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Hace no muchos días, en un lugar tan inesperado para en-contrar el conocimiento como puede ser una tintorería del castizo barrio de Tetuán, me llamó la atención una caricatura de Albert Einstein. Junto a ella se intuía lo que debían de ser unas palabras suyas en un pequeño cartel que colgaba tras el mostrador. Aun en-tendiendo que cualquier lugar es bueno para reflexionar sobre las palabras del genio, no quise dejar pasar la oportunidad de investigar los motivos que lo vinculaban a aquel lugar. Al acercarme y leer las primeras frases, “No pretendamos que las cosas cambien, si siem-pre hacemos lo mismo” comenzaba, empecé a entender los moti-vos que habían llevado al comerciante a querer tener siempre pre-sente el escrito. En él el científico hablaba sobre la crisis. No sabría concretar si de la crisis de entreguerras o de la acaecida tras la segunda, ya que el escrito no estaba fechado, pero en cual-quier caso me pareció que tendría entidad suficiente como para poder extrapolarlo a la actuali-dad, por lo que seguí leyendo. No tanto por encontrar soluciones en aquellas palabras, ni si-quiera por el mero interés en conocerlas, más bien porque rápidamente se me vino a la memo-ria una pregunta que poco tiempo antes me habían formulado en un conocido programa ra-diofónico que venía a decir, no sin la extrañeza del presentador, que cómo se le había ocurrido a alguien emprender un proyecto con la crisis que tenemos. La respuesta era tan compleja co-mo sencilla. La paciencia nunca se encontró entre las virtudes que aprecio, y más sin saber cuál será el buen momento para empezar. No es fácil de explicar, pero creo que la analogía más sen-cilla sería pensar en un niño que nace en otoño, al que todos dijeran, no juegues ahora, no sal-gas de la cuna hasta que llegue el buen tiempo, es difícil pensar que el niño llegue a tener un gran anhelo por que llegue el verano, al menos hasta que lo haya conocido por primera vez. Debemos empezar por comprender que ya hay suficiente grupo poblacional en edad de mover-se que no ha conocido, laboralmente hablando, otro estado anímico que no sea la crisis, que no puede anhelar, y mucho menos esperar a que todo vaya bien, porque no sabe lo que significan esas palabras, no ha vivido una situación laboral en la que todo vaya bien, y corre el riesgo de pasar esperando más tiempo de la cuenta. Sin querer transcribir el cartel de la tintorería, pero volviendo a él, también me llamó la atención la frase: “quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones.”

Por ello nace esta Revista, de gente joven, con espíritu, con ganas, con ilusión, gente en defini-tiva que parece no tener mayor cabida que la que uno se busca y que sabe que es así, lo entien-de, lo comparte y acaba sintiéndose orgulloso de ello, y sobre todo gente con el pensamiento constante de que no era tan difícil, nada era tan difícil, nunca nada fue tan difícil.

Bienvenido a Biela 7.65

L.T. de Garnez.

Saludo del director al primer número

Biela 7.65 es el órgano de expresión del Centro de Formación IAE. [email protected] Edita el Centro de Formación IAE. Dirección: L.T. de Garner. Consejo de Redacción: Antonio Muñoz Conde, Daniel Merchán Guerrero, David Rubio, Ezequiel Morales León, Fernando Gómez, Felipe Garcia Barrena, Juan Fernández, Luis Muñoz Izquierdo, Marta Sanz del Burgo, María Cenobia Carmona Buitrago, Marcos Viz oso Fernández, Oscar Escudero Cubillo, Rafel Castro Reyes, Roberto Cañizares Ureña, Rafael Domínguez Montero, Rocío B. Higueras Contreras. Secretaría del Consejo de Redacción: Félix-Álvaro Pajares Ruiz. C/ Fernández de los Ríos 93, Soportal, Madrid. Imprime: Centro de Impresión DaBe Biela 7.65 no comparte necesariamente las opiniones vertidas ni se responsabiliza de la autoría de la imágenes incluidas en los artículos firmados por su Consejo de Redacción.

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SISTEMAS DE INYECCIÓN EN MOTORES DIÉSEL. EL SISTEMA COMMON-RAIL

En este artículo se va a explicar el funcionamiento del sistema de inyección com-mon-rail, siendo este el sistema más utilizado ac-tualmente por las ventajas que pre-senta frente a

otros sistemas con los que se comparará poste-riormente.

Introducción

Para entender como funciona el circuito de inyección hablaremos de dos partes bien diferenciadas: la parte de baja presión (depósito de combustible, filtros y bomba de alimentación) y el de alta presión formado habitualmente por la bom-ba de inyección y el propio inyector.

En imagen 1 se puede apreciar un circuito básico de inyección.

En los motores MEC (motores de encendido por compresión) de in-yección directa, la inyección de combustible se produce directa-mente en la cámara de combustión del motor, donde la calidad del cho-rro inyectado tiene mucha impor-tancia debido a la dificultad que tie-ne en su dispersión.

Para resolver este problema se pre-sentan soluciones como las diferen-tes formas que adopta el conducto de admisión y la cámara de combus-tión sobre el pistón que permiten que el aire de admisión forme en ella un vórtice denominado swirl, que favorece su dispersión.

También se utilizan inyectores más complejos que en otros motores con orificios de tobera más peque-ños y presiones de inyección más elevadas.

El sistema de inyección es el res-ponsable de entregar el combustible al motor, encargándose pues de una serie de funciones básicas como introducir el combustible en el in-terior de la cámara de combustión según la ley de tasa de inyección, atomizar el combustible para au-mentar la superficie de contacto con el aire caliente y mezclar el combustible con dicho aire.

David Rubio Barba. Ingeniero técnico industrial, esp. mecánica

Imagen 1. Circuito de inyección convencional. Fuente.: Colección de imágenes del departamento de motores térmicos de la UPV.

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de inyección. El combustible a alta presión siempre está disponible en el acumulador o rail, desde el que es distribuido a cada uno de los inyec-tores. Esto hace que la presión de inyección sea prácticamente cons-tante a lo largo de la inyección. Esta presión puede variar entre 300 bar y un máximo alrededor de 1800 bar, de acuerdo con las condiciones de funcionamiento del motor.

Por otro lado, puesto que los inyec-tores son controlados electrónica-mente, el punto de inicio de la in-yección, así como el caudal inyecta-do, pueden ser calculados por la ECU, individualmente para cada cilindro. Esto permite una defini-ción más exacta de la tasa de inyec-ción, ajustando el momento y la cantidad de combustible inyectado, optimizando el consumo de com-bustible.

Principio de funcionamiento

La bomba de baja presión, o de ali-mentación, aspira combustible del depósito y lo lleva por las líneas de baja presión hasta la bomba de alta presión. Esta bomba, accionada por

el motor, suministra el combustible a los inyectores a través de un acu-mulador o depósito común llamado rail. Parte de este combustible es inyectado en la cámara de combus-tión y otra parte, más pequeña, con-trola el movimiento de la aguja del inyector y luego es devuelta al de-pósito, por lo que se le conoce co-mo caudal de retorno.

El volumen de combustible entre la bomba de alta presión y los inyecto-res, principalmente el acumulado en el rail, permite la amortiguación de las oscilaciones provocadas por el funcionamiento pulsante de la bom-ba de alta presión y por la salida de combustible a través de los inyecto-res.

Un sensor mide la presión del com-bustible en el rail. Esta señal se compara con el valor de consigna almacenado en la ECU. Si el valor medido y de consigna son distintos, un orificio de descarga en el regula-dor de presión se abre o se cierra para igualar ambos valores. El cau-dal excedente de combustible retor-na al depósito.

La apertura de los inyectores es controlada por la ECU, mediante el

Debido a su mayor rendimiento y menor consumo se está investigan-do cada vez más en este tipo de motores dando lugar a presiones de inyección cada vez más elevadas (hasta 1800 bar), aumento de orifi-cios y disminución del diámetro de los mismos con el objetivo de mejo-rar su atomización además del uso de inyecciones múltiples que mejo-ran la combustión.

El sistema Common-Rail

El sistema Common-Rail es un siste-ma de inyección de combustible electrónico para motores diésel de inyección directa en el que el gasó-leo es aspirado directamente del depósito de combustible a una bomba de alta presión y esta a su vez lo envía aun conducto común para todos los inyectores.

En el sistema Common-Rail la gene-ración de presión y la inyección son dos funciones independientes. La generación de presión no se ve in-fluenciada por el régimen de funcio-namiento del motor o por el caudal

Imagen 2. Esquema de un sistema Common –Rail. Fuente: diesel-ing.blogspot.com

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Imagen3. Filtro de combustible

PONER

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introducido de forma externa al sistema. Suele ser de chapa metálica o de plástico e incorpora un filtro para separar los residuos o impure-zas que contiene el combustible e impedir su entrada al circuito de alta presión.

Tuberías: conectan los diversos ele-mentos que componen el circuito de baja presión.

Para su fabricación suele utilizarse acrilonitrilo y butadieno (NBR), con

un refuerzo textil y una cubierta exterior de caucho sintético que las protege del ambiente externo. Las tuberías se colocan en zonas aleja-das de los conductos de escape, a fin de prevenir el peligro resultante del calentamiento del combustible.

Bomba de alimentación: también denominada bomba de baja presión, se aloja en el interior del depósito y transporta el combustible desde el depósito hasta la bomba de alta pre-sión. Su presión de trabajo ronda los 3.5 bar. En la mayoría de turis-mos se utilizan bombas de acciona-miento eléctrico, mientras que las de tipo mecánico (de engranajes)

son frecuentes en turismos de alta gama y vehículos industriales. A veces se utiliza una combinación de

ambas. Las bombas eléctricas son de rodillos y similares a las utiliza-das en los sistemas de inyección de gasolina. Su caudal está en torno a los 200 litros por hora, y suelen tra-bajar a una presión nominal que oscila entre 1.25 y 3 bar, determina-da por la válvula limitadora de pre-sión ubicada en el filtro. Las bom-bas mecánicas, accionadas por el

propio motor, son de engranajes y funcionan conjuntamente con la bomba eléctrica, cuya misión es ce-bar la bomba de engranajes durante el arranque del motor. Una vez el motor ha arrancado, la electrobom-ba se detiene y el sistema se alimen-ta a través de la bomba mecánica.

Componentes del circuito de alta presión

Bomba de inyección: también cono-cida como bomba de alta presión,

es la encargada de suministrar el caudal de combustible suficiente a la presión exigida para el proceso de inyección. El tipo de bomba más

variable, a la electroválvula incor-porada en cada inyector y encargada del pilotaje hidráulico del mismo. Esta electroválvula puede ser del tipo solenoide o piezoeléctrica. La duración de la inyección, la presión del combustible en el rail y la per-meabilidad (área y coeficiente de descarga) de los orificios de la tobe-ra, determinan la cantidad de com-bustible inyectada, que por tanto será independiente del régimen de giro del motor.

Componentes del circuito de ba-ja presión

Filtro: es un componente funda-mental del sistema de inyección, puesto que una obturación en la tobera de salida de los inyectores resultaría catastrófica. La zona de alta presión del sistema está diseña-da con precisión micrométrica, de modo que incluso las partículas más diminutas son susceptibles de pro-vocar daños en los componentes de la bomba, las válvulas de impulsión y los inyectores. El empleo de un filtro de combustible adaptado a las exigencias particulares de la instala-ción de inyección es indispensable para un servicio prolongado y sin perturbaciones. El material filtrante tiene un tamaño aproximado de 300 milímetros y su eficacia es tal que impide el paso del 95% de partícu-las de tamaño igual o superior a 5 micras. Se dispone asimismo de un sistema de decantación de agua que permita su extracción sin necesidad de desmontar el filtro.

Depósito de combustible: es un recipiente que aloja el combustible Imagen 4 . Bomba de inyección.

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El circuito de baja presión trasiega el combustible desde el depósito hasta la bomba de inyección, mientras que el de alta inyecta dicho combustible en la cámara de combustión.

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cilindros y dos litros de cilindrada, el raíl permite amortiguar las varia-ciones de presión del sistema pro-vocadas por las pulsaciones de la bomba y por la descarga de los in-yectores.

Sensor de presión: mide la presión existente en el acumulador y envía esta información a la ECU. Se mon-ta directamente en el raíl y está for-mado por piezoresistencias de sili-cio sensibles a la presión que provo-can una variación de tensión lineal y proporcional a los cambios de este parámetro. Esta señal es amplifica-da y transmitida a la ECU, de mane-ra que, en caso de que la presión registrada no sea la deseada, la ECU actúa sobre la válvula reguladora .

Líneas de alta presión: conec-tan la bomba de alta presión y los inyectores con el raíl. Sus dimensiones varían en fun-ción del tipo de inyector utiliza-do. Dado que deben soportar presiones muy elevadas, se fa-

brican en metal y llevan tapones

roscados en los extremos para evi-tar que se produzcan fugas de com-bustible.

Válvula reguladora de presión: per-mite que el nivel de presión en el raíl se mantenga constante. Esta válvula es accionada por la ECU en función de los registros efectuados por el sensor de presión. Así, si la presión en el acumulador es excesi-va, la válvula se abre y parte del combustible retorna al depósito; mientras que si la presión medida es demasiado baja, la válvula se cierra y el caudal proveniente de la bomba de alta presión provoca un incre-mento de la presión del raíl.

Unidad Electrónica de Control (ECU): es responsable del control de la dosificación del combustible y la regulación del inicio de la inyec-ción. Para ello recibe información de los diferentes captadores y son-das de que consta el sistema, la ana-liza y coteja con valores de consigna y genera señales de respuesta que gobiernan los órganos actuadores. En función del régimen del motor y de la posición del acelerador, la ECU selecciona la presión de inyec-ción adecuada, así como el tiempo de inyección más apropiado para el

tangencialmente por una excéntrica solidaria al árbol conductor de la bomba. La potencia de una bomba de este tipo aplicada a un motor de cuatro cilindros se sitúa en torno a 4.5 CV. Al disponer de tres émbo-los, se consigue un impulso de pre-sión cada 120º de giro de la bomba, es decir, cada 240º de rotación del motor, puesto que el eje conductor gira a la mitad de revoluciones que el motor.

Existe una válvula de seguridad lo-calizada en la boca de alimentación de combustible de la bomba de alta presión, de manera que cuando existe una presión baja del combus-tible, se cierra el acceso a la bomba de inyección. Por medio de esta válvula, el combustible puede dejar de fluir hacia el motor cuando la bomba de alimentación sea desco-nectada.

Acumulador de alta presión: el raíl actúa como acumulador de com-bustible a alta presión. Bajo deter-minadas circunstancias, se pueden alcanzar presiones de hasta 2000 bar. Además de ejercer de depósito y gracias a su volumen, que oscila entre 18 y 20 centímetros cúbicos para un motor comercial de cuatro

Imagen 6 Esquema de un inyector piezoeléctrico. Fuente : www.repsolgas.com.pe

Imagen 5. Acumulador de presión de un sistema Common-Rail Fuente: www.bosch-kraftfahrzeugtechnik.de

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madamente finos por debajo del rango de subnanómetros mediante pequeños cambios en el voltaje de operación. Es capaz de generar grandes fuerzas y expandir rápida-mente debido a que los tiempos de respuesta de un cristal piezoeléctri-co son del orden de microsegundos.

Además presenta una baja potencia de consumo: el efecto piezoeléctri-co convierte directamente la energía eléctrica en mecánica absorbiendo

energía únicamente durante el mo-vimiento.

Por último se ha demostrado que hay ausencia de desgastes y roturas pues no se observan cambios en sus propiedades después de varios mi-llones de ciclos. No necesitan lubri-cantes ni presentan desgaste o abra-sión.

Otros sistemas de inyección

Sistemas de acción directa: Pertene-cen a este sistema todo aquel en el que la bomba de alta presión está encargada de dosificar el combusti-

ble que se necesita introducir en la cámara de combustión, mientras que el inyector únicamente lo ato-miza. La bomba de alta presión su-ministra el combustible al inyector a través de conductos (líneas de in-yección), a una presión que depende del régimen de giro de la bomba y que no es constante.

Estos sistemas presentan inconve-nientes como que la presión depen-de del régimen de giro de la bomba y a consecuencia de esto el punto de inicio de la inyección también se ve modificado por las condiciones de funcionamiento del motor, lo que obliga a equipar las bombas con elementos para poder calarlo res-pecto de una posición determinada del pistón.

Este tipo de sistemas fueron los primeros utilizados en motores de inyección directa, pero su utiliza-ción es cada vez menor siendo des-plazados por sistemas de inyección más novedosos, de los que se

hablará posteriormente.

Sistema inyector-bomba:

Este sistema se fija directamente en la culata del motor. Este diseño combina la bomba de inyección y la tobera de inyección en una única unidad que es accionada por el árbol de levas o bien directamente o mediante seguidores y articulacio-nes.

Cuando la válvula solenoide está abierta, el inyector-bomba fuerza el combustible hacia el retorno, al tiempo que se llena la cámara de

que el combustible se distribuya homogéneamente en el recinto.

En la actualidad, los modelos co-merciales alcanzan entre 1800 y 2000 bar de presión en el raíl, valo-res que favorecen la consecución de una buena atomización del combus-tible. Las generaciones más moder-nas utilizan inyectores piezoeléctri-cos debido a su rapidez de respues-

ta y estabilidad al realizar inyeccio-nes múltiples. El funcionamiento de este tipo de inyectores se basa en el efecto piezoeléctrico, fenómeno que hace que un determinado tipo de materiales pueda sufrir deforma-ciones al aplicársele un campo eléc-trico,

Este tipo de inyectores presenta una serie de características que lo hace más ventajoso frente a otros como permitir elevada precisión, ya que: un actuador piezoeléctrico puede producir cambios de posición extre-

Imagen 7. Siatema inyector-bomba Fuente: www.tallervirtual.com

El sistema Common-Rail tiene como principal ventaja la flexibilidad que proporciona, permitiendo variar libremente el inicio y la duración de la inyección, la cantidad de

combustible inyectado, la tasa y la presión de inyección

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mización. La bomba de alta presión tiene como única función aumentar la presión del combustible y mante-nerla constante. De esta manera, como conclusiones de este artículo, se pueden sintetizar las ventajas que presenta este sistema frente a los otros sistemas que van quedando actualmente obsoletos:

Control del punto de inicio y de la duración de la inyección

Alta precisión en la cantidad de combustible inyectada

Presión de inyección independiente del régimen del motor

Presión reinyección prácticamente constante

Elevada presión de inyección Posi-bilidad de descomponer la inyec-ción en dos o más etapas (Inyección múltiple)

válvula solenoide, y la cantidad de combustible inyectado, a su vez, por el tiempo de cierre. La válvula solenoide es accionada por la ECU (unidad de control electrónico) en base a su configuración de datos por lo que el inicio y final de la in-yección son programables de mane-ra que son independientes de la po-sición del pistón en el cilindro.

El inyector bomba puede inyectar a presiones de hasta 160 MPa, que junto con el control electrónico, conduce a una reducción considera-ble de las emisiones contaminantes del motor diésel. Mediante el uso del control electrónico, funciones especiales como el inicio de la in-yección con control de temperatura, control del motor en marcha suave e incluso inyección piloto, son posi-bles.

Ventajas del sistema Common-Rail

Al ser un sistema de acumulación, en el sistema Common-Rail el in-yector se encarga de la dosificación de combustible además de su ato-

Imagen 8. Sstema common-rail ( 4 inyectores, rail de acumulación de presión, ECU y bomba) Fuente: www.bosch.automotive.com

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REFERENCIAS Y

ENLACES

- Bibliografía del departamento de motores térmicos (CMT) de la Univers idad Pol i técnica de Valencia.

- www.aficionadosalamecanica.net

-www.bosch-automotivetechnology.com

Imagen 9. Common-Rail implantado en el motor. Fuente www.trybrid.org

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BORDILLO MIXTO: EVOLUCIÓN DE LA SEGURIDAD

En el contexto actual la sociedad demanda una mayor seguridad en todos aquellos productos que se encuentran a su alrededor. En este sentido muchas empre-sas realizan estudios y mejoras en produc-tos para hacer la vida más fácil y segura. BordMixt, una empresa de reciente crea-ción, apuesta por ello con la modificación en los bordillos situados junto a las calzadas y los jardines para minimizar los daños oca-sionados cuando un cuerpo colisiona con-tra los mismos, ya sea una persona o un vehículo durante una maniobra de estacio-namiento.

FERNANDO GÓMEZ ESTRADA. INGENIERO INDUSTRIAL.

1. Una mujer muestra sus heridas tras una caída en un carril-bici limitado por un escalón en Alicante. Ref: www.diarioinformacion.com

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2. Rueda forzada contra bordillo donde se pueden producir deformaciones. Ref: www.circulaseguro.com

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Para ello ha realizado, manteniendo la geometría externa normalizada, la fabricación de un bordillo em-pleando dos componentes como son el hormigón y un elastómero. Este último es empleado como recubrimien-to en las zonas donde el bordillo suele recibir los impac-tos.

Los primeros prototipos realizados han sido los bordillos tipo A4, que son los encontrados en parques y jardines normalmente, con el fin de evitar un riesgo ma-yor en colisiones o caídas de personas, así como propor-cionar una estética más colorida.

Para ello se han realizado diferentes estudios y consideraciones de unos criterios como son los condi-cionantes ambientales a los que se debe enfrentar, las propiedades resistentes para que su empleo en esta apli-cación sea lo más optimo posible, la parte funcional de la estética del producto y la rentabilidad económica para sacar el producto adelante.

La sociedad demanda cada vez mayor seguridad

La seguridad en parques y jardines ha evolucionado a pasos agigantados en los

últimos años

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3. Diseño y colocación del bordillo tipo A4

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4. Diseño y colocación del bordillo tipo C3

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El diseño y los materiales para este tipo de bordillo podrían ser de lo mas variado, pero a través de la coextrusión (extruir de forma simultánea varios tipos de políme-ros en forma de granza) se obtiene el producto optimo deseado, en donde la parte inferior del polímero (parte de color negra) es de pvc para dar un mayor agarre en el hor-migón, mientras que la parte supe-rior (color verde) es de goma de poliuretano, esta zona es la que ab-sorbe los impactos que lleva consi-go pequeñas cámaras de aire que contribuyen a esta labor.

El uso de polímeros en los últimos años es cada vez más

habitual en infinidad de productos

También, el tipo de bordillo C3, que es el mas común, y que nor-malmente se encuentra situado junto a las calzadas, ha sido objeto de estu-dio y, al igual que el bordillo A4, es sometido al mismo proceso de fabri-cación y diseño, con los mismos ma-teriales empleados. Además, este prototipo puede ser equipado con tubos de luz para dar una mayor visi-bilidad al bordillo.

No obstante, y como se puede observar, estos son dos ejemplos de como un simple objeto sufre una mejo-ra para una mayor seguridad en la vía publica y como la sociedad demanda estas mejoras ya que con ello se pueden evitar graves accidentes.

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LA ROBÓTICA INDUSTRIAL EN LA MEDICINA

el de la electricidad, lo cual da ori-gen a las primeras máquinas de con-trol numérico.

Las primeras patentes aparecie-ron en 1946 con los muy primitivos robots para traslado de maquinaria de Devol (imagen 2). También en ese año aparecen las primeras com-putadoras. En 1954, Devol diseña el primer robot programable, al cual denomina “autómata universal”.

Durante el último tercio del siglo XX se fueron dando numerosos avances en el campo de la robótica, entre muchos destacamos la instala-ción de un robot Unimate en la Ford Motors, la creación en 1966 de un robot de pintura por pulveri-zación y el desarrollo en 1973 del primer lenguaje de programación del tipo de computadora para la investigación con la denominación WAVE.

Actualmente, el concepto de robó-tica ha evolucionado hacia los siste-mas móviles autónomos, que son aquellos que son capaces de desen-volverse por sí mismos en entornos desconocidos y parcialmente cam-biantes sin una supervisión. El primer robot móvil de la historia, pese a sus muy limitadas capacida-des, fue ELSIE (Electro-Light-Sensitive Internal-External), cons-truido en Inglaterra en 1953. ELSIE se limitaba a seguir una fuente de luz utilizando un sistema mecánico realimentado sin incorporar inteli-gencia adicional.

En 1968 apareció SHACKEY, del SRI (Standford Research Institute), que estaba provisto de una diversi-dad de sensores así como una cáma-ra de visión y sensores táctiles y podía desplazarse por el suelo. El proceso se llevaba en dos computa-dores conectados por radio, uno a bordo encargado de controlar los motores y otro de control remoto para el procesamiento de imágenes.

En los setenta, la NASA inicio un programa de cooperación con el Jet Propulsión Laboratory para des-arrollar plataformas capaces de ex-plorar terrenos hostiles. El primer fruto de esta alianza seria el MARS-ROVER, equipado con un brazo mecánico tipo STANFORD, un dispositivo telemétrico láser, cáma-ras estéreo y sensores de proximi-dad (imagen 3).

Actualmente la sociedad está acos-tumbrada a observar como robots hacen numerosas tareas que antes hacíamos nosotros, desde pintar un automóvil hasta barrer nuestra casa. Lo que no somos conscientes es de que hasta hace muy poco esto era impensable.

En primer lugar debemos definir la robótica como la rama de la tec-nología que se ocupa del diseño, construcción, operación, disposi-ción estructural y aplicación de los robots. Un robot, teniendo en cuen-ta la definición de la ISO (Organización Internacional de Es-tandarización) es:

“Un manipulador multifuncional repro-

gramable con varios grados de libertad,

capaz de manipular materiales, piezas,

herramientas o dispositivos especiales según

trayectorias variables programadas para la

ejecución de una diversidad de tareas”.

Los primeros inicios de la robótica se dan a mediados del siglo XX a causa de varios factores que inter-vienen para que esto se produzca. Concluida la segunda guerra mun-dial se generaron grandes avances en los campos de la electrónica, mecánica, hidráulica, neumática y en

Por Marcos Vizoso Fernández. Ingeniero Industrial.

Imagen 1– Símbolo de la, cada vez más evidente, unión entre el ser humano y la robótica.

Ref: “ primumnonpecuniam.wordpress.com”

Imagen 2 – Primer robot industrial, creado por George Charles Devol en 1946.

Ref: “platea.pntic.mec.es”

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laparoscópica. El sistema robótico permite un procedimiento exitoso y el potencial para una mayor preci-sión cuando se usa en cirugías míni-mamente invasivas, como la lapa-roscopía, que suelen utilizar las cámaras de fibra óptica flexible. El procedimiento de 1985 llevó a cabo el primer procedimiento laparoscó-pico relacionado con el sistema robótico, un cholescystecotomy. Al año siguiente se utilizó el mismo sistema de PUMA para llevar a cabo una resección transuretral.

Además de este sistema, en Mon-tain View CA, USA en el Intuitive Surgical Inc. se creó el sistema de cirugía robótica Da Vinci, el cual nació como un estudio aleatorio, prospectivo y controlado concu-

rrentemente realizado el 27 de julio al 27 de octubre de 1998 en el hos-pital Torre Médica en México DF.

Este robot abrió un nuevo camino al convertirse en el primer sistema aprobado por la FDA para la cirugía laparoscópica en general en el año 2000, siendo además el primer siste-ma aprobado por la FDA que abar-ca todo los instrumentos quirúrgi-cos. Sus predecesores se basaron en el uso de endoscopios y numerosos asistentes de cirugía para realizar la misma.

La aplicación del sistema da Vinci es tridimensional, ya que permite al cirujano ver el área de la incisión con claridad de alta resolución. Los brazos quirúrgicos de un centímetro de diámetro representan un avance significativo en la cirugía robótica de los principios de sistemas con brazos de gran tamaño, como el PUMA 560. Con tales brazos minúsculos, el sistema Da Vinci ha sido capaz de eliminar la necesidad de utilizar las paredes del tejido de la incisión en el paciente para apa-lancamiento. Este avance permite menos contacto entre el tejido ex-puesto interior y el equipo quirúrgi-co, lo cual reduce enormemente el riesgo de infección.

Una vez vista la definición y los inicios de la robótica desde media-dos del siglo XX, a continuación hablaremos de la aplicación de la tecnología robótica en un campo que muestra la gran ayuda que pue-de ofrecernos: la medicina.

La primera aplicación de la que hablaremos será la de los robots quirúrgicos. Actualmente se han diseñado diversos tipos de robots que pueden asistir a un cirujano en una operación. Se suelen aplicar a la microcirugía, una disciplina que consigue intervenciones poco inva-sivas y en consecuencia con un postoperatorio menos traumático para los pacientes.

Existen también los que se aplican en aquellas situaciones en que se requiera una gran fuerza o preci-sión, como por ejemplo a la hora de cortar huesos o intervenciones en la cabeza. Incluso en éstas últimas el robot es capaz de cortar con preci-sión sin afectar a puntos vitales, recibiendo las instrucciones del ci-rujano y valiéndose de imágenes tridimensionales de la anatomía in-terna del paciente.

El primer uso documentado de un robot de asistencia en la técnica quirúrgica ocurrió en 1985 cuando el brazo robótico del PUMA 560 fue utilizado en una biopsia delicada neurocirugía, la cirugía non-

Imagen 3 – Robot MARS-ROVER. Creado por la NASA y Jet Propulsión Laboratory en 1979.

Imagen 5 – Observamos como se realiza una operación a corazón abierto en el Hospital Universitario Madrid Sanchinarro mediante un robot Da Vinci en 2010. Ref: “diariomedico.com”.

Imagen 4 – PUMA 560 Ref: “guppy.mpe.nus.edu.sg”

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un gran esfuerzo, pero convencio-nalmente era también el fisiotera-peuta quien también se esforzaba. Con los robots de rehabilitación el fisioterapeuta sólo se debe encargar de hacer un seguimiento de la evo-lución del paciente y puede aplicar mejor sus esfuerzos para conseguir terapias más eficientes.

Durante movimientos activos del paciente, el robot permite almace-nar información de la realización del movimiento (posición, veloci-dad, fuerza), ayudando de esta for-ma a evaluar la evolución de la tera-pia sobre el paciente. Por otra parte, pueden provocar movimien-tos pasivos de cualquier extremidad del paciente sujetada por el robot, sustituyendo en este caso al fisiote-rapeuta.

En la imagen 6 observamos como un paciente que ha sufrido una le-sión medular es capaz de caminar gracias a la ayuda de un robot, el cual además está al mismo tiempo comprobando de forma ininterrum-pida sus constantes vitales. Esta foto es un claro ejemplo de la utili-dad de dichos robots, ya que mien-tras el paciente se rehabilita, la fisio-terapeuta observa todo el proceso desde fuera sin tener que sujetar al paciente, obteniendo así un mejor feed-back de la recuperación, obte-niendo así una clara mejora en todo el proceso.

A continuación hablaremos de las prótesis robóticas, cuya aparición data del último tercio del siglo XX, cuando se creó la primera prótesis con mando mioeléctrico.

En resumen, dichos robots poseen numerosas ventajas:

- Pueden ayudar a los cirujanos a realizar sus operaciones, tienen ve-locidad, repetibilidad, fiabilidad, precisión y buena relación costo rendimiento.

- No experimentan fatiga, cualquie-ra que sea que dure la operación, no presentara temblor y será capaz de realizar su trabajo adecuadamente en la décima o centésima operación, tal como en la primera.

- Fácil manipulación.

Posibilidad de agregar muchas ex-tensiones como por ejemplo; cáma-ras de video para el reconocimiento de imágenes ó un brazo mecánico con dos grados de libertad para po-der tomar y manipular una infinidad de objetos.

- Facilitan las intervenciones no masivas, incluso en lugares de difícil acceso.

- Los robots actuales son más ro-bustos, rápidos y fiables. Su capaci-dad de carga y repetitividad es com-parativamente superior y su progra-mación se ha facilitado considera-blemente. Los robots están demos-trando ser el aliado del cirujano, permitiéndole alcanzar objetivos jamás imaginados.

Por otro lado, presentan distintas desventajas, como su alto coste para países en pleno desarrollo o que el tiempo de duración de la programación del mismo es compli-cado ya que tiene que ser muy pre-ciso en sus funciones.

Otra aplicación de la robótica en la medicina es la que se ocupa de la rehabilitación de pacientes, donde a veces son necesarias terapias repeti-tivas y costosas. En estos casos el paciente por necesidad debe realizar

Imagen 6 - Un paciente con lesión medular que da sus primeros pasos gracias al robot WALKBOT. Ref: “sfproyectoiprobotica.blogspot.com.es”

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pero, en resumen, su naturaleza se basa en responder a las señales mio-eléctricas, que son aquellas que ge-nera el cerebro cuando quiere mo-ver un músculo.

Estos robots aprenden a moverse interpretando éstas señales.

Por último hablaremos de los ro-bots de almacenaje y distribu-ción de medicamentos. En los grandes hospitales y clínicas se debe velar para que cada paciente reciba su dosis necesaria de fármacos en el momento preciso. Es el médico quien se encarga de diseñar un tra-tamiento farmacológico adecuado para los pacientes, pero a veces es difícil llevar un buen control de los suministros. Para eso se han auto-matizado los procesos y se han dise-ñado robots que se encargan de preparar en todo momento las dosis que requiere cada paciente, de ma-nera que se evitan equivocaciones y descuidos. Hoy en día se utilizan

cada vez más robots para repartir medicamentos en las farmacias y en los hospitales. Un modelo muy usado es el HOMERUS, que permi-te a los usuarios elegir medicamen-tos según códigos a rayas que están disponibles 24 horas al día.

La robótica también está siendo crucial para la mejora de la calidad de vida de pacientes que necesitan prótesis por la pérdida de alguna extremidad. A diferencia de las an-tiguas prótesis (elementos pasivos), ahora se están diseñando unas nue-vas que saben responder a las vo-luntades del paciente.

Una prótesis robótica es un ele-mento artificial dotado de cierta autonomía e inteligencia, capaz de realizar una función de una parte faltante del cuerpo. Dicha auto-nomía e inteligencia se logra al inte-grar sensores, procesadores, actua-dores, y complejos algoritmos de control. En la imagen 7 podemos observar a varios pacientes que han perdido alguna extremidad superior de su cuerpo, la cual ha sido susti-tuida por una o varias prótesis robóticas.

Sería demasiado extenso hablar de cómo funcionan dichas prótesis,

REFERENCIAS

Y

BIBLIOGRAFÍA:

- roboticaensalud.blogspot.com.es

- robotha.com

- roboticstoday.wikispaces.com

- proton.ucting.udg.mx/materias/robotica

- efefuturo.com

- An Introduction to AI Robotics (Inte l l igent Robot ics and Autonomous Agents)

Imagen 7 – Observamos como tres pacientes que han perdido alguna o las dos extremidades superiores del cuerpo utilizan prótesis robóticas como sustitución. Ref: “mexico.cnn.com”

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INTRODUCCIÓN

Los suelos expansivos son una de las causas principales de daños en la edificación de nuestro país. Sin embar-go, para que el problema se plantee deben coincidir:

- Un terreno arcilloso mineralógicamente activo, capaz de cambios importantes de volumen al variar su hume-dad.

- Unas condiciones climáticas subhúmedas a áridas.

- Un edificio ligero con una cierta debilidad estructural.

Como orientación son sospechosos los suelos arcillo-sos de colores abigarrados rojizos, grises o gris-verdosos, con grietas de retracción en época seca o muy pegajosos al calzado en estado húmedo. Conviene realizar ensayos de identificación mineralógicos, ya que son los más concluyentes.

ARCILLAS EXPANSIVAS RAFAEL DOMÍNGUEZ MONTERO. Arquitecto Técnico.

ducirse cambios de humedad representativos en el sue-lo, con periodos de sequía que van de los dos a los ocho meses.

Las grietas y fisuras son las primeras manifestaciones de los asientos.

Debemos realizar una inspección de la grieta descri-biendo tantas grietas como se encuentren y realizando fotos de las mismas para su estudio y consulta en la oficina técnica. Además será conveniente la representa-ción de las mismas en planta o alzados definiendo los huecos de ventanas y puertas, ya que son las zonas más débiles y donde se acumulan las tensiones. Dentro de los métodos de control de las grietas más usuales pode-mos citar:

- Testigos de yeso

- Testigos de vidrio

- Fisurómetros

- Comparadores mecánicos

Entrando en la familia de las arcillas, las más comunes son las siguientes:

- Caolinita: material arcilloso con baja actividad, ya que no absorbe gran cantidad de agua debido a su composición química.

- Illita: su actividad es mayor que la de la caolini-ta, debido a su composición.

- Montmorillonita: la bentonita es un mineral arcilloso particularmente activo en términos de expan-sión en presencia de agua.

A veces es fácil distinguir un suelo expansivo por su aspecto exterior; lo complicado es contar con un terre-no, aparentemente estable y que a escasos metros nos encontremos con la inestabilidad que dan las arcillas expansivas y peor aún, con una continuidad en cuanto a su profundidad.

En España un 32% de las formaciones geológicas exis-tentes contienen arcillas expansivas y un 67% del terri-torio se encuentra bajo climas en los que pueden pro-

No solo la humedad provoca estos daños, existe un ejemplo estudiado por D. José Luis escario, en el año 1975, de daños en unos bloques de casas cimentados en arcilla. Se construyeron en un solar que había estado ocupado durante muchos años por una empresa de cerámica, que utilizaba un horno continuo para la fabri-cación de ladrillos. Éste había desecado el terreno, que hinchaba al volver a un estado de equilibrio. Dos años antes; Jones y Holtz, estimaron, en un artículo titulado “El desastre oculto” que los daños producidos por los suelos expansivos superan anualmente a la suma de los causados por las inundaciones, huracanes, terremotos y tornados. Si tienen menos importancia se debe princi-palmente a la falta de víctimas y en segundo lugar a que se producen muy distribuidos en el tiempo.

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La distribución de los sondeos se debe de hacer de manera uniforme sobre el solar, los concentraremos en: aquellos lugares donde aprecie-mos el máximo asiento de la cons-trucción, determinando este punto gracias al trazado de las grietas. Rea-lizaremos los sondeos mínimos para conocer las características geotécni-cas del terreno.

Si se intuyera que la causa puede ser exterior al edificio, la prospección podrá realizarse en una zona amplia que no tiene por qué estar limitada por los muros del edificio lesiona-do.

En cuanto a la extracción de mues-tras inalteradas, se trata de obtener muestras representativas del terre-no.

La medición de los asientos se reali-zará mediante:

- Topógrafo experto

- Niveles de precisión

En cuanto a la revisión exhaustiva, será necesario:

- Inspección de la red albañales

- Inspección de la cimentación

- Inspección geotécnica del suelo de la cimentación

MÉTODOS DE INSPECCIÓN DEL TERRENO

-Catas o pozos: excavaciones de formas diversas, que permiten una observación directa del terreno, así como la toma de muestras y even-tualmente ensayos in situ.

-Sondeos: perforaciones en el terre-no con el fin de extraer muestras alteradas o inalteradas del mismo.

Los sondeos permiten un conoci-miento de la estratigrafía del terre-no, ensayos in situ y determinar el nivel freático. Hay dos tipos de son-deos, manuales y mecánicos.

Imagen Nº 1. Suelo arcilloso expansivo. Origen: www.madrimasd.org

PONER AQUÍ IMAGEN

Imágenes Nº 2 y 3.Testigos de yeso y fisurómetro.

PONER AQUÍ IMAGEN

Imagen Nº 4.

Sondeo

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debido a que son más difíciles de corregir una vez que han ocurrido.

Un problema en la cimentación lle-va consigo una serie de daños en el edificio: grietas, fisuras, desplomes,

inclinaciones, los cuales deberemos estudiar como fase inicial de la ins-pección, así como recopilar la máxi-ma información posible sobre el inmueble. Una vez conocidas con detalle las lesiones existentes y dis-puestos los mecanismos para su medición y evolución en el tiempo, puede establecerse si las causas de las lesiones provienen de problemas en la cimentación. Para su compro-bación deberá realizarse el reconoci-miento de la cimentación y el estu-dio del suelo.

Los daños tardan cierto tiempo en acusarse, según la expansividad del terreno y la rigidez de la estructura. En terrenos muy expansivos y ele-mentos ligeros como soleras, las grietas pueden aparecer en días, mientras que en casos normales no suelen apreciarse fisuras en menos de 8-14 meses.

Los movimien-tos generales pueden aumen-tar ligeramente durante 5-8 años antes de alcanzar la esta-bilización, que, de hecho casi nunca es com-pleta y a veces, de terminadas variaciones en

el entorno pueden producir una reactivación espectacular de los da-ños.

Como en todo problema de interac-ción, la magnitud y extensión de los

daños depende de la rigidez de la estructura, la forma y extensión del edificio, el reparto de cargas, las condiciones periféricas, etc.

Entre las causas de daños más co-munes están:

- Hinchamiento del terreno bajo el edificio por aumento de humedad al impedirse la evaporación.

- Retracción periférica del terreno en edificios construidos al final de una época húmeda.

- Cambios de volumen derivados de una modificación general del nivel freático por bombeos, drenajes, ejecución de pantallas, etc.

- Escasa profundidad de cimenta-ción o cimentaciones dentro de una misma zona activa.

- Movimientos diferenciales entre fachadas con distinta orientación.

- Defectuosa concepción estructural para absorber movimientos y dis-torsiones.

- Combinación de zonas flexibles, poco cargadas, con otras masivas y rígidas.

- Excesiva tabiquería con paños pequeños y multiplicación de con-fluencias.

Existen, además, causas localizadas que dan lugar a movimientos dife-renciales importantes, como son:

COMPORTAMIENTO DE CI-MENTACIONES EN ARCILLAS EXPANSIVAS

Las causas que originan problemas en la cimentación son muy variadas,

por lo que una correcta inspección de un edificio debe proporcionar-nos la suficiente información para poder justificar que las causas de las lesiones apreciadas proceden de problemas en la cimentación.

Las expansiones y compresiones del suelo en los ciclos de humedeci-miento y secado antes mencionados pueden causar daños apreciables en las estructuras que se construyan sobre él; en especial las zapatas y las losas poco profundas son suscepti-bles a esos cambios.

La magnitud de las expansiones depende de las cargas actuantes so-bre el suelo y es obvio que aquéllas serán mayores cuanto menores sean éstas. Por lo general, los levanta-mientos debidos a expansiones son causa de problemas más serios que los levantamientos convencionales,

Imagen Nº 5. carretera en Córdoba. Origen: www.cordopolis.es

“Los movimientos generales pueden aumentar ligeramente durante 5-8

años antes de alcanzar la estabilización”

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Las patologías no admisibles, que pueden originar los suelos de arci-llas expansivas, son las siguientes:

- Grietas verticales e inclinadas en ambos sentidos.

- Fisuración y rotura de elementos estructurales.

- Rotura de cimentación.

- Deformación de pavimentos.

- Rotura de conducciones.

A lo largo de los años se ha intentado, sin éxito, solucionar el problema que aquí tratamos. Una de las soluciones dadas era la de utilizar una cimentación, cuando menos peculiar, de zapatas con base circular, de manera que la presión que ejerce el terreno perdiera fric-ción con respecto a la superficie cilíndrica de esta cimentación. El problema residía en la base, ya que esta solución era efectiva para los empujes horizontales, pero no para los verticales.

Otra de las correctivas que se utilizaron fue la de colocar áridos de un tamaño considerable bajo la cimentación, de manera que, cuan-do las arcillas entraban en contacto con el agua, se formaba una masilla pastosa que se colaría por los inters-ticios que dejaba la grava y de esa manera se perdería presión por par-te del terreno expansivo. El proble-ma de esta solución es que las arci-llas ejercen presión en estado blan-do, no fluido, con lo cual no da lu-gar a la internada del terreno en los huecos de la grava.

Uno de los últimos intentos ha sido utilizar cimentaciones pro-fundas, con pilotes de gran enverga-dura, aunque se ha demostrado que tampoco es la solución perfecta, ya que el terreno sigue ejerciendo esa misma presión a esta cimentación.

Como posible solución se ha optado por inyecciones de hor-migón en el terreno, para colapsarlo y no dejarle huecos por los que se internaría el agua. De momento esto da resultado, con lo cual sería, a día de hoy, la solución más efecti-va.

Otra posible solución es un producto soluble en agua, que cam-bia las características de los iones negativos de las partículas de arcillas que atraen y retienen el agua. Es un tratamiento con un elemento, que diluido en agua provoca una reac-ción electroquímica que rompe la atracción por el agua.

Esto reduce en una proporción ele-vada los cambios volumétricos y por consiguiente elimina el movi-miento producido por las arcillas.

- Retracciones por desecación debi-das a raíces de árboles o hincha-mientos por eliminación de los mis-mos.

- Rotura de saneamientos o tuberías de agua.

- Defectos de drenaje periférico.

Los árboles eliminan grandes canti-dades de agua del terreno y en algu-nas especies, las raíces penetran dis-tancias considerables bajo los edifi-cios en busca de la humedad de ar-quetas o saneamientos. Inversamen-te, la tala de árboles antiguos puede dar lugar a una migración de hume-dad hacia su posición original, con hinchamientos apreciables.

Las cimentaciones en arcillas expan-sivas poseen pocos rasgos distinti-vos de las cimentaciones conven-cionales, pero sí son diferentes los criterios de dimensionamiento y las prácticas constructivas.

La cimentación por zapatas o pozos es una solución correcta y económi-ca en muchos problemas de arcillas expansivas, pero su utilización re-quiere que se den una serie de con-diciones (no necesariamente simul-taneas):

- que la expansividad del terreno sea media-baja, con movimientos dife-renciales no superiores a 1 cm.

- que el edificio tenga una tolerancia suficiente a las distorsiones o, por el contrario, posea una gran rigidez y resistencia a movimientos diferen-ciales.

- que el espesor de la zona sea mo-derado (‹3-4 m).

- que se adopten todas las precau-ciones respecto a pavimentación, arbolado, saneamiento, etc., para evitar hinchamientos o retracciones locales.

Imágenes Nº 6. Inyección de hormigón.

Imágenes Nº 7. Inyección de hormigón.

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TO DE MADRID:

Las obras se empezaron a ejecutar por el canal de Isabel II, con arreglo a un proyecto en el cual se emplea-ba una solución normal de depósito enterrado con recinto cerrado por muros de hormigón, solera del mis-mo material y cubierta plana apoya-da sobre pilares, ambos de hor-migón armado.

Por circunstancias derivadas de la guerra de Liberación, las obras fue-ron paralizadas y en este periodo se pudo apreciar que el terreno sobre el que se ejecutaba el depósito, no era estable.

Tras unos estudios geotécnicos, se llegó a la conclusión que contaban con un suelo compuesto por arcillas expansivas. La solución, tras buscar ejemplos en países vecinos y no encontrar nada, fue la de cambiar el emplazamiento del sexto depósito a otra zona.

OPINION PERSONAL

España es un país que cuenta con numerosas zonas que sufren las consecuencias de las arcillas expan-sivas. Pero el verdadero problema es no saber actuar adecuadamente para contrarrestar sus efectos.

Cuando en el extremo del territorio existen taludes, la solución más efectiva para evitar su derrumba-miento es la utilización de mallas geotextiles o geomallas. Los geotex-tiles son materiales textiles de com-posición sintética, siendo de utilidad en taludes y muros de contención.

CASOS REALES

- TRAYECTO DEL AVE A MÁLAGA:

Debido a inestabilidad del terreno en gran parte del tramo Puente Ge-nil-Herrera, fomento, paralizó las obras de este trayecto. Debido a la expansividad de las arcillas que componen el terreno, los técnicos de la empresa encargada de este trabajo han pensado que la solución más efectiva sería dar mayor inclina-ción a los taludes y así no correrían riesgo de desprendimientos.

- SOLUCIÓN EMPLEADA EN EL SEXTO DEPÓSITO DE AGUA DEL ABASTECIMIEN-

Imagen Nº 8. Colocación de geomalla. Origen: www.projar.es

REFERENCIAS Y BIBLIOGRAFÍA:

- Revista Cimbra. Artículo publicado por: Marcos Leal Menéndez.

- Revista de Obras Públicas. Artículo publicado por: Jesús de Arcenegui.

- Geotecnia y Cimientos II, José Antonio Jiménez Salas.

- Normativa CPI.

Imagen Nº 9. Arcillas expansivas en vía del AVE

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LA CONSTRUCCIÓN DE UN SUEÑO:

“THE HIGH LINE PARK IN NEW YORK CITY”

Mientras realizaba un curso de diseño urbano ofertado por la Universidad de Pennsylvania1, topé con uno de estos sueños que se habían hecho realidad: el High Li-ne de Nueva York, un ejemplo de parque urbano cuyo

interés va más allá de la hermo-sura propia del proyecto, se centra en sus raíces, sus inicios, cuando no se trataba más que del deseo de un barrio modesto por preservar un elemento histórico dentro de una ciudad repleta de hitos arquitectónicos de tal calibre que parecía no tener cabida para más, y menos para unas vías de tren abando-nadas. En este caso, los exper-tos se equivocaban al pensar que la demolición de las anti-guas vías del tren favorecería al correcto flujo de intereses de la ciudad. Fueron los residentes del barrio, aquellos que veían a diario los oxidados raíles en desuso, quienes descubrieron, por primera vez, el potencial que ofrecía aquella estructura abandonada.; la posibilidad de crear un salón urbano –idea muy en auge en los últimos años del urbanismo español– que en la actualidad roba prota-gonismo al mismísimo Empire State.

INTRODUCCIÓN.-

Una de las principales quejas que se escuchan acerca del diseño urbano es que se trata de una mera creación de “ideales de futuro” que, al quedar recogidas en un plano, pierden toda su potencia-lidad porque no consiguen dar respuesta a las necesidades que reclamaban los ciudadanos. La realidad, no obstante, es siempre más compleja.

El proceso de diseño suele con-sistir en una larga y exasperante fase de negociaciones donde urbanistas, promotores y res-ponsables de gobierno buscan obtener los mejores beneficios para la ciudad. Beneficios que, a menudo, se limitan al potencial económico que la intervención puede aportar al futuro de la misma. Sin embargo, en ocasio-nes, los expertos se equivocan. Los márgenes de beneficio que se habían marcado se crean so-bre ideas erróneas y preconcebi-das y, lo que en principio parec-ía una decisión acertada, se des-cubre que no es lo que la ciudad en verdad reclama. Es en este momento cuando surge la idea de “construir sueños”, el mo-mento en que lo que parecía una locura, se hace factible.

CECILIA SÁNCHEZ MARTÍN. ARQUITECTO.

Figura 1: Evolución del estado de las vías del High Line desde su origen. Década de los 30, con el tren en funcionamiento; década de los 80, ya en desuso; y finales de los 90.

Ref: Fotos 1 y 3 obtenidas de los archivos de la asociación “Friends of the High Line”. Foto 2 perteneciente a Joel Sterfeld.

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“memorable skylines” o, lo que podría-mos denominar “crear un nuevo hori-

zonte en la ciudad, único y atrayente”.

En muchos casos aparecen grupos que se oponen al proyecto –en oca-siones compuestos por los propios ciudadanos– lo que hace necesaria la búsqueda de un consenso. Es entonces cuando tiene lugar la fase de negociación. Un proceso a me-nudo beneficioso para ambas par-tes, las entidades públicas y privadas que forman parte del proyecto, ya que cuando los ciudadanos se ven involucrados en la construcción de su ciudad, hacen del proyecto un ente propio pudiéndose anticipar lo que será necesario a corto o largo plazo así como los elementos que

deberán incluirse en el mismo.

Uno de los ejemplos más claros de participación ciudadana en un pro-ceso de negociación urbanística es, sin duda, el proyecto del High Line Park de Nueva York.

En 1999, el periodista Joshua David y el pintor Robert Hammond fun-daron la asociación “Friends of the

High Line”, asociación a quien hoy día debemos agradecer la salvaguar-da de las antiguas vías de los trenes de mercancías que durante años estuvieron pendientes de demoli-ción. Ambos vecinos del barrio de Chelsea (Nueva York) se conocie-ron de modo casual en una reunión de personas interesadas en la pro-tección de dicho elemento histórico y se pusieron de inmediato manos a la obra: entrevistas con políticos, campañas de concienciación, búsqueda de patrocinadores. El es-fuerzo no fue en vano, pues pronto fueron muchos los que se unieron a la asociación reclamando convertir las vías abandonadas en un espacio público para la ciudad de Nueva York.

El High Line Park, en su origen, fue concebido como un proyecto para los vecinos del barrio, sin embargo, de la noche a la mañana el que fuera

EL ARTE DE LA NEGO-CIACIÓN: EN BUSCA DE UN BIEN COMÚN.-

En toda negociación de un proyec-to existen una serie de factores cla-ve que marcan el devenir del mis-mo. En el caso de un proyecto de urbanismo, este factor clave suele ser el “beneficio público”, es decir, se busca crear valores para la mejo-ra de la ciudad, los cuales tienden a resumirse en la apertura de parques, plazas, espacios abiertos, paseos y avenidas, estructuras de potencia-ción del arte y la cultura propias del lugar, accesos a las vías de agua, tejidos residenciales modernos a precios asequibles y, en los últimos años, lo que se conoce como

Figura 2: Plano de la ciudad de Nueva York y la ubicación dentro del mismo de las vías del High Line.

Ref: Archivo de la asociación “Friends of the High Line”

Figura 3: Estado de las vías antes de su interven-ción con el equipo de proyecto.

Ref: Archivo de la asociación “Friends of the High Line”

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EL HIGH LINE PARK DE NUEVA YORK.-

-Evolución histórica.-

A principios del s. XX los trenes que distribuían los alimentos a las fábricas del distrito de Meatpacking desde Chelsea compartían su espa-cio con peatones y vehículos crean-do tales accidentes y desavenencias que terminó por conocerse como la “Death Avenue” (la Avenida de la Muerte).

Con la idea de dar solución a estos problemas, se diseñó, en 1930, una red de ferrocarriles elevada unos 9 metros por encima del suelo para así separar el tráfico ferroviario del

tráfico rodado. La línea que sobrevolaba este ba-rrio de carácter industrial estuvo operativa desde 1934 hasta la década de los 60, cuando se des-arrolló un sistema de au-topistas interestatales y gran parte de la red ferro-viaria quedó abandonada. Durante estos años, la infraestructura padeció su

primer quiebro tras la demolición de la parte más meridional.

Los trenes para el transporte de mercancías cesaron por completo su actividad en el año 1980. Al no haber nadie que prestara atención al entramado de hierro y maleza, el espacio acabó por convertirse en un paisaje salvaje invadido por planta-ciones silvestres mientras una grue-sa capa de tierra y gravilla se fue depositando sobre los raíles.

Desde mediados de los años 80, el High Line ha estado bajo una cons-tante amenaza de demolición que en el año 2001 casi se hizo efectiva, al contar con un proyecto concreto para borrar de la ciudad la imagen de la estructura.

No obstante, gracias al esfuerzo de la asociación “Friends of the High Li-

un barrio industrial y matadero de ganado se convirtió en el lugar de moda de Nueva York. El New York Times llegó a escribir en una ocasión: “Las vías han creado un par-

que, que ha creado un barrio, que ha crea-

do una marca: ahora es posible comprar

un condominio en el High Line Building,

comer en el delicado High Line Thai Res-

taurant, bailar en el High Line Ballroom

y celebrar el High Line Festival”2.

De modo que, en un corto espacio de tiempo, el High Line se convirtió en un claro ejemplo de lo que algu-nos urbanistas conocen como el “virtuous cycle”3 (el ciclo de la virtud), es decir, cuando un proyecto nace, crece y se nutre de la negociación por parte de entes públicos y priva-dos. En este caso, la propia ciudad o un grupo perteneciente a la mis-ma encuentra un área que necesita de una intervención urbana para ser transformada en su conjunto. En-tonces, se redacta un plan de mejora a través de la implantación de insta-laciones públicas y propuestas de desarrollo, medidas que normal-mente aportan nuevos beneficios al territorio. Así, el círculo crece, ya que los beneficios aumentan las de-mandas y éstas, las propuestas de desarrollo que implican directamen-te al gobierno de la ciudad encarga-do de proveer a los promotores de los incentivos necesarios en busca de nuevos beneficios públicos. Gran parte de este dinero recogido por las asociaciones se utiliza para crear nuevas infraestructuras que conviertan al territorio en un encla-ve atractivo para los ciudadanos, fomentando el desarrollo urbano de la zona y cerrando así el “virtuous

cycle”.

Figura 4: Organigrama del concepto de “virtuous cycle” de acuerdo con la teoría del profesor Gary Hack de la Universidad de Pennsylvania.

Figura 5: Imágenes históricas del barrio de Chelsea (Nueva York) antes de la construcción de las vías elevadas del High Line, donde se observa el tráfico común de peatones, tranvía, vehículos e incluso de caballos.

Ref: Archivo de la asociación “Friends of the High Line”.

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“Las vías han creado un parque, que ha creado un barrio, que

ha creado una marca”

Figura 6: Evolución pictórica del proyecto del High Line desde su construcción en la década de los 30 hasta el proyecto del parque.

Ref: Archivo de la asociación “Friends of the High Line”

ne” -que, en apenas tres años, con-siguió organizar al vecindario en un intento por desafiar a los promoto-res y arrancarles el usufructo de la estructura– en el año 2003 se con-vocó un concurso de ideas para fomentar la conservación de las vías del ferrocarril. La asociación tuvo tanto éxito que se enviaron al concurso 720 proyectos diferentes, algunos de carácter surrealista, pero todos, en definitiva, cargados de entusiasmo al ser conscientes de que sus intenciones y deseos para la ciudad iban a quedar plasmados en un enclave abandonado de la misma.

Tal vez, lo más relevante del con-curso fue que no sólo presentaban sus propuestas arquitectos, diseña-dores o expertos en la materia, sino que todo el barrio se sentía llamado a aportar ideas innovadoras.

En el año 2004, se adjudicó el pro-yecto al equipo de arquitectos “James Corner Fierld Operations &

Diller Scofodio”, quienes debían fina-lizar la visión que la comunidad tenía para el futuro High Line Park.

-Desarrollo del proyecto.-

El High Line Elevated Park recorre dos millas de longitud cruzando desde Gansevoort Street hasta la Calle 34 en el distrito Oeste de Nue-va York. Está dividido en tres sec-ciones diferentes, de las cuales el primer tramo se inauguró en 2009, el segundo en 2011 y el tercero y último está previsto que se concluya en 2015.

Sección 1. Desde la calle Gansevoort

hasta la Calle 20.

Su construcción se inició en enero de 2006 y para ello fue necesario retirar parte de la estructura original: los rieles, la tierra, la base de cemen-to; de modo que pudiera repararse la estructura sobre la que más tarde habría de asentarse el parque. Tam-bién fue necesaria la construcción de un sistema de drenaje que el uso ferroviario no contemplaba y que ha permitido la construcción de vías y caminos de agua.

Puesto que cada tramo de las vías se había dibujado previamente en un mapa, se pudo asegurar que, tras la adecuación de la base, todos los raí-les iban a volver a colocarse en su posición original evitando, por tan-

Figura 7: Sección 1. Imagen del acceso al High Line Park y vista del anfiteatro desde el interior del parque y desde el exterior.

Ref: Fotografia 3 procedente del archivo de Iwan Baan. Fotografías 1 y 2, procedentes de archivo propio.

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les, césped y flores.

Sección 2. Entre las Calles 20 y 30.

Se procedió de una manera muy similar al proyecto ejecutado para la sección 1, adecuando en primer lu-gar la estructura, promoviendo el desarrollo de la naturaleza y crean-do una amplia variedad de mobilia-rio urbano.

La clave para conseguir el éxito en toda esta zona fue cambiar el tejido residencial. Se permitió a los pro-motores de las parcelas contiguas adquirir los terrenos y transferir sus derechos al área del High Line Park. De este modo, el dinero recaudado

de la compra-venta de los derechos del entorno sirvieron para financiar al propio proyecto. Se permitió, a su vez, a los promotores construir nuevas estructuras más modernas y atrayentes, siempre y cuando se comprometieran a construir nuevas viviendas a precios asequibles, para asegurar que la mayor parte de los residentes tradicionales del barrio –con ingresos moderados– pudieran continuar viviendo en la zona.

Gracias a este “status quo” entre los promotores y la directiva del pro-yecto, muchas de las grandes em-presas y colectivos de la ciudad han decidido ubicar sus oficinas en el entorno próximo al High Line Park.

Sección 3. Está previsto que el parque

llegue hasta la zona de Rail Yards, en el

barrio de Hell’s Kitchen.

El desarrollo de esta sección ha su-frido de una serie de inconvenientes relativos a la propiedad y es que, si bien los terrenos de las secciones 1 y 2 pertenecían a la ciudad de Nue-va York, este último tercio de la línea era una propiedad privada donde existía ya un proyecto para construir una zona residencial y co-mercial, por lo que habría que de-moler una parte de las vías sobre la Avenida 10.

La asociación “Friends of the High Line” ha hecho presión para conse-guir que la estructura se mantenga íntegra, en especial porque esta es la zona con las mejores vistas sobre el río Hudson, el Empire State y la Midtown.

Un factor destacable del proyecto del High Line es el desarrollo de la idea de “agri-tectura”, es decir, inte-grar el espacio natural con las nue-vas construcciones. Esta idea se consigue mediante la combinación de senderos con plataformas de

to, alterar la fisonomía histórica del High Line. Al concluir el trabajo sobre la estructura, se añadieron los bancos y el resto del mobiliario –obra de la diseñadora Lisa Switkin, realizados en madera de “ipe brasi-leña”-, se construyó el anfiteatro en madera escogida por su longevidad con la enorme cristalera construida sobre la avenida para observar des-de arriba el continuo flujo de tráfico neoyorkino. Por último, se añadie-ron las tumbonas, las fuentes y la decoración con agua -una especie de vía húmeda que los viandantes utilizan para refrescarse- así como los parterres para el cultivo de árbo-

Figura 8: Sección 2. Imágenes del mobiliario, las vías de agua, las estructuras y los edificios colindantes al High Line Park.

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ra activa en el desarrollo urbanístico de su ciudad. De otro lado, es nece-sario destacar que los intereses que han impulsado y conseguido que la propuesta de las vías del High Line sea un éxito, no han sido económi-cos ni de particulares, sino que, en todo momento, lo primordial ha sido promover la conservación y recuperación del patrimonio históri-co de un barrio modesto. Los resi-dentes de Chelsea fueron conscien-tes de que “el patrimonio que se destruye

es irrecuperable”4 y, sin necesidad de más preámbulos, movilizaron a toda la comunidad para evitar que esta tragedia aconteciera.

La iniciativa popular concibió y dio luz a una idea que, si bien parecía imposible en sus inicios, ha logrado dotar de vida a una zona abandona-da de la gran ciudad de Nueva York. La aplicación de la pura lógi-ca, en este caso, ha sido mucho más efectiva y coherente que el estudio que los expertos en el diseño urba-no habrían obtenido si se hubieran hecho efectivas su intenciones du-rante la década de los 90.

madera que aparecen y desaparecen directamente de los raíles del tren. Además, se tiene un especial cuida-do en el cultivo de las especies natu-rales, normalmente perennes, ya que necesitan un menor manteni-miento y resultan más vistosas du-rante todo el año.

El paisaje en su conjunto fue dise-ñado por Piet Oudolf –autor entre otros del Battery Park– y que se basó en las distintas especies salva-jes que habían crecido entre las vías durante el tiempo que estuvieron en desuso. El efecto del crecimiento natural de la vegetación entre las vías está muy bien logrado y con-trasta con el moderno diseño de los bancos, fuentes y focos de ilumina-ción que recorren el parque de un extremo a otro.

CONCLUSIÓN.-

El High Line Park de Nueva York, es un proyecto especialmente inte-resante por varios motivos. Por una parte, se trata de un ejemplo para-digmático de cómo un grupo de ciudadanos pueden influir de mane-

REFERENCIAS Y BIBLIOGRAFÍA:

1- “Designing Cities”; Pennsylvania University.

2– Extraído del artículo de Arantxa Marco publicado en agosto de 2009

3 - P r o f e s s o r G a r y H a c k , Pennsylvania University.

4– Extraído de la web “Friendos of the High Line”.

-The “High Line Organization” www.thehighline.org

-Blog “Arquitectura Urbana”

Figura 9: Evolución pictográfica del proyecto para el parque sobre el High Line desde la calle Gansevoort hasta Hell’s Kitchen.

Figura 10: Imágenes renderizadas de varias de las propuestas recibidas para el parque elevado.

Ref: Fotografías del archivo de la asociación “Friends of the High Line”.

Figura 10: Estado actual del High Line Park.

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ANÁLISIS DE LOS RIESGOS BIOLOGICOS EN LA EDIFICACIÓN: INTRODUCCIÓN

laboral, haciéndose una primera clasificación según 3 parámetros: seguridad en el trabajo, higiene en el trabajo y Ergonomía y psicoso-ciología en el trabajo (Falagán y col, 2000)

La higiene se define como aque-lla técnica no médica de prevención de las enfermedades profesionales, mediante el control en el medio ambiente de trabajo de los contami-nantes que las producen. En este sentido, la higiene industrial se ocu-pa de las relaciones y efectos que produce sobre el trabajador el con-taminante existente en el lugar de trabajo. Su objetivo fundamental es prevenir la Enfermedades Profesio-nales y para conseguir dicho objeti-vo basa su actuación en funciones del reconocimiento, la evaluación y el control de los factores ambienta-les del trabajo. Además, desde 1986 fecha de la promulgación de la pri-mera legislación en nuestro país sobre la evaluación del impacto am-biental (RD 1302/1986 28 Junio) se pone en evidencia la necesidad de la integración de las consideraciones ambientales en el proceso de la to-ma de decisiones para la aprobación de proyectos donde se indique los riesgos para la salud humana de todos los agentes ambientales. En este sentido la ley general de salud público es el instrumento que en la actualidad regula la evaluación del impacto en la salud del resto de actuaciones.

Para hacer efectivas y factibles las funciones derivadas del estable-cimiento de las garantías de Seguri-dad e Higiene de las personas, ha sido necesario hacer una subdivi-sión de contaminantes y agentes implicados dentro de la higiene in-dustrial.

Según la Real academia de la Lengua, se define contamínate co-mo: aquella sustancia capaz de alte-rar nocivamente la pureza o las condiciones normales de una cosa o un medio por agentes químicos o

físicos. De este modo y de forma general, se define la contaminación química como: toda porción de ma-teria inerte, es decir no viva, en cualquiera de sus estados de agrega-ción (sólido, líquido o gas), cuya presencia en la atmósfera de trabajo puede originar alteraciones en la salud de las personas expuestas. Al tratarse de materia inerte, su absor-ción por el organismo no provoca

Según el artículo 40.2 de la Constitución española, los poderes públicos fomentarán una política que garantice la formación y re-adaptación profesionales y velarán por la seguridad e higiene en el tra-bajo. La confirmación de ésta base legislativa ha llevado a que el esta-do haya tenido que buscar un mar-co normativo para llevar a la prácti-ca los conceptos que derivan de este artículo. De esta manera nace el eje legal de la Prevención de Ries-gos Laborales en España: El RD 31/1995, el cual servirá de marco para que se lleven a cabo todas las medidas preventivas para lograr disminuir los riesgos laborales. Para poder aplicar de una manera efectiva la prevención en riesgos laborales, se identifican y clasifican los riesgos a los que se enfrenta el trabajador en su jornada

DANIEL MERCHÁN GUERRERO. INGENIERO DE EDIFICACION

1. Ácaro del polvo. Gran causante de enfermedades del tipo alergia. Ref: Planeta de animales.com

2.. Colonia de ‘legionella pneumophila, mas conocida como legionela. Ref: Interempresas.net

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endoparásitos humanos, productos de recombinación, cultivos celulares humanos o de animales, y los agen-tes biológicos potencialmente infec-ciosos que estas células puedan contener, priones y otros agentes infecciosos. Pero también incluye todos aquellos productos y/o sus-tancias derivados de los mismos, como son micotoxinas, endotoxi-nas, ergosterol, 1,3-glucanos, los cuales tienen la capacidad de pro-ducir otros efectos adversos para la salud, como por ejemplo, trastor-nos de tipo tóxico, alérgico e irrita-tivo. (RD 664/1997)

En general los riesgos biológi-cos se deben a la presencia de con-taminantes biológicos, llamados agentes biológicos, que al interac-tuar con el ser humano, ocasionan enfermedades infecciosas o parasi-tarias (Falagán y col. 2000). Los agentes biológicos se clasifican en el RD 664/1997 en cuatro grupos, siendo el grupo 1 el de menor ries-

go y el grupo 4 el de mayor riesgo:

Agente del grupo 1: aquel que resulta poco probable que cause una enfermedad en el hombre.

Agente del grupo 2: aquel que puede causar una enfermedad en el hombre y puede suponer un peligro para los trabajadores, siendo poco probable que se propague a la co-lectividad y existiendo generalmente profilaxis o tratamiento eficaz.

Agente del grupo 3: aquél que puede causar una enfermedad grave en el hombre y presenta un serio peligro para los trabajadores, con riesgo de que se propague a la co-lectividad y existiendo generalmente una profilaxis o tratamiento eficaz.

Agente del grupo 4: aquél que causando una enfermedad grave en el hombre, supone un serio peligro para los trabajadores, con muchas probabilidades de que se propague a la colectividad y sin que exista.

un incremento de la porción absorbida. Dentro de este grupo cabe citar, a modo de ejemplo, pol-vos finos, fibras, humos, nieblas, gases, vapores, etc.

Hay una serie de riesgos rela-cionados con la presencia de los seres vivos o las acciones derivadas de ellos. Se trata del conjunto del conjunto de riesgos que pueden producir un daño a la salud de los trabajadores en su puesto de trabajo a través de un agente biológico. La definición legal de agente biológico (artículo 2 del RD 664/1997, sobre protección de los trabajadores con-tra los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos du-rante el trabajo), establece como agente biológico “microorganismos, con

inclusión de los genéticamente modificados,

cultivos celulares y endoparásitos huma-

nos, susceptibles de causar cualquier tipo

de infección, alergia o toxicidad”. Esto incluye, por una parte a bacterias, hongos, virus, rickettsias, clamidias,

4. Pulga sobre piel humana. No solo es peligrosa por la molestia de sus picadoras, si no que transmite numerosas enfermedades.

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la especialidad de la higiene ante agentes químicos y el ruido, aun-que se hace necesario aumentar el estudio y la generación de notas técnicas en la seguridad ante agen-tes físicos y los agentes biológicos ( INSHT; sanidad ambienta)

Es preciso el desarrollo de investi-gaciones profundas que analicen la contaminación de riesgos biológi-cos en el sector de la construcción. Ésta necesidad surge de la escasez o inexistencia de protocolos de actua-ción desarrollados al respecto que, a su vez, se debe principalmente a varios factores, entre los que se en-cuentra la prioridad que se da a otros campos más conocidos

(como el caso de la seguridad en el trabajo), la levedad o poca probabi-lidad de daño en la salud ante un riesgo biológico y la dificultad de la evaluación de dichos contaminantes en un sector tan itinerante. No obs-tante, la prevención del riesgo bio-lógico es un imperativo legal (Art. 15 de la LPRL) y una necesidad técnica y de seguridad básica (INSHT)

Los agentes biológicos con capaci-dad infecciosa pueden ser muy di-versos por lo que en un diseño de un estudio de Seguridad e Higiene se necesita consignar una vía de transmisión (que permita que el agente entre en contacto con el órgano o sistema dónde el agente en cuestión puede causar daño) pa-ra prevenir la exposición a riesgos biológicos ya que la transmisión se puede producir de persona a perso-na, de animal a persona (zoonosis) y a través de objetos o material con-taminado además de la determina-ción de la existencia una susceptibi-lidad individual. Dado que el fin de cualquier profesional dedicado a la seguridad integral en el sector de la construcción es conseguir la com-pleta seguridad del trabajador ante todos los riesgos que puedan afec-tarle, se hace necesario un primer estudio de la seguridad ante riesgos biológicos

El campo de la seguridad ante ries-gos biológicos está muy desarrollado en sectores como el de la investiga-ción y trabajos en laboratorios, con-trol de plagas, sanidad, trabajos en alcantarillados y en recogida, elimina-ción, y transporte de residuos bio-lógicos contaminados. En contrapo-sición a esto, hay algunos sectores laborales expuestos potencialmente a riesgos biológicos y que no han sido estudiados ni evaluados, como por ejemplo, el sector de la construcción.

Sin embargo, en el sector de la construcción es un sector que com-prende una larga serie de trabajos que se realizan dentro de una obra de construcción, que se define co-mo: cualquier obra, pública o priva-da, en la que se efectúen trabajos de construcción o ingeniería civil.

Los trabajos que se realizan en el sector de la construcción, por lo general, están sujetos a un determi-nado número de riesgos laborales que, en su mayoría, tienen relación con el estudio de la seguridad en el trabajo. A pesar de esto, hay una gran cantidad de riesgos, que son abordados por la ergonomía y la higiene industrial. Dentro

de la higiene industrial, la seguri-dad en el sector de la construcción ha sido desarrollada y estudiada en

Hay algunos sectores laborales expuestos potencialmente a riesgos biológicos y que no han sido estudiados ni evaluados.

5 Árbol platanero durante la época de máxima polinización, durante los meses de primaverales principalmente.. Ecoargentina.com Ref: el origen, la web, el libro, etc.

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el INSHT se recogen las condicio-nes de evaluación y actuación ante estos agentes. Siguiendo los crite-rios de la OMS distingue tres nive-les de prevención:

En primer lugar está la pre-vención primaria: dirigida a evitar los riesgos o la aparición de daños, en éste caso asociados en la presen-cia de actividad biológica. Esto im-plica tres tipos de acciones:

Prevención en el diseño: de-terminando la presencia y potencial incidencia de agentes biológicos en instalaciones, equipos, etc.

Prevención en el origen: Evi-tando la aparición como resultado de efectos de construcción, implan-tación, referido a equipos como procesos etc. En su caso la determi-nación de la presencia de agentes biológicos debe permitir la toma de decisiones para su control en origen

o la toma de medidas adecuadas como aislamiento, etc.

Prevención en el medio de transmisión: Evitando la exposición al riesgo por establecimiento de barreras entre el origen y las perso-nas, actuando sobre el mismo me-dio controlando o anulando el agente o actuando sobre la misma organización del trabajo.

Prevención sobre la propia persona: Identificando la posible vulnerabilidad individual a cada agente dado y promoviendo la utili-zación de los medios de protección individual, etc.

Por otro lado, la prevención secundaria: son el tipo de actua-

ciones que se producen cuando po-tencialmente ha comenzado el pro-ceso de la alteración de la salud. En general se basa en una fase inicial de evaluación clínica muchas veces reversible. Incluye la adecuada vigi-lancia de la salud, el diagnóstico precoz y el tratamiento eficaz.

Por último la prevención terciaria: Se aplica cuando existe una alteración patológica de la salud tratándose de prevenir recidivas o daños secundarios facilitando trata-mientos y rehabilitación adecuados.

Aunque existen análisis y eva-luaciones previas en la bibliografía acerca de la detección de los riesgos biológicos en las diferentes activida-des humanas, así como datos pro-cedentes de la identificación y valo-ración de los impactos en el medio ambiente que puedan tener efectos sobre la salud humana, consiste en

un área que necesita un intenso es-

La seguridad integral en la edificación ante agentes biológicos se asienta fundamentalmente sobre los trabajos realizados en preven-ción de riesgos laborales (RD 31/95) La prevención de riesgos laborales es el conjunto de activida-des de medidas adoptadas o previs-tas en todas las fases de actividades del proceso de edificación (esto incluye el diseño de procedimientos procesos, instalaciones, dispositi-

vos, etc.) dirigidas a prevenir, evitar o en su caso si esto no es posible, minimizar los riesgos derivados del trabajo. La prevención del riesgo biológico (Art. 15 de la LPRL) re-coge, por su parte la mayor relación de experiencias previas a los proto-colos desarrollados para la evalua-ción de los impactos ambientales sobre la salud. Esta descrita en el RD 664/1997, de 12 de mayo don-de se establece cómo proteger a los trabajadores contra los riesgos rela-cionados con la exposición a agen-tes biológicos durante el trabajo. Además, en la Guía técnica para la evaluación y prevención de los ries-gos relacionados con la exposición a agentes biológicos publicada por

La seguridad integral en la edificación ante agentes biológicos se asienta sobre los trabajos realizados en prevención de riesgos laborales.

6. Picaduras de pulgas en humanos Ref. Termiplagas.com

7. Véspula germánica o avispa común. Puede causar reacciones alérgicas con sus picadoras que son capaces de provocar mareos vómitos e hinchazones.

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mentación hace referencia a pro-cedimientos donde se conjuguen tareas de edificación y riesgos biológicos. A partir de ésta pre-misa para futuros artículos se han revisado algunos trabajos previos que en mayor o menor medida han tratado el problema de la acción de agentes biológicos no sólo en el sector de la cons-trucción, si no también el de la restauración o arqueología.

Aunque existen análisis y eva-luaciones previas en la bibliograf-ía acerca de la detección de los riesgos biológicos en las diferen-tes actividades humanas, así co-mo datos procedentes de la iden-tificación y valoración de los im-pactos en el medio ambiente que puedan tener efectos sobre la salud humana, consiste en un área que necesita un intenso estu-dio; de hecho, muy escasa docu-

8. Imagen ampliada de Alternaria. Hongo microscó-pico que puede causar lesiones cutáneas a los traba-jadores que estén cerca de un ambiente húmedo y con gran vegetación. microbiologiayepidemiologia.blogspot.com

REFERENCIAS Y BIBLIOGRAFÍA:

- Asensio Cristóbal, Luis; Lagoma Loren, Luis; Mirón Hernández, asunción; Harto Castaño , Andrés . 2001 . Identificación de los agentes biológicos más frecuentes en los estudios sobre la calidad de ambiente en interiores del área urbana de Madrid .

- Calleja Hernández, Ana. Agentes biológicos. Evaluación simplificada. Centro nacional de condiciones de trabajo.

- Girón Rodríguez, José Antonio. Higiene Industrial en el sector de la construcción. Colegio oficial de aparejadores y arquitectos técnicos de Sevilla.

9. Rattus Rattus, causante de la propagación como vector de enfermedades tan dañinas para la humanidad como la peste negra Ref: el origen, la web, el libro, etc.

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nes, amenazas en los que las víctimas no tuvieron tiempo alguno de reac-cionar. En más de una ocasión se pensó que la situación no habría sido la misma si hubieran po-dido portar algún tipo de arma oculta, de gran efectividad pero de fácil manejo, lo que actual-mente llamaríamos arma de defensa inmediata o en inglés “last source”. Estas fueron las premisas de inicio para que el Ge-neral del Cuerpo de Inge-

nieros de Armamento y Construc-ción D. Juan Bautista Uriarte del Río empezara a diseñar lo que terminaría por convertirse en la Pistola Pressin. El General Uriarte nació en 1913 en Galdácano (Vizcaya) y falleció en Madrid en 1992. Durante su dilatada trayec-toria en el ejército, llegó a ser sub-

inspector del mencionado Cuerpo de Ingenieros y director de la Es-cuela Politécnica Superior del Ejér-cito.

La primera premisa estaba clara, debía pasar desapercibida a la vista y ser desconocida incluso para aquel que pudiera efectuar un regis-tro o cachear al rehén, incluso hasta el punto de poder llevarla en la ma-no sin causar alarma ciudadana al-guna. Sin que el General lo dejara escrito podemos aventurarnos a pensar que primero debió decidir el modo de ocultar el arma, para pos-teriormente diseñar las formas de la misma de modo que todo encajara, tanto en tamaño como en forma, peso, etc.

Es por ello que no debió tardar mucho en darse cuenta de que una inofensiva funda de gafas, típica de la época, pasaría desaperci-

bida a cualquiera.

Y tanto fue así que se llega-ron a enviar circulares internas a las diferentes Fuerzas de Seguridad del Estado, Guardia Civil y la Policía Nacional para dar a conocer el arma y su funda, con objeto de evitar que se burlasen los controles pertinentes al depositar en la bandeja portaobje-tos unas, aparentemente, inofensi-vas gafas antes de pasar por el arco detector de metales.

1975. Arranca en España el proceso de transición hacia la Monarquía Parlamentaria, hacia una nueva época de libertades, de aperturismo al el exterior y para muchos hacia el fin de los grupos, que de uno u otro modo habían ejercido la oposición al Régimen Anterior.

Nada más lejos de la reali-dad si en lo que se refiere a terro-rismo nos fijamos, de hecho los primeros años de la democracia nos ofrecen las peores estadísti-cas, elevando el número de victi-mas mortales por encima de una semanal y llegando a prácticamen-te una cada cuatro días el año 1980. Además de la innumerable cantidad de secuestros, extorsio-

INGENIEROS Y MILITARES: EL GENERAL URIARTE

Y SU PISTOLA PRESSIN

FÉLIX ALVARO PAJARES RUIZ. Ingeniero de Armamento y Construcción. Esp. Construcción y Electricidad

Imagen 1. El General Uriarte con su Majestad el Rey D. Juan Carlos I en una de las múltiples visitas del monarca a la Escuela Politécnica Supe-rior del Ejército.

Imagen 2. Funda de la Pressin simulando una típica funda de gafas de la época, con el segundo corchete que indica la posición del seguro.

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instrucciones, qua cabe mencio-nar, estaban pintadas a mano una a una.

FABRICACIÓN

Tras un largo proceso de diseño, seguido de la construcción de prototipos, ensayos y rectifica-ciones llegó el momento de dar como finalizado el proceso. Antes de nada el nombre comercial, que también fue idea del propio Gene-ral. Inicialmente la denominó Pressing, recurriendo al juego de palabras que se produce en inglés al traducirlo como urgente, pero también haciendo referencia al verbo “press”, que traduciríamos como apretar o presionar, que es precisamente la forma de accionar el disparador, como veremos más adelante. Pero parece ser que el nombre estaba ya registrado por lo que se decidió suprimir la últi-ma "G".

Tras decidir el nombre se presentó en la oficina de patentes bajo la denominación de “arma corta de fuego de dos cañones

con palanca disparadora" el día 22 de octubre del año 1977. siendo patentada el 5 de julio de 1978 con número 463.479. Por último se de-bió legalizar ante la Comisión Per-manente de Armas y Explosivos por Orden de fecha 12 de Julio de 1978, ya que el arma estaba destina-da a portarse camuflada.

La fabricación recayó sobre la empresa Llama, Gabilondo y Cía de Vitoria (Alava), aunque debido al secretismo que envolvía a la Pressin nunca apareció en su catálogo ya que estaba dirigida a un grupo muy selecto. Se fabricaron 1.000 ejem-plares numerados como “PSA000" siendo 000 el primer ejemplar y 999 el último. Todas llevan el punzón del Banco de Pruebas “A2", es de-cir, del año 1981. Salió a la venta por 12.000 pesetas de la época.

MUNICIÓN

La segunda premisa hace referencia a su efectividad, su redu-cido tamaño no permite la existen-cia de un cargador, las balas se colo-can directamente en la recámara, esto hace que el usuario tenga úni-camente dos oportunidades para hacer blanco, y en caso de hacerlo lo ideal es que el impacto resulte letal ya que no tendrá más opciones de defensa, por ello, aunque se tra-bajó con diferentes calibres, como el 6.36 y el .22 LR, se optó por una munición de envergadura como es la 7.65 mm. Trabajando ya en este calibre, la primera opción pasaría por montar el típico 7.65 Browning (7.65 x l7), pero esto daría la posibi-lidad a cualquiera de encontrar mu-nición de un modo relativamente sencillo, cuando la idea principal era justo la opuesta, que en caso de caer en manos indeseables les resultara prácticamente inservible.

La única identificación externa visible es la existencia de un segundo corchete situado a la izquierda del que efectúa el cierre. Justo en ese punto se halla el se-guro antidisparo de la pistola, que veremos más adelante. En la cara lateral izquierda aparecen dos pe-queños orificios coincidiendo con la boca de fuego de sus dos caño-nes.

Es al abrir la funda cuan-do aparece un aviso advirtiendo al usuario de que se halla frente a un arma de fuego y recomendándole se abstenga de manipularla si no conoce su funcionamiento, cabe reseñar que a parte de este mode-lo de funda, fabricado en rojo, verde, marrón y azul marino, la empresa fabricante, Llama, co-mercializó otra funda menos co-nocida de cuero con una tira por la parte posterior para facilitar su transporte. Dos fundas del primer tipo junto con una del segundo se enviaban al usuario junto con la pistola, todo ello en una presenta-ción bastante modesta, en una caja de cartón con unas someras

Imagen 3. Presentación original al usuario.

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frontal la indi-c a c i ó n d e P R E S S I N G , incluyendo la “G” final, al detectarse el e r r o r , s e mandó dibujar un punto con rotulador para taparla, dibu-jando un punto homólogo an-tes de la palabra para disimularlo.

El fa-bricante de la pistola sólo se comprometía a que el propie-tario de la mis-ma pudiera adquirir 25 car-tuchos de dota-ción anual.

SEGUROS.

La segunda premisa era casi tan importante como la primera, debía poder usarse de un modo sen-cillo, casi intuitivo, sin demasiada preparación, pero esto no debía desembocar en una disminución de

la seguridad del usuario, es por ello que antes de hablar del funcionamiento hablaremos de los seguros con los que contaba la Pressin. El principal se trata de un pasador rojo que atraviesa al dis-parador de lado a lado e impide su accionamiento en el caso de hallarse pul-

sado. Este seguro, como se ha co-mentado anteriormente, podía libe-rarse estando la pistola en su funda, ya que ésta contaba con un segundo corchete que indica el punto exacto donde se encuentra el pulsador del seguro.

En cuanto al segundo segu-ro, cobra importancia en el momen-to de montar el arma, este seguro es un pequeño cilindro que se desplaza unos milímetros impidiendo que el arma sea montada en caso de tener el disparador accionado.

En cuanto a su funciona-miento, es sencillo como una mues-tra mas del gran trabajo de ingenier-ía que supuso su diseño

Finalmente, de acuerdo con la fábrica de Santa Bárbara en Pa-lencia, se decidió inventar un calibre denominado 7.65 Especial, cuya vaina medía 2 milímetros menos que las del 7.65 Browning, pasando de 17 a 15. Las vainas recortadas correspondieron a varios lotes mar-cados en el culote con los años 1975 y 1979, aunque su fecha de montaje fuera diferente.

También se varió la canti-dad de carga propulsora reduciendo esta casi a la mitad, con lo que se reducía el alcance efectivo a diez metros, suficiente para el uso para el que fue diseñada y muy escaso para cualquier otro.

Siguen vigentes opiniones positivas hacia haber usado un cali-bre convencional ya que esto habría incrementado las ventas exponen-cialmente, pero la realidad es que esa no fue en ningún momento la intención del General.

La munición se empaquetó inicialmente en cajas de 25 cartu-chos de cartón gris claro mate al igual que las que se usaban para la Browning, pero con la inscripción "7'65 mm. especial" en tinta roja en un lateral, y posteriormente se di-señó una caja en cartón satinado blanco en donde aparecía en su

Imagen 4. Posición accionada y liberada del seguro del disparador en las imágenes de la izquierda y derecha, respectivamente.

Imagen 5. Posición accionada (con el disparador presionado) y liberada del seguro de montaje, iz-quierda y derecha, respectivamente.

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arma se encuentra cargada, montada y lista para su uso.

Para disparar simplemente se deberá liberar el seguro principal, accionando el botón rojo del lateral y

ejercer una simple presión sobre la palanca inferior para realizar el primer disparo, pu-diéndose repetir esta acción para el segundo, o una presión más intensa para efectuar los dos disparos simultáneamente. El retroceso que sufre el usua-rio es muy suave.

Tras el disparo el arma conti-núa acerrojada gracias a los dos retenes laterales, para ex-traer las vainas el usuario de-berá repetir el proceso indica-do, desplazando los retenes para liberar el cerrojo.

Como se ha comenta-do anteriormente, pistola y funda estaban concebidas para un funcionamiento conjunto, es decir, con la pistola guarda-da, perfectamente se puede presionar el corchete que libe-ra el seguro principal y efec-tuar el disparo, saliendo ambas balas por sendos orificios practicados en la funda a tal efecto.

DATOS TÉCNICOS

Es reseñable indicar que el peso total fue un factor de consideración constante durante el proceso de diseño, al ser un arma destinada a per-manecer oculta, en un bolsillo o simplemente en la mano, por ello se empleó acero sola-

mente en los elementos donde era imprescindible, con-cretamente fueron los cañones y el cierre, que a simple vista se ven de un color más oscuro, el armazón exte-rior, de color gris más claro, se fabricó con una alea-ción de origen italiano denominada ERGAL-60, de gran

FUNCIONAMIENTO.

Aunque la ergonomía bien pensada de la Pres-sin hace que se adapte perfectamente al movimiento y morfología natural de la mano para su uso, su desmontaje, carga y montaje, se requieren unos determinados conoci-mientos y destrezas, sobre todo teniendo en cuenta que el disparador se acciona con la simple presión de la palanca inferior.

Como ya hemos di-cho la pistola no cuenta con cargador, las balas se introdu-cen directamente en la re-cámara en un proceso de cua-tro pasos. Se comenzará por tirar con fuerza de los dos retenes que la pistola lleva a ambos lados, liberando de este modo el cerrojo que se desplazará automáticamente hacia atrás gracias a dos mue-lles interiores. De este modo se deja al aire el acceso a la recámara por su parte trasera, donde se introducirán las dos balas. A continuación se em-pujará el cierre hasta posicio-narlo de nuevo cerrando la cámara, este es el momento que más atención requiere ya que de modo natural el usua-rio agarrará la pistola por su palanca disparadora, pero co-mo se ha comentado, existe un seguro secundario que, sin requerir acción alguna del usuario, impedirá cerrar el cerrojo con el disparador ac-cionado. Posicionar el cierre en su lugar requiere un peque-ño esfuerzo ya que al hacerlo estaremos comprimiendo los dos muelles de sendas agujas percutoras, que que-darán retenidas esperando al disparo. Tras acerrojar el arma los dos retenes laterales recuperarán su posición forzados por un muelle interior. En este momento el

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USUARIO FINAL.

Como ya se ha comentado en va-rias ocasiones durante el artículo la pistola Pressin estaba dirigi-da a un grupo muy determinado de po-blación, siendo el Ge-neral plenamente consciente del peligro potencial que podía suponer su distribu-ción y venta masiva, pero cabe destacar que debido a sus sin-gulares características, que la hacen única en el mundo, además del fin para el que estaba pensada, la Pressin se convirtió en un regalo de Estado para personalidades que en la déca-da de los 80 visitaron nuestro país. Además de Su Majestad el Rey Don Juan Carlos I, ilustres personajes como el presidente de Estados Uni-dos, Ronald Reagan, el rey Hassan de Jordania o el Príncipe de Gales fueron merecedores de tan peculiar obsequio. En estos casos se añadía a la pistola una serie de damasqui-nados de oro a modo de decoración y una pequeña placa, también de oro donde se personalizaba el rega-lo con la firma del agasajado, el es-cudo de su país de origen o la uni-dad donde hubiera servido, en el caso de tratarse de Generales o Al-mirantes que pasaran a la reserva y recibieran el presente de manos de compañeros o subordinados, como era también habitual. Además la caja que la portaba en estos casos, ya no era tan modesta si no que se aterciopelaba por dentro para darle más prestancia.

Cabe destacar que al ser cómoda de portar, fácil de disimular y rápida de disparar, diversos servi-cios de Información e Inteligencia, tanto americanos como europeos, se interesaran por ella, y se tiene constancia de que algunas unidades se recamaron para poder usar cartu-chos más potentes con la intención de dotar a ciertos agentes especiales.

Actualmente no es sencillo encontrar unidades en funciona-miento ya que de las 1.000 fabrica-das, la mayoría de las que fueron entregadas como obsequio institu-cional se encuentran dispersadas por vitrinas museísticas de todo el mundo, las adquiridas para uso pro-pio o como regalo en muchos de los casos se han extraviado con el paso del tiempo y todas aquellas que no se habían vendido en el mo-mento del cierre definitivo de la fábrica Llama, Gabilondo y Cía, fueron inutilizadas y vendidas a co-leccionistas.

resistencia pero baja densidad, que permitió que el peso total no llegara a los 280 gramos. Los cañones van entubados en el armazón, lo que implica que no se puedan desmon-tar ni manipular por el usuario de ninguna manera.

Además, los cañones van estriados a dextrosum, teniendo la estría muy poco marcada.

En su parte inferior además del número de serie troquelado apa-recen los punzones del banco de pruebas de Eibar que aparecen a continuación, el primero de ellos

utilizado a partir de julio 1931, indi-ca la admisión al banco de pruebas, mientras que el segundo indicaba que se trataba de armas rayadas lar-gas o cortas de repetición ó semiau-tomáticas.

Imagen 7. Estriado a dextrosum en ambos cañones

Imagen 9. Varias Pistolas Pressin damasquinadas. La superior, damasqui-nada y personalizada en oro, fue regalada al presidente norteamericano Ronald Reagan por S.M. Don Juan Carlos I tras sufrir el atentado que casi le cuesta la vida.

Imagen 8. Punzones del Bano de Pruebas de Eibar.

36 Nº1. Octubre de 2014

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