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Número 1 Año 1 2009 DIGITAL para el día a día en la escuela Internet en la escuela Basta de inyecciones -Las tecnologías impactan en la educación y el cometa Halley se estrella contra el planeta tierra- Por Fabio Tarasow Internet en la educación: lo urgente, lo necesa- rio y lo importante Por Carina Lion SUMARIO 02 Reportes de investigación: “Procesos cons- tructivos en la búsqueda y selección de textos de estudio en Internet en alumnos de escuela primaria” – Entrevista a Flora Perelman Internet en el aula Por Gabriel Charrúa Sitios recomendados 05 09 10 15 Hemos decidido dedicar este primer número de 12(ntes) DIGITAL para el día a día en la escuela, a la relación entre Internet y Escuela. Hace ya algunas décadas que los edu- cadores nos venimos haciendo varias preguntas en torno al tema. Cómo es la relación que tienen nuestros alumnos con Internet y cómo trabajar con ellos desde este lugar, cuáles son las problemáticas que la expansión de esta tec- nología presenta en el escenario escolar; pero también, cuáles son las posibilidades, cómo incorporar Internet a nuestras propuestas de enseñanza, que potencialidades ofrece para la enseñanza y para el aprendizaje. Con el tiempo, las preguntas y las respuestas van cambiando, los estudios e investigaciones y las experiencias que surgen van enriqueciendo nuestra mirada en torno al tema. Intentamos que las notas aborden diferentes aspectos de esta relación. En un primer artículo, Fabio Tarasow nos in- vita a reflexionar en torno al par educación y tecnología desde un punto de vista crítico, recuperando la noción amplia de tecnología y sobretodo, haciendo especial én- fasis en la importancia de pensar su inclusión en las aulas desde el punto de vista pedagógico. Carina Lion, por su parte, se refiere a las distintas consideraciones sobre cómo interpela Internet a la educación y cómo pensar su inclu- sión en las prácticas de enseñanza. Por otro lado, Gabriel Charrúa sugiere proyectos posibles para llevar a cabo en el aula usando Internet. Y como sabemos que existen diver- sas investigaciones que se orientan al estudio de Internet en la escuela desde diferentes áreas y puntos de vista, en- trevistamos a Flora Perelman, quien dirige la investigación Procesos Constructivos en la Búsqueda y Selección de Textos de Estudio en Internet en Alumnos de Escuela Primaria, en la Facultad de Psicología de la UBA. Esperamos con este envío aportar humildemente al am- plio campo de las nuevas tecnologías y su relación con la educación. Desde ya, quedan invitados a ingresar al foro que generosamente Fabio Tarasow ha abierto para poder seguir dialogando: www.educant.org/foros/12ntes.

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Usos de Internet en la escuela

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Número 1Año 12009

DIGITAL para el día a día en la escuela

Internet en la escuela

Basta de inyecciones -Las tecnologías impactan en la educación y el cometa Halley se estrella contra el planeta tierra-Por Fabio Tarasow

Internet en la educación: lo urgente, lo necesa-rio y lo importantePor Carina Lion

SUMARIO

02 Reportes de investigación: “Procesos cons-tructivos en la búsqueda y selección de textos de estudio en Internet en alumnos de escuela primaria” – Entrevista a Flora Perelman

Internet en el aulaPor Gabriel Charrúa

Sitios recomendados

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10

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Hemos decidido dedicar este primer número de 12(ntes) DIGITAL para el día a día en la escuela, a la relación entre Internet y Escuela. Hace ya algunas décadas que los edu-cadores nos venimos haciendo varias preguntas en torno al tema. Cómo es la relación que tienen nuestros alumnos con Internet y cómo trabajar con ellos desde este lugar, cuáles son las problemáticas que la expansión de esta tec-nología presenta en el escenario escolar; pero también, cuáles son las posibilidades, cómo incorporar Internet a nuestras propuestas de enseñanza, que potencialidades ofrece para la enseñanza y para el aprendizaje. Con el tiempo, las preguntas y las respuestas van cambiando, los estudios e investigaciones y las experiencias que surgen van enriqueciendo nuestra mirada en torno al tema. Intentamos que las notas aborden diferentes aspectos de esta relación. En un primer artículo, Fabio Tarasow nos in-vita a reflexionar en torno al par educación y tecnología desde un punto de vista crítico, recuperando la noción amplia de tecnología y sobretodo, haciendo especial én-fasis en la importancia de pensar su inclusión en las aulas desde el punto de vista pedagógico. Carina Lion, por su parte, se refiere a las distintas consideraciones sobre cómo interpela Internet a la educación y cómo pensar su inclu-sión en las prácticas de enseñanza. Por otro lado, Gabriel Charrúa sugiere proyectos posibles para llevar a cabo en el aula usando Internet. Y como sabemos que existen diver-sas investigaciones que se orientan al estudio de Internet en la escuela desde diferentes áreas y puntos de vista, en-trevistamos a Flora Perelman, quien dirige la investigación Procesos Constructivos en la Búsqueda y Selección de Textos

de Estudio en Internet en Alumnos de Escuela Primaria, en la Facultad de Psicología de la UBA. Esperamos con este envío aportar humildemente al am-plio campo de las nuevas tecnologías y su relación con la educación. Desde ya, quedan invitados a ingresar al foro que generosamente Fabio Tarasow ha abierto para poder seguir dialogando: www.educant.org/foros/12ntes.

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Basta de inyecciones

Es común al referirnos al tema de las nuevas tecnologías y la educación (y sobre las tecnologías en general) encon-trar frases como “el impacto de las nuevas tecnologías en la educación, o en el aula”, las “transformaciones de la edu-cación” o “las modificaciones de la tarea docente a partir de las nuevas tecnologías”.

Todas estas frases parecieran referir a que entre esta re-lación tecnología y educación escolar se encuentran dos “mundos aislados”, independientes, con lógicas propias y diferentes. Por un lado, el mundo educativo y todas sus va-riantes y, por otro lado, la tecnología que aporta sus avan-ces y desarrollos externos a la educación.

Además, estas referencias siempre parecen referirse a im-pactos que, o bien son buenos, buenísimos casimilagro-sos, o a malos, malísimos catastróficos. En ambos casos siempre suponemos que la tecnología modifica algo en la educación.

Pero, ¿hasta qué punto podemos seguir pensando en esta relación de manera tan tajantemente dicotómica? ¿Es sos-tenible, ya entrados el siglo XXI, considerar a la tecnología como los dispositivos que es posible aplicar/utilizar/incor-porar en la educación para hacer las cosas mejores? ¿Y en todo caso, qué significa mejor?

IPensar en tecnología es imaginar una serie de dispositivos y artefactos, como una colección de invenciones maravi-

En los últimos años, la escena educativa ha estado colmada de debates en torno a la inclusión de las nuevas tecnologías: los cambios, o no, en el rol de los docentes, su incorporación a las aulas, su valor para lograr mayores resultados en el aprendizaje. Fabio Tarasow nos invita, a través de esta nota, a volver a reflexionar en torno al par tecnología y educación desde una perspectiva crítica, pensando a esta relación en su sentido amplio.

Por Fabio Tarasow*

Las tecnologías impactan en la educación y el cometa Halley se estrella contra el planeta tierra

llosas, que se aplican para solucionar los problemas edu-cativos, para mejorar o perfeccionar o hacerla más eficien-te. Sin duda el avance y el progreso educativo no puede sino estar asociado a la utilización de todo este “aparataje tecnológico” en las aulas.

Fuimos educados en un ambiente donde la tecnología es venerada como algo de avanzado y moderno, en general algo bueno aunque puede hacerse un mal uso de ella (las armas de guerra). Así, entonces, no nos cuesta aceptar esta especie de “imperativo moral” de incorporar el uso de las tecnologías (vaya cosa buena que es esta cosa “la tec-nología”), y, entre nosotros, siempre existe un imperativo político (el ejercicio del músculo cortacintas que da muy buenos réditos y fotografías.)

¿Pero cuál es el sustento de este “imperativo moral” de in-corporar tecnología?

La respuesta está en la forma en que concebimos a la tec-nología: aceptamos de manera natural que las tecnologías son algo objetivo e independiente del resto de la sociedad, que tiene los poderes o cualidades necesarias para solu-cionar los problemas educativos, y que las tecnologías tie-nen una evolución lineal que las hace siempre mejor y más adelantadas. Además, como las tecnologías son “neutrales” su valor dependerá del uso que se le dé. Esta forma de en-tender la tecnología es denominada “determinismo tecno-lógico” y es la manera “más natural y difundida” que cono-cemos para entender la relación tecnología y sociedad.

¿hasta qué punto podemos seguir pensando en esta relación de manera tan tajantemente dicotómica? ¿Es sostenible, ya entrados el siglo XXI, considerar a la tecnología como los dispositivos que es posible aplicar/utilizar/incorporar en la educación para hacer las cosas mejores?

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II¿De qué otra manera puede entenderse esta relación? ¿Se trata en verdad de dos entidades separadas (educación / tecnología) o se trata en realidad de que la educación es(tá) tecnológicamente constituida desde la más (no)tecnológica imagen del alumno sentado en un banco mi-rando un lámina del cuerpo humano en el pizarrón? ¿Po-demos pensar la relación entre tecnología y educación de manera diferente a la inyección de aparatos, aparatitos y aparatejos dentro de las instituciones? ¿Estamos enchufa-dos y no nos dimos cuenta? ¿Dónde está mi cable a tierra?¿Por qué existen edificios a los que llamamos escuelas, se-parados en aulas, con alumnos organizados por edades, con un programa y unos métodos de aprendizaje? ¿Todo eso es algo natural?

La organización escolar en todas sus formas y los sistemas educativos, son un dispositivo destinado a suministrar educación a la población, es un problema real y práctico pero además es socialmente construido. La organización de los sistemas escolares es un complejo entramado tec-nológico. Una organización creada y diseñada por el hom-bre. No es necesaria la incorporación de celulares o com-putadoras u otros artefactos para concebir la tecnología escolar, porque la organización escuela es en sí misma una tecnología organizacional.

Pero no solo el sistema educativo es tecnología: el lengua-je, las representaciones icónicas, la mediación de la comu-nicación, la profesionalización docente:…. La escuela y el aula son un caldo de cultivo tecnológico. Estamos sumergi-dos en tecnología desde el momento que pasamos el um-bral de la escuela, (¿o más bien desde que amanecemos?)

Repensar esta relación entre escuela y tecnología no tie-ne un valor exclusivamente discursivo. Por el contrario se convierte en una poderosa herramienta que al destrabar la tensión de tecnologías buenas o malas, contribuye en la toma de decisiones. Así, el cambio educativo puede pasar a considerarse ya no como una evolución lineal y acumula-tiva (de cada vez nuevas tecnologías, cambios curriculares, o métodos pedagógicos) sino como un entramado diná-mico en el que se ponen en juego muchas más variables y actores que las que se pueden considerar a simple vista, y donde los recorridos tiene curvas, subidas, bajadas, veri-cuetos, bifurcaciones y caminos sin salida

Quedarnos en la discusión sobre los artefactos, oculta el verdadero debate: el problema de la educación no es un

problema “técnico (aparatos)” sino un problema social. Discutir sobre las tecnologías en la educación es pensar en primer lugar como se pregunta Juana Sancho1 , si la es-cuela es la tecnología adecuada para resolver los desafíos educativos actuales. Muchos de los problemas que en-contramos en la educación nos obligan a pensar desde lo pedagógico y no desde lo tecnológico: qué y cómo ense-ñamos, cómo formamos a nuestras futuras generaciones docentes y las respuestas a estas cuestiones vendrán des-de lo pedagógico y no por la utilización (o no utilización de este o aquel dispositivo)

IIILlevamos ya casi un cuarto de siglo… (achalay cómo el tiempo vuela) haciendo planes de incorporación, planes de capacitación, entregas de equipos, modificaciones cu-rriculares, y a esta altura ya podemos ver las cosas con un poco más de perspectiva.

Durante estos años pudimos presenciar que algunos dis-positivos se han incorporado con mucho más éxito que otros a la vida de las aulas. ¿Por qué?

Pensemos, por ejemplo, en el software que se utiliza para hacer presentaciones… el power, power…. Si ese… el power. Sin duda es uno de los programas más utilizados, tiene amplia aceptación tanto por los alumnos como por muchos docentes… Sin embargo, en muchos de los ca-sos, se utiliza de una forma que no ayuda a promover una ruptura en la forma de enseñar, sólo se usa para transmitir información (del docente al alumno o viceversa).

Pero pocas veces se usa con el propósito de desafiar a los alumnos (y al resto de la comunidad) a repensar, ordenar, desestabilizar para exponer el resultado de un trabajo profundo y complejo de pensamiento. Caemos en la trampa de las animaciones y nos olvidamos que aunque no sepamos hacer lo mismo que nuestros alumnos con el programa, nosotros como docentes sí podemos ayudarlos a “amasar toda esa información” y construir conocimiento: comparando, reflexionando, cuestionando, dudando, argumentando, evaluando, experimentado (y siguen los verbos), y esa es una de las misiones esenciales en que la tarea docente no ha perdido ni un ápice de su importancia.

Uno de los aspectos más importantes al pensar en esta re-lación tecnología educación tiene que ver con el racional pedagógico con el que incorporemos un dispostivo, con aquello específico que los docentes sabemos hacer bien

¿Se trata en verdad de dos entidades separadas (educación / tecnología) o se trata en realidad de que la educación es(tá) tecnológicamente constituida desde la más (no)tecnológica imagen del alumno sentado en un banco mirando un lámina del cuerpo humano en el pizarrón?

1 Juana Sancho: “La tecnología un modo de transformar el mundo cargado de ambivalencias” en Juana Sancho, Para una tecnología educativa. Horsori, Barcelona 1994

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que es ayudar a construir los procesos de pensamiento, a estimular el pensamiento crítico, a cuestionar, a buscar respuestas

Para poder pensar en cómo incorporar otras tecnologías en la educación deberíamos descentrarnos del pensa-miento tecnologisista y pensar primero en los resultados de aprendizaje que queremos lograr, en los procesos de pensamiento que queremos estimular y sólo después pen-sar cómo la tecnología nos ayudará a lograrlo. Ni los blogs, ni los wikis, ni los celulares, ni ningún software es educa-tivo per se, ni debería tener el pasaporte para entrar en el aula si no están acompañados de esta posibilidad de ser usados de manera significativa. De lo contrario, podríamos llegar a pensar que poniendo alguna clase de “pizarrón mágico” vamos a lograr súbito que con un click los chicos aprendan, razonen, cuestionen, desarrollen toda clase de habilidades cognitivas y sean mejores ciudadanos….

Comentarios vía mail: [email protected] Para todos aquellos que estén interesados en comentar o deba-tir sobre el tema, estará abierto un espacio especial en http://www.educant.org/foros/12ntes

Para poder pensar en cómo incorporar otras tecnologías en la educación deberíamos descentrarnos del pensamiento tecnologisista y pensar primero en los resultados de aprendizaje que queremos lograr, en los procesos de pensamiento que queremos estimular y sólo después pensar cómo la tecnología nos ayudará a lograrlo.

* Fabio Tarasow

Coordinador académico del PENT Proyecto Educación y Nuevas Tecnologías, en Flacso Argentina. Trabaja y experimenta sobre educación y tecnologías. De chico soñaba ser como el profesor Locovich. Doctorando en FLACSO, Sede Académica Argentina, Master en Comunicación y Tecnología educativa por el Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa (ILCE), de la Ciudad de México, graduado en Ciencias de la Educación por la UBA. Realizó estudios de Cine y Televisión en la Universidad de Tel Aviv. Docente de Nivel Primario. En 2004 publicó en coautoría el libro: “Tecnologías de la Información y comunicación” Editorial Stella-La Crujía.

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Internet en la educación: lo urgente, lo necesario y lo importante

1. INTERNET EN EL DEBATE SOCIAL Y CULTURAL CONTEMPORÁNEO

¿Qué lugar ocupa hoy Internet como tema de instalación social? ¿Cuáles son las representaciones sociales en rela-ción con la Red de redes? Mientras las redes como Facebo-ok, Twitter, Linkedin, etc. suman exponencialmente usua-rios, nos preguntamos acerca del valor de estas redes para los intercambios; la construcción de formas diferentes de comunicación; los vínculos que se generan y las manifes-taciones materiales de este debate en el imaginario social, los intereses económicos por detrás de estas redes, etc.

Pareciera que hay una tendencia a pensar, entre otras co-sas, que: • En Internet está toda la información• Si no está en Internet, el tema “no existe”• Si no se está conectado; uno se está perdiendo “algo”• Hay que estar en Facebook para tener visibilidad social

Esta incorporación social de las Tecnologías de la Infor-mación y de la Comunicación, debe entenderse en rela-ción con las culturas urbanas, con las transformaciones en nuestra vida cotidiana o con nuestras genealogías o me-morias culturales de la cotidianeidad. En este punto, cabe preguntarse cuántos “toleran” un día sin conexión y la con-tracara de esta conexión permanente en la ubicuidad, en

No es una novedad que el impacto que ha tenido Intenet en la vida de las personas ha ido transformando los modos de relacionarnos, las for-mas de conocer y de producir conocimiento, de comunicarnos. En este artículo, Carina Lion se refiere a los distintos aspectos en torno a la relación Internet y educación, desde una mirada que obliga a repensar sus modos de inclusión en el aula y en las propuestas de enseñanza.

Por Carina Lion*

Internet instala algunas paradojas que se vinculan con las difusas fronteras entre qué es hoy virtual y qué es real; qué es más lejano o más cercano en términos de vínculos y contactos con los otros; qué implica estar conectado o desconectado así como las fronteras difusas entre lo público y lo privado.

el control, en la controvertida situación de verse siempre al alcance y ubicable por otros en cualquier momento y lugar.

Internet, por tanto, instala algunas paradojas que se vin-culan con las difusas fronteras entre qué es hoy virtual y qué es real; qué es más lejano o más cercano en términos de vínculos y contactos con los otros; qué implica estar conectado o desconectado así como las fronteras difusas entre lo público y lo privado.

Es importante señalar que mucha actividad social y aca-démica en la actualidad circula por Internet. Señala Cas-tells que en la red digital, los flujos no tienen distancia o se trata de la misma, entre los nodos. Las redes digitales son estructuras abiertas, capaces de expandirse sin límites integrando nuevos nodos mientras puedan comunicarse entre sí, siempre que compartan los mismos códigos de comunicación.

El análisis de las redes no es únicamente social. La “eco-nomía informacional” en este nuevo entramado cuenta con la capacidad de funcionar como una unidad en tiem-po real a escala planetaria. La base de la llamada “nueva economía” es la transformación de la información digital en valor económico y social. En este sentido, el capital se gestiona en mercados financieros globalmente integra-

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reales que se entrecruzan dejando huellas claras en la red. Brown y Duguid (2000) distinguen dos formas de redes vinculadas con el aprendizaje: las “redes de práctica” (net-works of practice) y las “comunidades de práctica” (com-munities of practice). En las primeras, la gente tiene en co-mún ciertas prácticas y comparte ciertos conocimientos. Sin embargo, sus miembros no se conocen. En realidad, los vínculos entre los participantes en estas redes son in-directos y se encuentran siempre mediatizados por sitios web, periódicos, boletines, listas de interés, etc. En estos casos circula variada información aun cuando se descono-cen los procesos de asimilación y apropiación de quienes la reciben. Según estos autores, este tipo de redes colec-tivas producen poco conocimiento aun cuando compar-tan información vinculada con sus prácticas académicas y profesionales. Las comunidades de prácticas, por el contrario, están con-formadas por grupos que interactúan usualmente cara a cara aun cuando recurren a las tecnologías para su comu-nicación e intercambio. Las negociaciones, el conocimien-to implícito que construyen, las jergas comunicacionales, los juicios y valoraciones se construyen en forma com-partida. Para entender este tipo de comunidades deben comprenderse las circunstancias sociales y materiales en las que funcionan, las herramientas de que disponen, la división del trabajo dentro de la comunidad y sus compor-tamientos normados y regulaciones. En este sentido, estas comunidades conforman redes de diferente tipo que fa-vorecen un trabajo creativo en el desarrollo colaborativo de problemáticas comunes. Según Brown y Duguid (op.cit.:146), en estos casos, las tecnologías potencian los in-tercambios y la organización del trabajo en red.

Las redes, por tanto, transparentan modos de trabajo aca-démico; formas de intercambio social; transacciones ma-teriales y políticas que conforman entramados cotidianos interesantes para el análisis de su potencial educativo.

2. INTERNET EN LA EDUCACIÓN: APERTURAS Y ENCRUCIJADAS

Tal como mencionábamos en el apartado anterior, las tecnologías van abriendo ventanas para pensar y revisar nuestra mirada educativa. Algunas investigaciones (Salo-mon, Perkins y Globerson; 1992; Litwin, 2005) dan cuenta de la relevancia de las tecnologías para el enriquecimien-to cognitivo. La metáfora según la cual las tecnologías podrían ser una “extensión” de la propia mente” (Bruner,

La fuerte idea de que aprendemos con tecnologías, con otros sujetos y a través de símbolos, instala a las tecnologías en un lugar relacional según el cual nos vemos interpelados por ellas, modificamos nuestras formas de pensar cuando trabajamos en forma comprometida con ciertas tecnologías.

dos que funcionan en tiempo real a través de circuitos electrónicos interconectados. La trama global muestra la necesidad de combinar alianzas estratégicas y proyectos de cooperación entre grandes empresas, unidades des-centralizadas y redes de pequeñas y medianas empresas conectadas entre sí o con redes de empresas mayores. Es evidente que en este contexto, los segmentos y empresas dominantes y los núcleos estratégicos de las economías, se encuentran conectados al mercado mundial de mane-ra tal que en esta conexión se reafirman, con éxito o con fracaso, su posicionamiento y su destino. El modelo preva-leciente de trabajo en esta economía basada en la infor-mación está formado por profesionales que se basan en la información (analistas simbólicos) y una mano de obra desechable que puede ser automatizada o contratada/despedida/externalizada según la demanda del mercado y los costos laborales.

Desde el punto de vista académico y profesional, las redes nos abren un camino hacia la conformación de comuni-dades virtuales, entendidas como redes digitales de co-municación interactiva, organizadas en torno a intereses, trayectorias o propósitos compartidos. Se conciben como el soporte material de prácticas sociales que comparten cierto tiempo aunque no necesariamente espacios físicos. El ciberespacio como caracterización espacial, “decontrac-tura” la noción de espacio como lugar (entendido como una localidad cuya forma, función y significado se contie-nen dentro de las fronteras de la contigüidad física), y nu-clea en forma simultánea lo global y lo local.

En la literatura pedagógica y en relación con las redes, es usual encontrarse con el concepto de aprendizaje en co-laboración o comunidades colaborativas de aprendizaje (Bruner, Resnick, 1997, LaCasa, entre otros). Muchas de es-tas comunidades se vinculan con modos de conectividad y de co-construcción del conocimiento que se derivan del trabajo a través de redes electrónicas y sociales virtuales. En algunos de los casos, esta co-construcción se potencia a través de tutorías electrónicas, consultas a especialistas en diferentes centros de investigación o en bibliotecas; traba-jos compartidos de edición; con archivos que se elaboran y reconstruyen en redes. Estas formas de colaboración me-diadas electrónicamente a través del e-mail o chat, o “so-porteadas” por entornos virtuales o redes informáticas nos van proponiendo caminos para pensar en cómo se cons-truye el conocimiento en la contemporaneidad; el valor de estas redes en la vida social y profesional; el lugar del trabajo con otros cuando hay un soporte tecnológico; y las paradojas mencionadas de tiempos y lugares virtuales y

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1999) es prometedora en tanto sea una apertura para di-señar estrategias didácticas potentes para su inclusión. La fuerte idea de que aprendemos con tecnologías, con otros sujetos y a través de símbolos, instala a las tecnologías en un lugar relacional según el cual nos vemos interpelados por ellas, modificamos nuestras formas de pensar cuando trabajamos en forma comprometida con ciertas tecnolo-gías. La influencia de la tecnología sobre la mente sólo vie-ne dada cuando la tecnología es de importancia vital y sir-ve para muchas finalidades en la vida de una comunidad en contextos culturales que le otorgan significatividad.

La idea de una red informática puede resultar, por ejem-plo, un excelente soporte para la creación de una red o comunidad de aprendizaje. Pero esta red sin la instalación de una cultura de colaboración que trascienda las paredes del aislamiento y del individualismo tampoco es posible. Nuevamente nos interesa señalar la poderosa interco-nexión que existe entre tecnologías, pedagogía, conoci-miento y cultura.

Lave (1992) menciona esta relación con las tecnologías en términos de transparencia La transparencia de una tecno-logía siempre existe con respecto a determinados propó-sitos y está intrínsecamente unida a la práctica cultural y a la organización social en la que esa tecnología funciona.

En este sentido, estas aperturas que podrían enriquecer las formas de enseñar y de aprender en las aulas se encuen-tran francamente cuestionadas por algunas encrucijadas: • las demandas del curriculum (poderosas a la hora de de-cidir qué enseñar, cuándo y cómo);

• la cultura institucional (no siempre a favor de la inclusión de propuestas de tecnologías en el aula; con temores acer-ca del valor de Internet; su “utilidad”; su pertinencia);

• el lugar de la escuela frente al avance tecnológico (¿muro de resistencia?; ¿permeabilidad, selección y jerarquiza-ción?; ¿acompañamiento crítico?; etc.).

• el lugar del “fuera de la escuela” ¿Qué sucede con los jóvenes que pasan muchas horas recorriendo sitios, portales, subiendo videos a you tube? ¿Vinculan las tecnologías para el entretenimiento con la idea de aprender con tecnologías?

¿Cuáles son las posiciones de la escuela respecto de los usos de las tecnologías en los ámbitos no formales; en el fuera de la escuela y en la escuela misma? ¿En qué nos in-

terpela Internet como docentes además de suscribir a la necesidad de instalar criterios de selección, clasificación y jerarquización de la información? ¿Qué estrategias didác-ticas favorecen el enriquecimiento cognitivo cuando se in-cluyen tecnologías en las aulas? ¿Cuáles son los puntos de integración con el curriculum escolar y con los procesos de construcción del conocimiento?

Estos y otros interrogantes son fuertes puntos para el de-bate institucional. Debate vigente pero no siempre visible ni plasmado en acciones concretas para un futuro análisis.

3. LOS JÓVENES E INTERNET

Los jóvenes van construyendo no solo hábitos y rutinas sino también formas de vincularse con las tecnologías; re-presentaciones acerca de lo que es posible, de lo que es fértil y de lo que empobrece. Muchas de estas imágenes que van construyendo a través de los juegos en red; de las redes como Facebook; el chat, los blogs y fotoblogs; you tube, los mensajes de texto, las wikis; entre otros.; tienden a ser más dinámicas en su representación que los saberes escolares. No se trata de oponer la escuela a las tecnolo-gías del entretenimiento sino de poder construir con ellos buenos usos para las tecnologías en el aula; reorientar los procesos de comunicación; repensar barreras epistemoló-gicas que podrían debatirse para los desarrollos de la web 2.0.

En la línea de la convergencia y del multitasking planteado por Buckingham (2008) se nos instala el desafío de pen-sar en propuestas de enseñanza que potencien el uso de las herramientas tecnológicas pero a la vez que inviten a aprovechar modos diferentes de resolución de tareas y de problemas que resultan novedosos para la enseñanza. Por otro lado, el desafío es comprender las relaciones de estos jóvenes con las tecnologías; sus formas de construcción de ciudadanía y de identidad; sus modos de operar con ellas; sus supuestos, representaciones, ideales y contradic-ciones.

4. LOS DOCENTES E INTERNET

Cuando se instala la discusión sobre Internet en el aula es usual que los docentes señalen el lugar crítico del docen-te en la selección y jerarquización de la información; es decir, en la construcción de criterios de cara a la maraña informacional que Internet ofrece: decidir qué, cuándo y

¿En qué nos interpela Internet como docentes además de suscribir a la necesidad de instalar criterios de selección, clasificación y jerarquización de la información? ¿Qué estrategias didácticas favorecen el enriquecimiento cognitivo cuando se incluyen tecnologías en las aulas?

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para qué. Es usual también sostener como estrategia la investigación a través de Internet aun cuando no se trata de investigar sino solamente de buscar información en la mayoría de las propuestas. Creemos que resulta de fun-damental relevancia profundizar en cuál es el sentido de incluir Internet en las propuestas de enseñanza. Estas propuestas podrían referirse a nuevos modos de intercambio comunicacional y de construcción narrativa. Preguntarnos por las narrativas hipertextuales lleva a interrogarnos por los lenguajes de comunicación que se establecen ¿Qué cuestiones cambian en las formas de escritura? ¿En las maneras de construir un texto? ¿Desplazan estas formas otras construcciones narrativas, las reemplazan, las hibridizan? Encontramos que estos temas se instalan cada vez con más fuerza en la comunidad docente y en algunos casos, empiezan a formar parte de los diseños de clase de los docentes que favorecen el planteo de interrogantes potentes por parte de los estudiantes y nuevos modos de creación y de negociación de significados.

Por otro lado, algunas estrategias van camino a la idea de construir con otros y aprovechar las huellas tecnológicas para visualizar procesos a través de desarrollos tecnológi-cos que hoy lo propician. La idea de negociar con otros y promover productos con materialidad tecnológica estre-chamente vinculados con temas del curriculum o con pro-blemáticas sociales (por ejemplo el dengue; la violencia, etc.); con inquietudes de los estudiantes; la concreción de estos productos en obras que al decir de Bruner favorezcan la externalización: el hacer público lo privado; el aceptar la mirada de los otros sobre nuestras producciones, podrían ser inicio de propuestas que revitalicen la incorporación de las tecnologías en las instituciones escolares. Las obras son en general locales y modestas pero permiten la solida-ridad grupal, ayudan a hacer una comunidad de aprendi-ces mutuos. Son compartidas y negociadas.

Son muchos y variados los interrogantes que Internet nos genera como docentes; decisiones que no siempre adop-tamos de manera institucional pero que de alguna forma interpelan las culturas institucionales. ¿Desde qué edad utilizar Internet en clase? ¿Nivel inicial? ¿Primario? ¿Para que fines? ¿Cuáles son legítimos y cuáles legitimar? ¿Cuá-les las propuestas para fortalecer los procesos de construc-ción de la identidad y de la ciudadanía en el escenario de esta contemporaneidad?

En todo caso, se trata de seguir recuperando propuestas valiosas de enseñanza; tener claridad acerca de qué expe-

* Carina Lion

Doctora en Educación (UBA) Especialista en Forma-ción de Formadores, Facultad de Filosofía y Letras, UBA. Lic. y Prof. en Ciencias de la Educación. Direc-tora del Programa UBA XXI, UBA.Ex Coordinadora de CePA a distancia. Docente y capacitadora en temas de tecnología y educación. Autora de publicaciones en temas de didáctica y Tecnología. Autora de Imaginar con tecnologías. Relaciones entre tecnologías y conocimiento, Ed. La Crujía, 2006.

riencias queremos que atraviesen la formación; cuál es el sentido de la escuela hoy; qué lo urgente, qué lo necesario y qué lo importante.

BibliografíaBrown, J.; Duguid, P. (2000) The social life of information, Boston: Harvard Business School Press.Bruner, J. (1997) La educación: puerta de la cultura, Madrid: Apren-dizaje Visor.Buckingham, D. (2008) Más allá de la tecnología. Buenos aires: Ma-nantial.Castells, M. (1997) La era de la información. Madrid: Alianza Editorial Lion, C. (2006) Imaginar con tecnologías. Relaciones entre tecnolo-gías y conocimiento. Buenos Aires: La Crujía.Litwin E. (2005) Comp. Las nuevas tecnologías en tiempos de Inter-net. Buenos Aires: Amorrortu.Salomon, G. (1992) “Las diversas influencias de la tecnología en el desarrollo de la mente”. En: Revista Infancia y Aprendizaje. Nº 58. Madrid.Salomon, G., Perkins, D. y Globerson, T. (1992) “Coparticipando en el conocimiento: la ampliación de la inteligencia humana con las tecnologías inteligentes”. En: Revista Comunicación, lenguaje y edu-cación. Nº 13. Madrid.

Se nos instala el desafío de pensar en propuestas de enseñanza que potencien el uso de las herramientas tecnológicas pero a la vez que inviten a aprovechar modos diferentes de resolución de tareas y de problemas que resultan novedosos para la enseñanza.

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Entrevista a Flora Perelman12(ntes) le realizó una entrevista a la Dra. Flora Perelman en el marco de la investigación que dirige en la Facultad de Psicología de la Univer-sidad de Buenos Aires: “Procesos constructivos en la búsqueda y selec-ción de textos de estudio en Internet en alumnos de escuela primaria” (UBACyT). En la misma, la investigadora comenta algunos resultados preliminares que permiten dar cuenta de los modos en que los chicos utilizan los buscadores de Internet y pensar algunas posibles interven-ciones dentro del aula.

Parte 1

Parte 2

* Flora Perelman

Dra. en Psicología de la UBA y docente de la cátedra de Psicología Genética de la Facultad de Psicología de la UBA. Forma parte de la Comisión Directiva de la Red Latinoamericana de Alfabetización.

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Internet en el aula

Aclaraciones necesarias y urgentes en la hora actual (¿cambiarán mañana?)

Proponíamos hace más de diez años una serie de proyec-tos para utilizar Internet en el aula aclarando que “se sabe del complejo panorama que presenta la educación en la Argentina, las instituciones educativas de EGB y Polimodal tanto públicas como privadas, y en particular el uso en las escuelas de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.

Pero también se sabe de lo ineludible que resultan. Qui-zás muchas de las propuestas en este sentido resulten hoy descabelladas o fuera de lugar o, por lo menos, no priorita-rias. Y si se consideran los dramas reales que viven muchas regiones del país, este pensamiento resulta más que acer-tado. Pero, sin ignorar esta realidad, la intención es aportar ideas, pensamientos, propuestas, para la edificación de lo que debe ser.” 1

Bueno, el milenio terminó y -salvo el nombre de los niveles de enseñanza que volvieron a ser Primaria y Secundaria- el resto de la consideración se aplica al actual estado de cosas.

Aunque hay que resaltar que el orden en la agenda de te-mas ha variado. Lo que el momento inicial marcaba como “accesorio” pasó a ocupar un lugar central. El uso o no de Internet dibuja hoy una línea que demarca no sólo la di-visión entre los que acceden y los que no, sino y funda-mentalmente, entre el adentro y el afuera de la escuela. El sujeto “educando”, si algo así existiera, y la sociedad tienen a las TIC’s ya no como una herramienta o un “útil” más; sino que son sociedades y sujetos conformados por las mis-mas; mientras que las instituciones escolares responden a patrones anteriores que impiden la conjunción de éstos con los nuevos paradigmas que surgen.

Como dijéramos oportunamente, debemos ratificar que la tarea, como toda acción transformadora, debe ser encara-

Si bien, como dice el autor, aún estamos lejos de una real inclusión de Internet en las escuelas, la importancia de su incorporación se impone cada vez más en la sociedad actual. En este artículo, Gabriel Charrúa sugiere posibles proyectos que pueden desarrollarse utilizando Internet, rescatando el valor pedagógico del trabajo en proyectos y poniendo énfasis en el sentido de los mismos a partir de sus propósitos.

Por Gabriel Charrúa*

da en grupo; por lo que el desafío se complejiza atravesan-do múltiples condicionantes.

Es necesario conformar equipos al interior de la escuela y entre las diferentes escuelas. No solo por los costos y por el tipo de saberes que requieren este tipo de proyectos que abarcan una multiplicidad de factores, sino también por-que son tecnologías esencialmente colaborativas, cuyo concepto central “la Red”, parte de una concepción de tra-bajo diametralmente opuesta a la industrial de la produc-ción en serie, que reina aún en las escuelas.

Sabemos hoy entonces que no será con voluntarismos, con “programas de inclusión tecnológica” o sólo con “ac-ciones de capacitación” que podremos incorporar el uso de Internet en la escuela. Hace falta mucha plata y políti-cas acordes que promuevan la transformación de estruc-turas y procesos.

La sociedad se modificó, cambiaron los sujetos y en algu-nos lugares del mundo, hay otras escuelas. Lamentable-mente, luego de diez años -cuando empezábamos a pen-sarlas-, debemos afirmar que aquí estamos muy lejos de ellas.

La convergencia. ¿Es posible clasificar los usos de la Red?

Podemos decir que hay una Internet educativa, con pági-nas, sitios y herramientas pensadas con fines pedagógi-cos. Una Internet que puede educar si se la utiliza en una secuencia de enseñanza aprendizaje (aunque su propó-sito no sea precisamente ese) y una Internet que puede usarse como centro educativo. Diferente es si intentamos una clasificación desde el punto de vista operacional, cen-trada en el alumno.

La misma se dificulta porque se complejiza la definición del útil tecnológico. Saliendo de las computadoras perso-

1 Charrúa, G.: 30 proyectos con Internet. MP Ediciones. Buenos Aires, 1998

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nales, podemos preguntarnos análogamente ¿para qué sirve un teléfono celular? La formulación es sencilla, aun-que tal vez no lo sea la respuesta.

El momento actual del desarrollo de las denominadas TIC’s está marcado por la convergencia de distintos medios o tecnologías anteriores en un solo aparato. Esta dificultad en la definición de la especificidad del objeto, y del medio mismo de comunicación, nos abre la puerta a nuevos pen-samientos y paradigmas. Leer, escribir, mirar, escuchar, fil-mar, reproducir/transmitir eran acciones bien delimitadas que implicaban la utilización de dispositivos específicos. Esta línea demarcatoria se ha borrado, o por lo menos apa-rece difusa. Cuando en una página Web podemos leer no-ticias de un diario, escuchar un reportaje, escribir comen-tarios o “blogs”, responder una encuesta, ver y/o enviar videos o fotos entre otras cosas, más allá del neologismo “webear”, ¿qué es lo que estamos haciendo?

Solemos concebir a los proyectos educativos, y a la plani-ficación de los mismos, bajo el paraguas de los objetivos. En este caso entonces tendremos que pensar los “logros” a conseguir en el cruce de conocimientos y prácticas que queremos que los alumnos aprendan.

Entonces a la hora de la planificación, una posible clasifi-cación de los proyectos según su propósito -sabiendo que a través de un producto, podemos cubrir diferentes obje-tivos-, puede ser:

• Comunicacionales• Producción Hipermedial• Intercambio: fortalecimiento de vínculos, comunidad y

colectivos de intereses• Búsqueda de información más o menos especializada• Aprendizaje en aula virtual• Reflexión acerca del uso de las TIC’s

Notas para pensar un proyecto

Antes de ejemplificar posibles proyectos para cada uno de los propósitos enunciados es recomendable, a la hora de planificar, profundizar en las características que presentan este tipo de propuestas. El tema está ampliamente desa-rrollado y 12(ntes) papel y tinta le ha dedicado el Número 6 a la cuestión. Aquí sólo pondremos de relieve una nota distintiva de este tipo de trabajos que es la realización de un “producto” (que a veces puede tener forma intangible).

Para la realización del mismo se parte de la existencia de una necesidad o interés, generalmente expresados en el intento de solución a un problema o con la de intención de expresarse o intercambiar opiniones (la realización de una muestra o el intercambio epistolar, por ejemplo).

Otra de las notas distintivas es el carácter grupal de la tarea y la secuencia particular en la que se encaran las mismas; ya que al estar distribuidas las responsabilidades entre los diferentes subgrupos, muchas veces las mismas se enca-ran en forma simultánea y luego se ponen en común sus resultados, en oposición a una secuencia lineal que sigue otra lógica.

Por último, es importante destacar que la elección aquí realizada de presentar propuestas en este formato no quiere decir que todo el tiempo tenemos que estar planifi-cando por proyectos, o que siempre que usamos Internet lo debemos hacer en este contexto. Es una propuesta su-peradora para encarar secuencias didácticas en un perio-do más o menos largo de tiempo con un tema y propósito determinado. Algunas de las prácticas, consultar informa-ción, mandar mails, etc.; pueden usarse en otro contexto.

2 Un ejemplo de este tipo de proyectos, publicado por educ.ar

Algunos ejemplos

En estas líneas, les proponemos el uso de Internet para la realización de distintos tipos de proyectos de aula y/o institucionales. Siguiendo la clasificación propuesta, podemos ejemplificar:

ComunicacionalesNos referimos aquí a propuestas en las que el centro es el intercambio y/o la comunicación con interlocu-tores, más o menos distantes, fundamentalmente a través del correo electrónico (aunque según las po-sibilidades tecnológicas se puede ampliar al chat e incluso, a la conferencia Web, una herramienta que permite en la misma interfaz compartir el escritorio de la computadora, la escritura en una ventana de chat y la transmisión de audio y video)

Estamos pensando en pares, o sea, estudiantes de otros lugares con los que puede ser provechoso con-frontar puntos de vista, discutir opiniones y demás2.

Desde ya que el propósito no es social. Esto se pro-ducirá naturalmente a lo largo del proyecto. El acen-to está puesto en la elaboración de un producto en conjunto. Puede ser desde un encuentro presencial final, o una muestra virtual a través de una página Web. En el ejemplo que se cita en la nota al pié, el producto era realizar una suerte de “congreso esco-lar” en el cual estudiantes de Argentina y Uruguay expongan trabajos monográficos sobre la insta-lación de las papeleras. Para ello, previamente los docentes coordinarían una serie de discusiones y trabajos que los alumnos realizarían, esencialmente, comunicándose a través del correo electrónico.

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cualquier usuario registrado la construcción de un sitio en el que, a modo de Bitácora, se van publican-do entradas de texto. Adicionalmente permiten la inclusión de “Gadgets”, pequeñas aplicaciones con enlaces a videos, encuestas, noticias y demás.

En este sentido se puede proponer la construcción de blogs sobre determinados temas para que los alumnos investiguen y publiquen sus ensayos, o producciones audiovisuales (no hace falta en pensar en súper tecnología para esto, con una cámara ho-gareña se puede filmar y subir el producto a Youtube para pegarlo en el blog y compartirlo4). También hay sitios como Slideshare que permiten subir y publicar presentaciones en PowerPoint, escritos en Word y otros documentos digitales

Una extensión de este tipo de tecnología comuni-cacional la encontramos en los denominados “Foros de discusión” que operan a través de la Web, y en los Grupos de noticias o “Newsgroup” 3. De funcio-namiento más o menos similar, se trata de grupos que se comunican (de forma más o menos abierta, ya sean públicos, que requieran alguna suscripción o que operan sólo para un conjunto determinado) a través del correo electrónico alrededor de un tema. Se pueden crear grupos ad-hoc con alumnos de otras escuelas o también se pueden buscar y parti-cipar de grupos existentes sobre temáticas que se quieran estudiar.

Por ejemplo, si se está estudiando una región, pue-de ser muy provechosa la suscripción a grupos en los que los alumnos puedan escribirse con jóvenes que vivan allí (sorteando las barreras idiomáticas si las hay).

Ejemplos de estas experiencias hay muchas. Como botón de muestra, en una escuela de C.A.B.A a raíz de las noticias de la gripe porcina que llegaban de México, y ante el aislamiento que se decretó en ese país hacia fines de abril, los alumnos de quinto grado conversaron –y siguen haciéndolo- con alumnos de un grupo de escuelas del DF que les fueron contan-do su visión sobre la situación.

Producción Hipermedial. De la cartelera a la WebLa Web nos brinda la posibilidad de publicar escri-tos, videos, presentaciones en PowerPoint, audios, fotos e imágenes de una forma dinámica y atractiva. Se abre así una poderosa ventana de comunicación que traspasa las paredes de la escuela hacia un pú-blico impensable.

Los renombrados Blogs son hoy una alternativa sencilla a la que se puede acceder desde cualquier computadora conectada a Internet. Hay sitios como Wordpress.com o Blogspot.com que permiten a

3 De funcionamiento similar, pero bajo el sistema Usenet. Para ampliar la información ver artículo. 4 Un ejemplo de utilización de Blogs se puede observar en el campus virtual de las escuelas ORT

Otra forma muy interesante en la que los alumnos, más que todo de los últimos años de secundaria, pueden ser autores de contenidos es la publicación/edición de entradas en Wikipedia, la enciclopedia de contenido libre que todos pueden editar, como les gusta definir a sus creadores.

La herramienta es interesante por lo controvertida que resulta. En primer término la discusión a dar es acerca de la fiabilidad del contenido que allí se

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publica5. Para ello los alumnos deben conocer su forma de funcionamiento y contraponerlo con la de las clásicas enciclopedias en papel. Otro aspec-to, no menos escabroso, es el de la subjetividad de los artículos, en la que se dirimen en mayor o menor medida posturas ideológicas. Leer entrelíneas entra-das de contenidos políticos puede ser un buen en-trenamiento para esto. Finalmente la idea es buscar contenidos relacionados con algún tema de interés y complementar lo existente o escribir entradas nue-vas, previa investigación y con la referencia biblio-gráfica correspondiente.

Proyectos cooperativos, fortalecimiento de víncu-los, formación de comunidad y mancomunión de un colectivo de intereses 6

A menudo se nombre a Internet como una tecnolo-gía que ha democratizado el espectro de los medios “tradicionales” de comunicación al facilitar la publi-cación de contenidos. También se la menciona como un instrumento que se utiliza para la mancomunión de intereses, desde las famosas cadenas de e.mails hasta el armado de sitios con proclamas o “el bom-bardeo” de correo a un personaje con poder de de-cisión.

En este sentido se pueden encarar proyectos con la intención de logar una intervención en algún aspec-to de la vida pública o política de la comunidad. Los temas y necesidades son amplios y variados, y se-guramente los lectores los tendrán bien presentes. A modo de ejemplo, y sin pretender agotar ninguna cuestión, se pueden abordar problemáticas relacio-nadas con la salud y la alimentación, cuestiones “mu-nicipales” como la instalación de un semáforo o la construcción de una rampa o cuestiones asociadas a derechos y reivindicaciones. Habrá que abrir aquí el espacio para la creatividad, que los alumnos escri-ban mail para provocar la atención de la comunidad y/o buscar adhesiones, trabajar textos argumentati-vos y apelativos en el área de lengua, etc.

La potencia radica en que también se puede investi-gar y establecer comunicación con los actores invo-lucrados o expresarse acerca de problemáticas por ahí no tan cercanas, pero ante las cuales los alumnos tengan algún interés. Pueden ser cuestiones am-bientales o de derechos de algún grupo social, entre otras.

• Búsqueda de información más o menos especiali-zadas y el intercambio con académicos

La metáfora de la biblioteca infinita parece repre-sentar la información que se presenta en Internet. Libros, enciclopedias, diarios, televisión, música, fo-tos y otros recursos se pueden buscar y encontrar en la Red de redes.

Una parte ineludible de este tipo de proyectos tie-ne que implicar la enseñanza de los parámetros de búsqueda como así también el análisis acerca de la autoría de los sitios, la veracidad de lo que allí se pu-blica, las referencias que se citan y la originalidad de su contenido.

Desde ya que los sitios y publicaciones de Universi-dades o centros de investigación tienen que ser los primeros en consultarse.

También se puede organizar la comunicación por e.mail con especialistas de determinados temas y si se puede, conferencias por chat y/o video. Hay que animarse. Puede parecer una idea difícil de concre-tar, pero hay muchos especialistas en distintos te-mas que están dispuestos a dedicarles un rato de tiempo a este tipo de comunicación con jóvenes y niños7.

Centro educativo virtualEste tipo de proyectos es más ambicioso que los an-teriores: si bien puede realizarse en diferentes esca-las, la idea central es la de trasladar algún aspecto de la dinámica de enseñanza y aprendizaje que se da en el aula a un espacio virtual. En ese sentido, la experiencia desde un nivel más básico de desarrollo tecnológico puede ser la de abrir un espacio en los grupos de Yahoo o de Google. Ambos de similares características permiten la creación de espacios de discusión por mail, la “subida” de archivos de distin-tos tipo y otras prestaciones que pueden ser útiles a la hora de extender la actividad que se realiza en el aula. Por ejemplo, se pueden dejar consignas para tareas, marcar eventos en el calendario comparti-do, subir imágenes o textos para la consulta de los alumnos desde sus casas y demás.

En un nivel superior de pretensiones se requiere el concurso de las autoridades institucionales, ya que nos referimos a la implementación de una platafor-

5 Hace poco un estudiante quiso probar la fiabilidad de Wikipedia y publicó en la entrada del músico Maurice Jarré una declaración póstuma falsa. Los revisores de la enciclopedia online la cuestionaron, pero no así los medios gráficos de distintos lugares del mundo que las publicaron como ciertas, obviamente sin chequear la fuente. Notas relacionadas6 Se puede pensar a este tipo de proyectos como un subtipo de los proyectos comunicacionales. Se presentan por separado para diferenciar la clase de producto que se quiere obtener.7 En un reciente reportaje el filósofo y escritor Gerorge Steiner comentó que estaba haciendo una suerte de tutoría virtual sobre poesía clásica con alumnos, en su mayoría inmigrantes ilegales, de una escuela de un suburbio francés. Ver comentario de Ángela Pradelli sobre la experiencia

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ma de “campus virtual” en el que los alumnos pue-dan participar en foros de las distintas clases con sus compañeros del propio curso o de otros años de la escuela, disponer de materiales de consulta y demás.Las más conocidas son Dokeos y Moodle. Ambas son gratuitas, pero se requiere de conocimientos y recursos técnicos para la instalación y puesta en fun-cionamiento.

Este tipo de herramientas son muy útiles y pode-rosas para abordar proyectos que involucren a los alumnos de la misma escuela como en conjunto con otras escuelas; como así también, para extender los medios habituales de participación y comunicación que mantenemos con la comunidad de padres.

Reflexión acerca del uso de las TIC’sSabemos que nuestros alumnos están entre los prin-cipales usuarios / consumidores de este tipo de tec-nologías. Más allá de la nota periodística que cada dos por tres algún “gran medio argentino” le dedica a “las consecuencias psicológias” que Internet provo-ca en niños y jóvenes, la idea central de esta clase de proyectos es la de poner en discusión el impacto que tiene el desarrollo tecnológico en los distintos ámbitos de nuestra vida social. Lejos del ánimo cen-surador “porque Uds. se la pasan chateando” o nos-tálgico “todo tiempo pasado fue mejor”, la propues-ta tiene que estar encaminada a que por medio de charlas, investigaciones, debates, exposiciones ar-gumentativas, intercambio con especialistas, etc. los chicos puedan analizar algunas cuestiones, que se-gún la edad de los alumnos, pueden ser: ¿Es Internet y sus aplicaciones un derecho? ¿Puede ser nocivo el uso del chat o de Facebook? ¿Qué características tie-ne la comunicación a través de Internet? ¿Cuál es la diferencia con los medios anteriores? ¿Cuál es el lí-mite de la “privacidad” en las Redes sociales? ¿Cómo puedo defenderme de chistes y/o cargadas por In-ternet? ¿En qué medida estas tecnologías son eman-cipadoras o generan nuevas servidumbres? ¿Qué consideraciones despierta la extensión del ámbito laboral o escolar por fuera de su espacio/tiempo? ¿Qué limitaciones sociales marca el acceso o no de la población a estas tecnologías?

dencia que la creatividad de los usuarios supera (y esto no es privativo de las NTIC’s) a la inventiva de los creadores, ya que los que concibieron la denominada Red de redes no tenían en su mente este tipo de desarrollos.

Hoy en día, el mayor uso de Internet se da -en términos igua-les- entre la pensada consulta de información y las impensa-das -denominadas así- comunidades o “Redes sociales”.

Lo mismo puede decirse de los mensajes de textos en los celulares, colocados como un servicio adicional que pen-saban iba a ser un fracaso, representa hoy más del 50% del uso que le dan al aparato los usuarios de todo el mundo.

Hay más ejemplos. Pensemos en las revueltas de jóvenes en Francia, organizadas allá por el 2004 a través de celu-lares o las manifestaciones y huelgas de estudiantes chi-lenos que en 2006 se comunicaron, básicamente, a través de la red creada para interconectar las diferentes escuelas medias de ese país.

Todo esto para remarcar un secreto a voces: planifique el proyecto, esboce sus propósitos y esté dispuesto/a que los alumnos lo reconviertan en una herramienta impensada por Ud8 . Es esta, sin duda, una de las riquezas del trabajo con Internet.

La creatividad de los usuarios

En 1998, Mirabilis, una pequeña compañía fundada por dos estudiantes israelíes, vendía en cifras millonarias una pequeña aplicación, ICQ, para “conversar” a través de Inter-net. Era tal vez el origen de la denominada burbuja de las punto com. Pero más allá de esto, el hecho ponía en evi-

8 Máxime considerando que en muchos casos los alumnos saben más que nosotros sobre las novedades y usos de las denominadas TIC’s.

* Gabriel Charrúa

Maestro y Licenciado en Cs. de la Educación. Especialista en la utilización de TIC’s en la Escuela. Autor de 30 Proyectos con Internet.Forma parte del equipo 12(ntes).

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Sitios recomendados

www.educ.arEduc.ar es el portal educativo del Estado argentino. El mismo está desti-nado a ejecutar las políticas definidas por el Ministerio de Educación, en materia de integración de las Tecnologías de la Información y la Comuni-cación en las escuelas. El sitio contiene propuestas educativas, recursos didácticos, entrevistas a especialistas, experiencias concretas, cursos de capacitación, así como espacios para el debate e intercambio de ideas.

Los usos que se pueden hacer de Internet en el aula son múltiples; los modos de incluir a las Tecnologías de la Información y la Comunicación en nuestras propuestas didácticas son muchos y variados. Aquí les recomendamos solo algunos sitios web en los cuales podrán encontrar recursos, videos, herramientas así como comentarios o notas de debate y reflexión en torno al tema.

www.educared.org.arEducared es el sitio web de educación creado por la Fundación Telefó-nica. Está asesorado pedagógicamente por especialistas de primer nivel y sirve de contacto permanente, a través de noticias y novedades, en lo referido a educación y nuevas tecnologías.Contiene notas y entrevistas de interés, sugerencias y recursos para la inclusión de las nuevas tecnologías en las escuelas, espacios de inter-cambio para padres, alumnos y docentes. Asimismo, tiene secciones dedicadas especialmente al Nivel Inicial y a la integración e inclusión educativa.

www.docentesinnovadores.netDocentes innovadores es, fundamentalmente, un sitio para el intercambio de proyectos y experiencias educativas con integración de TICs. Docentes de Argentina así como de otros países de Latinoamérica socializan y com-parten sus experiencias subiéndolas a este sitio.Asimismo, contiene sugerencias para el uso de recursos de Internet así como tutoriales para aprender a incorporar cada vez más las herramientas informáticas a las propuestas de enseñanza.

www.educaguia.comEducaguia es un sitio Español, por lo que mucha de la información que allí se publica es referida a novedades, escuelas y cursos estrictamen-te de España. Sin embargo, allí se puede encontrar software, videos y demás recursos educativos interesantes para todos niveles y todas las áreas.

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www.educar.orgEducar es un portal latinoamericano que contiene recursos educativos así como materiales y textos sobre temas escolares.

Algunos sitios más para armar proyectos con TICsPara crear un BLOG Para hacer tu propia WEBQUEST

Artículos online sobre el uso educativo de nuevas tecnologías

Uso educativo de las webquestPara hacer un blog educativo30 actividades para utilizar las TICs en el aula

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