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PENSAR CON LA HISTORIA DESDE EL SIGLO XXI XII CONGRESO DE HISTORIA CONTEMPORNEA

MADRID, 17, 18 Y 19 DE SEPTIEMBRE DE 2014 Recinto CSIC, Calle Serrano 115

14. Una necesaria herramienta de construccin metodolgica: Microhistoria, Historia local y su importancia para la investigacin histrica.

Coordinacin: Miguel ngel Melero Vargas (Universidad de Mlaga), Candela Chaves (Universidad de Cceres) y Luca Prieto Borrego (Universidad de Mlaga).

El inicio de un trabajo, de un proyecto de investigacin en el mbito local, encierra una complejidad aadida, en cuanto no existe una metodologa clara que lo sustente, ni tampoco una base historiogrfica que permita el empleo de sus pautas.

Es ms, la bsqueda de estas herramientas nos ha permitido llegar a la conclusin de la existencia, tanto de un halo de radicalidad como de indefinicin en los trabajos que han abordado los conceptos de Microhistoria como de historia local.

Este hecho nos ha llevado a un abordaje eclctico en el sentido de se r flexibles a la hora del empleo de las bases tericas que de una u otra parte pudieran servirnos para un proceso de construccin histrica ms eficaz.

No se trata por tanto en este caso de ser exhaustivos en el sentido de volver a plasmar aejos debates sobre el papel de la Microhistoria en relacin a una Historia Total, ni de establecer tampoco una comparacin competitiva entre Microhistoria e Historia local, sino sobre todo de construir puentes entre ambos conceptos, ms cercanos de lo que a priori pudiera plantearse.

La Microhistoria, como corriente historiogrfica surgida en Italia en el primer lustro de la dcada de los setenta del siglo pasado, persigue como objetivo la rec onstruccin histrica a travs de lo individual, de las historias y sucesos personales, y de la interpretacin de los mismos a travs de una reduccin de escala en la observacin.

En esta misma lnea supone otorgar prioridad al anlisis histrico de los procesos microscpicos, excepcionales y accidentales, frente a los megaconceptos de la Historia Total braudelina, promovida desde Annales y para la que prima el estudio de los eventos regulares, prolongados en el tiempo, como forma de reflejo de las transformaciones globales y a gran escala, pero que ignoran el anonimato.

As, la Microhistoria invierte el modelo tradicional historiogr&aacu te;fico por el que el conocimiento de los aspectos generales lleva al conocimiento de los concretos, defendiendo que un conocimiento escalonado de mltiples aspectos concretos, incluso en apariencia insignificantes, puede llevar a un mejor conocimiento del proceso general.

Por tanto, frente al anonimato, el individuo, y a partir de ah el proceso de reconstruccin histrica que permita conocer, primero su entorno y contexto ms inmediato, y continuar hasta la ampliacin a travs de su red de relaciones sociales. Es aqu donde entra a escena la Historia

Asociacin de Historia Contempornea

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local, pues el individuo es, por encima de todo, habitante de su pueblo, y en con l son ms estrechos sus vnculos vitales.

Esta confrontacin entre la disciplina tradicional y la surgida de manera m&a acute;s reciente a travs de los trabajos recogidos en los Quaderni Storici italianos, tambin se extendi a Espaa donde un sector de historiadores han mostrado una postura desdeosa hacia la concepcin microhistrica de la investigacin, situndola como mera narracin de ancdotas y casos individuales, e incluso como una aplicacin chovinista de parroquia y campanario en su relacin con la historia local espaola, pero con la que se pretenden explicar los hechos generales desde su aplicacin o interpretacin individual.

Por su parte, los defensores de la Microhistoria abominan de la simple consideracin de sta como una mera verificacin de las reglas generales o macro-histricas, o lo que es lo mismo, como una simple va de recurrir a los casos especficos para confirmar la teora general, lo que no quiere decir por otro lado que exista necesariamente contradiccin con stas, sino que puede ser simplemente aportar una visin distinta, sin necesidad de existencia de incompatibilidades, aunque tambin puede darse el caso de que la singularidad de lo local pueda cuestionar y poner en entredicho los principios postulados desde la generalidad de la Historia global.

En relacin a este debate sobre el que, insistimos, nos resulta excesivo y radicalizado, y relacionado con un error de percepcin y planteamiento que no parece denotar otra cosa que un enfrentamiento baldo entre posturas historiogrficas, nuestro anlisis crtico nos plantea numerosas dudas y preguntas, sobre las que intentaremos, de paso, ir aportando respuestas y soluciones.

En primer lugar, reducir la escala, mirar con ms atencin, limitar el campo de observacin o bajar hasta lo individual, implica tambin hacerlo hasta lo geogrficamente ms inmediato?, existe por tanto tambin una reduccin de escala geogrfica que enlace la Microhistoria con la Historia local?

Para el estudio de la Historia local consideramos que efectivamente existen caminos confluyentes con la Microhistoria, sobre todo cuando contemplan ambas que el abordaje de aspectos concretos puede contribuir a un mejor conocimiento de lo general. Para ello ambas necesitan de un anlisis ms detallado de la documentacin y las fuentes, pues ah se encuentra la clave interpretativa. Por otro lado, relacionar el concepto de Microhistoria con el de excepcional o accidental, es cuanto menos arriesgado, al menos si queremos aplicarlo a la Historia local.

Y decimos esto porque consideramos que una cosa es que pueda alcanzarse un mejor conocimiento de un hecho a un nivel general a partir de aspectos concretos e individuales, y otra es que stos ltimos se presenten como aislados y emancipados del primero, anulando cualquier posibilidad de existencia de correlacin entre un hecho y la interpretacin que del mismo se da en un espacio geogrfico local.

Cuando se afirma que la Microhistoria no supone simplemente la verificacin, en un espacio ms acotado, de las reglas generales de un proceso, quiere decirse tambin que los estudios de historia local no pueden reducirse a la corroboracin de que en ellos se produce lo que ocurre a nivel general?

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Efectivamente lo local no puede convertirse en un simple modelo a escala de conocimiento de lo general, en un experimento que persiga la corroboracin, a partir de ejemplos concretos, de una teora general. En este sentido, la Historia Local es relevante pues tiene la capacidad de aportar en s misma conocimientos significativos de una realidad que se manifiesta en diversos niveles, pero al mismo tiempo para abordar un estudio local, debemos conocer primero qu ocurri a nivel general.

De forma paralela, si el proceso de construccin histrica se establece a partir del seguimiento de un individuo, esto debera implicar el seguimiento de todos y cada uno de ellos, para no dejar fisuras; una labor imposible y que obliga a una eleccin de seguimiento en base a la representatividad o dimensin del individuo; una tarea imposible, por lo que habra que buscar la representatividad, y de ah que los planteamientos de la Microhistoria sean dbiles en algunos de sus puntos.

En todo caso, la Historia local no tiene por qu ser necesariamente una historia de individuos, y s& iacute; podra ser en parte una disciplina en que se produce un proceso de traslacin desde lo general a su aplicacin concreta en un espacio geogrfico ms inmediato a ese individuo, y no solo con el objeto de corroborar las tesis y supuestos generales con los ejemplos especficos, sino con la asuncin de que stos pueden complementar e incluso variar los primeros. En todo caso puede contribuir a un conocimiento ms completo y perfecto, si se permite la expresin, de un proceso, enriquecido por las matizaciones y las interpretaciones que del mismo puedan darse en estos espacios, geogrficos y temporales ms acotados.

Por todo ello compartimos las tesis que defienden que el anlisis de los aspectos concretos en un estudio local, debe hacerse con correlacin con su contexto pro pio y especfico, mxime cuando un buen anlisis de los contextos puede convertir un trabajo, de naturaleza e intencin local, en un referente ms all de sus fronteras, pues ya no contempla exclusivamente la historia de un municipio, comarca, provincia o regin, sino del desarrollo en ese espacio de unos hechos que lo trascendan.

Hablamos en definitiva de un equilibrio entre dos extremos metodolgicos, de Historia Total por un lado y de positivismo acontecimentista por otro, y donde se produce un acercamiento a lo local: y es que no es tanto analizar una localidad en particular, sino estudiar determinados aspectos generales en una localidad especfica. No se trata tanto, por ejemplo, de estudiar Antequera, sino de analizar el impacto de un hecho histrico general en la ciudad; una concepcin que implica una mayor vinculacin a la Historia social o la Antropologa, y cuya relacin debe ser an ms estrecha en el caso de la Historia local.

En definitiva, una armona entre el contexto histrico y la interpretacin que del proceso general se da en cada espacio local. El caso es que, con independencia de modelos metodolgicos, o de batallas estriles obre aplicaciones de unos u otros conceptos, no reflejan los numerosos trabajos consultados, la simple y definitiva importancia de la Microhistoria, de la Historia local o de un maridaje de ambas- como compromiso con una comunidad social, como vnculo humano, intelectual e incluso sentimental con un espacio geogrfico, y como forma de conocimiento, interpretaciny manifestacin de la esencia de un pueblo, desde el enfoque ms cientfico y riguroso