LOS ÚLTIMOS MINEROS DEL PLOMO

El plan de labores de la mina de plomo titulada “EL Cobre- Igualdad- Matacabras”, explotada por Minas de la Cruz, S. A. en el filón “El Cobre”, contemplaba una plantilla de 181 trabajadores, repartida de la siguiente forma: técnicos y vigilantes de interior (10), personal de interior (72), técnicos y encargados de exterior (12), administrativos (8) y personal de exterior 79.

Unos meses más tarde, sin saberlo aún, todos ellos pasarían a formar parte de la historia con el sobrenombre de “los últimos mineros”. Mucho atrás, habían quedado las máximas cifras de población activa en el distrito, como la acaecida en el año 1917 que ascendía a un total de 11.291 mineros. Curiosamente, si dividimos esta cantidad de obreros por la diferencia de años transcurrida entre 1917 y 1990 (73 años), se obtiene la perdida teórica de los puestos de trabajo, unos 155 mineros cada año. Aunque la destrucción real del empleo minero, no siguió esa cadencia, la cifra resulta ser muy significativa, aquellos 181 trabajadores de Minas de La Cruz, habían sido elegidos por el destino, para ser protagonistas del epilogo de la minería en el Distrito.

Y para ello habrían de superponerse diversas causas atemporales, como la crisis de la minería que iniciada en 1979 con la caída de los precios del plomo y sin perspectivas de su recuperación, oscilando entre las 221.604 Pts/tm de ese año a, las 58.947 Pts/tm en diciembre de 1990. A esto se le incrementaría el grave quebranto económico sufrido por Minas de La Cruz, tras el desplome final de la Fundición La Cruz en el año 1986, de la que Minas La Cruz era propietaria de un 20% de su capital.

Minas de La Cruz intentaría salir de la crisis y efectuó inversiones en el Grupo Minero El Cobre-Matacabras, durante el periodo 1980-1990, por valor de 1.500 millones de pesetas, al amparo del Plan Nacional de Abastecimiento de Materias Primas Minerales (PNAMPAM), desafortunadamente no se obtuvieron resultados aceptables a la investigación, que el propio comité de supervisión calificó de negativa el 22 de abril de1986.

Durante los dos últimos años de explotación (1988/89), Minas de La Cruz firmo con el Ministerio de Industria, un Plan Estratégico de Adaptación Competitiva (PEAC), que desarrolló entre otros proyectos, la modificación del sistema de explotación. Éste no llegaría a completarse en su totalidad impidiéndose la explotación del filón El Cobre, a través de la profundización de su pozo principal (Nº 1) que se encontraba en 12ª planta, por medio de un sistema de subniveles y rampas.

Minas de La Cruz no acometería nuevas inversiones durante el año 1990, de este modo la actividad empresarial minera se encaminó durante el cuarto trimestre de ese año y comienzos de 1991, hacía un declive productivo y por consiguiente económico, estableciéndose una ruptura definitiva entre los intereses de la empresa y los de los trabajadores.

Durante los primeros meses del año 1991, y bajo la sombra del cierre, los empleados de Minas de La Cruz, emprendieron diferentes acciones de protesta contra el Banco Central (hasta diciembre de 1990, propietario de la empresa minera). Sus acciones, además de la ciudad de Linares, se extendieron por Jaén, Sevilla, Toledo y Madrid. En todas ellas, los mineros realizaron enérgicas protestas ataviados con el atuendo cotidiano de trabajo: mono azul, lámpara y casco.

Desgraciadamente no consiguieron su fin: conservar su puesto de trabajo y con ello evitar el CIERRE DE LA ÚLTIMA MINA DE PLOMO.

El 21 de mayo de 1991, oficialmente finalizaba la actividad extractiva en una de las minas más importantes del distrito: Minas de La Cruz. Con su cierre se escribía el epílogo de la historia minera de esta comarca norte de la provincia de Jaén. Aunque la minería, no sucumbiría para siempre de la memoria local, después de 4000 años de actividad ininterrumpida, ésta se hallaba impregnada en lo más profundo de la población, que no dudo en considerar a la MINERÍA, como seña inequívoca de su propia identidad.

SITUACIÓN GEOGRÁFICA DEL FILÓN EL COBRE

El filón “El Cobre”, sobre el que se asientan el grupo minero El Cobre-Igualdad-Matacabras, perteneciente a Minas de La Cruz y la concesión San Juan de la Empresa Nacional Adaro, se encuentra situado al N.O. de Linares, a unos 10 Km. de esta ciudad, en la carretera A-6100 (Linares – Baños de La Encina).

El filón se extiende longitudinalmente sobre tres términos municipales: Bailén, Guarromán y Linares, en los conocidos parajes como Dehesa de Las Yeguas y Cerro Pelado.

Muy cerca de las antiguas explotaciones, a unos 2 Km. aproximadamente, se encuentra la autovía nacional de Madrid a Sevilla (A-4), que atraviesa el distrito minero de N.E. a S.O., casi en perfecto paralelismo al filón El Cobre, objeto de este estudio

Cuatro caminos, tres de ellos asfaltados nos permiten el acceso a las instalaciones: el primero nos conduce hacia los Pozos nº 1 y nº 3 de la E.N. ADARO, donde este finaliza, aunque antes hemos de atravesar las antiguas

instalaciones de la empresa: Lavadero de la Carlota, Pozo San Juan, Pozo La Esmeralda.

El segundo de ellos es el antiguo camino de “El Cobre”, que partiendo de la A-6100, recorrerá en paralelo el filón, visionando a su derecha los pozos nº 5 y nº 3, para terminar en el Pozo nº 1 de Minas la Cruz.

El tercer camino, sin asfaltar, accede al Pozo San Luis de “Cerro Hueco”, donde podemos encontrar las casas de máquinas y de calderas, el castillete metálico, último instalado en el distrito, y cuatro cabestrantes sobre los que aún penden y siguen enrollados el guionaje del cable del que disponía este pozo de investigación. Al inicio de este camino puede observarse el Pozo Roberto.

El cuatro acceso al filón es el denominado de Matacabras, es el más cercano a la autovía A-4. En su trayecto pasaremos junto al Pozo San José de Matacabras (cuyo castillete, en la actualidad, “adorna” una rotonda de la ciudad de Linares) y el Pozo nº 3, para culminar en el Pozo El Cobre.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LAS EMPRESAS EXPLOTADORAS DEL FILÓN “EL COBRE”

Minas de La Cruz, S.A., última empresa explotadora de los yacimientos metalíferos de plomo que se encontraban en el Filón “El Cobre”, tuvo sus raíces en la ciudad de Linares en el año 1830, en el que se crea la primigenia Fundición La Cruz, bajo el amparo económico y empresarial del Director General del Tesoro, D. Gaspar de Remisa Miarons, que nacido en San Hipólito del Voltegrá (Barcelona), en 1784, había desarrollado una intensa actividad empresarial como asentista del ejercito y empresario de obras públicas, antes de ocuparse del cargo de Director General, que le fue otorgado por el rey Fernando VII, el 19 de agosto de 1826.

Su interés por los minerales de cobre de la zona minera del Filón La Cruz, deben considerarse como una continuación de sus actividades mineras, comenzadas en el año 1829 en el provincia de Huelva, al obtener de la Hacienda Pública el arrendamiento de las Minas de Río Tinto.

En el distrito minero de Linares, la empresa de Gaspar de Remisa se encargaría de explotar diversas minas de plomo y cobre, localizadas principalmente en el filón La Cruz, que atravesaba su recién creada fábrica de fundición, así como en otras minas que conformaban los criaderos de la Virgen y el Filón El Cobre, este último origen del estudio de esta publicación.

Un año antes de su muerte por una apoplejía el 25 de noviembre de 1847, vende sus intereses mineros en el distrito de Linares a la empresa francesa “Isidoro Pourcet y Compañía”.

Comienza así un largo periodo, con duración aproximada de un siglo, de dirección y explotación de la fundición y minas de La Cruz, por parte de diversas compañías francesas.

De esta convulsa época en la que en un periodo muy corto de tiempo la Compañía pasaría a pertenecer a tres propietarios diferentes, hemos de destacar la actuación desempeñada por la última de ellas, perteneciente a la familia Neufwille, propietaria de la banca francesa del mismo nombre, que habiendo tomando las riendas de su dirección en el año 1864, bajo la denominación de: Compagnie “La Cruz”, Mines et fonderies de plomb et argent ; emprendió una serie de ampliaciones y mejoras de sus instalaciones,

así como de las técnicas de extracción y tratamiento de sus minerales, que les llevaría a convertirse en una de las más prósperas e importantes del distrito minero Linares – La Carolina.

Su director D. Jacobo Neufwille, ejercería de Vice-Cónsul de la Republica Francesa en nuestra ciudad, y ubicando su sede en el recinto minero-metalúrgico de su propiedad.

Algunas de las citadas reformas emprendidas por la empresa se extenderían más allá de los límites del recinto ocupado por la fundición; una Orden Ministerial fechada el 26 de julio de 1867, facultaba a la titularidad para la creación de una nueva zona de viviendas, con el objeto ubicar en ellas a todo el personal que vivía en las minas y que eran propiedad de la empresa, nacía así un poblado conocido en la actualidad por “Colonia La Cruz”. Construido con verdadera exquisitez y salpicado de grandes zonas verdes que mitigaban, en cierto modo, los humos procedentes de la actividad metalúrgica. Durante estos últimos años ha sufrido una considerable transformación al convertirse en una zona residencial

Compañía La Cruz, desempeñó otras actividades empresariales fuera de la minería, algunas de ellas tuvieron una gran repercusión en la ciudad de Linares, como fue la creación de la Compagnie D’ Electricite & de Tractión, de España (Tranvías de Linares, en el año 1904), o La Compañía Linarense de Electricidad, etc.

El 28 de octubre de 1913, en Linares y ante el notario D. Antonio Díaz Plá, se constituye una nueva sociedad que recibe el nombre de “Compañía La Cruz, Minas y Fundiciones de Plomo”.

En Agosto de 1947 se iniciaron los trabajos por la Compañía La Cruz, en el Grupo Minero El Cobre-Igualdad-Matacabras, aunque hasta finales de 1948 no comenzó la investigación y explotación del filón de “El Cobre” que tan buenos resultados daría en el futuro.

La presencia francesa se dará por culminada el año 1949, cuando capital español, en este caso representado por los Bancos Central y Santander, se hacen cargo de Compañía La Cruz, aunque los nuevos propietarios no estaban interesados por la minería, sino por las compañías de electricidad que de ella dependían y no fueron segregadas para su venta.

La nueva propiedad inicia su actividad empresarial con tímidas apuestas en cuanto a inversión de capital se refiere, quizás en espera de alcanzar buenos resultados de producción que justificasen su inversión relacionada con la minería; en los dos primeros años 1949 y 1950, el capital de la sociedad es de dos millones de pesetas, que serán ampliados en años sucesivos; el cuadro que adjuntamos puede darnos una idea de la buena marcha e importancia comercial que la empresa obtiene durante los primeros años.

Lo buenos resultados implicaron la investigación y explotación de filones próximos al Filón “El Cobre”, es decir Igualdad y Matacabras, dentro del mismo Grupo Minero, comenzando su explotación en el año 1952, en Igualdad, mientras que en Matacabras se retrasaría una década, comenzándose en el año 1957.

Compañía La Cruz, Minas y Fundición de Plomo, mantendría su denominación hasta el año 1974, cuando se produce la segregación de su parte minera, constituyéndose dos sociedades: “Compañía La Cruz” S. A., que se hace cargo de la actividad metalúrgica y “Minas La Cruz” S.A., que acometerá la explotación subterránea de las numerosas minas de plomo, arrendadas y en propiedad, repartidas por todo el distrito minero y de forma muy especial, hasta el fin de su actividad, en el Filón “El Cobre”

La separación de Minas de la Cruz S. A., no supuso su desligamiento total de la empresa matriz, de la que siguió participando con un 20 % de su capital en la renovada Compañía La Cruz S. A., y compartiendo su co-propiedad en igualdad de porcentaje con otras empresas de la zona y del sector del plomo: Compañía Minero-Metalúrgica Los Guindos S. A., Empresa Nacional Adaro de Investigaciones Mineras S.A., Real Compañía Asturiana de Minas S.A. y la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya-España.

Durante esta nueva etapa se haría cargo de su dirección general, el abogado linarense, D. Teodosio Gea Cobo y de su dirección técnica, el ingeniero de minas, D. Guillermo Moreda Fernández, vinculado desde algunos años atrás a la empresa, como ingeniero jefe de minas. Los resultados de su dirección tuvieron una excelente repercusión en la actividad minera de la empresa, obteniendo excelentes resultados en el filón EL Cobre” (ver cuadro de producciones), yacimiento que se enriquecía en profundidad.

AÑOS Zafras (t) Plomo (t) Plata (Kg.) AÑOS Zafras (t) Plomo (t) Plata (Kg.)

1974 54.506 4.554 1.212 1982 141.945 7.370 852

1975 80.569 4.832 1.349 1983 131.540 8.972 1.576

1976 100.756 5.555 1.515 1984 130.373 12.897 3.560

1977 125.507 5.638 1.516 1985 145.585 13.674 3.548

1978 126.524 5.903 1.063 1986 144.312 13.632 3.473

1979 121.909 7.136 1.285 1987 143.687 13.080 3.334

1980 136.387 8.665 2.221 1988 143.665 13.080 3.324

1981 125.131 7.795 1938 1989 137.427 11.796 2969

Desgraciadamente la crisis de precios iniciada en 1979, ya comentada en el apartado “los últimos mineros del plomo”, no pudo evitar el cierre de la explotación, a pesar del gran esfuerzo realizado por la empresa y la administración nacional y autonómica

El filón “El Cobre”, sería explotado casi en su totalidad durante el siglo XX, siendo los principales benefactores de este aprovechamiento dos sociedades, la descrita con anterioridad, Minas de La Cruz S. A., y la Empresa Nacional Adaro de Investigación Minera, S. A., (ENADIMSA). Esta última ubicaría sus oficinas en el llamado “recinto de Siles”, en la dehesa del mismo nombre, sobre la concesión “La Mejor 1ª y 2ª, que había pertenecido a la sociedad Stolberg y Westfalia.

Adaro se había fundado en 1942, un año más tarde que el Instituto Nacional de Industria, creado el 25 de septiembre de 1941, del que la empresa dependía orgánicamente. Desde su origen recibiría el encargo de la investigación de los yacimientos minero-energético de nuestro país.

Yacimientos que han tenido una gran presencia en el distrito minero Linares- La Carolina, y ampliamente respaldados por la tradición histórico-minera, que sitúan a los recursos mineros del sector del plomo, en los puestos preferentes de la producción mundial. En 1867 Inglaterra fue relegada del primer puesto en la clasificación mundial de productores de plomo, que ésta ocupaba, en favor

de España, teniendo mucho que ver en este cambio las producciones de plomo obtenidas en este distrito minero

El terreno estaba perfectamente abonado, los indicios de actividad minera se encontraban salpicados por todo el territorio, lo cual hacía mucho más fácil la investigación que se debía de acometer por parte de la recién creada empresa de investigación.

Cuando Adaro llega a la zona de Linares- La Carolina, la reserva del estado es un hecho fehaciente y nadie puede investigar salvo ellos. En Linares centran sus objetivos en el conocido paraje de La Yeguas, en la mina San Juan, del término municipal de Bailen., que era explotado por cuenta de unos mineros (sacagéneros) vecinos de esta población. Es el año 1949, el mismo en el que el INI, recibe de la Dirección General de Minas, la autorización para acometer actividades de explotación de los recursos investigados en la zona de la Reserva.

Incomprensiblemente la sede del ENADIMSA en Linares, centrará su actividad, a partir de ese momento, en la explotación de los filones San Juan-Esmeralda y EL Cobre, dejando a un lado la investigación de nuevos yacimientos, que hubiesen permitido dilatar en el futuro la actividad minera del distrito. Esa era realmente su misión y para ello disponían de sobrados y reconocidos medios: económicos, técnicos y humados

Pasado el tiempo, produce cierta tristeza que la empresa de investigación centrase su actividad de explotación sobre tres áreas, sobradamente conocidas: Pozo San Juan, el del los mineros a sacagénero; La Esmeralda, que en ese momento era propiedad de Compañía La Cruz, y que vendería a ENADINSA para su explotación; Filón “El Cobre, donde perforaron desde el principio los Pozos nº1 y nº 3, aunque el primero de ello se realizó a unos escasos 75 m. del límite de la concesión “Esperanza”, perteneciente a Compañía la Cruz. Cuando se perforan estos nuevos pozos, entre los años 1954 y 1955, El Pozo El Cobre estaba explotándose en 4º planta, a una profundidad de 130,63 m. ¿Quién puede encontrar una mejor investigación, que la labor colindante ejecutada?

Con este planteamiento no se pretende desmerecer el buen hacer de toda una serie de excelentes profesionales que pasaron por esta empresa, sin lugar a duda las decisiones y la marcha de ella, no eran objetivos locales, venían marcados desde Madrid. Mientras tanto, en Linares, los trabajadores de Adaro hacían el trabajo duro de la minería, es decir la lucha diaria para vencer a la naturaleza y arrancarle de su interior, un precioso tesoro: la galena argentífera, que sería la encargada de garantizar, durante muchas generaciones, el sustento económico de toda una comarca.

ENADIMSA desde 1949 emprendería diversas tareas para la adecuación y modernización de sus instalaciones, creando dos lavaderos de flotación y gravimetría, oficinas, pozos, laboratorio de minerales, que se ubicaría en el más singular de los edificios mineros de la zona de La Yeguas, nos referimos a la robusta Casa de Bombeo del Pozo “B”.

Al igual que lo acontecido en la Fundición La Cruz, también se destinaron, en Adaro, instalaciones para servicio de los trabajadores: viviendas, escuela y una preciosa iglesia, perfectamente conservada en la actualidad con adornos mineros, y un altar dedicado a la Virgen María acompañada a derecha e izquierda por San

José y Santa Bárbara, protectores de la minería. Las pinturas son obra del pintor y muralista linarense Francisco Baños.

Durante el periodo de actividad empresarial como explotadora de la Reserva del Estado, Adaro logró alcanzar interesantes producciones que la llevaron a ocupar, en el año 1979, el segundo puesto a nivel estatal. En el cuadro adjunto se incluyen las producciones obtenidazas desde 1974 a 1983.

AÑOS Zafras (t) Plomo (t) Plata (Kg.) AÑOS Zafras (t) Plomo (t) Plata (Kg.)

1974 95.535 5.544 1.908 1979 100.896 5.038 1.619

1975 99.994 5.648 1.823 1980 108.620 4.321 1.573

1976 105.547 5.701 1.934 1981 115.256 4.501 1.535

1977 109.412 5.011 1.762 1982 107.759 5.108 1.648

1978 115.019 5.030 1.741 1983 121.995 5.485 1.734

En la última década de su actividad empresarial, se hicieron unos estudios para analizar la posible viabilidad en una agrupación entre las dos explotaciones que trabajaban en el filón El Cobre, la E. N Adaro de Linares y Minas de La Cruz S.A.; para ello fue presentado ante los Consejos de Administración de ambas empresas, un Proyecto de Reestructuración Técnica de las minas de Plomo de Linares, en el mes de mayo de 1983; las cifras de inversión que se contemplaban ascendían a 1.024 MPTA, para el proyecto básico, y 804 MPTA, para el proyecto alternativo, siendo necesario firmar con la Administración, un Contrato Programa y recibir de ella una financiación parcial.

El fruto de aquel estudio y el de las gestiones necesarias para alcanzar un fin positivo, se desvanecieron para siempre y con ellas la última posibilidad de haber conseguido paralizar el cierre de la actividad minera en esta zona.

La Empresa Nacional Adaro, alcanzó un acuerdo con sus trabajadores en el mes de abril de 1986 y cesó su actividad empresarial. Cinco años más tarde, en 1991, le llegaría el turno a Minas de La Cruz, aunque de una manera menos conciliar.

La actividad minera en el filón El Cobre sucumbió a la larga lucha realizada por las empresas y trabajadores para conseguir su perpetuación, ocupando nuevamente el agua, con la paralización de las bombas sumergidas, el lugar del que se la había desalojado.

CONCESIONES Y FILONES

Compañía La Cruz llega al paraje de Las Yeguas, en el mes de agosto del año 1947, para hacerse cargo por arrendamiento de la concesión minera titulada: Esperanza 1ª, 2ª, 3ª y 4º, más conocida por mina “El Cobre”, en el filón del mismo nombre.

Cercanas a él se encontraban numerosas concesiones mineras con unos importantes antecedentes históricos de explotación mineral y que Compañía La Cruz conocía, por lo que se planteó el agrupamiento de todas aquellas

minas que estaban presentes en otros filones. Nos estamos refiriendo al filón Matacabras – Igualdad, situado más al norte del filón El Cobre y al filón Felipas, situado entre ambos.

El grupo minero El Cobre- Igualdad- Matacabras- Cerro Hueco, se constituye con el paso del tiempo, como una

agrupación de diversas concesiones y demasías mineras, propiedad de Minas de la Cruz y otras obtenidas en calidad de arrendamiento, todas ellas recorridas por filones de gran importancia metalífera de cobre y plomo

Las principales concesiones que lo formaron serían: Igualdad, San Apolo, San Inocente, José y Teresa, Libertad, Ciriaco y Paula. Felipa 1ª y 2ª, San Fernando, San Agustín, La Última, La casualidad, Democracia, Atila y Esperanza 1ª,2ª,3ª y 4ª

El Estado por Decreto de 15 de diciembre de 1942, se había reservado todas las sustancias minerales, que no habiendo sido objeto de concesión minera, estuviesen comprendidas en los términos municipales de Linares, Bailén y Jabalquinto, suspendiendo por lo tanto el derecho de nuevo registro en dicha zona y la paralización de aquellos, que tramitados, no se hubiesen demarcado. Teniendo el periodo de investigación una duración de dos años.

En 1944, concretamente el 15 de diciembre y a petición del Instituto Nacional de Industria (INI), se eleva la reserva estatal a la categoría de definitiva, para los minerales de plomo, plata y zinc existentes en los términos municipales de Bailén, Jabalquinto y Linares.

ADARO fundada en 1942, investigó la zona, al parecer con buenos resultados, de tal modo que el 5 de abril de 1949 el INI dirige un escrito a la Dirección General de Minas y Combustibles solicitando autorización para realizar la explotación de los filones descubiertos en algunas de las áreas investigadas dentro de la reserva realizada por el estado.

El 28 de abril de 1949 una Orden Ministerial cede al Instituto Nacional de Industria la explotación de la reserva, convirtiéndose desde ese momento, su filial ENADIMSA (ADARO), en una empresa productora, aunque sin abandonar del todo la razón principal de su constitución : la investigación. Con el paso del tiempo ésta alcanzaría, en el año 1979, el segundo lugar entre los productores españoles de plomo metal.

La reserva del Estado considerada por lo profesionales del sector minero como excesiva, experimentaría notables reducciones como las acontecidas el 22 de julio de 1970, en la que aún formaban parte de ella: la zona sur de la provincia de Ciudad Real y la noroeste de la provincia de Jaén; el 1 de febrero de 1982 se reduciría ésta notablemente ocupando el noroeste de la provincia de Jaén (Sierra Morena) y la zona de campiña de los términos de Bailen y Linares; el 15 de julio de 1986 alcanza su mínima extensión contenía casi en exclusividad al distrito de Linares.

El 22 de marzo de 1969 era demarcada la Concesión San Juan con el nº 15696, disponiendo de 432 pertenencias mineras (una pertenencia minera equivalía a la superficie comprendida en un cuadrado de 100 m. de lado), dicha concesión se encontraba situada en los parajes denominados “La Esperanza, “Los Alamillos” y “Matacabras”, en los términos municipales de Bailén y Linares. La Concesión San Juan se auxilió de dos demasías mineras:

• 1º Demasía a San Juan nº 15696-1, que circundaba las concesiones mineras propiedad de La Cruz ( Virgen de la Cabeza, La Previsión y El Complemento) y la propia Concesión San Juan.

• 2º Demasía a San Juan nº 15696-2, que se situaba entre la Concesión San Juan y las concesiones de Minas La Cruz “Igualdad” y “Esperanza 1ª, 2ª, 3ª y 4ª”

La complejidad de las formas de estos registros, cuya finalidad fue rodear las concesiones de La Cruz, se puede reconocer por el número de vértices existentes en ellos: 69 para la demarcación de San Juan; 85 para la 1ª Demasía a San Juan

Son tres los filones principales que discurren por el conjunto de las concesiones y demasías mineras anteriormente descritas. Reseñados de norte a sur son: Filón Igualdad-Matacabras, Filón Felipas y Filón El Cobre.

Con una orientación media de E-28-N, los filones se encuentran en la dirección de las fracturas más generalizadas y con valores más productivos del campo filoniano del Linares. Todos ellos arman en granito, con la salvedad de la parte más occidental del yacimiento, donde adquiere su presencia, superpuesta a la roca hipogénica, la pizarra cambriana chiastolítica y muy metamorfizada.

El filón situado más al norte, Igualdal-Matacabras, establece su recorrido a través de las concesiones: Igualdad, San Apolo 1ª y 2ª, Demasía a San Apolo, San Inocente, demasía a José y Teresa, José y Teresa, Libertad, con una longitud de 2700 m.

El situado más al sur, El Cobre, con una longitud de 4500 m. atraviesa las concesiones: Esperanza 1ª, 2ª, 3ª y 4ª; Demasía a San Fernando, San Fernando, Demasía a San Agustín, San Agustín y La Casualidad, Demasía a Atila 3ª, Atila y Encantadoras. Entre ambos filones existe un aparente punto de encuentro en la zona próxima al Pozo nº 3 de la concesión San Juan, perteneciente a la Empresa Nacional de Adaro, perdiendo su convergencia cuanto más al este del filón nos situemos.

El tercero de estos filones, Felipas, es un filón de los denominados crucero, que discurre en diagonal desde el extremo más al Oeste del filón Matacabras, en la concesión de Igualdad, hasta el Este del Filón El Cobre, atravesando: Igualdad, San Agustín, La Unión, La casualidad, Felipas 1ª y 2ª, Demasía a San Fernando, San Fernando. Su presencia en las concesiones San Agustín, La Unión y Casualidad, fue relativamente escasa, razón por la que no fue explotado en su contacto con el filón El Cobre, en la zona conocida por Cerro Hueco (La Casualidad). Tiene una longitud de 1500 m.

“Desde el punto de vista geológico estos filones (como la mayoría de los criaderos de plomo de Linares) se encuentran relacionados con los granitos ubicados en las etapas tardías de la orogenia herciniana. Los filones muestran generalmente una disposición próxima a la vertical, con corridas importantes que pueden sobrepasar los 3000 m. Su potencia puede oscilar entre algunos centímetros y varios metros, siendo de unos dos metros su espesor más usual” i

Todos los filones presentan parecidas paragénesis minerales, con galena, blenda y sulfuros de cobre y hierro, siendo la galena argentífera el mineral beneficiado en ellos

“Las leyes de plomo y plata de los filones son variables. Los contenidos recuperables en plomo han oscilado generalmente entre el 4,5% y el 6%, proporcionando en los últimos años mejores resultados en lo que a este aspecto se refiere, el filón “El Cobre”, dentro del dominio minero explotado por Minas de La Cruz, S.A. Los contenidos son modestos en plata, oscilando en los últimos tiempos entre 240 y 360 gramos de metal por tonelada de plomo recuperado, equivalentes a 15-20 gramos por tonelada de todo-uno” ii

Entre los años 1975 y 1979, se realizaron diversos estudios por parte de los ingenieros de minas J. E. Azcárate y Santiago Ríos sobre la magnitud de la explotación histórica de los filones de Linares, resultando un valor medio de explotación del criadero de 0,43, lo cual suponía que en filones como los del área en estudio, sólo podrían ser explotables algo menos de la mitad de la superficie total del yacimiento. En el plano adjunto del filón “El Cobre” puede comprobarse aproximadamente, el acierto de este valor medio obtenido entre las áreas explotadas (sombreadas) y las no productivas (en blanco)

La profundidad de explotación de 500 m., se alcanzó en esta zona, en el filón Matacabras, con un laboreo realizado hasta la planta 21ª Se supuso que la metalización en el filón “El Cobre” también llegaría a esa profundidad, realizándose una intensa investigación a este nivel. La historia daría la razón a esta suposición habiendo quedado el filón El Cobre en el momento de su cierre a la profundidad de 425 m., presentando el piso de la planta 12º una mineralización media de unos 15 cm. de potencia reducida, entre el Pozo nº 1 y las chimeneas generales.

En el cuadro adjunto se reseñan las distintas denominaciones que el Filón “El Cobre” y sus vetas de escape adquirieron, para cada una de las empresas explotadores del yacimiento, en la zona limítrofe de propiedad minera: concesiones San Juan y Esperanza 1º,2º,3º y 4º.

MINAS LA CRUZ ENADINSA Filón nº 2 Filón nº 1 Filón nº 2 Filón nº 2 Filón Sur nº 2 Filón nº 3 Filón nº 1 Veta Sur Filón nº 4 Filón nº 1 Filón nº 5 Filón nº 1 Filón nº 6 Filón nº 1 de Igualdad Filón nº 7 Filón Sur Pozo nº C

i

ii Consideraciones sobre la situación actual y perspectivas de la minería de plomo del distrito minero

de Linares (Jaén). Madrid 26 de marzo de 1984

MÉTODOS DE EXPLOTACIÓN EN EL FILÓN EL COBRE

La explotación minera en el filón “El Cobre, ha sido siempre totalmente subterránea, y tanto el acceso a las labores como la extracción del mineral se realizaron por pozos verticales, de sección rectangular.

Como sistema de explotación se ha utilizado fundamentalmente el de cámaras almacén (con algunas variantes), y en los últimos tiempos se ensayó el método de subniveles y posterior voladura de bancos.

En el sistema de Cámaras Almacén, el mineral comprendido entre dos plantas se arranca por cámaras «realces» independientes, con unas dimensiones me-dias de 65 m. de longitud por 35 m. de altura y anchura variable en función de la potencia del filón, siendo la anchura mínima operativa de 1,5m.

Para longitudes mayores de 65 m. se producía una excesiva acumulación, o stock interior de zafras en estado permanente con repercusión negativa en los costes de producción; para compensar el crecimiento del stock habría que intensificar el arranque con la presencia de más personal en las cámaras, lo que repercutiría desfavorablemente en los rendimientos (menor movilidad y reducido campo de trabajo para cada pareja de operarios, maestro martillero y ayudante) y en los costes de producción.

Entre dos cámaras consecutivas se situaban los accesos para personal y ventilación. La perforación y voladura (arranque) se efectuaba de forma ascendente, utilizando las zafras arrancadas como piso de trabajo que, en un 60 por 100 aproximadamente, quedaban almacenadas mientras duraba el realce de la cámara. Las zafras sobrantes, correspondientes al aumento del vo-lumen por esponjamiento, se extraían con palas cargadoras a través de los recortes (también llamados traviesas o cerrojos), equidistantes entre sí unos 7 m. que partían de una galería auxiliar de transporte, último de los sistemas de explotación empleado en el filón “El Cobre” (realce por galerías paralelas)

En épocas anteriores no se hacía galería auxiliar de transporte ni recortes, extrayendo el mineral por tolvas construidas en el techo de la galería sobre filón, bien dejando un macizo de protección sobre ella o bien colocando una corona artificial de madera o viguetas que hacía el «techo». Esto obligaba a la conservación de las coronas y de las tolvas, con mano de obra muy especializada y artesanal; si las galerías tenían que ser utilizadas largo tiempo, los costes de conservación se desorbitaban y eran una amenaza para la seguridad del personal; esto, unido a una mayor eficacia de transporte y de la carga mecánica que se obtenía con la galería auxiliar y los recortes, y un mejor recalque o «cuele» de las tierras almacenadas, que proporcionaba

mayor seguridad al piso de trabajo en las cámaras, hicieron que se adoptara la variante mencionada, de galerías paralelas muy utilizada ya anteriormente en otros yacimientos de morfología similar.

La Cámara Almacén con cualquiera de sus variantes fue presentando problemas, por las tensiones acumuladas en los techos conforme se iba alcanzado la galería superior; estas tensiones se fueron incrementando como consecuencia de la alta tasa de extracción realizada en el Filón el Cobre y no existir una política de pilares o macizos abandonados (aunque fueran explotables) que permitieran detener su progresión. Debemos aclarar que no existían en aquella época, una técnica fiable que permitiese diseñar con éxito macizos de protección contra estas tensiones, habiéndose investigado «in situ» técnicas de medición y de su evolución, que permitieron deducir, a la vista de las acumulaciones de tensiones detectadas por las medidas y por sus efectos mecánicos, que era conveniente para la seguridad del personal en ciertas zonas de la mina, explotar de una sola vez los últimos 15 m. de las cámaras.

De esta forma se comenzó a ensayar el Método de Subniveles y banqueo, consiguiendo algunas ayudas de la Administración. Se pretendía, a la vez que una mayor seguridad, incrementar los rendimientos de excavación, estancados desde hacía tiempo debido al sistema de explotación convencional que no permite mecanizar la perforación y, en consecuencia, rebajar los costes. Este sistema implicaba el trazado entre dos plantas de una galería intermedia o subnivel, desde el cual, a partir de una chimenea o «slot» inicial que comunica con la cámara o realce inferior, y perforando barrenos verticales con un carro perforador (Vagon Drill), ascendentes y descendentes, se efectuaba la voladura

en bancos de los dos macizos que quedan por encima y debajo del subnivel (9,5 m. y 4 m.).

El avance de los subniveles se realizaba en la caja del filón, por delante de los bancos de explotación; se accedía a ellos desde la galería auxiliar de la planta superior por medio de recortes y chimeneas perforadas desde un realce contiguo (ver figura, detalle sección A-A’)

Para evacuar el mineral de los subniveles (o «intermedias») se usaron palas sobre neumáticos, auto-cargadoras, que descargaban a coladeros abiertos cada 40 m., que comunican con el realce inferior, el cual sólo alcanzaba una altura de 19/20 m. sin que repercutan o se manifiesten en él las mencionadas tensiones. En figuras se han esquematizado el método descrito y una variante aplicada en el pozo nº 1 “El Cobre”, para explotación de dos filones paralelos.

En una segunda fase se planteó el desarrollo del banqueo desde dos subniveles, con la apertura de un segundo subnivel a 12,5 m. del piso de la galería inferior. Así, la voladura de los cuarteles o realces (la totalidad del macizo entre dos plantas) se realizaba completamente desde los dos subniveles.

Esta segunda fase, solamente en período de ensayo, implicaba una transformación radical del laboreo de la mina para tener que realizar nuevos sistemas de acceso a los subniveles por medio de pozos interiores o rampas

entre plantas, y por tener que optar por la total mecanización de la perforación de banqueo y de avance tumbos hidráulicos o neumáticos). Las circunstancias económicas adversas y, por tanto, la paralización de la explotación impidieron continuar la investigación en esa dirección. El relativo éxito del sis-tema, aun no aplicándose en la totalidad del yacimiento, repercutió en una mejora apreciable de la seguridad; existían explosiones de

roca que afectaban a los pilares o macizos entre cámaras e, incluso, a los bancos de los subniveles, pero en éstos apenas hubo desprendimiento de bloques ni accidentes graves como consecuencia de ellos. Tan sólo un accidente produjo lesiones graves en diciembre de 1989, a un trabajador que

se encontraba en una cámara convencional, próxima a un macizo de protección, como consecuencia de una explosión de roca que afectó a las estribaciones de aquél.

Hemos de mencionar que el banqueo desde subniveles planteó algunos problemas de difícil solución: en primer lugar, el trazado de accesos para maquinaria más pesada, que permitiera un desplazamiento rápido de unos frentes a otros, supuso un aumento de costes de estructura y labores preparatorias; en segundo lugar, el problema de una mayor dilución y escasa selectividad, consecuencia de las voladuras con barrenos largos, encareció el posterior transporte y extracción comparativamente con el sistema tradicional, así como el posterior tratamiento en el lavadero debido al mayor volumen de estéril arrancado o desprendido posteriormente al arranque.

En todos estos estudios colaboró el Departamento de Explotación de Minas de la ETS de Ingenieros de Minas de Madrid, el Centro de Estudios Superiores de Materias Primas (CESMAT) y la Escuela de Minas de París.

INVESTIGACIÓN EN EL FILÓN “EL COBRE” El Filón “El Cobre” puede considerarse reconocido y explotado en toda su longitud, desde la falla de Guarroman, en la proximidades del Pozo nº 3 perteneciente a la Empresa Nacional Adaro; hasta el Coto Santa Margarita, cuyo primer propietario fue D. José De Murga y Reolid (Marqués de Linares); siendo la distancia entre ambas explotaciones unos 7 Km.

En este filón existen indicios de actividad minera, asociada a las diferentes culturas que ocuparon la zona y que trabajaron los minerales presentes en él, uno de estos minerales muy abundante en su parte más superficial, le daría su nombre al filón: el mineral de cobre. En la actualidad se están acometiendo investigaciones para datar, arqueológicamente, la identidad de los primeros mineros que laborearon este filón. Uno de los lugares más espectaculares de explotación antigua, es la rafa de “Cerro Hueco”, desgraciadamente se han perdido las tres cuartas partes de su longitud, ya que en época de la profundización del Pozo San Luis de Cerro Hueco, realizada por Minas de La Cruz, se rellenó con materiales estériles provenientes de la excavación del pozo. A pesar de ello nos sigue quedando una muestra de la envergadura de su explotación, y la de algunos medios técnicos empleados en su laboreo. Nos referimos a las secciones de pequeños pocillos que daban acceso al interior de la mina, conservándose aún las huellas, tipo escala, labradas en la roca que servían para introducir en ellas el pie de los mineros, cuando realizaban su ascenso o descenso a la mina a través del pozo.

Entre Cerro Hueco y Santa Margarita, nos encontramos los grupos mineros del El Nene (con las concesiones, El Papá, El Nene, La Gorda, Laboriosidad, La Ilusión, El Embrollo); el de las Encantadoras; y el de La Abundancia, que perteneció joven ingeniero inglés, Reginaldo Bonhan Carter “Don Regino”, muerto accidentalmente en la mina, al caerse a un pocillo excavado entre dos galerías.

Las sociedades explotadoras del filón, obtuvieron buenos resultados, edificando nuevas instalaciones y depositando sobre él, los restos de la actividad minera que no eran explotables, las escombreras. Estas quedaron diseminadas por el entorno más próximo al paso del filón, con volúmenes muy considerables que pueden darnos una idea de la excavación realizada en el interior de la mina. Escombreras que fueron procesadas por empresas llegadas a la comarca a mediados del siglo XX, denominadas “Lavaderos”. Para su tratamiento emplearon el sistema de flotación. Desgraciadamente en la actualidad sólo nos queda la huella de su existencia, delatada por la falta de vegetación en el paisaje y, por los daños ocasionados al patrimonio minero-industrial

La zona más rica del filón El Cobre y por lo tanto la más activa de explotación, se extiende desde la falla de Guarromán, hasta Cerro Hueco, con una longitud de 2500 m. en la que el filón sobrepasaría los 400 m de profundidad. La investigación desarrollada en esta área, ha sido muy importante y las inversiones realizadas en ella cuantiosas.

El nivel más profundo alcanzado en este filón, con anterioridad a la llegada de las empresas Minas de La Cruz y de Adaro, se realizó en Cerro Hueco. La mina se profundizó hasta el nivel de 7ª planta, a 150 m. de la bocamina del pozo San Roberto. En el año 1.909, se llegó a producir 1.922 t. de mineral. En un informe antiguo relativo a la producción de la mina, se decía que ésta se conseguía con muy poca extracción de zafras, y que incluso en la planta 7ª había algún tramo con metalización superior a los 50 cm., aunque de muy poca corrida. A principios de 1911 se paralizó la actividad debido a dificultades económicas como consecuencia del desagüe.

A finales del siglo XIX en el otro extremo del filón El Cobre”, se había laboreado de forma muy superficial por mineros sacagéneros. A principios del siglo XX, se iniciaron trabajos de mucha más envergadura, instalándose dos máquinas de vapor en el actual pozo nº 3, que tras ser desaguado, se profundizó unos 30 m., cortaron el filón y con él una fuerte venida de agua que inundó la mina, obligando a su paralización. El pozo nº 3 alcanzaría la profundidad de 110 m, habiéndose realizado dos galerías con escasa explotación debido a la zona de esterilidad yacente en esa parte del filón. Cuando en el año 1947 Compañía La Cruz se hace cargo, por arrendamiento, de la concesión “Esperanza”, instala sus primeras oficinas en el pozo nº 3.

En esa época el pozo nº 1, se encontraba a 25 metros de profundidad, y no sería profundizado hasta la culminación de la investigación realizada en el pozo nº 2 (situado 110 m. más al Este del pozo nº 1). El pozo se excavó hasta la profundidad de 70 m., practicándose dos galerías de reconocimiento, la primera de ellas a los 45 m., la segunda a los 70 m, en una corrida de 200 m. que la situaron por debajo del pozo nº 1. El comportamiento del filón fue muy bueno, alcanzado considerables metalizaciones. Comenzaba así la frenética carrera por la explotación del filón “El Cobre”, en la que también participaría activamente la empresa Nacional Adaro.

El otro pozo en importancia del grupo minero, el nº 5, se encontraba en los comienzos de la actividad de la Cruz, en 4º planta y con escasa metalización. La política emprendida por la Compañía sería la profundización del pozo, con la esperanza de que el comportamiento del filón fuese enriqueciéndose en profundidad, como así sucedió en el pozo nº 1, y más tarde en él mismo. Profundizado el pozo nº 1, se investigó el yacimiento hasta el límite de la concesión con la E.N. Adaro, a través la planta 2ª, a una profundidad de 54 m., toda ella excavada en pizarras, con buenos resultados de mineralización. Desde esta planta se estudió el filón Igualdad, con una galería de 220 m de longitud, que se prolongaría unos190 m., hasta llegar al límite norte de la

E. N. ADARO LA CRUZ

concesión. Los resultados de la investigación fueron los siguientes: “en 2ª planta se perforaron 760 metros de galería sobre filón en el nº 1 y 90 metros, en el nº 2, los macizos explotados en el primero alcanzaron un total de 20.500 metros cuadrados, mientras que en el segundo, por su pobreza, no se realizaron labores de realce”. Esta experiencia de investigación, sobre el filón Igualdad, se repetiría en 4ª planta, perforando 420 m. de galerías sobre el filón nº 1 y 360 m. en el nº 2, mientras que la explotación de realces llegó a 12.650 m2 de excavación.

Al mismo tiempo se excavó un contrapozo de 80 m. de profundidad, para conectarse con las labores que, desde el pozo Matacabras (11ª planta) se estaban realizando para investigar el filón de Igualdad en profundidad; de este modo Compañía La Cruz ampliaba su campo de explotación. Los resultados del laboreo realizado en las planta superiores, sobrepasaron los objetivos iniciales, que aumentaron al llegar la investigación a la planta 5º, la galería Oeste en terrenos pizarrosos presentaba esterilidad, mientras que la galería Este, encajada en roca granítica, alcanzó metalizaciones de 25 cm. De los 230 m. de galería realizados, sólo los 30 últimos carecían de metalización. Nuevamente el destino había tocado de forma especial a esta empresa, la planta superior (4ª), había sido estéril en toda la longitud investigada (240 m).

Un árbol metalífero que se iniciaba en ese momento (1961), mantendría su mineralización en profundidad. Cuando la empresa pone fin a la actividad minera, en el año 1991, los pisos de la planta 12ª seguían teniendo metalización continua

en una longitud de 400 m. Hacia el Este, el árbol se prolongaría hasta llegar a situarse por debajo del pozo nº 5, aumentando su enriquecimiento en profundidad, entre las plantas 7ª y 11ª.

La empresa ampliaría sus instalaciones en el año 1962, con la renovación del lavadero, concentrando en él todas las tierras extraídas de los distintos pozos, que habrían de ser transportados hasta la bocamina del pozo nº 1, donde estaba situada la nueva instalación. El lavadero disponía de una trituración primaria y secundaria con posterior clasificación a 16 mm. en circuito cerrado, y con tratamiento de concentración en cribas Hancock y Harz, obteniéndose tres productos: Un concentrado con 78%, unos mixtos con el 2,5% y un estéril de criba Harz, que mezclado con los mixtos se trataba en la Flotación. Esta sección se componía de un molino de bolas de 6’ x 10’ y 160 CV., donde la carga de material era reducida a tamaños de 60 a 56 mallas; y de una concentración de 20 celdas de 0,8 m3 y 7,5 CV., obteniendo un concentrado y un estéril del 74 % y 0,15 % respectivamente. El tratamiento de la planta de gravimetría era de 75 t/h., la de flotación 12,5 t/h.

Compañía La Cruz con el pozo nº 1 profundizado hasta 7ª planta (248,08 m) y con metalizaciones en aumento, a partir de 1980, acometería una propuesta de investigación que le permitiese el reconocimiento del filón a la profundidad de 423 m. El proyecto contemplaba la realización de una traviesa con una longitud de 960 m., que partiendo de la planta 20ª de Matacabras, cortase al filón “El Cobre”, en la vertical del pozo nº 3, y a una profundidad de 175 m. por debajo de la planta 7ª; es decir, dispondría de 5 plantas, con un desnivel entre ellas de 35 m. Cortado el filón, se pretendía realizar una galería a saliente y otra a poniente de la traviesa, con objeto de evaluar reservas. No era la primera vez que se realizaba una traviesa para conectar ambos filones, en el año 1962, desde la planta nº 13 de Matacabras (sala de bombas) se perforó un transversal con una longitud de 743 m, reconociendo el filón Felipas y cortando al filón “El Cobre” a la altura del pozo nº 5, a la profundidad de 270 m.; al mismo tiempo se canalizaba el desagüe del filón, hacía

Matacabras, y se podía acometer la profundización de los pozos nº 5 y nº 1, sin agua. Este proyecto se haría realidad, en el año 1980, aunque para entonces el Pozo nº 1, se hallaba en 10ª planta. El proyecto se amplió con la inclusión de dos chimeneas de 149 y 73,5 m., entre las plantas 8ª-12ª; y 10ª-12ª, que servirían para la descarga de las zafras de los niveles superiores, en unas tolvas generales excavadas en la roca, centralizándose la extracción del todouno, y de los estériles, por la traviesa general, hasta el pozo Matacabras que disponía me mayor capacidad extractiva; una galería sobre filón para situarse por debajo del pozo nº 1; y una chimenea (de sección 1 x 1) que partiendo desde de 12ª planta, horadase a la caldera del pozo, para su posterior ensanchamiento y habilitación. La realización de las labores se subcontrataron con la empresa Dragados y Construcciones, que realizó un excelente trabajo.

El Pozo San Luis de Cerro Hueco, sería el siguiente objetivo en la investigación del filón “El Cobre”, para ello y desde la planta 9ª del pozo nº 5, se avanzó el frente de galería hasta situarse por debajo de las antiguas labores de Cerro Hueco. Pasada una zona de esterilidad de 180 m., la metalización se hizo presente alcanzando los

20 cm. Esta se interrumpió al llegar a la falla de Cerro Hueco, antes de cortar nuevamente el filón, y debido a la gran cantidad de agua colgada (el nivel freático del pozo San Luis estaba a unos 40 m de su bocamina), se realizó una traviesa para localizar la posición exacta del filón, perforando el macizo restante, de modo que al retirar la barrena el agua que emanaba el sondeo, tenía una presión de 18 Kg. Un año más tarde, desaguadas las labores de Cerro Hueco, se terminaría de investigar este filón, hasta sobrepasar la verticalidad del pozo San Luis. La metalización se mantuvo en toda la longitud

de galería excavada. Las labores de investigación se paralizaron, en este nivel, a causa de la larga distancia existente entre el pozo nº 5 y el frente de la galería: 800 m.

Estos buenos resultados animaron a la Administración a financiar un proyecto de investigación al amparo del Plan Nacional de Abastecimiento de Materias Primas Minerales (PNAMPM) por valor de 450,8 MPTA en el proyecto «Cerro Hueco» realizándose: el ensanchamiento y profundización del Pozo San Luis, hasta los 315 m.; el reconocimiento del filón Democracia, a nivel de 10ª planta, con una traviesa de 224 m, y realizadas 80 m. galerías sobre él; la perforación de 500 m. de galerías sobre el filón “El Cobre”.

Desgraciadamente los resultados de la investigación, que pretendía comprobar la continuidad del árbol metalífero, más al Este de las labores antiguas de Cerro Hueco, acabaron siendo negativos, en toda su longitud, unos 325 m. El mismo comportamiento tuvo el filón Democracia. El Comité de Supervisión del

PNAMPM, el 2 de abril de 19686, calificó de negativo el resultado de la investigación No fue tan negativa la metalización, que se incrementó en profundidad al Oeste del Pozo San Luis, aunque las plantas 11ª y 12ª, ya no serian explotadas por este pozo, sino desde el nº 5. En el año 1989, la dirección de Minas de La Cruz presentaría otra apuesta de “Investigación de la prolongación NE. del filón falla, El Cobre y de otros filones subparalelos, en el área de Cerro Pelado”. Se proyectaron 7 sondeos divididos en dos fases, la primera de ellas consistía en la realización de 4 sondeos, con una longitud total de 1520 m., el presupuesto de esta fase era de unos 25 MPTA. La segunda fase dispondría de 3 sondeos, realizados sobre las concesiones: La Ilusión, Laboriosidad y La Encantadora, la longitud total de los sondeos 1280 m., el presupuesto de esta segunda fase ascendió a algo más de 22 MPTA.

Sólo dos de los siete proyectados, fueron sufragados por la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía, al amparo del Contrato Administrativo de Asistencia Técnica, de fecha 18 de diciembre de 1989. La longitud total de ellos era de unos 700 m. De la primera fase se eligieron los más

cercanos al Pozo San Luis de Cerro Hueco, el S1 sobre la concesión Atilas, con la finalidad de cortar las antiguas labores en la vertical de pozo San Luis de Atilas, a una profundidad de 290 m. y una longitud de sondeo de 340 m.; el S2 sobre la misma concesión debía de cortar al filón, bajo el pozo Begoña, a la cota 310, siendo la longitud del mismo 360 m. La investigación resultó nuevamente negativa, la buena suerte de antaño, parecía desaparecer en tiempos de dificultad económica motivada por los bajos precios del plomo. Esta sería la última investigación que realizaría Minas de la Cruz; el informe de los resultados se presentó en abril de 1990. Minas de La Cruz no quería rendirse ante la evidencia de lo que se le avecina y presentó, en junio de 1990, un proyecto de labores de investigación, aunque la petición de su presentación fuese objeto de una resolución de la Delegación de Fomento, por la que se recababa a Minas de La Cruz, la ejecución de un proyecto de investigación, como ampliación del Plan de Labores de 1990; un plan de actuaciones, a la desesperada, con la denominación siguiente: “Proyecto de labores de investigación a niveles inferiores a los últimos actuales

en el filón El Cobre para reconocimiento, en profundidad, de la continuidad metalizada de los filones en explotación”. En el proyecto se incluían la cubicación de las reservas efectuadas al 1de junio de 1990, confeccionadas con los mismos criterios que se emplearon cuando se realizó el estudio de unificación de las empresas en el año1984. Las reservas totales se cubicaban hasta 70 m. por debajo de los niveles de explotación, es decir 14ª planta del pozo nº 1, y 12ª en el pozo nº 5; resultando una cifra de 17.172 t. de Pb, con una ley del 7,98 %. Se aportaba como dato que “El rendimiento neto medio de Pb. obtenido en la explotación del Filón El Cobre, en los últimos 23 años, ha sido del 7,699%, habiéndose extraído 2.048.350 toneladas de zafras procedentes de dicho filón”; para el estudio de reservas no se tuvo en cuenta la metalización inferior a 6 cm, considerada insuficiente para poder recuperar los gastos directos de arranque, carga y transporte. El proyecto pretendía la realización de 2000 m. de galerías de investigación sobre el filón El Cobre, a la profundidad de 493 m. Ante la imposibilidad de alcanzar esos niveles con la máquina que el pozo disponía, por la considerable limitación de su potencia, sólo 125 CV, y la baja capacidad de extracción de sus vagones, 460 litros., se proponía: proyectar un contrapozo (ver plano), entras las planta 12ª y 14ª; profundizar el pozo nº 5 hasta la planta 14ª. La duración de los trabajos de investigación sería de 25 meses, con trabajos paralelos en ambos pozos, en ese mismo tiempo. El coste total ascendía 571.550.750 PTA.

El proyecto se presentó en la Delegación Provincial de Fomento, el día 29 de junio de 1990, siendo contestado el 11 de septiembre de 1990, por una resolución en la que se analizaba lo poco halagüeña de la situación del Grupo Minero, “ante la escasez de reservas conocidas…..posiblemente por falta de infraestructura general que puede conducir a corto plazo a un cierre de la explotación si de forma inmediata, no se ponen de manifiesto nuevas zonas de explotación..” “…esta Delegación Provincial resuelve que por Minas de La Cruz, se acometan de inmediato los siguientes trabajos: 1º) Ejecución del contrapozo en galería Este de 12ª planta y accesos al filón nº 1 y nº 3. 2º) Corte de los filones en 13ª y 14ª en dirección al pozo nº 1 y preparación de realces. 3º) Profundización del pozo nº 5 hasta 14ª plantas y galerías en dirección sobre el filón preparando las labores necesarias de explotación inmediata…” El escrito terminaba con las siguientes observaciones: “ Por esta Delegación Provincial se considera positiva la idea figurada en el proyecto, de realizar la

investigación inmediata del filón, con la ejecución de una rampa sobre el mismo, ya que esta labor, podría autofinanciarse con el producto obtenido durante la realización de la misma…En consecuencia, por esa Dirección Facultativa, se acometerá de inmediato el estudio de esta alternativa y, de considerarse más rentable que la actual, los trabajos concernientes serán de ejecución inmediata, previamente a lo cual, lo pondrán en conocimiento de esta Delegación Provincial, para su aprobación.” El proyecto no pudo ponerse en práctica, la realización de la rampa ampliamente debatida y trabajada por los profesionales de Minas de La Cruz, no era eficaz, ya que en la idea primitiva ésta se realizaba fuera de filón, con el objeto de mantener las vías de comunicación libres entre lo investigado y los niveles de extracción de tierras al exterior, pozos nº 1 y Matacabras. El contrapozo tampoco pudo ejecutarse, la situación empeoró drásticamente y los conflictos entre empresa-trabajadores continuaron hasta el fin de la actividad en el año 1991. Durante el período de 1980-1990 se invirtieron en el Grupo Minero El Cobre 1.500 MPTA, incluyendo en esta cifra 450,8 MPTA en el proyecto «Cerro Hueco», al amparo del Plan Nacional de Abastecimiento de Materias Primas Minerales (PNAMPM). Durante los diez años últimos, La Cruz recibió subvenciones de las Administraciones Central y Autonómica por importe de 560 MPTA, incluyendo en esta cifra la aportación de 315,9 MPTA al proyecto «Cerro Hueco», y las ayudas que a través del PEAL (Plan Estratégico de Actuación Competitiva), fueron acordadas entre empresa y Ministerio de Industria en convenio firmado en diciembre de 1987. Las dos imágenes que se incorporan, inéditas hasta ahora, muestran los últimos instantes de funcionamiento del lavadero “El Cobre”. Al dique de estériles llegan los últimos vertidos de los materiales de rechazo de la flotación, tienen un tono muy grisáceo, es el color del plomo, aquella tarde carecía de importancia su recuperación, la mina dejaba de ser una realidad, para convertirse en parte de la historia.

La Empresa Nacional de Adaro, será la otra protagonista de la investigación en el filón “El Cobre”, aunque no lo haría por razón de su propia constitución, que era la investigación, sino que alentada por los excelentes resultados obtenidos por Compañía La Cruz, acometería tareas de explotación en la zona más al Oeste del reconocido filón. El área en cuestión era muy limitada, ya que entre la falla de Guarromán y el extremo final de las concesiones: Igualdad y Esperanza 1ª, 2ª, 3ª y 4ª, tan sólo existía una longitud comprendida entre los 280 y 580 m., el motivo de esta variación era debido a la inclinación del plano de falla, que se aleja en profundidad.

Cuando Adaro recibe autorización del gobierno, en el año 1949, para poder realizar labores de explotación en la Reserva del Estado, ésta centrará su actuación en el filón San Juan, retrasando la explotación del filón “El Cobre, hasta el año 1954, en el que comenzará la profundización del pozo nº 1.

Desde la 5ª planta del pozo nº 1, pintada de color azul en el plano de superficie de labores, se acometerá la realización de la única galería de investigación excavada por Adaro en la dirección norte del filón “El Cobre”, llegando a sobrepasar el extremo Noroeste de la concesión Igual. La longitud total de la galería sería de 590 m. Mas allá del filón igualdad no se obtuvo ningún indicio de mineralización.

La Empresa Nacional de Adaro, realizaría sus explotaciones siguiendo la estela dejada por Compañía La Cruz, laboreando cada uno de los filones y vetas reconocidas por ésta. Algunas labores mineras, galerías con cota muy semejante, se conexionaron con la finalidad de que pudiesen ser utilizadas como salidas de emergencia entre las dos minas. Un ejemplo de estas comunicaciones se practicó, entre 8ª galería Este filón nº 3 de Adaro, y 7ª galería Oeste filón nº 2 (Veta Sur) de La Cruz, que presentaba un desnivel de 7 m, uniéndose ambas galerías por medio de una chimenea y colocándose una escala para facilitar el acceso de emergencia.

A unos escasos 200 m. de la falla de Guarromán, límite de la explotación del filón “El Cobre”, la empresa decide acometer la profundización de un nuevo pozo, al que denomina “nº 3”. Años más tarde, sobre 1975, se renovarían sus instalaciones con nueva máquina de extracción, castillete y embarque automático, centralizándose por este pozo la mayor parte de la extracción. La investigación más interesante acometida por Adaro, se realizaría en las proximidades del pozo nº 3 y en íntima relación con la falla de Guarromán. La labores mineras realizadas en el filón, presentaban buenas metalizaciones, pero al llegar a la falla desaparecían, se

hicieron varios intentos por atravesarla en las plantas superiores, pero lo mala calidad de los materiales impidieron su estudio. Se hacía necesario recabar toda la información posible sobre el comportamiento geológico de la falla y de la posible continuidad del filón, pasada ésta. Santiago Ríos sería el responsable de la citada investigación, del que se emitió un informe y del que hemos tomado algunos datos, concretamente los correspondientes al “resumen de la investigación realizada hasta la fecha”, y la parte final de las “posibles interpretaciones de la estructura mineralizada” “…..en Agosto de 1979 se finalizó un sondeo mecánico subhorizontal que cortó una brecha filoniana metalizada con unos 4 cm de potencia reducida en galena. El sondeo se realizó desde 8ª planta por facilidades de ventilación y de

suministros. La brecha filoniana se empezó a cortar a los 75 m a partir de la galería del filón 6. Posteriormente se avanzó un transversal que siguió en lo posible el agujero del sondeo y que cortó (Noviembre -79) la estructura metalizada con 20 cm de potencia reducida en galena. Se siguió en dirección en cerca de 60 m, y se suspendieron los trabajos de investigación en planta 8ª, con los dos frentes en estéril. En Junio-80 se cortó, mediante transversal a nivel de 9ª planta y a unos 10 m en distancia horizontal del de 8ª, la estructura metalizada con 80 cm de potencia reducida en galena. En la actualidad (mediados de Agosto-80) se ha seguido en 25 m con una metalización media de unos 20 cm.” “A la vista de los reconocimientos efectuados hasta la fecha, no se puede asegurar que el filón cortado sea el filón 6 ó filón Cobre. La presencia de calcopirita y pirita, junto a la observación en algún hastial de estrías horizontales permitiría correlacionarlo con el filón Cobre (o filón 6), en donde son frecuentes tales observaciones. ….. En resumen, los cortos reconocimientos mineros efectuados hasta la fecha no permiten una interpretación fiable. La mineralización cortada puede tener dos orígenes distintos o los dos simultáneamente:

a) Si la mineralización corresponde a un filón hercínico cortado en la Fosa de Bailén, su potencial minero irá ligado a las condiciones litológicas de la roca de caja, cuestión ésta que se halla por investigar. El área potencialmente mineralizable ocupa una extensión de 6 x 10 a 12 Km., recubierta de Trías y Mioceno.

b) Si el filón es consecuencia de un plomo re-movilizado a favor de la Falla, las zonas con potencial de plomo son subparalelas a la Falla y, presumiblemente puede haber varias vetas que, en ausencia de metamorfismo o de niveles competentes (areniscas, diques, etc.) reducirían el área de metalización a las cercanías de la Falla (por ejemplo, a favor de la silicíficaci6n que haya podido producir).”

La presa nacional y provincial se hizo eco de la importancia de este descubrimiento, quizás magnificándolo. La comunidad minera se ilusionó con

las nuevas perspectivas que el futuro le aventuraba, ya que de verificarse la cuestión (a) del resumen de Santiago Ríos, se generaba un nuevo campo filoniado, en el paleozoico de la fosa de Bailén, comprendido entre las fallas de

Bailen y Guarromán.

El famoso filón “I” descubierto, seguiría siendo investigando en las plantas inferiores, 10ª y 11ª planta, con gran cantidad de galerías y traviesas (ver plano), e incluso se realizó la explotación del filón entre las planta 8ª y 10ª. La metalización disminuyó considerablemente, pero ya no se investigaría en planta inferiores.

La bajada de los precios del plomo precipitó la caída de otras pequeñas empresas del sector, amenazando seriamente a la Empresa Nacional de Adaro, que cerraría sus instalaciones, en el mes de abril de 1986.

Minas de la Cruz y Adaro, fueron los protagonistas de la investigación de este filón “El Cobre”, allá, en el interior socavado de la mina, quedó enterrada la esperanza de muchos mineros, que anhelaban ver la continuidad de la minería en el distrito Linares – La Carolina, otros condicionantes, no técnicos, lo impidieron; el otro protagonista de esta historia minera, el filón “El Cobre”, sigue latente en el interior de la tierra, a la espera de mejores épocas y condiciones, para darnos a conocer sus secretos más ocultos.

LA CODICIA, GUADAÑA DE LA CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO

¿Quieres ser rico? Pues no te afanes en aumentar tus bienes, sino en disminuir tu codicia.

Epicuro de Samos (371 a. C-270 a. C) filósofo griego.

Para la mayoría de los mortales el pasado forma parte de su historia, aunque desgraciadamente para algunos de ellos, éste se encuentre asociado a un determinado interrogante que una vez despejado, sólo les vislumbra un interés desmedido por el enriquecimiento fácil, aunque éste se consiga a fuerza de: destruir, expoliar y masacrar el patrimonio cultural que nos legaron nuestros antepasados.

¿Pero quiénes son estos señores? Si se les puede llamar así.

Quiénes son aquellos que expolian de forma reiterada las escombreras de estériles que se encuentran asociadas a los conjuntos patrimoniales, y que hoy en día forman parte del patrimonio Histórico Andaluz.

Quiénes son aquellos que una vez obtenida su recompensa dineraria dejan las áreas mineras esquilmadas de sus materiales primigenios y no realizan las restauraciones que la ley les exige, en el caso de quienes piden permiso para su explotación; de aquellos otros que no piden autorización ¡ni hablar!, ya que su actitud debe ser considerada un delito ambiental y cultural.

Quiénes son aquellos que retiran los restos de la arquitectura minero-industrial, para ser reutilizados en nuevas viviendas, a las que pretenden imprimir pinceladas estéticas con lujosas piedras de cantería, y todo ello a sabiendas de que éstas piezas han sido arrancadas de la historia local. ¿Es qué ya no existen canteros que labren piedras de “asperón” o “granito” y que otorguen a las fachadas, chimeneas y vallas de sus casas, de ese tinte señorial?

Durante la última década el distrito minero, en general, y de forma particular la comarca de Linares ha sufrido un terrible acoso al patrimonio, realizado por parte de empresas y particulares que han carecido de la sensibilidad manifiesta para comprender la identidad cultural que la minería ha ejercido a lo largo de los siglos en esta zona norte de la provincia de Jaén

Si hacemos un repaso histórico visual por el territorio minero del distrito, nos encontramos con evidencias mineras a todo lo largo y ancho de la comarca. Labores mineras perfectamente integradas en el paisaje, formado parte de él, salpicados de amplios volúmenes artificiales como fruto de una intensa actividad minera y empresarial, que generó a los largo de muchos años: prosperidad, trabajo y riqueza.

Labores que encajan a la perfección en el entramado puzzle minero que este distrito realizó durante los siglos XIX y XX, como máximo exponente de la

explotación de los minerales existentes en el subsuelo. Signos inequívocos de un esplendoroso pasado que ha salpicado el paisaje actual, con impresionantes huellas de su actividad minera: castilletes, diques de estériles, escombreras, casas de máquinas, chimeneas, etc.

Por desgracia estos símbolos, presentes en el filón El Cobre, no se han salvado de la masacre y por lo tanto de la guadaña de la codicia, ocasionando una profunda mella sobre los elementos patrimoniales diseminados en él. Al encontrarse situadas sobre este filón las últimas explotaciones mineras del distrito, cerradas en el año 1986 (Adaro) y 1991 (La Cruz), sus instalaciones han sido objetivo preferencial en la llamada: carrera de la expoliación.

Una vez culminada la actividad empresarial, también se han producido cambios en la titularidad del terreno, cuyos propietarios no han respetado las leyes actuales, cerrando caminos con servidumbre o retirando elementos de la actividad minera, que no les pertenecían al no haberse caducado las concesiones mineras sobre los que se ubicaban, e incluso desmantelando instalaciones mineras sin permiso de la autoridad minera.

Han sido muchos los desatinos experimentados a lo largo de estos últimos años en este súper-productivo filón, durante los meses de enero, febrero y marzo de 2009, se retirada la escombrera del Pozo nº 5 sin autorización alguna de Jefatura de Minas, habiéndose instalado in-situ una planta de trituración y clasificación. ¿Cómo poner freno ante tal barbarie?

La defensa y protección de los elementos patrimoniales, no puede ser objeto sólo de unos pocos ciudadanos, que a cara descubierta manifiestan su desacuerdo informando a la ciudadanía de las atrocidades cometidas y denunciando los hechos delictivos ante la autoridad pertinente. Se hace precisa la colaboración de todos, a través de la concienciación y el respeto.

A modo de ejemplo gráfico y referido a este filón de El Cobre, ilustramos con algunas imágenes el resultado de la codicia, que sin lugar a dudas se ha convertido, durante estos últimos años, en la verdadera “Guadaña del Patrimonio Minero”

Algunas de nuestras calles y plazas, conservan el nombre de personas o entidades que ejercieron de mecenas en alguna etapa de nuestra historia, reconociendo así su labor y agradeciendo su gesto de bondad.

Desde estas páginas deseamos hacer un llamamiento a nuestras autoridades locales, para que otorguen un reconocimiento a los depredadores del patrimonio, poniendo visiblemente el nombre de las empresas o de aquellos particulares que realmente lo han destrozado y con él su legado cultural, erigiendo para ello, en esos lugares expoliados, un cartel o placa que diga: “En este lugar existió durante 150 años, la mina “menganita”. Ahora sólo puede observarse en el recuerdo de esta fotografía. Y todo ello se lo debemos al “ciudadano o empresa”, que sólo vio en este conjunto patrimonial el valor efímero del dinero fácil, olvido que estos restos arquitectónicos y mineros eran fruto del legado cultural de nuestros antepasados y que históricamente pertenecen a cada uno de los habitantes de esta comarca minera, a las generaciones venideras y a los cada vez más numerosos visitantes que se interesan por este Patrimonio”