079b - Sabemos qué es el sentir de existir

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¿Sabemos qué es <<El sentir de existir>>? Sabemos que el hombre es uno ser limitado que gradualmente y lentamente crece mientras vive sus múltiples existencias terrenales. La Tierra es una óptima escuela del Espíritu, por definición del Señor Jesús 1 , y está sobre todo en el planeta Tierra que el hombre amplía el suyo sentir de conciencia 2 , aunque si hay una otra evolución después del tránsito en el más allá 3 . Los Maestros des encarnates del Cerchio Firenze 77 (Círculo Florencia 77) nos enseñan: " ... El sentir de existir es el sentir del que tanto os hablamos, considerado en su forma más elemental, más limitada: es el átomo del sentir. La máxima expresión del sentir, lo que no conoce limitaciones, es el sentir absoluto. A cada caída de limitación corresponde un sentir cada vez más amplio; cada vez más volvido, abierto, extendido hacia los otros. Otras veces os hemos mencionado a este proceso del gradual revelarse del sentir; os hemos dicho que inicialmente se desarrolla y tiene lugar a través de estímulos de varia naturaleza; sensores intelectivos, sentimentales, que el individuo recibe principalmente viviendo en el mundo físico. ¿Qué significa, para el hombre <<vivir>> en el sentido más extenso? Ciertamente no hay necesidad que él ilustres vosotros: la vida, con su fatiga, sus miedos, sus incertidumbres, con los saltos, las esperanzas, las alegrías, en fin con sus experiencias que encuentran en el íntimo del hombre el crisol en que se transforma el metal vil en oro, la vida es la fuerza motriz por una parecida metamorfosis. Pero el proceso es gradual, las limitaciones caen uno a la vez. ¿Cuándo es que cae una limitación? - vos diréis - ¿durante la vida física o después? Debe ser tenido presente que la caída de una limitación es todo un proceso que puede ocupar más vidas, en cuyo el individuo puede llegar a comprender, a asimilar una cierta Verdad, puede experimentar personalidades la una en antítesis a la otra. La limitación cae cuando el individuo puede obrar una síntesis de las experiencias vividas y empernadas sobre aquélla dada limitación. Y no se crea que sintetizar las experiencias vividas o llevar de ello el consiguiente significado sea un hecho puramente intelectivo; los impulsos que la experiencia prodiga golpean el íntimo ser y obran una transformación que hace madurar y predisponer a la comprensión final. Nadie entiende, comprende y acepta una Verdad si no está listo, maduro, predispuesto. En la síntesis final de la experiencia, que comprende varias fases, juga un papel importante la mente individual; sin embargo el sello final sería ponido, la enseñanza de la experiencia no se volvería <<naturaleza adquirida>> a obra de la sola mente, si todo el individuo, con el entero su ser, no la hubiera vivida. 1 Jakob Lorber, Il Signore parla, página 185, Armenia 2 Cerchio Firenze 77, Dizionario del Cerchio, páginas 262-263 (Sentire in senso lato e sentire di coscienza), Mediterranee 3 Cerchio Firenze 77, Le grandi verità ricercate dall’uomo, páginas 175- 180 (L’evoluzione dopo il trapasso), Mediterranee 1

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¿Sabemos qué es <<El sentir de existir>>?

Sabemos que el hombre es uno ser limitado que gradualmente y lentamente crece

mientras vive sus múltiples existencias terrenales. La Tierra es una óptima escuela del Espíritu,

por definición del Señor Jesús 1 , y está sobre todo en el planeta Tierra que el hombre amplía el

suyo sentir de conciencia 2, aunque si hay una otra evolución después del tránsito en el más allá3 .

Los Maestros des encarnates del Cerchio Firenze 77 (Círculo Florencia 77) nos enseñan:

" ... El sentir de existir es el sentir del que tanto os hablamos, considerado en su forma más

elemental, más limitada: es el átomo del sentir.

La máxima expresión del sentir, lo que no conoce limitaciones, es el sentir absoluto.

A cada caída de limitación corresponde un sentir cada vez más amplio; cada vez más

volvido, abierto, extendido hacia los otros.

Otras veces os hemos mencionado a este proceso del gradual revelarse del sentir; os

hemos dicho que inicialmente se desarrolla y tiene lugar a través de estímulos de varia

naturaleza; sensores intelectivos, sentimentales, que el individuo recibe principalmente viviendo

en el mundo físico.

¿Qué significa, para el hombre <<vivir>> en el sentido más extenso? Ciertamente no hay

necesidad que él ilustres vosotros: la vida, con su fatiga, sus miedos, sus incertidumbres, con los

saltos, las esperanzas, las alegrías, en fin con sus experiencias que encuentran en el íntimo del

hombre el crisol en que se transforma el metal vil en oro, la vida es la fuerza motriz por una

parecida metamorfosis. Pero el proceso es gradual, las limitaciones caen uno a la vez.

¿Cuándo es que cae una limitación? - vos diréis - ¿durante la vida física o después?

Debe ser tenido presente que la caída de una limitación es todo un proceso que puede

ocupar más vidas, en cuyo el individuo puede llegar a comprender, a asimilar una cierta Verdad,

puede experimentar personalidades la una en antítesis a la otra. La limitación cae cuando el

individuo puede obrar una síntesis de las experiencias vividas y empernadas sobre aquélla dada

limitación. Y no se crea que sintetizar las experiencias vividas o llevar de ello el consiguiente

significado sea un hecho puramente intelectivo; los impulsos que la experiencia prodiga golpean

el íntimo ser y obran una transformación que hace madurar y predisponer a la comprensión final.

Nadie entiende, comprende y acepta una Verdad si no está listo, maduro, predispuesto.

En la síntesis final de la experiencia, que comprende varias fases, juga un papel

importante la mente individual; sin embargo el sello final sería ponido, la enseñanza de la

experiencia no se volvería <<naturaleza adquirida>> a obra de la sola mente, si todo el individuo,

con el entero su ser, no la hubiera vivida.

1 Jakob Lorber, Il Signore parla, página 185, Armenia2 Cerchio Firenze 77, Dizionario del Cerchio, páginas 262-263 (Sentire in senso lato e sentire di coscienza), Mediterranee3 Cerchio Firenze 77, Le grandi verità ricercate dall’uomo, páginas 175- 180 (L’evoluzione dopo il trapasso), Mediterranee

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Lo que la mente hace en la síntesis final, que transforma la experiencia en naturaleza

adquirida, es una sola parte del proceso de revelación del ser verdadero. Antedicho este, vemos

cuando ocurre la síntesis final de la experiencia que hace caer la limitación del sentir, revelándo

así un sentir más amplio.

Me referiré a una situación que recurre bastante frecuentemente. Y vosotros tenéis

presentes que todas las caídas de las limitaciones del sentir humano análogamente ocurren.

En la asillamada evolución individual, que otro no es que un cambio de finalidad de la

actividad existencial de la propria persona, así de desplazar el propio interés, antes dirigido sobre

de sí, a los otros, allí puede ser una fase en que el individuo, después de haber buscado ventajas

materiales y haberse percatado que ellos a lo más duran cuánto el cuerpo físico, tiene un cambio

de dirección de su interés y de su actividad, persigue ventajas que según él, pueden seguirlo más

allá de la muerte.

Esta resolución el individuo la toma, como generalmente todas las otras después de

la muerte, cuando con la maduración alcanzada al final de su vida reve y revive su

existencia y ata la conclusión que he dicho y que a él parece la más verdadera. Tiene así

una vida en que es aplicado a los rituales religiosos, pero no con lo justo sentir, sino sólo

formalmente para merecerse la benevolencia y el premio divino. En esta segunda experiencia,

que es también ella sólo una parte de aquella experiencia total que lo conducirá a la caída de una

limitación del suyo sentir, comprende que Dios no ama más quién lo elogia de cuanto ame quién

blasfema él y que la religiosidad no da, de parte de Dios, alguna particular protección ni ninguna

ventaja material.

También esta conclusión, generalmente, el individuo la saca después del tránsito,

cuando alcanzada una cierta maduración por el vivir reve su pasada existencia y las otras

que son servidas a construir acabadamente la experiencia total que producirá ahora la

caída de la limitación del sentir.

Éste rever, con la maduración alcanzada por último, da el sentido acabado al entero

contexto esperito y es el sello final de la transformación en propia naturaleza de aquella

enseñanza que la experiencia debía donar. En el caso particular su avidez pierde el exceso; es

decir él será todavía ávido, porque todavía perseguirá su ventaja personal, pero no al punto de

condicionar, de subordinar totalmente su existencia. En igual tiempo iniciará a ser en él, justo a

causa de la caída de aquélla limitación del sentir, un primer larvado sentido del deber: es decir

hará algo que, según las convenciones, se ha tenido a hacer, aunque el hacerlo no da ningún

particular provecho.

Liberado así por la limitación, el sentir revelado se une a los otros sentir que le son

equipolentes, también ellos a raiz de análogo proceso, constituyendo en tal modo un sentir nuevo,

un ser nuevo que, manifestándose en el mundo físico, encontrará una serie de otras experiencias

que conducirán a otras liberaciones, a otras comuniones, a otras manifestaciones.

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Vosotros mismos, con el vuestro sentir, sois la síntesis de experiencias de muchos otros

sujetos ubicados en tiempos y espacios diferentes y que tienen en sentir de existir aquél hilo,

aquélla conexión, aquélla continuidad que, siendo la única cosa que sobrevive, es la

verdadera supervivencia.

El resto, la personalidad, el carácter, el modo de actuar, de desear, y de pensar cambian y

por lo tanto acaban de ser aquellos que son; quien condiciona su futura existencia a la

supervivencia de sus características se resigne a morir.

Ya que nada, en absoluto, sin embargo transcurre y desaparece, en la profundidad y

vastedad del ser de cada uno de vosotros existen todas las personalidades, todas las existencias

de los individuos que han concurrido a la constitución del sentir que estadas manifestando.

Éste sentir actual contene en sí, por amplitud, todos los sentir constituyentes, aunque no

os da el recuerdo histórico y cronológico de los acontecimientos conexos a aquéllos sentires, a

aquellas existencias pasadas. Tal recuerdo puede sin embargo ser suscitado. Más veces hemos

repetido que la conciencia del hombre no contene toda su conciencia, el suyo sentir. Pero eso no

significa que el suyo actual sentir sea algo de separado, lejano, sublime, alcanzable con esfuerzo.

La explicación de nuestra afirmación está en el hecho que el vuestro sentir de hombres

sólo se manifiesta como respuesta a los estímulos ambientales; por lo tanto si la vida no os

somete a ciertos estímulos no tenéis consapevolezza (no conciencia) de como sentiríais en

aquélla particular situación. No vale en efecto imaginar cosa sentiríais y como os comportaríais

en una cierta eventualidad, en una dada ocasión; teóricamente se pueden decir muchas cosas,

pero luego al acto práctico nos se comportamos de otra manera justo por la razón que sólo

entonces, cuando la vida presenta su estímulo, el "sentir" se manifiesta o mejor, entonces el

individuo actúa como realmente "siente." Cuando en cambio el sentir es más amplío, entonces

fluye libremente y no sólo cuále respuesta a los estímulos existenciales ... 4 ". ( mi nota:

maravilloso modo de expresarse que satisface el intelecto del hombre del tercer milenio).

Este es sólo una pequeñísima parte de la enseñanza sobre el "sentir" de los Maestros del

Cerchio Firenze 77 (Círculo Florencia 77), a cuyos libros - publicados de Edizioni Mediterranee de

Roma hacemos referencia.

4 Cerchio Firenze 77, Le grandi verità ricercate dall’uomo, páginas 228-231 ( Eternità della coscienza di esistere), Mediterranee

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