SEGUNDA PARTE

LA EDAD MEDIA

CAPITULO 6.

LA EDAD MEDIA. LOS BARBAROS. IMPERIO CAROLINGIO.

Aspectos más significativos y etapas de la Edad Media. Las invasiones bárbaras: principales grupos bárbaros, causas, tipos de invasión, movimientos y distribución de los invasores, consecuencias de las invasiones. El Reino Franco. El Imperio Carolingio. Objetivos específicos: 1. Ubicar cronológicamente la Edad Media y nombrar sus divisiones. 2. Indicar por lo menos cuatro características de la Edad Media. 3. Elaborar un cuadro sinópico de las invasiones bárbaras refiriéndose a los siguientes puntos: causas, tipos de invasión y resultados. 4. Establecer, por medio de un cuadro esquemático, la diferencia entre germanos y hunos. 5. En un mapa de Europa y el norte de África, poner, en el lugar correspondiente, el nombre de por lo menos cinco reinos bárbaros formados después de las invasiones. 6. Dada una lista de seis personajes importantes relacionados con el proceso de formación del Imperio Carolingio, identificar por lo menos a cuatro de ellos. 7. Dado un mapa de Europa, colorear el área abarcada por el Imperio Carolingio y poner, en su lugar correspondiente, el nombre de la ciudad de Aquisgrán. 8. Dar, mediante una redacción, un juicio valorativo acerca de la obra de Carlomagno. SINTESIS LA EDAD MEDIA (siglos V al XV): La caracterizan las invasiones bárbaras, de eslavos y normandos, el Feudalismo, el surgimiento del Islamismo, la expansión árabe, el mestizaje, la preponderancia del Cristianismo, las Cruzadas, la economía agrícola y el desarrollo cultural lento. Comprende las etapas Temprana (siglo V al IX), Alta (IX al XIII) y Baja (XIII y XV).

LAS INVASIONES BARBARAS (siglos IV y V): Las realizaron los germanos y hunos (“bárbaros”) a Europa, primero en forma pacífica y después violenta, por la necesidad que tenían los invasores de mejores tierras y la tentación que presentaba el Imperio Romano. Los bárbaros formaron diversos reinos tanto en Europa como en el norte de África (Francos, Vándalos, Visigodos, Suevos, Lombardos, Anglosajones, Alamanes). La economía se hizo agrícola y la vida de tipo rural. EL REINO FRANCO: Ocupó el oeste de Europa. Se inició con el establecimiento de los Francos en Francia; Clodoveo los unificó, se estancaron con los Merovingios, Carlos Martel detuvo la invasión árabe, Pipino el Breve formó el primer reino y Carlomagno el Imperio Carolingio, que restauró el Imperio Romano de Occidente y estuvo en íntima relación con el Papado.

I. ASPECTOS MÁS SIGNIFICATIVOS Y ETAPAS DE LA EDAD MEDIA.

1. EDAD MEDIA: CONCEPTO. Se llama Edad Media al período de diez siglos que, ubicado entre la Antigüedad y la Edad Moderna, se desarrolla entre los siglos V y XV después de Cristo, iniciándose con las invasiones bárbaras y terminando cuando los ideales que caracterizan al Medioevo empiezan a desaparecer para dar paso al Renacimiento. Como características básicas de este período histórico se pueden tomar las siguientes:

a) En lo espiritual:

La preponderancia del Cristianismo, doctrina que se impuso en el decadente Imperio Romano y luego conquistó a los bárbaros invasores.

b) En lo político:

La formación de reinos bárbaros absolutistas en un principio, el surgimiento del Imperio Franco de los Carolingios, con su apogeo y decadencia, la presencia de un sistema político-económico que también tiene preponderancia y fenece en este período: el Feudalismo, con cuyo fin empieza a aparecer el sistema político propio de la Edad Moderna: el Absolutismo.

c) En lo económico: Igualmente hay grandes cambios. La economía rural, con la preponderancia de la agricultura, es típica de los primeros siglos medievales. Más tarde, al renacer el contacto con Oriente después de las Cruzadas, resurge la economía urbana y, lentamente, el comercio y la industria que dan pie al auge del capitalismo, que se desarrolla ampliamente en la Época Moderna.

d) En lo social: La población que formaba parte del Imperio Romano se mezcla con los pueblos invasores: germanos y hunos, árabes, eslavos y normandos, sucesivamente en los siglos IV y V, VII y VIII y IX y X. Esa población se distribuye a lo largo del período medieval en clases sociales según el interés político, económico y religioso así: Nobleza, Clero, Estado Llano y Siervos de la Gleba, clase esta última que sustituye a la de los antiguos esclavos.

e) En lo cultural: Hay bajo índice de cultura popular, especialmente en los primeros siglos. La cultura es desarrollada por el clero, grupo social que nunca perdió contacto con el legado grecorromano. Hay descuido por las materias científicas e interés por las especulativas (filosofía especialmente). En referencia al arte se desarrolla la temática de carácter religioso en pintura y arquitectura; en esta rama artística surgen dos estilos nuevos: el románico y el gótico. La razón de ser del nombre de Edad Media que se da a estos siglos está en la consideración que se tuvo en el siglo XVIII –fines de la Edad Moderna- de ese período como de gran oscurantismo, de total atraso, de verdadero abismo entre la grandeza de la Edad Antigua y el mayor auge cultural de la Historia logrado en el siglo XVIII. Más, este concepto, en apreciaciones modernas, está superado, puesto que, si bien no hubo una cultura medieval de masa, si la hubo de selección, y además, ese estado de atraso popular no se dejó sentir durante todo el período, ya que la Baja Edad Media es un verdadero tránsito anunciador del Renacimiento. 2. ETAPAS DE LA EDAD MEDIA (1)

Comprende la Edad Media tres subperíodos: 1°. La Temprana Edad Media: Entre los siglos V y IX, durante la cual Europa sufre el impacto de tres invasiones de pueblos extraños: hunos, germanos, árabes y normandos y eslavos, ya en el tránsito hacia la segunda etapa. Hay gran desequilibrio político del cual resulta como más importante el reino de los francos, y de allí el Imperio Carolingio, que se impone sobre los reinos más débiles, creados también por los bárbaros. España, por su parte inicia en este mismo período la Reconquista, que durará todo el Medioevo restante. A partir de las invasión árabe. En Europa predomina la vida rural; las ciudades de Imperio Romano habían sido destruidas o abandonadas ante las invasiones. No hay tráfico monetario. El comercio es de trueque, las industrias indispensables son de carácter doméstico, desarrolladas en los castillos o en los monasterios. La cultura está en crisis; el analfabetismo está presente aun en los mismos gobernantes. Una élite es culta; la del clero, que por esta misma razón ocupa puesto preponderante como árbitro de diversos problemas, inclusive de aquellos de carácter político. _____________________ (1) La división que usamos es la de José Luis Romero “La Edad Media”, Fondo de Cultura Económica (México, 1951). Otros la dividieron en Alta y Baja Edad Media.

2°. La Alta Edad Media: Del siglo IX al XIII, es el período medieval más importante por su espíritu creador, en contraste con la Temprana Edad Media. Se desarrolla entre la desintegración del Imperio Carolingio, junto con la expansión invasora eslavo-normanda en el siglo XIII. Son hechos propios de este período: el fin del Imperio Carolingio, el surgimiento del sistema feudal, el aumento de la fuerza de la Iglesia Católica como guía en los problemas occidentales, la realización de las Cruzadas, el surgimiento de la clase burguesa junto con la reaparición de la vida urbana en sustitución de la vida de campos, castillos y, finalmente, la presencia, al lado de todos estos cambios, de una cultura renovadora cuyas pruebas claras son las obras escolásticas en filosofía y los estilos románico y gótico en arte. 3°. La Baja Edad Media: Comprende los siglos XIII y XV, marca la crisis de los aspectos típicos del Medioevo (como son la tierra como base de riqueza, el honor y la santidad como ideales, la descentralización política, la consideración de la nobleza como primera clase social). En consecuencia, se marcha hacia la centralización política y la monarquía absolutista; hacia la consideración de la burguesía como la clase más importante, hacia el capitalismo como base en el tráfico del bien inmueble, en el tráfico del dinero y en la explotación industrial; hacia la felicidad terrenal como ideal. La Iglesia Católica sufre problemas que anuncian la Reforma (interés temporal de los papas, permanencia del Pontificado en Avignon, Cisma de Occidente y movimientos prerreformistas tanto conciliares como individuales).

II. LAS INVACIONES BÁRBARAS.

1. PRINCIPALES GRUPOS BARBAROS. La primera gran oleada invasora del continente europeo –ocurrida entre los siglos IV y V- fue la de los grupos de raza indoeuropea –los germanos- y de la raza mongol –los hunos-. Ambos reciben el nombre común de bárbaros por la denominación de origen helénico con que griegos y romanos distinguían a los extranjeros. Los germanos tienen una basta subdivisión: entre ellos se encuentran los visigodos, ostrogodos, lombardos, vándalos, francos, burgundios, bávaros, alamanes, jutos, anglos, sajones y suevos.

a) Los germanos. Ocupaban el centro, el este y el norte de Europa. En su organización política y social: Se dividen en tribus y éstas en clanes. Para efectos de guerra, actividad importante en ellos, se agrupaban en bandas con un jefe electo por los

miembros de cada banda en armas. Dichas bandas de guerra tenían la originalidad de no basar la obediencia de los soldados en jefe ni las órdenes de éste en leyes algunas sino en la simple adhesión a la persona, dependiente del pacto que se consideraba hecho con la elección: el grupo de guerreros se comprometía a obedecer todas las ordenes del jefe y éste a recompensarlos por sus hazañas bélicas. En consecuencia, los germanos desconocían el concepto de Estado, ya que la existencia de una jefatura dependía sólo de la necesidad de hacer la guerra y desaparecía con éste. En sus clases sociales había una nobleza clánica, dueña de tierras y ganado –especialmente en las tribus sedentarias-; una nobleza militar, formada por héroes de guerra; los hombres libres y los esclavos. En su economía: Por llevar una vida seminómada, se dedicaban a la ganadería, el pastoreo, la caza y la agricultura rudimentaria. Este estado de sus conocimientos agrícolas empobrecía la tierra, por lo cual se veían obligados a cambiar frecuentemente de sitio y trasladar gente y pertenencias a tierras más productivas, las que empobrecerían tiempo después. En sus creencias religiosas: Eran politeístas. Todas esas creencias tenían como centro de interés la guerra. Así, su dios del bien (Odín) reinaba en el cielo (Walhalla) entre los héroes que habían caído en los campos de batalla y habían sido recogidos y llevados al Walhalla por las valkirias, mujeres de gran belleza enviadas de Odín para esos menesteres. El dios del mal (Loki) reinaba en un infierno de frío y tinieblas (el Niffheim) entre los cobardes, los desertores de la guerra y los que morían de muerte natural, sin hazañas que contar. Divinizaban además a las fuerzas de la naturaleza.

d) Los hunos

Ocupaban en un principio las vecindades del desierto de Gobi en Asia. El rechazo que tuvieron al querer entrar en el Imperio Chino los obligó a tomar camino del Imperio Romano. Llevaban una vida nómada. Se agrupaban en tribus, las cuales eran recompuestas por clanes. Cada clan tenía un jefe para la guerra –el Khan- que estaba asesorado por un consejo de jefes de familias. El Khan más valeroso se sobreponía con su prestigio sobre los otros y figuraba en una posición superior, algo parecido a los emperadores. Los hunos carecían de leyes escritas. Su actividad era, como entre los germanos, la guerra. Sus procedimientos al entrar a las ciudades se reducían, no a tratos con los gobernantes en cuyas comarcas entraban, sino a la devastación con contemplaciones. 2. CAUSAS DE LAS INVASIONES: En la entrada de los germanos y hunos al Imperio Romano de Occidente se encuentran mezcladas las causas económicas con las características mismas de los pueblos invasores. Se las puede sintetizar así:

1°. La escasez de recursos económicos por parte de los bárbaros: como ya hemos estudiado, los seminómadas germanos, aunque se dedicaban en parte a la agricultura, no conocían los métodos de cultivo que les permitieran sedentarizarse para explotar la tierra sin empobrecerla; los nómadas hunos no trabajaban la agricultura y en consecuencia buscaban el sustento en la caza, la pesca, la recolección y el saqueo de las ciudades. Por lo tanto, hunos y germanos buscarán el sustento y una vida mejor en las posesiones romanas al no encontrarla ya en sus tierras de origen. 2°. El aumento de población, mezclado con la escasez de recurso, trajo igualmente por resultado la búsqueda de nuevas tierras para vivir. 3°. La característica belicosa de ambos pueblos invasores, especialmente de los hunos. Ella les lleva a considerar enemigos a los que poseen lo que a su pueblo les falta, siendo tales enemigos los pobladores del Imperio Romano.

Invasiones Bárbaras

3. LOS DOS TIPOS DE INVASION: Las invasiones bárbaras se dividen cronológicamente en pacificas y violentas: Son pacificas las que primero se realizaron, desde el siglo II después de Cristo, cuando los germanos fueron penetrando lentamente en el imperio, por la misma necesidad que tenían unos de otros: los germanos buscaban tierras para el cultivo dentro del imperio; los romanos necesitaban los colonos y soldados para asegurar sus fronteras. De allí resultó la entrada de los germanos en territorios

imperiales y muchos de ellos formaron parte de la misma administración. Un ejemplo de ello es el caso del germano Estilicón, del grupo de los vándalos, que fue ministro del Consejo del emperador Teodosio. Son violentas las que realizan tanto germanos como hunos, debido al empuje de estos últimos en las postrimerías del siglo IV y en el siglo V. El avance de los hunos desde el Oriente tuvo como efecto el empuje de los germanos que estaban en esas fronteras –los ostrogodos-, la continuación del movimiento en el interior del imperio –visigodos, vándalos, suevos…-, y la tripe posición de los pueblos en movimiento: unos defienden al Estado romano, otros se independizan y otros atacan a la propia capital. 4. MOVIMIENTOS Y DISTRIBUCIÓN DE LOS INVASORES: De todos los pueblos bárbaros son los suevos, vándalos, visigodos, ostrogodos y hunos, los que más se distinguieron en sus desplazamientos hacia la capital y las principales ciudades del imperio, después de los cuales ocuparán determinadas comarcas de Europa formando reinos que tienden a imitar al Estado destruido por ellos. En rápida visión esos movimientos pueden sintetizarse como sigue:

a) Vándalos y suevos. Al mando de su rey Radagaiso asolan las ciudades del norte de Italia e intentan tomar Roma. Después se desplazaron hacia las Galias; lucharon con los francos, germanos partidarios de Roma que ocupaban aquellas comarcas, y pasaron a España. Los vándalos estuvieron en Andalucía hasta la invasión de los visigodos (la llamaron Vandalucía). Los suevos se quedaron en Galicia y Portugal. Finalmente los vándalos pasaron el estrecho de Gibraltar –expulsados por los visigodos- y fundaron un reino en el norte de África, en el cual se distinguió Genserico, autor de numerosos ataques a las posesiones romanas y Roma misma.

b) Visigodos.

Comandados por Alarico, ocuparon la Grecia y saquearon sus principales ciudades. Siguieron a Italia y tomaron a Roma por asalto. Alarico, al morir, fue sustituido por Ataúlfo, quien llevó a los visigodos por las Galias en invasión devastadora. Los francos hicieron una vez más de defensores de las posesiones romanas y los visigodos debieron pasar a España, donde se establecieron después de expulsar a los vándalos y dominar a los suevos.

c) Ostrogodos.

Se desplazaron después de los visigodos y detrás de éstos, empujados por los hunos. Tomaron igualmente el camino de Italia. Allí fundaron un reino con capital en Pavia bajo el mando de Teodorico y, después de la caída del Imperio Romano de Occidente, se establecieron en forma definitiva (el año 476 la tribu germana de los hérulos, comandada por Odoacro, tomó Roma y destituyó al último emperador romano de occidente: Rómulo Augústulo).

d) Los hunos.

Estos, que constituyeron el agente principal en la invasión, intentaron en vano tomar el Imperio Romano de Oriente; los gobernantes prefirieron pagarle tributo y, diplomáticamente, ponerlos camino de Occidente. Asolaron Grecia y Macedonia mandados por Atila y siguieron a las Galias, primero la Transalpina, donde no pudieron pasar el río Loira, repelidos por los francos, y luego la Cisalpina, donde arrasaron muchas ciudades. Tomaron el camino de Roma, más no pudieron llegar hasta allí, primero por la acción decisiva de los defensores de los restos del imperio y luego por la acción persuasiva del papa León I, quien convenció a Atila de abandonar sus propósitos. Los hunos dejaron Italia y tomaron la vía de la actual Hungría, donde se radicaron de forma definitiva. Después de estos movimientos los bárbaros quedaron integrando reinos de la forma siguiente: Vándalos en el norte de África, Visigodos en España, con los suevos por súbditos. Francos en Francia del centro y norte. Burgundios en el sur de Francia. Ostrogodos en Italia. Lombardos en Italia (región de Lombardía). Hunos en Hungría. Anglos y Sajones en Gran Bretaña y actual Dinamarca. Alamanes en Alemania. Bávaros en Checoslovaquia actual. Jutos en Dinamarca (península de Jutlandia).

Distribución de los reinos bárbaros.

5. CONSECUENCIA DE LAS INVASIONES

a) En lo político Desparece el Imperio Romano de Occidente para dar paso a numerosos reinos bárbaros –ya vistos en su distribución a lo largo de Europa- de los cuales el único que subsistirá es el de los francos.

b) En lo social La desaparición de la esclavitud –propia del Imperio Romano- y el surgimiento de la servidumbre, resultando ésta de aquellos pactos de las bandas de guerra germanas en que los seguidores se comprometían a servir y obedecer en todo a sus jefes.

c) En lo económico La desaparición de la economía propia de los pueblos civilizados (con su comercio e industria). La vida económica de los nuevos reinos tendrá su base casi exclusivamente en el trabajo del campo. El comercio vuelve al rudimentario procedimiento del trueque y la industria se hace doméstica.

d) En lo espiritual

Se impone el Cristianismo. Los jefes bárbaros y sus seguidores abrazan la fe cristiana y tienen como consejeros a los altos jerarcas del clero.

e) En lo cultural

Desaparece la cultura grecolatina y el clero se hace guardián de ese legado. La masa es ignorante. Esa ignorancia llega a los propios reyes. Tal estado se mantendrá a lo largo de toda la Edad Media.

III. El REINO FRANCO. SU EVOLUCIÓN.

1. LOS FRANCOS.

a) Concepto Los francos fueron el grupo germano que se estableció en la Galia Transalpina durante las invasiones violentas a principios del siglo V. Inicialmente se encontraron en las vecindades del Rin y en las cosas del Mar del Norte. Con las invasiones violentas, tras el empuje de otros pueblos germanos, penetraron en las Galias. Cuando los hunos llegaron hasta sus comarcas se constituyeron en defensores de las posesiones del Imperio Romano de Occidente, junto con los visigodos. Antes habían luchado igualmente con los pueblos que tomaban el camino de las Galias (suevos, vándalos y visigodos).

Empezaron por establecerse al norte de la Galia Transalpina agrupados en confederaciones de tribus. En el correr de su historia tuvieron sus pasos unificadores con Clodoveo, su estancamiento con los Merovingios y su apogeo con los Carolingios. Dieron los francos el rey más importante de toda la Edad Media europea: Carlomagno.

d) Clodoveo, jefe unificador.

En el siglo IV se realiza la unificación de las tribus que formaban la confederación de pueblos francos. Uno de sus jefes, Clodoveo, de la tribu de los salios, es el creador del nuevo reino (en la jefatura de su tribu le habían precedido Meroveo y Childerico). Empezó Clodoveo por someter a someter a su propio pueblo al mando unificado y al catolicismo (al se habían sometido el propio rey por la acción de San Remigio, obispo de Reims). Luego continúa su obra con la conquista del sur y el suroeste, desalojando de allí, respectivamente, a los burgundios y a los visigodos; y siguiendo al este, donde vence a los alamanes. Lutecia, en las orillas del río Sena, pasa a ser capital del reino. 2. EVOLUCIÓN DE LOS FRANCOS

a) El estancamiento con los Merovingios. Los sucesores de Clodoveo forman con él la dinastía Merovingia, en honor a su fundador Meroveo. Fueron llamados los Reyes Holgazanes por ser ineptos y dejar sin avance el reino durante los siglos VI al VIII, hasta el advenimiento de los Carolingios. Se caracteriza su reinado por: 1°. No tener capital fija, ya que los gobernantes iban de granja en granja consumiendo lo que estas producían, en virtud del principio real de que el monarca era dueño de las tierras de su reino. 2°. Tener como colaboradores en el gobierno a funcionarios que pasan a larga a ser, de hecho, más poderosos que el mismo rey: los jefes del ejército y los mayordomos de palacio o guardianes de las pertenencias reales. La Mayordomía caerá a mediados del siglo VIII en manos de una sola familia, los Heristal, de donde surgirán los restauradores del poder franco, los Carolingios (que tomarán el mando como reyes como reyes, después de deponer al último rey holgazán, Childerico III).

d) Carlos Martel, Mayordomo de Palacio Entre los mayordomos de palacio se distingue Carlos Martel, quien, actuando a la vez como jefe de los ejércitos, realizó grandes hazañas en el suroeste, donde detuvo el peligroso avance de los árabes, invasores semitas que habían penetrado triunfantes por la Península Ibérica y habían traspasado los Pirineos. Carlos Martel los venció en la batalla de Poitiers (año 732). Sus sucesores, ya reyes, ase basan en su nombre para darlo a la dinastía; los Carolingios.

c) Pipino el Breve, primer rey carolingio.

Ante la ineptitud de los Reyes Holgazanes, el sustituto de Carlos Martel en la Mayordomía, su hijo Pipino el Breve, por consejo del Papado, legitima su cargo como rey, destituyendo al último merovingio holgazán, Childerico III. La obra de Pipino el breve puede resumirse así: 1°. Establece la monarquía por derecho divino mediante la ceremonia de unción, que realiza el papa Esteban II. 2°. Da por primera vez poder temporal al Papado al expulsar a los lombardos de Italia y entregar sus tierras al Papa, las cuales constituirán los Estados Pontificios (año 760).

IV. EL IMPERIO CAROLINGIO

1. CARLOMAGNO (748-814) Carlomagno, segundo rey de la dinastía carolingia, hijo de Pipino el Breve, figura como el más importante monarca de la Edad Media. Entre sus obras más resaltantes cuentan la dilatación Entre sus obras más resaltantes cuentan la dilatación de las fronteras hasta lograr la restauración del Imperio Romano de Occidente (con el mismo carácter romano y cristiano que tenía en la época de Constantino y Teodosio) y la colocación del Papado en el rango de poder espiritual colaborador del Imperio. 2. LAS CONQUISTAS Carlomagno extiende el reino franco en todas direcciones hasta transformarlo en Imperio. Somete en el noreste y el este a los sajones y bávaros, respectivamente, extendiendo así el poderío franco hasta el Mar del Norte y el río Elba, Por el sur y el suroeste expulsa a los árabes (que habían llegado hasta Poitiers en la época de Carlos Martel) y pasa los Pirineos llegando hasta las vecindades del río Ebro, donde crea la provincia fortificada llamada Marca Hispánica. Acude en auxilio del Papa León III, cuyos Estados Pontificios habían sido invadidos de nuevo por los lombardos, y expulsa a los invasores. A los bávaros y sajones les impuso el Cristianismo por la fuerza extendiendo hasta ellos no sólo el poderío político sino también la base espiritual del Imperio.

El Imperio Carolingio

3. RESTAURACIÓN DEL IMPERIO DE OCCIDENTE A los vastos territorios que forman ahora las posesiones francas les pone Carlomagno por capital la ciudad septentrional de Aix-le-Chapelle o Aquisgrán. El 24 de diciembre del año 800 es coronado como Imperator por el papa León III. Implanta un tipo de gobierno semejante al cesaro-papista que los gobernadores del Imperio Romano de Oriente habían puesto en práctica: es cesarista o absolutista e igualmente máximo representante del Papado en su imperio. Su carácter imperial es reconocido por el Imperio Bizantino, por el Papado y por los reyes visigodos cristianos del norte de España. Ese imperio se extiende del Báltico y el Mar del Norte al Mediterráneo, y del río Elba al Atlántico y a las cercanías del Ebro.

El papa León III corona a Carlomagno

4. ADMINISTRACIÓN DEL IMPERIO Carlomagno organizó el Estado con base en el repartimiento de funciones según la jurisdicción, lo que constituyó el principio del sistema que había de instituirse en la Alta Edad Media: el Feudalismo. Desde la corte –con sede en Aix-le-Chapelle- se impartían instrucciones a las diversas comarcas del Imperio y se recibían informes sobre el Estado de éstas. El imperio fue dividido en grandes circunscripciones llamadas Condados, y en otras menores denominadas Ducados y Marquesados. Las marcas o provincias fronterizas tenían el mismo rango de condados pero su administración correspondía a un funcionario llamado Margrave (tales son las Marcas de Gascuña e Hispánica por el suroeste y las del Elba, de Turingia, de Bohemia y Oriental por el este). El emperador se mantenía en contacto con todos los funcionarios por medio de los llamados “Mensajeros del Señor”.

LECTURA ILUSTRATIVA

CARLOMAGNO

(748-814) Carlos había llegado ya a la edad en que el hombre se da cuenta de que es una criatura mortal. La suerte que al Imperio le estaba reservada cuando la muerte llamara al emperador preocupaba a la gente con mayor fuerza que nunca; amigos y enemigos no hablaban de otra cosa. A él mismo tenía que inquietarle necesariamente el problema de cómo asegurar más allá de sus días aquella gran comunidad de pueblos reunida dentro de las fronteras de su Imperio.

En los últimos días del verano del año 813, Carlos, siguiendo el ejemplo de su padre y de su abuelo, convocó en torno suyo a los altos dignatarios del Imperio para preparar, de acuerdo con ellos, sus disposiciones definitivas.

La transmisión hereditaria de la corona era impugnable, en lo fundamental. De los tres hijos cuyos derechos al trono habían sido santificados por la bula pontifical, sobrevivía solo el tercero, Luis. La gobernación del reino de Aquitania, confiado a su regencia, había sido coronada por el éxito. Luis había de ser, en lo fundamental, el heredero del trono de Carlomagno. La única dificultad era la existencia de un legítimo descendiente del segundo matrimonio del segundo de sus hijos, de Pipino, Bernardo de Nombre, a quien no podía darse de lado. Los derechos de Bernardo fueron tenidos en cuenta, prometiéndosele el trono de Italia, que ya en vida gobernara su padre, y reconociéndole como rey. Todos los presentes asintieron a las propuestas de Carlomagno. Quedaba solo por resolver un problema, indisolublemente unido, sin embargo, a los demás: el de saber si el poder imperial debía o no transmitirse por el emperador a sus herederos. No se había adoptado providencia alguna en este sentido. El imperio, forjado en el único momento adecuado para hacerlo, era un patrimonio personal de Carlomagno y parecía inseparablemente vinculado a su propia vida. De pronto el emperador apuntó ante los reunidos la idea de que su hijo Luis fuese recibido en la comunidad del Imperio. Este pensamiento, inesperado, fue acogido por todos los consejeros como obra de inspiración divina y aceptado con beneplácito general. Quedaban descartadas con ello todas las dudas y preocupaciones que pudieran abrigarse en cuanto a la continuidad del poder central, por el modo como éste se había formado. El dominante poder que Carlomagno poseía y ejercía no era obstáculo para que su mirada y su interés se mantuviesen despiertos en todas las direcciones. Haciendo honor a su obra de continuador de os emperadores romanos, tomó bajo su protección, con ingenuo afán de saber, los restos de la literatura antigua, griega y latina. Y aunque destruyera la estructura nacional de los pueblos germánicos, se interesó siempre por la poesía; decía sus oraciones en latín, conforme al rito de la Iglesia, pero para sus adentros, en su devoción íntima rezaba también en alemán. Sabía llevar con dignidad augusta la púrpura imperial, pero ningún traje le gustaba tanto vestir como el de los francos. En medio de sus empresas guerreras, jamás olvidaba sus deberes familiares. Conocemos el memorial de guerra dirigido por él a su segunda esposa y sabemos que, al recibir la noticia de la muerte de la primera, derramó abundantes lágrimas en su campamento militar, junto a la espada y la rodela. Nunca llegó a sustraerse del todo a su influencia. Hildegarde, una suaba, abogaba siempre cerca de su esposo a favor de las medidas suaves; la segunda, Fastrada, una franca, aconsejábale la severidad y la dureza. Liutgarde, su tercera consorte, que sólo llegó a vivir junto a él dos años, ganó fama principalmente por sus sentimientos religiosos. El emperador engendró varios hijos naturales, algunos de los cuales eran todavía de corta edad cuando el padre murió. Los dejó encomendados a los cuidados de su sucesor. En los últimos años de su vida, Carlomagno pasó la mayor parte del tiempo en Aquisgrán. Sentíase a gusto allí, no solo por el lugar geográfico tan central que la ciudad ocupaba, sino también por sus aguas termales y por la proximidad de abundantes cotos de caza. De todas partes del mundo acudía gente a visitarle, como lo relatan con toda morosidad los anales y crónicas de la época. Gustaba de verse rodeado de sus huéspedes, a quienes invitaba de vez en cuando a grandes fiestas y agasajos; pero por lo general, durante esta última parte de su vida, hacíase acompañar tan solo de sus allegados y servidores. Se le veía cabalgar hacia la caza, con los hijos al lado, seguido de las hijas, a quienes se resistía entregar en matrimonio. Cierto es que tampoco había nadie con quien pudiera casarlas sin despertar inmediatamente intrigas y pretensiones, a las que no quería exponerse. Como hombre, Carlomagno era asequible a todos, cualquiera ganaba su confianza; de carácter sencillo y atrayente, firme en el cumplimiento de la palabra dada y, cómo fácilmente puede suponerse, de todos reverenciado y admirado. De talla alta y complexión robusta, sólo en timbre de su voz parecía desentonar un poco su apariencia, con el cabello blanco, y su gran dignidad, lo mismo sentado que de pie. Pero la vida de un individuo, por grande que ella sea, no es sino un momento fugaz en el entrelazamiento de la vida general. Aunque todo había sido preparado para recibirla, nadie creía que la muerte estuviera tan próxima. Carlos salió aquel día de caza, como de costumbre. Corría el mes de noviembre del año 813. De vuelta en su palacio, se vio acometido por unas fiebres a las que creyó sobreponerse a fuerza de abstinencia y reposo. El 28 de enero del año 814 pasó a mejor vida. De Leopoldo VON RANKE “Grandes figuras de la Historia”, Edit. Grijalbo (México 1958).

CUESTIONARIO – GUÍA

RECOMENDACIÓN Lea atentamente la síntesis y el contenido del capitulo. Aproveche, para fijar los conocimientos, el material cartográfico que ésta contiene. Con este tema entramos a estudiar la segunda etapa de la Historia Universal: la Edad Media, contenida en cuatro capítulos de este libro. Responda el cuestionario en su cuaderno. 1. Dé, en forma resumida, el concepto de Edad Media. Ese concepto debe tener: ubicación cronológica general, etapas en que se subdivide y siglos en los cuales se desarrollan cada una de éstas, causas por las cuales la Edad Media lleva ese nombre y características de la época medieval en el orden político, social, económico, espiritual y cultural. 2. Entérese del contenido de la sección sobre las invasiones bárbaras y resuma el mismo en los siguientes puntos: causas y consecuencias de las invasiones, identificación general de los invasores. 3. En la sección que acaba de leer tiene usted una referencia al movimiento de los pueblos bárbaros en su invasión del Imperio Romano. Fije esos conocimientos en forma visualizada usando un mapa titulado “Invasiones Bárbaras”. Reproduzca en su cuaderno ese mapa. Identifique en él, con diferentes colores, la trayectoria de cada unos de los pueblos invasores. 4. En la misma sección a la que nos estamos refiriendo tiene usted la ubicación definitiva de los invasores. Observe el mapa titulado “Distribución de los reinos bárbaros”. El él encontrará esa ubicación. Reproduzca ese mapa en su cuaderno. 5. Lea las secciones sobre la evolución del Reino Franco y del Imperio Carolingio. Aproveche la ilustración cartográfica sobre este imperio y la lectura ilustrativa referente a Carlomagno. Luego señale la importancia de los siguientes personajes: Clodoveo, Carlos Martel, Pipino el Breve y Carlomagno. 6. Reproduzca a colores el mapa titulado “El Imperio Carolingio”. 7. Resuma la lectura ilustrativa sobre Carlomagno y haga referencia bibliográfica correspondiente.

Bibliografía:

A. YEPEZ CASTILLO: “Historia Universal, Educación Básica 8°”, Edit. Larence (Venezuela 1993)

_______________________ NOTA: Copia para uso privado transcrita directamente del libro.