11. Educación y sociedad en Béjar en el primer tercio del ... · PDF filedel...

81
11. Educación y sociedad en Béjar en el primer tercio del siglo XX (1900-1936) José María Hernández Díaz Centro de Estudios Bejaranos INTRODUCCIÓN L a educación en una sociedad concreta, los establecimientos escolares y culturales de una ciudad en todas sus expresiones y modalidades, sue- len ofrecer una imagen acorde con la de su propia economía, sociedad y vida cotidiana, y personalidades influyentes en la cultura y pensamiento colectivo. Pero al mismo tiempo sus instituciones educativas han de moverse en el contexto su- perior que representa el cumplimiento de la norma, el respeto de las leyes de instruc- ción pública que estén vigentes. Béjar en este campo no puede ser una excepción, por lo que siempre es preciso conjugar el plano político general con el concreto de la vida económica e industrial, si deseamos comprender los procesos educativos que vive la ciudad en un tiempo histórico concreto. Así lo propusimos en un estudio publicado hace algunos años para las relaciones entre educación y sociedad en Béjar en el siglo XIX 1 , de esta forma equivalente lo hacemos ahora para el primer tercio del siglo XX, y es probable que para etapas posteriores de la historia de Béjar debamos movernos en planos hermenéuticos equivalentes. La educación en Béjar en el siglo XIX debe entenderse como el resultado del juego y equilibrio de varios elementos y fuerzas intervinientes: una sociedad emergente en lo relativo a la revolución industrial, y ya liberada del yugo estamental que represen- taba la Casa de Béjar; una ciudad acreditada en España como prototipo de liberalismo; una burguesía activa y emprendedora, con iniciativa política en varios momentos; un movimiento obrero en alza asociativa y en proceso de influyente configuración; una iglesia católica muy presente, aunque con menor peso social que en siglos pre- cedentes y que en el posterior siglo XX; y la identidad que, en nuestra opinión, re- presenta para la ciudad de Béjar la contribución de varios intelectuales de prestigio, unos de orientación liberal progresista (Nicomedes Martín Mateos 2 , por ejemplo), otros de tipo moderado ( Juan García Nieto 3 o Eloy Bejarano 4 , sirven de muestra), republicanos algunos (Fernando Aguilar, Luis Caballero Noguerol 5 ), citando los más representativos. 1.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: Educación y sociedad en Béjar en el siglo XIX. Salamanca, Ediciones Universidad de Salamanca, 1983. 2.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: La educación en la obra de Nicomedes Martín Mateos. Béjar, Premysa, 2007; IDEM: «Lectura peda- gógica del encuentro de Nicomedes Martín Mateos con el espiritualismo filosófico. Su ensayo <Debajo de los naranjos, en vez de amor, amistad>», Estudios Bejaranos. 10 (2006) 93-122; IDEM: «La filosofía de la historia en una propuesta de pedagogía política de Nicomedes Martín Mateos», Estudios Bejaranos. 9 (2005) 79-98; IDEM: «Filosofía, ciencia y tecnología en el discurso de don Nicome- des Martín Mateos al inaugurar la Escuela Industrial de Béjar (1852)», Estudios Bejaranos. 6 (2002) 55-64; IDEM: «El filósofo de los huertos. Nicomedes Martín Mateos. Comentario al opúsculo <El ruiseñor de la Fuente Honda>, Estudios Bejaranos. 1 (1994) 29-44; IDEM: Don Nicomedes Martín Mateos. Antología de textos breves. Béjar, Casino Obrero, 1990. 3.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: «Don Juan García Nieto y la Universidad de Salamanca», Estudios Bejaranos. 5 (2001) 97-104 4.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: Educación médica, regeneración social y educación especial en la obra de Eloy Bejarano (1855‑1917). Béjar, Centro de Estudios Bejaranos, 1997 5.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: «Luis Caballero Noguerol. El tercer hombre», Boletín Informativo del Casino Obrero de Béjar. 3 (1990) pág. 6.

Transcript of 11. Educación y sociedad en Béjar en el primer tercio del ... · PDF filedel...

11. Educación y sociedad en Béjar en el primer tercio del siglo xx (1900-1936)

José María Hernández DíazCentro de Estudios Bejaranos

INTRODUCCIÓN

La educación en una sociedad concreta, los establecimientos escolares y culturales de una ciudad en todas sus expresiones y modalidades, sue-len ofrecer una imagen acorde con la de su propia economía, sociedad

y vida cotidiana, y personalidades influyentes en la cultura y pensamiento colectivo. Pero al mismo tiempo sus instituciones educativas han de moverse en el contexto su-perior que representa el cumplimiento de la norma, el respeto de las leyes de instruc-ción pública que estén vigentes. Béjar en este campo no puede ser una excepción, por lo que siempre es preciso conjugar el plano político general con el concreto de la vida económica e industrial, si deseamos comprender los procesos educativos que vive la ciudad en un tiempo histórico concreto. Así lo propusimos en un estudio publicado hace algunos años para las relaciones entre educación y sociedad en Béjar en el siglo XIX1, de esta forma equivalente lo hacemos ahora para el primer tercio del siglo XX, y es probable que para etapas posteriores de la historia de Béjar debamos movernos en planos hermenéuticos equivalentes.

La educación en Béjar en el siglo XIX debe entenderse como el resultado del juego y equilibrio de varios elementos y fuerzas intervinientes: una sociedad emergente en lo relativo a la revolución industrial, y ya liberada del yugo estamental que represen-taba la Casa de Béjar; una ciudad acreditada en España como prototipo de liberalismo; una burguesía activa y emprendedora, con iniciativa política en varios momentos; un movimiento obrero en alza asociativa y en proceso de influyente configuración; una iglesia católica muy presente, aunque con menor peso social que en siglos pre-cedentes y que en el posterior siglo XX; y la identidad que, en nuestra opinión, re-presenta para la ciudad de Béjar la contribución de varios intelectuales de prestigio, unos de orientación liberal progresista (Nicomedes Martín Mateos2, por ejemplo), otros de tipo moderado ( Juan García Nieto3 o Eloy Bejarano4, sirven de muestra), republicanos algunos (Fernando Aguilar, Luis Caballero Noguerol5), citando los más representativos.

1.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: Educación y sociedad en Béjar en el siglo XIX. Salamanca, Ediciones Universidad de Salamanca, 1983.2.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: La educación en la obra de Nicomedes Martín Mateos. Béjar, Premysa, 2007; IDEM: «Lectura peda-gógica del encuentro de Nicomedes Martín Mateos con el espiritualismo filosófico. Su ensayo <Debajo de los naranjos, en vez de amor, amistad>», Estudios Bejaranos. 10 (2006) 93-122; IDEM: «La filosofía de la historia en una propuesta de pedagogía política de Nicomedes Martín Mateos», Estudios Bejaranos. 9 (2005) 79-98; IDEM: «Filosofía, ciencia y tecnología en el discurso de don Nicome-des Martín Mateos al inaugurar la Escuela Industrial de Béjar (1852)», Estudios Bejaranos. 6 (2002) 55-64; IDEM: «El filósofo de los huertos. Nicomedes Martín Mateos. Comentario al opúsculo <El ruiseñor de la Fuente Honda>, Estudios Bejaranos. 1 (1994) 29-44; IDEM: Don Nicomedes Martín Mateos. Antología de textos breves. Béjar, Casino Obrero, 1990.3.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: «Don Juan García Nieto y la Universidad de Salamanca», Estudios Bejaranos. 5 (2001) 97-1044.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: Educación médica, regeneración social y educación especial en la obra de Eloy Bejarano (1855‑1917). Béjar, Centro de Estudios Bejaranos, 19975.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: «Luis Caballero Noguerol. El tercer hombre», Boletín Informativo del Casino Obrero de Béjar. 3 (1990) pág. 6.

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I354

¿Qué es lo que deja el siglo XIX a la ciudad de Béjar en materia educativa? La herencia educativa recibida del siglo XIX es muy visible para los bejaranos: una más que aceptable red de establecimientos escolares públicos de educación primaria, y algunos particulares, escuelas de párvulos, escuelas de adultos, Colegio de Segunda Enseñanza (que tuvo su gran referente en el famoso de Juan García Nieto en plena etapa de la Restauración), Escuela de Artes y Oficios (creada y funcionando desde 1852) que en 1901 dará lugar a la Escuela Industrial, o varios centros de cultura y sociabilidad, como el Casino de Béjar, o el Casino Obrero de Béjar, entre los más lon-gevos en el tiempo e influyentes en la vida ciudadana de Béjar y sus diferentes secto-res sociales. No obstante, cabe la mejora educativa, son elevadas las tasas de iletrados (como en toda España), los métodos y sistemas de organización de la enseñanza son tradicionales, faltan recursos pedagógicos, y es preciso destinar más atención y esfuerzo en los presupuestos municipales. Vamos a ver cómo las diferentes oleadas de crisis de la vida social bejarana interfieren, y mucho, en la cotidianeidad escolar y en el éxito de las escuelas y sus maestros. Comprobaremos también en qué medida hemos de aceptar dos modelos de educación en Béjar, acordes con la rígida distinción social que caracteriza a la ciudad.

Trabajos científicos de cierta entidad, anteriores al presente capítulo y relaciona-dos de manera específica con el estudio de la educación en Béjar en el primer tercio del siglo XX, son realmente escasos, aunque varios son de interés para nosotros y para el posible lector de esta Historia de Béjar. Hay que mencionar algunos de los insertos en la obra colectiva que coordinó Juan Muñoz García6 dedicados a glosar la trayec-toria de varios maestros bejaranos, los que se detienen en el estudio de la Escuela Industrial desde lecturas y aproximaciones normativas y descriptivas,7aquellos que sobre el colegio de los salesianos escribe Demetrio Hernández Sánchez8, que comen-tamos más adelante, alguno suelto de Hernández Beltrán9, y los que nos han ocupado sobre diferentes temáticas: Sociedad Económica de Amigos del País de Béjar, Casino Obrero de Béjar, y contribuciones educativas de algunos periódicos republicanos y socialistas10. Pero aun adolecemos de una visión de conjunto sobre la educación en nuestra ciudad en este primer tercio del siglo XX, siempre en estrecha conexión con

6.- Cfr. MUÑOZ GARCÍA, Juan (coord.). En esta obra colectiva de dos volúmenes, dedicada a la Ofrenda de la Virgen del Castañar, Ma-drid, Prensa Española, 1954, se recogen diferentes trabajos relacionados con la educación y sus establecimientos y maestros relativos a los primeros años del siglo XX bejarano. Así, los trabajos de Pedro Caselles y Arsenio Muñoz de la Peña Mulas sobre maestros beja-ranos de esos años como don Mateo del Brío Juan, Vicente Sánchez Guerrero, Ángel Bueno, Cayetano Hernández Hernández, Simón López Gosálvez, Braulio Muñoz de la Peña Martín y Emilio Herrero Sánchez. O el de Jesús Vicente del Arco, que amplía el listado de los ya citados (Filemón Blázquez, Manuel Verdejo, José de la Rúa, entgre varios más). Ambos trabajos adoptan una orientación muy descriptiva, pero aportan abundantes datos de interés para la historia del magisterio bejarano.7.- Cfr. PÉREZ WHITE, Tomás: La Escuela Universitaria de Béjar y los estudios de Ingeniería Técnica Industrial. Salamanca, Ediciones Universi-dad de Salamanca, 1985; REDONDO QUINTELA, Félix: La Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de Béjar, 1852‑2002. Salamanca, Autor-Gráficas Cervantes, 2002.8.- Cfr. HERNÁNDEZ SÁNCHEZ, Demetrio: «El establecimiento de los padres Salesianos en Béjar: la labor educativa-religiosa y cultu-ral durante su primera etapa en la ciudad (1896-1916)», Estudios Bejaranos. 2-3 (1996) 107-136; IDEM: «Comentario interpretativo del discurso pronunciado por Don Felipe Gómez Moñibas en la velada en honor del Padre Albera, General Superior de la Congrega-ción Salesiana, celebrada el 10 de abril de 1913 en el Colegio Salesiano de Béjar», Estudios Bejaranos. 4 (2000) 73-103.9.- Cfr. HERNÁNDEZ BELTRÁN, Juan Carlos: «Béjar en la Gaceta de Madrid. Sociedad, cultura y educación (1875-1950)», Estudios Bejaranos. 9 (2005) 33-46.10.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: Casino Obrero de Béjar. Instrucción, Moralidad y Recreo. Béjar, Casino Obrero de Béjar, 2010; IDEM: «Regeneracionismo y escuela en la prensa republicana de Béjar. “El Combate” (1907-1911)», pp. 137-151, en CEB: Periodismo, cultura y educación en Béjar. Siglo XX. Béjar, Centro de Estudios Bejaranos, 2004; IDEM: «La educación en el semanario de Béjar, “La Lucha” (1910). Publicación republicano socialista», pp. 173-178, en AGRUPACION SOCIALISTA BEJARANA: Socialismo en Béjar. Primer centenario de la Agrupación Socialista Bejarana, 1902‑2002. Béjar, Agrupación Socialista Bejarana, 2002; IDEM: «El declinar de la Sociedad Económica y la cultura en Béjar en los inicios del siglo XX», pp. 169-174, en GRUPO CULTURAL SAN GIL (ed.): Semblanzas bejaranas y ecos de su comarca. Béjar, G. C. San Gil, 1988.

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 355

los procesos sociales que vive, factor de comprensión imprescindible. Es lo que trata-mos de exponer a continuación.

Por tanto, es perentorio explicar ahora los procesos educativos que vive la ciudad de Béjar desde el inicio del siglo XX hasta el inicio de la Guerra Civil, sus estableci-mientos de diferentes niveles educativos, públicos y privados, así como otras contri-buciones diferentes al sistema escolar reglado, pero que ocupan un espacio formativo y cultural muchas veces incomparable. Lo haremos en el contexto de la España que introduce en su sistema educativo reformas notables, que pasa a denominarse la Edad de Plata de la Cultura Española, y que confluye en la Segunda República, que conclui-rá de forma violenta en la confrontación que representa la Guerra Civil desde julio de 1936, especialmente dura y represiva para Béjar y sus sectores obreros y republi-canos. El archivo municipal, la prensa bejarana y provincial y otras lecturas indirectas serán nuestros compañeros de este viaje explicativo de la educación en el Béjar de principios del siglo XX, en su primer tercio.

1. LAS ESCUELAS PRIMARIAS

1.1. el debate sobre la esCuela

El debate sobre la importancia de la cultura y de la escuela en estos años de la historia de España ha de situarse en el contexto regeneracionista que vive la sociedad después del desastre del año 1898 con la pérdida de las colonias, una auténtica cri-sis de conciencia colectiva, y queda ejemplificado de forma magistral en expresiones que proponen la solución de los problemas de España, como «es-cuela y despensa» (Joaquín Costa), «carne y cien-cia» (Unamuno), y otras consideraciones de Lucas Mallada, Macías Picavea, Julio Senador, entre otros. Se tenía conciencia del mal funcionamiento de la escuela, que ocasionaba incultura, y se señalaba que ésta había sido la causa principal de los males co-lectivos, «los males de la patria». Por lo tanto, el remedio social se encontraba a mano, en la educación y la ciencia, en la escuela, en invertir más en maestros y buenas escuelas, en renovar la educación. Este es hoy un tema por fortuna muy estudiado, con buenas y abundantes investigaciones doctorales y publicaciones especializadas.

Los debates, avances, nuevas iniciativas educativas mantenidos sobre la educa-ción en España desde 1900 hasta 1936, Segunda República incluida, nos permi-ten comprender el esfuerzo de la administración por mejorar la instrucción pú-blica, expresado en algunas notables novedades : creación del Ministerio de Ins-trucción Pública en 1900, el arreglo escolar de España en 1901, el impulso a la implantación de la graduación escolar en 1905, instauración de la Junta de Am-pliación de Estudios en 1907, de la Escuela de Estudios Superiores del Magisterio en 1909, de la Residencia de Estudiantes en 1910, la creación de la Dirección Ge-neral de Primera Enseñanza en 1911, la importante reorganización de la Inspec-ción de Primera Enseñanza en 1913, la creación de la Oficina Técnica de Cons-trucciones de Escuelas en 1920, el Estatuto del Magisterio de 1923, el impulso a experiencias educativas innovadoras en el contexto del movimiento de la Escuela

Escuela D. Manuel Verdejo 1912

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I356

Nueva11, o las innumerables reformas que llevan a cabo los republicanos en tan escaso tiempo desde 1931 a 1936 (creación masiva de escuelas primarias en centenares de localidades españolas carentes de ellas o de las suficientes, Misiones pedagógicas, ele-vación de los salarios del magisterio, coeducación en la escuela, profundas reformas de la formación de maestros en las Escuelas Normales, creación de los Estudios de Pedagogía en 1932, defensa de la escuela laica, entre otras muchas12). No está de mas recordar que muchas de las propuestas y realizaciones tienen procedencia krausoins-titucionista, de la Institución Libre de Enseñanza, sin cuya presencia y colaboración nada podría entenderse de los avances educativos que sin duda se observan en Espa-ña, a pesar de las profundas deficiencias y debilidades todavía existentes en el sistema escolar y en la cultura en general.

Junto a los aspectos de corte técnico de la educación y la mejor generalización de la escuela en España, hemos de mencionar otros de orden cualitativo e ideológico. Así sucede con la eliminación en 1910 de la prohibición de que las adolescentes y las jóvenes pudieran realizar estudios de segunda enseñanza y de universidad, la amplia-ción de la escolaridad obligatoria hasta los 12 años y más tímidamente a los 14 en 1923 (algo declarativo pero casi siempre incumplido), el impulso a la educación de los adultos, o el debate permanente y agrio sobre la secularización de la educación, el laicismo escolar y la confesionalidad de las instituciones escolares en todos sus niveles, alimentado casi siempre por los sectores más integristas del catolicismo y la jerarquía eclesiástica13.

La pregunta que en este espacio de la Historia de Béjar nos tenemos que plantear resolver versa sobre cómo ha vivido la sociedad bejarana de principios del siglo XX los procesos educativos mencionados que están presentes en la cartografía española, teniendo siempre presente que el ámbito cultural y educativo, en nuestro caso el de Béjar, viene siempre condicionado y explicado desde el contexto concreto que repre-senta la economía, el desarrollo industrial, los enfrentamientos de clase, los procesos sociales y políticos, el ámbito urbanístico, pero también otros como la cultura, la prensa diaria, las expresiones artísticas, o la religión y sus prácticas dentro y fuera de las parroquias.

Todas las tendencias ideológicas y políticas presentes en Béjar por estos años van a reafirmar la importancia de la escuela, la cultura y la educación, para sus ciudada-nos, aunque no todas lo hacen con el mismo énfasis en la práctica, como vamos a ver en el punto siguiente, al referirnos al número y vida real de las escuelas primarias y otros establecimientos educativos.

Un testimonio muy explícito de lo que debiera representar la escuela y la edu-cación en Béjar lo entresacamos del discurso de toma de posesión del alcalde Urbano Domínguez Tomé en enero de 1916. Es un discurso de orden, de orientación regene-racionista y constructiva, donde la educación ocupa un lugar destacado. Dice así en la parte final del mismo:

«Quiero que en Béjar haya moralidad. Desearía que nuestra Escuela de Artes estuviera llena de alumnos deseosos de aprender; que vuestras bibliotecas estuvieran abiertas de día y de noche

11.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: «Utopía y realidad de las prácticas escolares renovadoras en España (1900-1939)», pp. 135-156, en JUAN BORROY, Víctor (ed.): Museos pedagógicos. La memoria recuperada. Huesca, Museo Pedagógico de Aragón, 2008.12.- Cfr. LLOPIS, Rodolfo: La revolución en la escuela Dos años en la Dirección General de Primera Enseñanza. Madrid, Biblioteca Nueva, 2005 (Edición facsímil de la publicada en Madrid, Aguilar, 1933)13.- Entre otros cfr. PUELLES BENÍTEZ, Manuel de: Modernidad, republicanismo y democracia: una historia de la educación en España (1898‑2008). Valencia, Tirant lo Blanch, 2009; FERNÁNDEZ SORIA, Juan Manuel: Estado y educación en la España contemporánea. Madrid, Sínte-sis, 2002; CUESTA ESCUDERO, Pedro: La escuela en la reestructuración de la sociedad española. Madrid, Siglo XXI, 1994; GARCIA REGIDOR, Teófilo: La polémica sobre la secularización de la enseñanza en España (1902‑1914). Madrid, Fundación Santa María, 1985.

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 357

para llevar luz a las inteligencias, a fin de que no estuvieran tantos ojos cerrados siempre en la oscuridad y en las tinieblas, sin poder discurrir jamás los bellos horizontes de las artes, de las ciencias y de la industria. Quiero, pues, que haya instrucción, mucha instrucción; he aquí, señores, en pocas palabras, expuesto el programa; si marchamos por el camino del orden, si marchamos por el camino de la moralidad, si marchamos por el camino de la instrucción, Béjar, no lo dudéis, será grande, tendrá días de gloria y ocupará el lugar que le corresponde entre los pueblos cultos. Si por el contrario marchamos por el camino del desorden, por el camino de la inmoralidad, por el camino del error, entonces queremos la destrucción del pueblo que nos vió nacer, seremos malos bejaranos, nuestro corazón estará lleno de odios, de envidia y de venganza, porque tened entendido que el desorden, la ignorancia y la inmoralidad no son ventajosos para ninguno, pero sí son un perjuicio grande para todos»14.

De manera más global, pero no menos presente en el cotidiano escolar bejarano, es preciso tener presente qué es lo que pide el ciudadano normal a la escuela, por estas fechas. Un testimonio muy representativo lo tomamos del homenaje público que se hace a un histórico maestro de Béjar, don Cayetano Hernández, con motivo de su jubilación a finales de los años veinte15, dedicándole la publicación y comentario a una poesía titulada «La Escuela», que circulaba por Béjar, cuya autoría se atribuye a José Alarcón Ortuño, funcionario de la Universidad de Madrid, y que dice así:

LA ESCUELA

Es donde acude la infanciaa instruirse, a trabajar,y donde aprende a estudiarhuyendo de la ignorancia.De par en par está abiertay es templo de esperanza,y con útil enseñanzaen ella el niño despierta.En la escuela encuentra el niño,que es el hombre del mañana,instrucción, moral cristiana,y afecto, calor, cariño.En ella encuentra tambiénpoderosos elementos,y adquiere conocimientosy huye del mal y ama el bien.Aprende aquí a respetar,a ser prudente y sumiso,e inculcarle que es precisoser honrado y trabajar,que a nuestra patria queridadebemos de defendery que es sagrado deberdar por ella nuestra vida.Comienza aquí a discurrir,

a ser bueno y virtuoso,obediente, cariñoso,y a pensar, querer, sentir;a ejercer la caridad,virtud hermosa y cristiana,que lo embellece, engalana,y a amar siempre la verdad;a tratar con gran clemencialo mismo al alto que al bajo,a rendir culto al trabajoy a afanarse por la ciencia;a ser noble y optimista,a defender con tesónla patria y la religióny a tener alma de artista;que Dios al malo castigapor su conducta en la tierra,y que torpemente yerraquien sus preceptos no siga.En la escuela educaciónel niño debe adquiriry de ella debe salircon alguna ilustración,y así, desde la niñez,se adornará fácilmente

14.- Cfr. La Victoria. 15 de enero de 1916.15.- Algunos aspectos de su biografía pueden ser leídos en el trabajo de Pedro Caselles y Arsenio Muñoz de la Peña Mulas, sobre «Maestros beneméritos… iam cit. 1954, pp. 648-652.

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I358

de una virtud eminentey envidiable: la honradez;tres elementos preciososque tanto al hombre hermosean,y que quienes los poseanserán fuertes y dichosos.El que funda en el crisol

del trabajo lo apuntadoserá ciudadano honradoy además buen español.Aquí la infancia revelasu talento y su valor.¡Sí España grande ha de sersu base es ésta: la Escuela16

16

Más allá de la calidad poética del texto, que no valoramos, nos interesan los contenidos y propuestas que hace al lector, y observar que la escuela aparece como el lugar de la instrucción, del aprendizaje de valores, donde el niño comienza a so-cializarse, a aprender a ser ciudadano y patriota, a respetar los valores cristianos, del trabajo y la obediencia, de la honradez, de la virtud y del amor a la patria, España. De ahí la importancia que tiene la escuela para la sociedad y para los individuos.

El derecho a la educación, y su complemento principal la escuela obligatoria, es un bien común que debe quedar garantizado y cumplido para todos los niños y niñas de Béjar, por encima de los problemas, huelgas y los duros conflictos de clase que por estos años alteran con mucha frecuencia la vida económica, industrial y ciudadana. De ahí que se insista de manera vehemente en la conveniencia de que los padres es-tén comprometidos con ese derecho de sus hijos, y que las autoridades se impliquen mucho más en la garantía de los puestos escolares necesarios y el éxito del adecuado funcionamiento escolar. Por ello la opinión del periodista se felicita de la actitud adoptada por el Ayuntamiento en relación a la instrucción, la moralidad y la higiene:

En cuanto a la enseñanza o instrucción primaria grandes son las reformas que proyecta el Ayuntamiento, y para ello ya ha celebrado algunas reuniones la Junta Local de Primera Ense‑ñanza, y en estas reuniones se ha oído a los maestros y se ha propuesto que se obligue a todos los niños de 6 a 14 años a asistir a las escuelas, sin que sirvan de excusa las necesidades de los padres. Medida es ésta que se estaba necesitando en Béjar para disminuir el analfabetismo, que tan grande incremento ha tomado en nuestra ciudad en estos últimos tiempos, cuando siempre se distinguieron los bejaranos por la buena instrucción que en nuestras escuelas se proporcionaba, siendo el nuestro uno de los ayuntamientos que más desvelos y mayores presupuestos ha dedicado a la primera enseñanza, habiendo obtenido el fruto (que a todos nos honra) de que muchos hijos de humildes obreros pudieran alcanzar títulos académicos, merced a la ayuda que el municipio les prestaba. Pero hoy se huye de la enseñanza, se alejan los chicos de las escuelas, los padres no se preocupan de sus hijos, y esta es la causa de que las bodegas y los cafés aumenten, disminuya la instrucción y crezca el correccionalismo17.

Por ello las autoridades municipales más sensibles ponen mucho énfasis en la importancia de la escuela y la asistencia a la misma de los niños. Así actúa el alcalde Sr. Clemente González, quien en junio de 1923 publica un comunicado en el que dice y recuerda a los bejaranos que la escolaridad es obligatoria desde los 6 a los 14 años.

La escuela trae beneficios contra el alcoholismo, afianzará la historia de la pa-tria española, contribuye a la regeneración de la nación, debe facilitar la cohesión familiar fomentando la educación de la mujer. Así lo contemplan artículos y testimo-nios de muy diferente procedencia ideológica, bien sea ésta republicana, moderada o conservadora, católica o laica, divulgados en periódicos bejaranos como La Victoria (1904),El Combate (1910), La Juventud (1907), Cultura y Tolerancia (1912), El

16.- Cfr. Béjar en Madrid. 22 de febrero de 1930.17.- Cfr. La Victoria, 19 de febrero de1916. El texto ha sido extraído del artículo que se titula «Labor de saneamiento».

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 359

Noticiero (1912), Béjar en Madrid (1917, 1920), entre otros muchos artículos de opinión.

El Combate, órgano radical del partido republi-cano, abunda en todo lo beneficioso que aporta la instrucción pública para el pueblo, para el obrero y para la regeneración de la patria18. El Noticiero, semanario ilustrado independiente, considera que desde la escuela se puede luchar y combatir el alco-holismo, fomentar entre las niñas la historia patria, e impulsar una función más culta y civilizatoria en la educación de la mujer19. Cultura y Tolerancia, to-mando las palabras pronunciadas en Béjar por Car-men de Burgos, pionera en la defensa de la educa-ción y los derechos de la mujer en España, expone la misión altruista que le corresponde desempeñar a la mujer en la sociedad20.

Se indica, por ejemplo, que «en la gran república de la escuela, cuando no ha-bía colegios particulares, hermanaban el hijo del pobre y del rico, y se unían dos corazoncitos y crecían juntos a pesar de la distancia social»21 y, como ratificará más adelante el maestro de la escuela nacional graduada del Salvador, Manuel F. Crespo, la escuela debe ocupar la centralidad de la vida pública. En su sugerente comentario descrito en el artículo «Puntos cardinales de la escuela primaria»22, se concreta que la escuela debe ser el crisol que permite al niño lograr las normas básicas de tipo mental y moral, pero siempre dentro del contexto que la circunda. Este autor concreta que, además de la función instructiva, los puntos cardinales de la educación social que se reserva a la escuela primaria serán: hacer sentir en el niño el sentimiento de humani-dad, el amor a la patria española, el amor a la América latina, y el desarrollo estético.

Pero donde las controversias se muestran más crudas y altisonantes,y a veces agrias entre los voceros y opinantes bejaranos, es en torno a dos temas principales: la escuela pública y la escuela privada, y la confesionalidad de la escuela o su carácter laico, gráficamente dibujado como «el crucifijo en la escuela», o la confrontación entre laicismo y escuela confesional. Son dos de los aspectos, complementarios entre sí y nucleares, del discurso republicano, más tarde en asociación con el socialismo, y del discurso conservador y católico-integrista. Ambos definen dos conceptos de so-ciedad, dos intereses de clase contrapuestos, y por ello dos tipos de escuela, pública y privada, confesional o laica. Es éste un viejo problema escolar, prolongado en el tiem-po, que arranca de la etapa en que se construyen los estados contemporáneos cons-titucionales, a partir sobre todo del triunfo del modelo de sociedad que representa

18.- Cfr. El Combate. 21 de enero de 1911, en el artículo titulado «Instrucción Pública». Y poco antes en otro titulado «De la instruc-ción del obrero y de la educación en general», Ibídem. 10 de diciembre de 1910. En esta línea regeneracionista incide «Enseñanza», artículo publicado en La Juventud. 14 de marzo de 1907.19.- Cfr. El Noticiero. «Enseñanza antialcohólica», 27 de julio de 1912; «Historia patria», 5 de octubre de 1912; «Educación de la mujer «, 8 de noviembre de 1913.20.- Cfr. Cultura y Tolerancia. 21 de enero de 1912. Ver también, HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: «Curioso concurso de belleza, bondad y cultura para las señoritas de Béjar (1911), acompañado de discurso sobre la conveniente educación de la mujer», Papeles del Novelty. 4 (2000) 23-28. Este discurso se contrapone a otros puntos de vista expresados sobre la educación de la mujer, por ejemplo en el discurso que pronuncia la maestra Macrina Pérez Blas, maestra de la escuela de niñas del Salvador en la distribución de premios a las niñas, y destinado a enfatizar el papel de la mujer como madre y esposa, sin considerar otras opciones. Se recoge en La Victoria. 8 de octubre de 1904.21.- Cfr. Béjar en Madrid. 16 de noviembre de 1917.22.- Cfr. Béjar en Madrid. 1 de noviembre de 1920.

Colegio Amantes de Jesús

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I360

la Revolución Francesa desde finales del siglo XVIII, y que se recrudece en España con las medidas adoptadas por el liberalismo progresista del siglo XIX frente a los intere-ses tradicionales de la iglesia católica, que ella consideraba sus derechos históricos irrenunciables. Uno de ellos era el de la educación. Los efectos que tiene la política escolar de la III República Francesa en los finales del siglo XIX, y su influencia en el exterior, van a resultar claves para comprender la polémica que se vive en España23.

El punto crítico de este debate en Béjar, en torno a escuela pública/ privada y laica/confesional, también su concreción en acciones políticas, lo vamos a observar en el corazón del periodo republicano. Sin embargo, desde los inicios del siglo XX la controversia está servida. Los sectores de opinión educativa están alentados por perió-dicos provinciales como El Adelanto (liberal-republicano) o El Lábaro, El Salmantino, El Castellano, La Gaceta Regional (católicos-conservadores), que encuentran su correlato en Béjar desde órganos de expresión como La Victoria (semanario católico integrista), o los semanarios republicanos como El Combate, La Lucha, La Idea, República, y otros pu-blicaciones como Cultura y Tolerancia, el Noticiero o el Bejarano. Dos muestras solamente. Unos apuestan por la escuela privada confesional, contra Ferdinand Buisson, París y el laicismo24. Otros defienden la autonomía de la escuela pública laica25, y se quejan del uso que hacen algunos maestros católicos de los niños de las escuelas en la recepción del nuevo obispo F. Jarrín en septiembre de 190826.

Durante la Segunda República, a partir de abril de 1931, la controversia y los enfrentamientos se van a acentuar, a raíz de las medidas adoptadas por los gobiernos republicanos del primer bienio, en pro de más escuelas públicas, de la apuesta por el laicismo en la escuela y en la sociedad, y por la guerra abierta frente a los intereses escolares e ideológicos de las congregaciones religiosas27.

El debate y confrontación que durante la Segunda República se vive en Béjar sobre la escuela pública/privada, laica/confesional responde a criterios equivalentes a los del conjunto de España, y a prácticas concretas locales. Los mítines republicanos de la líder socialista y feminista de Madrid, la abogada Hildegart, y del líder repu-blicano-socialista de Béjar, Manuel F. Crespo, de mayo de 1931 sobre la importancia de la escuela, la orientación laica que debe poseer y el beneficio que reportará a los obreros28, así como varios artículos aparecidos en el semanario bejarano República, son contestados con apasionamiento por otros del sector conservador-católico o simple-mente liberal29.

23.- Cfr. FERNÁNDEZ SORIA, Juan Manuel: «La Tercera República Francesa y su influencia educativa en España», pp. 63-100, en HERNANDEZ DÍAZ, José María (ed.): Francia en la educación de la España contemporánea (1808‑2008). Salamanca. Ediciones Universidad de Salamanca, 2011.24.- A modo de ejemplo, «París, instrucción y educación» La Victoria, 24, de octubre de 1908; AGERO BROCHIN, Santiago: «Contra las escuelas laicas» La Victoria, 26 de febrero de 1910.25.- Cfr. «La enseñanza laica», La Lucha. 17 de junio de 1910.26.- Cfr. «Algunos padres de los niños que asisten a las escuelas públicas se han acercado a nuestra redacción para decirnos que protestan enérgicamente contra el acuerdo de hacer ir a sus hijos a recibir al señor obispo de la diócesis (Sr. Jarrín). Los padres dicen que mandan a sus hijos a los centros docentes para que se les instruya y enseñe, y no para que sirvan de pantallas y comparsas de nadie», El Combate. 19 de septiembre de 1908.27.- La bibliografía existente sobre este asunto es ya muy abundante. Además del libro ya citado de Rodolfo Llopis, sólo menciona-mos entre muchos otros el ya clásico de MOLERO PINTADO, Antonio: Historia de la Educación en España. La educación durante la Segunda República y la guerra civil (1931‑1939). Tomo IV. Estudio preliminar y selección de textos. Madrid, Ministerio de Educación, 1991.28.- Cfr. Béjar en Madrid. 30 de mayo de 1931. Ahí se expone de forma extensa el contenido de las intervenciones en la Casa del Pue-blo, ante un salón lleno completamente de obreros ansiosos de oír propuestas de libertad y de cultura para el pueblo.29.- Ver por ejemplo, «El crucifijo en las escuelas» La Victoria, 6 de febrero de 1932; «Las mentiras del laicismo. Cómo hace el Estado la sustitución de la enseñanza religiosa». La Victoria, 19 de agosto de 1933; «El aguinaldo de nuestros niños». Béjar en Madrid, 6 de enero de 1934; «El ayuntamiento, las campanas y la cuestión social» Béjar en Madrid 17 de febrero de 1934.

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 361

La guerra escolar ya está servida en Béjar durante la segunda república, pero con el aditivo del anticlericalismo y el rudo enfrentamiento de clases, y pasa del papel de la prensa y los discursos a las realizaciones concretas.

La eliminación de los signos religiosos en las escuelas públicas, y de la enseñanza de la doctrina cristiana, la prohibición por las autoridades republicanas del uso en la ciudad de las campanas por motivos religiosos y otros signos religiosos externos (procesiones, santísimo), la presión ejercida sobre franciscanos del Castañar y los sa-lesianos del colegio, el destrozo del crucifijo del cementerio, el incendio de la Iglesia del Salvador y de la ermita de Santa Ana, son evidencias de un clima asfixiante de las relaciones ciudadanas, que también se traslada a la escuela y a los espacios de socia-bilidad y cultura de Béjar, a la calle.

La respuesta organizada de las derechas ya venía de atrás, desde el momento mis-mo de proclamación de la república en 1931. Además de otras instancias de influen-cia, desde la burguesía industrial o desde las religiosas, que son muchas, en 1931 se va a crear en Béjar la Asociación Femenina de Educación Ciudadana de forma expresa. La reunión inicial se celebra en el local del antiguo Casino Bejarano. La presidenta será Doña Saleta Sánchez Fabrés de Rodríguez Arias, representante de la alta burgue-sía industrial bejarana30. Informa Gabriel Rodríguez López que esta asociación se ha legalizado, y que se han reunido más de 500 mujeres en el salón del Progreso. Es una asociación católica de mujeres, que ya venía funcionando en la provincia, y que en Béjar organiza actos, conferencias y mítines varios, contra el laicismo en la escuela, y por la presencia y defensa de los intereses católicos en todos los espacios públicos de la ciudad. Entre las personas que la impulsan, además de las citadas, y del clero en la sombra, aparecen de forma visible Vicenta Neila, Amalia San Pedro, y el apoyo de periódicos como La Victoria y Béjar en Madrid31.

Todo finaliza con el levantamiento militar de julio de 1936 que paraliza com-pletamente los espacios de debate y de libertad educativa y de comunicación. Segu-ramente que la mejor imagen que en el plano educativo podemos encontrar de esta terrible etapa que se inicia en julio de 1936 es el asesinato del maestro republicano Manuel Francisco Crespo, uno de los principales promotores en la ciudad del diálogo, de la cultura, del debate educativo, de la formación de maestros y ciudadanos, de la educación de los niños bejaranos, además de haber sido alcalde de Béjar y estando ejerciendo la presidencia del Casino Obrero.

1.2. las esCuelas primarias públiCas

1.2.1. El municipio y la escuela primaria

Hasta el inicio del siglo XX la responsabilidad de atender los salarios de los maes-tros era de los municipios, según la ley de instrucción pública vigente desde 1857, la de Claudio Moyano, pero a partir de entonces se ocupará el Estado central de atender esa importante obligación. Béjar no había tenido en el XIX especiales problemas para cumplir con sus obligaciones con las escuelas, aunque miles de ayuntamientos de toda España claro que sí. Sin embargo, desde los inicios del siglo XX otro tipo de res-ponsabilidades quedaba aún a cargo del municipio: asignación y mantenimiento de locales escolares adecuados, dotación de solares para posible construcción de unida-des o nuevos edificios escolares, materiales de uso de los maestros, apoyo a los niños y familias más necesitadas, estudio de necesidades y demanda consecuente con las

30.- Cfr. La Victoria, 26 de diciembre de 1931.31.- La Victoria, 18 de marzo de 1932; 23 de abril de 1932; 6 de agosto de 1932; 30 de septiembre de 1933; 4 de enero de 1936; Béjar en Madrid 30 de abril de 1932; 7 de mayo de 1932; 25 de junio de 1932; 23 de julio de 1932; 7 de octubre de 1933.

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I362

autoridades provinciales, escuelas de párvulos, apo-yo a actividades complementarias e instituciones circumescolares, impulso a la formación y actua-lización pedagógica de los maestros. Todas ellas, en su conjunto, ofrecen una escuela de mayor o menor calidad para los ciudadanos de la época. Vamos a ver cómo se cumplen las responsabilidades que estipula la ley en el caso bejarano.

El Censo Escolar de España para 1903 nos dice que las escuelas de Béjar son cuatro elementales completas de niños, cuatro elementales completas de niñas, una incompleta, cuatro de párvulos (tres de ellas regidas por maestras). Cuando en 21 de ju-nio de 1908 la Junta Local de Instrucción Pública

va a realizar los exámenes anuales en las escuelas de Béjar, sabemos que existen las siguientes en la ciudad y sus arrabales: Elemental de niños de San Juan, elemental de niños del Salvador, elemental de niñas de San Juan, elemental de niñas del Salvador, párvulos de San Juan, párvulos del Salvador, párvulos de Santa María, municipal de niñas de la Corredera, municipal de párvulos de la Corredera, elemental de niños del arrabal de San Gil, elemental de niñas del arrabal de San Gil, escuela mixta municipal de Fuentebuena32. Es la situación escolar heredada y ya existente en el siglo XIX, con la diferencia de población que crece de forma paulatina en Béjar y entorno. Las estima-ciones legales, y la presencia de muchos niños en la calle durante las horas lectivas, llevan a pensar que el número de escuelas públicas es insuficiente para atender las necesidades de escolarización de la ciudad. Ello explica la creación y funcionamiento en Béjar de los colegios y escuelas particulares, como veremos más adelante.

Las estadísticas oficiales que publica la Universidad de Salamanca todos los años en sus memorias académicas nos indican con objetividad que Béjar sostiene algunas escuelas más allá de lo que le exige la ley, pero que también en otra clase de ellas no cumple bien. Así, sabemos que en 1900 faltan por crearse una escuela elemental de niños y otra de niñas, y también una escuela superior de niños y otra de niñas; en 1906 faltan dos elementales de niños y una de niñas; en 1911 se precisa aún crear dos escuelas elementales de niños y dos más de niñas, para cumplir la ley; en 1915 las co-sas no han cambiado. Es decir, Béjar arrastra una falta endémica de escuelas elementa-les para escolarizar a la población en edad escolar (6 años hasta los 14 teóricamente en 1924), lo que explica el vacío y la necesidad de cubrir la demanda por medio de escuelas particulares de baja calidad en general, o por aquéllas de las congregaciones religiosas dedicadas a la enseñanza, como Salesianos o Siervas de San José, éstas al final de los años treinta.

¿Cuál es, por tanto, la actitud y compromiso del Ayuntamiento ante la situación observada en el estado y mapa escolar de Béjar? ¿Cómo es en realidad la situación interna vivida en la escuela? ¿Quiénes son sus protagonistas? ¿Qué actividades educa-tivas llevan a cabo en el día a día? De todo ello vamos a hablar en el presente epígrafe.

Tengamos presente, en primer lugar, que desde 1901 el Estado se encarga en España del pago de los salarios de los maestros, con lo que se mitiga y elimina uno de los dramas que vivía el magisterio español en todo el siglo XIX, la total dependen-cia de su vida respecto a la capacidad económica del municipio, y su buena o mala voluntad y sensibilidad hacia la educación. Desde inicios del siglo XX las obligaciones

32.- AMBéjar: Libro de actas de la Junta Local de Primera Enseñanza (1907‑1929).Sesión de 21 de junio de 1908.

Colegio Dñª Irene

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 363

básicas de los municipios españoles sobre la escuela primaria se sitúan en la atención, higiene y construcción de locales (con ayuda parcial del Estado también), vigilancia y garantía de orden y funcionamiento, y respeto a los derechos de la infancia.

En la sesión del Ayuntamiento de 28 de diciembre de 1909 la comisión de Ins-trucción Pública dice que en la estadística de escuelas recientemente publicada en el Boletín de la Provincia de Salamanca figura este término municipal con 6 de niños, 6 de niñas y una mixta, total 13 escuelas, siendo así, dice, que según la ley vigente de Instrucción Pública no le corresponde tener más que 12. Propone formular reclama-ción, para que se elimine una escuela y así reducir gastos.

Este asunto es un buen indicador de lo mal que le van los dineros en las arcas al consistorio bejarano, y las tremendas crisis sociales que afectan a la ciudadanía durante estos años primeros del siglo XX. Las huelgas prolongadas, los bajos salarios, las precarias condiciones de vida de muchos obreros bejaranos se traducen indirecta-mente en la débil salud escolar de la ciudad, que contrasta sin duda con la tradición de primer puesto educativo de la provincia que traía del siglo anterior. La imagen escolar que se desprende de documentos municipales, visitas de inspección y artícu-los de prensa sobre las escuelas de Béjar durante estas primeras décadas del siglo XX es aceptable, en términos generales, aunque insuficiente en número, y necesitada de modernización. Por tanto, una de las señas de identidad que había caracterizado a Bé-jar en el siglo anterior, como una de las poblaciones que más y mejor atención pres-taba a las escuelas primarias, ahora comenzaba a desdibujarse. Al menos eso parece.

Según se lee en un bando municipal de enero de 1902, firmado por el alcalde José Méndez, y dirigido a mejorar la convivencia, evitar la blasfemia, mejorar la hi-giene pública, en su punto tercero expresamente habla de la no asistencia de algunos niños bejaranos a las escuelas, y dice: «Trataré de que la educación e instrucción públicas no sean perdidas para muchos niños, que, por vagar fuera de las escuelas durante las horas de clase no se aprovechan de sus grandes beneficios, teniendo de ello sus padres no pequeña culpa, ya que olvidan que el educar e instruir a sus hijos es uno de sus primeros deberes�33. Pero seguramente no vale escudarse, como hace el alcalde de entonces, en la negligencia o ignorancia de los padres para asegurar la asistencia escolar de sus hijos, y explicar así al absentismo de los escolares bejaranos, sino que también habrá que observar el número de los niños que componen el aula, la calidad de lo que aprenden, los métodos utilizados que hagan atractiva o aburrida la tarea en el aula, y ante todo las condiciones de vida en que viven las familias, factor decisivo para comprender todo éxito o fracaso escolar.

En 1906 se sigue constatando el grave problema del absentismo escolar, cuando en la sesión del Ayuntamiento de 23 de enero de 1906 la comisión de instrucción pú-blica da cuenta de la visita girada a las escuelas públicas y privadas, informando que son muchos los alumnos de las escuelas elementales que faltan a clase con frecuencia. En agosto de 1909 se publica nueva orden del alcalde para que todos los niños en edad vayan a la escuela, bajo multa a los padres que no cumplan con su obligación.

Pero el estado real de varias de las escuelas primarias de la ciudad, en algún momento, es tan deprimente y carente de higiene que se convierte en punto de de-nuncia en la prensa republicana, como sucede con El Combate en 190934. Tampoco parece que sean muchos los niños que acuden a vacunarse al lugar y fecha que ha

33.- Se recoge en La Victoria. 11 de enero de 1902.34.- «En la sesión municipal pasada el jefe de los republicanos bejaranos dijo a propósito de las escuelas: “Aquí tenemos unas escuelas denigrantes, sin luz, sin respiración sana, húmedas, viles zahurdas, sólo dignas de ser ocupadas por inmundos animales. Son cuchitriles en que se hacinan cientos de niños a los que se les fuerza a ir a ellas cuando es un crimen que se les haga vivir entre bichos, entre repugnantes sapos; en un horrible corral que para retretes tiene unas tablas podridas puestas en hueco y una tinaja rota que, despidiendo miasmas en el aire que los niños respiran, es un puñal que siega impunemente la vida de las criaturas para salvar unas miserables pesetas”». Cfr. El Combate. Béjar, 17 de julio de 1909.

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I364

establecido la comisión municipal de sanidad en agosto de 1907, con lo que las ad-vertencias sanitarias hechas desde el Ayuntamiento encuentran escaso eco entre las familias.

Sin embargo, sería injusto decir que todas las corporaciones son iguales de ine-ficaces o de practicantes de la desidia, y en otras ocasiones de diligentes y eficaces, porque proyectos de cambio y mejora de las escuelas de Béjar no faltan, ni tampoco apoyos a iniciativas pedagógicas, ayudas a los maestros, adquisición de materiales nuevos, arreglo de locales escolares, exigencia a los padres de cumplir con la obliga-toriedad de asistencia de los niños a la escuela. Veamos algunos ejemplos. En la sesión del Ayuntamiento de 18 de septiembre de 1906 se dice que es conveniente que las es-cuelas públicas y privadas posean un mismo plan de enseñanza, con lo que se deduce que hasta ahora no era así, y es algo que hay que regular. La comisión municipal de Instrucción Pública informa que está satisfecha de la marcha de las escuelas públicas y subvencionadas después de vistos los exámenes en julio de 1909, e informa en 27 de julio de ese año que asciende a 3000 ptas el coste de las gradas, bancos y menaje con que se va a dotar las escuelas de la Corredera. En la sesión del Ayuntamiento de 26 de octubre de 1909 se acuerda dar a todos los maestros y auxiliares de las escuelas el importe de un mes de sueldo por el éxito obtenido por los alumnos en los exámenes celebrados. Sin embargo, también observamos en el presupuesto municipal de 1930 (que asciende a 372.082 ptas), que lo asignado a Instrucción Pública es muy escaso: escuelas 1000 ptas, fiesta del árbol 750 ptas, patronato de formación profesional 4805 ptas.

No obstante, parecen persistir de manera endémica algunos temas, que limitan el éxito de las reformas emprendidas en las escuelas de Béjar. Uno tiene que ver con el cumplimiento de obligaciones y horarios de algunos maestros, que deja que desear, según se denuncia en la sesión del Ayuntamiento de 19 de octubre de 1911. Otros se relacionan con una cierta apatía del ayuntamiento, tal como se denuncia en marzo y abril de 1918 en la prensa por parte del director de la Escuela de Mansilla, Ernesto M. Rodríguez, solicitando dotación de buenos materiales, corregir el absentismo escolar, apoyar las reformas de graduación de la enseñanza, como también escribe el maestro de la escuela del Salvador, Emilio Herrero en mayo de ese mismo año. En 1919 el mencionado Ernesto M. Rodríguez escribe un artículo encendido y demoledor que titula «El Ayuntamiento y la enseñanza»35, del que extraemos algunos párrafos.

Yo tenía entendido que Béjar había sido una de esas contadísimas excepciones, una de las muy pocas poblaciones de España en que el fomento de la enseñanza se consideró siempre como la primera o una de las primeras obligaciones municipales. Es probable que así fuera en otras épocas no muy lejanas; pero, por desdicha, hoy el Excmo. Ayto. ha relegado a último término cuanto atañe a la enseñanza primaria, fundamento de la educación de un pueblo. La escuela nacional en esta ciudad vive pobremente, más pobremente que la del último poblacho de la península. Con ser es‑casísimos los medios materiales de las más de las escuelas de España, las de Béjar pueden colocarse entre las más pobres en mobiliario y material de enseñanza. Nadie piensa aquí en la educación del pobre, del niño pobre, que es el que concurre a la escuela oficial.

El artículo continúa afirmando que las escuelas particulares y los colegios priva-dos tienen maestros de menor calidad, pero que los centros públicos se encuentran deteriorados por el abandono a que les someten la desidia de los responsables muni-cipales. Años más tarde (1926, 1927, 1928), diferentes artículos de Emilio Herrero mantienen la tónica reivindicativa sobre la necesaria renovación de los materiales y

35.- Cfr. Béjar en Madrid. 1 de junio de 1919.

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 365

el mobiliario. De muy poco sirven las visitas de complacencia que realiza el Ayunta-miento a las escuelas (por ejemplo la de diciembre de 1922), donde trata de certificar que el estado de su funcionamiento es bueno. Parece que no opinan así maestros y personas implicadas. No es extraño que el absentismo escolar sea un auténtico drama en la ciudad hacia 1923, como muestran numerosos artículos aparecidos en la prensa local opinando en torno al tema.

Los organismos que debieran apoyar la mejora de las escuelas vienen a con-vertirse en figuras formales y decorativas, al parecer, poco eficaces. La Junta Local Reformista de la Instrucción Nacional se constituye en 1908, junto a la Local, pero con apenas actuación eficaz. Funciona la Junta Local de Primera Enseñanza, pero mantiene el formalismo en sus intervenciones, salvo conflictos graves, como el de 5 de marzo de 1908, cuando estudia el expediente que proponen varios vecinos de Valdesangil contra el maestro Matías Sánchez Martín, bastante aleccionados por el párroco, pues la conducta irreligiosa del maestro está ocasionando conflictos en el arrabal, y malestar respecto a la persona del párroco. Son varias las acusaciones de los vecinos, pero no tienen mucho fundamento. Se interroga como testigo al director del periódico El Combate, quien habla a favor del maestro. Finalmente, para evitar pro-blemas se acuerda desde la Junta Local de Instrucción Pública proponer el traslado del maestro, porque el pueblo está en contra. El inspector comprueba que la asistencia de los niños es muy irregular, y en cuanto a la escuela de niñas del arrabal observa que la organización pedagógica es correcta, si bien el local utilizado es muy pequeño para el número de niñas que asiste36.

Años adelante, en el período republicano, se crea el Consejo Local de Instrucción Pública que tiene su sede en la escuela de párvulos de El Salvador, y es presidido por la madre de familia María G. Manjón (algo insospechado nunca antes, que pudiera serlo una mujer). Difunde a padres y maestros la información de que es el órgano encargado de atender sus problemas relativos a la escuela.

¿Qué mejoras son susceptibles de aplicar considerando la situación de las escuelas?

1.2.2. Graduación de escuelas

Una de las grandes novedades que se producen en las escuelas de Béjar, y desde luego en otras muchas de España, durante los años que ahora estudiamos, es la trans-formación del sistema utilizado para la organización de la enseñanza. Desde el siglo XIX se viene empleando el sistema lancasteriano, mutuo o monitorial, muy generali-zado en todo el mundo, pero de muy precarios éxitos alfabetizadores y educativos. En un solo local, el maestro (a veces con un auxiliar) y con la colaboración de los niños más avanzados, que actúan de monitores, se desarrolla la actividad escolar, con masas imponentes de niños (pueden ser 230 niños, 180, o similares) que se distribuyen en secciones dentro de un mismo aula. Este modelo comienza a ser sustituido en el mundo al filo del siglo XX, y también en España y en Béjar, por el sistema gradua-do, en el que las aulas se organizan por grados, que suelen corresponder a grupos de edad o al menos de conocimientos. Este sistema supone una modificación muy grande en la organización del curriculum, de los materiales de enseñanza, de libros de texto, distribución de locales, tipología de edificios, en fin, una revolución. En Béjar tarda en irse aplicando, porque supone inversión y cambio de mentalidad en autoridades y maestros, pero es el gran logro y cambio que se produce en las escuelas

36.- Cfr. AMBejar: Libro de actas de la Junta Local de Instrucción Pública (1907‑1929).

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I366

primarias de este primer tercio del siglo XX, aunque no en plenitud, y desde luego muy lentamente.

Los diferentes arreglos de escuelas que se llevan a cabo durante todos estos años no resuelven la adaptación física y pedagógica necesaria al nuevo sistema de organiza-ción escolar. Tendremos que esperar al proyecto de escuelas que publica la Gaceta de Madrid en diciembre de 1934 para ver nacer en Béjar en serio un gran grupo escolar construido con los nuevos criterios arquitectónicos y pedagógicos que propone la graduación completa de la enseñanza. Es evidente que el líder y ministro republicano Villalobos, que ya desde años atrás mejoraba varias escuelas del distrito electoral beja-rano, tuvo mucho que ver en ello, lo que explica que ese colegio mas tarde llevase su nombre en reconocimiento a sus gestiones y su amor hacia Béjar37. El edificio consta, según publica la Gaceta de Madrid, de siete secciones para niños y ocho para niñas, más los locales correspondientes a cantina, inspección médico escolar, biblioteca, de-partamento de duchas, salas de trabajos manuales y casa para el conserje. Y mientras tanto hemos de observar constantes traspiés, gastos inoperantes y rehabilitaciones de locales escolares, que suelen aparecer sucios, húmedos, inadecuados para acoger durante horas a los niños en su jornada escolar. Situación especialmente grave en los locales escolares de los pueblos-aldeas de Fuentebuena y Valdesangil.

Pero volvamos al asunto central de las escuelas de Béjar de estos años, que no es otro que la implantación de la graduación en la enseñanza. En varias capitales de provincia y poblaciones de importancia se va implantando la graduación en la escuela primaria, como consecuencia de procesos de innovación pedagógica, en buena me-dida procedentes de la III república francesa, a partir de 1870, con las aportaciones expresas de F. Buisson y las políticas de J. Ferry. Este movimiento llega a España, a Salamanca y un poco después a Béjar. En la sesión del Ayuntamiento de 2 de marzo de 1911 el señor González Benito llama la atención acerca de una R.O. del Ministerio de Instrucción Pública sobre graduación de escuelas de primera enseñanza. Desde ese momento se van a producir muchos tiras y aflojas en el consistorio bejarano, porque no acaban de entender los beneficios que reporta su implantación. Habrá que esperar hasta 1920, cuando la inspectora Victoria Adrados y el inspector Eulalio Escudero pueden respirar al haber logrado implantar la graduación en Béjar. Han sido diez años de tensiones y sinsabores, hasta que finalmente el grupo de profesores que ha supe-rado las oposiciones se hace cargo de la marcha pedagógica de los centros escolares de Béjar38. Existían problemas económicos de aceptación en el municipio, y también otras resistencias entre los maestros, que finalmente pudieron aminorarse.

1.2.3. La vida cotidiana de las escuelas

A la escuela primaria el niño, o la niña, va a aprender las materias instrumen-tales de la lectura, escritura, cálculo, la doctrina cristiana y la formación ciudadana, pero también va a ir aumentando el curriculum formativo y se ofrecen poco a poco enseñanzas más ampliadas de diferentes ámbitos: literatura, geografía, historia, geo-metría, nociones de comercio e industria, labores en el caso de las niñas. El pequeño cambio de principios del siglo XX producido en España en este aspecto curricular va a condicionar de forma notable el avance en el curriculum, y sin duda a mejorar los contenidos de la escuela primaria, los métodos, el uso de materiales y libros escola-res. El proceso de modernización de las escuelas es lento, pero es real. Y la presencia

37.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: «Villalobos, Ministro de Instrucción Pública», pp. 363-390, en ROBLEDO, Ricardo (coord.): Sueños de concordia. Villalobos y su tiempo histórico, 1900‑1955. Salamanca, Caja Duero, 2005.38.- Cfr. Béjar en Madrid. 16 de octubre de 1920.

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 367

y transmisión de valores educativos no tan explícitos, el llamado curriculum oculto, es también real.

La vida cotidiana en la escuela primaria de Béjar responde al modelo de jornada escolar y de calendario vigente en España39, que se traduce en horario distribuido de mañana y tarde (con intermedio de descanso), y unas cortas vacaciones en la estación de verano. Los niños están distribuidos en aulas para varones y para niñas, atendiendo a la tradicional divisoria de sexos, que ni siquiera en la etapa republicana se modifi-ca, porque no da tiempo a introducir las reformas de la coeducación previstas en la política escolar del primer bienio. Hasta el momento de implantarse la graduación de la enseñanza en Béjar el número de niños en el aula se aproxima o supera los 200, y cuando se produce la graduación las cifras disminuyen notoriamente hasta concre-tarse en torno a los 80 individuos.

No existe un curriculum prescrito y exigido de forma clara para las materias ni para los grados, sino que el libro de texto, la enciclopedia escolar, se convierte en un indudable protagonista y regidor de la marcha del curso escolar, para niños y maestros. Los libros, poco a poco, van a estar más presentes en el uso habitual de los niños, y los cuadernos y la pizarra son los compañeros habituales de la vida del niño en el establecimiento escolar. De ahí que se agradezcan las donaciones de libros que Toribio Zúñiga envía desde Madrid para las escuelas en mayo de 1913, o por ejemplo la donación a las escuelas de Máximo Hernández en octubre de 1914 de 52 libros de arte, literatura y cocina.

Los materiales escolares, entre ellos los manuales y libros escolares utilizados a diario por los niños, enseñan las materias instrumentales, la doctrina cristiana, pero también a cómo relacionarse en la sociedad, conocer el entorno, y en concreto la ciudad de Béjar40. En ocasiones incluso se recomienda desde la autoridad municipal alguna forma concreta de enseñanza y sensibilidad. Así, en la sesión del Ayuntamien-to de 7 de mayo de 1908 «El señor Gómez Rodulfo, síndico, desea que se explique, por los respectivos profesores, a los niños que concurren a las escuelas públicas, la significación de la bandera de Béjar, y que en dichos centros haya un librito de texto que contenga en resumen la historia de nuestra ciudad. Se dice que se tomará en consideración». Pero que nosotros sepamos, la iniciativa no cuajó.

Aunque los locales a veces dejan que desear, y más aún el mobiliario, sobre todo en las escuelas de los arrabales, los asuntos se van mitigando con rifas para comprar bancos, como hace en septiembre de 1926 la maestra Dorotea Antón, directora de la graduada de niñas de la Corredera. En otro momento, septiembre de 1928, el Ayuntamiento consigue de la Dirección General de Primera Enseñanza 96 mesas bi-personales, que se reparten entre las escuelas de Fuentebuena, Valdesangil y alguna escuela de la ciudad.

Poco a poco se van produciendo innovaciones y adquiriendo aparatos novedo-sos para la época. Así, en diciembre de 1913 el gramófono hace su presencia en las escuelas de Béjar, con sesiones especiales de Juan Bautista Zúñiga. En enero de 1916 se concede al maestro José de la Rúa el uso de los aparatos del antiguo colegio de se-gunda enseñanza que se encuentran en la escuela nacional de niños de San Juan, por creerlos de utilidad. La escuela graduada de niñas de El Salvador recibe en septiembre de 1926 una máquina de coser del Ministerio para fomentar entre las niñas la ense-ñanza de las labores. Y van organizándose en las escuelas las exposiciones escolares de

39.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: «La jornada escolar en España (1838-2008)», pp. 55-73, en FERNANDES, Rogerio y MIG-NOT, Ana Chrystina V. (orgs.): O tempo na escola. Porto, Profediçao, 2008.40.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: «Béjar en los manuales escolares españoles (1838-1936)», Estudios Bejaranos. 7 (2003) 105-112

Doña Leandra 1932

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I368

trabajos preparados por los niños, como expresión de recapitulación de las tareas de un curso, actividad que logra éxito y reconocimiento entre padres y autoridades (las de julio de 1915 parece que fueron espectaculares, según el semanario la Victoria). Por otra parte, sabemos que por mediación de Villalobos, el Patronato de Misiones Pe-dagógicas concede una biblioteca escolar a la escuela graduada de niñas de la Corre-dera, y sus maestras (Dorotea Antón, Isabel Muélledes, y Carmen Pérez) lo agradecen públicamente en febrero de 1932.

Algunas innovaciones pedagógicas que han llegado a nosotros con naturali-dad histórica, pero que proceden justamente de aquellos años, como por ejemplo el huerto escolar y el periódico escolar, comienzan también a ser practicados por algunos maestros de Béjar y del entorno. Así, en relación al huerto escolar, sabe-mos que en la sesión de 23 de mayo de 1916 el ayuntamiento aprueba «Oficio del maestro nacional de niños de la escuela del Salvador, solicitando se le conceda el terreno inculto, sito en la parte del mediodía de la Casa Consistorial, para utilizar-lo como campo de experiencia agrícola de los alumnos de dicha escuela», y le es concedido. O sabemos que en el pueblo próximo de Santibáñez de Béjar (aún no lo hemos podido confirmar en alguna escuela de la ciudad), ya en la etapa repu-blicana, el maestro Manuel de Sena impulsa con sus alumnos la publicación de un periódico escolar, en parte influido por la entonces emergente pedagogía freinetia-na41. También en la época de la Segunda República confirmamos el funcionamiento del coro escolar, dirigido por el señor Marquina, y en el que participa en buen cupo de niños. En abril de 1934 dan un precioso concierto cantando temas del folklore regional y provincial.

Van aflorando otras actividades en las escuelas que pueden contener diferentes elementos ideológicos. Por ejemplo, lo relativo a la educación diferenciada de las niñas, para aprender a asumir roles propios de un modelo de mujer sumisa al pa-dre, al esposo y abnegada por sus hijos, y siempre vinculada a las tareas y deberes que impone la iglesia42. O el afán por confesionalizar aún más la escuela, cuando por ejemplo en agosto de 1929 se pretende colocar la imagen de la Virgen del Cas-tañar junto a la de Cristo en la cabecera de todas las escuelas. También, aunque esta tradición ya viene de atrás y está muy arraigada en Béjar, la celebración de las pri-meras comuniones en el mes de mayo de cada año, coincidiendo con la Fiesta del Corpus, es una manifestación incuestionable de la presencia de la religión católica en la escuela, de la confesionalización de la institución educativa. Ello es aplicable por igual a las escuelas públicas y a las particulares, a los colegios de las congre-gaciones religiosas y a las sostenidas por el Estado o el municipio. Es cierto que cuando se proclama la segunda república se va a interrumpir ésta y otras prácticas religiosas externas, lo que va a generar un conflicto agudo de tipo ideológico, que se traduce en el sí o el no a una sociedad más confesional o más laica. Esta práctica religiosa en la escuela, procedente del siglo XIX, está muy arraigada en las familias bejaranas, tanto como la religión católica.

Merecen un comentario especial otras actividades desarrolladas en la enseñanza primaria bejarana. Así, en 1905 se celebran en las escuelas diferentes actos relacio-nados con el centenario de la publicación de El Quijote en 1605, tal como había prescrito el Ministerio de Instrucción Pública. Los niños hacen trabajos, redaccio-nes y discursos, y también el maestro Mateo del Brío, quien interviene en torno

41.- Véase nuestro capítulo «Un periódico escolar en Santibáñez de Béjar», pp. 130-132, en HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: Maestros y escuelas en la Salamanca contemporánea. Salamanca, Hespérides, 2001.42.- Véase GIR. Memoria y Proyecto de la educación» de la Universidad de Salamanca: Libros escolares para la educación de las niñas en España (1838‑1970). Salamanca, Facultad de Educación, 2008.

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 369

a «Cervantes y el Quijote». Los actos de memoria del Quijote en la escuela logran especial relevancia en una ciudad cervantina como Béjar. También del año 1905 data el inicio de la celebración de la fiesta del árbol en las escuelas de Béjar, «educadora y culta fiesta», se dice en 1917, de cuya Junta local organizadora es secretario Emilio Muñoz. En esta fiesta escolar y popular participan centenares de niños, incluso 1061 escolares se cuentan en el año 1912, y consiste en la plantación de árboles en la ca-rretera del Castañar, se pronuncian discursos patrióticos y de defensa del patrimonio natural, y se educa sobre todo a los niños en la ciudadanía y en el respeto a los árboles como elemento central del bien común. Parece, no obstante, que declina su celebra-ción a partir de la tercera década del siglo.

Una fiesta escolar que comienza a tener vida en Béjar es la del fomento del aho-rro, con apertura de cartillas de la Caja Postal para los niños, como sucede en enero de 1926. La intervención del promotor de la misma, el activo maestro Emilio Herrero, y también la de las autoridades, se orientan en esa dirección, la educación del futuro ciudadano responsable y buen administrador de sus recursos. Comienza a hablarse de la mutualidad escolar, concepto que se difunde y aplica en Europa y España de forma generalizada un poco después, en particular en países con peso del nacional socialismo o sindicalismo. También, el citado maestro es el animador de otras fiestas conmemorativas que llegan a la escuela desde las instancias oficiales del Ministerio de Instrucción Pública, como la fiesta de la raza, la fiesta del maestro, la fiesta del libro, según expone en otro artículo de octubre de 1926 en el semanario «Béjar en Ma-drid». Un poco más adelante, la celebración del aniversario de la República en abril de 1932 permite la organización de actos conjuntos con los niños de Salamanca y las huérfanas de Béjar, con celebración de velada, y pequeño agasajo en la cantina escolar, con el apoyo del Manuel F. Crespo, al mismo tiempo por entonces alcalde y maestro.

1.2.4. Instituciones circumescolares

En el entorno de las escuelas primarias se promueven dos instituciones de gran influencia social, sobre todo de protección a la infancia, como son en el caso de Béjar las cantinas escolares y la asociación de los Amigos de la Escuela, impulsora a su vez de iniciativas de mejora sanitaria y educativa como las colonias escolares.

El concepto de cantina escolar es equivalente al de un elemento de apoyo públi-co desde la escuela a la mejora de la alimentación nutritiva de muchos niños que no desayunan bien, que no están bien alimentados, porque en sus familias se carece de recursos, por motivos diversos, por ejemplo la prolongación de una huelga. Parecía evidente ya entonces que sin una adecuada alimentación resultaba imposible alcanzar un mínimo éxito escolar. No es una institución genuinamente española, sino que se viene practicando en otros países europeos desde años atrás.

Tenemos como primeras noticias de haberse organizado una esporádica cantina escolar ya en febrero de1914, con la instalación del desayuno escolar para unos 600 niños de Béjar. Pero será a partir de 1918 cuando las actuaciones de la cantina sean ya más constantes y organizadas. Sabemos que el director de primera enseñanza, que en enero de 1918 ha pasado por Béjar, Marcelo Rivas Mateos, remite 2.500 ptas. a la cantina escolar, que a iniciativa del concejal Ramón Rodríguez se instala por entonces en los locales de la escuela de Mansilla, donde continúa en cursos siguientes. La can-tina se sostiene con alguna subvención oficial de Madrid, con otras del municipio, y con donaciones de particulares. Así, no deja de ser curioso, chocante y conmovedor el hecho de que en diciembre de 1919 don Vicente Cid y doña Rufina Gómez-Rodulfo costeen una cena el día de Nochebuena en la cantina escolar, a la que asisten 60 niños, y sea servida la cena por los hijos de los protectores. El periodista concluye a su estilo:

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I370

«Así es como se compenetran las clases sociales, descendiendo los de arriba al nivel de los de abajo»43.

En años posteriores continúa funcionando la cantina escolar para un grupo de niños comprendido entre 50 y 80, a los que se procura ofrecer una comida diaria, con muchas dificultades, escasos fondos, buenas intenciones, apoyos de maestros como Emilio Herrero, Carlos Cerrudo, algunas subvenciones (2000 pts del Ministe-rio en 1925, 5000 pts en 1934), y algunas contribuciones particulares de personas de economías holgadas y piadosas. Así, Elvira Albi da una rica comida a los niños en la cantina escolar en enero de 1926, o incluso un grupo de jóvenes en abril de 1934 rondan a los pudientes de Béjar para que den dinero para la cantina escolar, para una comida especial para el Día de la República. Es evidente que la mendicidad infantil es un hecho real en Béjar en estos años (muy constatable en enero de 1928, y siempre en los periodos de largas huelgas de la industria textil, que en Béjar suelen ser prolon-gadas), y también va asociada a la necesidad de ropa adecuada, con lo que el ropero escolar se convierte en otra institución complementaria y necesaria, que también precisó de apoyo (de facto, el Ministerio de Instrucción Pública en octubre de 1934 subvenciona en partidas diferenciadas a la cantina y al ropero).

En la primavera de 1930 comienza a constituirse en Béjar la asociación «Los amigos de la escuela y el niño», abriendo suscripción en la librería de Carlos Calvo. Se plantea recoger dinero para organizar actividades y colonias escolares para combatir la tuberculosis infantil, enviando hasta ahora a dos niños a sanatorios. La asociación continúa solicitando fondos para enviar niños tuberculosos a las colonias marítimas de Oza y Pedrosa de 1931. Juan Muñoz García es uno de los principales animadores de esta asociación en Béjar, y solicita a la ciudadanía bejarana dinero para enviar niños enfermos al sanatorio de Pedrosa (Santander) en 1932, 1933, 1934, colonia llamada del Niño Jesús. Para recabar fondos se organiza una función de teatro a beneficio de los Amigos de la Escuela en agosto de 1932, se hace cuestación en la Casa del Pueblo en junio de 1934, y solicitan colaboración de la asociación católica de padres de fa-milia de Madrid en 1934.

Será a partir de 1935 cuando se inaugure la Colonia Escolar del Castañar (para los niños de Béjar), con apoyo del Director General de Primera Enseñanza desde Ma-drid en agosto de 1935, cuando se amplíe y generalice la oportunidad para mayor número de niños, en el entorno del antiguo convento del Castañar, que había sido abandonado por los franciscanos y quedaba en uso municipal. Se organiza por turnos de 15 días, y participaran un total de 120 niños de las escuelas de Béjar. Se les ofrece aire, bello paisaje, comida sana y abundante, actividades lúdicas y lecturas educativas. Para entonces ya funciona en Béjar el Patronato local de cantinas, colonias y ropero escolar, que suele organizar la colonia infantil junto con el Ayuntamiento.

Tengamos presente que ya en 1915 comienza a funcionar en Candelario la pri-mera colonia escolar de Salamanca, con apoyo de la inspección y autoridades, un gran éxito pedagógico y social44, y que en agosto de 1933 se inaugura en Llano Alto la colonia infantil de la Diputación Provincial para niños del Hospicio. Era evidente que en Béjar y su entorno existía clima y ambiente propicio para celebrar beneficio-sas y pedagógicas colonias de verano con los niños de las escuelas de la ciudad y de la provincia.

43.- Cfr. La Victoria. 27 de diciembre de 1919.44.- Cfr. El Adelanto. 23 de julio de 1915.

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 371

1.2.5. Maestros

Prestigiosos pedagogos institucionistas como Francisco Giner de los Ríos o Ma-nuel Bartolomé Cossío reiteraron en numerosas ocasiones que la clave del éxito de las escuelas estaba en los maestros, aunque también colaboren a ello las condiciones ma-teriales, las instalaciones, los edificios acordes, la administración y proyectos oficiales. La capacidad y vocación de un profesional de la educación y de la escuela resulta decisiva, por ello dicen en frase antológica, «lo importante es el maestro». Es decir, quien desea y tiene condiciones para ser maestro busca medios, se prepara, ilusiona a los niños y las familias, es el alma de la escuela. Esta reflexión, desde luego, también es aplicable al caso de Béjar en el primer tercio del siglo XX.

Un documento bien conocido por muchos lectores, la obra que coordina Juan Muñoz García, Ofrenda a la Virgen del Castañar, ya citada, dedica capítulos de la mis-ma escritos por Pedro Caselles Rollán, Arsenio Muñoz de la Peña y Jesús Vicente del Arco, al repaso de los maestros beneméritos que ha tenido Béjar. La información que recogen, en ocasiones muy detallada, nos evita reproducir aquí de nuevo los comen-tarios, y por ello remitimos a su lectura a quien ahora lee este capítulo de la historia de Béjar. Baste mencionar, no obstante, a figuras del magisterio bejarano de estos años, que ahora nos interesan y que allí desfilan, tan relevantes como Ramón Losada Rodríguez, Mateo del Brío y Juan, Vicente Sánchez Guerrero, Ángel Bueno, Cayetano Hernández Hernández, Simón López Gosálvez, Braulio Muñoz de la Peña Martín, Emilio Herrero Sánchez, Elena Castro Domínguez, Pedro Carrero, Augusto Duprado, Adelfa Méndez Angoso, Macrina Pérez, Felipa Velasco Sánchez, Loreto Díaz, Blasa Mu-ñoz de la Peña, Rita Sánchez, Valentina Núñez Sánchez, Teresa Domenech, Paz Peláez Brihuega,, Pilar Insa Meras, Antonia Rodríguez-Arias Díaz, Dorotea Antón de la Mata, Vicenta Colantes Rivero, María Hernández Anaya, Hipólita Martín, María del Carmen Pérez Román, Hilario Hernández Maíllo, Vicente Sánchez, Ricardo Sánchez Regadera, José María de la Rúa, Francisco Carrero Domínguez, Santiago Cruz Marcos, Filemón Blázquez, Agustín Ramos Medina, Pedro Bueno, entre los más señalados.

Son varios los maestros bejaranos de estas primeras décadas del siglo XX que en-cuentran en otros colegas modelos culturales y pedagógicos, como es el caso de José María Gabriel y Galán. El poeta salmantino y extremeño, que de vez en cuando pasa y observa el paisaje y la vida de Béjar, que canta sus quehaceres y belleza, que participa en Juegos Florales, que escribe en varios periódicos y semanarios provinciales y loca-les de nuestra ciudad, es valorado y aclamado, y su poesía muy utilizada en las tareas escolares de este primer tercio de siglo45. Hagamos algunos breves comentarios sobre algunos maestros, al hilo de lo que va aflorando en esta historia escolar.

Maestros como Mateo del Brío y Juan46, autor de un manual escolar de orto-grafía. Es director de la escuela de niños de San Juan. Parece que en 1910 asciende y marcha a Huelva, donde muere a los 74 años. Ramón Losada Rodríguez, quien fuera maestro y director de las escuelas de El Salvador durante más de 30 años, se jubila en 1902, después de una extensa trayectoria pedagógica llena de éxitos. Fue también escritor de libros de teatro y lectura para niños y textos para los escolares bejaranos47. Fue sustituido por Ricardo Sánchez Regadera, y recibió una meritoria biografía por

45.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: «Gabriel y Galán, maestro y poeta, y su relación con Béjar», Estudios Bejaranos. 8 (2004) 93-101.46.- Cfr. BRÍO Y JUAN, Mateo del: Ortografía castellana arreglada según los principios de la Real Academia Española. Béjar, Impr. Viuda de Aguilar, 1901; Impr. Muñoz, 1907 (4ª), pp. 27.47.- Cfr. LOSADA RODRÍGUEZ, Ramón: Perdonar las injurias. Drama infantil. Béjar, Impr. Aguilar, 1882, pp. 49; IDEM: Nociones fundamen‑tales de aritmética y sistema métrico decimal. Obra destinada a la primera enseñanza. Béjar, Impr. Aguilar, 1885, pp. 50; IDEM: Cuentos pedagógicos o historietas morales con destino a la clase de lectura de las escuelas primarias. Cáceres, Impr. Jiménez, 1902, pp. 127.

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I372

parte de otro prestigioso maestro de niños de la ciudad, Braulio Muñoz de la Peña48. Ramón Losada muere en Ciudad Real a los 66 años.

María Presentación Duque es la nueva maestra de la escuela de niñas de San Juan en febrero de 1909.En ese mismo año el director de la escuela de párvulos de la Co-rredera (en 1913 director de las escuelas graduadas de la Corredera), Cayetano Her-nández, obtiene un accésit en el certamen organizado por la Real Asociación de Maes-tros de Primera Enseñanza San Casiano de Sevilla, con el cuento para niños titulado «La desobediencia es castigada». Josefa Caraza da el discurso del reparto de premios en la escuela de San Juan en septiembre de 1912. José de la Rúa Crespo es nombrado maestro de la escuela de niños de San Juan en enero de 1913, y en 1914 es el director de la graduada de niños de San Juan. En ese año de 1913 Alejandro González es maes-tro de adultos de la escuela de Mansilla. Se jubila en febrero de 1915 el maestro de la escuela del Salvador, Pedro Carrero Carrero, que llevaba 47 años dedicado a la en-señanza. Sabemos que en 1916 fallece la maestra Nicolasa Loreto Díaz, maestra de la Corredera, que llevaba ejerciendo allí desde 1884 y había recibido muchos premios, y también lo hace en 1916 la maestra de Mansilla, Adelfa Méndez Angoso, que lo fue durante muchos años. Otra maestra de la escuela del Salvador, Amelia Martín Rivero, obtuvo el premio en los juegos florales de 1922 por un trabajo sobre Santa Teresa. Es una de las pocas que logra plaza para estudiar en la prestigiosa Escuela de Estudios Superiores del Magisterio de Madrid en 1923, y escribe en 1921 en la prensa sobre enseñanza y la importancia de la tarea docente.

Dorotea Antón de la Mata es la nueva directora de las escuelas graduadas de la Corredera en enero de 192449, mientras Victoriana Hernández Rodríguez, que ha sido durante doce años directora de la graduada de niñas marcha a Valladolid en 1928. Es jubilado en 1926 el maestro de la graduada de San Juan Eusebio García Rodríguez, y se celebra en 1928 una mención y homenaje público al maestro ya jubilado Cayetano Hernández, toda una institución entre el magisterio bejarano (se descubre una lápida conmemorativa de la jubilación de este maestro, que lo ha sido en Béjar desde 1 de marzo de 1871 a 1 de marzo de 1929).

Se jubila también el maestro de Fuentebuena, Vicente Valle Sánchez, «tras peno-sísima labor de 45 años dedicado a la enseñanza», dice la prensa en agosto de 1928. Carmen Pérez Román es nombrada maestra en propiedad de la escuela graduada de niñas de la Corredera en febrero de 1931, y en septiembre de ese mismo año es nombrado maestro de las graduadas de niños de San Juan don Luis Sánchez Gómez. También en esa fecha Agustín Ramos Medina es el director de las escuelas graduadas de niños del Salvador.

Mención especial hemos de hacer de dos maestros que ya nos ido apareciendo o lo harán a lo largo del texto en varias ocasiones, por su especial significado y con-tribución a las escuelas de Béjar y a la ciudadanía en estos años de nuestro estudio. Uno es Emilio Herrero, un maestro excepcional que, además de otras iniciativas, es presidente de la Asociación de Maestros del partido de Béjar, da clases gratuitas a los presos de la prisión de Béjar, colabora en semanarios locales, impulsa la biblioteca popular, la implantación de los Exploradores Bejaranos, da conferencias, y fallece de forma rápida a comienzos de 1929, en plena vitalidad. El otro es Manuel Francisco Crespo, quien ya es maestro de Béjar del Salvador en 1920, participa activamente en la Junta Local de Instrucción Pública, ofrece conferencias a compañeros y a miembros de asociaciones ciudadanas y obreras, primer alcalde socialista de la ciudad en 1931

48.- Cfr. El Noticiero. 21 de septiembre de 1912.49.- Publica alguna cartilla de enseñanza de la lectura y la escritura, cfr. ANTÓN DE LA MATA, Dorotea: Yo quiero saber leer y escribir rápidamente (1ª y 2ª parte). Madrid, Sada, 192?, pp. 22.

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 373

al proclamarse la República, presidente del Casino Obrero, y finalmente represaliado y fusilado poco después del levantamiento franquista, tras llevar algunas semanas escondido en el verano de 1936. Podríamos añadir otros más, pero lo dejamos aquí, con este breve inventario.

Los maestros comienzan a recibir más y mejores orientaciones de los inspectores, cuerpo profesional que va a desempeñar una notable tarea de innovación escolar. Así, el inspector de primera enseñanza Eulalio Escudero en 1909 dará en Béjar una conferen-cia a los maestros sobre el tema «La viva voz del profesor y el libro de texto». Apuesta por el maestro y la relación directa, y a continuación expresa su pesar por los aconteci-mientos de la semana trágica de Barcelona afirmando que «los que allí han incendiado iglesias y conventos, destruido joyas de arte, robado y asesinado, no salieron de las escuelas en que se enseña a los niños la religión y la moral, sino de centros como la Escuela Moderna, donde se predica el odio a Dios y el desprecio a la patria»50.

Este inspector, de decidida orientación católica, en 1911 habla en el Centro So-cial contra la educación laica, antes de partir en 1913 hacia Lérida. Pero regresa en 1916 y ofrece conferencias a los maestros del partido, en la escuela de Mansilla. Tam-bién lo hace en el Casino Obrero en 1920 sobre «Influencia de la escuela en la vida de los pueblos. Límites a su poder». Esta conferencia es muy comentada por Emilio Herrero en la prensa.

Filemón Blázquez Castro, bejarano, discípulo y seguidor de la pedagogía manjo-niana, es nombrado inspector de la zona de Sequeros y Béjar en enero de 1913. Escri-birá más adelante numerosos libros de lectura y métodos de aprendizaje de la lectura. De estos años mencionamos solamente su memoria de actividad en la inspección y el recuerdo del periódico infantil que escribió con sus alumnos de las escuelas que siguen las pautas pedagógicas del Padre Manjón51. En su primera visita a Béjar como inspector da una conferencia en el Casino de Obreros y otra a los maestros del partido.

Victoria Adrados, inspectora formada en la Escuela de Estudios Superiores del Magisterio de Madrid, desde 1914 visita con frecuencia Béjar, ofreciendo sugerencias y orientaciones de cambio, en especial para las maestras y escuelas de niñas, durante muchos años de ejercicio de profesión. Valora mucho la cultura de Béjar.

Los maestros de las escuelas públicas de Béjar, generalmente llamadas nacionales, comienzan a tomar parte activa en lo que podemos denominar la actualización peda-gógica, la puesta al día en nuevos métodos de enseñanza para las escuelas primarias. Un buen exponente de ello lo encontramos en el reportaje que nos ofrece el periódi-co bejarano «El Avance», en 5 de febrero de 1921, siendo director del mismo Víctor H. Peña. Por su interés lo comentamos con algún detalle.

Se trata de una conferencia pedagógica, organizada por la asociación de maes-tros nacionales del partido de Béjar, con el afán explícito de difusión de novedades pedagógicas entre compañeros. Se celebró en la sala de sesiones del Ayuntamiento y fue coordinada por el maestro de Béjar don Manuel Francisco Crespo, quien di-sertó sobre el tema «La escuela y la vida». En la sesión de trabajo con los maestros también estuvieron presentes Antonio Gosálvez (alcalde), Nicolás Escanilla (profesor de Pedagogía de la Escuela Normal de Maestros de Salamanca), Andrés García (ins-pector), Francisco Granados (secretario de la Asociación Provincial de Maestros de Salamanca), el señor Muñoz Elena (director de la Escuela Industrial), Víctor García (director de las escuelas graduadas de San Juan) y varios concejales. Se dice en el reportaje de prensa que estas conferencias, «como en Alemania, tienden a buscar

50.- Cfr. La Victoria. 14 de agosto de 1909.51.- Cfr. BLÁZQUEZ CASTRO, Filemón: Memoria de los trabajos realizados en los cursos 1914 a 1915. Salamanca, Imp. Salmantino, 1916, pp. 64.

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I374

nuevas orientaciones en el campo de la pedagogía», y el ponente hace un recorrido histórico del problema. Finalmente, «estudia la inteligencia del niño, abogando por el método activo, y combate el rutinarismo. Dice que la escuela debe ser una sociedad en pequeño, exigiendo que el niño aprenda un oficio, utilizando, como medio, los trabajos manuales. Expone la manera de dar una lección sobre los tejidos y termina diciendo que las escuelas deben ser talleres en miniatura».

1.3. esCuelas de párvulos

La creación de escuelas de párvulos en España, más allá de las antiguas escuelas de amiga52, y analizadas con criterios equivalentes a los que después se ha denomi-nado educación preescolar, y educación infantil más recientemente, comenzaron a ser realidad a partir de la ley Someruelos de 1838, aunque entonces de forma sobre todo testimonial, puesto que la escasa oferta de los ayuntamientos apenas permitía atender una demanda elevada de puestos escolares para estos niños menores de seis años. Durante muchos años adoptaron como método de enseñanza el propuesto por Pablo Montesino si bien más tarde va incorporándose el sistema froebeliano53. Ambos sistemas pedagógicos combinados son los que se aceptan y practican en España por las maestras parvulistas, casi siempre en femenino.

Las escuelas de párvulos desde su nacimiento en España han gozado en Béjar de mayor atención que en otros lugares, ya desde el inicio del sistema nacional de educación en el XIX, porque la demanda comparativa era muy superior a la de otras ciudades, al existir una población femenina de cierta importancia vinculada a las ta-reas de producción en la industria textil que precisaba dejar bien atendidos a sus hijos pequeños durante algunas horas al día. Así lo hemos comprobado hace algunos años al estudiar las escuelas de párvulos en Béjar en el siglo XIX.

Al menos en lo que se refiere al número de escuelas de párvulos, resulta pro-metedor observar que cuando las estadísticas oficiales de escuelas se refieren a las de párvulos de Béjar de los años que ahora estudiamos (1900-1936) indican que se sostienen más de las que exige la ley. Así vemos que en 1901 tiene dos más, en 1904 una más, en 1906 cuatro más, en 1911 cuatro más, en 1916 dos más54. Ello no sig-nifica en absoluto que todas las necesidades de educación de párvulos estén cubiertas en Béjar, sino que solamente comentamos lo que dicen las estadísticas en números, nada más. Algunas de estas escuelas de párvulos llevan nombres emblemáticos, de los barrios donde se instalan (Santa María –ésta con frecuentes problemas de edificio–, La Corredera) o de nombres de educadores como Ángel Bueno (así una en 1929).

El modelo pedagógico, los métodos y sistemas de enseñanza de las escuelas de párvulos van evolucionando también durante estos años, pues se tiende a abando-nar el sistema mutuo utilizado en el siglo XIX, muy poco operativo para la edad de estos niños, casi siempre acompañado de castigos, a veces violentos. Mencionemos al efecto la denuncia que hace don Aniano Valle en la sesión del Ayuntamiento de 25 de febrero de 1915, quien protestó enérgica y duramente por el acto intolerable lle-vado a cabo por la señora maestra de la Escuela Nacional del Distrito del Salvador de esta ciudad, doña Saturnina Fuentes Garifo, consistente en maltratar de obra, de una

52.- Cfr. REVUELTA GUERRERO, Clara R.; CANO GONZÁLEZ, Rufino: «Las escuelas de amiga: espacios femeninos de trabajo y edu-cación de párvulos y niñas», Aula. Revista de Pedagogía de la Universidad de Salamanca. 16 (2010) 155-185.53.- Cfr. RUÍZ BERRIO, Julio: «Federico Froebel y su influencia en la educación española. Su hoja de ruta en el siglo XIX», pp. 89-114, en HERNÁNDEZ DÍAZ, José María (coord.): La pedagogía alemana en España e Iberoamérica (1810‑2010). Valladolid, Castilla Ediciones, 2011.54.- Datos extraídos de las estadísticas oficiales que cada año publica la Universidad de Salamanca sobre el número de escuelas de las provincias de su distrito universitario en los años de referencia.

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 375

manera despiadada a la niña Esperanza Sánchez Rodríguez, de cuatro años de edad, causándola erosiones de alguna importancia en la región glútea. El Ayuntamiento, considerando el hecho denunciado por el señor Valle, sin perjuicio de la responsa-bilidad criminal que pudiera alcanzar a su autora, constituye una falta grave, acordó recurrir en queja ante la Inspección provincial de primera enseñanza de Salamanca.

Sin embargo, atentos a la complejidad de aspectos de la educación en Béjar du-rante estas primeras décadas del XX, esa circunstancia parece muy aislada, y contradice la normalidad que representa un cupo de maestras parvulistas muy preparado y en-tregado a la educación de los niños más pequeños de la ciudad.

Como expresión de lo que deseamos justificar mencionamos el bello discurso que pronuncia en septiembre de 1909 la joven y malograda maestra de la escuela de San Juan Adelfa Méndez Angoso (fallece un año después a los 27 años). Lo titula «Objeto de las escuelas de párvulos y diferencias entre ellas y las elementales», y lo argumenta con amplitud y belleza. Del mismo solamente tomamos unas líneas, que nos parecen reveladoras sobre su comprensión de la educación de párvulos:

Infiérese que no son instructivos estos institutos (las escuelas de párvulos), como muchí‑simos han creído. Se instruye en ellos, sí, pero indirectamente, y su bondad no debe graduarse por el número de respuestas o de definiciones, que con relación a una determinada asignatura den los alumnos que las frecuenten; antes bien por el aumento de potencia intelectual y por el mejoramiento del estado religioso, moral y físico, que se haya notado en ellos desde el día en que principiaron a ejercitar sus facultades, bajo la prudente dirección de la maestra55.

En este campo concreto de la educación que expresa el parvulario, el debate se planteaba en España entre un modelo de escuela de párvulos concebida para preparar el ingreso de los niños en la escuela primaria, y lograr así que su paso por ésta fuera más exitoso, y otro modo de concebir la educación de párvulos como una etapa con-creta de la infancia, que debe ser muy provechosa para que el niño o la niña madure, logre hábitos de conducta, se socialice armónicamente con los demás niños, aprenda a adquirir los valores básicos de la vida. Este debate permanece vigente durante todo el siglo XX y alcanza a nuestros días, aunque cada vez se va inclinando hacia una edu-cación infantil con peso específico en sí misma y no tanto preparatoria de otra etapa posterior.

Maestras de párvulos muy notables de Béjar en estos años, además de la mencio-nada Adelfa, encontramos a Teresa Domenech (Santa María), Aquilina Pascasio (Co-rredera), Carolina Montánchez Rubio (Corredera), y algún ilustre maestro parvulero, como Cayetano Hernández, quien se jubila en 1929.

Un último aspecto relativo a estas escuelas de párvulos tiene que ver con los efec-tos que causan en ella los conflictos sociales, y las prolongadas huelgas que hicieron famoso al movimiento obrero bejarano por su capacidad de resistencia, en particular la brega y valentía de sus mujeres. Una muestra nada más: Durante los siete meses de huelga de fines de 1913 a julio de 1914 algunas personas han dado diariamente 60 bollos a niños de la escuela de párvulos de la Corredera. Parece que en huelgas anteriores ya había sucedido algo parecido, según expone la prensa de esos días56.

1.4. esCuelas de adultos

Hablando con propiedad, para Béjar y para toda España, en esta época debemos utilizar el nombre de clases nocturnas de adultos antes que el de escuelas de adultos,

55.- Puede leerse el discurso completo en La Victoria. 2 de octubre de 1909.56.- Cfr. La Victoria. 1 de agosto de 1914

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I376

por ser este demasiado pretencioso, aunque la normativa oficial se sirva de ambas con ambigüedad. En realidad se atribuye el nombre de una escuela de esta clase, de un centro escolar a las actividades escolares de jóvenes y adultos iletrados o de bajo nivel cultural, que se llevan a cabo por la noche y con carácter estacional, en otoño– invierno, durante algunos meses. Son actividades educativas reguladas preferente-mente por el decreto de 4 de octubre de 1906, que obliga a establecerlas y ordenar con criterios pedagógicos. Sin embargo, el modelo es ya muy antiguo, procede de la Ley Someruelos de 1838, la primera norma superior que impulsa la organización de este tipo de enseñanzas en España57. Se ha demostrado que los resultados que propor-cionan estas enseñanzas nocturnas ciertamente que no son demasiado alentadoress desde el punto de vista de la eficacia del aprendizaje, pues no es una oferta adecuada a una persona adulta, ya que se utilizan métodos y elementos del curriculum propios de la escuela primaria de niños para adultos. Otra cuestión es el valor ideológico de tales escuelas o enseñanzas nocturnas de adultos, así como de los ciclos de conferen-cias complementarios. Eso ocurre así también en Béjar. De hecho, todavía en 1910 el porcentaje de personas iletradas o analfabetas en la ciudad de Béjar es del 48.5%, y en el conjunto del partido judicial lo son el 53.3%. Por comparar, en ese año de 1910 el conjunto de la provincia de Salamanca arroja un 47.1%, la capital un 35.6% y el conjunto de España un 59.3%. Béjar ha dejado de ser una avanzadilla provincial también en el combate de la lacra del analfabetismo. Hay que volver a cuestionarse la eficacia real de estas llamadas escuelas de analfabetos, aunque en algunos casos no fuera exacta tal apreciación.

La documentación consultada nos permite deducir que con las escuelas de adul-tos estamos ante una actividad formativa para jóvenes varones, que se desarrolla des-pués del horario laboral, en los locales de escuelas de niños (Salvador, Mansilla, San Juan), orientadas al aprendizaje de la lectura, escritura y el cálculo, doctrina cristiana. Son clases de unos 40 alumnos, en las que periódicamente se organizan conferencias adaptadas a ellos. Así, en la escuela de adultos de San Juan se organiza en 1913 un ciclo de conferencias en el que, en presencia de la inspectora Victoria Adrados, inter-vienen Emilio Muñoz García, Méndez sobre cultura general, Joaquín de No sobre «La conveniencia de que el obrero conozca el manejo de las máquinas», José Santamera, párroco de San Juan, sobre «Educación y su importancia. Educación física, intelectual y moral». Años más tarde (1926) las conferencias para adultos versan sobre arte, medicina, o el abogado Saturnino Rodríguez Olleros habla sobre «El descubrimien-to de América» en la Escuela de Adultos del Salvador, mientras que el estudiante de medicina, Jerónimo Hernández Illán lo hace sobre el tema «La vida y la muerte». En diciembre 1928, en la Escuela Nacional graduada de niños de El Salvador, pero en las enseñanzas nocturnas, se organiza un nuevo ciclo de conferencias. Una de ellas queda a cargo de Manuel F. Crespo sobre «Perfiles de España», que es muy elogiada. Y otra es pronunciada por el prestigioso maestro Emilio Herrero, sobre «Los volcanes».

1.5. esCuelas primarias privadas

Los colegios particulares de primera enseñanza de niños (con independencia de las razones que motiven a Salesianos y Franciscanos del Castañar para sostener los suyos, bien distintos entre sí) se explican en último término por la insuficiencia de puestos escolares públicos, y por la calidad y masificación que éstos pueden ofrecer

57.- Cfr. RUÍZ BERRIO, Julio: «Alfabetización y modernización social en la España del primer tercio del siglo XX», pp. 91-110, y HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: «Alfabetización y sociedad en la revolución liberal española», pp. 69-89, en VARIOS: Leer y escribir en España. Doscientos años de alfabetización. Madrid, Ed. Pirámide, 1992.

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 377

a los usuarios. Por ello florecen escuelas privadas de niños y de niñas con rasgos bien definidos.

Manuel Verdejo es el profesor de primera enseñanza del colegio privado Santo Tomás de Aquino, que comienza a funcionar en septiembre de 1901 y se mantiene activo durante todo el tiempo que nos ocupa este estudio hasta la etapa republica-na. Sabemos que es un colegio de niños de primera enseñanza, cuyos componentes cumplen con el precepto pascual, celebran primeras comuniones, y obtienen bue-nos resultados en los exámenes y visitas que se realizan al mismo por parte de las autoridades. También enseña teneduría de libros por partida doble y prepara para el acceso al magisterio. En 1908 se anuncia como el colegio privado más acreditado de la región, tiene alumnos internos, instala en 1906 una Caja Benéfica, y su director es de orientación católica, pues en 1908 aparece como presidente del Círculo Católico.

Francisco Alonso Illán, bachiller y maestro superior, abre en 1905 un centro de primera enseñanza, denominado «Colegio de Primera Enseñanza San José», para ni-ños de 6 a 14 años, por una pensión mensual de 2.50 ptas. Está instalado en el local que durante años ocupó la escuela pública de niños de Trascorrales .Los niños de este colegio dan una velada cómico-infantil en el Salón del Progreso en octubre de 1905. Pero en octubre de 1906 muere a los 30 años el director propietario del Colegio de San José, y parece que en los inicios de 1907 va a ser dirigido por Braulio Muñoz de la Peña. Celebra velada de alumnos en el Salón Progreso, considerando que los niños de este colegio deben poseer un aceptable nivel social, pues ejercen la dádiva con niños pobres58. Braulio traspasa el colegio en septiembre de 1909 por no poder atenderlo, pero indica que está legalizado, cuenta con 40 alumnos, el local es céntrico y tiene buen material. Un año más tarde vuelve al colegio, y ya cuenta con más de 30 alumnos. Es por tanto un colegio transitorio, de oportunidad y tiempo limitado.

Andrés Lobel García, maestro titulado, es el director del Colegio Sagrado Cora-zón de primera enseñanza, que en 1928 va a ser instalado en el Paseo de San Nicolás (murallón), aunque parece que lleva algunos años funcionando, pues en enero de 1924 organiza fiesta y exposición escolar. Celebra la primera comunión de los niños del colegio en 1929 y una bella velada infantil en 1931, con cuadro artístico que actúa con orquesta, y representa un juguete cómico. En el período republicano con-tinúa funcionando como colegio de primera enseñanza, y en 1933 también prepara alumnos para el ingreso en el bachillerato, y también admite lecciones particulares.

El Colegio de San José, dirigido por Pedro Moreno Pulido y Gregorio Sánchez Delgado, comienza a funcionar en 1929. Anuncian métodos aventajados de enseñan-za, pero en realidad tantean el mercado, porque lo condicionan a si existe un número suficiente de niños. Por ello también ofrecen preparación al bachillerato y al magis-terio. Pero parece que no logran su cometido.

En cuanto a los colegios de niñas, debemos mencionar en primer lugar a Isola Moreno Montánchez, que dirige el prestigioso colegio del Rosario, heredado de su madre Rosario Montánchez, que lo había iniciado en el siglo XIX. Lo vemos funcionar hasta mediada la segunda década del siglo XX, dejándolo probablemente al contraer matrimonio con Pedro Cenizo Comendador en 1908. La directora y sus alumnas en 1905 y en 1906 costean zapatos para un niño aplicado de la escuela del Castañar que dirige Fray José Trinidad. El colegio sigue funcionando y celebrando actos piadosos, comuniones, mes de las flores, comprando de sus ahorros varias prendas, y confec-cionado otras, y regalando todas a la Conferencia de Señoras para las familias acogidas

58.- «Agradecemos a don Braulio Muñoz de la Peña, director del Colegio de primera enseñanza San José, y nuestro suscriptor y amigo, la atención de enviarnos dos bonos de pan para los pobres, de los que ha repartido esta semana, costeados por varios de sus alumnos, con motivo de ser el jueves la festividad del santo patrono de dicho centro», cfr. La Victoria. 21 de marzo de 1908.

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I378

por dicha asociación, como llevan a efecto en la Navidad de 1909. Años más tarde (1926), lo sabemos por la prensa, una posible familiar de Isola, la profesora Carolina Montánchez, abre un colegio llamado «San José» en la calle de las Armas, de muy escaso recorrido.

Desde aproximadamente 1915 funciona el colegio de Santa. Teresa, siendo su propietaria Vicenta Neila, aunque también ha sido regido por Ricarda García Santa-mera, según sabemos, en 1927.

El Colegio de niñas Nuestra Señora del Castañar abrirá en 1928 en la calle Mayor de Sánchez Ocaña, 45 (frente al comercio de don Serafín Sánchez), dirigido por la profesora de primera enseñanza Dª Raimunda Salvador, con la auxiliar Carmen Sán-chez, profesora en bordados. Además de la primera enseñanza se enseñan toda clase de labores útiles y de adorno. Admite por concurso alumnos pobres del colegio en 1929.

Igualmente sabemos que en la calle Villalobos funciona un colegio de niñas, a cargo de Irene Jiménez, en abril de 1932.

Estas escuelas particulares de niños y niñas, permitidas por una generosa ley ha-cia modelos de escuelas de discutible calidad, en general, sobreviven en función de la demanda de niños que no son admitidos en las escuelas públicas, o que en opinión de los padres, por muy pocos honorarios, pueden enseñar a sus hijos lo básico de la ense-ñanza primaria. Son muy inestables en cuanto a continuidad, y su organización peda-gógica suele ser muy tradicional. Son centros que no admiten comparación con los de las congregaciones religiosas presentes en Béjar, sean los salesianos o las siervas de San José, y tampoco es posible establecerlas con escuelas graduadas o no como las que van configurándose en Béjar como por ejemplo la de la Solana o de Villalobos más tarde.

Caso completamente distinto al de las escuelas privadas que acabamos de men-cionar es el de las maestras institutrices privadas que poseen algunas familias muy pudientes de Béjar, como la de Anselmo Olleros, que en septiembre 1916 sabemos que costea una institutriz para la educación de sus hijos, manteniendo viva la vieja tradición de los preceptores renacentistas.

Podemos volver al comienzo de este epígrafe para preguntarnos, igual que lo hizo en la sesión del Ayuntamiento de 21 de febrero de 1905 el señor Cerrudo cuando «pregunta a la comisión de Instrucción si sabe la causa de que muchos padres retiren a sus hijos de las escuelas públicas y subvencionadas de primera enseñanza, y los lleven a los colegios y escuelas particulares». Tal vez ahora dispongamos de alguna respuesta.

2. INICIATIVAS EDUCATIVAS DE LA IGLESIA

Entre 1900 y 1936 la sociedad española atraviesa una etapa en ocasiones muy convulsa sobre el protagonismo que corresponde desempeñar a la iglesia en la vida pública, los procesos de secularización, y el indudable ascenso del laicismo en mu-chos de los ámbitos que tradicionalmente habían sido considerados como propios de la iglesia católica, o casi en su totalidad, como sucede con el de la escuela, la edu-cación y la influencia en la mentalidad colectiva. Es este un tema complejo y contro-vertido que ha merecido ser analizado y difundido en numerosos estudios, artículos y libros. Además de los trabajos ya citados más atrás (Puelles Benítez, García Regidor, entre varios), remitimos a otros que nos trasladan a una etapa en que las posiciones de la iglesia católica cambian en España, pasando de situaciones de reclusión y sacris-tía, de la trinchera suele decirse, al combate abierto, a la calle en toda su plenitud59. La

59.- Cfr. CUEVA, Julio de la; MONTERO, Feliciano (eds.): Izquierda obrera y religión en España (1900‑1939). Alcalá de Henares, Uni-versidad de Alcalá, 2012; CUEVA, Julio de la: Laicismo y catolicismo: el conflicto político religioso en la Segunda República. Alcalá de Henares, Universidad de Alcalá, 2009; CUEVA, Julio de la; MONTERO, Feliciano (eds.): La secularización conflictiva: España (1898‑1931). Madrid,

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 379

iglesia española del siglo XIX había visto parcialmen-te limitados sus tradicionales y medievales privile-gios e influencia con la actuación del liberalismo más radical, pero desde la restauración monárquica en 1875 vivía una etapa de ascenso, que se hace mucho más explícita en el movimiento de los con-gresos católicos, en la pelea por una escuela con-fesional, en la confrontación abierta en todos los frentes y ambientes, sectores y edades, frente al lai-cismo, y los procesos de secularización de la socie-dad, muy parecidos por cierto a los que se viven en otros países del entorno europeo (la Tercera Repú-blica Francesa desde 1871 es el principal referente). Es evidente que la etapa de la Segunda República representa la culminación por ambas partes, católi-cos y republicanos, de un conflicto anunciado que desemboca en una de las guerras más ideológicas que haya vivido el mundo contemporáneo, como fue la española de 1936 a 1939.

Ese paso y salida de la sacristía a la calle, ese salto de la trinchera a campo abierto por parte de los católicos para evangelizar y recristianizar la so-ciedad, esa resistencia de la sociedad civil a verse confesionalizada de nuevo, encabezada por parte del ideario republicano partidario del peso mayor de los ideales de libertad y autonomía, cuando pasa en sus detalles del debate parlamentario y político a la vida cotidiana de las ciudades y pueblos de Espa-ña, genera conflictos personales agudos, roces muy hirientes, mayor virulencia, odio, rencor y lucha fratricida. Así lo hemos visto en algunos casos de ciudades próximas, como Ávila, así se observa en una ciudad como Béjar, aún mucho más polariza-da socialmente en largos y dolorosos conflictos de clase60.

Las iniciativas educativas promovidas por la iglesia católica en Béjar, que son muchas y muy variadas como vemos a continuación, son la mejor expresión particular y concreta de un asunto mayor que hunde sus raíces ideológicas en los finales del Antiguo Régimen, cuando la iglesia forma parte ac-tiva, privilegiada e influyente de la sociedad estamental y se resiste a que la sociedad evolucione hacia pautas de conducta más independientes, laicas, secularizadas, equi-valentes al ideario republicano en términos generales. Por ello debemos comprender el fenómeno educativo en Béjar como un proceso ideológico y de mentalidad colecti-va que no se reduce a la escuela y los centros educativos clásicos, por importantes que

Biblioteca Nueva, 2007; VALÍN FERNÁNDEZ, Alberto: Laicismo, educación y represión en la España del siglo XX. Coruña, Edicions do Castro, 1993; MILLÁN, Fernando: La revolución laica. De la Institución Libre de Enseñanza a la escuela de la República. Valencia, Fernando Torres, 1983.60.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: «Ofensiva escolar de la Iglesia en Ávila (1897-1931)», pp. 245-263, in CIREMIA: École et Église en Espagne et en Amérique Latine. Aspects ideólogiques et institutionels. Tours, Publications de l’Université de Tours, 1988.

Convento y escuela de El Castañar

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I380

sean, sino que penetra y capilariza toda la vida pública y ciudadana de Béjar, además de las vías de relación personal e individual. De ahí que al hablar de la influencia de la iglesia católica en la educación de los bejaranos, debamos mencionar e incluir a colegios, centros de sociabilidad, casinos, centros culturales, asociaciones piadosas, grupos juveniles, establecimientos del catolicismo social, escuelas de adultos, escue-las dominicales, preceptores, captación de niños y jóvenes para el clero, misiones religiosas, campañas de lectura, sacramentalización de la vida social, predicación. Es lo que exponemos a continuación.

2.1. el Colegio de los salesianos

Disponemos ya, por fortuna, de algunos tra-bajos dedicados de forma específica al estudio his-tórico de este establecimiento educativo de los pa-dres Salesianos sito en Béjar, y precisamente para los años que interesan a nuestro estudio, como su-cede con los de Demetrio Hernández Sánchez61. Ello nos permite eludir reiteraciones y avanzar en otros comentarios.

La llegada de esta congregación católica y la creación del colegio de los Salesianos en Béjar se produce en enero de 1896, coincidiendo con la fase expansiva de la congregación en España, y de otros movimientos católicos, como hemos ya indicado, pero también desde la existencia comprobada de

demanda de este tipo de colegio para la formación de todos los sectores de las capas medias y la burguesía bejarana. Eso, con independencia de que las declaraciones ofi-ciales de los salesianos hablen de las capas humildes, que en algún caso también se hace presente en el colegio, desde su origen hasta su desaparición un siglo después, antes de concluir la centuria del XX.

Los salesianos desempeñan en Béjar una función educadora de todos los sectores sociales siguiendo la pedagogía del sacerdote italiano Don Juan Bosco, la pedagogía del amor, el método preventivo, la pedagogía positiva, la atención educadora cons-tante a los niños62. Consideran la educación como un instrumento privilegiado de evangelización, y por ello dedican con tanta intensidad su tiempo y formación a la organización de sus colegios, en todas partes, y también en Béjar.

Cuentan con la ayuda y protección de personas pudientes de la ciudad, como Felisa Esteban, rica propietaria, principalmente, o doña Manuela R. Arias, reconocida hacendada industrial, de terrenos y bienes inmuebles, entre otras pertenencias suyas figura el Bosque, adquirido a los herederos de los duques de Osuna años atrás (éstos habían absorbido con anterioridad a la Casa de Béjar), y ella beneficia a 300 alumnos del colegio que, con frecuencia, desfilan por Béjar con banda de tambores haciendo honor a sus apoyos, como ocurre en agosto de 1918.

El colegio se dedica principalmente a la primera enseñanza, si bien en los co-mienzos ofrecía también segunda enseñanza,. En 1901 abre gratuitamente las aulas

61.- Cfr. HERNÁNDEZ SÁNCHEZ, Demetrio: «El establecimiento de los padres Salesianos en Béjar: la labor educativa-religiosa y cultural durante su primera etapa en la ciudad (1896-1916)», Estudios Bejaranos. 2-3 (1996) 107-136; IDEM: «Comentario inter-pretativo del discurso pronunciado por Don Felipe Gómez Moñibas en la velada en honor del Padre Albera, General Superior de la Congregación Salesiana, celebrada el 10 de abril de 1913 en el Colegio Salesiano de Béjar», Estudios Bejaranos. 4 (2000) 73-103.62.- Cfr. ORGAZ RODILLA, Aniceto: «Agapeísmo y eros pedagógico en el sistema preventivo de don Bosco», Historia de la Educación. 12-13 (1993-1994) 401-414

Colegio Salesiano

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 381

de segunda enseñanza y carrera eclesiástica a cuan-tos alumnos pobres externos se presenten; en 1903 se suprimen las enseñanzas de bachillerato, y desde octubre de 1903 se abren todas las enseñanzas a po-bres y ricos de Béjar sin distinción. Ya por entonces doña Felisa Esteban sostiene 6 niños de matrícula gratuita, a pesar de su defensa denodada para que los salesianos dirigieran en realidad un colegio de huérfanos pobres, como bien documenta Demetrio Hernández en el trabajo citado. Si en 1901 eran tres escasas decenas de niños los asistentes, en 1905-1906 se aproxima su número al de 300, conse-cuencia evidente de pasar de ser escuelas de pago a escuelas gratuitas. Son niños con edades compren-didas entre los seis y los catorce años, distribuidos en cinco aulas, la primera de ellas destinada a los párvulos (esta desaparecerá en 1908).

Conviene recordar que los profesores son sa-cerdotes salesianos, imbuidos en la pedagogía de la congregación, tal vez sin titu-lación oficial de magisterio o licenciado en la mayoría de los casos, y en ocasiones gozando de la colaboración especial de algún profesor externo, como fue el caso de Marcelino Cagigal en los primeros años, y vinculado a la segunda enseñanza.

Una descripción detallada de las actividades y pedagogía llevada a cabo en el colegio San Francisco de Sales, es la que recoge en 1903 el semanario católico La Victoria, cuando escribe:

«En este centro docente de nuestra ciudad se ha suprimido la segunda enseñanza, como muchos de los lectores saben, y se han abierto desde primero de octubre próximo pasado escuelas gratuitas para niños pobres. En estas escuelas la primera enseñanza se da en cuatro cursos: el primero se dedica a la de párvulos y los tres restantes a la elemental, habiendo uno que se llama complementario. Cada curso se explica en su aula y tiene su maestro, y en ellos se desarrolla gra‑dualmente el programa general, empleándose un método eminentemente práctico. Las clases duran desde las 9.30 hasta las 12.00, por la mañana, y desde las 2.00 a las 16.30 por la tarde. Los niños oyen misa diariamente y rezan con una devoción y recogimiento propios de personas adelan‑tadas en la piedad, siendo varios los que confiesan y comulgan todas las semanas. La asistencia al colegio es obligatoria todos los días laborables y también los festivos. Actualmente asisten cerca de 200 niños, sintiendo los padres salesianos no admitir a todos los que acuden, pero tienen ya llenas las clases, en cada una de las cuales no caben cómodamente más que de 40 a 50.

Los mayores tienen clase de música, preparándose para la organización de una banda in‑fantil, cuyos instrumentos, hasta el número de 24, están ya en el colegio, traídos de Italia. En el espacioso patio hay diversidad de juegos, como los de trapecio, barra fija, paralelas, argollas, volante, etc., costeados por nuestro venerable prelado el Excmo. Obispo de Plasencia.

Dentro del corazón de la pedagogía salesiana hemos de situar el oratorio festivo, que aglutina muchas actividades formativas pensadas para llenar de contenido peda-gógico muchos tiempos muertos de niños y adolescentes, que deben ser concebidos como espacios temporales para la educación, no para la pérdida miserable de opor-tunidades y para el aburrimiento de los niños. Es un concepto en su día novedoso, concebido para aminorar los efectos perversos de la calle y de los ambientes corrup-tos, tan fáciles y atractivos para niños y adolescentes sin la formación adecuada. Así se explica la cantidad y diversidad de actividades promovidas, y el elevado número

Colegio Salesiano

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I382

de los participantes (alcanza en ocasiones los 400 muchachos asistentes). Por ello tiene el colegio su teatro propio para recreo y formación de los alum-nos, pues la moral cristiana no está reñida con las distracciones honestas. O por ello organizan paseos y actividades externas. Así, los jueves por la tarde sa-len de paseo los niños acompañados de sus profeso-res, recorriendo en sus excursiones los pintorescos alrededores de la población. Dice la prensa de esos primeros años del siglo XX que «¡Cuánto bien hacen y van a hacer, Dios mediante, en lo sucesivo, en es-pecial a los hijos de los obreros, con estas escuelas gratuitas, los padres salesianos! Ya se están viendo los resultados».

Si atendemos al informe del inspector de edu-cación, señor Bermejo Pascual, emitido en 1904, el colegio de los Salesianos está instalado en local espacioso, y tiene organizadas cinco aulas independientes, que reú-nen buenas condiciones higiénicas y pedagógicas, y están bien dotadas de material. Ha organizado la enseñanza graduada, desde la de párvulos a la elemental y superior, estando un profesor al frente de cada grupo. El número de niños que acoge responde a la ley de 1 de julio de 1902, y desde luego la moral queda garantizada por el tipo de colegio católico que es63.

El colegio ha adoptado en su organización pedagógica (ya en 1906) el método cíclico y el modelo de enseñanza graduada que se implanta por esos años en España, sustituyendo al decimonónico sistema mutuo, como ya hemos comentado más atrás en otro epígrafe. Es decir, funcionan cuatro grupos, al frente de los cuales hay un director y en cada grado un profesor respectivo. El método empleado es el cíclico, por lo cual en todos los grados las asignaturas son las mismas, si exceptuamos el cuarto, que tiene incorporado además el estudio de la contabilidad y francés. Dicen en su difusión de julio de 1911, que los medios educativos empleados son la razón, la persuasión y el amor, evitando los castigos que exasperan al discípulo y destruyen la labor del maestro. Pero también los libros escolares que comienzan a utilizarse en España con más fruición, y acordes con los grados y diversificación del currículo que tenuemente comienza a producirse en estas primeras décadas del siglo XX64. Sabemos también que el colegio adquiere los materiales pedagógicos del antiguo colegio de segunda enseñanza de Béjar en 1901.

El éxito logrado en los exámenes públicos es la imagen de éxito del colegio. Así, los alumnos de 3ª enseñanza elemental demostraron en los exámenes celebrados en agosto de 1905 buen manejo de sus asignaturas: Conducta, Religión y Moral, Lectu-ra, Escritura, Composición, Gramática, Aritmética. Práctica de Aritmética, Geometría, Dibujo, Historia de España, Geografía, Música (vocal e instrumental), y Ciencias65

En la inauguración de cada curso suele darse la distribución de premios a los niños más aplicados, velada y alguna conferencia, como la del médico Ramiro Arroyo, sobre educación en octubre de 1912, o el discurso que pro-nuncia en octubre de 1914 don Joaquín Pérez, profesor del colegio, sobre «La necesidad y la importancia de la escuela», donde incorpora indudables

63.- Cfr. La Victoria. 26 de noviembre de 1904.64.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: «El libro escolar como instrumento pedagógico», pp. 123-148 en VARIOS: Historia ilustrada del libro escolar en España. Del Antiguo Régimen a la II República. Madrid, Pirámide/FGSR, 1997.65.- Un extenso ejemplo de crónica detallada de exámenes en el colegio lo encontramos en La Victoria de 21 de julio de 1917.

Colegio Salesiano. Alumnos 1914

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 383

elementos ideológicos de carácter apologético y combativo contra el laicismo66

La celebración del mes de mayo a la Virgen Ma-ría, procesiones dedicadas a María Auxiliadora y las primeras comuniones forman parte del ciclo educa-tivo de la sociedad española en la primavera de cada año, y en particular en una ciudad como Béjar, don-de la Fiesta del Corpus goza de un arraigo especial, y en la que el protagonismo de los niños que han comulgado es muy destacado. Tanto en las escuelas públicas, como en el colegio de los Salesianos, la celebración de la primera comunión es una fiesta considerada de primer nivel. De ahí el énfasis con que se celebran, por el grado añadido de difusión de la catequesis y la formación cristiana de los niños y sus familias. Podríamos aportar datos y crónicas de celebración de esta fiesta de todos los años que aquí nos interesan. Un solo botón de muestra podría ser la fiesta de las comuniones de mayo de 1926, culminada en el colegio con velada y una conferencia a cargo del cooperador salesiano Julio Esteras, dedicada a enaltecer la obra pedagógica de Dom Bosco.

En el colegio de los Salesianos, además de las tareas y jornadas regladas de ense-ñanza con niños y adolescentes, y de las de tipo litúrgico (procesiones, primeras co-muniones, rosarios colectivos, sermones), y de acuerdo a la metodología del método preventivo de Dom Bosco, su fundador, se organizan otras actividades educativas, en el oratorio festivo, veladas teatrales, veladas músico-literarias, conciertos musicales, conferencias, excursiones. Pongamos algunos ejemplos.

La celebración frecuente de conferencias sobre temas educativos, políticos y so-ciales de actualidad es un hecho en el colegio salesiano. Felipe Gómez Moñibas, antiguo alumno y profesional del derecho ejerciendo en Béjar, es uno de los más bri-llantes oradores invitados por este centro educativo católico en reiteradas ocasiones. El ya citado Demetrio Hernández lo comenta sobre intervenciones realizadas por este abogado en 1913, pero igualmente podríamos mencionar otras conferencias suyas como «La religión es la base y fundamento de la educación de los pueblos» (febrero de 1928). También intervienen otros cooperadores conferenciantes como Saturnino Rodríguez Olleros sobre «La democracia cristiana» (marzo de 1928). Así mismo, el jesuita Padre Florentino Ogara habla en abril de 1927 sobre los beneficios que repor-tan las juventudes católicas en la sociedad, por citar alguna más entre tantas.

La actividad musical es una de las más practicadas en este establecimiento edu-cativo. En 1904 se crea la banda infantil de música, a partir de la donación de las benefactoras doña Felisa y doña Manuela para adquirir 36 instrumentos. Se constata en agosto de 1905 que el colegio de los Salesianos, «San Francisco de Sales» acoge ya a 250 alumnos, Y en el mes de octubre de ese mismo año funciona un coro in-fantil muy concurrido. Unos años más tarde, en 1917 y años posteriores, vemos que

66.- «En estilo sencillo, a la par que profundo, don Joaquín Pérez demostró cuan necesaria es al niño no sólo la instrucción en las ciencias, como las matemáticas, la historia, la geografía, sino principalmente la instrucción religiosa, como base de todas las demás ciencias. Fustigó a los radicales, defensores de la escuela laica en la que, en lugar de formarse para el porvenir ciudadanos honrados y amantes de su patria, salen de ella niños excesivamente precoces en el mal que son los apaches del mañana. Cantó un himno a la patria, alentando a sus alumnos a amar siempre el suelo en que nacimos …», La Victoria, 10 de octubre de 1914.

Colegio Salesiano. Alumnos 1915

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I384

continúa funcionando con éxito la Schola Cantorum, un coro infantil muy exitoso musical y pedagógicamente. A este propósito se escribe en la prensa lo que sigue67,

Esta escuela de canto, admirable institución de alumnos del Colegio Salesiano que ha desco‑llado sobremanera por su acertada intervención en todos los actos religiosos, con un conjunto tan armonioso y disciplinado que si en lugar de cantar en un templo, se le oye en un teatro hubiese sido largamente ovacionado. El trabajo que supone esta educación artística de los alumnos ha sido llevado con paciencia, no diremos benedictina, sino salesiana, por su admirable y cultísimo direc‑tor don Anastasio Crescenzi, quien está realizando una labor digna de ser reconocida públicamente, como nosotros nos complacemos en hacerlo, felicitándole y animándole a seguir en este camino. El Colegio Salesiano está reportando a Béjar, y especialmente a las clases obreras, grandes beneficios, y la mejor recompensa que podría soñar la tiene en el hecho de que los padres de los muchachos que se han educado en él, aleguen como mérito al solicitar una colocación para sus hijos el que han sido alumnos salesianos, y esto son muchas las personas que pueden probarlo, con motivo del éxodo de los trabajadores y sus familias provocado por la crisis industrial

Las representaciones teatrales y las veladas son una de las actividades más fre-cuentes del oratorio salesiano, no solamente en este colegio bejarano, sino dentro del proyecto pedagógico general de los salesianos. De ahí sus influyentes colecciones de obras de teatro seleccionadas y adaptadas para niños para ser representadas en sus establecimientos y en otros muchos del ámbito católico. Además, se entiende el teatro como un instrumento de difusión y evangelización, por lo que se realizan represen-taciones fuera del colegio con ese objeto. Así sucede en mayo de 1931, cuando el grupo teatral salesiano va a Puerto de Béjar a realizar representaciones morales y de entretenimiento, y con éxito.

Las veladas son un recurso pedagógico habitual de los salesianos, para celebrar conmemoraciones religiosas importantes del ciclo litúrgico como la Inmaculada (así lo vemos en diciembre de 1917), para cumplimentar la onomástica del director (ju-lio de 1918), para festejar el domingo de Piñata (marzo de 1924), para conseguir fondos para la cantina escolar de la ciudad ( abril de 1926), para afianzar los ánimos patrióticos (mayo de 1927), para combatir los efectos perversos que consideran los salesianos que genera el carnaval68. Pueden combinarse en una velada los discursos, cánticos del coro, intervenciones de la banda de música, festivales, recitales de poesía, lecturas literarias, zarzuelas infantiles, funciones del cuadro artístico, menciones a antiguos alumnos y a bienhechores, mensajes religiosos y morales. Estas actividades formativas complementarias suelen estar pensadas y abiertas no sólo para los niños del colegio, sino también para los familiares.

En el colegio se organizan actividades deportivas diversas, por lo que no es de extrañar que ya en junio de 1909 funcione la compañía deportiva Acies, con un nombre latino llamado al combate deportivo noble, en la que se integran los niños mayores. Igualmente surgen actividades de fomento del respeto al medio ambiente, como fue la participación en la celebración de la fiesta del árbol en 1912, en compa-ñía de otros muchos escolares de diferentes establecimientos bejaranos.

También se organizan paseos escolares con frecuencia, como explica el artícu-lo «Paseo escolar» que publica La Victoria en marzo de 1906, indicando que los

67.- Cfr. Béjar en Madrid. 16 de junio de 1925.68.- Sólo a modo de ejemplo mencionamos el programa de esta velada alternativa al carnaval. «Con motivo de la fiesta de Carnaval, este colegio celebrará el domingo día 15, a las seis de la tarde, una velada teatral con el siguiente programa: se pondrá en escena por el cuadro artístico de alumnos y antiguos alumnos el chispeante pasillo cómico en un acto y dos cuadros, que lleva por título “So-bresaltos de un hortera”; la farsa cómica en dos actos “Los tres gibosos de Egipto” y el gracioso juguete cómico en un acto titulado “Martes de Carnaval”», cfr. Béjar en Madrid. 14 de febrero de 1931.

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 385

salesianos han salido fuera de la ciudad con 300 niños, y que organizan carreras, en sacos, juegos de rompepucheros, funciones cómico-musicales, y otras sanas expansiones.

Otra de las actividades educativas que los Sale-sianos ofrecen a la población bejarana en su colegio son las escuelas nocturnas para adultos y para jó-venes obreros. Así, en los inicios de 1905 se esta-blecen dos clases nocturnas gratuitas para jóvenes trabajadores, en las que se enseña lectura, escritura y aritmética, y que van siendo muy concurridas. Se trata de atender a aquellos jóvenes que por falta de instrucción suficiente no pueden acceder a la Escuela Industrial69. Años más tarde, en noviembre de 1922, el nuevo director de los Salesianos, Anastasio Crescenci, se decla-ra abiertamente partidario de los ideales sociales que promueve el semanario católico La Victoria, activo defensor del modelo de catolicismo social, como explicamos más adelante. Igualmente los Salesianos organizan los ejercicios espirituales ignacianos para alumnos y personas que lo deseen, en formato de tres días (así lo sabemos que se produce en 1911, 1915 o 1929), y también celebran todos los años el mes de mayo en honor de María Auxiliadora.

Los Salesianos organizan asociaciones complementarias de cooperadores (ramas masculina y femenina) y antiguos alumnos, de las que en ocasiones se conservan preciosos testimonios escritos. Ese es el caso del Círculo Juan Bosco, que en 1917 edita un periódico titulado «El ExAlumno». Esta publicación da cuenta de las activi-dades de los asociados, y comenta diferentes conferencias pronunciadas en su ámbito interno. Así, sabemos que el maestro nacional Teodoro Calvin habla sobre educación social y religiosa, que el presidente del Círculo es Segundo Estévez y pronuncia un discurso al que asiste el obispo de la diócesis, que el maestro nacional Emiliano Ro-dríguez diserta sobre «Importancia y necesidad de la educación cristiana de la juven-tud», o que con motivo de la visita a Béjar del P. Binelli, inspector de los salesianos, organizan una gran fiesta en su honor70. Esta asociación organiza actividades propias y otras externas, como la excursión a Becedas en mayo de 1916, con representación teatral. Mantienen buenas relaciones con otros grupos, como sucede en mayo de 1920, cuando van a Béjar 205 alumnos del colegio salesiano de Salamanca. Celebran la fiesta de San José de forma habitual y los antiguos alumnos salesianos organizan conferencias morales, como sucede en marzo de 1927 y de 1930. El Círculo del Venerable Juan Bosco publica «El ExAlumno». Sabemos que en marzo de 1927 ya contaban con un total de 60 socios permanentes, que también se reúnen a veces en comidas de hermandad salesiana.

Esta publicación es solo una muestra de la importancia y vitalidad que desempe-ñan los antiguos alumnos y los hombres y mujeres cooperadores en todo el proyecto salesiano de Béjar, como sucede en otras ciudades españolas.

Es incuestionable la proyección de los salesianos en la ciudad de Béjar durante estos años que nos ocupa el estudio, principalmente a través de las actividades docen-tes y complementarias del colegio, con su enorme diversidad y riqueza, y muchas tan novedosas para aquellos años, como acabamos de ver. Ante todo supliendo la carencia de puestos escolares suficientes en las escuelas públicas de la ciudad Pero igualmente

69.- Cfr. La Victoria. 14 de enero de 1905.70.- Cfr. El ExAlumno. Béjar. Números 13, Febrero; 15, abril; 17, junio de 1917.

Colegio Salesiano. Internado

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I386

deben computarse las actuaciones educativas que los Padres Salesianos llevan a cabo con el sector adulto, y en el conjunto de la calle, de la ciudad.

Las expresiones públicas en la ciudad por parte de los Salesianos, donde se com-bina la educación, la ideología, la política, la religiosidad, suscitan en ocasiones pro-testas por parte de sectores liberales o aconfesionales. Así sabemos que en la sesión del Ayuntamiento de 28 de febrero de 1905, «El señor Martín García dice que “el paseo realizado el domingo por el director, profesores y niños de la escuela de pri-mera enseñanza, que dirigen los Salesianos, fue una manifestación política, de Luises, y no sienta bien en un pueblo liberal, y pide un correctivo”. El alcalde decide final-mente poner multa de 25 ptas. y sabemos que el gobernador, por telegrama, aprueba la conducta del alcalde»71. Por tanto, no gozan de una aceptación plena algunas de sus actividades, si bien en el conjunto prevalecen las consideraciones positivas. Una muestra de ello es lo que sucede en 1931. Al declararse la república los salesianos tienen miedo a ser linchados en la quema de conventos de mayo de 1931, por lo que suspenden las clases (para 160 niños), y piensan abandonar la ciudad. Pero son protegidos por el alcalde Manuel F. Crespo, por humanidad y porque los salesianos cubren las deficiencias de escolaridad de Béjar, mientras no haya otra ley que mejore y resuelva la situación72.

1.2. el Colegio asilo de niñas huérfanas de las amantes de jesús, vulgo ursulinas

Las Amantes de Jesús son una congregación religiosa femenina nacida en Béjar en 1874, fundada por la hermana Matilde Téllez Robles73, que desde el año 1894 se encarga de atender el asilo de niñas huérfanas, para ir evolucionando al paso del tiem-po hacia un colegio de niñas considerado como normal, denominado la Inmaculada Concepción. Este centro continúa funcionando en la actualidad, no sin antes haber sorteado diferentes dificultades en su centenar ya largo de años.

Acogen estas hermanas a niñas huérfanas internas, pero también mediopensio-nistas y externas. Enseñan a las niñas los elementos de la escuela primaria, cuentan con atención a párvulos, pero también ofrecen enseñanzas especiales de francés, y hasta enseñanza de gimnasia (así en 1909). Con las niñas organizan todo tipo de actividades: veladas musicales, funciones teatrales, exposiciones de labores, primeras comuniones, actividades litúrgicas. También han organizado en 1905 una escuela dominical para sirvientas y artesanas, con el objeto de contribuir a disminuir el anal-fabetismo entre las mujeres bejaranas humildes. No dudan en reconocer en 1928 que si tuvieran mejores locales y recursos les gustaría organizar un oratorio festivo para las niñas y adolescentes de Béjar, siguiendo el modelo de los Salesianos, además de ofrecer enseñanzas completamente gratuitas74. Siguen viviendo de las ayudas de la caridad, de los benefactores (en especial de la obra pía de Revilla, de Luisa Olleros Cid, y sobre todo de doña Manuela Rodríguez Arias, especial protectora del asilo de

71.- Ver AMB: Actas del Ayto. de Béjar de 4 de marzo de 1905.72.- Leemos en Béjar en Madrid del 23 de mayo de 1931 lo siguiente, «Ante el colegio de los Padres Salesianos, el pasado martes por la noche congregóse un grupo algo numeroso en actitud hostil, profiriendo voces y gritos. Enterado el Ayuntamiento, bajó enseguida a calmar los ánimos exaltados de aquellas gentes y disolver el grupo, lo que consiguió. Conferencióse después con el director del establecimiento, para ofrecerse a guardar sus personas y propiedades, manifestándole la conveniencia, si lo consideraba oportuno, de suspender durante unos días las clases, hasta que la opinión se calmase, a lo que accedió gustoso, por reconocerlo conveniente el señor director del colegio. Aquella noche los religiosos abandonaron el colegio, refugiándose en varias casas particulares».73.- Cfr. MAJADA NEILA, José Luis: Conozca a esta mujer. Matilde Téllez Robles (1841‑1902). Salamanca, Hijas de María Madre de la Iglesia, 1972.74.- Cfr. Béjar en Madrid. 24 de marzo de 1928.

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 387

niñas huérfanas). Hecho destacado de la historia del establecimiento fue la visita en julio de 1916 de la Infanta Isabel de Borbón.

Durante los difíciles años de la república las Amantes mantienen su actividad de atención a las niñas huérfanas, y son respetadas en todo momento por la población bejarana.

1.3. la esCuela primaria de los franCisCanos del Castañar

Desde los inicios del siglo XX en el convento del Castañar los frailes franciscanos tienen establecida una escuela gratuita a la que asisten durante el día de 30 a 40 niños procedentes de las casas del entorno, habitantes del monte y las fachinas, y de noche algunos adultos75. Los frailes enseñan a leer y escribir y las cuatro operaciones de aritmética, y organizan con los niños representaciones de comedias y veladas teatrales para los asistentes, principalmente en Navidad. Aunque con dificultades de supervi-vencia se mantiene la escuela gratuita diurna para niños, y la nocturna para adultos, por ejemplo en el invierno de 1912. Con alguna interrupción breve en 1924, como consecuencia de la marcha de algún fraile franciscano, la escuela se mantiene activa hasta que al proclamarse la República en abril de 1931 los franciscanos abandonan el convento del Castañar y sus actividades por temor a ser linchados, aunque el alcalde socialista Manuel Francisco Crespo les proteja de forma expresa.

Sabemos que la escuela es dirigida por el Hermano franciscano José Trinidad y se realizan exámenes de Historia Sagrada, mediante el sistema Manjón, con represen-taciones infantiles, como ocurre en agosto de 1905, y que son examinados los niños de lectura, escritura, doctrina cristiana, historia sagrada, aritmética y urbanidad con buenos resultados en ese mismo mes de 1907. También tenemos noticia de que la comisión de Instrucción Pública del Ayuntamiento en su sesión de 22 de agosto de 1907 deja constancia de que el director de la escuela gratuita de niños del Castañar solicita libros de texto, un mapamundi, varias pizarras manuales y un encerado, y se acuerda atender esta petición, bien del material sobrante de las escuelas públicas, bien asignando 15 pesetas. En la celebración de exámenes de fin de curso, en presencia de autoridades, dado el éxito alcanzado, los niños reciben a veces juguetes como pre-mio, como ocurre en julio de 1914.

Así funciona esta modesta escuela en 1915:

«Ya han comenzado los P. Franciscanos del Castañar la clase nocturna para los vecinos de aquellas alturas. Es de admirar el orden y el interés que demuestran por aprender las asignaturas que comprende el programa, los 40 jóvenes que diariamente asisten a las clases. La enseñanza consiste en escritura, lectura, aritmética y doctrina, haciéndoles además uno de los profesores una conferencia diaria de media hora sobre historia, geografía, urbanidad y geometría. Como referidos Padres lo hacen todo gratis, y sólo por el gran deseo de educar a aquéllos pobres de los caseríos vecinos, y además tienen la escuela tan desprovista de todo, suplican a las personas amantes del bien de su pueblo, por quien trabajan, una estera (aunque sea vieja) para poder permanecer las dos horas que diariamente tienen de clase nocturna en la casa de la escuela, y alguna limosna para bombillas y material de enseñanza, por ser 40 los jóvenes que asisten por la noche y 55 los niños que asisten por el día»76.

En ocasiones, y gracias a la colaboración de familias bejaranas pudientes, los franciscanos organizan una excursión con los niños, con calderillo incluido, como ocurre en octubre de 1916.

75.- Cfr. El Lábaro. 21 de marzo de 1900. La Victoria. 26 de enero de 1901; 20 de diciembre de 1902; 3 de enero de 1903; 76.- Cfr. La Victoria, 13 de noviembre de 1915.

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I388

Pero los padres franciscanos tienen muchas dificultades para abrir el local, pues han de arreglarlo sin recursos (así en enero de 1921), a pesar de la función social y educativa que desempeñan con los niños de las familias que viven diseminadas por el monte. Unos años después, en noviembre de 1924, la escuela se encuentra cerra-da, porque han trasladado al hermano franciscano que la atendía, y el ayuntamiento aún no ha tomado conciencia del problema. Por ello se le exigen soluciones para la escolarización de los niños de las familias que atienden las huertas del Castañar. El problema parece que arranca de muy atrás, de cuando el arreglo escolar de 1906, momento en el que el ayuntamiento bejarano se olvidó de incluir la escuela del mon-te para que fuera contemplada por el Ministerio de Instrucción Pública. A comienzos del año 1925 se reabre la escuela, atendida por los franciscanos de nuevo, en concreto por el hermano Bernardo Sanz. Cuenta con la colaboración de generosos bejaranos pudientes que ofrecen limosnas de vez en cuando. La escuela continúa activa durante los años siguientes, hasta que de nuevo queda paralizada al salir los franciscanos de Béjar en mayo de 1931, asustados por la llegada de la segunda república y temerosos del ambiente laico, incluso anticlerical, que se despierta en la ciudad, aunque ya vi-niera incubándose tiempo atrás.

2.4. el Colegio de señoritas de las siervas de san josé

En octubre de 1928 es ya un hecho la instalación en Béjar de un colegio de se-ñoritas por las Siervas de San José. Llegan procedentes de Salamanca cinco religiosas para regentarlo, con la madre Adelina al frente, y comienzan las clases, utilizando como sede la antigua casa de doña Cristeta, calle de Mateo Hernández, número 2. Abren suscripción popular para su puesta en funcionamiento, y pronto comienzan a cosechar exitosos resultados entre las niñas, organizando trabajos manuales, con exposiciones complementarias, enseñando a las adolescentes Taquigrafía y Francés, celebrando veladas teatrales instructivas y otras musicales, organizando exposiciones de labores, colaborando con la Casa Social Católica en la organización de veladas honestas, llevando en junio de 1932 a las niñas de excursión a Alba de Tormes, meca teresiana, entre otras actividades.

En este colegio de las Siervas de San José se ofrece la primera enseñanza com-pleta, pero también otras clases especiales: francés, solfeo, piano, dibujo, pintura, caligrafía artística, mecanografía y clase de labor y bordados a máquina.

«El fin que se proponen las religiosas Siervas de San José es educar cristianamente a la niñez por medio de la instrucción basada en los principios religiosos, infundiendo las virtudes cristianas, despertando desde la niñez el amor a Dios, al prójimo y a la patria. Velarán con especial solicitud por que las niñas adquieran hábitos de cortesía y laboriosidad, estudiando sus aptitudes y disposi‑ciones por los cauces más convenientes, hasta lograr el grado de cultura a que aspiren y la finalidad que se propongan realizar»77.

En octubre de 1932 ponen en funcionamiento una residencia de señoritas, al parecer demandada por cierto sector de padres procedente del entorno bejarano, para alumnas del instituto de segunda enseñanza que se inaugura por entonces. Te-nemos noticias de que continúan funcionando, no sin dificultades, hasta el final de la segunda república.

De la documentación manejada se desprende que esta de las Siervas de San José es una iniciativa orientada a la educación de las niñas, pero de los niveles sociales

77.- Cfr. La Victoria. 16 de marzo de 1929.

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 389

medios y altos, con preferencia. El tipo de veladas, el carácter de las primorosas expo-siciones de labores, la enseñanza de lenguas comerciales y turísticas como el francés, la enseñanza de la música con carácter ornamental, esta orientación nos induce a pensar en esta dirección.

2.5. preCeptor de latín

La formación de niños y adolescentes en temas de religión católica y de ascen-dencia lingüística latina, así como la captación de vocaciones para incorporarse al clero se convierte en una actividad normal para los responsables eclesiásticos, desde el obispo a determinados sacerdotes. Esta práctica pedagógica y religiosa la observa-mos con frecuencia y naturalidad en los años que nos ocupan78. Así, en el semanario católico de Béjar, La Victoria, de octubre de 1920, encontramos publicado un anuncio, con un texto lacónico, breve, pero expresivo. En cuatro líneas dice lo siguiente:

«Preceptor de latín. El obispo ha nombrado preceptor de latín y humanidades al presbítero Segundo Estévez. Todos los niños que deseen acceder a la carrera eclesiástica se pondrán en contacto con él, y les preparará de primero y segundo de latín. También a los que quieran de bachillerato, por precios módicos».

Se nos indican en este anuncio periodístico varias cosas. Una, que el obispo de la diócesis de Plasencia, a la que pertenece Béjar, don Ángel Regueras López, tiene previsto un sistema de captación de futuros clérigos diocesanos, antes de su posible incorporación posterior al seminario de Plasencia. Por ello expresamente nombra al presbítero don Segundo Estévez, para que se encargue en persona de esta tarea, que tanta importancia tiene para el adecuado sistema de selección de futuros sacerdotes. Parece que es un sistema regulado y habitual, pues da la impresión de que se viene haciendo en años anteriores.

Se deduce que este clérigo de la diócesis placentina no hace nada diferente a lo que desde tiempo muy atrás está previsto en todas las diócesis españolas. Vienen existiendo en ciudades pequeñas, en pueblos cabeceras de comarca, los denominados centros de latinidad, a veces también conocidos como escuelas o cátedras de gramá-tica, donde un sacerdote suele encargarse de captar y formar niños de unos once a trece años en el dominio del latín y la gramática, así como en la iniciación al estudio de las humanidades. De esta manera la llegada al seminario diocesano será menos brusca, más fácil y provechosa para todos, para los niños y para los responsables del seminario.

Pero, además, aclaremos por qué el niño y adolescente aspirante debe estudiar latín en primer lugar, desde el momento en que inicia los estudios de humanida-des en el seminario. Debe tenerse presente que en los seminarios de la época, el de Plasencia y en todo el mundo, la docencia se desarrollaba progresivamente en latín, desde los años de humanidades hasta los del estudio de la teología. Sobre todo en los grados superiores de la carrera eclesiástica, como eran los denominados estudios de Filosofía y Teología, imprescindibles antes de alcanzar las órdenes mayores y el sa-cerdocio, bien pasados los 24 años. El latín era la lengua litúrgica, pero era la lengua eclesiástica, un tanto esotérica y difícil para los cristianos de a pie, pero imprescindi-ble para el entramado mundo clerical de la época. Ello explica que el plan de estudios de los primeros años de las denominadas humanidades, en la carrera eclesiástica, sitúe la enseñanza del latín como prioridad por encima de todas las demás materias.

78.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: «Preceptor de latín en Béjar. Años veinte del siglo XX», Béjar Información. V, 255 (10 de noviembre de 2001), pág. 4.

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I390

Eso explica, por ejemplo, que a los niños y adolescentes que estudian los años que preceden a la filosofía y la teología sean conocidos por mucho tiempo como los lati-nos, por el alto grado de dedicación que tienen que dar al estudio de la lengua de Ci-cerón, y del clero, casi desde los tiempos de Carlomagno, y desde luego desde Trento.

Esta era la oferta que se hacía con naturalidad a monaguillos y niños de familias, con frecuencia humildes, de Béjar y comarca, de toda España, con el objeto de en-caminar a los adolescentes con cierta facilidad y menor esfuerzo económico hacia la carrera eclesiástica. Era una vía tradicional de acceder a la cultura desde los sectores medios y bajos de la sociedad, en Béjar y en España, como ya había puesto en claro el padre Feijoo en la mitad del siglo XVIII.

El presbítero citado también anuncia clases de preparación para el bachillerato, a sabiendas de que en esas fechas Béjar carece de centros oficiales de segunda enseñan-za y, en consecuencia, los chicos debían estudiar y examinarse por libre, o salir fuera de Béjar, con los gastos añadidos que ello representaba para las familias.

2.6. CatoliCismo soCial y eduCaCión

De forma muy resumida mencionamos aquí, por su importancia educativa entre la población adulta trabajadora, la aparición y consolidación en Béjar de la corriente socioeducativa denominada del catolicismo social en este primer tercio del siglo XX79. Las iniciativas socioeducativas insertas en el catolicismo social tratan de concretar la recomendación que hacía la Encíclica del Papa León XIII, «Rerum Novarum» (1891), para que los católicos de todo el mundo intervinieran defendiendo y propagando el evangelio también en los hostiles ambientes del proletariado industrial, donde la pre-sencia del socialismo y el anarquismo desanimaba a los obreros católicos. La alternati-

va que se postulaba desde el mundo católico no era otra que crear para los obreros centros de cultura, sociabilidad y diversión, honestos y cristianos, pero también para construir y formar instrumentos de defensa de los intereses del catolicismo capaces de confrontarse ideológicamente con otras corrientes obreristas. Los centros católicos ofrecían buenas lec-turas, veladas teatrales, conciertos, orfeones, coros populares, conferencias para obreros, biblioteca, a veces clases de alfabetización, ciclos de formación de líderes católicos, y otras actividades equivalentes a las mencionadas80.

Durante este primer tercio del siglo XX en Béjar es preciso referirse a varios de ellos que funcionan con vitalidad, como el Circulo Católico de Obreros, el Centro So-cial Católico, la Casa Católica Obrera, la Acción Social Femenina, la Asociación de Pro-tección a la Obrera, entre las instituciones católico sociales más señaladas. Todas estas iniciativas en realidad forman parte de un mismo proyecto, si bien adoptan nombres diferenciados por motivos distintos. En último caso, son iniciativas e instituciones concebidas para neutralizar desde el campo católico la notable influencia que ejercían

79.- Desarrollamos ampliamente este epígrafe en HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: «Catolicismo social y educación en Béjar en el primer tercio del siglo XX», Estudios Bejaranos. 17 (2013). En proceso de edición. Ver también al respecto nuestra obra, ya citada Casino Obrero de Béjar…2010, pp. 43-137.80.- Véanse nuestros trabajos, HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: «Social catholicism and education in Spain (1891-1936)», pp. 81-92, in HAKE, Barry J.; STEEL, T.; TIANA, A: Masters, missionairies and militants. Studies of social movement and popular adult education in Europe (1890‑1939). Leeds, University of Leeds, 1996; IDEM: «Ofensiva escolar de la Iglesia en Avila (1897-1931)», pp. 245-263, in CI‑REMIA: École et Église en Espagne et en Amérique Latine. Aspects ideólogiques et institutionels. Tours, Publications de l’Université de Tours, 1988.

Circulo Domingo Sabio

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 391

entre los obreros y las mujeres las tendencias ideológicas procedentes del obrerismo marxista o anarquista, y en parte republicano radical.

2.7. asoCiaCionismo piadoso, Catequesis y eduCaCión

El asociacionismo piadoso, expresado en cofradías diversas de apoyo a los po-bres y ayuda mutua, responde al canon caritativo propio de la sociedad del Antiguo Régimen impulsor de la fraternidad, cuando quedaban aún lejanos los postulados de justicia, equidad, el lenguaje de los derechos del hombre y del ciudadano, derivados del triunfo de las revoluciones burguesas. En Béjar, como en toda España, estas asocia-ciones piadosas, herederas de una secular tradición de fraternidad piadosa y formati-va, se mantienen en los años que aquí nos ocupan, y lo van a continuar fomentando y ejercitando durante muchas décadas más. Son instancias de ayuda, de recogida de fondos, pero también de oración y de formación humana y cristiana. Una manera particular de interpretar la educación de adultos, con proyección práctica. Las Confe-rencias de San Vicente Paúl de señoras y caballeros, la obra pía de la Revilla, el Ropero de los pobres del Niño Jesús, la Casa de Caridad, asilo de niñas huérfanas, el asilo de ancianos desamparados, la cocina económica, la Corte de María, las Hijas de María, la Archicofradía del Carmen, forman una red de intervención, son parte del mismo pro-yecto social, educativo y evangelizador, al mismo tiempo que constructor de estilos de ser, pensar y actuar y modelador de conductas. Reparten socorros, ayudas, cultivan la piedad, organizan peregrinaciones teresianas a Alba de Tormes81 (así en 1911) y hacen presente a la iglesia católica en la vida cotidiana de los ciudadanos bejaranos.

El Boletín Eclesiástico del Obispado de Plasencia, o periódicos católicos como La Victoria, son exponentes permanentes de este tipo de quehaceres. Por eso sabemos que estas asociaciones funcionan en el seno de las parroquias bejaranas, y que quien fue activo obispo de Plasencia, y de Béjar, Francisco Jarrín Moro (muy amigo del canónigo Valentín Domínguez y su conocida familia), quien pasaba por Béjar con frecuencia antes de ser obispo, impulsó con energía la creación en 1912 de estas asociaciones piadosas (El Ropero y la Conferencia de El Salvador-presidida por Jeró-nimo Gómez Rodulfo Yagüe), tal como nos recuerda el semanario Béjar en Madrid de noviembre de 1920, o conocemos que Pura Olleros es presidenta del Ropero de los Niños en 1916, que continúa activo en la parroquia de San Juan en 1931, ya en plena segunda república.

Y para los niños, como había venido difundiendo por toda España el espíritu de los llamados congresos católicos desde finales del siglo XIX, era preciso impulsar las catequesis parroquiales, para la enseñanza del catecismo a los niños, la preparación a los sacramentos, mediante la creación de escuelas parroquiales de catequesis, tal como expone el Boletín Oficial Eclesiástico del Obispado de Plasencia, diócesis a la que pertenece Béjar, en especial con recomendaciones en 1932, en el corazón de la considerada por los católicos política laicista de la segunda república. A modo de recordatorio, sabemos que en enero de 1916 asistían 110 niños a la catequesis pa-rroquial de San Juan.

2.8. CongregaCiones de jóvenes

Algo muy parecido a lo anterior debemos indicar sobre el asociacionismo ju-venil católico, muy presente en la ciudad de Béjar desde el inicio del siglo XX. Así, sabemos que la Congregación de la Inmaculada Concepción y de San Luis Gonzaga

81.- En esta peregrinación participan oficialmente 387 bejaranos. Cfr. La Victoria. 7 de octubre de 1911.

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I392

está establecida en 1902 en la parroquia de San Juan Bautista, y que la congregación de los Luises está instalada en el colegio de los Salesianos en 1906. Son sus objetivos el sano entretenimiento, el cultivo de la sociabilidad y las buenas costumbres entre los jóvenes, su formación cristiana, y su invitación a apartarse de los espacios taber-narios, del prostíbulo y de los ambientes de influencia socialista y republicana.

En particular posición se sitúa el asociacionismo femenino, clave para garantizar el papel que debe desempeñar la mujer cristiana en la sociedad, comenzando por la familia. Poesías como «El amor de madre», del poeta de la tierra que es José María Gabriel y Galán, tan valorado en esos primeros años del siglo XX, puede erigirse en un perfecto referente para el modelo de mujer que se pretende cultivar en el asocia-cionismo juvenil femenino82.

El ya mencionado obispo Francisco Jarrín y Moro, impulsará iniciativas sociales y culturales en las Hurdes y en todo su territorio diocesano, y por supuesto en Béjar. Fallece de manera imprevista en noviembre de 1912 en Ibahernando (Cáceres)83, pero antes (1910) ha dejado organizada la Asociación de Señoritas del Ropero de los Pobres y preside la constitución de la Juventud Católica de la ciudad84.

Más adelante, ya en 1929, se funda la Congregación de San Estanislao de Kos-tka (los Koskas), que organiza diferentes veladas en la Casa Social Católica, o en el antiguo Casino Bejarano, y que dará lugar al nacimiento en enero de 1934 de las Juventudes Católicas de Béjar, bajo el lema: acción, piedad y estudio. Su consiliario es don José Armella, y sabemos que organizan una biblioteca católica de buenas lecturas.

2.9. misiones y prediCaCión

Nos referimos en este epígrafe a la acción educadora, al tiempo que evangeli-zadora, de los párrocos y sacerdotes en el confesionario, la catequesis, y la presencia sacramental en la vida cotidiana, la muerte (sepelios, funerales, últimas voluntades), procesiones, periódicos, círculos católicos de obreros o similares, en cualquier aspec-to de la vida pública.

Digno de atención es el capítulo de los testamentos y donaciones para obras de caridad, filantropía y actuaciones culturales y educativas cristianas. Pongamos el ejemplo del testamento85 de Jerónimo Rodríguez Yagüe en1903. En «La Victoria» de

82.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: «Gabriel y Galán, maestro y poeta y su relación con Béjar», Estudios Bejaranos. 8 (2004) 93-101.83.- Cfr. JARRÍN Y MORO, Francisco: Carta pastoral que con motivo de su entrada en la Diócesis de Plasencia dirige a clero y pueblo el obispo de expresada diócesis. Salamanca, Impr. Calatrava, 1907, pp. 14. Más allá de contribuciones suyas en el ámbito de la religión, otras obras que expresan su activa posición ante la cultura son, por ejemplo, IDEM: Preceptiva literaria. Plasencia, Imp. Generoso Montero, 1907 (3ª), pp. 133; IDEM: Discurso inaugural del curso 1902 a 1903 en la Escuela de San Eloy de Salamanca. Salamanca, Impr. Núñez, 1902, pp. 32; IDEM: Religión y moral. Salamanca, Impr. Calatrava, 1895; IDEM: Retórica y poética. Salamanca, Impr. Calatrava, 1893, pp. 260; IDEM: Discurso leído el día 21 de octubre de 1882 en el Instituto Provincial de Ávila con motivo de la velada literaria dedicada por el mismo a Santa Teresa de Jesús en el tercer centenario de su muerte. Ávila, Tip. Magdaleno y Sarachaga, 1883, pp. 57; IDEM: Memoria que con motivo de la inauguración del Instituto municipal de segunda enseñanza de Peñaranda de Bracamonte y en la solemne apertura del curso académico de 1869 a 1870 leyó su director y catedrático don––. Salamanca, Impr. de Oliva, 1869, pp. 69. Una breve biografía suya puede encontrarse en La Victoria. 9 de noviembre de 1912.84.- «Juventud católica. Esta simpática asociación celebró el lunes último, a las 8 de la noche, en el salón de actos del Centro Social, junta general, que presidió nuestro Ilmo. Y Rvdmo. Prelado. El secretario, don Ildefonso Cebriano, leyó el acta de constitución de la sociedad y nombramiento de la directiva. En dicha acta consta que la asociación, como su apellido lo expresa, tiene carácter católico. Leída y aprobada el acta, el señor Obispo dirigió la palabra a los jóvenes asistentes. El prelado se mostró muy complacido por la fundación de la Juventud Católica bejarana y recomendó el cumplimiento de los elevados fines de la misma. El socio don Evaristo del Brío dio las gracias al señor obispo, por haber querido honrar con su presencia la reunión, y alentó a sus compañeros a defender con valentía nuestra religión sacrosanta. El presidente efectivo, don Aurelio Gómez, rogó al señor Obispo que aceptara el nombramiento de presidente honorario. El prelado le aceptó. Asistieron más de 40 jóvenes», La Victoria. 13 de agosto de 1910.85.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: «Educación y filantropía en el testamento de Jerónimo Rodríguez Yagüe», Béjar Información. V, 208 (16 de diciembre de 2000) pág. 8.

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 393

agosto de 1903 se informa del fallecimiento de este acaudalado industrial de Béjar, y senador vitalicio, así como de la distribución de su testamento, en la parte filantrópi-ca que es oportuno mencionar aquí.

Si nos fijamos en la parte social y religiosa del mismo observamos que en el testa-mento se asignan diferentes cantidades de pesetas a varios capítulos (entonces un jornal de 3 pesetas podría considerarse un excelente salario). Así, a la Casa de Caridad van 2500 ptas, a la Cocina Económica 700 ptas, al Hospital 600 ptas, al Santuario del Casta-ñar 500 ptas, a la Cofradía de Señoras de San Vicente Paúl 400 ptas, a la de Caballeros de San Vicente Paúl 400 ptas, a la Sociedad la Humanitaria 250 ptas, a las Hermanas de los Pobres 200 ptas. y a presos de la cárcel 50 ptas. El texto del testamento también recoge diversas cantidades de dinero para limosnas de pan, y en él se condona al Ayuntamiento de la ciudad la importante cantidad que el finado había prestado para la construcción de la Casa de Caridad, nada menos que 25.000 ptas. Parece evidente que la acción social del testamento del fallecido, en el momento de redactar sus últimas voluntades, guarda una estrecha relación con sus creencias religiosas, lo que es muy habitual en la época que nos ocupa, hace ahora algo más de un siglo.

Además, es interesante ver la parte del testamento que también vincula a la ac-ción social, pero en versión educativa, puesto que todavía es frecuente entender que la educación es una parte de la acción caritativa, más que un derecho ya bien recono-cido en la Constitución, que arranca de 1812, aunque distaba mucho de verse cum-plido. Por ello en el testamento de don Jerónimo vemos asignadas 200 ptas. para el Colegio de Huérfanas, para el Colegio Salesiano 100 ptas., aunque también condona 16.500 ptas. anticipadas al municipio bejarano para obras realizadas en la Escuela de Artes e Industrias.

En el Béjar de 1903 esta práctica benefactora de los pudientes es muy parecida a la de otros testamentos dados en localidades españolas de la época, con frecuencia orientados por confesores y párrocos, en los que hacendados, ricos e industriales ofrecen una imagen de benefactores. Esta labor testamentaria de los filántropos pu-dientes, por razones religiosas o de librepensamiento, fue una expresión de la tra-dición educativa practicada desde siglos atrás, agradecida por sectores humildes de la población, entre otros motivos porque se carecía de servicios sociales, escolares y educativos públicos bien organizados. Lo que encontramos en el caso de don Jeróni-mo Rodríguez Yagüe es uno de los últimos testimonios de un estilo de hacer caridad y filantropía pedagógica a lo grande.

Pero además de capítulos de la presencia educadora e influyente de la Iglesia en la vida privada, con proyección socioeducativa, como se acaba de ver en un tes-tamento que puede estimarse como prototípico de la alta burguesía y sus relaciones con la Iglesia, hemos de fijarnos en la actividad educadora y evangelizadora que de manera periódica llevan a cabo diferentes grupos de frailes con vocación misional, como predicadores especializados. Son ellos los que a través de las denominadas misiones durante unos días conmueven las conciencias de los católicos sencillos de a pie en pueblos cercanos a Béjar y en establecimientos de encuentro social en la ciudad. Se trata de una actividad educadora y evangelizadora de choque, basada en la predicación, en la elocuencia de los oradores, capaces de tocar las fibras sensibles del corazón y de las mentes que les escuchan y llevarles a cambios de conducta moral y a modificar sus prácticas litúrgicas y sacramentales. Es un modelo propio del catolicis-mo tradicional, que pervive en España hasta muy avanzado el siglo XX, acorde con el formato propio de una sociedad rural, o escasamente practicante de la lectura, donde no se encuentran fácilmente otros medios de expresión y educación que hoy, muchos años después, podrían considerarse como naturales y desde luego habituales (radio, televisión, otros medios de comunicación más incisivos aún).

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I394

Las Misiones en Béjar y pueblos de alrededor son frecuentes, coincidiendo casi siempre en torno al ciclo litúrgico católico de la cuaresma, para fomentar entre los creyentes la conversión del alma antes de la Semana Santa y la Pascua. Así, mediante algunos ejemplos, lo vemos en marzo de 1901 en las misiones de frailes, con los misioneros del Sagrado Corazón de María que están dando misiones cuaresmales en marzo de 1912, pues es en cuaresma cuando los jesuitas misionan en Béjar y pueblos del partido en marzo de 1916, o cuando el jesuita Joaquín Aspiazu da comienzo a una serie de conferencias católico-sociales en el salón El Progreso en marzo de 1929. Los temas dominantes en las conferencias de las misiones son el pecado, la conversión del alma, el cambio de actitud, la piedad, la práctica litúrgica, la fe, la figura de Dios, y mucho menos la aplicación a la mejora de las condiciones de vida de los trabajado-res, salvo cuando se utiliza la limosna y la piedad para atender a los más necesitados.

2.10. la prensa CatóliCa y las buenas leCturas

En este contexto de permanente confrontación ideológica que se vive en Béjar, acentuado en lo relativo a las cuestiones educativas y escolares, se comprende la im-portante influencia que desempeña la prensa católica, pero también el marcaje a que se somete a la prensa de orientación republicana, y aún más a la radical.

Por ello sabemos que en noviembre de 1903 se lee en las iglesias y se difunde en prensa y ambientes católicos de Béjar la condenación que hace el obispo del pe-riódico «Patria y Letras», y más tarde La Dinamita, dirigidos por Blázquez de Pedro86. También conocemos la dura y agresiva confrontación que mantienen periódicos re-publicanos con los católicos y conservadores, principalmente La Victoria, emblema periodístico durante toda esta etapa del más puro catolicismo integrista hasta el final de la guerra civil. Este semanario católico se convierte para nosotros en este tema en una fuente extraordinaria de información, imprescindible para la historia contempo-ránea de Béjar en este primer tercio del siglo XX. En La Victoria se difunden los ideales de la escuela confesional cristiana, los métodos del P. Manjón y las Escuelas del Ave María, la presencia de las asociaciones de padres e familia en la escuela, se comentan conferencias y experiencias educativas católicas, se induce a la polémica y a la apolo-gética, y aparecen visibles todas las informaciones grandes y pequeñas de los temas que nos han ocupado en este epígrafe sobre la aportación de la iglesia a la educación. Especialmente radical se muestra este semanario frente a todas las iniciativas educati-vas republicanas y socialistas en la Segunda Republica87.

A partir de 1917 emerge en el panorama periodístico bejarano «Béjar en Ma-drid», primero editado en Madrid y más adelante en Béjar, el semanario que va a marcar el resto del siglo XX y casi hasta nuestros días (finaliza su andadura en diciembre de 2011), y que representa posiciones liberal moderadas en su origen, de matiz monárquico, para más adelante ocupar un espacio mayoritario de lo que podríamos denominar la sociedad de orden en Béjar, aunque en ocasiones haya dado oportunidades a expresiones algo más críticas, siempre pensando en el bienestar de los bejaranos. En lo que respecta a los intereses educativos de la iglesia católica este semanario siempre se ha mantenido en sintonía con ellos, desde luego en la etapa que ahora nos interesa aquí.

86.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: «Blázquez de Pedro y la pedagogía de Ferrer i Guardia», Béjar Información, V, 233 (16 de junio de 2001) pág. 9.87.- A modo de ejemplo, «La escuela cristiana y las asociaciones de padres de familia» La Victoria, 14 de mayo de 1932.

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 395

Por parte de los sectores republicanos de la prensa hemos de mencionar un amplio muestrario, generalmente con menor continuidad que los conservadores, y confrontados con éstos en los temas que afectan a la escuela y la educación, porque parten y defienden supuestos ideológicos muy diferentes. Hablamos de Patria y Letras (1902-1903), La Dinamita (1903), Patria y República (1903, La Idea (1905-1906), La Lucha (1910), El Combate (1907-1911), Cultura y Tolerancia (1911-1912), o República (1931-1932). Otros como El Noticiero (1912-1914), El Bejarano (1915-1916), El Avance (1921) adoptan posiciones menos beligerantes frente a la iglesia católica.

Y en cuanto a las buenas lecturas, con el fomento de las bibliotecas cristianas, hay que mencionar la constitución en abril de 1909 de la asociación de las «Damas de la Buena Prensa de Béjar», que reciben orientaciones y conferencias de párrocos y periodistas católicos, para que a su vez persigan las lecturas y libros perniciosos. Al-gunos sacerdotes, como el coadjutor de San Juan, don Isidro García, está organizando una biblioteca moral recreativa «para contrarrestar el inmenso daño que causan las lecturas inmorales e impías que circulan por nuestra ciudad», se dice en febrero de 1911. Se impulsa un periódico de los jóvenes católicos «Juventud» (1912). O más adelante, la Junta Local de Acción Católica, presidida por Rufino Agero, organiza la presencia en Béjar de Ángel Herrera Oria, de la Acción Católica Nacional de Pro-pagandistas, para que dé una conferencia en el Teatro Cervantes, sobre «El ideario católico en los momentos actuales», tres días antes del 14 de abril de 1931, que representa el triunfo electoral republicano.

3. LA SEGUNDA ENSEÑANZA EN BÉJAR

La formación de las capas medias fue una necesidad sentida en España por los li-berales de la primera mitad del siglo XIX, como había ocurrido poco antes en Francia, que plantearon con decisión la selección y adecuada educación de la burguesía, de los futuros dirigentes, como bien señalan al respecto en sus escritos, por ejemplo Pablo Montesino. La segunda enseñanza era la formación propia de las clases medias, «la nuestra», dice ese autor, máxima expresión del liberalismo español en el ámbito edu-cativo. Para atender aquella demanda, a partir del Decreto Pidal de 1845 se establece una red de centros de institutos provinciales de segunda enseñanza distribuidos por toda España, uno solamente por provincia (excepción de Madrid) con orientación elitista, y de fuerte exigencia curricular. También contempla la normativa oficial la existencia de colegios particulares de segunda enseñanza adscritos al instituto pro-vincial, donde han de examinarse al final de curso todos los alumnos que deseen pro-mocionar. Es éste un modelo de segunda enseñanza que en sus elementos centrales alcanzará larga andadura, hasta 1970, bien avanzado el siglo XX88.

Béjar había contado en el siglo XIX con un Instituto Municipal de Segunda En-señanza en la etapa del sexenio revolucionario, dirigido por Antolín Cantalapiedra, pero el establecimiento docente cierra en 1874, debido a dificultades económicas del municipio bejarano para asignar recursos a este centro educativo. Desde ese fecha inicia su funcionamiento en la ciudad un prestigioso Colegio de Segunda Enseñanza

88.- En el presente es muy abundante la bibliografía disponible relativa a la historia de la segunda enseñanza en la España del siglo XIX. Baste mencionar, VIÑAO, Antonio: Política y educación en los orígenes de la España contemporánea. Examen especial de su relación con la enseñanza secundaria. Madrid, Siglo XXI, 1982; HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: «Los alumnos de segunda enseñanza en el siglo XIX», Historia de la Educación. 5 (1986) 251-273; HERNÁNDEZ DÍAZ, José María y VEGA GIL, Leoncio: «Construcción y primeros desa-rrollos del sistema escolar en Castilla y León», pp. 133-158, en REDERO, Manuel y CALLE, Dolores de la (edits.): Castilla y León en la historia contemporánea. Salamanca, Ediciones Universidad de Salamanca, 2009.

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I396

(en 1877 llegó a tener matriculados nada menos que 168 alumnos), particular, desti-nado a formar en la enseñanza media a los hijos de las capas medias e industriales de la ciudad y el entorno, para que accedieran posteriormente a la educación superior en la universidad de Salamanca o en las escuelas técnicas especiales de Madrid o el extranjero. Había sido dirigido por don Juan García Nieto desde su nacimiento hasta 1883, y en él habían sido profesores, entre otros, Nicomedes Martín Mateos, Eloy Bejarano, Primo Comendador y el propio director. El colegio de segunda enseñanza continúa bajo la batuta de Joaquín Sánchez Losada hasta 1897 y, finalmente, ya en de-clive, se encarga del mismo Jacinto González Juster, hasta que desaparece hacia 1900. También sabemos que había funcionado fugazmente en 1886 un colegio particular de segunda enseñanza, el Cervantes, dirigido por Luis Caballero Noguerol, y que los Salesianos instalan su Colegio en 1996, denominado San Francisco de Sales, en sus inicios también con oferta de segunda enseñanza, aunque pronto lo desestiman. Así lo hemos estudiado con detalle en un capítulo de nuestro libro sobre la educación en Béjar en el siglo XIX, ya citado más atrás.

Por tanto, cuando se inicia el siglo XX, en Béjar ya existe experiencia fundada de establecimientos de segunda enseñanza. En lo que sigue a continuación, hasta 1936, de forma directa o colateral, siempre encontraremos algún centro privado dedicado a atender la segunda enseñanza, hasta que la Segunda República, con su ministro Fer-nando de los Ríos a la cabeza, inaugure el Instituto de Segunda Enseñanza de Béjar en el año 1932, bajo la particular atención de Domingo Barnés89, entonces Subsecretario del Ministerio de Instrucción Publica.

Hasta llegar a ese momento culminante de la historia educativa de Béjar hemos de explicar las iniciativas particulares y los procesos de búsqueda del Instituto de Segunda Enseñanza. Es lo que procedemos a indicar.

En septiembre de 1901, y siguiendo la ya mentada tradición, se crea en Béjar el colegio Santo Tomás de Aquino, de primera y segunda enseñanza, y se instala en la casa del atrio de San Juan, en la que con anterioridad funcionaba el Monte de Piedad. Admite alumnos internos, externos y medio-pensionistas de primera y segunda en-señanza, posee abundante material científico y todos sus profesores son titulados. Los de la sección de Ciencias son Miguel Muñoz Elena90, Enrique Brochín Comendador (doctor en Farmacia)91, Serapio Rodríguez Zúñiga (licenciado en Farmacia). Los de Letras son Ramón Pérez Crespo (licenciado en Teología), Francisco Muñoz García (licenciado en Derecho), Gonzalo Bajo Peña (licenciado en Filosofía y Letras), quien también se encarga de la enseñanza del francés, inglés y alemán. En este mismo co-legio, desde el inicio, se anuncian clases nocturnas teórico-prácticas de contabilidad mercantil por partida doble, a cargo del tenedor de libros de la clase comercial de la casa Galindo, don Enrique Pamo, así como enseñanzas de telégrafos a cargo de los profesores del colegio. Pero, tal como nos comenta El Adelanto de 3 de marzo de 1902, este establecimiento de segunda enseñanza, denominado de Santo Tomás de Aquino, deja de existir, y se convierte en academia preparatoria o centro de estudios de segunda enseñanza.

89.- Cfr. BARNÉS, Domingo: Paidología. Edición facsímil. Introducción y notas de José María Hernández Díaz. Madrid, Biblioteca Nueva, 2008.90.- Profesor de la Escuela de Ares y Oficios y luego Escuela Industrial, y autor de varios libros, cfr. MUÑOZ ELENA, Miguel: Elementos de aritmética para uso de los alumnos de las escuelas de artes y oficios. Béjar, Est. Tip. Viuda de Aguilar, 1899, pp. 76.91.- Cfr. BROCHÍN COMENDADOR, Enrique: Reseña del ferial ordinario y alguno de sus derivados de aplicación farmacéutica. Discurso para aspirar al grado de doctor en farmacia. Madrid, Impr. del Hospicio, 1894, pp. 53.

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 397

Por su parte, como ya hemos estudiado en epígrafe anterior, antes de segregarse del resto, el responsable de la primera enseñanza es Manuel Verdejo García92. Pronto este colegio de primera enseñanza anuncia cuatro plazas gratuitas para alumnos po-bres, y funcionará durante muchos años, hasta la tercera década del siglo.

En realidad el establecimiento de segunda enseñanza va a funcionar como aca-demia preparatoria, por libre, para que los alumnos obtengan éxito en los exámenes oficiales del Instituto Provincial de Salamanca. Expresamente lo dicen sus actores. Marcelino Cagigal, Ramón Pérez y Serapio Rodríguez piensan mantener para 1905-1906 clases preparatorias de segunda enseñanza, después del éxito obtenido por algunos de sus alumnos en los exámenes del Instituto de Salamanca, según indi-can en junio de 1905. Anuncian «Estudios de Segunda Enseñanza», con preparación completa de todas las asignaturas que comprende el grado de Bachiller para después sufrir examen en el próximo mes de junio en el Instituto de Segunda Enseñanza de Salamanca. Según indican en comunicado que a través de La Victoria difunden en Béjar el 10 de agosto de 1905, con firma de M. Cagigal, Serapio Rodríguez, y R. Pérez Crespo. (los detalles en C/ Mayor 21, domicilio de Serapio Rodríguez Zúñiga),

Los brillantes resultados obtenidos en los cursos 1903‑04 y 1904‑05 por los alumnos preparados bajo nuestra dirección, hasta el extremo de no haber obtenido ni uno solo la califi‑cación de suspenso, y el deseo manifiesto de muchos padres de que Béjar no se vea privado de un centro donde sin gran dispendio para las familias puedan éstas hacer que sus hijos obtengan el grado de bachiller, base de todas las carreras que el día de mañana quieran emprender, nos ha impulsado a establecer los estudios completos de la segunda enseñanza, contando para ello con personal competente y nutrido. Para los alumnos de fuera de Béjar habrá una casa pensión donde estarán sometidos éstos a un régimen especial bajo la vigilancia de un inspector o jefe de estudios. Las clases comenzarán el 10 de octubre próximo.

El éxito total en los exámenes parece acompañar el esfuerzo de alumnos y pro-fesores, pues son todos aprobados, y reconocen en 1906 que llevan cuatro años de éxito pleno, y así pretenden continuar. En agosto de 1908 anuncian, a partir de los éxitos obtenidos en los exámenes oficiales en el instituto de Salamanca, que estable-cen además un internado, siguiendo sugerencias de varios padres, bajo la dirección de un sacerdote, que se encargará de vigilar y garantizar su educación. El Combate de septiembre de 1909 lo anuncia de forma enérgica. En junio de 1911 continúa con vida activa y exitosa, pero luego da la impresión de producirse un parón de actividad durante algunos años en aquello que se refiere a estudios de segunda enseñanza, o clases preparatorias para los mismos.

Unos años más tarde, en junio de 1929, sabemos que Leopoldo González Mar-cos93 es el director del colegio de segunda enseñanza que funciona en Guijuelo, y que luego se va a trasladar a Béjar, pasando a denominarse Nuestra Señora del Castañar. Es una tipología de colegios que tiene reconocida su existencia desde un decreto oficial de 1916. Anuncia ampliamente el colegio, e indica que sus profesores de Le-tras y Ciencias son licenciados, arengando a los bejaranos de forma vehemente para que apoyen el establecimiento docente en forma de curiosa afirmación patriótica de cultura y bejaranismo94. El director del colegio solicita becas al Ayuntamiento, apoyo

92.- Cfr. La Victoria. 7, 14 y 19 de septiembre de 1901.93.- Este joven y activo director había ofrecido alguna incursión en el campo literario y ensayístico. Ver, GONZÁLEZ MARCOS, Leopoldo: La Celestina en la tragicomedia de Calixto y Melibea. Salamanca, Impr. Francisco González, 1926, pp. 34.94.- «Para que las gloriosas tradiciones de Béjar renazcan con el mismo brío y la misma pujanza que la hicieron célebre, sólo hace falta que prestéis vuestro entusiasmo y el calor de vuestro cariño a la institución naciente; yo pondré, de todo corazón, mis energías juveniles, mi vocación profesional –no manchada de materialismos ruines–, el más sincero y afectuoso entusiasmo por conseguir

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I398

diverso, por lo que desde el municipio se le concede el uso del Palacio del Duque con ese objeto. El Colegio Nuestra Señora del Castañar, ubicado en la calle Colón 44, se inaugura con éxito y suscitará muchas expectativas en octubre de 1929, tal como comenta con amplitud la prensa local.

Además de cumplir con sus obligaciones en las actividades docentes sabemos que los alumnos de este colegio organizan conferencias para formarse como oradores y que en enero de 1930 juegan un partido de fútbol, entonces deporte emergente y distinguido, contra los alumnos del Liceo de Salamanca. El centro también acoge va-rias conferencias de personas externas, entre otros Mario Emilio Muñoz Díaz, quien en enero de 1930 habla sobre «Juan de Mena», precursor del culteranismo. Hemos de mencionar, como contrapunto, que el director Leopoldo González Marcos da una conferencia en el Casino Obrero sobre «El pleito hispánico. España ante el pensa-miento europeo». La apertura de curso siguiente cuenta con la asistencia del alcalde Francisco Gómez-Rodulfo. Sin embargo, a pesar de su evidente vitalidad, el colegio vivirá una corta trayectoria, pues lamentablemente el director fallece a los 25 años de edad, en febrero de 1931, y el colegio pasará a ser dirigido por Rogelio Fortea Romero en junio de 1931, ampliando su oferta también a estudios de magisterio y comercio, y continuando su actividad al menos hasta el final de 1932.

Desde el verano de 1931 el profesor y secretario de la Escuela Industrial, el inge-niero Valentín Domínguez Díaz, ha instalado en el número 10 de la calle Colón un Co-legio de Segunda Enseñanza, al parecer montado con todos los adelantos pedagógicos y dirigido por competentes profesores, que llevará el nombre de «Colegio Español de Se-gunda Enseñanza». Comienza su actividad celebrando un cursillo de verano a partir del 1 de julio y parece que su director ha comunicado al Ayuntamiento que está dispuesto a admitir gratuitamente a hijos de obreros que no puedan pagar los costes de matrícula y que deseen realizar estudios de segunda enseñanza. Es de interés mencionar el acto de inauguración del colegio, en el que participan, además del director, el señor Pereyra (presidente de la Institución Médico Escolar en Madrid), quien destaca los avances logrados en la higiene escolar, la nueva tipología de pupitres empleados en los centros escolares, y la importancia de la luz, la ventilación y las colonias escolares. Interviene también el bejarano L. Campo Redondo95, presidente de la Cooperativa de Funcionarios en Madrid, y amigo del director, articulando un discurso contra la escuela única que según él representaba el socialismo, y defendiendo que la escuela debe lograr formar hombres prudentes y justos. Finaliza el acto con breves palabras el alcalde socialista de Béjar, Manuel Francisco Crespo Ledesma, quien debió sonrojarse, y tal vez morderse los labios, por evidente discrepancia, pero que con elegancia derivó su intervención hacia la importancia de la segunda enseñanza y este tipo de colegios-academias, incidiendo en la idea de mejorar la segunda enseñanza, como sucede en otras naciones96. Este co-legio también ofrece clases de primera enseñanza, de contabilidad, teneduría, banca y bolsa, preparación al magisterio, comercio, carreras especiales, asignaturas de facultad universitaria, y en años posteriores se anuncia incorporado al Instituto de Salamanca, con curso de verano y profesorado competente y titulado. Anotamos su andadura al menos hasta la guerra civil.

El funcionamiento de varios de estos colegios-academias en Béjar desde años atrás, destinados a atender las demandas de segunda enseñanza de la población de

este bello ideal que continúe la serie de aportaciones bejaranas al acervo cultural de nuestra patria», cfr. Béjar en Madrid . 6 de julio de 1929.95.- Este bejarano, que ocupa altas responsabilidades en la administración, también escribe sobre cuestiones de tipo social, así CAM-PO REDONDO, L: Asociaciones cooperativas. Madrid, Sáez Hermanos, 1932, pp. 189.96.- Para entrar en más detalles del acto, cfr. Béjar en Madrid. 10 de octubre de 1931.

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 399

origen social medio y alto, con excepciones, confirmaba la necesidad de crear un centro público de estas características, siempre que las circunstancias legales y políti-cas fueran las adecuadas. De ahí que unos años antes de la creación de un Instituto de Segunda Enseñanza, ya en le Segunda República, comienzan a fluir ideas y peticiones de instalar en la ciudad dicho establecimiento público.

En marzo de 1928 se habla de la necesidad de crear en Béjar un Instituto de Segunda Enseñanza, de tal forma que una comisión visita al Director General de En-señanza Superior del Ministerio de Instrucción Pública en Madrid. Este movimiento inicial bejarano coincide con la publicación del R D. de 8 de mayo de 1928 que permite la creación de este tipo de centros de segunda enseñanza, eliminando tra-dicionales prohibiciones vigentes desde el siglo XIX en España sobre la existencia de un único instituto por provincia. Le creciente demanda de segunda enseñanza entre la población, incluida ya la femenina desde 1910, hacían insuficiente la oferta que representaba el modelo anterior de segunda enseñanza que hemos mencionado.

Lo cierto es que se genera en la ciudad un activo movimiento popular de apoyo a la creación del Instituto de Segunda Enseñanza, puesto que parece que surgen nuevas candidaturas en la provincia, caso de Ciudad Rodrigo. Se abre una suscripción eco-nómica de apoyo y solidaridad, que confluye en una nueva visita a Madrid, en julio de 1928, por parte de una comisión representativa de todos los sectores sociales de Béjar, solicitando mencionada instalación, porque la petición se estaba convirtiendo en auténtico clamor popular, como demuestra la magna asamblea celebrada en el teatro Cervantes de Béjar en el mes de mayo de 1928. Poco después, en marzo de 1929 un grupo de comisionados bejaranos visita al Ministro de Instrucción Pública, en compañía del gobernador civil de Salamanca, y ya proclamada la República con-tinúa incidiéndose en el tema, hasta que comienza el proceso final de creación, que concluirá con éxito.

Los pasos inmediatos para la creación e instalación del Instituto de Segunda En-señanza en Béjar pasan, en primer lugar, por la presencia en la ciudad, en los inicios del mes de septiembre, de Domingo Barnés, pedagogo especialmente vinculado a la Institución Libre de Enseñanza, quien en el primer bienio de la Segunda República ejerce como Subsecretario de Instrucción Pública, para inspeccionar los locales donde se va a instalar el Instituto de Segunda Enseñanza. Su actuación resultará decisiva en este asunto, por lo que el ayuntamiento bejarano le nombra hijo adoptivo de la ciudad en febrero de 1933, como expresión de agradecimiento por sus gestiones. El Ayunta-miento decide utilizar el edificio que utilizaba la Escuela Industrial para el Instituto de Segunda Enseñanza, y se lanza un empréstito para gastos de instalación en septiembre de 1931. Pocos días más tarde se recibe en Béjar un telefonema informando de la crea-ción del Instituto por acuerdo del Consejo de Ministros, y ese documento se expone en el Casino Obrero, con aplauso público, según comenta la prensa local.

Visita Béjar de nuevo el subsecretario Sr. Barnés, poco antes de la inauguración del Instituto que hace el Ministro de Instrucción Pública, don Fernando de los Ríos, en octubre de 1932. Durante su estancia en Béjar el Ministro va acompañado del Director General de Primera Enseñanza, señor Rodolfo Llopis, y también visitan la Escuela Su-perior de Trabajo y la Casa del Pueblo. En su discurso de inauguración Fernando de los Ríos pone mucho énfasis en la educación y la cultura cono proyectos centrales de la república, y sobre la tarea que tiene el Instituto con sus alumnos, que no sólo han de tratar de aprobar sino de saber, además de subrayar la importancia que tiene para la ac-tiva población industrial que es Béjar, pero que debe saber adaptarse a nuevos tiempos97.

97.- Cfr. Béjar en Madrid. 22 de octubre de 1932. La Victoria. 22 de octubre de 1932.

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I400

Inaugurado el Instituto de Segunda Enseñanza, considerado por muchos como el mejor regalo que hizo la República a Béjar, los estudiantes desarrollan con nor-malidad sus actividades formativas en las aulas, pero también pronto inician otras complementarias con sus profesores: visitas a fábricas, excursión a Salamanca, viaje de estudios a Palencia y Bilbao (junio de 1933), salidas de estudio por los cerros de Valdesangil (mayo de 1934), visita a Portugal e intercambio con el instituto de Coimbra en enero de 1935. Como mención particular hemos de señalar el accidente de circulación que sufren alumnos y profesores en esta salida al extranjero, algo es-pecialmente motivador para los chicos. Los alumnos portugueses devuelven la visita en el mes de abril, quedando prendados y sorprendidos por la belleza de lo que re-presenta Béjar y su entorno.

El número de alumnos que van al Instituto de Béjar es pequeño, sobre todo si lo comparamos con las cifras que en nuestros días nos ofrece cualquier establecimiento equivalente de su clase. Suelen proceder de sectores sociales medios, industriales, funcionarios, profesiones liberales. Por mencionar a alguien, más tarde bien cono-cido en la cultura salmantina y en la universidad, hablemos de Luis Sánchez Granjel, hijo del médico de Becedas, quien estudia por libre en el Instituto de Béjar, y va por segundo curso y parte de tercero en junio de 1933.

Además de las clases, en el establecimiento educativo se organizan actividades musicales, conciertos y se logra la formación de un coro. Así, se celebra en marzo de 1934 un concierto de música clásica para incentivar la cultura y para recoger fondos para la excursión pedagógica, y se indica que se ha formado en el Instituto un coro escolar, o que la coral de Zamora da un concierto en el Instituto en el mes de diciem-bre de 1934. También conocemos que en mayo de 1935 se compra un proyector de cine para pasar películas de tipo instructivo en el Instituto, y desde entonces se reali-zan con frecuencia proyecciones de cine. En esas fechas se celebran veladas culturales (abril de 1935), y sabemos que desde 1932 funciona una Asociación de Padres de Familia del Instituto para apoyar muchas de estas iniciativas pedagógicas.

Pero la actividad cultural y científica complementaria más frecuente y regulada que se organiza es la que representan las conferencias de los profesores del Instituto, que se llevan a cabo desde el primer momento. Así son los títulos de algunas con-ferencias celebradas: «La canción popular en Castilla», por el catedrático don Jesús Gallego Marquina (diciembre de 1933); «La educación y la segunda enseñanza», por el profesor de Física Arsenio Muñoz Hernández (febrero de 1934) ; la profesora de Literatura sobre «Algunos aspectos de la poesía española» (febrero de 1934); Isidoro Rivera, profesor de Matemáticas, sobre «La adquisición de talento» (marzo de 1934); Bernardo Toribio (de Filosofía) (febrero de 1935); del profesor de Historia Natural, José Fernández Lomana (marzo de 1935); el catedrático de Francés, Miguel Estremera, habla sobre «Lo que no vimos en Portugal» (abril de 1935); Aurora Verdú, profesora de Latín da una conferencia sobre «Horacio, poeta lírico» (mayo 1935); Adolfo Ballesteros Criado, profesor del instituto, da una conferencia sobre arte (febrero de 1936), y otra sobre Rubens y el Greco; otra de Estremera sobre «Exploraciones españolas en el norte de Australia» (marzo de 1936); Isidoro Rivera, catedrático de Matemáticas (mayo de 1936). Aunque también participan los estudiantes, como Arsenio Muñoz de la Peña, quien habla sobre literatura, »El Cid del romancero» (mayo de 1936).

El director del Instituto es José María Cao Cordido (Literatura), seguido de Arsenio Muñoz Hernández, catedrático de Física y Química98 (1933 y 1934). A

98.- Este profesor defendió su tesis doctoral en 1934, con el título Una nueva relación de utilidad en análisis enológico. Tesis inédita de la Universidad Central, Facultad de Ciencias, Sección de Químicas, 1934, pp. 116.

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 401

continuación lo será Jesús Gallego Marquina, profesor de dibujo (1935)99, seguido de Francisco Gil Gómez-Rodulfo

Da la impresión que los profesores de este joven instituto ofrecen iniciativa y vitalidad al mismo, y algunos también lo hacen en centros de cultura externos, casi siempre en función de su orientación ideológica, como vamos a ver en algunos ejem-plos. Jesús Gallego Marquina, profesor de dibujo, realiza una exposición en honor y homenaje a Unamuno, en el Palacio de Anaya de Salamanca, y recibe un comentario muy favorable de Juan Muñoz García, al referirse a varios cuadros que tienen a Béjar y sus paisajes como escenario. Bernardo Toribio, profesor de Psicología y Lógica del Instituto, da una conferencia en el Centro de la Juventud masculina de Acción Católi-ca en diciembre de 1935. Por el contrario, el profesor de Geografía e Historia, Álvaro Martín Alonso, al parecer es de ideas laicas y republicanas, es perseguido por la prensa integrista en enero de 1936, y también colabora con una conferencia sobre «El valor de la cultura» (mayo de 1935) y otra sobre Lope de Vega (noviembre de 1935). Emi-lio Fernández Espina Cascón es nombrado profesor auxiliar de dibujo en enero de 1936. Isidoro Rivera es profesor muy activo, pues impulsa los viajes didácticos con los alumnos y organiza el coro y actividades musicales.

El Instituto de Béjar será suprimido poco después del inicio de la guerra civil, en 1937, habiendo funcionado durante cinco años, con vitalidad y también con di-ficultades materiales y de matrícula. Más allá de los indudables recortes de la guerra, lo que seguramente explica su supresión será su procedencia, el hecho de que el Instituto había sido una creación republicana en origen.

Habrá que esperar hasta 1963 para comprobar que Béjar vuelve a contar con un Instituto de Segunda Enseñanza, pues en los oscuros años de la dictadura franquista en relación con la segunda enseñanza sólo habían funcionado colegios-academia no oficiales, Amacardi entre otros. Pero esta es otra historia que habrá que contar en otro momento.

4. LAS ENSEÑANZAS TÉCNICAS EN LA ESCUELA INDUSTRIAL DE BÉJAR

4.1. preCedentes

Las Escuelas Industriales, Escuelas de Artes y Oficios o enseñanzas técnicas si-milares anteriores en España a 1936, y desde su origen en el tercio central del siglo XIX, han merecido diferentes estudios sobre las respectivas de Sevilla, Málaga, Gijón, Madrid, Vergara, Pais Vasco, Almería, Galicia, Castilla y León, entre otras, por parte de Cano Pavón, P. Dávila Balsera, J. Monés, A.Montero, Hernández Díaz y más 100, lo que nos permite poder obtener algunas conclusiones aceptables. La burguesía española más dinámica comenzaba a ser menos refractaria a la educación de sus trabajadores, y a ser partidaria de su formación técnica para mejorar la elaboración de los productos

99.- Sobre este profesor de dibujo, cfr. HERNÁNDEZ, Alberto: Gallego Marquina, pintor. Zamora, Instituto de Estudios Zamoranos Flo-rián de Ocampo, 1988; GALLEGO MARQUINA, Jesús: Exposición antológica en la Casa de Cultura de Zamora, junio de 1986. Zamora, Caja de Ahorros Provincial de Zamora, 1986.100.- Cfr. MONTERO PEDRERA, Ana María: «Origen y desarrollo de las Escuelas de Artes y Oficios en España», Historia de la Educación. 17 (1998) 319-330; DÁVILA BALSERA, Pauli: «Las Escuelas de Artes y Oficios en el País Vasco, 1879-1929», Historia de la Educación. 18 (1999) 191-215; HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: «Burguesía liberal y educación popular en la España interior. Las Escuelas de Artes y Oficios en la Restauración», pp. 241-251 en GUEREÑA, J.L; TIANA, A. (eds.): Clases populares, cultura y educación. Siglos XIX y XX. Madrid, Casa Velázquez/UNED, 1989; CANO PAVÓN, José M: «La escuela industrial de Vergara (1848-1860)», Historia de la Educación. 19 (2000) 225-248. El listado de publicaciones especializadas en este tema es por fortuna muy abundante en España. No insistimos más en ello.

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I402

industriales y ganar más espacios de mercado. En varios casos también apuestan por enseñanzas de componente cultural y ético moral. No es casual que la mayoría de estas Escuelas Industriales y/o de Artes y Oficios adopten formatos parecidos en su oferta de estudios, y al mismo tiempo cada una de ellas mantenga su identidad, en consonancia con el sector de producción y entorno social preferente al que se dirigen en la población en que se ubican. La mayoría de ellas va a gozar de continuidad en el siglo XX, aunque deban adaptarse de forma inevitable a las condiciones de cada ciclo histórico.

La Escuela Industrial de Béjar (1852-1867), Escuela de Artes y Oficios (1879-1900), Escuela de Artes e Industrias (1900), Escuela Superior de Industrias (1902), Escuela de Artes Industriales e Industrias (1907), Escuela Industrial (1910), Escuela Superior de Trabajo (1924)101, en sus diferentes nominaciones, ha sido objeto de algunos trabajos más o menos ordenados y laboriosos, con resultados y conclusiones razonables, desde su origen en 1852 hasta el inicio del ciclo histórico que aquí abor-damos, y considerando que permaneció cerrada entre 1867 y 1879102. En el contexto del desarrollo industrial bejarano del XIX el establecimiento buscaba mejorar la for-mación técnica y moral de los obreros textiles, y más tarde también de otros oficios, comerciantes y la formación artística de los sectores populares en ocasiones. Había contado entre sus promotores con Nicomedes Martín Mateos y Primo Comendador, expresiones del liberalismo más representativo del siglo XIX y del republicanismo de la ciudad. Pronto se convierte la Escuela en una de las instituciones más queridas y defendidas por el pueblo bejarano, que comenzaba a percibir el valor real que re-presentaba la cultura y la educación en la vida cotidiana, en la convivencia y en la capacidad de producir más y mejores productos textiles y operaciones comerciales, además de valorar otras actividades artísticas.

La Escuela Superior de Industrias de Béjar, en el espacio temporal que nos ocupa este capítulo, primer tercio del siglo XX, ha sido parcialmente abordada por Tomás Pérez White103 y Félix Redondo Quintela, ambos profesores de la Escuela, proce-dentes de ámbitos de las ciencias experimentales, no historiadores. Lo hacen desde dos perspectivas personales que ayudan al lector a aproximarse a los momentos más destacados de la historia del establecimiento. Sin embargo, en esta ocasión parece apropiado detenerse con más profundidad en el conjunto de elementos de la Escuela Superior de Industrias.

4.2. objeto y tipo de enseñanzas

En el año 1900 la antigua Escuela de Artes y Oficios pasa a denominarse Escuela de Artes e Industrias, con carácter elemental. Pero pronto, por Real Decreto de 17 de agosto de 1901 las antiguas Escuelas Elementales de Industrias (Béjar, Alcoy, Gijón y Vilanova i la Geltrú) son convertidas por la administración central en Superiores de

101.- Más adelante, al tiempo que se transforma en su estructura académica, cambia también de nombre. En 1945 se denomina Escuela de Peritos Industriales, luego Escuela Técnica de Peritos Industriales (1957), Escuela de Ingeniería Técnica Industrial (1964), Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Industrial (1972), Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial (1997).102.- Véase HERNÁNDEZ DÍAZ, José María, Educación y sociedad en Béjar durante el siglo XIX, 1983, Op. cit. pp. 199-258; IDEM: «Presencia catalana en la Escuela de Artes y Oficios de Béjar a fines del XIX», pp. 63-67, en HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: Maestros y escuelas en la Salamanca contemporánea. Salamanca, Hespérides, 2001; CANO PAVÓN, José Manuel. «Las limitaciones de la enseñanza técnica obrera en la España Isabelina: La Escuela Industrial de Béjar (1852-1867)». Revista de la Sociedad Española de Historia de las Ciencias y de las Técnicas, Vol. 24, Nº 50 2001, pp., 315 a 346, y CASCÓN MATAS, Carmen, «La Escuela elemental de artes e industrias de Béjar (1852-1902)». El Futuro del Pasado: revista electrónica de historia, Nº 2, 2011, pp. 601-614.103.- Cfr. PÉREZ WHITE, Tomás: La Escuela Universitaria de Béjar y los estudios de Ingeniería Técnica Industrial. Salamanca, Ediciones Uni-versidad de Salamanca, 1985; REDONDO QUINTELA, Félix: La Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de Béjar, 1852‑2002. Sa-lamanca, Autor-Gráficas Cervantes, 2002.

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 403

Industrias. La de Béjar comienza a funcionar en el curso 1902 a 1903, al inaugurarse el 4 de octubre de 1902, teniendo como sede el convento de San Francisco desde 1903, habilitado al efecto por el ayuntamiento bejarano, y trasladándose desde la iglesia de San Gil. Coexiste en el mismo edificio, y bajo la misma dirección, con la enseñanza industrial elemental.

Por tanto, desde esa fecha se ofrecen en Béjar tres tipos de enseñanza técnica en la Escuela: elemental, superior y nocturna de adultos, y en 1904 se abre un curso especial y gratuito financiado por el municipio dedicado a la enseñanza artística de la mujer (de dibujo de adorno y colorido), tal como cuenta El Adelanto de noviembre de 1904.

En años inmediatos, según documento que firma en 16 de agosto de 1907 el entonces secretario accidental, Luis Caballero Noguerol, para mayores de 12 años de edad se anuncian en el establecimiento docente: 1) Enseñanza general para obre-ros (gramática castellana y caligrafía; aritmética y geometría prácticas; nociones de ciencias físicas, químicas y naturales; teoría y práctica de tejidos, dibujo geométrico, dibujo artístico, modelado y vaciado), con carácter gratuito. 2) Enseñanzas profesio-nales: curso preparatorio para peritos mecánico-electricistas, químico-industriales y aparejadores (aritmética y geometría prácticas; nociones de ciencias físicas, químicas y naturales; ejercicios gráficos de geometría. Los artesanos e hijos de artesanos están exentos del pago de derechos, pero el resto ha de pagar 8 ptas. por asignatura más 7,50 ptas. por examen de ingreso. 3) Enseñanza elemental de industrias: los alumnos abonan 8 ptas. por prácticas de taller y 2 ptas. de matrícula, salvo quienes sean obre-ros o hijos de tal. 4) Enseñanza superior de industrias: los alumnos abonan 20 ptas. por prácticas de taller y 4 ptas. de matrícula.

Espigando diferentes informaciones sobre tipos de enseñanza en años posterio-res podemos saber, de la mano del periódico republicano El Combate, que en1909 se ofrece en el centro docente bejarano la enseñanza profesional (3 cursos), Superior y enseñanza general para obreros, con lo que se confirma lo antes ya explicado. Igual-mente sabemos que en septiembre de 1913 la enseñanza general para obreros en la Escuela está formada por Aritmética y Geometría prácticas (la imparte Miguel Muñoz Elena), Francés (Ramiro Arroyo), Contabilidad (Juan Teixidor), Química aplicada a la tinturación (Antonio Ríus), Dibujo geométrico (Pedro González Bolívar), Dibujo artístico (Ángel Nevado), Teoría y práctica de tejidos (Hermías Busqué). Pero El No‑ticiero también informa que en esas fechas continúan funcionando clases de Cultura general para obreros y enseñanzas artísticas para la mujer.

En octubre de 1915 se manifiestan quejas fundadas por la reforma oficial del Ministerio de Instrucción Pública que conduce a la desaparición en Béjar de las ense-ñanzas industriales profesionales, aunque se tiene la esperanza de que pronto puedan ser reimplantadas en la Escuela de Artes e Industrias, en particular las enseñanzas de filatura y aprestos, y se solicita expresamente que se repongan las enseñanzas supri-midas, tal como expone la prensa local104.

En julio de 1916, cual sucedía con la tela de Penélope en la Odisea de Ho-mero, tejiendo de día y destejiendo de noche, se publica un nuevo Real Decreto que restablece otro anterior de 16 de diciembre de 1910, por el que se reorganizan

104.- Las enseñanzas profesionales en la Escuela Industrial. Esta semana se ha enviado al señor Ministro de Instrucción Pública una razo-nada exposición solicitando que se implanten nuevamente en nuestra Escuela Industrial las enseñanzas profesionales que antes de la reforma de agosto pasado en la misma se daban o, por lo menos, la de peritos electricistas. Han firmado referida exposición: el alcalde, presidente de la Sociedad Económica, el de la Cámara de Comercio, del Gremio de Fabricantes, del Centro Obrero Textil, de Constructores, de los Casinos de Béjar, Obrero, Unión Social y Liceo y los directores de El Bejarano y La Victoria», La Victoria. 11 de diciembre de 1915.

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I404

las Escuelas Industriales y vuelve a estar en vigor el de 19 de octubre de 1911 y otro de octubre de 1912. En consecuencia, en adelante podrán seguir estudiándose en la Escuela de Industrias de Béjar las carreras de peritos mecánicos y peritos electricistas, como antes. De ello se felicita Marcelino Cagigal en la entrega de premios de enero de 1917, cuando re-conoce que la Escuela Industrial de Béjar ha estado a punto de desaparecer un año atrás.

De ahí que, como la espada de Damocles de su supresión pende sobre el establecimiento de vez en cuando, es loable la iniciativa de Miguel Muñoz Elena, entonces ya director, para demostrar la nece-

sidad de implantar enseñanzas de tejidos y tintorería en la Escuela Industrial de Béjar. Para ello elabora y envía a Madrid una elaborada y lúcida «Memoria que el director de la Escuela Industrial de Béjar somete a la consideración del Excmo. Sr. Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, para demostrar la conveniencia de establecer en ella enseñanzas extraordinarias de tejidos y tintorería, y planes de estudios correspon-dientes a dichas enseñanzas»105. En su justificación aduce el autor la importancia que tendría para mejorar la industria textil de Béjar, principal modo de vida de la laborio-sa población serrana. La memoria incluye propuesta de planes de estudio nuevos ad hoc y el apoyo firmado de los representantes de la sociedad bejarana. Parece que esta propuesta careció de aceptación en las alturas del Ministerio de Instrucción Pública, a pesar de la esperanza que había suscitado entre los bejaranos.

Mientras tanto la Escuela Industrial se rige por el reglamento de 16 de diciem-bre de 1910 y en 1923 se continúan impartiendo en ella la enseñanza artística de la mujer, enseñanza general para obreros y enseñanza profesional.

Durante el directorio militar de Primo de Rivera se plantea una reforma que puede traer efectos negativos y perversos a Béjar, reduciendo asignaturas y especia-lidades y con el riesgo cierto de desaparición del establecimiento, una vez más. En Béjar se aduce que la suya no debe ser una de las suprimidas, pero se ciernen negros nubarrones106. Ello seguramente conduce al director, Miguel Muñoz Elena, a plantear su dimisión en 1924. Las cosas no van a ir bien para la Escuela Industrial de Béjar, ahora denominada Escuela Superior de Trabajo, pues la publicación en 6 de octubre de 1925 del Reglamento de aplicación del Estatuto de Enseñanza Industrial de 31 de octubre de 1924, reduce de categoría nuestra Escuela convirtiéndola en centro de Perfeccionamiento Profesional o Industrial, pero no de capacidad de certificar en-señanzas de maestros mecánicos, maquinistas, químicos, electricistas y textiles. Ello significa que su estructura y continuidad tiene una vida muy endeble a la vista107, el establecimiento sobrevive como puede, pero poco más. No obstante, en septiembre de 1927 en la Escuela Industrial se anuncian las siguientes enseñanzas: de peritos industriales; de prácticos tejedores, coloristas y mecánico-automovilistas; enseñanza preparatoria de aprendizaje; enseñanza de aprendizaje de diversos oficios; enseñanza de maestros obreros; de artes y oficios.

El 4 de abril de 1929 el claustro de la Escuela Industrial eleva un escrito extenso y justificativo al Ayuntamiento, solicitando que se repongan las enseñanzas de cul-tura general para obreros, de artes y oficios, suprimidas, con un coste para las arcas

105.- Puede consultarse en Béjar en Madrid. 26 de agosto de 1919.106.- Cfr. «La reforma de la enseñanza y la escuela industrial bejarana», Béjar en Madrid. 1 de febrero de 1924107.- Cfr. «La Escuela Industrial, rebajada de categoría», Béjar en Madrid. 1 de noviembre de 1925.

Clase de tejidos Escuela Superior 1912

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 405

municipales de 2500 pesetas al año. Las sociedades obreras de Béjar y el Casino Obrero en la sesión del Ayuntamiento de 17 de mayo de 1929 piden también al alcalde de Béjar que se repongan con urgencia las enseñanzas artísticas para obreros y la de la mujer, que no son financiadas por el Estado, y que habían sido suprimidas de forma lamentable. Al parecer, la aparición del Estatuto de Formación Profesional de 1929 había inducido al Ayuntamien-to a evitar sus compromisos anteriores adquiridos, haciendo una interpretación peculiar e interesada del mismo, para ahorrar gastos, claro está, y echan-do balones fuera.

Antes de encarar la etapa final de este recorrido de la Escuela Industrial hasta 1936, debemos dejar constancia de la creación del Patronato de Forma-ción Profesional, presidido por el alcalde, institu-ción derivada de la normativa de 1929, la del Es-tatuto de Formación Profesional, y de un notable proyecto, que de forma no deseada careció de opor-tunidades para cuajar y hacerse realidad. Sin embar-go es un proyecto de extraordinario optimismo industrial y educativo para Béjar, que debe ser conocido y valorado en su contexto. Nos referimos al Proyecto de Escuela Textil Lanera que se plantea en 1930 para Béjar con cuatro objetivos: la formación profesional del obrero, contribuir al resurgimiento técnico de la industria textil de la ciudad, mejorar la calidad de las lanas, realizar un fin social, como es la humanización del trabajador108. Este Centro de Formación Profesional será eminentemente textil lanero y abarcará en realidad cuatro organismos conectados y complementarios, que se detiene en explicar en todos sus detalles: 1) La Escuela de Orientación Profesional o de preparación general para el trabajo; 2) La Escuela de Aprendizaje, encargada de formar oficiales obreros; 3) La Escuela-fábrica para la formación de maestros obreros; 4) La Escuela Superior textil encaminada a formar Técnicos químico-coloristas y Téc-nicos Textiles. El documento es magnífico, extenso, detallado, muy bien elaborado, cargado de sano optimismo resurreccional para Béjar, pero una vez más no encontró el eco necesario, o el momento oportuno, en las instancias superiores de Madrid y quedó en la cuneta de la historia.

Dentro de la Escuela Industrial en 1931 funcionan la escuela superior y la es-cuela elemental de trabajo, ofreciendo enseñanza elemental, superior y de adultos, y también a veces artística de mujeres. Y durante la segunda república malvive, aunque en 1936 se crea en la Escuela Elemental del Trabajo una sección de hilatura, según se informa en el ayuntamiento en marzo de 1936, y cuenta con el apoyo político de Villalobos y su colaborador en el tema, Juan Usabiaga, Director General de Enseñanza Profesional y Técnica, quien promete en 1934 una Escuela Textil para Béjar109. Los

108.- El texto completo de este proyecto puede consultarse en Béjar en Madrid. 7, 14, 21 y 28 de junio, y 5 y 12 de julio de 1930.109.- Se permite escribir en junio de 1934, en un texto no exento de retórica: «La Escuela textil que proyectamos y prometemos establecer en Béjar, y que será una nota destacada recordatoria del paso por el Ministerio de Instrucción Pública del benemérito señor don Filiberto Villalobos, no ha de ser una más. El nombre obliga a realizar una verdadera obra: eficiente, práctica, modelo de instituciones. A ello está comprometido quien considera como una de las satisfacciones de su vida ser un leal colaborador del ilustre salmantino, del hombre humano, del Excmo. don Filiberto Villalobos. Allí la mecánica en todos sus grados y matices hará que sus alumnos sepan calcular a conciencia una transmisión y reparar una selfactina; que la Jacquard les sea familiar y que la química, con

Biblioteca Escuela Superior

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I406

acontecimientos políticos irían luego por otros derroteros y malograrían el proyecto, aunque el decreto de su creación ya se había publicado en la Gaceta de Madrid en enero de 1936. Poco después, en la sesión del Ayuntamiento de 7 de febrero de 1936 el Patronato local de Formación Profesional comunica la ratificación oficial de haber-se creado una sección de hilatura en la Escuela Elemental del Trabajo.

El problema de fondo que recorre nuestra reflexión sobre las enseñanzas ofre-cidas en nuestra Escuela Industrial (asunto a veces no explícito) es si cumplen o no con los objetivos y expectativas que demanda la industria y la sociedad de la ciudad y el entorno, si permanecen aisladas y ensimismadas, de espaldas e indiferentes, la ciudad (patronos, industriales y trabajadores) y la Escuela Industrial (profesores y alumnos), si atienden una demanda de formación cultural y a veces artística que no se encuentra en otras escuelas nocturnas de adultos, de educación para la mujer o de cultivo artístico. Ello explica la desazón observada en ocasiones por profesores de la Escuela Superior ante la indiferencia de los bejaranos, y le pregunta sobre el sentido de estos estudios en la ciudad para las fechas que estudiamos.

Un texto extraído de la memoria de la Escuela Industrial de 1908, escrito por Miguel Muñoz Elena, tal vez resulte revelador para comprender mejor el interés for-mativo de industriales y obreros bejaranos y sus afectos y desafectos hacia las ense-ñanzas ofrecidas en la Escuela:

Hace 30 años Béjar tenía en su industria un manantial de riqueza, que se agotó quizá porque en vez de conservarle se trató únicamente de explotarle. La fabricación de paños lisos rendía pingües ganancias, y a ella, por rutinarios procedimientos os dedicásteis todos con febril afán; y sin pensar en que el consumo de esos paños podría descender, y en que la química y la mecánica eran las bases científicas de la industria de que vivíais, ni os ocupasteis en modificar los proce‑dimientos y productos de fabricación, ni en adquirir esos conocimientos necesarios, mejor dicho, indispensables a los que os llamáis industriales.

Vuestra apatía en aquellos tiempos tenía disculpa, porque al fin entonces con lo que sabíais vuestros negocios daban un buen rendimiento; pero hoy que patronos y obreros sufrís los horrores de la angustiosa situación actual, unos y otros volvéis la espalda a este centro de cultura, donde podáis encontrar alivio a vuestros males. Y digo que todos volvéis la espalda a este centro de cultura, porque tan vergonzoso es que la clase de tejidos esté desierta, como que en el peritaje de manufac‑tureros no haya inscripto un solo industrial.

Es cierto que la organización actual de estas Escuelas, por el cúmulo de enseñanzas que en ellas se cursan, y sobre todo por la extensión de los programas, desvirtúa su primitivo carácter de centros de instrucción del elemento obrero.

La necesidad de dar la mayor parte de las clases durante el día, y la naturaleza de determi‑nadas materias, que con acierto muy discutible, se han incluido en el plan de estudios de Peritos Manufactureros, pudieron disculpar el hecho de que sólo un alumno de esta Escuela se haya dedicado a dicha especialidad; pero el que la matrícula en la asignatura de Teoría y prácticas de tejidos disminuya a medida que en el taller se vayan acumulando elementos de enseñanza, eso …ni tiene disculpa, ni tiene explicación110.

Pero seguramente en la valoración también deba considerarse, sin excusar la res-ponsabilidad de los bejaranos, la confusión y prolijidad de reformas y cambios que

la extensión precisa, les permita realizar con seguridad y con acierto toda la gama de la tintorería», cfr. Béjar en Madrid. 16 de junio de 1934110.- El texto puede consultarse también en La Victoria. 19 de diciembre de 1908.

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 407

ha caracterizado a las enseñanzas técnicas y profesionales en el panorama español de la época, y en el fondo la escasa relevancia que se le concedía en España a la forma-ción técnica de especialistas y trabajadores de la industria en general. Ese vaivén de cambios y reformas de planes de estudio es también muy expresivo del problema existente y de la ausencia de alternativas adecuadas para mejorar las relaciones entre industria y enseñanzas técnicas, asunto endémico en España.

4.3. direCCión de la esCuela, apoyo polítiCo y aCadémiCo

¿Quiénes han sido, mientras tanto, los principales actores de la Escuela por estos años que nos ocupan? Comencemos por los directivos.

Marcelino Cagigal Valdés es nombrado director del centro en abril de 1900, cuando se inicia el siglo XX111, y continúa desempeñando el cargo durante varios años. Pero renuncia en diciembre de 1918 a la dirección de la Escuela Superior, des-encantado, por malestar personal y sinsabores percibidos dentro del claustro de la Escuela. Es sustituido por Miguel Muñoz Elena, aunque vuelve a ejercer de director entre octubre de 1925 y octubre de 1929, así como de nuevo en febrero de 1932 y de honorario en 1933, aunque el efectivo en esta fecha es ya Juan Bueno. Se jubila en febrero de 1933, después de 35 años de ejercer como docente en la Escuela. En julio de 1929 había sido nombrado profesor numerario de Ampliación de matemá-ticas por el Ministerio de Trabajo. Pero unos años antes, en mayo de 1927, recibe un merecido homenaje por parte de sus alumnos y profesores, con banquete especial en el restaurante Royalty, en el que el adornado discurso del alumno Álvarez García evidencia el cariño y reconocimiento que don Marcelino había logrado entre la clase escolar y la mayoría de sus compañeros de claustro, como profesor y defensor de los intereses de todos. Parecía claro que había sido el alma de la Escuela y factor decisivo para su consolidación como establecimiento de enseñanzas técnicas. Fue catedrático de Aritmética, Geometría y Principios del arte de la construcción, previa licenciatura en Ciencias físico químicas. Como muy bien expone Javier R. Sánchez Martín en sus documentados artículos112, Cagigal es amigo de Unamuno, de excursiones y también de confesiones privadas y temas familiares, y no sólo de relaciones académicas de rector de universidad a director de escuela. Hombre de proximidad filorrepublicana, tuvo seguidores y detractores, en la ciudad, en los casinos bejaranos el Obrero y el Industrial, y en el claustro de la Escuela, como destila la lectura de la correspondencia particular que mantiene con Unamuno.

Miguel Muñoz-Elena López dirige el centro educativo entre 1918-1924, y vol-verá a ejercer de tal entre 1937 a 1939. Este director es profesor de Física industrial desde 1892 en la antigua Escuela de Artes y Oficios, uno de los de más larga tra-yectoria en Béjar, y como tal escribe algunos manuales de aritmética y electrotecnia para uso de sus alumnos113. Siendo director, en 1919, Miguel Muñoz Elena envía al Ministro una amplia memoria sobre la conveniencia de instalar en la escuela de Béjar enseñanzas de tejidos y tintorería, pero parece que las circunstancias no fueron pro-picias a sus propuestas al cabo de pocos años, lo que le fuerza a poner su dimisión en 1924, pensando en el riesgo real de desaparición que se cernía sobre el centro

111.- Cfr. CAGIGAL VALDÉS, Marcelino: Discurso pronunciado en la Escuela Superior de Industrias de Béjar por don –‑– en el solemne acto de apertura del curso 1906 a 1907. Béjar, Imp. F. Muñoz, 1906, pp. 13.112.- Cfr. SÁNCHEZ MARTÍN, Javier Ramón: «Correspondencia de Cagigal a Unamuno. Primera parte: de 1902 a 1920», Estudios Bejaranos. 13 (2009)153-170; IDEM: «Correspondencia de Cagigal a Unamuno, Segunda parte: cartas de 1921 a 1934», Estudios Bejaranos. 14 (2010) 129-144.113.- Cfr. MUÑOZ-ELENA LÓPEZ, Miguel: Elementos de aritmética para uso de los alumnos de las Escuelas de Artes y Oficios. Béjar, Imp. Vda. de Aguilar, 1899, pp. 56; IDEM: Unidades eléctricas. Para la clase de electrotecnia de las Escuelas de Industrias. 1904.

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I408

docente bejarano. Pero además desempeña funciones muy activas como secretario de la Escuela Industrial, tal como se desprende de las diferentes memorias que ofrece en las inauguraciones de curso, en repetidas ocasiones, en presencia de rectores como Miguel Unamuno, Enrique Esperabé de Arteaga y Salvador Cuesta114. En julio de 1929 había sido nombrado por el Ministerio de Trabajo Profesor Numerario de Mecánica Industrial. En 1934 preside la Junta Directiva de la Casa de Caridad. En julio de 1936 dimite como vocal del Patronato de Formación Profesional de Béjar. Ha formado parte de diferentes juntas directivas y sido presidente del Casino Industrial de Béjar (así en el año 1933), compartiendo sociabilidad con la flor y nata del empresariado industrial y comercial bejarano. Toda una institución en la vida cultural, social y en parte política de la ciudad.

A continuación de Miguel Muñoz Elena será director Joaquín No Hernández (1924), por un corto espacio de tiempo, al igual que Juan Bueno Díaz (1929-1934), profesor de Tecnología textil y Teoría del tejido. También lo desempeñará Saturnino Faure Gómez (1935-1937).

Los asuntos de gestión administrativa y académica se sostienen en este estable-cimiento docente por la intervención directa de la figura del Secretario. El primero de la serie para esta etapa del siglo XX procede del siglo XIX, si bien fallece siendo secretario de la Escuela de Industrias, Nicolás Caldevilla y Sevilla115, en marzo de 1902. Venía ejerciendo como tal desde 1894, y era profesor de Dibujo geométrico industrial. El listado de profesores que a continuación ocupan la secretaría de la Es-cuela Industrial será el siguiente: Miguel Muñoz-Elena López (1902-1919), Miguel Terol Botella (1919) profesor de Mecánica, Clemente Montero Saiz (1919), Joaquín No Hernández (1920), Faustino García-Bernardo Nosti (1923), Urbano Domín-guez Díaz, profesor de Dibujo lineal (desde 1923)116, Valentín Domínguez Díaz (en 1930)117, Antonio López-Manzanares Albi (en 1931), Severiano Tomás Parra Sánchez (desde 1932), Valentín Domínguez Díaz (desde 1934), Antonio López-Manzanares Albi (desde 1942).

4.4. los disCursos también Cuentan en la esCuela

La oratoria viene siendo en la cultura grecolatina una de las claves de éxito en la vida pública, y en parte en la académica. Esto resultaba especialmente relevante e influyente en una sociedad en que la oralidad y la palabra bien pronunciada ejercía un efecto multiplicador y exitoso para quien la pronunciaba, al margen de otros

114.- Cfr. ESCUELA SUPERIOR DE INDUSTRIAS DE BÉJAR: Discurso Pronunciado por Don Miguel de Unamuno, Rector de la Universidad de Salamanca en el acto de apertura del curso 1909 a 1910 en –‑– y Memoria correspondiente al de 1908 a 1909 leída por Miguel Muñoz Elena. Béjar, Impr. F. Muñoz, 1909, pp. 111 y 17 h.; ESCUELA INDUSTRIAL DE BÉJAR: La cuestión social, relaciones entre obreros y patronos. Discurso pronunciado por el Ilmo. Sr. Don Enrique Esperabé en el acto de apertura del curso académico de 1917 a 1918 y memoria correspondiente al de 1916 a 1917 leída por Don Miguel Muñoz Elena. Béjar, Impr. F. Muñoz, 1917, pp. 21 y 11 hojas.115.- Cfr. CALDEVILLA Y SEVILLA, Nicolás: Memoria leída en la solemne apertura del curso académico del curso de 1894 a 1895 de la Escuela de Artes y Oficios de Béjar. Béjar, Est. Tip. Matas, 1894, pp. 23.116.- Cfr. DOMÍNGUEZ DÍAZ, Urbano: Memoria de la Escuela Industrial de Béjar correspondiente al curso académico de 1926 a 1927 redactada por el secretario–‑–. Béjar, Impr. Francisco Muñoz, 1928, pp. 16. Pronuncia algunas conferencias técnicas en el establecimiento por estos años, y es asiduo colaborador de la prensa local sobre temas de interés bejarano, en especial en el semanario «Béjar en Madrid». Fue nombrado profesor auxiliar de Dibujo industrial por el Ministerio de Trabajo en julio de 1929.117.- Este profesor de ciencias físico-químicas y química industrial (fue nombrado como tal ayudante por el Ministerio de Trabajo en julio de 1929) volverá a ejercer de secretario en 1934-1942 y será director del establecimiento en una larga etapa posterior com-prendida entre 1954 y 1969. Además de otras tareas docentes como impulsor particular y director del Colegio Español de Segunda Enseñanza (1931-1936), también desempeñará algunas relevantes funciones políticas en la Falange de Béjar en la inmediata posgue-rra civil. Escribe por estos años en la prensa sobre temas de enseñanza industrial, así «La escuela de formación obrera y la industria de Béjar», Béjar en Madrid. 2 de noviembre de 1929. Ofrece en 1928 una conferencia de divulgación científica «Orientación profesional y escuelas de formación técnico industrial». Obtiene el título de ingeniero textil en la Escuela de Tarrasa en 1930.

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 409

instrumentos ornamentales e icónicos que muchas generaciones después vienen re-sultando sustitutivos y más eficaces e incisivos aún (léase medios de comunicación en general, y sobre todo instrumentos entonces desconocidos como la televisión o sobre todo redes digitales como Internet). En el ámbito concreto de la Escuela Supe-rior de Industrias de Béjar vamos a referirnos a dos tipos de discursos, los académicos y los pronunciados por los políticos, ambos precisos para reflexionar sobre el sentido de la Escuela y para prometer mejoras.

Unamuno es un asiduo participante en los actos de inauguración de curso de la Escuela Superior de Industrias en su condición de Rector de la Universidad de Salamanca, a la que por ley está adscrito el establecimiento docente. Invitado por su amigo Marcelino Cagigal, asistió anualmente, con fidelidad y de manera continuada entre 1902 y 1914 (excepto en 1906), y de nuevo en 1932 en su segunda etapa rectoral. Aprovecha siempre la ocasión para desgranar reflexiones y sugerencias ori-ginales, propias de su personalidad y reconocida sabiduría. Ni el espacio ni la ocasión nos permiten ahora detenernos en un análisis detallado de todos los discursos y actividades que pronuncia y desempeña Unamuno en Béjar118. Baste una mención al ofrecido por el rector salmantino en 1903119, coincidiendo con la inauguración del nuevo local del establecimiento en el convento de San Francisco.

Este breve texto de 1903 se convierte en toda una lección de pedagogía que traslada Unamuno a sus atentos oyentes. Después de valorar la mejora física y estética que representa el nuevo local que ocupa desde entonces la Escuela en el convento de San Francisco, apuesta por la función motivadora de cultura que representa para la clase trabajadora, que tiene que ir aprendiendo a salir de la bodega para impregnarse de cultura y de educación. Será escuela de mejora, de convivencia, solidaridad social y de intercambio de sectores sociales, puesto que comienzan a asistir a las aulas hijos de la burguesía y el comercio, junto a los obreros. Se atreve a sugerir la inclusión de dos materias en el plan de estudios: la economía política y la higiene, en buena lógica coincidentes con su concepción del mundo y del hombre. Con carácter casi premo-nitorio, Unamuno atribuye aquí a la Escuela la función de elevar el nivel espiritual de Béjar, en irse convirtiendo en su centro regulador, de la vida social y cultural de la ciudad y su entorno.

Hemos indicado ya que Unamuno es asiduo orador de discursos inaugurales de esta Escuela de Béjar todos los años (llega a decir que es una especie de hábito cultural que le apetece practicar en la ciudad textil), incidiendo en sus discursos con énfasis en las enseñanzas artísticas y la educación estética (así en 1905) en la educa-ción de la mujer (el de 1907), en la conveniencia de instalar una biblioteca popular (el de 1908), en su apuesta por las escuelas públicas (que dice son las mejores y las de todos) y por la Escuela de Béjar como centro de educación social y no meramente técnico ( es su posición central en 1909). El último año de esta etapa en que asiste como rector es el de 1913, luego estará como vicerrector, pero regresará en 1932 presidiendo una vez más la sesión de inauguración de curso de su apreciada Escuela Superior de Industrias de Béjar, y se vale de la imagen del caracol, que regresa a su espacio de intimidad.

118.- Sobre la relación de Unamuno con Béjar y con la Escuela pueden verse los trabajos de BÁEZ RAMOS, Josefa: Unamuno en las cumbres: conocimiento de España y descubrimiento personal. Béjar, CEB, 1997, y REDONDO QUINTELA, Félix: Unamuno y la Escuela Superior de Industrias de Béjar. Béjar, Revide, 1996, p. 62.119.- Cfr. UNAMUNO, Miguel de: Discurso pronunciado por el Ilmo. Sr. D. Miguel de Unamuno en el solemne acto de apertura del curso de 1903 a 1904 e inauguración del nuevo local de la Escuela Superior de Industrias de Béjar. Béjar, Est. Tip. Viuda de Aguilar, 1903, p. 9.

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I410

Enrique Esperabé de Arteaga, siendo Vicerrector de la Universidad de Salamanca, da el discurso de apertura de 1917 a 1918, y habla sobre la cuestión social120, si bien desde posiciones bien distintas a las defendidas por Unamuno con quien, por cierto, mantiene un enfrentamiento constante en la vida cotidiana de la Universidad de Sa-lamanca. Con Esperabé ya de rector, según cuenta Béjar en Madrid en mayo de 1923, se produce el reparto de premios a los alumnos, y la autoridad académica ofrece lisonjeras palabras a la ciudad de Béjar desde el estrado presidencial del acto.

El discurso de los políticos se orienta siempre en la dirección esperada, la de ofrecer mejoras a la Escuela a costa de sensibilidades y afectos electorales posteriores por parte de quienes escuchan, y en particular del claustro de profesores. Mencione-mos algunas intervenciones muy representativas.

El Conde de Romanones, Ministro de Instrucción Pública y líder nacional del partido liberal, después de realizar visita a diferentes fábricas y al Casino Industrial, inaugura el curso en octubre de 1902, indicando en el discurso pronunciado en la Escuela Superior de Industrias que velaría por el bienestar del establecimiento, por-que resultaba ser la «universidad del obrero» para la ciudad de Béjar, como recoge la prensa provincial121. Algo muy parecido reitera en el discurso que pronuncia en el banquete público que se le ofrece en la ciudad.

Conocemos el discurso del diputado por Béjar, Nicolás Oliva Rodríguez, en el Congreso de los Diputados, pronunciado el 22 de noviembre de 1906, en el que defiende los intereses de Béjar en varios campos e iniciativas, entre ellas la Escuela de Industrias. En concreto, defiende ante el Ministro de Instrucción Pública que creara una sección especial de tinturación y aprestos, dotada de la maquinaria necesaria.

Más adelante, viene a la inauguración de curso en 1932 el Ministro de Instruc-ción Pública Fernando de los Ríos, acompañado de Unamuno y Domingo Barnés, coincidiendo con la inauguración del Instituto de Segunda Enseñanza de Béjar. Había sido invitado por Marcelino Cagigal. En esa ocasión el ministro republicano apuesta por la educación popular del entorno bejarano, pero cuando se refiere a la Escuela de Trabajo (entonces se llamó así) aduce que en Béjar no existe verdadero interés por su impulso, que no está bien promocionada, que no realiza misiones pedagógicas. De forma contundente y puntualizando peticiones que se le hacen, dice, según comenta la prensa, «Aquí en Béjar solamente es preciso una Escuela Elemental de Trabajo de donde puedan salir buenos maestros textiles y capataces agrícolas»122. Seguramente era un comentario sincero, aunque con seguridad sembró dudas y malestar en más de un bejarano.

4.5. finanCiaCión y apoyo

Y de las palabras a los hechos. ¿Cómo y quién sostiene los gastos de funciona-miento de la Escuela Superior de Industrias?

Con independencia de la aportación de los alumnos mediante sus matrículas (nunca muy elevadas), explícitas en las enseñanzas de la Escuela Superior, y de la aportación del Estado a estas enseñanzas oficiales (salarios de profesores, dotación de aparatos, subvenciones especiales), desde el Ministerio de Instrucción Pública

120.- Cfr. ESPERABÉ DE ARTEAGA, Enrique: La cuestión social, relaciones entre obreros y patronos. Discurso pronunciado en la Escuela Industrial de Béjar por el Ilmo––Vicerrector de la Universidad de Salamanca en el acto de apertura del curso académico de 1917 a 1918, y memoria correspondiente al de 1916 a 1917, leída en el mismo acto por el secretario de la Escuela don Miguel Muñoz Elena. Béjar, Tip. Muñoz, 1917, p. 21.121.- Cfr. El Adelanto. 3 y 29 de octubre de 1902. ROMANONES: Discursos pronunciados por el Excmo. Sr. Conde de –––, Ministro de Instruc‑ción Pública, y por el Subsecretario Don Federico Requejo durante su estancia en Salamanca y Béjar. Salamanca, Tip. de Francisco Núñez, 1902, p. 24.122.- Cfr. Béjar en Madrid. 22 de octubre de 1932.

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 411

o desde el Ministerio de Trabajo, es preciso reco-nocer la colaboración del Ayuntamiento de Béjar, desde el primer año del siglo XX, sobre todo para sostener las enseñanzas profesionales y de cultura general de obreros, así como las de las enseñanzas artísticas de la mujer. De hecho, cuando el Ayunta-miento suprime su financiación a las enseñanzas de obreros en 1930 se produce un revuelo y auténti-co levantamiento, con la elaboración de un extenso documento justificativo, que se presenta al pleno municipal de 22 de mayo de 1930, y que obliga a la corporación a retroceder. Las enseñanzas para obreros en la Escuela Industrial eran algo ya muy enraizado en la cultura popular bejarana, y no se podía renunciar a tales beneficios culturales desde categorías obreras.

Conviene recordar, además, que el ayuntamiento se encarga de los aspectos ma-teriales y de mantenimiento de los locales que acogen la Escuela, y con frecuencia de los gastos de premios a los alumnos obreros, con la idea de incentivar la asistencia y el interés por el estudio, contando en ocasiones con el apoyo del Casino Obrero, siempre decidido a respaldar las causas populares y en particular los beneficios de la Escuela Industrial. Ello no evita que sean frecuentes las quejas de los directores de la Escuela, demandando más atención y apoyo a las autoridades bejaranas.

En muchos momentos, aunque con intermitencia, la Diputación Provincial de Salamanca también colabora en el sostenimiento de las enseñanzas nocturnas y de la mujer que no subvenciona el Ministerio desde Madrid. Así sucede en 1911, cuando aporta 2.500 ptas. anuales, 1500 ptas. en 2013, y cantidades similares en otros años.

Será la influencia de los políticos en Madrid, por ejemplo de Nicolás Oliva o so-bre todo de Filiberto Villalobos, las que hagan posible la inyección aleatoria de fondos para la Escuela. Así sucede en 1921 cuando don Filiberto consigue arrancar 3.000 pesetas al Ministerio de Instrucción Pública. El apoyo es aún más evidente cuando fue Ministro en 1934 y 1936, como ya hemos advertido.

La constitución del Patronato Local de Formación Profesional desde 1928123, presidido por Francisco Gómez Rodulfo, podría haber representado un relanzamien-to extraordinario para la Escuela, aunque luego no pudiera ser así, por la variabilidad de las circunstancias de la etapa republicana. Su iniciativa de vincular la Escuela más estrechamente a las necesidades de las industrias laneras y textiles no llegó a cuajar.

4.6. edifiCios e instalaCiones

En marzo de 1903 se acuerda en el Ayuntamiento de Béjar el arreglo del conven-to de San Francisco para instalar allí la Escuela Superior de Industrias. Allí inaugura su sede en octubre de 1903, trasladándose desde San Gil, y allí va a permanecer la Escuela hasta 1948, cuando pasa al edificio de la calle Zúñiga Rodríguez. Unamuno hace una mención especial a la belleza y funcionalidad de los locales cuando pronun-cia su discurso inaugural en 1903, como ya lo vimos.

La impresión que trasladan todas las crónicas e informes sobre los locales del Convento de San Francisco es que son siempre excelentes y envidiables. Incluso re-presentan un buen argumento en momentos en que se teme por la vida y continuidad

123.- Cfr. Béjar en Madrid. 24 de marzo de 1928, 15 de febrero de 1930.

Construcción Escuela de Maestría

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I412

del establecimiento. Pero los locales van añadiendo y modernizando gabinetes de fí-sica (así en 1908), taller de cerrajería, laboratorios de química y de electroquímica (así en 1911, con la intervención del arquitecto provincial señor Vargas), o comienza a funcionar en diciembre de 1909 una buena biblioteca del centro124. En 1917 se ofrece al visitante unas instalaciones magníficas, modernas, higiénicas, completas. Y así va continuar en años posteriores. Por tanto, el problema del éxito e impacto de la Escuela no estaba en los locales e instalaciones, precisamente.

4.7. alumnos

Las memorias de la Escuela Industrial que elaboran los secretarios, y las me-morias anuales de la Universidad de Salamanca, nos permiten obtener una imagen ordenada del número y tipo de alumnos que acoge el establecimiento bejarano. Así, sabemos que la matrícula de alumnos oficiales (los libres suelen representar un 3%) de la Escuela Industrial de Béjar es:

CUADRO DE MATRÍCULAS DE ALUMNOS GENERAL (A) Y DE PERITOS (B) DE LA ESCUELA INDUSTRIAL DE BÉJAR (1900-1936)

AÑOS ElementalEstudios Superiores

o peritaje

1901-02 220

1902-03 365 20

1903-04 310 44

1904-05 317 62

1905-06 351 28

1906-07 415 35

1907-08 342 39

1908-09 313 31

1909-10 218 44

1910-11 179 13

1911-12 218 28

1912-13 182 46

1913-14 263 43

1914-15 305 50

1915-16 316 46

1916-17 41 43

1917-18 286 63

1918-19 218 59

1919-20 277 96

1920-21 243 64

1921-22 74 80

1922-23 80 96

1923-24 48 75

124.- Cfr. El Combate. 11 y 18 de diciembre de 1909. Se indica que esta biblioteca está abierta al pueblo bejarano, y que recibe do-naciones de libros de diferentes filántropos: Ramiro Arroyo, Luis Caballero Noguerol, Cipriano Rodríguez Arias…

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 413

AÑOS ElementalEstudios Superiores

o peritaje

1924-25 83

1925-26 62

1926-27 44

1927-28 33

1928-29 57

1929-30 27

1930-31 245 10

1931-32 15

1932-33 13

1933-34 8

1934-35 14

1935-36 20

Elaboración propia a partir de las Memorias académicas de la Universidad de Salamanca de los años correspondientes y de las memorias reglamentarias de la Escuela Superior de Béjar, contrastados con los que ofrece Tomás Pérez White.

Algunas aclaraciones y comentarios sobre los datos que preceden. La columna ofrece el número de alumnos oficiales inscritos en el conjunto de los estudios de la Escuela, estudios elementales y superiores, y son los enviados a las autoridades aca-démicas. Para calcular el total convendría realizar una estimación del 3% que es la suma de lo que representan los alumnos matriculados libres, unos años con otros y añadirlo a las cifras ofrecidas.

Los datos de matrícula nos ofrecen una imagen del número de estudiantes osci-lante, y muy en declive en proximidad a los años treinta, tanto en las enseñanzas para obreros como las específicas de peritos. Es una buena imagen de representación de la sociedad bejarana y de la institución.

En la memoria del año 1926 el secretario don Urbano Domínguez Díaz lamenta la indiferencia de muchos bejaranos hacia las enseñanzas que ofrece la Escuela, y hasta el desprecio, que ha impedido el funcionamiento de las escuelas nocturnas para obreros ese año. Ello contrasta con el interés y admiración que despierta en muchos lugares externos a Béjar, sigue comentando.

De todas formas, los números resultan muy indicativos sobre los avances y au-sencias, las alternativas, en suma las dificultades que padece el establecimiento, por razones varias: indefinición normativa desde Madrid, cuando no contradictoria, cri-sis social en Béjar en ciertas épocas, fuertes conflictos huelguísticos en el tejido social bejarano, movimientos subterráneos y corrosivos en la sociedad respecto a la Escuela, debilidad estructural de este tipo de estudios. A pesar de los muchos vaivenes legales y sociales, es bueno recordar en forma de balance que la Escuela representa una he-rencia, sostenida con ilusión por la ciudad, para tratar de ofrecer algunas respuestas técnicas y educativas a los retos de las nuevas formas de producción y distribución industrial. Su impacto técnico en la sociedad parece hoy incuestionable y provechoso, a muchos años vista.

Decimos esto sin servirnos de la retórica al uso que se empleaba para animar a los alumnos, en palabras del entonces secretario, Urbano Domínguez Díaz, en la entrega de premios de 1928, cuando trataba de enardecer sus ánimos y espíritus juveniles al decir,

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I414

Si tal hacéis, es casi seguro se torne la lánguida vida de esta ciudad antes floreciente y rica; que vuelva a entrar el agua en los cangilones de las ruedas hidráulicas y en los rodetes de las tur‑binas de todas nuestras fábricas; que vuelvan a surcar el espacio esos penachos de negro humo de las chimeneas de todos nuestros talleres, penachos que pregonarán el calor de los hogares, el calor que es movimiento, el movimiento que es trabajo, el trabajo que es vida, vida industrial, que es para las naciones, para los pueblos, manantial perenne de progreso y de riqueza125.

La tipología de los alumnos que estudian en la Escuela Industrial es muy hete-rogénea, desde adolescentes hijos de obreros, jóvenes hijos de comerciantes e indus-triales de Béjar y el entorno, algunos obreros que desean avanzar en su carrera pro-fesional, y también mujeres en el campo de las enseñanzas artísticas. Pero el bloque mayoritario es sin duda el de la Escuela Elemental, que sirve ante todo a los sectores populares. Los hijos de los grandes industriales bejaranos, sin embargo, salen a estu-diar fuera, a Cataluña y varios al extranjero.

Algunos datos señalados relativos a alumnos del centro. Agustín Moreno Castro, hijo de un humilde trabajador de Gallegos de Solmirón, ha obtenido en 1908 la calificación de sobresaliente en 17 asignaturas, por lo que parece que va a tener po-sibilidades de optar a una beca para ampliar estudios en el extranjero. Sabemos que en marzo de 1919 sale para Lyon a continuar sus estudios, pensionado por el Estado, el joven perito mecánico electricista de la Escuela de Béjar, Jaime Eudoxio Montero.

Los estudiantes de la Escuela Industrial se comportan como tales jóvenes, reivin-dicando a veces, cooperando culturalmente en otras. Así, de vez en cuando anotamos algaradas y huelgas: para protestar cambios imprevistos (enero de 1918), por la ex-

pulsión de un compañero (noviembre de 1921), para apoyar al director Marcelino Cagigal y evitar que dimitiera (noviembre de 1915), para presio-nar al Ministerio en octubre de 1932 a través de su Asociación Profesional de Alumnos de la Escuela Industrial para que aclare sus proyectos sobre las enseñanzas industriales. Pero también colaboran or-ganizando e impartiendo con éxito conferencias en el centro: así la de Jacinto Martín Maestre en enero de 1926 sobre «Los motores como transformadores de energía», la de Alfredo Gutiérrez Ozores en fe-brero de 1926 sobre «La metalurgia del hierro y sus aplicaciones», la de Enrique Jiménez Calabia sobre «Lo que significa la fiesta del estudiante» (marzo de 1929). También, y sorprendentemente para la épo-ca, la alumna de enseñanzas artísticas para la mujer, Natalia Chicote Cerrudo, da una conferencia sobre «Influencia social de la mujer» en abril de 1928.

En otras ocasiones animan los festejos y vida social de Béjar, como cuando en enero de 1910 or-ganizan una tuna escolar por carnavales, la llamada «Tuna escolar Bejarana», según nos comenta el pe-riódico republicano El Combate.

125.- Cfr. Béjar en Madrid, 18 de febrero de 1928, p. 6.

Busto de Domingo Barnés

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 415

4.8. profesores

No es nuestra intención ofrecer aquí una nómina completa de los profesores que compusieron el claustro de la Escuela Industrial durante este tercio de siglo, sino señalar algunos detalles de profesores, y mencionar algunos de los más significativos, además de los ya citados que ocuparon cargos de dirección y secretaría, sin duda los más influyentes en el establecimiento y en la ciudad. Sobre los ya mencionados ya no volvemos en este epígrafe.

Luis Caballero Noguerol fallece en enero de 1913 a los 61 años de edad. Es pro-fesor de la Escuela, y enseña Aritmética, Geometría y Principios del arte de construc-ción, ya desde 1887, en la etapa de la Escuela de Artes y Oficios, aunque se ve obliga-do a algunas salidas profesionales fuera de Béjar en diferentes momentos. Hombre de compromiso político republicano, desempeña muy diferentes actividades en la ciu-dad de Béjar, además de sus tareas docentes: es uno de los tres fundadores del Casino Obrero, corresponsal de El Adelanto en Béjar, secretario de la Sociedad Económica de Amigos del País de Béjar en los inicios del siglo XX, conferenciante social y mediador en algunos de los más sonados conflictos de huelga126.

Hermías Busqué y Gisbert, profesor de la clase de Teoría y Prácticas de Tejidos, gana en junio de 1907 un premio de 2000 ptas. concedido por el Gobierno de Es-paña, por publicar una obra prestigiosa127 . Pedro González Bolívar, miembro del Comité Republicano de Béjar, es redactor del periódico La Idea, órgano republicano radical, y en opinión de Cagigal es muy celoso de su trabajo, que es el de ser profe-sor de dibujo de máquinas (1902), aunque también da clases gratuitas a los obreros (1906). José Barrio Fernández, es nombrado profesor interino de Química industrial, Electroquímica y Electrometalurgia, siendo doctor en Ciencias Químicas128. Antonio Rius Miró en 1913 es nombrado profesor a término para la enseñanza de Química general, Electroquímica y Análisis químico, obtiene el grado de doctor en química y publicará numerosos e importantes trabajos de su especialidad por estos años129. Santiago de Tos y de Paz es en 1905 nuevo catedrático de Química Industrial, Elec-troquímica y Electrometalurgia. Santiago Morera Ventalló viene a Béjar como profe-sor de «Teoría de los tejidos, tecnología textil y aprestos», procedente de la Escuela Industrial de Tarrasa, donde publicó algunos trabajos de su campo científico130. Este profesor da una conferencia en el ayuntamiento sobre «Deberes patrióticos de la pro-ducción» en marzo de 1924. Otros profesores que dejan huella con su docencia en la Escuela Superior son, entre otros: Manuel Busillo (Química Industrial); José María Pérez Ledo, profesor numerario en 1929 de Geografía, Historia, Economía y Legis-lación industrial; Pedro González Jiménez, profesor auxiliar de Máquinas en 1929; Manuel Álvarez-Monteserín Hernández, encargado de la cátedra de dibujo industrial en 1932.

Por otra parte, es preciso mencionar también a algunos que son profesores de las enseñanzas generales para obreros y artísticas de la mujer: Braulio Álvarez Muñiz

126.- Remitimos a HERNANDEZ DIAZ, José María: Casino Obrero de Béjar…. Op. cit. Béjar, 2010.127.- Ver BISQUÉ Y GISBERT, Hermías: Colecciones de dibujos para tejidos. Tarrasa, Giralt Serra, 1897, pp. 426128.- Autor de obras como Sobre un medio de investigación cualitativa de algunos metales del grupo analítico del platino y arsénico. Madrid, Tip. F. Peña, 1913, pp. 19.129.- Cfr. RIUS MIRÓ, Antonio: Contribución al conocimiento de la electrolisis con corriente alterna. Memoria presentada para obtener el grado de doctor. Madrid, Universidad Central, 1917, p. 95; IDEM: Estudio histórico, crítico y experimental sobre la constitución del agua oxigenada y sus derivados. Madrid, Impr. Clásica, 1920, pp. 65; IDEM: Introducción a la electroquímica. Madrid, Calpe, 1922, pp. 371; IDEM: Cianamida cálcica. Madrid, Calpe, 1923, pp. 207. En años posteriores la producción científica de este autor sigue siendo muy abundante y reconocida.130.- Cfr. MORERA VENTALLÓ, Santiago: La organización industrial en España. Discurso leído en la solemne inauguración del curso académico de 1919 a 1920 en la Escuela Industrial de Tarrasa. Tarrasa, Impr. La Industria, 1920, pp. 29.

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I416

(1900) de vaciado y modelado; Cayetano Vallcorba (1902), profesor de dibujo de adorno y aplicado al tejido; Gerardo Olazábal es profesor de lenguas (1909); Ángel Nevado (1910), ayudante de dibujo de adorno y figura; Serapio Rodríguez Zúñiga y Ra-món Martín Sánchez son confirmados como profe-sores en 1915; Alberto Galván Cáceres, profesor de dibujo en los años 1920; el marmolista y escultor bejarano, Eloy Hernández Domínguez, autor del busto a don Nicomedes entre otras obras artísticas, es nombrado profesor de dibujo de adorno y figura y colorido en las enseñanzas artísticas de la mujer y general para obreros en octubre de 1927.

Esta rápida panorámica sobre el profesorado de la Escuela Industrial en el primer tercio del siglo XX nos invita a reflexionar sobre la indudable calidad científica de algunos profesores, varios de ellos de procedencia catalana, que en su mayoría vienen de paso a la Escuela, aunque alguno se asienta en la ciudad, en el campo de las ciencias químicas, físicas y mecánicas. Este grupo publica libros de texto o

estudios de investigación científica. Junto a ellos encontramos otro sector de profe-sores que va ocuparse de las tareas administrativas y de gestión de la Escuela, que se sitúan más en el plano público, escriben en la prensa, algunos militan en partidos políticos, o participan activamente en los centros de sociabilidad como los Casinos Obrero o Industrial y sin duda logran mayor proyección y presencia en la vida de la ciudad y sus problemas, y por ello influyen de forma explícita en muchos casos o son referentes sociales. Finalmente, encontramos el sector de los profesores de enseñan-zas artísticas y de cultura general, con identidad, más próximos a los de la enseñanza primaria, y con mucha menor incidencia en la gestión de la Escuela, aunque su proyección social fuera sin duda muy notable en los ámbitos obreros y de la mujer.

Sin los profesores, en cualquiera de sus posiciones ideológicas y profesionales, no habría podido entenderse la vida de la Escuela Industrial en este primer tercio del siglo XX, pero tampoco de la ciudad de Béjar en estos años, al menos en los planos de la cultura, la prensa y la política. Quizás son mucho menos influyentes en el sector industrial y de la economía. Salvo alguna excepción, los profesores de la Escuela no pertenecen a las élites económicas de Béjar, pero seguramente sí varios de ellos a las de influencia ideológica y política, y la ejercen. Ello no significa que fueran los depo-sitarios exclusivos de la cultura y de la vida política bejarana, en absoluto.

4.9. métodos de enseñanza, materiales y práCtiCas

La dotación de buenos materiales de enseñanza fue siempre una preocupa-ción sentida por los directivos de la Escuela. Así lo vemos en diferentes momentos, por ejemplo en 1903 para el taller de tejidos131. En 1907 se consigue una excelente

131.- «La semana anterior se recibió en la Escuela Superior de Industrias de esta ciudad un magnífico telar mecánico de la casa ale-mana C.B. de Schoenherr-Chermitiz, para tejer géneros de lana, hasta de 1’98 de anchura, con siete lanzaderas y máquina Jacquar de 600 agujas. Anteriormente se habían recibido, también con destino al taller de tejidos, una romana horizontal de precisión, un devi-doy para lana y algodón, un torsiómetro y dinamómetro, aparatos todos de gran utilidad para la fabricación de géneros de algodón

Nicomedes Martín Mateos

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 417

máquina electroestática, sistema Wimchunt, de ocho discos, que produce chispas de 35 a 40 cms de longitud, y que se presta a experimentos de elec-tricidad estática, y puede aplicarse también a expe-rimentos de radiografía. Procede de los talleres de Eugenio Cuadrado, de Zamora132.

Se informa en julio de 1908 que en Madrid se han concedido 2900 ptas para adquirir una máqui-na de piar cartones con destino a la clase de tejidos, que ya está encargada a Manchester, y un aparato de gas acetileno, que se utilizará para calefacción en el laboratorio de química . O en julio de 1910, cuan-do se indica que se ha recibido en la Escuela Indus-trial una máquina de seis púas para llenar canillas, regalo del constructor de Tarrasa don Joaquín Julia, mediante gestiones del maestro de talleres don Her-mías Busqué. Que en febrero de 1911 se ha adqui-rido un teléfono sin hilos, que causa sensación, en marzo de 1915 se está montando taller de tintorería y apresto y se termina la instalación del laboratorio de química. Pero tal vez en términos materiales la sensación se produce cuando en mayo de 1915 Marcelino Cagigal compra en Madrid un automóvil para la Escuela, con el objeto de que sirva para la enseñanza de me-cánicos automovilistas133. O también tomamos nota de que en septiembre de 1930 funciona una oficina-laboratorio de Orientación Profesional en la Escuela del Trabajo.

Son éstas algunas muestras del sentido de avance tecnológico que se vive en la Escuela, que nunca quiere permanecer anquilosada en el pasado, sino mostrarse en avanzadilla. Ello hace pensar y percibir que las dotaciones de instalaciones y mate-riales de la Escuela Industrial para la enseñanza son más que buenas, y que existe un claro interés por permanecer actualizada en lo relativo a innovación tecnológica. En términos materiales la Escuela Industrial está al día.

Por la tipología aplicada de los estudios, las actividades docentes se desarrollan con métodos teórico prácticos en las instalaciones mencionadas, laboratorios, talle-res, bibliotecas y estudio, pero también mediante el desarrollo de otras diferentes, algunas fuera del centro. Así, El Adelanto de 7 de marzo de 1903 comenta con am-plitud y regocijo la visita que realizan los alumnos de electrotecnia a la fábrica de electricidad de Navahonda, acompañados de los profesores Miguel Muñoz Elena y Enrique Brochín Comendador. Esa noticia es expresión del quehacer pedagógico que practican los profesores en la Escuela, siempre atenta a las demandas prácticas de sus alumnos y especialidades. Las visitas y viajes prácticos son todo lo que permiten las circunstancias de tiempo y dinero, pero existen. Así sucede con el viaje de prácticas

y lana, y que reúnen los perfeccionamientos de que hasta el día se hallan dotados los mejores de su clase. Añadiendo a esto que la Escuela poseía otro buen telar de la casa Cañameras, resulta que el taller de tejidos cuenta ya con elementos suficientes para que los alumnos que a él concurran puedan adquirir conocimientos, no sólo teóricos, sino también prácticos, de utilidad indiscutible para los mismos. Se ha recibido igualmente, y están trabajando ya en él los alumnos de la enseñanza industrial elemental, matriculados en prácticas de taller, un torno para metales y madera, y hoy ha llegado una máquina de taladrar. Por lo dicho, se ve el deseo de la Junta de profesores de la Escuela de reunir en los talleres de este centro docente, cuantas máquinas y aparatos le sea posible para dar a la enseñanza práctica el necesario desarrollo. Pero de nada servirán tan buenos propósitos si, como ahora sucede, las máquinas no pueden funcionar, por falta de locales donde instalarlas convenientemente». Cfr. La Victoria. 11 de abril de 1903.132.- Cfr. La Victoria. 31 de agosto de 1907.133.- Cfr. El Bejarano. 8 de mayo de 1915

Luis Caballero Noguerol

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I418

de los alumnos a Salamanca, con el director, Cagigal y otros profesores en marzo de 1926, o la excursión formativa a la central hidroeléctrica de la Solana llevada a cabo en junio de 1927. Otras actividades mantienen relación con la fotografía, como son las que permiten presentar al público bejarano los trabajos que envían los alumnos de la Escuela a la Exposición de Sevilla en mayo de 1929.

Además de sus clases regladas, son varios los profesores que organizan y pronun-cian conferencias técnicas en ciclos organizados. En el primer semestre de 1926 se or-ganiza un ciclo en el que intervienen Marcelino Cagigal y Urbano Domínguez Díaz; también lo hacen Antonio López Manzanares, que habla sobre «El raid Palos-Buenos Aires». El estudiante Alfredo Gutiérrez Ozores habla sobre «Los efectos de la gran guerra». Valentín Domínguez Díaz interviene sobre «La teoría atómica-electrónica» en ese mismo ciclo. Tomás Parra Sánchez lo hace sobre «Nociones de telefonía», Car-los García de Blanes y Pacheco habla de «Roma primitiva, pagana y cristiana». Unos meses más tarde, en 1927, Eduardo Campo Redondo interviene sobre «La evolución de la humanidad y cronología de los inventos», Julián Cejuela Matas habla sobre «Aprovechamiento industrial del agua», Luis Barbosa Barbero sobre «Importancia de la química». La conferencia del alumno José Domínguez Díaz versa sobre «El trabajo manual y el intelectual» y la de Mateo Álvarez García sobre «Nuestra escuela, nues-tra industria». Parece que Natalia Chicote Cerrudo es la primera mujer que da una conferencia en la Escuela Industrial, sobre «Influencia social de la mujer», en abril de 1928. Valentín Domínguez Díaz imparte otra conferencia, sobre «La orientación pro-fesional y las escuelas de formación técnico industrial» en mayo de 1928. El alumno Lucio Carbajo Lozano da una conferencia sobre «El aprovechamiento y desarrollo de la industria sericícola», en marzo de 1929. También cabe mencionar la conferencia que imparte el Inspector de Trabajo, señor Bermúdez, en diciembre de 1929, con motivo de la creación del Patronato Local de Formación Profesional, hablando de la «Orientación profesional del obrero y estructuración de las Escuelas Elementales de Trabajo»

Con buen criterio, desde la Escuela Superior de Industrias, y aunque carezca de vinculación profesional directa, los profesores y estudiantes celebran en 1905 dife-rentes actos en conmemoración del Quijote, con motivo del tercer centenario de su publicación134. Es bien conocida la presencia del nombre de Béjar en nuestra novela universal, desde la dedicatoria que su autor hizo al Duque, como expresión de padri-nazgo cultural. La Escuela no podía dejar pasar dicha ocasión.

5. OTRAS INICIATIVAS EDUCATIVAS PARTICULARES

El anuncio por boca a boca o, lo que es más influyente, por la prensa, de ofertas formativas particulares diversas, es una práctica muy frecuente desde el origen del periodismo de masas en España, ya desde el último tercio del siglo XVIII. De ahí que al lado de artículos de opinión, informaciones de sucesos o acontecimientos políticos, de actos deportivos o noticias culturales, el quehacer de cada día de un periódico dia-rio o semanal, van a ir apareciendo anuncios diversos de compraventa de inmuebles, fincas, objetos diversos, y también ofertas educativas, que no suelen tener rango es-colar, pero sí suelen ofrecer y lograr demanda en el mercado de la enseñanza. En otras palabras, los periódicos no pueden subsistir sin anuncios, y las iniciativas particula-res tampoco pueden hacerlo si no se anuncian en la prensa. Es más, estas iniciativas

134.- Cfr. ESCUELA SUPERIOR DE INDUSTRIAS DE BÉJAR: Velada artístico literaria en honor de Cervantes organizada por la –‑– para solem‑nizar el tercer centenario de la publicación del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, año de 1905. Salamanca, Impr. de Francisco Núñez, 1905, pp. 40.

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 419

satisfacen ausencias y lagunas formativas del sistema escolar reglado, o simplemente un establecimiento educativo de nueva planta135.

Béjar no puede ser una excepción, considerando que es una ciudad comercial, y punto de encuentro y atracción del partido judicial, de la comarca, con una po-blación de relativa importancia para la época y, como se demuestra, capaz de ofrecer enseñanzas con demanda en la población: carreras especiales, repaso de asignaturas del bachillerato, clases de repesca para estudiantes suspensos en verano, contabilidad, cálculos mercantiles, teneduría de libros, preparación para oposiciones a la admi-nistración pública, correos, acceso a carreras militares, enseñanzas de lenguas vivas (principalmente francés), educación física y gimnástica, clases de corte y confección, dibujo, música, mecanografía, y otras enseñanzas más. Este ejercicio histórico lo va-mos a llevar a efecto mediante la consulta detallada de la prensa bejarana de estos 36 años primeros del siglo XX, lo que nos permite aproximarnos de otra forma a las condiciones educativas de la ciudad.

Los anuncios de las enseñanzas de instrumentos comerciales, como la contabi-lidad, los cálculos mercantiles, la teneduría de libros, operaciones de bolsa y banca, son muy frecuentes y constantes. Así, en 1902 Enrique Pamo González, abogado y tenedor de libros, con domicilio en Alojería 3, 1º, anuncia lecciones teórico-prácticas de contabilidad en general por partida doble, correspondencia y cálculos mercan-tiles136. Manuel Anaya Puente anuncia en 1909 lecciones de teneduría de libros por partida doble, C/ Mansilla 37. Desde el año 1918, sigue en 1922 y continúa anun-ciándose hasta los años 30 enseñanza de contabilidad por partida doble, a cargo de Ezequiel Anaya Trías, en calle Sánchez Ocaña 6, con método sencillo y práctico, siendo las horas de clase de 7.30 a 8.30 de la noche. Pedro Aparicio Fernández, apo-derado del Banco del Oeste, desde 1928 hasta la guerra civil de 1936, da lecciones de contabilidad, teneduría de libros y operaciones de banca y bolsa. Por tanto, el ramo de la banca y el comercio, que no encuentra oportunidades formativas en el sistema educativo reglado, busca su espacio profesional en la sociedad bejarana, y se ve re-compensado, según se desprende de la persistencia de ese tipo de anuncios.

La formación para aprobar oposiciones a diferentes puestos de la administra-ción pública es una posibilidad permanente para todo ciudadano, y no solamente para los bejaranos, como es bien sabido. La administración pública ofrece una salida profesional estable y segura, aunque generalmente basada en salarios medios o bajos. De ahí la oferta de academias y enseñanzas para correos, sobrestantes de obras públi-cas, carreras especiales, academias militares, que suelen proliferar en etapas de crisis del sistema productivo. Vamos a recorrer algunos ejemplos del amplio muestrario.

Desde el inicio del siglo XX don José Mañes anuncia en el semanario católico «La Victoria»137 academia preparatoria para carreras especiales, aunque pronto se traslada a Salamanca. Ramiro Martínez se anuncia en 1905 para dar un curso de preparación al ingreso en correos y telégrafos, al tiempo que el bachiller y maestro Francisco Alonso Illán, según se desprende de la sesión del Ayuntamiento de 12 de enero de ese mismo año, proyecta abrir un nuevo centro de enseñanza y ruega se le facilite algún material del sobrante de las escuelas públicas o subvencionadas, y se le ceda en alquiler el lo-cal de la calle Mansilla en que estuvo la escuela de don Ricardo Sánchez Regadera138.

135.- En su día hemos estudiado el caso de Ávila y también de Salamanca, observando en torno a 1898 y años inmediatos cómo se produce la demanda y la oferta educativa a través de los anuncios de la prensa local, cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: «Educación y trabajo en la España del 98. Los casos de Ávila y Salamanca», Cuadernos Abulenses. Ávila. 4 (1985) 153-165.136.- Cfr. La Victoria. 31 de octubre de 1902.137.- Cfr. La Victoria. 5 de enero de 1901.138.- Cfr. La Victoria. 17 de diciembre de 1904 y 14 de enero de 1905.

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I420

En junio de 1908 se anuncia, en calle de la Libertad 3, academia preparatoria para telégrafos y sobrestantes de obras públicas, y repaso de asignaturas para la Escuela de Industrias de la ciudad. En julio de 1908 se funda el Centro de Estudios de San Fer-nando, un centro-pensión para alumnos de la Escuela Superior Industrial, y de otras carreras civiles y del Estado, que admite internos, medio-pensionistas y externos, con determinadas obligaciones. Cuenta con personal docente reconocido, y el responsa-ble es el presbítero don Valentín Guijo Lucio, y está situado en calle Reinoso 37. Se funda con el fin de velar por la inexperta juventud que acuda a la Escuela Industrial y otros centros de la ciudad.

En diciembre de 1908 Juan Teixidor y Jugo anuncia oposiciones al cuerpo de empleados administrativos de la Compañía arrendataria de Tabacos. Preparación para contestar debidamente a las preguntas del programa para dichas oposiciones. Carrera de fácil entrada y de positivos resultados, a la que se entra ganando 1500 ptas anuales. La sede está en Plaza Mayor, y allí continúan las clases de Aritmética, Cálculo Mercan-til y Teneduría práctica de libros por partida doble.

En 1910 se anuncia academia preparatoria para el ingreso en el cuerpo de telé-grafos, calle Mayor de Sánchez Ocaña 30. El oficial de telégrafos Tomás Parra ofrece en mayo de 1915 enseñanza para correos-telégrafos en su Academia especial. Desde enero de 1915 el profesor de la Escuela Industrial, Miguel Terol, prepara para carreras especiales, con repasos de matemáticas elementales y superiores. Calle de las Armas 12.

El presbítero Ignacio Parra en enero de 1916, y hasta avanzado 1920 ofrece enseñanza de correos y telégrafos, entre otras. Pablo Salvador en noviembre de 1921 prepara para oposiciones al cuerpo de correos, en C. Mayor de Pardiñas 86, 2º. En la Academia Moderna, y desde octubre de 1924, su director, Amable García, junto con personal competente y especializado, prepara en cada materia para el ingreso en correos, telégrafos, magisterio y bachillerato, Sánchez Ocaña 46, 2º dcha. También se prepara desde marzo de 1926, de forma especial, para señoritas auxiliares de correos.

En 1925 se anuncian enseñanzas especiales por Pedro Salvador, en calle Mayor de Pardiñas 86, 2º, y se dice en el periódico «El Canario»139 que con honorarios ra-zonables. Ofrece preparación sólida y eficaz de las siguientes enseñanzas: Estadística, Hacienda (oposiciones convocadas), aduanas, Banco de España, Tabacalera, Telégrafos, Correos, Radiotelegrafía, Prisiones, Secretarios de Ayuntamiento, ingreso en la escuela de Ingenieros industriales y carrera de Comercio. Ofrece igualmente secciones inde-pendientes de Matemáticas, Química y Física, y de Idiomas (inglés, francés, alemán).

La formación militar, la preparación para el acceso a las academias militares, era en estos años una demanda muy reconocida, solicitada y visible por la sociedad, probablemente acentuada por el clima patriótico y regeneracionista reinante en Es-paña después de la ya mencionada crisis de 1898, una quiebra militar, ideológica y política, pero en primer lugar fruto de una derrota naval en toda regla140. También se percibe el problema colectivo en Béjar y se viven con intensidad estos ecos militaris-tas y patrióticos, sobre todo cuando han regresado desde la guerra de Cuba cientos de jóvenes bejaranos mugrientos, malheridos, famélicos, incultos y analfabetos muchos, y que han sido objeto de la caridad pública en los primeros años del siglo, después de 1898. La prensa provincial y local van llegando cargadas de noticias desagrada-bles y tristes propias de familias bejaranas, la mayoría de ellas humildes, en las que han muerto hijos o han llegado enfermos y miserables la mayoría. Las escenas de

139.- Cfr. El Canario. 25 de enero de 1925.140.- Cfr. MARTÍN PEINADOR, León: El Ejército ha de ser el sostén de la Patria y escuela principal de regeneración del país, en los conceptos agrícola e industrial. Segovia, Impr. Provincial, 1903. También, PUELL DE LA VILLA, Fernando: «Educación de adultos en el servicio militar español», Historia de la Educación. 20 (2001) 307-331.

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 421

la estación del ferrocarril de Béjar recibiendo repatriados de Cuba son ciertamente patéticas. De ahí en buena medida el interés socialmente suscitado por ingresar en el ejército, reformarlo y regenerar España también por la vía militar. Béjar, como otras poblaciones españolas, no puede ser ajena a esta conciencia colectiva, y ello queda re-flejado en la prensa, y en los ofertas de formación para acceder a la formación militar.

Así, en julio de 1905 se anuncia la «Academia preparatoria para ingreso en las academias militares», siendo sus profesores el comandante de infantería don Ernesto Zappino Riquelme y el primer teniente de infantería don Ricardo Jiménez Muñio. El curso dará principio el 1 de septiembre próximo y la preparación será completa. El último de cada mes se remitirá a los padres, tutores o encargados de cada alumno, una nota con la calificación mensual. Antes de las vacaciones de Navidad habrá exá-menes de semestre por ambos profesores. Las clases de matemáticas serán diarias, y de hora y media de duración cada una, y alternas de francés y dibujo. Esta academia no tendrá internos.

Parece que en noviembre de 1912 va a instalarse en Béjar una academia militar, por parte del capitán Ochando. El alcalde Bernabé S. Cerrudo firma una hoja que se distribuye por la ciudad en la que se solicitan informes sobre el número de alumnos que estarían dispuestos a asistir a una escuela militar que va a crearse en la ciudad. Es una escuela «particular de instrucción preparatoria militar del ejército».

Se publica el reglamento de las escuelas militares que se crean en varias ciudades de la región militar, entre otras en Béjar. Son escuelas militares dependientes del Esta-do, creadas por RD. De 27-IX-1912, «con la finalidad de fomentar el espíritu militar del país instruyendo gratuitamente en las obligaciones y deberes militares a cuantos mozos lo deseen, al objeto de que puedan disfrutar de los beneficios y ventajas que concede la vigente ley de reclutamiento, si al ser declarada su situación militar poseen la instrucción preparatoria que determinan los reglamentos actuales». La escuela mi-litar se instala en el local de la antigua escuela de niñas de San Juan, y se inaugura el 24 de marzo de 1913, con presencia de autoridades y entidades bejaranas. Sabemos también que en septiembre de 1913 funciona en Béjar una sección de la «Sociedad de Tiro Nacional», dentro de la Escuela Militar que se ha creado. Debió resultar una experiencia fallida, pues carecemos de noticias posteriores sobre su posible éxito.

Hemos de esperar muchos años, hasta julio de 1929, para ver renovado en Bé-jar el interés por la enseñanza premilitar. Así, L. de Bidebieta escribe un interesante artículo, en el que explica el sentido formativo, técnico y patriótico de estas escuelas de enseñanza pre-militar que funcionan en la cabecera de la mayoría de los partidos judiciales. «La educación ciudadana desde el punto de vista militar, tiende a disponer en la nación en armas, en los hombres que ha de encuadrar la Patria el día de la guerra, la mayor garantía de eficacia militar a cambio del menor gasto, ya en la economía nacional, ya en la prestación del servi‑cio militar. Para conseguirlo, nada más natural que ensanchar la esfera de acción del cuartel, escuela nacional, y llevar su actuación pedagógica, cual los reglamentos enseñan, a los núcleos de jóvenes que aún no están obligados por ley a prestar el ineludible servicio de las armas»141.

La enseñanza del francés y otras lenguas vivas se convierte en una demanda permanente durante estas primeras décadas del siglo XX, sobre todo por razones co-merciales, como bien exponen los anuncios, en parte derivadas de los efectos y de-mandas procedentes de la Escuela Industrial. Pero también es innegable el efecto mul-tiplicador del viaje que ejerce la llegada del ferrocarril para los bejaranos pudientes que pueden dedicar parte de su tiempo y vacaciones a viajar a Francia, a París como meca de la moda, del lujo y del pasatiempo ostentoso de sociedad. Para ello también

141.- Cfr. Béjar en Madrid. 13 de julio de 1929.

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I422

se precisa el manejo de la lengua francesa, y como la posibilidad de aprenderlo bien en la segunda enseñanza es casi inexistente en Béjar, o bien las mujeres no tendrán apenas oportunidades, por ello vamos a encontrar una frecuente presencia de ense-ñanzas particulares de lenguas extranjeras en la ciudad.

Así, en mayo de 1905 se anuncia Vicente Olleros Harguindey, y expone sus mé-ritos de curriculum: Francés (Certificado de estudio expedido por la Academia de Burdeos y cinco años en Francia, en el colegio de Baigts); Tejidos: teoría de Lluch (cinco años de permanencia en Tarrasa, Elbeuf, Sedan, Roubaix, y 11 años de profe-sorado en la Escuela de Artes y Oficios, y dos años de ayudante de la escuela de Artes y Oficios de Béjar).

El profesor de la Escuela de Industrias, Santiago de Tos, ingeniero industrial, anuncia en noviembre de 1906, en su domicilio de la calle San Juan 26, 2º, que abre un curso de enseñanza práctica del francés, con honorarios módicos, puesto que el francés es lengua imprescindible para las relaciones comerciales142 .

En 1910 se anuncia el siguiente texto: «Ha llegado a esta población don José Ruiz, pro‑fesor del idioma francés, que conoce perfectamente por haber permanecido por espacio de varios años en Francia. Dicho señor se propone dar clases del mencionado idioma a las personas que se dignen honrarle con su confianza, tanto a la viva voz, como gramaticalmente, con lecciones de lectura, tra‑ducción y escritura sobre la correspondencia familiar y comercial. La clase general será de 3 horas al día y su precio, 5 ptas. mensuales. En cuanto a las lecciones particulares, serán a horas y precios convencionales, pero también módicos»143.

En 1911 el profesor de francés, José R. Fernández, da clases especiales de francés para los dependientes de comercio, en calle Mayor de Reinoso 29. El horario es de 6.30 a 7.30 de mañana, y de 10 a 11 por la noche.

Más adelante, en enero de 1912, pero también continúa en marzo de 1926, Pablo Salvador Prieto ofrece lecciones de francés e inglés. Honorarios 8 y 10 ptas mensuales por asignatura respectivamente. Método sencillo y de extraordinaria rapi-dez. Como parece un todoterreno de las lenguas, ofrece realizar traducciones directas e inversas de los dos idiomas mencionados, así como de alemán e italiano, a precios convencionales. Avisos en la Plazuela de San Juan 26, 1º. Dice que también prepara en lenguas para acceder al cuerpo de aduanas, en Plaza Mayor 20, 2º.

En la Segunda República, ya desde 1932, se anuncia Juan Hernández Petit, como profesor de francés. Este profesor escribe más tarde diferentes obras, principalmente de teatro y para la radio, varias de un decidido perfil político próximo a Millán Astray y Franco144.

Finalmente, otro especialista en francés, Fernando Rodilla anuncia clases en Sán-chez Ocaña 10, en el verano de 1933.

La enseñanza de Corte y Confección está muy arraigada en las poblaciones de alguna importancia, porque ello va a permitir a muchas familias, o bien ir a la moda emergente que viene del exterior, o bien contribuir de forma directa al ahorro fami-liar. De ahí su interés y atractivo, y su larga presencia en el tiempo, prácticamente de forma continuada. Así, vemos anunciada en Béjar en agosto de 1905 «Academia de Corte y Confección», dirigida por la profesora numeraria del Fomento de las Artes de

142.- Este profesor de francés es un reconocido traductor de manuales de metalurgia y electricidad. Así, Electricidad al alcance de todos. Autor, Georges Claude. Traductor: Santiago de Tos. Barcelona, Impr. Fidel Giró, 1902; Manual del maquinista y fogonero. Autor: G. Gantero y L. Loria. Traductor: Santiago de Tos. Barcelona, Guinar y Pujolar, 1907, 1908 (2ª), 1920 (ª); Manual de metalurgia. Autor: H. Pecheux. Traductor: Santiago de Tos. Barcelona, Imp. José Montesó, 1928.143.- Cfr. La Victoria. 21 de mayo de 1910.144.- Entre otros trabajos, cfr. HERNÁNDEZ PETIT, Juan: Vidas ilustres interpretadas ante el micrófono de Radio Nacional de España. Burgos, Aldecoa, 1938, pp. 78. En los años setenta del siglo XX colabora en el periódico madrileño ABC.

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 423

Madrid, doña María Larroy y Domingo. Ocupa el local de la antigua Escuela de Artes y Oficios, y posee un programa de estudios propio: canastilla para niño recién nacido, canastilla de señor, corsé, trajes para señora y niño en fantasía y paño. Horas de clase: mañana, de 10.30 a 12.00; tarde, de 4 a 5.30. Honorarios módicos.

En junio de 1906 leemos otro anuncio de corte y confección en calle Solano. María Tejero y Orodea establece en agosto de 1908 academia de corte y confección en la calle Sánchez Ocaña 6, 2º. Ese mismo mes y año Agustina López, bejarana, con 22 años de práctica en Madrid de corte y confección de ropa blanca para señoras y caballeros, admite niñas como discípulas en su domicilio de la calle Olleros 16. En abril de 1910 se anuncia academia de corte y confección de María Izcaray. En agosto de 1911 se anuncia la academia de corte y confección para señoritas por el sistema Ibero, a cargo de Beatriz Sánchez. Otra Academia de corte y confección, sita en Rei-noso 15, aparece en agosto de 1919 y continúa en 1920.

El anuncio de «Academia central. Profesora recién llegada de Madrid abre su academia de corte y confección para señoritas. Enseñanza rápida garantizada y completa de toda clase de ropa blanca y color. Se obtienen títulos de profesoras. c/ Libertad 54», recoge la prensa en julio de 1921. Así podemos observar diferentes ofertas, año tras año. Por concluir con alguna referencia, tomamos que en octubre de 1932, en calle Pardiñas 91, se anuncia una profesora de Bordados.

No encontramos mucha demanda de Educación física y gimnasia en la vida bejarana de estos años, como podría pensarse de una época en que emergen los deportes y el excursionismo, como veremos. En cualquier caso anotamos que desde octubre de 1909 en Béjar se da clase de Gimnasia, por la tarde, en el gimnasio esta-blecido en calle Colón 81.

Algo semejante podríamos decir de la enseñanza del Dibujo, que ofrece limita-das oportunidades formativas a los bejaranos, dada la escasez de anuncios aparecidos en la prensa. Mencionamos, no obstante, que en enero de 1915 Alfredo Galván Cáce-res da lecciones a domicilio de Dibujo y Colorido, nociones de perspectiva y pintura, en seda y tapices. Vive en Barrionuevo 31. Y más adelante, en diciembre de 1934, vemos el anuncio de la Academia de Dibujo y Pintura, «Minerva». Preparación para delineantes e ingenieros. C/ Colón 24.

Respecto a la enseñanza de la Música hemos de indicar, sin embargo, que encon-tramos frecuentes anuncios de lecciones musicales. Así, en 1915 se dan lecciones de Solfeo, piano, canto y armonía, con información en Fonda España. En diciembre de 1917 leemos lecciones de Solfeo y piano por Rafael Jiménez, Presbítero. Otra oferta de 1919 y 1920 es la de Manuel Pedraz, profesor de Música, quien da lecciones de Solfeo, Canto y piano, y recibe avisos en la Fonda España. Unos años más tarde (abril de 1926) vuelve a Béjar para dar lecciones musicales y ofrece Solfeo y piano, a domi-cilio, o en su casa de Mateo Hernández 20, principal.

La enseñanza de la Mecanografía, desde que se impone el uso de la máquina de escribir en la segunda década del siglo XX, se convierte en una necesidad social y mercantil, por lo que comienza a ser frecuente la oferta de esta especialidad. Así, en diciembre de 1923 se anuncia la Academia de Mecanografía, con enseñanza por el método del tacto o pandactilar, e informes en c/ Mayor 75, pal. O más tarde, ya en los años treinta, las lecciones de taquigrafía y mecanografía que se anuncian en c/ Pardiñas 28.

Al convertirse Béjar en un centro de vacaciones atractivo en el verano para mu-chas familias, nace también la necesidad de atender las inevitables recuperaciones escolares y la oportunidad para maestros particulares. Así, observamos que «El profesor Martín Moreno Domínguez abrirá el lunes próximo escuela de primera enseñanza durante las vaca‑ciones escolares, en el nº 6 de la calle Flamencos, casa de la viuda de don Felipe Martín. Horas, de dos

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I424

y media a cinco y media de la tarde. Honorarios: 2,50 ptas. al mes. Ya cuenta con varios alumnos de familias acomodadas», según recoge La Victoria en 17 de julio de 1914. O también sabe-mos que en 1921 Jesús García Santamera da clases de Primera Enseñanza, Magisterio y Bachiller en su domicilio, Plazuela del Solano 19, y a domicilio. Como la maestra Juana Calvo se ofrece a dar clases particulares en 1925. Algo parecido a lo que ya su-gería Pablo Salvador al anunciarse en junio de 1915 y 1916, «Deseando pasar el verano en esta ciudad, donde tantas atenciones se me han dispensado siempre, inicio lecciones de las siguientes materias: Gramática castellana y francés, especiales para estudiantes de bachillerato, correos y telé‑grafos. De alemán, especiales para estudiantes de ingeniería y medicina, que necesiten aprobar dicho idioma en el próximo septiembre. De francés, especiales para señoritas, en clase puramente particular, a domicilio. Honorarios módicos, Pablo Salvador. Avisos en Mayor de Pardiñas, 43».

Especial atención se presta en los anuncios a la preparación para las asignatu-ras del bachillerato, como refuerzo, o como recuperación de fracaso. Vemos que el licenciado Ildefonso Aguilar anuncia en 1901 repaso de asignaturas de ciencias del bachillerato en calle Trascorrales 5145. Según La Victoria de 1916 se dan lecciones para el Bachillerato. Preceptoría de Latín y Humanidades para el fomento de vocaciones eclesiásticas, con profesorado competente y adecuado para cada una de las materias. Sugiere dirigirse a don Ignacio Parra, Presbítero. Mayor de Reinoso 33, quien conti-nua de forma persistente al menos en 1920 en C/ Olleros 15. En septiembre de 1925 abre la Academia María Auxiliadora, para atender la formación en Bachillerato siendo uno de los promotores Urbano Domínguez, y dirigida ya en 1926 por Segundo Esté-vez, y la colaboración de Tomás Parra. Nos dice la prensa de 1927 que esta academia obtiene muy buenos resultados con sus alumnos en los exámenes del instituto de Salamanca146. Finalmente, todavía anotamos que en marzo de 1929 se va a abrir una academia preparatoria para Bachillerato, Magisterio y carreras especiales, con profe-sores muy competentes.

En resumen, con frecuencia la vida social y formativa de los ciudadanos y las em-presas marcha por delante de la iniciativa oficial educativa, y esto se percibe también en Béjar. Por ello deducimos que los anuncios de prensa dedicados a las enseñanzas más diversas, que hemos ido rescatando, cuando nos hablan de propuestas de nuevas enseñanzas, nos van adelantando las debilidades y lagunas de la cultura y educación, y preanuncian hacia dónde nos encaminamos en términos formativos. Forman parte permanente de la fotografía educadora de una ciudad, que va más allá de sus escuelas y establecimientos educativos.

6. ATENEOS, CASINOS Y SOCIEDADES DE CULTURA Y SOCIABILIDAD

Los inicios del siglo XX representan para Béjar una de las etapas más activas y con-trovertidas, más chocantes de su historia contemporánea. Es una ciudad con ciertos alicientes económicos, a veces con crisis cíclicas, sometida a convulsiones políticas como pocas localidades españolas, fuertes debates ideológicos, intensas controversias en la prensa, huelgas obreras muy duraderas (la de 1914 por ejemplo)147 y dramáti-cas para las familias, activa presencia del socialismo y en menor grado del anarquis-mo, numerosas y llamativas iniciativas culturales, actividad continuada y militante de los sectores republicanos, contraofensiva permanente de los católicos, dinamismo social y a veces empresarial. Es Béjar durante estas primeras décadas del siglo XX una

145.- Cfr. La Victoria. 15 de junio de 1901.146.- Cfr. Béjar en Madrid, 25 de junio de 1927147.- Cfr. INSTITUTO DE REFORMAS SOCIALES: La huelga en la industria textil de Béjar (1913‑1914). Arbitraje del Instituto. Madrid, Su-cesores de Minuesa, 1915, pp. 62.

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 425

ciudad viva, floreciente a ratos en lo industrial, sangrada con frecuencia por la emi-gración a América, socialmente muy desigual y polarizada, lanzada a la esperanza, pero también al desconcierto que representaba el inicio del siglo XX.

Antes de adentrarnos en el conocimiento de establecimientos y espacios de edu-cación social y sociabilidad hemos de hacer un breve comentario a la Sociedad Eco-nómica de Amigos del País de Béjar, institución de larga andadura cultural que ya hemos estudiado en otra ocasión con más detalle (remitimos a nuestro trabajo de 1988 ya citado más atrás). Este organismo impulsor de progreso y cultura en Béjar y su entorno atraviesa en su larga historia diferentes alternativas y momentos de éxito y otros de postración desde su nacimiento en la España de la Ilustración, pasando por momentos de inanición y otros de impulso de la mano de próceres educativos como Nicomedes Martín Mateos148 en el siglo XIX, hasta alcanzar la segunda década del siglo XX. A partir de ahí podemos aceptar su extinción real.

En Béjar, como en algunas otras dinámicas ciu-dades españolas, funciona una Sociedad Económica de Amigos del País. Esta iniciativa cultural y socie-taria había sido impulsada en su día por bejaranos ilustres como: Fernando Aguilar, fundador y direc-tor del periódico republicano «La Locomotora»; el filósofo don Nicomedes Martín Mateos; el médico Eloy Bejarano149; el abogado don Juan García Nie-to150, entre los principales. En los primeros balbu-ceos del siglo XX esta Sociedad Económica Bejarana era sostenida, por encima de todos, por la valiente y generosa dedicación de Luis Caballero Noguerol, quien seguía siendo fiel a los fines que se proponía lograr esta benemérita sociedad en su artículo pri-mero: «La Sociedad Económica de Béjar es una reunión de amigos del país dedicados a estimular la práctica de la vir‑tud, buscar la conveniente solución de los problemas que en‑trañan las ciencias económico‑sociales, la extensión y mejora de la beneficencia, el desarrollo de la industria en todas sus manifestaciones, y el fomento de la prosperidad e instrucción públicas y especialmente de las clases obreras».

Béjar seguía siendo una sociedad luchadora, defensora de sus intereses y posiciones en el con-cierto provincial y nacional, con gran personalidad. Béjar sonaba y era escuchada, porque proponía y publicaba, porque ofrecía solucio-nes, después de conocer propuestas, de estudiarlas. Béjar se abría con frecuencia al exterior, para sostener su dinamismo industrial, para ser competitiva, para estar al día, para opinar con cierta identidad.

Desde este marco de comprensión entendemos que una personalidad tan rele-vante en la política y en la cultura española de principios del siglo XX, como la de Rafael María Labra, vaya a Béjar en el mes de octubre de 1902. Labra es un político,

148.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: La educación en la obra de Nicomedes Martín Mateos. Béjar, Fundación Premysa, 2007.149.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: Educación médica, regeneración social y educación especial en la obra de Eloy Bejarano (18655‑1917). Béjar, Centro de Estudios Bejaranos, 1997. 150.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: «Don Juan García Nieto, la educación y la crisis de 1898», Béjar Información. II, 20 (10 de mayo de 1997) pág. 12.; IDEM: «La educación en el programa regenerador de Juan García Nieto», Béjar Información. V, 203 (11 de noviembre de 2000) pág. 3; IDEM: «Don Juan García Nieto y la Universidad de Salamanca», Estudios Bejaranos. 5 (2001) 97-104.

Casino Industrial

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I426

universitario y pensador muy influyente en la España de ese cambio de siglo. Es hom-bre de clara adscripción liberal progresista, con tintes republicanos, filosóficamente dentro del krausismo, rector y profesor de la Institución Libre de Enseñanza, compa-ñero de proyectos educativos de Giner de los Ríos, experto jurista en cuestiones inter-nacionales, además de otras variables de su extensa nómina y dedicación profesional.

Labra viene a Béjar invitado por la Económica Bejarana de Amigos del País, dado que es Senador en la Cámara Baja representando a todas las Sociedades Económicas. Llega a nuestra ciudad lanera para dar ánimos a los promotores, a los Amigos del País, para mantener la llama de la generosa dedicación a favor del bienestar de los ciuda-danos, y en particular de su educación151.

Labra, como buen krausista e institucionista, defiende de forma enérgica la ar-monía social, pero a partir de la razón y la educación, clave de transformación de la sociedad y de superación de sus contradicciones. Fue el día 20 de octubre de 1902 cuando, primero en el banquete de la Fonda del Nuevo Siglo, organizado en honor del ilustre invitado, y más tarde en la conferencia dada en el Casino Obrero, se escu-chan bellas palabras de apoyo y defensa a la educación y a la escuela, pronunciadas por el reconocido orador y pedagogo. Labra habla para quienes confraternizan con él, y en especial los miembros de la Económica Bejarana, de la conveniencia de sostener escuelas primarias de gran calidad, alineándose así en la fecunda trayectoria de Béjar en pro de las escuelas y la educación popular desde el siglo precedente.

De esta forma, los promotores de la llegada de Labra a Béjar incitaban a sus conciudadanos a conocer algo más de los fines y tareas de la Económica Bejarana de Amigos del País, refundada en 1879 pero operativa en 1902. Rafael María de Labra resultó ser en Béjar un excelente mensajero de estos ideales.

Entre las actividades emprendidas por la Económica Bejarana en estos años, ge-neralmente de tono oficial y representativo, podemos mencionar su presencia en la inauguración del mercado en 1905, el impulso a la mejor dotación de profesores de la Escuela Industrial en 1908, así como el impulso a la construcción de la carretera a Sequeros en ese mismo año, la mediación en el conflicto entre fabricantes y obreros en 1908, la protesta contra el general Primo de Rivera motivada por la modificación en la fabricación del uniforme de los militares (1908) que tanto perjudicaba a la in-dustria bejarana, veladas de apoyo a los reservistas bejaranos que operaban en Melilla (1909), y nuevas propuestas en 1910 sobre enseñanzas de la mujer y del obrero, enseñanzas comerciales, enseñanzas de adultos y en los cuarteles, o de apoyo a las iniciativas turísticas y de recreo (1911), y la celebración con los niños de las escuelas de la fiesta del árbol (1912).

Es más que probable que la muerte en 1913 de uno de sus últimos presidentes y animadores, Luis Caballero Noguerol, empujara a la Económica Bejarana hacia su extinción como organismo vivo, con capacidad de propuestas culturales, como has-ta entonces había sabido sostener, a pesar de las muchas dificultades y alternativas vividas. Robustiano García Nieto, otro de los últimos representantes de los Amigos del País de Béjar, no será capaz de mantener viva la llama de esta histórica institución cultural, educativa y de progreso para la ciudad y la comarca bejarana, aunque for-malmente se vea aparecer a la Económica Bejarana de manera puntual y testimonial algunos años más tarde, pero sin apenas relevancia. Había cumplido con su ciclo his-tórico con dignidad, y había ido desapareciendo por inanición y ausencia de apoyos.

151.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: «Labra habla en Béjar sobre la instrucción primaria», Béjar Información. V, 217 (17 de febrero de 2001) pág. 4.

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 427

En ese clima de sana y normal confrontación que vive la sociedad y la vida cultu-ral de Béjar, los Casinos y Sociedades desempeñan notables funciones de sociabilidad, recreo, ámbitos de cultura, palestra pública para las ideas más divertidas y más serias, ideológicamente variables, de cualquier signo. La organización de instituciones y tiempos para el encuentro social, los espacios lúdicos, el cultivo personal, el disfrute de la música, de conferencias políticas o técnicas, del aprendizaje del arte, es una feliz herencia recibida en Béjar del siglo XIX. Estos establecimientos educativos y culturales, con nombres muy variados (ateneos, casinos, sociedades culturales, círculos) arrai-gan en toda España, y desde luego en Béjar, como expresión de los espacios sociales que representan y apoyan la burguesía, los sectores obreros, los grupos políticos de diferente signo (republicanos, liberales, monárquicos), los católicos, o ámbitos más heterogéneos aún. Vamos recordar de forma resumida algunos de los más emblemá-ticos de la ciudad en este primer tercio del siglo XX.

El «Casino de los señores», oficialmente Casino de Béjar o Casino Industrial es el más antiguo de la ciudad en el origen temporal (la fecha más remota del mismo podría llevarnos a 1848, aunque tiene una vida llena de alternativas, cortes, desapari-ciones, cambios de dirigentes, estatutos y denominación). Merecería en su momento llevar a cabo un estudio monográfico del mismo, si pudieran conservarse fuentes do-cumentales suficientes y adecuadas, para profundizar en el trasfondo social del sector industrial bejarano y de sus instrumentos de poder e influencia social y económica, también política, claro está. Es el espacio de encuentro y sociabilidad de la burguesía industrial, de los grandes comerciantes, de algunos funcionarios de nivel, de pro-pietarios agrarios, de oficiales de la milicia y sectores de la administración de estatus superior, de algún profesor de la Escuela Industrial, es el lugar donde se agasaja al rey Alfonso XIII en 1922. Es el espacio en que las hijas de la burguesía entran en sociedad y se ponen de largo, donde se celebran innumerables bailes y banquetes de sociedad, de carnaval y de verano, de madrugadas de chocolate y buñuelos, de acogida a mi-litares y a políticos, donde en alguna ocasión se pronuncian conferencias relativas a los intereses de la burguesía de orden, del político y del orden social, donde se juega y divierte entre si el sector selecto de los ricos de Béjar, donde tienen lugar notables conciertos musicales y otros de andar por casa, unos vocales y otros instrumentales. Es un mundo social por estos años de guirnaldas, farolillos de fiesta, vestidos largos, mantones de Manila, baile y superficialidad, verbena y banquete caro, selecta cena americana y lugar de recepción de visitantes ilustres (por ejemplo los estudiantes portugueses en 1935). Es la expresión de la distinción social, y así continuará siéndo-lo después de 1936, cuando Béjar viva su máximo esplendor industrial y económico. Es para nosotros un espacio de cultivo educativo distinto de los establecimientos escolares, pero muy influyente, pensado para los sectores sociales superiores, donde priman sus valores, formas de vida y estilos de ser. El Casino Industrial, o de Béjar, es un ejemplo magnífico de espacio simbólico de distinción social en una sociedad tan diferenciada en clases sociales como es la de Béjar en estos años.

El Casino Obrero de Béjar, fiel a su ideario y fines, «Instrucción, moralidad y re-creo», es desde los inicios (1881) un buen muestrario de los intereses culturales del bejarano medio, es notario y reflejo de la pluralidad de ideas que admite la vida de la ciudad textil. Remitimos a la consulta de un estudio extenso y reciente que hemos preparado sobre el mismo152. El Casino Obrero, de larga y fecunda trayectoria hasta nuestros días, tuvo que refundarse en 1915, por razones económicas, y desempeña

152.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: Casino Obrero de Béjar, 1881‑2006. Instrucción, moralidad y recreo. Béjar, Casino Obrero de Béjar/Ateneo Cultural, 2010.

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I428

en estos años del primer tercio del siglo XX una lúcida función cul-tural, educativa, social para buena parte de los bejaranos de todos los sectores sociales. Tiene la intuición de convertirse en un esta-blecimiento que no distingue clases sociales, a pesar de su adjetivo calificativo de obrero, porque en el mismo caben todos. El Casino Obrero se erige en estos años en espacio de mediación y negocia-ción social, de convivencia, de recreo y baile popular, de cultura mu-sical y teatral, de apoyo mutuo, de palestra para conferenciantes muy brillantes y significativos (Rafael María de Labra, Juan García Nieto, Unamuno, Luis Caballero Noguerol, Miguel Muñoz Elena, José Polo Benito, José María González Castro, Francisco Bernis, Ramiro Arroyo, Tomás Elorrieta, Juan y Emilio Muñoz García, Alejandro Lerroux, José Yanguas Mexía, Manuel Francisco Crespo, entre otros muchos). El muestrario de políticos, profesores, escritores, médicos, juristas es representativo de la diversidad ideológica y cultural que acoge el Casino Obrero. La diversidad de procedencias sociales e ideológi-cas de sus presidentes y juntas directivas es otro exponente más de lo que hemos denominado ser el casino de todos los bejaranos sin distinción.

José María Blázquez de Pedro, animador de El Ateneo Bejarano (1911-12), es en Béjar uno de los más activos y provocadores pe-riodistas en los principios del siglo XX, dejando buena traza como director en cabeceras de prensa como «La Dinamita» (1903), «Pa-tria y Letras» (1902-03), «Patria y República» (1903), «Cultura y Tolerancia» (1911-12). Es un anarcosindicalista confeso, anticleri-cal, provocador social, y también impulsor de iniciativas culturales

y educativas como el Ateneo Bejarano, siempre convencido de ser la cultura y la educación la auténtica palanca de la revolución social. Es nuestro personaje un es-critor y poeta, ensayista y comentarista de noticias, siempre en tono belicoso, pero inteligente. Polemista infatigable contra el semanario católico de Béjar, La Victoria (se mofa de ella como la Tía Gazmoña), dirigido por Santiago Agero Brochín (Santia-guete, según él), y siempre defensor de causas nobles. Fue aceptado epistolarmente por Unamuno, y también tuvo buenos contactos con Dorado Montero, el penalista nacido en Navacarros.

José María Blázquez de Pedro se va a erigir en firme baluarte de la pedagogía anarquista y de la escuela de Ferrer i Guardia153. Utilizando las plataformas públicas, y en especial los periódicos que quedan a su alcance, y algunos de difusión provin-cial, como El Adelanto de Salamanca, se lamenta de que en Salamanca o en Béjar no se apoye la creación de escuelas racionalistas y ateneos libertarios, parecidos a la escuela de Ferrer en Barcelona, o a otras como la Luz de Castilla que nace en Valladolid. Aun-que mantiene correspondencia con Unamuno, en este tema no van a coincidir, pues el rector de Salamanca se va a mostrar firme opositor a Ferrer i Guardia y la Escuela Moderna de Barcelona. El periodista bejarano mantiene contactos y correspondencia con los anarquistas de Cataluña, recibe el Boletín de la Escuela Moderna (otra razón añadida para ser excomulgado en las parroquias de Béjar), defiende a los encausados de la Mano Negra, apoya la iniciativa escolar anarquista de Gijón, y en todas sus ac-tuaciones se muestra a favor de la ciencia, la razón, contra la Iglesia y sus defensores, a

153.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: «Blázquez de Pedro y la pedagogía de Ferrer i Guardia», Béjar Información. V, 229 (12 de mayo de 2001) pág. 12.

Jose María Blazquez de Pedro

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 429

favor de la libertad total, y contra todas las ataduras, con la voz de la razón por delante, a favor de la es-cuela, la prensa, la cultura libre. Fue siempre un mi-litante de la revolución social, en Béjar, Madrid, Sa-lamanca, más tarde Panamá, allá donde le conducen sus ansias de cambio y revolución social. Apuesta por la educación y la cultura como estandarte, la es-cuela y la prensa como instrumento. Y por supuesto, los espacios de cultura como los ateneos, de los que también es un fervoroso defensor.

El Ateneo Bejarano que promueve Blázquez de Pedro junto a otros bejaranos inquietos de orienta-ción progresista radical, de corta e intensa vida cul-tural (1911-1912), nos ofrece en su revista «Cul-tura y Tolerancia»154, portavoz del establecimiento ateneísta, una viva expresión de lo que podía significar para la ciudad de Béjar, en los inicios del siglo XX, un proyecto cultural de orientación abierta, progresista, avanzada, plural, de reconocimiento de los derechos de la mujer y su cultura155

Otro de los casinos que en el Béjar del primer tercio del siglo XX suscita deseos de nuevas ideas, oportunidades culturales y formativas a sus socios es el Casino Be-jarano, que en 1921 ofrece diferentes actividades en su programación, atendiendo a uno de los artículos de sus estatutos, que dice expresamente «La sociedad tiene por principal objeto, fomentar la instrucción y buenas costumbres de los asociados y proporcionarles al mismo tiempo el conveniente solaz y distracciones legítimas pro-pias de una sociedad culta y honesta»156. Unos años más tarde, en 1930, se instala el Hotel Comercio en los antiguos locales del Casino Bejarano. Anotamos también otros cafés y salones donde de manera más puntual se celebran actividades culturales. Así la conferencia del socialista Andrés Saborit en el salón del Progreso, o Círculo Artístico, en diciembre de 1927, en la que exhorta de forma vehemente a los obreros bejaranos para que se afilien al PSOE e intervengan de manera activa en política. Pero conviene recordar los nombres de Café Industrial, Café Teatro Salón de Variedades, Casino del Liceo, Salón Café Novelty, todos ellos expresivos de la riqueza y variedad social, edu-cativa y cultural de la ciudad de Béjar en el primer tercio del siglo XX.

Ya hemos mencionado más atrás que los sectores católicos gozan de sus pro-pios espacios de sociabilidad, manteniendo centros culturales católicos con diferente denominación (Centro Social, Círculo Católico, Casa Social Católica). Mencionemos uno de los últimos de esta etapa. En 1933 nace la Mutua Cultural Bejarana, presidida por Gabriel Rodríguez López, prolífico y comprometido colaborador del semanario católico la Victoria, desde muchos años atrás. Sus fines son culturales, para fomentar la enseñanza, bibliotecas y otras instituciones de fomento de la instrucción, desde una perspectiva católica. Su presidente es un activo ensayista social e historiador au-todidacta (escribió con Vicente Agero algunos avances de la aspirada historia de Béjar en 1919, obra ya citada en el volumen I de esta Historia), autor de varios opúsculos y trabajos sobre las condiciones económicas y sociales de la industria textil157, fabri-

154.- Cfr. GUTIÉRREZ TURRIÓN, Antonio: «“Cultura y Tolerancia”: algo más que una revista», Estudios Bejaranos. 1 (1994) 13-27.155.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: «Curioso concurso de belleza, bondad y cultura para las señoritas de Béjar (1911) acom-pañado de discurso sobre la conveniente educación de la mujer», Papeles del Novelty, 4 (2000) 23-28.156.- Cfr. El Avance. 11 de junio de 1921.157.- Cfr. RODRÍGUEZ LÓPEZ, Gabriel: Manufacturas laneras en Castilla en el siglo XVIII: notas sociales de las fábricas de Segovia, Guadalajara y Béjar. Madrid, Escuela Social, 1948, pp. 111.; IDEM: La irregularidad del trabajo en la industria textil lanera, especialmente en Béjar. Salamanca,

Casino Obrero. Biblioteca

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I430

cante en la ciudad, y avanzado el siglo XX fue nombrado cronista de Béjar. Ya hemos indicado que la sociabilidad de los católicos bejaranos por estas fechas se sitúa en el contexto del catolicismo social español, y encuentra en el semanario La Victoria su principal canal de difusión.

La Casa del Pueblo de Béjar, espacio de sociabilidad socialista, se inaugura en 30 de abril de 1931, en la Ronda de Navarra, y durante los años de vida que tiene, hasta julio de 1936, se erige en el lugar de encuentro y organización de actividades políti-cas y culturales, también educativas, de todos aquellos bejaranos que sintonizan con el PSOE158. Por ejemplo, en enero de 1936 se llevan a cabo allí diferentes actuaciones teatrales159. A raíz del levantamiento militar de julio de 1936 quedó incautada y des-mantelada por la intervención de los nuevos gobernantes.

En el ámbito de la educación social, la cultura y sociabilidad juvenil cabe destacar en esta etapa de la historia bejarana la presencia, un tanto efímera, de los Explorado-res Bejaranos, que gozan de una corta andadura entre 1927 y 1932160. En el contexto de una sociedad que en el mundo se abre a una nueva conciencia ciudadana, de compromiso social, valoración de la naturaleza y el excursionismo, Béjar también se convierte en un punto sensible de atracción para el turismo, la reflexión sobre el valor de la educación física, la sensibilidad hacia la naturaleza en un contexto ciertamente privilegiado como el que representa la montaña y la vegetación, la práctica del excur-sionismo y en una oportunidad para trasladar a los niños y adolescentes la conciencia ciudadana, y los valores que encierra un movimiento de tanto arraigo mundial como es el escultismo, los boy scouts, los entonces denominados Exploradores Bejaranos. Nacen de manera mucho más tardía que en otras poblaciones del entorno (Salaman-ca, Plasencia, Peñaranda, Zamora), y gozan también de un curso vital reducido y no muy brillante, a pesar de los esfuerzos de algunos esforzados bejaranos. Amable García es uno de los más comprometidos con esta iniciativa social y juvenil de los Exploradores Bejaranos, algo pasajera y que no logra calar entre los bejaranos, por diferentes motivos.

7. EDUCACIÓN, CULTURA Y VIDA COTIDIANA

Existen otras manifestaciones de la vida cultural y educativa bejarana que tras-cienden incluso a las instituciones, y expresan la iniciativa de personas particulares y grupos y asociaciones más informales, o novedosas, que cultivan actividades musica-les, deportivas, solidarias, estéticas.

Así sucede con las bibliotecas. Con independencia de que existieran algunas bi-bliotecas en Béjar, más o menos dotadas, en concreto en la Escuela Industrial o en algunos Casinos y Ateneos, la ciudad carecía de una biblioteca popular asequible a todos los sectores sociales. Así lo constata en 1926 el activo maestro de primera

Escuela Social de Salamanca, 1949, pp. 17; IDEM: La Sierva de Dios Aurora Calvo: evocación, recuerdo, rectificación. Béjar, Imp. S. Guijo, 1960, pp. 19.158.- Ver más ampliamente varios estudios recogidos en AGRUPACIÓN SOCIALISTA BEJARANA: Socialismo en Béjar. Primer centenario de la Agrupación Socialista Bejarana (1902‑2002). Béjar, ASB, 2002.159.- «En el Teatro de la Casa del Pueblo se halla actuando durante la semana presente la Compañía cómico-dramática de Lozano-Mariño, que llevan dadas varias funcionbes de las cuales ha alcanzado mayor éxito la titulada “La sublevación de Jaca o el proceso y fusilamiento de Fermín Galán y Ángel García Hernández”, que fue representado el miércoles y el jueves con grandes llenos y una interpretación magnífica», Cfr. Béjar en Madrid. 11 de enero de 1936.160.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: «Excursionismo, escultismo y educación social. Los Exploradores Bejaranos (1927-1932)», Estudios Bejaranos. 15 (2011) 83-93. IDEM: «Escultismo, regeneracionismo y educación de la ciudadanía en España (1912-1936). Influencias inglesas», pp. 43-62, en HERNÁNDEZ DÍAZ, José María (coord..): Influencias inglesas en la educación española e iberoamericana (1810‑2010). Salamanca, Hergar Ediciones Antema, 2011.

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 431

enseñanza, Emilio Herrero, principal impulsor de la iniciativa de erección de una biblioteca popular en Béjar, que alcanza éxito después de notorios esfuerzos y mu-chos escritos. Se instala en el parque de la Corredera, se surte de donaciones varias de libros y materiales (incluida la de la Casa Real en 1928) y de algunas adquisiciones, y se cumple un objetivo básico de la cultura, como es facilitar la lectura a todas las gentes, con independencia de sus posibilidades económicas. Hacia 1931, una vez fallecido el activo promotor de la idea, parece que la biblioteca popular decae en sus ánimos y actividad, aunque se mantiene viva. Se había construido un peldaño más en el edificio de la cultura y la educación de los bejaranos de todos los sectores, una afirmación y aproximación al libro, y el paso de los años solo hará que confirmar la bondad de ese proyecto cultural y pedagógico.

Algo parecido sucede con la búsqueda de apoyo para instalar un museo en la ciu-dad de Béjar, que inicialmente (1924) se planteaba como de Arqueología e Industria. Parece que comienzan a darse los primeros pasos para lograr fondos de instalación, hay ilusión, se justifica su necesidad, se concretan las diferentes secciones que deben constituirlo (sala de honor, traje bejarano, historia, industria, religión, prensa, hojas sueltas, gráfica, arte bejarano, temas de actualidad), que podrían convertirse en un instrumento formidable de apoyo a la cultura de los bejaranos y visitantes. Pero final-mente la iniciativa se malogra por inanición. Habrá que esperar muchos años, hasta bien avanzados el siglo XX y principios del XXI para poder visitar en Béjar una pequeña red o muestra de museos instalados en la ciudad.

Es la hora de la llegada a Béjar de la filantropía organizada, siguiendo pautas de países europeos, como sucede con la instalación y activo funcionamiento de la Cruz Roja a partir de 1926, organización social de voluntarios que había nacido ya a fines del siglo XIX. El sanitario Félix Antigüedad será uno de los más activos promotores161.

El excursionismo y el alpinismo comienzan a evidenciarse como una de las identidades de Béjar, dada su proximidad física a la montaña y a la nie-ve, y a la emergencia por estas fechas de una nue-va cultura del deporte, la excursión a la montaña, y el alpinismo. En 1930 se constituye la Sociedad Alpina Bejarana de Excursionismo, presidida por el industrial, filántropo y escritor Emilio Muñoz, per-sonalidad clave en el impulso a muchas iniciativas culturales de Béjar en este primer tercio del siglo XX, y después de 1936 con algunas responsabilidades municipales. Desde los años veinte comienzan a ser frecuentes y habituales las subidas a la sierra, a las Lagunas del Trampal y del Duque, a la Covatilla, al descubrimiento de nuevos rincones y paisajes, a la construcción del nuevo refugio alpino, sin despreciar otras excursiones etnológicas por el entorno, en particular por pueblos de la Sierra de Francia y las Batuecas. Unamuno con sus visitas desde años atrás se había convertido en el pregonero de lo que vendría a ser habitual y muy propio de la cultura cívica y deportiva de los bejaranos. Y ya en los años trein-ta las actividades deportivas de montaña, alpinistas y de práctica del ski, concursos

161.- Cfr. ANTIGÜEDAD, Félix: «Lo que hace la Cruz Roja Española en Béjar», Béjar en Madrid. 7 de marzo de 1931. Este médico y reconocido filántropo también impulsó la creación de la institución Gota de Leche en marzo de 1927, para mejorar el estado sani-tario de la infancia en Béjar y entorno.

Equipo de fútbol Los Aguilas

HISTORIA DE BÉJAR / VOLUMEN I I432

incluidos, fotografía de montaña, son mucho más frecuentes aún. Ha nacido en Béjar la pedagogía deportiva de montaña162.

Dentro de este espíritu colectivo sensible al deporte y la pedagogía del cuerpo, la educación física, de clara ascendencia e influencia inglesa, es preciso mencionar y valorar el inicio en Béjar por estos años que nos ocupan de diferentes actividades deportivas, como va sucediendo en otros muchos lugares de España. Se trata del excursionismo más básico, de la organización de colonias escolares, de vacaciones y campamentos de verano, de la construcción del preventorio provincial en Llano Alto (1933) con carácter médico-higiénico. Béjar, Candelario y su entorno se van convir-tiendo, ya en los años treinta, en un centro receptor excursionista, de veraneo culto en proximidad a Baños de Montemayor (principal balneario de España al que asiste la flor y nata de la política y la industria, como Lerroux, Indalecio Prieto, Villalobos, por citar a alguien). Pero también comienzan a asentarse otros deportes, como el fútbol, de tal forma que en 1934 la práctica del fútbol está ya muy extendida en Béjar, pues existen activos varios equipos, por ejemplo «Selección de la Corredera», «Huracán F.C.», Unión Deportiva Bejarana, Candelario F.C, Estrella del Castañar, Invencible, en-tre otros.

El florecimiento musical de orfeones y de conciertos veraniegos tiene mucho que ver con esa nueva realidad que se atisba en Béjar como nuevo centro turístico. El parque municipal de la Corredera se va a convertir en un espacio habitual de la convi-vencia, la lectura y la música. Es la nueva expresión de un ideario cultural de pequeña burguesía culta que dispone de algunas semanas cada año para descansar y cultivarse. Cultura y veraneo comienzan a ir unidos, y un mediador excepcional es la música en el parque, pero también en otros lugares. Así, además de las actividades musicales y bailes que organizan los abundantes espacios de sociabilidad existentes en Béjar ya mencionados, podemos recordar las actuaciones especiales del Orfeón Salmantino en la Corredera y en la Casa del Pueblo, o de la Coral de Béjar, por ejemplo.

Las Misiones Pedagógicas llegan a Béjar, y hablamos de 1934, en plena Segunda República163. Es bien conocido que las Misiones Pedagógicas representan una parte muy sensible del proyecto republicano de los años treinta del siglo XX, para intervenir en la mejora cultural y educativa de una España oscura, pobre e iletrada, en especial en aquellas comarcas más atrasadas e incomunicadas. Motivados por el ideario de hombres de la Institución Libre de Enseñanza como Manuel Bartolomé Cossío, nom-brado Presidente del Patronato de Misiones Pedagógicas, jóvenes profesores y estu-diantes universitarios se desplazan en el período de sus vacaciones a pueblos y aldeas de zonas apartadas, casi siempre de montaña, para llevar a los campesinos de forma gratuita y generosa los bienes de la cultura popular, como auténticos mensajeros de la buena noticia pedagógica, como misioneros de la cultura y la educación.

Los misioneros llevan consigo bibliotecas populares, museos ambulantes, teatro popular, coros, rudimentarios cinematógrafos, danza, música, la ilusión y el aire fres-co de un pensamiento juvenil que crece en el proyecto republicano, y en el bien que siempre representa la cultura para el pueblo. Sabían muy bien que la consolidación del proyecto de la República pasaba por erradicar la incultura y la pobreza. Y por ello apuestan con firmeza por la educación y la cultura para todos.

Las caravanas de misioneros de la cultura recorren muchas rutas de la geografía española, desde el Valle de Arán a las Alpujarras, desde Sanabria a la Sierra de Ayllón, desde las Hurdes a Gredos, y también en el entorno de Béjar.

162.- Cfr. GIL RODRÍGUEZ, Ángel: Aproximación a los orígenes y desarrollo de los deportes alpinos en Béjar. Béjar, CEB, 2001163.- Cfr. HERNÁNDEZ DÍAZ, José María: «Misiones pedagógicas en Béjar (1934)», Béjar Información. V, 241 (4 de agosto de 2001), pág. 12.

EDUC ACIÓN Y SOCIEDAD EN BÉJAR EN EL PRIMER TERCIO DEL S IGLO XX (1900-1936) 433

Cuando ya han recorrido las Misiones Pedagó-gicas más de 150 pueblos de varias provincias espa-ñolas, desde sus comienzos en el verano de 1931, ahora también llegan a Béjar. Es en los primeros días de abril de 1934 cuando llegan a nuestra ciudad algo más de cuarenta jóvenes universitarios madri-leños, cargados de altruismo y gratuidad, dirigidos por los profesores don Eduardo Torner (especialista en música popular española), don Luis Santullano (reconocido novelista) y don Constantino Suárez (articulista y autor teatral). Los generosos misione-ros de la cultura se hospedan en el Hotel Comercio de Béjar, y desde allí plantean sus actuaciones en algunos pueblos cercanos.

En esta ocasión traen el coro y el teatro, y levantan el tinglado con soltura y ra-pidez. Actúan en Cantagallo y en Navacarros, y unos días más tarde intervienen otra vez en Becedas y Candelario. Cantan tonadas populares y representan obras del teatro clásico español, el que tanto gusta a la gente sencilla, del pueblo. No olvidemos que el responsable general del programa de teatro de las Misiones era don Antonio Ma-chado, el poeta universal.

No nos consta si el Museo Ambulante, con reproducciones de obras originales de maestros pintores del Prado, llegó a Béjar. Creemos que no se expuso en la ciudad, pero sí había llegado en otras ocasiones a pueblos próximos, como Barco de Ávila, Alba de Tormes, Sequeros (junio y julio de 1933). Durante unos días el Museo Am-bulante se convertía en punto de atracción estética y cultural para la comarca donde se instalaba, invitando a maestros en las escuelas, padres, jóvenes de ambos sexos, a sensibilizarse y aprender a través del arte.

Otra de las iniciativas culturales vinculadas al Patronato de Misiones Pedagógicas de la II República fue la de las bibliotecas populares. Fueron varios miles de bibliote-cas populares las que diseminó el Patronato por toda España. Cada biblioteca estaba formada por un cupo de libros accesibles, sencillos y representativos, que se enviaban a las escuelas primarias, o a centros culturales populares, para que todo el que qui-siera tuviera acceso directo y libre a la cultura, y se viera así facilitada la tarea de los maestros y los agentes culturales.

Si nos referimos a pueblos próximos a Béjar, sabemos que entre 1932 y 1933 se crean bibliotecas populares en las siguientes localidades: La Alberca, Béjar, Berrocal de Salvatierra, Cabezuela de Salvatierra, Casafranca, Casas del Conde, Cepeda, Endri-nal, Escurial de la Sierra, Frades de la Sierra, Fuenterroble de Salvatierra, Guijuelo, Herguijuela de la Sierra, Lagunilla, Linares de Riofrío, Madroñal, Maíllo, Mogarraz, Monforte de la Sierra, Monleón, Nava de Francia, Navarredonda de la Rinconada, Rinconada de la Sierra, San Esteban de la Sierra, San Martín del Castañar, San Miguel de Valero, Santibáñez de Béjar, Sequeros, Sotoserrano, Valero y Villanueva del Conde. El total de bibliotecas populares instaladas en la provincia de Salamanca durante estos años republicanos había sido de 102.

Una mención final nos merece la actuación del grupo de Teatro de las Misiones Pedagógicas, «La Barraca», dirigido por Federico García Lorca, que representa en la Casa del Pueblo de Béjar, en marzo de 1936, el clásico «Fuenteovejuna», con un éxito espectacular entre el numeroso público asistente.

Refugio de La Covatilla