Me siento en plena juventud, fresca y alegre. Me gustan los piercings y los tatuajes. Las fiestas y las cosas innovadoras. Me gusta divertirme y reírme, salir y beber.

El amor y el baile, un sentimiento real e

incontrolable que al unirlos pueden ser inseparables. Cuando bailo siento cosas

parecidas que cuando amo. Y como se puede ver, ha

salido mi lado cursi que normalmente anda

escondido.

Para mí una buena amistad se compone de ternura, amabilidad, respeto, comprensión. Todo lo que esta foto representa es eso. La fuerza de la amistad. Soy muy amiga de mis amig@s, una base esencial para que pueda ser feliz son mis amig@s.

Tengo una visión un poco pesimista del mundo. Aunque vea las cosas de color negro siempre acabo viendo una luz cegadora que me indica lo positiva que soy ante lo negativo.

A veces me cuesta dar las gracias, soy "cabezona" hasta para eso. Pero a base de experiencias y de momentos en los que te sientes la protagonista en segundo plano, sabes observar "gracias" en miradas, sonrisas, gestos y palabras. Incluso en los suspiros...

Mi primera opción para elegir carrera era la Filología Clásica. Me encanta la cultura griega y la romana, además de sus mitos y su lengua. Y por eso he querido exponer aqui esta foto del Coliseo, de cuando estuve en Roma.

A menudo me acuesto para no dormir, y me duermo sin darme cuenta. Me levanto igual de cansada que me acosté. Y me di cuenta de que los sueños se apoderan de mi mente, despierta y durmiendo.

No todos los cielos tienen el mismo azul, al igual que no todos los mares ni océanos son semejantes. El color indescriptible del Mar Menor entre turquesa, verde alga y azul contaminado me hace recordar cientos de momentos; momentos que solo esa "charca calentita" me hace recordar.

Quiero llenar mi vida de experiencias buenas y malas. Quiero viajar y mirarme en miles de espejos, donde cada cual me enseñe una arruga que represente un año de mi vida. Quiero vivir muchos años o pocos pero buenos e intensos.

Siento que ha llegado la Navidad por el olor a castañas asadas en plena calle. Por las luces de colores. Por los horteras decorados de los escaparates de todas las tiendas. Entre el olor de las castañas y el olor cálido por las mañanas del verano, el año se hace mucho mas corto.