Abril 1.�de 1915 · 1

Número 103

l(EVISTA del

,COLE'CJlO MAYOR

Nuestf.a Señora oej Rosario

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Publi�ada· bajo la dirección d la Consilíatura

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'Volumen XI República de Colombia Número 103

REVISTA del

·Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario

Bogotá, abril l. 0 de 1915

ACTOS OFICIALES

I

Provisión de la primera colegiat,,ura

República de Colombia-Ministerio de Instrucción Ptí­blica-N úmero 12 5-Bogotá, febrero 16 de 1915

::Seflor Rector del Colegio Mayor de Nuestra Seflora del Rosario E. L. C.

Tengo el honor de comunicar a Su Señoría que el suscrito Ministro de Instrucción Pública, a nombre del Excelentísimo Señor Presidente de la República, par resolución número 331 de hoy, ha tenido a bien acel)­tar la designación hecha en el señor Domingo Torres para ocupar la colegiatura que le corresponde proveer -cada año al Excelentísimo Señor Presidente, como Pa­trono de ese Colegio Mayor.

Con sentimientos de fina voluntad me suscribo de -Su Señoría afectísimo y seguro servidor,

EMILIO FERRERO

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Aprobación de nombramientos

República de Colombia-Ministerio de Instrucción Pú­

blica�N úmero 181-Bogotá, febrero 19 de 1915

Seflor Rector del Colegio Mayor de Nuestra Seflora del Rosario· .

E.S.O.

Me es muy grato comunicar a Su Señoría que el Ex­

·<:elentísimo Señor Presidente de la República, como

.Patrono de ese instituto, tuvo a bien aprobar, por da.1

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creto número 299, fechado ayer, los nombramientos he­chos por la Consiliatura del colegio, dignamente regen­tado por Su Señoría, en los señores doctor Liborio Zer­da, para catedrático de química; doctor Arturo Cam­puzano Márquez, para catedrático de derecho romano,. por el tiempo de la licencia concedida al titular doctor .Alejandro Motta, y doctor José María Restrepo Millán. para catedrático de analogía. latina.

Dios guarde a Su Señoría. Por el Ministro, el Secretario,

RAFAEL CÁRDENAS PI�EROS

III

Renuncia del Prefecto general

Bogotá, febrero 16 de 1915

Seflor doctor don Rafael María Carrasquilla, Rector del Colegio Mayor de N_uestra Sefiora del Rosario-E. S. M.

Presento renuncia ante Su Señoría del cargo de Pre­fecto de la facultad de jurisprudencia del Colegio del Rosario. Este cargo me lo concedió Su Señoría sin que mediara súplica ni recomendación de tercera persona,, circunstancia que lo avalora a mis ojos. Al dejarlo, lle­vado por quehaceres que reclaman mi aplicación en

otra parte, lo hago con pena. Ha sido el Rosario mi hogar intelectual, y a él tornaré mis recuerdos en toda ocasión. Nunca olvidaré las horas de grato solaz que pasé en sus claustros.

Al hacer esta renuncia, presento a Su Señoría mis sentimientos de gratitud y de profundo respeto.

ANGEL MARÍA SÁENZ.

IV

Carta sobre la renuncia anterior y resolución Bogotá, febrero 16 de 1915'

Sefior doctor don Rafael María Carrasquilla-E. S. M.

Muy respetado maestro y amigo: Al dejar el cargo de Prefecto de la facultad de juris­

prudencia del Colegio del Rosario, cargo que desem-"

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peñé por varios años y con el cual Su Señoría quiso honrarme, dándome muestras inequívocas, no sólo de estimación, sino también de profunda confianza, me dice el corazón que debo escribir estas líneas, huérfa, nas de todo adorno postizo, pero sinceras y de buena ley, como nacidas al calor de un espíritu altamente agradecido.

Mucho le debo al Colegio del Rosario, y narrar los beneficios que de Su Señoría he recibido, sería campo para mucho escribir. Andaba yo por los años propicios para emprender los estudios literarios, lleno de ener­gías, con deseos ardentísimos de aprender, pero sin me­dios para llevar a buen término mis anhel&s. Las zar­zas tupían e.n mi camino estorbándome el andar, y losobstáculos, agigantándose a cada sol, proyectaban sus sombras fatídicas sobre mis esperanzas. Me encontraba sin ayuda y sin una mano generosa tendida a mi impo­tencia; en vano peregrinaba de aquí para allí como si anduviese por un laberinto sin salida. Un día, cuyo re­cuerdo jamás mermará el olviclo, visité al señor don Ruperto S. Gómez, con quien había cursado las prime-ras letras; le expuse mis cuitas en detalle y con since­ridad, y aquel corazón noble se interesó por mí ; aquel maestro inolvidable encontró legítimas mis pretensio­nes ; patrocinó mis deseos, me relacionó con Su Seño­ría, habló por mi causa, y merced a su empeño Su Se­ñoría tuvo a bien abrirme la puertas del Rosario. ¡ Qué grato me sería hoy poderle decir al señor Gómez que nada he omitido hasta el presente para cumplir con mi deber y que no he faltado a la palabra que un día em­peñé ! Pero él ya descansa en el seno de Dios, de cuyas manos habrá recibido el premio de su buena acción. Por mi parte sólo sé decir que su memoria me es sagra­da y que ocupa un lugar preferente en mis recuerdos.

De entonces para acá Su Señoría ha sido en un todo mi protector. Me hizo primero merced de trna colegia­tura. Después, siendo yo estudiante todavía, me señaló puesto entre los profesores del Colegio, y por último;

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132 REVI�TA DEL COLEGIO DEL ROSAR10

;como para colmar tánta generosidad, me nombró Pre­fecto del claustro.de jur-isprudencia. Y lo que vale más en todo esto es que su protección no ha sido una protec­ción seca, estirada y sujeta a formalismos, sino muy al contrario, sencilla, ·amable y nacida de verdadero afec­to, porque no sólo ha querido ser mi protector y maes­tro, sino que me ha distinguido, y lo digo con orgullo, con el envidiable dictado de amigo, de amigo de veras, de amigo del alma. Cuando los pesares me han herido, las primeras palabras de consuelo me las ha dicho Su Señoría, y en ocasión no lejana, al caer por tierrá los castillos que mi imaginación se había fabricado en horas de ventura; al evaporarse muchos sueños y muchas ilu­siones, salió a mi defensa contra parlas y decires absur­dos y ridículos de gentés ·ignotas y mal intenci�nadas que quisieron poner muchas amarguras en mi alma. La carta que Su Señoría escribió entonces la tendré siem­pre como un título de honor.

La casa de Su Señoría se ha convertido para mí en un segundo hogar; a e11a voy con la misma atracción, con el mismo cariño con que iba a la casa de mis pa­dres, y es porque allí encuentro lo que no encuentro en otras partes : calor de afectos sinceros, y llego a creer­me en el seno de mi propia familia, al lado de las pren­·das más caras al alma. La Bordadita, la Virgen de losestudiantes rosaristas, les recompensará tantas bonda­des, con largos y especiales dones, y ha de hacerlo asíporque yo se lo tengo pedido con fervientes votos.

Muchas cosas he visto llevar a remate feliz en elRosario, que hablan muy alto de la atención e interéscon que el actual Rector lo dirige desde el día afortu­nado en que se puso al frente de sus destinos. Cuandoentré y le oí hablar de las reformas y ensanches queJroyectaba para el Colegio, pensé que nunca se lleva­rían a término, y pensé as� porque no sabía de segurolas energías nativas inherentes a toda alma superior.Su Señoría se puso a la obra con tesón y perseverancia

ACTOS OFICIALES 133

admirables, y los proyectos de entonces son hoy her­mosas realidades. Anda atento siempre a los progresos. del Colegio, no sólo a los materiales, sino de manera muy especial y ahincada, a los del orden intelec.tual y moral ; el claustro de fray Cristóbal, afianzado en sus viejas tradiciones, camina así sobre suelo de granito en busca de verdad y de luz.

El Rosario, en donde late con fuerza el corazón de la patria y a cuyas aulas acude la juventud que se con-' sagra al cultivo de la razón, del espíritu y del pensa­miento, se ufana de tener a Su Señoría por rector, por­que, más que nadie, tiene títulos para hablar de patria, formar los verdaderos patriotas y los hombres legítima-: mente instruidos, que saben y que piensan. Las enseñan7

zas que da en el Rosario no las borrará cualquier vien�. to de doctrina, por fuerte que sople; forman el corazón y· el entendimiento en perfecta armonía, robustecen la voluntad para toda noble empresa y templan de tal ma­nera el carácter, que los alumnos no podrán andar por caminos menguados, sino por las sendas que les señalen el deber y el honor. Estas enseñanzas,y lo digo con en­tera confianza, irán purificando y levantando la atmós­fera social hasta hacer de esta patria idolatrada una re­pública netamente cristiana, grande y próspera. Her­moso y digno galardón para quien vive para la Iglesia, para la patria y para la juventud estudiosa.

Y o tengo la fortuna de pertenecer a una familia esencialmente cristiana y que en la política del país ha &ido conservadora. Los estudios hechos en el Rosario han fortificado, hasta hacerlas indestructibles, mis ideas religiosas y políticas. Ninguna intriga, ninguna fuerza, podrán modificarme esencialmente en este sentido. Los que se dedican a juzgar a los d�más y a ponerles y a quitarles, debían, para penetrar en el espíritu ajeno.,

estudiar algo de psicología para no andar en tinieblas. Si se me quiere dejar en el vacío, deben saber que se puede aislar a una planta o a un grano, pero que es im­posible, de todo punto imposible, aislar a un hombre.

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134 REVISTA DEL COLEGIU DEL ROSARIO

Doy a Su Señoría las más expresivas gracias por to­dos los bienes que me ·ha dispensado, y ya que no pue­da pagarlos de otra manera, llevaré siempre en el alma una gratitud inmensa, un afecto ardiente y una adhe­sión sin límites.

ANGEL MARÍA SAENZ

Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario-El Rector-Bogotá, -17 de febrero de 1915

El Rector pasa por la pena de admitir la renuncia que del cargo de Prefecto general ha presentado el se­ñor colegial doctor Angel María Sáenz. Con tal moti­vo se compÍace en reconocer los méritos del doctor Sáenz y los importantes servicios que ha prestado al Colegio, en el ejercicio de su empleo, desempeñado atoda satisfacción del Rector y de la Consiliatura, y le da las más expresivas gracias en nombre del Colegio, reiterando al doctor Sáenz el testimonio de la más sin­c;era amistad.

Comuníquese. R. M. CARRASQUILLA

V

Renuncia de algunos inspectores y resolución

Bogotá, enero 31 de 1915

Sefior doctor don Rafael M; Carrasquilla-E. L.' C.

. Muy respetado maestro : Ha llegado por fin el día, tan temido para mí, en que

me veo precisado a presentar ante Su Señoría mi renun­cia del cargo de inspector del Colegio, por haber coro­nado ya mis estudios de jurisprudencia.

. Al dejar con honda tristeza la vida de estudiante, no crea que me separo por completo de los claustros en que

· se deslizaron suavemente los mejores· años de mi vida;al empezar la lucha por la existencia, he comprendidomuy bien que un jirón de mi sér ha quedado allá, a lasplantas de la Reina del Colegio; ese fragmento de mi

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ACTOS OFICIALES 1 35

-<:orazón me recordará siempre los favores, las enseñan­:zas y los consejos que recibí de Su Señoría, y me dirá -,cuáles son mis deberes como hijo del Colegio.

No seré yo, señor Rector, quien vaya a romper una

vieja tradición para decirle adiós para siempre al Cole­_gio, por el contrario, iré en las horas que me dejen li­hres mis ocupaciones, a compartir, en el hogar rosari&­ta, mis penas y mis alegrías con quien ha sido mi mejor -amigo, y estoy seguro de que Su Señoría sabrá llorar -conmigo mis penas y gozar con mis dichas.

De Su Señoría fiel discípulo,

LUIS FRANCISCO GARCiA

lquira, enero 15 de 1915'

:�enor Rector del Colegio Mayor de Nuestra Sefiora del Rosario Bogotá

Señor Rector : Antes de tratar el punto principal de esta carta,

,quiero dejar consignadas en estas líneas los grandes fa­vores que he recibido de ese Colegio Mayor, que feliz­mente preside Su Señoría, para que conste cuánta debe ser mi gratitud.

Sin derecho alguno se me concedió la beca de ofi­cial en el año de 1912 ; el año siguiente fui bondadosa­mente distinguido con el honrosísimo título de colegial de número, que ese, por. tantas causás glorioso estable­cimiento, no confiere sino a sus hijos que se hacen. �creedores a semejante merced, y a mí, desprovisto de méritos, se me hizo semejante distinción; a principios del año pasado tuvo a bien Su Señoría depositar en mí .su confianza, y me nombró inspector consiliar, cargo que desempeñé durante todo el año. Hacerme colabo­rador, en la medida de mis -capacidades, de esa porten­tosa obra que no han podido debilitar los siglos, sino <¡ue, por el contrario, el peso de los años cimenta más .:y más, será motivo de eterno reconocimiento; y si a

r36 REVISTA DEL COLEGIO DEL ROSARIO

esto sumamos lo anterior, crece considerablemente lat

deuda, q·ue nunca podré pagar, porque no hay equiva­lente de fo que debo.

Del cargo de inspector consiliar hago renuncia, pues.. � como terminé ya mis estudios de jurisprudencia, no• puedo seguir desempeñándolo.

.. Con hondo sentimiento me separo corporalmente­de _ese claustro, mas nunca de su alma, del cual seré.­siempre, aunque el último de sus hijos, su adicto y ad-mirador.

Soy de Su Señoría discípulo agradecido,

ALFONSO MEDINA.

Garagoa, febrero t.• de 1915>­

Seft.or · Rector del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario­Bogotá.._

Por haber termin�do mis estudios de jurispruden­cia, renuncio el puesto de inspector, con el cual tuvo a bien honrarme, y al hacerlo, le envío mis sentimientos. de sincera gratitud por los muchos favores que, con so-bra de generosidad, me dispensó.

'Lejos hoy de esos claustros venerandos, donde, al calor de los afectos íntimos que despierta la ve�dadera amistad, pasé varios años de mi juventud y, a la ve� que mis conocimientos se aumentaron, creció mi amor por la verdad y el bién, siento que la tristeza se apode­ra de mi espíritu al ver que en adelante no me contaré-­ya entre los alumnos actuales del Rosario, ni escucharé de cerca la voz cariñosa del maestro ; · con verdadero placer evoco los dulces recuerdos de mis horas de di--­cha en ese Colegio querido ; lo amo con mayor inten­sidad, y, ante la incertidumbre del porvenir, renuevo,­las promesas solemnes que en él hice. Las enseñanzas. en él recibidas vivirán siempre frescas en mi memoria,.. y, la imagen de la dulce Bordadita, a cuyos pies tántas veces me postré de hinojos, será luz en el camino de·mi vida. •'

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ACTOS OFICIALES 137

Con sentimientos de respetuoso cariño, me honro en suscribirme de Su Señoría, fiel discípulo y atento ser-vidor, •

TOBÍAS MONROY

Sel'lor Rector del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario E. S. D .

Señor Rector : · Se acerca para mí el día más feliz en la vida de un

estudiante: aquel en que, tras de mil sacrificios y des­velos, ve colmadas sus aspiraciones, coronada su carre­ra, al recibir de manos de Vuestra Señoría el diploma que, con acendrado cariño de padre, entrega como pre­mio a sus esfuerzos y como pasaporte para la lucha por la vida.

He terminado mis estudios de jurisprudencia ; e-s preciso que yo me separe del Colegio; el pensarlo no­más, me trae la amargura

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de lo irremediable. Tengo que abandonar mi segundo hogar, donde por tántos años y en tan repetidas ocasiones me prodigaron favo­res y distinciones nunca merecidos por mí y a los cua� les no supe quizá o no pude corresponder.

·Mi gratitud se acrecienta para con Vuestra Señoría,al �ecordar el cariño y la confianza con que me distin­guió al encargarme el delicado puesto de inspector del Colegio, que venía yo desempeñando de dos años acá. Hoy, lleno de recuerdos y cariño, presento mi renuncia del puesto, llevando, eso sí, conmigo, dos títulos: ªD?,i­go vuéstro e hijo de la Bordadita.

Afectísimo servidor, C. MORENO MEDINA

Bogotá, febrero 15 de 1915

Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario-Et Rec­tor-Bogotá, 16 de febrero de 1915

Admítense las anteriores renuncias, dando gracias a sus autores por los buenos servicios prestados al Cole­gio, y renovándoles el testimonio de aprecio y amistad del Rector.

R. M. CARRASQUILLA