Apreciado amigo de FUNFEH

Nos acercamos a una fecha que traspasando las barreras religiosas se ha convertido culturalmente en occidente como la ocasión para reflexionar, sentir y expresar el amor a los hijos, hermanos, pa-dres, abuelos, nietos, demás familiares, amigos y vecinos.

Esperamos haber aportado nuestro ´grano de arena´ a mejorar la calidad del amor que podamos sentir y dar. Recordando que esa maravillosa fuerza integradora que es el verdadero amor de nuestro Yo superior (simbre), contrasta con el pálido brillo espiritual que tiene el mal llamado ´amor´ que producimos con nuestro ego, que tan solo es querer bajo el motivo oculto del interés o del temor.

Igualmente importante es reconocer que todo Amor, no importa su fuerza, siempre necesita de la Verdad que la ´alumbre´ cognitivamente con su incontrastable luz, para que el amor no se ejercite entre oscuras sombras lejos de la verdad, o entre las penumbras de la verdad a medias. Por lo me-nos, así lo han podido ´aprehender´ una importante parte del creciente número de lectores satis-fechos que ha ´invertido´ de su preciado tiempo en nuestras lecturas mensuales.

Apreciados miembros de nuestro Club de Amigos de FUNFEH, hagamos del Amor y la Verdad, la alquimia de la Sabiduría, y practiquémosla virtuosamente, no sólo en esta época decembrina, sino en cada uno de los innumerables meses venideros que nos quedan por vivir.

Gracias también por vuestra sabia difusión de nuestras lecturas, es muy importante contar con su valiosa ayuda en compartirlas, reenviándolas entre su círculo personal y profesional. MUCHÍ-SIMAS GRACIAS por hacerlo!

Muy cordialmente, Adelina Álvarez Villa Directora de Operaciones FUNFEH PD. – Petronio les recuerda que al invocar la magia que encierra las dos palabras convencionales: FELIZ NAVIDAD, la verdadera felicidad es la que germina después alcanzar la PAZ interior, la AR-MONÍA con uno y con todos y la SALUD del cuerpo, del ego y del simbre; que debemos hacer que en cada día florezca en nuestra conciencia la verdadera felicidad del simbre, cuando somos ins-trumento de la felicidad espiritual de quienes más necesitan de nosotros, de ayudarlos a saber que están en el camino correcto, perfeccionando la mente de su inmortal espíritu!.

Diciembre 2013

Para quienes no reconocen las siglas de FUNFEH - Colombia Les ayudará saber que estas lecturas son obra de Petronio Tam

MBA de Stanford University, MA de la Universidad ESAN Ingeniero de la UNI de Lima y ´Ricardo Palmino´ Promo ´58

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Muy apreciado lector(a)

La lectura para este mes de Diciembre es un necesario complemento al material presentado como Referente Ético Universal de la VERDAD. Nos referi-mos a un enfoque fundamental y seminal para el conocimiento humano. La Ver-dad debe ser vista como la Ley ética de la Evolución, que ha venido jalonando el desarrollo de la ciencia fáctica y ahora está haciéndolo con las ciencias sociales. Nuestra contribución señala La Verdad como instrumento que nos conducirá por el camino correcto del prioritario desarrollo evolutivo de la mente del espíritu, en cada ser humano.

Mostraremos porqué La Verdad contiene un vector ético que ha hecho po-sible La Evolución del Universo, incluyendo, la atracción masiva de astros, aguje-ros negros y de la materia oscura. Pero más útil aún, la evolución bioquímica de los genes de las especies incluyendo la humana.

Para finalmente poner a descubierto el vector evolutivo para las estructu-ras de nuestras mentes, cuya verdadera naturaleza subyace más allá de lo cere-bral, de lo material; atravesando los confines del Más allá, nos conduce a Dios, como el Creador y el Receptor de todo lo que existe como materia y como espíri-tu.

Este vector evolutivo servirá como paradigma de universal aceptación, pa-ra darnos la seguridad que es la génesis de los valores éticos fundamentales go-bernantes para la conducta presente y futura de la humanidad globalizante. Un paradigma ético de Universal aceptación que tanto necesitamos, especialmente en la formación de las nuevas generaciones.

Así, marcharemos hacia la unificación de la ´verdad´ ética de cada quién, hoy en día en pro del pluralismo de creencias, que antes de seguir diversificando, debe unificarse en lo fundamental, superando la falacia del ego de todos.

A continuación iniciamos la reproducción parcial del bloque teórico III de IEs, sobre LA LEY de La VERDAD, que es parte del Libro III, de la Colección “Cabal-gando en hombros de Gigantes del Pensamiento”, cuyo autor es el suscrito y se-guro servidor.

Debo advertir que siendo nuestro enfoque de naturaleza post-convencional, la comprensión requerirá para algunos, consultar términos en nues-tro Glosario, el que estamos obsequiando a los nuevos miembros del Club de Amigos de FUNFEH. Aspiro a que el lector no iniciado en nuestro macro-modelo de Inteligencia Espiritual (IEs), comprenda esta limitación.

No obstante, invito a quienes deseen hacer sus preguntas o consultas por e-mail a petroniotam@gmail.com.

Su amigo y servidor, Petronio Tam

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LAS LEYES UNIVERSALES ESPIRITUALES PARA LA NATURALEZA METAFÍSICA

"No puedo creer que Dios juegue a los dados con el cosmos.

Antes de crear el Universo tuvo que haber creado las Leyes que lo rigen" Albert Einstein

Esta propuesta de IEs, obedece a la gran necesidad de la humanidad en tener un referente ético uni-versalmente aceptable para normar la ética y la moral, más allá de todo contexto religioso que provoca reacciones sectarias que se oponen a su aceptación y práctica. El macro modelo de Inteligencia Espiritual (IEs) presenta estas leyes, una vez deducidas de fuentes observables, con metodología científica, cuyos requisitos son: a) Que sea racional para ser entendible y aceptable por todos (ya que la razón es lenguaje universal por excelencia), b) Que sea analítica de los su-cesos históricos y de la observación de la realidad cotidiana, c) Que sea metodológica para clasificar el conocimiento que se analiza, d) Que sea exacta en la lógica a aplicar en a), b) y c) anteriores; y, e) Que sea verificable en a), b), c) y d) anteriores ante ´n´ auditorios. Las leyes propuestas permiten completar las respuestas a las cuatro preguntas éticas fundamentales dadas en los bloques teóricos I y II de IEs, en los Libros I y II, respectivos, de nuestra mencionada Colec-ción, especialmente en cuanto a la cuarta de las siguientes preguntas: ¿Quién soy?, ¿De dónde vengo?, ¿A dónde voy? y ¿Qué debo de hacer? LA LEY DE LA EVOLUCIÓN - La primera ley universal para lo espiritual

En el Bloque teórico II de IEs, del libro II de nuestra Colección, explicamos la visión de la realidad holís-tica; y en ella, IEs propone, con coherencia científica, modificar el reduccionismo materialista de la física cuántica para introducir las variables ´no locales´ o metafísicas, o superluminales, que explican la causal existencia de la mente espiritual que dirige las propiedades de lo material. IEs logra, conceptualmente, una integración racional de lo físico con lo espiritual para ver y creer la realidad holística como un todo indivisible comunicado por la informática vibracional de una mente que existe en toda criatura del universo ―obviamente, cada criatura tiene una mente de acuerdo a su grado de evolución ―, con cuatro niveles mentales ―cuántica, biológica, psicológica y evolutiva― y tres di-mensiones mentales ―cognitiva, sensitiva y volitiva―; que se integran en individualidades de compleja configuración bajo cuatro principios mentales ―simbiotismo, sinergismo, fractalidad y holodinámica―. El espíritu humano, nuestra verdadera identidad individual, continúa evolucionando en ciclos bajo cuatro genomas holísticos que se explican en el sub-libro IV.3, del Libro IV de nuestra Colección: “Cabalgando en Hombros de Gigantes del Pensamiento”. Como se explicó en el Bloque teórico I de IEs, en el Libro I de nuestra citada Colección, la cosmología cuántica nos ayuda a creer en la existencia de un Creador-Receptor Universal, que resulta de un rescate del concepto básico y fundamental de Dios, cuya mente genitiva explica que sus capacidades infinitas, nos permite identificarlo como el Creador y el Receptor universal. Este rescate de IEs, apoya esta verdad que es común a todas las religiones monoteístas. Veamos ahora el aspecto normativo de la causalidad creadora. ¿Bajo qué leyes subyacentes se con-duce la evolución de La Creación Universal? ¿Existe la posibilidad de que los Diez mandamientos de Moisés tengan alguna versión que guarde una clara relación con las leyes físicas que la ciencia oficial ha descubierto para la naturaleza material? ¿Se podrá también integrar en esta versión las leyes que Jesús

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de Nazareth adicionó a las leyes del Antiguo Testamento cristiano? ¿Podrá la propuesta de IEs, sobre las leyes espirituales armonizarse también con los preceptos de las principales religiones del mundo? Tomemos conciencia de la importancia que tiene esta nueva versión, propuesta por IEs para lo espi-ritual, para unir a la humanidad del segregacionismo religioso y de la gran necesidad de sacar a la espiri-tualidad de todo contexto religioso, para redireccionar al mundo que está inmerso en el reduccionismo materialista. Si tal cosa fuera posible, será un instrumento ético integracionista que ayudará a unificar las verdades doctrinarias, no sólo de las grandes religiones que hasta hoy tienden, por lo menos en teoría, a regir moralmente gran parte de la conducta humana, pero que por su dogmatismo incongruente con la ciencia actual (reduccionistamente materialista) fallan en hacer que la mayoría de sus fieles, una vez ini-ciados continúen una vida espiritual éticamente virtuosa. Urge contar con una base normativa para el universo entero, que todos los humanos podamos, ra-cional y holísticamente, comprender y aceptar sin dogmas contradictorios con la evolución científica, sin racionalizaciones ni fanatismos. Por ello, iniciamos esta unificación ética, con la primera Ley Espiritual de nuestra propuesta, LA LEY DE LA EVOLUCIÓN ESPIRITUAL. El concepto inicial de Evolución de la vida física

Hemos establecido en el modelo de IEs, que la Creación Universal evoluciona bajo la dirección de la mente espiritual presente en todas las criaturas. El concepto evolutivo, para muchos lectores está direc-tamente asociado al naturista inglés Charles Darwin quién en el siglo XIX lo propuso como una teoría de vanguardia en esa época, que hacía eco a los postulados de Jean Baptiste Lamark, zoólogo francés quién lo propuso sin pruebas experimentales, y restringida a las especies biológicas animales. Es destacable la sabiduría intuicional de Lamark, aplicable también a la evolución humana. La lógica lamarkiana se basaba en tres principios:

a) “La vida tiene la propiedad inherente a ella misma, de moverse siempre de lo simple a lo comple-jo”. Se plantea aquí la esencia que IEs recoge para la evolución de individualidades espirituales cuyas mentes crecen en complejidad para monitorizar sus respectivos cuerpos y la propia evolución de su mente espiritual.

b) “Los organismos eran capaces de cambiar sus características por medio del uso y el desuso, como respuesta a las variaciones del ambiente.” Esta tesis fue comprobada por Darwin. Desafortunada-mente, el dualismo cartesiano que separaba el cuerpo para la ciencia y el espíritu para las religiones, dejó a la mente como en el “limbo”. La ciencia “adoptó” a la mente como “conciencia, subconscien-cia (ésta, Freud no la aceptó, pero, entre otras aplicaciones, describe la actividad onírica) e incons-ciencia” y la incorporó a una neuro-psicología del cerebro.

La ciencia biológica creció prescindiendo de la mente y del espíritu y, confundió la sabia y causal es-trategia evolutiva contenida en ´la mutación ciega y al azar´, al verla bajo el miope lente del reduccio-nismo materialista. Para los biólogos, la evolución es un fenómeno ciego, pero que daba resultados de permanencia adaptativa; y estimaron que era ´por simple casualidad´. Así, no se necesitaba de entrar a explicar la existencia de un Creador Universal, que para ese enton-ces la cosmología cuántica aún no podía comprobar que hubo una creación universal. Con este reduc-cionismo materialista es como actualmente se enseña la biología, en casi la totalidad de las universida-des, creando en las nuevas generaciones un flagrante conflicto con toda moral basada en la existencia, religiosa o no, de la mente espiritual.

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En el Bloque teórico I de IEs del Libro I de nuestra citada Colección, se rescatan treinta y cuatro ar-gumentos a favor de la causalidad creadora, que se refuerzan con veintidós argumentos dados por Hawking/Mlodinow en el mismo libro, que antes de probar la casualidad creadora, sirven para reforzar la causalidad, como se explica mis comentario respecto a dicho libro. Y en el Capítulo 4 del presente Li-bro III se explica con metodología científica lo mental como una capacidad del espíritu.

c) “Los cambios así operados eran transmisibles a sus descendientes por herencia de los caracteres adquiridos.” Ésta es una “admonición científica” que después de casi siglo y medio, inspiró el trabajo de Robert Watson y Francis Crick, que merecieran el premio Nobel por descubrir la maravilla natural de la autoréplica del ADN, contenido en el genoma biológico. Para IEs, el enunciado es también el primer re-conocimiento científico que implícitamente se da dentro del contexto biológico a la capacidad de reci-claje evolutivo de generación en generación.

Darwin reuniendo las teorías de Malthus acerca del crecimiento de las poblaciones, con los resultados de la selección artificial obtenidos por los criadores de animales de Inglaterra y con los efectos del am-biente en la diferenciación de las poblaciones de los Galápagos; elaboró la Teoría del Origen de las Espe-cies por selección natural como respuestas a las cambiantes condiciones del medio ambiente. Así, con la mentalidad reduccionista de un evolucionismo sólo para lo biológico, se trató de incluir al hombre, quién también es un ser biológico, en una conocida búsqueda del ´eslabón perdido´ que antropológicamente perdió importancia gracias a las comprobaciones genéticas, primero del ADN mitocondrial de australopit-hecus; y luego, a recientes investigaciones del ADN de las poblaciones actuales en el globo. El Creacionismo cede ante el Evolucionismo

Se creó entonces una gran controversia polarizando las posiciones. Los académicos laicos cientificistas negaban a Dios afirmando que por un proceso mutante ciego y al azar ´el hombre provino de haber sido mico´. Mientras que a mediados del siglo XX, el Papa Pío XII, después de consultar a su Pontificia Acade-mia de Las Ciencias, una entidad fundada en 1936 y llamada “el senado científico para servir a la verdad”, concluyó en su encíclica Humanis Generis de 1950, que el evolucionismo del hombre era una hipótesis seria, pero no tanto como la hipótesis opuesta, el creacionismo del hombre, proveniente de la interpreta-ción bíblica, de que cada hombre era creación misteriosa y directa de Dios, sin mediar evolución alguna.

El 23 de Octubre de 1996, el Papa Juan Pablo II emitió un comunicado público vía internet a los Académicos de La Pontificia Academia de Las Ciencias. El comunicado que en su esencia admite la teoría de la evolución como “una verdad científica”, después de considerar que “Hoy, medio siglo después de la aparición de la Encíclica (Humanis Generis), nuevos conocimientos llevan a reconocer en la teoría de la evolución más que una hipótesis... La convergencia, no buscada ni inducida, de los trabajos realizados in-dependientemente unos de otros, constituye en sí misma un argumento significativo a favor de esta teor-ía”. Aclara: “En verdad, más que ‘la’ teoría de la evolución, conviene hablar de ‘las teorías de la evolu-ción´―entre las que tiene lugar la evolución holística propuesta por IEs―,... De este modo, existen lectu-ras materialistas y reduccionistas, y lecturas espirituales”. Precisa: “El Magisterio de la Iglesia está direc-tamente interesado en la cuestión de la evolución, porque ésta concierne al concepto del hom-bre,...creado ―en su espíritu con mente― a imagen y semejanza de Dios...” Las palabras insertadas en la cita entre guiones y sin letra cursiva son mías.

El Papa llama la atención a los académicos ante “la necesidad de una hermenéutica rigurosa para una correcta interpretación de la Palabra inspirada. Conviene delimitar bien el sentido propio de la Escritura,

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rechazando las interpretaciones indebidas que hacen decir lo que ésta no tiene intención de decir”. Se re-quiere resolver el aparente conflicto de que la verdad religiosa del creacionismo no contradiga a la verdad científica del evolucionismo, ya que el Papa tituló su comunicado “A los Académicos: La Verdad (religiosa) no puede contradecir a La Verdad (científica)”. Las palabras sin cursiva y entre paréntesis en la cita son mías y pretenden hermeneutizar lo que implícitamente quiere decir Juan Pablo II.

El Papa Juan Pablo II, para resolver el aparente conflicto entre dos verdades, pide a los académicos acudir a ´la hermenéutica´ para la correcta interpretación de la Palabra inspirada, ya que ésta tiene limita-ciones de Escritura, que pudieron haber conducido a decir una “verdad” religiosa que no favorece la ver-dadera intención de la escritura, que no es otra que la intención de la inspiración del revelador. Es decir, en primer lugar el Papa reconoce implícitamente que ante dos verdades contradictorias, la que hay que revisar es la religiosa. En segundo lugar, que la interpretación de ésta última puede y debe ser revisada para que desaparezca la contradicción, y la verdad religiosa del creacionismo se interprete correctamen-te para que siga siendo verdad y así no contradiga a la verdad científica de la evolución, aunque advier-te la existencia de otras teorías de la evolución´, como la evolución holística de la propuesta de IEs, que es la que de manera efectiva explica la realidad holística. Realidad que incluye a la naturaleza inmaterial, o metafísica, de la mente espiritual y sus respectivos pensamientos, ya que como se demuestra en el Capí-tulo 4 de este Libro, la mente no es capacidad del cerebro. El concepto de Entropía para lo físico y Metaentropía para lo metafísico

Como podemos apreciar, ha sido providencial que IEs haya caído, por coincidencia, “como anillo al dedo” en la búsqueda de la hermenéutica rigurosa solicitada por Juan Pablo II. Su propuesta ratifica la existencia de un Creador Universal y no es ni una tesis materialista ni reduccionista, sino más bien espiri-tualista, sin contexto religioso. Bajo IEs rescatamos que el hombre fue creado directamente por el Creador Universal en un proceso evolutivo, que se calcula ahora que ha tomado 13.780 millones de años de histo-ria evolutiva. Hasta el presente, “la imagen que se asemeja al Creador” llamada hombre, es referida en semejante a su componente espiritual, pues Dios es espíritu y no es cuerpo físico; y la racionalidad de la mente humana, tan sólo puede ser semejante a Dios en espíritu, no en cuerpo. Es muy importante también tener en cuenta que Dios al no tener cuerpo tampoco puede tener ego. Como se explica en el Capítulo 6 del presente libro, el ego es una programación mental que pierde su razón de ser al morir el cuerpo físico, por lo que mal hacen las religiones monoteístas en adjudicarle ego a Dios, pues así en lugar de ´divinizarlo´, lo han ´humanizado´. De aquí se desprende también, que el hombre en su actual grado evolutivo va camino hacia la per-fección de su mente racional-egoica, para lo cual el humano tiene que trascender el ego. IEs también propone que la evolución del hombre es:

a) Entrópica, o sea que por acción de la entropía, la evolución humana debe desordenar su configura-ción material para que sus moléculas, conjuntamente con las demás moléculas del universo físico, se-an, no simultánea, pero sí inexorablemente, convertidas por la acción terminal de los agujeros ne-gros, en energía tódica del Receptor Universal.

Hago referencia a las palabras de Jesús de Nazareth: “Quiero decirles hermanos, que lo que es de carne y hueso no puede tener parte en el reino de Dios; pues lo que no dura no puede tener parte en lo que dura para siempre” (Corintios 15, 50).

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La entropía, a corto plazo, se manifiesta en la mutación de ciclos de vida evolutivos. Desde hace 13.780 millones de años, en términos de macro-largo plazo, es decir dentro de miles de millones de años, inexorable y cosmológicamente la entropía aniquilará la materia del planeta Tierra para devol-verla al seno de la singularidad no-física de dónde provino. Este proceso mutante empezó, mediante transformaciones físico-químicas, en progresivos valores agregados, escalando sinérgicamente la complejidad molecular de las partículas físicas primigenias pasando primero por un proceso de núcleo-síntesis pre-estelar, luego por una vida estelar de tres ge-neraciones ―incluyendo la fase de supernovas―, pasando por la formación de vida planetaria; y en nuestro planeta, por los ciclos de vida geológica para la formación de la magnetósfera, litosfera, hidrosfera, atmosfera, tectónica de placas, deriva continental, luego la vida biológica paleontológica, antropológica y sociológica.

Es decir que, la entropía hace que todo cuerpo físico se desordene con el tiempo, lo biológico muere y renace cíclicamente, adaptándose a los cambios de la naturaleza de su ecosistema. La cosmología cuántica proyecta que al final subsiste una tendencia de regresiones estadísticas en la historia en cada galaxia y ´quasar´ primitivo, comprobando que a través de un colapso inexorable, la materia física es aniquilada, es decir, conducida a la nada material en la singularidad de un agujero supermasivo, para volverse energía tódica de la cual provino.

Los millones de agujeros negros existentes en cada galaxia, van, lenta y progresivamente, ´aniquilando´ la materia, por el colapso gravitatorio de todas las estrellas, planetas, lunas, asteroides, cometas, polvo interestelar y, también de las diversas formas exóticas de materia, que cosmológica-mente se les llama ´materia oscura´, ya que también son sensibles a la fuerza atractiva de la grave-dad. Los mismos agujeros negros serán absorbidos por algún agujero negro supermasivo, de miles de millones de masas solares, como el que existe en el centro de cada galaxia y reducidos a la ´nada ma-terial´.

Así, desaparecerá toda la materia en cada galaxia. Incluso, el polvo cósmico remanente en el es-pacio entre las galaxias, de escasísima densidad ―estimado en un promedio de 3 a 5 gramos de ma-teria por kilómetro cúbico― se irá enfriando lenta y progresivamente a través del tiempo, para des-aparecer como materia cuando su temperatura llegue al cero absoluto; y cese a nivel cuántico, todo tipo de vibración ´espínica´ ―término dado por la física cuántica al indescriptible movimiento ´vorticiano´ de las partículas cuánticas.

Es decir que, por acción de la Entropía, todo lo material o físico, ´lo que está materialmente ca-liente se enfría´, ´lo que es joven envejece´, y ´lo que nace muere´; y así, todo lo físico vuelve al es-cenario ´tódico´ del Creador universal, a quién llamamos el Receptor universal.

b) Metaentrópica, o sea que la naturaleza no-física o metafísica, está sujeta a la acción de la metaen-tropía, término acuñado por IEs para aplicarlo por simetría a la naturaleza de lo espiritual o metafísi-co, bajo el principio de la correspondencia con la entropía física. IEs ha deducido que existe una cons-tante evolución cíclicamente ordenante en la capacidad de la mente que dirige lo material, al ob-servar lo ocurrido con la historia de la evolución de las moléculas en el cosmos galáctico, estelar y planetario; y en la evolución de las especies biológicas a través de la paleontología y la antropología.

Así, la metaentropía es el principio evolutivo que ha venido perfeccionando, o sea ordenando, la capacidad de los niveles de conciencia de la mente espiritual. Es decir que, la metaentropía es en lo metafísico, lo recíproco de la entropía para lo físico. Si la entropía desordena (fuerza universal que

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actúa para ejercer su tendencia deteriorante) a la materia a través del tiempo físico; la metaentropía ordena (con tendencia perfeccionante) a la mente espiritual, a través del tiempo metafísico. Cuando materia y espíritu están indivisiblemente unidos, ambos tiempos, físico y metafísico, se pueden medir bajo ambos parámetros, así se evidencia tangiblemente que la mente se perfecciona con el transcu-rrir del tiempo físico. IEs está en capacidad de demostrar trans-disciplinariamente con la ayuda de la cosmología, geo-logía, paleontología, biología, antropología y psicología (especialmente con la psicología transperso-nal), que la meta-entropía es el principio evolutivo para lo mental, cuya inexorable tendencia, como vector evolutivo direccionante, es ´perfeccionar la capacidad de la mente espiritual´ en cada indivi-duo, a través de acciones de naturaleza altruista, en un dinámico escenario vivencial de constantes transformaciones de cuerpos físicos, de su ecología y de las sociedades de los seres que lo habitan.

La metaentropía se comprueba por observación de la dinámica evolutiva del cosmos a través de la historia y de su expresión física manifiesta en la creciente capacidad mental en las especies en evolu-ción, especialmente a través de la paleontología, la antropología y la sociología―o sea que la mente metafísica se ordena o perfecciona cíclicamente como lo ha venido haciendo a través del tiempo evo-lutivo cosmológico, paleontológico, antropológico y sociológico.

La acción metaentrópica es la responsable del ascenso de la capacidad mental en todas las tran-siciones de una especie a otra, que listaremos en orden ascendente: procariota, eucariota, algas ver-de azules, cordados marinos, peces cartilaginosos, anfibios, reptiles, reptiles mamiferoides, mamífe-ros, primates, homínidos y humanos.

La metaentropía, inexorablemente perfecciona la capacidad de la conciencia espiritual de cada individuo en sus tres dimensiones: cognitiva, sensitiva y volitiva. Se realiza en la sub-mente evoluti-va del simbre, para que impulse el proceso de perfección de la capacidad de conciencia de su mente espiritual.

Por lo anterior, desde el comienzo del universo, la capacidad de conciencia de la mente del espíri-tu ha venido perfeccionándose, cíclica, simbiótica y sinérgicamente; y, debe continuar creciendo en perfección para llegar a convertirse, próximamente en una mente racional-altruista, (evolutivamen-te superior a la mente racional-egoica).

Algún día, bajo la aceleración históricamente ya vista de la evolución perfeccionante, que tiende a crecer a velocidades exponenciales, se llegará por metaentropía, a ser parte de la perfección del Re-ceptor Universal, como lo dice Jesús de Nazareth en San Juan: “…para que todos seamos una sola co-sa, oh Padre, tú en mí y yo en ti, y ellos en nosotros una sola cosa”.

Basado en lo anterior, IEs propone una nueva visión holística para el sentido de la vida del humano. Relegando secundariamente la visión egoica de la felicidad placentera, para que sea lo-grada razonable y moderadamente. Para que con inteligencia psicoespiritual cada quién logre que la felicidad básica, compuesta por paz, armonía y salud, se convierta en nuestra plataforma existen-cial. Para que el objetivo ulterior sea, romper en el resimbre los bloqueos de conciencia ocasiona-dos por las acciones repetitivas de los mecanismos de defensa viciados del ego y las limitaciones de sus puntos ciegos; y, crecer en capacidad de conciencia de la mente espiritual del resimbre.

El concepto de la ley espiritual universal de La Evolución, fue concebido por IEs, como un trabajo in-dependiente del comunicado, en 1996, de Juan Pablo II, no ha sido inducido por éste, mas sin embargo coincidencialmente ofrece una versión de “hermenéutica rigurosa... para una correcta interpretación... de

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la intención de la Escritura”. El modelo de las leyes espirituales, en su primera versión en Julio de 1995, hizo parte de una publicación del suscrito, dirigida a alumnos de dos universidades caleñas cuándo se dic-taba cátedra sobre el mismo, mientras que simultáneamente se dictaba un seminario a veintiséis catedrá-ticos, tres decanos y dos rectores de estas mismas universidades. Este modelo no ha sido fundamental-mente modificado desde ese entonces, pero se ha confirmado y enriquecido substancialmente como lo continuará haciéndolo, con los continuos adelantos de la física, la cosmología, la genética y la sociología.

La ley de la Evolución, es la ley de leyes dentro del orden espiritual pues dinamiza el proceso exis-tencial de La Creación y, le da causa, dirección y meta al significado del propósito mismo de la existen-cia de cada ser humano. La Evolución física se hace bajo las leyes físicas, pero requiere que cada partícula física sea monitorizada por su respectiva individualidad espiritual y, ésta, en su evolución, está regida por las demás leyes físicas en armonía con el propósito causal de las leyes espirituales.

Estamos diciendo así que la evolución no debe limitarse, ni siquiera en lo físico, a una teoría de mu-tación biológica. Ésta, tan sólo es un capítulo intermedio, para lo físico de la evolución universal, que co-mienza con la evolución cosmológica de partículas caóticas. Para producir, del caos cuántico, los macro ciclos galácticos y estelares, que tomaron de tres a seis mil millones de años.

Consolidada la formación de la gama completa de moléculas pesadas en la fase terminal del corazón de las estrellas gigantes moribundas, llamada supernova, la evolución continuó, y continúa en las estrellas de tercera generación, como el sol para que sus ciclos, incidan en los diferentes ciclos de los planetas, que dinamizan los ritmos evolutivos del ecosistema físico y biológico.

Así es que la evolución durante casi dos mil millones de años de cambios geológicos (en la litosfera, la atmósfera, la hidrosfera y en la biosfera), dio como un resultado de la simbiosis sinérgica en las mentes cuánticas, la formación de largas cadenas de moléculas orgánicas, cuyas mentes moleculares, progresi-vamente fueron adquiriendo la capacidad de autoreplicarse, creando en la Tierra, el capítulo evolutivo biológico.

Recordemos que la mutación biológica a su vez sirve de laboratorio vivencial para desarrollar el ego, que siendo en su inicio instintivamente irracional, su conciencia se ha venido aclarando en unos dos mil quinientos millones de años, para convertirse en el natural egoísmo racional con el cual, desde hace unos doscientos mil años nace cada integrante de la especie humana, perfeccionando con su racionalidad, con altibajos en sus ciclos, pero en una clara tendencia a muy largo plazo a nacer algún día con altruismo racional.

El vector de la evolución: EL ALTRUISMO

La Cosmología de inicios del siglo XXI estima en 13.780 millones de años, la edad de la evolución del universo. IEs propone que la evolución cósmica es un proceso holístico, integral indivisible, donde mate-ria y espíritu están unidos desde su creación, o sea desde el Big Bang. También postula que el espíritu contiene como su capacidad fundamental a la mente. La mente como indispensable gestora de la vida física, produce holodinámicamente, la información codificada en niveles de inteligencia cuántica, biológi-ca, psicológica y evolutiva, para que la materia y su correspondiente espíritu evolucionen cíclicamente ―puede ver la explicación sobre el principio mental de la Holodinámica en el capítulo correspondiente a los cuatro Principios Mentales propuestos por IEs.

Como la Ciencia oficial establece que la materia de los cuerpos físicos y sus respectivas propiedades evolucionan entrópicamente, es decir en ciclos cuya tendencia final es desordenante. He señalado, que el

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espíritu de los cuerpos metafísicos y sus respectivas capacidades mentales evolucionan metaentrópica-mente, es decir en ciclos cuya tendencia final es ordenante. Grandes brechas del conocimiento científico se resolverían a través de adoptar y profundizar la tesis de IEs, que la evolución mental del espíritu en cada materia permite la evolución de los cuerpos físicos. Y recíprocamente, la evolución de los cuerpos físicos vivencia el escenario para la evolución de la mente espiritual.

Hemos llegado a comprender que la evolución mental es transtemporal, porque la capacidad de la mente, una vez desarrollada, sobrevive y recicla de cuerpo en cuerpo, atravesando la barrera entre el tiempo físico y el tiempo metafísico. El concepto científico de la evolución establece que se recicla dentro de cada especie hasta evolucionar a otra especie superior, y así sucesivamente. Postulo que se recicla desde una especie a otra de superiores cualidades evolutivas (como en el caso del reptil al mamífero, éste ama y protege mejor a sus crías) para lograr mejores condiciones para el perfeccionamiento mental. Así, es coherente y razonable concebir niveles evolutivos superiores a las especies corpóreas, es decir en seres superiores materialmente incorpóreos o sea, concebir la existencia de seres no encarnables en cuerpos físicos.

Al hablar sobre el Espíritu, en el presente libro he explicado lo que son las estructuras básicas de con-ciencia (EBC´s) del espíritu. Recordemos que están compuestas por ´purones´ superluminales que logran, a través de la evolución, el perfeccionamiento de la capacidad mental, a través de acertadas decisiones y logros vivenciales, que les permite crecer sinérgicamente la calidad de la conciencia, en las diversas líneas de desarrollo del conocimiento, del sentimiento y de la voluntad ―en cada dimensión de la mente y en cada uno de los cuatro niveles de conciencia: cuántico, biológico, psicológico y evolutivo.

Pese a que no se aprecia fácilmente, dentro de cada ciclo psico-biológico suceden cambios mutacio-nales en el cuerpo y en la psiquis egoica. Nuestra capacidad mental puede llegar a superar los bloqueos espirituales ―que veremos mejor bajo la próxima ley, La Ley de La Justicia Restitutiva―. Con el transcurrir de la vida se eliminan algunos bloqueos, pero pueden crearse otros, resultando por sinergia una tenden-cia de tener cada vez menos bloqueos en cantidad y calidad. Así, se ha venido logrando el aumento de la capacidad cognitiva, sensitiva y volitiva del simbre, durante innumerables ciclos de vida, cuántica y bio-lógica.

Los humanos lo hacemos conociendo mejor la verdad de cómo son las cosas, llegamos a sentir y a dar mejor el amor, superando el sólo querer egoico por interés o por temor y logrando cómo hacer el bien y mejor las cosas con más verdad y más amor, lo cual representa una nueva definición para el Altruismo.

Así la historia de la evolución del universo nos muestra que el perfeccionamiento mental se ha logra-do creciendo la capacidad de conciencia en sus cuatro niveles. Quiero decir que gracias al nivel evolutivo del simbre, se ha venido requiriendo más altruismo para el logro de mayor conocimiento y mayor sensibi-lidad y mayor complejidad de funciones en lo biológico que en lo cuántico; saliendo de un protoego cuán-tico a un ego irracional de creciente perfección de reino mineral al vegetal y de éste al animal, llegando al ego racional en el humano.

En cada nivel, este desarrollo evolutivo metaentrópico ha actuado en las tres dimensiones de nuestra mente espiritual, siempre en una misma dirección, o sea bajo la acción de un vector evolutivo común que integra mayor conocimiento de la verdad, mejor manejo del amor y mayores y más complejos logros de bien común, con verdad y amor. IEs lo llama ALTRUISMO (en un concepto ampliado), cuya capacidad de aplicarlo y mejorarlo ha sido creciente y constante a través del tiempo, en numerosos reciclajes evoluti-vos.

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El altruismo ha venido actuando evolutivamente, superando progresivamente al egoísmo, en la propia individualidad de los distintos seres, más notablemente en la escala del reino animal, como su pro-le, su familia, sus pares, su colectividad, su sociedad, su especie. Y en los humanos se extiende a la ecolog-ía terrestre y al cosmos en general, donde a mayor evolución, el libre albedrío a medida que evoluciona, se manifiesta con menor egoísmo y con creciente altruismo. Los componentes del Altruismo en:

a) La Verdad: el conocimiento verdadero del “saber cómo” hacer físicamente su propia constitución y sus propiedades. Y cuando es biológico, sus funciones fisiológicas, sistémicas, reproductivas y muta-cionales. Así también en sus funciones psicológicas que evolucionaron de la irracionalidad hacia la racionalidad, eliminando el reduccionismo materialista y la racionalización, en creencia, ideologías, doctrinas, dogmas y disciplinas científicas.

b) El Amor: el sentimiento de amar, que se expresa primitivamente como la sensitividad contenida en los parámetros cuánticos, moleculares, celulares, biológicos; para llegar de la irracionalidad psicoló-gica a la racionalidad egoica, y de ella, a la racionalidad altruista que en el humano, por ahora, su perfeccionamiento se expresa en retos colectivos y sociales, con una creciente espiritualidad en cada vez más individuos, aún expresada con incipientes logros colectivos. Hasta que algún día, ojalá no muy lejano podamos trabajar en propuestas políticas, comunitarias, regionales y globales, inspirados por el amor de los simbres y no solo por el mero querer de los egos motivado por el ´qué dirán´ de otros egos.

c) La creciente voluntad de hacer el bien a sí mismo y a la preservación fraterna de los de su familia, género y especie. En los humanos implica menos uso de antivalores ―incluso de los muchos antiva-lores no penalizados por la ley humana p.e. la mentira, el incumplimiento de la palabra, la deshones-tidad, la envidia, la codicia, la libidinosidad, los celos, la posesividad, la dependencia, el apego, etcé-tera―, con más y mejor práctica de valores, con la toma de conciencia que cada valor debe ser in-condicionalmente hecho (sin interés ni temor) para estructurarse en virtudes y expresarse en actos virtuosos.

La innegable presencia del Altruismo en la evolución del universo

Conteniendo como ´ingredientes´: la verdad del ´saber cómo´, al amor de fraternizar, la voluntad de hacerse el bien a sí mismos y a los demás; el Altruismo ha estado crecientemente presente en el direc-cionamiento evolutivo de cada paso de la historia del universo, como lo demuestran los siguientes ca-sos:

La fraternidad de las primeras partículas fundamentales de la materia subatómica llamados quarks para “convivir” por una vida estimada de 1031 años, dentro de los núcleos atómicos en sus “hábitats cuánticos” llamados neutrones y protones.

La sabiduría que muestran los electrones para, con la atracción del amor a los protones, girar ince-santemente orbitando alrededor de los núcleos atómicos, para formar los primeros átomos de hidrógeno y de helio en el universo primitivo.

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La misión altruista de las galaxias de “procrear” en su seno a cientos de miles de millones de las es-trellas. Dando hasta ahora por lo menos tres generaciones de éstas. La misión altruista de las estre-llas al fabricar a partir del hidrógeno y helio, en sucesivas generaciones de estrellas, toda la gama natural conocida de las moléculas del universo. Sin ellas el universo no evolucionaría, nuestro sol como estrella de tercera generación no tendría planetas y nuestros cuerpos biológicos no existirían en el planeta Tierra

El amor inductivo de los fenómenos de magnetismo y electricidad en el diálogo cuántico entre fo-tones y electrones, para hacer todos los fenómenos genéticos, biológicos, psicológicos, eléctricos, electrónicos y de telecomunicaciones

El amor en la afinidad química de las moléculas que ejercitan los electrones de valencia y covalencia para “abrazar orbitalmente” a varios núcleos atómicos y crear moléculas compuestas, al ´saber cómo´ cambiar el radio de sus órbitas para enlazar a otros protones de átomos con afinidad química; y, emitiendo o absorbiendo fotones, según el propósito de ionización, que los pondrá en movimien-to, por atracción hacia un cátodo o electrostáticamente por atracción o repulsión según la polaridad del sustrato que lo contiene. Gracias a esta movilización catódica, la tecnología nos ha permitido dis-frutar entre otras aplicaciones, de la luz fluorescente y la televisión de pantalla tubular.

La fraternidad en los enlaces químicos de las moléculas de metales y metaloides, para formar los di-versos compuestos químicos que tecnológicamente nos proporcionan creciente calidad de vida.

El amor selectivo de los chips de silicio para permitir con su habilidad de semiconducción la fabrica-ción de los microcircuitos para la robótica y la bio-nanotecnología.

El amor del carbono, la molécula fraterna por excelencia, para unirse en largas cadenas de molécu-las orgánicas, polipéptidas de aminoácidos, como el ARN, sin las cuales no estaríamos biológicamen-te vivos.

El ´saber cómo´ movilizar moléculas enteras, ―según el efecto de ´apilamiento aromático´ descu-bierto por Julius Rebeck en 1993―, como en el caso de aminoácidos y radicales químicos, dentro de las células, bajo la dirección de su respectiva mente biológica, para los procesos de fabricación de proteínas, enzimas, de mitosis y de renovación celular. Esta forma cuántica de movilización es el ins-trumento mecanicista en toda la fenomenología metabólica, para el crecimiento fetal y el sosteni-miento de la ´vida´ de los seres adultos, especialmente en la reproducción de los genes dentro de las células.

La fraternidad inteligente ―del ´saber cómo´― de las colonias compuestas por millones de bacte-rias, para convivir en su biosfera llamada volvox, ―no más grande que la cabeza de un alfiler―, en la cual, las bacterias que se encuentran en la superficie del volvox están alimentándose de los nutrien-tes del río que los contiene, mientras tanto, las bacterias que están dentro del volvox, se calientan entre sí protegiéndose de las bajas temperaturas del río. Cuando los del interior del volvox tienen hambre, las bacterias rotan con los de afuera, que están “con frío”, así les toca el turno de alimentar-se para sobrevivir.

La sabiduría estratégica de ´viajar´ de las bacterias, para sobrevivir cuando se agotan los nutrientes en el entorno del volvox. Esta información es transmitida por las bacterias que están en la superficie del volvox, mediante la segregación de una proteína que reciben las bacterias de adentro del volvox. Las bacterias del interior del volvox segregan entonces una proteína distinta, capaz de unir en dece-

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nas de miles a todas las bacterias de la colonia para formar cientos de esporas, cuyo aerodinámico diseño les permite explorar otras partes del río, hasta encontrar lugares donde haya nutrientes, donde se multiplicarán convirtiendo a cada espora, para formar un nuevo volvox.

La sabiduría germinal y reproductiva biológica del genoma del ADN, complementada por los otros tres genomas holísticos, que explicamos en el Bloque teórico IV.3 de IEs, del sub-libro IV.3), del Libro IV de nuestra citada Colección.

La sabiduría de formas-colores-olores-sabores que tienen las plantas, para atraer a sus predadores, con el fin de que efectúen la polinización y depositen sus semillas, conjuntamente con sus excremen-tos, en nuevos y apartados lugares donde las plantas “no pueden llegar”. Esta sabiduría, incluso pue-de llegar a ser “sofisticadamente” selectiva, como para atraer con colores ultravioletas a mariposas y colibríes.

La sabiduría de formas, colores y olores de los diferentes animales marinos y terrestres, para mi-metizarse de predadores, mutar apariencias en la piel, plumas, cornamentas y colmillos para luchar con sus rivales, y/o atraer en festivos cortejos a sus parejas durante las épocas de apareamiento.

El amor tenaz para aferrarse a la vida en cada individuo multicelular y, su amor prioritario para la preservación de la especie a través de su sexualidad y su genitalidad.

La sabiduría de elefantes y palomas mensajeras para recordar lugares y la de otras especies de aves para migrar optimizando condiciones climatológicas.

Amor de los salmones, las tortugas y los mamíferos de migrar a miles de kilómetros, para aparearse u ovular y reproducirse, en lugares bajo óptimas condiciones que la naturaleza les brinda.

La fraternidad de las protosociedades vegetales y animales, para complementar sus necesidades o compartir los mismos recursos naturales. Como el caso de cinco tipos de colonias de hormigas que a cinco horarios diferentes, comparten pacíficamente el mismo habitat silvestre. Hasta la convivencia de grupos de leones, elefantes, vacunos y primates, incluso con pájaros y otros animales menores. Y las funciones que prestan los animales domésticos, para servir al humano que los alimenta.

La sabiduría para aferrarse y preservar la vida, que tienen las células no-embrionarias, incluso en procesos de clonación. Como por ejemplo, las células de la ubre de una oveja, que en un cultivo arti-ficial deciden, ante la falta de nutrientes, suspender su usual reproducción como parte de un tejido de ubre, y liberarse de proteínas no-histonas, que impedían el acceso a toda la enciclopedia genética del ADN, para convertirse así en una célula capaz de llegar a ser un embrión, si cuenta con los nu-trientes del óvulo de oveja al cuál ha sido inyectado.

El creciente y continuo altruismo del desarrollo humano: pasando sucesivamente por Carroñero a Antropófago, a Esclavista, a Colonialista y, por ahora, a respetar Derechos Humanos ; y en un futuro, a ´amar al prójimo´ con amor desinteresado:

o Hace dos y medio millones años, cuando el ancestro humano era aun un homo habilis, su débil contextura no le permitía sino esconderse de los grandes predadores hasta que ellos mataran a una presa mayor. Luego, esperar que diferentes especies de predadores, como leones, tigres, hienas, gallinazos, acabaran con la víctima, que usualmente era una vaca, para ir por los huesos y pellejos que quedaban y, con habilidad carroñera y filudas piedras alimentarse del tuétano de los huesos y del seso de los cráneos.

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o Hace un millón y medio de años, el futuro hombre tuvo como ancestros posibles a los homos er-gaster, erectus y antecessor, todos, nómades errantes con inteligencia para cazar y sobrevivir en todo tipo de regiones y de climas, en un constante éxodo desde ´su´ África ancestral. Sobrevivían en los inviernos gélidos sin otra alternativa que alimentarse de sus pares más débiles, convirtién-dose en antropófagos. Este paso era un progreso al altruismo en bien de la continuidad de la vi-da de los más fuertes, pues así se preservaba mejor la especie, mejoraba la erradicación de la no-civa práctica de carroñero.

o A partir de los últimos doscientos mil años, y probablemente con más frecuencia desde hace unos ocho mil años, el hombre (homo sapiens) se vuelve recolector y agricultor. Cuando se ago-taban los recursos en los alrededores de su tribu o región, guerreaba para conseguir ampliar sus territorios. Se ideó obtener nuevos colaboradores de mano de obra para el trabajo de la tierra para la tribu vencedora, si no exterminaban ni se comían a los vencidos. Un nuevo paso evoluti-vo del hombre al abandonar la antropofagia y substituirla por la esclavitud.

o Para el homo sapiens-sapiens, con el auge del uso del lenguaje y de la escritura, los asentamien-tos humanos se organizan en reinos y naciones; y la esclavitud convivió por siglos con nuevas modalidades, menos crueles, como el avasallamiento monárquico y el colonialismo. Nuevas formas menos egoístas y más altruistas marcaron el paso del tiempo evolutivo en etapas cada vez más cortas en la historia evolutiva. Es decir que la evolución menos egoísta se hizo cada vez más rápida.

o Hace menos de cuatro siglos que la revolución francesa marcó el hito histórico del comienzo de la abolición de la esclavitud y el avasallamiento monárquico. Posteriormente, con las nuevas re-públicas independientes, se selló el final del colonialismo para que la filosofía constitucional de las naciones del mundo pudieran observar formalmente los derechos humanos, fundamentando después el derecho internacional humanitario, incluso para los escenarios de guerra, y la in-demnización de las víctimas de ellas.

o Aunque, obscurecida por la explotación de clases, de la niñez, trata de blancas, secuestro, guerri-lla, paramilitarismo, narcotráfico, corrupción, inseguridad, crimen organizado dentro de todos los regímenes y sistemas políticos, que siempre existieron antes, menos organizados o con menos alcance que ahora. No obstante, por lo menos en legislación y en derecho, la humanidad entera acepta en forma casi unánime la propuesta de un gran pensador de hace 25 siglos, Confucio, para forjar un hombre modelo en su sociedad, a quién llamaba el hombre “Ju”, debía de observar el precepto moral de: “no hagas a otro lo que no quieres que te hagan a tí”.

o La especie humana ha tenido un proceso de altibajos, cuya tendencia estadística a muy largo plazo ha sido ascendente, aunque con cíclicos y temporales retrocesos. Tardará más de veinte y un siglos para hacerle caso a Jesús de Nazareth, en su sabia propuesta que reivindica el verdade-ro amor: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. No basta pues con sólo respetarlo, esto es mucho menos difícil que amarlo, casi podríamos decir que a diferencia de siglos anteriores hoy la gran mayoría de los seres humanos nacen bajo condiciones que hacen que fácilmente aprehenda a respetar al prójimo, por lo menos condicionalmente y cada vez bajo características egoístas con menor número o grado en la práctica de antivalores.

o Pero, la gran mayoría de humanos, aún no nace con la capacidad para aprehender a amar con igual rapidez y efectividad; mucho menos incondicionalmente. Nuestro modelo preconiza que ese ´amar al prójimo como a uno mismo´, debe ser practicada incondicionalmente, más como

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una virtud ´aprehendida´ como hábito del “simbre”, que como un valor condicionado a un interés o algún temor, que se practica egoicamente de ´nombre´, porque así lo establecen las leyes humanas, bajo la censura social y hasta la amenaza penal.

La Evolución Espiritual desde fuentes Religiosas

Para confirmar bajo fuentes no científicas el valor de la esencia de la verdad revelada, rescatemos de las diferentes propuestas religiosas aquellas frases alusivas a la Ley de la Evolución. Enumeraremos en primer lugar al cristianismo por ser la religión dominante en nuestro medio occidental. Luego seguirán las citas que corresponden a las otras religiones mayores, en orden de la antigüedad de sus respectivas existen-cias, teniendo en cuenta que al cristianismo le corresponde el penúltimo lugar (el último es el Islamismo, exceptuando la secta musulmana de Sikismo) –pedimos excusas a los seguidores de las religiones no cris-tianas por la desproporción del material citado (la negrilla en el texto son nuestras, también los comenta-rios insertos entre paréntesis y en letra no cursiva), que es debido a que somos conscientes que nuestros lectores son mayormente cristianos; no hay duda que se puede extender mucho más el material pertinente de las religiones no cristianas:

El Cristianismo concibe la evolución perfeccionante del espíritu, al dirigirlo hacia la perfección del Padre:

Cristo: “Sed perfecto como perfecto es nuestro Padre celestial” Que hermenéuticamente se inter-

preta en una perfección mental:...”Para los que tienen la mente limpia, todas las cosas son limpias; pero

para los que no creen ni tienen la mente limpia, no hay nada limpio; pues la mente y su conciencia están

sucias”

...”todos cometemos muchos errores; ahora bien, si alguien no comete error en lo que dice, es un

hombre perfecto, que también puede poner freno a todo su cuerpo.”...”esto lo hizo (Dios) para que noso-

tros podamos hacer las cosas que la ley ordena, pues ya no vivimos de acuerdo con la naturaleza humana

(cuyo vector es el ego-egoísta) sino de acuerdo con el Espíritu (cuyo vector evolutivo es altruista).”...

”Así pues, sigamos buscando las cosas que traen la paz, con las cuales podemos ayudarnos unos a otros

a crecer espiritualmente.”... “sólo así podéis ser hijos del Padre que hace que su sol salga para buenos y

para malos y manda la lluvia a los honestos y a los deshonestos. Si quieres servir a quienes te quieren,

¿qué recompensa puedes esperar? ... “Amad al señor tu Dios con todo el corazón, con toda el alma, con

toda la mente”...

“Es que no sabes que eres el templo de Dios y que el espíritu de Dios habita en ti”... “El que los

muertos vuelvan a vivir (referencia a la necesidad del reciclaje encarnatorio que posibilita llegar a la per-fección de la mente espiritual a través de muchos ciclos de vidas) lo demuestra el propio Moisés en la

historia del arbusto en llamas, cuando llama al Señor ‘el Dios de Abraham y Jacob’ Dios no es Dios de

los muertos, sino de los vivos; para él todos estamos vivos” ... “Nadie que esté vivo y tenga fe morirá

jamás” (se refiere a que cuando el simbre espiritual se despierta en el humano, o sea que está ´vivo´, su riqueza o ´resimbre´ obtenido es indestructible)...

“La ley nombra como sumos sacerdotes a hombres imperfectos; pero el juramento de Dios, que fue

de la ley, nombra sumo sacerdote a su Hijo, quien ha sido hecho perfecto para siempre” “...las ofrendas

y sacrificios que allí se ofrecen a Dios, no pueden hacer perfecta la conciencia de los que le adoran

así.”...

“Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dalo a los pobres (como acciones Altruistas), y

entonces tendrás riqueza en el cielo (enriquecerás tu ´resimbre´); luego ven y sígueme.”. “...Busquen la

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perfección en su vida (nuevo sentido para la vida: perfeccionar el simbre en la mente del espíritu duran-te la vida biológica), tengan consuelo, vivan en armonía y paz. Y el Dios de paz y amor estará con uste-

des.”... Y no se olviden de hacer el bien y compartir con otros lo que tienen (equivale a ser Altruista); porque estos son los sacrificios que le agradan a Dios.” (El Altruismo implica hacer el Bien con Amor y Verdad, trascendiendo el Ego con el Simbre)....

“...el que no se olvida de lo que oye, sino que se fija bien en la ley perfecta, o sea la ley que nos da

libertad (de libre albedrío), y sigue firme en ella, haciendo lo que la ley manda, será feliz en lo que hace

(pues por la ley de la Justicia restitutiva que se explicará en la próxima entrega, recibirá ´karma de amor´),” ... “pero hagan lo que el mensaje enseña, y no oigan solamente, porque eso sería engañarse

Uds. mismos.(para ´hacer´ y no solo ´oir´ es necesario ´aprehender´ las lecciones que trae el karma de amor y/o de dolor en la vida, interiorizándolo con el simbre, no intelectualizándolo con el ego)”...

“Pero sigue fiel (persistiendo en la práctica del Altruismo, trascendiendo el ego) hasta la muerte, y

yo te daré la vida como premio (el ascenso perfeccionante hasta llegar a ser parte del Receptor Univer-sal). El que tiene oídos (en su simbre), oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Los que salgan vencedo-

res (logrando trascender su ego y creciendo perfeccionantemente su simbre) no sufrirán daño de la se-

gunda muerte (no seguirán necesitando más reciclajes encarnatorios y, pasarán a ser parte de seres su-periores no encarnables, es decir que no morirán más biológicamente).”... “A los que salgan vencedo-

res, les daré de comer del árbol de la vida que está en el paraíso de Dios (los ´vencedores´ del proceso perfeccionante, volverán a ser parte del Receptor Universal).”.

Otra manera de hacerlo es interpretando la siguiente frase bíblica en Hebreos 6,7: “Porque Dios es

justo (a través de sus leyes espirituales, especialmente la ley de la justicia restitutiva), y no olvidará lo que us-

tedes han hecho (que se registra en la memoria ´akáshica´, para que se consultada por los ´jueces y ar-quitectos divinos´, como se explica en el capítulo 4 del sub-libro IV.3, del libro IV de esta colección) y el

amor que le han mostrado al ayudar a los hermanos en la fe, cosa que todavía están haciendo.”. Lo que

quiere decir que la mente del Creador Universal percibe la permanente evolución perfeccionante mental

de cada individualidad espiritual.

El Hinduismo: “En las profundidades interiores mora otra vida (la del simbre espiritual) que no es como

la de los sentidos, que está más allá de la vista, que no cambia. Y perdura cuando todas las criaturas han

fallecido”... “El alma individual no es en esencia otra cosa que el alma universal (porque las EBC´s de cada espíritu individual a través de las leyes espirituales hacen parte del complejo macro-tejido del uni-verso espiritual de la Creación, que evoluciona hacia el Receptor Universal)” ...

“Siempre que se produce algo se debe a la unión del cuerpo y del alma (la realidad holística de nues-tra individualidad). Los ilusos no ven el espíritu cuando sale del cuerpo (desencarna) o se queda en él

(encarna)”... “La mente (del ego) es inquieta y cuesta dominarla (con la mente del simbre), pero puede

conseguirse con práctica y ausencia de deseo (del ego)... La dicha suprema llegará al sabio cuya mente

alcance esa paz (de haber hecho en vida lo mejor posible por desbloquear su ego, trascenderlo y enri-quecer su ´resimbre´)”.

Rescatamos como el equivalente a La Ley de la Evolución a la Ley del Dharman bajo la cual: “el

Dharma es la naturaleza interna, caracterizada en cada hombre por el grado de desenvolvimiento ad-

quirido, y además, la ley que determina el desarrollo en el período evolutivo que va a seguir. Esta natu-

raleza interna, puesta por el nacimiento físico en un medio favorable para su desarrollo, es lo que mode-

la la vida exterior, que se expresa por medio de pensamientos, palabras y acciones. Lo primero que hay

que comprender bien es que el Dharma no es una cosa exterior, como la ley la virtud, la religión o la jus-

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ticia; es la ley de la vida que se despliega y modela a su propia imagen todo lo que es exterior a ella.” (A

Besant: “El Dharma”- extraído del Glosario Teosófico de H.P. Blavatsky)

El Dharma, o ´resimbre´, contiene toda la capacidad mental desarrollada en cada individualidad espiritual. Una manera de rescatar este enunciado es científicamente, por el principio universal de la conservación de todo tipo de energía, que se transforma mas no se puede destruir.

El Budismo: “Si crees que la ley es ajena a ti, lo que adoptas no es la ley absoluta sino una enseñanza in-

ferior”... “Aquel en el que haya surgido el ansia de lo inefable, cuyas ideas no se distraigan con deseos

inferiores, aquél subirá corriente arriba (crecerá su resimbre en perfección espiritual)”... “Cuando la

rectitud (como forma virtuosa de Altruismo) se practica para ganar la paz, el que camine así conseguirá

la victoria y destruirá completamente todas las cadenas (que atan al espíritu a seguir en el reciclaje en-carnatorio, llamado por el budismo el ´samsara´)”. Dharma cuya palabra corresponde al lenguaje sánscri-

to, es también considerado por el budismo como el Canon Búdico.

El Judaísmo: “¿Acaso no tenemos todos un Padre? ¿No nos ha creado un único Dios? (el Creador Uni-versal)”... “Dios ha creado al hombre a su imagen y semejanza”... “Estoy convencido de que la bondad y

la piedad (como formas del vector del Altruismo) me acompañarán todos los días de mi vida, y de que

habitaré por siempre en la casa del señor (volviendo al Receptor Universal, quién al ser perfecto, nos exige alcanzar la perfección, ya que nada imperfecto puede ser parte de algo perfecto)”

El Islamismo: “El hombre ha sido hecho a imagen y semejanza de la naturaleza de Dios” (el humano tiene el potencial de ser perfecto como Él).

El Altruismo como la constante evolutiva universal es por voluntad del Creador Universal

Algunos lectores podrían argumentar con justificado pesimismo, que este proceso de evolución humana con el vector de ascendente altruismo ya no se ve en nuestros días. Cada vez hay más terrorismo, guerrillas, crímenes organizados, corrupción, drogadicción, pandillas juveniles, trata de blancas, crisis de valores y otros males sociales; que en conjunto, hace algunas décadas no eran tan generalizados.

Sin embargo, si ampliamos la visión retrospectivamente, hasta el comienzo del tiempo físico (después del Big-Bang), el vector del Altruismo ha actuado continuamente y sigue actuando, como en el pasado, cíclicamente. Por ejemplo, cada ciclo de varias décadas está compuesto a su vez de ciclos mayores de va-rios siglos; y éstos, de macrociclos de varios millones de años y de hasta miles de millones de años.

Si pudiéramos graficar en el eje vertical el creciente Altruismo y en el eje horizontal el paso del tiem-po evolutivo en millones de años, tendríamos una tendencia ascendente resultante. Durante los 13.780 millones de años, de la edad del universo, se puede apreciar un conjunto de macrociclos estelares, ciclos geológicos, paleontológicos, y antropológicos, donde el vector resultante es definitivamente altruista. Nos referimos, en este análisis de algunos de macrociclos que data desde el pasado remoto, que persiste, de manera más acentuada, la misma tendencia altruista que se observa en los hitos de las últimas centenas de miles de años y de los últimos dos milenios señalados en el anterior punto; ya que el Altruismo como lo dijimos, ha tenido la tendencia de crecer en la historia humana a tasas geométricas o exponenciales com-parado con el crecimiento habido hace miles de millones de años.

Claro está que cada ciclo tiene su ritmo decreciente y creciente y nosotros podemos estar desde las últimas décadas bajando hacia el fondo del ciclo para luego subir. Sin embargo otros podrían objetar que la esclavitud, el genocidio, las masacres, el colonialismo económico, el avasallamiento sobre todo de la

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mujer, la segregación racial violenta o solapada, la pena de muerte por lapidación, la mutilación de genita-les, la barbarie y hasta la antropofagia, aún se practica, pero no en la medida de antes, pues ya son muy contados los casos y, en algunos países, regiones, sectas y tribus aisladas, son ´las excepciones que con-firman la regla´.

Habría que insistir que pese a lo anterior, el Altruismo ha venido creciendo, pues si descontamos a quienes aún practican actos de barbarie, la gran mayoría de la población actual es “civilizadamente” menos egoísta y más altruista que en décadas o siglos pasados. Es decir que aunque hoy y en el futuro seguirán habiendo minorías, cada vez menores en número, cuyo altruismo es tan bajo que se compara con el nivel promedio del Altruismo de épocas ancestrales, el crecimiento se refleja en el nivel alcanzado por la mayoría de hoy, frente a la de épocas pasadas.

Pero ¿Qué importancia tiene para el conocimiento humano haber descubierto que el vector de la evolución cósmica, galáctica, estelar, geológica, biológica, psicológica y humana, ha sido y sigue siendo altruista? Simple y sencillamente que por fin el hombre puede tener, en la práctica del Altruismo, la cer-teza de un vector direccional universal, que se extrae de la historia del cosmos, del planeta y de la socie-dad humana. Así, en la vida individual, familiar, profesional, laboral, comunitaria, social y política, en este mundo de creciente globalización de valores, cada individuo debe practicar el Altruismo a través de la conversión de valores, que se practican con el ego por interés o por temor, en virtudes habituales e in-condicionales del simbre, ya que cada valor es un derivado del Altruismo.

Estamos diciendo con el júbilo de los perforadores que encuentran petróleo, tras su ardua búsqueda usual, que por fin encontraron el preciado ´oro negro´, El Altruismo no es sólo un concepto abstracto creado por el hombre. Porque no es cierto que sin el hombre, el Altruismo ni existe, ni tiene razón de ser. Como lo hemos visto, el Altruismo es un hecho universal y, data desde todos los tiempos. Lo que ha hecho el hombre es ponerle un ´término´, un nombre, para conceptuarlo semánticamente.

El Altruismo no es solamente un concepto ético moralizante que han propuesto y vivido ejemplar-mente, seres iniciados en la evolución del racionalismo altruista, como Platón, Confucio, Buda, Jesús de Nazareth, San Francisco de Asís, Inmanuel Kant, George Washington, Simón Bolívar, Jose de San Martín, Abraham Lincoln, Martín Luther King, La Madre Teresa de Calcuta, Nelson Mandela y otros tantos seres que nacieron con un simbre que ya tenía capacidad de amar a los simbres de los demás como amaban su propio simbre.

El Altruismo es un vector universal, es el Santo Grial de la ética. Ha sido, inconscientemente ejercido por todas las criaturas del cosmos y de la tierra, desde siempre, mucho antes que el hombre apareciera en la tierra. Así como existió lo metafísico, así existía ya el altruismo. Seguirá existiendo y ejerciendo, por metaentropía, su acción metafísica evolutiva, aún si la especie humana entera desapareciera de la faz del planeta. También en el humano, la práctica del Altruismo es, ha sido; y será inexorablemente una ten-dencia de constante progreso, pues es la condición para el perfeccionamiento de la capacidad mental en todas o en cada una de sus estructuras básicas de conciencia que componen la mente de su espíritu.

Si el Altruismo es observado, las diversas profesiones tendrán éticamente un direccionamiento único y universal, se dejaría de tener el relativismo de que el altruismo es una opción discutible y opcional. Para ello, obviamente nuestra sociedad debe de formarse y estructurarse para trascender su ego con su sim-bre. Lo cual, representa un formidable reto que tenemos que empezar a tomar conciencia.

La práctica del Altruismo será una verdad innegable y una obligación ineludible, cuando sea conoci-do como el ´designio del Creador Universal´, quién a través de sus leyes espirituales lo ha caracterizado

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como el vector de la evolución perfeccionante de la mente espiritual. Aún sin los dogmas de las doctri-nas religiosas e ideológicas, el Altruismo (resultante de la Verdad + el Amor + el Bien) es reconocible como valor seminal de todos los demás valores universales y tendrá que ser universalmente aceptado.

Entonces, su ejercicio, como un paradigma ético que debe de servir de referente universal en nuestro comportamiento, deberá ser incondicional en toda actividad humana, orientando el desarrollo futuro de la formación integral educativa, para redireccionar la ingeniería genética, la tecnología convencional y la nueva nano-robot-bio-tecnología, la informática y sistemas de procesamiento de datos e internet, las ciencias de la comunicación, la administración empresarial, el periodismo, la publicidad, la medicina, el trabajo social, la psicología, la psiquiatría, la genética, la investigación, la política y las legislaciones, etc. Ojalá, así lo consideren las mismas religiones y la filosofía postconvencional de vanguardia.

Así, todas las profesiones, comercio y servicios tendrían un equilibrio entre una sana, moderada y razonable egoicidad aplicable con aceptación general para lo ordinario y urgente. Y, el Altruismo se en-señará académicamente y se practicará cotidianamente como el vector direccional para lo extraordinario y trascendente, es decir para el resimbre espiritual. Lo que mejoraría grandemente los limitados benefi-cios actuales que se dan con el altruismo en su significado convencional, por muchos interpretado mera-mente como la caridad de ´regalar´ lo sobrante.

La presencia y existencia interactiva del Altruismo, en el orden mundial, reduciría notablemente los perjuicios que suelen ocasionar los rezagos egoicos ahora extendido por el sistema globalizante de hoy ―por ejemplo, el amasamiento de grandes fortunas a través del lucro ilimitado; que, aunque menguado por la obligación tributaria, es legalmente permitido más en Occidente que en Oriente―. Sus prácticas socioeconómicas egoicas, el sentido egoico que se le da convencionalmente a la vida; y como tal se ense-ña escolarizadamente. Por lo que se considera totalmente ético y aceptable, el ser egoico y vivir bajo sis-temas socioeconómicos en que convencionalmente impera el ego, con los lamentables resultados de po-breza e injusticia social.

La ecuación de los componentes del Altruismo para su aplicación humana

El Altruismo es aplicable en los actos humanos, cada vez que usamos La Verdad para erradicar la fal-sedad, la mentira, la calumnia, la estafa, la corrupción, también para desenmascarar crímenes y delitos; cada vez que usamos El Amor para minimizar irrespetos, odios, beligerancia, rencor, venganza, violencia, terror y miedos; y, cada vez que decidimos y llevamos a cabo El Hacer el Bien o la Beneficencia ―no como una práctica caritativa convencional individual o institucional―, sino como principio personal de acción, que al final se debe de extender y colectivizar globalmente. Para marcar con hitos vivenciales el progreso de la evolución propia y ajena, sobre todo no sólo “dando entrópicamente pescado”, sino metaentrópi-camente “enseñando a pescar”.

El Altruismo es definido por IEs como el vector conducente a toda acción evolutiva que contiene tres crecientes sub-vectores:

1. El conocimiento hacia la perfeccionante comprensión de La Verdad; 2. El crecimiento perfeccionante del sentimiento unificador del Amor; y, 3. El perfeccionamiento de la Voluntad para hacer El Bien con Verdad y Amor.

ALTRUISMO HUMANO = VERDAD + AMOR + HACER EL BIEN

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El Altruismo es un nuevo referente ético universalmente aceptable

IEs descubre, como un nuevo paradigma, un nuevo referente ético universalmente aceptable, por tener el Altruismo un sujeto ético supra-humano, pues el Altruismo como constante evolutiva es una estrategia del Universo creado desde la Gran Explosión. Si racionalmente un individuo actúa opo-niéndose al Altruismo, es decir movido por exceso de su egoísmo, como veremos al explicar la segunda ley espiritual, IEs está en capacidad de rescatar la ley inexorable del Kharmán que monitoriza las acciones de todo individuo bajo el principio de que no hay efecto sin causa. Así cada vivencia dolorosa que sufra cualquier individuo, es producto de la “cosecha” de una “siembra” dolorosa hecha con anterioridad por el mismo individuo o por su reciclante mente evolutiva cuando ocupaba otro cuerpo físico en ciclos evoluti-vos anteriores.

En síntesis, el Altruismo es un designio −suprahumano− del Creador Universal, y no cabe en el uni-verso criatura alguna que pueda oponerse a la acción inexorable de este vector, so pena de volver a repe-tir el número de ciclos de vida hasta que logra desbloquear su mente con el aprendizaje necesario ―por la vía de episodios de amor o de dolor― y ascender perfeccionantemente su nivel de conciencia con el Altruismo. El Altruismo es un nuevo paradigma educativo para la formación integral

El Altruismo representa en IEs la ´joya de la corona´, de un nuevo paradigma para la educación y la formación integral. Para decirle al mundo adulto que la programe no como una propuesta humana, de tantas que ha tenido la historia de la ética, sino como un designio divino científicamente corroborado. Una vez aceptado como la esencia moral de una nueva ética, debe de servir, para estructurar a los niños desde el preescolar. Será una nueva programación, que grabe en sus conciencias que el Altruismo es un designio de la creación universal, es una voluntad del Creador-Receptor Universal, y una condición in-eludible para poder ascender a niveles de conciencia superiores y perfeccionar la capacidad mental que es la meta y, trascendentemente direcciona el verdadero sentido o propósito espiritual ―más allá de to-do contexto religioso― de cada ciclo ´encarnado´ de vida psico-biológica.

Es una nueva propuesta de trabajo para educadores y padres, así como una nueva herramienta en la planeación estratégica de la gestión de líderes a todo nivel humano, político, económico, social, empresa-rial, tecnológico, científico y militar. Su inclusión no admite discusión, es ineludible en todo aquello que tenga una importancia trascendente, de simbre para enriquecer el resimbre, que es la verdadera identi-dad del ser.

Estimo muy conveniente, siendo reiterativo, dejar en claro que el altruismo es una condición direc-cional de todo acto evolutivo por designio del Creador Universal, y que Éste sí existe, como lo demuestra IEs, en su bloque teórico I de IEs en el libro I de esta colección. La lucha evolutiva de cada hombre: es lo-grar primero un sano equilibrio de su naturaleza psíquica. Ésta tiende a un ejercicio egoico, cuyos extre-mos de acciones egoístas son difíciles de erradicar; pero, por el bienestar holístico y el progreso futuro en cada individuo y de la humanidad entera, es necesario controlar al ego y trascenderlo.

Obviamente, es de necesidad prioritaria atender las necesidades básicas individuales y familiares de supervivencia material y social. Mas la vida no debe transcurrir en una permanente búsqueda de maximi-zar placeres materiales, que nos hagan felices egoicamente ―esta felicidad en últimas son para el disfrute del placer provocado por la producción de ciertos neurotransmisores cerebrales, es decir para el disfrute del bienestar y del placer que experimenta el cuerpo físico―, que usualmente nos conduce a bloqueos de

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conciencia de efectos kármicos, de necesidad de nuevos episodios dolorosos desbloqueantes, al persistir en la tan buscada y efímera felicidad egoica, y desperdiciar el valioso tiempo, que la vida nos da para cre-cer perfeccionando la mente espiritual. Un nuevo sentido, postconvencional, de la vida, el perfeccionamiento mental con Altruismo

La vida tiene como norte la evolución de los niveles de conciencia mediante la práctica del Altruismo. El desarrollo de estructuras básicas de conciencia (EBC´s) con la capacidad mental altruista es inmortal e indestructible y constituye la evolución espiritual del ´resimbre´ hacia la perfección mental del Creador-Receptor Universal. Por esto, cada ser humano debe ser formado y estructurado; y, hasta rehabilitado (en el caso de adultos con disfunciones y patologías), para practicar el Altruismo mediante:

a) La erradicación de sus antivalores, la prevención de que adquiera nuevos antivalores (o que éstos y los existentes se conviertan en vicios, muy difíciles de erradicar),

b) La adopción y formación de valores universales gobernantes (no vivenciales), y, c) La conversión de tales valores en práctica incondicional y habitual de virtudes, porque tal práctica, refleja, el progreso habido en la capacidad mental de sus EBC’s, por evolución del simbre, para perpe-tuarse en el resimbre, a través del reciclaje espiritual en las futuras generaciones humanas.

En síntesis de lo que ya se ha explicado, la primera ley universal espiritual, de la Evolución perfeccio-nante de la mente espiritual, implica que todos en nuestro origen primigenio provenimos de un mismo Creador universal. Mediante el proceso evolutivo, al final del mismo, volvemos al Receptor Universal, al mismo escenario tódico existente antes de la Creación universal. Es decir que, debemos pasar por un lar-guísimo proceso de evolución física para volver a ser la nada material, mientras tanto paralelamente el humano debe seguir el proceso de ´aprehender´ a perfeccionar la capacidad de conciencia de su mente espiritual. Este proceso de perfeccionamiento es el lógico requisito para volver espiritualmente a ser parte de la mente perfecta del Creador-Receptor Universal. Ya que lo perfecto no puede contener nada imperfecto, porque dejaría de serlo.

Finalmente, creemos necesario confrontar un cuestionamiento muy frecuente, comentado en el Blo-que teórico II de IEs, en el Libro II de nuestra mencionada Colección. ¿Para qué hizo Dios la creación uni-versal? ¿Qué objeto tiene, o qué gana Él con haberlo hecho para que al final todo vuelva a ser como antes de crearlo todo?

IEs también comparte la capacidad de hacer estas preguntas, y pese a casi dos décadas de investiga-ción y creatividad para desarrollar su modelo ético integral, no ha encontrado respuesta satisfactoria a estas preguntas.

Kurt Friedrich Gödel, uno de los más importantes lógicos de nuestro tiempo estableció matemática-mente sus dos teoremas para ´lo incompleto´ de nuestra realidad. La conclusión filosófica de ellos, es que: ´En todo sistema de conocimientos, siempre habrá por lo menos una cuestión cuya solución o res-puesta no pertenece al sistema en sí, sino a uno superior, y así sucesivamente, esta limitación se escala at-infinitum´.

Este es precisamente el caso que nos ocupa, la mente genitiva del Creador/Receptor, está un nivel muy superior al humano, por definición, su perfección es infinita. Él sí puede dar una respuesta adecua-da a tales preguntas, no el humano, que puede tener la capacidad de tan solo formularlas.

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Así, la Ley de la Evolución, la primera de las leyes universales es deducible como lo hemos explicado, de la evolución habida a lo largo de todo el desarrollo del proceso del universo, del planeta, de las especies vivas y del género humano. Su existencia es incuestionable y rescata las propuestas ancestrales de la pri-mera Ley védica: La Ley de Dharmán, donde el ´dharma´ es el grado de perfeccionamiento de la mente del espíritu. Lo cual es totalmente concordante con la enseñanza de Jesús de Nazareth: “Sed perfecto (en mente espiritual) como perfecto es (la mente genitiva del Espíritu) del Padre celestial”

Bajo la óptica de nuestro macro modelo de Inteligencia Espiritual (IEs), la respuesta de la pregunta fundamental ¿De dónde venimos? Ya fue explicada al exponer el concepto científico de Dios. Ahora, la respuesta a la pregunta fundamental ¿A dónde vamos?, se resume en que vamos camino hacia el Re-ceptor Universal, cuya condición está dada por el estado de perfección de su mente genitiva. Nada imperfecto como nuestros actuales espíritus humanos, puede hacer parte de algo perfecto como Dios. Como nada que no sea perfecto puede hacer parte de Él, necesitamos, como lo señaló Jesús, perfec-cionar la mente de nuestro espíritu cuya naturaleza sobrevive a la muerte de todos los cuerpos físicos.

Nuestra existencia tiene un nuevo sentido, más allá de ´descansar en paz´ en un cielo que el mismo Papa Juan Pablo II calificó como un ´estado de ánimo´. El verdadero sentido lo da, lo que hemos venido haciendo a través de la evolución: Seguir perfeccionando nuestra mente espiritual lo que hemos veni-do haciendo en la historia del reciclaje de nuestros cuerpos biológicos en cada generación humana; y, antes de ello, en los cuerpos de cada especie ancestral.

La meta a seguir según el ego es la búsqueda de la elusiva felicidad placentera. La Meta Verdadera lo descubre nuestro Yo superior, del simbre espiritual, llegar a ser parte de la perfección del Crea-dor/Receptor Universal. Y el camino a seguir está dado, como lo ha sido siempre, a través del vector direccional del Altruismo, como voluntad inexorable del Creador, como su designio expresado en cada paso habido de la evolución de la mente del espíritu de su Creación, que conjuga la ecuación seminal:

ALTRUISMO = ENSEÑAR LA VERDAD + DAR MÁS AMOR + HACER EL BIEN (con verdad y con amor)