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239 CAPÍTULO 3

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CAPÍTULO 3 239 240 241 3 Existe pluralidad de familias, por lo 1 Entre los factores que influyen en la 2 La visión sistémica no es aprovecha- 2 Es derecho del niño, niña y adolescen- 1 En todos los países, a la familia se le te tener una educación que vele por su formación integral, y es deber del Esta- do procurársela. Para esto deben implementarse, en el programa escolar, estrategias educativas

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CAPÍTULO3

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Familia

1En todos los países, a la familia se le

dificulta cumplir con su función socia-

lizadora, ya que la descalificación a la mu-

jer en las diversas etnias, sociedades y

grupos; la violencia de género; la falta de

respeto y el desamor, entre otros, han des-

membrado a la familia y a quienes están

más implicados, como son los hijos y las

hijas. Estas condicionantes posicionan a

la institución familia en situación de ries-

go. Hay una dicotomía en el concepto de

familia, pues por un lado se afirma en el

discurso que cumple con su función esen-

cial y, por otra, en realidad estamos repi-

tiendo patrones de conducta que no

permiten la función socializadora.

2La visión sistémica no es aprovecha-

da, ya que se desvinculan los subsis-

temas desde la visión del conflicto

intrafamiliar. La tarea inmediata es ubi-

car la mediación en los subsistemas del

conflicto familiar. Debemos aprender a

organizarnos frente a tanta desigualdad y

abordar el conflicto familiar desde la raíz.

¿Cómo pasar de una estructura orgáni-

ca de la familia, basada actualmente en la

jerarquización de la autoridad, a una que

encuentre el fundamento en la igualdad y

la democratización de las relaciones co-

mo un modo de vida?

3Existe pluralidad de familias, por lo

que desechemos la idea de la familia

nuclear tradicional; respetemos formas,

usos y costumbres; abordemos, desde la

mediación, las nuevas estructuras fami-

liares que se conforman por las condicio-

nes políticas, culturales, sociales y el

movimiento de liberación de la mujer.

4Bolivia enfrenta el reto de la migra-

ción, tanto en el ámbito social como

familiar, producto de la marginación, el

desempleo y la pobreza, donde muchos

hijos e hijas están quedando abandona-

dos, toda vez que padre o madre se ha

visto en la necesidad de emigrar para la

búsqueda de mejores oportunidades.

La mediación a distancia, en los casos

de migración, se considera aún una tarea

muy difícil y la mediación transfronteriza

está por construirse en América Latina.

5No hay que importar respuestas a los

nuevos modelos de familia; sino cons-

truir las propias, partiendo de que la me-

diación aporta principios universales y el

desarrollo humano así los necesita.

6La mediación es la esperanza para

atender de una manera más eficaz las

necesidades de los niños abandonados

y de aquellos que viven en un sistema fa-

miliar donde se violan sus derechos.

7Se propone la capacitación de pares

en los vecindarios para aprovechar el

recurso del mediador en los conflictos fa-

miliares y entre vecinos, con la idea de

que tanto la madre como el padre, con

deseos de mediar, se conviertan en facili-

tadores o negociadores, construyendo

así los líderes que se necesitan para for-

talecer los diálogos positivos en el siste-

ma familia y en el barrio.

Escuela

1Entre los factores que influyen en la

calidad de la educación y en la violen-

cia escolar están el entorno social y los

actores de la comunidad escolar. Exis-

ten agresividad, presión y frustración.

No obstante, la escuela puede cumplir

su función sanadora si sustituye o corri-

ge el efecto de influencias negativas de

la propia escuela, de la familia y de la

comunidad.

2Es derecho del niño, niña y adolescen-

te tener una educación que vele por

su formación integral, y es deber del Esta-

do procurársela.

Para esto deben implementarse, en el

programa escolar, estrategias educativas

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basadas en el principio de considerar que

todo niño tiene derecho a sentirse seguro

en su escuela y que se le evite toda forma

de opresión o de humillación.

3El Estado encuentra en la escuela la

oportunidad para educar en democra-

cia y ante esto, debe propiciar que todo el

proceso de aprendizaje esté inscrito en

principios democráticos de participación

y respeto, mediante la aplicación de téc-

nicas y estrategias en el aula que fomen-

ten la convivencia, conforme al objetivo

de enseñar a convivir previniendo la vio-

lencia. La escuela debe educar al alumno

en resolución de conflictos.

4Aprender desde temprana edad a ca-

nalizar demandas de justicia a través

de procedimientos como la mediación, que

potencian la experiencia de dejar de ser

objeto de medidas disciplinarias para pa-

sar a ser sujeto de procedimientos eficien-

tes de resolución de conflictos, ejerciendo

compromisos y valorando la construcción

y el cumplimiento de acuerdos.

5Es necesario incorporar al proyecto

educativo o currículo contenidos ade-

cuados para la formación social del alum-

no, los cuales se deben abordar en forma

transversal para que reflejen la creciente

importancia de la comunicación, la escu-

cha activa y el diálogo.

6Mediante la implementación de progra-

mas de mediación escolar, el desarrollo

de habilidades sociales como la empatía y

la escucha activa, el aprendizaje emocio-

nal, la resiliencia y la búsqueda de con-

sensos, se construye una vía para

afrontar problemáticas especiales como

el acoso entre pares y la fatiga emocio-

nal de los docentes.

7Definir el diálogo como herramienta

fundamental de entendimiento entre

los miembros de la escuela, más que la

sanción, permitirá que la escuela gestio-

ne adecuadamente la transformación del

conflicto y se incremente la autoridad y

el poder del docente sin que éste recurra

a la coerción o el miedo.

8Desde la mediación educativa se

puede dotar a docentes y alumnos

de habilidades comunicacionales para

co-construir un clima escolar que permita

a la escuela constituirse en el ámbito don-

de se potencien los recursos emociona-

les e intelectuales, y se desarrollen la

tolerancia, la valoración de los aportes

en la construcción conjunta y el respeto a

las normas de la convivencia pacífica.

9Asumir la convivencia escolar como

factor de calidad de la educación

tanto en los procesos de organización

institucional como en las prácticas peda-

gógicas y contenidos de aprendizajes,

junto a la implementación de la media-

ción para la resolución de conflictos, po-

tenciará la formación del alumno para el

ejercicio responsable de la libertad, la so-

lidaridad y la defensa de los derechos hu-

manos.

10La convivencia pacífica trasciende

la resolución de problemas concre-

tos o conflictos esporádicos y considera

que los conflictos de convivencia afectan a

toda la comunidad escolar, motivo por el

cual orienta a una implicación activa en

su prevención y tratamiento.

Formar para la vida no en el tránsito a

la adultez.

11La implementación de la media-

ción en la escuela, que apoya su

diseño, desarrollo y evaluación en forma

sistemática e instalada como Proyecto

Educativo Institucional, proyectará el cli-

ma de confianza, respeto y equidad a la

sociedad constituyéndose en una vía ha-

cia la cultura de la paz.

12La paz no es estar en un lugar sin

ningún tipo de problemas, sin es-

fuerzo o sin dolor. Paz significa que pese a

estar en medio de esas circunstancias,

permanezcamos calmados dentro de

nuestro corazón.

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Comunidad

1La mediación comunitaria es el arte de

la buena convivencia, donde se pro-

mueve la salud social y se puede prevenir,

gestionar, resolver y transformar los con-

flictos en la comunidad dentro del marco

de la cultura de paz. Se caracteriza por ser

dialógica, voluntaria, flexible, pacífica, in-

clusiva y respeta la diversidad, construye

ciudadanía, fortalece vínculos desde el en-

foque de red; reconoce el saber ancestral y

es profundamente pedagógica.

2La mediación comunitaria se muestra

como una propuesta inclusiva del pro-

tagonismo, en plena unidad y armonía, de

la diferencia de etnia, credo, sexo, identi-

dad, idiosincrasia y cultura. Por tanto,

abre un espacio de paz, donde la voz de

todas y todos se escucha con idéntico

protagonismo.

3La equidad, como igualdad de opor-

tunidades que genera la mediación

comunitaria, incorpora al tejido social la

fórmula ganar-ganar, la cual, prevista co-

mo sistema social, abre las puertas a la

comprensión, colaboración y solidaridad

y la coloca en el centro de la subjetividad

comunal.

4La generación del conflicto comuni-

tario encuentra en la mediación la

herramienta útil de construcción de con-

sensos que necesita el siglo XXI para for-

talecer el desarrollo de los valores

humanos en un clima de paz.

5La médula de la mediación comunita-

ria es la creatividad, un espacio para

construir algo nuevo.

6En la mediación comunitaria se atien-

den conflictos que no tienen cabida

en otros ámbitos, además, se ahorra tiem-

po y recursos.

7Es fundamental que se pueda capaci-

tar a toda la población de cada país

en herramientas de gestión pacífica de

conflictos.

8Se deben adoptar todas las medidas

para sensibilizar y concienciar a la po-

blación acerca de estas herramientas y,

en especial, a las figuras de autoridad,

donde las personas acuden en busca de

ayuda: Policía, prefectos, abogados, líde-

res naturales, padrinos, médicos, maes-

tros, ancianos y jueces de paz.

9Las comunidades tienen formas tradi-

cionales de resolver sus conflictos y

existen mediadores naturales a los que se

debe respetar y potenciar su labor dotán-

doles de más estrategias y herramientas.

10No debe existir confrontación en-

tre mediadores naturales y profe-

sionales, ambos tienen roles bien

definidos y complementarios.

11Los conflictos tienen diverso grado

de complejidad y se deben cons-

truir metodologías apropiadas para cada

tipo y nivel de conflicto.

12Es imprescindible educar en el diá-

logo, cuál es su filosofía, sus fun-

damentos y sus potencialidades. No es

una receta, es un proceso que requiere

tiempo y esfuerzo.

13Se deben diseñar mecanismos de

difusión y promoción de la media-

ción comunitaria para que toda la pobla-

ción conozca las ventajas y alcances de

esta forma de resolver conflictos.

14Es fundamental concebir a la me-

diación comunitaria como política

pública, creándose sistemas de atención

en todos los niveles que puedan estar ar-

ticulados para atender los conflictos co-

munitarios.

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Política y democracia

1En la democracia se debe respetar

tanto a las mayorías como a las mino-

rías. El marco institucional debe brindar

normas de convivencia, regulación, obli-

gaciones, derechos, facultades, atribu-

ciones y deberes, de tal manera que

todos, individuos, grupos, asociaciones,

comunidades, organizaciones, tengan un

lugar asegurado y de respeto dentro del

conjunto. Con esta aspiración, la media-

ción brinda la filosofía, el marco teórico y

los métodos necesarios para lograrla.

2Es necesario realizar cambios cultura-

les, incentivar la participación, facili-

tar el diálogo, promover las prácticas

democráticas, así como el desarrollo eco-

nómico, político, social y educativo.

3Las profundas aspiraciones de liber-

tad, igualdad y fraternidad continúan

vigentes, por lo que es necesario des-

arrollar procesos que las conviertan en

realidad. Las grandes desigualdades

económicas, la pobreza extrema y la fal-

ta de oportunidades, entre otras lacras

sociales, representan un lastre para la

participación social amplia y para el des-

arrollo y consolidación de la democra-

cia, por lo que su disminución sustancial

constituye una premisa fundamental pa-

ra la formación de sociedades democrá-

ticas; pero, al mismo tiempo, el marco

democrático es indispensable para que

las sociedades transiten y avancen en

su desarrollo económico, educativo, de

bienestar y satisfacción de las necesi-

dades individuales y familiares.

4En esta dialéctica democracia-desarro-

llo económico e igualdad social, en la

que una y otra son premisas y resultados,

causa y consecuencia, son necesarios

los esfuerzos profundos y articulados del

Estado, la sociedad civil organizada, las

comunidades, los movimientos sociales

indígenas y campesinos, las organizacio-

nes, los sindicatos, los partidos políticos,

los medios de comunicación y el movi-

miento mediador como eje articulador de

la solución de controversias, polarizacio-

nes, disputas y conflictos entre los pro-

tagonistas sociales; así como de la

transformación individual y colectiva y de

la construcción de la armonía y la paz.

5La mediación nos brinda posibilida-

des de construcción democrática, po-

lítica y de amplia participación social. El

movimiento mediador puede convertirse

en la bisagra entre la democracia y la so-

ciedad.

6Es importante la implementación de

procesos de mediación en el desarro-

llo interno de partidos políticos, sindica-

tos, comunidades y demás actores

sociales. Aprender a pensar en nosotros

y en los otros.

7Se deben generar esquemas y proce-

sos que permitan acciones preventi-

vas de la mediación, para intervenir antes

de que los conflictos estallen.

Interculturalidad

1Sensibilizar a los gobiernos, las institu-

ciones y los medios de comunicación

sobre la necesidad de la interculturalidad

en nuestras sociedades.

2Transversalizar, socializar la intercul-

turalidad en lo cotidiano, multiplicar

la capacidad de convivencia.

3Desarrollar el reconocimiento del

otro. Para ello, el primer paso es co-

nocerse a si mismos, valorarse. Cono-

cer su pasado, sus raíces, su lengua.

Cuando uno se conoce a si mismo tiene

la fuerza de ir hacia el otro. Practicar los

diálogos intraculturales así como la re-

flexión intralingüística.

En segundo lugar, crear espacios de

encuentros diversos para conocerse: el

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aula, las fiestas, las asambleas popula-

res, etc., donde invitamos al otro y a los

otros para intercambiar opiniones, sa-

beres, encuentros festivos, formativos.

La experiencia recogida demuestra que

hablamos de los otros sin conocerlos y

que es muy productivo este encuentro

donde rápidamente las barreras, los

miedos y los prejuicios caen. Restable-

cer el intercambio y la confianza.

4Cambiar uno primero, antes de que-

rer cambiar el mundo. Prevalece la

idea de reconstruir el ser humano antes

de querer reconstruir el mundo.

5Trabajar la reconciliación después de

un pasado doloroso.

6Educar en la cultura del otro y de los

otros más allá incluso de nuestras

fronteras y descubrir otras culturas para

descentrarse de su propia realidad y así

reflexionar sobre la propia.

7Rescatar el papel importante de la mu-

jer, otro sujeto de fuerte discrimina-

ción, y desarrollar sus aptitudes para la

mediación intercultural.

8Poner el énfasis sobre la educación

intercultural y la mediación en la es-

cuela, y no sólo como una asignatura, si-

no en todas las asignaturas y de forma

transversal en absolutamente todo el cu-

rrículum escolar.

9Desarrollar la mediación intercultural

no sólo en las escuelas, sino también

en el sistema universitario.

10Elaborar campañas de sensibiliza-

ción sobre la figura del/a media-

dor/a.

11Crear alrededor de la intercultu-

ralidad equipos pluri e interdisci-

plinarios formados por mediadores,

psicólogos, arquitectos, agentes de me-

dio ambiente, y formadores, entre otros

especialistas.

12Ir más allá de las técnicas de me-

diación y crear una cultura de la

mediación intercultural.

Justicia

1La mediación y la conciliación son

técnicas que deben asumir la admi-

nistración y la procuración de justicia,

pues no sólo reducen la carga de los jue-

ces y el costo del procedimiento judicial,

sino que acortan la duración del conflic-

to, impidiendo que se amplíe o modifi-

que, además de que mantienen la

relación personal entre las partes gra-

cias a su enfoque colaborativo, hacien-

do que los convenios se cumplan en

mayor proporción que las resoluciones

judiciales.

2Acercar la justicia donde se producen

los conflictos como una forma de fa-

cilitar el acceso a este servicio, por lo que

se recomienda la creación de casas o

centros de justicia en las colonias o ba-

rrios y en poblaciones pequeñas, en los

que además de agencias del Ministerio

Público, defensoría de oficio y otras de-

pendencias, se haga mediación comuni-

taria y se resuelvan por este método los

conflictos jurídicos.

3Resulta muy discutible cuán eficiente

es la gestión de fiscales y jueces al

cumplir, de acuerdo a las normas, con la

función conciliatoria o mediadora en tan-

to que así lo estipulan diversas normas

en el ámbito procesal. Sería más conve-

niente que estas audiencias sean reali-

zadas por conciliadores o mediadores

debidamente seleccionados, capacita-

dos y especializados para realizar estas

funciones.

4Los poderes judiciales deberían crear,

mediante leyes sectoriales o modifica-

ciones a sus códigos procesales, centros

de mediación que atiendan directamente

los conflictos de naturaleza jurídica que

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presenten las partes o los asuntos deri-

vados por los jueces, a través de media-

dores especializados, con apoyo de

psicólogos y trabajadores sociales.

5Es necesario que las leyes que regu-

lan los métodos alternos transiten en

materia de reparación del daño de una

justicia retributiva a una restaurativa,

donde el daño moral sufrido por la víctima

sea la primera referencia y se busque, al

mismo tiempo, que el delincuente conoz-

ca y se haga responsable de los efectos

de su conducta como un primer paso pa-

ra su readaptación social.

6Debe distinguirse entre las audiencias

informativas obligatorias (que pueden

realizar los jueces o los centros de me-

diación como requisito procedimental pa-

ra continuar con el procedimiento judicial),

de las audiencias de mediación propia-

mente dichas, que sólo pueden realizarse

si se cuenta con las voluntades de las par-

tes en conflicto.

7Para difundir el conocimiento y la apli-

cación de los métodos alternos, evitan-

do la oposición de los litigantes, debería

incluirse en los planes de estudio una asig-

natura sobre justicia alternativa.

8Atendiendo a las disposiciones de la

convención de la ONU sobre los de-

rechos del niño, debería unificarse la

edad penal en las leyes latinoamericanas,

creando un sistema integral que incluya a

los jueces, ministerios públicos, defenso-

rías y policías especializados así como la

aplicación de los métodos alternativos en

el procedimiento para menores en con-

flicto con la ley penal.

Seguridad Pública

1Los medios alternativos pueden apli-

carse como instrumentos para preve-

nir el delito, por lo que en este documento

se sugiere:

- La creación de una Policía de ba-

rrio desarmada, debidamente ca-

pacitada para hacer mediación

comunitaria.

- La mediación escolar debe enten-

derse como un método para preve-

nir la violencia entre alumnos de

todos los niveles y con ello la comi-

sión de delitos.

- La mediación comunitaria, al preve-

nir la escalada de conflictos meno-

res, logra la prevención de muchos

delitos derivados de problemas ve-

cinales, por lo que se debe obser-

var este efecto preventivo que

aumenta el valor del método y la uti-

lidad del mediador.

2Las disfunciones familiares constitu-

yen la fuente de muchas conductas de-

lictivas, motivo por el que se debe atender

al divorcio, porque es de sobra conocido

que el mal divorcio prolonga los celos y la

persecución más allá de la resolución judi-

cial que disuelve el matrimonio.

Debe aplicarse la mediación a los pro-

blemas de custodia de los hijos, para que

no degeneren en enfrentamientos y deli-

tos, como también en los problemas de

alimentos.

La mediación para el reconocimiento

de la paternidad extramatrimonial no es

sólo una fórmula para integrar a la familia,

sino una medida preventiva del delito, ya

que es una realidad criminológica que la

herida narcisista del hijo no reconocido

y la falta de la figura paterna para cubrir

las funciones de nutrición y normativas

que le corresponden, conducen al menor

a la comisión de delitos.

3En aquellos delitos que se persiguen a

petición del ofendido, así como en los

que pueda aplicarse el principio de opor-

tunidad por parte del Ministerio Público

prescindiendo de la acción penal, la me-

diación es la fórmula necesaria para obte-

ner el perdón del ofendido o su anuencia

para decretar el no ejercicio de la acción

penal, además de que permite evitar el

etiquetamiento procesal del inculpado y

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controlar el número de asuntos que llega

a los tribunales.

En la averiguación previa durante el

proceso e incluso en la fase de ejecución

penal se debe procurar, por vía de la me-

diación, que el responsable repare el da-

ño sufrido por la víctima.

Atendiendo a la dificultad de reparar el

daño moral y facilitar la readaptación del

delincuente, es necesario buscar, por vía

de la mediación, una nueva justicia, la res-

taurativa, que restituye en buena medida

la tranquilidad al ofendido, dando al delin-

cuente la posibilidad de enfrentar su res-

ponsabilidad pidiendo perdón y conocer la

dimensión del daño causado, como ocurre

normalmente en el encuentro víctima-victi-

mario debidamente preparado y conducido

por un mediador especializado.

4Se recomienda recoger la experiencia

del Estado de Sonora (México), en cuan-

to a la mediación penitenciaria entre pa-

res, ya que capacitar a los internos para

que medien entre la población penitencia-

ria, resolviendo problemas cotidianos entre

los internos y de éstos con su familia, ha in-

fluido en un notable descenso en los delitos.