individuo violento pornatura1e~a: "EI.hecho ;s que. el general m~xican? =-con algunas excepciones- esun asesmo.. En parte, el refl;Ja un desprecio racial y tradicional hacia la muerte.en un .medic en el q~e la vida ha ofrecido tan poco. Pero, ademas de ell 0, el re-

torna a las obscuras epoc~s de la human.idad et; que reinaba la guerra y la vida

~umana: se tOI?;t~a a la hger_a. 0 mas bien. Mexico representa el anacronismo en.1 ~ue \a pen odica l~cha CIVIl constituye la norma. y los procesos personales cmdlrectos; de una socledad organiz~da todavia no han entrado en el uso. Es as!

c0!ll_0..: t .~xtraleg~1ley fuga de Diaz ha cedido el lugar a la extralegal 'ley delsuicidio introducida ~n,las prisiones capitalinas por el general Roberto Cruz, ins-pector general de policia ••• Este metodo es aplaudido por los mas ruidosos devo-tos de 'Ia I~y y el orden'" (E. Gruening, op. cit., p. 326).-U8 E. Lieuwen, op. cit ., p. 90.

149 N~ra?jo publico los res.ultados de su encuesta de julio a septiembre de 1948.

e!l6~~DLI.anode Yuc~tan,baJo el titulo general de "Los millonarios de la Revolu-CIn. ieuwen se refiere a ellos en las pp. 90-92 de su libro citado.

37 6

partir del golpe de Obregon contra Carranza, lleg6 a poseer una fortunade veinte millones de pesos, la cual fonn6 en la especulaci6n de bienesrakes y en la construccion.l'" El general Joaquin Amaro fue el famosopropietario de una cuadra de costosos y finisimos caballos y de residenciaspalaciegas, que enmarcaron, despues de 1920, "el verdadero pulimento desu personalidad" ;1U1 como estimaran los porfiristas, "donde esta el dinero,esta la cultura". Sin haber sido precisamente un desposeido, el generalObregon, sin -embargo, no llego a acumular una gran fortuna rnientrasfue combatiente 0 cuando estuvo en la Presidencia; fue hast a el mom en toen que Calles se hizo cargo del Ejecutivo cuando el caudillo de Sonoraintento enriquecerse, dedicandose a la agricultura y monopolizando el co-mercio de garbanzo y tomate en e 1 noroeste del pais; como apunta Na-ranjo, sin robar y sin hacer dinero desde los puestos publicos, la Revoluci6nIe dio much os millones.P" EI propio general Calles obtuvo una fortuna queNaranjo calcul6 en veinte mill ones de pesos, sin contar los que pudie-ron haber acumulado sus parientes, las muchas residencias que rega-laba a sus intimos, segun se decla, 0 los depositos de colosales cantidades

de dinero que se suponia Calles colocaba en ban cos extranjeros; proba-blemente, el antiguo maestro de Guaymas acumul6 buena parte de susriquezas dedicandose a la industria de la construcci6n; Naranjo consideraque estuvo ligado a la constructora FYUSA, que durante mucho tiempofue una de las mas prosperas.l'" La misma compafiia FYUSA procur6 asu fundador, el general y li cenci ado Aaron Saenz, grandes riquezas quese multiplicaron en muchos otros negocios, de los que el mayor fue la

compafiia comercial "Azucar, S. A.".lM Naranjo sefiala al inspector gene-ral de la policia del Distrito Federal, general Roberto Cruz, como poseedorde "suntuosas residencias" y hacedor de "negocios fabulosos"; Grueningafirma que el general Cruz se convirti6 en un gran extorsionador de ca-t61icos.1u u Lieuwen sefiala que el general Jose Gonzalo Escobar fue unode los grandes favorecidos por Calles mediante oportunidades financieras,llegando a acumular enormes sumas de dinero en bancos de Torre6n y

de Monterrey, que luego emple6 en la revuelta de 1929.156 Saturnino Ce-dillo uno de los mas poderosos dirigentes de Ia politica nacional y unode los generales que controlaban el ejercito y las formaciones rurales, hizodel Estado de San Luis Potosi su dominio particular y el asiento princi-pal de sus negocios; su fortuna se lleg6 a calcular en dos millones de

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r

!lUO Diario de Yucatan, 31 de julio de 1948.151 Diario de Yucatan, 10. de agosto de 1948.152 Diario de Yucatan, 15 y 16 de agosto de 1948.1:: ;3 Diario de Yucatan, 20 de agosto de 1948.154 Diario de Yucatan, 30 de agosto de 1948.155 Diorio de Yucatan, 25 deagosto de 1948; E. Gruening, op. cit ., p. 326.156 E. Lieuwen, op. cit., p. 91. Naranjo no da ningun dato relativo a la fortuna

de Escobar (d. Diario de Yucatan, 2 de septiernbre de 1948).

37 7

I

pesos.!" Mas el caso verdaderamente espectacular fue el del general Abe-lardo L. Rodriguez, quien en unos pocos afios acumulo una fortuna que

liaci6n de las dases.1GB Naranjo asigna al Dr. Jose Manuel Puig Casauranc

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tal .vez ~ue ~a mayor de las qu~. se formaton en aquellos afios ; en BajaCalifornia, siendo gobernador rnilitar y luego jefe de operaciones del nor-oeste, Rodriguez explot6 negocios tales como hipodromos hoteles cantinasd I· I d' "1 "e UJO y sa ones e Juego a gusto del c1iente" norteamericano, como

ano~a don Fran,c;isco ~aranjo:l~8 Segun datos proporcionados al propio Na-ranJO por un conspicuo militar sonorense", en los dias de la encuestamenci~nada, ~odriguez c~ntaba con una fortuna de 82 rnillones de pesos;Naranjo Ie asigna 30, y Lieuwen habla de 100 millones.v?

Desde luego, los militares no fueron los unicos que se enriquecieron en

la. ~poca de CaIle~. Muchos civiles, y tal vez en mayor numero que losrnilitares, no estuvieron a la zaga de estos, ni en 10 que toea a espiritude empresa ni en 10 que se refiere a actividades piratescas 0 corruptelas de

toda indole.H10 La encuesta de Naranjo incluyo a muchos de ellos cuyasfortunas se for:naron durante :-1$'obierno callista 0 en el periodo inmedia-tamente :posterIOr: Juan Platt, intimo de Obreg6n, que gustaba de los autosde 6 q mil pesos, que d~struia como si fuesen juguetes, acumul6 millones,especialmente en negocios como Ia participaci6n en la concesi6n de jue-g?S.:l:61Ferna_ndo Torreblanca, antiguo taquigrafo de los Ferrocarriles Na-cionales, devino yerno del general Calles, subsecretario de Relaciones Exte-

ri~res,. y fue co?s.ide;~~o, e? lid con Abelardo L. Rodriguez, el hombremas nco de Mexico, - Segun datos hechos publicos por el senador Gui-llermo Flores Munoz el 17 de diciembre de 1935 Luis N. Morones teniadenunciadas en el registro de la propiedad del Distrito Federal, propiedades

urbanas por un valor de 1 5 43 3 67 pesos, 10 que sin contar sus restantesposesion.es, da una idea de la 7'i.queza acumulada' por el lider obrero y desus.motivos personales para militar por los proyectos nacionales de conci-

157 Diario de Yucatan, 18 de agosto de 1948.

158 Dior io de Yucatan, 3 de septiembre de 1948.

159 Diario de YUcatan, 4 deseptiembre de 1948; E. Lieuwen, op. cit . pp.91-92.100 "Civiles fueron los altos funcionarios que en epocas aciagas se' llevaron a

sus casas hasta las, estatuillas que adornaban los salones de la Secretaria de Edu-

c~ci6n ~ub!isa:.. Civiles, fueron ministros como aquel de quien el general Obre.,

gon. decia lromca?'le.nte: Es muy bue~o pero. demasiado caro'. Civiles los que sededlca,ron a p,rostitUir la .reforma .agrana vendiendoss a los latifundistas para 'pro-yectar los ejidos sobre tierras enazas, 0 para hacer dormir los expedientes dota-

torios 0 restitutorios, suefios de largos aiios. Civiles los autores de atracos vanda-

li;os a la industria y al comercio desde altos puestos del D. F. Civiles numerososdiputados y senadores que en todas las legislaturas usaron el fuero para el nego-CIO y la irnpunidad en el escandalo, Civiles e~ fin, en mayor numero que mili-

tares, .los que han desprestigiado a la revolucion con su deshonestidad e incom-petencia" (L. Mendieta y Nunez. "Los civiles de la Revoluci6n", en El Universal,9 de mayo de 1945).

161 Diario de Yucatan, 17 de agosto de 1948.102 Diario de Yucatan, 21 de agosto de 1948.

37 8

una fortuna de 2 millones de pesos y menciona a otros altos funcionarioscallistas que se enriquecieron por entonces, sin ofrecer datos de sus fortun.aspersonales: Emilio Portes Gil, Alberto J. Pani, Luis L. Le6n y EzequielPadilla.t=Pero no s610 el gobierno federal constituia una fuente de enriquecimien-

to personal y de capitalizaci6n. Muchos caciques locales fueron ?nte to~o"nuevos ricos" y en sus fortunas se fundaba no poeas veces su influencia

politica, Entre los gobernadores y caciques de las diferentes entidades fe-derales que se hicieron de fama por su riqueza, se cuentan: Novelo Torres,Fernando Manero, Rodrigo Quevedo, Saturnino Osornio, Tomas Garrido

Canabal, Ortiz Garza, Gonzalo N. Santos, Juan M. Garda, Arturo B. de'la Garza, Bonifacio Salinas, Aar6n Saenz, Javier Rojo G6mez, etc.165

Como puede verse, Ia Revoluci6n no solamente habia proporcionado losequipos que ahora se encargaban de ejercer el poder politico a nombre detodos los mexicanos, sino que contribuia tambien con buena parte de los con-

tingentes que debian practicar las actividades econ6micas 'propias del si~temasocial recien instaurado. Crear empresarios entre las filas de los mismosrevolucionarios parecia coincidir por entero con aquella "fiebre por acu-mular fortunas" (Naranjo), que se manifesto con toda su pujanza duranteel regimen de Calles y que producia efectos sumamente benefices para el

sistema: pese a todas las contravenciones y a cuanta inigui~ad 'pud~eraencerrar, el procedi~iento estaba fundando una. ver~adera mstltucI~~ahza-,ci6n del arte de ennquecerse, esto es, su normalizacum y su regulaczon pa-

cifica; es verdad que en gran medida Ia.s activida?es ec~n6micas de los"nuevos rices" eran fundamentalmente Improductivas; sm embargo, latransformaci6n de los revolucionarios en empresarios abria canales a traves.de los cuales se daba salida a sus inquinas y a sus ambiciones politicas,

sin que fuera secundario el buen resultado que. traia ap~reJada la ac;tmu-laci6n de capitales para la urgente reconstruccion economica del pars. EIque una gran parte de esos nuevos ricos hayan sido militares que prov~-nian de los tiempos aun no lejanos de la lucha armada, aseguraban deft.,nitivamente la conjuraci6n del mayor peligro que de inmediato podiaamenazar al regimen posrevolucionario: el cuartelazo.

)

7. La diplomacia de "ham and eggs"

El periodo presidencial del general Call~s co~ncidi~, ~n su pr~n:el'a etapa,con un ulterior recrudecimiento de la actitud imperialista tradicional, fun-dada en la fuerza, del gobierno estadounidense, y, en su segunda etap~, conun cambio sustancial en el estilo de la politic a exterior norteamencana,

1G3 Diorio de Yucatan, 23 de agosto de 1948.104 Diario de Yucatan 24 26 y 28 de agosto y 10. y 8 de septiembre de 1948.

165 Diario de Yucatan; 8 y 10 de agosto y 19 de septiembre de 1948.

37 9

qu~ , en los ~echos si~nific6 Ia aceptaci6n del pun to de vista que la Revo. Por encima de su inicial radicalismo, tejido de expresiones y manifesta-

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lucien MexI?ana habia asumido, a traves de la Doctrina Carranza, acerca

de las relac,lOr :es ent;~ los pa~~es debiles y las potencias imperialis tas . En~quel. ,cuat~l~mo, Mexicr; SUfrlOmuy de cerca la amenaza de una nuevainvas ion m~htar po~ part,e de lo s Estados Unidos y arriesg6 en el trance,una ve~ mas, su ,existencia como naci6n independiente; tocaria a' un nor-teamencano: .DwIght W, Morrow, embajador en Mexico desde fines de192?, el p:errto de volver coincidentes la politica de los Estados Unidoshacia ¥ e X I C ? y la doctrina de la nueva dependencia propugnada por losreVOlUCIO?anOSmexicanos. En el fondo, para que el acuerdo se diera, yadesde la epoca de Carranza, no faltaba sino el que los propios nortearneri-canos aceptaran el punto de vis ta rnexicano.

A ~enudo se afirma que la causa principal en el origen de ese cambiode actitud en lo s gobernantes estadounidenses es una tendencia cada ves

mas m~rcada ~n ,el general. C~IIe~ h?cia posiciones conservadoras, cuyatendencia }1~bna sido la rnejor invitacion a que los imperialistas cedieranen su politica de fuerz~, Lo extrafio de esta tesis surge de inmediato_cuando se, t:~ta de explicar por que esa actitud del gobierno norteameri-ca~o perslst~~ durante el pe:iodo presidencial de Cardenas (y aun des-p~es), aduclendose, en cambio, una postura intransigente del d ivisionar iomichoacano que no P ? C O S califica~ de radical. En realidad, mas bien pa-rece SCI' que el cambio en la actitud norteamericana ocurrido antes deque ~oosevelt lIegara a la Presidencia de los Estados 'Unidos se debi6 a

.~n ~lrtual derrumb~ del pres tigi,o,politico que sufrieron los intereses impe-rialistas que sostenian una politica de fuerza para con Mexico fund a-

mentalmente por 10 que se, refie ;e a los intereses petro leros. E1 p~esidenteCalles, por su parte, se, cUld6 siempre y ante cua1quier circunstancia de

n;an tener una puerta abier ta a un posible entendimiento con los norteame-ricanos, en 10 cual, por 10 demas, no hacia sino coincidir plenamente conl~ que los revolucionarios sost~nlan tarnbien ; que Mexico no podia, de

nmguna ~anera, para ser realistas, romper los vinculos que indefectible-mente 10 l~g~ban a lo s Estados U?idos'lil6 y que 10 unico que Ie era dadohacer cons~sha er; mantener ,una mdependencia politic a, mediante la eualnuestro :pa lS pudiera, de a~gur ; modo, controlar la penetraci6n econ6micaestadou~lde~se, En otr~s terminos, CaIIes no habria de faltar al empefio

revolucionario de asurrur y defender el espiritu de la Doctrina Carranza.

IG6 Como escrih}6 afios despues Emilio Partes Gil, uno de los actores princi-pa~es de aquella, epoca de nuestra historia: "Mexico, como vecino de ese gran

pais, no puede ru d:be adoptar nunea actitudes incomeeuentes de hostilidad hariael pueblo. nortean;encano, La politica que nuestros gobiernos deben seguir es lade una digna amlsta? can el Gobierno de Washington, salvando, naturalmente, eldecoro que como pais sober~no nos eor responde; pero tra tando todos los asuntosque conciernen a ambas naciones can la rectitud y sinceridad necesar ias para ha ,cer que se nos respete" (Autobiogra/la de la Revoluci6n Mexicana Instituto Mexi-cano de Cultura, Mexico, 1964, p. 601), '

380

ciones demag6gicas, 0 de su ulterior conservadurismo, que se, acentu6 amedida que el poder se le fu~ escapa~do de las manos, ~e Ie impuso unaexigencia que estaba en la raiz reformista de la Revolucion y a la que nopodia renunciar de ninguna manera.Como en otros terrenos de la politica revolucionaria, en el caso de las

relaciones internac ionales importan mas los hechos que las ideas de Calles ,pues es en los hechos donde se encuentran las verdaderas aportaciones

del antiguo maestro al nuevo ,r~gimen; y ello, tal vez, porque, como enningim otro campo de la pohh~a, en el d~ I~s, relaciones con el exte-rior Calles se encontraba defendiendo un prmclplo del que no era autor.

Naturalmente, en esto no hacia ninguna excepci6n; despues de Carranza,a la doctrina internacional de la Revoluci6n se Ie agreg6 muy poco quefuera verdaderamente original. Con un lenguaje aun mas rampl6n y ele-mental que el de Obreg6n, en materi~ de politica exter!or Ca~l~s no h~zo-sino repetir los argumentos ya populanzados por el caudillo, utilizando, Ill-

eluso, las mismas figuras ret6ricas que en este :ra? usuales, com~ que losproblemas a que tenia que enfrentarse eran practicamente los mlsmo~, EIgobierno revolucionario habia sido reconocido por los Estados Umdos,luego de I levarse a cabo las Conferencias de Bucarel~ y.de firmarse .las cor ;-venciones de ree lamaciones; s in embargo, e l reconocurnento no trajo consi-

go mas que una momentanea esperanza de que esa situaci6n, entre ambiguae ilegal, que norm~ba !as relaciones ~ntre ambos paises] ant,e,s del reco-nocimiento y que implicaba una continua amenaza de invas ion, acabarapor resolv~rse en un estado pennanente, de mutuo entendimier:to. En los,

hechos, y asi parecian, compr~nderlo q:rlenes rodea~an al presldente C,:-lles el reconocimiento no habia producido un cambio efectivo en 1a acti-tud de los gobernantes y de los inversionistas yanquis para con ~e;<ico y

el propio reconocimiento s~rgia co~o una prueb~ mas de la ~olttlca deviolencia que inform~ba dicha act.lt~d. Se explica, pOI' 10 mlsm~, queCalles, antes y despues del reconocimiento, y como vocero de las impor-

tantes tendencias institucionales que comenzaban a desarrollarse en loscirculos gobernantes mexicanos, se viera prec~s~do a r~iterar puntos, devista y posiciones que en el campo de la politica exterior eran de vital.importancia, Su radicalismo, como podra verse, no tuvo para, tales ~~ectosningun signif icado; entre revolucionari<;>s, la .amenaza exterior unificaba

todos los criterios y borraba todas las diferencias. ..La idea de \:11 desarrollo independient~ de Mexlc~, I?ero sm romper'

vinculos con los paises dominantes, mantiene su continuidad en la con-cepci6n nacionalista de Cal les:

Yo deseo el acercamiento de mi pals con todos los pueblos de la tierra-afinnaba en su discurso del Teatro Iris el 26 de octubre de 1923-;pero es mi firme convicci6n que las ~el3 :c~one~deben establecerse a basede respeto mutuo, de equidad y de justicia, sm aeeptar que los pueblos.

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fuertes puedan imponer su criterio a los pueblos debiles en los asuntosde politica interna. Considero que as! como todos los actos de los indi-vi duos deben tener como norma la moral y regir sus relaciones por elcumplimiento de las obligaciones morales, as! las naciones deben manejar

sus relaciones por el respeto mutuo que la dignidad y la moral imponeny cumplir religiosamente los compromisos licitos que contraigan con losotros pueblos.>"

Para los revolucionarios mexicanos era una adquisici6n ya firmementee~tablec~da la idea d~1que, al igual que entre los hombres, cuyas difereri-

eras ~oclales y materiales pueden subsistir con y aun ser la base real deuna igualdad ante Ia ley y en el mundo de la politica, entre las naciones,

y pese a sus diferencias, debia regir el principio de que eran politica yjuridicamente iguales, que esto debra constituir el fundamento del tratoque elIas estableciesen entre si y, desde luego, que la igualaci6n politicay juridica de los distintos paises debia comenzar par el reconocimiento sinexcepciones de los gobiernos que esos paises decidieran darse, sin importarcl modo 0 las circunstancias en que tales gobiernos hubiesen surgido ni latendencia politica e ideol6gica en que sustentasen su acci6n. La dignidadde una naci6n y el respeto que se le debia no podian sinoencarnar en el

gobierno que la representase interior y exteriormente: no en balde se atri-buia al gobierno de un pais los exitos 0 los fracasos del pueblo del quese suponia era su conductor; los grandes pueblos tenian grandes gobiernos

y resultaba axiomatico, al mismo tiempo, que la grandeza de tales pueblosera obra esencial de sus gobiernos, grandes en ideas, en patriotismo y enarrojo . .: Por que no se dejaba que Mexico se diera un gran gobierno?

167 EI Democrat-a, 27 de octubre de 1923; tambien, El Democrata, 14 de mayo

de 1924: "Queremos las relaciones mas francas y mas cordiales con todas las ria-clones del mundo. Lo que pasa es que somos del Partido Politico que tiene la su-ficiente hombria para declarar que quiere esas relaeiones internacionales a basede justicia; a base de honorabilidad, No queremos que los paises extranjeros ven-gan a mezclarse en nuestros asuntos internos y a imponernos 5U voluntad 0 lasmodalidades que convengan a sus intereses. Somos pueblo soberano y tenernos de-recho a resolver nuestros problemas interiores Iibres de toda influeneia extrafia.Nosotros queremos que esas relaciones se establezcan a base de respeto mutuo,que .el pueblo mas fuerte no imponga su voluntad al debil y que los conflictos quesubsisten .entre l?s pueblos sean res';l;ltos exclusivamente con la justicia. Esas sonnuestras Ideas; este es el que pudieramos llamar nuestro programa... creo fir-

memente que no son las ideas de un hombre sino el anhelo profundo de las masaspopulares de nuestra patria". Posteriormente, ya como preaidente, Calles no dej6pasar.las numerosas ocasiones que se Ie ofrecieron sin reivindicar estas ideas: "Biencono.cldo es ya en el mundo -afirmaba en abril de 1926- el principio claro yscncillo en que rt;posan los actos de la politica internacional de Mexico; otorgar surespeto para Ia libertad y los derechos de todas las naciones: cuidar celosamentede que todas las ~acione~respeten su libertad y sus derechos; igualdad en una pal a-bra, que es el umco camino que conducira a los pueblos al ideal todavia inaccesibledel amor universal" (Excelsior, 25 de abril de 1926).

3 8 2

~No constituia una verdadera confesi6n de parte el que los grandes pa-.recieran querer mantener su poderio a costa de' la debilidad de los pe-quefios? Una politica de fuerza de los paises imperialistas para con lospaises debiles, en ultima instancia, no ofrecia mas camino para los segun-dos que aceptarla de modo pasajero y perentorio; los acuerdos firmadosen Bucareli eran una prueba de ello. Pero de ninguna manera y en ningunmomenta podria decirse que dicha politica ofreciera un medio adecuadopara solucionar pacif icamente, esto es, poluicamenie, los conflictos que sesuscitaban entre ambos tipos de naciones. Al contrario, era esa politica laverdadera fuente de los conflictos. Y ante la alternativa de verse sometidos

por 1a vio1encia, si los paises debiles no querian responder con 1a violenciamisma, 0 como era el caso de Mexico, consideraban que no podian hacerlo,ella no obstaba para que, de algun modo, siguieran manifestando abierta-mente su inconformidad con la politica de fuerza y aun continuaran bus-cando la posibilidad de imponer su soberania tanto interior como exte-riormente. Contradictoria y ambigua cuanto se quisiera, esta fue la posi-ci6n que e1 general Calles sostuvo como representante nacional de laRevoluci6n, 1a nota genuina, si se quiere, de su politic a exterior, que erala de la Revoluci6n despues de Bucareli.

Por 10 demas, no se podia hacer otra cosa que seguir reivindicando laidea, fundamental a partir de Carranza, de que 1a autonomia del desarrollonacional se media por el grado en que el gobierno mexicano decidiera, sinpresiones venidas de afuera, el modo en que dicho desarrollo debra efec-tuarse. En realidad, no se puede decir que los revolucionarios mexicanos

tuvieran una vision clara, ni se ve que la hayan adquirido despues, de lainfluencia determinante que las potencias desarrolladas ejercen en el pro-ceso del desarrollo de los paises atrasados. Al igual que para los porfiristas,para los revolucionarios el desarrollo de un pais era un camino natural quedebia recorrerse por fuerza, bastando que e1 tiempo y los recursos disponi-bles hicieran su obra. Ninguna otra idea tuvo el vigor y la vigencia deesta en el pensamiento revolucionario, a pesar de que su vigor y su vigenciase veian continuamente derogados en los hechos por la presencia brutal ydespiadada del inversionista extranjero. EI nacionalismo de la Revoluci6nMexicana postulaba que a corto 0 a largo plazo el pais debia bastarse a

S I mismo.P" Como deseo generoso, en realidad no habia que agregarlenada; como finalidad practica, y vista la elecci6n reformista que los revo-lucionarios habian hecho en materia de politica exterior, la primera gran

constatacion que debia hacerse era que el pais era demasiado debil comopara permitirse, sin la colaboraci6n del extranjero, cualquier programaserio de reconstrucci6n nacional. Empero, Ia idea funcionaba a maravilla

108 "No s6lo el campesino -declaraba Calles a Araquistain-e-, todos los mexi-

canos, la naci6n entera debe bastarse a 5i misma, No hay verdadera independen-cia cuando un pueblo depende de las economias extranjeras" (A. Chaverri Mata-

moros, EI uerdadero Calles, cit., p. 333).

383

rcom? motivo para postular, al mismo tiempo, la reconciliaci6n de todos los I ... necesitamos que vengan capitales a establecerse en nuestro pais; que

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mexicanos en el proyecto de reconstrucci6n: c

Un rob;,sto nacionalismo -decia Calles en su campafia electoral-,

po: encima de todo; y un firme y energico prop6sito de hacer patria,

estimulando todo 10que signifique alientos generosos y tendencias hon-

radas de recc;nstrucci6n, seran mis actos Como gobernante si el pueblo

de I~ Repub.hca me .concede su confianza. Abrigo la esperanza de que

estaran ~ ~l lado todos los hombres de buena voluntad, que no s610

sepan eXIglr dere~hos, sino que sean capaces de comprender los altos

deberes que nos irnpone nuestra condici6n de conductores de Mexico

para que algun dia no sintamos, como hoy, rubor y desaliento, mirando:?l lad,? de la prosperidad y la felicidad de unos cuantos, la caravana

mtermmable de desheredados y de tristes, que son los que han c derra-

mado su sangre para darrios patria en todas las solemnes ocasiones denuestra historia.U9 '

Para asegurarse la fidelidad de "la caravana interminable de deshere-

dados y de tristes" no habra mas remedio que continual' desarrollando el

pr?&rama de reformas sociales de la Revoluci6n en el grade en que 10

exigieran .ra~ clrcunstancias de cada mornento, y no cabe duda de que

ello CO~StltUIaun problema de vital importancia. Pero como la obtenci6n

de medics ,Para reco~struir el pais y procurar su desarrollo era insoslayable

y los medlO~ l?s. tenian en s,: mayor parte extranjeros sediciosos que noaceptaban. disciplinarss al gobierno revolucionario y ponian continuamente

en .«;ntredlcho ,la soberania de este, el problema principal, de cuya reso-

lucien dependia la de los demas, devenia de inmediato el de establecer

un entendin;:liento def!~itivo conel gobierno y con los inversionistas de los

~stados Umdo~, auspI~la~do la penetraci6n del capital extranjero pero exi-

glendo a ~amblo su sujecion a la soberania y a las leyes del gobierno mexi-

?ano, arbitro del desarrollo nacional. La actitud de los empresarios extran-

jeros tard? mucho mas. c en cambiar ql:le la actitud del propio gobierno

norteamericano- en realidad, con sus permanentes actos de rebeldia aque-

lIos demost~a~on de~de,un principio que no s610 no habrian de ~ceptar

del nuevo regimen nmgun trato que afectara los privilegios de que gozaban

de~de antes. de 19.10, si.~o que buscaban. aumentar los que ya terrian, Deahf el contmuo hincaple de los revolucionariog en el tipo de extranjero

que era benefi~o para el pais y las c criticas que esta apologia entrafiabapara los extranjeros que rechazaban la Revoluci6n

En ter~nos que reclll;rdan los que acostumbr~ba Obreg6n, el general

Call;s afirmaba en _un celebre discurso pronunciado en mayo de 1924 enla ciudad de Moreha:

100 El Demticrata, 12 de abril de 1924.

384

venga capital industrial a dar vida a nuestras industrias establecidas y

a fundar otras nuevas. Yo no soy enemigo del capital; todo 10contrario,

deseo que venga a explotar nuestras riquezas naturales; pero nosotros

queremos que venga el capital humanitario, el capital que tiene concien-

cia de su misi6n en el mundo moderno y que comprende que ya no es

el privilegio feudal de convertirse en arno y senor de los trabajadores,

sino que se da cabal cuenta de que tiene una funci6n que desempefiar,

llevando por fin no unicamente el mayor lucro para su poseedor, sino'

un beneficio colectivo, al par que el capitalista se beneficia individual-

mente. Yo deseo para mi pais el capital, que al venir a desarrollarse

viene a fincar sus intereses con los nuestros; a vivir con nosotros, acorrer nuestra suerte, a traernos mejoras, a compartir con nosotros nues-

tras horas de triunfo y nuestras amarguras, no el capital que viene tan

s610 a explotarnos, riquezas y hombres sin freno moral; el capital que

un obrero en Tampico llamaba atinadamente capital conquistador. Quie-

1'0 declarar aqui que el capital que venga a nuestro pais, inspirado en la

moralidad, puede tener la absoluta seguridad de que encontrara de nues-

tra parte todas las garantias que necesite; pero siempre que sea huma-

nitario y se sujete a actuar dentro de nuestras leyes.:170

En otra ocasi6n casi un mes antes, Calles expresaba de la manera mas

nitida la contradiccion en que se rnovia la politica revolucionaria entre la

urgencia de desarrollar el pais sin .c~nt~r con ab,!ndancia de recursos y

la necesidad de enfrentarse a los privilegios extranjeros:

El suelo y el subsuelo de Ia Republica -de~ia- ~on capaces de pro-

ducir y contienen riquezas que de nada nos sirven 51 .no.son explot~das.

Cuantos deseen hacer inversiones para poner en movimiento esas nque-

zas, deben ser protegidos, y de heche son amparados por nuestI'a:' }eyes;

mas una cosa es cumplir las leyes y otra e~ :prete~der bur1.a~sepidiendo

y obteniendo pri~ilegios que las anulen, maxlt_ne 51 .esos pnvIlegI?S m~t;-

tienen a los mexicanos como esclavos del capital, sin traerles mas utili-

dades que el goce de un infimo sueldo 0 de un misero jorr:al; sobre

todo, si no aportan al pais bene~i,ciosq;t~ se traduzca~ e? meJoras ma-teriales 0 en alguna transformacion espiritual. EI capitalista que venga

a Mexico debe sentirse mexicano j debe arraigarse y "construir" en todos

los 6rdenes con- el fin de permanecer indefinidamente entre nosotros,

tomando carta de naturaleza; debe crear intereses morales y espirituales

en derredor suyo; no debe mirar a la Republica. como un~ estaci6n de

transito de donde hay que extraer enel menor tiempo posible la mayor

cantidad de beneficios para irse a dilapidarlos en otros paises. Por des-

gracia, esto es 10 que ha ocunido con frecuencia y 10 que debemos

17() E l D e r n6 c ra ta , 14 de mayo de 1924.

385

1 1 cionarios mexicanos hablan de su pre-

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evitar, sin caer en el vieio de restringir libertades, que son nuestro legi-timo orgullo. Nuestra tendencia deberia ser, lograr, como se logra en losEstados Unidos, la nacionalizacion de la mayor parte de los extranjeros

que vengan al pals.l7

Ahora bien, el que un extranjero vmiera a Mexico, con el exclusivofin de enriquecerse y a continuaci6n de llevarlo a cabo se fuera del paiscon todo y riquezas, era acaso, medianamente tolerable. Lo que en elfondo era inaceptable era que ese mismo extranjero, tal vez porque qui-

siera enriquecerse mas rapidamente 0 en mayor medida de 10 que se con-sideraba licito, pretendiera una condici6n de privilegio que, a comenzarpor los mismos mexicanos, la Revoluci6n negaba y rechazaba en absoluto;y la razon de ella era de caracter netamente politico: el privilegio, tal y

como habia sucedido durante el regimen porfirista, significaba el empleode la legalidad y del poder del Estado para la protecci6n de los intereses de. un individuo 0 de un grupo de individuos en desmedro de la sociedad; enla practica, esto implicaba de modo forzoso que el Estado debia renunciara su papel dirigente de la vida social. Contra ese tipo de extranjeros tro-naba la oratoria de Calles, poniendo en claro, al mismo tiempo, que por10 menos en este punto estaba lejos de ser un "radical":

Los enemigos de mi candidatura afirman que soy enernigo de los extran-jeros y que por rabioso nacionalismo no los quiero ni los deseo ver en

rni pais ... Yo desprecio y detesto a los extranjeros que vienen a rnez-clarse en nuestros asuntos interiores; que vienen a entrometerse en nues-tras cuestiones politicas y que para hacer burla de nuestras leyes yconservar las ventajas que les concedieron Gobiernos reaccionarios, pre-tenden siempre hacer valer su calidad de extranjeros y la influenciaque pueden tener cerca de sus respectivos Gobiernos. En cambio, al

extranjero que viene a ;OI;vivir can nosotros, a participar de nuestrosgoces y de nuestros sufrimientos, a establecer su hogar, fincando entrenosotros sus afectos y sus intereses, para este tenemos los brazos abiertosy 10 llamamos hermano.F"

171 El Dem6crata, 18 de abril de 1924.W! El Dem6crata, 14 de mayo de 1924; poco antes de tomar posesicn de su

cargo, en un viaje realizado por Estados Unidos, Calles prometio segun reza unanota p:riodlstica, que. los hombres de negocios de buena voluntad que vinierana MeXICOpara trabajar de buena fe tendrian toda la proteccion que brindabanlas leyes y, desde luego, una cordial acogida ; advirtio en la misma ocasi6n que

ningfin capitalista debia pretender privilegios ni excepciones exclusivas, sino quedebian acatar todas las leyes mexicanas y mantenerse en pie de igualdad con los

naclOna.les (El Dem6cra,ta, 29 de septiembre de 1924). Vease, tarnbien, su Informede gobierno correspondiente al 10. de septiembre de 1927: "Consecuente con suspropias conviceiones Mexico ha rechazado, rechaza y tengo fe en que rechazarasiempre, el empleo de la agreskin para el buen mantenimiento de sus relacionesintemaeionales pero no admite, al rnismo tiempo, que para su conveniencia con

386

dEn realidad, cuan.o os revo u, M' 'co a fincar "entre nosotros sus

ferencia par el. extranJ~,ro qu; ven;:b~n ~i~guna petici6n de principio ni

afectos y sus mter~~. no o~m~orma can respecto a los estadounidenses;pensaban que est a e le~t s;r a n los Estados Unidos eran del tipo de loslos europeos que se ,:sta eClan e , .co con la es eranza de hacer fortuna;

espanoles que. se radlcaban ent~e~ en nuestro ~ais provistos de capital~s

los norteamencanos que pene ra a'l

.0 es erar de ellos que se deci-eran enteramente dif~rentes y era 1 uso'~n qJe veian como una tierra dedieran a vivir para Slempre en ~na naciconquista, dificil y llena de pehgros. .

. deci Calles- son eminentemente constructI,:,~sLos Estados Unidos - eCl~ em lear los esfuerzos para que fructifi-y nos dan el eJ~mplo de co;n0 efte siglo' su tendencia politica absor:quen con la rapldez necesana en .d d ;oductora y tiende a ser casibente esta asentada sobre su cdap~cl ade ~n excedente de potencia queun fen6meno natural, que se enva .tiende a desbordarse sobre todo el contmente.

. d Gua mas como casi todos los revo-Sin embargo, el annguo rn~estr~ 't

edem~cratico que suponla bien arrai-

lucionarios, contaba con que e. espm ~ . ra su parte en contra de aquellaado en el pueblo norteamencano, icie

~endencia polltica absorbente: .. b no es un pueblo de conqUIstadores

La Union Americana -estIma .~- ercados para sus manufacturas ysino de productores, que. necesl.a~ m t 'do im erialismo es contenidomaterias primas para su mdustna, su 1em! blo m1smo de Norte America

casi siempre por los pen~ado:~s y po~ e oP~:ici6n de los pueblos lati~os.

y, en todo caso, halla::la slem~re e:losPcasos de intervenci6n en LatmoCualquiera que sea el fill busca 0 ncia el alejamiento material y

America, s610 pued~ trader c}o~f con~~~l~ por temores y desconfianzasespiritual de los palses e ia a esp ,

razonables.173

~ n desdoro de la dignidad nacional ni

otros paises, se le fijen !lormas edtrjnak.:publica' acepta, Y aun desea, la coo)e-con privilegio contra los Ill~ereses e a armonla 'con los mexicanos, q~e. son oseacion de todos los extranJer?s, pero en 1 migos y extrafios la hospltahdad de

duefios indiscutibles de s~pal.s; otorga a ~~nacedena los nacionales; acoge de hue-

la nacion, pero sin preemmenclas que n.ose bajo la condieion irrecusa'ble dena fe el capital y el esfuerzo ext.r~n~ers~s,~e~~puesto a 51mismo. Tales c~mcep-

respetar y acatar las leyes. qu~ .Mexlc e uidad que son para nuestro P~IS n?r-

eiones del derecho, de la Ju~tJcJa Y de I~~ d~mas pueblos, sustentalas el EJecubvomas constantes de sus relaclOnes con fran y conducen nuestros nego-

de mi cargo como irreprocha?les precepto;xi;~eant! la nacion, t. Ill, .pp. ~71_772):cios internaeionales" (Los PTesbld~ln~s t 9 l 1 Extrafiamente, los revoluclOnarlos me,;!-

113 El Dem6crata, 18 de. a ri ~ ',. tan solo como una manera. e

canos recurrlan a, la idenbd~~ ~at~~~tu~:1~er~~OEstados Unidos. Del panamerIca-

oponer nuestro pais como urn a

387

BrCiertam,~nte.' e,ra , ~na de~il amena.~ la de que los paises al sur del Rio estatuir un gobierno estable, pero no podemos aprobar la violaci6n de

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, tos : se . alejarian material y espmtualmente de los Estados Unidos sies os perSlstIan en su politica d . 1 . D - , .11' . I " e VIOencia. os anos despues de BucarelieXlCO ;" 0 VIOa probar los rigores de esa politica, 'Despues de tomar posesi6n d C II ,.

d . b e su cargo a es se mostro ansroso poresem arazarse de alguna man d I hi .B J" r b era e a ipoteca que las Conferencias de,ucare 1 l~p :ca an sobre una materia tan importante desde el punto devista economlCO como 1 0 era el t '1 b drepresentantes del E' i > pe r? eo: nom ran 0 una comisi6n conproyecto d 1 rcut!vo ~ del Legislatioo que debia redactar un nuevo. die ~y reg arnentaria del articulo 27 de la Constituci6n en el\a~o, ~ petroleo .que, de hecho, implicaria un rechazo de otros proyectos

(Ie rbe~lmen anteflorY~ La alarma que estos preparativos despertaron ene go ierno y en los inversionist . , I .I d' as yanquis provoco e primer choque entre.os os gobiemos. E~ unas dec1araciones que quedan como un modele demtemp.eranCIa y de moportunidad politicas, el secretario de Estado nor-

teamen_canlo, Frank B. ~e!log, amenaz6 directamente al gobierno de Callescon retl~ar e el recon~clmlento de su gobierno si no se mostraba mas con-

dde:cendlente con los !~tereses estadounidenses que hubiesen sufrido algunana con la Revoluclon.

He visto informaciones publicadas en la prensa d ' dotro ill . • t I' . - eCJa- acerca e que

oVY;l1en0 revo uClOnano puede estar amenazando en Mexico Es-~erto mahuc0 que ello no sea verdad ... la politic a de este gobierno 'con-SISe ora en usar de su infl . d

bT " uencia y e su apoyo en bien de la

~sta llidad y los procedlmlentos legales constitucionales pero debe que-s6i~ ~~ro que este ~obiern~ continuara apoyando al gObierno de Mexico

=v=. proteJa las vidas y los derechos americanos cum la consU:a co~promIsos y obligaciones internacionales. El gobier:o de ~exico~s ~ ora a prue~~ ante el mundo, Nosotros tenemos el mas randemteres en la estabilidad, la prosperidad y la in depend . d Mg, .Hemos sido ient encia e eXlCO.

pacien es y comprendemos, por supuesto, que toma tiempo

~~b~Oq~U~r~ig,~~ ~o~~/id:!Ia~\6n norteamericana en America Latina, Calles pen-

tusiasta colaboraci6n" (loc cit). que no debe;nos regat~ar nuestro esfuerzo y en-d I R I ., " ,empero, supoma con razon que el ~; f'e a evo ucion en Mexico constit ' b ' I ..usmo enomenomiento con los demas paises latino~a .un 0 st~cu 0 para un verdadero entendi-rante la citada entrevista con Ar q . ~r!canos. aNuestros pueblos -afirmaba du-hispanoamericanismo eficaz Em a UlS in- est n poco preparados aun para unhe querido establecer una 'HneaPcizamospor nb ten~r comunicaciones propias, Yo

gentina sin resultado hasta ahora e papor~s .s~ venclO~a~a.entre Mexico y la Ar-la America Hispanica apenas se at'rev:: inSlstimos e insiscremos, Los Estados dedel Norte. _. Pero por otra parte se a/mPEnder nada que lesione los Intereses

desp6tico, sin base popular. Mientra~ eexp1 1 i ' In sUbmayona son Estad,os de tipo

se han organizado en Mexico no se en f os os 0 ~eros no se orgamcen, comoricanismo sera una vana ilusi6~" (A C~~ede~e~ contmentalmente, el hispanoame-

lH L. Meyer, Mexico y Estados U~idos ~:rr:l co~fii:t~ro;~t~J>z~r~:t·~ir.: . 3 ~ k 2 .388

sus obligaciones y la falta de protecci6n a los ciudadanos americanos.>"

En el mismo tone violento, Calles no dej6 esperar su respuesta. Afirm6que la mejor prueba de que Mexico estaba dispuesto a cumplir con susobligaciones internacionales y a proteger la vida y los intereses de extran-jeros era, precisamente, que sin estar obligado conforme al derecho inter-nacional, habia invitado a todas las naciones a ce1ebrar convenciones paraestablecer comisiones que conocieran de daf ios causados por los trastornospoliticos habidos en el pais a sus subditos y resolviesen sobre indemnizacio-

nes debidas a tales dafios ; hacia referencia a las comisiones que por enton-

ces estaban conociendo de dafios a ciudadanos estadounidenses; rechazabael que las leyes agrarias, dictadas por el gobierno mexicano en ejerciciode su soberania, constituyeran motivo de queja, y denunciaba la amenazaque las declaraciones de Kellog entrafiaban a la soberania de Mexico, queno estaba dispuesto a subordinar sus relaciones internacionalesa las exi-gencias de cualquier otro pais,

Si el Gobierno de Mexico se halla, segun se inforrna, sujeto a juicio anteel rnundo, en el mismo caso se encuentra tanto el de los Estados Unidos,como los de los demas paises; pero si se quiere dar a entender que Me-xico se encuentra sujeto a juicio, en calidad de acusado, mi Gobierno

rechaza de una manera energica y absoluta semejante imputacion, queen el fondo s610 constituiria una injuria.F"

EI 26 de diciembre del mismo afio Calles promulg6 la Ley Reglamenta-ria del Articulo 27 Constitucional en el Ramo del Petr6Ieo;177 mientrasque el 31 de diciembre promulgaba la Ley de Tierras, Organica de laFracci6n I del Articulo 27 Constitucional.F" En su articulo 10., la Ley del

Petr6leo, en concordancia con el articulo 27 de la Constituci6n, estable-

cia: "Corresponds a la Naci6n el dominio directo de toda mezcla naturalde carburos de hidr6geno que se encuentren en su yacimiento, cualquieraque sea su estado fisico"; el articulo 20 . declaraba inalienable e impres-criptible dicho dominie directo de la naci6n, y el articulo 30., a su vez,establecia que la industria petrolera seria de utilidad publica, De acuerdocon estas normas y por el hecho de que el dominic directo de la naci6n

175 J. F. Rippy, The Uni ted States and Mexico, cit., pp. 370-371.170 El Universal, 15 de junio de 1925.177 Vease Diario Oiicial, 31 de diciembre de 1925; tambien, Secretaria de In-

dustria, Comercio y Trabajo, L(J)industria, el comercio " ei trabajo en Mexico, cit.,

t. IV, pp, 207 Y S5. •

178 Diario Oiicial, 21 de enero de 1926; tambien en Secretaria de Hacienda )'Credito Publico, Coleecion de leyes, decretos y circul ares relacionados con la d-s-amortizacion. y nacionalizaci6n de bienes, y materias conexas, desde la Independen-cia de La Republica hasta la epoca actual, Mexico, 1937, pp. 209-211.

389

e,xcluia, par principio, cualquier forma de propiedad de particulares, el ar-ttculo 40. imponia que la apropiaci6n de las sustancias del subsuelo a

de la vigencia de la ley, el articulo .4 -9 les permitia conservarlo hasta sumuerte, si eran personas fisicas, 0 durante diez afios, si se trataba de per-

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que se referia la ley se hiciera mediante concesiones del gobierno federal;los extranjeros, segun este mismo articulo, deberian cumplir previamentecon 10 prescrito en el articulo 27 constitucional, esto es, convenir ante laSecretaria de Relaciones Exteriores en considerarse como nacionales conrespecto a los bienes adquiridos por e110s en el pais y en no invocar, por10 que a esos mismos bienes se referia, la protecci6n de sus gobiernos. El

arciculo 14 de la misma Ley determinaba:

Se confirmaran sin gasto alguno y mediante concesiones otorgadas con-forme a esta Ley, los derechos siguientes: I. Los que se deriven de

terrenos en que se hubiesen comenzado los trabajos de explotaci6n pe-trolera antes del 10 . de mayo de 1917; II. Los que se deriven de con-

tratos celebrados antes del 10. de mayo de 1917 por el superficiario 0

sus causahabientes con fines expresos de explotaci6n de petroleo; lasconfirmaciones de estos derechos no podran otorgarse por mas de cin-

cuenta a f ios , contandose en el caso de su fracci6n I, desde que hubiesencomenzado los trabajos de explotaci6n, y en el caso de la fracci6n II,desde la fecha de la celebraci6n de los contratos; III. A los oleoduc-tores y refinadores que es ten trabajando actualmente en virtud de con-cesi6n 0 autorizaci6n expedida por la Secretaria de Industria, Comercioy Trabajo, y por 10 que se refiere a esas mismas concesiones 0 autoriza-ciones.

. El <l;~ticulo 15 establecia, que la solicitud y el otorgamiento de la con-firmacion de derechos debian hacerse en el plazo de un afio, pasado elcual se tendrian por renunciados los referidos derechos.La Ley de Tierras de propiedad de extranjeros declaraba en su articu-

10 19:

Ningun ex~ranjero. podr~ ,adquir ir el dominio directo sobre t ierras y aguasen una faja de cien kilometres a 10 largo de las fronteras, y de cin-cuenta en las playas, ni ser socio de sociedades mexicanas que adquie-ran tal dominio en la misma faja;

el artlc,:,-lo 29 ob1i~aba a los extranjeros que quisieran formar parte deuna sociedad m~X1cana que tuviese 0 adquiriese el dominio de tierras yagu~ 0 sus. accesiones, 0 conc~siones de explotaci6n de minas, aguas 0 com-

bustibles mmerales, a convenir ante la Secretaria de Relaciones Exterioresen com,r:0rtarse como. nacionales respecto de esos bienes y a no invocar lap~otecclOn de .su gobl:rno; el art~culo 39 im:p_ediaque un extranjero 'tu-v~er~ en propiedad blet;les en sociedades mexicanas poseedoras de fincasrusticas por el 50 p~r ciento 0 mas del interes total de dichas sociedades;para aquellos extranjeros que poseyeran el 50 por ciento 0 mas desde antes

390

sonas morales, y el articulo 5q disponia que, en general, en 1 0 relativo abienes adquiridos por extranjeros antes de la vigencia de la ley y que eranobjeto de la misma, dichos extranjeros podian conservarlos hasta su muer-te ; en caso de herencia de bienes cuya adquisici6n vedaba la ley a losextranjeros o de adjudicaciones de derechos preexistentes a la ley, esta con-cedia, en su articulo 6q que la Secretaria de Relaciones diese el permisopara 11evar a cabo la ad judicaci6n, con la condicion de que se transrnitie-ran 0 se adjudicaran los bienes as i adquiridos a personas capacitadas enun plazo de cinco afios,

Aun no concluia el proceso normal de aprobaci6n de estas leyes cuandoel Departamento de Estado abri6 nuevamente el fuego, cuestionando lalegitimidad de la legislaci6n que se estaba poniendo en acto en Mexicode acuerdo con los principios del derecho internacionaI. Ello ocurri6 conun memorandum, sin firma, que el secretario Kellog present6 a la canci-

lleria mexicana el 17 de noviembre de 1925, y que dio comienzo a unacopiosisima correspondencia en tome del problema. En el mencionado me-morandum, el secretario de Estado norteamericano proponia al gobiernomexicano, como ya su antecesor, un tratado de amistad y comercio y,asegurando que no era su intenci6n intervenir en el libre curso de la legis-laci6n de Mexico, le invitaba a "recordar siempre tanto la letra como elespiritu" de las negociaciones de Bucareli.F" En otros memorandum, unavez entablada la correspondencia y en relaci6n con la Ley de Tierras, Ke-Hog escribia:

... esta ley tal y como esta propuesta, por vuestro Gobierno y aprobadapor la Camara de Diputados, es vista con genuina aprehensi6n por mu-chos, si no todos, los americanos tenedores de derechos de propiedad enMexico. .. Un examen de la ley en su forma actual forza la convicd6nde que en algunos aspectos la medida opera retroactivamente can res-pecto a intereses de propiedad americana en Mexico y que el efectocausado en ellos es manifiestamente confiscatorio.v"

De ningun modo se podria negar que los inversionistas extranjeros enMexico 10 que querian era que el gobierno mexicano reconociera paraelIos y sus propiedades en el pais un verdadero regimen de excepci6n yde privilegio; pero hay suficientes razones para pensar que el gobierno delos Estados Unidos, a traves de su secretario de Estado y de su embajador

en Mexico, James R. Sheffield, principalmente, tendi6 siempre a extre-

179 Correspo tulencia oficia l aambiada en tre los gobiernos de Mlxico y los Es-tados Unidos con motiuo de las dos leyes reglamentarias de la fracci6n primera.del articulo 27 de fa Const'tucioti mexicana, Imprenta de la Secretaria de Rela-ciones Exteriores, Mexico , 1926, pp. 7-8.

180 Memorandum de fecha 27 de noviembre de 1925, en.op, cit., p. 13.

391

mar la situaci6n, en la pretensi6n absurda de que los revo1ucionarios me-

'1!; pacificos derechos de nuestro pueblo. ': "

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xicanos reconocieran sin reserva a1guna y aun a costa de la soberania deMexico aquellos pr iv ilegios. La mayor ia de las compafiias europeas solic i-taron y obtuvieron en e1 termino sefialado por la Ley del Petr61eo conce-siones para sus explotaciones, pero el virtual liderazgo que ejercia en laAsociaci6n de Productores de Petr61eo la Mexican Petroleum Corporation,de Doheny, a cuyos intereses respondian el embajador y el secretario de

Estado, decidia en los hechos la politica norte americana para con Mexi-c.O.

l8'l Por si alglin estadounidense pudiera decidir otra cosa, KeUog escri-

bia al secretario mexicano de Relaciones Exteriores el 28 de enero de1926: el gobierno norteamericano

no admite que uno de sus ciudadanos pueda comprometerse por de-claraci6n 0 de otro modo, a obligar a su Gobierno a que no invoque sus

derechos segun los principios del Derecho Internacional. De acuerdo alas relaciones aplicables entre Estados, una lesion hecha por un Estadoa un ciudadano de otro mediante denegaci6n de justicia es una lesi6nhecha al Estado cuyo ciudadano se lesionara. El derecho de su Estado

para impartir 10 que se pretende como protecci6n diplomatica no puederepudiarse por el individuo. Si a los Estados, por sus actos unilaterales,a los ciudadanos, por sus actos indiv iduales , se les permitiera modificar

o rehusar la aplicacion de los principios del Derecho Iriternacional, elcuerpo de reg1as estab1ecidas por la costumbre de naciones como legal-mente obligatorias para los Estados de modo manifiesto se derrumbariagradualmente. El derecho de protecci6n diplomatica no es un derechopersonal; pero existe en favor de un Estado contra otro. Es prerrogati-va que , segun derecho internac ional, puede impartir 0 re~usar un Estadoen beneficio de uno de sus nacianales. Que uno de sus ciudadanos hayao no convenido en no invocar la protecci6n de su Gobierno, este tiene, apesar de todo, porque la lesi6n 1a infiri6 un Estado contra otro, el de-recho de impartir 10 que se denomina proteccion diplomatica.P"

En realidad, los acentos intervencionistas de esta diploma cia no podiansorprender a nadie; cuadraban perfectamente con la doctrina que el pre-s idente es tadounidense , Calvine Coolidge, habia venido sosteniendo en ma-teria poli tica exterior y que habia expresado con estas palabras:

Debemos estar preparados para una intervencion armada... en cual-

quier parte del globe en donde el desorden y la viol encia amenacen los

181 A. B. Greene, The Present Crisis in our Relations with Mexico, George H.Doran Company, New York, 1927, pp. 46-47; W. E. Walling, The Mexican Que.;-tion, Mexico and Mexican-American Relations under Calles and Obregon, RobinsPress, New York , 1927, pp . 161-162; S. S. Goodspeed, El papel del jete del Ejecu-t ivo en Mexico, en PAlM, vol. VIJ, n. 1, p. 88.182 Correspondencia oiiclal, cit., p. 43.

392

I

\,~

No habia razones, ciertamente, para negar que en esencia el gobiernornexicano mantenia inc6lumes los intereses de los extranjeros en Mexico,bajo la soberania de su derecho y de su direccion politica; pero de 10 quese trataba era no solo de reconocer la presencia de tales derechos, sino

ante todo, de la fuerza incontrastable del gobierno que los asistia,En la correspondencia sos!enida con el secretario de. Estado. y ~o~ el em-

bajador de los Estados Umdos, los gobernantes mexicanos inststieron enque la nueva legislacion no era retroactiva ni dafiaba los intereses de losextranjeros avecindados en Mexico, aun reconociendo que v~nia a .modi-

ficar una situacion de hecho y no s610 de derecho;184- al mismo tiempo,reiteraban su intenci6n de seguir una politica de entendimiento con losEstados Unidos, asi como con el resto de los paises de la tierra, y que agrandes rasgos consistia "en acoger amistosamente a los extranjeros y a loscapitales que vinieran a radicarse en Mexico, dandoles las garantias aque son acreedores, dentro de nuestras leyes"; todo ello, a pesar de que"los individuos y los capitales son generalmente opuestos a toda innova-ci6n, aunque ella no signif ique conculcaci6n de sus derechos",'185J?e acuer-do con esta posici6n, los revoluc ionarios mexicanos no veian motives paranegarse a negociar un tratado de amistad y comercio con el gobierno de10sEstados Unidos, pero ello debia ocurrir sobre Ia base de estipulac iones

jus tas , se dec ia,

que no establecieran pr ivilegios indebidos para los respectivos ciudada-

183 W. E. Walling, op. cit., p. 184; vease tambien P; 192; "Detra~ de ,Mr.Coolidge. desde el dia de su nominacion, han estado los ne.goclos orgaDlzados. de10s Estados Unidos -por supuesto, no todo hombre de negocios, no el 99 por cle~·to de los hombres de negocios, sino toda gran corporacion y toda gran orgam-zacion de negocios: la alta finanza, representada por hombres ~ales como AndrewW. Mellon, secretario del Tesoro, y Dwight W. Morrow, de Pierpont Morgan, elconsejero confidencia l del presidente ; los grandes negocios, repre~entados por E. H.Gary, ex- jefe de la Steel Corpora tion, y John D. Rockefe ller, I r. , jefe ?e la St~ndardOil -y practicamente todo gran financiero y gran hom~re de negocros-e- aSI comolas asociaciones de manufactureros, camaras de comercio y toda la vasta estruc-tura de los negocios organizados". .

181 "Una ley posterior -afirmaban- puede rnodificar el estado de. derecho crea-do por la ley anterior sin ser retroactiva ; y no s610 puede. hac.e,rlo sino que .nece-sariamente tiene que ser as! porque de otro modo la legislacion quedana mrno-vilizada 10 que es absurdo, porque el derecho no es mas que un aspecto de la

vida d~ los pueblos y tiene que irse modifica~do pa~a. adaptarse a. las m~evasnecesidades de estos. De otro modo, no se habria suprirnido la esc1.avltud, nt losmayorazgos, ni Ia sucesion forzosa ni los cen .sos i rredi~~bles ,. e~c.. ~Iempre se su-pone que la lfueva ley es mejor que la anterior y I~ umca limitacion puesta a laaplicaci6n de aquella, es la de que no sea retroactiva, y no 10 es en cuanto ~oataca efectos ya consumados de un derecho, y en el caso de que se trata no habiaefectos consumados" (Correspondencia oficial, cit., p. 32).

185 Op. cit., p. 11.

393

nos, y que no pretendieran estorbar para nada el soberano poder de transformaci6n habria de ser obra del embajador Morrow ..

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legislar que, dentro de la observancia del Derecho Internacional, tienen

las dos naciones ;180

en realidad, bastaba con que los extranjeros reconocieran que la Revolu-

cion habia traido cambios fundamentales en las relaciones de propiedad

en Mexico (por 1 0 menos asi se creia) , que los mismos intereses de los

extranjeros no podian ignorar sin dec1arar una guerra abierta al progresodel pais:

10 que los principios aseguran a los extranjeros -escribia Aar6n Saenz

en diciembre de 1925- es el respeto de sus derechos de propiedad perono el respeto de esos derechos tal y como existian en la epoca que se

adquirieron, pues eso seria negar a una naci6n soberana el derecho

de imponer a todos los que habitan en su territorio, las modalidades ymodificaciones necesarias para la defensa de sus intereses y para hacer

posible su ulterior desarrollo.v"

Las cosas, sin embargo, comenzaron a cambiar ya durante la segunda

mitad de 1927, cuando el gobierno norteamericano decidi6 retirar su apo-

yo incondicionado a los petroleros, en rebeldia contra las autoridades me-

xicanas, y que en los Estados Unidos se veian envueltos en negocios tur-

bios e ilegales.188 EI 22 de septiembre Sheffield fue retirado; el 30 los

presidentes Coolidge y Calles sostuvieron una "amistosa conferencia" por

telefono, y finalmente, el 29 de octubre, Dwight W. Morrow present6sus credenciales como nuevo embajador de los Estados Unidos ante el go-

bierno mexicano.v" En este acto, las relaciones de Mexico con los Estados

Unidos, tanto politic as como econ6micas, comenzaron a adquirir las ca-

racteristicas que las distinguen hasta el presente; en gran medida, esta

186 Loc. cit.; por 10 demas, en atenci6n precisamente a ese derecho soberano

de legislar, nada habria podido impedir al gobiemo mexicano el que prohibieraque los extranjeros poseyeran bienes raices en Mexico, 10 que demostraba, sinmedios terminos, la buena disposici6n de este gobierno: "..• es universalmente acep-tado -se afirmaba- el principio de que cada naci6n es soberana para legislar enmateria de bienes raices dentro de su territorio, En consecuencia de este principioMexico podria impedir a todos los extranjeros el que adquirieran tal especie debienes dentro de su jurisdicci6n, y, con mucha raz6n, puede condicionar las ad-quisiciones de esa especie, porque es un principio de 16gica que el que puede 10mas puede 10 menos" (op, cit., p. 20).

187 Op, cit., p. 21.

U8 "La mejor defensa para Mexico -apunt6 Tannen'baum-, en cierto modo,fu~ la demanda de intervenci6n por intereses representados por Fall, Doheny, Sin-clair y otros muchos, que con el escandalo de Teapot Dome, se habian hecho 505-

pechosos en los Eatados Unidos, y algunos de los cuales fueron sometidos a [uicioante los tribunales norteamericanos" (M exico . La lucha por la paz y po r el pan,cit" p. 146).

189 E. Portes Gil., op cit., p. 397j L, Meyer, op, cit" p. 176,

:194

I\

Socio de uno de los mas grandes imperios financieros del mundo con-

ternporaneo, si no es que el mayor, el de Morgan, Morrow se definia a

S 1 mismo como "abogado de una firma bancaria", mienrras que su bi6-

grafo, Harold Nicolson, 10 caracterizaba como "un conciliador de opinio-

nes opuestas" /90 y en realidad no podia estar mejor dotado para el des-

empefio de la labor que 10 aguardaba en Mexico; ambas caracteristicas,

la del abogado capitalista y la del conciliador, le permitirian fundar una

nueva diplomacia para la politica imperialista de los Estados Unidos, que

la remozaria y la pondria a tone con los nuevostiempos y las nuevas nece-

sidades. Como abogado no dej6, en ningun momento, de hacer pesar toda

su influencia a fin de que los intereses de los petroleros y de los propieta-

rios norteamericanos en Mexico fuesen respetados por el gobierno mexica-

no; como conciliador, trat6 siempre de que esos mismos intereses se ajus-

taran 10 maximo posible a la legislaci6n mexicana, pero sobre todo, de que

e 1 gobiemo norteamericano abandonara definitivamente, por innecesarios,

los rnetodos truculentos y prepotentes en su trato con su vecino. Como

escribi6 Josephus Daniels,

Mr. Morrow tenia siempre presente la meta de su prop6sito inflexible,

que consistia en intentar reunir las reclamaciones (en ello no tuvo me-

jor exito que sus predecesores) y asegurar y fortalecer la pretensi6n de

las compafiias petroleras americanas de poseer gran parte de la riqueza

petrolera de Mexico. Para aIcanzar ese fin, sabia que debia crear unambiente de amistad. Sobre todo, eI tendia a ganarse la confianza y

la cooperaci6n del presidente Calles, .. Morrow venci6 a Calles no s610

mediante desayunos de "huevos con jam6n" 0 algo por el estilo, sino ade-

mas demostrando un genuine interes por las medidas politicas que Calles

apoyaba. Algunos dijeron que habia hipnotizado al presidente mexicano.

La confianza y un deseo de agradar "al gran y buen amigo" de la Em-

bajada alcanzaron su punto mas alto y Calles expres6 su deseo de asegu-

rar un arreglo de la controversia del petr6leo. Morrow estaba bien

dispuesto hacia el plan que Calles sigui6, el cual anulaba la Constituci6n

mexican a y, virtualmente, hacia de las leyes petroleras mexicanas una

copia de las que prevalecian en los Estados Unidos, Al hacer esto, Mr.

Morrow sentia que habia preservado una cuantiosa propiedad para sus

conciudadanos y llevado a Mexico y a los Estados Unidos a un acuerdo

comun en la reglamentaci6n del petr61eo. En realidad -agrega Da-

niels-, algunos petroleros se lamentaban de que no habian obtenido

190 H. Nicolson, D w ig ht M o rr ow , Harcourt Brace and Company, New York,

1935, p. 142; " ... yo nunca ayude a J. P. Morgan y Compafi ia a hacer muchodinero, imicarnente les ayude a no perderlo", diria despues de abandonar Wall

Street (loc. clt.),

39 5

~~~~ ~q~e~lo a que tenian derecho, pero comprendian que 10 que Mo.quier manera, es evidente que el principio que realmente estaba en la base

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de la 1~is~~~ic~6~a~ert galles. representaba, virtualmente, la anulaci6n

derechos sobre el subsu~Io.~9~stItuclOn que concedia al Estado todos los

Por supuesto y ello a pes d I I ' .no fueron sus ~ualidades d~ar beds ~gros practl:o~ que M~rrow obtuvo,del tiempo ni Su s resultados a oga ? as que reslstIe:on meJ?r la pruebacualidades de conciliad· los m

dasbperdurables, sino precisamcnte sus

1 ,. .., or, que cua ra an, por 1 0 demas a la perfecci6n

~~~io~ :~~~~n~~~~~?u~~n~~ia~or 1 e1~,politica exterio; de los r~volucio~

norteamericanos se acerc b a~ 0 1unglO cor,no ab?gado de los mtereses

de que no ha juez absof t

a

mas a . a cate.gona del juez, contado el hechodicional192 T~ 've f ~ a~ente imparcia], que a la del defensor incon-

ca, emp'eiiados co~o u:s:~bo a go q~e los petroleros. no le perdonaron nun-

privilegio sin condiciones' : : r en bO tener a cualqwer costo un estado deporque estaba dis uesto ~ Irma an que los, ~abia vendi do, simplemente·con los mexicanos~93 s· a~andonar la politica del garrote en el tratoha descifrado consist eIII e: ~go, una inc6gnita que 1a historia aun nopefio el papel de sim

elen:~o e~ asta que. punto Morrow no s610 no des em-

prevaleci6 la mentali~ad d gbdo de los mtereses petroleros, sino que en eIel desprestigio de a uello e . anquero, y Como tal, en realidad, aprovecho

detentaban en la pol~ica J TveErslOndlstasUp;:traaba~ir la hegemonia quee os sta os mdos hacia Mexico.194 De cual-

191 J. Daniels, S hi rt·S le ev e D ip lo ma t Th U' .C~~~el Hill, 1947, pp. 273.274. ,e ruversity of North Carolina Press,

. Portes Gil recuerda que Morrow " b b .nimiento las reclamaciones de s 'bd't acostum ~a a siempre estudiar con dete-Gobierno. En muchas ocasiones .d .1 ~s norteamencanos que le encomendaba stlde que estaban fuera de 10 deb-d e~ ls ia de sus pr~tensiones cuando se convenciala discusi6n hasta obtener una IsoY~/; cua~dt ten!a la raz6n, procuraba facili tarel1Gobierno mexicano se hallaba en e t ~ e ; : rd~c~ona,( posibls dentro de 10 que0;; Cf. F, Tannenbaum 0 cit 147 ace:- (op. cit., p. 600), .

-cian tener motives suficie~ tesP'par~' ~ .. I ; losdm.edx,canos, por el contrario, pare-bio Portes Gil- era un homb vivir e agra eel o~. "El sefior Morrow -escri-10 pintan sus detractores mexi re de cor~6n, todo fmeza, muy distinto de comoEra un diplomatico hurnano c~:os's ene;Il1gos del general. Calles y del que escribe,

procuraba ejercer su ministe~i~ res~:~d ldbal nUd~trodmedlO, nuestras necesidades yComo era hombre que se habia cuaj::!o °en os I Ict'b' o s de

dla mor~1 internaciona~.

nanzas de su pais _y disfrutaba en el d e ~ le~,te e. t;eg~clOs y de las fl-porcionaba todas las sat isfacciones de la ~idn ,: :_sl tua~lon pnvlleg la~a, que Ie pro-sm provo car odios para el poderlo norte a. su S eseo er'_l;BervI!' a su pueblo

n;ostrar que los Estados Unidos querianiaer~~~~~d ed em~~n~'ba siempre ,en de-mnguna especie, y se esmeraba en rob e exico, sin presion delos funcionarios del Gobierno" (E pP t arG,clon su ,trato el mayor respeto para

194 G K L . . or es I, op, CIt., pp. 599.600)eorge . ewis, en su tesis doctoral no p bli d "A A' .

Institutional Status and Role of the Petrol I u ~ca a, . n nalysis of theof Political Economy" (University of Te~~~ Andt·stry195~)eXlco'.SEVolving Systemglos que el gobierno mexicano acordo Con ios ~saIll, , sugiere que los arre-

nqueros norteamencanos a pr in-

396

de la misi6n de Morrow no era otro sino el de que un Mexico sin privi-legios, es decir, un Mexico al que se permitiera desarrollar pacificamentesu programa de reformas, era un campo mucho mas propicio para hacernegocios, que un Mexico sometido a la ferula de los petroleros, incapazde desarrollarse y, por 10 mismo, incapaz de ofrecer nada a ninguno queno fuera precisamente un petrolero.A Morrow no le asustaba el supuesto radicalismo de Calles y de los

revolucionarios rnexicanos, y menos aun pensaba que aquel fuese un "bol-chevique", como 10 consideraban los imperialistas de viejo CUfiO.l!Y5 Para elernbajador estadounidense, Calles y los revolucionarios mexicanos eran sen-

cillamente los dirigentes de un pais atrasado y debil, y reconocia sinambages que la tendencia natural de un pueblo d6bil es el nacionalismo,as! como el imperialismo es la tendencia natural de una naci6n avanzaday fuerte en relaci6n con las debiles ; no se podia esperar de los revolucio-narios mexicanos sino que fueran, exactamente, nacionalistas . Como advir-ti6 con gran agudeza Harold Nicolson, Morrow

lleg6 en un momento en que el conflicto entre el imperialismo (sea detipo territorial 0 econ6mico) y el nacionalismo (ya socialist a ya milita-rista) habia alcanzado una etapa de perplejidad. AI tratar con Ia reo.vuelta de las naciones atrasadas, los poderes capitalistas fueron arras-trados hacia un ambiente de derrotismo malencarado. Por un 1ado, elloscarecian de la voluntad para defender sus dilatados intereses mediantela fuerza; pOl' el otro, aun no habian llegado al punto de estar prepa-rados para aceptar $US perdidas, para invocar un nuevo trato y paraestablecer, respecto a los pueblos que previamente habian sometido, re-laciones de confianza cooperadora, El manejo que hizo Morrow del

cipios de 1927, determinaron un cambio de actitud en aquellos que al final setradujo en la nueva politica puesta en practica por Coolidge y en el nombra-miento del ernbajador Morrow.

19:; En verdad, eran los propios revolucionarios los que comprendian, en primerlugar, 10 que significaba declararse "bo lchev iques" y actuar en consecuencia; PuigCasauranc escribia que en una fecha tan temprana como el afio de 1923, "torpe-mente ... se calificaba a Calles de 'bolchevique", de 'comunista'. La verdad es quenunca 10 fue. En esa primera vez que hable con el y en la que quiso definirnos.sus ideas, al Sr. Lie. Portes Gil y a mi, no oculto 'que se sentia anticapitalistasiernpre que el capitalismo estorbara el mejoramiento del prcletariado". , . Peroesto no significa que fuera un 'comunista'. Y no 10 era porque juzgaba absurdoe imposible ese regimen ex6tico en Mexico. Sabia muy bien que aun queriendolomi pais, que nunca ha querido ser 'comunista', ni siquiera podrla intentarse elexperimento en Mexico mien tras no se estuviera haciendo ya en los Es tados Uni-dos" (El sentido so c ia l del pro ceso his t6 rico de M exico , cit., p. 178): el Iicen-ciado GonzalezRoa, por su parte, escribia en 1927: "El establecimiento del bolche-vismo en Mexico, no duraria veinticuatro horas sin ser ahogado por la intervenci6nex tranjera , No somos tan insensatos" (Las cuestiones de actualidad e n M Jx ic o, Irn-prenta de la Secretaria de Relaciones Exteriores , Mexico, 1927, p. 251).

3 9 7

p.r ;>bl~mamexficano consti tuia un notable experimento de tal coopera-tieo. El problema mismo se ofrece como un problema legal, no como

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cion, Este no ue desde el p t de vi .

1 1,· un 0 e vista material un experimento com-

p etamente ogrado ; empero cd" 'd 1 1

. ' ,omo emostracion de una nueva teoriae as re aciones entre el fuert 1 d 'b'l f d . .tancia.P" eye e I, ue e una mmensa impor-

Cooperaci6n y conlianza: tales 1 d d .. . .. lismo rle nuevo f ~. eran os ver a eros pnncipios del lmpe-rf!aIsmo, e nuelvo trpo, que habrian de procurar una dependencia pad-rca, mas comp eta mas eficaz d 1 .las potencias imperlalistas. M e f as naclO.nes atrasadas :on respecto aclarn6 con la ,. '. orrow ue e].pnmer ncrteamericano que pro-

dada en la f maxima claridad, apunta NIcolson, que la intervenci6n fun-

bi ,uerza'l aun cuand.o sus propositos fuesen considerados como

no es, y ese era e caso de WIlson de h h di ,"doctrina d d" ,ec 0 no po ia ser mas que una

E t d U~dPo er , y en cuanto tal, en conflicto con la conciencia de los

s a os III os; Morrow

fue el primero en argument 1 . ,Unidos y 1 A ,. L' ar que a cooperacion entre los Estadosa . menca atma, por muy incierta y desagradable que de

;~~~~~ble~u:I;~: ~part;cer, serladen la prueba final, ia {mica politic a

mediante l~ sim a~' pnmero e~ emostrar 1 0 rnucho que podia lograrset t p ia y la confianza, como {mieas alternativas posibles

n~~a~CyO~]~srnPpecletoodlalcontroyersi1a legal como con relacion a las ame~

. e os mannes. ~7

No cabe duda de que se t t b d 1 l' .I ra a a e a oglca del nezociante con palosy sena es: entre dos que qui . '" < ,que el acuerdo. ieren consumar un negocio no hay mas camino

Ahora bien poner a di 1 J • • rcaba dos coddiciones bas~c~~~ra l~pena ismo .c~n el nacionalismo Impli-

nacionalistas no pusieran obst: c l~ pnmera cons~stI~ en que !os di rigentesmemento dar muestras de suabUos a ;n e~t~~dlmlento y supieran en todocias tal y como convien . t uena isposicion para moderar sus exigen-

, I' " e, JU~~mente, a un buen negociante ; la segunda

.~~~~ :~~i~~::l~~~f~n!~is~~~lera~ cargo dl~ las terribles dificultades contambien como buenos ne . ema~ que evar a cabo su labor y que,capaces de dar De la go~~~;es, sup!(;r~? 1 0 que estos eran materialmenteuna prueba palpable. p a condicion, Morrow obtuvo muy pronto

En la entrevista del 8 de . b d 19primero lante6 el ro noviem re e _ .27 c~ntre Calles y Morrow, el

sobre la !tuaci6n de ) as b~~:paa~; la tyalaneJaM

controversia diplomatica"mas pe ro eras. orrow contest6:

~Diplomatica?, yo soy un abogado, fior roresid Ienor presl ente , y no un diploma-

lOG H N'97 • I~olson,op. cit., pp. 295·296.Op. cit., pp. 298-299.

3 9 8

un problema politico y diplomatico.

EI propio Morrow recordaba mas tarde:

El presidente, entonces, me pregunt6 si yo pensaba que una decisionde la Suprema Corte, siguiendo el caso de la Texas, podria resolver la

principal controversia en la disputa petrolera. Yo le dije que pensabaque tal decision remover ia la principal dificultad. : £ ' 1 , entonces, me sor-

prendi6 diciendo que esa decisi6n se tendria en dos meses.

Nicolson sefiala que Calles fue todavia mejor que su palabra, pues el 17de noviembre la Suprema Corte de Mexico produjo la decisi6n esperada

y, sin aguardar a que se sentara jurisprudencia, mediante otros cuatro

fal los, Calles propuso al Congreso y obtuvo de ella reforma de los ar·

ticulos 14 y 15 de la ley petrolera.1.98 Sin embargo, todo ello ocurri6 des-pues de que Morrow habia sostenido varias entrevistas con el presidente

mexicano, sin plantear le reclamaci6n alguna, y mas bien, mostrando entodo momento un aparente interes por los problemas de politic a interna

que confrontaban los gobernantes revolucionarios.En cierta ocasi6n, ya en Mexico, Morrow externo la siguiente opinion

sobre la obra de la Revoluci6n:

Si un educador viene aqui y mira una de estas escuelas, 0 los ban cos, 0

el proyecto de irrigaci6n, facilmente puede creer que toda la nacionha sido transformada. Si el fuese a una hacienda arruinada y viese a lospeones sin trabajo y en profunda miseria, facilmente pensaria que larevoluci6n no aport6 nada mas que los estragos a ella inherentes. Estarevoluci6n, como todas las revoluciones, ha sido terriblemente costosa.Ella ha comenzado algunas cosas nuevas que en ultima instancia pue-

den ser de gran valor para el pueblo. Esas nuevas cosas son institucio-nes experimentales . Algunas de ellas pueden convert irse en instituciones

permanen tes.' 1)9

No podia darse mejor prueba de que de parte del embajador habia un

profundo deseo de comprender los problemas a que se enfrentaban los

revolucionarios mexicanos.

Si bien es cierto que sus exitos en 1 0 material, es decir, en 1 0 tocantea las reclamaciones de los inversionis tas norteamericanos se redujeron sen-siblemente en unos cuantos afios, el nuevo estilo que el implant6 fue algoque perdur6 en las relaciones entre Mexico y los Estados Unidos. Losrevolucionarios no pedian otra cosa y, a cambio de ello, con el tiempo

I DB Op, cit., pp. 330-331.199 Op. cit ., pp. 317·318.

39 9

dejaron que e l capital norteamericano invadiera pacificamente la indus-tria el comercio y las finanzas de Mexico. Un cambia de actitud en eI

a los intereses imperialistas de viejo cufio ; fue el precio que el gobierno rnexi-cano convino en pagar con tal de que se aceptara el espiritu de la Doctrina

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trato y el res to vino por si solo comenzando por una moderaci6n en las,

posiciones nacionalistas de los gobernantes revolucionarios.

Probable mente -escribi6 Fred Rippy, refiriendose a Morrow- el as~pecto mas importante de su misi6n fue la contribucion que hizo respectoa la transformaci6n de la actitud mexicana, de la suspicacia y la hosti-lidad a la confianza y la buena voluntad, para cooperar en la resolu-ci6n de notables dificultades. Esto hizo, mostrando a los mexicanos queun yanqui -induso un yanqui millonario-- podia ser moderado, afable

y ponderador de las cualidades del caracter y la cultura de Mexico.Tambien 61 adquiri6 una amplia visi6n de la situaci6n mexican a y al-canz6 la convicci6n de que algunos de los problemas domestic os de Me-xico podrian ser resueltos antes que sus dificultades con los EstadosUnidos pudiesen ser afrontadas con cierta esperanza de soluci6n 'sa tis-factoria.?"

Y en verdad, los mexicanos 1 0 entendian tambien asi. En ocasion de suultimo informe de gobierno, el presidente Calles afirmaba :

Me causa profunda satisfacci6n, como mexicano y como jefe de Estado,poder anunciar, al concluir el periodo de mi gobierno, que dejo del tod onormalizada y sin ningu.n problema que en estes momentos pueda causal'ansiedad ni trastornos, la situaci6n internacional de Mexico. Quizas pOI'

primera vez, desde hace mas de veinte afios, pOI' circunstancias conoci-disimas el Ejecutivo puede hacer este anuncio a la Representaci6n Na-cional. POI'primera vez, en tan largo periodo, nuestro pals se encuentraen amistosas y normales relaciones exteriores, sin dificuItades ni con-troversias amenazantes y manteniendo simultaneamente intactos el de-COl'O y la dignidad de la naci6n y firmes y seguros los principios dereforma social que la Revoluci6n mexicana inici6 y ha venido desarro-llando.201

De este modo, comenzaba un proceso que habria de concluir con el res-cate de las riquezas naturales del pais para la naci6n mexicana, primeraentre todas el petr6leo, y Mexico se encaminaba por los senderos de unanueva dependencia, La gesti6n de Morrow, es cierto, favoreci6 inicialmente

200 J. F. Rippy, op. cit., p. 378itambien, H. Nicolson, op. cit" p. 387: Morrow"mostr6 al pueblo mexicano que un embajador americano podia comprender susdeseos y asistirlos en sus aspiraciones ... [y] rnostro al Departamento de Estadoque, con tolerancia y simpatia, algo, incluso en Mexico podia ser obtenido. £1ens~fi6 a los d!pl .omaticos profesionales de todos l?s palse~ como, can tacto y sin-ceridad, conocimiento y persistencia, aun el mas orgulloso nacionaJismo podiaser conciliado".

Carranza en materia de inversiones extranjeras en nuestro pais. Y aun debie-ron librarse algunas escaramuzas, sobre todo en los dias de la expropiacionpetrolera, que amenazaron gravemente las relaciones entre ambos paises,Pero en los hechos esta nueva dependencia se fue imponiendo como un

proceso irreversible. Unos lustros despues, los propios imperialistas acabaronpOI' r econocer que la Revoluci6n Mexicana, no s610 .no era un factor nega-tivo dentro del area de dominaci6n estadounidense, sino que constituiatambien un ejemplo que las naciones latinoamericanas muy bien podianseguir en el futuro.