10 Escollos Del Apologista Tonto

4
10 Escollos del Apologista Tonto Un embajador cristiano desea ser táctico, persuasivo, sensible y reflexivo. Ser un buen apologista y ser capaz de dar buenas razones para la verdad de la cosmovisión cristiana se necesita la oración, la paciencia, el estudio y la perseverancia. Para aquellos que han hecho su objetivo el convertirse en buenos defensores de la fe, hay ciertas disciplinas positivas y rasgos de carácter que uno haría bien en desarrollar. Éstos lo ayudarán a convertirse en un apologista sabio. Pero por otro lado, hay algunos escollos que pueden aparecer que, cuando se dejan sin verificar, pueden convertirse en rasgos de carácter y te hace un apologista tonto. Aunque seguramente hay más, aquí están diez escollos del apologista tonto: 1. El Apologista Tonto Habla Antes De Escuchar. Proverbios 18:13 dice: "Al que responde palabra antes de oír - Le es fatuidad y oprobio." No sólo comunica a los demás que le importa menos sobre lo que tienen que decir, pero también se vuelve incapaz de dar una respuesta bien fundamentada. El apologista sabio es paciente, trata de comprender, y evita monólogos. 2. El Apologista Tonto Exagera Su Argumento. El apologista tonto no tiene "buenas razones". En su lugar, puede probarlo. Él puede probar algo más allá de la sombra de una duda. Sus argumentos son presentados con toda confianza, y por supuesto, no puede estar equivocado. Aun utilizando buenos argumentos, él exagera lo que en verdad está mostrando. No hay modestia aquí, y la gente se resiste. El apologista sabio sostiene con seguridad, pero con modestia. 3. El Apologista Tonto Quiere Ganar Cada Punto. El apologista tonto quiere ganar todos los puntos. Cuando la conversación se pone compleja, él necesita asegurarse de corregir cada error que ve en el punto de vista de la otra persona. No

description

ljnn-kn

Transcript of 10 Escollos Del Apologista Tonto

Page 1: 10 Escollos Del Apologista Tonto

10 Escollos del Apologista Tonto

Un embajador cristiano desea ser táctico, persuasivo, sensible y reflexivo. Ser un buen apologista y ser capaz de dar buenas razones para la verdad de la cosmovisión cristiana se necesita la oración, la paciencia, el estudio y la perseverancia. Para aquellos que han hecho su objetivo el convertirse en buenos defensores de la fe, hay ciertas disciplinas positivas y rasgos de carácter que uno haría bien en desarrollar. Éstos lo ayudarán a convertirse en un apologista sabio.

Pero por otro lado, hay algunos escollos que pueden aparecer que, cuando se dejan sin verificar, pueden convertirse en rasgos de carácter y te hace un apologista tonto. Aunque seguramente hay más, aquí están diez escollos del apologista tonto:

1. El Apologista Tonto Habla Antes De Escuchar. Proverbios 18:13 dice: "Al que responde palabra antes de oír - Le es fatuidad y oprobio." No sólo comunica a los demás que le importa menos sobre lo que tienen que decir, pero también se vuelve incapaz de dar una respuesta bien fundamentada. El apologista sabio es paciente, trata de comprender, y evita monólogos.

2. El Apologista Tonto Exagera Su Argumento. El apologista tonto no tiene "buenas razones". En su lugar, puede probarlo. Él puede probar algo más allá de la sombra de una duda. Sus argumentos son presentados con toda confianza, y por supuesto, no puede estar equivocado. Aun utilizando buenos argumentos, él exagera lo que en verdad está mostrando. No hay modestia aquí, y la gente se resiste. El apologista sabio sostiene con seguridad, pero con modestia.

3. El Apologista Tonto Quiere Ganar Cada Punto. El apologista tonto quiere ganar todos los puntos. Cuando la conversación se pone compleja, él necesita asegurarse de corregir cada error que ve en el punto de vista de la otra persona. No importa que su compañero de conversación se ofenda por su "atención a los detalles." Este apologista es la falacia de policía, el corrígelo-todo, y el "gramático perfecto". Si él comete un error, da un pedaleo en reversa dando poco o ninguna admisión de su error. El apologista sabio puede discernir lo que realmente importa en una conversación.

4. El Apologista Tonto Persigue Pistas Falsas (Red Herrings). Si el tema es la resurrección, solo brinca al tema de la evolución. El apologista tonto estará feliz de saltar tras cualquier rastro de conejo que aparezca. La conversación va en todas direcciones. Él no puede hacer ningún progreso en una discusión porque no puede detectar pistas falsas, distracciones y problemas fuera de tema. De hecho, el puede disfrutar de estas desviaciones de un diálogo centrado, porque él es orgulloso de su experiencia en el ámbito de su tema favorito. El apologista sabio sabe cómo mantenerse dentro de un punto.

5. El Apologista Tonto Es Orgulloso De Sí Mismo. A él le gusta el hecho de que él sabe términos que hacen que los "novatos" que le rodean se les tuerzan la cabeza. En secreto se felicita así mismo por leer más libros en un mes que la mayoría de la gente hace en un año. Le gusta el sonido de su propia voz, y piensa que él hace un trabajo bastante bueno en

Page 2: 10 Escollos Del Apologista Tonto

un foro de internet. La apologética es su herramienta para mostrar al mundo que puede flexionar su músculo intelectual. Ha recibido su recompensa. El apologista sabio se humilla delante de Dios, y se ve a sí mismo con cordura.

6. El Apologista Tonto Busca La Popularidad. Él disfruta de los elogios de los demás, hablando con mucha gente, ser un gran nombre. Tumbar otros nombre se convierte en una herramienta normal para mostrar a los demás tal y como está conectado con lo que está sucediendo en la escena. Él no elige lugares bajos o humildes. El apologista sabio florece donde se planta.

7. El apologista tonto descuida las disciplinas espirituales. Él encuentra leer filosofía más interesante que leer la Biblia, así que deja de lado la Biblia. La oración es rara y con prisa. De hecho, la oración, la meditación, el estudio bíblico, la adoración y el compañerismo toman el asiento de atrás para estudiar. El apologista tonto se engaña a sí mismo al mismo tiempo que se desvía. El apologista sabio se sienta a los pies de Jesús.

8. El Apologista Tonto No Tiene Amor. Él puede hablar en la lengua de los filósofos y de los teólogos, pero no tiene amor - no es más que un metal que resuena o címbalo que retiñe. Tiene el don de la inteligencia, y entiende todos los misterios y toda ciencia, sus argumentos pueden mover montañas, pero no hay amor - no es nada. Él da todo su tiempo y energía para estudiar, y entrega sus finanzas a los títulos universitarios, pero no ama - no ha ganado nada. El apologista sabio es motivado por el amor a Dios y amor al prójimo.

9. El Apologista Tonto Se Aísla De Los Demás. Él no necesita de sus aportes. Él no aprecia la corrección. Él tiene sus propios planes, su propia agenda, y su propio ministerio personal. Se niega a dejar que el hierro afile el hierro. Cuando caiga, no tiene a alguien que lo levante. Él es responsable ante sí mismo solamente. El apologista sabio se rodea de consejo piadoso y colaboradores.

10. El Apologista Tonto No Hace Apologética. Se convierte en un adicto a la apologética, un consumidor en lugar de un soldado raso. Él habla más sobre la defensa de la fe que en realidad defender  la fe. Los debates son un deporte para espectadores. Se olvida de que las almas están en juego y ni siquiera piensan en la predicación del Evangelio. El apologista sabio quiere ganar a otros para Cristo más que nada - y utiliza la apologética como una herramienta para ayudar en esta tarea.

¿Te has encontrado alguno de estos escollos en tu propia vida? Esta lista puede servir como un recordatorio práctico o incluso servir como una lista de puntos de oración para su propio desarrollo como mejor embajador para Cristo.