050 Las Tragedias Optimistas OTRA PARTE

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Las tragedias optimistas Hace rato que me veo r epitiendo como un Senku seis o siete argumentaciones diferentes (el Senku no permitía muchas más) para tratar de explicar un punto que –a esta altura de la historia del teatro- se me antoa relevante! " diferencia del cine o la literatura (donde ese invento cultural a nivel planetario que son los g#neros sigue teniendo enorme presencia) el teatro ha salido casi por completo de su $ipolaridad esqui%oide& que le impuso durante siglos apenas dos estrechísimos g#neros admitidos' tragedia comedia! n la tragedia (que tal ve% s*lo se haa dado de verdad en el espíritu griego) el protagonista es arrastrado hacia su propia destrucci*n por un defecto inherente a su constituci*n! n la comedia& en cam$io& pasa todo lo demás! +& so $re todo& lo que pasa en la comedia es precisamente la parodia del espíritu trágico! sta simplificaci*n es anacr*nica& claro está! + tiene sus ra%ones en la concordancia con el espíritu de otras #pocas! ,ara aquellos seres que encontraron en el teatro esta funcionalidad trágica& la representaci*n que se hacían del hom$re era s*lo una& #sta era fuertemente moral! Las cosas s*lo se mueven hacia su final& parece decir l a dramaturgia clásica! + al final s*lo está la muerte& el uicio! Sin em$argo& han pasado dos mil a.os tenemos algunas escuetas novedades! La ciencia dura de* de ser una rama aplicada de la filosofía& se independi%*& fue s*lo para volver en las teorías del caos de la incertidum$re a ro%ar nuevamente el espíritu metafísico/ 0eckett ha demostrado que el espíritu del hom$re de su #poca (la anterior a la nuestra) no era trágico sino s*lo ridículo/ en este colorido enam$re de voces en el que nos encontramos& las más diversas teorías que explican c*mo funciona la vida coexisten a los gritos! 1o es de extra.ar entonces que el teatro (que siempre es p2$lico político) sea fuente infinita de contradicci*n o$ligue a armarse de un marco te*rico equis para no parecer un idiota cuando uno simplemente me dice' 3me encanta c*mo hacen eso que hacen que no s# $ien qu# es4 s #se el teatro que más me gusta& el de arte' el que $usca la anticipaci*n no la r2$rica& aun en tiempos donde anticiparse parece est#ril porque al no ha$er una sola le de construcci*n (la tragedia lo era& la comedia tam$i#n) tampoco es posi$le la desviaci*n a priori! La cartelera porte.a ha ofrecido este a.o numerosas muestras de pluralidad& de locura individual compartida hasta ser p2$lica! ,ara este artículo& he preferido acariciar apenas un fen*meno que -me parece- algunos colegas han puesto en práctica eemplar! 5e refiero a la relaci*n entre dos t#rminos opuestos' tragedia optimismo! l teatro $usca espectadores! 1o digo con esto que $usque atraer al p2$lico! 6igo que necesita de expectaci*n! 7al ve% sea #sta –ho por ho- su maor especificidad! Las $uenas o$ras te mantienen al $orde de la $utaca& esperando ansiosamente el momento siguiente& las repeticiones sorpresivas& los hundimientos de lo espera$le para dear aflorar lo que no esta$a planeado aun así hacerlo con coherencia! La mirada del p2$lico no siempre es de expectaci*n! " veces es de a$urrida confirmaci*n de lo que a sa$e& a veces de domesticado paseo por las postas fias que proponen los g#neros! ,or esto cele$ro la aparici*n de un pu.ado de o$ras mu singulares (a veces peque.ísimas como 89n hueco:& de uan ,a$lo ;*me%& o 8"donde van los muertos – Lado 0:& del ;rupo <rapp)& a veces complicadas como catedrales

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Las tragedias optimistas

Hace rato que me veo repitiendo como un Senku seis o siete argumentacionesdiferentes (el Senku no permitía muchas más) para tratar de explicar un puntoque –a esta altura de la historia del teatro- se me antoa relevante! " diferenciadel cine o la literatura (donde ese invento cultural a nivel planetario que son losg#neros sigue teniendo enorme presencia) el teatro ha salido casi por completode su $ipolaridad esqui%oide& que le impuso durante siglos apenas dosestrechísimos g#neros admitidos' tragedia comedia! n la tragedia (que talve% s*lo se haa dado de verdad en el espíritu griego) el protagonista esarrastrado hacia su propia destrucci*n por un defecto inherente a suconstituci*n! n la comedia& en cam$io& pasa todo lo demás! +& so$re todo& loque pasa en la comedia es precisamente la parodia del espíritu trágico!sta simplificaci*n es anacr*nica& claro está! + tiene sus ra%ones en laconcordancia con el espíritu de otras #pocas! ,ara aquellos seres que

encontraron en el teatro esta funcionalidad trágica& la representaci*n que sehacían del hom$re era s*lo una& #sta era fuertemente moral! Las cosas s*lose mueven hacia su final& parece decir la dramaturgia clásica! + al final s*loestá la muerte& el uicio!Sin em$argo& han pasado dos mil a.os tenemos algunas escuetasnovedades! La ciencia dura de* de ser una rama aplicada de la filosofía& seindependi%*& fue s*lo para volver en las teorías del caos de la incertidum$rea ro%ar nuevamente el espíritu metafísico/ 0eckett ha demostrado que elespíritu del hom$re de su #poca (la anterior a la nuestra) no era trágico sinos*lo ridículo/ en este colorido enam$re de voces en el que nos encontramos&las más diversas teorías que explican c*mo funciona la vida coexisten a los

gritos! 1o es de extra.ar entonces que el teatro (que siempre es p2$lico político) sea fuente infinita de contradicci*n o$ligue a armarse de un marcote*rico equis para no parecer un idiota cuando uno simplemente me dice' 3meencanta c*mo hacen eso que hacen que no s# $ien qu# es4s #se el teatro que más me gusta& el de arte' el que $usca la anticipaci*n nola r2$rica& aun en tiempos donde anticiparse parece est#ril porque al no ha$eruna sola le de construcci*n (la tragedia lo era& la comedia tam$i#n) tampocoes posi$le la desviaci*n a priori!La cartelera porte.a ha ofrecido este a.o numerosas muestras de pluralidad&de locura individual compartida hasta ser p2$lica! ,ara este artículo& hepreferido acariciar apenas un fen*meno que -me parece- algunos colegas han

puesto en práctica eemplar! 5e refiero a la relaci*n entre dos t#rminosopuestos' tragedia optimismo!l teatro $usca espectadores! 1o digo con esto que $usque atraer al p2$lico!6igo que necesita de expectaci*n! 7al ve% sea #sta –ho por ho- su maorespecificidad! Las $uenas o$ras te mantienen al $orde de la $utaca& esperandoansiosamente el momento siguiente& las repeticiones sorpresivas& loshundimientos de lo espera$le para dear aflorar lo que no esta$a planeado aun así hacerlo con coherencia! La mirada del p2$lico no siempre es deexpectaci*n! " veces es de a$urrida confirmaci*n de lo que a sa$e& a vecesde domesticado paseo por las postas fias que proponen los g#neros!,or esto cele$ro la aparici*n de un pu.ado de o$ras mu singulares (a vecespeque.ísimas como 89n hueco:& de uan ,a$lo ;*me%& o 8"donde van losmuertos – Lado 0:& del ;rupo <rapp)& a veces complicadas como catedrales

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(8=6 >ptico:& de avier 6aulte& o 8l pasado es un animal grotesco:& de 5ariano,ensotti) cuo punto de contacto –se me anotoa- está en la relaci*n del autorcon el optimismo que emana de sus argumentos! s de este optimismo que megustaría ha$lar!

8La edad de oro:& o la sorpresa del optimismo

?ui%ás el caso más limpio sea 8La edad de oro:& de la dupla "gustín5endilahar%u @ Aalter ako$& estrenada en el Boas como parte del 8,roecto5anuales:! La invitaci*n inicial tenía que ver con que los autores escri$ierano$ras so$re el espíritu de los manuales de instrucciones! n este caso& unmanual para construir un exhi$idor comercial& un armatoste parecido a una$i$lioteca que –pese a todo el optimismo de esta tragedia invertida- deseamoslocamente ver terminado s*lo llegaremos a atis$ar semierigido antes de quecalce la 2ltima tuerca mariposa! 6os amigos que rondan los =C de$en dear unasuerte de eterna adolescencia& hacerse hom$res emprender un negocio& asa$er' vender remeras marplatenses estampadas! l mandato que une lamadure% a la productividad es tan a$surdo que funciona! ,arte del asuntoradica en deshacerse de una amplia colecci*n de discos en vinilo (que a hanpasado a formatos digitales)& un tesoro que entra.a valor s*lo para su due.o!,ara su due.o& para un oven cliente que comparte la o$sesi*n coleccionista!+ que descu$rirá a ,eter Hammill! La o$ra re$osa de elementos trágicos' haen ella todo tipo de fallas humanas& de 8defectos inherentes a la constituci*n deestos personaes: que $ien podrían arrastrarlos hacia su destrucci*n! Hame%quindad& ha o$sesi*n& ha timide%& ha pánico& ha ineptitud! + los ha endosis tales que el espectador espera que los hechos se encadenen de maneratrágica que los castigos que caigan so$re los personaes sean eemplares! 7alcomo revelan los propios autores'

l coleccionismo es una especie de enfermedad cong#nita! Ha genteque nace infectada de eso! sa gente va a encontrar algo paracoleccionar& fatalmente& en cualquier #poca& más allá de los há$itos queesa #poca imponga! (D) Los coleccionistas necesitan invertir muchísimotiempo& pasi*n dinero en cosas que no les hacen falta! s unamodalidad que se opone al sentido práctico& que s*lo puedecomprenderse desde un sentido romántico! 1uestra o$ra ha$la& entreotras cosas& de la pulseada entre lo práctico lo romántico!

Sin em$argo& en contra de la propia expectativa creada& las deficiencias deunos otros se suman para equili$rar el universo& para construir un exhi$idor!9n modelo! s tal ve% exagerado afirmar que este desarrollo está a prop*sitoen franca sintonía con el paradigma de la entropía positiva& que sostiene que si$ien el universo de$ería tender a una forma esta$le& fría& gris sin vida& losinfinitos roces fricciones entre los sistemas -aislados pero en colisi*n- hacenque la energía se renueve siempre permita postergar este final fatalmenteanunciado! ,ermita eso que llamamos –tanto en física como en poesía- la vida!Eíctor& Horacio& ulián ;uillermina (traídos a la vida por el fantástico pr#stamode almas que eecutan %equiel Bodrígue%& "l$erto "aka& ,a$lo Sigal

6enise ;roesman) superpondrán sus errores falencias para que las cosasterminen saliendo $ien' los que se tengan que hacer hom$res& que se hagan

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hom$res& que las remeras marplatenses sean vendidas& que un crimenmenor& un latrocinio de cadetes& $urle a la antipática le! + aun así& como pasaen las películas de Fapra& Gpor qu# esa persistencia de la nostalgia G,or qu#el desenlace perfecto animado nos dea tanta triste%a entre los oos 7engopara mí que esto ocurre porque no se trata de una comedia (en la que –a lo

die- pasa cualquier cosa) sino de una tragedia& s*lo que en #sta la expectaci*nde hecatom$e no es confirmada& sino minada sorpresivamente por eloptimismo! 9no sale del teatro con la agridulce sensaci*n de que vivimos en unpaís que se va a desarrollar& que la gente en el fondo es $uena& que el ingeniotriunfa frente al desamor! Ilusiones todas por las que vale la pena pagar tanm*dica entrada! 6espu#s de todo& no ha le que prohí$a que la realidad separe%ca tarde o temprano a lo que los hom$res representan de ella para sufuturo!

8l horticultor autosuficiente:& o el regreso de la intimidad

l otro eemplo que se me antoa citar es la 2ltima o$ra de 5ariana Fhaud&para el mismo ciclo del Boas! "quí el detonante fue el manual de instruccionesEl Horticultor autosuficiente de ohn Semour& que explica c*mo construir unahuerta orgánica& que sign* a los a.os JC del modelo del 6I+ (Do it yourself )&ese grito desesperado de independencia& de emancipaci*n& de organi%adaanarquía!l argumento perge.ado por Fhaud es sencillo & en ve% de prometer un largodevenir& parece sentar sus dos o tres reglas desde el comien%o para quepodamos detenernos a go%ar de los matices (las sutile%as) de una relaci*namorosa& en la que precisamente son estas contradicciones (anarquía sociedad& deseo le) las que puan por hacerse sitio! 6ice Fhaud de su o$ra'

9na muer se queda sola en una casa en el medio del campo decidehacer una huerta orgánica! 9n ardinero la auda la acompa.a! "lmismo tiempo que la huerta& irán cultivando entre ellos una relaci*n muespecial! (D) stas reflexiones de gran valor literario inspiraron la maor parte de los diálogos así como tam$i#n algunos de los temas que sedesprenden de la o$ra' la relaci*n del hom$re con la naturale%a& ladualidad entre intuici*n racionalidad& el sentido com2n versus lasreglas!

Si el optimismo parecía estar desaloado del teatro (son #pocas en las que larepresentaci*n del $ien corren el riesgo de tornarse más ingenuas que susenoados& siempre enoados espectadores)& Gqu# decir del erotismo 5ientrasque el cine desarrolla un erotismo 8ideal:& donde incluso hasta lo feo esmoldeado como o$eto de deseo& en el teatro el erotismo es un tema ta$2!7iene que ver con la naturale%a policíaca& pan*ptica& p2$lica del teatro! lnudismo es chocante& el deseo es prohi$ido! l erotismo –así como loentendemos en estos tiempos- requiere de intimidad! n una sala atestada deespectadores cuos codos ro%an los míos al moverse en la $utaca esimpro$a$le que quede lugar para la intimidad del erotismo! l erotismo enteatro –no me pregunten por qu#- suele estar asociado a la maldad! La

doncella que es deseada siempre corre mil peligros! l hom$re que no puedecontener sus impulsos sexuales es una $estia condenada tarde o temprano por 

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el argumento! G6e d*nde proviene esta deformaci*n& si en la vida el erotismoes parte importantísima –si no la más importante- de nuestra existencia +otengo para mí que es la misma r#mora moral que se le ha pegado al teatro porla suposici*n de que su 2nico destino es la tragedia!+o no creo que Fhaud sus actores haan decidido mu concientemente

restituir al erotismo al punto que merece! " lo sumo& imagino que han ha$ladode c*mo se construe esta relaci*n entre una muer culta e independiente queaca$a de divorciarse un ardinero salvae respetuoso que no evitapresentársele como lo que es' un hom$re! ,ero sean o no #stas lasintenciones& o creo que la o$ra opera un peque.o milagro& que el teatro engeneral tiende a despla%ar' el curso er*tico de ese destino fiado para dos haceque transitemos por ideas equivocadas& por aseveraciones políticamenteincorrectas& por a$erraciones que transgreden las normas de lo que está $ienpensar! La huerta orgánica es un despla%amiento presente del deseodesenfrenado& loco& poseso! Aill ,rociuk es uno de los actores preferidos porel off local' es un secreto a gritos que ,rociuk irradia un talento t#cnico

humano inusuales& no s*lo como actor sino tam$i#n como autor director! nesta o$ra tan certera& todos queremos ser #l íntimamente! Su ardinerovagamente misionero dice en su timide% sin $o%al las más atroces$estialidades se comporta como un animal& un ca$allo de paso que $ienpuede ha$er aprendido el trotecito del desfile pero que en el fondo deseainseminarlo todo de su semilla ardiente desenfrenada! ncarna el mito delmacho& para colmo& no precisamente el del sensi$le! + todos queremos a suve% que 5oro "nghileri (nunca más viva transparente en el escenario)a$andone su pensamiento progresista& sus torpes acuarelas de media tarde&sus tilingos la%os con la vida citadina le hinque el diente a esas hortali%as sinintervenci*n industrial& a esa relaci*n prohi$ida que la llama a gritos desde lasentra.as calientes de la tierra! "quí tampoco ha parodia! ,ero a diferencia de la tragedia optimista de5endilahar%u@ako$& las cosas no terminan del todo $ien' la parea no se casa amás& la emancipaci*n total nunca es posi$le& la huerta orgánica es una salidaindividual pero no social& el amor no necesariamente triunfa so$re el tedio!,ero esto es irrelevante! Lo que triunfa es el deseo descarnado& el m#ritoenorme de esta puesta es el de devolverle al escenario la creencia honesta dela intimidad& sin manipulaciones sim$*licas simplificadas!

Fele$ro que lo que arrastre a las pie%as hacia su final sea –a veces- tan

impredeci$le& tan sorpresivo& tan vital& tan en contra de lo que el teatro se haarmado como ra%ones para sí mismo& que realmente se ustifique con crecesmi presencia como espectador en la oscuridad de la sala!

Bafael Spregel$urd

,ara Bevista Otra Parte

K de octu$re de CMM