Cómo se organizó la represión en el país y la región

Información e imágenes del libro “Buscados” de Noemí Labrune

Si bien el 24 de marzo de 1976 es recordado como el comienzo de dicho plan, es necesario situarse, cuanto menos, en octubre de 1975 cuando el gobierno de Isabel Martínez de Perón sancionó los denominados Decretos de Aniquilamiento (2770, 2771 y 2772), a través de los cuales se facultó a las Fuerzas Armadas para que asumieran el control de las operaciones para la represión y de aniquilación de la subversión.

La Triple A asesino a mansalva a toda persona que figuraba en sus “listas negras”, integrantes de organizaciones políticas, militantes sociales, sindicales, y todo aquel sospechado de no coincidir con la ideología enmarcada en la “Doctrina de la Seguridad Nacional”. Es así que, aún antes del Golpe Militar, la persecución y las amenazas de la Triple A empujaron al exilio a un gran número de intelectuales, artístas y militantes políticos y sociales.

El Ejército Argentino dividió territorialmente el país (a través de la Directiva N°404/75) en “zonas de defensa”, cuyos límites coincidían con los que demarcaban la jurisdicción de los Cuerpos de Ejército. El Comando de la Zona 5 dependía del 5° Cuerpo de Ejército y abarcaba las provincias de Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y algunos partidos de la Provincia de Buenos Aires.

A su vez, cada Zona estaba dividida en Subzonas y, éstas últimas, a su vez, en Áreas. Así, esta región de la norpatagonia se hallaba bajo el control operacional del 5º Cuerpo de Ejército con sede en la ciudad de Bahía Blanca, y la provincia de Neuquén y la casi totalidad de la provincia de Río Negro conformaban la Subzona 5.2, cuya conducción estaba a cargo del Comandante de la VI Brigada de Infantería de Montaña (VI BIM) con sede en Neuquén. Asimismo, el Área 5.2.1 comprendía la zona del Alto Valle de Río Negro y Neuquén y la unidad responsable de la misma fue el Batallón de Ingenieros de Construcciones 181 (BIC 181) con asiento en esta capital.

Aquí, precisamente, en el Area 521, fue donde se instaló y funcionó el Centro Clandestino de Detención (CCD) “La Escuelita”. Nuestra región –bajo la jurisdicción de la Subzona de Seguridad 5.2, Área 521, con control operacional del V Cuerpo de Ejército (Zona de Seguridad 5)- no escapó a la aplicación del “Plan Sistemático”.

La Escuelita funcionó a unos 70 metros al sur del cerco perimetral que delimita el Batallón de Ingenieros en Construcciones 181. Tenía dos accesos: uno a través de una tranquera ubicada en los fondos del Batallón, y el otro por la calle Chaco que estaba entre el Polo Club (hoy Hipermercado Jumbo) y el Batallón, por la que se podía llegar hasta el río.

• El nombre fue replicado del principal Centro Clandestino de Detención (CCD) de Bahía Blanca, el cual a su vez seguramente fue copiado del primer campo de este tipo, instaurado a principios de 1975 en el edificio de lo que había sido una escuela ubicada en una localidad cercana a la capital de la provincia de Tucumán, durante la primera fase del “Operativo Independencia”. Dicen también que su nombre se debe a que, en ese lugar, “enseñaban a hablar” a los detenidos…

Foto del diario Río Negro

Según la Fiscalía Federal de Neuquén, el primer registro del uso de La Escuelita como lugar de torturas data de la noche del miércoles 8 de junio de 1976, cuando luego de una serie de operativos de secuestro fueron trasladados allí Alicia Villaverde, Darío Altomaro, Lucio Espíndola, Susana Mujica y, posiblemente, Cecilia Vecchi. Al día siguiente, serían llevados allí Eduardo París, Alicia Pifarré y Alicia Figueiras. Desde entonces, y hasta que fuera desmantelada entre julio y septiembre de 1978, pasaron al menos 90 víctimas, de las cuales 32 permanecen desaparecidas, y una logró escapar.