l 21 de febrero de1993 el entoncesAlcalde de Ma-drid, Álvarez delManzano, junto

con la marquesa de Salobreña,viuda de Andrés Segovia, inau-guraba, con motivo del cente-nario de su nacimiento, el bus-to del irremplazable guitarrista.

Situado en la Plaza Andrés Se-govia, junto al Auditorio Na-cional, y teniendo como vecinasla Plaza Joaquín Rodrigo y laPlaza Rodolfo y Ernesto Halff-ter; una ubicación, sin duda, in-mejorable, para el busto de unhombre que lo fue todo para lamúsica española.

Andrés Segovia nació enLinares, Jaén, el 21 defebrero de 1893, curio-

samente en una casa contigua auna tienda de guitarras. A pe-sar de las reticencias familiares,que veían en la guitarra un ins-trumento poco “adecuado”, de-cidió estudiar todas las posibili-dades de este instrumento; lohizo, eso sí, de manera autodi-dacta, pues no encontró con-servatorio que impartiera laasignatura. “De esta manera,no hubo nunca desavenenciasentre profesor y alumno”, seña-laba con humor al recordar suscomienzos.

Su primer concierto loofreció a los 16 años, enGranada. El éxito fue

enorme, al igual que sucederíatres años más tarde, en 1912,en su primer recital en Madrid.En 1916 inicia una gira triunfalpor Hispanoamérica. Más tar-de actúa en París (1924) y enlos Estados Unidos de América(1926).

Además de su innato ta-lento, Segovia tenía lafacultad de comprender

la importancia de la colabora-ción de los más competentes

"Luthiers" de guitarras (comoRamírez, Hausert, Fleta), esti-mulándoles y aconsejándoleshasta conseguir guitarras capa-ces de la mayor suavidad a lavez que una voz rotunda. Tam-bién supo adaptarse a los dife-rentes cambios, como fue laadopción de las cuerdas de ny-lon, a partir de la SegundaGuerra Mundial. Sólo hubouna cosa a la que se negó en re-dondo: no quería amplificar elsonido: “La guitarra no suenapoco, sino lejos”, acostumbrabaa decir. De ahí vienen los lla-mados “silencios de Segovia”,aquellos que se producían enlas salas en las que actuaba, enlos que conseguía unos inigua-lables climas de recogimiento.

Ingresa como socio del Casi-no de Madrid el 11 de juniode 1974, a los 81 años de

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Andrés SegoviaObra de: Santiago de Santiago. En: Plaza de Andrés Segovia. Año: 1993

Casino de Madrid

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edad. Fue presentado por Pri-mitivo de la Quintana, LuisRosales y Francisco MontesValera. En su solicitud de ad-misión, en el apartado de profe-sión, quiso figurar como “con-certista en todo el mundo”.

Su última aparición públi-ca como intérprte tuvolugar en Miami, en la pri-

mavera de 1987. El 3 de juniode ese mismo año, fallecía enMadrid arropado por todos lossuyos.

Seis años más tarde, la ciu-dad de Madrid rendíahomenaje al destacado

músico celebrando numerosos

actos con ocasión del centena-rio de su nacimiento. El princi-pal impulsor de estos actos fueel maestro Rostropovich; élmismo fue el encargado de ce-rrar con “Zarabanda” de Bach,el concierto organizado por Ju-ventudes Musicales en el Audi-torio Nacional de Madrid, ypresidido por Su Majestad laReina Doña Sofía. Un concier-to que fue la culminación musi-cal a un día de homenajes, quecomenzaron por el descubri-miento del busto dedicado algenial intérprete sito en la Pla-za del mismo nombre: AndrésSegovia.

El busto, en bronce, estásituado sobre una senci-lla peana de mármol en

la que se dispone una tambiénsencilla placa que reza “Ma-drid. A Andrés Segovia. 1993”.

La escultura es obra de un so-cio del Casino de Madrid: San-tiago de Santiago (Ávila,1925), artista autodidacta que,según señala su biografía, “cen-tra su producción en la figurahumana, alcanzando cotas demáxima expresividad”.

El escultor Santiago deSantiago, autor del bustodedicado al MaestroAndrés Segovia.