“La liturgia es la acción sagrada a través de la cual, con un rito, en la Iglesia y mediante la Iglesia se ejerce y continua la obra sacerdotal de Cristo, es decir, la santificación de los hombres y la glorificación de Dios”.

(SC)

¿QUE ES LA LITURGIA?¿QUE ES LA LITURGIA?

El Misterio Pascual de Cristo, es decir, toda su vida, su obra, su enseñanza hasta llegar a la cima de la actividad apostólica con su pasión, muerte, sepultura, resurrección, ascen-sión, donación-efusión del Espíritu Santo.

¿QUÉ CELEBRAMOS?¿QUÉ CELEBRAMOS?

La liturgia tiene como centro la cele-bración del Misterio de Jesucristo Salvador, muerto y resucitado (Pascua).

La liturgia no sólo “recuerda” a Jesucristo y su acción salva-dora, sino que actualiza, hace presente de una manera eficaz, la salvación.

Esto se hace gracias a la liturgia, que “con razón se considera como el ejercicio del sacerdocio de Jesucristo”

(SC 7).

En la liturgia no se hace mímesis sino anámnesis.

En la liturgia es el mismo Jesucristo resucitado el que actúa, es Él quien bautiza, quien perdona, el que alimenta a la comunidad en la Eucaristía con su Cuerpo y con su Sangre.

Los frutos de salvación que Jesucristo “ganó” para nosotros mediante su nacimiento, su vida de amor y de servicio, su pasión, muerte y su gloriosa resurrección, llegan hasta nosotros a través de los sacramentos, en torno a los cuales gira toda la vida litúrgica (cf. SC 6).

Los cristianos celebramos por fe. La cual ha sido suscitada por la escucha asidua y frecuente de la Palabra de Dios.

“La sagrada liturgia no agota toda la acción de la Iglesia: debe ser precedida por la evangelización, la fe y la conversión; sólo así puede dar sus frutos en la vida de los fieles”. (CEC 1072)

La liturgia como lo muestra la estructura del Catecismo de la Iglesia Católica es el segundo momento después de la profesión de fe.

¿PORQUÉ CELEBRAMOS?¿PORQUÉ CELEBRAMOS?

GLORIFICACÓN DE DIOS

SANTIFICACION DE LOS HOMBRES

¿PARA QUÉ CELEBRAMOS?¿PARA QUÉ CELEBRAMOS?

“La liturgia es la obra de Cristo total, cabeza y cuerpo”

(CEC 1187)

1. Jesucristo

2. Espíritu Santo

3. Iglesia

4. Asamblea

¿QUIENES CELEBRAMOS?¿QUIENES CELEBRAMOS?

“Por Cristo, con Él y en Él.a ti, Dios Padre omnipotente,

en la unidad del Espíritu Santotodo honor y toda gloria

por los siglos de los siglos”.

En la liturgia Cristo es el centro, el protagonista absoluto, al igual que lo es en el misterio de la salvación cristiana. Cristo vive ya como resucitado y con plenitud celestial, y Él es el único sumo sacerdote del santuario verdadero que celebra sin cesar la liturgia del cielo. (CEC 1187)

La liturgia es la acción de Cristo total; en ella se continúa la obra sacerdotal de Jesucristo (SC 7)

1. Jesucristo1. Jesucristo

a. En la Asamblea.

b. En la persona del Ministro

c. En su Palabra

d. En las especies consagradas

e. En los pobres

Presencia de Cristo Resucitado en la liturgia

Presencia de Cristo Resucitado en la liturgia

El misterio pascual de Jesucristo es fruto del Espíritu Santo. Él es quien lo actualiza.

Él hace surgir el sacerdocio en la Iglesia vivificándola. En toda acción litúrgica se invoca al Espíritu Santo (epíclesis) para que se haga presente Cristo. Los cristianos vivificados por el Espíritu de Dios se convierten en templos vivos de Él.

El Espíritu revela quién es Jesús y nos lleva a Dios Padre, manifestándonos que somos sus hijos. (1 Co. 12, 3) (Rm. 8, 15)

“A través de las palabras, las acciones y símbolos que constituyen la trama de una celebración, el

Espíritu Santo pone a los fieles y a los ministros en relación viva con Cristo, Palabra e imagen del Padre, a fin de que puedan hacer pasar a su vida el sentido

de lo que oyen, contemplan y realizan en la celebración”

(CEC 1101)

2. Espíritu Santo2. Espíritu Santo

La liturgia, ejercicio del sacerdocio de Cristo, se hace visible en la Iglesia y por medio de la Iglesia, cuerpo, esposa y sacramento del Verbo encarnado (cf. LG 7-8)

La liturgia es una especial epifanía de la Iglesia: expresión y realización de su misterio de comunión y salvación. Es en las celebraciones litúrgicas, que no son acciones privadas, sino celebraciones de la Iglesia (SC 26), donde con mayor claridad y eficacia aparece la Iglesia como Sacramento -signo e instrumento- de la unión intima con Dios y de la unidad de todos los hombres.

“Es toda la comunidad, el Cuerpo de Cristo unido a su cabeza, quien celebra.”

(CEC 1140)

3. Iglesia3. Iglesia

En las acciones litúrgicas de la Iglesia se prolonga la función sacerdotal de Cristo.

El sujeto integral de la acción litúrgica es siempre toda la Iglesia sin distinción, es decir, en cuanto compuesta de cabeza y de miembros. Si hay diferencia de relaciones entre cada miembro y la liturgia, tal diferencia no viene dada por el “sacerdocio” de unos y el “no sacerdocio” de otros, sino por la diversa posición (“estado”) que pueden tener dentro del mismo sacerdocio.

Iglesia

El sujeto propio de la oración litúrgica no es el “yo” sino el “nosotros” de la Iglesia entera que se hace presente en la asamblea litúrgica y que reúne a muchos sujetos en una oración común (“bendigamos, oremos, etc”.)

Toda ella es “Iiturgo”, cada cual según su función. Todos participan según su grado de responsabilidad y de ejercicio de la misión eclesial por el sacerdocio bautismal. Podemos distinguir entre la asamblea los ministerios ordenados (Obispos, Presbíteros y Diáconos) y los no instituidos (agentes de pastoral litúrgica: acomodadores, cantores, lectores, acólitos, etc.)

“Desde entonces, la Iglesia nunca a dejado de reunirse para celebrar el Misterio Pascual.”

SC 6

4. Asamblea4. Asamblea

Servicio a la asamblea Sacristía, Ornato y aseo, ujieres

Servicio a la Palabra de DiosLectores, salmista, monitor

Servicio al altar y al ministro ordenadoAgente Extraordinario de la Comunión, acólito, maestro de ceremonias (ceremoniero)

Servicio al canto litúrgico y a la músicaCantores

Asamblea

El Misterio Pascual de Cristo.

Por la Palabra de Dios que despierta la fe y la acrecienta.

Para glorificación de Dios y santificación de los hom-bres.

Jesucristo, el Espíritu Santo y todos los que se reúnen, asamblea y presidente.

¿Cómo celebramos?

¿Qué celebramos?

¿Cómo celebramos?

¿Por qué celebramos?

¿Cómo celebramos?

¿Para qué celebramos?

¿Cómo celebramos?

¿Quienes celebramos?

¿Cómo celebramos?

¿Cómo celebramos?

A través de signos, símbolos, gestos, palabras y cantos, con un gran contenido cris-tiano.

En el lugar sagrado o un lugar digno que sea en verdad casa de la asamblea y casa de oración para el encuentro con Dios.

El Domingo, día del Señor, y durante el año litúrgico.

¿Cómo celebramos?

¿Cuándo celebramos?

¿Cómo celebramos?

¿Dónde celebramos?

"Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre... el que come mi Carne y bebe mi Sangre, tiene vida eterna ... permanece en mí y yo en él"

(Jn 6, 51.54.56).

13231323 "Nuestro Salvador, en la última Cena, la noche en que fue entregado, instituyó el sacrificio eucarístico de su cuerpo y su sangre para perpetuar por los siglos, hasta su vuelta, el sacrificio de la cruz y confiar así a su Esposa amada, la Iglesia, el memorial de su muerte y resurrección, sacramento de piedad, signo de unidad, vínculo de amor, banquete pascual en el que se recibe a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la gloria futura" (SC 47).

El Catecismo de la Iglesia Católica en su segunda parte trata el tema de la Celebración del Misterio Cristiano, en el cual encontramos el Sacramento de la Eucaristía, que estudiaremos a continua-ción.

1. 1. La Eucaristía, fuente y cumbre La Eucaristía, fuente y cumbre de de la vida eclesialla vida eclesial

13251325 "La Eucaristía significa y realiza la comunión de vida con Dios y la unidad del Pueblo de Dios por las que la Igle sia es ella misma. En ella se encuentra a la vez la cumbre de la acción por la que, en Cristo, Dios santifica al mundo, y del culto que en el Espíritu Santo los hombres dan a Cristo y por él al Padre" (inst. "Eucharisticum mysterium" 6).

13261326 Finalmente, la celebración eucarística nos unimos ya a la liturgia del cielo y anticipamos la vida eterna cuando Dios será todo en todos (cf 1 Co 15,28).

2. El nombre de este Sacramento:2. El nombre de este Sacramento:La riqueza inagotable de este Sacramento se expresa mediante los distintos nombres que se le da. Cada uno de estos nombres evoca alguno de sus aspectos:

• Eucaristía: Acción de Gracias a Dios (Lc. 22, 19)

• Banquete del Señor: Cena que el Señor celebró con sus discípulos la víspera de su Pasión, y es a la vez, anticipación del banquete de bodas del cordero (Ap. 19, 9) en la Jerusalén Celestial.

• Fracción del Pan: Con este nombre se quiere significar que todos los que comen de este único pan, partido, que es Cristo, entran en comunión con Él y forman y forman un solo Cuerpo en Él. (1 Co. 10, 16 – 17)

2. El nombre de este Sacramento:2. El nombre de este Sacramento:

• Asamblea Eucarística (synaxis): La Euca-ristía es celebrada en la asamblea de los fieles, expresión visible de la Iglesia. (1 Co. 11, 17 – 34)

• Memorial de la Pasión y resurrección del Señor

• Santo Sacrificio: Actualiza el único sacrificio de Cristo salvador e incluye la ofrenda de la Iglesia. También se le llamó Sacrificio de la Misa, Sacrificio Espiritual, Sacrificio puro y santo.

2. El nombre de este 2. El nombre de este Sacramento:Sacramento:

• Comunión: Por medio de este sacramento nos unimos a Cristo que nos hace partícipes de su Cuerpo y de su Sangre para formar un solo Cuerpo.

• Santa Misa: En la liturgia se realiza el Misterio de la Salvación y se concluye con el envío de los fieles (“missio”) a fin de que cumplan la voluntad de Dios en su vida cotidiana.

3. 3. La Eucaristía en la economía de La Eucaristía en la economía de la salvaciónla salvación- Los signos del pan y del vino

- La institución de la Eucaristía

- "Haced esto en memoria mía"

4. 4. La celebración litúrgica de la La celebración litúrgica de la Eucaristía Eucaristía - La misa de todos los siglos

- El desarrollo de la celebración

5. 5. El sacrificio sacramental: El sacrificio sacramental: acción de acción de gracias, memorial, gracias, memorial, presenciapresencia

13561356 Si los cristianos celebran la Eucaristía desde los orígenes, y de forma que, en su substancia, no ha cambiado a través de la gran diversidad de épocas y de liturgias, sucede porque sabemos que estamos sujetos al mandato del Señor, dado la víspera de su pasión: "haced esto en memoria mía" (1 Co 11,24-25).

13571357 Cumplimos este mandato del Señor celebrando el memorial de su sacrificio. Al hacerlo, ofrecemos al Padre lo que él mismo nos ha dado: los dones de su Creación, el pan y el vino, convertidos por el poder del Espíritu Santo y las palabras de Cristo, en el Cuerpo y la Sangre del mismo Cristo: Así Cristo se hace real y misteriosamente presente.

5. 5. El sacrificio sacramental: El sacrificio sacramental: acción acción de gracias, memorial, de gracias, memorial, presenciapresencia

13581358 Por tanto, debemos considerar la Eucaristía:

— como acción de gracias y alabanza al Padre

— como memorial del sacrificio de Cristo y de su Cuerpo,

— como presencia de Cristo por el poder de su Palabra y de su Espíritu.

13611361 La Eucaristía es también el sacrificio de alabanza por medio del cual la Iglesia canta la gloria de Dios en nombre de toda la creación. Este sacrificio de alabanza sólo es posible a través de Cristo: Él une los fieles a su persona, a su alabanza y a su intercesión, de manera que el sacrificio de alabanza al Padre es ofrecido por Cristo y con Cristo para ser aceptado en Él.

La acción de gracias y la alabanza al Padre

El memorial sacrificial de Cristo y de su Cuerpo, que es la Iglesia

13621362 La Eucaristía es el memorial de la Pascua de Cristo, la actualización y la ofrenda sacramental de su único sacrificio, en la liturgia de la Iglesia que es su Cuerpo. En todas las plegarias eucarísticas encontramos, tras las palabras de la institución, una oración llamada anámnesis o memorial.

13641364 El memorial recibe un sentido nuevo en el Nuevo Testamento. Cuando la Iglesia celebra la Eucaristía, hace memoria de la Pascua de Cristo y esta se hace presente: el sacrificio que Cristo ofreció de una vez para siempre en la cruz, permanece siempre actual (cf Hb 7,25-27): "Cuantas veces se renueva en el altar el sacrificio de la cruz, en el que Cristo, nuestra Pascua, fue inmolado, se realiza la obra de nuestra redención" (LG 3).

• El sacrificio de Cristo y el sacrificio de la Eucaristía son un único sacrificio. (CEC 1367)

• La Eucaristía es igualmente el sacrificio de la Iglesia. (CEC 1368)

• Toda la Iglesia se une a la ofrenda y a la intercesión de Cristo. (CEC 1369)

La Eucaristía es un sacrificio porque representa (=hace presente) el sacrificio de la cruz, porque es su memorial y aplica su fruto. (CEC 1366)

La presencia de Cristo por el poder de su Palabra y del Espíritu Santo

13731373 "Cristo Jesús que murió, resucitó, que está a la derecha de Dios e intercede por nosotros" (Rm. 8,34), está presente de múltiples maneras en su Iglesia (cf LG 48): en su Palabra, en la oración de su Iglesia, "allí donde dos o tres estén reunidos en mi nombre" (Mt. 18,20), en los pobres, los enfermos, los presos (Mt. 25,31-46), en los sacramentos de los que él es autor, en el sacrificio de la misa y en la persona del ministro. Pero, "sobre todo, (está presente) bajo las especies eucarísticas" (SC 7).

13741374 El modo de presencia de Cristo bajo las especies eucarísticas es singular. Eleva la eucaristía por encima de todos los sacramentos y hace de ella "como la perfección de la vida espiritual y el fin al que tienden todos los sacramentos" (S. Tomás de A., s.th. 3, 73, 3). En el Santísimo Sacramento de la Eucaristía están "contenidos verdadera, real y substancial-mente el Cuerpo y la Sangre junto con el alma y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo, y, por consiguiente, Cristo entero" (Cc. de Trento: DS 1651). "Esta presencia se denomina ‘real’, no a título exclusivo, como si las otras presencias no fuesen ‘reales’, sino por excelencia, porque es substancial, y por ella Cristo, Dios y hombre, se hace totalmente presente" (MF 39).

“Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: Tomad, comed, éste es mi cuerpo. Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio diciendo: Bebed de ella todos, porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los pecados. Y os digo que desde ahora no beberé de este producto de la vid hasta el día aquel en que lo beba con vosotros, nuevo, en el Reino de mi Padre”.

(Mt. 26, 26 – 29)

1412 1412 Los signos esenciales del sacramento eucarístico son pan de trigo y vino de vid, sobre los cuales es invocada la bendición del Espíritu Santo y el presbítero pronuncia las palabras de la consagración dichas por Jesús en la última cena: "Esto es mi Cuerpo entregado por vosotros...Este es el cáliz de mi Sangre...”

14131413 Por la consagración se realiza la transubs-tanciación del pan y del vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Bajo las especies consagradas del pan y del vino, Cristo mismo, vivo y glorioso, está presente de manera verdadera, real y substancial, con su Cuerpo, su Sangre, su alma y su divinidad (cf Cc. de Trento: DS 1640; 1651).

6. Banquete pascual6. Banquete pascual13821382 La misa es, a la vez e inseparablemente, el memorial sacrificial en que se perpetúa el sacrificio de la cruz, y el banquete sagrado de la comunión en el Cuerpo y la Sangre del Señor. Pero la celebración del sacrificio eucarístico está totalmente orientada hacia la unión íntima de los fieles con Cristo por medio de la comunión. Comulgar es recibir a Cristo mismo que se ofrece por nosotros.

1384 1384 El Señor nos dirige una invitación urgente a recibirle en el sacramento de la Eucaristía: "En verdad en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros" (Jn. 6, 53).

13901390 Gracias a la presencia sacramental de Cristo bajo cada una de las especies, la comunión bajo la sola especie de pan ya hace que se reciba todo el fruto de gracia propio de la Eucaristía. Por razones pastorales, esta manera de comulgar se ha establecido legítimamente como la más habitual en el rito latino. "La comunión tiene una expre-sión más plena por razón del signo cuando se hace bajo las dos especies. Ya que en esa forma es donde más perfectamente se manifiesta el signo del banquete eucarístico" (IGMR 240). Es la forma habitual de comulgar en los ritos orientales.

Los frutos de la comunión

• La comunión acrecienta nuestra unión con Cristo (CEC 1391)

• La comunión nos separa del pecado (CEC 1393)

• La unión del Cuerpo Místico – Iglesia (CEC 1396)

"El cáliz de bendición que bendecimos ¿no es acaso comunión con la sangre de Cristo? y el pan que partimos ¿no es comunión con el Cuerpo de Cristo? Porque aun siendo muchos, un solo pan y un solo cuerpo somos, pues todos participamos de un solo pan” (1 Co. 10, 16 – 17)

• La Eucaristía entraña un compromiso en favor de los pobres. (CEC 1397)

• La Eucaristía y la unidad de los cristianos (CEC 1398)

7. La Eucaristía, 7. La Eucaristía, "Pignus futurae gloriae""Pignus futurae gloriae" La Eucaristía es anticipación de la gloria celestial y en ella se nos da la prenda de la gloria futura.

1404 1404 La Iglesia sabe que, ya ahora, el Señor viene en su Eucaristía y que está ahí en medio de nosotros. Sin embargo, esta presencia está velada. Por eso celebramos la Eucaristía "expectantes beatam spem et adventum Salvatoris nostri Jesu Christi" ("Mientras esperamos la gloriosa venida de Nuestro Salvador

Jesucristo", Embolismo después del Padre Nuestro; cf Tt 2,13), pidiendo entrar "en tu reino, donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria; allí enjugarás las lágrimas de nuestros ojos, porque, al contemplarte como tú eres, Dios nuestro, seremos para siempre semejantes a ti y cantaremos eternamente tus alabanzas, por Cristo, Señor Nuestro" (MR, Plegaria Eucarística 3, 128: oración por los difuntos).

En el siguiente aspecto pueden surgir muchas preguntas, por ejemplo:

• ¿Cómo Dios siendo tan grande puede caber en el pequeño pedazo de pan?,

• ¿Cómo puede estar a la vez en distintos lugares de la tierra, en diversos templos o altares o bajo la multiplicidad de las especies sacramentales?,

• ¿Cómo puede uno partir el pan sin que eso signifique partir a Cristo?

Para responder a todas inquietudes se planteo que una posibilidad de entender el misterio era a través del concepto multilocación, que significa la localización de un cuerpo en múltiples lugares al mismo tiempo. Entendiendo que prioritariamente se podía decir del cuerpo de Cristo que es la Iglesia no específicamente de la eucaristía, lo cual obligó a una reflexión mucho más seria.

“EL SACRIFICIO DE CRISTO ES SIEMPRE UNO”; pues aunque se celebre en muchas partes y al mismo tiempo la abundancia de la gracia que el concede con el sacramento no se limita. Si fueran varios sacrificios tendrían que haber varios cristo y esto es imposible.

LA EFICACIA DE LA EUCARISTÍA NO ESTÁ EN LA CANTIDAD; puesto que el cuerpo del Señor, al ser distribuido, tanto está en una partecita como en todo la especie consagrada, porque el comunica a todas las especies sagradas su ser sin reserva sin quedar limitadas por ellas. De la misma manera como la esencia del pan se encuentra presente a la vez en el todo global y en cada uno de los fragmentos repartidos, así hay que concebir la presencia de Cristo.

CRISTO DESBORDA SU PRESENCIA EN LOS DONES: El cuerpo de Cristo está en el sacramento sin que se pueda decir que está contenido o encerrado en él o delimitado y circunscrito por las especies sacramentales, antes bien las desborda.

La multilocación

LA PRESENCIA EN LOS DONES NO SIGNIFICA MANIPULACIÓN el cuerpo de Cristo presente en la eucaristía podríamos decir está sujeto a movimiento local, es decir, que se puede trasladar de un lugar a otro.

La concomitancia en la teología eucarísti-ca se define como la presencia de Cristo que está entero e integro, bajo cada una de las dos especies, de tal manera que en el pan no solo se encuentra la sustancia o la realidad del cuerpo, sino la realidad entera personal de Jesús con todo lo que esta implica y lo mismo bajo la especie del vino.

Esta afirmación aclara que Cristo no está por partes en las especies, que no están separados cuerpo y sangre, sino que el se encuentra en su total integridad y no partido o desmembrado en trozos, equivale a decir que Jesús está en la Eucaristía como una persona y una persona viva, como el resucitado que ha vencido la muerte.

La concomitancia descarta una concepción de un Cristo contenido y delimitado por las especies sacramentales, antes bien nos remite a que la persona del resucitado abarca y comprende los dones sin ser abarcado por ellos, él los hace suyos, los incorpora y los convierte en parte de su propio ser, prolongándose en ellos, haciéndose presente.

Después de haber explicado el hecho de la presencia, la cual se convierte en una afirmación incuestionable por las razones que existen a favor del hecho; de mirar el modo de la presencia de Cristo en todo el universo por su realidad sacramental y plantear sus diferencias con respecto a nuestra realidad, es preciso buscar las explicaciones de la Iglesia sobre como se da la conversión del pan que presentamos en el cuerpo de Cristo que se entrega.

En este sentido encontramos tres posiciones históricamente asumidas por miembros de la Iglesia. Miremos, dos de ellas, y examinemos su veracidad con respecto al hecho eucarístico.

1. El cuerpo resucitado de Jesús puede coexistir simultáneamente en el espacio con cualquier otro cuerpo, ocupando el lugar que este ocupa, precisamente porque sus características lo favorecen.

2. El hecho de que las cualidades o accidentes permanezcan indican la permanencia de la sustancia que ellos expresan, aunque de igual forma contenga a Cristo

Se entiende por consustanciación aquella teoría que propugna la coexistencia o yuxtaposición de la realidad o la sustancia del pan y del vino con la sustancia del cuerpo y la sangre en los dones. Las razones son las siguientes:

La transustanciación es el proceso por medio del cual una realidad material experimenta una trasformación de sustancia por elevación o perfección de su ser, es decir, se transforma en su realidad interior aunque conserve sus accidentes que son perfeccionados a la vez por la sustancia que ellos expresan.

Este proceso es posible por la misma razón de la creación la cual desde el principio está llamada a una elevación de su ser hasta la realidad divina, y la Eucaristía es una anticipación de este misterio de perfección con el cual el hombre y toda la creación se orienta hacia Dios. “nos hiciste para ti Señor y nuestro corazón está inquieto hasta llegar a ti”

Los accidentes (pan y vino), en el organismo humano pueden desaparecer pero la presencia de Cristo permanece por sus efectos en el interior del cristiano, pues estos no están sujetos a los dones si no a Cristo.

La transustanciación supone que la presencia no es sólo espiritual, tampoco significada o representada, sino sustancial y por lo tanto toda utilización de la hostia consagrada de forma inadecuada constituye un sacrilegio verdadero, pues la presencia no es sólo para el que cree porque Jesús está presente en el pan y el vino no por nuestra fe, la cual sirve para reconocerlo pero no para producir la presencia.

Finalmente como hay verdadera presencia en la hostia consagrada la adoración y la veneración son convenientes y necesarias pues Dios es digno de alabanza y adoración.

La transustanciación

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