11. Reinos cristianos del VIII al X: primeros núcleos de resistencia

Por la rápida expansión musulmana, la población visigoda no dominada se replegó hacia las zonas montañosas del norte peninsular (Pirineos, Cordillera Cantábrica), donde forman núcleos de resistencia antiárabe. En el siglo VIII nacen como reinos el de Asturias y el de Pamplona, además de como condados el de Aragón y los catalanes. Se limitan a defender lo suyo, repoblar tierras de nadie en Galicia y la submeseta norte y parte del valle del Ebro y hostigar al enemigo mediante razzias que devastan cosechas. El avance cristiano (y la propia idea de Reconquista) llegará en el siglo XI, por la debilidad musulmana durante los reinos de Taifas.

El reino asturleonés dio sus primeros pasos con el visigodo Pelayo en la batalla (escaramuza) de Covadonga (722) pero sus verdaderos creadores fueron Alfonso I en el siglo VIII y Alfonso II y III en el IX, que comienzan a repoblar Galicia y la cuenca del Duero, abandonadas por los be-reberes, con gente del norte y mozárabes huidos del sur. Además, reafirman la independencia del reino liberándole del tributo a los musulmanes y lo organizan (primero en Oviedo y luego desde León) siguiendo el modelo visigodo (Fuero Juzgo, Aula Regia, rito mozárabe). En el siglo X, el poder califal y las razzias de Almanzor debilitan el reino, del que se desgaja el condado de Casti-lla con Fernán González.

El reino de Pamplona nace tras derrotar los vascones a los francos en Roncesvalles (778) y con la dinastía Jimena llega hasta el Ebro, llegando a incorporar el condado de Castilla y el de Aragón, que nace a comienzos del IX en torno a Jaca y hasta el XI no consigue su independencia como reino. Más al este, los condados catalanes nacieron a fines del IX con Borrel II, al desgajarse de la Marca Hispánica que habían creado los carolingios como frontera meridional de su Imperio.