105 Pags Oralidad_anuario16
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{ 1 }O R A L I D A D
SITIOS PATRIMONIALESTRADICIONES ORALES
SIGUIENTECONTRAPORTADA CONTENIDO
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{ 2 } O R A L I D A D
ANTERIORSIGUIENTEPORTADA CONTRAPORTADA CONTENIDO
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{ 1 }O R A L I D A D
EDItORIAL
MEnsAjE DEL DIREctOR GEnERAL
LOs sItIOs y LAs tRADIcIOnEs ORALEs
Wenonga-mee, el guerrero jaguar.tradicin oral y patrimonio cultural del yasunPhilip Gondecki / Alemania y Ima Fabian Nenquimo/ Ecuador
El Rey cristophe en un relato oral del norte de HaitLiliane Devieux/ Hait
Katalina Luango:Mediadora para los difuntos entre el aqu y el allRutsely Simarra Obeso y Jess N. Prez Palomino/ Colombia
El espacio cultural de Palenque de san BasilioJesus Natividad Prez Palomino
El lector de tabaqueraMiguel Barnet / Cuba
Las plazas de Vitoria Gasteiz - La Habanangel Mora Achiaga/ Espaa
Vitoria Gasteiz, corazn, espritu y epicentro de la innovacin y vitalidadGonzalo Arroita/ Espaa
En figura de navo, con popa y proaJos Javier Lpez de Ocriz, en colaboracin con Juan Adrin Bueno Agero/ Espaa
Las plazas de la Habana Vieja: la centralidad irradiadaEusebio Leal/ Cuba
Las voces de la Plaza ViejaCarlos Venegas/ Cuba
Los mercados: patrimonio cultural de Mxico para el mundoEdmundo Escamilla y Yuri de Gortari / Mxico
Una nueva luz en tlacotalpnCarlos Vjar Prez-Rubio/ Mxico
El boho y el patrimonio intangible. Relaciones peligrosasDaniel Taboada Espiniella / Cuba
DOssIER: ORALIDAD En EL sUR
La oralidad y la escritura en Guamn Poma:un esfuerzo de interculturalidad y una puerta abierta al futuroGiane da Silva y Mariano Lessa / Brasil
El Pachallampe:fiesta patrimonial de la precordillera de Parinacota (Arica-chile)Miria Luque Arias / Chile
candombe, herencia africana en el UruguayOscar D. Montao/ Uruguay
Identidad sonora de la gente del carbn: regin de Bio-Bio, chileHctor Uribe Ulloa/ Chile
tributo a Mario BenedettiArmando Olveira/ Uruguay
REsEAs y nOtIcIAs
DOcUMEntOs DE LA UnEscO
6
34
24
29
30
32
33
34
42
46
48
56
60
6566
70
76
80
84
8896
14
Para el rescate de la tradicin oral de Amrica Latina y el Caribe
Anuario 16 /2009
Contenido
ANTERIORSIGUIENTEPORTADA CONTRAPORTADA
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{ 2 } O R A L I D A D
cOnsEjO EDItORIAL ORALIDAD:PREsIDEntE: Miguel Barnet. EDIcIn: Vctor Marn. cOLABORAcIn RED ORALIDAD: gilda Betancourt. cORREccIn: Mara eMilia SoteraS. DIsEO: M. guerrero.
UnEscO LA HABAnA:DIREctOR: HerMan Van-Hooff. cALLE cALzADA nO. 551, EsqUInA A cALLE D, VEDADO, LA HABAnA. cP 10400. tELEf.: +537 833 3438, 832 2840, 832 7741, 832 7638. fAx: +537 833 3144.
PARA cOnsULtAs O EnVO DE PROPUEstAs DE ARtcULOs A ORALIDAD, UstED PUEDE DIRIGIRsE DIREctAMEntE A LA RED ORALIDAD:[email protected] www.lacult.org
LOs ARtcULOs fIRMADOs ExPREsAn EL cRItERIO DE sUs AUtOREs y nO cOMPROMEtEn En MODO ALGUnO A LA REDAccIn DEL AnUARIO. LAs IMGEnEs, ExcEPtO cUAnDO sE InDIcAn, sOn PROPORcIOnADAs POR LOs PROPIOs AUtOREs qUIEnEs sOn REsPOnsABLEs DE LAs MIsMAs. LAs OPInIOnEs qUE sE ExPREsAn nO REfLEjAn nEcEsARIAMEntE LAs DE LA UnEscO y nO IMPLIcAn En MODO ALGUnO A LA ORGAnIzAcIn.
nGEL MORA AcHIAGA ([email protected])Arquitecto, Urbanista e Ingeniero en Diseo Industrial del Pas Vasco. Pro-motor cultural, comisario de la exposicin VItORIA LAHABAnA GAstEIz y Director de ciudadcity www.ciudadcity.net
ARMAnDO OLVEIRA ([email protected] )Periodista uruguayo. colaborador de El Pas Cultural y del semanario Brecha, co-rredactor de la serie Bodegas del Uruguay, para el diario El Ob-servador y de la serie Paseos que Ensean para el diario El Pas. secretario de prensa de la Asociacin Uruguaya del Patrimonio Industrial.
cARLOs VjAR PREz-RUBIO ([email protected])Arquitecto Mexicano, reconocido escritor y Director de la revista cultural Archipilago.
cARLOs VEnEGAs fORnIAs ([email protected])Historiador e Investigador del Instituto cubano de Investigaciones cultu-rales juan Marinello.
DAnIEL M. tABOADA EsPInIELLA ([email protected])Dr. Arquitecto, titular de la ctedra de Arquitectura verncula Gonzalo de crdenas, de la Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana.
DOn jOs jAVIER LPEz DE OcRIz ([email protected])Doctor en Historia Profesor titular Historia del Arte, Universidad de La Rioja (UR) y en la UnED, Vitoria.
EDMUnDO EscAMILLA y yURI DE GORtARI([email protected])coordinadores de la Escuela de Gastronoma Mexicana (EsGAMEx) y promotores del congreso culinario internacional. cheffs de La Bombilla e investigadores de la cultura alimentara.
EUsEBIO LEAL sPEnGLER ([email protected])Historiador y reconocido intelectual cubano. Director de la Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana, Presidente de la comisin nacional de Monumentos de cuba y del comit cubano del IcOM.
fLIx jULIO ALfOnsO ([email protected])Msc. en ciencias Histricas. Especialista de la OIficina del Historiador de ciudad de La Habana.
GIAnE DA sILVA MARIAnO LEssA ([email protected])Profesora de UnIRIO/UfRRj, Rio de janeiro, Brasil.
GOnzALO ARROItA ([email protected])Abogado Urbanista.Director de la Agencia de Revitalizacin Integral de la ciudad Histrica de Vitoria-Gasteiz.
PRODUccIn:
www.excelencias.com
AGRADEcIMIEntOs EsPEcIALEs A AnDRs MAzzInI, nGEL MORA, BLAncA PAtALLO, GILDA BEtAncOURt, fRDRIc VAcHEROn, MARA cLAUDIA LPEz, MARA EMILIA sOtERAs, MIGUEL BARnEt, PILAR sARnAGO, PHILIP GOnDEGKI y A tODO EL EqUIPO DE UnEscO En sUs OfIcInAs DE LA HABAnA, MOntEVIDEO y sU sEDE En PARIs POR LAs PROntAs cOLABORAcIOnEs y AMABLE APOyO BRInDADO A DIVERsAs sOLIcItUDEs y cOnsULtAs.
LOs tRABAjOs sOLIcItADOs y cEDIDOs GEntILMEntE POR sUs AUtOREs, nO IncLUIDOs En EstE nMERO, sERn cOnsIDERADOs En PRxIMAs EDIcIOnEs.
HctOR URIBE ULLOA ([email protected])Investigador del Archivo de cultura tradicional de Artistas del Acero y docente de folklore Universidad san sebastin chile.
IMA fABIAn nEnqUIMO IRUMEnGA ([email protected])Waorani, comunidad Keweri-ono, Ro shiripuno, Amazona Ecuatoriana, Presidente de la fundacin Apaika Pee, www.apaikapee.org, Ecuador.
jEss nAtIVIDAD PREz PALOMInO ([email protected])colombiano, colaborador del Ministerio de cultura de colombia, especia-lista en temas sobre el Patrimonio Inmaterial y sobre el espacio cultural de Palenque de san Basilio.
jUAn ADRIn BUEnO AGERO ([email protected])Arquitecto y Urbanista, Director del Plan Especial de Rehabilitacin del casco Medieval de Vitoria-Gasteiz.
LILIAnE DVIEUx ([email protected])Escritora y periodista haitiana. Profesora de la Universidad de Montreal, canad. colaboradora habitual de Oralidad.
MARIA E. sOtERAs ([email protected])Msc. en Procesos culturales y profesora del Instituto superior de Arte de La Habana, cuba; consultora de UnEscO.
MIGUEL BARnEt ([email protected])Multi laureado escritor, etnlogo. Presidente de la Unin nacional de Es-critores y Artistas de cuba (UnEAc), Presidente de la fundacin fernando Ortiz y Presidente del consejo Editorial de la revista ORALIDAD.
MIRIA LUqUE ARIAs ([email protected])Acadmica del Departamento de Espaol en la Universidad tarapac de Arica (UtA), Regin de tarapac, en Iquique chile.
OscAR D. MOntAO ([email protected])Historiador, colaborador en la Organizacin afrouruguaya cEcUPI, participa activamente en la organizacin de comparsas como panelista en diferentes programas radiales y ha escrito una decena de libros relaciona-dos con la tradicin popular y diversos temas Afro uruguayos.
PHILIP GOnDEcKI ([email protected])Licenciado en antropologa cultural. Instituto de Estudios Americanos y Etnologa, Universidad de Bonn, Alemania. colaboracin con la Oficina de la UnEscO en quito en el programa para la conservacin y Manejo sostenible del Patrimonio natural y cultural de la Reserva de Biosfera yasun, Ecuador.
RUtsELy sIMARRA OBEsO ([email protected])Lingista, especialista en pedagoga y maestra en lingstica, docente coeditora del lxico de la lengua palenquera, directora de la Asociacin de Mujeres Afro descendientes del caribe y miembro del consejo comunita-rio Ma Kankaman de Palenque de san Basilio.
Colaboradores
ANTERIORSIGUIENTE
Vitoria Gasteiz, corazn, espritu y epicentro de la innovacin y vitalidad
PORTADA CONTRAPORTADA CONTENIDO
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{ 3 }O R A L I D A D
Oralidad regresa con el inters de proponer una visin, tan amplia como viable, de todo el acervo patrimonial de la regin. Enfocamos esta edicin nmero 16, conscientes de que para el rescate de la tradicin oral de Amrica Latina y el caribe, es preciso entender del mismo modo el carcter integral del patrimo-nio, vindolo como un resultado -consecuencia del dialogo intercultural y de la
relacin de la comunidad con el medio-, y analizar adecuadamente sus races, sus
perspectivas y los nexos e interdependencias en la metamorfosis del mundo, hoy.
En esta nueva entrega de ORALIDAD, proyectada desde diversos sitios a donde devolve-
mos mezclados sus ingredientes, se han querido ligar varios mundos. se resalta la importancia
de los idiomas y se colorean concepciones, reconociendo diferencias lingsticas, mostrando la
capacidad creativa y la amplia diversidad cultural de un continente en transformacin. sus p-
ginas nacen tambin en medio de una biodiversidad que demanda, cada vez ms, sensibilizar
a la sociedad y dar activa participacin a las comunidades para salvaguardar la tradicin oral,
su entorno y la variedad de sus culturas en beneficio propio, colectivo, y mundial.
Itinerante por diversas reas de la vasta geografa de Amrica Latina y el caribe y sus varias
expresiones de la tradicin oral, la edicin se refiere a lenguas en el Ao Internacional de los
Idiomas y a sus lugares en el Ao Internacional del Planeta tierra. En ese dilogo de espacios
construidos y sitios naturales, hay expresiones que son parte de la memoria del mundo. se
trazan as los puentes culturales para abrir y preparar el camino a alguna otra prxima entrega
de ORALIDAD, y a la llegada del 2010, Ao Internacional por el acercamiento de las culturas.
En las pginas que siguen, el lector encontrar imgenes literarias y grficas sugerentes.
ORALIDAD ensancha esos retratos de la tradicin oral y su contexto a los lectores, gracias al
Portal de la cultura de Amrica Latina y el caribe desde su sitio Web: www.lacult.org, una
alternativa fructfera que se abre ante la reducida tirada de la publicacin impresa.
Esta edicin dcimo-sexta, cuenta con el apoyo de la Direccin de Patrimonio cultural de
colombia, con la contribucin de entidades emblemticas para la restauracin, y de varios
arquitectos, refiriendo las interacciones entre la tradicin oral y la cultura construida. En un
esfuerzo simultneo entre las oficinas de UnEscO en La Habana y Montevideo, que trazan
caminos para la deseable aportacin progresiva de nuevas contribuciones desde varias reas
encaminadas al fortalecimiento de la Red regional [email protected]; ORALIDAD pre-
senta su DOssIER: ORALIDAD en el sur, el cual proporciona una oportunidad de colaboracin
novedosa y muy sensible al aportar ms opciones y nuevos enfoques territoriales sobre temas
y expresiones de trascendencia regional.
como es usual en cada edicin, completan el anuario una mirada a las expresiones del patri-
monio cultural inmaterial de la regin; la seccin dedicada a noticias y reseas, donde los lectores
encontrarn informaciones sobre otras publicaciones y manifestaciones culturales, incluyendo
homenajes a instituciones notables en el quehacer latinoamericano y caribeo. Por ltimo, un
conjunto de documentos, de probada utilidad por su actualizacin en el tema, coronan este
nmero, facilitando interrelacionar y brindar un conocimiento sistmico entre todas las formas
de patrimonio en la regin con sus variadas manifestaciones y formas en cada pas.
Al transmitir esa visin de sntesis, diversidad y unidad que siempre propone y persigue la
UnEscO, ORALIDAD no slo vincula los espacios culturales y naturales asociados a manifes-
taciones del patrimonio inmaterial y resalta su difusin a travs de la tradicin oral, sino que
igualmente reitera la conviccin sostenida por la UnEscO de que las culturas no son mono-
lticas sino interdependientes1.De esta forma, tambin el anuario espera rendir un homenaje
especial a los pueblos de Amrica Latina y el caribe, en ocasin de la trigsima quinta confe-
rencia General de la UnEscO.
1 Idea contenida en el mensaje del Sr. Koichiro Matsuura, Di-rector General de la UNESCO, con motivo del Da Mundial de la Diversidad Cultural para el Dilogo y el Desarrollo, 21 de mayo de 2009.
E D I T O R I a l
con
sejo
ED
ItO
RIA
L
ANTERIORSIGUIENTE
Editorial
PORTADA CONTRAPORTADA CONTENIDO
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{ 4 } O R A L I D A D
Mensaje delDirector GeneralDURAntE sUs DIEz AOs cOMO DIREctOR GEnERAL DE LA UnEscO, EL sR. KOIcHIRO MAtsUURA, HA LLEVADO UnA AMPLIA ActIVIDAD PUBLIcA. VARIOs MEnsAjEs sUyOs HAn sIDO REPRODUcIDOs En LAs PGInAs DE ORALIDAD. En EstA OPORtUnIDAD sOn PREsEntADOs fRAGMEntOs DE sEnDOs MEnsAjEs sOBRE tEMAs qUE, A sU VEz, sOn EjEs DE EstA EDIcIn. En EL AO IntERnAcIOnAL DE LOs IDIOMAs y tAMBIn EL AO IntERnAcIOnAL DEL PLAnEtA tIERRA, ORALIDAD sE HOnRA, AL EntRELAzAR y ABRIR sUs PAGInAs A LA AccIn MULtIsEctORIAL DE LA UnEscO.
Este da especial fue instituido por la Asamblea Ge-neral de las naciones Unidas en 1972, con el fin de suscitar la conciencia y la accin mundial en pro del medio ambiente. El tema de este ao es tu planeta te ne-
cesita Unidos contra el cambio climtico. Permtanme
explicarles el significado que este mensaje encierra para
la UnEscO y lo que estamos haciendo para promoverlo.
La primera obligacin ineludible consiste en recono-
cer que el cambio climtico repercutir en los sistemas de
apoyo que sustentan la vida en la tierra y de los cuales
depende el bienestar de todos nosotros. Por lo tanto, de-
bemos responder a este llamamiento que hace el planeta
para que se inviertan las insostenibles tendencias actuales
de consumo y produccin que son las causas del cambio
climtico.
En segundo lugar, debemos actuar de consuno; sin
la participacin de todos los pases no podremos lograr
resultados justos y equitativos. El intercambio de informa-
cin y de experiencias adquiridas, as como la formacin
de alianzas dinmicas entre los diversos protagonistas
Mensaje con motivo del da Mundial de la diversidad cultural para el dilogo y el desarrollo,
21 de mayo de 2009.
Mensaje con motivo del da Mundial del Medio ambiente 2009 - 5 de junio de 2009
La celebracin anual del 21 de mayo como Da Mun-dial de la Diversidad cultural para el Dilogo y el Desarrollo nos brinda la oportunidad de reafirmar el mandato constitucional de la UnEscO de preservar la
independencia, la integridad y la fecunda diversidad de las
culturas de sus Estados Miembros y fomentar los princi-
pios democrticos de la dignidad, la igualdad y el respeto
mutuo mediante la educacin, las ciencias, la cultura y la
comunicacin.
La UnEscO tiene la conviccin de que las culturas no
son monolticas sino interdependientes, resultante de los
intercambios y prstamos mutuos, y que esa diversidad es
una fuente de vigor y unidad. Esta conviccin est plasma-
da de manera enrgica en la Declaracin Universal de la
UnEscO sobre la Diversidad cultural de 2001, en la que
se proclama que la diversidad cultural ampla las posibi-
lidades de eleccin que se brindan a todos; es una de las
fuentes del desarrollo, entendido no solamente en trmi-
nos de crecimiento econmico, sino tambin como medio
de acceso a una existencia intelectual, afectiva, moral y
espiritual satisfactoria.
sin embargo, cada da comprobamos la accin de las
fuerzas desestabilizadoras de la ignorancia y la descon-
fianza y la magnitud de la tarea que nos espera. La gestin
de la diversidad cultural es sin duda uno de los desafos
primordiales a que se enfrentan hoy da numerosos pases
en su empeo por construir sociedades del conocimiento
plurales e integradoras.
ANTERIORSIGUIENTE
Mensaje del Director General
PORTADA CONTRAPORTADA CONTENIDO
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{ 5 }O R A L I D A D
EL sR KOIcHIRO MAtsUURA, DIREctOR GEnERAL DE LA UnEscO jUntO AL sR. HERMAn VAn HOOff, DIREctOR, y tODOs LOs cOLEGAs DE LA OfIcInA REGIOnAL DE cULtURA PARA AMRIcA LAtInA y EL cARIBE, LA HABAnA, cUBA, EnERO 2009.
sociales, son factores esen-
ciales para definir y pro-
mover mtodos eficaces de
responder a este desafo. El
lema Unidos contra el
cambio climtico nos
recuerda la dimensin ti-
ca del asunto. En respuesta
a un problema que afecta
al mundo entero, debemos
encontrar soluciones equita-
tivas e integradoras. La respuesta
que demos al cambio climtico no debe colocar en una
situacin an ms desventajosa a los miembros ms po-
bres de nuestra sociedad y debera siempre priorizar la
preservacin de modos de vida sostenibles. En resumen:
deberamos abordarlo en el contexto ms amplio del logro
del desarrollo sostenible para todos.
El lema Unidos contra el cambio climtico pone tam-
bin de relieve en qu medida es necesario que los orga-
nismos, fondos y programas del sistema de las naciones
Unidas colaboren para hacer frente a esta amenaza. En
el sistema de las naciones Unidas, la UnEscO y la Orga-
nizacin Meteorolgica Mundial recibieron el encargo de
coordinar las labores transversales en materia de ciencia,
evaluacin, seguimiento y alerta temprana para responder
al cambio climtico. En fechas recientes, la UnEscO y el
Programa de las naciones Unidas para el Medio Ambien-
te firmaron un memorando de entendimiento que prev
la vinculacin de esta base de conocimientos cientficos
con la funcin de promocin y asesoramiento sobre polti-
cas que desempea el PnUD. stos son algunos ejemplos
de cmo la UnEscO y otros organismos de las naciones
Unidas tratan de fortalecer
su colaboracin con miras a
afrontar la amenaza que re-
presenta el cambio climtico
mundial.
El Da Mundial del
Medio Ambiente 2009 tie-
ne por objeto conferir a las
personas un poder real de
decisin para que lleguen
a ser agentes del desarrollo
sostenible y equitativo. Por consi-
guiente, y ste es mi tercer punto, la UnEscO prosegui-
r con energa sus esfuerzos encaminados a promover la
educacin relativa al cambio climtico y el desarrollo sos-
tenible, en particular su funcin de coordinadora principal
del Decenio de las naciones Unidas de la Educacin para
el Desarrollo sostenible. Asimismo seguiremos haciendo
hincapi en la importancia de que la radio, la televisin
y otros medios de comunicacin de masas aborden ade-
cuadamente los temas relativos al cambio climtico. no
se trata nicamente de que la informacin al respecto sea
fiable desde el punto de vista cientfico, sino que tambin
debe transmitirse de manera transparente y participativa.
En cuarto lugar, es preciso que se fortalezcan los co-
nocimientos locales sobre el cambio climtico y se reco-
nozca el valor inmaterial del medio ambiente, con el fin
de aplicar soluciones eficaces sobre el terreno. yo creo fir-
memente que la integracin en la cultura cotidiana de los
esfuerzos encaminados a responder al cambio climtico
debe ser una prioridad fundamental, que la UnEscO est
dispuesta a contribuir a este fin y que se encuentra en
condiciones de hacerlo.
es preciso que se fortalezcan los
conocimientos locales sobre el cambio
climtico y se reconozca el valor inmaterial del
medio ambiente
U
NES
CO L
A HA
bAN
A / E
. CO
LL, 2
009
ANTERIORSIGUIENTE
Mensaje del Director General
PORTADA CONTRAPORTADA CONTENIDO
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{ 6 } O R A L I D A D
tradiCin oral y patriMonio Cultural del yasun
Wenonga Mee
P
ETE
Oxf
ORD
ANTERIORSIGUIENTE
Wenonga Mee: El guerrero jaguar
PORTADA CONTRAPORTADA CONTENIDO
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{ 7 }O R A L I D A D
Philip GOnDEcKIIma fabian nEnqUIMO IRUMEnGA
Nani owoyomo Madani weka nenanipa wena may ne yngi, ama-ympa aye Godo apenebaymipa wayede beye tomaa nani kegay, tededo, nekoo, manomay impa ante, tomao kete nani yewenmo aye nani tedepamo ante nani oo keweomo aye pemo waoka inga nemaympa.
Los pueblos indgenas tienen derecho a revitalizar, utilizar, fomentar y transmitir a las generaciones futuras sus historias, idiomas, tradiciones orales, filosofas, sistemas de escritura y literaturas, y a atribuir nombres a sus comunidades, lugares y personas, as como a mantenerlos.2
cuador es un pas intercultural y plurinacional.
En l existen 13 nacionalidades y 14 pueblos
indgenas as como pueblos afro-descendientes, que
proporcionan una pluralidad de formas de mestizaje, y
una gran variedad sociocultural. tan complejo y diverso
como este conjunto social y cultural es el entorno natural
del Ecuador, compuesto por cuatro grandes regiones
naturales particulares: la Amazona, la sierra, la costa y
las Islas Galpagos, cada una marcada por ecosistemas y
zonas climticas diferentes, que lo califican como uno de
los pases con mayor diversidad biolgica en el mundo. La
regin amaznica al este de los Andes, tambin conocida
como Oriente, pertenece a los denominados hot spots
mundiales de mayor biodiversidad; es un paisaje modi-
ficado por el hombre desde hace milenios y abarca una
gran variedad natural y cultural, habitada en la actualidad
por diez nacionalidades y pueblos indgenas.3
Los Waorani son una nacionalidad de la Amazona
Ecuatoriana cuya historia est rodeada de muchos mitos,
leyendas e imaginaciones populares, y cuya percepcin
como los ltimos salvajes de Ecuador est marcada por
romantizaciones, por un lado, y prejuicios por otro (Rival:
1994). Por mucho tiempo fueron conocidos como aucas,
un trmino peyorativo y despectivo en la lengua runa shi-
mi (kichwa), que les estigmatizaba con atributos de salva-
jismo, barbaridad y crueldad. sin embargo, se autodeno-
minan e identifican como Waorani, que significa seres
humanos en su propia lengua. Actualmente, el pueblo
wao cuenta aproximadamente con 2.500 miembros, divi-
didos en diferentes clanes familiares, que viven dispersos
en varias comunidades. La principal unidad residencial
es el nanicabo, conformado por familias ampliadas que
viven juntas y comparten un espacio vital comn, y en
el cual realizan actividades cotidianas como la caza, la
pesca, la horticultura y la recoleccin de semillas, frutos y
especies del bosque.
Aunque existen muchos estudios y publicacio-
nes sobre los Waorani4, se sabe muy poco de su
pasado, origen y etnognesis. segn su historia
oral, los Waorani provienen simplemente de ro
abajo, y emigraron a su territorio actual hace
mucho tiempo. Durante siglos, vivan retirados
en los bosques interfluviales, donde llevaban una
vida semi-nmada, errante y autrquica, resistiendo
ferozmente todo intento de ser contactados. con
{ sit
ios
y t
ra
dic
ion
es }
E
su comportamiento guerrero evitaban cualquier tipo de
relacin, comercio o intercambio con personas ajenas,
forasteros, colonizadores o pueblos indgenas vecinos
hasta comienzos de los aos 1960, cuando la mayora de
los Waorani decidieron entrar en contacto pacfico con-
tinuo con misioneros evanglicos del Instituto Lingstico
de Verano (ILV), quienes tuvieron una gran influencia y
trataron de dominar, civilizar y controlar a los Waorani
durante muchos aos.
El territorio ancestral de los Waorani alcanzaba una
extensin de 20 mil km entre el ro napo en el norte,
y el ro curaray, en el sur. El Estado Ecuatoriano les ha
concedido un territorio reconocido de casi 8 mil km,
(que no representa ni siquiera la mitad de su territorio
tradicional), pero es la adjudicacin territorial indgena
ms extensa de Ecuador. En el este del territorio ances-
tral Waorani, limitando con Per, fue fundado en 1979
el Parque nacional yasun (Pny) con una extensin de
casi 10 mil km2. Actualmente es el parque continental
ms grande en el sistema nacional de reas Protegidas
de Ecuador, considerado, adems, uno de los de mayor
diversidad biolgica y gentica del planeta. La UnEscO
ecuador es un pas intercultural y plurinacional. en l existen 13 nacionalidades y 14 pueblos indgenas as como pueblos afro-descendientes
ANTERIORSIGUIENTE
Wenonga Mee: El guerrero jaguar
PORTADA CONTRAPORTADA CONTENIDO
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{ 8 } O R A L I D A D
reconoci la importancia del Pny a
travs del Programa El Hombre y la
Biosfera (MAB), y en 1989 declar al
Parque y sus alrededores Reserva de
Biosfera yasun (RBy).5
A la riqueza natural de la RBy, se
suma la gran diversidad cultural de
las nacionalidades indgenas de los
Waorani, Kichwa y shuar, y grupos
mestizos, que habitan en la regin6.
Adems, existen al menos dos co-
nocidos pueblos indgenas: los tagaeri
y taromenani, relacionados histrica
y culturalmente con los Waorani,
y que permanecen en asilamiento
voluntario, retirados y ocultados en la
parte meridional de la RBy. Esta zona
fue declarada zona Intangible por
el Gobierno Ecuatoriano en 1999,
prohibiendo a perpetuidad todo tipo
de actividad extractiva que pudiera
alterar la diversidad biolgica, o ame-
nazar la vida de los ltimos pueblos
indgenas aislados en la regin ama-
znica del Ecuador.7
Los Waorani son famosos por
ser hbiles cazadores y recolectores,
con profundo conocimiento sobre las
diversas especies de la flora y fauna
de su entorno natural y sus complejas
interrelaciones. su enorme conoci-
miento etnobotnico se muestra en
el nmero muy alto de diferentes
especies conocidas, nombradas,
cazadas, recolectadas y utilizadas por
el pueblo wao. La abundancia de su
terminologa con nombres especficos
para muchas especies, est correlacio-
nada con la alta biodiversidad de su
territorio tradicional y la RBy.8
Desde que los Waorani entraron
en contacto continuo con el mundo
exterior, estn confrontados con
diferentes actores e intereses ajenos.
Estn cada vez ms integrados a la
sociedad nacional y al mundo globa-
lizado, y se ven envueltos en muchos
conflictos relacionados, sobre todo,
con los distintos impactos socio-am-
bientales de la creciente explotacin
petrolera y la tala ilegal de madera en
su territorio.9 A pesar de vivir en las
ltimas dcadas procesos acelerados
de dinmicos cambios culturales, los
Waorani han logrado, sin embargo,
conservar en gran medida su for-
ma propia de percibir y entender el
mundo. Mantienen, hasta hoy en da,
su identidad particular y sus propios
rasgos culturales. A travs de sus
relaciones estratgicas con diversos
actores forasteros, han encontrado
medios y caminos para defender gran
parte de su territorio, y reivindicar sus
derechos colectivos. En la actualidad,
estn organizados en la nacionalidad
Waorani del Ecuador (nAWE) y la Aso-
ciacin de las Mujeres Waorani de la
Amazona Ecuatoriana (AMWAE).
A lo largo de muchas genera-
ciones, el autoaislamiento de los
Waorani, debido a su comporta-
miento guerrero y resistencia a todos
los intrusos en su territorio, ha
supuesto una gran distancia lings-
tica y cultural respecto a sus vecinos.
En consecuencia, la cultura wao es
nica, y su idioma, el waotededo,
representa una lengua aislada que no
tiene ningn tipo de filiacin con las
familias lingsticas sudamericanas.
segn algunos estudios lingsticos
(fabre, 2005; stara, 1985), no hay
congneres para esta lengua en las
Amricas, a pesar de que an no
ha sido estudiada en profundidad y,
hasta el momento, tampoco exis-
te un alfabeto estandarizado del
waotetedo; por ejemplo, mientras los
misioneros del ILV usan 19 letras para
escribir en waotededo (Peeke, 1973,
y Pike & saint, 1988), Montaluisa,
funcionario de la Direccin nacional
de Educacin Intercultural Bilinge
(DInEIB), propone un sistema con 16
letras para estandarizar los alfabetos
de las lenguas indgenas del Ecuador
sobre una base fontica.10
En su mayora, los Waorani fueron
monolinges hasta los aos 1980; en
la actualidad, muchos son trilinges
y hablan tambin, a parte de su
lengua materna, espaol y runa shimi
(kichwa). Entretanto, el incremento de
matrimonios intertnicos con miem-
bros de otros pueblos, especialmente
con Kichwas amaznicos de las comu-
nidades vecinas, sigue dinamizando
muchos cambios culturales y lingsti-
cos (Haboud, 2006: 188/220).
Los autores estn convencidos de
que la cultura wao permanece viva,
entre otras causas, por el soporte
esencial de su propia lengua waotede-
do, que desempea una funcin sus-
tancial en la expresin y transmisin
del patrimonio cultural inmaterial de
los Waorani, as como representa la
base fundamental de su identidad t-
nica y su unin como nacionalidad. se
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icio
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s }
LOs WAORAnI HAn LOGRADO cOnsERVAR En GRAn MEDIDA sU fORMA DE PERcIBIR y EntEnDER EL MUnDO. MAntIEnEn sU IDEntIDAD PARtIcULAR y sUs PROPIOs RAsGOs cULtURALEs.
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Wenonga Mee: El guerrero jaguar
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ha escrito mucho sobre los Waorani y
su cultura, historia, situacin actual,
etc., pero casi nada en su lengua pro-
pia. En este sentido, consideramos la
edicin y presentacin de un cuento
tradicional en waotededo, traducido
al espaol, como una contribucin
ms a la promocin de la diversidad
lingstica y a la difusin de publica-
ciones en lenguas indgenas.
La siguiente publicacin de la le-
yenda sobre el guerrero jaguar, forma
parte de la compleja y extensa tradi-
cin oral de los Waorani la cual, den-
tro de esta cultura, tiene la funcin de
conservar conocimientos ancestrales
a travs de cuentos, cantos y relatos
1 El siguiente artculo representa una contribucin a la documentacin, promocin y valorizacin del patrimonio lingstico-cultural y la tradicin oral de los Waorani como parte esencial de la diversidad cultural de la Reserva de Biosfera Yasun (RBY) en la Amazona Ecuatoriana. Es un trabajo conjunto de los dos autores, a los que une el inters comn de promover el dilogo y la prctica intercultural, valorizar la diversidad cultural y fomentar el reconocimiento y aprecio del extraordinario patrimonio cultural inmaterial de los Waorani. El artculo consta de dos partes, la primera, una introduccin a la historia y cultura de los Waorani y el patrimonio natural y cultural de la RBY; y la segunda, la publicacin de un cuento de tradicin oral wao sobre la leyenda del guerrero jaguar wenonga mee, en una versin bilinge, indita hasta el momento.
2 Artculo 13.1 de la Declaracin de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indgenas, traducido al waotededo, trptico del ciclo de conferencias, talleres y exposiciones Voces de la diversidad, cada lengua... un mundo, Visibilizar la diversidad lingstica para revitalizar el rico tejido de la diversidad cultural, Quito, Guayaquil, Cuenca, Puyo, FLACSO Ecuador, 2008-2009, www.flacso.org.ec
3 Segn Rafael Pandam Uvijindia (2008), de la Confederacin de las Nacionalidades Indgenas del Ecuador (CONAIE), se trata de las nacionalidades y pueblos indgenas Shuar, Achuar, Shiwiar, Siona, Secoya, Waorani, Ai (Cofn), Zpara, Andoa y los Kichwa de la regin amaznica; vase tambin Moya (1997) y Sosa & Paymal (1993).
4 Vase Cabodevilla (1994), Rival (1996, 2000), Cipolletti (2002), Patzelt (2002) y Tagliani (2004). 5 El PNY forma parte del Refugio del Pleistoceno (NapoUcayali). Como se ha sealado, es importante por su gran dimensin, abundante biodiversidad, centro de
especiacin, dispersin de seres vivos y altsimo endemismo, en el cual las especies se han conservado por milenios (ECOLAP & MAE 2007: 234). Junto con otras reas en el noroeste de la Cuenca Amaznica, la RBY est considerada como una de las reservas ms importantes del mundo; su flora y fauna es una de las ms variadas, con muchas especies endmicas que existen nicamente en esta regin. Segn estudios cientficos y datos del Ministerio del Ambiente de Ecuador, los bosques h-medos tropicales del Yasun acogen al menos 1.130 especies de rboles, 280 de lianas, 630 de aves, 165 de mamferos, 110 de anfibios, 72 de reptiles, e innumerables especies de insectos y otros invertebrados. En la RBY se puede encontrar, por ejemplo, que en una sola hectrea existen ms especies de rboles y arbustos que rboles nativos en toda Amrica del Norte. Sin mencionar que gran parte de la diversidad biolgica del Yasun es an desconocida. Respecto al PNY y la RBY vase Jorgenson & Coello Rodrguez (2001) y Villaverde et al. (2005).
6 Ms al sur de la RBY en una regin de la selva amaznica situada entre Ecuador y Per habitan los Zpara, cuyo patrimonio oral y otras manifestaciones culturales reci-bieron el reconocimiento por la UNESCO en el 2001 de ser una obra maestra, multinacional de Ecuador y Per, del patrimonio oral e inmaterial de la humanidad; vase Andrade Pallares (2002) y UNESCO (2007).
7 Vase Ortiz & Ruiz 1999. En cuanto a conflictos en la Zona Intangible vase Cabodevilla (2004) y Cabodevilla & Berraondo (2005). 8 Cern & Montalvo (1998), Davis & Yost (1983), Mondragn & Smith (1997) y Pichilingue et al. (2002).9 Vase Tassi (1992), Rivas & Lara (2001), Wray (2000) y Cabodevilla (2004).
10 Alfabetos del waotededo: a, , b, c, d, e, , ae, a, g, i, , o, , p, qu, t, w, y (19 letras; ILV); a, b, d, e, g, i, k, m, n, , ng, o, p, t, w, y (16 letras; Montaluisa / DINEIB, 1998). Fuente: Haboud, 2006: 208/222.
11 La leyenda del guerrero jaguar forma parte del libro de Ima Fabian Nenquimo Irumenga: Los cuatro dioses de los Waorani y el hijo del sol, (indito).
(vase Miller-Weisberger, 2000). En
este sentido, el presente cuento de
tradicin oral representa solamente
un segmento de una gran historia
y un ciclo mucho ms amplio de
leyendas, mitos y relatos tradicionales
de los Waorani.11 En su composicin
artstico-literaria es slo una muestra
ejemplar del extraordinario patrimonio
lingstico-cultural de los Waorani.
LA cULtURA WAO PERMAnEcE VIVA,EntRE OtRAs cAUsAs, POR EL sOPORtEEsEncIAL DE sU PROPIA LEnGUA WAOtEDEDO,qUE DEsEMPEA UnA fUncIn sUstAncIAL En LA ExPREsIn y tRAnsMIsIn DEL PAtRIMOnIO cULtURAL InMAtERIAL DE LOs WAORAnI, As cOMO REPREsEntA LA BAsE fUnDAMEntAL DE sU IDEntIDAD tnIcA y sU UnIn cOMO nAcIOnALIDAD.
El mundo wao es concebido desde
el mito. Para el lector ajeno a la cultu-
ra wao pueden hacer falta explicacio-
nes, pero hemos decidido presentar
esta leyenda del guerrero jaguar sin
interpretaciones o conclusiones, las
cuales dejamos a la consulta de los
sabios ancianos del pueblo wao, quie-
nes nos han transmitido este cuento
sobre un tiempo y mundo donde no
existan fronteras que separaran la
fantasa y la realidad.
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Tome obe nenki, ginkoi an atote ooonte emonaya eneomo aye kengiwe tome onowaka mamo tei oko, obe wenokete ante
keyonte emewo tekeyere. Ta weye
goro maniere obe okamo yeka
gekene okiyenani tawega ranimpa,
aye onokaimie gameno ongienani
manomain ananipa wenenani nani
apenegain maniomo waorani bate,
yebente pegaranimpa.
se cuenta que, una vez, la ana-
conda estaba recibiendo sol en una
playa muy grande, cuando apareci
un guila que la aprision entre sus
garras. La anaconda, entonces, inten-
t escapar sin lograrlo, pero el guila
la destroz y parti por la mitad. De
la parte superior de la cabeza salieron
las mujeres, y de la cola los hombres
que formaron el pueblo wao.
Epogame warepo i onte kerani-
pa kewengi, dika awenka, awento,
manikake takate wente. Oinga baon
kenanipa geye, oma earani miin
wepe emo. Maniere onko werenke
werenke kete tomenani ate eenani-
pa woro toma. Aye nana dika kaya tei
tei kete gonga bekopote tanonanipa.
Tome awe ontato ene ate taa weyen-
te omena bain onanipa emengo weo
pente, oma earani onte mamo
kenanipa.
Para poder vivir, utilizaban
trozos de piedra y palos para de-
fenderse. se alimentaban de ani-
males, aves y peces crudos. Ms
tarde, empezaron a construir sus
casas y a fabricar herramientas.
Obtuvieron fuego frotando unas
piedras contra otras, e idearon
la manera de utilizar ramas de
arbustos huequeados para poder
soplar a travs de ellos y cazar las
aves que vean.
Nani keweomo yebenani, aye
pago kete gorani, nangi waorani
erome gameno. Wante io mamo
be tente maniere, takate wenanipa
nanikabo. Waorani wenanipa dika
tono awenkaka anobain ontoka tome
mani nangi pienanike kewenanipa
pankarania gekene eme takarani mi-
nani gote wewente wa baranipa. To-
meere mani warepo nani girinkabo,
aroranike geente kewenani. Ire ware
wenonani wayomo goobe nani de
aomo mea go aroke nani wenkabo
ongiyenani. Mao menonte onko ome-
re nani wenkabo gekene tite emontai
we worogate monanipa, wiwa kerani
beye tomenani oinga inte wenonte,
emotai ein yaate to aminente wemo
bayonte monke wokeninke onotawe
gameno we entawente mongi.
con el tiempo, la poblacin
aument, las familias crecieron, y em-
pezaron a separarse. Muchas familias
tomaron rutas distintas, dirigindose
a lugares diferentes. Pasaron algunos
aos y se volvieron a encontrar, pero
esta vez hubo guerras entre ellos. La
lucha fue con piedras y estacas de
madera. Muri mucha gente y solo
sobrevivieron los ms fuertes. Entre
ellos, haba una familia que no era
muy hbil para la guerra. Ella huy
muy lejos, y sus tres hijos varones
construyeron una casa en la selva. Es-
tos waos aprendieron a usar la piel del
tapir para protegerse de los agresores.
Mataban al animal, obtenan su piel
y, despus de secarla, la usaban para
dormir, cubrindose el pecho para
protegerse de ataques.
Wempoka wimonga wenonke
kerani maniere baane tereka nano
wenani inanite apeneka eenani, mea
aroke erenenani ananipa kinante win
tite inte diki mimi ontato en wote
gibeponi aye oobo o kerobi. Nano
woro pentake kerinke taaro ino wan-
teyo gikimpa ire eente angampa:
minke gobopa aninke goka taaronke
omere tite onowa awakinga. Gawo-
reke bayonte, onowa owoponi gotin
aye paa kemie wokampa nangi tote
tomenga nano gena anampa awabin
onowa taaro, tomenga terekampa:
atabopa owoponi baane ao bayon-
te toma wokeboinpa mani tomemo
wanteyo kete piyene kete eremo
monkeboinpa.
El padre de los jvenes so una
noche que los rivales los atacaban y,
entonces, al amanecer reuni a sus
hijos y a su mujer y les coment el
sueo. Ellos preguntaron Por
qu no buscas un tapir, haces
un hueco profundo y lo cubres
con las hojas? Al cruzar por el
camino caer fcilmente el ani-
mal. Al escuchar eso, el padre
dijo: Ir a buscar el camino.
y as, se fue a la selva en busca
del tapir. Ms tarde, encontr
unas huellas muy frescas y
comenz a cavar. La mujer le
pregunt si haba encontrado
el camino y l le respondi:
Encontr huellas muy frescas
los Waorani son una nacionalidad de la
amazona ecuatoriana cuya historia est
rodeada de muchos mitos, leyendas e
imaginaciones populares
la leyenda delguerrero jaguar Wenonga Meesegn los relatos de los anCianos...
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y el camino; por la maana ir a
terminar mi trabajo para atrapar al
animal.
Woyowote ba mongampa baane
bayonte kengi kente wante ionte,
nano wenani inanite warete gokam-
pa, anoro omere eremo wokinga,
pakemie gibeponi ponenamain wo-
yonga wampotawe ongipoi kenkare
gikampa egankame wemo iomo yee
angi. Eegii gogenamain, tobeke bate
woo gikampa awenka go ten kontaka
enemoka. Pere enonani weya wen
ti weninke anoro waoka bakan,
wempoka apenekampa, wente pomi,
ekano wenona wemi boto omo-
moiri ebano kerani ween womonani
minani. Nano wenga terekampa:
wenamain imopa, moni wekabo we-
nonte goobe kewemonipa mea aroke
inanipa onkone kontaranita. Wante
ionte eremo apenenka toma nano
kete poni.
Por la noche descans, y en la ma-
drugada del da siguiente se despidi
de su familia, sali a asegurar la tram-
pa y comenz a cavar. En un descui-
do, se derrumb un pedazo de tierra y
cay. Mientras caa, gritaba sin poder
detenerse y, repentinamente, se
transform en una lora que, volando,
logr pararse en un rbol. Despus de
pisar el suelo, se transform en una
persona nuevamente. su padre, que
ya haba muerto, le pregunt: Ests
muerto, quin te mat? Mis nietos
huyeron y estn vivos. El hijo le res-
pondi: no estoy muerto, tuve que
salir a vivir muy lejos con mi mujer y
mis tres hijos que estn en la casa.
Le explic luego en detalle cmo
haba llegado hasta ese lugar.
Nano wenani de anga, goranipa
minginani wana ina. Taaronke nano
gorino gote, ontatoke aranipa gibepo-
ni wemo emo tomenani wenkabo ka
wete, okeme ponani onkone. Pone-
nani emewo gokainpa ante weranipa
wampo bate ebano kete kewengi.
Viendo los tres hijos que su padre
no llegaba, salieron a buscarle. siguie-
ron el camino por donde se haba ido,
y solo encontraron una excavacin muy
profunda que no tena fin. Preocupa-
dos, regresaron a su casa, pensando
que haban perdido a su padre.
Tome awene WENE ba ante gom-
poyonte miinga poninga inga. Ente
goranipa egakame omere baiomo
nani wente ateke goyomo akampa
weene weninani, mee inte angampa
eemi tomenani wenanitapa warepo.
Ne ente goka angam-
pa: ekame inkete we-
nani ate, baon gekene
ongipoya omenpa
tome inke onowoka
gekene goromenke
kegompa toma itere
woyowote ne goge-
namain boto nano
imain. Ebano kebo
ante tomenga gekene
wekampa awemonke
warepo weninani aye
miani kegonani ate
wayomo.
Los otros padres
que haban muerto
en la guerra se haban
convertido en jagua-
res, y fueron ellos
los que se llevaron al padre de los
jvenes que no muri al caer. El rey
demonio WEnE no quiso dejarle vivo,
as que los padres-jaguar le salvaron
llevndole muy adentro en la selva,
que estaba llena de espritus. Ah vio
a muchas de las personas que haban
muerto. Entonces pregunt: savben
si todos ellos murieron antes? y uno
respondi: cuando alguien muere, el
cuerpo se queda en la tumba, pero el
alma sigue caminando como yo.
Waa meeko tomenga kamo
wamoneka kenkete, nangi waemo
bain, wempoka mee baringa warani
tono ene awemo kawa onotawenka
woo gotoro kerani. Wienga bakam-
pa mee wenga win anoka ingampa
waoka aye mee ente goranipa
wayomo goobe ongitabore dikake
we iomo tomanani eremo aranipa
wienga. Epogame ionte werenke
goronani kenga tite mimonke ano-
bain baga tono okagin tomenga aya
pekampa waro ponente.
En la selva haba muchos jaguares
que queran comerle al padre-jaguar,
y otros se sentaron detrs de un rbol
gigante y, arrojndose frente a l, le
golpearon el pecho hasta transformarle
en un beb jaguar, que fue llevado muy
lejos donde todos le cuidaron. El nio
demor meses en crecer. fue alimenta-
do solamente con hgado y corazn de
tapir mientras se iba cubriendo de lana
y le iban creciendo los colmillos.
Warepo bayonte tomenga dawa
mee ingampa. Toma oromonani
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ekate eenga oingairi nano wenani
beye ponente anga. Menpo owe
kate pontabopa: wabano weno-
nani, Tomenani gekene werenke we
iomo owate pontabopa omere.
owo aninke gokebimpa agampa
wempoka: toma wenonte eemipa.
Aninke mao taro oromanani onkone
goe. Menpo onkone gokimpa bito
omomoiri ongonanipa, mea aroke
inanipa. Eronkete monito oke emente
gokimoni, irewa wentamonipa. Bito
gekene okeme goe tomimi wenani
weka. Eremo warete tomenga inga.
Maniere taronke gokampa arokanke
aye tomenga ontato wote giriomo
ate ponente ten kontate ongoninke,
goromenke gokan.
Pasaron los aos y se hizo
hombre-jaguar. Le haban enseado a
cazar animales mientras l extraaba
a sus hijos y a su esposa. Un da le dijo
a su padre: Dej a mi familia y, a lo
mejor, ya estar muerta, pues ellos se
quedaron en una parte muy escondi-
da de la selva. Puedes irte en este
momento dijo el padre-jaguar. Eres
un buen guerrero para defenderte
del enemigo. Pap, vamos todos
juntos, tienes a tus tres nietos en la
casa respondi l. no podemos ir. A
nosotros no nos corresponde el lugar
al que t vas. Estamos muertos, pero
t s debes regresar con tu familia
contino. Entonces se despidieron y
tom el camino hacia su casa, recor-
dando lo que haba sucedido.
Iyomo goka nano wenani nano-
gena ate pogoro pon yao okonanipa,
okeme pogampa epome warepo,
toma waro in akampa, nano wenani
nanoge earani wareranipa.
En el camino, los hijos y su esposa
lo vieron y corrieron a abrazarle. A su
regres despus de muchos aos, vio
que todo haba cambiado y que ahora
cada hijo tena su propio hogar.
Wempoka gekene mea go mea
inpa negampa mee ingampa ante
eenamain inanipa. Tomanani warete
okeme ponga anani orate warepo
bayonte wiro piente pomipa. Omere
weneiri oromonani kewente pomopa
we kekin, ire tomenga tapa gampo ke-
ramain agampa. Anoro mamo be tente
nano wenani tono epogame piyene
kete kewenanipa. Keweninke nanage
kaya gorapa kenwe wikina keramain
ante tomenga tapa ire gokampa
pinonte aneweona, erenenanike
onkone owepoke ompareke goyonani.
El padre llevaba cuatro lanzas muy
blancas, pero no saban que era un
jaguar. todos estaban alegres de verlo
de nuevo y le preguntaron: te per-
diste en la selva muchos aos y cmo
pudiste sobrevivir?. Los reyes de la
selva me protegieron y me entrenaron
para enfrentar al enemigo, dijo, pro-
hibindoles tocar las lanzas. De nuevo
fue feliz con su familia. Pas mucho
tiempo y no suceda nada. Hasta que
un da, sali a limpiar su sembro de
yuca, advirtiendo a sus hijos que no
tocaran las lanzas mientras regresaba
del trabajo.
BiBliografa
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{ 1 3 }O R A L I D A D
agradecimientos. Damos nuestras sinceras gracias al pueblo Waorani, sobre todo a los ancianos, por la transmisin oral
a las nuevas generaciones del conocimiento ancestral y la sabidura tradicional wao. Gracias a sus cuentos y enseanzas,
podemos conocer, valorizar y salvaguardar del olvido la tradicin oral de los Waorani, como parte de la diversidad cultural
y el patrimonio cultural inmaterial de la RBy, del Ecuador, y de la humanidad.
wenkabo warete kewegi, eronkete
kontakimo, winwa anani namate
awero. Nano wenani tomanani wete
inanipa, dao dao go ongipoya nae
ogeninke. Wante ionte dawa mee
bakampa aye dari emente waa arinke
onokai mienka pike pike kemienga
warani tomanani ankai geenani.
cuando estaba atardeciendo llam
a sus hijos y a su esposa: Algn da
vern juntos a una gran familia, pero
ahora no puedo quedarme ms. He co-
metido un error al no guardar mis lan-
zas. se despidi de su familia, que se
qued muy triste. camin unos metros
y se acost en el suelo para, en unos
minutos, convertirse en jaguar ante la
mirada asustada de los que le vean.
Goromenke omere gameno mee,
nano girinani tote warete tomenga
gokan warani gekene tereranipa eronke-
te mono ba angi itotairi eente keranipa.
Manomain aranipa mee bate emewo
gogakainpa oke emenamain.
ya como jaguar, continu caminan-
do por la selva frente a la mirada orgu-
llosa de sus familiares. Algunos decan:
no podemos contradecir a nuestros
dioses pues ellos saben lo que hacen.
El guerrero-jaguar no regres jams.
Kowae epee bere kon erenenga
terekampa: Tapa mamo tenogimpa
kowae inte wori go warani waa
akonanipa wen womonte. Kowae
amo keramain aongo, erenenga bae
tenoonga, boga eka mamo tomenga
inga awe eka. Iyomo ongonani geke-
ne ankai geente baranipa, emewo
wegampa kowae tono gea.
Los hijos se quedaron en la casa y
un da bajaron a baarse al estero. De
pronto, vieron que haba un venado
que tomaba agua, y a uno de ellos se le
ocurri ir en busca de una lanza, mien-
tras los otros esperaban. cazaron al ve-
nado y, al regresar, la lanza hiri al otro
hijo que muri junto con el venado.
Wempoka gekene piyene kete na-
nogena tono pinonte aneweona ma-
niere tapa pon ten kote gonge wepee
enga iyomo tomenga weka. Angampa
nanogena inante: doobe antabopa
kowe boto tapa gampo keramain.
Ekame ina ete pon kote gogenpa, gote
akimpa onkone kino bain kerani mino
wewente weginke impa. nano girinani
wete inanipa tomanani erenenga wen-
te ongipoya a oanga a te.
El padre segua trabajando con su
esposa cuando de pronto apareci la
lanza ensangrentada y se clav en el
suelo. Entonces dijo a la esposa: Mu-
chas veces he dicho a nuestros hijos
que no cogieran las lanzas. Veo que
acaban de matar a alguien, por eso
la lanza viene a buscarme. Al llegar
a la casa, encontraron a los familiares
llorando por la muerte del joven que
se hallaba tirado sin vida en el suelo.
Wante ionte ontato wote gibe-
poni tomenga inga da wenani gikam-
pa. Maniere nano girinani pinanipa
weninga beye. Aninke terekampa aro-
poke aye: minito wenonke piminipa
boto imo. Tomenga gampote wegam-
pa mani gekene win piinani eronkete
wenomini wengimo, wayomo ware
gobopa tomemo wempoiri weka.
Ms tarde, cavaron un hueco
muy profundo y lo enterraron, pero
los familiares queran vengarse del
padre por la muerte del joven, que les
advirti diciendo: Ustedes quieren
vengarse de m por la muerte de mi
hijo pero eso no ha sido ni mi culpa ni
mi error. Mejor me voy lejos a encon-
trarme con mis padres.
Ire wemo bayonte a peka po-
nani nano wenani inanite apeneka
eyereme mamo be tegimpa mono
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Wenonga Mee: El guerrero jaguar
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en un relato oral del norte de Hait
el reychristophe
En 1949 VIO LA LUz EL REINO dE EsTE MUNdO, nOVELA AMBIEntADA En EL HAIt DE LA REVOLUcIn y LA InDEPEnDEncIA, y En LA qUE, POR PRIMERA VEz, EL cUBAnO ALEjO cARPEntIER (1904-1980) REfLExIOnA sOBRE LO REAL MARAVILLOsO, tEORA y MtODO DE InDEcLInABLE AtEncIn PARA EL EstUDIO, PREsERVAcIn y UnIVERsALIzAcIn DE LA HIstORIA, LA cULtURA y EL HOMBRE AMERIcAnOs. ORALIdAd sE sUMA A LOs fEstEjOs POR EL sEsEntA AnIVERsARIO DE EstA OBRA, y RInDE HOMEnAjE A sU AUtOR cOn nUEVOs tExtOs qUE ILUMInAn sOBRE LA RIqUEzA cULtURAL DE nUEstROs PUEBLOs.
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El Rey christophe, en un relato oral del norte de Hait
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enri christophe (1767-1820) es el nico rey
que ha engendrado la tierra de Hait. tal vez
sea asimismo el nico jefe de Estado haitiano apasiona-
do por los monumentos. construy palacios suntuosos
[...] en el cabo, en Milot, en jean-Rabel, en fort-Libert,
en saint-Marc, as como el palacio de las 365 puertas de
la Petite-Rivire del Artibonite (Dorsainvil, 1934:163,
nmero 135).
christophe tambin hizo erigir la famosa ciudadela
Laferrire1. Posada en la cima del Bonnet--lvque (de-
nominada Mitra de Obispo), en el pico de Laferrire, la
ciudadela, tambin conocida como La citadelle, domina
la llanura del norte, mientras que el recuerdo del propio
soberano vive en la memoria del pueblo: el rey christo-
phe est presente en la tradicin oral de la regin.
Pude grabar un relato en el que aparece este antiguo
general el cual, junto a jean jacques Dessalines, comba-
ti por eliminar el yugo de la colonia francesa, a inicios
del siglo xIx. La grabacin en cinta magntica se hizo en
Labadie en 1982, en el marco de las Veladas de cuentos
organizadas bajo la gida del centro de Investigaciones
caribeas de la Universidad de Montreal2. Debemos pre-
cisar que Labadie es un pequeo pueblo de pescadores situado en la costa norte, en los alrededores de cabo Haitiano3.
El narrador Roger joseph, quien contaba entonces cuarenta y seis aos, se diferenciaba notablemente de la mayora
de los agricultores y pescadores analfabetos registrados en esa misma poca en Hait: obtuvo su certificado de Estudios
Primarios y pudo continuar los estudios secundarios hasta el segundo ao, es decir el anterior al bachillerato. Despus,
estudi en una escuela profesional hasta hacerse sastre. conoci la historia del rey christophe a travs de su padre,
originario tambin de Labadie y profesor de historia de Hait, quien, a su vez, la haba escuchado de su propio padre4.
El relato da lugar a algunas interrogantes. En primer lugar, refleja el marco espacio temporal evocado el universo
de Henri christophe? En segundo, son autnticos los hechos narrados? y para terminar, se corresponden efectiva-
mente los rasgos de comportamiento con la personalidad de este clebre hroe de la independencia? Para responder a
estas preguntas, el artculo presentar en primer lugar la traduccin francesa de un fragmento del texto oral en criollo
haitiano, para pasar despus a comparar algunos elementos que en l aparecen con hechos certificados por los histo-
riadores. con el propsito de aclarar algunos aspectos, consult a un historiador haitiano, Marcel Bonaparte Auguste,
quien ha realizado investigaciones sobre el perodo francs de Hait5.
Liliane DVIEUx
despus de haber escogido su propia muerte, Henri Christo-phe ignorara la podredumbre de su carne confundida con la materia misma de la fortaleza, inscrita dentro de su arquitectura, integrada con su cuerpo haldado de contrafuerte. La Montaa del Gorro del Obispo, toda entera, se haba transformado en el mausoleo del primer rey de Hait...
Alejo carpentier, El Reino de este Mundo
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El Rey christophe, en un relato oral del norte de Hait
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Era sbado por la noche. Haba una mujer emba-razada, la hija de jacques. Durante la noche le entraron deseos de comerse un mango. El antojo era tal que se levant en medio de la noche.
El rey christophe viva en Milot6. Haba mandado a
sembrar mangos y todo tipo de rboles frutales [en sus
jardines]. Pero l tampoco tena sueo.
[...] La mujer lleg a casa del rey christophe. Las
ramas de un mango se extendan del otro lado del muro.
cogi un mango para llevarlo a casa y comrselo con
ayuda de un cuchillo pues la fruta no estaba madura.
El sacerdote, Bertaut William, que era francs, escu-
ch el silbido de una bala. sali a ver qu suceda y vio
que el rey christophe acababa de dispararle a una mujer.
Esta yaca en el suelo. A las siete de la maana vinieron
a buscar el cuerpo para enterrarlo. El sacerdote lo haba
visto todo con sus propios ojos, pero el rey christophe
ignoraba que el sacerdote lo haba visto disparar.
Lleg la hora de la misa. [...] En el sermn, el sacer-
dote habl de la caridad. y dijo: Ha muerto una mujer
y fue el rey christophe quien la mat!. El rey sinti
entonces una gran emocin. [...]
Pero estaba Likonn7 Likonn era francs y era el ayuda
de cmara del rey. fue a decirle al sacerdote que lo iban
a juzgar. [...] Efectivamente, a las ocho de la maana,
hubo una reunin bajo el caimito8. todo el gabinete se
reuni, como deba ser. [...] El secretario estaba presente.
El secretario era charles! charles Rochambeau [...].
Ese charles Rochambeau era un ttara tataranieto de
alguien que ya haba venido con [sic] Rochambeau9. [...]
Despus de la guerra, [...] fue l quien se convirti en
ayuda de cmara del rey10[...]
Llam al sacerdote y le inform que iban a juzgarlo.
[...] El sacerdote se desvisti. Ahora bien, como ustedes
saben, todos los franceses se parecen. [...] Visti al sacer-
dote de ayuda de cmara y l se visti de sacerdote.
[...] El rey christophe tena como principio no ejecu-
tar a nadie sin juzgarlo. y despus de juzgar a alguien
le haca cuatro preguntas. De verdad, todo el gabinete
estaba reunido. [...] se hizo una primera pregunta [...]:
cul es el valor del mar en litros de agua?
l [el ayuda de cmara vestido de sacerdote] respon-
di: El valor del mar un litro de agua.
todo el mundo se asust, ya daban al hombre por
muerto. [...]
El secretario [...] dijo: Aprobado!
l [el ayuda de cmara vestido de sacerdote] aadi:
si desea una aprobacin, cierre la entrada del agua
de los lagos y los ros y mida entonces el mar. [...]
El secretario dijo: El rey pregunta: cul es el valor
de la luna? [...]
- La luna est formada por cuatro pedazos: el primer
cuarto, el segundo cuarto, la luna llena y el ltimo cuarto.
El secretario dijo: cierto y aprobado! [...]
- cul es mi valor personal?
El secretario dijo: El rey quiere saber cul es su valor
en dinero.
El hombre se puso de pie y dijo: El valor del rey es
de 29 cntimos.
El rey se sinti insultado. [...]
- s Rey, usted vale 29 cntimos, [...] porque jesucris-
to fue vendido por 30 cntimos. y usted se sita justo
detrs de jesucristo.
y el rey dijo: Ah! Eso es lo que esperaba! Eso es
lo que esperaba!.
[Aplausos del auditorio.]
fue realmente christophe capaz de matar a una mujer
embarazada por haber robado un mango de su jardn?
FragMento deel rey CHristopHe,el saCerdote yel ayuda de CMara FranCs
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El Rey christophe, en un relato oral del norte de Hait
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Marco espacio-temporal
Desde el inicio de la histo-
ria, Roger joseph precisa el
marco espacial: Milot. fue
precisamente en esta peque-
a ciudad, situada a unos
kilmetros de cabo Haitiano,
donde se estableci christo-
phe. Luego de hacerse pro-
clamar rey bajo el nombre
de Enrique I (26 de marzo de
1811) [Dorsainvil, 1934:161,
nmero 134], orden la cons-
truccin en Milot del palacio
donde viva con su familia.
Ese palacio, hoy en ruinas,
era un edificio elegante,
rodeado de amplios jardines
abundantemente regados, y
cerca de la famosa ciudadela Lafe-
rrire. (Dorsainvil, ibid.:163, nmero
135). El narrador remite implcitamen-
te a esos jardines, cuando precisa que
el rey mand a sembrar todo tipo de
rboles frutales.
Por otro lado, Roger joseph
seal, al comienzo, el tiempo inicial
de la accin: un sbado por la noche.
De ello se desprende que el oficio
religioso al que se hace alusin, al da
siguiente por la maana, corresponde
a la misa dominical. Esa misa deba
celebrarse en la iglesia del palacio,
que estaba situada al este del pala-
cio, contra la tapia de este ltimo,
como lo precisa Vergniaud Leconte11,
el bigrafo de christophe (1931:339).
Efectivamente, Enrique I asista regu-
larmente a misa: Para asistir al
oficio divino el Rey y su corte solo
tenan que recorrer unos veinte
metros que separaban la reja del
palacio del prtico de la iglesia.
(Ibid.:339-340)
La proximidad de la iglesia
hace suponer que el sacerdote que
all oficiaba deba residir cerca del
palacio. Eso explicara que, en el
relato, dicho sacerdote haya podi-
do, en medio de la noche, dirigirse
al lugar de los hechos y comprobar
la muerte de la mujer embarazada.
y en qu poca tienen lugar los
hechos narrados? Otra observacin de
Leconte nos brinda algunos indicios
en ese sentido: Desde 1813, las
obras de la iglesia estaban terminadas
y permitan el ejercicio del culto.
(Ibid.:341). Esa iglesia donde encon-
tramos a christophe permite afirmar
que la poca del relato es posterior a
1813. El reino del norte se encuentra
entonces en su pleno apogeo: El or-
den rein por doquier y con el orden,
la prosperidad. (Dorsainvil, ibid.:163,
nmero 134).
Pero curiosamente, despus de la
misa, la escena se desarrolla bajo el
caimito, sin que el narrador
nos d ninguna explicacin.
El bigrafo del rey nos ofrece
informacin acerca de este
rbol, en particular sobre la
terraza del caimito:
se trata de una amplia
plaza de ms de treinta metros
de ancho y 100 de largo. En
el centro, ms o menos, est
sembrado un caimito. christo-
phe orden que el tronco
fuera rodeado de un slido
cinturn de mampostera; un
crculo de ladrillos en citara,
de 10 metros de dimetro,
limitaba el espacio que el Rey y
su corte deban ocupar bajo la
cpula del rbol; la cpula era
una slida obra de carpintera hecha
de caoba; su objetivo era impedir que
las hojas cayeran sobre el auditorio.
(Leconte, ibid.:345)
queda por saber por qu, en el
relato, se reunieron bajo el caimito:
Hechos sealados y comporta-
miento del rey christophe
En cuanto a los hechos a que se hace
alusin en este relato, la primera pre-
gunta que se plantea es la siguiente:
fue realmente christophe capaz de
matar a una mujer embarazada por
haber robado un mango de su jardn?
no he podido encontrar ninguna
referencia a ese crimen en los docu-
mentos a los que he tenido acceso y
el historiador consultado asegura que
nunca tuvo conocimiento de un
hecho semejante. sin embargo,
real o ficticio, el asesinato tiende a
demostrar, en el relato, que el autor
del cdigo Henri no jugaba con
el robo. El propio cdigo prevea
severos castigos para los crmenes
contra la propiedad, incluso en
ocasiones la pena capital. (Leconte,
ibid.:290)
Pero qu suceda habitual-
mente bajo el caimito? Al
respecto, el bigrafo de christophe
nos da su criterio: Bajo ese cai-
henri christophe es el nico rey que ha
engendrado la tierra de hait. tal vez sea
asimismo el nico jefe de estado haitiano
apasionado por los monumentos
EL PAIsAjE VIstO DEsDE LA cItADELLE.
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El Rey christophe, en un relato oral del norte de Hait
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1 Idem.2 Les contes hatiens: texte et contexte (1982-1983). Proyecto del Centro de Investigaciones Caribeas de la Universidad de Montreal. Responsables: G. Lefebvre, J.
Demers, L. Gauvin. Asistente y compiladora: L. Dvieux. Colaboradores: C. Dauphin, L. Jean, M. M. Volcy, R. Eustache, Y. Langlois. Asesores: L. Smarth, S. Larose. Subvencin: Consejo de Investigaciones en Ciencias Humanas de Canad.
3 Observemos que a finales del siglo XVIII, durante los ltimos aos de la colonia francesa, esta ciudad, llamada entonces Cabo Francs, ya se encontraba bajo la juris-diccin de Christophe: Toussaint Louverture ascendi a Christophe al grado de coronel y lo hizo comandante de los distritos del Cabo y de Fort-Libert. (Leconte, 1931:7).
4 Dado que el padre del narrador era profesor de historia de Hait, podramos preguntarnos si el relato en cuestin no recibi la influencia de la escritura. Sin embar-go, puesto que el abuelo relataba ya esta historia, se puede pensar que se trata realmente de un relato de tradicin oral, transmitido de generacin en generacin.
5 El perodo francs se extiende de 1697 a 1803. Marcel Bonaparte Auguste public, en colaboracin con Claude Bonaparte Auguste, el siguiente libro: Les dports de Saint Domingue, contribution lhistoire de lexpdition franaise de Saint-Domingue, 1802-1803, Sherbrooke, Ediciones Naaman, 1979.
6 Milot tambin es conocido como Sans-Souci. Leconte precisa las circunstancias que rodearon la construccin del palacio de Sans-Souci: Sans-Souci fue una creacin de Christophe; [...]. Christophe lo necesitaba para cubrir las necesidades de la Ciudadela; y ambas edificaciones fueron ejecutadas simultneamente. [...] La ciudad se desarroll lentamente. [...] Fue la segunda capital del reino. Christophe residi ms tiempo all que en el Cabo. (1931:281).
7 No se sabe nada de este Likonn, cuyo nombre, que no parece ser francs, fue trascrito segn los principios de la ortografa criolla. Debemos sealar que investigacio-nes sobre este personaje y sobre los restantes personajes secundarios del relato sobrepasan el marco del presente artculo.
8 Caimito: rbol cuyo fruto es el caimito (Chrysophyllum canito).9 El Rochambeau que ya haba venido es el general Donatien Rochambeau, quien formaba parte de la expedicin de 1802, enviada por Napolen Bonaparte a San-
to Domingo para someter a los nativos revolucionarios y restablecer la esclavitud. Rochambeau lleg a ser gobernador de la parte francesa de la isla en noviembre de 1802, luego de la muerte del antiguo gobernador, el general Leclerc, cuado de Bonaparte.
10 Vale sealar que despus de haber presentado a Charles Rochambeau como secretario, el narrador se rectifica al declarar que este personaje era el ayuda de cmara del rey. A partir de ese momento, no vuelve a hablar de Likonn, presentado como tal al inicio del relato. Tales variaciones son frecuentes en los cuentos y los relatos orales.
11 En relacin con el libro de Vergniaud Leconte, Ghislain Gouraige, doctor en letras, profesor y crtico literario, hace la siguiente observacin: La intencin del histo-riador fue la de despojar a Christophe de su leyenda y, mediante la utilizacin de las tradiciones orales y de los documentos antiguos e inditos, darle un matiz real y humano. (Gouraige, 1963:475).
mito, christophe no trataba de
imitar a san Luis bajo el roble de
Vincennes, como se ha pretendi-
do. necesitaba recreacin luego
de las labores del da; lo haca
conversando con sus cortesanos,
informndose acerca de algu-
nas cosas, incluso riendo a veces.
(ibid.:345)
sin embargo, el relato de Roger
joseph concuerda con el rumor que
haca de christophe, bajo su caimito,
el mulo del rey Luis Ix. se sabe que
ese rey de francia, canonizado bajo
el nombre de san Luis, se pavoneaba
bajo un roble para impartir justicia.
Precisamente, en nuestro relato oral,
el rey de Hait, que tena como prin-
cipio no ejecutar a nadie sin juzgarlo,
se instala bajo un rbol para interro-
gar al ayuda de cmara con sotana.
Vimos luego cmo el astuto ayuda
de cmara pudo responder de forma
adecuada a las extraas preguntas
que se le hacan. Pero resulta que la
respuesta a la ltima pregunta parece
haber sido voluntariamente ambigua:
al reducir su valor a 29 cntimos,
da en primer lugar al monarca una
leccin de humildad para luego, al
situarlo justo despus de jesucristo,
adular su orgullo.
sin embargo, si bien el rey parece
animarse al final del relato, ello no
borra la crueldad que haba demos-
trado al matar a una embarazada por
haber robado una fruta. Adems,
se muestra autoritario y engredo.
tal retrato no se aleja en lo absoluto
de la realidad. Dorsainvil habla con
razn del autoritario christophe
(ibid.:153, nmero 130) y no oculta
el miedo que inspiraba christophe
(ibid.:158, nmero 132). Leconte
emite un juicio severo sobre dicho
rey: Este hombre inspiraba miedo, y
si se enfureca, o si quera vengarse,
llegaba a ser cruel. (1931:408). En
pocas palabras, en este relato oral,
el personaje del rey christophe
tiene un comportamiento similar
al del hombre, tal y como lo
describen los historiadores.
quedara por probar la au-
tenticidad de todos los hechos a
que hace referencia el texto oral,
comenzando por el robo de una fruta,
en plena noche, por una embaraza-
da. En realidad, este elemento poco
verosmil lleva al relato por la va de la
ficcin, ms an cuando Roger joseph
se conduce como un narrador omnis-
ciente que sondea el inconsciente, el
instinto y los sentimientos: es capaz
de asegurar que el mango tomado no
estaba maduro y que la mujer tena la
intencin de regresar a su casa y co-
merlo con la ayuda de un cuchillo.
Otro hecho poco verosmil es que
el ayuda de cmara haya podido vestir
la sotana del sacerdote sin ser reco-
nocido por el rey, su amo. El narrador
parece por otra parte haber tenido
conciencia de ello, ya que trata de ex-
plicar el hecho declarando que todos
los franceses se parecen. En realidad,
el cambio de identidad aprovechando
el cambio de traje es un procedimiento
que se utiliza frecuentemente en los
cuentos y en el teatro, esferas donde
verdaderamente el hbito hace al
monje. En cuanto a los enigmas plan-
teados al acusado, estos dan al perso-
naje del rey christophe el porte de una
nueva esfinge, una esfinge situada en
lo alto de un inmenso pedestal.
la intencin del historiador fue la de
despojar a christophe de su leyenda
cAMInO qUE cOnDUcE A LA cItADELLE.
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enry christophe (1767-1820) est le seul roi
quait port la terre dHati. cest peut-tre
aussi le seul chef dtat hatien qui eut la passion des
monuments. Il difia des palais somptueux [...] au cap,
Milot, jean-Rabel, fort-Libert, saint-Marc, et le
palais aux 365 portes de la Petite-Rivire de lArtibonite.
(Dorsainvil, 1934:163, no 135).
le roi christophedans un rCit oral du nord dHati
Liliane DVIEUx
cest galement christophe qui fit riger la fa-
meuse citadelle Laferrire (ibid.). juche au sommet
du Bonnet--lvque, sur le pic de Laferrire, La cita-
delle domine la Plaine du nord, tandis que le souvenir
du souverain lui-mme hante la mmoire du peuple : le
roi christophe apparat en effet dans la tradition orale
de la rgion.
VIstA PAnORMIcA DEsDE EL PALAcIO DE sAns-sOUcI, AL fOnDO sE VEn EL POBLADO DE MILOt y A LA DEREcHA, LA cAPILLA.
En definitiva, resulta difcil aceptar
este texto oral como una autntica
pgina de historia. Lo ubicara-
mos ms bien en una zona que se
situara en la frontera de lo real y lo
imaginario. Probablemente el relato
seala esencialmente la revancha
de la memoria del pueblo contra un
monarca temido en el pasado. Pero,
tal vez, el auditorio que ha escuchado
religiosamente esta historia ha visto
en ella, a pesar de todo, un saludo
pstumo dirigido a uno de los hroes
de la Independencia y al constructor
de esos impresionantes monumentos:
la ciudadela Laferrire y el palacio de
sans-souci, inscritos en 1982 en el
patrimonio mundial de la UnEscO.
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ctait un samedi soir. Il y avait une femme ence-inte, la fille de jacques. Au cours de la nuit, elle a eu envie de manger une mangue. Lenvie de la femme tait si forte quelle sest leve en pleine nuit.
Le roi christophe, cest Milot(5) quil habitait. Il
avait fait planter des manguiers et toutes sortes darbres
fruitiers [dans ses jardins]. Mais lui non plus navait pas
sommeil.
[...] La femme est arrive chez le roi christophe. Les
branches dun manguier stalaient de lautre ct du
mur. Elle a cueilli une mangue pour lemporter chez elle
et la manger au couteau, parce que la mangue ntait
pas mre.
Le pre Bertaut William, un franais, a entendu un
sifflement de balle. Il a t voir et il a vu que ctait le roi
christophe qui venait de tirer sur une femme. La femme
tait par terre. sept heures du matin, on est venu cher-
cher le corps pour aller lenterrer. Le prtre avait tout vu,
de ses yeux vu, mais le roi christophe ignorait que le prtre
avait vu que ctait lui qui avait tir.
Lheure de la messe est arrive. [...] Au sermon, le
prtre a parl de la charit. Et il a dit : Une femme est
morte et cest le roi christophe qui la tue! . Le roi a
alors prouv une vive motion. [...]
Mais il y avait Likonn(6). Likonn, ctait un franais
qui tait le valet de chambre du roi. Il a t dire au prtre
quon allait le juger. [...] Vraiment, huit heures, on
sest runi sous le camitier(7). tout le cabinet sest runi,
comme il se doit. [...] Le secrtaire tait l. Le secrtaire
ctait charles! charles Rochambeau [...]. ce charles
Rochambeau, ctait un arrire arrire arrire petit-fils
de quelquun qui tait dj venu avec [sic] Rocham-
beau(8). [...] Aprs la guerre, [...] cest lui qui est devenu
le valet de chambre du roi (9). [...]
Il a appel le prtre et il lui a fait savoir quon allait
le juger. [...] Le prtre sest dshabill. Alors, vous savez,
tous les franais se ressemblent. [...] Il a mis le prtre en
valet de chambre et lui, il sest mis en prtre.
[...] Le roi christophe avait pour principe de ne
jamais vous excuter sans vous juger. Et aprs vous avoir
jug, il avait quatre questions vous poser. Vraiment,
toute la chambre sest runie. [...] On a pos une pre-
mire question [...]: quelle est la valeur de la mer en
litres deau?
Il [le valet habill en prtre] a rpondu: La valeur de
la mer un litre deau.
tout le monde a eu peur, on voyait dj lhomme
mort. [...]
Le secrtaire [...] a dit: Approuv!
Il [le valet habill en prtre] a ajout: si vous voulez
avoir une approbation, barrez les lacs et les rivires et
allez mesurer la mer. [...]
Le secrtaire a dit : Le roi demande: quelle est la
valeur de la lune? [...]
- La lune est faite de quatre morceaux: le premier
quartier, le deuxime quartier, la pleine lune et le dernier
quartier.
Le secrtaire a dit: fait et approuv! [...]
- quelle est ma valeur personnelle?
Le secrtaire a dit: Le roi vous demande quelle est sa
valeur en argent.
Lhomme sest mis debout et il a dit: La valeur du
roi est de 29 centimes.
Le roi sest senti insult. [...]
- Oui Roi, vous valez 29 centimes, [...] parce que
jsus-christ, on lavait vendu pour 30 centimes. Et vous,
vous venez tout de suite aprs jsus-christ.
Et le roi a dit: Ah! Voil ce que jattendais! Voil ce
que jattendais!.
[Applaudissements de lauditoire.]
extrait: le roi CHristopHe,le prtre et le valet Franais
henry christophe est le seul roi quait port la terre dhati. cest peut-tre aussi le seul
chef dtat hatien qui eut la passion des monuments
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sOUs cE cAMItIER, cHRIstOPHE nALLAIt PAs IMItER sAInt LOUIs sOUs LE cHnE DE VIncEnnEs.
jai pu enregistrer un rcit qui
met en scne cet ancien gnral qui,
aux cts de jean-jacques Dessalines,
stait battu pour secouer le joug de
la colonie franaise, laube du xIxe
sicle. Lenregistrement a t effectu
sur bande magntique, Labadie,
en 1982, dans le cadre de veilles
de contes ralises sous lgide du
centre de recherches carabes de
lUniversit de Montral(1). Prcisons
que Labadie est un petit village de
pcheurs, situ sur la cte nord, dans
les environs du cap-Hatien(2).
Roger joseph, le narrateur, alors g
de quarante-six ans, se distingue net-
tement de la majorit des cultivateurs
et pcheurs analphabtes enregistrs
la mme poque en Hati : il a obtenu
son certificat dtudes primaires et a
pu poursuivre des tudes secondaires
jusquen seconde, soit lanne qui
prcde le baccalaurat. Par la suite, il
a suivi, dans une cole professionnelle,
des cours qui lui ont permis de devenir
tailleur. Lhistoire du roi christophe lui a
t transmise par son pre, galement
n Labadie et professeur dhistoire
dHati. Le pre tenait lui-mme le rcit
de son propre pre(3).
ce rcit suscite un certain nombre
de questions. En premier lieu, le cadre
spatio-temporel qui y apparat reflte-
t-il lunivers dHenry christophe? En
second lieu, les faits rapports sont-ils
authentiques? Enfin, les traits de com-
portement attribus au roi christophe
correspondent-ils effectivement la
personnalit de ce clbre hros de
lIndpendance? Pour rpondre ces
questions, larticle prsentera dabord
la traduction franaise dun extrait
du texte oral crole, puis cherchera
confronter certains lments qui y
apparaissent avec des faits attests
par les historiens. Afin dclaircir cer-
tains points, jai consult un historien
hatien, Marcel Bonaparte Auguste,
qui a fait des recherches sur la priode
franaise dHati(4).