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Bases farmacológicas del tratamiento de la mastitis bovina: Mastitis subclínica Mastitis por microorganismos ambientales y mastitis hiperaguda. Héctor Sumano López 1 Lilia Gutiérrez Olvera 1 Luis Ocampo Camberos 1 GENERALIDADES Es importante señalar que la mastitis sigue siendo la primera causa de uso de antibacterianos y es el uso de leche con residuos de estos agentes el principal problema de residuos en la producción de alimentos. Cuando se intente tratar un caso de mastitis se deben tener en cuenta tres aspectos fundamentales: (1) Eficiencia. (2) Costo: beneficio y (3) residuos de fármacos en leche. En la década de los 60´s y 70´s el énfasis en el tratamiento de las mastitis fue mediante el uso de preparados intramamarios vs. Gram positivos. La eficacia global esperada superaba el 75% de los casos al primer tratamiento. Sin embargo, si se consideran las pruebas bacteriológicas y los residuos, la eficacia es mucho menor, sobretodo porque a menudo no se aplican antimicrobianos en la dosis y durante el tiempo necesario, sobretodo para microorganismos que generan más resistencias y son más invasivos como el Streptococcus uberis y el Staphhylococus aureus, para lograr máxima eficacia, en virtud de la exigencia del mercado de regresar lo más pronto posible la vaca a la línea de ordeña. Para el clínico, es necesario poder distinguir en un mar de artículos cuales son confiables y cuales se prestan a interpretaciones erróneas. Un dato que puede orientar al lector es la tendencia (98% de los casos) a presentar resultados positivos cuando los investigadores están asociados o trabajan para el fabricante de un preparado dado. La mejor manera de juzgar un antibacteriano es a través de estudios clínicos bien diseñados y sobretodo imparciales. Así, se ha determinado que se logra una mayor eficacia vs Staphhylococus aureus en mastitis clínica, pero no al secado, usando una terapia intramamaria y parenteral conjunta (A). En estos estudios se usaron por su farmacocinética adecuada: macrólidos modernos, tetraciclinas (de preferencia IV) y fluoroquinolonas. Esto es, buena difusión a glándula mamaria T½ prolongada y elevada biodisponibilidad. En contraste, se sabe que el ceftiofur tiene baja biodisponibilidad (B); la eritromicina 1 Departamento de Fisiología y Farmacología, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Nacional Autónoma de México. México D.F. 04510, México.

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Bases farmacológicas del tratamiento de la mastitis bovina: • Mastitis subclínica • Mastitis por microorganismos ambientales y mastitis hiperaguda.

Héctor Sumano López1 Lilia Gutiérrez Olvera1

Luis Ocampo Camberos1

GENERALIDADES Es importante señalar que la mastitis sigue siendo la primera causa de uso de antibacterianos y es el uso de leche con residuos de estos agentes el principal problema de residuos en la producción de alimentos. Cuando se intente tratar un caso de mastitis se deben tener en cuenta tres aspectos fundamentales: (1) Eficiencia. (2) Costo: beneficio y (3) residuos de fármacos en leche. En la década de los 60´s y 70´s el énfasis en el tratamiento de las mastitis fue mediante el uso de preparados intramamarios vs. Gram positivos. La eficacia global esperada superaba el 75% de los casos al primer tratamiento. Sin embargo, si se consideran las pruebas bacteriológicas y los residuos, la eficacia es mucho menor, sobretodo porque a menudo no se aplican antimicrobianos en la dosis y durante el tiempo necesario, sobretodo para microorganismos que generan más resistencias y son más invasivos como el Streptococcus uberis y el Staphhylococus aureus, para lograr máxima eficacia, en virtud de la exigencia del mercado de regresar lo más pronto posible la vaca a la línea de ordeña. Para el clínico, es necesario poder distinguir en un mar de artículos cuales son confiables y cuales se prestan a interpretaciones erróneas. Un dato que puede orientar al lector es la tendencia (98% de los casos) a presentar resultados positivos cuando los investigadores están asociados o trabajan para el fabricante de un preparado dado. La mejor manera de juzgar un antibacteriano es a través de estudios clínicos bien diseñados y sobretodo imparciales. Así, se ha determinado que se logra una mayor eficacia vs Staphhylococus aureus en mastitis clínica, pero no al secado, usando una terapia intramamaria y parenteral conjunta (A). En estos estudios se usaron por su farmacocinética adecuada: macrólidos modernos, tetraciclinas (de preferencia IV) y fluoroquinolonas. Esto es, buena difusión a glándula mamaria T½ prolongada y elevada biodisponibilidad. En contraste, se sabe que el ceftiofur tiene baja biodisponibilidad (B); la eritromicina

1 Departamento de Fisiología y Farmacología, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Nacional Autónoma de México. México D.F. 04510, México.

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La mastitis es una de las enfermedades que más frecuentemente afecta al ganado bovino lechero (1, 2). Su importancia económica se reconoce mundialmente, por lo que se han utilizado muchos fármacos para su tratamiento y como siempre ocurre en las enfermedades multifactoriales, éstos cambian con el tiempo y deben revisarse periódicamente (2, 3, 4, 5). Un tratamiento adecuado se basa, en gran medida, en el manejo adecuado de los fármacos, principalmente los antiinflamatorios no esteroidales y los antimicrobianos, por lo que se necesita que el médico veterinario tenga conocimientos sólidos de farmacología. Por ejemplo, una vaca con mastitis puede tratarse con doxiciclina parenteral, pero los largos periodos de retiro que tiene este antibacteriano hacen impráctico su uso en muchos casos de mastitis clínica, pero pudiera resultar una opción para algunos programas de secado. Otro ejemplo esta dado por lo aminoglicósidos (estreptomicina, gentamicina, kanamicina, neomicina) aplicados de manera parenteral, los cuales no difunden bien al interior de la glándula mamaria y a la interfase leche célula acinar, por lo que su aplicación no tiene efecto terapéutico tangible. Adicionalmente, la actividad antibacteriana de los aminoglicósidos se reduce casi a por completo en presencia de suero o leche o pus (6). El clínico necesita saber la capacidad de difusión de los antimicrobianos. Si éstos son ácidos débiles, alcanzan concentraciones que son menores o iguales a las concentraciones plasmáticas; si son bases débiles (excepto aminoglicósidos y espectinomicina) (7, 8) alcanzan concentraciones en leche, que son mayores que las encontradas en el plasma (9, 10). Además, requiere conocer el espectro y la potencia de los antimicrobianos. La buena distribución de un fármaco en tejidos es un claro reflejo de su liposolubilidad, su constante de disociación (pKa), su pH y su unión a proteínas plasmáticas. La perfusión mamaria es tan eficiente que resulta ideal para la administración parenteral de antibacterianos. En vacas sanas la perfusión llega a ser hasta de 10 litros de sangre/min (11); así que el fármaco ideal para el tratamiento de la mastitis deberá tener un espectro apropiado, alcanzar concentraciones antimicrobianas sin afectar otros sistemas, ser altamente liposoluble para lograr una gran penetración a sitios infectados, pero deberá abandonar rápidamente el sitio y no dejar residuos. Adicionalmente, deberá ser activo en presencia de leche y pus. Como referencia a estas consideraciones, en el Cuadro 1 se muestra la distribución potencial de los fármacos de uso parenteral e intramamario de acuerdo con Ziv (12). Cuadro 1. Clasificación de los antimicrobianos de acuerdo con su potencial de distribución a la glandula mamaria después de su aplicación intramamaria y parenteral.* Vía parenteral Via intramamaria Buena Limitada Baja Buena Limitada Baja

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Sulfanilamida Eritromicina Oleandomicina Tilosina Espiramicina Lincomicina Clindamicina Cloranfenicol Trimetoprim Tianfenicol Florfenicol Enrofloxacina Norfloxacina Tiamulina

Otras sulfas Penicilina G Cloxacilina Ampicilina Amoxicilina Cefalosporinas Tetraciclinas Novobiocina Rifampicina Acido fusídico

Estreptomicina Neomicina Kanamicina Aminosidina Espectinomicina Gentamicina Polimixinas Vancomicina

Fluoroquinolonas Sulfanilamida Otras sulfas Dapsona Nitrofuranos Eritromicina Oleandomicina Tilosina Espiramicina Lincomicina Clindamicina Ampicilina Amoxicilina Hetacilina Cefalexina Cloranfenicol Trimetoprim Novobiocina Rifampicina

Peniclina G Cloxacilina Cefoxazol Cefalonium Cefapirina Cefacetrilo Tetracicilinas

Bacitracina Tirotricina Estreptomicina Neomicina Kanamicina Aminosidina Gentamicina Polimixinas

* Adaptado de Ziv (12, 13). En un tratamiento ideal, el antimicrobiano bien manejado debe alcanzar concentraciones adecuadas del medicamento con respecto al patógeno específico, al mismo tiempo debe lograrse fácilmente su eliminación sin dejar residuos ni infecciones subclínicas. Se debe permitir el regreso a la producción con el mínimo de reducción en capacidad productiva. Se ha estimado que la producción láctea se ve reducida de 9% a 45% (14). Por esto, se ha demostrado que es tan importante el uso de un antibacteriano como el de un antiinflamatorio (no esteroidal) para el tratamiento de las mastitis (15, 16, 17). Regularmente no se publican los efectos de los antibióticos sobre la recuperación de la producción láctea, los criterios de curación se limitan a informar de la cura clínica o bacteriológica, o ambas. Esto se debe a que a menudo el clínico olvida que los antibacterianos solo tienen efecto a ese nivel, sin capacidad de desinflamar o cambiar el pH de un medio o retirar la pus y detritus celulares de un sitio (18). Los antiinflamatorios no esteroidales contribuyen a una elevada eficacia de recuperación en la mastitis clínica y mejoran el porcentaje de recuperación de la producción láctea (19) Este último es un indicador importante de la efectividad de un tratamiento porque contempla el grado de rehabilitación de la productividad del tejido glandular y por lo tanto repercute más en la relación de costo / beneficio de un tratamiento. Los antiinflamatorios no esteroidales como la flunixina-meglumina, el piroxicam, el mismo ácido acetil-salicílico, el ketoprofeno, etc., bloquean la liberación de aminas vasoactivas (serotonina, histamina, cininas etc.), y seguramente también tienen efecto sobre la lipooxigenasa y ciclooxigenasa, con lo cual evitan la producción de las prostanglandinas (20) y de leucotrienos involucradas en la inflamación. Como consecuencia de esto también se inhibe el dolor. Las tendencias modernas de las terapias contra la mastitis deben conllevar a una visión integral. Evidentemente deberán atacar el agente causal y sus efectos inflamatorios sobre el organismo,

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deberán contemplar el bienestar del animal en casos de mastitis por enterobacterias y por ello es cada vez más común añadir tratamientos fluido-electrolíticos, aplicar oxitócicos para mejorar el vaciado de la glándula y algunas veces antihistamínicos bloqueadores de receptores H1 (2, 21). Más aún se han intentado los tratamientos con interferón, con interleucinas, y con diversos remedios herbolarios (22). Todavía es incierto el verdadero valor de muchos fármacos en el tratamiento de la mastitis; por ejemplo, el uso de glucocorticoides ha sido en ocasiones aceptado, y en otras, rechazado (18, 20, 23, 24, 25). Es claro que son necesarios los antiinflamatorios ya que siempre existe un proceso inflamatorio y en ocasiones este puede ser grave. Se ha demostrado que una glándula que es tratada con desinflamatorios (no esteroidales) presenta menos reincidencias y se cura más pronto. La flunixina-meglumina se considera como una buena alternativa (20, 26), dado que además de su capacidad antiinflamatoria, se ha demostrado que es capaz de reducir lo signos clínicos relacionados con la endotoxemia de la mastitis producida por E. coli. No se recomienda a la fenilbutazona dado que, aunque es muy eficaz, su período de retiro es prolongado y los residuos pueden inducir reacciones alérgicas severas e incluso mortales en el hombre (síndrome de Lyell que conlleva epidermolisis necrosante generalizada; síndrome de Steven-Johnson, etc). Es importante recordar que desafortunadamente se incorporan muchos antiinflamatorios no-esteroidales a la clínica bovina sin determinar antes su farmacocinética y distribución a glándula mamaria. El dimetil-sulfóxido puede ser útil como antiinflamatorio tópico (26). En algunos casos se le ha utilizado como vehículo de compuestos liposolubles, pero no se ha demostrado que mejore la eficacia o distribución del antimicrobiano diluido. Por otro lado, no queda claro el papel de las enzimas en las infecciones, ni los efectos benéficos del uso de las vitaminas A, D y E. Se han hecho algunos acercamientos naturales a terapias con compuestos no ortodoxos, pero se les ha dado poco reconocimiento (23, 27, 28). Algunas técnicas requieren validación internacional; por ejemplo, se dice que la infusión intramamaria de 250 ml de una solución saturada de glucosa puede ser muy eficaz para el tratamiento de mastitis por Pseudomonas spp (142). Ultimamente, el uso de campos electromagnéticos para la prevención y éxito de la mastitis bovina ha alcanzado gran reputación en China y Rusia. Es más, se ha observado un incremento en la producción láctea cuando se aplican estos campos electromagnéticos con un dispositivo incluído dentro de la máquina de ordeño (29, 30). Existen algunas propuestas acerca del mecanismo de acción de esta técnica, las cuales incluyen la electroporación, la activación leucocitaria y el incremento del aporte sanguíneo en la glándula mamaria. Los nuevos enfoques pueden incluir en un futuro cercano, el uso de liposomas para favorecer la entrada de antibacterianos a las células afectadas (31); el uso de mediadores de la inflamación como el factor alfa-recombinante de la necrosis tumoral junto con antibacterianos para mejorar o

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impulsar los mecanismos de defensa, el uso de otras citocinas más agentes antimicrobianos (32) y el interferón bovino (18). Si bien es cierto que no se puede dejar de recurrir a la terapia de los casos clínicos, el enfoque primario del veterinario deberá ser la prevención. Para ello se están desarrollando vacunas, particularmente útiles hasta ahora contra la mastitis por E. Coli, se evalúa el uso de campos electromagnéticos, se diseñan nuevas prácticas de higiene, se analiza el papel del estrés, se pondera el uso de inmunoestimuladores inespecíficos, quizá para que en un futuro cercano sea rutinario tratar las mastitis subclínicas y se reduzca sustancialmente el porcentaje de animales afectados clínicamente. En cuanto al tratamiento de las mastitis, el veterinario debe mantener presente los siguientes puntos: 1. No hay conocimientos absolutos y debe estar preparado para el cambio que inducen nuevos

hallazgos 2. El uso indiscriminado de antimicrobianos puede ser la causa de que la explotación pierda su

rentabilidad 3. Un buen manejo reduce drásticamente el uso de antimicrobianos 4. La percepción empírica de eficacia debe ser comprobada experimentalmente con método científico Un plan de control de mastitis debe contener, por lo menos, lo siguiente: • Selladores de tetas con antisépticos. • Secado de la vaca. • Tratamiento oportuno de mastitis clínica. • Uso adecuado de equipo de ordeño. • Desecho de vacas infectadas crónicamente. • Selección de vacas genéticamente resistentes a las mastitis más comunes. • Control de vectores, particularmente moscas (verano). • Buen manejo nutricional y de prácticas de higiene. • Mejoramiento de la nutrición; por ejemplo, se sabe que suplementando la dieta con vitamina E y selenio se aumenta la fagocitosis y la muerte de leucocitos polimorfonucleares y de macrófagos (33). • Reducción de estrés (34). Sólo en dos puntos de los mencionados anteriormente se incluyen antimicrobianos. Por esta razón, la información aquí contenida debe verse como parte de un esfuerzo integral por reducir las mastitis. Más aún, el valor de la terapia para el control de la mastitis ha sido sobrestimado. Por ejemplo, la introducción de penicilinas en la terapia de la mastitis bovina dió resultados

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fabulosos contra S. agalactiae; sin embargo, la reducción de la incidencia de mastitis por este agente trajo como consecuencia el desarrollo de mastitis causadas por otros agentes resistentes a la penicilina. En explotaciones donde se ha logrado la erradicación del Estreptococcus agalactie, las mastitis causadas por E. coli y S. aureus representan aproximadamente el 70% de los casos clínicos, mientras que las causadas por S. agalactiae, sólo el 5%. Debido a esto, el impacto del uso de antimicrobianos puede aparentar éxito, pero debe ser evaluado dentro de una perspectiva más amplia. Dodd (35) encontró que el efecto directo de la terapia intramamaria en el rango de curación total (clínica y bacteriológica) puede ser sólo del 29%, y para infecciones por S. aureus todavía menor (17%). Las causas de estos rangos tan bajos pueden ser numerosas, pero la falta de un buen diagnóstico bacteriológico y de solidez relativa en el conocimiento de las propiedades farmacológicas de los antimicrobianos, juega un papel muy importante. Al comparar y juzgar la eficacia de un antimicrobiano dado para el tratamiento de la mastitis, el clínico debe tener en mente: 1) que existe un cierto porcentaje de curaciones espontáneas, especialmente en mastitis coliformes, 2) que el rango de curaciones varía según el estado de lactancia. Por ejemplo, se considera como bueno un promedio de curaciones del 73% al 90% al secado, de un 60% al 70% en mastitis subclínicas y de un 62% al 70% en mastitis clínicas durante la lactancia (35); y 3) que pueden existir grandes diferencias terapéuticas entre hatos y aún dentro de un mismo hato. Es necesario que se tenga en mente que ante un tratamiento empírico, dada la urgencia en una mastitis, a más crónico es el caso, menor será la tasa de curación, independientemente de la gravedad del caso en particular. Así, un primer caso grave tendrá un 80% de posibilidades de curarse clínica y bacteriológicamente, mientras que una caso crónico de gravedad leve, solo tendrá un 20-30% de posibilidades de cura. Debe considerarse además, la influencia del tratamiento en infecciones posteriores y con otras variables farmacológicas como: formulación del producto, dosis y tiempo de duración del tratamiento, si se realizó el tratamiento en un hato en el que se controlaba Streptococcus agalactie mediante aplicaciónes de penicilina G-procaínica a todo el hato (Blitz-Therapy) (36), número de ordeños al día y tratamientos auxiliares. Craven (14) sugiere los siguientes términos para las concentraciones de antimicrobianos en tejidos: concentración bactericida óptima (CBO), cuando se logra la máxima tasa de mortalidad bacteriana; concentración mínima bactericida (CMB), cuando se inicia la destrucción bacteriana; concentracion mínima inhibitoria (CMI), a la concentración de fármaco necesario para inhibir el desarrollo del microorganismo y concentración mínima antibacteriana (CMA), cuando se obtiene un efecto antibacteriano apenas perceptible. En el cuadro 2 se presenta un patrón de susceptibilidad sugerido por Prescott y Baggot (37).

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Cuadro 2. Medicamentos utilizados para el tratamiento intramamario y sistémico de

la mastitis bovina. No necesariamente se ha probado su eficacia. Organismo Via Antibacteriano y dosis en mg/kg

B. cereus C. perfringens,

Parenteral Penicilin G, benzatínica y sódica (10, QID, IV)

E. coli, Klebsiella spp Parenteral

Intramamario

Polimixina B; florfenicol** (20, BID,IM), tiamfenicol (50, BID, IV), trimetoprim-sulfa (50, BID, IV), tetraciclinas (20,BID, IV), kanamicina (10, B-TID, IM), enrofloxacina (5-10, SID, BID, IM, IV), norfloxacina (10, IM-IV), Ceftiofur. Cefalosporinas de 2a o 3ª generación; neomicina, kanamicina, gentamicina, ampicilina-cloxacilina o cefalosporinas, polimixina B y enrofloxacina y norfloxacina

F. necroforum Intramamario Procaina; Penicilina G; v eritromicina; tetraciclinas

Levaduras y hongos Intramamario Clotrimazol, natamicina, amfotericina B, ketoconazol; nistatina

Nocardia spp Intramamario Trimetoprim-sulfametoxazol, minociclina, amikacina, (poco éxito). Desechar la vaca

Mycoplasma spp Intramamario Macrólidos, aminoglicósidos (poco éxito). Desechar la vaca

P. aeruginosa

Intramamario Gentamicina, polimixina B, carbenicilina, otras penicilinas vs. Pseudomonas spp. como Azlocilina

Staphylococcus aureus Parenteral Intramamario

Eritromicina (10, BID, IM), tilosina (20, BID, IM), cloxacilina (25, QID, IM), tetra- ciclina (10, BID, IV), cefalotina (12.5, TID, IM), procaina penicilina G (25,000 IU/kg, SID, BID) para microorganismos sensibles. Amoxi-ácido clavulánico/ amoxi-sulabactam Cefalosporinas, cloxacilina, penicilina-kanamicina, eritromicina, tetraciclinas, rifampin Amoxi-ácido clavulánico/ amoxi-sulabactam

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Streptococcus spp.

Parenteral Intramamario

Penicilina G, procaína (25,000 IU/kg, SID, BID, IM), macrólidos, tetraciclinas (dosis para S. Aureus), Cefalosporinas, cloxacilina.

SID = una vez al día; BID = dos veces al día; TID = tres veces al día; QID = cuatro veces al día. * Adaptado de Prescott y Baggot (37). ** Se ha sugerido baja eficacia. El microambiente del sitio de infección debe ser compatible con el fármaco elegido. El sobrenadante de un absceso es ácido, hiperosmótico e hiperiónico con relativa baja concentración de sodio y cloro y alta concentración de potasio y fosfato lo que dificulta la acción de la mayoría de los antimicrobianos. Los fármacos cuyo sitio de acción es intracelular, tienen que vencer algunos problemas, pues una proporción que está “no ionizada”, que no está unida a proteínas plasmáticas u otros constituyentes y que escapa a la inactivación de enzimas o compuestos competitivos, puede cruzar la membrana celular de la bacteria y alcanzar el sitio de acción para ser terapéuticamente activo. Las penicilinas y las cefalosporinas inhiben la síntesis de la pared celular de la bacteria, pero la muerte de la bacteria ocurre cuando la bacteria se rompe como resultado de su relativa hiperosmolaridad interior. Si el microambiente es isosmolar con respecto al interior del organismo, la variante de protoplasto o esferoplasto puede formarse y continuar con vida (70). Los aminoglicósidos no son muy eficaces en un ambiente anaerobio debido a que son dependientes de oxígeno para su transporte al interior de la bacteria. Los fármacos que se unen a proteínas plasmáticas de manera muy extensa se unen de igual forma a proteínas en la pus. Por ejemplo, además de su unión a proteínas plasmáticas, los aminoglicósidos y las polimixinas se unen al sedimento de la pus (6). La actividad antimicrobiana de la gentamicina es reducida de 16 a 32 veces si el pH es ácido y se reduce aún más si hay fuerzas iónicas y la osmolaridad encontrada en la pus (38). Los desechos de tejido pueden proveer del sustrato adecuado a la bacteria, para enmascarar los efectos del trimetroprim y las sulfonamidas (20). El tamaño y la pureza del inóculo, así como la cantidad de fármaco activo pueden influir en la actividad antimicrobiana. Por ejemplo, es necesario un cierto número de moléculas del aminoglicósido para matar una sola bacteria. Muchas infecciones son polimicrobianas por lo que las complejas interacciones entre los microbios, el húesped y los antimicrobianos influyen sobre la actividad antimicrobiana en el sitio de infección. Estas condiciones no se repiten en las pruebas de susceptibilidad in vitro. El efecto de casi todos los fármacos antimicrobianos es mejor cuando el patógeno se encuentra en crecimiento y dividiéndose, momento en el que es más sensible. Cuando la infección madura, las tasas de crecimiento bacteriano se reducen y la densidad bacteriana aumenta, haciendo difícil la acción del antimicrobiano. Las infecciones maduras causadas por cocos Gram positivos responden muy mal a la terapia retardada.

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Vías de administración de los antimicrobianos La vía intramamaria es la más utilizada para la terapia de la mastitis, ya sea en vacas secas con preparados de larga acción o en vacas en lactancia en forma de infusión. Para casi todos los fármacos, el uso de estas vías significa concentraciones desiguales y muchas veces no detectables en el tejido mamario donde la infección tiene lugar. A pesar de esto, las concentraciones en leche pueden ser superiores a los valores de CMI. Craven (14) encontró que la relación costo-beneficio no recomienda el uso de la vía intramamaria durante la lactancia. Además, algunos estudios comparativos indican que existe una mala relación entre la susceptibilidad in vitro y la respuesta in vivo con las preparaciones correspondientes cuando son utilizadas por vía intramamaria (39). A pesar de esto, la terapia intramamaria es muy efectiva contra Streptococcus agalactie debido a la naturaleza de la infección y debido a las altas concentraciones del antimicrobiano en leche, fuente necesaria de nutrimentos para esta bacteria. En contraste, si la infección es debida a Staphylococcus aureus, el rango de éxito será mayor si se administra por vía intramamaria y parenteral (im o iv) el o los antimicrobianos (40). A nivel comercial en México, se requiere llevar a cabo la revisión de las dosis y las formulaciones usadas para la terapia por vía intramamaria. Por ejemplo, cuando se introdujo la penicilina G a los preparados, sólo contenían 10,000 UI; hoy los tubos intramamarios contienen desde 100,000 hasta 1 millón de UI. Las jeringas de uso intramamario contienen de 50 a 500 mg de alguna penicilina sintética y se desconoce cómo se correlacionan estos niveles con los usos parenterales que recomiendan de 5 a 15 gramos/vaca. Es importante señalar que se ha demostrado que la única penicilina G de valor para el ganado es la sal procaína, sin sal Na o K ni benzatínica, mismas que no alcanzan concentraciones terapéuticas y que en el caso de la benzatínica solo sirve para contaminar al animal por más de un mes. Las mezclas con estreptomicina no son lógicas pues la estreptomicina no llega a la interfase de glándula mamaria-leche para atacar al patógeno y en tan solo unas 5-6 horas ya se ha eliminado más del 85% de la dosis. En pocas palabras, la mezcla de estreptomicina con penicilina G solo sirve para aumentar el tiempo de retiro de ordeña hasta por un mes (41). El dimetilsulfóxido se ha utilizado de manera empírica como un vehículo para algunos antimicrobianos intramamarios, aparentemente con mucho éxito. Dado que es una sustancia altamente liposoluble, teóricamente aumenta la penetración del antimicrobiano en el tejido mamario (26). No obstante, se deben llevar a cabo estudios clínicos y farmacológicos para apoyar esta visión. Por otro lado, debe tomarse en cuenta que muchos antimicrobianos liposolubles, diluidos o no en dimetilsulfóxido pueden absorberse de la glándula mamaria y redistribuirse a la glándula extendiendo la presencia del fármaco a otros niveles; por ejemplo, el florfenicol se absorbe de la

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glándula mamaria y alcanza concentraciones en el suero, comparables o superiores a las encontradas en sangre después de la administración IV, una situación que no es ideal en el caso de mastitis causada por E. coli ya que se aleja del sitio problema. Quizá esta sea una de las razones por las que el florfenicol no ha ofrecido una ventaja palpable en el tratamiento de la mastitis. Dada la alta vascularización de la glándula mamaria, los antimicrobianos alcanzan este sitio fácilmente y de manera más uniforme que por vía intramamaria. A pesar de la creencia popular, los tiempos de retiro de la leche para la mayoría de los antimicrobianos, después de una administración parenteral, son generalmente más cortos que después del tratamiento por vía intramamaria. La vía recomendada es la iv debido a los altos gradientes que se pueden obtener, lo que conduce a mejores patrones de difusión y a tasas de eliminación más rápida. La biodisponibilidad después de la administración intramuscular puede ser deficiente y se requiere ajustar la dosis. Para obtener CMI de oxitetraciclina, cloramfenicol, quiza tianfenicol y florfenicol, contra E. coli en tejido mamario, debe utilizarse la vía IV. Tradicionalmente se ha considerado que el paso de un fármaco de la sangre a la leche refleja razonablemente bien la concentración del fármaco en el tejido mamario, pero no siempre es así. Algunas veces una distribución no tan sorprendente del fármaco a la leche puede reflejar una mejor concentración en el tejido mamario, por tal razón, muchos estudios adicionales deberán confirmar este detalle de distribución. Una acción bactericida, CMI bajas y la baja toxicidad pueden ser considerados como factores ventajosos para un antibacteriano dado. Este es el caso de las penicilinas (como grupo), las cuales, a pesar de sus volúmenes de distribución aparentemene bajos, son eficaces para el tratamiento de la mastitis. En otras palabras, los antimicrobianos ß-lactámicos nunca exceden la concentración en leche por arriba del 20% de la concentración plasmática correspondiente y debido a su rápida eliminación (vida media corta) su concentración residual es baja. Sin embargo, y quizá porque sólo llegan a nivel tisular, estos agentes son tradicionalmente considerados como muy efectivos en el tratamiento de la mastitis. De hecho, Soback et al. (42, 43) no pudieron encontrar cefalexina o ceftiofur en la leche después de su administración iv o im en vacas, y la cefapirina solamente se encontró por cortos periodos a concentraciones de 0.1 µg/ml (44). No obstante, es notable la eficacia de estas 3 cefalosporinas en el tratamiento de la mastitis. Fallas en la terapia de la mastitis Para los microorganismos Gram positivos, las fallas en la terapia puede resumirse de la siguiente manera:

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• Concentración inadecuada del fármaco en el sitio de infección durante el tiempo que se requiere, debido a aplicaciones inadecuadas en lo que respecta a dosis, intervalo de dosificación, duración del tratamiento o vía de administración.

• Inmunodeficiencia local o variaciones en la respuesta individual, y sobrepoblación bacteriana que impida los mecanismos de defensa del organismo. Las bacterias son menos susceptibles si están en fase inactiva.

• Resistencia natural o adquirida de los microorganismos. Por ejemplo, Nocardia spp y Mycoplasma spp son generalmente resistentes a muchos fármacos y las formas "L" de Staphylococcus aureus son resistentes a los fármacos que interfieren con la síntesis de la pared celular bacteriana, así como a los antimicrobianos que no llegan al compartimiento intracelular

• Condiciones anatomopatológicas que favorecen la reinfección: abscesos, lesiones o deformidades en el canal de la teta o enfermedades metabólicas.

• Grado de avance de la mastitis. Alternativas Es conocimiento común que la mastitis es una enfermedad de gran prevalencia que afecta al ganado bovino productor de leche 37,133 . Se le detecta con mayor frecuencia durante el periodo de lactación, pero también se desarrolla durante el periodo no de lactación previo al parto o inmediatamente después de éste. La mastitis puede ser de origen infeccioso, mecánico o físico. Los signos clínicos que indican la presencia de la enfermedad son: inflamación, dolor y rubor en la región mamaria, fiebre, disminución o cese de la producción láctea y en ocasiones la enfermedad se torna sistémica para dar lugar a septicemia e incluso la muerte. Son muy diversos los tipos de microorganismos (bacterias, hongos, levaduras) que pueden infectar a la glándula mamaria. Desde una perspectiva histórica se puede decir que la incidencia de mastitis no ha variado substancialmente a pesar de uso de antimicrobianos, no obstante, cada vez son más potentes y poseen mayor espectro los antimicrobianos utilizados. Esto posible que esto obedezca a la selección de poblaciones bacterianas en un nicho ecológico dado. En la década de los 50s y hasta la de los 70s, la etiología preponderante eran los estreptococos, en particular el Streptococcus agalactie. En la actualidad las etiologías dominantes son el Staphylococcus aureus (a menudo cepas resistentes que adoptan la forma “L”) y por Escherichia coli, y los casos provocados por Streptococcus agalactie representan cuando mucho un 10% del total. Hasta ahora se han utilizado diversos fármacos de origen semisintético o sintético para su tratamiento entre los que destacan: antimicrobianos, antiinflamatorios, enzimas y antihistamínicos. Pero indudablemente la herramienta más utilizada desde hace varias décadas es

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la de los antimicrobianos, de los cuales se cuenta con una amplia variedad de opciones terapéuticas que permiten afrontar el problema. Gracias a la diversidad de los antimicrobianos sus vías de administración, espectro antibacteriano y propiedades farmacológicas se pueden tener tratamientos específicos para un tipo de agente infectante o para atacar una gran diversidad de agentes de manera empírica. Empero, es precisamente en esta fortaleza que los antibacterianos muestran su debilidad. Su uso indiscriminado ha generado la aparición de un número creciente de resistencias bacterianas. Es común entonces que los antimicrobianos (ß-lactámicos, aminoglicósidos, tetraciclinas, macrólidos, sulfonamidas, fluoroquinolonas, etc.) demuestren una eficacia elevada o aceptable, al momento de su introducción comercial a las granjas, pero debido a la presión selectiva que ejercen sobre los microorganismos inducen, con mayor o menor rapidez, la aparición de cepas resistentes, provocando el desuso del antimicrobiano recién introducido y forzando la utilización de nuevas opciones o combinaciones. Vías de aplicación de los antimicrobianos. Aunque el tratamiento se puede aplicar por vía intramuscular, subcutánea, intravenosa u oral, la forma más utilizada desde hace algunos años es la intramamaria. Las limitantes de esta vía son evidentes si se considera que la difusión del antimicrobiano a secciones profundas en el tejido mamario es muy limitada o bien nula. No obstante, su presencia induce la persistencia de residuos potencialmente peligrosos para la salud del consumidor. La tarea de evitar residuos de antimicrobianos y otros fármacos en la leche es una tarea que debe enfrentarse desde varias perspectivas. La primera que se ha dado en México no ha dependido de las autoridades únicamente, los grandes consorcios comercializadores de leche hacen rutinariamente pruebas para constatar que no hay residuos antibacterianos en la leche. El médico veterinario debe considerar los períodos de retiro que los principios farmacológicos le dictan (tiempo de retiro = aproximadamente 20 vidas medias del fármaco en cuestión) y la misma industria farmacéutica procura establecer sus tiempos de retiro para facilitar el buen uso de los medicamentos que expende. Todo esto tiene repercusiones económicas importantes. Por ejemplo si se aplica un medicamento con un período de retiro de 96 horas (v.g., la gentamicina, la cefapirina sódica) se deberá eliminar de la colecta, la leche de la vaca problema durante por lo menos 4 días, si la vaca produce en promedio 30 litros de leche al día, entonces se tirarán un total de 120 litros. Esta pérdida transformada en dinero equivale a $217.00 pesos. Adicionalmente, si consideramos una prevalencia de esta enfermedad del 1 a 5% dentro de cualquier establo, las pérdidas serán enormes, amen del costo del antimicrobiano y de la atención veterinaria. Por añadidura, el proceso de la mastitis reduce en un 9-45% la producción de la glándula afectada. Es pues evidente que los antimicrobianos no son la solución integral para el tratamiento de la mastitis y en el mundo hay una tendencia clara a buscar alternativas a estas sustancias, ya sea

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con inmunoestimulantes como las interleucinas, interferón, antiinflamatorios, vacunas, campos electromagnéticos y diversos remedios herbolarios que conjugan varios de estos enfoques. Considerando los argumentos anteriores y apoyados en la tradición herbolaria nacional, se desarrollo un nuevo enfoque para el tratamiento de las mastitis, basando el enfoque en cualquier mecanismo de acción que no fuera el utilizado por los antibacterianos, esto es un mecanismo más hipocrático a través del restablecimiento de la homeostásis de la glándula mamaria y la estimulación de sus defensas. El proyecto fue financiado de por la industria farmacéutica mexicana y requirió desde su concepción al inicio de su comercialización de 5 años de desarrollo en el que se llevaron a cabo una gran cantidad de pruebas, incluyendo evidentemente las de eficacia, inocuidad para la glándula mamaria y para el consumidor, ausencia de efectos antibióticos, etc. Después de la inclusión y eliminación de diversos elementos herbolarios, se llegó a una forma farmacéutica que busca el equilibrio de los principios activos para lograr eficacia clínica sin utilizar la vía antibiótica. La composición es como sigue: Cada 100 ml de la solución envasada en forma de jeringa intramamaria (con 10 ml cada una) contienen:

Gel de Aloe Vera Barbadensis 14.000 g Aceite de Citrus mexicana 0.010 g Extracto hidroalcohólico de Symphytum consolida 0.010 g Extracto acuoso de Agave mexicana 0.200 g Aceite de Maleleuca alternifolia 0.002 g Sulfato de Zinc 0.002 g Vehículo y estabilizantes c.b.p. 100.000 ml

Indicaciones terapéuticas Este preparado herbolario se presenta como una solución y las pruebas clínicas desarrolladas en diversos puntos del país han demostrado una eficacia de amplio espectro, basada en que son las defensas del individuos y los cambios en el microambiente glandular los que actúan. Entre los aislamientos hechos se tiene a: Staphylococcus aureus, Staphylococcus epidermis, Streptococcus uberis, Streptococcus dysgalactiae, Streptococcus agalactiae, Escherichia coli, Shigella spp, Salmonella spp. Enterobacter cloacae, Corynebacterium sp. Farmacodinamia Esta fórmula tiene suspendidos una gran variedad de principios activos derivados de las plantas utilizadas y estabilizados por el proceso de extracción. Destacan los antracoides, flavonoides,

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terpenos, taninos, mucopolisacáridos, pectinas 6,48,50 y elementos nutritivos como aminoácidos, oligoelementos (vitaminas) y minerales traza.48 Es importante resaltar que en todos los preparados herbolarios, existen además de los elementos identificados, una gran cantidad de sustancias por identificar y caracterizar, 6,48,50 , tal es el caso de desarrollos herbolarios de otras partes del mundo como el denominado Golden Udder, comercializado en el Reino Unido3, 20. El ejemplo extremo en el uso de la herbolaria como tal para fines médicos, sin el aislamiento de los principios activos se da en China, país que tiene a la herbolaria como la primera opción tanto para el tratamiento de las enfermedades en los 1, 200 millones de habitantes de ese país, como para la industria pecuaria. En el caso del Mastiliber, se ha identificado que la acción conjunta de los principios activos se puede dividir en cuatro tipos de actividades terapéuticas: la antiinflamatoria, la neutralizadora de toxinas, la antiproliferativa y la inmunomoduladora. Es importante hacer énfasis en que los cambios en el microambiente glandular resultan desfavorables para el crecimiento bacteriano, pero que esto no significa un efecto antibacteriano. Una analogía estaría dada por el beneficio que se obtiene al ventilar una herida tapada. La oxigenación del tejido lesionado evita la proliferación de gérmenes anaerobios y microaerofílicos, al tiempo en que facilita la fagocitosis. En diferentes ensayos Mastiliber ha mostrado in vivo 45 tener propiedades para curar la mastitis infecciosa del ganado bovino, pero in vitro resultó incapaz de inhibir el crecimiento bacteriano. En 1996, Sumano, Soto, y Castellanos 46 demostraron en 278 animales y 556 cuartos tratados que Mastiliber, cura las mastitis infecciosas más comunes que se presentan en los bovinos causadas por: Staphylococcus spp, Streptococcus spp, Escherichia coli, Shigella spp, Klepsiella spp. La efectividad que se obtuvo fue del 98.3% en relación a curaciones y las vacas mostraron porcentajes de recuperación de la producción láctea en un rango del 56% hasta un 95%, según la severidad, cronicidad de la mastitis y número de tratamientos previos para el caso particular. Los resultados de curación obtenidos con este preparado herbolario superan en muchas ocasiones a lo observado con los tratamientos basados en antimicrobianos. Esto no es del todo único, se han obtenido resultados similares con productos herbolarios en el Reino Unido. 13, 20 Por otro lado, se ha determinado que existe un 20-40% de pérdida en la producción láctea cuando el tratamiento se basa únicamente en antibióticos. 43 Por esto, se ha demostrado que es tan importante el uso de un antibacteriano como el de un antiinflamatorio (no esteroidal) para el tratamiento de las mastitis. 20,43,45 Regularmente no se publican los efectos de los antibióticos sobre la recuperación de la producción láctea, los criterios de curación se limitan a informar de la cura clínica o bacteriológica, o ambas. Esto se debe a que a menudo el clínico olvida que los

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antibacterianos solo tienen efecto a ese nivel, sin capacidad de desinflamar o cambiar el pH de un medio o retirar la pus y detritus celulares de un sitio.43 En contraste, el preparado herbolario no solo tiene una elevada eficacia de recuperación en la mastitis clínica, también mejora el porcentaje de recuperación de la producción láctea. 46 Este último es quizá un indicador más importante de la efectividad del producto porque contempla el grado de rehabilitación de la productividad del tejido glandular y por lo tanto repercute más en la relación de costo / beneficio de un tratamiento. En la mastitis, al igual que en otras enfermedades, la etiología no solo es bacteriana, es multifactorial, 3 y existen factores intrínsecos del animal que lo predisponen a padecer la enfermedad: malformaciones anatómicas, fisiológicas, genéticas y tal vez el factor más relevante sea la inmunocompetencia del tejido mamario en la vaca en particular. 45 Anteriormente se pensaba que el antimicrobiano per se curaba al animal, pero entonces, cómo explicar el creciente número de citas que puntualizan el fracaso de los tratamientos antibióticos. 3,17,20,43,44 En ocasiones el agente infectante in vitro es sensible al fármaco pero su eficacia clínica es nula. Por ejemplo, estudios recientes indican que la sola presencia de leche y de pus pueden reducir la actividad de un antibiótico en un 60% (eritromicina, penicilinas, algunas quinolonas) o incluso casi en su totalidad (neomicina).13 Se tiene como axioma de la quimioterapia de enfermedades bacterianas que debe existir una acción conjunta entre el sistema inmune del animal y el antimicrobiano para resolver la infección. Es decir la recuperación del animal solo ocurre como respuesta a la aplicación del antimicrobiano en un individuo con un sistema inmune competente 23. El ejemplo más actual sucede con los individuos infectados de SIDA.47 Se puede entonces concluir que los antimicrobianos solo ayudan a curar al animal que esta defendiéndose por si solo. Las tendencias modernas de las terapias contra la mastitis conllevan a una visión integral. Atacan el agente causal y sus efectos sobre el organismo y por ende se utilizan antimicrobianos, antiinflamatorios (no esteroidales), oxitócicos y algunas veces bloqueadores de receptores H1.23,43,45 Más aún se han intentado los tratamientos con interferón, con interleucinas, etc. 5 En el Mastiliber se ha intentado conjugar estas actividades farmacológicas al mezclar los extractos de 5 plantas y algunos minerales traza; el resultado ha sido una eficacia notable de amplio espectro. 8,12,45 En este preparado se recurre al principio hipocrático de la medicina: “las fuerzas de la curación están contenidas en el paciente”.

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Se sabe que las bacterias que provocan la mastitis deben adaptarse al medio que las rodea en un período de incubación relativamente breve. El pH del medio interno de la glándula sana, oscila entre 6.0 a 6.5 y cuando se ha generado una infección activa el pH interno se alcaliniza y cambia la osmolaridad. Se presenta como hipótesis de mecanismo de acción de éste preparado la reducción y estabilización del pH así como el incremento de la osmolaridad del medio. En otras palabras el medio se torna adverso para la bacteria pero no para la actividad de los macrófagos glandulares. 45 Adicionalmente se han encontrado en éste preparado principios activos capaces de neutralizar endotoxinas y exotoxinas bacterianas por medio de su secuestro (realizado por las pectinas) o su fijación (efectuado por la acción de sustancias como la alomicina que inactiva a las exotoxinas de estafilococos y enterobacterias. 2 Es probable que las pectinas y alomicinas actúan a nivel de lumen y de pared del epitelio glandular manteniendo la integridad celular. 6,48,50 El efecto antiinflamatorio del Mastiliber sobre los tejidos de la glándula esta mediado por la acción directa de los flavonoides, 1, 4, 9,14, 25,32,37, 38,40 que contiene su fórmula, los cuales se ha visto que bloquean la liberación de aminas vasoactivas (serotonina, histamina, cininas etc.),28,55 y seguramente también tienen efecto sobre la lipooxigenasa y ciclooxigenasa, 1,52 con lo cual evitan la producción de las prostanglandinas (E, F y G)10,15,25 y de leucotrienos involucradas en la inflamación. Como consecuencia de esto también se inhibe el dolor, aunque también se postula que hay un efecto analgésico adicional debido a diversos antracenos (barbaloina) contenidos en las plantas de la fórmula. 2 49 Se sabe por referencia a la literatura que éste preparado favorece la respuesta inmune y actividad leucocitaria34 en virtud de la acción del zinc (Zn),12, 33,35, 41 cobre (Cu) y otros microelementos ligados a sacáridos como la pentosa. Se especula que este efecto esta mediado tanto por aumento de la capacidad lítica de los macrófagos como por un aumento en la liberación de factores quimiotácticos (ILß-1 ,IL2,, TNFalfa )5,11,18,21,30,31,39,53,54 En este sentido,

algunos flavonoides29 y terpenos 27 que contiene esta fórmula también tienen un efecto estimulante capaz de aumentar la actividad fagocitaria de los monocitos y polimorfonucleares 5, 16, 19, 22,24, 25,26, 42, 44,56 En este sentido resulta tentador postular que estos efectos se traducen en un sistema inmune capaz de eliminar a los microorganismos por si mismo. 41,57

Por último, la presencia de agentes nutritivos como los aminoácidos, la alantoina y algunas provitaminas permiten un entorno favorable para estimular la regeneración de epitelios cuando se aplica de manera tópica. 6,23 Adicionalmente, se estan realizando estudios encaminados a

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ponderar el uso de este preparado herbolario en la reducción de las células somáticas y mejorar la calidad de la leche. Efectos colaterales, sobredosis e interacciones A la fecha no se han detectado efectos colaterales ni teratogénicos. No se conocen interacciones indeseables, pero no se recomienda su uso conjuntamente con antibacterianos ya que se perdería la eficacia de éstos por el pH y elementos del Mastiliber y se reducirían las virtudes del preparado. Los componentes de la fórmula no son tóxicos y no inducen toxicidad si se llegan a ingerir. La sobredosis es en extremo improbable dada la presentación y a la fecha no se ha presentado caso alguno de reste tipo. Se recomienda sin embargo que se le almacene a baja temperatura, por ejemplo 8 C y que no se le exponga a la luz. Dosis y vía de administración Mastiliber se aplica por vía intramamaria a una dosis de 1 tubo de 10 ml cada 12 horas en la glándula mamaria afectada (cuarto). Como no todas las mastitis son iguales, la dosificación puede aumentarse a dos o cuatro días, en particular en mastitis multitratadas, crónicas. Tiempo de retiro de la ordeña Es importante señalar que este preparado no requiere de un tiempo de retiro en leche. En la actualidad las pruebas que se realizan se limitan a buscar presencia de antibióticos y quimioterapéuticos. Una vez que la leche es obtenida de una vaca clínicamente sana, se le puede usar en ese momento.

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para que la relación costo-beneficio de un tratamiento sea favorable, la tasa de curación debe ser mayor al 85%. A la fecha, este valor de curación sólo se obtiene cuando el agente etiológico es Streptococcus agalactiae, Streptococcus dysgalactiae o Streptococcus uberis. Estos estreptococos son muy sensibles a la penicilina G-procaína2, en ocasiones hasta un 100%. Así, para tratamientos de hato ("blitz-therapy") a fin de controlar los estreptococos, que son huéspedes obligados, la penicilina G-procaína es el antimicrobiano de elección por cualquiera de las vías, ya sea intramamaria o combinada con una vía parenteral (12, 13, 14). Los estreptococos no son capaces de desarrollar las resistencias observadas por el Staphylococcus aureus, que alcanza tasas de resistencia bacteriana a los ß-lactámicos (incluyendo cefalosporinas de tercera generación) superiores al 80% y por ende su tasa de curación es cuando mucho del 20%. Más Aún, se ha determinado que es posible encontrar Staphylococcus aureus viables en glándula mamaria, aun en presencia de cantidades inhibitorias de diversos antibacterianos, indicando que esta bacteria se comporta distinto in vitro e in vivo (15). Otros Staphylococcus sp., que no sean el aureus, tienen un mejor porcentaje de recuperación, quizá hasta del 60% (16). En estudios detallados, se encontró que la forma más refractaria a al tratamiento de una mastitis subclínica es cuando ocurre en un cuarto trasero, en una vaca añosa y durante los primero dos tercios de la lactación (17, 18). Detectando sensibilidad a cefalosporinas de tercera generación, se ha informado de éxito en el tratamiento de mastitis subclínica con la aplicación intramamaria de cefquinoma (19) y posiblemente también de ceftriaxona, cefotaxima y ceftiofur. Empero, habría que considerar el costo-beneficio de esta maniobra. Si se decide llevar a cabo una terapia antibacteriana en casos de mastitis subclínica, se ha demostrado que. Aunque el gasto inicial es mayor, la terapia intramamaria combinada con la IM, tienen mejor tasa de recuperación y a mediano plazo resultan costeables (20). Se reconoce que una terapia de sostén adecuada que incluya oxitocina, ordeño frecuente, hidratación (con solución hipertónica3) y tratamientos locales no antimicrobianos (externos en forma de ungüentos rubefacientes, o con preparados herbolarios (21, 22), puede evitar en un elevado porcentaje la tasa de mastitis clínicas sin quitar a la vaca de la línea de ordeño y sin la aplicación de antibacterianos. Se ha informado que la inmunoestimulación celular con levamisol puede reducir la tasa de presentaciones de mastitis subclínica (23). Se recomienda desechar a los animales tratados continuamente pues seguramente padecen una forma incurable de mastitis por Staphylococcus aureus (forma "L"), resistente, directa o indirectamente a todos los antibacetrianos conocidos. Asimismo, para Corynebacterium ulcerans, Nocardia spp y Mycoplasma spp el pronóstico es tan desfavorable y el riesgo de diseminación tan elevado, que se recomienda el desecho sin intentar terapia (24, 25). Referencia 2 Como ya se mencionó, solo se requiere la penicilina G procaína, sin estreptomicina, sin esteroides y sin benzatínica. 3 Cuidado solo aplique una solución IV de NaCl al 7.2%, aplicada en no menos de 5 minutos ni más de 10, con catéter del No 16-18 IV largo, con agua inmediatamente disponible para beber pues al terminar el bovino ingiere un promedio de 35 litros de agua.

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las toxinas liberadas por la E. Coli es potencialmente letal. El veterinario debe mantener en perspectiva que se esta desarrollando un choque endotóxico generado por las toxinas de las enterobacterias, principalmente Escherichia coli y que el problema no es una bacteremia. Por ende, la aplicación de una gentamicina no resolverá el problema sistémico ya que, aunque llegue a tener cierto efecto bactericida en sangre, no llegará al sitio problema, y de hacerlo, su acción se verá drásticamente anulada por la presencia misma de leche y quizá otras secreciones (12, 13). Así, la terapia se debe dirigir hacia el control de choque endotóxico. No obstante, cuando se presenta una mastitis hiperaguda, es muy probable que conlleve un cuadro septicémico. En esos casos, resulta justificada la aplicación de antimicrobianos, en particular la gentamicina, que en particular es el antibacteriano con mayor velocidad de destrucción bacteriana y por ello ideal para el cuadro septicémico, aunque las cefalosporinas de tercera generación tienen la ventaja añadida de casi nula toxicidad, igual potencia antibacteriana vs. Gram negativos y mejor penetración al tejido mamario. En el Cuadro 3 se listan algunas opciones para tratar las mastitis hiperagudas, considerando principalmente microorganismos Gram negativos como etiología. En el Cuadro 4 se muestran los principales fármacos recomendados para la mal llamada terapia de soporte para mastitis por Escherichia coli y enterobacterias, dado que esta es la primera línea de tratamiento. Aunque resulte de primera instancia poco usual para la mayoría de los veterinarios, vale la pena proveer al animal de medios de sostén para sus funciones fisiológicas normales. La mastitis causada por Mycoplasma spp, Serratia sp, Pseudomonas sp, Actinomyces sp, Prototheca sp, Mycobacterium sp, incluso Nocardia spp, levaduras, hongos y otros patógenos poco comunes, es refractaria a todas las terapias que se conocen (14, 15) y de presentarse y lograrse el diagnóstico pueden ser indicativas tanto de un problema infeccioso per se, como una grave deficiencia de la respuesta inmune del hato. A menudo, el veterinario menosprecia el impacto de la condición corporal de las vacas, la alimentación y nutrición, la suplementación de minerales traza y vitaminas, la existencia de estrés calórico, la asociación con cuadros virales, etc. En esas condiciones la aplicación de fármacos resulta tan solo paliativa. Referencias 1. Erskine RJ, Tyler JW, Riddell MG Jr,et al: Theory, use, and realities of efficacy and

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Cuadro 3.

Susceptibilidad de bacterias Gram negativas aisladas de casos de mastitis bovina a varios antimicrobianos (resúmen de la literatura de 1970 a la fecha)

Antimicrobiano Gram Negativos

E.coli Klebsiella sp.

Kanamicina 80 95 82 Gentamicina 96 99 99 Cefalotina 53 60 77 Polimixina B 93 ND ND

Oxitetraciclina 30 68 63 Ceftiofur Ceftriaxona Cafotaxima

99

99

99

Ampicilina NDb 64 12

Neomicina 48 85 91

Estreptomi-cina 69 67 47

Tianfenicol 78 72 65

Florfenicol 90 95 85 Penicilina G 0 6 1

No todos estos agentes están aprobados para su uso en vacas productoras de leche; ND - no determinado

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Cuadro 7. Terapia de sostén en vacas afectadas con mastitis por Escherichia coli o en vacas con mastitis hiperaguda.

Medicamento

Dosis Vía de

Administración Intervalo entre dosis (horas)

Comentarios

Sol. salina isotónica , solución Hartman

10- 30 litros

IV Dividir dosis en 2 aplicaciones. Máximo volumen/ hora 70 ml

Esenciales para restablecer el volumen y evitar choque hipovolémico

Solución hipertónica de NaCl al 7.2%

1 litro IV (Usar catéter largo, extravasación induce

necrosis)

Aplicar en no menos de 5 min ni más de 10

min.

La vaca debe tener acceso inmediato e ilimitado a agua de beber pues al terminar ingieren un promedio de 35 litros

Oxitocina 20-30 IU IV 12 Facilita ordeño completo Borogluconato de calcio

al 20% 400-800 ml IV -- Casi siempre se indica pues las vacas viven en

hipocalcemia constante, adminístrese diluido y en forma lenta junto con fluidos

Glucosa al 50% 2-5 L IV lentamente 12 Antagoniza la hipoglicemia Camsilato de etamfilina 1400 mg

30 g IV or IM

Oral 8 8

Ayuda a mantener el gasto cardíaco Reduce dolor e inflamación y restablece el apetito

Corticosteroides (dexametasona)

1-3 mg/kg

IV or IM

1 sola aplicación

Pueden ser muy caros. Es poco probable que afecten los mecanismos de defensa cuando se aplican una sola vez

durante el tratamiento del choque. Su efecto es más notorio si se aplican lo más temprano posible al detectarse el

choque.

Acido acetil salicílico

30 g

Oral

8

Reduce dolor e inflamación. Aumenta el bienestar y restablece el apetito

Flunixina-meglumina 1.1 mg/kg IV, IM 8

Reduce dolor e inflamación. Aumenta el bienestar y restablece el apetito

Ordeños __ -- 4

Elimina bacterias y la leche necesaria para el crecimineto de la E. coli.

Sales Ad-libitum Oral -- Mejora el bienestar de las vacas. El cobre, a razón de 20-27 ppm de las 12 semanas antes del parto a 15 semanas

después, reduce la incidencia de mastitis.