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én Actos de Cuaresma y Semana Santa en Alcalá1 de marzo – MIÉRCOLES DE CENIZAReflexión de cuaresma a cargo de D. Miguel Soto García y Presentación del Cartel Oficial de Semana Santa 2017.21:00 h. Teatro Martínez Montañés

5 de marzoI Certamen Cofrade de Bandas “Dulce Nombre de Jesús”. Organizado por la Real Cofradía del Dulce Nombre de Jesús y Santa Caridad.12:00 h. Patio EEPP Sagrada Familia

10 de marzoVía Crucis de la Unión Local de Cofradías.20:30 h. Iglesia de El Salvador

11 de marzoPresentación CD “Pasión por Alcalá” de Agrupación Musical Nuestra Señora de las Angustias19:00 h. Teatro Martínez Montañés

Cultos en honor a Nuestro Padre Jesús en la Oración en el Huerto de los Olivos y María Santísima de la Esperanza.19:30 h. Iglesia de Consolación

18 de marzo Misa de la Real Cofradía del Dulce Nombre de Jesús y Santa Caridad y Solemne Besapie a Ntro. Padre Jesús Nazareno.19:30 h. Iglesia de Consolación

Noche de Lumbres y Tambores. Pasacalles de las Agrupaciones Musicales y bandas de la localidad por las calles del muni-cipio, visitando diferentes lumbres y casas de Hermandad en honor a San José.A partir de las 20:00 h.Calle Ancha, iglesia de Consolación, calle Abad Palomino y Parque de los Sauces.

24 de marzo Vía Crucis Cuaresmal con el Santísimo Cristo de la Misericordia.20:30 h. Convento de las Trinitarias. Fuente del Rey

25 de marzo Pregón del Costalero por parte de Rubén Pérez Pérez, organizado por la Cofradía de Penitencia de Jesús en la Oración en el Huerto de los Olivos y María Santísima de la Esperanza. 20:30 h. Convento de Capuchinos

31 de marzo1er día de Triduo de la Borriquilla.19:00 h. Iglesia de las Angustias

1 de abrilPuertas abiertas en la Casa-Museo de la Hermandad del Ecce-Homo.

2º día de Triduo de la Borriquilla.19:30 h. Iglesia de las Angustias21:30 h. Pregón de la Borriquilla. A cargo de David Jesús Vega Aranda

“Música hecha Oración II” por la Agrupación Musical Santísimo Cristo de la Salud20:30 h. Teatro Martínez Montañés

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eal. Jaén2 de abril – DOMINGO DE PASIÓNFestividad de la Hermandad del Ecce-Homo y Jesús en la Columna.12:00 h. salida e la procesión de casa de la Hermana Mayordoma (C/ Llanete Vilchez)

3er día de Triduo de la Borriquilla.12:00 h. Iglesia de las Angustias

Quinario dedicado a la Santa Mesa de los Apóstoles y la Santa Cruz de los Discípulos, del 2 al 6 de abril. 17:00 h. C/ Ramón y Cajal, 26

7 de abril – VIERNES DE DOLORESQuinario dedicado a las advocaciones de Jesús en la Columna y Ecce-Homo. Del 7 al 11 de abril a las 19:00 h. en casa de los Hermanos Mayordomos.

Pregón Oficial de Semana Santa 2017. A cargo de José Manuel Aguilera Carrillo.21:00 h. Teatro Martínez Montañés

9 de abril – DOMINGO DE RAMOSJunta General de la Hermandad de Penitencia de los Apóstoles y Discípulos de Jesús y Sorteo de la Santa Mesa de los Apóstoles y la Santa Cruz de los Discípulos.16:00 h. Iglesia de las Angustias

“Cabildo de Surtes” Junta General de la Hermandad del Señor del Ecce-Homo y Jesús en la Columna y elección de Her-manos Mayordomos y Providenciales. Gracias del gallardete, cuadros y láminas.20:00 h. Casa Hermandad del Ecce-Homo (calle Miguel de Cervantes nº 71).

10 de abril – LUNES SANTOOfrenda floral a Jesús en la Oración en el Huerto de los Olivos y María Santísima de la Esperanza. Desde las 10:00 h hasta las 14:00 h. en la iglesia de Consolación.

Diana de la Cofradía de Penitencia de Nuestro Padre Jesús en la Oración en el Huerto de los Olivos y María Santísima de la Esparanza, a cargo de la Agrupación Musical Virgen de la Esperanza.20:00 h. Iglesia de Consolación.

12 de abril – MIÉRCOLES SANTOOfrenda floral al Señor de la Humildad, Virgen de los Dolores y Nuestra Señora de la Soledad. 9:00 h. Iglesia de Consolación.

Ofrenda floral y besapie al Santísimo Cristo de la Salud.19:00 h. Iglesia de San Juan.

13 de abril – JUEVES SANTOOfrenda floral a Nuestro Padre Jesús Nazareno.9:00 h. Iglesia de Consolación.

14 de abril – VIERNES SANTODiana de la Hermandad del Señor del Ecce-Homo y Jesús en la Columna.6:00 h. Compás de Consolación.

16 de abril – DOMINGO DE RESURRECCIÓNAsamblea General de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno “Gallardete de Jesús” y sorteo de su titular.20:30 h. Casa de la Hermandad (C/ Ancha nº 48).

POR CONFIRMAR FECHASNovena de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno “Gallardete de Jesús” dedicada a su titular. 16:30 h. Casa del Hermano Mayor en C/ Uruguay nº4

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én Celebraciones litúrgicasde Semana Santa 2017

Día 9 de Abril: DOMINGO DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR10.00 h.: Misa en San Juan, en las Dominicas y en las Trinitarias.11.00 h.: Misa en la Parroquia de Santa Ana.11.30 h.: Misa y Bendición de Palmas en Santo Domingo de Silos y El Salvador.12.30 h.: Misa y Bendición de Ramos en Santa María la Mayor.20.00 h.: Misa en la Iglesia de San Antón.20.30 h.: Misa en la Parroquia de Santa María la Mayor.

Día 13 de Abril. JUEVES SANTO CELEBRACIÓN DE LA CENA DEL SEÑOR 18.00 h.: Parroquia de Santa Ana.18.30 h.: Iglesias de las Dominicas y de las Trinitarias.19.30 h.: Parroquias de Santa María la Mayor y Santo Domingo de Silos.20.00 h.: Parroquia de El Salvador.HORA SANTA23.00 h.: Santa María la Mayor, Santo Domingo de Silos y El Salvador.24.00 h.: Iglesia de las Dominicas e Iglesia de las Trinitarias

Día 14 de Abril. VIERNES SANTOCELEBRACIÓN DE LA PASIÓN DEL SEÑOR17.00 h.: Parroquia de Santa Ana17.30 h.: Parroquia de Santo Domingo de Silos e Iglesias de las Dominicas y de las Trinitarias. 18.00 h.: Parroquia de El Salvador.19.00 h.: Parroquia de Santa María la Mayor.OTRAS CELEBRACIONES22.00 h.: Adoración de la Cruz en la Iglesia de las Trinitarias.

Día 15 de Abril. SÁBADO SANTOVIGILIA PASCUAL21.00 h.: Parroquia de Santa Ana e Iglesias de las Dominicas y de las Trinitarias. 23.00 h.: Parroquias Santa María la Mayor, Santo Domingo de Silos y El Salvador.

Día 16 de Abril. DOMINGO DE RESURRECCIÓNMISAS DEL DÍA DE PASCUA DE RESURRECCIÓN 10.00 h.: Iglesias de las Dominicas e Iglesia de las Trinitarias.10.30 h.: Parroquia de El Salvador. A continuación Procesión de Cristo Resucitado.11.30 h.: Parroquia de Santo Domingo de Silos.20.00 h.: Iglesia de San Antón.20.30 h.: Parroquia de Santa María la Mayor.

Nota: No habrá Misa por la mañana en Consolación y por la tarde en El Salvador.

*En el Salvador:Lunes a sábado, Oración de Laudes a las 9 de la mañana.

Celebraciones de la Penitencia:San Antón, 4 de abril (20.30 h.).Santa Ana, 5 de abril (18:00 h.).

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Con todo mi afecto, y también con una clara intención pastoral, me dirijo a cuantos les puedan interesar estas palabras del Obispo y, en especial, a los que me leáis desde las Hermandades y Cofradías de nuestra Diócesis de Jaén. Soy muy consciente de que mucho de lo que se va a recoger en esta publicación, que seguramente irá encabezada por esta carta mía, se va a referir a las advocaciones que veneráis y que en los días de Semana Santa acompañaréis en los desfiles procesionales por las calles de nuestras ciudades y pueblos. Cuando leo con afecto los escritos de años anteriores, que ya me habéis hecho llegar, re-cojo las referencias que hacéis a los preciosos detalles con los que contempláis y cuidáis el servicio de culto público a las imágenes, que especialmente os corresponde en la vida de la Iglesia. Todo lo que he podido leer se refiere a esos pasos procesionales que tenéis la suerte de venerar, seguramente desde vuestra más tierna infancia. Por eso, mi punto de partida en esta carta insisto en que es de aprecio y respeto por lo que haréis en los días santos de pasión en torno a la devoción al misterio de Cristo y de su Santísima Madre.

En los días santos en los que se concentra vuestra actividad, y en especial en el triduo santo, celebramos, como sabéis muy bien, el recorrido de Jesús desde que llegó a Jerusalén hasta que, tras resucitar y dejar la tumba vacía, vive ya en nosotros, en cada corazón creyen-te y en cualquier lugar del mundo en el que se cree en él. Todo el contenido de la Pasión, narrado en los Evangelios, va a ser mostrado en las catequesis que tan bella y devotamente vais a componer al servicio de la fe por las calles de nuestra geografía creyente de nuestra Diócesis de Jaén.

Por vosotros, el misterio de la Pasión de Cristo va a caminar entre las casas de cuantos viven en este mar de olivos, para que resuene la fe en la vida y los corazones de cuantos lo contemplen. Por eso, hay un motivo especial que os ha de llenar de alegría y vitalidad espiritual a las Hermandades y Cofradías: saber que muchos esperan emocionados la salida de estas imágenes a la calle e intuir que quizás suceda algo maravilloso en la vida de esa gente sencilla y abierta al misterio de Cristo, que encuentren la fe que no ha dejado de llamear en sus corazones. De este modo cumplís el mandado misionero del Señor: El “id” que Jesucristo les pide a sus apóstoles, es el mismo que os mueve a todos vosotros a esta salida a la calle, que son los desfiles procesionales.

Como sabéis muy bien, “salir a la calle y adentrarse en las periferias existenciales” es una expresión que está utilizando mucho el Papa Francisco para la Iglesia de nuestro tiempo, que vive hoy con especial responsabilidad el mandato misio-nero de Cristo. Esta invitación os ha de sonar muy bien y la habéis de escuchar como dirigida especialmente al mundo cofrade. Por vuestra parte, habréis de procurar que la intención con la que preparáis y cuidáis la Semana Santa en cada uno de sus desfiles procesionales ha de coincidir con la del Papa: será para salir a la calle a anunciar a Jesucristo, sabiendo decir, sobre todo con el testimonio de nuestra propia vida, que Él es la razón de vuestra alegría. Como yo mismo os decía no hace mucho, en la carta pastoral que os dirigí, escrita con mucho cariño y con una profunda confianza en que iba a ser escuchado y seguido: convertíos en animadores del sueño misionero de la Iglesia de llegar a todos.

No os olvidéis nunca de que lo único que le da verdadero sentido de la devoción a nuestras imágenes, lo que verdade-ramente las ha puesto en nuestro corazón creyente, es la fe de cuantos las veneramos como un reflejo del amor de Dios y del corazón entrañable de Cristo. Las imágenes nos cautivan por el misterio que representan y son siempre una invitación a entrar en contacto personal con ese misterio, hasta el punto de hacerlo vida, conscientes de que, una vez que entramos en él, “ya no soy yo, es Cristo quien vive en mí”, como nos recuerda con tanta pasión creyente San Pablo.

Por eso, el testimonio que se deriva de lo que hacemos en nuestras Hermandades y Cofradías sólo puede tener su raíz en nuestra fe y en nuestra coherencia cristiana como hijos de la Iglesia. Hemos de mostrar la fe que cultiváis en la Euca-ristía del domingo; la que alimentáis en la escucha de la Palabra de Dios; la que le mostráis a vuestros hijos e hijas en su educación cristiana; la que anunciáis a quien quiera escucharos o la que defendéis, si fuera preciso, ante los demás; la que renováis cada vez que reconocéis a Cristo en los pobres y marginados del mundo. Esa es la fe que los cofrades cultivan en sus parroquias, en las que sois cristianos activos, comprometidos y ejemplares. Es en las parroquias donde cultiváis vuestra vida cristiana.

Cada vez que os preguntéis por qué sale Cristo a la calle, por qué lo ponéis sobre vuestros hombros, por qué cuidáis que todo sea digno y sobrio en los desfiles procesionales, recordad que en cada una de vuestras acciones y gestos se manifiesta un misterio tan maravilloso, al que sólo se puede servir de verdad por la fe. La fe es el verdadero motor de nuestra Semana de Pasión. La fe en el Misterio Pascual de Jesucristo es el tesoro de la Iglesia.

Os deseo a todos una Semana Santa giennense, vivida desde el más profundo agradecimiento a Dios por lo que hace por nosotros, desde una piedad sencilla, desde una oración fervorosa, desde una conversión del corazón, y sin olvidarnos, desde luego, de una profunda caridad, que nos lleve a ver y también a acompañar a Jesucristo en su identificación con los pobres.

Con mi afecto y bendición.Amadeo Rodríguez Magro

Obispo de Jaén

Ante la próxima Cuaresma

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Una año más, queridos fieles cristianos, cofrades y demás lectores de este programa de Semana Santa, me dirijo a vosotros desde estas páginas que anuncian la conmemora-ción del acontecimiento más importante para los cristianos: la muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, según se celebra en esta ciudad de Alcalá la Real.

Junto a la cruz de Jesús estaba su Madre, nos dice el evangelio de san Juan. Y en esta ocasión, al confeccionar este programa se ha querido que sea María, la Madre del Señor, la protagonista de la mayoría de los artículos que lo componen, de tal forma que podemos afirmar que ella es el “hilo conductor” que une las páginas de esta publicación.

Queda en nuestro recuerdo el eco de la Magna Exposición Mariana que tuvo lugar la pasada Cuaresma con motivo del año jubilar de la Misericordia. Aquellos días pudimos contemplar como nunca antes, la imagen de la Virgen en sus variadas advocaciones alcalaínas ofreciéndonos una estupenda catequesis plástica sobre María como Madre de Misericordia.

Ella es la que siempre dirige nuestra mirada hacia su Hijo Jesucristo porque él es el verdadero sentido y centro de su vida como cualquier hijo lo es para su madre, pero además, ella es la Madre de Dios y por eso podemos decir que su maternidad la hace misionera de la fe: llevándonos hasta su Hijo, nos acerca Dios.

Pero no solo eso, María al pie de la cruz como la contemplamos en la pasión del Se-ñor, nos entrega a su Hijo, uniendo entonces el sacrificio de madre al sacrificio redentor de Cristo en la cruz. También será él, el Señor, el que nos la entregue a ella, todo cuanto en ese momento supremo le queda, para que en adelante sea nuestra madre y así la po-damos invocar en los avatares de nuestra vida.

En estos días de Semana Santa podremos ver su imagen dolorosa que acompaña a Cristo en el camino de la Cruz. Ahí nos muestra también que en el dolor y en el sufri-miento, en nuestras cruces de cada día la vamos a tener como compañera de camino y su misión va a ser llevarnos de la mano hasta el conocimiento y el amor de Dios.

Desde que su Hijo Jesucristo nos la dejara como Madre, ella es también modelo para el cristiano. Así como ella hace, también sus hijos tenemos una importante misión en nuestra sociedad, la de llevar la alegría y la esperanza que nos aporta la fe a todos aquellos que necesitan, a veces sin buscarla, una palabra de aliento en su vida.

Que los cofrades, como buenos hijos de María y de la Iglesia, sepáis dar testimonio de fe en estos días de cuaresma y Semana Santa de la alegría pascual de Cristo Resucitado.

Juan Ramón Gómez López, Párroco de Santa María la Mayor.

Consiliario de la Unión Local de Cofradías de Alcalá la Real

Saluda del Consiliario

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Estimados hermanos cofrades de las distintas cofradías y hermandades y ciudadanos de Al-calá la Real, nos encontramos en una de las épocas del año más entrañables para los cristianos, vamos a conmemorar la pasión, muerte y resurrección de nuestro señor Jesucristo. Estamos en tiempo de Cuaresma y eso quiere decir que, desde el comienzo de ella, se va notando cada vez más actividad entorno a las cofradías y hermandades, preparando y organizando cada uno de sus actos y procesiones para que sus titulares brillen con luz y esplendor por las calles de Alcalá.

Atrás hemos ido dejando infinidad de actividades que llenan de esplendor la cuaresma, pregones, viacrucis, besamanos etc, para llegar al final de esta y adentrarnos en la semana de pasión. Empezamos el domingo con la entrada de Jesús en Jerusalén, para después en un pequeño receso de lunes, llegar al martes contemplando a Jesús orando en el Huerto de los Olivos, miércoles apasionante y nocturno con el vía crucis por los arrabales de la mota, el jueves podremos contemplar a Jesús en el lavatorio de los pies a los apóstoles para después ser juzgado, condenado y azotado. Así llegamos al viernes, con una mañana muy intensa, donde podremos ver juntos al Galladardete de Jesús, el Ecce Homo con su lamina, los apóstoles, la mujer Verónica, San Juan y Jesús portando la cruz. Pero la tarde noche no se queda atrás, don-de ya podremos admirar las imágenes de Jesús crucificado en la cruz, acompañado de su madre la Virgen María con su hijo ya muerto en sus brazos, para acabar una noche en silencio rota por el paso de las cadenas, para acompañar al Santo Entierro. Tras un día de rezo y reflexión, llegamos a la alegría de ver como Jesús ha vencido a la muerte y resucita para llenarnos de gozo y felicidad.

La semana Santa de Alcalá, declarada de interés turístico e integrada también en Caminos de pasión, tiene un toque especial, como mágico, que nos diferencia del resto de localidades de Andalucía. Esto se puede contemplar en nuestros pasos procesionales, que conjugan la tradición con cofradías muy antiguas, de varios siglos de existencia, las cuales mantienen sus actos tradicionales y los siguen expresando, y las de más reciente creación que creando y apor-tando nuevas ideas, se integran completamente en nuestra semana de pasión, dando empuje y fortaleza a esta.

Este año me gustaría vivir la Semana Santa con un toque especial y diferente a otras, pues como Presidente de la Unión Local de Cofradías y Hermandades, en mi primer año quisiera integrarme y vivir a fondo con todas las cofradías de pasión estos días tan emotivos. Quiero también dar ánimo a todos para que sigan trabajando y luchando por enriquecer y fortalecer nuestra Semana Santa, en especial quiero dar apoyo y animo a los grupos jóvenes, que poco a poco se están formando en las diferentes cofradías y hermandades, para que con su ilusión sigan apostando para que nuestra cultura cofrade no decaiga.

También quiero agradecer a todos los que componen la Unión Local por el buen hacer, apoyo y trabajo del día a día, ayudando a fortalecer y mantener las relaciones entre todos, con la creación de actividades que nos mantengan unidos para trabajar por la caridad, y así demostrar con fe y devoción que, al fin y al cabo, todo esto es porque nos mueve el día a día siguiendo el camino que Jesús y la Virgen maría han marcado para que nosotros continuemos sus pasos.

Ya solo me queda agradecer al Excelentísimo Ayuntamiento de Alcalá la Real, por el apoyo y colaboración que presta a esta Unión Local y a todos sus miembros, para que se puedan reali-zar todas las actividades y procesiones que durante todo el año se llevan a cabo para enriquecer y exportar nuestra cultura y costumbres.

Por último, sólo quiero desear que estos días nos llenen a todos de felicidad, fe y pasión para así poder transmitir el amor por seguir a Nuestro Señor Jesucristo y su madre la Virgen María.

Antonio Hidalgo RuedaPresidente de la Unión Local de Cofradías y Hermandades

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Me corresponde escribir una breve reseña del pregonero de la Semana Santa de Alcalá la Real 2017, lo que hago con enorme satisfacción, orgullo y alegría, al tratarse de José Manuel Aguilera Carrillo, mi hermano de sangre, amigo y con-fidente.

Nace y se cría en el seno de una familia numerosa de nueve hermanos, en la calle Antón Alcalá del popular y castizo barrio alcalaíno de la Tejuela.

“Fe, tradición familiar y compromiso”, son los signos más relevantes del excelente currículo de nuestro pregonero. Cristiano-cofrade y rociero, sobre todo “mariano”, que tiene muy claro que “María es siempre el camino que conduce a Cristo” (Pablo VI). Devoto de María en cualquiera de sus advocaciones, aunque tiene un sentimiento especial por la Mo-renita, de larga tradición familiar, y una profunda devoción por la Virgen del Rocío, que comparte con su esposa Patricia y sus hijas Rocío y Carla, habiendo ostentado distintas responsabilidades en la Hermandad rociera alcalaína, destacando la de Vicepresidente y Hermano Mayor de Romería.

La primera cofradía en la que se inscribe como hermano, por voluntad e iniciativa propia, siendo un niño, es la Cofra-día del Dulce Nombre de Jesús y Santa Caridad, habiendo sido su Hermano Mayor en 2014 y 2015. Nuestro pregonero tiene muy en su corazón ser devoto del Dulce Nombre de Jesús, Jesús nazareno, que recorrió el mundo con el peso de la cruz de la salvación para todos. Pero, fiel al significado de la Santa Caridad, no entiende las cofradías sin que vayan intrín-secamente unidas a la Caridad.

Como cofrade, es importante resaltar que se inicia precozmente en el nuevo movimiento cofrade de los años ochenta del siglo pasado. Su formación cofrade como miembro de estas nuevas generaciones muestra ángulos diversos que los de-finen como el cofrade ideal: con su participación musical, supo redoblar el tambor con la Morenita alcalaína, o integrarse de joven en las distintas bandas de cornetas y tambores y agrupaciones musicales que surgieron en aquellos momentos de renovación cofrade; no eludió responsabilidades en los cargos directivos en distintas corporaciones, creando espíritu participativo en el mundo cofrade con sus aportaciones muy certeras en la Agrupación de Cofradías. Conciliador y me-diador entre cofrades o cofradías, proponiendo actividades de fraternidad, desde la colaboración eclesial, para vivir la obra colectiva desde la unidad y verdadera hermandad, evitando cualquier cosa que no agradara a ese Jesús compartido y lleno de amor.

Nuestro pregonero es un eslabón del mundo cofrade alcalaíno representado por su propia familia, muy ligada a la renovación de las cofradías y al mantenimiento de los lazos con los antepasados, que dejaron la antorcha de la auténtica devoción y prácticas cofrades.

Su pregón será sin duda un girón de su piel arrancado, palabra por palabra, de su fervor y su pasión por Jesús y María; de cómo los alcalaínos viven y celebran la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo, pero también será la experiencia de su encuentro personal con Jesús a través de María.

Y no le es ajeno el ejercer la oratoria en pregonar para hacerlo de la Semana Mayor; ha sido presentador de otros pre-goneros, tiene un verbo versátil y muy caliente a la hora de expresar su cristianismo. Y este año, en la noche del pregón de Semana Santa de 2017.

Antonio Isidoro Aguilera Carrillo

Nuestro Pregonero. José M. Aguilera Carrillo

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Salida procesional: 18,00 h. Iglesia de las Angustias1. Calle Angustias 2. Miguel de Cervantes 3. Álamos 4. (5 y 6) Paseo de los Álamos 7. Pradillo 8. Veracruz 9. Carrera de las Mercedes 10. General Lastres 11. Casas de enfrente 12. Alonso Alcalá 13. Ayuntamiento 14. General Lastres 15. Angustias, hasta su templo

Cofradía de la Entrada de Jesúsen Jerusalén y Nuestra Señorade la Estrella “La Borriquilla”

Recorrido

Salida procesional: 20,00 h. Iglesia de Consolación1. Consolación 2. Compás de Consolación 3. Carrera de las Mercedes 4. Alonso Alcalá 5. Plaza del Arcipreste de Hita 6. Ayuntamiento 7. General Lastres 8. Angustias 9. Veracruz 10. Carrera de las Mercedes 11. Santo Domingo 12. Horno (Antón Alcalá) 13. Gala (Guardia Castellano) 14. Tejuela 15. Compás de Consolación. A su templo.

Cofradía de Penitencia de Nuestro Padre Jesús en la Oración en el Huerto de losOlivos y María Santísima de la Esperanza

Recorrido

Domingo de Ramos

Martes Santo

Estaciones: 1. San Blas 2. Antigua Cruz del Cristo de la Piedra 3. Parque de la fortaleza de la Mota 4. Junto al Pósito 5. El Albaicin 6. Plaza Baja 7. Junto a la alcazaba 8. Pórtico Santa María la Mayor 9. Capilla del Deán 10. Puerta de la Imagen 11. Puerta de las Lanzas 12. Espaldas antiguo convento de La Trinidad 13. Interior del convento de la Trinidad 14. Detrás de la iglesia de San Juan.

Vía Crucis. Hermandad del Santísimo Cristo de la Salud

Recorrido

Miércoles Santo

Besapie: 19 h. en la iglesia de San Juan.Salida: 21 h. desde la iglesia de San Juan.

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19.00 h. C/ Ramón y Cajal, 26 hasta iglesia de las Angustias para la misa. Seguidamente de esta, se traslada a Consolación para unirnos a la procesión.Recorrido: Traslado de la Mesa y Santa Cruz: C/ Ramón y Cajal y C/ Angustias. Celebración de la Eucaristía. Traslado hasta la iglesia de Consolación. Recorrido con el resto de Hermandades de la tarde del Jueves Santo.La mañana del Viernes Santo, los Apóstoles acompañan a Nuestro Padre Jesús Nazareno.

Hermandad de Penitencia de los Apóstolesy Discípulos de Jesús

Recorrido

Muy Antigua Hermandaddel Señor de la Humildady María Santísima de los Dolores

Salida procesional: 21,00 h.Iglesia de Consolación1. Real. 2. Martínez Montañés. 3. Miguel de Cervantes. 4. Álamos.5. Carrera de las Mercedes.1. A su templo

Recorrido

Jueves Santo

Jueves Santo

Desde la casa del hermano mayor (viernes): 09,45 h.Salida lámina del ECCE-HOMO1. Llanete Vílchez. 2. Tejuela. 3. Consolación. A continuación se une al itinerario oficial

Desde la casa del hermano mayor (jueves): 20,30 h.1. Puerto. 2. Abu Yafar. 3. Abad Palomino. 4. Martínez Montañés. 5. Compás de Consolación.

Hermandad del Señor delEcce-Homo y Jesús en la Columna

Recorrido

Jueves y Viernes Santo

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Salida: 08,30 h. desde casa del Hermano Mayor Depositario. 1. Uruguay 2. República Argentina 3. Alfonso XI 4. Isabel

la Católica 5. Avda. de Andalucía 6. Álamos. 7. Carrera de las Mercedes. 8. Iglesia de Consolación, incorporándose después al itinerario general de la Estación de Penitencia de la mañana del Viernes Santo. Vuelta: 1. Real 2. Llana 3. Cronista Benavides Luna 4. Cronista Utrilla Serrano 5. López de Haro 6. República Argentina 7. Uruguay.

Hermandad de Nuestro Padre JesúsNazareno “Gallardete de Jesús”

Recorrido

Viernes Santo por la mañana:La Mujer Verónica sale a las 9,00 horas de su ermita en el paraje de los Llanos, siguiendo su itinerario por las calles Verónica, Corredera y Utrilla hasta la Iglesia de Consolación.

Oficial: A las 11,00 horas, salida de la Iglesia de Consolación de los Pasos de Jesús Nazareno, Madre de Dios del Rosario, San Juan Evangelista y Mujer Verónica, para iniciar el recorrido por las calles 1. Real. 2. Rosario. 3. Veracruz. 4. Carrera de las Mercedes. 5. A su Templo, aproximadamente sobre las 15,00 horas.

Real Cofradía del Dulce Nombrede Jesús y Santa Caridad

Recorrido

Viernes Santo (mañana)

Viernes Santo (mañana)

Salida procesional: 19,30 h.Iglesia de las Angustias1. Angustias (Encuentro con el Santísimo Cristo de la Salud a las 19:45 h.) 2. Veracruz 3. Carrera de las Mercedes 4. General Lastres 5. Ayuntamiento 6. Alonso Alcalá 7. Carrera de las Mercedes 8. Real (Despedida con el Stmo. Cristo de la Salud) 9. Martínez Montañés 10. General Lastres 11. Angustias.

Cofradía de Nuestra Señorade las Angustias

Recorrido

Viernes Santo (tarde)

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Acto de las Siete Palabras: 18:30 h.Salida procesional: 19,00 h.Iglesia de San Juan

1. Placeta de San Juan. 2. Rosario. 3. Veracruz. (Encuentro con la Virgen de las Angustias a las 19,45 h. en las esquinas de calle Veracruz y Angustias) 4. Carrera de las Mercedes. 5. General Lastres. 6. Plaza Arcipreste de Hita. 7. Alonso Alcalá. 8. Carrera de las Mercedes. 9. Real. (Despedida con la Virgen de las Angustias 22:45 h.) 10. Rosario 1. Placeta San Juan

Hermandad del SantísimoCristo de la Salud

Recorrido

Salida procesional: 24,00 h.Iglesia de Consolación1. Carrera de las Mercedes. 2. Alonso Alcalá. 3. Plaza del Ayuntamiento. 4. General Lastres.5. Angustias6. Miguel de Cervantes. 7. Álamos. 8. Carrera de las MercedesA su Templo 2,00 h.

Santo EntierroRecorrido

Viernes Santo (tarde)

Viernes Santo (noche)

Eucaristía: 10:30 h. Salida procesional: 11:30 h. Iglesia de El Salvador1. Avda. de Iberoamérica. 2. Bolivia.3. México. 4. República Argentina.5. Alfonso XI. 6. Isabel la Católica. 7. Avda. de Andalucía 8. Miguel Hernández 9. Paseo de los Álamos 10. Carrera de las Mercedes. 11. Iglesia de Consolación.

Procesión Oficial de Cofradías yHermandades de Pasión y Gloria.Cristo Resucitado

Recorrido

Domingo de Resurrección

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COFRADÍA DE LA ENTRADA DE JESÚS EN JERUSALÉN Y NUESTRA SEÑORA DE LAS ES-TRELLAEstrenos: Manto de salida de Nuestra Señora de la Estrella, bordado por Pedro Gálvez Ramírez. Cande-laria paso misterio.

COFRADÍA DE PENITENCIA DE NUESTRO PADRE JESÚS EN LA ORACIÓN EN EL HUER-TO DE LOS OLIVOS Y MARÍA SANTÍSIMA DE LA ESPERANZA.Estreno de cuatro ciriales y pértiga en madera tallada realizados en los talleres de los hermanos Cubero de Priego de Córdoba. Estreno de cinco dalmáticas para el cuerpo de acólitos y cuatro nuevos trajes para el cuerpo de niños monaguillos. Nueva saya para Ma-ría Stma. de la Esperanza realizada aplicación en oro fino sobre tisú de plata, realizada y diseñada por el granadino Álvaro Abril Vela. Estreno de un nuevo Banderín-Insignia para el nuevo Grupo Joven de la Cofradía, realizado en aplicación de oro sobre tercio-pelo verde.

HERMANDAD DE PENITENCIA DE LOS APÓSTOLES Y DISCÍPULOS DE JESÚS:Estrenos: Mantel de la Mesa. Enaguas de la mesa chi-ca. Trajes de la cuadrilla de tambores de los Discípu-los. Pareja de dalmáticas de acólitos turiferarios.Restauraciones: Comienzo del proyecto restauración de los rostrillos de los Apóstoles.

REAL COFRADÍA DEL DULCE NOMBRE DE JESÚS Y SANTA CARIDAD.Estrenos: La Madre de Dios del Rosario contará con el acompañamiento musical de la A.M. ‘Exoche’ de Órgiva.

HERMANDAD DEL SANTÍSIMO CRISTO DE LA SALUDEstrenos: Finalización de la talla del paso. Cuatro án-geles pasionarios para la delantera del paso. Dos reli-carios de orfebrería para el paso. Dorado de las cua-tro capillas que rematan los ciriales y policromado de los evangelistas que se encuentran en dichas capillas

COFRADÍA DE NUESTRA SEÑORA DE LAS ANGUSTIASEstrenos: Parihuela de madera de 7 trabajaderas y primera fase del paso, canastilla en ebanistería, reali-zado en el taller sevillano de Manuel Guzmán.

UNIÓN LOCAL DE COFRADÍASEstrenos: Recorrido de la procesión

Novedades, adquisiciones y restauraciones

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Sumario del Anexo sobre las imágenes alcalaínas de los Dolores0. Portadilla (Juan Emilio Murcia Serrano) y Sumario.1. María en sus misterios dolorosos (Cronista Oficial).2. Imágenes que desfilan en Semana Santa:

2.1. Nuestra Señora de la Estrella (Raúl López).2.2. Virgen de la Esperanza (José Parra).2.3. Virgen de los Dolores (Domingo Murcia).2.4. Madre de Dios del Rosario (Jesús Castillo y Raúl López).2.5. Nuestra Señora de las Angustias (Francisco Toro).2.6. Nuestra Señora de la Soledad (Cronista).2.7. Virgen de los Dolores, de Mures (D.M.R.).

3. Otras imágenes de Dolorosas.3.1. En Santa Ana:

3.1.1. Virgen de las Angustias (Jesús Castillo).3.1.2. Gallardete de los Dolores (Domingo Murcia).

3.2. En el convento de Nuestra Señora de los Remedios (Trinitarias):3.2.1. Dolorosa de Francisco Enríquez (Domingo Murcia).3.2.2. Dos cuadros sobre la Virgen de las Angustias (D. Murcia Rosales).

3.3. En el convento de la Encarnación (Dominicas):3.3.1. Dolorosa (Francisco Martín).3.3.2. Otras imágenes de la Virgen de los Dolores en la clausura (F. Martín).3.3.3. Virgen de la Paloma (Domingo Murcia).3.3.4. Cuadro de la Dolorosa del refectorio (D.M.R.).3.3.5. La Virgen de los Dolores ante el Cristo yacente (D. Murcia).

3.4. En la iglesia de Nuestra Señora de Consolación:3.4.1. Virgen Dolorosa del retablo de Jesús Nazareno (F.M.R.)3.4.2. Dolorosa de la capilla del Calvario (Francisco Martín).3.4.3. Dolorosa del ático del retablo mayor (F. Martín Rosales).3.4.4. Mater Dolorosa (Domingo Murcia).3.4.5. Virgen de los Dolores, en el retablo del Perpetuo Socorro (D. Murcia).3.4.6. Vidriera con la Virgen de los Dolores (Domingo Murcia).

4. Orfebrería:4.1. Algunas coronas y enseres (Luis Sanjuán Monforte).

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Como estaba programado desde el pasado año, hemos querido dedicar en éste una monografía alcalaína de María en sus misterios dolorosos.

Curiosamente, hay que partir de una realidad evidente: la figura de la Madre de Jesús no es muy nombrada en los evangelios. Para esta ocasión nos quedamos con las escenas de la Crucifixión citadas por san Juan (19,25), que sitúan a la Virgen al pie del madero: “Estaban junto a la cruz de Jesús su Madre y la hermana de su Madre, María la de Cleofás, y María Magdalena. Jesús viendo a su Madre y al discípulo a quien amaba, que estaba allí, dijo a la Madre: Mujer, he ahí a tu hijo. Luego dijo al discípulo: He ahí a tu Madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.”

Dicho esto se comprende que en los primeros siglos del Cristianismo, teólogos y eruditos, religiosos y místicos, divulgaran un paralelismo entre el Hijo y la Madre, que resolviera de alguna manera las carencias aludidas.

De esta forma defendieron la concordancia entre la pasión de Cristo y la compasión de María. A las siete estaciones del camino del Calvario correspondían los siete dolores de la Virgen. A las cinco heridas del Señor, las cinco espadas (luego siete), que atravesaban el corazón de Nuestra Señora… “Es indudable el dolor de María ante la injusta condena, pasión y muerte de su Hijo. Un dolor que ella vivió y afrontó con la fe que vivió toda su vida, pero, al fin y al cabo, dolor de Madre.”

El punto de partida del culto a la Santísima Virgen fue el Concilio de Éfeso (año 341), en el que se la proclamó Santa y Madre de Dios, aunque ya existían comunidades que defendían aquel principio dogmático.

El culto a María se extendió en los siglos posteriores. Por nuestra conveniencia aludimos a los que propagaron los servitas, que se consagraron al culto de la Virgen Doliente.

Esta expansión progresiva supuso nuevos pasos en el culto a Nuestra Señora: se estableció la fiesta septembrina de los Siete Dolores y se declaró el mes de mayo como mes mariano por excelencia. Ambas realizaciones fueron un momento importante para el culto a la Virgen.

En el medioevo, con tantos visos de patetismo y con sus manifestaciones artísticas, contribuyó a dedicar un amplio espacio a la Virgen Dolorosa. Podríamos dividir estas manifestaciones en varios apartados:

a) María, tras el entierro de Jesús, que suponía dos opciones: la Piedad y los Dolores.b) María sola al pie de la cruz (Stabat Mater), o acompañada y desvanecida en los brazos de san Juan y las Santas Mujeres.Permítanme los lectores desarrollar más ampliamente estos títulos.

Virgen de la Piedad, conocida también como Angustias. Se compone de dos personajes: Jesús muerto y desclavado de la cruz. María lo sostiene en el regazo. A veces algunos artistas le añadieron otros personajes, pero casi siempre se encuentran solos, dando más poder emotivo, más dramatismo al tema. En alemán, la Pietá o Piedad, se titula Vesperbild, o sea, la hora de las vísperas, momento del descendimiento, que corresponde a la escena representada.

El tema de la Piedad tampoco aparece en los evangelios. Realmente es una imaginación mística que surgió en el siglo XIV, en algunos santos y eruditos. Es obligado citar al Seudo Buenaventura, al beato Enrique de Berg y a santa Brígida de Suecia. De estas revelaciones tomaron nota los artistas, que realizaron las primeras obras con este tema.

En Alemania esta creencia se había extendido a partir de 1320. En Francia, por su parte, se propagó con cofradías dedicadas a Nuestra Señora de la Piedad. Algunas capillas empezaron a decorarse con este tema. Así pues, Alemania y Francia fueron las primeras en aceptar esta advocación de la Piedad o Angustias.

Con la evolución del tema se crearon dos variantes iconográficas: Cristo sobre las rodillas de María (siglos XIV y XV), y Cristo extendido a los pies de la Virgen, con la cabeza apoyada en sus rodillas (siglo XVI).

Virgen de las Siete Espadas, de los Dolores, o Soledad, típicamente española.María queda sola con su dolor, después de dar sepultura a Jesús. Son características generales las manos juntas y gruesas

lágrimas. Otra, la espada atravesando el pecho, basándose en la profecía de Simeón, cuando Jesús fue presentado en el templo de Jerusalén (Luc. 2, 35).

De una espada se pasó a siete. Se pretendía una oposición a los Siete Gozos de María. Éstos habían aparecido en el siglo XIII, siendo los servitas quienes más los divulgaron.

La devoción a los Siete Dolores partió del sínodo de Colonia (1423), con la fiesta de las Angustias. En el XIV todavía per-duraban los Cinco Dolores de María. ¿Y cuáles son estos siete dolores? Pues tres son relativos a la infancia de Jesús, y cuatro a su pasión. Así:

1. Profecía de Simeón en la Circuncisión.2. Huida a Egipto.3. Jesús perdido en el templo.4. Cristo con la cruz a cuestas, camino del Calvario.5. Crucifixión.6. Descendimiento.7. Entierro del Señor.

1. María en sus misterios dolorosos

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énEstos dolores se representan en las obras de arte, en un lenguaje plástico metafórico: son las siete espadas clavadas en el pecho

de la Madre. Siete significa totalidad, y total, grande, inmenso el dolor que sufrió María en lo más íntimo de su ser (su corazón).Otros datos que nos interesan son: la iconografía de las Siete Espadas, que se utilizaba en Flandes a finales del XV. En Brujas

se fundó la primera cofradía de los Dolores a finales del mencionado siglo.En el arte hubo diversas formas de incorporar las siete espadas. Muy original fue aquella de ilustrar los tondos (empuñaduras)

con alusiones decorativas sobre los dolores de la Virgen.

La Stabat Mater al pie de la cruz, aparece casi siempre con grupos diversos de dos, tres, cuatro o más personajes, testigos de la muerte del Salvador.

Reflejando este momento, el franciscano Jacopone di Todi compuso la famosa endecha: Stabat Mater Dolorosa / Juxta crucem lacrimosa / Dum pendebat filius. (“Estaba la Madre dolorosa, de pie junto a la cruz, lacrimosa, mientras pendía el Hijo.”).

Tras el Stabat Mater se representó a María desfalleciendo o cayendo en los brazos de san Juan, o de las Santas Mujeres, tema que fue muy discutido, como ya hemos escrito.

María en sus misterios dolorosos está bien representada en obras de arte de Alcalá la Real, en iglesias y conventos, en casas particulares y en colegios cristianos. Y especialmente en sus cofradías y hermandades, que en sus desfiles procesionales la mues-tran como Dolores, Angustias o Soledad. Basta con ver detenidamente los capítulos que siguen.

En las reseñas, hemos esquematizado el trabajo en cuatro grandes apartados. A ellos les remitimos. Estamos convencidos que no está todo lo que existe del tema, unas veces por nuestra torpeza y limitaciones, otras por la colaboración que esperábamos y nunca llegó. En cualquier caso, nos sometemos a la crítica, que deseamos sea constructiva y enriquecedora.

CRONISTA.

2.1. Nuestra Señora de la EstrellaLa Virgen de la Estrella representa la advocación mariana más contem-

poránea de Alcalá la Real, sin precedentes en la historia de nuestra localidad. Actualmente es cotitular de la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén, popularmente llamada “La Borriquilla”. Ésta nació en el año 1982, como filial de la de Ntra. Sra. de las Angustias. Con carácter de asociación infantil y juvenil, su principal misión era la de educar a los cofrades desde niños, creando una cantera en la que ellos, los niños, eran los protagonistas al igual que sus mayores, organizándose, reuniéndose, con cargos de responsabilidad como el de hermano mayor y sacando a su titular en procesión. Hasta que en el año 2003, siendo hermano mayor Fco. Javier Nieto Rosales, un grupo de jóvenes cofrades con iniciativa y compromiso, llevados por la Fe, toma-ron las riendas de dicha Cofradía, suponiendo una completa revolución tan-to en su estructura interna como iconográfica. De todo ello destacaremos su establecimiento como grupo parroquial y adecuación de su junta de gobier-no conforme a cualquier otra hermandad, con miras a una futura erección canónica como cofradía independiente, la renovación de sus andas por un paso de misterio, por el que trabajaron muy duro hasta verlo completado con las cinco imágenes que acompañan al titular, la restauración y conver-sión a imagen de vestir del mismo, la unificación de cuadrillas de costaleros en una sola cuadrilla mixta… etc.

Obra del escultor cordobés José Antonio Cabello Montilla, realizada en el año 2006, la imagen de la Virgen de la Estrella llegó a nuestra localidad en otoño de ese mismo año, por encargo particular de Pedro Gálvez Ramírez, el cual fue hermano mayor de la cofradía en el año 2004/05 y que por aquel entonces ostentaba el cargo de tesorero y capataz. Desde entonces, la imagen fue venerada en su domicilio particular de la calle Granada nº 7.

Para describir los rasgos iconográficos de la imagen, nos remitiremos a las sabias palabras del cronista oficial Domingo Murcia Rosales, que en año 2007, realizó el primer artículo sobre ella en nuestra localidad: “Como puede suponerse, la imagen para vestir que nos ocupa es una Dolorosa más, pero no igual. Llama poderosamente la atención el esculpido de la cabeza, que

2. Imágenes que desfilan en Semana Santa

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énpresenta una cabellera peinada, con raya a la derecha y recogida atrás, con un moño y peineta, en forma de estrella, en oro blanco. Sus ojos, entre azul y verde, le dan un aire actual y juvenil. La mirada baja y perdida y el gesto dolorido invitan a la meditación y la piedad. En la palma de las manos lleva marcada una A en la izquierda y una M en la derecha, es decir, el avemaría del saludo del ángel”.

Tal y como aseguró el propio Pedro entrevistado por Domingo Murcia en el año 2007, “...falta un paso de palio que acompañe a Jesús en el Domingo de Ramos”, de ahí las motivaciones que propiciaron el encargo de la imagen y que bautizaron de la Estrella, porque ha de ser modelo y guía para los fieles, y porque no existía tal advocación en nues-tra ciudad. A partir de entonces, comenzó un largo y silencioso camino, sin prisa pero sin pausa, hasta llegar a ver culminada la iniciativa.

Entre los años 2007 y 2012, se lleva a cabo la confección de varios ajuares para la imagen, resaltando el terno de salida bordado en oro por el propio Pedro Gálvez y con la colaboración de algunos miembros del taller de bordado de la cofradía, en terciopelo azul para el manto, diseño de José Francisco Moyano López y blanco para la saya, con diseño de José Antonio Cabello. En 2011, la Cofradía adquiere una sublime corona diseñada y realizada por el orfebre cordobés Emilio León, ante la inminente donación de la imagen a la cofradía.

En el año 2012, tras formalizar aquellas intenciones y sueños de ver a su Virgen de la Estrella acompañar al “Moreno” en su estación de penitencia, la imagen fue donada a la Cofradía por Pedro Gálvez. Fue bendecida el día 31 de marzo de ese mismo año en la iglesia de la Angustias, sede de su Cofradía, en un acto multitudinario con una iglesia abarrotada y en presencia de la gran mayoría de Hermandades de la Ciudad, siendo ca-pellán de la Cofradía y Párroco de Santo Domingo de Silos, D. Antonio Pérez Rosales; Hermano Mayor de la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias, D. Francisco Vela Pérez y Hermano Mayor de la Cofradía de Jesús en su Entrada en Jerusalén, D. Juan Romero Ramírez.

El día 3 de junio de ese mismo año, en un acto solemne, fue trasladada en procesión hasta la iglesia de San Antón, la que sería su casa a partir de entonces. Su altar se en-cuentra en la capilla de San Antón. Desde entonces, cada segundo sábado de octubre, se celebran los cultos en su honor, con un solemne besamanos y Eucaristía.

Como último paso antes del anhelado día, la cofradía se volcó por completo en la pre-paración y creación del paso de palio en el que procesionaría la Virgen, con finos varales y respiraderos en plata y terciopelo azul.

El día 13 de abril del año 2014, Domingo de Ramos, a las 18 h y 51 min, la imagen realizó su primera estación de penitencia, ante una multitud de asistentes, más típica del día de la Virgen en agosto, y la mirada atónita de su pueblo, que llevaba ansioso esperan-do el momento desde hacía ya varios años.

En el año 2015, la imagen volvió a procesionar estrenando la caída delantera de su paso de palio, una excepcional obra de arte, realizada por el bordador alcalaíno Alberto

Vico y diseñada por José Francisco Moyano. Preside la bambalina una Inmaculada del escultor cordobés Edwin González y detalles en orfe-brería del taller cordobés de Emilio León.

Actualmente, esta incansable co-fradía sigue trabajando para culmi-nar todos sus proyectos, entre ellos el bordado del palio de la Virgen.

Raúl Israel López Zafra.

Bibliografía:- Domingo Murcia Rosales. “Las advocaciones Marianas Alcalaínas; La Virgen de la Estrella”. Programa Tamboril, año 2007. Editado por la Cofradía de gloria de Ntra. Sra. del Rocío.- Programa de Semana Santa 2011. Editado por la Agrupación de Cofradías.- Programa Angustias 2012. Editado por la Cofradía de Ntra. Sra. de las Angustias.

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2.2. Virgen de la EsperanzaLa Esperanza es una vieja advocación mariana en Alcalá la Real. En el

siglo XVI estuvo ligada a los franciscanos observantes que se instalaron en nuestra localidad. Esta comunidad franciscana inició la construcción de su casa en la ladera norte de la Mota a lo largo de la centuria.

El convento fue ampliándose en años sucesivos llegando a contar con un hermoso claustro, alto y bajo, todo de cantería, así como una amplia iglesia, la mayor que tuvo la ciudad, de cuya capilla mayor fueron patronos don Benito López de Gamboa y doña Beatriz de Eraso, según escritura ante Alonso de Ordóñez, en 1580. En el altar mayor del convento, en la horna-cina principal, se colocó la imagen de Nuestra Señora de la Esperanza. Esta escultura era de talla y tenía más o menos media vara de altura, o sea, unos cuarenta y dos centímetros. Llevaba un niño en brazos. Antes había estado colocada sobre la puerta de la iglesia vieja y parece ser que no era una imagen renacentista, de la época, pues existía tradición que era una figura antigua, de las denominadas “aparecidas”. Era tal la devoción que le tenía el pueblo y la comunidad franciscana, que aparecía en el sello oficial del convento, por encima de dos religiosos en actitud orante.

No se sabe qué fue de ella, pero es de suponer que los franciscanos la tras-ladaran a otro lugar, en 1835, junto con otras obras de arte y enseres cuando se ordenó la extinción de todos los conventos de religiosos establecidos.

Otra muestra de esta advocación en nuestra ciudad se encuentra en el Real Monasterio de la Encarnación, concretamente en clausura. Se trata de un cuadro atribuido al racionero de la catedral de Córdoba, Antonio Fernández de Castro, pintor por afición formado en el taller de Juan Alfaro, de principios del siglo XVIII. Su estilo es barroco, óleo sobre lienzo y joyitas y abalorios de cuentas. 58,5 x 47 centímetros, con marco dorado y tallado, de 76 x 64,5 cm.

Esta representación podríamos enmarcarla dentro de las denominadas Virgen de ter-nura o Mater Amabilis. Presenta una composición en primer plano, de medio cuerpo, en la que Nuestra Señora abraza al desnudo Niño, con un gesto de encanto maternal. Jesús corresponde a su Madre con una caricia. Un dorado resplandor sirve de fondo a la escena. Luce María un manto orlado con brocado dorado y pedrería, que deja entrever la cabellera ondulada.

Curiosos y originales pueden ser los engarces plateados de estrellas (trece en total), collaritos de nácar (dos), dos insignias de los Dolores de la Virgen (corazón con siete espadas y águila bicéfala, perteneciente a alguna hermandad), un corazón, repartidos anárquicamente por el lienzo, y dos coronas reales, con imperiales, sobre las respectivas cabezas.

En la parte inferior del cuadro puede leerse en letra destacada NRA. SRA. DE LA ESPERANZA.Por último, existe una imagen que bajo esta advocación “Virgen de la Esperanza” es la titular, junto a Jesús en la Oración en

el Huerto de los Olivos, de esa cofradía de penitencia.Se trata de una imagen de las llamadas de candelero para vestir, que solo tiene tallado el rostro y las manos. De semblante

lloroso y con expresión de dolor por la pérdida de su Hijo, tiene las manos entreabiertas, separadas, en las cuales sostiene un pañuelo y un rosario. En el pecho porta un puñal, símbolo del sufrimiento por la pasión de Cristo profetizado por Simeón, “Y

a ti misma una espada te atravesará el corazón” (Lc 2.35). Lo acompaña un broche con la palabra Esperanza y otro con forma de ancla como símbolo de la virtud teologal.

La cofradía de la Esperanza, desde su fundación en el año 1950 y como se puede apre-ciar en su título, tuvo la intención de adquirir una imagen de la Virgen de la Esperanza, no obstante y debido al cese de actividad acaecido desde mediados los años cincuenta hasta su reorganización en 1985, no es hasta julio de 1987 cuando se afronta la compra de esta imagen.

El encargo se realiza al imaginero de Priego de Córdoba, D. Manuel Cubero Rivera, por un importe de 280.000 pesetas dándole la facilidad de que la cofradía la pagara en los plazos y tiempo que le fuera más cómodo. Su entrega a la cofradía y la llegada a nuestra ciudad se produjo un año después, el 8 de agosto, festividad de Santo Domingo de Guz-mán, coincidiendo con el día de la reorganización de la cofradía en 1985.

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eal. JaénPreviamente la cofradía había acordado que la imagen fuera depositada y expuesta al culto en la iglesia del Real Monasterio

de la Encarnación de las RR MM Dominicas, conmemorando con ello la importancia de la Orden de Predicadores que cele-braba ese año de 1988 el IV centenario de la fundación del Monasterio de Alcalá, para lo que la comunidad dominica dio su consentimiento manifestando con satisfacción su conformidad.

A su llegada al convento la imagen permaneció en la clausura hasta el día de su bendición, que se reali-zó en la festividad de la Inmaculada Concepción de María de ese mismo año, quedando desde ese día en custodia de la comunidad dominica, que fue nombra-da en ese mismo acto “Camareras de la Virgen de la Esperanza”.

La adquisición de la Virgen supuso un antes y un después para esta cofradía, que vio como aumentaba en poco tiempo y de manera importante su núme-ro de cofrades y con ello de proyectos, enseres, etc. La imagen procesiona el Martes Santo en la estación penitencial de esa cofradía, en paso de palio, siendo portado a costal.

Desde hace varios años permanece la mayor parte del tiempo expuesta al culto en el altar que la cofradía tiene en la iglesia de Consolación, siendo trasladada durante varios meses al convento de las Dominicas, retornando a Consolación el 8 de diciembre tras la celebración de los cultos que la cofradía celebra en honor a la Inmaculada Concepción.

José Parra DazaBibliografía:- Domingo Murcia Rosales. Programa “Esperanza” 2ª Época, núm. 3. Editado por la Cofradía de Jesús en la Oración del Huerto y Nuestra Señora de la Esperanza.- Catálogo de la Exposición “María en el arte de Alcalá la Real”, año 2005. Editado por Iglesia de Alcalá la Real y Ayuntamiento.- Archivo Cofradía de Nuestro Padre Jesús en la Oración en el Huerto de los Olivos y María Santísima de la Esperanza.Fotos: Domingo Murcia y José Parra Daza.

2.3. La Virgen de los DoloresLa Virgen de los Dolores, de Consolación, es una de las imágenes más

populares de nuestro municipio. La devoción hacia ella es secular y muy arraigada. Es cotitular de la Muy Antigua Hermandad del Señor de la Hu-mildad. Sin ocuparnos en este artículo de las otras tres imágenes (Crucifi-cado de la Expiración, Señor de la Humildad y Soledad), hagamos un poco de historia.

Por un documento que se conserva en el Archivo Histórico Provincial de Jaén, sabemos de la existencia de la cofradía en 1641, con el título de “Ora-ción del Güerto e Umildad de Nuestro Señor Jesucristo”. Por él conocemos que su fundación se había llevado a efecto hacia 1630, y que tenía como imágenes titulares a Jesús en el Huerto de los Olivos, al Cristo de la Hu-mildad y a la Madre de Dios de las Angustias. Vino la disolución de aquella hermandad. Corría el año de 1688.

Sin embargo no pasaría mucho tiempo para una nueva fundación: el 10 de marzo de 1693, cuando sólo habían transcurrido cinco años, se consti-tuía nuevamente la cofradía, y ya, con el nombre exclusivo de Santo Cristo de la Humildad.

En 1781, en el mismo convento, se fundaba la Esclavitud de María San-tísima de los Dolores, que era de los servitas (Orden de los Siervos de Ma-ría), una institución centenaria, nacida en la lejana fecha de 1233, que daba culto a esta advocación, a la que tenían por modelo de vida. Al año siguiente comenzaron los contactos entre ambas asociaciones, que desembocaron en un acuerdo (7-10-1784). Por él se conoce que la cofradía del Cristo de la Humildad era propietaria de una imagen de la Do-lorosa, y que ésta se había restaurado y reformado casi totalmente con ayuda de los de los Dolores; que esta Esclavitud le había adquirido mantos, alhajas y otros detalles curiosos. Por este acuerdo se les concedía el uso y “quasi propiedad” de la imagen, con el compromiso de su aderezo y cuidado, así como de la potestad de reformar su capilla y el uso de las bóvedas de enterramiento

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énpara los asociados. Los de la Humildad conservaban la propiedad de la ima-gen y su empleo en las procesiones y solemnidades de la cofradía.

Juan Arrabal, escultor granadino, hacia 1785, fue el autor de esta be-llísima obra, que conocemos por fotografías. De este escultor lojeño hay que decir algunas referencias: 1. Vivió en un período de transición entre el barroco y el neoclasicismo, con los consiguientes problemas de adaptación y aceptación de los nuevos gustos artísticos. 2. Algunos escultores, como Arra-bal, mantuvieron las formas y las directrices del arte barroco, dando conti-nuidad a una línea de grandes maestros, como los Mora, Risueño, Duque Cornejo y el maestro Alonso Cano. 3. Nuestro artista tuvo mucho que ver con Torcuato Ruiz del Peral, del que venimos atribuyendo en nuestra ciudad algunas obras. De la mencionada Dolorosa López-Guadalupe nos añade que era una imagen para vestir y de manos exentas, que sostenían una corona de espinas. Nuestra bella imagen nos recordaba el arte de los Mora. Como características más notables señalare-

mos una expresión con acento íntimo y dulce; y un modelado mórbido y naturalista. El tratadista de arte continúa señalando que fue una obra digna para una época tan comple-ja. El maestro, que falleció en 1808, debió ser muy apreciado en Alcalá, pues dejó otras imágenes en iglesias y conventos.

No pasó mucho tiempo para conocer los resultados de este acuerdo, pues en 1795, el maestro granadino Pedro Antonio Hermoso, académico de Bellas Artes de la Real de San Fernando, realizaba el proyecto del retablo y capilla de los Dolores, aún existente, y el mencionado Arrabal ejecutaba dos nuevas obras de arte: el trono y las nubes, sobre las que se apoyaba la imagen de la Señora.

Algunos de los cultos que a esta imagen se dieron todavía perduraban en las primeras décadas del siglo pasado: era tradicional el rezo del santo rosario, a las tres de la tarde de todos los viernes del año, al que acudían fundamentalmente mujeres enlutadas y tocadas de velo o mantilla, como era costumbre de la época; igualmente, el acompañamiento procesional en la Semana Santa al Cristo de la Humildad, y bajo la faceta de Soledad, al Cristo Yacente.

Una reorganización de la cofradía se llevó a cabo en 1928, con el título de Esclavitud del Señor de la Humildad, habiendo que destacar el principal papel que en esta reorgani-zación jugó el arcipreste Antonio Montañés Chiquero.

En 1936 se destruyeron las imágenes titulares y se perdió gran parte del patrimonio. No obstante, en la posguerra, la piedad y la generosidad de algunas familias, hicieron realidad la reposición de muchas desaparecidas. Así pues, en marzo de 1939, volvía a venerarse en Consolación la nueva escultura de los Dolores, obra del artista sevillano José Manuel Rodríguez Fernández-Andes.

Fernández-Andes (1908-1950), a pesar de su corta vida, nos dejó una extensa colec-ción de imágenes de Semana Santa, casi todas en su ciudad natal. Son muy populares las de las hermandades del Baratillo, de los Javieres, de los Gitanos, de San Roque, del Rosa-rio, y un largo etcétera. De nuestra ciudad recibió el encargo para el Jesús Nazareno y los Dolores, que fueron ejecutadas en 1940.

En 1993 fue restaurada por el maestro granadino Antonio Barbero Gor, que le dio la fisonomía actual. Difícil nos resulta identificar la original con la transformada. Ahora nos resulta más bella y con más personalidad, alejada de los prototipos de la época de su ejecución. Inevitablemente recordamos el paralelismo y los cambios que realizó Arrabal sobre la primitiva efigie en el siglo XVIII.

La reorganización tercera de la cofradía se llevó a efecto en 1948, con el título de Hermandad del Señor de la Humildad y María Santísima de los Dolores. En este mismo año se iniciaron las gestiones para reponer la imagen del Cristo de la Humildad, obra que quedaba rematada en 1949, de manos del escultor granadino José Gabriel Martín Simón. Al haber sido ocupada anteriormente la primitiva capilla del crucero de Consolación, por la imagen de Jesús Nazareno, la nueva escultura del Señor ocupó la antigua capilla de Santa Rosa, en donde actualmente se venera. Hubo más en aquel año de 1948. Se acordó celebrar un septenario a la Virgen de los Dolores, en el mes de septiembre y una conferen-cia en el teatro Martínez Montañés para informar de los fines de la asociación.

El Obispo de la Diócesis, aprobaba nuevos Estatutos el 4 de junio de 1952. Los que rigen en la actualidad datan del año 2002.

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énLos títulos de Mater Dolorosa y los Siete Dolores de la Virgen fueron un tema muy del gusto de los artistas españoles de la

Contrarreforma: presentaban a María, en solitario, con una o siete espadas que le atravesaban el pecho o que le enmarcaban la cabeza. Se daba, así, interpretación a la profecía de Simeón: “…los bendijo y dijo a María, su madre: Puesto está para caída y levantamiento de muchos en Israel y para signo de contradicción; y una espada atravesará tu alma para que se descubran los pen-samientos de muchos corazones” (Lc. 2, 34-35). Este es el primer dolor, pero le habrían de seguir otros seis. La fiesta eclesiástica de los Siete Dolores tiene su origen en el sínodo de Colonia, de 1423. Era una réplica a la serie de los Siete Gozos de la Virgen.

Finalmente, haré una breve mención a las características actuales de la venerada imagen: es de las llamadas “de candelero”, es decir, para ser vestida. Consiguientemente el cuerpo, a excepción de cabeza y manos, son un simple armazón, si bien los brazos se articulan para permitir posturas que ayuden a la sujeción de objetos venerados, como corona de espinas, rosarios, pañuelos… Así pues, hay que detenerse especialmente en el rostro compungido y atormentado que da nombre a la Virgen. Basta con fijar la vista en el rostro de Nuestra Señora para comprobar que esta imagen, como tantas otras, están creadas para despertar los senti-mientos de los fieles. En este caso, los de dolor y compasión hacia la Madre de Cristo, nuestro Redentor.

Domingo Murcia Rosales, cronista de la Muy Antigua Hermandad del Señor de la Humildad.

2.4. Madre de Dios del RosarioLa antigua advocación de Nuestra Señora del Rosario se remonta en

nuestra localidad al siglo XVI, con la llegada de la orden de predicadores a la cual está muy ligada por su fundador Santo Domingo de Guzmán. En 1588 se fundó el convento de Dominicas (en la Mota, en 1602 se trasladaron al Llanillo) y en 1590 el de Dominicos (entre las calles Real y Rosario).

En los orígenes del convento de dominicos alcalaínos, titulado por cier-to, de Nuestra Señora del Rosario, se constituyó su cofradía, que una vez fundada la del Dulce Nombre de Jesús, quedó ligada íntimamente a ella, unas veces con independencia y otras con vínculos tan estrechos que pode-mos considerar que funcionaban como una sola hermandad, procesionando juntos en la mañana del Viernes Santo. Así ocurrió en la construcción de las obras del convento y en la de los retablos de ambos titulares, encargados al artista alcalaíno Manuel del Álamo, en 1687 el de la Virgen y en 1689 el de Jesús.

Algunos pensarán con razón que la imagen de Ntra. Señora del Rosario lleva al Niño Jesús en los brazos y no es apropiada para Semana Santa, pero como ocurre aún en Granada, la Cofradía poseía una imagen de la Virgen en su misterio Doloroso sin el Niño, que servía para la ocasión. Ciertamente en ocasiones aparecía citada solamente como “Nuestra Señora” y a partir de 1766 como “Soledad”.

En 1936, la primitiva imagen de Nuestra Señora del Rosario/Soledad fue destruida, al igual que la gran mayoría de las imágenes alcalaínas. En 1938, fueron encargadas al artista sevillano José Manuel Rodríguez Fernández-

Andes las nuevas imágenes de Jesús Nazareno para el “Dulce Nombre” y la de Nuestra Señora de los Dolores para la “Hu-mildad”, costeadas por el devoto don Francisco Serrano del Mármol.

A partir de entonces y hasta 1984, Nuestra Señora de los Dolores tendría un uso triple, el Jueves Santo acompañando al Señor de la Humildad, el Viernes Santo por la mañana con Jesús Nazareno y por la noche como “Soledad” en el Santo Entierro.

Debido a la problemática que se producía por este uso compartido de la imagen, tanto en montaje, como ornato y cuidados, la Real Cofradía del Dulce Nombre de Jesús decidió gestionar con las RR.MM. Trinitarias de nuestra ciudad, que por aquel entonces se encontraban en la Casa Solariega de los Fernández de Moya en la calle Utrilla, la cesión de una Virgen Dolorosa antigua que ellas poseían para acompañar a Jesús Nazareno en la mañana del Viernes Santo. De muy buen grado y generosidad, la comunidad trinitaria accedió a la propuesta y en la Semana Santa de 1985 salió en procesión por primera vez tras la imagen de Jesús Nazareno, portada en el antiguo trono “de las Golondrinas”. Esta antigua imagen de Nuestra Señora en su misterio Doloroso, hasta aquel momento se veneraba en una gran urna en el coro bajo del convento, bajo la advocación de Ntra. Sra. de los Dolores/Soledad, de la cual a día de hoy, aún se con-serva en el convento una corona de espinas de plata y tres clavos de madera, que portaba

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énen las manos. Tras el acuerdo de préstamo entre la Real Cofradía y la Congregación y su nuevo uso, se decidió rebautizarla y rendirle culto bajo la antigua advocación de MADRE DE DIOS DEL ROSARIO, en recuerdo a la primitiva imagen que desde sus orígenes acompañaba a Jesús Nazareno, además de darle nombre a la desaparecida iglesia del Rosa-rio, sede de la Real Cofradía hasta los años 50 y durante casi cuatro siglos.

Considerando que no se conoce dato alguno de su historia, procedencia, etc., sólo podemos decir que se trata de una Virgen Dolorosa de las denominadas “de candelero” para vestir, con claros rasgos de las Escuela Granadina del siglo XVIII y autor descono-cido. Con 1,60 m. de altura aproximadamente, al igual que todas las imágenes de este tipo, sólo la cabeza y manos son talla policromada, siendo el resto un armazón con brazos articulados para permitir su adecuado engalanamiento y posturas para sujetar los objetos que porta en las manos.

Como curiosidad y dato inédito hasta el momento, podemos decir que en la cara interior de la base del candelero, se han descubierto una serie de inscripciones y firmas a lápiz que nos ayudaron a descubrir parte de su desconocida historia.

Inscripción y firmas: 1958/ José Medina / 20-1-1958 / sor Sacramento/ sor María Jesús/José Medina.

Gracias al testimonio de las monjas de más edad del convento, podemos saber que a finales de los años 50 quisieron arreglar la imagen de Nuestra Señora, de la cual sólo se conservaba de la cintura para arriba tras la Guerra Civil. Con la ayuda del señor José Medina, vecino y devoto que solía ayudarlas frecuentemente, se le fabricó un candelero nuevo tomando como referencia para la proporcionalidad de su altura a sor María Jesús, que aportó uno de sus hábitos para vestirla, tal y como se planificó cuan-do se decidió arreglar la imagen para el culto. De ahí, la firma de los protagonistas de esta anécdota: sor Sacramento (Priora), sor María Jesús (modelo en las medidas) y José Medina (el artífice de la restauración).

Desde 1985 a 1988, la imagen procesionó ataviada con las humildes vestiduras que las monjas le habían realizado tras su arreglo en 1958, e incluso, un año llegó a procesionar vestida con el terno de brocado morado y oro de Nuestra Señora de las Mercedes.

En 1988, la Real Cofradía encargó su restauración en la vecina localidad de Priego de Córdoba al artista Antonio Carrillo Carrillo, que realizó una intervención íntegra en la imagen. La restauración fue presentada en un acto solemne el día 15 de marzo del año 1989, a las 20 h., en la iglesia de las religiosas trinitarias, al cual asistieron, además de la propia comunidad, al frente de sor María Dolores Irazábal Gil y toda la Junta de la Real Cofradía, con don Manuel López Rueda como Hermano Mayor, su capellán y párroco de Santa María la Mayor, don Manuel Vega Zegri, el Presidente de la Agrupación, don Miguel Síles Reina y diversos hermanos mayores de las distintas cofradías de Pasión. Tras entonar una salve solemne en honor de la Madre de Dios del Rosario, el hermano mayor de la Real Cofradía hizo entrega a la comunidad trinitaria de un vestido y un manto nuevo para la imagen de la Virgen, costeado por la Real Cofradía y realizado por las monjas y la Casa Oriol de Granada, que

en calidad de depósito, recibían las religiosas. “En el acto, se manifestó públicamente el especial agradecimiento de la Real Cofradía hacia la comunidad trinitaria alcalaína, que durante los últimos años permitían procesionar la citada imagen de su propiedad, para mayor realce de nuestra Semana Santa, solucionando al mismo tiempo el problema que suponía no contar con la imagen de la Señora, para sus desfiles procesionales de la mañana del Viernes Santo.”

En 1998, la comunidad trinitaria trasladó su convento a la vecina aldea de Santa Ana, y la imagen pasó a venerarse en el coro alto del nuevo convento.

En el año 2007, la imagen estrenó un precioso terno compuesto por un manto azul, saya y fajín blanco en terciopelo y una toca, todo bordado en hilo de oro y plata por el artesano Juan Carlos Colmenero, por encargo de la Real Cofradía.

El último convenio de cesión de la imagen se firmó el 5 de mayo del año 2008, siendo priora de la comunidad trinitaria sor Ana María Irazábal Gil y hermano mayor de la Real Cofradía Antonio M. Pérez González.

En la actualidad y desde el año 2016, tras la restauración del Cristo de la Misericor-dia, la imagen se venera bajo el coro, en el lateral del evangelio, formando junto al citado Cristo una composición a modo de calvario.

Raúl Israel López Zafra.Jesús Castillo Delgado.

Bibliografía:- Las advocaciones Marianas Alcalaínas- Programa Tamboril, año 1996. Editado por la Cofradía de Gloria de Nuestra Señora del Rocío.- Catálogo de la Exposición “Mater Misericordiae”, año 2016. Editado por el Excmo. Ayuntamiento de Alcalá la Real.- Programas de Semana Santa 2007, 2008 y 2012. Editados por la Agrupación de Cofradías.- Testimonios de la Comunidad Trinitaria de Alcalá la Real.- Archivo Comunidad Trinitaria de Alcalá la Real.

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2.5. Nuestra Señora de las AngustiasAlgunos tratadistas de arte sagrado coinciden en el significado emble-

mático de la advocación mariana de las Angustias. María acoge en el regazo a Cristo, muerto tras la Crucifixión. En ella, pues, descansa el Redentor después del trabajo realizado para salvar al ser humano.

Estas escenas, estos episodios, como tantos otros de María y su papel en la Pasión y Redención, no aparecen en los evangelios. No obstante algunos santos visionarios recibieron revelaciones que después fueron asumidas por teólogos y escritores místicos y, especialmente, por el pueblo piadoso y los artífices del arte sacro.

San Alfonso María Ligorio nos recuerda que los santos suelen aparecer en las representaciones artísticas con los instrumentos de sus padeceres y martirios. Por este motivo, la Virgen, Nuestra Madre dolorida y amortecida, florece de gozo con su Hijo en los brazos, porque Él fue el instrumento de sus angustias.

La iconografía más extendida de Nuestra Señora en este instante de su-frimiento es aquel en que aparece sentada, al pie de la cruz, con Cristo sobre sus piernas. Bien podría simbolizar el Trono de la Sabiduría, con mayúscula, porque en ella se sienta la Sabiduría de Dios en la noche feliz de Belén y en la amarga tarde del Calvario. Contemplar esta imagen supone asimilar los valores de la valentía, la fortaleza, la paciencia, el sacrificio…

Ya se ha hablado en la introducción de esta revista sobre el título de esta advocación mariana. En los países europeos se la reconoce más como Pie-dad. Así pues, es mi obligación y deseo dedicar el resto de este artículo a la Virgen de las Angustias en Alcalá la Real.

Han sido numerosos los escritos de nuestros eruditos sobre la advocación de María, en sus Angustias y Dolores, y sobre la iglesia levantada en su honor. Ahora acudo a ellos y a sus interesantes datos para completar lo que se me ha encomendado. El título de Angustias o Piedad comenzó a popularizarse en el siglo XVI, por ello encontramos también noticias en nuestra ciudad de aquellas fechas, que, sucintamente, les comento:

- De 1548 es la primera referencia, por ahora, sobre Nuestra Madre de las Angustias. Aparece en el testamento de María Monte de Molina, viuda del capitán Antón Palomino, que dejaba veinte mil maravedíes para hacer una capilla y retablo a la Virgen de las Angustias, en el convento de San Francisco de la Observancia. Pocos años después (1574), sabemos de otra ima-gen de Nuestra Señora, con esta advocación, en la iglesia de la Veracruz, según se deduce del testamento de Alonso Sánchez de Sevilla, que fue sepultado junto a su altar.

- En 1591 aparecen inventariadas en la Veracruz dos imágenes de Nuestra Señora de las Angustias: una en la capilla de Corte-cero y otra en la sacristía. Por el testamento del presbítero Lucas de Lences Artiaga (1613), se conoce la existencia de una cofradía e imagen de las Angustias, también en la Veracruz, en la capilla del Crucifijo. Puede ser la misma, ya citada.

- Por las cuentas presentadas (1641-42) por Francisco de Barrionuevo, hermano mayor de la cofradía de la Oración del Huerto y Humildad de Nuestro Señor Jesucristo, sita en Consolación, conocemos que entre sus titulares se hallaba igualmente una imagen de las Angustias, que se adquirió, precisamente, en estos años, en Granada. De esta imagen hay una fotografía algo distante, en la que se percibe una procesión saliendo de Consolación. Se confirma la existencia de la misma en un inventario de 1913. Así que pudo ser la que llegara al año 1936.

- En la ermita de la Caridad localizamos (1739) la imagen de las Angustias, acaso alguna de las de la Veracruz. Y una curiosa confidencia: Juan Negrete y otros jóvenes habían constituido, nuevamente, una cofradía o congregación, con un buen número de afiliados, que aumentaron en años sucesivos. Es bastante probable que ésta fuera nuestra imagen y nuestra cofradía, como seguiremos descubriendo.

- La Ciudad tomó el acuerdo (1747) de convertirse en patrona de la citada herman-dad, comprometiéndose a subvencionar la construcción de una iglesia dedicada a las An-gustias, en un lugar próximo a la plaza pública, o inmediata a ella. Es la actual. La imagen se encontraba en la Caridad. La iniciativa también se la atribuían a Bernabé Navarro, presbítero, y a Ignacio Navarro, capellán de la ermita de la Caridad.

- El 14-IX-1763 se bendijeron los cimientos de la futura iglesia que se pensaba cons-truir. Los solares se habían adquirido, en parte, con limosnas de los fieles. El patriarca de las Indias y abad de Alcalá, cardenal Álvaro de Mendoza, concedió (1764) la licencia correspondiente para erigir nuestro templo. En diversos documentos se asegura que la obra fue por iniciativa y devoción de Diego Molina Lizaur, regidor, y de Manuel de Las-tres Tejeiro, alférez mayor, de la orden de Calatrava, que llevaron la tutela en los primeros

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énaños. Más tarde, cuando ellos murieron, la Ciudad encargó su continuación a Pedro de Lastres, regidor y alférez mayor, hijo del anterior, habiendo quedado la obra con una altura de tres varas, aproximadamente.

- En 1767, la Ciudad, a petición de Molina y Lastres, impetró una facultad real de Carlos III, que se consiguió por una provisión para explotar doscientas fanegas de tierra, en Mures, por quince años, para ayuda a los gastos. Con este dinero se hizo gran parte de la obra. La hermandad había surgido en imitación de la de Granada.

- En 1771 era maestro del proyecto Antonio Martín Espinosa.- 1785: El regidor comisionado, Pedro de Lastres, con limosnas suyas y de otros fieles consiguió finalizar la capilla mayor. El

traslado de la Virgen a su nueva iglesia no se hizo esperar. La imagen se encontraba en esta fecha en el convento de dominicas, y desde allí partió la procesión al año siguiente (1786), que costeó el Ayuntamiento, como patrón que era, y se hizo una solemne función religiosa. Pero la iglesia no estaba concluida.

- La cofradía de las Angustias puso a la venta tres casas (1789) para ayuda a las obras. Igualmente algunos censos que poseía. En 1797 el obispo abad José Martínez Palomino López de Lerena dio graciosamente una limosna de sesenta mil reales, con el fin de concluir las obras. El maestro de arquitectura que dirigía en aquel momento era Juan de la Paz. No hubo, sin embargo, suficiente, pues más tarde el propio abad volvió a donar cuarenta mil reales, con lo que se hizo la sacristía y la cubierta del edi-ficio. Ahora si podemos afirmar que estaba concluido el conjunto monumental en lo principal.

- Y siguieron cultos y rogativas, desfiles y novenas. Por ejemplo la de 1800, cuando fue procesionada con motivo de una epidemia de peste. Y, naturalmente, gastos de man-tenimiento y remates de lo pendiente. En 1811 se hizo el retablo mayor, que fue obra del maestro de arquitectura Francisco de Paredes, en plena guerra de la Independencia.

- 23-6-1870: La iglesia se convirtió en coadjutriz de la parroquia de Santo Domingo de Silos, trasladándose a ella todos los servicios parroquiales. Y aquí continúan.

- En 1936 la imagen de Nuestra Señora de las Angustias fue destruida. Acabada la guerra civil se realizaron numerosas reparaciones y reposiciones en el templo. Se restau-raron los cinco retablos y sus columnas; la sillería completa, que estaba muy destrozada, teniendo que suprimirse seis asientos. Se hicieron dos confesionarios y algunos bancos. Se colocaron cristales en las hornacinas de los retablos…

- José Gabriel Martín Simón, maestro imaginero, realizó las efigie de Nuestra Señora de las Angustias, a devoción de Carmen Cabrera y otros fieles; también hizo las de Santo Do-mingo de Silos, la Saleta y la de San José. El escultor Daniel Gutiérrez talló la del Carmen.

- 18-4-1948: Se reorganizó la cofradía de Nuestra Señora de las Angustias. En 1949 salió de nuevo la procesión.

- En aquellos primeros años de la reorganización se acordó (1952) un hermanamiento con la del Cristo de la Salud. En 1953 se estrenó el trono procesional, que fue costeado con rifas. Lo hizo Enrique Canas Ojeda, y la pintura y dorado Antonio Grande Arroyo. En 1962 Manuel Palma Cuadros restauró el trono, sustituyéndose los relieves del vía crucis por otros de latón plateado y cincelado. Siguió una veintena de años de inactividad de la cofradía.

- 18-6-1981: Tras un período de inacción, se acordó la reorganización. En 1982 salió de nuevo la procesión de Nuestra Señora y nació la hermandad filial de la Entrada de Jesús en Jerusalén.

- 1982: Se realizó el proyecto de restauración de las cubiertas de la nave de la iglesia, a cargo del Ministerio de Cultura, siendo su arquitecto Francisco del Castillo León. En este año se publicó el primer número de la revista de la Cofradía.

- 1984: Se restauró el trono procesional de la Virgen, dándole una nueva estructura y adorno. Fue su autor el maestro de Priego Cristóbal Cubero Molina.

- En 1986 llegó un nuevo proyecto de restauración del templo, del señor Castillo León, que afectó a la cubierta de la capilla mayor, edificios anejos, portada principal, espadaña, azotea y linterna de la nave central. No se concluyó la obra, por quiebra de la empresa, hasta años después. Se inauguró y bendijo la casa de la cofradía (1989), en la calle República Argentina. Y al año siguiente el obispo aprobó los nuevos estatutos.

- 1992-93: La Consejería de Cultura y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía restauró el retablo de Santo Domingo de Silos, del siglo XVI, que volvió a situarse en la capilla del Sagrario. En la restauración se comprobó que dos de las tablas del ático habían sido sustituidas por sendas fotografías. En 2001 se restauró el retablo mayor. En 2002 se restauró la imagen de Nuestra Señora, por el imaginero cordobés Francisco Romero Zafra.

Y podríamos seguir con una rica memoria de actividades organizadas por la cofradía, que rebasarían los límites que se nos han marcado. Pero para terminar no puedo ni debo obviar algunas notas sobre nuestra imagen: la devoción hacia este título debió ser una clara influencia de Isabel la Católica, que se extendió por todo el Reino. Y que se acrecentó con Fernando VI (1746-1759), en cuya época se planeó nuestra iglesia. Para comprender mejor nuestra hermandad y su titular hay que acudir a las fuentes granadinas, de las que seguro bebieron los nuestros de aquellos siglos.

Francisco Toro Ceballos.Academia Andaluza de la Historia

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én 2.6. La SoledadSoledad es la versión más hispana de los Siete Dolores. Así que esta ad-

vocación es una Mater Dolorosa más, de las que hallamos en cuadros y esculturas, en retablos y camarines. En bastantes ocasiones, a lo largo de los siglos, han desfilado y desfilan en las procesiones de Semana Santa, espe-cialmente, y son titulares o cotitulares de nuestras cofradías y hermandades. No busquemos, pues, distintivos y estilos entre unos títulos y otros. Y si los hubo ya han desaparecido, unificándose los gustos estéticos de devotos, camareras y capilleros. Por eso no faltan entre los elementos ornamentales pañuelos y espinas, rosarios y coronas, o el famoso corazón con una o siete espadas. Creemos que tampoco falla el manto negro, en señal de luto por la muerte de Cristo.

La advocación de la Soledad aparece a partir del siglo XVI y casi siempre lo hace en solitario. A veces acompaña a la imagen de Jesús muerto. Nuestra Señora personifica a la Iglesia, soportando ella sola los dolores del mundo tras la marcha de los discípulos. No es extraño, pues, que muchas Dolorosas sufrieran una mutación, transformándose, cuando era necesario, en Sole-dades, para ser incorporadas al culto y a las procesiones. Al fin y al cabo su origen era el mismo: la Virgen doliente, como venimos exponiendo.

Hagamos un poco de historia. Por razones de espacio citaremos sólo unas sucintas notas de las diversas advocaciones de la Soledad en nuestra ciudad, iniciándolas en el XVI:

- Es presumible, según hemos localizado por ahora, que la más antigua fuera la de la cofradía de la Santa Veracruz, que desfilaba ya en la segunda mitad del siglo XVI, junto al Cristo de la Columna, San Juan y Santísimo Cristo de las Penas. En los documentos posteriores se hace siempre alusión a Nuestra Señora, siendo en 1703 cuando se nombra como Soledad.

- Otra, también muy antigua, fue la del convento de San Francisco de la Observancia, en la ladera norte de la Mota. El abad Bobadilla aprobó y confirmó las constituciones de su hermandad en 1581. Esta cofradía acogía a la nobleza local, sirviéndola los caballeros hijosdalgo, que, por cierto, no evitaron algunos que otros problemas y roces, derivados de su posición social pri-vilegiada.

- Otra Soledad fue la de las cofradías hermanadas del Dulce Nombre de Jesús y Nuestra Señora del Rosario, en su convento dominico. El primer dato conocido de su desfile procesional es de 1632, aunque es de suponer que lo hacía con anterioridad y con el Nazareno. En estos años sólo se explicita el nombre de Nuestra Señora, y es en el año 1766 cuando se la titula con el nombre de Soledad.

- También aparece el título de Soledad en la iglesia de San Juan Bautista. En 1785 y por devoción de un cura de la Mota, Manuel García Berlanga, el conocido artista granadino Juan de Arrabal esculpió la imagen de esta Señora. El sacerdote también favoreció la construcción de un camarín en dicha iglesia, en 1787. El mencionado Arrabal dejó en esta ciudad otras obras, como Nuestra Señora de Consolación; la del Carmen, de la Veracruz; la del Rosario, en su convento; y la bellísima de los Dolores, tam-bién de Consolación, titular de nuestra hermandad, de la que sabemos que desfiló igualmente como Soledad en algún momento.

Como puede comprobarse, Alcalá la Real no ha sido ajena a este título de María, ni a la mencionada transformación. Y aquí está el caso de la actual Virgen de los Dolores, de nuestra hermandad del Señor de la Humildad, que desfiló también como Soledad hasta 1997, en las noches del Viernes y/o Sábado Santos, con motivo del Santo Entierro de Cristo.

El triple uso de la venerada imagen de la Virgen de los Dolores con el Señor de la Humildad, con Jesús Nazareno y con el Cristo Yacente, motivó que las cofradías buscaran nuevas soluciones y adquisiciones. Precisamente, en este año de 1997 fue cuando se ad-quirió en Sevilla la actual Soledad, obra del hispalense Miguel Bejarano Moreno, gracias a una generosa y anónima donación. En 1998 se bendijo y salió en procesión. En tanto se le buscaba un lugar idóneo en la iglesia de Consolación, Nuestra Señora de la Soledad fue depositada en casa de la hermana y camarera María Arroyo Castro, en la calle Veracruz (1997-2007).

Iconográficamente nuestra imagen de la Soledad, de una altura inhabitual, responde a la figura clásica de Virgen Dolorosa, pero habría que matizar que en ella se refleja el gusto de la época actual, con ciertos rasgos modernos no exentos de belleza, expresión dolorosa y absorta, y llamada al interior. Es imagen para vestir, de las denominadas “de candelero”.

Hay que decir que en torno a la actual imagen de Nuestra Señora de la Soledad trabaja un grupo de mujeres jóvenes, que se ocupan de su ornato y montaje. Ellas mismas hacen de costaleras o anderas en la noche del Viernes Santo, en la procesión del Santo Entierro. En su momento hizo de capataz Carlos Calvo, pero después pasó tal cometido a ma-

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énnos femeninas. Así, se han sucedido María Ángeles Obregón, Rafaela Hoyos Lizana y Elisabeth Luque de la Rosa.

Podemos afirmar que nuestra hermandad ha heredado con legitimidad la advocación de María en esta estación dolorosa, que tanta devoción des-pierta entre los fieles alcalaínos, como puede com-probarse en las visitas diarias de los devotos a Con-solación y la oración en su capilla, que fue antiguo baptisterio. Especial momento es la impresionante procesión de la noche del Viernes Santo, una de las más solemnes y piadosas de nuestra Semana Santa, con la imagen del Yacente, a la que acuden todas las cofradías de penitencia y numerosos fieles, con un decorado de fondo basado en el recogimiento y el silencio.

CRONISTA

2.7. Virgen de los Dolores (Mures)Es también nuestra intención incorporar algunos apartados a

las imágenes de nuestras aldeas y núcleos rurales. La ELA (Entidad Local Autónoma) de Mures ha conocido a lo largo de los siglos hermandades y obras de arte relacionadas con la temática que hoy abordamos.

Nos hubiera gustado ser más exhaustivos pero la premura nos ha impedido realizar un trabajo de campo más completo y deta-llado. Somos deudos de María Arroyo y Paco García, de quienes hemos recogido algunas noticias, que aquí extractamos:

- La cofradía fue fundada en 1906 por iniciativa de Trinidad Lizana Vela, que quiso imitar a la alcalaína de los Dolores.

- La formaron y la forman mujeres exclusivamente, aunque los hombres acompañaban en los cultos.

- Se han conocido altibajos en su número de afiliadas. Alguna vez ha sobrepasado la cifra de doscientas.

- Como en tantos otros lugares, la contienda de 1936-39 supu-so un duro golpe para la hermandad, que sufrió pérdidas patrimo-niales y afiliaciones.

- Desde casi su fundación se contó con unos estatutos, por los que se regía la hermandad. Estaban redactados al gusto y necesida-des de la época, atendiéndose especialmente los enterramientos y acompañamientos con faroles y cirios; ayuda a las más necesitadas, y, naturalmente, sufragios por las hermanas fallecidas. También se incluían las aportaciones económicas, su destino y su presupuesto.

- La antigua y sagrada efigie de Nuestra Señora parece ser obra de Navas Parejo o de su taller. Destruida en 1936, hacia el año 1943 se repuso con una de escayola, que no gustó al vecindario ni a las afiliadas. Por ello, en 1971 se encargó una imagen nueva, con la ayuda y gestión del sacerdote Esteban Tirado Ortega, ignorándose la procedencia y la autoría. La anterior fue sepultada en el cementerio mureño, con el protocolo establecido para todas las hermanas, como si fuera una cofrade más.

- Nuestra Virgen de los Dolores tiene las características propias de una imagen para vestir, cometido que han llevado con devoción y entrega sus camareras y hermanas a lo largo del tiempo. Ellas se han encargado de sus mantos y vestidos, ropa blanca y alhajas, cultos y organización.

- El Viernes de Dolores tiene lugar la Asamblea General tras la celebración de la Eucaristía, los cargos principales recaen en dos hermanas mayores y una tesorera, durante el mandato que se establece.

- El desfile procesional se lleva a efecto cada Viernes Santo.- Es obligado citar la labor desarrollada en las últimas décadas por nuestra querida amiga y hermana María Arroyo Castro,

“alma mater” de la cofradía.

D.M.R.

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MARÍA DOLOROSA EN EL CALVARIO HASTA LA SOLEDAD EN EL SEPULCRO. PEQUEÑAS FIGURAS

La presencia de la Virgen María en el ciclo de la pasión de Cristo se concreta a lo largo de un grupo de temas, cuyo discurso iconológico parte de su presencia en el árbol de la Cruz hasta la Soledad en su despedida del Santo Entierro como viuda herida en el corazón, pasando por el descendimiento y lamentación ante el Cristo muerto. Es verdad que este aspecto figurativo de Ma-ría responde a un momento de incorporación de estos modelos ante una sociedad que sufría en sus propias carnes a lo largo del siglo XVI y XVII un gran cúmulo de desgracias, calamidades, epidemias, pandemias, guerras y el mejor amparo para la salvación de los fieles era la Virgen mediadora de la Salvación en el ciclo pasional. Sin lugar a dudas, la Mater Dolorosa fue el refugio de los hombres de aquel tiempo de la Contrarreforma y, con el paso del tiempo, su devoción perduró en la piedad del pueblo y de los devotos, en particular. En concreto, las tierras de la abadía abundaron en varios temas pasionales relacionados con Cristo (Señor de la Columna, Jesús Nazarenos y Crucificados) en los primeros tiempos de las manifestaciones religiosas y en las capillas de sus templos. Pero lo que nunca faltó fue la presencia de María Dolorosa en la vida de los devotos alcalaínos. Especial mención merece la cofradía de la Santa Veracruz de Alcalá la Real que, a partir de 1550, levantó hospital y ermita, donde albergaba varias imágenes de María en el momento final del ciclo pasional. Por un lado varias imágenes de la Virgen de las Angustias se detallan en sus inventarios de los primeros siglos de la Edad Moderna y la Madre de Dios procesionaba en la tarde del Jueves Santo tras los pasos de la Cruz, Señor de la Columna, San Juan y el Crucificado, transformada en Dolorosa y Soledad, lo que fue imitado posteriormente en el siglo XVII por las cofradías del Dulce Nombre en la mañana del Viernes Santo y la de la Oración de Jesús en el Huerto, luego del Señor de la Humildad, hasta el siglo XX.

En cuanto a los retablos de las iglesias de la abadía alcalaína, siguen las pautas del cambio del Pantocrátor y la cruz en su último cuerpo. Y el dintel culminará con el símbolo excepcional del ciclo salvífico de Cristo, la escena de Jesús en el Calvario acompañado de su Madre, llena de dolor, y su hijo amado san Juan Evangelista. Además, en los diversos campos del arte, princi-palmente, de la pintura y escultura, los personajes se presentan focalizando su mirada al eje central, formando un conjunto o un grupo separado y compuesto para la hornacina de personajes pasionales. Por otro lado, poco a poco la figura de la Virgen María, en su doble vertiente de Dolores y Soledad centrará la piedad popular y se hará presente en el camarín central de las capillas de los retablos y, por otro lado, abundan las imágenes de la piedad íntima de los componentes de los monasterios, oratorios, ermitas y hornacinas de casas particulares, lo que daría lugar a un amplio desarrollo y divulgación de María Dolores, presente en algunas habitaciones de devotos.

MARÍA EN EL CALVARIO

El culto a María en el Calvario se remonta al evangelio sanjuanista, pero la presencia de María en el Calvario, junto con San Juan, fue divulgada por el franciscano Jacopone Todi, cuando escribía una frase que se hizo universal “Stabat Mater dolorosa iuxta crucem lacrimosa, dum pendebat filius”. Se considera que esta escena icnográfica significaba al triunfo de Cristo sobre la Sinagoga y la salvación universal frente al mundo judaico, al mismo tiempo que María se presenta como la mediadora y conso-ladora de los cristianos.

En Alcalá la Real, hay constancia de la difusión de relieves del Calvario por la familia artística de los Sardos, y, entre ellos, Pablo de Rojas alcanzó su cenit en tierras granadinas. Pervivencias de ellos actualmente se encuentran en diversas capillas y reta-blos de la iglesia de Consolación. Además responden a esculturas exentas formando el conjunto grupal del calvario y ofreciendo modelos diferentes por el tratamiento artístico e iconográfico, así como por el momento de su reelaboración.

Francisco Martín Rosales

3.1. En Santa Ana:

3.1.1. Nuestra Señora de las AngustiasLa antigüedad del culto a Nuestra Señora de las Angustias en Alcalá la Real se remon-

ta al siglo XVI; pues en un legajo de la extinta Cofradía de la Veracruz, custodiado en el AMAR, y con fecha de 1574, aparece en el tercero altar [...] la imagen de Ntra. Sra. de las Angustias con un Cristo en las faldas. En otro Inventario de los bienes muebles y bienes sitios de la Cofradía de la Santa Veracruz del año 1591, conservado igualmente en el AMAR, se habla nada menos que de dos imágenes de esta advocación mariana. Así pues, en dicho legajo, y bajo el epígrafe de Retablos, aparece una larga enumeración de imágenes entre las que se encuentran las siguientes que a continuación transcribimos:

- En el altar colateral de las Angustias hay un Cristo en las faldas de la Imagen.

3. Otras imágenes de Dolorosas

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én- En la capilla de Cortecero está la Imagen de Nuestra Señora en su tabernáculo y otra

Imagen de Ntra. Sra. en el altar que dicen de las Angustias. - Una imagen de Ntra. Sra. que está en la sacristía de poco más de media vara que tiene el

Cristo en los brazos.Si bien, en los inventarios de 1733 y 1738 ya no aparece ninguna de las dos imágenes,

ni en el templo ni en la sacristía. La talla venerada en la iglesia bien pudo ser trasladada a la cercana ermita de la Caridad, puesto que en 1939 se localiza una imagen de esta advo-cación en dicha ermita, donde Juan Negrete y otros jóvenes habían constituido una Cofra-día; imagen que vino a parar después a la iglesia de su nombre en la que se veneró hasta su destrucción en 1936. Por otro lado, la pequeña imagen de la sacristía pudo ser igualmente cambiada de ubicación. Según varios historiadores locales, esta última sería la que actual-mente ocupa el retablo renacentista del lateral derecho de la iglesia de Santa Ana.

Por otro lado, también conocemos que allá por el siglo XVII entre los titulares de la desaparecida Cofradía de la Oración en el huerto y Humildad de Nuestro Señor Jesucristo, establecida en iglesia de Consolación, se encontraba una imagen de las Angustias que se adquirió en Granada a mediados de siglo; imagen que se veneró hasta 1936 en el crucero del templo franciscano, en la capilla del lado de la Epístola.

En cualquier caso, la Virgen de las Angustias llegaría a Santa Ana tras la Guerra Civil para ocupar el vacío ocasionado por la desaparición de Nuestra Señora del Socorro; imagen que, según los inventarios de los siglos XVIII Y XIX, parece ser que recibía la veneración de los santaneros en el hermoso retablo renacentista ya mencionado. Es por ello que me inclino a pensar que bien pudiera tratarse de la antigua titular mariana de la Cofradía de la Oración en el huerto y Humildad de Nuestro Señor Jesucristo que, quizás por su pequeño tamaño, pudo ser salvaguardada de la destrucción por algún devoto e ir a parar a la iglesia de Santa Ana, -recordemos que la capilla del lado de la Epístola del crucero de la iglesia de Consolación, donde antes radicaba el culto a nuestra imagen, fue ocupada tras la contienda civil por un retablo procedente de la Veracruz donde hoy se encuentra el Sagrado Corazón de Jesús-. Si bien, también cabe la posibilidad de que nuestra Virgen sea una obra escultórica de ejecución más tardía, procedente de algún oratorio privado.

Según el historiador y Catedrático de Universidad D. Lázaro Gila Medina, el retablo pictórico donde se venera la Virgen de las Angustias de Santa Ana podría servir de modelo arquetípico del retablo alcalaíno de las últimas décadas del siglo XVI, en tiempos de los Raxis; mientras que la talla de Ntra. Sra. es de factura barroca, debiendo fecharse en torno al siglo XVIII.

Tomando como propias las palabras de D. Francisco Martín Rosales, podemos decir que dicha obra escultórica, con unas dimensiones inferiores al natural -72 cm. de altura, sobre una peana de 20 cm.-, imita el modelo de la imagen de la patrona de Granada y pone de manifiesto el momento icono-gráfico del Dolor de una Madre ante la presencia del Hijo muerto en su regazo. Así, a los pies de una hermosa cruz de taracea que otorga al conjunto una altura máxima de 125 cm., y cubierta con un manto negro bordado, María Santísima muestra una expresión serena; la figura de Cristo responde a la tradicional iconografía del Descendimiento y reposa su cabeza sobre un cojín de color carmesí. Las manos abiertas de la Madre, en actitud oferente, presentan el cuerpo de Cristo como queriendo superar el dolor y la tragedia de la Pasión y Muerte del Redentor.

Jesús Castillo Delgado

Bibliografía- AMAR: - Caja 72, legajo 12: Inventario de los bienes muebles y bienes sitios de la Cofradía de la Santa Veracruz, 1574. - Caja 72, legajo 15: Inventario de los bienes muebles y bienes sitios de la Cofradía de la Santa Veracruz, 1591. - Caja 74, legajo 10: Libro de actas e inventarios de la Cofradía de la Santa Veracruz, 1688. - Gila Medina, L.: Arte y artistas del renacimiento en torno a la Real Abadía de Alcalá la Real, Granada: Universidad de Granada, 1989.- Martín Rosales, F., Murcia Rosales, D., Sanjuan Monforte, L.: María en el arte de Alcalá la Real, Alcalá la Real: Iglesia local y Excelentísimo Ayun-tamiento, 2005.- Miembros del Grupo de Trabajo C.E.P. de Jaén: El patrimonio artístico de Alcalá la Real: Iglesia de Nuestra Señora de las Angustias, Alcalá la Real: Excmo. Ayuntamiento, 2006.- Murcia Rosales, D.: El Cristo de la Humildad y Ntra. Sra. de las Angustias, Alcalá la Real: Programa Virgen de las Angustias, 2000.- Murcia Rosales, D.: Santa Ana, en la Mota, Alcalá la Real: Programa Fiestas Patronales de Santa Ana, 2009.- Murcia Rosales, D.: Las postrimerías de la Ermita de la Caridad, Alcalá la Real: Programa Virgen de las Angustias, 2012.

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3.1.2. El Gallardete de los DoloresEs grato reencontrar algo que tenías olvidado o perdido. Rebuscando para este anuario

monográfico imágenes sobre la advocación de la Virgen María en sus misterios dolorosos, doy con esta fotografía de este sencillo gallardete. Ignoro si hubo hermandad o desfile pro-cesional con la Virgen de los Dolores; o si esta pieza llegó aquí involuntariamente, o traída por algún devoto o sacerdote. Lo cierto es que se trata de un fragmento de un estandarte, que tiene buena apariencia y antigüedad y que está enmarcado.

Como puede apreciarse, el lienzo que soporta el óvalo pintado con la Virgen es liso. Esta realidad contrasta con la riqueza de la pintura, que parece de buena calidad. María aparece de cuerpo entero. Viste túnica blanca con cíngulo y manto azul ribeteado. La cabeza lleva corona real con arcos imperiales. A sus pies se muestra el creciente lunar y en el pecho el corazón atravesado por la espada de dolor. Sorprende el imponente res-plandor dorado (el sol envuelve a María), y el rostro doloroso que se acentúa con limpias lágrimas. Es fácil comprobar que a pesar de ser una Dolorosa están presentes las alegorías de la Concepción Inmaculada. Por todo lo expuesto, nos parece una pieza digna de unas manos expertas.

Domingo Murcia Rosales

3.2. En el Convento de Nuestra Señora de los Remedios (Trinitarias):

3.2.1. Dolorosa de Francisco EnríquezAparece Nuestra Señora de manto azul, vestido pardo y toca ahuesada. Dirige sus ma-

nos hacia el pecho, asiendo la toca, que presenta un doblez con buen efecto plástico. Su cara fina, triste y delicada, muestra una expresión de dolor resignado, palpable en el ceño.

En el reverso se lee con bastante claridad: “Francisco Enríquez fecit. En Granada, año de 1816.” Este pintor gozó de prestigio en su época. Enríquez y García había nacido en 1791 y falleció en 1841. Su trayectoria es suficientemente conocida: alumno de la Escuela de Dibujo de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, de Granada, su ciudad natal. Llegó a ser su director. Tras la creación del granadino Liceo Artístico en 1839, par-ticipó en sus exposiciones. Fue una figura clave en la organización del Museo Provincial de Granada. En una exposición en Madrid, en 1916, se presentaron varias miniaturas suyas. Igualmente en la de Barcelona de 1956. Hay obras de este pintor granadino en el Museo del Prado.

Domingo Mur-cia

3.2.2. Dos cuadritos con Nuestra Señora de las AngustiasGrata sorpresa la de estos dos cuadros sobre Nuestra Señora de las Angustias. Como verá el lector, son similares, salvo las

diferencias derivadas de la técnica decorativa y del tiempo en que fueron realizados.Es posible que el más antiguo sea el de la izquierda. El

deterioro es bien patente, si bien nos parece de más categoría ornamental respecto al segundo, que se halla en buen estado, aunque con matices de languidez, propios de una etapa pos-terior (¿neoclasicismo?). No es muy aventurado decir que el deteriorado puede ser de principios del XVIII y del círculo y estilo barroco del cordobés Antonio Fernández de Castro y Villavicencio, formado en el taller de Juan de Alfaro.

Puestos a observar con más detenimiento, vemos las principales diferencias entre ambos: colores cálidos del pri-mero frente a los apagados del segundo; cortinajes con flecos, corona de estrellas, cruz con cartela del INRI, sábana oscure-cida, velo transparente cubriendo el cuerpo de Cristo, clavos a los pies… y, especialmente, estrellas de plata o metálicas

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éndel manto, superpuestas en el lugar que debieran estar pintadas. El segundo, mejor conservado como se ha dicho, tiene nitidez y limpieza, trazos precisos, y bien determinados, que facilitan la contemplación. En cualquier caso, dos obritas muy dignas, iconográficamente semejantes, copiadas una de otra, composición análoga, casi fotográfica, que nos aproximan a la advocación de las Angustias, versión española de la Piedad, tan extendida por Europa.

Por su majestuosidad y sugerencia del mensaje, nos viene al pensamiento aquella estrofa de Gerardo Diego: “Deja que en lágrimas bañe / la orla negra de tu manto / a los pies del árbol santo / donde tu fruto se mustia. / Capitana de la Angustia: /no quiero que sufras tanto.”

D. Murcia

3.3. En el Convento de la Encarnación (Dominicas):

3.3.1. Dolorosa de las Siete EspadasSe completa el reduccionismo del Descendimiento y Lamentación con la ausencia

del Santo Entierro y la presencia solitaria de la imagen de la Mater Dolorosa en sus dos vertientes de Dolorosa y Soledad. Reau y Male consideran que esta Virgen aislada es un fenómeno eminentemente español, donde se concentran todos los sufrimientos de María, y alcanza en el arte barroco su más alta expresión. Su origen radica en la representación del primer dolor al recibir la profecía de Simeón y se completan con el resto de los siete dolores, que se simbolizan con el corazón traspasado por las siete espadas. De ahí nace la iconografía de la Virgen de los Dolores, y, un paso más adelante sin aditivos y concentrada en su pena de viuda se transforma en Soledad.

Esta imagen barroca de vestir o de candelero y de autor anónimo se encuentra en la clausura del convento dominico. Viste túnica blanca y bordados antiguos, cubriéndose con un manto azul oscuro ribeteado y con toca de encaje que recibe una corona con fulgo-res. Inclina su cabeza hacia la izquierda y muestra entre sus manos una corona de espinas. El pecho se cubre de un corazón plateado atravesado por las siete espadas de dolor de las Siete Profecías de Dolor. Por lo tanto responde a la tipología de Virgen de los Dolores. Atrae espacialmente de esta imagen, convertida en signo pasional y devocional, el rostro de María manifestando una resignación asumida en medio del intimismo recatado de una soledad conseguida. María está abati-da y se hace patente con la mirada baja de sus ojos enarcados, pero, al mismo tiempo, respira cierto rubor, producto del sofoco pasional. No pueden olvidarse en su rostro la finura de sus labios y nariz el conjunto de sus formas realzadas con su vestimenta y el delicado tratamiento de sus manos.

Francisco Martín Rosales

3.3.2. Otras imágenes de la Virgen de los Dolores en la clausuraNUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORESEsta imagen de vestir, también de autor anónimo se encuentra en la clausura del convento dominico. Viste la tradicional

túnica blanca, cubriéndose con un manto negro. Inclina su bello rostro hacia la derecha y muestra entre sus manos un rosario. Difiere de los modelos anteriores, porque cruza las manos sobre el pecho. Se acerca más al modelo de la Soledad. Para los autores del Cuaderno de Monasterio de las RRMM Dominicas, esta imagen ofrece cierta despro-porción, derivada de la altura de la imagen y de la gran corona que cubre su cabeza, que parece no ser suya. También, le asignan cierto choque de rigidez y mediana expresividad a pesar de su bello rostro y sus nobles facciones. No obstante, la iconografía de la Soledad responde a la exaltación del estoicismo de la mujer viuda para soportar todos los dolores y sufrimientos

VIRGEN DE LOS DOLORESEsta pequeña y bella imagen para vestir y perteneciente al barroco granadino, se data

en el siglo XVII. Es de autor anónimo. Mide en torno a 56 cm. con peana.Responde a una imagen de vestir con un conseguido rostro de dolor, Mater Dolorosa,

tan frecuente en las casas, oratorios y conventos. No por eso, podemos desechar la alta calidad que ofrece esta obra y, en modo alguno, considerarla como de segundo orden. Martínez Medina considera que su origen se encuentra relacionado con el esquema típico de Dolorosa Granadina “De actitud recogida, con la cabeza inclinada hacia abajo y las manos entrelazadas” y además, puede estar relacionada con el Ecce-Homo y Crucificado

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eal. Jaénen la misma línea que las de medio busto lo hacían entre ellas. Confirma esta concepción del Eccehomo como imagen simbólica de toda la Pasión, la creación en claro paralelismo de iconografías de la Virgen Dolorosa, que habitualmente acompañaba a los bustos, ya sean esculturas o pinturas. No representa ningún momento de la Pasión, sino la actitud de María en todo el drama (...) En él se invita al creyente a imitar a la Santísima Virgen en el seguimiento de la Pasión de su Hijo, al que se presenta como el engendrado por ella para remediar a todos los hombres y devolverlos a la amistad con Dios. No es de extrañar que esta pequeña imagen se encuentre en un convento, pues era frecuente que este tipo de ico-nos se entregara por las monjas a su nueva profesión con motivo de su ingreso en la orden dominica.

En Alcalá se remontan este tipo de imágenes al siglo XVI con el nombre de Madre de Dios, Soledad y Dolores, que se veneraban en los templos y se manifestaban públicamente en la procesión de la Cofradía de la Veracruz en la tarde del Jueves Santo. También la co-fradía de la Soledad recogía este momento crucial en la tarde del Viernes Santo a finales del mismo siglo.

Lo que no coincidimos con el anterior crítico que fue obra del Barroco es en el hecho de que se creara este aislamiento de la imagen de María fuera de la iconografía histórico-narrativa acompañando escenas en la Pasión o Vida de Jesús, pues ya existían en la comarca alcalaína y las imágenes de la Soledad son testimonio claro en otros lares. Tal vez, el Barroco intensificó la figura aislada de María sin referencia a ningún momento determinado de la Pasión de Cristo, pero no fue obra creada exclusivamente en este periodo.

La esencia de esta pequeña imagen radica en que centra el pensamiento cristiano tras la Pasión de Cristo. Pues expresa, con toda su intensidad y esencia, el dolor silencioso y soli-tario de la Virgen, al recordar desde lo más profundo de su corazón los sentimientos de su Hijo. Y lo hace no para una manifestación pública sino para el recato intimista de la oración particular. Para interiorizar los sentimientos de María ante la Pasión en este bello y clásico rostro de la Virgen con dolor interior y contenido, mirada al suelo y acompañada con los elementos de Pasión.

La cabeza inclinada hacia delante y la mirada baja son típicos caracteres de los imagine-ros granadinos, sobre todo la obra de Mora o Risueño. A esto se añaden las cejas arqueadas y el cerco fruncido para intensificar el dolor. La verticalidad de la imagen y su simetría se rom-pen con el leve movimiento de la cabeza hacia la izquierda. Como figura del barroco, todo el dolor queda concentrado en el rostro y en las manos bellamente dispuestas hacia el corazón sobredorado y atravesado por siete puñales, que simboliza el dolor mariano y pasional de los siete dolores. Sin embargo, su expresión de dolor sereno –sin demasiada teatralidad y con el simbolismo que representa de la Pasión de María– encuadra a esta pequeña imagen en el carácter contrarrefomista que las definen dentro del contexto granadino, muy alejado a la expresión de dolor aparatoso y trágico de Sevilla. Pues no faltan detalles de realismo como las lágrimas que caen sobre las mejillas. El manto negro con adornos de plata ensalza el llanto y el luto por la muerte del Redentor. Pero esto es una obra tardía del preciosismo.

OTRAS VÍRGENES DE LA SOLEDADHay otras dos imágenes de la Soledad, una con manto negro y la corona en las manos y otra con vestidos pascuales sin nada

en las manos, que no llegan a tener valor artístico y son más bien propiamente devocionales procedentes de oratorios particulares.F. Martín

3.3.3. Virgen de la PalomaAunque le hemos dado el título “de la Paloma”, realmente se trata de una Dolorosa, de

autor anónimo. Pudiera ser de finales del XVIII o principios del XIX, de estilo barroco, en donde se aprecia notablemente el claroscuro. Es una pintura sobre lienzo, con un marco sencillo y algo deteriorado.

La oscuridad pretende resaltar a María, de manto rojo, vestido blanco y resplandor de rayos y estrellas. Dentro del tipo iconográfico de la Dolorosa, ésta que nos ocupa habría que incluirla como Soledad, o sea, María sola con su dolor, después del entierro de Cristo. Cree-mos que se trata, con bastante probabilidad, de una reproducción de la madrileña Virgen de la Paloma, una devoción particular muy arraigada en la capital del Reino, unida a numero-sas leyendas, como aquella de la que nace su devoción: el lienzo de esta venerada efigie fue encontrado en 1787, en un corral que había en la calle de la Paloma, n.º 21, que pertenecía

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éna las monjas de San Juan de la Penitencia, de Alcalá de Henares. Una tal Andrea Isabel Tintero lo recogió de unos muchachos que lo arrastraban por el suelo. Esta circunstancia estimuló la devoción de esta señora hacia el cuadro. Lo colocó en su portal y en este lugar se inició la veneración de la imagen por parte del vecindario. Empezaron a atribuirle prodigios y maravillas y en 1796 ya se le había construido una capilla, y más tarde un templo, el actual, que fue bendecido en 1912. Ignoramos por qué vino esta copia a nuestro convento dominico.

El rostro tiene unas facciones bellas y se adivinan unos grandes ojos en su mirada baja y resignada. Lleva las manos entrecru-zadas, en actitud orante, y sus ropajes sencillos recuerdan un hábito monjil. Se adorna con un largo rosario colgado de su cuello. La escena se flanquea con cortinas y dosel de color rojo.

Domingo Murcia

3.3.4. Dolorosa del RefectorioLos refectorios conventuales son estancias que se usan como comedor de la colectivi-

dad. Suelen ser muy austeros en su mobiliario y decoración. Hemos localizado este discre-to y mediocre cuadro de la Dolorosa, colgado en uno de sus muros.

La Señora aparece sentada con pliegues destacados en sus vestiduras. Viste de blanco con un sayo bien bordado, especialmente en la parte inferior. Se cubre y complementa con manto azul estrellado. Porta una corona real y en sus manos entrecruzadas una de espinas. Se adivina el dañado corazón del que salen las características siete espadas de dolor, bien visibles.

No sobresalen especiales rasgos de dolor en su rostro, aunque hay cierta resignación en la mirada. Parece pintura del XIX. Dos cabezas de angelitos guarnecen a María en los ángulos superiores del lienzo.

D.M.R.

3.3.5. Virgen de los Dolores ante Cristo YacenteEs original y poco extendida la temática de este cuadro de la clausura dominica.En una primera ojeada ya podemos aproximarnos a un somero análisis. Tres características se muestran casi sin pretenderlo:

horizontalidad, tenebrosidad y patetismo.La horizontalidad la provoca la propia estructura de la composición, ya que la figura completa de Cristo yacente ocupa toda

la anchura del lienzo. Esta amplitud apaisada se acentúa aún más con los brazos abiertos de María, que parecen proteger el cuer-po lacerado y sangriento del Redentor.

La tenebrosidad viene unida al estilo barroco de la obra, aumentando el efecto del claroscuro. Se ilumina la escena sobre todo en el tronco de Jesús y en la cara y cuerpo de la Virgen.

El patetismo se muestra en la temática de la propia escena: Jesús, sobre una mesa, parece dispuesto para recibir los prepara-tivos de limpieza, ungüentos, vendajes y envolturas, propios de los cadáveres. María se muestra abatida, descompuesta, llena de dolor, patente en la expresión del semblante. Clava sus ojos tristes en el rostro de Jesús.

Contrasta la desnudez de Cristo medio envuelto en sábanas blancas y las vestiduras de su Madre, propias de la Virgen María: velo blanco ahuesado, manto azul y vestido rojo.

El lienzo se encuentra algo sucio y muy craquela-do, e impide la contemplación de una obra de buena factura.

Esta temática es un antecedente de la Piedad (o Angustias). Al principio se pintaba a la Virgen a cierta distancia del cuerpo de Cristo, que se mostraba sobre una mesa y un paño blanco e impecable. Poco a poco los artistas la fueron aproximando hasta conseguir un todo. La función de la mesa pasó al regazo de María y la de sus manos a acariciar directamente el cadáver de Jesús. Al ser este cuadro el origen de la tan conocida Quinta Angustia, le conferimos una especial origina-lidad.

D. Murcia.

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3.4. En la iglesia de Consolación:

3.4.1. María en el retablo de la Capilla de Jesús NazarenoEsta imagen de Dolorosa, de mediana estatura, está colocada en el pedestal de la

calle de la izquierda del retablo barroco de Jesús Nazareno (antigua capilla del Señor de la Humildad) formando pareja con la imagen de San Juan Evangelista. No ofrece valor artístico, porque responde a un modelo de serie y de material moderno de escayola pintado a la manera tradicional con los colores típicos de María –azul, rojo y blanco– que contrastan a la inversa con el verde de la túnica y rojo del manto y se equilibran con la actitud estática de su postura y disposición cruzada de manos y mirada hacia el cielo. Fue adquirida, en los cuarenta del siglo pasado, por un devoto en una tienda religiosa y procede de talleres similares a la Casa de Arte Religioso de Olot. Representa a María Dolorosa erguida con la mirada dirigida hacia el Salvador, cubierta con una túnica roja y un mantón azul verdoso, la toga blanca cubre su cabellera, con las manos juntas sobre su pecho y los dedos entrecruzados, se muestran en forma de súplica me-dianera. Su corazón viene atravesado por una sola espada, lo que nos hace relacionar a la imagen como María en su primer Dolor, al recibir la profecía de Simeón el día de la Presentación de Jesús en el Templo sobre el anuncio de la Pasión y Muerte de su Hijo. No es de extrañar que se eligiera esta imagen tan relacionada en su anterior templo con la Candelaria y la fiesta de la Presentación de la Virgen, festividad que celebraba la cofradía del Dulce Nombre de Jesús.

F.M.R.

3.4.2. María en el Calvario con San Juan y Cristo CrucificadoMaría Dolorosa forma parte de un grupo escultórico recompuesto en los años cuarenta del siglo XX, de madera policromada

y estofada, situado en la capilla de las Ánimas de la iglesia de Consolación, de Alcalá la Real. Responde, más bien, a una escena de coronar los retablos, donde suelen colocarse los calvarios. Proliferaron en las iglesias que se levantaron en Alcalá a lo largo del siglo XVI y XVII. Muchos fueron los conventos y las iglesias de las parroquias que los acogieron en capillas y presbiterios. Tam-poco se pueden olvidar los calvarios de los oratorios públicos y privados. Sin embargo, pronto se introdujo la nueva moda de los retablos barrocos que centró la visión iconográfica en la hornacina central y decoró todas las calles con elementos vegetales y geométricos olvidando los antiguos calvarios. Esto dio lugar a que fueran trasladados a otros lugares, como oratorios particulares y a capillas de las iglesias.

El grupo escultórico del Calvario suele estar formado por las tres figuras del Crucificado, Juan Evangelista y María. La escena de la crucifixión de Cristo entre María y Juan se convierte en una constante iconográfica de los retablos y de toda la imaginería renacentista. El presente calvario forma parte del retablo barroco de la capilla de Santa Ana de la iglesia de Consolación, pro-bablemente dedicada en algún tiempo anterior a las Ánimas. El retablo se encuadra dentro de la escuela prieguense por ser su autor y estilo de José de Priego. Las figuras que ocupan la hornacina central proceden de distintas épocas y estilos. Mientras el crucificado es obra de Martín Simón y responde a su estilo clasicista del que estamos muy acostumbrados en la imaginería de los años cuarenta de Alcalá la Real, las otras dos imágenes ofrecen un tratamiento diferente en la técnica y en la expresión ima-ginera. Nos atrevemos a encuadrarla a una época muy anterior a su instalación actual e, incluso, aventuramos que deben proceder de un retablo anterior y de otra iglesia.

Por sus formas, se puede datar dentro del ciclo renacentista de principios del siglo XVII. Pues recogen perfectamente la imagen prototípica del renacimiento cristiano sintetizando el espíritu de la época de la manera mejor que se podría interpretar. Mien-tras que el Crucificado se nos muestra, además, en un momento de su tránsito a la muerte y simulando la gubia de Mora, María y Juan son figuras en las que el manieris-mo se refleja perfectamente en el atrevimiento manierista de las posturas con giros de piernas y movimientos forzados de manos buscando más el equilibrio estético y escé-nico que la naturalidad de la imaginería posterior al Renacimiento. La policromía se asemeja a la estofada de muchas otras imágenes tan frecuentes en el entorno comarcal como las que han subsistido en las iglesias de Priego.

Este calvario debió pasar las mismas vicisitudes que tuvo el de la iglesia de San Ilde-fonso de Granada. Se trasladaría de una capilla importante a otra secundaria y ocupó el centro del manifestador. Curiosamente, la altura desmesurada de la Cruz, característica muy generalizada en el siglo XVI, aquí se compensa con una figura de Cristo de mayor tamaño que el que suele representarse en los calvarios de esa época por ser ejecutado

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énposteriormente. Esta altura desmesurada pretendía expresar plásticamente el triunfo del Hombre Jesús sobre la muerte.

A pesar de que aquí ocupa el centro focal, en su anterior ubicación debió estar en la parte medial del segundo piso para atraer la visión del espectador y distribuir el mensaje catequético hacia el resto del retablo en torno al cual se desarrollaba el programa iconográfico.

Era infrecuente que el Calvario ocupara una calle lateral al ser símbolo de la Redención, pues María resumía, por una parte, el papel como medianera o camino hacia la muerte redentora de Cristo en la Cruz y, por otra parte, el testimonio de Juan el de discípulo que lo acompaña hasta la muerte. En conclusión, lo original de esta capilla es que se haya convertido en el eje central de un retablo y no en una parte importante como se frecuentaba en los retablos renacentistas.

Francisco Martín

3.4.3. María en el retablo mayor de la iglesia de ConsolaciónEste calvario muestra a María Dolorosa formando parte de otro grupo escultó-

rico recompuesto en siglos anteriores. La composición está elaborada con diversas materias, porque responden a madera policromada las figuras de María y San Juan y pintura la del Crucificado, desfigurando el equilibrio del mensaje al pasar en segundo plano la figura del Redentor e invertir los lugares de las figuras, situando a María en el lado izquierdo y san Juan en el derecho de Jesús.

Este calvario está situado en el ático del retablo de la capilla central del presbi-terio de la iglesia de Consolación. Responde perfectamente la escena de coronar los retablos, donde suelen colocarse los calvarios. Como reminiscencia, corona este retablo barroco, obra del granadino Vidaure del siglo XVIII. La nueva tipología de los retablos barrocos centró la visión iconográfica en el único cuerpo central y la calle del medio, que albergaba la hornacina central con la imagen de Nuestra Señora de Consolación, y, que se transformó en el siglo pasado en un majestuoso camarín de la Virgen de las Mercedes. Todas las calles del retablo se decoraron con elementos vegetales, geométricos, rocallas, cornucopias y cornisas voladas ol-vidando el protagonismo de los antiguos calvarios, que queda como un residuo secundario del mensaje catequético.

Curiosamente, esta individualización de las figuras y su colocación no con-cuerda con el mensaje por la artificialidad del conjunto compositivo. María se aparta del modelo de los calvarios granadinos, que se remontan a Diego de Siloé. Pues, aunque se presenta estática y los brazos cruzados con las manos juntas de plegaria delante de su pecho, sin embargo se aparta de los modelos renacentistas y se acerca a las Vírgenes de Pablo de Rojas con la mirada dirigida, al menos hacia la imagen de Cristo muerto con diseño velazqueño. La ampulosidad de su ropaje y los pliegues sin drapeado ni triangulaciones de la escuela pablesca acercan esta imagen al barroco de Mora, e, incluso, a escultores posteriores imbuyendo la figura en una verticalidad a través de su pliegue central, la cara de María y la dirección de su mirada. El color oscuro de su ropaje contrasta con los tradicionales (rojo y verde) de la túnica y manto del evangelista, el manierismo de la imagen de San Juan (en la tradicional postura forzada de sus pies y la extensión de su mano izquierda señalando al Crucificado) contrasta con la verticalidad y el sublime barroquismo de la figura de María, con la que se unen en el punto de la proyección de su mirada. Está claro y evidente que estas tres figuras no responden a la escena del diálogo de Jesús, sino que se ajustan a una composición forzada.

F. Martín Rosales

3.4.4. Mater Dolorosa En el lienzo rectangular del bastidor, se inscribe un óvalo pintado, que aloja la

imagen de la Virgen. Es una sugerencia de retrato, muy al gusto de la época.En una cartela situada en la parte inferior puede leerse “Mater dolorosa”. Nues-

tra Señora, de medio cuerpo, luce un vestido rojo, manto azul y toca blanca, la cual recoge entre sus manos, como si quisiera cubrir la herida de su corazón, atravesado por un puñal, del que percibimos parte de la hoja y su empuñadura retorcida. Una aureola de estrellas se desprende de su cabeza. El rostro bello y atribulado acrecien-ta su pesar con la mirada hacia arriba. La efigie de la Virgen vuelve a mostrarse como Madre Dolorida, característica de esta advocación. El pesar se muestra en el rostro de la Señora y en la espada que abraza. Para conseguir mayor atención el artista se ha valido de algunos recursos plásticos, como la belleza de las formas, la ternura del rostro, la delicadeza de las manos, y la destreza de sus pinceles. El origen de esta representación se encuentra en la profecía del anciano Simeón, que anunció a María, el día de la Presentación de Jesús en el templo, que una espada de

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eal. Jaéndolor atravesaría su alma. (Tuam animam pertransibit dolores gladius.) (Luc. 2, 35). Nos llama la atención el término Dolorosa, que, iconográficamente, debiera corresponder a la Virgen con el corazón atravesado por siete espadas, los Dolores de María, que se puso de moda en el siglo XV. En este lienzo se sigue la representación primitiva y más ortodoxa de la soledad y dolor de Nuestra Señora, tras la muerte de Jesús. Este cuadro presenta una composición sencilla y algo fría, con ciertos aires clasicistas y podría datarse entre los siglos XVIII y XIX, por su composición y relamida coloración. Hay cierto equilibrio en el mensaje, ya que María aceptó participar del sufrimiento del Hijo. Inevitable recordar la profecía de Simeón, ya aludida, pero pueden deri-varse otras interpretaciones. Especialmente se nota la resignación ante el sufrimiento, y las preguntas al Padre, manifiestas en la mirada al cielo.

Domingo Murcia Rosales

3.4.5. Pintura de los Dolores de María. Altar del Perpetuo SocorroSe encuentra esta pintura en la parte superior de un retablo muy deteriorado

por el tiempo. Es el altar existente en el crucero del templo, en el lateral de la Epístola. En el mencionado retablo se observan dos cuerpos. En el principal, un icono de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, que ocupa todo el ancho. Y en el ático, nuestra imagen. Apenas si se puede notar, pues la suciedad nos lo impide. Investigando, puede afirmarse que este piso perteneció a otro altar simétrico en el lateral del Evangelio, en donde hoy está el Niño Jesús del Remedio, previo a la entrada de la Sacristía, En 1913 se dice: “…tiene en el centro un lienzo del Señor de la Paciencia, por bajo un Calvario muy bonito y una Soledad en la coronación.” He aquí, pues, nuestra pintura.

La técnica nos ha permitido ver un espacio octogonal, que alberga el lienzo con la Virgen de los Dolores. Nuestra Señora, de medio cuerpo. Viste manto azul bordado de estrellas, ribeteado de oro; velo blanco listado y resplandor también de estrellas en oro. Presenta las manos entrecruzadas y un semblante dulce, algo apenado. Este lienzo parece más un retrato de alguna escultura, que una obra pictórica creativa.

D. Murcia.

3.4.6. Vidriera de la naveHemos intentado en este monográfico acercarnos a todas las obras

artísticas alcalaínas que tengan que ver con la advocación de los Dolores en sus distintas formas de representación. Por eso no hemos despreciado aquellas que pudieran parecer de menor calidad o aquellas otras enmar-cadas en el capítulo de artes menores.

Creo que pudo ser en los años 1960-61. La iglesia de Consolación se encontraba en obras, gracias a la generosidad de algunas familias y cofra-días. Además de las reparaciones en la fábrica se dedicaron pequeñas can-tidades a embellecer el templo. Los óculos de la nave que lo permitían alojaron vidrieras. En la capilla mayor se colocaron las dedicadas a Jesús Nazareno y a la Virgen de las Mercedes. En el crucero, al Corazón de Jesús. Y en la nave, en el lateral de la epístola, las dedicadas a las imáge-nes de las capillas de enfrente pues el lateral del evangelio no lo permite al estar anexo, pared con pared, el antiguo convento franciscano. Así, frente al retablo de los Dolores se colocó una hermosa vidriera, que aquí reproducimos. El espacio circular traslúcido y orlado lo ocupa la figura de la Virgen, con manto azul, velo blanco y aureola resplandeciente. Por-ta en sus manos una corona de espinas y muestra en su pecho el corazón malherido con siete espadas.

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4.1. Las coronas de la Virgen de los Dolores, Nuestra Señora de las Angustias y Madre de Dios del Rosario...

A lo largo del tiempo el patrimonio cofrade ha ido teniendo las oscilaciones propias de cada época con las que ha coexistido, estas han traído como consecuencia un enriquecimiento o una pérdida patrimonial. Otras veces, la precariedad económica de la hermandad o su reducido número de hermanos también incidió en la riqueza y variedad patrimonial más o menos acorde con sus posibilidades. Afortunadamente el caso de nuestra ciudad fue en general enriquecedor y a lo largo del tiempo fue adquirien-do no solo un patrimonio imaginero de primer orden, sino que la Fe y las creencias junto al poder adquisitivo de sus miembros dio lugar a un patrimonio de otro tipo, entre el cual encontramos el orfebre del que hoy quedan algunos vestigios y que ahora vamos a detallar.

Virgen de los Dolores (Cofradía de la Humildad).

La corona es una pieza de plata en su color, recientemente restaurada y en la que se podían encontrar antes de esta mejora de la pieza, soldaduras y roturas propias del paso del tiempo y que hacían peligrar su estado. Pieza de origen cordobés de estilo rococó y que se data entre final del s XVIII e inicios del XIX siendo por tanto su decoración de estilo rococó aunque algo tardío y que por su época ya compartía protagonismo con piezas neoclásicas. Es una pieza fundida, soldada, labrada e incisa.

Medidas.• Peso de la pieza, 1.038 gr, antes de su restauración tenía 993 gr.• Altura total 37,5 cm.• Base de la pieza 15,5 cm de /O y en la parte superior de la canastilla 24,5 cm de /O• Canastilla: 11 cm de altura y en ella hay 6 espejos ovales de 2,3 cm x 4 cm. • Las tres cintas superiores o imperiales tienen una longitud de 53 cm de largo y 5

cm de ancho máximo. La flor que está en el centro de ellas tiene 9 cm de /O y sobre ella se alza una esfera lisa con 5,5 cm de diámetro central. La cruz de remate tiene 6,5 cm por 4,5 cm.

Marcas.

4. Orfebrería

• Fiel contraste: Mateo Martínez Moreno 1800 y león del marcaje de la ciudad de Córdoba.• Platero: No se puede datar su autoría al estar la marca fustra y tras su restauración haber quedado mas borrada aún. Sus

autores podrían ser José Jurado o Fco. Córdoba plateros que coinciden con la época de contrastía de Mateo Martínez. Coinciden las marcas de esta pieza con las que tiene el escudo o placa de la antigua cofradía de la Esclavitud del Santísimo Sacramento.

Hay varias buriladas de 2,5 cm en imperiales y en arco interior.

Comentario.La pieza se eleva sobre una canastilla de base moldurada, la moldura central convexa y decorada con temas vegetales, a ambos

lados de esta, otras dos molduras cóncavas lisas. La canastilla propiamente dicha está calada y decorada con los motivos propios del rococó cordobés, tornapuntas, decoración geométrica y floral y sobre todo espejos ovalados cóncavos y lisos, enmarcados con pequeñas molduras. Sobre la canastilla que se remata con adornos vegetales se elevan tres cintas o imperiales que al cruzarse en el centro se transforman en seis y que llevan decoración del mismo tipo, geométrica, vegetal-floral y de espejos y en las que se encuentra grabado el león de la ciudad de Córdoba. Sobre estas cintas y en su parte central, hay una flor de seis pétalos algo deteriorada por el paso del tiempo y que servía para adornar a la vez que tapar el cruce de los imperiales y como tema de paso entre este grupo de la corona propiamente dicha y el siguiente.

Cima el conjunto una pieza esférica lisa a modo de globo terráqueo y que a diferencia de otras piezas no se separa de la flor con un cuello cóncavo, sino que se apoya directamente sobre esta. Sobre la esfera se eleva una cruz de brazo romboidal y cantonada que rematada por perillas en cada uno de los brazos. Como curiosidad hay que decir que el montículo sobre el que se eleva la cruz es también de forma romboidal a diferencia de muchas otras coronas de la época que se hacían sobre una base o montículo moldurado.

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Madre de Dios del Rosario (Cofradía del Dulce Nombre de Jesús….)

La corona en cuestión es una pieza de plata en su color, en buen estado de conser-vación. Es una obra del siglo XVIII y está fundida, labrada, soldada e incisa. De escuela cordobesa y de estilo rococó, algo tardío, por lo recargado de sus adornos. Es muy clásica tanto en su estructura como en las formas y en nuestra ciudad hay algunas de similares características, tanto de la escuela cordobesa, como de la granadina.

Medidas.Altura total de la pieza 32 cm.12,5 cm. de /O en su base y 21,5 m. de /O en la parte superior de la canastilla.Su peso es de 637 gr.Las cintas superiores o imperiales (4) tienen 22 cm. de largo y 6 cm. de ancho máximo.La bola superior 4,5 cm. de /O y la cruz de remate 5 cm. por 3,5 cm.

Marcas.

Platero: Cristóbal Sánchez y Soto.Marca: León de la ciudad de Córdoba.Fiel contraste: Mateo Martínez Moreno quien la marca en 1791

Comentario.Tiene una diadema circular con dos partes lisas la inferior algo curvada y la superior formando un plano oblicuo. La parte

central es una moldura convexa adornada de forma incisa formando como una guirnalda de cintas entrelazadas y con adornos vegetales.

La canastilla es un derroche de decoración encontrándose todos los elementos propios de la decoración de las piezas de la época, desde tornapuntas, rocalla, adornos vegetales en forma de concha, junto a hojas y flores a lo largo de todo el conjunto. Hay unos espacios centrales que se van alternando a lo largo de esta, unos con un espacio enmarcado por tornapuntas con ador-no vegetal y rematado de flor con ocho pétalos y botón central y otros con espejo cóncavo liso, moldurado a modo de marco y con adornos laterales de tornapuntas y remates geométricos. Partiendo del interior de la canastilla, cuatro cintas o imperiales decorados con motivos similares a esta y que se cruzan en el centro superior de la corona.

Cima todo el conjunto una esfera circular lisa con una cruz latina, sobre ella de brazo romboidal, cantonada y rematada de bolas.

Nuestra Señora de las Angustias (Corona antigua….)

La Venerada imagen de Nuestra Señora de las Angustias tiene en su ajuar varias coro-nas de diferentes épocas, en este artículo nos vamos a dedicar a comentar la que tiene el sobrenombre de la “antigua” dentro de la Cofradía.

La corona en cuestión es una pieza de plata sobredorada, en buen estado de conserva-ción aunque a lo largo del tiempo ha sufrido muchas reparaciones y soldaduras, alguna de ellas no muy acertada. Es una obra de final del siglo XVIII y está fundida, labrada, soldada e incisa. De escuela granadina, aunque carece de marcas, pero debido a la procedencia de la antigua imagen quizás se trajera de allí. Es de estilo rococó, algo tardío.

Medidas.Altura total de la pieza 26 cm.16 cm. de /O en su base.Su peso es de 710 gr.Canastilla 10 cm de alto y 3 cm. de alto la diademaLas cintas superiores o imperiales tienen 15 cm. de largo y 3,5 cm. de ancho máximo.La cruz de remate 5,5 cm. por 4,5 cm.

Marcas.No hay, como tampoco burilada

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énComentario.Tiene una diadema circular de pie recto y decorada de forma incisa que da paso a moldura central convexa adornada de for-

ma incisa formando como una guirnalda de cintas entrelazadas y adornos vegetales. Lleva cabujones (10) con piedras facetadas de varios colores y formas, de varias épocas.

La canastilla, calada y algo tosca en su hechura, lleva una decoración moldurada e incisa con temas geométricos y vegetales, encontrándose todos los elementos propios de la decoración de las piezas de la época, desde tornapuntas, rocalla, adornos vege-tales en forma de venera e incluso alguna piedra facetada con formas diferentes, lleva también otros adornos de piedras semies-féricas de colores y lisas y hay agujeros que indican que pudo tener cabujones y piedras facetadas en otros momentos en ellos. En uno de los adornos centrales lleva el escudo de la cofradía labrado, el corazón con los siete puñales, rodeado de tornapuntas a modo de marco. Partiendo del interior de la canastilla, seis cintas o imperiales que se unen a un adorno central en forma de flor circular con doce hojas labradas. Los citados brazos van remachados a este adorno central superior y están decorados con motivos similares a la canastilla y con espejos centrales ovalados que llevan adornos incisos sobre advocaciones dedicadas a la Virgen en el Rosario.

Un pequeño cuello cilíndrico y algo cóncavo da paso a un cuerpo esférico casi plano con un borde central liso, de donde arranca una cruz latina, casi griega, de brazo romboidal, cantonada y rematada de bolas o perillas.

OTRAS PIEZASComo final de este trabajo vamos a aportar unas notas sobre el ajuar de una Dolorosa

que las Madres Dominicas tienen en su monasterio y que creo de interés por el trabajo de las piezas y su esmerada ejecución. Aunque carece de marcas se puede datar de finales del XVIII o inicios del XIX y posiblemente de escuela granadina por la procedencia de la imagen.

Creciente. Pieza de plata sobredorada, fundida, labrada, soldada e incisa y decorada con temas vegetales y geométricos, así como tornapuntas Se encuentra en buen estado de conservación habiéndose soldado una de las estrellas posteriormente. Carece de marcas y se remata a ambos lados con estrellas de seis puntas concéntricas y con arista central sobreelevada. En el centro de la pieza y abarcando las dos partes molduradas, tanto la convexa como la cóncava, a las que se adapta, el anagrama de María, de estructura bulbo-sa con adornos de ramas exteriores; y sobre el conjunto, corona real abierta. Sus medidas son 19 cm. de alto y 18 cm. de ancho máximo. 109 gr. de peso. Las estrellas tienen 3, 5 cm. de / O la exterior y la interior 2 cm. de / O.

Corona: Es una pieza en forma de resplandor, curvada y plana, en plata sobredorada, fundida, labrada y soldada. Se encuentra en buen estado de conservación y carece de marcas, al igual que el resto de las piezas que forman el conjunto, lo que dificulta su autoría y datación. Se compone la pieza de un arco de medio punto, ligeramente apuntado, en donde se encuentra un vástago que encaja en la cabeza de la imagen. La forma en que se inicia esta corona-resplandor es convexa y tiene una decoración de cordón. Se pasa luego a una cuerpo con centro ovalado, plano y convexo, rematado con un adorno de flor y sobre ella, una cruz latina de leño y brazo moldurado con cuadrón circular moldurado y rayos entre los brazos, con remate flordelisado. Es muy compleja en su decoración y recargada. A ambos lados de la cruz, haces de rayos con uno central más elevado y los laterales decreciendo, con cuerpo moldurado. Los rayos centrales se coronan de estrellas, seis en cada lado, de ochos puntas y con arista central sobreelevada. Engarzada al pie de la cruz y como adorno, una pequeña flor en oro, con adorno de piedras verdes facetadas (posiblemente alguna sortija de una donación ensamblada con posterioridad). Sus medidas son: 21 cm. de altura total y 2,5 cm. de ancho máximo. Peso 130 gr

Corazón El conjunto se completa con un corazón en plata sobredorada, fundido, inciso y soldado, adornado con cordoncillo de perlas y piedras semipreciosas. Es de sencillas formas, escaso adorno y elegancia en sus hechuras. La pieza es un cuerpo moldurado en forma de corazón, liso, con guirnalda interior de perlitas y con la parte superior en forma de cuello y rematada de cruz de brazo plano oculta bajo una piedra verde engastada y facetada con forma de lágrima. A los lados del corazón aparecen los siete puñales, que recuerdan los siete dolores de la Virgen que nacen de la profecía del anciano Simeón en la Presentación del Niño en el Templo; estos tienen hoja triangu-lar con motivos geométricos incisos, empuñadura cilíndrica y se remata el mango con adorno de piedras facetadas y engastadas de color blanco y verde. Sus medidas son: 46 gr. Altura total 9 cm. y ancho máximo 14 cm. Los puñales oscilan entre 4 cm. y 4,5 cm. de largo y entre 0,9 y 0,3 cm. el ancho de la hoja.

Luis Eugenio Sanjuán Monforte