01. REVISTA CLARIDAD N12

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CLARIDAD Europa ante la Presidencia española de la Unión Europea (II) “Culturas, Políticas y Prácticas de responsabilidad de las Empresas del IBEX 35”, del año 2009 Mujeres ante la crisis económica. Impactos y oportunidades Etapas anteriores: Apuntes para la acción sindical en tiempos de crisis Cultura

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CLARIDADEuropa ante la Presidencia española

de la Unión Europea (II)

“Culturas, Políticas y Prácticasde responsabilidad de las Empresas

del IBEX 35”, del año 2009

Mujeres ante la crisis económica.Impactos y oportunidades

Etapas anteriores:Apuntes para la acción sindical

en tiempos de crisis

Cultura

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Presentación

La Presidencia española de la UE está en el ecua-

dor de su andadura y en estos primeros meses

se han sucedido una serie de acontecimientos,

algunos de ellos ligados a la crisis económica, que ya

están mostrando el perfil de una Presidencia compli-

cada en la que no obstante se están consiguiendo al-

gunos de los objetivos propuestos.

El movimiento sindical está teniendo una presencia

destacada en las reuniones y foros que son objeto de

su concurso dentro del programa y calendario fijado

por la Presidencia española.

En este número de CLARIDAD completamos lo que

ya habíamos anticipado sobre la Presidencia españo-

la de la Unión en el anterior número 18. Y lo hace-

mos en primer lugar con el Memorándum sindical a

la Presidencia española que dio a conocer la Confede-

ración Europea de Sindicatos para el periodo de ene-

ro a junio de 2010. Este informe lo suele hacer el

movimiento sindical europeo al inicio de cada Presi-

dencia de turno de la Unión Europea. En el caso del

Memorándum de la etapa de la Presidencia española

el índice que presenta y que recogemos en este nú-

mero de CLARIDAD está articulado en 7 puntos pre-

cedidos de una introducción. Los distintos apartados

recogen, entre otros planteamientos, impactos de la

crisis financiera, económica y social, sobre la Europa

social, sobre el cambio climático y energía, la dimen-

sión social del mercado interior, etc. Todo un plantea-

miento que fija claramente la postura sindical en una

Europa en plena crisis económica y donde se estrena

el Tratado de Lisboa.

Previo al inicio de la Presidencia española se desarro-

llaron unas jornadas, el pasado 15 de octubre de

2009, organizadas por UGT, con el nombre “La es-

trategia de Lisboa: Balances y perspectivas”. El objeti-

vo del seminario era hacer un balance de la Estrate-

gia de Lisboa que se está evaluando en 2010 bajo la

Presidencia española de UE. De esas jornadas hemos

querido recoger dos intervenciones que resumen lo

tratado en las mismas.

La primera de las intervenciones que recogemos se

centra en la Presidencia española y la Estrategia de

Lisboa presentada por Javier Vallés, Director de la

Oficina Económica de la Presidencia del Gobierno y la

segunda se centra en “La Estrategia de Lisboa: Ba-

lances y perspectivas” presentada por M. Helena An-

dré, en aquel momento Secretaria Adjunta de la Con-

federación Europea de Sindicatos y actualmente Mi-

nistra de Trabajo de Portugal.

Completamos este monográfico sobre Europa con un

artículo de José María Zufiaur, Consejero del Comité

Económico y Social Europeo, sobre la Presidencia es-

pañola de la Unión Europea.

Anualmente UGT presenta su estudio sobre “Cultura,

Políticas y Prácticas de responsabilidad de las Empre-

sas del IBEX 35”. La del pasado año 2009. 4º infor-

me, se presentó el pasado 27 de enero. En palabras

de Cándido Méndez, Secretario General de UGT, que

recogemos en nuestras páginas, “estos informes dan

respuesta para que la sociedad disponga de informa-

ción sobre la situación de la RSE en España. Procu-

rar a los estudiosos del tema, una metodología y

unos datos empíricos que faciliten sus análisis e in-

vestigaciones. Mantener un espacio abierto de deba-

te sobre cualquier cuestión relativa a la RSE”.

También anualmente y con ocasión de la fecha del

8 de marzo, día internacional de la mujer trabajado-

ra, el Departamento de la Mujer de UGT presenta un

informe en el que se valoran aspectos que tiene que

ver con el trabajo de la mujer y con aspectos relacio-

nados con la Igualdad. En este año, en que seguimos

padeciendo una crisis económica y financiera sin

precedentes, queríamos desde CLARIDAD abordar

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el tema de “Mujeres ante la crisis económica. Impactos y oportunidades”.

Para ello y en colaboración con la Secretaría para la Igualdad de UGT en-

cargamos un informe a Paloma Rodríguez Vázquez, Licenciada en Filosofía

y Ciencias de la Educación, Sección Psicología de la Universidad de Santia-

go de Compostela y a Cristina Justo Suárez, Licenciada en Sociología por

la Universidad de A Coruña. Recogemos en este número la totalidad del in-

forme en que detalladamente y aportando datos muy valiosos se hace una

reivindicación de la igualdad laboral en una situación económica que tanto

a nivel nacional como internacional plantea un panorama desalentador.

Nuestra revista pasó por distintas etapas y en ocasiones nos gusta mirar

hacia etapas anteriores y recoger artículos o trabajos que, aparte de su

valor histórico, pueden aportar contenidos que no han perdido actualidad.

En esta ocasión hemos rescatado un artículo que se publicó en la tercera

etapa de la revista CLARIDAD en su número 3 de septiembre de 1984 y

en el que Francisco López Romito, Ex Director de los Fondos de Empleo a

la reconversión, escribía un texto con el título “Apuntes para la acción sin-

dical en tiempos de crisis”.

La cultura es uno de los empeños de nuestra revista y en ella recogemos

iniciativas, textos y a veces sugerencias que tienen que ver con la literatu-

ra, el arte, los medios de comunicación o como en este caso la historia.

Se acaban de cumplir lo 20 años de la caída del muro de Berlín y el perio-

dista y colaborador de UGT, Conrado Granados, nos ha propuesto una re-

flexión muy personal sobre esa conmemoración con el título “Berlín, Berlín:

La libertad frente al Muro”.

Las ilustraciones que ocupan nuestras páginas se las debemos a la pintora

Milagros Sánchez.

3

Índice

68 Apuntes para la acción sindical en tiempos de crisisFrancisco S. López Romito, Ex Director de los Fondos deEmpleo a la reconversión.

ETAPAS ANTERIORES68

77 Berlín, Berlín: La libertad frente al MuroConrado Granados, Periodista.

CULTURA77

4

4

17

30

34

EUROPA ANTE LAPRESIDENCIA ESPAÑOLADE LA UNIÓN EUROPEAEN EL PRIMER SEMESTREDE 2010 (II)

Memorándum sindical a la Presidencia españolade la Unión EuropeaConfederación Europea de Sindicatos (CES).

La Presidencia española de la Unión Europea y laEstrategia de LisboaJavier Vallés, Director de la Oficina Económica de laPresidencia del Gobierno.

La Estrategia de Lisboa: Balance y perspectivasM. Elena André, Secretaria General Adjunta de laConfederación Europea de Sindicatos.

Presidencia española de la Unión EuropeaJosé María Zufiaur, Consejero del Comité Económico ySocial Europeo.

“Culturas, Políticas y Prácticas de responsabilidadde las Empresas del IBEX 35”, del año 2009Cándido Méndez, Secretario General de UGT.

38

Mujeres ante la crisis económica. Impacto y oportunidadesPaloma Rodríguez Vázquez y Cristina Justo Suárez.Universidad de Santiago de Compostela.

42

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4

L1. INTRODUCCIÓN

La Presidencia española estará enfrentada a una

serie de retos importantes, debido, principal-

mente, a la crisis económica actual, acompaña-

da de un desempleo que se está disparando rápida-

mente, añadiéndose además el seguimiento de la Con-

ferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio

Climático, celebrada recientemente en Copenhague.

Sin lugar a dudas, el primer reto consistirá en dirigir a

Europa en medio de una crisis financiera, económica y

social y reglamentar los mercados financieros de ma-

nera a evitar que vuelvan a producirse las circunstan-

cias que han conducido a la situación actual. En su De-

claración de París, la CES solicitó un Nuevo Pacto So-

cial para conservar los empleos existentes y generar las

condiciones que permitan crear más y mejores em-

pleos. Nuestra preocupación específica es el desempleo

de los jóvenes, que está avanzando al doble del ritmo

del desempleo de los trabajadores de más edad. Tam-

bién nos preocupan aquellos gobiernos que están aban-

donando prematuramente los paquetes de incentivos

que se han puesto en práctica en numerosos países.

Un segundo reto importante es la agenda del cambio

climático. La UE es la única entidad en el mundo (fuera

del nivel nacional) con capacidad para llevar a cabo

una acción directa y coordinada; por ello, debe consti-

tuirse en líder, en lugar de ser una simple acompañante.

Ha llegado el momento de que Europa invierta, en los

próximos tres años, un 1% anual del PIB europeo a fin

de crear más y mejores empleos, promover la innova-

ción, la investigación, el desarrollo y el empleo en las

industrias clave, invertir en tecnologías nuevas, ecoló-

gicas y sostenibles, mantener servicios públicos de al-

ta calidad y ofrecer a los trabajadores la cualificación

que éstos necesitan para trabajar en la economía de

mañana, basada en un bajo nivel de emisiones de car-

bono, todo ello en un contexto de tecnología ecológica

y de empleos con mejor cualificación.

El tercer reto es garantizar una transición efectiva en-

tre el Tratado de Niza y el Tratado de Lisboa. Esta tran-

sición tendrá una gran importancia política y supondrá

un cambio en las orientaciones actuales y un nuevo

impulso político. Esto significa que las instituciones

europeas tendrán que dejar de trabajar bajo la premi-

sa de una “economía liberal” y comenzar a trabajar di-

rigiéndose hacia una “economía social de mercado”,

que es un objetivo ambicioso; la “competencia” ya no

representa un fin en sí, sino un medio –entre otros–

para alcanzar los objetivos de la Unión Europea; el “ple-

no empleo” y la solidaridad deben volver a ocupar el

primer lugar en la agenda europea. Por otra parte, se

ha extendido la votación por mayoría calificada y el Par-

lamento ha visto reforzados sus poderes como cole-

gislador. Por último, la Carta de los Derechos Funda-

mentales de la Unión Europea incluye derechos socia-

les importantes. En este sentido, la Unión Europea

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(II)

Memorándum sindical a la Presidenciaespañola de la Unión Europea

Confederación Europea de Sindicatos (CES)Enero-junio de 2010

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5

debe reconocer y promover el papel de los

interlocutores sociales.

En la crisis económica actual, los partidos

de extrema derecha han ganado terreno.

Estos partidos tienen una actitud naciona-

lista, racista y xenófoba hacia los trabaja-

dores migrantes. En este contexto, la CES

se muestra preocupada por el impacto

producido por las recientes decisiones del

Tribunal de Justicia Europeo (TJE) hacien-

do que la libertad de circulación prime por

encima de los convenios colectivos y favo-

reciendo la competencia desleal y la des-

igualdad en los salarios.Para que los tra-

bajadores apoyen a la UE, es urgente que

se ratifiquen los objetivos sociales de las

normas del mercado interior. La CES es-

pera que la Presidencia española rectifi-

que el silencio que han mantenido hasta

ahora la Comisión y la Presidencia

anterior promoviendo la acción en

este sentido.

– En primer lugar, la CES apela a la

Presidencia a fin de que ésta ha-

ga todo cuanto esté a su alcance

a fin promover la adopción de un Proto-

colo de Progreso Social que oriente al

Tribunal de Justicia sobre la necesidad

de defender los derechos sociales fun-

damentales en el mercado único. Este

Protocolo deberá adjuntarse a los Trata-

dos, otorgándole la condición jurídica y

la autoridad necesarias para dar orien-

taciones claras sobre cómo interpretar

los artículos de dichos Tratados.

– En segundo lugar, la CES insta a la Presi-

dencia española a tomar las medidas ne-

cesarias con respecto a la revisión de la

Directiva sobre el desplazamiento de tra-

bajadores.

De no ser así, se intensificará la presión so-

bre los sindicatos para que se pronuncien

en contra del mercado único, lo que no ha-

rá más que añadir dificultades a la crisis

que se vive actualmente. Se está exten-

diendo la idea de que el laissez-faire es el

principio rector de muchas políticas de la

UE. En este sentido, la CES espera poder

encontrar suficiente apoyo en España, país

muy favorable a la Europa social, a fin de

subsanar esta impresión.

En el contexto de crisis financiera y eco-

nómica, resulta contraproducente la pre-

sión cada vez mayor para volver antes de

tiempo por la senda del saneamiento pre-

supuestario. En caso de que así se deci-

diera, los Estados miembros no podrán

beneficiarse de una posible recuperación

económica y ello perjudicaría, además, a

los servicios públicos. En momentos de

crisis, la política social y los servicios pú-

blicos de toda Europa deben preservarse

y reforzarse y no sufrir las consecuencias

negativas provocadas por una aplicación

rígida del Pacto de Estabilidad, ya que

ello obliga a realizar recortes prematu-

ros e importantes en el déficit presu-

puestario tan pronto como la actividad

económica muestra algunos signos de

recuperación.

Europa debe invertir, en los próximos tres

años, un 1% anual del PIB europeo a fin

de crear más y mejores empleos, promo-

ver la innovación, la investigación, el desa-

rrollo y el empleo en las industrias clave,

invertir en tecnologías nuevas, ecológicas

y sostenibles, mantener servicios públicos

de alta calidad y ofrecer a los trabajado-

res la cualificación que éstos necesitan pa-

ra trabajar en la economía de mañana,

basada en un bajo nivel de emisiones de

carbono, todo ello en un contexto de tec-

nología ecológica y de empleos con mejor

cualificación.

El empleo en la UE se ha reducido en

más de 4 millones de puestos de trabajo

desde que comenzó la crisis, aunque se

ha mitigado un poco su efecto gracias al

recurso al trabajo de corta duración y

otros regímenes de trabajo. Sin embar-

go, estas medidas a corto plazo, si bien

son importantes, no son en sí suficien-

tes para garantizar que se saldrá de la

crisis con éxito. Las políticas de empleo

deben centrarse en la preparación para

la transición hacia una economía basada

en un bajo nivel de emisiones de carbo-

no. En materia de pérdida de empleos,

los jóvenes se llevan la peor par-

te.Actualmente son casi 25 millo-

nes las personas que se han que-

dado desempleadas en la UE, y

este número tiende a seguir

aumentando.

2. IMPACTO DE LA CRISIS FINANCIERA,

ECONÓMICA Y SOCIAL

EL NUEVO PACTO SOCIAL Y LAS

CONSECUENCIAS ECONÓMICAS Y

SOCIALES DE LA CRISIS

Como ya se dijo antes, la Presidencia es-

pañola tendrá que gestionar la respuesta

que dará Europa a la crisis del empleo. La

Confederación Europea de Sindicatos abo-

ga por un proceso que conduzca hacia un

nuevo pacto social (New Deal) en Europa;

pacto social que generará mayor justicia

social y más y mejores empleos. Este ob-

jetivo debe ser parte integrante de los de-

bates sobre la Estrategia el ejercicio

2020 de la UE. La CES desea desempe-

ñar un papel activo en las discusiones,

La Presidencia española tendrá que

gestionar la respuesta que dará Euro-

pa a la crisis del empleo.

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definición y aplicación de las políticas que

repercuten en el ámbito social y del em-

pleo, y reclama:

Más y mejores empleos: invertir en un

plan de recuperación europea ampliado

para dar un nuevo impulso al crecimiento

y al empleo. La CES exige al Consejo Euro-

peo y a la Comisión la elaboración de un

plan de inversiones europeas por un total

anual del 1% del PIB para cada uno de los

tres años próximos a fin de crear

más y mejores empleos, promover

la innovación, la investigación y el

desarrollo, ayudar al empleo en las

industrias clave, invertir en tecnolo-

gías nuevas, ecológicas y sosteni-

bles y preservar los servicios públi-

cos fundamentales.

La solidaridad europea como protec-

ción contra los excesos del capitalismo

financiero: Es fundamental una regula-

ción efectiva de los mercados financie-

ros, una distribución equitativa de la ri-

queza y que no se vuelva al capitalismo

de casino o al business as usual que se

ha estado aplicando en los mercados fi-

nancieros en los últimos 20 años. La

CES exige un aumento significativo del

gasto social en la UE mediante una am-

pliación de las actividades de los fondos

estructurales, particularmente del Fondo

Social Europeo y del Fondo Europeo de

Adaptación a la Globalización. También

debe abordarse la competencia fiscal de-

rivada de los mercados desreglamenta-

dos, ya que esto representa una amena-

za para la Europa Social.

El fortalecimiento de los sistemas de bie-

nestar a fin de ofrecer más seguridad y

evitar la exclusión social: La CES exige

una agenda social europea sólida y cons-

tructiva a fin de que las personas puedan

preservar sus empleos y contar con ingre-

sos estables y para garantizar la protec-

ción de los trabajadores, así como una for-

mación adecuada. Recortar las ayudas no

es el camino a seguir.

Mejores salarios y una negociación co-

lectiva reforzada: La CES rechaza la con-

gelación de los salarios y los recortes en

el salario nominal. Se trata de un tema

de vital importancia, ya que la demanda

se viene abajo para proteger el poder ad-

quisitivo. La CES aspira, por tanto, a que

se fortalezcan las negociaciones colecti-

vas y que las instituciones encargadas de

la formación de salarios se comprome-

tan, junto con el Banco Central Europeo

(BCE) a obrar a favor de más y mejores

empleos. El BCE debe involucrarse en el

crecimiento y el pleno empleo, y no dedi-

carse únicamente a mantener la estabili-

dad de los precios. La CES exige un comi-

té consultivo de los interlocutores socia-

les para el BCE.

La regulación de los mercados financie-

ros deberá ser un punto prioritario en la

agenda de la Presidencia española. Hasta

ahora, los debates en el Consejo sobre la

Directiva relativa a los gestores de fondos

de inversión alternativos y la arquitectura

de supervisión financiera han demostrado

que todavía hay Estados miembros que no

han comprendido la necesidad de restau-

rar la confianza y la estabilidad sistémica

en los mercados financieros –hay que ce-

rrar el casino.

Sin embargo, la regulación financiera no

es suficiente para restablecer la justicia

social. Aquellos que son responsables de

la crisis por haber tenido comportamien-

tos irresponsables a nivel colectivo, de-

berán soportar una buena parte de la

carga que nuestras sociedades tendrán

que afrontar en el futuro. La CES exige la

aplicación del principio “quien contamina

paga” a los mercados financieros y solici-

ta a la Presidencia española que comien-

ce a trabajar en una ley modelo sobre el

Impuesto a las Transacciones Financie-

ras (ITF) a nivel de la UE y más allá

de sus fronteras, basándose en

las propuestas del WIFO (Instituto

Austriaco de Investigación Econó-

mica) y de Spahn. El impuesto

europeo a las transacciones finan-

cieras se aplicaría a todos los co-

merciantes y no a los países, e indepen-

dientemente de dónde estén ubicados los

centros financieros importantes. Al mis-

mo tiempo, se podrían generar ingresos

fiscales considerables que podrían ser

utilizados para apoyar la política social

que habrá de aplicarse a nivel europeo

como consecuencia de la crisis.

La CES considera que aún queda mucho

por hacer a nivel europeo para cerrar los

paraísos fiscales, evitar la evasión de im-

puestos y restaurar la justicia fiscal entre

capital y trabajo y ricos y pobres. La Presi-

dencia española contribuiría sustancial-

mente a la aplicación de una fiscalidad

transfronteriza eficiente avanzando en el

trabajo de preparación de una Directiva in-

tegral relativa a la Fiscalidad del Ahorro

con miras a eliminar las lagunas existen-

tes y prevenir de mejor manera la evasión

de impuestos, abarcando todos los acto-

res y formas de renta del capital, así co-

mo su esfera de acción más allá de las

fronteras europeas.

En el ámbito de la fiscalidad de las empre-

sas, la Presidencia debería:

6

Es fundamental una regulación efecti-

va de los mercados financieros, una

distribución equitativa de la riqueza.

Page 7: 01. REVISTA CLARIDAD N12

– impulsar una nueva propuesta por parte

de la Comisión Europea a fin de que se

establezca una Directiva relativa a una

base común consolidada para el impues-

to a las empresas (CCCTB);

– reforzar el actual Código de conducta

para la fiscalidad de las empresas,

– y establecer normas de contabilidad me-

joradas que capturarían todo el poten-

cial de la base imponible mediante la in-

troducción de un sistema de información

europeo para las empresas transfronte-

rizas, país por país.

3. PRINCIPALES ÁREAS DE

ACCIÓN PARA LA

PRESIDENCIA ESPAÑOLA

Prioridades de la Presidencia –

¿Es viable la dimensión social?

La CES lamenta que el fortalecimiento de

la dimensión social de Europa no se en-

contrara entre las principales prio-

ridades de la Presidencia saliente

de Suecia. No ha habido nuevas

iniciativas ni se han lanzado nue-

vas áreas de debate. En nuestra

opinión, la Unión Europea debería

enviar una señal clara de com-

prensión y acción con respecto a los pro-

blemas más acuciantes de los trabajado-

res europeos en estos momentos en que

el desempleo está creciendo.

4. EUROPA SOCIAL

A continuación, algunas de las propuestas

que la CES desearía que se retomasen y

desarrollasen durante la Presidencia es-

pañola de la UE.

MOVILIDAD

Protocolo de Progreso Social

Las sentencias del Tribunal de Justicia

Europeo (TJE) en los casos Laval, Viking,

Rüffert y Comisión/Luxemburgo constitu-

yen una amenaza para los trabajadores en

términos de competencia desleal en rela-

ción a los salarios y las condiciones labo-

rales y la desigualdad de trato entre los

trabajadores migrantes y locales. Asimis-

mo, el derecho a la acción colectiva se ha

visto muy limitado, al tiempo que las liber-

tades económicas permanecen intactas.

El supuesto equilibrio entre las libertades

económicas y los derechos sociales funda-

mentales introducido por las sentencias

del TJE suscita serias dudas sobre la com-

patibilidad entre las sentencias del TJE y

las leyes nacionales constitucionales y las

normas internacionales (OIT, Consejo de

Europa).

Con el propósito de remediar los efectos

nocivos de estas sentencias, la CES pide

que se anexe a los Tratados un Protocolo

de Progreso Social. Dicho Protocolo debe

poner en claro el hecho de que, conforme

a los Tratados europeos, el mercado inte-

rior no es un fin en sí, sino que su objetivo

es contribuir a mejorar las condiciones de

vida y de trabajo de los trabajadores y de

los ciudadanos y que el progreso social es

el principio rector que debería dirigir to-

das sus acciones y políticas. En conse-

cuencia, los derechos sociales fundamen-

tales nunca deben ser considerados como

jerárquicamente menos importantes que

las libertades económicas.

La CES ha presentado una propuesta de

Protocolo de Progreso Social1 e insta a la

Presidencia española a tomar las medidas

necesarias para facilitar la adopción del

Protocolo de Progreso Social sin más de-

mora. La próxima oportunidad para adop-

tar este Protocolo será con motivo del in-

greso de Croacia a la UE en 2010.

Desplazamiento de los trabajadores

Las sentencias del TJE antes mencionadas

plantean grandes interrogantes sobre có-

mo harán los Estados miembros y los sindi-

catos de toda Europa para establecer y de-

fender las normas laborales en esta era de

globalización. Es fundamental que los Esta-

dos miembros estén facultados para apli-

car la Directiva sobre desplazamiento de

trabajadores, no solo de acuerdo con sus

tradiciones nacionales, sino también cum-

pliendo sus objetivos iniciales, es decir, for-

talecer la protección de los trabaja-

dores en el mercado único y garanti-

zar un clima de competencia leal.

La CES insta a la Presidencia espa-

ñola de la UE a iniciar un amplio de-

bate sobre cómo restaurar los ob-

jetivos originales de la Directiva sobre des-

plazamiento de trabajadores. La CES

contribuirá activamente a este debate me-

diante la formulación de recomendaciones

concretas para la revisión de dicha Direc-

tiva. Para la CES no cabe ninguna duda de

que, aun cuando la directiva haya sido

aprobada por una amplia mayoría en el

Parlamento Europeo y el Consejo, las re-

cientes sentencias del TJE contradicen la

intención original del legislador europeo.

7

Los Estados miembros deben estar fa-

cultados para aplicar la Directiva so-

bre desplazamiento de trabajadores.

1. Este texto puede consultarse en la página: http://www.etuc.org/a/5175.

Page 8: 01. REVISTA CLARIDAD N12

Subcontratación

La CES insta a las instituciones de la UE a

tomar las medidas necesarias a fin de

aclarar los derechos y obligaciones de las

partes que intervienen en las cadenas de

subcontratación y evitar así que los traba-

jadores sean privados de su capacidad pa-

ra hacer valer sus derechos de manera

efectiva, particularmente en el cado de

contratos transfronterizos. La CES reitera

por tanto su llamamiento a la instauración

de un instrumento europeo que regule la

responsabilidad conjunta y solidaria de las

empresas y los intermediarios, al menos

en lo que se refiere al pago de impuestos,

las cotizaciones de la seguridad social y

los salarios, y solicita su apoyo en este

campo a la Presidencia española.

Salud y seguridad

Cerca de 160.000 trabajadores

mueren cada año en la Unión Euro-

pea por la falta de prevención ade-

cuada de los riesgos laborales. El

contexto de la crisis económica ac-

tual podría desempeñar un papel negativo,

ya que se le otorgaría menor importancia a

la buena calidad de las condiciones de tra-

bajo. Con la última ampliación de la UE, la

necesidad de armonizar las condiciones de

trabajo se ha convertido, sin duda alguna,

en uno de los mayores retos de la Unión

Europea en el ámbito de la política social.

La CES espera que la Presidencia españo-

la solicite a la Comisión poner rápidamen-

te en marcha iniciativas que se ocupen de

la situación actual, consecuencia de la

precariedad cada vez mayor del mercado

de trabajo, y presentar las propuestas le-

gislativas necesarias tras la segunda fase

de consulta de los interlocutores sociales

sobre los trastornos musculoesqueléticos

(TME) y la exposición a sustancias cancerí-

genas, mutágenas y tóxicas para la repro-

ducción. Esos dos temas ya fueron consi-

derados como posibles iniciativas legislati-

vas en la estrategia de la UE para la salud

y la seguridad para el periodo 2002-

2006. Se ha progresado muy poco. Te-

niendo en cuenta su gran impacto en la

salud de los trabajadores, los TME consti-

tuyen el principal motivo de las quejas que

presentan los trabajadores europeos. A

fin de favorecer la aplicación del sistema

REACH, es urgente contar con una inicia-

tiva legislativa que permita ampliar el ám-

bito de aplicación de la actual Directiva so-

bre agentes cancerígenos y alargar la lista

de valores límite de exposición profesional

obligatorios. La Presidencia española tam-

bién podría desempeñar un papel positivo

apoyando a la Comisión en su trabajo de

preparación de la revisión de la Directiva

sobre los campos electromagnéticos en el

lugar de trabajo, basada en el principio de

prevención establecido en la Directiva

Marco y que cubre todas las categorías

de trabajadores expuestos a tales riesgos.

La CES desea igualmente captar la aten-

ción de la Presidencia en lo que concierne

a la necesidad de garantizar que el progra-

ma de acción instaurado con la finalidad

de reducir las cargas administrativas en la

Unión Europea no acarree una disminu-

ción de las obligaciones de los empleado-

res en lo que respecta a la evaluación de

los riesgos y la aplicación de los principios

de información, consulta y participación

de los trabajadores. La CES considera

que, eximir a las pequeñas empresas de la

obligación de disponer de una evaluación

de riesgos documentada, pondría en peli-

gro la igualdad de protección de la vida y

salud de los trabajadores en la Unión Euro-

pea y no sería coherente con el derecho

social fundamental de poder gozar de con-

diciones de trabajo justas y equitativas, es-

tablecido en el artículo 31 de la Carta de

Derechos Fundamentales.

Inclusión activa

Tras la presentación realizada hace un

año por la Comisión Europea de su Agen-

da Social Renovada y la posterior reco-

mendación sobre la inclusión activa, la

CES reitera su llamamiento para que se

apliquen políticas ambiciosas en este ám-

bito en el seno de la Unión Europea. Su

aplicación activa es tanto más importante

cuanto que la crisis que hemos estado en-

frentando durante los últimos 10

meses e incluso antes ha dado lu-

gar a nuevas formas de exclusión y

ha expuesto a un gran número de

trabajadores a los riesgos de caer

en la pobreza.

Por consiguiente, la CES desea que la Pre-

sidencia española se comprometa plena-

mente en este ámbito, sitúe a las perso-

nas y las cuestiones sociales en el centro

de todas las medidas destinadas a luchar

contra la crisis y dé prioridad a los siste-

mas de seguridad social pública que sean

sólidos y se basen en la solidaridad, en

concordancia con la Declaración de París

adoptada por la CES a finales de mayo.

La CES desea, así mismo, que la Presiden-

cia española confirme y ponga en práctica

las recomendaciones aprobadas por el

Parlamento Europeo el pasado mes de

abril en su informe sobre la inclusión acti-

va de las personas que han abandonado el

mercado laboral y se centre igualmente en

el Año Europeo contra la Pobreza (2010).

8

Cerca de 160.000 trabajadores mue-

ren cada año en la Unión Europea por

la falta de prevención adecuada de los

riesgos laborales.

Page 9: 01. REVISTA CLARIDAD N12

Negociaciones colectivas transnacionales

Las negociaciones colectivas transnacio-

nales se han desarrollado considerable-

mente en los últimos años, debido a una

mayor movilidad de los grupos multinacio-

nales gracias a la nueva dimensión del co-

mercio mundial.

La crisis económica actual acelera-

rá aún más esta movilidad, tal como

lo demuestra la nueva ola de fusio-

nes, reestructuraciones y deslocali-

zaciones en prácticamente todas

las áreas de la industria europea: el sec-

tor del automóvil en particular, la industria

metalúrgica en general, aunque también

el sector bancario, la industria de la cons-

trucción y el sector textil.

Los problemas que se plantean en la agen-

da de negociaciones se refieren a las difi-

cultades para realizar un correcto segui-

miento a nivel nacional, debido a que los

acuerdos en cuestión carecen de un esta-

tuto jurídico a nivel europeo. Además, no

hay claridad en lo que respecta a los pro-

cedimientos necesarios para poner en

marcha el proceso de negociación a este

nivel ni en cuanto a la identidad y repre-

sentatividad de los actores para obtener

un mandato y firmar un acuerdo transna-

cional. Y lo mismo puede decirse de sus

correspondientes procedimientos de ape-

lación.

La Comisión incluyó este tema en su Agen-

da Social del 2005 con la intención de do-

tar tales acuerdos de un estatuto jurídico

opcional, en caso de que fuere solicitado

por los interlocutores sociales. No obstan-

te, después de presentar una Comunica-

ción como base para la apertura de un

procedimiento de consulta con los interlo-

cutores sociales, la Comisión ha recorta-

do algunos de sus principales objetivos, si

bien menos ambiciosos, como el de esta-

blecer un Grupo de Expertos que incluya

representantes de los interlocutores so-

ciales para un mandato de dos años con

el fin de organizar un sistema de vigilan-

cia, establecer un método de análisis del

desarrollo de las negociaciones colectivas

transnacionales y celebrar seminarios dos

veces al año.

La CES considera esta iniciativa útil, pero

piensa al mismo tiempo que es insuficien-

te, teniendo en cuenta el valor estratégico

de este asunto y los cambios que se están

produciendo en este ámbito.

La CES está convencida de que es necesa-

ria una iniciativa política sólida que dé un

nuevo impulso en este sentido.

PROPUESTAS LEGISLATIVAS NUEVAS

Y PENDIENTES

Directiva sobre la ordenación del tiempo

de trabajo

Tras el reciente fracaso de la conciliación

entre el Parlamento Europeo y el Consejo,

la revisión de la Directiva sobre ordena-

ción del tiempo de trabajo volvió a la fase

en que se encontraba en el año 2003. La

pelota fue a parar nuevamente al tejado

de la Comisión. Desde el punto de vista de

la CES, la Comisión debería, tras 9 años

aplazando la correcta asunción de sus

responsabilidades, tomar medidas para

aplicar y hacer cumplir la Directiva actual,

de acuerdo a la interpretación del TJE. El

Tribunal de Justicia, en una serie de casos

de jurisprudencia coherentes que se han

ido produciendo desde el año 2000, ha

confirmado en numerosas oportunidades

que el servicio de guardia en el lugar de

trabajo debe ser considerado como “tiem-

po de trabajo”: esta estipulación debe apli-

carse por todos los medios disponibles.

En opinión de la CES, no existe razón algu-

na para apresurarse en la revisión de una

nueva propuesta. Sea como sea, cualquier

nueva propuesta debería, como mínimo,

garantizar la abolición de la cláusu-

la de renuncia individual y el desa-

rrollo de soluciones equilibradas pa-

ra tratar el tema del servicio de

guardia en el lugar de trabajo, res-

petando las decisiones del TJE. Por otra

parte, debería impedirse la anualización

de la jornada laboral sin las debidas medi-

das de protección en cuanto a la salud y a

la seguridad de los trabajadores y a su de-

recho a la información y a la consulta. Del

mismo modo, es de suma importancia

que la Directiva sobre ordenación del tiem-

po de trabajo también sea capaz de hacer

frente a los retos del siglo XXI, incluyendo

el incremento de la participación de las

mujeres en el mercado laboral y el enveje-

cimiento de la población, así como la ne-

cesidad de adaptar la organización del

tiempo de trabajo a las necesidades de los

trabajadores con responsabilidades fami-

liares y de los trabajadores de edad avan-

zada.

La Directiva sobre ordenación del tiempo

de trabajo constituye un pilar importante

de la Europa social y un instrumento fun-

damental, en el siglo XXI, para proteger a

los trabajadores de los riesgos que repre-

sentan para su salud y su seguridad las

irregulares y largas jornadas de trabajo.

Esta Directiva no debería convertirse en

un instrumento del régimen para la com-

petencia entre los Estados miembros. És-

ta debería más bien garantizar unas nor-

mas mínimas que ofrezcan igualdad de

condiciones en toda la UE. La Presidencia

9

Las negociaciones colectivas transna-

cionales se han desarrollado conside-

rablemente en los últimos años.

Page 10: 01. REVISTA CLARIDAD N12

española deberá desempeñar un papel im-

portante a fin de garantizar que no se pon-

ga sobre la mesa ninguna solución simplis-

ta, desequilibrada o parcial.

Directiva sobre la portabilidad de los

derechos de pensión profesional

Durante las dos últimas presidencias de

la UE, no se tomó ninguna iniciativa en es-

ta área. Sin embargo, los problemas per-

sisten. Si queremos una movilidad efecti-

va de los trabajadores dentro de la Unión

Europea, es preciso encontrar soluciones

rápidas.

Según la CES, tales soluciones deberían

abordar al menos tres puntos: (i) restrin-

gir las disposiciones que regulan los perio-

dos mínimos para la adquisición de dere-

chos (es decir, un periodo máximo

de 2 años), (ii) y la edad de inclusión

en estos regímenes (menos de 21

años), (iii) y facilitar la participación

de los interlocutores sociales en el

seguimiento de los planes de pen-

siones profesionales (independientemente

de la entidad que los gestione).

Conciliación del trabajo, la vida privada

y la vida familiar

El tema de la conciliación del trabajo, la vi-

da privada y la familiar es de gran impor-

tancia en el contexto de los retos demo-

gráficos y económicos que afronta la UE.

Instamos a la Presidencia española a des-

empeñar un papel activo, en consonancia

con su amplia experiencia y con los logros

obtenidos en este campo, con el propósi-

to de brindar apoyo a aquellas medidas y

políticas sólidas que mejoren las condicio-

nes de conciliación entre la vida profesio-

nal y privada de mujeres y hombres. Los

interlocutores sociales han concluido sus

negociaciones sobre la revisión del acuerdo

sobre permiso parental a fin de fortalecer

sus disposiciones. Este acuerdo debe ser

transpuesto en Directiva de la UE revisado

y aplicado posteriormente en los Estados

miembros. La CES espera que la Presiden-

cia española desempeñe un papel activo y

de apoyo en este proceso.

En el marco de su paquete sobre concilia-

ción presentado en octubre del 2008, la

Comisión ha propuesto revisar la Directiva

sobre trabajadoras embarazadas con el

propósito de mejorar sus disposiciones en

lo que respecta a la duración y remunera-

ción del permiso de maternidad. La revi-

sión se encuentra actualmente bloquea-

da en el Parlamento Europeo, y varias

propuestas de la Comisión plantean gran-

des problemas en el Consejo. La Presiden-

cia española debería apoyar el proceso

legislativo y, en caso de que sea necesa-

rio, ayudar a encontrar soluciones adecua-

das, teniendo en cuenta la necesidad de

una aplicación efectiva del derecho social

fundamental de conseguir una conciliación

de la vida familiar y profesional, estableci-

do en el artículo 32, párrafo 2 de la Carta

Europea de los Derechos Fundamentales.

En otras áreas de las políticas de concilia-

ción, como la disponibilidad de servicios

de guardería y cuidado de personas mayo-

res, la Comisión y los interlocutores socia-

les coinciden en que es necesario reforzar

las acciones a nivel comunitario y nacio-

nal, y que estas acciones deberían recibir

el apoyo del Consejo. La inversión en in-

fraestructuras de atención es especial-

mente importante en este periodo de crisis

económica, a fin de preservar el empleo

de las mujeres en los servicios públicos y

privados, así como para seguir ayudando

a los padres que trabajan a combinar el

trabajo con el cuidado de los hijos.

La no discriminación fuera del lugar

de trabajo

Actualmente, las instituciones de la UE es-

tán discutiendo el proyecto de Directiva

para prevenir y combatir la discriminación

fuera del lugar de trabajo, que abarca la

discriminación por motivos de edad, orien-

tación sexual y religión. La CES apoya esta

iniciativa, ya que la misma evitará que exis-

tan diferencias en las normas que rigen

los diversos motivos de discriminación, lo

que podría generar incoherencias a nivel

jurídico y práctico o podría resultar proble-

mático en situaciones de discriminaciones

múltiples. Una Directiva amplia, que cubra

todos los motivos mencionados en

el artículo 19 del Tratado de Fun-

cionamiento de la Unión Europea

significaría un mensaje rotundo pa-

ra los Estados miembros de la UE y

sus ciudadanos, según el cual no

podemos construir una sociedad moderna

y cohesionada si ésta se basa en la discri-

minación. Con el envejecimiento de la po-

blación, la diversidad cada vez mayor de

nuestras sociedades en lo que respecta al

origen étnico y la religión, así como la into-

lerancia cada vez mayor con respecto a

determinadas personas por razones de

orientación sexual diferente, el objetivo

prioritario debería ser la implantación de

un marco legal firme y coherente, que pro-

teja a los ciudadanos de la discriminación,

sea cual sea el lugar en el que éstos se

encuentren dentro de la UE. La CES está

en profundo desacuerdo con aquellos que

afirman, concretamente los empleadores,

que esta Directiva es un “lujo” que las em-

presas no pueden permitirse debido a la cri-

sis económica. La igualdad y la diversidad

no representan únicamente un costo o

10

El tema de la conciliación del trabajo,

la vida privada y la familiar es de gran

importancia.

Page 11: 01. REVISTA CLARIDAD N12

carga administrativa, sino también un re-

curso potencial para ayudar a las empre-

sas a ser o seguir siendo más competitivas

y sostenibles. La Presidencia española de-

bería desplegar esfuerzos para conseguir

el apoyo de los Estados miembros a esta

iniciativa.

Migración

La CES está a favor de una política global

europea sobre migración, integración y

desarrollo, que proporcione las vías lega-

les para la inmigración y que, al mismo

tiempo, aplique rigurosamente y exija el

cumplimiento de las normas laborales, ga-

rantizando la igualdad de trato para los

trabajadores locales.

El programa de Estocolmo y su plan de ac-

ción, que se aprobará durante la Presiden-

cia española, fijará las prioridades de las po-

líticas de inmigración en los próximos cinco

años. El nuevo marco institucional estableci-

do por el Tratado de Lisboa puede propor-

cionar las herramientas necesarias para de-

sarrollar una política de inmigración justa y

ambiciosa. La CES insta a la Presi-

dencia española a promover una polí-

tica europea de inmigración ambicio-

sa y coherente. En particular:

– el código de inmigración propues-

to debería ofrecer la oportunidad

de volver a evaluar los logros actuales

con miras a reforzarlos y completarlos.

La CES está plenamente a favor de un

nivel uniforme de los derechos de todos

los grupos de migrantes. Una simple co-

dificación de los instrumentos existentes

no sería satisfactoria, ya que reforzaría

el actual enfoque dual de la política de

migraciones;

– la CES lamentaría profundamente que la

aplicación del programa de Estocolmo

se centrara en las medidas represivas

frente a la inmigración ilegal y descuida-

ra el desarrollo de políticas de migración

preventivas que ofrezcan vías legales pa-

ra la migración y la promoción de políti-

cas de integración apropiadas.

En materia de migración económica, la

CES hace hincapié en las siguientes priori-

dades:

• El proyecto de Directiva “Derechos” de-

bería ser adoptado urgentemente.

• Alentar a los Estados miembros a que

apliquen medidas de protección y asis-

tencia a los nacionales de terceros paí-

ses en el territorio donde han sido con-

tratados y a que eviten los intentos uni-

laterales de enviar a sus países a todos

aquellos que han perdido sus puestos

de trabajo. El aumento de los niveles de

desempleo no solo reducirá las posibili-

dades de inmigración legal, sino que

también provocará un aumento del de-

sempleo de nacionales de terceros

países, que podrían en consecuencia

perder los permisos de trabajo y de re-

sidencia asociados a tales puestos de

trabajo. A menudo, los inmigrantes no

tienen derecho a una protección social

adecuada y en las mismas condiciones

que los trabajadores locales, razón por

la cual es preciso no subestimar el im-

pacto de la crisis en los trabajadores

inmigrantes. Existe un riesgo real de

que se genere un mayor número de in-

migrantes ilegales y un aumento de la

pobreza entre ellos, socavando así la

cohesión social en aquellas regiones que

tienen una tasa de desempleo elevada y

un alto porcentaje de inmigrantes.

• En lo que respecta a la Comisión Euro-

pea, ésta ha anunciado tres nuevas

propuestas de Directiva, a saber, la ad-

misión temporal de trabajadores tem-

poreros, de los trabajadores traslada-

dos dentro de su misma empresa y de

los trabajadores en prácticas remune-

rados. La CES solicita a la Presidencia

española tener en cuenta las siguientes

inquietudes de los sindicatos:

– estas nuevas propuestas jurídicas no

deberían desviar la atención de la

adopción de la Directiva “Derechos”;

– al no haber una política más amplia

sobre la migración legal, estas Direc-

tivas pueden tener un efecto negativo

en los mercados de trabajo y afectar

la gestión equitativa de la movilidad la-

boral. Por lo tanto, la CES solicita a la

Presidencia española que establezca

un mecanismo de consulta y de parti-

cipación de los interlocutores socia-

les a la hora de desarrollar estas

propuestas;

– teniendo en cuenta la enorme pre-

ocupación de los sindicatos en lo

que respecta a la Directiva sobre

los trabajadores temporeros, que

permitiría que los nacionales de

terceros países venir a trabajar en

la UE por periodos de hasta 9 me-

ses al año (!), la CES insta a la Pre-

sidencia española a que verifique

cuidadosamente si dicha Directiva

debe ser desarrollada y de qué ma-

nera;

– en cuanto a los trabajadores trasla-

dados dentro de su misma empresa

11

La CES está a favor de una política glo-

bal europea sobre migración que pro-

porcione las vías legales para la inmi-

gración.

Page 12: 01. REVISTA CLARIDAD N12

y a trabajadores en prácticas remu-

nerados, y teniendo en cuenta los

problemas que ya existen en lo que

respecta a la aplicación de la Directi-

va sobre el desplazamiento de los tra-

bajadores en el contexto del mercado

interior, la CES invita a la Presidencia

española de la UE a que realice una

evaluación crítica del alcance de una

Directiva de este tipo, y solicita que

las condiciones de empleo de los tra-

bajadores trasladados se rijan por las

leyes y por los convenios colectivos

del país de acogida.

5. CAMBIO CLIMÁTICO Y ENERGÍA

Política de la Unión Europea en materia

de cambio climático

La CES resalta una vez más su apoyo a

una política climática europea ambi-

ciosa desde el punto de vista am-

biental y socialmente sostenible que

contribuya a disminuir hasta un

30% las emisiones para el año

2020. El Paquete “Cambio Climáti-

co” de la UE representa un avance signifi-

cativo. Sin embargo, serán necesarias

nuevas medidas sociales y medidas rela-

cionadas con el empleo para lograr el ple-

no empleo y beneficios sociales positivos.

La CES hace un llamamiento a la Presiden-

cia española de la UE a fin de que conside-

re la posibilidad de acoplar el Paquete

“Cambio Climático” a un “paquete de tran-

sición hacia un empleo equitativo”, que po-

dría incluir:

• Un Libro Blanco sobre el cambio climá-

tico, las capacidades y el empleo, in-

cluyendo propuestas prácticas que

permitan promover una acción coordi-

nada por parte de los Estados miem-

bros y sirvan para apoyar la capacita-

ción en nuevas técnicas en sectores

tales como el rendimiento energético y

las energías renovables.

• La creación de un “fondo europeo de

ajuste a una economía baja en emisio-

nes de carbono”, con el fin de pasar a

una economía respetuosa con el medio

ambiente que apoye los ajustes necesa-

rios para aquellos trabajadores que se

vean afectados por medidas relaciona-

das con el cambio climático. Este fondo

sería parcialmente financiado por los in-

gresos obtenidos a partir de las subas-

tas de licencias.

• Una evaluación integral, sector por sec-

tor, del impacto del Paquete “Cambio

Climático” en los precios de la energía y

en el empleo, prestando particular

atención a las categorías de trabajado-

res y hogares más vulnerables.

• La creación de un instrumento perma-

nente que sepa anticiparse a la transi-

ción socioeconómica, que coordine los

instrumentos existentes, tales como los

consejos sectoriales, y que refuerce el

diálogo entre los interlocutores sociales

y las autoridades públicas.

• El desarrollo de medios de negociación,

principalmente a nivel territorial, a fin

de diseñar nuevas políticas industriales

que contribuyan a una economía con un

bajo nivel de emisiones de carbono.

Conferencia de Copenhague

La CES exhorta a las Presidencias españo-

la y belga de la UE a trabajar intensamente

para lograr en Copenhague un acuerdo

justo, ambicioso e integrador, que allane

el camino para que las emisiones globales

sean reducidas en un 85% de aquí al

2050 (con respecto a los niveles de

1990). Los países desarrollados deberían

dar el ejemplo en materia de disminución

de las emisiones y fijarse objetivos firmes

para el año 2020 de al menos un 25% a

40% por debajo de los niveles de 1990,

de conformidad con las recomendaciones

hechas por el GIEC (Grupo Interguberna-

mental de Expertos sobre el Cambio Cli-

mático de la ONU). Los países emergen-

tes que se estén desarrollando más rápi-

damente deberían comprometerse a

controlar sus emisiones. Así mismo, los

países industrializados deben comprome-

terse a proveer fondos, tecnologías lim-

pias y formación para ayudar a los países

en desarrollo a cumplir sus nuevos com-

promisos. El nuevo acuerdo mundial debe-

ría reconocer explícitamente y de-

sarrollar medidas de “transición ha-

cia un empleo equitativo” –reciclaje

profesional, indemnización, presta-

ciones de desempleo, protección

social y derechos laborales–, ya que

éstas son esenciales para alcanzar los ob-

jetivos acordados. Es necesario reorientar

la fiscalidad y situarla dentro de un régi-

men de distribución equitativa a fin de ga-

rantizar un desarrollo sostenible y finan-

ciar estrategias de adaptación y de ate-

nuación.

Adaptación al cambio climático

Europa necesita una estrategia para adap-

tarse a los inevitables efectos del cambio

climático. La Presidencia española debe-

ría instar a la Comisión Europea a que ela-

bore propuestas firmes para facilitar tal

adaptación, incorporándolas en todas las

políticas y programas europeos, incluso

en el paquete de recuperación económica.

Necesitamos Planes Sociales a nivel sec-

12

Diseñar nuevas políticas industriales

que contribuyan a una economía con

un bajo nivel de emisiones de carbono.

Page 13: 01. REVISTA CLARIDAD N12

torial a fin de tratar adecuadamente los

inevitables trastornos que sufrirán mu-

chos trabajadores, planes en los que los

interlocutores sociales estén plenamente

informados.

Política energética europea

Se ha avanzado muy poco en la Política

Energética Europea. La CES insiste en que

la energía no debe dejarse abandonada al

vaivén de las fuerzas del mercado. Se ne-

cesita una verdadera política euro-

pea de energía a nivel industrial que

fomente la inversión en infraestruc-

turas de distribución inteligentes,

garantice empleos de alta calidad,

proteja a los consumidores vulnerables de

la pobreza energética y garantice la parti-

cipación democrática de las partes intere-

sadas en las instituciones reguladoras na-

cionales y en la Agencia de Cooperación

de los Reguladores de la Energía (ACRE).

6. LA DIMENSIÓN SOCIAL DEL

MERCADO INTERIOR

Estrategia del mercado interior

La última comunicación de la Comisión so-

bre el mercado único para la Europa del

siglo XXI prometió una vez más tomar en

serio su dimensión social, anunciando una

estrategia para los Servicios de Interés

General. La estrategia que dio a conocer

en relación a los servicios de interés gene-

ral, por ejemplo, no fue satisfactoria, ya

que se prefirió adoptar un enfoque secto-

rial, que puede acarrear graves proble-

mas, especialmente en lo se trata de

igualdad de acceso a los servicios funda-

mentales para la cohesión social, como la

salud o los servicios sociales. Ya es hora

de volver a un enfoque equilibrado.

Cuando la CES aceptó el mercado interior

como un proyecto fundamental para la UE,

la Comisión prometió y ofreció una dimen-

sión social sólida, es decir, una agenda de

política social ambiciosa, una serie de ini-

ciativas legislativas en materia de salud y

seguridad en el trabajo y la igualdad de gé-

nero, así como la promoción del diálogo so-

cial. La estrategia del mercado interior no

se refería únicamente a la competencia,

ya que ésta consistía más bien en un plan-

teamiento equilibrado. La agenda social

era considerada como parte integrante

del mercado interior, no como un factor

marginal y externo.

A finales de los años 90 la Comisión cam-

bió su estrategia y se focalizó únicamente

en los esfuerzos para ultimar el mercado

interior promoviendo la liberalización y la

privatización. La dimensión social revistió

poca o ninguna importancia no haciéndo-

se ninguna autocrítica en relación a la libe-

ralización y las privatizaciones.

La CES espera que el nuevo Parlamento

Europeo, la nueva Comisión y la próxima

Presidencia española impulsen acciones.

El mercado interior no puede limitarse a

aportar beneficios a las empresas única-

mente sino que también debe estar al ser-

vicio de los trabajadores. La CES espera

que las instituciones europeas se muevan

en la dirección correcta con una mayor

claridad y seguridad jurídicas en materia

de servicios públicos. Tomando como lec-

ción la batalla generada con respecto a la

Directiva de servicios, la CES insiste en que

se incluya la cláusula Monti (Reglamento de

la CE 2679/98)2 en toda la legislación del

Mercado Único. Esto garantizaría que la ne-

gociación colectiva y el derecho a huelga,

tal como se establece en la legislación na-

cional, no se viese impedida por la aplica-

ción de las cuatro libertades fundamentales

del mercado único. La cláusula Monti, que

ya ha sido incluida en la legislación relativa

a ciertos sectores, es un instrumento efi-

caz para garantizar un equilibrio en-

tre la formalización del mercado in-

terior y el mantenimiento de un alto

nivel de bienestar social.

La CES espera que el próximo “paquete

Altmark” sobre las ayudas estatales y las

iniciativas en relación a las sociedades pú-

blico-privadas institucionalizadas, las con-

cesiones y los contratos públicos tendrá

en cuenta las normas del nuevo tratado.

El Presidente Barroso solicitó al antiguo co-

misario Mario Monti en octubre del 2009 la

elaboración de un informe sobre la manera

en que la UE debería reactivar su mercado

único y un esbozo de medidas destinadas a

completar el mercado único actualmente

desequilibrado. Se espera que el informe

sea entregado antes de finales de abril del

2010. Los olvidados temas relativos a la di-

mensión social y los servicios públicos debe-

rán formar parte de la propuesta.

Salud y servicios sociales

Servicios sociales

El tema de la seguridad jurídica de los

servicios sociales sigue abierto. La CES

considera que es importante que se ga-

13

La energía no debe dejarse abandonada

al vaivén de las fuerzas del mercado.

2. “Esta Directiva no debe interpretarse en el sentido de que afecta en modo alguno el ejercicio de los derechos fundamentales reconocidos en los Estados miem-bros y/o en la Carta Europea de Derechos Fundamentales, incluido el derecho de huelga. Estos derechos podrán incluir asimismo el derecho o libertad de em-prender otras acciones contempladas por los sistemas específicos de relaciones laborales en los Estados miembros.”

Page 14: 01. REVISTA CLARIDAD N12

rantice la seguridad, especialmente en las

particulares circunstancias que se viven

actualmente, en las que los proveedores

de estos servicios tienen un nivel de de-

manda sumamente elevado. En realidad,

estos servicios están destinados funda-

mentalmente a las personas y tienen una

dimensión social claramente definida. Por

una parte, allanan el camino para la apli-

cación de los derechos sociales consagra-

dos en la Carta de los Derechos Sociales

Fundamentales; por otra, permiten, den-

tro de la Unión Europea, responder de ma-

nera muy concreta a estas personas, par-

ticularmente vulnerables desde el punto

de vista social en los momentos actuales.

Esta es la razón por la cual resulta incon-

cebible que dichos servicios tengan que

regirse por la ley del mercado y de la com-

petencia. Los límites de su aplicación de-

ben estar claramente definidos a ni-

vel europeo, y la Presidencia espa-

ñola debería tomar las riendas en

este asunto.

Asistencia sanitaria

En lo que concierne a la salud, la CES

ha tomado debida nota de la pro-

puesta de Directiva sobre asistencia sanita-

ria transfronteriza, de fecha de 2 de julio de

2008, y de las mejoras incorporadas a la

misma cuando el Parlamento la aprobó en

primera lectura el pasado mes de abril. La

pelota está ahora en el campo del Consejo.

Por consiguiente, la CES espera ante to-

do que la Presidencia española confirme

los avances realizados en el debate del

Parlamento, particularmente en lo que se

refiere a:

• la confirmación de las competencias de

los Estados miembros en materia de or-

ganización de su sistema de asistencia

sanitaria y de definición y estableci-

miento de las condiciones de acceso

al mismo;

• la limitación de la movilidad transfronte-

riza de estos pacientes;

• el mantenimiento de la igualdad de tra-

to entre pacientes nacionales y pacien-

tes inmigrantes.

Estas mejoras pueden consolidar y prote-

ger realmente los sistemas nacionales de

asistencia sanitaria, al tiempo que permi-

ten que los pacientes hagan uso de su de-

recho a circular libremente y disfruten de

un sistema óptimo de asistencia sanitaria.

No obstante, la CES tiene la intención

de obtener otras dos mejoras importan-

tes: (i) la primera se refiere al tema de

la autorización previa. La CES está conven-

cida de que ésta debe seguir siendo la nor-

ma, cuando sea necesario, ya que repre-

senta un instrumento legítimo para regu-

lar el acceso a los sistemas nacionales de

asistencia sanitaria, al tiempo que mantie-

nen su equilibrio financiero. En otras pala-

bras, la CES solicita una revisión de la re-

dacción del Artículo 8, párrafo 3 del pro-

yecto de Directiva; (ii) la segunda mejora

propuesta por la CES se refiere a la base

jurídica de la Directiva, que en nuestra opi-

nión debería completarse con una referen-

cia al Artículo 168 del Tratado de Funcio-

namiento de la Unión Europea, ya que,

sin lugar a dudas, reforzaría la dimensión

social subyacente en los sistemas de

asistencia sanitaria y no los limitaría úni-

camente a las consideraciones del merca-

do interior.

Derecho de sociedades: la Sociedad

Privada Europea (SPE)

Si bien es cierto que la CES apoya las ini-

ciativas que mejoren las condiciones de

mercado para las empresas y acoge con

satisfacción las propuestas destinadas a

mejorar el funcionamiento del mercado de

las PYME, ésta insiste en que la flexibili-

dad de las PYME no debe ser reforzada en

detrimento de los derechos de los trabaja-

dores a participar en las reuniones de las

juntas directivas de sus empresas. La CES

ha venido reclamando, por tanto, la intro-

ducción de modificaciones fundamentales

en la propuesta de Estatuto para la Socie-

dad Privada Europea. En particular,

es fundamental que dichos estatu-

tos estén acompañados de normas

que rijan las reglas mínimas en tér-

minos de participación de los traba-

jadores. También es sumamente

importante que la SPE no ejerza

presión sobre las formas jurídicas

nacionales –y los derechos de parti-

cipación inherentes–. Una dimensión

transfronteriza y los requisitos mínimos de

capital son, por consiguiente, requisitos

esenciales previos para el establecimiento

de una SPE.

La CES apoya la posición que el Parlamen-

to Europeo adoptó por abrumadora mayo-

ría el 10 de marzo de 2009 y exhorta a la

Presidencia española a considerar esta

posición como base para nuevas delibera-

ciones en el Consejo. La CES ha expresa-

do su firme oposición a la propuesta de

compromiso de la Presidencia sueca, que

fue objeto de discusiones en el Consejo de

Competitividad del 4 de diciembre. Este

texto constituiría, de hecho, un retroceso

14

La confirmación de las competencias

de los Estados miembros en materia

de organización de su sistema de asis-

tencia sanitaria y de las condiciones de

acceso al mismo.

Page 15: 01. REVISTA CLARIDAD N12

inaceptable en materia de derechos de

los trabajadores, tanto a nivel europeo co-

mo a nivel nacional. La CES aconseja a la

Presidencia española que no se precipite

en la adopción de un compromiso inmadu-

ro y reitera su llamamiento a fin de que se

replantee a fondo la propuesta de Estatu-

to de la SPE.

Traslado transfronterizo de la sede

social de una empresa

Las discusiones en torno al Estatuto de

SPE que ha sido propuesto han puesto cla-

ramente de manifiesto la necesidad de ga-

rantizar que las empresas no abusen de

las oportunidades que ofrece el mercado

interno para evadir las obligaciones lega-

les, que tendrían que haberse cumplido

según la legislación nacional. Es por ello

que la CES reitera su llamamiento para la

adopción urgente de una Directiva 14 so-

bre Derecho de Sociedades relativa a los

traslados transfronterizos de las sedes so-

ciales de las empresas, cuyo objetivo sería

impedir el establecimiento de sociedades

“fantasma”. Una iniciativa de este tipo es

una condición previa indispensable para

cualquier desarrollo ulterior del derecho

de sociedades europeo, en particular, pa-

ra la aprobación del Estatuto de la SPE.

7. AMPLIACIÓN

La CES apoya las actuales negocia-

ciones para la ampliación de la UE

como una oportunidad única para di-

fundir nuestros valores. Sin embar-

go, esto no debe servir para soca-

var nuestro modelo social. A este

respecto, exigimos el pleno cumplimiento

de las leyes y prácticas comunitarias, parti-

cularmente en el ámbito del diálogo social.

Los países candidatos deben cumplir los

criterios de adhesión relacionados con la

democracia, los derechos humanos y el

respeto y la protección de las minorías. La

CES espera ser consultada cuando se abor-

de el capítulo social en las negociaciones.

Con respecto a Turquía, nos gustaría su-

brayar que la evaluación realizada por la

Comisión ha señalado la necesidad de que

cesen las graves violaciones de los dere-

chos sindicales en Turquía si este país de-

sea formar parte de la UE.

8. COMERCIO Y RELACIONES

EXTERIORES

La CES considera que las políticas comer-

ciales y de relaciones exteriores de la UE

deberían contribuir en todo el mundo a un

crecimiento sostenible, al desarrollo de la

cooperación social y del trabajo decente,

a la promoción de valores tales como los

establecidos en la Carta de Derechos Fun-

damentales de la UE y al respeto universal

de los convenios internacionales, especial-

mente los adoptados por la OIT. La Presi-

dencia de la UE debe reaccionar con rapi-

dez y firmeza en nuestro nombre contra

cualquier violación de los derechos huma-

nos y sindicales, sea cual sea el lugar en

el que éstos ocurran.

La entrada en vigor del Tratado de Lisboa

tiene importantes implicaciones para la

política exterior de la UE. La creación del

cargo de Alto Representante para Asun-

tos Exteriores –con una amplia represen-

tación diplomática en el extranjero a tra-

vés del Servicio Europeo de Acción Exte-

rior (SEAE)– ofrece oportunidades para

avanzar en los objetivos de la CES. En los

debates que tendrán lugar en relación al

papel que desempeñará el Alto Represen-

tante y el SEAE, así como su relación con

la Comisión y el Consejo, la CES destaca-

ría que estas innovaciones deberían estar

al servicio de la UE en su conjunto y no ser

un simple reflejo de enfoques interguber-

namentales. La CES solicita, en particular,

la inclusión de asesores laborales y de em-

pleo en las principales representaciones

de la UE en el mundo, responsables ante

la Comisión.

El Tratado de Lisboa sitúa la política co-

mercial al mismo nivel de importancia que

otros elementos de la política exterior de

la UE, y otorga nuevos e importantes po-

deres al Parlamento Europeo en relación

con el comercio. Estos progresos debe-

rían tener como efecto una mejor cohe-

rencia entre las políticas comerciales y de

relaciones exteriores y las políticas de em-

pleo y de desarrollo con el fin de alcanzar

nuestros objetivos, en sentido amplio, es-

pecialmente en lo que respecta a la intro-

ducción de capítulos sobre desarrollo sos-

tenible, incluyendo normas sociales y am-

bientales en todos los acuerdos de

asociación y de comercio de la UE, con

disposiciones que garanticen su aplicación

efectiva y la participación de los interlocu-

tores sociales.

La CES espera una intensa partici-

pación de los sindicatos en los even-

tos que se celebrarán en torno a la

Cumbre UE-ALC (América Latina y

Caribe) el próximo mes de mayo. La

CES apoya la promoción de la inte-

gración regional, vinculada a las ga-

rantías sociales, en particular los acuerdos

de asociación con Centroamérica y la Co-

munidad Andina. A este respecto, nos pre-

ocupa que se hayan emprendido negocia-

ciones bilaterales con la finalidad de con-

cluir Tratados de Libre Comercio (TLC) tras

15

El Tratado de Lisboa sitúa la política

comercial al mismo nivel de importan-

cia que otros elementos de la política

exterior de la UE.

Page 16: 01. REVISTA CLARIDAD N12

el fracaso de las negociaciones unificadas

con la Comunidad. Nos oponemos firme-

mente a un TLC este tipo con Colombia y

hacemos un llamamiento para que cesen

las negociaciones, a la espera de los re-

sultados de una investigación, en el marco

del Sistema de Preferencia Generalizada

(SPG+), relativa a los derechos humanos y

sindicales en Colombia.

Esperamos que la UE profundice y amplíe

sus relaciones con el Gobierno de EEUU,

sobre todo para tratar de desarrollar posi-

ciones sólidas sobre el cambio climático,

así como en relación con la crisis finan-

ciera. Acogemos con satisfacción las re-

cientes medidas adoptadas a fin de otor-

gar a la CES y la Federación Estadouni-

dense del Trabajo y Confederación de

Organizaciones Industriales (AFL-CIO) el

mismo estatus de que gozan los emplea-

dores ante el Consejo Económico Trasa-

tlántico –cuyo orden del día debería am-

pliarse y ser más estratégico. La CES, así

como la Confederación Laboral Canadien-

se (CLC), insisten en que deben ser infor-

mados y consultados en el contexto de

los debates que se están llevando a cabo

para lograr una asociación económica

más estrecha.

En caso de que se reanuden las negocia-

ciones de la Ronda de Doha, hacemos hin-

capié en la necesidad de que la declara-

ción ministerial final de la OMC establezca

un programa de trabajo de seguimiento de

la OMC relativo al comercio y el empleo

que abarque los vínculos entre el comer-

cio, el trabajo decente, las normas de tra-

bajo fundamentales y el desarrollo y que el

mismo sea supervisado por un grupo o co-

mité de trabajo de la OMC.

16

Page 17: 01. REVISTA CLARIDAD N12

17

LLa Estrategia de Lisboa nos parece desde el Go-

bierno, nos ha parecido siempre desde el

2004, que es un elemento fundamental de de

coordinación de políticas económicas en la Unión

Europea. Tenemos al Banco Central Europeo que ha-

ce la política monetaria, tenemos a los ministros de

finanzas que intentan coordinarse con las políticas

fiscales, sobre todo con el Pacto de Estabilidad y Cre-

cimiento, vigilando la sostenibilidad de las finanzas

públicas entre otros aspectos, pero es necesario

también que en una Unión Europea haya en el ámbito

económico una cierta coordinación de las políticas

tanto macro económicas, como micro económicas y

de empleo. Con este objetivo, cuando nació la Estra-

tegia de Lisboa en el año 2000 se diseñaron directri-

ces integradas que abarcan estos tres ámbitos. Tra-

tándose, por lo tanto, como desde un elemento

estratégico a nivel de la Unión Europea de coordina-

ción entre los países, a mí me parece que no debe-

mos despreciar, además, su valor como elemento,

como instrumento en el debate nacional. Me parece

que, con todos los problemas y deficiencias que se

han expuesto anteriormente y que seguramente sal-

drán ahora en la discusión, que la Estrategia tiene,

es un instrumento donde a nivel de nuestra política

económica española, se dice cuáles son los retos de

medio plazo que presenta nuestra economía y qué

políticas se deben abordar para acometer esos pro-

blemas. Es en el contexto de la Estrategia de Lisboa

donde la discusión en torno a esos retos de mejora

de competitividad, de mejora de cohesión, que puede

tener España para el futuro se aborda con los inter-

locutores sociales, con los gobiernos autonómicos, y

en el Parlamento. Se abordan cuales son las refor-

mas, la prioridad de las reformas llamadas estructu-

rales y modernizadoras, que necesita una economía

como la española.

Son, por lo tanto, dos ámbitos de la Estrategia de Lis-

boa que, incialmente, me parece que hay que desta-

car. En este sentido, creo que, por esas dos razones,

desde 2004 el Presidente del Gobierno se tomó muy

en serio esta tarea y, por ello, nos encargó a Presi-

dencia coordinar esos informes que tenemos que ha-

cer anualmente desde que se revisó la Estrategia en

2005. En los Informes de Progreso del Programa Na-

cional de Reformas se sintetiza la acción del Gobierno

en cuanto a reformas estructurales que responden a

esas necesidades modernizadoras que tiene la econo-

mía española y que discutimos anualmente con la Co-

misión Europea.

Quiero, en mi intervención, tratar tres temas de una

manera sintética, cuál es nuestro Programa Nacional

de Reformas –se ha hablado aquí mucho de cual es la

situación de la Estrategia de Lisboa a nivel europeo, yo

quería plantear un poco como se enmarca esa Estra-

tegia de Lisboa en el caso español–; algunas ideas so-

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10

(II)

La Presidencia española de la UniónEuropea y la Estrategia de LisboaJavier VallésDirector de la Oficina Económica de la Presidencia del Gobierno

Page 18: 01. REVISTA CLARIDAD N12

bre esto que llamamos el post-Lisboa, qué

tiene que ocurrir después del 2010; y, en

ese contexto, hablaré de algunas priorida-

des de la Presidencia española de la Unión

Europea.

Tal y como se ha comentado aquí, esta-

mos repasando la historia de la Estrategia

vista desde la perspectiva del año 2009,

en un contexto de fuerte crisis económi-

ca. Efectivamente, lo decían algunos de

los ponentes anteriores, la perspectiva de

2000 era muy diferente, era la perspecti-

va de la revolución tecnológica, de querer

ser, de equipararnos tecnológicamente

con las economías más avanzadas, en

concreto con Estados Unidos. Se trataba

de convertirse la europea en una

economía basada en el conocimien-

to, siendo más dinámica y flexible,

capaz de generar crecimiento eco-

nómico sostenido con más y mejo-

res puestos de trabajo, con mayor

cohesión social y respeto por el me-

dio ambiente. En noviembre de

2004 vino el Informe Kok y, en el primer

semestre de 2005, la presidencia luxem-

burguesa abordó lo que sería la revisión

de la Estrategia, que pasó a conocerse co-

mo estrategia reforzada tras incorporar

algunos cambios. El diagnóstico que se hi-

zo en ese momento indicaba que los avan-

ces cuantitativos eran muy pobres y se de-

tectaba una falta de voluntad política de

cara a su implementación. De ahí surgió a

partir de 2005 ese relanzamiento de la

Estrategia, focalizándola en la creación de

empleo y en el aumento de la inversión en

investigación y desarrollo, dando, además,

mayor autonomía a los países para que

establecieran cuáles eran las prioridades

en sus políticas económicas para cumplir

con esos objetivos. A nivel español, el go-

bierno socialista tuvo que acometer la re-

visión de la Estrategia de Lisboa en el año

2005, de una manera consistente con los

objetivos de política económica que había

planteado el Gobierno socialista cuando

ganó las elecciones. Nuestro objetivo era

claramente mejorar la productividad de la

economía española, haciéndolo compati-

ble con la mejora del empleo. Teníamos un

claro margen de mejora en ambas varia-

bles, un margen que todavía existe. No

obstante, gracias, en parte, al impulso de

Lisboa y al esfuerzo de políticas en ese

sentido creo que, desde entonces, hemos

mejorado sensiblemente.

En el Programa Nacional de Reformas

planteábamos diferentes actuaciones pa-

ra mejorar la productividad y el empleo en

nuestra economía, estructuradas de

acuerdo con los determinantes de la pro-

ductividad del trabajo, en torno a 7 ejes

de actuación, que cubren esas áreas ma-

cro, micro y empleo que os mencionaba

antes. Básicamente, era una estrategia

que en términos de política económica y

de orientación del gasto público lo que

pretendía, lo que ha hecho y lo que nece-

sita seguir haciendo es fomentar la acu-

mulación de capital humano, de capital

tecnológico y capital físico en nuestra so-

ciedad, más allá de impulsar las políticas

de mejora en el mercado de trabajo, la

calidad del empleo, pero también de au-

mentar las tasas de empleo, de mejorar

la competitividad, en bienes y servicios y

fomentar la del emprendimiento por par-

te de la sociedad.

España se marcó en ese momento unos

objetivos centrales en su política económi-

ca con horizonte 2010, que en 2005 fue-

ron considerados por la propia Comisión

Europea como ambiciosos, pero posibles.

Primero, converger en renta per cápita

con la UE-25. Aunque llevábamos muchos

años en Europa y haciendo una política de

convergencia, España no había logrado to-

davía la convergencia plena en renta per

cápita. Y, segundo, teníamos que aumen-

tar también nuestra tasa de empleo, para

aproximarnos a una tasa de empleo pro-

medio en Europa que estaba o está toda-

vía alrededor del 66%. Desde entonces,

hemos avanzado bastante en renta per

cápita, lo hicimos también en empleo du-

rante la época de expansión aunque, no

obstante, es cierto que en el último año

se ha producido un retroceso signi-

ficativo, y ahora mismo estamos

con la última EPA alrededor del

60% de tasa de empleo, cuando en

2008 llegamos a estar cerca de

ese promedio (por encima del

64%). Como también se ha dicho

aquí, España es un fiel reflejo de

esa convergencia que ha habido en Euro-

pa, en la que se ha producido una mejora

más relevante en empleo femenino que

en empleo masculino.

En 2005 también nos marcamos objeti-

vos cuantitativos en cada una de esas

áreas prioritarias para mejorar el empleo

y la productividad. En mi opinión, en ese

sentido hemos sido pioneros en la Unión

Europea. Nos parecía que ser política-

mente consistentes con la Estrategia de

Lisboa significaba tener unos objetivos

cuantitativos que se debían conseguir con

las actuaciones de política económica. Fi-

jamos objetivos de reducción de deuda

pública, de mejora en la red de infraes-

tructuras ferroviarias, en la reducción de

siniestralidad en carreteras, en abandono

escolar, en inversión en I+D, también en

cuanto a la participación privada en esa

18

La Estrategia de Lisboa significaba te-

ner unos objetivos cuantitativos que se

debían conseguir con las actuaciones

de política económica.

Page 19: 01. REVISTA CLARIDAD N12

inversión, todo lo que son mejoras en la

regulación sectorial y, como se ha comen-

tado ampliamente aquí, objetivos en em-

pleo femenino, en empleo juvenil e incor-

poramos la siniestralidad laboral por ser

un problema grave en el caso español.

Por último, se incorporó un objetivo aso-

ciado al emprendimiento, una tasa de

creación para determinados tipos de em-

presas. Somos muy conscientes que esta

valoración sobre el avance en los objeti-

vos del PNR se realiza en un año como es

este del 2009 de plena crisis económica.

La realidad es que en algunos de ellos ha

habido retrocesos en el último año, pero

quiero destacar uno sobre el que creo

que hay que llamar la atención por la gra-

vedad del número, se trata del abandono

escolar, con una tasa que dobla el prome-

dio europeo.

Por el contrario, en otros ámbitos, como

por ejemplo en el de la regulación, hemos

avanzado mucho. Según el indicador sinté-

tico de la OCDE en la última década, nues-

tra economía ha progresado muy

notablemente en la desregulación y

en la mejora de la competencia en

un amplio conjunto de mercados de

bienes y servicios.

A partir de la evolución de la econo-

mía española y del grado de avance

en el Programa Nacional de Reformas, el

Consejo Europeo ha realizado en el último

año una serie de recomendaciones de po-

lítica económica a España. En este mo-

mento, el Gobierno tiene que responder a

esas recomendaciones informando sobre

qué avances ha hecho.

Brevemente, voy a pasar a presentar cua-

les son las tres grandes recomendacio-

nes que nos hacía el Consejo y qué tipo

de actuaciones se han ido desarrollando

en el último año. Encontraréis mayor de-

talle de todo esto en el Informe de Pro-

greso 2009 del Programa Nacional de

Reformas que el Gobierno tiene la obliga-

ción de presentar a la Comisión Europea

en torno al 15 de octubre. Precisamente

esperamos que mañana, 16 de octubre,

el Consejo de Ministros apruebe el Infor-

me. Un año más, y por cuarto año conse-

cutivo desde 2005, los servicios de la Co-

misión reciben, además del Informe, una

valoración de las organizaciones sindica-

les y de las organizaciones empresariales

sobre qué valoración tienen ellas de este

informe, aportando sus puntos de vista

en torno a qué deficiencias o qué respal-

do dan al Informe.

Hay tres grandes recomendaciones que

nos hace Europa en este momento, una

en el tema laboral, nos dice que tenemos

que promover la transición al empleo, im-

pulsar la movilidad, actualizar conocimien-

tos, la formación y reducir la segmenta-

ción. A este respecto, tenéis algunas de

las actuaciones que a lo largo de 2008 y

parte del 2009 se han ido desarrollando

por parte del Gobierno en un contexto de

gran incidencia de la crisis económica

sobre el mercado de trabajo. En este con-

texto, el Gobierno ha tenido que enfrentar-

se, en primer lugar, a mejorar la protec-

ción social de los desempleados y, tam-

bién, a fomentar políticas de empleabilidad

y refuerzo de políticas activas. Dentro de

nuestro plan de estímulo económico, el

Plan E, hay un impulso al gasto público pa-

ra el mantenimiento del empleo con los dos

grandes fondos de 8.000 millones del Fon-

do de Inversión Local y el fondo comple-

mentario de 3.000 millones, el Fondo Es-

pecial del Estado para el Estímulo de la Eco-

nomía y Empleo, con aportaciones

extraordinarias a ciertos ministerios para

fomentar actuaciones de gasto productivo,

principalmente.

Una segunda recomendación no puede

ser otra que la de mejorar en los temas

de educación dado, sobre todo, en algu-

nos de los indicadores que tenemos co-

mo el del abandono escolar prematuro.

Ahí estamos, como sabéis, ante una polí-

tica que está muy descentralizada, que es

competencia de las Comunidades Autóno-

mas, pero ante la que el Gobierno está

haciendo un esfuerzo a partir del desarro-

llo de la Ley Orgánica de Educación, la

LOE, aumentando los recursos públicos,

poniendo en marcha programas de reo-

rientación, de refuerzo, de los llamados

programas de cualificación profesional ini-

cial y luego está todo ese desarrollo de la

formación profesional, pendiente en gran

parte, y de los sistemas de evalua-

ción y acreditación de competen-

cias profesionales.

La tercera gran recomendación

que se nos hizo a raíz del último

Consejo Europeo de primavera –que

avala las recomendaciones pro-

puestas por la Comisión– es mejorar en la

competitividad en algunos sectores espe-

cíficos como en el transporte, el energéti-

co y servicios. En el último año hemos ido

desarrollando diversas actuaciones, como

la transposición de la Directiva europea

de Servicios, como la reforma de la Ley

de Comercio Minorista, o el plan específi-

co para el transporte ferroviario de mer-

cancías, que es un tema deficiente y que

tiene también que dar paso a una mayor

competencia entre las empresas del sec-

tor privado. Por último, en el sector eléc-

19

Mejorar en los temas de educación da-

do, sobre todo, en algunos de los indi-

cadores que tenemos como el del

abandono escolar prematuro.

Page 20: 01. REVISTA CLARIDAD N12

trico se han eliminado todo lo que son no

solo las tarifas mayoristas, sino también

en las tarifas minoristas de electricidad.

Ya lo estaban en el caso del gas, y se han

tomado medidas para eliminar esto que

llamábamos el déficit tarifario. En resu-

men, estas son actuaciones que contiene

el Informe que, como digo, el Gobierno en-

viará mañana a la Comisión Europea y que

anualmente da respuesta a esas reco-

mendaciones de política económica de la

Comisión Europea en lo que es la Estrate-

gia de Lisboa.

¿Cuál es nuestra valoración, de una ma-

nera más general, de cómo está funcio-

nando y cómo ha funcionado la Estrate-

gia en los últimos 8 o 9 años? En los

resultados cuantitativos cuando hacemos

el ejercicio de compararnos con EEUU

que era lo que la Comisión de aquel año

2000 y de aquel año 2005, después,

pretendía los avances son muy

modestos, tal y como ya se ha di-

cho aquí esta mañana. Sobre to-

do, donde más se ha notado es en

tasa de empleo, una variable que

a nivel europeo también ha acusa-

do el efecto de la crisis económica. Co-

mo se observa en el gráfico, existe un

avance en tasa de empleo que, sin em-

bargo, apenas ocurre en el caso de la

I+D. En términos agregados, estamos

sensiblemente por debajo del 2%, entre

el 1,5 y el 1,6%. De esta manera, EEUU

sigue estando bastante lejos de nosotros

tanto en tasa de empleo como en I+D.

Cuando hacemos el ejercicio de analizar

la convergencia en renta per cápita de

Europa con EEUU, vemos que, hemos

mejorado en empleo, pero nos falta

pues, mejorar en la productividad de la

economía europea. Si me permitís, la

misma película que vemos de España con

respecto a Europa ocurre en la compara-

ción de Europa con EEUU.

¿Cuál es nuestra valoración más cualitati-

va de la Estrategia? Nosotros pensamos

como ya también se ha dicho aquí, que

hay que reforzar ciertos contenidos de la

Estrategia, en concreto su dimensión so-

cial y dimensión medioambiental. En tér-

minos medioambientales, es bien claro

porque tenemos delante de nosotros un

compromiso que Europa ha adquirido de

reducción de gases de efecto invernade-

ro, de mejora de eficiencia energética, de

incremento de energías renovables y eso

se tiene que corroborar en un acuerdo

mundial en la conferencia de Copenhague

en diciembre. Si finalmente se llega a ese

acuerdo, el desarrollo de los compromi-

sos es una parte que nos parece impor-

tante que se debería tener en cuenta en

la Estrategia de Lisboa porque considera-

mos que se trata, también, de una fuen-

te de crecimiento para nuestra econo-

mía. Por otra parte, el Gobierno

considera que la dimensión social no de-

be abandonarse en la Estrategia de Lis-

boa. En este sentido, hay dos aspectos

que, desde nuestra óptica, nos tiene que

interesar defender, se trata tanto de me-

jorar la empleabilidad de los trabajadores

como de avanzar en la igualdad de géne-

ro. Debemos mejorar no solo en tasa de

empleo de las mujeres, sino también en

todo lo que son políticas de fomento de la

conciliación y de igualdad dentro de la

empresa. Desde el Gobierno de España

trabajaremos para que la nueva Estrate-

gia de Lisboa tenga entre sus prioridades

el fomento de la inversión en capital hu-

mano y el refuerzo del denominado mode-

lo social europeo, sobre el que cada país

tiene su particular visión, pero sobre el

que se puede reforzar los elementos co-

munes a nivel europeo.

En el ámbito económico, tenemos que

avanzar en los temas de seguridad ener-

gética y de lucha contra el cambio climáti-

co. Desde nuestro punto de vista eso sig-

nifica mejorar el aprovisionamiento,

mejorar las interconexiones con terceros

países. No quiero tampoco olvidarme den-

tro de las prioridades del post-Lisboa

2010 de la innovación. Nuestro sistema

productivo es un sistema compuesto por

mucha Pyme, donde, por lo tanto, tene-

mos que fomentar programas desde Euro-

pa que traten de desarrollar la innovación,

no solo fomentando la excelencia de los

centros de investigación y de grandes em-

presas que hacen I+D sino intentar que

esas investigaciones se propaguen con di-

ferentes programas a nivel europeo a las

pequeñas y medianas empresas.

Por último, hay que avanzar en la

gobernanza del proceso, un aspec-

to que se ha mencionado también

en la discusión. Queremos mejorar

el compromiso político con la Estra-

tegia no solo de los sindicatos y empresa-

rios, sino también con las Comunidades

Autónomas. De hecho, en muchas de las

recomendaciones que nos hace la Comi-

sión, las políticas son competencia de las

Comunidades Autónomas. Es, por lo tan-

to, necesario coordinar las políticas con

las Comunidades Autónomas. Tenemos

que mejorar, por otra parte, también la

rendición de cuentas de estos objetivos de

mejora de la eficiencia de nuestra econo-

mía, tiene que haber un mayor compromi-

so a nivel nacional con esos objetivos, tie-

ne que haber indicadores cuantitativos por

parte de cada país que la Comisión eva-

lúe. Tiene que haber también incentivos al

cumplimiento dentro de los presupuestos

de la Comisión Europea para aquellos paí-

20

La Estrategia de Lisboa se trata de

una fuente de crecimiento para nues-

tra economía.

Page 21: 01. REVISTA CLARIDAD N12

ses que están haciendo bien sus deberes

de reforma económica.

Acabo esta visión del post-Lisboa diciéndo-

os que Barroso, que ya ha sido confirma-

do como presidente de la Comisión Euro-

pea, ha hablando de su visión de la Europa

2020 en su último discurso ante el Parla-

mento Europeo el pasado mes de septiem-

bre . En este sentido, comentar que hay

algunos elementos de coincidencia con lo

que nosotros hablamos o pretendemos

que sea la revisión de la Estrategia. Desde

luego, coincidimos en que la dimensión

medioambiental tiene que estar ahí y tiene

que ser una vía para mejorar tanto en em-

pleo como en cohesión social.

El calendario que tenemos por de-

lante para decidir entre los Estados

miembros cuales van a ser los obje-

tivos y la estrategia post-Lisboa los

tenéis ahí en esta transparencia.

Ahora la Comisión va a sacar lo que llama

una comunicación donde pide a los dife-

rentes agentes económicos una valora-

ción de cuáles deben ser esas priorida-

des, cómo ha funcionado en el pasado,

cómo debe mejorar, lo más seguro es que

haga una comunicación más bien a finales

de enero que en diciembre, dado los re-

trasos que va a haber en la formación de

la nueva Comisión. También tenemos una

dimensión que hay que tener en cuenta en

este calendario que es el informe que lide-

ra Felipe González del grupo de reflexión

que antes de junio debe presentar sus

conclusiones. A partir de aquí, como sa-

béis, bajo la Presidencia española en pri-

mavera, el Consejo Europeo adoptará al-

gunas líneas generales de lo que debe ser

esa nueva estrategia.

¿Qué otras dimensiones son importantes

en términos económicos de cara a nuestra

Presidencia? Y es la última parte de mi in-

tervención. Ya me ha dicho José que voy

retrasado, en tres minutos. Muy breve-

mente, comentar que como ha apuntado

recientemente el Presidente del Gobierno

ha dicho en varias de sus intervenciones,

nuestra prioridad tiene que ser la salida

de la crisis económica. En el contexto

europeo hay un plan europeo de recupera-

ción económica donde se enganchan los

planes nacionales. A este respecto, los

consejos europeos tienen que ir haciendo

una valoración de cómo están funcionan-

do y diseñar estrategias coordinadas de

retirada gradual de los estímulos económi-

cos. Segunda dimensión e importante en

esta crisis económica es que los merca-

dos financieros vuelvan a la normalidad.

Hay una serie de ayudas que se han pues-

to en práctica por parte de los diferentes

países. Tenemos que volver, poco a poco,

a una situación de competencia en ese

mercado y, por lo tanto, de retirada de

esos apoyos pero claro, siempre con la

convicción de que el crédito, la financia-

ción esté llegando en condiciones norma-

les a los empresarios, a las empresas y a

las familias. Y, por supuesto, tenemos que

vigilar la sostenibilidad de las cuentas pú-

blicas en un contexto donde el gasto públi-

co es muy grande. Esta sostenibilidad de-

be entenderse siempre a medio plazo y, en

este sentido, nosotros desde el punto de

vista del Gobierno español tenemos el

compromiso de ir reduciendo el déficit pa-

ra poder alcanzar estar por debajo del 3%

a partir del 2012.

Esta ha sido una crisis fundamentalmente fi-

nanciera, aunque en el caso de la economía

española tenía otras vertientes importan-

tes que nos han complicado su resolución.

Bajo Presidencia española tenemos que

impulsar el desarrollo de un paquete de

medidas financieras importantes para

avanzar en la reforma de estos mercados

y que contribuyan a evitar que nos pueda

ocurrir una crisis como la que hemos vivi-

do. Existen propuestas por parte de la Co-

misión para mejorar la supervisión finan-

ciera como continuación de un informe

que es el Informe de Larosière, del año pa-

sado. Se tiene que revisar todo lo que son

las recomendaciones de Basilea II para in-

corporar la regulación de instrumentos

financieros que no estaban regulados,

como son los hedge funds. Las

agencias de rating, los derivados fi-

nancieros, que estaban muchos de

ellos fuera de los balances de las

entidades financieras y, por último,

una dimensión que nos preocupa

mucho desde el punto de vista del

Gobierno, como es la protección a los con-

sumidores y a los inversores dando más

información sobre los productos financie-

ros y reforzando los esquemas de garan-

tía de depósitos y de los inversores.

Todo esto en el ámbito de las reformas,

de los planes de impulso fiscal, de refor-

ma de los mercados financieros. Otros as-

pectos relevantes serán el inicio del pro-

ceso de la revisión del presupuesto

comunitario a medio plazo, las denomina-

das perspectivas financieras, donde están

los fondos de cohesión, por ejemplo, el

fondo social europeo. Ver qué criterios de-

ben cumplir esas perspectivas financieras

a partir del 2013. La definición de esos cri-

terios es importante porque esos criterios

marcarán los destinos de los recursos fi-

nancieros y ahí nos interesa que las actua-

ciones de cohesión sigan siendo importan-

tes, pero también las de innovación y las

de mejora del empleo. Hay compromisos

21

En el contexto europeo hay un plan euro-

peo de recuperación económica donde

se enganchan los planes nacionales.

Page 22: 01. REVISTA CLARIDAD N12

por parte de la Comisión ya en políticas

de innovación y de economía sostenible

sobre las que no me puedo entretener

ahora.

Acabo con la reflexión que también se ha

hecho aquí antes y que comparto: la ac-

tual crisis económica nos replantea cómo

tiene que ser el modelo de crecimiento

futuro, decimos que tiene que ser un mo-

delo de crecimiento sostenible, no basa-

do en determinados sectores específicos,

y menos si son de bajo contenido tecnoló-

gico o basados en empleo de poca cali-

dad. En este sentido, la Estrategia de Lis-

boa o la Europa 2020 que propone

Barroso, da igual el nombre, es una bue-

na oportunidad para establecer qué tipo

de reformas pueden ayudarnos para tran-

sitar hacia ese crecimiento sostenible a

medio plazo. Como habéis visto, bajo

nuestra presidencia en el primer semes-

tre del 2010 se van a tomar iniciativas im-

portantes para marcar ese rumbo. El Go-

bierno espera contar con la colaboración

de los interlocutores sociales para reco-

rrer ese camino. Muchas gracias.

22

EVOLUCIÓN DE LA ESTRATEGIA DE LISBOA

Consejo de Lisboa Lanzamiento de la Estrategia de LisboaMarzo 2000 • Convertir a Europa en 2010 en la “economía basada en el conocimiento más dinámica y flexible del

mundo, capaz de generar crecimiento económico sostenido, con más y mejores puestos de traba-jo, mayor cohesión social y respeto por el medio ambiente”.

Informe Kok Evaluación del grado de ejecución de la estrategiaNoviembre 2004 • Resultados en general pobres.

• Falta de voluntad política.

Relanzamiento de la estrategia Lanzamiento de la Estrategia de Lisboa “Reforzada”Marzo 2005 • Priorización de los objetivos económicos de crecimiento y empleo frente a los objetivos sociales:

– Reducción de los objetivos a dos: tasa de empleo del 70% e I+D sobre PIB del 3%.

• Mayor papel de los Estados miembros en el seguimiento de la estrategia a través de PlanesAnuales de Actuación Nacional (Programa Nacional de Reformas).

MEJORA DEL EMPLEO Y DE LA PRODUCTIVIDAD

1. LA ESTRATEGIA DE LISBOA Y EL PROGRAMA NACIONAL DE REFORMAS

Renta per cápita, empleo y productividad

1. Refuerzo de la Estabilidad Macroeconómica y

Presupuestaria

2. Plan Estratégico deInfraestructuras y Transporte

(PEIT) y Programa AGUA

3. Aumento y mejoradel Capital Humano

4. Estrategia I+D+i(Ingenio 2010)

7. Plan de Fomento Empresarial

6. Mercado de Trabajo y Diálogo Social

5. Más competencia, mejor regulación, eficiencia de las Administraciones Públicas y competitividad

Page 23: 01. REVISTA CLARIDAD N12

23

EVOLUCIÓN DE LOS OBJETIVOS GENERALES

Convergencia plena en renta per cápita con la UE-25:

• El PIB per cápita en paridad de poder de compra se sitúa en 2008 en el 100,4% de la UE-25 (103,9% de la UE-27).

Una tasa de empleo del 66% para la población de entre 15 y 64 años de edad (promedio de la UE):

• La tasa de empleo ha avanzado notablemente desde 2004, situándose en el 64,3% en 2008.

• La incidencia de la crisis en el mercado de trabajo ha hecho retroceder la tasa de empleo hasta situarse en el 60,3% en el primersemestre de 2009.

• La mejora en la tasa de empleo ha sido más relevante entre las mujeres (del 41% en 2000 al 54,9% en 2008).

PIB per cápita relativo (PPP)

104

100

96

92

88

84

80

1990

%

2000 2004 2008

Tasa de empleo (15-64 años)

70

65

60

55

50

2000

%

2004 2008 2010*

Page 24: 01. REVISTA CLARIDAD N12

24

EVOLUCIÓN DE LOS OBJETIVOS ESPECÍFICOS

La crisis económica ha afectado de forma desigual el cumplimiento de objetivos específicos:

España es el país que más ha avanzado en las reformas de mercados de bienes entre 2003 y 2007 (OCDE,“10 años de Reformas en los Mercados de Bienes”, abril 2009):

• España pasa del puesto 19 al 7º en competitividad de sus mercados calculada mediante un índice de Regulación de los Mercadosde Productos (PMR).

La mejora de la competitividad se ha debido a:

• una reducción de la intervención estatal en las actividades empresariales;

• la apertura a la competencia de varios monopolios;

• la reducción de barreras internas a la iniciativa empresarial;

• la reducción de obstáculos al comercio internacional y de restricciones a la inversión extranjera.

Converger en renta per cápita con la UE-25 y aumentar la tasa de empleo hasta el 66% en 2010

* Siniestros laborales: número de accidentes con baja en jornada laboral por cada 100.000 trabajadores.

Paro Juvenil

2004: 23,92008: 24,6Obj. 2010: 18,6

Siniestros Laborales* (reducción acumulada)

2004: 3,92008: 14,9Obj. 2010: 15

Abandono Escolar(%)

2004: 31,72008: 31Obj. 2010: 15

Mejoras de regulación

(ferrocarril, energía, telecomunicaciones, vivienda y financiero)

I+D I+D privada(% sobre total)

2004: 1,06 482008: 1,27 46 Obj. 2010: 2 55

Creación de empresas de más de 1 trabajador (tasa)

2004: 7,12008: 5,3Obj. 2010: 9

Accidentalidaden carreteras

2004: 13,42008: 10,4Obj. 2010: 9,5

Empleo femenino (% 15-64)

2004: 48,32008: 54,9Obj. 2010: 57

Red Ferroviaria (km/km2)

2003: 28,32008: 30,8Obj. 2010: 35

Deuda pública (% PIB)

2004: 462008: 39,5Obj. 2010: 34

Índice PMR de la OCDE

4,0

3,5

3,0

2,5

2,0

1,5

1,0

0,5

0

Uni

ted

Sta

tes

Uni

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l

Luxe

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Cze

chR

epub

lic

Mex

ico

Turk

ey

Pol

and

1998

2003

2007

Page 25: 01. REVISTA CLARIDAD N12

25

RECOMENDACIONES ESPECÍFICAS DEL CONSEJO EUROPEO DE MARZO DE 2009 A ESPAÑA

Mercado de trabajo: Promover una transición rápida hacia el empleo, con un mayor impulso a la movilidad, actualización

de conocimientos y combatir la segmentación en el mercado de trabajo:

Fomento de la movilidad • Plan Extraordinario de Medidas de Orientación, Formación Profesional e Inserción Laboral.

geográfica y mejora de los • Mejora de los Servicios Públicos de Empleo.

sistemas de búsqueda de empleo

Mantenimiento del empleo• Fondo de Inversión Local.

• Fondo Especial para el Estímulo de la Economía y el Empleo.

• Políticas de estímulo de la contratación.

Otras políticas activas • Fomento del empleo a tiempo parcial.

• Fomento del autoempleo.

Educación: Reducción del abandono escolar prematuro e incremento de la tasa de graduados en educación secundaria

post-obligatoria:

• Aumento de un 14% de los recursos de apoyo a la Ley Orgánica de Educación.

Reducción del fracaso• Plan para la Reducción del Abandono Escolar Prematuro (con las CCAA).

escolar y del abandono• Incremento de plazas de Programas de Cualificación Profesional Inicial.

escolar prematuro• Programas de orientación del alumnado y refuerzo personal.

• Hoja de Ruta de la Formación Profesional y Sistema de evaluación y acreditación de las com-

petencias profesionales adquiridas a través de la experiencia laboral.

Competencia: Mejorar la competitividad a partir del incremento de la competencia en el sector servicios, transportes,

gas y electricidad:

Competencia en el sector • Proyectos de Ley Ómnibus y Ley Paraguas para la transposición en la Directiva de Servicios:

servicios – Simplificación de procedimientos administrativos.

Liberalización del comercio• Proyecto de Ley de Reforma de la Ley de Ordenación del Comercio Minorista:

minorista– Eliminación de la autorización de establecimiento.

– Agilización de trámites.

Mejoras en el sector • Plan Estratégico del Transporte Ferroviario de Mercancías: inversiones y mejor gestión.

transportes • Nueva Ley de Puertos: elimina restricciones a la competencia.

Liberalización de los • Eliminación de tarifas reguladas.

mercados minoristas de • Eliminación del déficit tarifario.

gas y electricidad

Page 26: 01. REVISTA CLARIDAD N12

26

VALORACIÓN DE LA ESTRATEGIA DE LISBOA

Resultados cuantitativos de la Estrategia de Lisboa:

• Avances significativos en empleo.

• Moderados avances en I+D.

• Falta de consecución de los objetivos.

• Escasa convergencia con EEUU en renta per cápita debido a la falta de mejora relativa de la productividad en Europa.

2. LA ESTRATEGIA POST-LISBOA 2010

Avance en los objetivos cuantitativos de la Estrategia de Lisboa Renovada: 2000-2007

tasa de empleo (15-64)

3

2,5

2

1,5

60 7065 75

????

??

EU-27

US

2000

2000

2005

2005

2007

2007

GDP per Productivity per Hours per Employment DemograficEU27/US capita hour employed rate factor (*)

2000 63.0 77.8 93.5 81.5 106.2

2005 64.1 75.0 94.4 86.6 104.4

2007 65.5 73.7 97.1 88.0 104.0

(*) Population (15-64)/Total Population.

DESCOMPOSICIÓN DEL CRECIMIENTO EN RENTA PER CÁPITA: UE27 VS. EEUU

Page 27: 01. REVISTA CLARIDAD N12

27

UNA VISIÓN PARA EUROPA 2020: PRESIDENTE BARROSO

PROPUESTA DE REVISIÓNRefuerzo de la estrategia:

Dimensión medioambiental • Cumplimiento de los compromisos de Copenhague.• Objetivos 20/20/20: (20% de reducción de emisiones, 20% de participación de las energías

renovables sobre el consumo total y 20% de mejora de la eficiencia energética).

Dimensión social • Mejora de la empleabilidad:– Nuevas capacidades para nuevos empleos (empleos verdes y empleos blancos).

• Fomento de la igualdad de género.

Prioridades:• Garantizar la estabilidad presupuestaria y financiera.• Una atención renovada a la innovación.• Invertir en capital humano, modernizar el mercado de trabajo y reforzar el modelo social europeo.• Seguridad energética y lucha contra el cambio climático.• Profundización en la integración en el Mercado Único Europeo y mejora de la regulación.

Buen Gobierno:Ex ante: aumentar el compromiso político; desagregar los objetivos para cada EM; incrementar la presencia de temas europeos en el de-bate público.Ex post: realizar una supervisión más efectiva: utilizar herramientas basadas en la evidencia empírica, técnicas de benchmarking y super-visión multilateral; incentivos en los presupuestos al cumplimiento de objetivos.

Una salida exitosade la crisis

Una nueva era para una Europa Global

Liderazgo encambio climático

Presidente Barroso ante el Parlamento Europeo en septiembre de 2009

Avanzar en la Europa de los ciudadanos

Desarrollo de nuevas fuentes de cohesión social y crecimiento sostenible

CALENDARIO DE REVISIÓN DE LA ESTRATEGIA (2009-2010)

4º trimestre 2009 Proceso de consulta de la Comisión y emisión de un Informe Estratégico.

Diciembre 2009-enero 2010 Propuesta formal de la Comisión.

Primer semestre 2010 Presentación de las conclusiones del grupo de reflexión de Felipe González.

Marzo 2010 Adopción de la Nueva Estrategia durante la Presidencia española.

Page 28: 01. REVISTA CLARIDAD N12

28

RECUPERACIÓN ECONÓMICA

Plan Europeo de • Seguimiento de políticas establecidas a nivel nacional, sus efectos y cumplimiento: Informe al

Recuperación Económica Consejo Europeo:

– Timely.

– Targeted.

– Temporary.

Normalización de los • Igualdad de condiciones de competencia.

mercados financieros • Retirada de las medidas de intervención conforme las condiciones en los mercados lo permitan.

Gestión del Pacto de • Estrategia de salida de los impulsos económicos y retorno al equilibrio presupuestario.

Estabilidad y Crecimiento

AVANZAR EN LA REFORMA DE LOS MERCADOS FINANCIEROS (COMPROMISOS G-20)

Sistema Europeo de • Implementar el proyecto de reforma de supervisión (Informe Larosière):

Supervisión Financiera – Macro supervisión: European Systemic Risk Board.

– Micro supervisión: European System of Financial Supervisors.

Reformas del marco • La revisión de la Directiva de Requerimientos de Capital incorporará los cambios en Basilea II

prudencial para hacer al sistema financiero más robusto y anticíclico.

• Ampliación del perímetro de regulación (hedge funds, entidades de capital-riesgo, estandariza-

ción de los derivados financieros).

Protección de los • Armonización de los esquemas de garantía de depósitos y de inversores.

consumidores e inversores • Mejorar la información sobre productos financieros.

OTRAS PRIORIDADES

Revisión Perspectivas • Revisión de principios de financiación de las políticas comunitarias: refuerzo de las prioridades

Financieras 2007-2009 post-Lisboa.

• Principio de igualdad en el gasto pero también en ingresos.

Fomento a las Políticas de • Construcción del Espacio Europeo de Investigación (movilidad, infraestructuras, sectores

Innovación. prioritarios.

• Plan Europeo de Innovación.

• Coordinación en materia de Sociedad de la Información.

Desarrollo Sostenible • Gestión post-Copenhague.

• Plan de Acción de la Energía 2010-2012.

3. LA PRESIDENCIA ESPAÑOLA DE LA UE (PRIORIDADES)

Page 29: 01. REVISTA CLARIDAD N12

30

IIntentaré ser muy rápida porque creo que todo se ha

dicho ya en relación a la Estrategia de Lisboa. Co-

menzaré presentando un breve balance pero me voy

a centrar principalmente en hacia donde nos tenemos

que dirigir después de esta fase de crisis.

En relación a todo esto y a la Estrategia creo que hay

que decir que en el año 2000 cuando se lanzó la Es-

trategia de Lisboa, los sindicatos aprobaron estas pro-

puestas porque para nosotros era una agenda muy,

muy equilibrada. Desde el principio pensamos que era

una agenda que tenía como objetivo fundamental la

realización del mercado interno e interior y en este

sentido sabíamos lo que queríamos pero al mismo

tiempo era una estrategia con todos los ingredientes

enfocados a tener un crecimiento duradero, sosteni-

ble, y no solo en el empleo, porque entonces se habla-

ba del pleno empleo, sino en términos de cohesión so-

cial y desarrollo sostenible era además una estrategia

que tenía objetivos comunes que luego tenían que ser

orientados, implementados, por los Estados miembros.

Y creo también que la Estrategia de Lisboa tenía una

visión, Cándido lo ha recordado esta mañana, que era

transformar a Europa en la sociedad del conocimiento

para ser la economía más competitiva del mundo, con

el empleo y la cohesión social como elementos socia-

les fundamentales. Pero yo creo que es importante

recordar que en el año 2000 Europa era muy distinta

de la Europa de hoy en día, y el Ministro lo ha recorda-

do antes, en el año 2000 Europa estaba en una fase

de crecimiento económico, estábamos en el centro de

la revolución de las tecnologías de la información y

también nos hallábamos en un proyecto social demo-

crático y hay que recordar también que dicha estrate-

gia era un proyecto social democrático pero también

era un proyecto solo para 15 países de la Unión Euro-

pea y era un proyecto elaborado en un momento de

optimismo en Europa, teníamos mucha fuerza en

aquel entonces, estábamos preparando la ampliación,

teníamos el Euro, el mercado interior, todo estaba muy

bien a nivel económico en Europa.

Pero también es cierto que Europa y el mundo desde

entonces han cambiado mucho, en la UE éramos 15,

ahora somos 27 y 27 con niveles de desarrollo econó-

mico y social muy, muy distintos, y políticamente mu-

cho más liberal de lo que era en el año 2000. Hay otro

elemento muy importante, hoy en día los enemigos di-

rectos de Europa en términos de competitividad, que

en el 2000 eran Estados Unidos y quizás Japón, no

son los mismos, hoy en día son más bien las econo-

mías emergentes es decir India, China y Brasil.

En cualquier caso todo eso está cambiando día a

día, pero hemos visto que la Estrategia de Lisboa se

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2010

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20

10

(II)

La Estrategia de Lisboa:Balance y perspectivas*

Maria Helena AndréEx Secretaria General Adjunta de la Confederación Europea de Sindicatos

Ministra de Trabajo de Portugal

* Mesa redonda: Balance de la Estrategia de Lisboa y perspectivas de futuro, Madrid, 15 de octubre de 2009.

Page 30: 01. REVISTA CLARIDAD N12

31

enfrentó a dificultades permanentes casi

desde el principio y yo creo que la primera

dificultad de la estrategia de Lisboa era el

hecho de que los Estados miembros, los

gobiernos nacionales, nunca se la apropia-

ron políticamente y para mí ese es el moti-

vo más importante del fracaso. A lo largo

de los años, nunca hemos podido vincular

la estrategia de Lisboa con las estrategias

nacionales y cada vez que había algo que

no funcionaba era la culpa de la Estrategia

de Lisboa pero nunca de la opción política

que habían hecho los Estados miembros.

También tuvimos problemas en relación a

la participación de los interlocutores so-

ciales, nosotros, la CES, hemos llevado a

cabo una reflexión sobre los interlocutores

sociales en la estrategia de Lisboa y como

en otros aspectos hemos visto que hay un

antes y un después del año 2000.

Para España recuerdo que fue ca-

tastrófico con el Gobierno de Aznar,

pero luego todo evolucionó de ma-

nera positiva. Tuvimos otros países

donde fue al revés, por ejemplo Lu-

xemburgo donde el primer año de

la Estrategia de Lisboa ya se habían hecho

todos los planes integrales de la participa-

ción activa de los interlocutores sociales,

era una estrategia común del país pero no

del Gobierno y a lo largo de los años he-

mos asistido a un deterioro de la partici-

pación de los interlocutores luxemburgue-

ses a nivel nacional y europeo.

También tuvimos una gobernanza de la es-

trategia muy muy complicada, hemos

cambiado muchas veces los objetivos

cuantitativos, los cualitativos, la manera

evaluar, etc., todo esto se ha complicado,

se ha burocratizado, había algo positivo

que era el análisis del progreso en los dis-

tintos países con las recomendaciones he-

chas a los Estados miembros pero nunca

hemos visto un resultado ni acciones de

mejora tras dichas recomendaciones. En

cuanto a la reforma del 2005 es una re-

forma que se centra casi exclusivamente

en la calidad, con la idea de que lo social

seguirá. Lo que hemos visto es que no ha

sido así y con esta reforma del año 2005

se produjo el cambio de la Estrategia de

Lisboa y también con una Comisión mucho

más liberal de lo que fue antes, y esto tu-

vo una enorme influencia en las estrate-

gias y políticas de la Unión Europea.

Vemos que las iniciativas a nivel europeo

en el campo social en 2005 se han redu-

cido muchísimo y que los interlocutores

sociales no tenemos ninguna capacidad

de presión. Tenemos una agenda social

europea vacía, sin contenido y una presión

sobre los interlocutores sociales para ne-

gociar y discutir sobre temas comunes,

por otra parte tampoco ha habido progre-

so sobre la coordinación de las políticas

económicas y fiscales, y hemos visto tam-

bién que la utilización del término armoni-

zación en relación a la armonización de las

políticas fiscales estaba casi prohibido a

escala europea.

Hemos asistido también a una agenda de

la desregularización cuyo resultado ha si-

do más precariedad en el mercado labo-

ral. Tenemos un problema de distribución

de las riquezas y del trabajo y subyace una

filosofía que consiste en afirmar que Euro-

pa es demasiado social y que para poder

ser competitivo en un mundo global ten-

dría que reducir esas políticas sociales.

Yo creo que lo peor no son precisamente

las acciones del Tribunal en relación a las

libertades fundamentales de los trabaja-

dores, creo que es este entorno lo que

nos ha llevado a la crisis. No voy a entrar

en la crisis ni en los motivos de dicha cri-

sis todo el mundo los conoce pero lo que

es cierto es que hoy en día somos vícti-

mas de sus consecuencias y yo creo que

ya se ha dicho aquí claramente esta ma-

ñana, dicha crisis va más allá de los mer-

cados financieros y de la especulación, es

una crisis del modelo neoliberal, de un de-

sarrollo de Europa y del mundo basado en

el individualismo, bajos salarios, desigual-

dad, precariedad y agotamiento de recur-

sos naturales.

Y hoy nos preguntamos, después de to-

das estas estrategias ¿somos más com-

petitivos?, ¿tenemos una economía más

basada en el conocimiento de lo que te-

níamos antes?, ¿tenemos pleno

empleo?, ¿hay más cohesión? Des-

graciadamente la respuesta es que

no. Hay indicadores que segura-

mente han mejorado pero en tér-

minos generales Europa no está en

mejor situación que antaño es de-

cir en el año 2000 cuando se lanzó la Es-

trategia de Lisboa.

Actualmente nos enfrentamos realmente

a cuestiones que nos llevan a decir que

hay que encontrar nuevos equilibrios entre

el corto y el largo plazo pero todo eso que-

da vinculado a un cambio de modelo, un

modelo que deseamos sea un modelo cua-

litativo y yo creo que el modelo de calidad

no puede aplicarse exclusivamente al lu-

gar de trabajo y a la calidad del trabajo si-

no también al modelo general de desarro-

llo económico y social. Tenemos que inten-

tar establecer la calidad como uno de los

objetivos fundamentales, pero tiene que

ser un modelo sostenible inclusivo y que

nos ayude a hacer la transición hacia una

economía positiva. Esto es fácil de decir

Hay que encontrar nuevos equilibrios

entre el corto y el largo plazo pero to-

do eso queda vinculado a un cambio de

modelo.

Page 31: 01. REVISTA CLARIDAD N12

pero difícil de hacer porque tiene implica-

ciones muy grandes en nuestra manera

de vivir, de consumir, de trabajar, de pro-

ducir, y es un cambio de mentalidad que

no va a ser nada fácil ni rápido.

Creo que la Estrategia de Lisboa puede de

algún modo ser el instrumento que ayude

a Europa a hacer la transición entre el mo-

delo actual y un modelo más sostenible a

medio y largo plazo y que la Estrategia de

Lisboa va a ayudar a Europa a crear las

condiciones pertinentes para que la eco-

nomía cambie, para que la calidad de los

empleos, la protección social y las econo-

mías macroeconómicas estén en pie de

igualdad y para que podamos realmente

construir sociedades más abiertas e inclu-

sivas, con un desarrollo sostenible.

Discutir sobre el futuro de la Estra-

tegia de Lisboa es discutir sobre los

distintos medios que tenemos, que

están a disposición de Europa con

el fin de alcanzar estos objetivos.

Esto me parece algo difícil, cuando

discutimos a nivel europeo de todos

estos temas no discutimos sobre los ins-

trumentos que necesitamos que creo que

deben ser instrumentos de orden político,

legislativo, y financiero y en este sentido

no podemos desconectar el debate sobre

la Estrategia de Lisboa de un debate fuer-

te, de una agenda de política social en re-

lación a algunas materias, principalmente

las vinculadas a la defensa y al desarrollo

de los derechos de los trabajadores, pero

también en relación a un instrumento fi-

nanciero potente, al presupuesto de la

Unión Europea y para ello necesitamos

una voluntad, un compromiso político muy

fuerte por parte del Consejo, pero tam-

bién por parte de la Comisión Europea que

tiene que desempeñar su papel de iniciati-

va, algo que en los últimos años no ha he-

cho y hemos dejado que todos los objetivos

de Lisboa sean gestionados por el poder

intergubernamental. Y a mi juicio esto hay

que corregirlo rápidamente.

No voy a detallar los aspectos de la Estra-

tegia de Lisboa, ya se han mencionado pe-

ro el desarrollo de la economía sostenible

baja en carbono, es para nosotros el meo-

llo de la Estrategia de Lisboa. Necesita-

mos una nueva política en Europa y desa-

rrollar además la investigación, el desarro-

llo, la innovación y sobre todo ayudar a los

trabajadores, a los sectores muy, muy he-

ridos con esta economía porque no vamos

a poder progresar sin preocuparnos de

los que han sido abandonados. Necesita-

mos una estrategia que defienda la Euro-

pa social y los derechos de los trabajado-

res e incluir el tema de los malos empleos

y hay que discutir además los aspectos de

seguridad de los trabajadores en las tran-

siciones que tendrán que hacer en el mar-

co de su vida laboral.

El tema de la inclusión en los mercados la-

borales es muy importante pero no pode-

mos tratarlo solo en relación a los trabaja-

dores desfavorecidos sino también en re-

lación a los que están en el mercado

laboral y que corren riesgos y que van a

ser víctimas de estos cambios. Hay que

tener una concepción muy amplia de la in-

clusión porque de lo contrario no progre-

saremos en este campo y, claro también

necesitamos una agenda política social

muy potente que haga progresar las pro-

puestas de las CES principalmente las

que tienen que ver con el protocolo de

progreso social. Pero esto no funcionará

si no tenemos una coordinación mucho

más potente de las políticas macroeconó-

micas, de las políticas fiscales y ahí todos

los temas que están vinculados también a

negociación colectiva y a su fortalecimien-

to, y finalmente las nuevas políticas sala-

riales que tienen que formar parte íntegra

de esta nueva Estrategia de Lisboa.

Pero después de haber dicho todo esto no

creo que Europa se pueda permitir espe-

rar la conclusión de las negociaciones y

del debate sobre la Estrategia de Lisboa,

estamos a finales del año 2009 y en es-

tos momentos yo dudo que podamos

adoptar la Estrategia de Lisboa en el mar-

co de la Presidencia española porque aún

no hemos oído propuestas por parte de la

Comisión Europea y Europa conoce una si-

tuación de emergencia en relación al em-

pleo y en este sentido desde la CES

pedimos una acción inmediata, una

acción fuerte y coordinada a nivel

europeo parecida a la que tuvimos

el año pasado para la salvaguardia

de los bancos y de los mercados fi-

nancieros. Necesitamos un plan en

este mismo sentido abarcando la emer-

gencia social y el problema de empleo que

tenemos hoy en Europa porque sino corre-

remos grandes riesgos de nacionalizacio-

nes, de proteccionismo, de forma inme-

diata pero principalmente a medio y largo

plazo.

La CES ya ha presentado propuestas

muy claras en el sentido de estas medi-

das de emergencia que son fundamenta-

les y necesarias, hemos pedido un se-

gundo plan de relanzamiento, hemos he-

cho propuestas para un New Deal o

Nuevo Compromiso social, y estamos es-

perando aún respuesta de las Institucio-

nes europeas y consideramos que las me-

didas a nivel nacional sin ninguna coordi-

nación a nivel europeo, sin compromiso ni

32

El tema de la inclusión en los merca-

dos laborales es muy importante pero

no podemos tratarlo solo en relación a

los trabajadores desfavorecidos.

Page 32: 01. REVISTA CLARIDAD N12

objetivos comunes y financieros están

abocadas al fracaso a medio y largo plazo.

Creo que Cándido ha identificado nues-

tras prioridades inmediatas en el marco

de este relanzamiento en el contexto so-

cial, necesitamos medidas que puedan

salvaguardar y relanzar el empleo, tene-

mos una emergencia en relación a los jó-

venes que abandonan la escuela y que no

tienen ninguna salida en el mercado labo-

ral, sabemos que vamos a tener proble-

mas vinculados al déficit presupuestario

en relación a las inversiones en los siste-

mas de protección social y también pro-

blemas de calidad de las prestaciones pú-

blicas. Sabíamos y ya habíamos avisado

varias veces, que con esta crisis nuestro

sistema de protección social desestabili-

za a la economía pero no desestabiliza a

todos los países de la misma manera por

lo tanto todos nuestros sistemas se tie-

nen que adaptar urgentemente para dar

prestaciones a todo el mundo y tenemos

que preparar la transición a esta nueva

economía.

También necesitamos afrontar urgente-

mente la regulación de los mercados fi-

nancieros, yo creo que el objetivo de todo

ello es que podamos decir que nunca más

nos tengamos que enfrentar a una crisis

como la que conocemos hoy en día y nun-

ca más tengamos que aceptar que a es-

cala europea cada vez que hablemos de

modernización estemos hablando de debi-

litamiento y principalmente del debilita-

miento de los sistemas de protección, de

los derechos de los trabajadores y de la

protección social de los ciudadanos y prin-

cipalmente también de reducción de todo

lo vinculado a la calidad del empleo.

Si tenemos que sacar una lección de esta

crisis es el hecho de que la construcción

europea no puede hacerse en base a la

competitividad como principal objetivo, qui-

zás hemos sido malos alumnos pero aho-

ra nos debe quedar claro que de esta ma-

nera no progresa Europa, y mucho menos

la Unión Europea representará el ejemplo

para un proceso de globalización que tiene

que ser más justo desde el punto de vista

social y del empleo.

33

Page 33: 01. REVISTA CLARIDAD N12

34

EEsta cuarta Presidencia española de la UE, desde

que en 1986 nuestro país pasó a formar parte

de la Unión, está llamada a ser diferente. No so-

lo diferente de las anteriores sino diferente a lo que

han sido hasta ahora las presidencias de turno. Pri-

mero porque, tras la entrada en vigor del Tratado de

Lisboa, las presidencias rotatorias son menos presi-

dencias. Tienen que compartir su protagonismo con

las nuevas figuras establecidas por el Tratado: la Pre-

sidencia permanente del Consejo y las nuevas funcio-

nes de la “ministra” de Asuntos Exteriores de la Unión.

Pero los liderazgos con los que repartir estrellato no

se acaban ahí. El Presidente de la Comisión también

ejerce. Y, como siempre, los grandes países de la

Unión –Alemania, Francia, Inglaterra, que representan

más del 50% del PIB comunitario– tienen por costum-

bre tomar iniciativas o imponer vetos por su cuenta, o

mancomunadamente, que terminan condicionando los

mejores programas. Aparte de que tomar decisiones

–sobre todo las más sensibles, incluso si no requieren

la unanimidad– teniendo que poner de acuerdo a 27

socios resulta una tarea que raya con lo imposible.

Quizá, por ello, el primer mérito al que puede contri-

buir este nuevo tipo de presidencia rotatoria que va a

ejercer España durante el primer semestre de este

año es el de tratar de evitar el riesgo evidente de caer

en una cacofonía institucional. Y el de intentar ayudar

para que la UE funcione, en todo lo posible, como una

orquesta bien acoplada. No son pocos, por cierto, los

que temen en Bruselas que el Tratado de Lisboa en lu-

gar de contribuir a una mayor unidad de acción y go-

bierno de la UE desemboque en una mayor dispersión

y parálisis. Si durante la Presidencia española se des-

miente en los hechos ese mal augurio, ya se habrá

conseguido un primer éxito nada desdeñable.

En este contexto, la Presidencia española puede estar

repleta de actividades, reuniones y cumbres muy exito-

sas desde el punto de vista mediático, de muchas fo-

tos de primera página, pero bastante más diluida en

cuanto a resultados concretos. Por ello, parece nece-

sario que la Presidencia española –que ha armado un

programa, bajo el enunciado “Innovando Europa”, que

cubre el conjunto de temas de las distintas formacio-

nes del Consejo de la Unión Europa– se centre, de he-

cho, en una agenda más restringida y estratégica. En

la que se delimite una hoja de ruta que defina con rea-

lismo las actuaciones o eventos de los que se quiere

aprovechar para reforzar las relaciones e influencia de

España, dentro de las políticas comunitarias; las cues-

tiones en las que desea marcar su impronta; las que

son inevitables; las que quiere evitar y aquellas otras

que, aunque no las consiga durante su presidencia,

quiere poner en circulación.

Sin duda, el primer tema en el que la Presidencia es-

pañola debería imprimir su sello es en la definición de

una visión a largo plazo para Europa. En el qué se quie-

re que sea Europa en el contexto de la mundialización.

CLARID

AD

·IN

VIE

RNO/PRIM

AVERA

2010

·CUARTA

ETAPA

Europa

antelaPresidenciaespañola

delaUnión

Europeaen

elprimer

semestrede

2010(II)

Presidencia españolade la Unión Europea

José María ZufiaurConsejero del Comité Económico y Social Europeo

Page 34: 01. REVISTA CLARIDAD N12

35

Iniciando, de esta manera, una reacción

de la izquierda europea que incida de nue-

vo en el futuro de la construcción europea

y, por ende, en una respuesta propia y di-

ferente a las crisis económica, ecológica y

de la acción política que nos afectan de

forma simultánea e imbricada.

El principal instrumento para ello es la re-

novación de la Estrategia de Lisboa. Una

estrategia que no ha alcanzado ninguno de

los indicadores de que se había dotado: ni

en el terreno social, ni en el educativo, ni

en el de investigación y desarrollo, ni en el

de crecimiento, ni en los medioambienta-

les. Lo que no ha sido exclusivamente por

causa de la crisis: sin ella, la inmensa ma-

yoría de tales objetivos cifrados tampoco

se hubieran alcanzado. La Estrategia de

Lisboa tendría que rediseñar su compo-

nente interno: educación, innovación, polí-

tica industrial, política energética, política

económica y no solo monetaria, po-

lítica de empleo, la cohesión social,

el método de gobernanza y el siste-

ma de financiación. Colocando en el

centro de la misma la Estrategia

Europea de Desarrollo Sostenible.

Así, la Estrategia de Lisboa podría pasar

de ser un mecanismo de desregulación y

de competencia entre los países miem-

bros –lo que es ahora– a otro en el que

primaran las políticas comunes, los bienes

públicos europeos y la cooperación intra-

comunitaria. También habría de dotarse

de una agenda temporal que además de

trabajar a medio plazo programe el largo

plazo, algo imprescindible para afrontar

los desafíos derivados de la crisis ambien-

tal. Pero, además, la nueva estrategia de

Lisboa requiere un componente externo,

hasta ahora inexistente, que le permita

pesar en la configuración de la mundializa-

ción. Ello tendría que implicar una adecua-

ción de las políticas comunes ya existen-

tes –política comercial común, mercado

interior y unión económica y monetaria y

política agrícola común– a la dimensión in-

ternacional e incorporar una estrategia ex-

terna a otras políticas como la energética,

climática, normativa, de desarrollo, de

emigración, social. Ello no será posible sin

cambiar el paso, desde la simple coordi-

nación intergubernamental a unas políti-

cas verdaderamente comunes. Y, en con-

secuencia, a una voz unitaria de Europa en

los foros internacionales.

En este objetivo, España tiene la ventaja,

que no debería desaprovechar para per-

sonalizarse en ese crucial debate, de que

el ex presidente del Gobierno Felipe Gon-

zález es quien preside el Grupo de Refle-

xión sobre el Futuro de Europa.

La lucha contra el paro es otro tema inevi-

table de la Presidencia española. Cual-

quier éxito en otros campos de la cons-

trucción europea quedará sepultado por

la falta de resultados en el terreno del em-

pleo. En primer lugar en España, que ade-

más de ostentar la Presidencia encabeza

la tasa de paro de la UE. Establecer un

Plan de Empleo en nuestro país para

2010 y, si fuera posible para otros dos

años más, que reduzca el que ya tenemos

y el que todavía es previsible que se siga

produciendo habría de ser la prioridad de

las prioridades de la Presidencia española.

Ello pasa, antes que nada, por facilitar

crédito financiable a las empresas y por

inversiones públicas en los sectores y ser-

vicios en los que las distintas administra-

ciones públicas pueden crear empleo.

También por el fomento de inversiones

privadas o público-privadas en sectores e

infraestructuras de futuro vinculados al

cambio del modelo productivo.

Pero también para el conjunto de Europa

la prioridad básica de la Presidencia espa-

ñola ha de ser la del empleo. El esfuerzo

realizado hasta ahora por la UE al respec-

to ha sido claramente insuficiente, ade-

más de disperso. Desde luego muy infe-

rior al que se ha dedicado al apoyo directo

al sistema bancario (el 17,6% de su PIB

en el conjunto de los países del G-20, se-

gún el FMI). La suma de los planes de re-

lanzamiento de los Estados integrantes de

la UE ha representado, en el conjunto de

2008, 2009 y 2010, un 1,6% del PIB co-

munitario. Muy por debajo del 5,6% dedi-

cado en Estados Unidos (Le Monde,

5/1/2010). Precisamente por ello, la

Confederación Europea de Sindicatos

(CES) ha solicitado a la Presidencia espa-

ñola que influya para que la UE invierta en

los próximos tres años un 1% anual

del PIB europeo destinado a “crear

más y mejores empleos, promover

la innovación y el empleo en las in-

dustrias clave, invertir en tecnolo-

gías nuevas, ecológicas y sosteni-

bles, mantener servicios públicos de alta

calidad y ofrecer a los trabajadores la cua-

lificación que éstos necesitan para traba-

jar en la economía de mañana”. Una ma-

yor dinámica económica en el conjunto de

la Unión puede ser, a su vez, uno de los

factores que tire del crecimiento y del em-

pleo en España.

Además, y en el mismo sentido, la Presi-

dencia española tiene interés objetivo en

abogar por un salto cualitativo en la gober-

nanza económica de la Unión. Y en una

subordinación a criterios políticos de las

reglas económicas de que ésta se ha do-

tado. Las reglas de Maastricht –moneta-

rias y presupuestarias– impusieron que

nunca la UE pudiera acudir en auxilio de

Ofrecer a los trabajadores la cualifica-

ción que éstos necesitan para trabajar

en la economía de mañana.

Page 35: 01. REVISTA CLARIDAD N12

alguno de sus miembros si llegaba a un

riesgo de “quiebra”. En estas semanas se

ha escrito mucho sobre el riesgo que afec-

ta a Grecia por el volumen de su deuda y

hasta se ha especulado con su posible sa-

lida del euro. Cosa que no es nada verosí-

mil, tanto por razones políticas como por-

que ello aumentaría exponencialmente el

peso de su deuda, contraída en euros, y

su tasa de cambio se desplomaría, con

efectos económicos y sociales muy negati-

vos. Los sectores más ultraliberales y las

agencias de calificación han desencadena-

do una campaña, tan injusta como poco

diferenciada, contra Portugal, Irlanda,

Grecia y España (los PIGS, cerdos en in-

glés, según les denominan) por su tenden-

cia al endeudamiento. Haciendo

una amalgama interesada, ya que

la previsión de deuda pública sobre

el PIB en 2011 es del 135% para

Grecia y del 74% para España. En

todo caso, si la UE quiere ser algo

más que un club intergubernamental ten-

drá que establecer mecanismos solidarios

que hoy no existen, para responder a al-

gunos de sus miembros en dificultad. Me-

canismos como el escalonamiento de la

deuda; ayudas del Banco Europeo de In-

versiones; emisión de obligaciones en

nombre de Europa; incitar al Banco Cen-

tral Europeo a prolongar una estrategia de

compra de títulos. U otras medidas en la

línea de estas mencionadas y propuestas

por el equipo de economistas de Natixis,

banca de financiación y de servicios finan-

cieros. No hacerlo, además de condenar

a los países afectados a curas de caballo,

puede poner en riesgo a otros países de

la UE –con quienes aquellos tienen contra-

ída una parte importante de su deuda– y

debilitar ante los inversores la credibilidad

del euro.

En tercer lugar, y en la línea antes mencio-

nada de encabezar una reacción de la iz-

quierda europea frente a la progresiva de-

rechización de la construcción comunitaria

en general, y de la política social en parti-

cular, la Presidencia española tendría que

poner en marcha iniciativas tendentes a

evitar el dumping social en la UE. Un ries-

go que ha tenido como expresiones más

significativas la llamada directiva Bolkes-

tein, la propuesta de directiva sobre tiem-

po de trabajo y las sentencias del Tribunal

Europeo de Justicia, anteponiendo los de-

rechos de establecimiento a los derechos

fundamentales del trabajo. Seguramente

será difícil aprobar medidas concretas so-

bre estas materias durante este semes-

tre. Pero es fundamental plantearlas, con-

vertirlas en bandera de países y de movi-

mientos sociales para evitar un mayor

deterioro del modelo social europeo. Esas

medidas son las que ha reclamado con in-

sistencia el movimiento sindical europeo y

el español: incorporar una cláusula de pro-

greso en el Tratado, para evitar que las

normas que rigen la prestación de servi-

cios invaliden los derechos laborales funda-

mentales; la revisión, en el mismo sentido,

de la directiva sobre desplazamiento de

trabajadores; el reconocimiento, en la revi-

sión de la Agenda Social Europea, de un

completo marco de relaciones laborales a

nivel europeo; y una mayor armonización

fiscal que ponga límite a la competencia fis-

cal que está socavando los modelos de

protección social europeos.

En fin, la Presidencia española tendría que

intentar mantener y reforzar su liderazgo

europeo en relación con América Latina.

En un contexto en el que las cartas se han

movido mucho. Tres países de América

Latina son titulares del G-20; América La-

tina se ha inclinado hacia gobiernos de iz-

quierda al tiempo que se dividía en bloques

de influencia diferenciada, en torno a Ve-

nezuela y Brasil; se ha incrementado la

apertura de América Latina hacia Asia, ha

cambiado el signo de la política de la admi-

nistración norteamericana y los acuerdos

de asociación regionales están paraliza-

dos. Más allá de que en la Cumbre UE-

América Latina y el Caribe se concreten

medidas para hacer de la innovación un

elemento central de la asociación estraté-

gica birregional o de que se ponga en mar-

cha un Mecanismo de Inversión para Amé-

rica Latina (MIAL), similar al que la UE tie-

ne con los países vecinos, y se cree una

Fundación para el impulso de las re-

laciones birregionales, la Presiden-

cia española debería apostar fuerte

por el relanzamiento a fondo de las

negociaciones para un Acuerdo de

Asociación con MERCOSUR. Que

quedaron paralizadas en 2004 y que aho-

ra pudieran darse las condiciones para lle-

varlas, finalmente, a término. La parálisis

de las negociaciones de la OMC, el acer-

camiento estratégico entre EEUU y China,

la proximidad de las elecciones en Argenti-

na y Brasil y la propia disputa por el lide-

razgo estratégico en América Latina pue-

den ser factores que lo propicien. Así se

deduce de las declaraciones que hicieron

al alimón la Presidenta argentina y la Vice-

presidenta primera del gobierno de Espa-

ña; y de la toma de posición de la última

Cumbre de Presidentes de MERCOSUR, el

pasado diciembre. No se me ocurre que

la Presidencia española pueda alcanzar

mayor logro para su acción exterior –ni

mejor incentivo para hacer avanzar las ne-

gociaciones con la Comunidad Andina y

con Centroamérica–, que el que supondría

situar durante los próximos seis meses

las negociaciones de la UE con MERCO-

SUR al borde de la firma.

36

Evitar que las normas que rigen la

prestación de servicios invaliden los

derechos laborales fundamentales.

Page 36: 01. REVISTA CLARIDAD N12

38

QQuiero recordarles en primer lugar que el 22

de octubre de este año ya se dieron a cono-

cer, el “Tercer Informe sectorial de participa-

ción de los trabajadores y sus representantes en las

empresas del IBEX 35”, y también el “Primer Informe

sectorial de participación de los trabajadores y sus re-

presentantes en el ámbito de la Pequeña y Mediana

Empresa”.

Ambos desde entonces están a disposición del debate

público a través de Nuestro Observatorio; que por cier-

to entra ya en el cuarto año de presencia en la Red.

A la vista de los datos que disponemos y que se les

han facilitado, podemos estar satisfechos de la conti-

nuidad en la acogida que mantenemos: hemos recibi-

do trece mil novecientas setenta y dos consultas

(13.972), la mayoría españolas, pero también de

otros países (latinoamericanos, europeos y asiáticos).

Y en el buscador Google con sus consultas 400.000

en RSE, aparecemos en el primer lugar, lo que de-

muestra el interés que nuestras aportaciones en RSE

suscitan en los medios.

De esta forma mantenemos plenamente los objetivos

que nos planteábamos en su creación: Contribuir a

que la sociedad disponga de información sobre la si-

tuación de la RSE en España. Procurar a los estudio-

sos del tema, una metodología y unos datos empíricos

que faciliten sus análisis e investigaciones. Mantener

un espacio abierto de debate sobre cualquier cuestión

relativa a la RSE.

Por otra parte, debemos hoy subrayar los eventos

que se han producido en España en este último año,

que sin duda van a incidir en el desarrollo de la RSE.

Desde la constitución del Consejo Estatal de Respon-

sabilidad Social de la Empresa –CERSE– en febrero

de 2008 afrontamos en España una nueva etapa, en

la que el desarrollo de la RSE se realiza con la presen-

cia indiscutible de los interlocutores sociales. Por

nuestra parte, confiamos en que los cinco grupos es-

pecíficos creados, que vienen trabajando desde me-

diados de 2009, vayan aportando las líneas de ase-

soramiento que permitan profundizar y extender el co-

nocimiento y la implicación desde los actores sociales

comprometidos.

Las expectativas creadas en torno al trabajo de los

Grupos constituidos desde el CERSE, como Observa-

torio de la RSE en España, están en la línea de: pro-

poner al Gobierno medidas de fomento de las iniciati-

vas de responsabilidad social, emitir informes sobre

iniciativas y regulaciones que afecten a las actuacio-

nes de empresas, organizaciones e instituciones públi-

CLARIDAD · INVIERNO/PRIM

AVERA 2

010 · C

UARTA ETAPA

“Cultura

s, P

olítica

s y Prá

cticas

de

resp

onsa

bilid

ad de las Em

pres

as

del IBEX

35”, del año

2009

“Culturas, Políticas y Prácticas deresponsabilidad de las Empresas

del IBEX 35”, del año 2009*Cándido Méndez

Secretario General de UGT

* Presentación del informe del año 2009 el 27 de enero de 2010.

Page 37: 01. REVISTA CLARIDAD N12

39

cas y privadas, promocionar los estánda-

res y características de las memorias de

responsabilidad social y de sostenibilidad,

así como las herramientas más adecua-

das para su elaboración y seguimiento.

En definitiva el CERSE como Consejo Ase-

sor, tiene en su horizonte la tarea de es-

clarecer un marco de referencia para

avanzar en: transparencia, rendición de

cuentas, y con ello contribuir a erradicar

la cultura del “cortoplacismo”, poniendo

en evidencia la necesidad de los cambios

tanto en la dimensión financiera, como

los requisitos de compromiso y diálogo

con las partes implicadas (accionariado,

trabajadores, consumidores).

Son aportaciones y consensos urgentes pa-

ra nuestra sociedad y han de permitirnos re-

parar y avanzar en una mayor igualdad y co-

hesión social: en recuperación del empleo y

en la mejora de las condiciones de

empleo y trabajo de los ciudadanos.

Volvemos a recordar e insistir en la

premisa de que la responsabilidad

social no es un factor externo, ni aña-

dido a la empresa, sino que afecta al

modelo de gestión empresarial y a las for-

mas de organización de la producción.

Es evidente que, así entendida, la RSE ge-

nera determinadas consecuencias. Se ins-

ta a las empresas y organizaciones a que

hagan no solo relaciones públicas, sino que

asuman conductas coherentes con sus de-

claraciones de responsabilidad social. Es

justamente en este punto donde se produ-

ce la mayor discrepancia: las empresas

tienden a insistir que la RSE es una decisión

unilateral, mientras que nosotros plantea-

mos que es voluntaria, pero no unilateral, y

que significa realizar acciones e iniciativas

más allá del pleno cumplimiento de las le-

yes y los convenios colectivos en vigor.

En cuanto a las propuestas para incenti-

var desde la Administración las políticas de

estímulo a la integración empresarial de la

RSE, la UGT sigue viendo favorablemente:

• Dotar de mayores facilidades para te-

ner acceso a los recursos y a la finan-

ciación pública a las empresas que sean

socialmente responsables y que hayan

sido certificadas como tales.

• Compromiso por parte de las empre-

sas de presentar al final de cada año

un informe sobre las actividades desa-

rrolladas en materia de RSE y que se

entregue ese informe a los sindicatos,

a todas las partes interesadas, y a la

autoridad pública, para su conocimien-

to y, en caso preciso, su discusión. Es-

tamos convencidos de que esta medida

dotaría de una auténtica transparencia

a la empresa comprometida.

En cuanto a la importancia de un mar-

co europeo de referencia basado en cri-

terios concretos destinados a conferir

transparencia, responsabilidad y parti-

cipación de los trabajadores, sin los que

la RSE no puede funcionar, la CES ha

aportado recientemente con su Me-

morándum sindical a Presidencia es-

pañola de la UE, una serie de líneas de

trabajo que podrían desarrollarse du-

rante los próximos meses.

Aprobado el tratado de Lisboa después de

una década de debates, entra en vigor en

diciembre de 2009. La posición de la CES

es combinar la Estrategia de Lisboa y La

Estrategia Europea de Desarrollo Sos-

tenible: “...un nuevo impulso de la Euro-

pa Social” en la necesidad de garantizar

la primacía de los derechos fundamenta-

les del trabajo sobre los de las liberta-

des económicas, en definitiva demandan-

do un fuerte impulso a la Unión Social y a

la Unión Política de la UE.

Es la Presidencia española de la UE la que

abre esta nueva etapa en la vertebración de

la Unión Europea en 2010, año de lucha

contra la pobreza y la exclusión social, en

medio de la grave crisis que estamos atra-

vesando. España tiene simultáneamente

la difícil carga de liderar propuestas alter-

nativas, contando con una realidad de des-

trucción de empleo significativamente ma-

yor que en la media europea.

Se hace necesario poner en evidencia que

esta situación parte de un modelo econó-

mico que ha desencadenado destrucción

de empleo aumentando el riesgo de

la tendencia a la precariedad, y des-

estabilizando y atacando los avan-

ces en cohesión social, sin olvidar

que estamos en fechas cada vez

más cercanas a los limites de no

retorno, en el necesario giro de las

políticas que recuperen el respeto me-

dioambiental.

Desde la UGT miramos hacia el próximo

2010 –en este delicado momento en que

España ocupará la presidencia en la Unión

Europea– con la expectativa de que se res-

tablecerán las líneas de compromiso de la

Estrategia de Lisboa: afianzar la apuesta

por la Europa Social y, desde nuestro país,

reorganizar las fuerzas del emprendimien-

to productivo, situando el valor del trabajo

en el centro de la atención de las fuerzas

en conflicto.

Más y mejor empleo es la prioridad.

También la creación de riqueza en cono-

La responsabilidad social no es un fac-

tor externo, ni añadido a la empresa,

sino que afecta al modelo de gestión

empresarial.

Page 38: 01. REVISTA CLARIDAD N12

cimiento, en estabilidad, en formación

para hacer crecer la empleabilidad de

los trabajadores; riqueza en salud y bie-

nestar, en igualdad y flexibilidad dentro

de las empresas, y en una economía de

compromiso con el entorno, baja en car-

bono, que haga posible una Europa con

mayor cohesión ecológica y social.

En este contexto de nuevos requisitos en

la perspectiva del impulso de una cultura

empresarial de la participación y la trans-

parencia, habrán de desarrollarse las nor-

mativas que la orienten y les sirvan

de referencia.

Algunas pincelas de la realidad que

han de estar en el punto de mira de

los análisis y las propuestas:

La importancia de la generalización

de la subcontratación, como estra-

tegia empresarial de primer orden,

la externalización de trabajos, la división

internacional e interregional del trabajo, la

globalización en suma. Las empresas pan-

talla, todas las formas de relación mer-

cantil que degradan y debilitan el trabajo

como factor de ciudadanía, como tam-

bién el cierre de empresas perfectamente

viables porque se puede obtener trabajo

más barato en otro lugar.

Algunos investigadores alertan de la ten-

dencia a la “empresarización” de la nego-

ciación colectiva, primero porque han

aumentado la cantidad de convenios colec-

tivos a esta escala, y también porque es en

el ámbito de la empresa donde se dirimen

cada vez más las condiciones laborales.

En este sentido el interés de la Empresa es-

tará muy a menudo ligado a la creación de

una cultura de empresa, una forma de co-

municación y organización del trabajo en la

empresa que beneficie la implicación de los

trabajadores, con todos los corolarios de

compromiso empresarial para su formación

y la retención de estos trabajadores bien

formados e implicados con la empresa, allí

sí será posible la aplicación de una negocia-

ción flexible que permita que las relaciones

laborales tengan un marco desde el que

proteger y afianzar el valor de estas formas

de intercambio en la relaciones de trabajo.

En ese contexto la Empresa ampliará y acti-

vará las formas de sociabilidad con las que

encontrar un mayor compromiso en torno

a la cultura y el proyecto de la empresa.

Por todo lo cual no podemos olvidar la im-

portancia de integrar la participación de la

representación sindical de los trabajadores

en las posibilidades que abre esta perspec-

tiva, y por ello también la importancia de ac-

tivar la presencia sindical en aquellos secto-

res de la actividad productiva donde la pre-

cariedad se expande y por ello la necesidad

de reforzar la negociación colectiva en

adecuación a estas situaciones que ganan

en presencia social en momentos de des-

trucción de empleo como ahora.

De igual modo el empleo experimenta una

creciente individualización, lo que tiende

a aumentar la intensificación del trabajo.

La fragmentación de las empresas, la ex-

ternalización de ciertas áreas de produc-

ción sin el consecuente reconocimiento

sindical, la organización del Grupo de Em-

presa para poder mantener la clarifica-

ción de una reciprocidad representativa

y simétrica: única forma de invertir la ten-

dencia actual de que la acción de los sindi-

catos se establezca muchas veces reacti-

vamente y a la defensiva.

Para el empresario parece ser el objetivo

tender a transformar los proyectos em-

presariales, diversificándolos en relación a

la especificidad o fragmentación de la pro-

ducción (no siempre por referencia a la

especialización), organizando proyectos

empresariales con una plantilla mínima y

gran flexibilidad interna.

Los objetivos de la estrategia de

Lisboa (2000) orientados hacia ge-

nerar competitividad y valor añadi-

do han de integrarse, dada la ac-

tual coyuntura, en una sociedad

que ha de encontrar la productivi-

dad, como resultado de recupera-

ción del saber hacer. Con la apro-

bación del Tratado de Lisboa, se ha

de evolucionar en la dirección de re-

visar los objetivos hacia la sostenibilidad

medioambiental, primando la colaboración

en el seno de la UE, creando las condicio-

nes de integrar a todos los estados en la

lucha por la igualdad y contra la exclusión

y precariedad social.

Las propuestas que conectan con la RSE

de las organizaciones sindicales –de la

UGT– para la presidencia de la UE.

Reactivar la economía y promover el em-

pleo de calidad, plan de choque contra el

desempleo juvenil en España, mejora de la

educación y formación profesional, comen-

zar la aplicación de la Cumbre de Copen-

hague sobre Cambio Climático, procuran-

do informar las estrategias del cambio de

modelo productivo.

Y el desarrollo de nuevos campos para

el Diálogo Social que afecta de manera

central al progreso de la RSE.

40

Algunos investigadores alertan de la

tendencia a la “empresarización” de la

negociación colectiva porque han

aumentado la cantidad de convenios

colectivos a esta escala.

Page 39: 01. REVISTA CLARIDAD N12

Avanzar en las referencias normativas pa-

ra la Democracia Económica y de partici-

pación de las empresas. Al menos en 12

países de la UE existen distintas formas

de participación de los trabajadores en

los órganos de decisión de las empresas

(Consejos de Administración o de Vigilan-

cia).

En España la incidencia sindical en las de-

cisiones de las empresas solo se realiza a

través de los derechos de información y

consulta.

En el ámbito macroeconómico, dada la in-

cidencia del capitalismo financiero, la liber-

tad de movimientos de capitales y el fenó-

meno de deslocalización de las empresas

plantea la necesidad de que se generen

marcos normativos en: la regulación de la

actuación de los fondos de inversión que

están condicionando la vida económica de

las empresas y los países.

En el ámbito de las empresas la necesidad

de abordar la regulación de los Comités

de Grupo de Empresas (como hemos co-

mentado) lo que es bastante común en los

países comunitarios.

La mejora y adaptación de los códigos de

buen gobierno de las empresas, el esta-

blecimiento de un marco legal para la par-

ticipación de los representantes de los tra-

bajadores en el Consejo de Administración

de las empresas y la regulación específica

y diferenciada respecto al capital de los

accionistas, de la sindicación del acciona-

riado de los trabajadores y de su partici-

pación financiera en la toma de decisiones

de las empresas.

Son todos ellos asuntos que darían un

verdadero respaldo para transformar las

dificultades a las que estamos enfrenta-

dos.

41

Page 40: 01. REVISTA CLARIDAD N12

42

LI. PRESENTACIÓN

La proximidad de la conmemoración del Día Inter-

nacional de la Mujer Trabajadora, 8 de marzo,

exige reflexionar sobre los avances conseguidos

en términos de igualdad de oportunidades entre muje-

res y hombres y sobre las cuestiones de importancia

fundamental en este ámbito que todavía requieren un

impulso para alcanzar una sociedad en la que la discri-

minación por razón de género se considere una carac-

terística del pasado. Por esto, esta fecha tiene una

doble finalidad. Por una parte, se trata de un día rei-

vindicativo en que se reclama la solución a los proble-

mas que todavía persisten y por otra, posee un mar-

cado carácter ilustrativo de los logros conseguidos.

En la reivindicación de la igualdad, las organizaciones

sindicales hemos marcado desde su inicio un camino

sólido e indiscutible. La desigualdad laboral, las dife-

rentes condiciones de trabajo de mujeres y hombres,

la pervivencia de la desigualdad retributiva por razón

de sexo o el acoso sexual han sido y son, entre otras

cuestiones, una permanente en el ámbito de trabajo

de nuestra organización.

Y aunque es muy importante el camino recorrido ha-

cia la igualdad laboral entre mujeres y hombres, las

cuestiones señaladas siguen teniendo una particular

incidencia en la vida de un número importante de tra-

bajadoras y, por lo tanto, en la agenda de UGT.

Mencionar y resaltar los avances es imprescindible pa-

ra situarnos en un panorama en que las cotas de igual-

dad laboral se incrementan de forma notable, pero ha-

cer un discurso en el que no se mencionen los retos

pendientes de futuro no puede ser más que una ilu-

sión triunfalista no acorde con la realidad.

El presente documento responde a la necesidad de en-

marcar la reivindicación de la igualdad laboral en una

situación económica que tanto a nivel nacional como

internacional plantea un panorama desalentador.

La modificación del marco laboral actual requiere el

esfuerzo conjunto de administraciones y gobiernos, de

trabajadoras/res, de organizaciones sindicales y de

partidos políticos. Todo ello desde el prisma de situar

el principio de igualdad en el centro del debate para

evitar la perpetuación de discriminaciones laborales

por razón de sexo que no solo pueden perdurar sino

que en situaciones como la actual tienden a agravarse

y desplazar el peso mayoritario de la precariedad labo-

ral sobre los hombros de las trabajadoras.

II. INTRODUCCIÓN

La situación económica actual a nivel internacional es

uno de los temas que centran las agendas políticas y

sociales en todos los países del mundo. La preocupa-

ción es palpable y desde todos los ámbitos se escu-

chan voces más o menos cualificadas alertando no

CLARID

AD

·IN

VIE

RNO/PRIM

AVERA

2010

·CUARTA

ETAPA

Mujeres

ante

lacrisis

econ

ómica.

Impa

ctos

yop

ortunida

des

Mujeres ante la crisis económica.Impactos y oportunidades

Paloma Rodríguez Vázquez y Cristina Justo SuárezUniversidad de Santiago de Compostela en colaboración con el Departamento Confederal de la Mujer de UGT

Page 41: 01. REVISTA CLARIDAD N12

43

solo de la gravedad de la situación sino de

las consecuencias que aún puede acarrear

una crisis económica de la envergadura

de la actual.

Lamentablemente no son muchas las vo-

ces que sitúan en el centro del discurso

uno de los aspectos cruciales de toda eta-

pa de precariedad y dificultad: cómo y en

qué medida una situación desfavorecida

en lo económico y lo laboral va a afectar a

la vida de las personas y de qué forma es-

ta situación puede incidir diferencialmente

si estas personas pertenecen a uno u otro

sexo.

En nuestro entorno hemos gozado de un

progreso imparable en materia de igual-

dad que ha venido de la mano de la masi-

va incorporación de las mujeres al ámbito

del trabajo remunerado. Las últi-

mas décadas han supuesto un vuel-

co que se creía irreversible en ma-

teria de derechos para hombres y

mujeres. El acceso de las mujeres

a la educación y especialmente a la

educación superior y a la profesio-

nalización, el acceso al empleo y a la acti-

vidad empresarial, las modificaciones le-

gales y la inclusión del principio de igual-

dad de forma transversal en la normativa,

la decisiva incursión de las mujeres en los

puestos de decisión y en los órganos de

poder, la participación política, cultural y

social, las modificaciones en las relacio-

nes personales y familiares, son la parte

fundamental de los logros alcanzados en

los últimos treinta años que han conse-

guido que la sociedad en general no pue-

da concebir un mundo exento de paráme-

tros básicos de igualdad entre mujeres y

hombres.

Estos logros, que constituyen la base fun-

damental del cambio en nuestra socie-

dad, se han forjado a través del impulso y

la capacidad de innovación de las mujeres

de este país que han sabido conjugar la ló-

gica teórica de sus reivindicaciones con la

efectividad de la praxis en la aplicación co-

tidiana de los avances alcanzados.

Pero sabemos que aún quedan importan-

tes cotas de desigualdad que es preciso

desactivar, pues, aún en los ámbitos más

favorables la igualdad real no es sino una

aspiración. Tanto en lo referente al acce-

so como a la permanencia o a la promo-

ción en el mercado laboral, las mujeres

continúan ostentando las mayores dificul-

tades de desarrollo. La brecha salarial por

razón de sexo, el techo de cristal, las do-

bles y triples jornadas de trabajo, las difi-

cultades de acceso a los puestos de deci-

sión, la parcialidad, la temporalidad, el de-

sempleo, la inactividad o el acoso, son

situaciones que continúan afectando ma-

yoritariamente a las mujeres.

Y la situación de desigualdad en lo laboral

no se presenta en solitario sino que va pa-

reja a otras desigualdades de igual o inclu-

so mayor gravedad y peores consecuen-

cias. La violencia contra las mujeres, el

tráfico de personas o la feminización de la

pobreza, son fenómenos que tanto a nivel

nacional como internacional deben consti-

tuir la mayor preocupación de los estados

democráticos y cuyo atisbo de solución solo

se percibe a través de la garantía de ser-

vicios universales, de una sólida inserción

en el mercado laboral, de la independen-

cia económica de todos y cada uno de los

individuos que forman parte de la socie-

dad y de la distribución equitativa de los

recursos comunes aspirando a la atención

y cobertura de las distintas necesidades

de las personas.

Difícil solución en momentos en que la si-

tuación internacional a nivel económico se

tambalea. Que los cimientos sobre los que

se ha construido el edificio financiero in-

ternacional se asentaban sobre un suelo

resbaladizo es un hecho y que sus conse-

cuencias influirán de forma muy negativa

sobre las partes más vulnerables de la po-

blación mundial es un pronóstico que te-

nemos la obligación de romper.

Hace apenas un año, la Organización In-

ternacional del Trabajo elaboró su informe

anual “Tendencias mundiales del empleo

de las mujeres” en el que refiere la inci-

dencia que la crisis económica tendrá pa-

ra el empleo masculino y, sobre to-

do, para el empleo femenino. Los

datos a nivel internacional advierten

de la posibilidad de unos índices de

desempleo que pueden alcanzar

entre los 24 y los 52 millones de

personas en todo el mundo lo cual

significa que la tasa de desempleo puede

incrementarse hasta el 7% a nivel inter-

nacional.

De ese cómputo total estimado de perso-

nas que pueden llegar a estar en situación

de desempleo, el número de mujeres se

calcula entre los 10 y los 22 millones lo

cual se traduce en un incremento signifi-

cativo en las tasas de desempleo femeni-

nas que podrían alcanzar hasta el 7,5%.

En España, la alarma creada por el de-

sempleo masculino derivado de la caída de

sectores como la construcción o la indus-

tria, que ha producido una serie de expe-

dientes de regulación de empleo en mu-

chas empresas de estos ámbitos y otras

filiales o subsidiarias, ha vuelto en cierta

La situación de desigualdad en lo labo-

ral no se presenta en solitario sino que

va pareja a otras desigualdades de

igual o incluso mayor gravedad.

Page 42: 01. REVISTA CLARIDAD N12

manera opaco el problema del desempleo

femenino y de la precariedad laboral a la

que en esta situación se enfrentan las tra-

bajadoras que se inscriben en sectores

profesionales y laborales afectados por

mayor temporalidad y fragilidad.

No es nuevo recordar que las situaciones

de dificultad derivadas de crisis económi-

cas expulsan en primer lugar del mercado

laboral a aquellos colectivos en situación

más vulnerable, tanto en lo socio-

personal como en lo profesional.

Por lo tanto, se corre el riesgo de

olvidar una vez más la imposibilidad

del cumplimiento de las expectati-

vas profesionales y laborales de las muje-

res ya que el acento recae en la precarie-

dad a la que en estos momentos se ven

sometidos, también, los varones trabaja-

dores. Los índices de actividad femenina

siguen siendo menores, la tasa de paro

entre las trabajadoras supera la de los

trabajadores y la temporalidad y parciali-

dad siguen afectando de forma especial a

los colectivos femeninos con la consiguien-

te desprotección social y el posicionamien-

to deficitario de las mujeres ante el mer-

cado de trabajo.

A pesar de todo, nuestra legislación en

materia de igualdad y, específicamente, en

materia de igualdad laboral, supone la in-

troducción transversal de este principio

rector en el mundo del trabajo remunera-

do y ello nos sitúa ante la posibilidad de ha-

cer de la crisis una alternativa para el in-

cremento de los niveles de igualdad a tra-

vés de la consolidación de los empleos

ocupados por las mujeres, inicialmente no

afectados por el derrumbe derivado de la

crisis. Las alternativas políticas deberán te-

ner en cuenta la necesidad de la igualdad y

el diálogo social no puede más que incor-

porar las demandas de las mujeres traba-

jadoras en la generación de soluciones.

La grave crisis económica y financiera que

atravesamos ha sido gestada y alimenta-

da por estructuras económicas y políticas

masculinas. Hasta ahora, la participación

de las mujeres en la construcción social y

económica no ha sido más que tangencial

en lo que a toma de decisiones se refiere.

Sus bajos niveles de mando han impedido

que las formas solidarias y extensivas en

el reparto de recursos utilizadas por las

mujeres en diversos puntos del planeta se

hayan visto consolidadas en los países de

economías “saludables”.

Pero ha llegado el momento de reflexionar

y reconocer que la quiebra del orden eco-

nómico establecido no solo tiene conse-

cuencias muy lamentables sino que tiene

unos responsables claros y definidos. Polí-

ticos y banqueros, financieros e interme-

diarios; grupos de poder y de decisión en

los que apenas se encuentra un rostro,

una mente, una aportación de las mujeres.

En el ámbito financiero internacional, las

mujeres apenas han atisbado el núcleo du-

ro donde se toman decisiones. Decisiones

que han resultado de una ineficacia y de

una irresponsabilidad como no se vivía

desde principios del siglo pasado.

Ha llegado, pues, el tiempo de los cambios.

El tiempo de participación con otras for-

mas de hacer, con otras formas de resol-

ver, con otro enfoque que incorpore las ca-

pacidades, las habilidades, los valores que

saquen a flote el buque de la economía in-

ternacional.

Si hasta ahora, la participación femeni-

na consistía únicamente en aportar su

esfuerzo, a partir de este punto de inflexión

tiene que ir acompañada de su capacidad

de liderazgo, de su conocimiento práctico

de las situaciones y de su análisis de las

consecuencias de las decisiones porque

históricamente las mujeres han sido capa-

ces de dar respuesta a gravísimas situacio-

nes de crisis pero, una vez encarriladas las

propuestas teóricas y prácticas de solu-

ción, se han visto sistemáticamente aparta-

das de la concreción de las mismas.

En esta ocasión, las mujeres tienen

que llegar para quedarse y colabo-

rar en poner remedio al desorden

económico masculino, para aportar

soluciones innovadoras, creativas, solida-

rias que garanticen un reparto que alcan-

ce también a quienes más lo necesitan.

Quedarse para impregnar el orden econó-

mico mundial de ese otro punto de vista

que sopesa las consecuencias de toda ac-

tuación a largo plazo, que valora los bene-

ficios a un nivel parejo con el bienestar de

la sociedad y que mejora y humaniza la

economía.

Las mujeres deben quedarse porque ya no

se concibe una estructura económica que

haga invivible nuestra sociedad. Y esa es-

tructura económica, el nuevo rumbo que

han de tomar las finanzas y las propues-

tas de crecimiento de empleo y bienestar,

no pueden prescindir de los hombres pe-

ro, ahora menos que nunca, pueden pres-

cindir de las mujeres.

III. LAS CIFRAS

La crisis económica mundial iniciada en el

año 2008 que tiene su origen en Estados

Unidos responde a una serie de causas di-

rectas como el incremento de la inflación

a nivel internacional, la subida de precios

de materias primas, el desplome financiero

o la desconfianza en los mercados. Es una

44

Las alternativas políticas deberán tener

en cuenta la necesidad de la igualdad.

Page 43: 01. REVISTA CLARIDAD N12

situación que afecta a todos los países de-

sarrollados de manera decisiva con el con-

siguiente perjuicio directo para los países

en vías de desarrollo.

Este fenómeno ha conseguido impregnar to-

das las economías con mayor o menor inci-

dencia y, en concreto, en el caso de la eco-

nomía española su aspecto más visible es el

débil o nulo crecimiento y el gran aumento

del número de personas desempleadas.

En el 4º trimestre de 2008 España entra

técnicamente en recesión al culminar dos

trimestres consecutivos de tasa negativa

de crecimiento, lo cual supone un indica-

dor contrastado para datar el inicio de la

crisis económica.

Otros indicadores, como la destrucción de

empleo, señalan también la existencia de

crisis. En verano de 2007 el IBEX llega a

su máximo histórico al llegar a 15.945

puntos, y seguidamente comienza su caí-

da hasta llegar a los 6.817 puntos en

marzo de 2008, momento en que se cele-

braron las elecciones generales.

Las series temporales comienzan con da-

tos referidos al año 2006, fecha en la que

la situación económica y particularmente

el sector inmobiliario se encontraban en

una situación de bonanza, de forma que

los cambios relacionados con el impacto

de la crisis en general y en el empleo fe-

menino en particular puedan visualizarse

de forma clara.

Las cifras analizadas en el presente in-

forme tratan de presentar un panorama

general o foto fija de la situación actual

de las mujeres en el mercado laboral de

nuestro país aportando datos relativos a

las tasas de actividad y paro, la población

de 16 años y más y su relación con la ac-

tividad económica, las personas ocupa-

das según edad y sector económico, la

situación profesional en relación con el ti-

po de contrato y la duración de la jorna-

da, el desempleo según grupos de edad y

sector económico y la movilidad en rela-

ción con la actividad. La totalidad de los

datos, recogidos de la Encuesta de Po-

blación Activa, están desagregados por

sexo y se refieren al último trimestre del

año 2009.

45

Varones Mujeres

Ocupados ParadosTasa

Tasa paro Ocupadas ParadasTasa

Tasa paroactividad actividad

TOTAL 10.440,6 2.392,5 68,14 18,64 8.205,3 1.934,0 51,70 19,07

Andalucía 1.671,2 565,0 67,52 25,27 1.222,3 469,0 49,42 27,73

Aragón 318,3 51,2 66,95 13,85 248,7 35,7 50,70 12,55

Asturias 226,4 35,2 59,10 13,46 186,3 33,3 44,77 15,17

Balears (Illes) 256,8 67,3 72,78 20,75 206,0 45,1 56,21 17,97

Canarias 447,8 163,7 70,87 26,78 350,5 130,1 54,98 27,07

Cantabria 135,7 18,7 64,22 12,12 106,5 16,3 48,20 13,27

Castilla y León 588,6 83,0 63,22 12,36 421,1 83,5 46,17 16,54

Castilla-La Mancha 480,5 101,3 68,29 17,41 309,7 86,8 47,00 21,89

Cataluña 1.702,1 377,4 69,97 18,15 1.434,3 265,6 54,83 15,63

Comunitat Valenciana 1.102,3 333,4 69,61 23,22 874,5 242,6 52,94 21,72

Extremadura 233,6 49,4 63,30 17,46 147,2 53,4 43,71 26,64

Galicia 624,1 84,1 62,14 11,87 514,7 84,3 48,07 14,07

Madrid (Comunidad de) 1.563,2 266,9 72,61 14,58 1.334,6 231,6 57,32 14,79

Murcia (Región de) 321,1 98,4 70,19 23,45 236,2 63,1 51,09 21,09

Navarra (C. Foral de) 154,2 16,8 67,32 9,83 119,4 15,4 52,25 11,41

País Vasco 506,0 63,4 64,51 11,14 418,9 59,7 50,77 12,48

Rioja (La) 78,5 11,8 68,51 13,02 58,4 9,9 51,46 14,52

Ceuta 16,2 3,4 66,43 17,23 7,9 4,5 42,93 36,23

Melilla 14,0 2,1 61,65 13,27 8,0 4,0 42,53 32,99

PERSONAS OCUPADAS Y PARADAS POR SEXO. TASAS DE ACTIVIDAD Y PARO. 4º TRIMESTRE, 2009

FUENTE: Encuesta de Población Activa, INE.

FOTO FIJA DE LA SITUACIÓN ACTUAL DE LAS MUJERES EN EL MERCADO LABORAL EN ESPAÑA.

EPA, 4º TRIMESTRE, INE.

Page 44: 01. REVISTA CLARIDAD N12

Los datos reflejados en esta tabla mues-

tran un panorama en materia de ocupa-

ción, desempleo y tasa de actividad que

responde a las siguientes características

generales:

Hay más varones que mujeres en situa-

ción de desempleo con una diferencia de

cifras de 2.392,5 correspondiente a la

población trabajadora masculina y

1.934,0 correspondiente a la población

trabajadora femenina.

Estas cifras, que nos remiten a un

importante número de varones

afectados por situaciones de de-

sempleo, es preciso situarlas en el

mapa general de empleo, actividad

y desempleo.

Se observa que a pesar de que el cómputo

total de varones parados es sustancialmen-

te mayor que el de mujeres paradas, tam-

bién lo es su tasa de actividad: 68,14 fren-

te a la tasa de actividad femenina de 51,70.

Además, la tasa de paro masculina es me-

nor que la femenina con una diferencia de

0,33 puntos y el número total de ocupa-

dos (10.440,6) supera ampliamente al

número de ocupadas (8.205,3).

Esto significa que, a pesar de que la situa-

ción actual ha derivado en una importante

destrucción de empleos ocupados por va-

rones, la posición de éstos en el mercado

laboral está consolidada en cuanto a los

porcentajes de participación y el paro si-

gue incidiendo con más fuerza sobre la

menor proporción de mujeres que consti-

tuyen la población activa femenina.

Observando los datos según comunidades

autónomas, se aprecian diferencias impor-

tantes entre unas y otras. Así la situación

más desequilibrada con respecto a los da-

tos de la totalidad del Estado, se encuen-

tra en las ciudades autónomas de Ceuta y

Melilla en las que la tasa de actividad feme-

nina es la menor, junto con la de Extrema-

dura, y la tasa de desempleo que afecta a

las mujeres en ambas ciudades es la ma-

yor, especialmente la correspondiente a

Ceuta que alcanza un nivel de 36,23. Cu-

riosamente, los datos referidos a los varo-

nes de ambas ciudades autónomas, mejo-

ran la situación media estatal con meno-

res índices de paro y, en cuanto a las tasas

de actividad, no se alejan excesivamente

de la media estatal de 68,14, suponiendo

en Ceuta 66,43 y en Melilla 61, 65. Por lo

tanto, puede considerarse que la brecha

de género a nivel laboral es, en ambas ciu-

dades, la más profunda de todo el Estado.

En Andalucía, Canarias y Extremadura, las

tasas de paro femeninas superan la cuar-

ta parte de la población de mujeres acti-

vas. La tasa de actividad femenina de Ca-

narias supera en cinco puntos la media

estatal mientras que Andalucía no la al-

canza y Extremadura presenta una dife-

rencia importante de 8 puntos.

También los varones de Extremadura pre-

sentan bajas tasas de actividad con relación

a la media estatal, y sin embargo, sus cifras

de desempleo son más favorables que la

media, con un 17,46, mientras que en la

misma comunidad un 26,64% de mujeres

están en situación de desempleo.

El paro masculino en Andalucía y Cana-

rias, supera, al igual que ocurre con el fe-

menino, la cuarta parte de la población ac-

tiva. Las tasas de actividad masculinas en

ambas comunidades son elevadas, supe-

rando Canarias la media estatal y casi al-

canzándola Andalucía (67,52/68,14). No

obstante, a pesar de que la situación de

los trabajadores se muestra desfavoreci-

da en ambas comunidades, se sigue ob-

servando peor situación en relación a las

mujeres que presentan mayores tasas de

desempleo y menores tasas de actividad.

Otra de las comunidades en que la

brecha de género se muestra con ín-

dices elevados es Castilla-La Man-

cha. La población trabajadora feme-

nina presenta una alta tasa de paro

(21,89) y una baja tasa de actividad

(47), tanto en relación con los datos

totales como en relación a la pobla-

ción trabajadora masculina de esta comuni-

dad que presenta datos de actividad

(68,29) y paro (17,41) más favorables que

la media estatal.

Tanto en la Comunidad Valenciana como

en la Región de Murcia, las tasas de pa-

ro de las mujeres son más elevadas que

la media estatal, cifras que se acompa-

ñan de mayor tasa de actividad femenina

que la media estatal en Valencia y datos

casi parejos a la media en Murcia. En

ambos casos, la situación de la pobla-

ción de varones se presenta igualmente

desfavorable, pues, no solo superan las

cifras de desempleo estatales sino que

superan las del desempleo femenino,

presentando altas tasas de actividad que

en ambos casos superan la media del Es-

tado.

De las comunidades restantes, Baleares

es la que mayor porcentaje presenta de

mujeres desempleadas, sin alcanzar la me-

dia estatal, y mayores tasas de actividad

femenina, por encima de la media esta-

46

El paro sigue incidiendo con más fuer-

za sobre la menor proporción de muje-

res que constituyen la población activa

femenina.

Page 45: 01. REVISTA CLARIDAD N12

tal. La tasa de paro de varones en Balea-

res supera en más de tres puntos la tasa

femenina de paro aunque de igual forma,

la tasa masculina de actividad está por

encima de la tasa femenina y de la media

estatal.

También en Cataluña la situación de de-

sempleo parece invertirse afectando más

a los varones, pues, las mujeres presentan

tasas de paro inferiores a la media estatal

y una tasa de actividad superior a la me-

dia, mientras los varones se sitúan en am-

bos datos muy cerca de la media estatal

superando en tasa de paro a las mujeres

en más de dos puntos, aunque es preciso

considerar que todavía la tasa de actividad

masculina (69,97) supera con creces a la

femenina (54,83).

Otra de las comunidades en que el paro

masculino es mayor que el femenino es

Aragón con tasa de paro para las mujeres

de 12,55 y para los varones de

13,85. Ambas tasas de paro son

muy inferiores a las tasas medias

de desempleo estatales para varo-

nes (18,64) y mujeres (19,07).

Igualmente, las tasas de actividad

que presentan trabajadores/as en

Aragón son algo inferiores a la me-

dia estatal, superando con diferen-

cia la masculina de 66,95 a la fe-

menina de 50,70.

Asturias, Cantabria, Castilla y León, Gali-

cia y Euskadi presentan tasas de actividad

y de paro menores que la media estatal

tanto para mujeres como para varones y,

en los cinco casos, son más elevadas las

tasas de paro de las mujeres y más bajas

sus tasas de actividad.

En la comunidad de La Rioja se dan tasas

de actividad tanto para mujeres como para

hombres cercanas a la media estatal

con la consiguiente diferencia entre am-

bas, mientras que en relación a los da-

tos de desempleo, en ambos casos pre-

sentan una diferencia favorable de cinco

puntos con relación a la media de comu-

nidades autónomas y por lo tanto, con

una situación más desfavorable en este

aspecto para las mujeres (tasa de paro

varones: 13,02; tasa de paro mujeres:

14,52).

En el caso de la Comunidad de Madrid,

tanto la tasa de actividad masculina co-

mo la femenina son superiores a la me-

dia aunque con significativa diferencia en-

tre ambas (varones: 72,61; mujeres:

57,32), mientras la tasa de paro es muy

similar para ambos colectivos (varones:

14,58; mujeres: 14,79). Si bien, la tasa

de actividad de varones es sustancialmen-

te superior a la femenina y la tasa de pa-

ro de mujeres es ligeramente superior a

la masculina.

Por último, con respecto a la Comunidad

Foral de Navarra, las tasas de paro son

las más bajas del Estado siendo para mu-

jeres de 11,41 y para varones de 9,83.

Los datos de actividad son, para el caso

de los varones, ligeramente inferiores a

la media y, al contrario para el caso de

las mujeres en que son ligeramente su-

periores a la media estatal con una dife-

rencia entre ambas de 67,32 con res-

pecto a los varones y 52,25 en relación

con las mujeres.

En cuanto a la población de 16 y más

años y la relación con la actividad eco-

nómica, se observa, a través de los da-

tos del 4º trimestre de 2009, que la ta-

sa de actividad femenina es sustancial-

mente menor que la masculina, la tasa

de paro es más elevada y con respecto

a la tasa de empleo la diferencia es no-

toria.

Así mismo, si se observa la evolución

tanto con respecto al trimestre anterior

como la relativa al mismo trimestre del

año 2008, vemos como la tasa de acti-

vidad decrece entre los varones de 16 a

64 años y se incrementa ligeramente

entre las mujeres de los mismos tramos

de edad. La tasa de empleo desciende

en ambos sexos con mayor incidencia

entre los trabajadores y la tasa de paro

se incrementa en los dos colectivos.

Es significativo señalar que, a pesar de la

consideración de que la crisis eco-

nómica recae fundamentalmente

sobre los trabajadores varones des-

truyendo puestos de trabajo de sec-

tores tradicionalmente masculiniza-

dos, la tasa de paro entre la pobla-

ción masculina de 16 a 64 años

sufre una variación con respecto al

trimestre anterior de 0,87 mien-

tras que la tasa de paro femenina

se incrementa con respecto al tri-

mestre anterior en un 0,93.

En relación con los datos de personas ocu-

padas, según sexo y tramos de edad, se

constata que entre los varones de todas

las edades disminuye el nivel de ocupa-

ción. Con respecto a las mujeres, el nivel

de ocupación disminuye de forma notoria

entre las más jóvenes (16 a 19 años:

–36,66%) afectando a más de la tercera

parte de las mujeres pertenecientes a ese

tramo de edad.

47

Respecto a las mujeres, el nivel de

ocupación disminuye de forma notoria

entre las más jóvenes (16 a 19 años)

afectando a más de la tercera parte

de las mujeres pertenecientes a ese

tramo de edad.

Page 46: 01. REVISTA CLARIDAD N12

48

Trimestre Variación sobre elVariación sobre

actual trimestre anteriorigual trimestre del

año anterior

Diferencia Porcentaje Diferencia Porcentaje

AMBOS SEXOS

Población de 16 años y más 38.443,2 0,7 0,00 86,7 0,23

Población activa 22.972,5 –21,0 –0,09 –92,2 –0,40

– P. Ocupada 18.645,9 –224,2 –1,19 –1.210,8 –6,10

– P. Parada 4.326,5 203,2 4,93 1.118,6 34,87

Población Inactiva 15.470,7 21,7 0,14 178,9 1,17

Tasa de actividad 59,76 –0,06 – –0,38 –

Tasa de paro 18,83 0,90 – 4,93 –

Población de 16 a 64 años 30.873,1 –30,5 –0,10 –28,3 –0,09

Tasa de actividad (16-64) 73,86 –0,05 – –0,25 –

Tasa de paro (16-64) 18,94 0,90 – 4,95 –

Tasa de empleo (16-64) 59,87 –0,71 – –3,88 –

VARONES

Población de 16 años y más 18.833,1 –22,2 –0,12 7,9 0,04

Activos 12.833,2 –71,0 –0,55 –196,3 –1,51

– Ocupados 10.440,6 –172,6 –1,63 –900,0 –7,94

– Parados 2.392,5 101,7 4,44 703,7 41,67

Inactivos 6.000,0 48,8 0,82 204,2 3,52

Tasa de actividad 68,14 –0,30 – –1,07 –

Tasa de paro 18,64 0,89 – 5,68 –

Población de 16 a 64 años 15.591,2 –36,0 –0,23 –44,9 –0,29

Tasa de actividad (16-64) 81,64 –0,33 – –1,08 –

Tasa de paro (16-64) 18,74 0,87 – 5,70 –

Tasa de empleo (16-64) 66,34 –0,99 – –5,59 –

MUJERES

Población de 16 años y más 19.610,0 22,9 0,12 78,8 0,40

Activas 10.139,3 50,0 0,50 104,1 1,04

– Ocupadas 8.205,3 –51,6 –0,62 –310,8 –3,65

– Paradas 1.934,0 101,5 5,54 415,0 27,32

Inactivas 9.470,7 –27,1 –0,29 –25,3 –0,27

Tasa de actividad 51,70 0,19 – 0,32 –

Tasa de paro 19,07 0,91 – 3,94 –

Población de 16 a 64 años 15.281,9 5,5 0,04 16,7 0,11

Tasa de actividad (16-64) 65,92 0,25 – 0,63 –

Tasa de paro (16-64) 19,19 0,93 – 3,98 –

Tasa de empleo (16-64) 53,27 –0,41 – –2,09 –

POBLACIÓN DE 16 Y MÁS AÑOS POR SEXO Y RELACIÓN CON LA ACTIVIDAD ECONÓMICA. 4º TRIMESTRE, 2009

FUENTE: Encuesta de Población Activa, INE.

Page 47: 01. REVISTA CLARIDAD N12

49

Trimestre Variación sobre elVariación sobre el

actual trimestre anteriortrimestre delaño anterior

Diferencia Porcentaje Diferencia Porcentaje

PERSONAS OCUPADAS POR SEXO, GRUPO DE EDAD Y SECTOR ECONÓMICO. EPA, 4º TRIMESTRE, 2009

AMBOS SEXOS 18.645,9 –224,2 –1,19 –1.210,8 –6,10

De 16 a 19 años 160,9 –65,6 –28,96 –104,2 –39,30

De 20 a 24 años 1.112,1 –69,6 –5,89 –286,8 –20,50

De 25 a 29 años 2.244,6 –50,9 –2,22 –326,1 –12,69

De 30 a 34 años 2.902,8 –34,4 –1,17 –206,2 –6,63

De 35 a 39 años 2.815,8 –30,1 –1,06 –133,4 –4,52

De 40 a 44 años 2.680,6 –2,4 –0,09 –63,3 –2,31

De 45 a 49 años 2.415,5 –11,1 –0,46 –45,0 –1,83

De 50 a 54 años 1.980,6 23,3 1,19 12,5 0,63

De 55 años y más 2.333,0 16,5 0,71 –58,3 –2,44

VARONES 10.440,6 –172,6 –1,63 –900,0 –7,94

De 16 a 19 años 101,9 –31,5 –23,59 –52,7 –34,08

De 20 a 24 años 574,6 –49,6 –7,94 –175,8 –23,43

De 25 a 29 años 1.162,7 –34,3 –2,86 –190,4 –14,07

De 30 a 34 años 1.602,5 –16,7 –1,03 –151,8 –8,65

De 35 a 39 años 1.584,9 –4,8 –0,30 –96,5 –5,74

De 40 a 44 años 1.486,3 –12,1 –0,81 –76,4 –4,89

De 45 a 49 años 1.355,9 –16,2 –1,18 –36,9 –2,65

De 50 a 54 años 1.136,5 –5,1 –0,45 –23,8 –2,05

De 55 años y más 1.435,3 –2,4 –0,16 –95,7 –6,25

MUJERES 8.205,3 –51,6 –0,62 –310,8 –3,65

De 16 a 19 años 58,9 –34,1 –36,66 –51,5 –46,61

De 20 a 24 años 537,5 –20,0 –3,59 –111,0 –17,11

De 25 a 29 años 1.082,0 –16,6 –1,51 –135,8 –11,15

De 30 a 34 años 1.300,3 –17,6 –1,34 –54,4 –4,01

De 35 a 39 años 1.230,9 –25,3 –2,01 –36,9 –2,91

De 40 a 44 años 1.194,3 9,7 0,82 13,0 1,10

De 45 a 49 años 1.059,6 5,1 0,48 –8,1 –0,76

De 50 a 54 años 844,1 28,4 3,49 36,3 4,49

De 55 años y más 897,7 18,8 2,14 37,4 4,35

TOTAL OCUPADOS/AS 18.645,9 –224,2 –1,19 –1.210,8 –6,10

Agricultura 782,6 45,5 6,17 –21,2 –2,64

Industria 2.680,9 –38,6 –1,42 –361,7 –11,89

Construcción 1.802,7 –47,7 –2,58 –378,1 –17,34

Servicios 13.379,7 –183,4 –1,35 –449,9 –3,25

FUENTE: Encuesta de Población Activa, INE.

Page 48: 01. REVISTA CLARIDAD N12

Se mantienen los datos en positivo para las

mujeres de entre 40 y 64 años ya que no

es probable que desarrollen sus profesio-

nes en sectores masculinizados como la

construcción o la industria. No obstante,

dada la diferencia existente en los datos to-

tales de ocupación según sexo, se mantie-

nen niveles de dificultad específica de acce-

so y permanencia en el ámbito laboral para

las mujeres de todos los tramos de edad.

En cuanto a los sectores económicos, es

llamativo el descenso de la ocupación en

el sector servicios, considerado uno de

los sectores prioritarios de participación

laboral femenina en el que la pérdida de

ocupación supone más del doble de la

pérdida producida conjuntamente en la in-

dustria y en la construcción. En concreto

cuadriplica en pérdida de ocupación al

sector de la construcción y quintuplica al

sector de la industria. La evolución de los

datos revela que si bien la construcción y

la industria sufrieron importantes caídas

de ocupación en el 4º trimestre del año

2008, al igual que el sector servicios,

durante el 4º trimestre del año 2009, es-

te descenso en los dos primeros secto-

res ha disminuido drásticamente aunque

no así en el sector servicios cuya diferen-

cia con el trimestre anterior se cifra en

–183,4.

La agricultura, por el contrario, mantiene

un incremento de ocupación, remontando

los datos negativos del mismo trimestre

del año anterior y presentando una varia-

ción positiva de 45,5 entre el 4º y el 3er

trimestre de 2009.

Con respecto a la situación profesional, a

excepción de la participación en cooperati-

vas que señala un incremento de ocupación

en un porcentaje del 9,95, la ocupación

desciende en todos los sectores presentan-

do el porcentaje más elevado de pérdida un

sector tradicionalmente feminizado que es

el relativo a la ayuda familiar con un –11,73.

En relación con el tipo de contrato, se

mantienen los contratos indefinidos pero

desciende la contratación temporal en un

porcentaje de –3,95. Entre las personas

ocupadas a tiempo completo, desciende

el porcentaje de varones en un porcentaje

de –2,23, superado por el descenso del

porcentaje de mujeres en la misma situa-

ción que se sitúa en un –2,38.

50

Trimestre Variación sobre elVariación sobre

actual trimestre anteriorigual trimestre del

año anterior

Diferencia Porcentaje Diferencia Porcentaje

TOTAL OCUPADAS/OS 18.645,9 –224,2 –1,19 –1.210,8 –6,10

Trabajadoras/es por cuenta propia 3.140,6 –68,9 –2,15 –394,4 –11,16

– Empleadoras/es 1.051,0 –10,6 –1,00 –114,3 –9,81

– Empresariado sin asalariadas/os

Trabajadoras/es independientes 1.893,2 –40,5 –2,10 –217,0 –10,28

– Miembros de cooperativas 37,5 3,4 9,95 –24,9 –39,94

– Ayudas familiares 158,9 –21,1 –11,73 –38,1 –19,36

Asalariadas/os 15.492,6 –157,5 –1,01 –815,5 –5,00

– Con contrato indefinido 11.606,4 2,3 0,02 –147,5 –1,25

– Con contrato temporal 3.886,2 –159,8 –3,95 –668,0 –14,67

Otras situaciones 12,6 2,1 20,44 –0,9 –6,85

OCUPADAS/OS A TIEMPO COMPLETO 16.175,2 –378,8 –2,29 –1.202,6 –6,92

Varones 9.887,7 –225,4 –2,23 –957,7 –8,83

Mujeres 6.287,5 –153,4 –2,38 –244,9 –3,75

OCUPADAS/OS A TIEMPO PARCIAL 2.470,7 154,6 6,68 –8,3 –0,33

Varones 552,9 52,8 10,55 57,7 11,65

Mujeres 1.917,8 101,8 5,61 –66,0 –3,33

PERSONAS OCUPADAS POR SITUACIÓN PROFESIONAL, TIPO DE CONTRATO Y DURACIÓN DE LA JORNADA.

EPA, 4º TRIMESTRE, 2009

FUENTE: Encuesta de Población Activa, INE.

Page 49: 01. REVISTA CLARIDAD N12

Probablemente debido a la pérdida de la

ocupación a tiempo completo, el incre-

mento porcentual de varones ocupados a

tiempo parcial supone el doble del incre-

mento de ocupación de las mujeres se-

gún esta modalidad, aunque, siendo el

trabajo a tiempo parcial una de las situa-

ciones más claramente marcadas según

género, el número de mujeres que han

accedido a estos contratos en relación

con el trimestre anterior duplica al núme-

ro de varones.

51

AMBOS SEXOS 4.326,5 203,2 4,93 1.118,6 34,87

De 16 a 19 años 218,4 –40,9 –15,76 –5,5 –2,44

De 20 a 24 años 598,0 –28,5 –4,55 137,0 29,71

De 25 a 54 años 3.180,2 245,8 8,38 879,1 38,20

De 55 años y más 330,0 26,8 8,83 108,1 48,73

VARONES 2.392,5 101,7 4,44 703,7 41,67

De 16 a 19 años 135,5 –16,2 –10,65 11,2 8,97

De 20 a 24 años 334,2 –6,4 –1,87 77,5 30,20

De 25 a 54 años 1.726,5 103,0 6,34 538,7 45,35

De 55 años y más 196,4 21,2 12,11 76,4 63,63

MUJERES 1.934,0 101,5 5,54 415,0 27,32

De 16 a 19 años 82,9 –24,7 –22,97 –16,6 –16,71

De 20 a 24 años 263,8 –22,1 –7,74 59,5 29,09

De 25 a 54 años 1.453,7 142,8 10,89 340,4 30,57

De 55 años y más 133,6 5,6 4,35 31,7 31,17

TOTAL PARADAS/OS 4.326,5 203,2 4,93 1.118,6 34,87

Agricultura 192,9 –22,2 –10,30 43,8 29,38

Industria 327,4 –32,4 –9,00 39,3 13,66

Construcción 614,6 –7,5 –1,20 29,7 5,08

Servicios 1.414,5 9,8 0,70 267,1 23,28

Perdieron su empleo hace más de 1 año 1.477,2 270,0 22,37 688,1 87,21

Buscan primer empleo 299,8 –14,6 –4,65 50,6 20,28

FUENTE: Encuesta de Población Activa, INE.

La conclusión más significativa derivada

de la presente tabla, se refiere al cómpu-

to total de personas paradas por sectores

de actividad. Si bien la incidencia de la cri-

sis se formula en términos de destrucción

de empleo en la construcción y la indus-

tria, sectores masculinizados, el número

más elevado de personas en situación de

desempleo corresponde al sector servi-

cios que es un ámbito laboral feminizado.

Los datos de la evolución de la tasa de ac-

tividad según sexo muestran claramente

la decidida incursión de las mujeres en el

ámbito laboral que se incrementa, con li-

geras variaciones, paulatinamente desde

Trimestre Variación sobre elVariación sobre

actual trimestre anteriorigual trimestre del

año anterior

Diferencia Porcentaje Diferencia Porcentaje

PERSONAS PARADAS POR SEXO, GRUPO DE EDAD Y SECTOR ECONÓMICO. EPA, 4º TRIMESTRE, 2009

Page 50: 01. REVISTA CLARIDAD N12

el 1er trimestre de 2006 hasta el 4º tri-

mestre de 2009 en que esta tasa alcanza

un porcentaje del 51,7. Estos datos seña-

lan con claridad la concepción del trabajo

remunerado femenino no solo como un

derecho sino también como una consoli-

dada expectativa profesional y vital que hoy

comparten la mayoría de las mujeres de

nuestro país.

Los datos de actividad por sexo y comuni-

dades autónomas, reflejan de igual forma

que es unánime el incremento de la parti-

cipación económica de las mujeres en

nuestro país. Así como en el caso de los

varones, la crisis económica parece inci-

dir en la voluntad de participación labo-

ral y, por lo tanto, en las tasas de actividad,

52

80

70

60

50

40

20

06

TI

20

06

TII

20

08

TII

20

07

TII

20

09

TII

20

06

TIII

20

08

TIII

20

07

TIII

20

09

TIII

20

06

TIV

20

08

TIV

20

07

TIV

20

07

TI

20

08

TI

20

09

TI

20

09

TIV

Varones

Mujeres

FFUENTE: Encuesta de Población Activa, INE.

Año/Trimestre Varones Mujeres

2006TI 68,93 47,47

2006TII 69,09 47,93

2006TIII 69,48 47,83

2006TIV 69,00 48,56

2007TI 68,93 48,61

2007TII 69,33 48,78

2007TIII 69,61 48,98

2007TIV 69,23 49,37

2008TI 69,32 49,73

2008TII 69,64 50,25

2008TIII 69,81 50,46

2008TIV 69,21 51,38

2009TI 69,11 51,51

2009TII 68,89 51,55

2009TIII 68,44 51,51

2009TIV 68,14 51,7

EVOLUCIÓN DE LA TASA DE ACTIVIDAD POR SEXO 2006-2009 (PORCENTAJE).TABLA Y REPRESENTACIÓN GRÁFICA

Page 51: 01. REVISTA CLARIDAD N12

observándose un ligero descenso en los

cuartos trimestres de 2008 y 2009, en

el caso de la participación femenina, es-

tos últimos cuatro años nos muestran en

todas las comunidades una línea ascen-

dente con diferencias significativas entre

la tasa de actividad femenina presentada

en 2006 y la correspondiente a 2009.

En algunas comunidades esta línea ha su-

frido algún ligero retroceso entre el 4º tri-

mestre de 2008 y el 4º trimestre de

2009, pero en la totalidad, las cifras fina-

les de 2009 superan la situación de parti-

da de 2006.

Destacan los casos concretos de las ciu-

dades autónomas de Ceuta y Melilla, en

que el incremento de la tasa de actividad

femenina ha sido realmente notorio pasan-

do de una tasa de actividad de 36,63 y

36,4 respectivamente en el 4º trimestre

de 2006 a 42,93 y 42,53 en el mismo

periodo de 2009.

El mismo dato de tasa de actividad, com-

putado anualmente por comunidades autó-

nomas y sexo entre 2005 y 2008, refle-

ja un incremento constante tanto en lo

referente a la tasa de actividad mascu-

lina como a la femenina, a excepción

precisamente del caso de las ciudades

autónomas que presentaban datos más

53

2006TIV 2007TIV 2008TIV 2009TIV

Varones Mujeres Varones Mujeres Varones Mujeres Varones Mujeres

Andalucía 67,96 43,22 68,14 45,7 68,77 48,28 67,52 49,42

Aragón 66,55 47,75 67,94 50,05 68,34 50,93 66,95 50,7

Asturias (Principado de) 59,01 41,28 59,8 42,74 60,31 45,56 59,1 44,77

Balears (Illes) 71,97 53,39 73,36 52,97 71,93 55,66 72,78 56,21

Canarias 70,17 51,48 70,22 51,15 70,56 52,02 70,87 54,98

Cantabria 65,52 46,17 67,19 46,11 66,19 48,15 64,22 48,2

Castilla y León 63,58 43,48 63,96 43,97 63,86 45,88 63,22 46,17

Castilla - La Mancha 68,88 41,83 68,51 43,93 68,68 45,85 68,29 47

Cataluña 72 53,03 72,46 53,44 71,91 55,07 69,97 54,83

Comunitat Valenciana 70,68 50,01 70,71 50,47 70,26 53,09 69,61 52,94

Extremadura 64,37 40,4 64,59 42,53 64,47 42,82 63,3 43,71

Galicia 62,05 45,88 63,55 45,66 63,31 48,23 62,14 48,07

Madrid (Comunidad de) 73,59 55,86 72,65 55,8 73,01 57,74 72,61 57,32

Murcia (Región de) 71,35 46,97 72,64 48,26 72,54 51,05 70,19 51,09

Navarra (C. Foral de) 70,42 51,25 69,96 50,79 69,27 52,14 67,32 52,25

País Vasco 67,42 49,79 66,7 49,31 66,44 50,36 64,51 50,77

Rioja (La) 70,83 48,39 70,04 49,47 69,63 50,49 68,51 51,46

Ceuta 59,29 36,63 69,01 39,22 68,67 45,77 66,43 42,93

Melilla 67,44 36,4 70,95 41,32 66,03 33,64 61,65 42,53

EVOLUCIÓN DE LA TASA DE ACTIVIDAD POR SEXO Y COMUNIDAD AUTÓNOMA

(COMPARATIVA DE LOS 4 TRIMESTRES PERIODO 2006-2009)1

FUENTE: Encuesta de Población Activa, INE.

1. Se ha optado por incluir una tabla en la que se realice una comparación de los datos de los cuartos trimestres para poder ofrecer las cifras más recientes de forma comparable con lasanteriores, es decir, las correspondientes al 4º trimestre de 2009. Los datos anuales disponibles en el servidor del INE se agotan en 2008.

Page 52: 01. REVISTA CLARIDAD N12

favorables para la actividad en el año

2005. En la ciudad autónoma de Ceuta,

tanto la tasa de actividad masculina co-

mo la femenina sufren un retroceso des-

de 2005 a 2008, mientras en la ciudad

autónoma de Melilla, este aspecto atañe

únicamente a la tasa de actividad femeni-

na que además es oscilante según el año

de referencia.

En la tabla se percibe el incremento del

desánimo ante la perspectiva de acceder

a un puesto de trabajo. En concreto, en

relación con las respuestas de los varones al

ítem “cree que no lo va a encontrar” hay un

salto cualitativo de 2006 a 2009 en el des-

censo de los niveles de confianza en acceder

al mercado laboral. Si en 2006 la certeza

de poder acceder al mercado de trabajo era

importante y solo 43.500 varones carecían

de ella, en 2009 esa cifra resulta casi tripli-

cada, producto, sin duda de la situación de

crisis económica que atravesamos.

En relación con las mujeres observamos

que esa desconfianza en encontrar un

puesto de trabajo, se ha ido incrementan-

do desde 2006 con un punto de inflexión

en 2007, llegando en 2009 a afectar a

281.000 mujeres, dato que supone más

del doble de varones en la misma situa-

ción de desánimo.

Llaman la atención los datos referidos a la

regulación de empleo que en el caso de

las mujeres apenas son significativos,

afectando a un número total de trabajado-

ras muy escaso, mientras se incrementa

paulatinamente entre los trabajadores.

54

2008 2007 2006 2005

Varones Mujeres Varones Mujeres Varones Mujeres Varones Mujeres

Andalucía 68,62 46,85 68,2 44,67 67,99 43,09 67,63 41,51

Aragón 68,33 50,37 68,08 49,67 67,17 46,19 67,98 45,39

Asturias (Principado de) 61 45,15 59,53 42,39 59,99 40,67 59,31 38,03

Balears (Illes) 73,55 55,98 73,74 54,44 73,78 54,51 72,36 53,16

Canarias 70,67 51,28 70,58 51,57 71,46 50,68 70,17 48,71

Cantabria 66,8 47,59 66,52 46,48 65,72 45,49 66,5 43,6

Castilla y León 64,19 45,12 64,03 43,57 63,85 42,64 64,12 41,17

Castilla - La Mancha 68,66 45,4 68,95 43,02 69,03 41,03 68,25 39,87

Cataluña 72,26 54,42 72,18 53,11 72,15 52,53 71,8 51,15

Comunitat Valenciana 70,82 51,62 70,52 49,95 70,71 48,81 70,27 47,35

Extremadura 64,8 42,47 64,34 41,64 63,96 39,51 63,99 39,57

Galicia 63,69 47,18 63,29 46,02 62,19 45,78 62,61 44,31

Madrid (Comunidad de) 73,28 56,51 73,17 55,3 72,99 54,85 72,47 53,07

Murcia (Región de) 72,43 50,92 72,82 47,87 71,24 46,61 71,04 44,64

Navarra (C. Foral de) 70,11 52,31 70,88 50,9 70,42 51,06 69,79 49,55

País Vasco 67,03 49,62 66,9 48,86 67,77 48,89 67,38 47,01

Rioja (La) 69,84 49,93 70,07 47,7 70,05 48,83 70,9 47,89

Ceuta 70,19 40,97 66,81 36,77 65,4 40,24 73,79 42,38

Melilla 70,72 37,05 68,42 40,45 69,18 36,94 65,4 38,3

EVOLUCIÓN DE LA TASA DE ACTIVIDAD POR SEXO Y COMUNIDAD AUTÓNOMA.

(DATOS ANUALES 2005-2008)

FUENTE: Encuesta de Población Activa, INE.

Page 53: 01. REVISTA CLARIDAD N12

Podría deducirse que la destrucción de

empleos masculinos goza de cierta cober-

tura proporcionada por la regulación de

empleo de la que carecen la mayoría de

los puestos de trabajo que desaparecen y

habían sido ocupados por mujeres.

En relación con el cuidado de personas

dependientes, sean menores o adultas,

resulta interesante establecer una rela-

ción entre los resultados que ofrece esta

tabla y los obtenidos por la Encuesta

“Cuidados en la familia de personas ma-

yores en situación de dependencia”, rea-

lizada por el Imserso en el año 2004. Se-

gún esta encuesta, un 83,6% de las per-

sonas cuidadoras en esa fecha eran

mujeres.

Un 26,4% de las personas cuidadoras en-

cuestadas aseguraban no poder plantear-

se trabajar fuera de casa a causa de sus

tareas de cuidado, lo cual forma parte de

lo que la economista Cristina Carrasco de-

nomina “desempleo oculto”. Un 11,2% re-

fería haber tenido que reducir su jornada

laboral por esta misma causa, con las

consecuencias salariales y profesionales a

ello asociadas.

No obstante, los datos muestran que el

cuidado de personas y otras responsabili-

dades familiares y personales disminuye

como obstáculo para acceder al mercado

de trabajo tanto entre los varones, a los

que no suponía mayoritariamente una ba-

rrera, como entre las mujeres. A pesar de

ello, el número de mujeres que presentan

dificultades para buscar un empleo por

cuestiones derivadas de la atención a

otras personas y responsabilidades fami-

liares es desproporcionadamente mayor

que el de varones (2.366,9 frente a 99,5)

lo que nos sitúa ante un panorama laboral

en que las mujeres se siguen haciendo

cargo y tienen la responsabilidad del tra-

bajo doméstico y de cuidados compaginán-

dolo, en ocasiones, con el trabajo remune-

rado con el consecuente incremento de la

carga global de trabajo y el ejercicio de do-

bles y triples jornadas laborales.

El recorte en servicios sociales, y en de-

finitiva, en los derechos generados por

la construcción del estado de bienestar,

55

2006TIV 2007TIV 2008TIV 2009TIV

VARONES

Cree que no lo va a encontrar 43,5 47,2 79,9 120,1

Estar afectado por una regulación de empleo 15,6 18,3 18,9 19,3

Enfermedad o incapacidad propia 766,1 772,2 790,5 799,4

Cuidar menores o personas enfermas, mayores o discapacitadas 22,9 25,6 22,8 16,4

Otras responsabilidades familiares o personales 77 96,2 87,3 73,1

Estar cursando estudios o recibiendo formación 993,5 1.014,6 1.013,2 1.100,8

Estar jubilado 2.001,4 1.954,7 1.946,2 1.970,6

Otros motivos 302,9 292,8 275,6 295,9

No sabe 17,4 17 13,8 11,9

No clasificable2 1.419,7 1.483,5 1.547,6 1.592,4

MUJERES

Cree que no lo va a encontrar 193,5 175,9 214,6 281,4

Estar afectada por una regulación de empleo 5 2,6 7,6 5,4

Enfermedad o incapacidad propia 1.043,2 1.016,7 967,8 778,5

Cuidar menores o personas enfermas, mayores o discapacitadas 796 824,7 734,6 637

Otras responsabilidades familiares o personales 2.473,6 2497 2.257,5 1.729,9

Estar cursando estudios o recibiendo formación 1.099,9 1.090,6 1.078,8 1.165,5

Estar jubilada 1.028 952,3 1.012,6 1.019,9

Otros motivos 878,1 868,6 894,8 1.454,6

No sabe 40,3 19,3 16,4 14,2

No clasificable 2.205,4 2.322,8 2.311,3 2.384,3

PERSONAS INACTIVAS POR SEXO Y MOTIVO PARA NO BUSCAR EMPLEO.

(COMPARATIVA DE LOS 4º TRIMESTRES PERIODO 2006-2009, EN MILES DE PERSONAS)

FUENTE: Encuesta de Población Activa, INE.

2. El INE indica que aquellas personas incluidas bajo el epígrafe de “no clasificables” son fundamentalmente las que ya han encontrado un empleo en el que aún no han empezado a trabajary las personas sin empleo de 75 o más años.

Page 54: 01. REVISTA CLARIDAD N12

repercuten en dificultades en la empleabi-

lidad de las mujeres, en su permanencia

en el mercado laboral y en su promoción

profesional.

Como principales responsables del cuida-

do en el imaginario social, la merma en

servicios y derechos impacta de forma di-

recta en su relación con el empleo remu-

nerado.

El énfasis en la corresponsabilidad, en las

medidas de igualdad empresariales y en los

servicios de atención y cuidado a menores

y dependientes son variables fundamenta-

les para amortiguar los efectos de la crisis

económica en las vidas de las mujeres.

En cuanto a la realización de estudios y la ju-

bilación, las cifras relativas a ambos sexos

son similares. No así las que se refieren a

“otros motivos” que afectan de manera

particular a las mujeres en más del triple

que a los varones. Las respuestas consi-

deradas en el epígrafe “no clasificables”

presentan asimismo una abultada cifra co-

rrespondiente a las mujeres relacionada,

sin duda, no tanto con haber obtenido un

empleo y no haber empezado aún a traba-

jar como con los elevados niveles de espe-

ranza de vida de éstas.

La diferencia en los datos de ocupación

entre varones y mujeres sigue estando

presente en los datos de 2008-2009, pe-

riodo en que la crisis afecta al empleo con

mayor contundencia. A pesar de la dismi-

nución de puestos de trabajo masculinos,

no es menos importante la pérdida de

puestos ocupados por mujeres, que sigue

situando a la población ocupada femenina

a importante distancia de la masculina

(8.205,3 mujeres ocupadas, 10.440,6

varones ocupados).

Si bien el dato de pérdida de empleo mas-

culino en el sector de la construcción es

el más significativo (2.491,4 ocupados en

2008 TI a 1.659,9 ocupados en 2009

TIV) no lo es menos la pérdida de empleos

femeninos en el sector de la agricultura y

de los servicios que han pasado respecti-

vamente de 242,1 a 205,8 y 7.228,3 a

7.180,8 en el mismo periodo.

La presente tabla muestra cómo la tem-

poralidad y la parcialidad en el empleo se

corresponden mayoritariamente con la

ocupación de las mujeres que se ven

afectadas en mayor medida que los varo-

nes por los contratos discontinuos, even-

tuales, de prácticas o de sustitución. En

relación con los contratos indefinidos, la

posición de las mujeres es también menos

favorable con una diferencia de cuatro

puntos porcentuales en el 4º trimestre de

2009.

A lo largo del periodo comprendido entre

2005 y 2008, todos los datos, excepto

los referentes a contratos temporales pa-

ra obra o servicio determinado que recaen

mayoritariamente sobre los varones,

muestran parámetros de precariedad la-

boral más elevados para las mujeres, in-

cluyendo la diferencia entre la contrata-

ción indefinida para uno y otro sexo.

56

2008TI 2008TII 2008TIII 2008TIV 2009TI 2009TII 2009TIII 2009TIV

VARONES

TOTAL 11.923,9 11.859,4 11.758,9 11.340,6 10.830,9 10.700,9 10.613,3 10.440,6

Agricultura 621,6 589,9 587,4 591,8 609,8 584 554,9 576,8

Industria 2.484,4 2.456,1 2.419,1 2.313,6 2.205,6 2.119,3 2.046,2 2.005

Construcción 2.491,4 2.371,9 2.241,9 2.019,5 1.821,2 1.780,1 1713 1.659,9

Servicios 6.326,5 6.441,4 6.510,6 6.415,6 6.194,3 6.217,5 6.299,2 6.198,9

MUJERES

TOTAL 8.478,4 8.565,8 8.587,4 8.516,2 8.259,9 8.244,1 8.256,9 8.205,3

Agricultura 242,1 230,8 199,9 212 228 202,7 182,2 205,8

Industria 829 788,2 776,1 729 694,6 680,1 673,4 675,9

Construcción 178,9 177,5 171,3 161,2 156,7 142 137,3 142,8

Servicios 7.228,3 7.369,2 7.440,1 7.414 7.180,5 7.219,4 7.263,9 7.180,80

PERSONAS OCUPADAS POR SEXO Y SECTOR ECONÓMICO

(COMPARATIVA DE LOS 4 TRIMESTRES PERIODO 2008-2009, EN MILES DE PERSONAS)3

FUENTE: Encuesta de Población Activa, INE.

3. Datos anteriores a 2008 no disponibles.

Page 55: 01. REVISTA CLARIDAD N12

57

Varones Mujeres

2006 2007 2008 2009 2006 2007 2008 2009TIV TIV TIV TIV TIV TIV TIV TIV

De duración indefinida: Total 68 70,4 74,1 76,1 63,8 67,3 69,6 73,5De duración indefinida:Permanente a lo largo del tiempo 67,2 69,6 73,3 75,2 61,8 65,2 67,7 71,3

De duración indefinida:Discontinuo 0,8 0,9 0,8 0,9 2,1 2,1 1,9 2,2

Temporal: Total 32 29,6 25,9 23,9 36,2 32,7 30,4 26,5Temporal: Eventualpor circunstancias de la producción 5,1 4,7 4,5 3,6 6,5 6,5 5,8 4,4

Temporal: De aprendizaje,formación o práctica 1,2 1,1 0,9 0,7 1,5 1 1 0,9

Temporal: Estacional o de temporada 1,6 1,4 1,7 1,8 2,3 2 2,1 1,8Temporal: En periodo de prueba 0,5 0,5 0,4 0,2 0,6 0,6 0,5 0,2Temporal: Cubre la ausencia total oparcial de otro/a trabajador/a 1,2 1,2 1,3 1,4 4 4,2 4,5 4,3

Temporal: Para obra o serviciodeterminado 14,6 14,4 12,3 11,7 8,8 8,7 8,6 8,4

Temporal: Verbal, no incluido en lasopciones anteriores 1,6 1,6 1,2 1,4 4,9 4,2 3,3 3

Temporal: Otro tipo 0,8 0,8 0,6 0,8 1,5 1,4 1,4 1,1Temporal: No sabe 5,4 3,8 3 2,3 6 4 3,2 2,3

PERSONAS ASALARIADAS POR SEXO Y TIPO DE CONTRATO O RELACIÓN LABORAL.

(COMPARATIVA DE LOS 4º TRIMESTRES PERIODO 2006-2009, % RESPECTO DEL TOTAL DE CADA SEXO)4

Varones Mujeres

2005 2006 2007 2008 2005 2006 2007 2008

De duración indefinida: Total 68,3 68 69,4 72,4 64,3 63,3 66,9 68,6De duración indefinida:Permanente a lo largo del tiempo 67,6 67,2 68,5 71,6 62,4 61,3 64,8 66,7

De duración indefinida:Discontinuo 0,8 0,7 0,9 0,8 1,9 2 2,1 2

Temporal: Total 31,7 32 30,6 27,6 35,7 36,7 33,1 31,4Temporal: Eventualpor circunstancias de la producción 4,8 5,1 4,6 4,4 6,3 6,6 6,2 5,9

Temporal: De aprendizaje,formación o práctica 1,3 1,1 1,2 0,9 1,4 1,4 1,2 1

Temporal: Estacional o de temporada 2,2 1,7 1,8 1,6 3,1 2,7 2,6 2,3Temporal: En periodo de prueba 0,6 0,4 0,5 0,5 0,6 0,5 0,6 0,5Temporal: Cubre la ausencia total oparcial de otro/a trabajador/a 1,1 1,2 1,3 1,2 4,1 4,4 4,2 4,5

Temporal: Para obra o serviciodeterminado 13,7 14,4 14,8 13,4 8,7 8,7 8,5 8,5

Temporal: Verbal, no incluido en lasopciones anteriores 1,2 1,5 1,5 1,5 3,7 4,7 4,3 3,6

Temporal: Otro tipo 1,2 0,8 0,8 0,7 2 1,6 1,4 1,5Temporal: No sabe 5,6 5,8 4,1 3,4 5,9 6,2 4,1 3,6

PERSONAS ASALARIADAS POR SEXO Y TIPO DE CONTRATO O RELACIÓN LABORAL.

(DATOS ANUALES 2005-2008, % RESPECTO DEL TOTAL DE CADA SEXO)

FUENTE: Encuesta de Población Activa, INE.

4. Se ha optado por incluir una tabla en la que se realice una comparación de los datos de los cuartos trimestres para poder ofrecer las cifras más recientes de forma comparable con lasanteriores, es decir, las correspondientes al 4º trimestre de 2009. Los datos anuales disponibles en el servidor del INE se agotan en 2008.

FUENTE: Encuesta de Población Activa, INE.

Page 56: 01. REVISTA CLARIDAD N12

58

25

20

15

10

5

20

06

TI

20

06

TII

20

08

TII

20

07

TII

20

09

TII

20

06

TIII

20

08

TIII

20

07

TIII

20

09

TIII

20

06

TIV

20

08

TIV

20

07

TIV

20

07

TI

20

08

TI

20

09

TI

20

09

TIV

Varones

Mujeres

FFUENTE: Encuesta de Población Activa, INE.

Año/Trimestre Varones Mujeres

2006TI 6,81 12,22

2006TII 6,36 11,53

2006TIII 6,02 11,11

2006TIV 6,06 11,36

2007TI 6,32 11,39

2007TII 6,1 10,49

2007TIII 6,21 10,53

2007TIV 6,83 11

2008TI 7,87 11,99

2008TII 9,07 12,28

2008TIII 10,32 12,66

2008TIV 12,96 15,14

2009TI 16,86 18,01

2009TII 17,62 18,31

2009TIII 17,75 18,16

2009TIV 18,64 19,07

EVOLUCIÓN DE LA TASA DE PARO POR SEXO (PERIODO 2006-2009)TABLA Y REPRESENTACIÓN GRÁFICA

La evolución de la tasa de paro por sexo

refleja, a partir del 2º trimestre de 2008,

un fuerte incremento en relación con el

desempleo masculino. La situación de las

mujeres, sin ser tan llamativa, muestra un

continuado ascenso de la curva de desem-

pleo que supera en todos los tramos, in-

cluso en el último periodo de 2009, a la

tasa de desempleo masculino.

Page 57: 01. REVISTA CLARIDAD N12

En general, los datos referentes al paro tan-

to en varones como en mujeres por comuni-

dades autónomas en los cuartos trimestres

de 2006 a 2009, son negativos. El incre-

mento de las tasas de paro es continuado

para unas y otros y, a excepción de Balea-

res, Cataluña, Murcia y Valencia, las tasas

de paro femeninas siguen siendo superiores

a las masculinas alcanzando diferencias sig-

nificativas entre unas y otras en Ceuta, Me-

lilla y Extremadura fundamentalmente.

En el mismo dato tomando como refe-

rencia los cómputos anuales entre

2005 y 2008 se perciben diferencias

significativas con la tabla anterior que

pueden tener relación con la temporali-

dad en determinados trimestres. El paro

masculino y femenino se incrementan,

en Andalucía, Aragón, Baleares, Cana-

rias, Castilla-La Mancha, Cataluña, Va-

lencia, Madrid, Murcia, Navarra, La Rio-

ja y Melilla.

En Asturias, Cantabria, Extremadura, País

Vasco y Ceuta, descienden ambas tasas,

la referida al desempleo masculino y al fe-

menino.

En Castilla-León y Galicia ascienden ligera-

mente las tasas de paro masculinas pero

descienden las tasas de paro femeninas.

En esta última comunidad, los datos de

paro entre trabajadoras refieren una tasa

de 13,51 en 2005 frente a 10,37 en

59

2006TIV 2007TIV 2008TIV 2009TIV

Varones Mujeres Varones Mujeres Varones Mujeres Varones Mujeres

Andalucía 8,71 17,54 10,45 19,11 19,7 24,64 25,27 27,73

Aragón 3,45 7,15 4,02 6,53 9,71 9,38 13,85 12,55

Asturias (Principado de) 7,07 11,91 6,28 10,45 7,99 12,29 13,46 15,17

Balears (Illes) 5,34 7,28 7,86 10,59 12,57 12 20,75 17,97

Canarias 8,87 15,01 9,72 12,78 19,03 24,06 26,78 27,07

Cantabria 4,51 7,99 3,13 6,7 8,42 9,54 12,12 13,27

Castilla y León 4,73 11,35 4,63 10,34 8,57 14,81 12,36 16,54

Castilla - La Mancha 4,29 14,24 5,27 12,17 13,18 17,52 17,41 21,89

Cataluña 5,61 8,08 5,6 7,98 12,16 11,4 18,15 15,63

Comunitat Valenciana 6,2 11,64 7,9 10,58 13,96 16,02 23,22 21,72

Extremadura 9,21 18,75 9,84 21,79 14,53 22,98 17,46 26,64

Galicia 5,42 11,3 5,61 9,82 8,77 10,91 11,87 14,07

Madrid (Comunidad de) 4,62 8,77 5,35 7,61 9,46 10,96 14,58 14,79

Murcia (Región de) 6,06 10,74 6,87 10,42 15,9 14,98 23,45 21,09

Navarra (C. Foral de) 2,29 7,69 3,89 4,78 7,04 9,53 9,83 11,41

País Vasco 4,73 9,17 4,31 7,55 7,64 9,17 11,14 12,48

Rioja (La) 5,51 9,31 3,76 8,31 8,5 11,5 13,02 14,52

Ceuta 9,26 22,04 13,37 28,99 9,34 26,99 17,23 36,23

Melilla 6,18 15,87 10,41 29,15 14,85 20,46 13,27 32,99

EVOLUCIÓN DE LA TASA DE PARO POR SEXO Y COMUNIDAD AUTÓNOMA

(COMPARATIVA DE LOS 4º TRIMESTRES PERIODO 2006-2009)5

FUENTE: Encuesta de Población Activa, INE.

5. Se ha optado por incluir una tabla en la que se realice una comparación de los datos de los cuartos trimestres para poder ofrecer las cifras más recientes de forma comparable con lasanteriores, es decir, las correspondientes al 4º trimestre de 2009. Los datos anuales disponibles en el servidor del INE se agotan en 2008.

Page 58: 01. REVISTA CLARIDAD N12

2008. Con respecto a este dato hay que

destacar la aprobación durante el citado

periodo de la Ley 2/2007, de 28 de mar-

zo, del trabajo en igualdad de las mujeres

de Galicia que ha constituido un importan-

te respaldo normativo para el acceso, la

permanencia y la promoción de la emplea-

bilidad de las mujeres gallegas.

No obstante, y a pesar de algunos pun-

tos de inflexión positiva, todas las comu-

nidades autónomas presentan en todos

los periodos mayores tasas de paro feme-

nino que masculino.

Con respecto a la atención a menores,

las cifras nos remiten a la casi exclusivi-

dad de las mujeres en la responsabilidad

de la función de cuidados. Los datos de

excedencias por cuidados de hijas/os re-

velan un ligero descenso del porcentaje

de madres que han disfrutado de tal li-

cencia entre los años 2000 y 2008 en

que pasa de constituir el 96,02% al

94,40%. Una cifra que da cuenta de la

escasa implicación de los varones en el

cuidado y atención de las y los menores.

Si bien, tras la aprobación de la Ley

39/1999, de 5 de noviembre para pro-

mover la conciliación de la vida familiar y

laboral de las personas trabajadoras y

con posterioridad del Plan Concilia, apro-

bado y publicado en el BOE de 16 de di-

ciembre de 2005, cuya aplicación se

efectuó a partir del 1 de enero de 2006,

se preveía un incremento importante en

60

2005 2006 2007 2008

Varones Mujeres Varones Mujeres Varones Mujeres Varones Mujeres

Andalucía 10,27 19,45 9,23 17,94 9,48 17,62 15,25 21,51

Aragón 3,92 8,63 3,80 8,02 3,77 7,23 6,37 8,19

Asturias (Principado de) 8,01 13,40 6,84 12,62 6,42 11,09 6,39 10,96

Balears (Illes) 5,20 9,92 5,11 8,28 5,83 8,53 9,71 10,81

Canarias 9,82 14,43 9,43 14,81 8,52 13,05 16,18 18,98

Cantabria 6,16 11,89 4,44 9,45 4,45 7,87 5,85 8,91

Castilla y León 5,52 13,55 5,19 12,36 4,76 10,63 6,72 13,37

Castilla - La Mancha 5,55 15,32 5,20 14,87 5,03 11,78 9,08 15,42

Cataluña 5,85 8,44 5,27 8,36 5,58 7,83 9,03 8,98

Comunitat Valenciana 6,76 11,76 6,38 11,18 6,87 11,37 11,04 13,59

Extremadura 11,55 22,43 9,89 19,03 9,14 18,97 10,93 21,56

Galicia 7,18 13,51 6,08 11,44 5,72 10,04 7,39 10,37

Madrid (Comunidad de) 6,11 7,68 4,58 8,58 4,93 7,97 7,92 9,61

Murcia (Región de) 5,78 11,56 5,85 10,94 6,01 9,97 12,00 13,55

Navarra (C. Foral de) 4,25 7,59 3,95 7,14 3,18 6,94 5,49 8,34

País Vasco 5,66 9,60 5,47 8,94 4,80 7,82 5,48 7,67

Rioja (La) 3,73 9,83 5,04 7,83 3,88 8,30 6,36 9,82

Ceuta 14,25 29,37 15,46 29,87 15,47 28,75 11,69 26,76

Melilla 7,99 23,26 8,31 22,23 12,06 28,05 15,91 29,32

EVOLUCIÓN DE LA TASA DE PARO POR SEXO Y COMUNIDAD AUTÓNOMA

(DATOS ANUALES 2005-2008)

FUENTE: Encuesta de Población Activa, INE.

Page 59: 01. REVISTA CLARIDAD N12

la participación masculina en el trabajo

doméstico y de cuidados, se observa que

quienes han incrementado numéricamen-

te su dedicación han sido las mujeres

trabajadoras con una ti-

bia presencia de varo-

nes trabajadores que

fluctúa entre el 3,98%

de las personas que han

disfrutado de permiso

de excedencia por cui-

dado de menores en el

año 2000 y el 5,60%

en el año 2008.

En relación con el tipo

de jornada de la pobla-

ción ocupada según la

situación profesional, se

encuentra que la participación femenina

está afectada de manera rotunda por la

parcialidad. Las mujeres asalariadas su-

ponen el 79,8% de las personas que tra-

bajan a tiempo parcial durante el año

2009. Cierto que este porcentaje ha ido

disminuyendo desde el año 2002 en que

el dato se cifraba en un 82,1%. Sin em-

bargo, la parcialidad no afecta únicamen-

te a las mujeres asalariadas, sino que la

proporción de las mujeres que trabajan

por cuenta propia a tiempo parcial es

igualmente superior a la proporción de

varones en la misma situación profesio-

nal (63,5% de mujeres frente a 36,5%

de varones). Un dato relevante si se tie-

ne en cuenta la todavía escasa participa-

ción de las mujeres en el ámbito de la

creación de empresa que sitúa al peque-

ño empresariado femenino en una posi-

ción debilitada para abordar la tarea de

rentabilizar e incrementar sus posibilida-

des de negocio.

61

Total % Madres

2000 8.339 96,02

2001 10.163 96,43

2002 12.694 96,16

2003 13.879 96,38

2004 16.963 96,34

2005 18.942 95,23

2006 20.225 95,33

2007 32.983 94,06

2008 28.724 94,40

EXCEDENCIAS POR CUIDADO DE HIJOS/AS

FUENTE: Instituto de la Mujer.

TOTAL 16.825,4 17.559,7 18.288,1 19.314,3 20.001,8 20.476,9 19.856,8 18.645,9

Trabajadores/aspor cuenta propia 3.109,9 3.164,8 3.246,9 3.446,2 3.524,2 3.593,2 3.535,0 3.140,6Jornada completa 2.911,1 2.945,6 3.023,5 3.040,2 3.160,6 3.230,3 3.166,2 2.822,1Jornada parcial 198,8 219,2 223,3 406,0 363,6 363,0 368,8 318,6

Asalariadas/os 13.698,8 14.374,6 15.022,4 15.841,6 16.466,2 16.876,5 16.308,2 15.492,6Jornada completa 12.555,5 13.130,0 13.654,5 13.943,1 14.458,3 14.857,5 14.201,3 13.344,0Jornada parcial 1.143,3 1.244,6 1.367,9 1.898,5 2.007,8 2.019,1 2.106,9 2.148,6

Otra situación 16,7 20,3 18,8 26,4 11,5 7,1 13,6 12,6

TOTAL 38,0 38,8 39,4 40,2 40,8 41,4 42,9 44,0

Trabajadoraspor cuenta propia 29,9 31,0 31,4 31,3 31,3 31,1 32,6 33,5Jornada completa 27,4 28,0 28,7 26,9 27,2 27,2 28,5 30,2Jornada parcial 66,9 70,5 67,4 63,6 67,1 66,0 67,9 63,5

Asalariadas 39,8 40,5 41,2 42,1 42,9 43,6 45,1 46,1Jornada completa 36,0 36,6 37,1 36,8 37,5 38,2 39,6 40,7Jornada parcial 82,1 82,2 82,0 81,5 81,7 83,0 82,2 79,8

Otra situación 49,7 37,4 52,7 40,9 34,8 35,2 38,2 26,2

FUENTE: Instituto de la Mujer.

6. Se ha desistido de incluir los datos sobre Jornada parcial por obligaciones familiares por comprender únicamente el periodo entre 2002 y 2004.

Nueva Metodología. EPA-2005 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009

POBLACIÓN OCUPADA, SEGÚN SITUACIÓN PROFESIONAL Y TIPO DE JORNADA6

Ambo

sse

xos

Datos

absolutos(enmiles)

%Mujeres

Page 60: 01. REVISTA CLARIDAD N12

En relación con las prestaciones recibidas

por varones y mujeres en nuestro país, se

encuentran datos que de nuevo remiten a

la persistencia de elevados niveles de des-

igualdad. Las mujeres son perceptoras

mayoritarias de las pensiones de viudedad

(93,16%) y de las pensiones contributivas

a favor de familiares (79,38%). En contra-

posición, tanto en lo relacionado con las

pensiones por jubilación (35,64% muje-

res) como con las pensiones por invalidez

permanente (34,56%) los bajos porcenta-

jes de perceptoras indican con claridad la

escasa participación de mujeres en el

mercado de trabajo y las menores oportu-

nidades de contribuir con sus propias coti-

zaciones presentando además una escasa

variación porcentual de perceptoras/es

en el periodo comprendido entre el año

2002 y el 2009.

Las cuantías de las pensiones son igual-

mente desfavorables para las mujeres que

en todos los casos perciben menor impor-

te que los varones con la consiguiente po-

sibilidad de empobrecimiento e incremen-

to de la feminización de la pobreza.

62

TOTALES 7.793.805 7.855.750 7.887.961 8.107.268 8.281.379 8.338.546 8.604.119

Incapacidad permanente 794.973 806.689 795.361 845.667 878.333 902.484 930.881Jubilación 4.592.041 4.617.033 4.634.658 4.777.953 4.843.473 4.900.756 5.087.586Viudedad 2.091.794 2.121.893 2.153.557 2.183.358 2.212.486 2.240.408 2.281.270A favor de familiares 42.112 41.576 40.502 39.570 38.700 37.932 37.836Orfandad 272.885 268.559 263.883 260.720 258.387 256.966 266.546

TOTALES 50,00 50,18 50,34 51,01 51,17 51,33 51,36

Incapacidad permanente 30,39 30,94 31,34 32,77 33,41 34,01 34,56Jubilación 33,48 33,53 33,59 34,77 35,04 35,26 35,64Viudedad 93,26 93,27 93,27 93,28 93,27 93,24 93,16A favor de familiares 78,96 79,18 79,47 79,48 79,77 79,90 79,38Orfandad 49,07 49,21 49,31 49,25 49,18 48,94 48,36

TOTALES 393,24 418,84 447,53 469,10 495,69 520,71 581,11

Incapacidad permanente 474,34 508,61 537,85 567,58 601,11 631,70 699,77Jubilación 420,5 441,9 460,56 479,68 507,12 533,93 597,32Viudedad 375,22 403,45 440,02 461,07 485,61 508,06 565,42A favor de familiares 285,73 308,85 338,26 362,04 386,9 410,40 457,86Orfandad 223,08 237,03 254,48 273,16 289,76 304,90 344,13

TOTALES 62,38 61,33 62,38 61,64 61,49 61,19 61,26

Incapacidad permanente 71,49 72,59 73,47 73,85 74,72 75,67 77,09Jubilación 61,94 61,57 61,15 59,95 59,72 59,36 59,27Viudedad 125,63 125,42 123,96 124,90 126,27 127,79 130,95A favor de familiares 109,40 110,48 111,04 110,82 110,15 109,87 109,83Orfandad 102,44 102,31 101,75 101,31 101,27 101,32 101,67

FUENTE: Instituto de la Mujer.

2002 2003 2004 2005 2006 2007 2009

PENSIONES CONTRIBUTIVAS EN VIGOR E IMPORTES MEDIOS, SEGÚN TIPO DE PENSIÓN

Ambo

sse

xos

%Mujeres

Impo

rtes

Med

ios

Mujeres

Impo

rtes

Med

ios

Razón

Varón

/Mujer

Page 61: 01. REVISTA CLARIDAD N12

63

1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009

UE 27 – – – – 9,1 9,2 8,9 8,2 7,2 – –

UE 25 – 9,2 8,6 8,9 9,1 9,2 9,0 8,2 7,2 7,1 9,1

UE 15 9,4 8,3 7,5 7,8 8,1 8,3 8,2 7,8 7,0 7,1 9,1

Euro Zona 13 10,2 9,1 8,1 8,5 8,8 9,1 8,9 8,3 7,5 7,5 9,4

Euro Zona 12 10,2 9,1 8,1 8,5 8,9 9,1 9,0 8,4 7,5 7,5 9,4

Euro Zona 11 10,2 9,0 8,0 8,4 8,8 9,1 8,9 8,3 7,5

Bélgica 8,6 7,0 6,6 7,5 8,2 8,4 8,4 8,2 7,5 7,0 7,9

Bulgaria – – – – 13,7 12,0 10,1 9,0 6,9 5,6 6,7

República Checa 8,8 8,8 8,2 7,3 7,8 8,3 7,9 7,1 5,3 4,4 6,8

Dinamarca 5,6 4,6 4,6 4,6 5,4 5,5 4,8 3,9 3,8 3,3 6,0

Alemania 8,9 7,9 7,8 8,5 9,8 10,7 11,1 10,2 8,6 7,3 7,5

Estonia 11,6 13,6 12,6 10,3 10,0 9,7 7,9 5,9 4,7 5,5 14,0

Irlanda 5,8 4,3 3,9 4,4 4,7 4,5 4,3 4,4 4,6 6,0 11,8

Grecia 12,1 11,4 10,8 10,3 9,7 10,5 9,8 8,9 8,3 7,7 –

España 15,7 13,9 10,5 11,5 11,5 11,0 9,1 8,5 8,3 11,3 18,1

Francia 12,0 10,2 9,1 9,2 8,9 9,3 9,3 9,3 8,3 7,8 9,4

Italia 11,4 10,6 9,5 9,0 8,6 8,0 7,7 6,8 6,1 6,7 –

Chipre – 5,0 4,0 3,3 4,1 4,3 5,3 4,5 3,9 3,6 5,3

Letonia 13,8 14,2 13,1 12,1 10,5 10,4 8,9 6,8 6,0 7,5 17,6

Lituania 13,4 15,9 16,8 13,7 12,4 11,4 8,3 5,6 4,3 5,8 14,0

Luxemburgo 2,4 2,3 1,8 2,6 3,7 5,1 4,5 4,7 4,1 4,9 5,7

Hungría 7,0 6,4 5,7 5,8 5,9 6,1 7,2 7,5 7,4 7,8 10,0

Malta – 6,3 7,1 6,9 7,6 7,2 7,3 7,3 6,5 5,9 7,0

Países Bajos 3,6 2,9 2,3 2,8 3,7 4,5 4,7 3,9 3,2 2,8 3,5

Austria 3,7 3,5 3,6 4,0 4,3 4,9 5,1 4,7 4,4 3,8 5,0

Polonia 12,3 16,1 18,2 19,9 19,6 18,9 17,7 13,9 9,6 7,1 8,2

Portugal 4,5 4,0 4,0 5,0 6,3 6,6 7,6 7,7 8,0 7,7 9,6

Rumanía 6,9 7,2 6,6 8,4 7,0 8,1 7,2 7,3 6,4 5,8 –

Eslovenia 7,4 6,7 6,2 6,3 6,7 6,3 6,5 6,0 4,8 4,4 6,0

Eslovaquia 16,4 18,8 19,3 18,7 17,5 18,2 16,2 13,4 11,1 9,5 11,9

Finlandia 10,2 9,8 9,1 9,1 9,0 8,8 8,4 7,7 6,9 6,4 8,2

Suecia 7,6 5,4 4,8 5,1 5,7 6,5 7,5 7,0 6,2 6,2 8,3

Reino Unido 6,0 5,6 5,0 5,1 5,0 4,7 4,7 5,3 5,2 5,6 –

EVOLUCIÓN DE LA TASA DE PARO POR PAÍSES (AMBOS SEXOS, %) UE7

7. En la cobertura del estado laboral, en general se considera la población mayor de 15 años, salvo para:

• España y Reino Unido: a partir de 16 años.

• Suecia: de 16 a 74 años hasta el 2000, y de 15 a 74 a partir del 2001.

• Dinamarca, Estonia, Letonia, Hungría y Finlandia: de 15 a 74 años.

Por otra parte, en Chipre en 1999 no se hace diferencia entre desempleo e inactividad.

Page 62: 01. REVISTA CLARIDAD N12

64

1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009

UE 27 – – – – 9,9 9,9 9,7 8,9 7,9 7,5 8,9

UE 25 – 10,7 9,8 9,9 10,0 10,0 9,8 9,1 8,0 7,6 9,0

UE 15 11,0 9,9 8,7 8,8 8,9 9,1 9,0 8,6 7,8 7,6 9,0

Euro Zona 13 12,5 11,2 9,8 9,9 10,1 10,2 10,1 9,5 8,5 8,3 9,6

Euro Zona 12 12,5 11,3 9,8 9,9 10,1 10,3 10,1 9,5 8,6 8,3 9,6

Euro Zona 11 12,3 11,1 9,6 9,8 10,0 10,1 9,9 9,4 8,4 – –

Bélgica 10,4 8,7 7,5 8,6 8,9 9,5 9,5 9,3 8,4 7,6 8,2

Bulgaria – – – – 13,2 11,5 9,8 9,3 7,3 5,8 6,6

República Checa 10,5 10,5 9,9 9,0 9,8 9,9 9,8 8,8 6,7 5,6 7,8

Dinamarca 6,5 5,3 5,1 5,0 6,1 6,0 5,3 4,5 4,2 3,7 5,3

Alemania 9,2 8,3 7,8 8,2 9,3 10,1 10,7 10,1 8,7 7,2 6,9

Estonia 10,1 12,6 12,2 9,7 9,9 8,9 7,1 5,6 3,9 5,3 11,4

Irlanda 5,6 4,2 3,8 4,1 4,3 4,1 4,0 4,1 4,2 4,6 8,0

Grecia 18,3 17,2 16,2 15,6 15,0 16,2 15,3 13,6 12,8 11,4 –

España 23,0 20,5 15,2 16,4 16,0 14,3 12,1 11,5 10,9 13,0 18,4

Francia 13,9 12,2 11,0 10,3 9,9 10,3 10,2 10,1 8,9 8,4 9,8

Italia 15,7 14,5 13,0 12,2 11,6 10,5 10,0 8,8 7,9 8,5 –

Chipre – 7,3 5,7 4,2 4,6 5,4 6,5 5,4 4,6 4,2 5,5

Letonia 13,4 13,4 11,5 11,0 10,4 10,2 8,7 6,2 5,6 6,9 14,4

Lituania 12,1 13,6 14,1 12,9 12,2 11,8 8,3 5,4 4,3 5,6 10,5

Luxemburgo 3,3 3,1 2,2 3,6 4,7 7,1 5,8 6,2 4,7 5,9 6,2

Hungría 6,3 5,6 5,0 5,4 5,6 6,1 7,4 7,8 7,7 8,1 9,7

Malta – 6,5 8,1 7,6 8,7 9,0 8,9 8,9 7,7 6,6 7,7

Países Bajos 4,9 3,8 2,8 3,1 3,9 4,8 5,1 4,3 3,6 3,0 3,5

Austria 3,8 3,8 3,8 3,9 4,2 5,4 5,4 5,2 5,0 4,1 4,7

Polonia 13,2 18,1 19,8 20,9 20,4 19,9 19,1 14,6 10,3 8,0 8,7

Portugal 5,2 5,0 5,0 6,0 6,8 7,6 8,1 8,9 9,6 9,0 10,3

Rumanía 6,2 6,4 5,9 7,7 6,3 6,9 6,4 6,1 5,4 4,7 –

Eslovenia 7,7 7,1 6,8 6,8 7,1 6,8 7,0 7,2 5,8 4,8 5,9

Eslovaquia 16,4 18,6 18,7 18,7 17,7 19,2 17,2 14,7 12,7 10,9 12,6

Finlandia 10,7 10,6 9,7 9,1 8,9 8,9 8,6 7,0 7,2 6,7 7,6

Suecia 6,9 5,0 4,5 4,6 5,2 6,1 7,4 7,2 6,5 6,5 8,0

Reino Unido 5,1 5,0 4,4 4,5 4,3 4,2 4,3 4,9 4,9 5,1 –

EVOLUCIÓN DE LA TASA DE PARO FEMENINA POR PAÍSES (%) UE

FUENTE: Eurostat.

Page 63: 01. REVISTA CLARIDAD N12

65

2006 2009 Saldo 09-06

UE 27 9,9 9,9 9,9

Bélgica 9,30 8,2 –1,10

Bulgaria 9,30 6,6 –2,70

República Checa 8,80 7,8 –1,00

Dinamarca 4,50 5,3 0,80

Alemania 10,10 6,9 –3,20

Estonia 5,60 11,4 5,80

Irlanda 4,10 8 3,90

España 11,50 18,4 6,90

Francia 10,10 9,8 –0,30

Chipre 5,40 5,5 0,10

Letonia 6,20 14,4 8,20

Lituania 5,40 10,5 5,10

Luxemburgo 6,20 6,2 0,00

Hungría 7,80 9,7 1,90

Malta 8,90 7,7 –1,20

Países Bajos 4,30 3,50 –0,80

Austria 5,20 4,7 –0,50

Polonia 14,60 8,7 –5,90

Portugal 8,90 10,3 1,40

Eslovenia 7,20 5,9 –1,30

Eslovaquia 14,70 12,6 –2,10

Finlandia 7,00 7,6 0,60

Suecia 7,20 8 0,80

COMPARATIVA PAÍSES EUROPEOS TASA DE PARO 2006-20098

8. No se encuentran en la tabla los siguientes países: Grecia, Italia, Rumanía y Reino Unido, por no encontrarse disponibleen EUROSTAT su tasa de paro correspondiente al año 2009.

SALDO 09-06

-8,00 -4,00-6,00 -2,00 0,00 2,00 4,00 6,00 8,00 10,00

F

SueciaFinlandia

EslovaquiaEslovenia

PortugalPolonia

AustriaPaíses Bajos

MaltaHungría

LuxemburgoLituaniaLetoniaChipre

FranciaESPAÑA

IrlandaEstonia

AlemaniaDinamarca

República ChecaBulgaria

Bélgica

Page 64: 01. REVISTA CLARIDAD N12

A lo largo de los últimos diez años, la si-

tuación de desempleo ha ido evolucionan-

do con claroscuros en los países de nues-

tro entorno. De hecho, comparativamente,

los datos de 1999, son más favorables

tanto para ambos sexos como para la po-

blación femenina trabajadora en relación

con los últimos datos de 2009 en la ma-

yoría de las cifras recogidas. No obstante,

Estonia, Irlanda, Letonia, Luxemburgo,

Hungría, Austria, Portugal y Suecia, pre-

sentan datos más elevados de paro feme-

nino al final del decenio. En todos los países,

la crisis económica ha tenido repercusión

en los datos de desempleo presentando

una curva ascendente desde los últimos

dos años.

En el caso de España, si bien la situación

laboral de las mujeres es ahora, a pesar

de la crisis, más halagüeña que en 1999

(23,0-18,4) y la evolución a lo largo del

periodo indica una posición desfavorable

para el empleo de las mujeres. Desde el

año 2007 hasta la actualidad el desem-

pleo entre las trabajadoras españolas su-

fre un incremento con proporciones muy

preocupantes similar al que se ha produci-

do en países de reciente ingreso en la UE.

Esto nos remite a la temporalidad, falta de

consolidación y oportunismo en la partici-

pación laboral de las mujeres en nuestro

país cuyo mercado laboral expulsa de for-

ma significativa a las trabajadoras en perio-

dos de recesión económica.

De igual forma, las cifras de desempleo fe-

menino en España superan en 10 puntos

a las cifras de la UE 27 y son las más ele-

vadas de todo el entorno.

IV. APORTACIONES LEGALES PARA

UN TRABAJO EN IGUALDAD

La normativa vigente en materia de igual-

dad laboral ha ido evolucionando tanto a

nivel internacional como nacional desde

las primeras recomendaciones emanadas

de la Organización Internacional del Traba-

jo, hasta las normativas aprobadas por

parlamentos autonómicos o las disposicio-

nes de administraciones locales. La tra-

yectoria es larga y profusa en normas, le-

yes, directivas o recomendaciones que

justifican y avalan la introducción del prin-

cipio de igualdad en el ámbito laboral, pe-

ro, para el caso que ocupa este informe

es necesario destacar de forma especial

la Ley Orgánica 3/2007 para la igualdad

efectiva entre mujeres y hombres.

Una ley que persigue resolver las situacio-

nes de desigualdad y discriminación que

en cualquier ámbito puedan recaer o re-

caigan sobre las mujeres. En definitiva,

una ley que pretende el acceso de los gru-

pos o colectivos de mujeres, especialmen-

te de los más desfavorecidos, a todos los

recursos en condiciones de igualdad con

los varones a través de la introducción

transversal del principio de igualdad en to-

dos los ámbitos de desarrollo de las per-

sonas.

Uno de los ámbitos en que la Ley de igual-

dad pone más empeño en solucionar si-

tuaciones discriminatorias, es precisa-

mente, el ámbito laboral por tratarse de

un campo que en nuestro país ha estado

vedado a las mujeres y como consecuen-

cia, todavía presenta, tal como se obser-

va a través de los datos, claros índices de

precariedad.

La vulnerabilidad de las mujeres ante el

trabajo remunerado y la necesaria corres-

ponsabilidad entre mujeres y varones en

el ámbito del trabajo doméstico y de cuida-

dos, son dos ejes prioritarios tratados en

los Títulos IV y V.

Ambos títulos son el mejor reflejo de la

igualdad a que hombres y mujeres no pode-

mos sino aspirar. Todo su contenido es pre-

ciso, concreto y se acerca a las dificultades

específicas en la participación laboral de las

mujeres, no obstante es preciso destacar

algunas de las medidas contenidas en la

Ley que recogen parte de las reivindicacio-

nes más acuciantes de las trabajadoras.

66

TASA PARO 2009

0 10 15 205

SueciaFinlandia

EslovaquiaEsloveniaPortugalPoloniaAustria

Países BajosMalta

HungríaLuxemburgo

LituaniaLetoniaChipre

FranciaESPAÑA

IrlandaEstonia

AlemaniaDinamarca

República ChecaBulgariaBélgica

Page 65: 01. REVISTA CLARIDAD N12

Las acciones positivas en la negociación

colectiva, en ocasiones olvidadas, deberían

suponer la aplicación del principio de igual-

dad en cada uno de los sectores laborales

que hasta el momento excluyen sistemáti-

camente a las mujeres.

Las medidas de conciliación de la vida per-

sonal, familiar y laboral dirigidas tanto a

trabajadoras como a trabajadores incenti-

van la corresponsabilidad familiar y laboral

entre hombres y mujeres, aspecto básico

para evitar la perpetuación de la asigna-

ción de lo doméstico y los cuidados exclu-

sivamente sobre las mujeres con el consi-

guiente perjuicio para la participación la-

boral de las trabajadoras.

La consideración de la maternidad no solo

como una opción personal sino como una

función social remedia, en cierta, medida

la exclusión del ámbito laboral de mujeres

en situación de embarazo o con menores

bajo su responsabilidad. La protección de

la salud laboral desde un punto de vista de

género que contempla específicamente

las situaciones de embarazo, parto y pos-

parto zanja las dificultades laborales que

estas situaciones acarreaban a las ma-

dres trabajadoras. La atención especial a

las situaciones de violencia de género que

pueden sufrir las trabajadoras.

La incorporación de la igualdad en el seno

de las empresas a través del “deber de ne-

gociar” con la representación legal de las

y los trabajadores, cláusulas en materia

de igualdad en los convenios colectivos y

planes de igualdad, incentivados con la po-

sibilidad de obtener un distintivo acreditati-

vo o las medidas específicas para erradi-

car el acoso por razón de sexo y el acoso

sexual constituyen la fórmula para llevar a

la práctica la introducción de parámetros

igualitarios en el mundo del trabajo remu-

nerado.

El Título V dedicado a la introducción del

principio de igualdad en el empleo público

supone la consolidación de criterios iguali-

tarios en el acceso, la permanencia y la

promoción en el sector público, un impor-

tante ámbito de participación laboral fe-

menina.

El Título VII sobre igualdad en la Responsa-

bilidad Social en las empresas abre asi-

mismo una vía para la introducción de me-

didas que proyecten la igualdad hacia el

ámbito de actuación empresarial y su en-

torno, y la búsqueda de la presencia equili-

brada de mujeres y hombres en los con-

sejos de administración constituye un as-

pecto fundamental para conseguir que las

aportaciones de las mujeres se tengan en

cuenta en los ámbitos en que se toman

las decisiones.

La aprobación de esta Ley ha tenido im-

portantes consecuencias en la modifica-

ción de otras normas y en especial, desde

la Disposición Adicional Décimo Primera a

la Disposición Adicional Décimo Novena,

se modifican sucesivamente la Ley del Es-

tatuto de los Trabajadores, la Ley de Pre-

vención de Riesgos Laborales, la Ley de

Procedimiento Laboral, la Ley de Infraccio-

nes y Sanciones de Orden Social, el Real

Decreto-ley por el que se regulan las boni-

ficaciones a la Seguridad Social de los con-

tratos de interinidad que se celebren con

personas desempleadas para sustituir a

trabajadores durante los periodos de des-

canso por maternidad, adopción o acogi-

miento, la Ley de Medidas Urgentes de

Reforma del Mercado de Trabajo para el

incremento del empleo y la mejora de su

calidad, la Ley de Empleo, la Ley General

de la Seguridad Social y la Ley de Medidas

para la Reforma de la Función Pública.

La Ley de igualdad presenta, pues, una

proyección de gran envergadura desde la

aspiración de la erradicación de la des-

igualdad aplicando políticas, medidas, pro-

gramas que proporcionen un trato des-

igual a quienes no son iguales, que apoyen

a los colectivos más desfavorecidos y vul-

nerables, que permitan una participación

económica, laboral y social equitativa en-

tre mujeres y hombres.

67

Page 66: 01. REVISTA CLARIDAD N12

68

E1. ¿CRISIS DEL SINDICALISMO ESPAÑOL?

Es bastante frecuente escuchar o leer afirmacio-

nes acerca de la crisis del sindicalismo demo-

crático español. Esta idea, que no es patrimonio

de miembros o representantes de ningún sector políti-

co o social en especial, viene respaldada generalmen-

te por porcentajes de afiliación, escaso nivel de cotiza-

ción y baja participación de los trabajadores en la vida

interna de los sindicatos. Otros, por la penuria de cua-

dros sindicales y técnicos y hasta por los números ro-

jos de sus presupuestos anuales.

Estos datos se detallan, la mayor parte de las veces,

en pormenorizadas listas numéricas bastante acordes

con la realidad. Prueban, en definitiva, la aún incipien-

te consolidación orgánica de las grandes organizacio-

nes sindicales, aunque no la supuesta “crisis del sindi-

calismo español” en cuanto falto de representatividad

e incapacitado para ofrecer las formulaciones teóricas

y propuestas prácticas que exige la realidad de la Es-

paña presente.

Con esto no pretendo desconocer las dificultades a

que está enfrentado nuestro sindicalismo, algunas de

las cuales señalaré más adelante, sino destacar que

la situación actual es el producto de un ya largo proce-

so de acciones unitarias y también de confrontación

entre diversas organizaciones, concepciones ideológi-

cas, estrategias y propuestas de acción sindical en las

distintas etapas de enfrentamiento al viejo régimen, la

transición hacia la democracia y la consolidación de la

misma. Quiero decir con ello, aunque pueda sonar a

perogrullo, que el mapa sindical de 1984 no es el mis-

mo de 1976/77, pero que tampoco hay razones pa-

ra augurar su cristalización en el próximo futuro. Y si

ello es así en cuanto a las estructuras orgánicas, tan-

to o más evidente viene siendo el proceso de modifica-

ción de la praxis sindical persiguiendo su adecuación a

cada momento histórico, sin perder su papel de fuer-

za de progreso en la sociedad española.

El proceso de ajuste presupone una crítica y autocríti-

ca permanente en que viene participando, directa o in-

directamente, la inmensa mayoría de los trabajadores.

Este es un rasgo de vitalidad de nuestro sindicalismo.

El proceso de ajuste que ha transcurrido a través de

grandes momentos de inflexión como pudieron ser la

“ruptura sindical” con el desmantelamiento del sindica-

to vertical, y la pluralidad sindical subsiguiente, y la

sustitución de la política de confrontación por la con-

certación. Seguidos de los otros, no menos importan-

tes aunque con un carácter de configuración y gradua-

ción de la política de concertación, concretados en el

Acuerdo Básico Interconfederal, el Acuerdo Marco In-

terconfederal y el Acuerdo Nacional de Empleo.

CLARID

AD

·IN

VIE

RNO/PRIM

AVERA

2010

·CUARTA

ETAPA

Etap

asan

teri

ores Apuntes para la acción sindical

en tiempos de crisis*Francisco S. López Romito

Ex Director de los Fondos de Empleo a la reconversión

*. Publicado en el nº 3 de Claridad, Segunda Etapa. (Septiembre, 1984).

Page 67: 01. REVISTA CLARIDAD N12

69

Otra característica peculiar y valiosa del

sindicalismo español, en este largo capítulo

de nuestra historia, es haber logrado exce-

der los límites corporativos, haciendo su-

yos e impulsando decididamente reivindi-

caciones sentidas por otros sectores so-

ciales. Esta capacidad para conjugar los

intereses específicos y exigencias inmedia-

tas de los asalariados con los del conjunto

de la sociedad, le ha otorgado un mereci-

do protagonismo en áreas de la vida políti-

ca y social no siempre considerados como

propios del ámbito sindical.

Durante la transición, el papel del sindica-

lismo ha ido desde el logro y defensa activa

de la democracia hasta contar con una

participación en las políticas de rentas y

distribución de ingresos o importantes as-

pectos de la política de empleo, pa-

sando por la formulación de un nue-

vo marco de relaciones laborales

abierto a una evolución progresista.

El desarrollo de la crisis económica

y el propio proceso político español

han generado una serie de hechos

y situaciones que significan un nue-

vo reto para el sindicalismo. La magnitud

de ciertos fenómenos, como el paro, el

desequilibrio financiero del sistema de se-

guridad social, la fragmentación y disper-

sión de la clase trabajadora o el desarrollo

de la economía sumergida, sumados a la

instalación de un Gobierno socialista que

manifiesta su voluntad de abordar el sa-

neamiento de la economía y la reconver-

sión del aparato productivo, tienen nece-

sariamente que poner a prueba la teoría y

la práctica sindical anterior.

Es lógico, pues, que ciertos logros obteni-

dos en la etapa precedente muestren sus

limitaciones, que algunas propuestas e

instrumentos pierdan validez y que afloren

sectores con una acusada tendencia a

aferrarse a concepciones y prácticas ya

obsoletas poniéndose a la defensiva ante

los nuevos datos aportados por la realidad.

En estos términos cabría hablar de crisis

del sindicalismo. Y es en ese marco don-

de debiera inscribirse el análisis de sus as-

pectos negativos o problemáticos.

La limitación natural de las presentes re-

flexiones impiden abordar un análisis por-

menorizado de esos problemas, pero creo

conveniente apuntar algunos para reafir-

mar la tesis de que los mismos son pro-

ducto, por un lado, de la crisis económica

y el cambio en la situación política, y por

otro, de respuestas pasivas o del reforza-

miento de actitudes defensivas de neto

corte economicista o corporativo por las

necesarias dificultades en la reorientación

de la praxis sindical.

La firma del Acuerdo Marco Interconfede-

ral significó un paso decisivo en la raciona-

lización de la negociación colectiva, afir-

mando el principio de la libre voluntad de

las partes y fijando los escenarios funda-

mentales de la negociación en términos

de articulación entre los diferentes niveles

de representación y decisión.

La negociación salarial quedó así vincula-

da a la definición de la política de rentas

y pudo ser utilizada, sin perjuicio para los

trabajadores asalariados, como un ins-

trumento idóneo en la lucha contra la in-

flación.

De esta forma el sindicalismo adquirió ca-

pacidad de interlocución con las autorida-

des gubernamentales, sin por ello debili-

tar, en la práctica, la vinculación de las ba-

ses con sus niveles de conducción.

Sin embargo, al mantenerse la negocia-

ción colectiva, en lo fundamental, subordi-

nada a los imperativos de la política de

rentas (incluyendo en ésta salarios, cober-

tura de desempleo, pensionistas, etc.), ha

ido quedando reducida a una actuación re-

petitiva con escasos elementos innovado-

res y el consiguiente desaliento observado

tanto en las bases como en los propios

cuadros sindicales.

Capítulos del AMI con especial significa-

ción para la actividad sindical vienen sien-

do repetidos mecánica y literalmen-

te en los convenios de ámbito infe-

rior sin que se hayan dado pasos en

orden a su desarrollo concreto y

aplicación en las empresas. Me re-

fiero, obviamente, a capítulos como

el de productividad o de derechos

sindicales.

Convenios colectivos de ámbito estatal

que, al calor del AMI, aportaron a trabaja-

dores y empresarios vías de solución ins-

trumental suficientemente flexibles para

afrontar las dificultades derivadas de la

crisis, sin desmedro para ninguna de las

partes, no se han visto profundizados ni

desarrollados en los últimos años, y su ca-

pacidad para influir sobre la negociación

colectiva de otras ramas de actividad ha

sido mínima. Hablo, especialmente, del

Convenio General de Industrias Químicas.

Esto en cuanto a la negociación colectiva

propiamente dicha. En otro orden de co-

sas, no es menos preocupante el aparen-

te repliegue de la actividad e influencia di-

recta del sindicalismo organizado hacia los

La firma del Acuerdo Marco Intercon-

federal significó un paso decisivo en la

racionalización de la negociación co-

lectiva.

Page 68: 01. REVISTA CLARIDAD N12

trabajadores salariados con empleo. Espe-

cialmente hacia aquellos colectivos pertene-

cientes a sectores abocados a la reconver-

sión industrial o al saneamiento empresarial

y sometidos, ineludiblemente, a la modifica-

ción sustancial de las condiciones de traba-

jo, remuneración y empleo preexistentes.

Si sumamos los magros resultados en

cuanto a mantener una relación mínima-

mente organizada con los trabajadores en

paro, la incomprensión de la problemática

del creciente número de trabajadores con

actividad en las múltiples formas de

la economía sumergida y la deficien-

te atención al fenómeno cooperati-

vo y asociativo laboral, podemos

completar los trazos más negativos

del cuadro sindical.

Podría decirse que el mayor riesgo a que

se enfrenta el sindicalismo español en la

hora presente, es el de perder inserción

en vastas capas de trabajadores, deslizán-

dose hacia una situación de aislamiento

corporativo a la vez que de dispersión or-

ganizativa, y, consiguientemente, ver men-

guada su influencia en el conjunto de la so-

ciedad. Esto, de producirse, significaría un

serio freno al proceso de democratización

y avance social crecientes en España.

2. ¿QUÉ HA CAMBIADO EN ESPAÑA?

En 1984 tenemos un mayor conocimiento

de la crisis económica, su incidencia y for-

mas peculiares de manifestación en nues-

tro país. Hemos puesto a prueba algunos

instrumentos, constatando su mayor o

menor aptitud para encontrar soluciones

a los problemas planteados. Es decir, con-

tamos con una experiencia más rica. Pero

las causas o evolución de la crisis, ni la ex-

periencia habida, son el dato fundamental

a partir del cual deberá reordenarse con-

secuentemente la praxis sindical.

En mi modesta opinión, ese dato primige-

nio reside en el cambio. Es decir, en la

nueva relación de fuerzas a nivel político y

social dimanantes del triunfo electoral del

PSOE el 28 de octubre de 1982.

Ese hecho, de neto carácter político, tiene

vital importancia para la reformulación de

la práctica sindical. Solo a partir de una

correcta asunción del triunfo socialista y

de sus implicaciones pueden reordenarse,

en una nueva escala de valores, los dife-

rentes aspectos y áreas de interés de la

política sindical, para sortear los peligros

y superar las limitaciones que aquejan al

movimiento laboral organizado.

En el devenir de las sociedades, lo nuevo

irrumpe, casi siempre, como conciencia

de su necesidad, para corporizarse luego,

gradualmente, como fruto de una trabajo-

sa y consecuente práctica sostenida.

El cambio, que en el plano político encuen-

tra su traducción literal en la sustitución

de un centro de poder político por otro,

con el consiguiente traspaso del gobierno

de UCD al PSOE, desde una perspectiva

social, económica y cultural y, por tanto,

también sindical, debe ser aprehendido en

tanto apertura hacia un proceso de trans-

formación social.

Las políticas de ajuste, en términos de sa-

neamiento de la economía nacional, cuya ne-

cesidad viene determinada por la crisis, par-

ten de la realidad existente, pero sin cues-

tionar prioritariamente su conformación

estructural. Tampoco mantienen contra-

dicciones de fondo con la práctica sindical

dominante hasta el presente, cuyos pun-

tos principales de fricción se observan en

las políticas de rentas y en términos bási-

camente cuantitativos.

A modo de disgresión, y para anticiparme

a posibles críticas, me parece oportuno

exponer que, en mi opinión, la lucha sindi-

cal en materia de empleo, hasta ahora, no

ha sobrepasado los límites de acciones

defensivas en los casos donde los trabaja-

dores se han visto directamente afecta-

dos por la pérdida irremediable de sus

puestos de trabajo o de medidas de

solidaridad para con los parados en

términos de renta. Con ello no quie-

ro desmerecer, en absoluto, el

enorme sacrificio hecho por los tra-

bajadores y el esfuerzo titánico del

sindicalismo para liviar los males allí don-

de se han podido conseguir las soluciones

deseables.

Me parece, pues, que es posible revitali-

zar la acción sindical, articulándola alrede-

dor de esa idea de transformación que

apunta a la conformación de una nueva rea-

lidad estructural española, entendida en

sus más diversas vertientes: tipos de acti-

vidad, modelos tecnológicos, estructura

empresarial, distribución territorial de la

actividad económica, relaciones sociales

de producción, etc. Esto, ligado al mante-

nimiento de la solidaridad como principio

inspirador de la práctica sindical, no cir-

cunscripta al ámbito de los asalariados,

puede ofrecer condiciones para estable-

cer una más estrecha vinculación con los

trabajadores y acrecentar la influencia del

sindicalismo en el conjunto de la sociedad.

3. A MODO DE SUGERENCIAS

En esta última parte intentaré llamar la

atención sobre aspectos que, a mi modo

de ver, debieran ocupar un lugar destacado

70

Mantenimiento de la solidaridad como

principio inspirador de la práctica sin-

dical.

Page 69: 01. REVISTA CLARIDAD N12

en la acción sindical en la presente etapa.

Con ello no pretendo desmerecer otros te-

mas de la negociación colectiva y de la ac-

ción sindical que, mantenidos unos y dina-

mizando otros, completaría el nuevo cua-

dro de la política sindical. Pero me parece

conveniente poner énfasis en ellos, por

cuanto están llamados a cobrar una ma-

yor relevancia que la tenida hasta el pre-

sente.

POR EL EMPLEO

Hoy es el empleo, y todo hace suponer

que seguirá siendo durante un buen tiem-

po, la mayor preocupación de la acción

sindical. Mantener el empleo existente y

crear nuevos puestos de trabajo es la con-

signa que orienta gran parte de las ener-

gías. Y de todos es sabido que la mejor

política hacia los parados es conse-

guirles un contrato laboral.

La naturaleza del problema legiti-

ma, por sí misma, la búsqueda de

soluciones más allá del ámbito es-

pecífico de las relaciones patronal-

sindicato y ha ido imponiendo la necesidad

de ampliar la concertación con la partici-

pación gubernamental en las negociacio-

nes. La capacidad de intervención del Es-

tado en el proceso de distribución de ren-

tas y acumulación de capital es tal, que se

torna imposible pensar en una política de

concertación sin su participación efectiva

en la misma.

La supuesta reacción automática y espon-

tánea de los actores económicos antes

estímulos tales como el costo del dinero,

ciertas medidas flexibilizadoras del merca-

do de trabajo o la evolución de precios y

salarios, en orden a generar corrientes de

inversión y de reactivación de la actividad

económica que satisfaga las necesidades

de empleo de los españoles, como mínimo

debe ser puesta en duda. Y tan es así,

que las políticas de promoción económica

e industrial se han ido dotando, cada vez

más, de instrumentos activos de interven-

ción en el proceso de detección de posibi-

lidades de inversión, desarrollo de las tec-

nologías necesarias, captación y forma-

ción de los cuadros, aportación de

capitales, y, en suma, de creación y de tu-

tela durante el periodo de maduración de

las nuevas unidades productivas.

El problema es que nos encontramos en

medio de una crisis estructural, ante un

fenómeno acelerado de transformación

tecnológica, donde productos, procesos

de producción y formas de gestión empre-

sarial están sometidos a un intenso cam-

bio. Y nosotros no solo debemos atender

a la obsolescencia del aparato productivo,

sino también, entre muchas otras, a la in-

adecuación del sistema educativo y de for-

mación profesional, al retraso en la inves-

tigación y el desarrollo tecnológico autóc-

tono, a la pesadez de las instituciones

administrativas y a la profunda obsoles-

cencia de la clase empresarial.

El peso de la posición sindical en esa con-

certación debería trasladarse, cuidando

siempre el debido equilibrio, de la política

salarial y la asistencia a parados y clases

pasivas, hacia el incremento y composi-

ción del gasto público generador de em-

pleo y la formación bruta de capital.

Es importante dedicar mayores recursos

para llevar a cabo planes gestionados por

las distintas Administraciones públicas,

central, autonómicas o locales que, orien-

tados a la satisfacción de imperiosas ne-

cesidades sociales, urbanísticas y cultura-

les, como en desarrollo de infraestructu-

ras agrarias, forestación, saneamiento y

conservación del medio ambiente, etc.,

estén orientadas hacia la maximización del

empleo. Es posible afirmar que la mano de

obra disponible cuenta con una formación

aceptable para el tipo de tareas requeri-

das, por lo cual se trataría de proyectos

de rápida asimilación de desempleados.

Pero no es menos cierto que los escollos

se presentan en la magnitud de los recur-

sos, y en las ineficacias de las diferentes

Administraciones para la definición y pues-

ta en marcha de los mismos. De allí la ne-

cesidad del sindicalismo de ser exigente

en el reclamo de medios y colaborador en

todo el proceso posterior para garantizar

la mayor eficacia en la utilización de

los recursos. Pero si actuamos en

una etapa de crisis es, también,

porque los recursos son escasos y

a la hora de seleccionar el uso de

los mismos se impone guardar la

debida proporción entre lo inmedia-

to y las medidas de largo aliento, que son,

en definitiva, las que darán la posibilidad al

país de salir airoso de la crisis. Luego pa-

reciera lógico plantearse la necesidad de

lograr la mayor eficacia del Estado en la

utilización de sus instrumentos de inter-

vención en el proceso de inversión. No

solo en las áreas de su competencia ex-

clusiva o casi exclusiva como vivienda,

transportes, salud, etc., sino en el área

concurrencial de la economía.

Se trataría, preferentemente, de impulsar

una reindustrialización orientada al fortale-

cimiento y transformación del tejido indus-

trial y empresarial español.

La creación de empleo ha de plantearse

entonces no como la suma aritmética de

71

Impulsar una reindustrialización orien-

tada al fortalecimiento y transforma-

ción del tejido industrial y empresarial

español.

Page 70: 01. REVISTA CLARIDAD N12

puestos de trabajo de cualquier naturale-

za, sino como consecuencia del surgimien-

to de nuestras unidades empresariales

con viabilidad a futuro.

La exigencia sindical debería poner espe-

cial énfasis en la orientación de recursos

importantes a la creación de empresas

que reúnan las características de moder-

nidad necesarias que, en prieta síntesis,

podría resumirse del siguiente modo:

– Empresas de pequeña y mediana di-

mensión.

– De acentuadas características participa-

tivas.

Tenencia del capital accionario por todos o

la mayoría de los fundadores-gestores, con

prioridad a formar cooperativas.

Formas efectivas de gestión colegiada.

Proclividad a la aceptación de ayu-

das en capital riesgo u otras formas

que contemplen su posible retorno.

– De neto carácter innovador. Con

neto predominio del componente

tecnológico en el proyecto empresarial.

Políticas comerciales imaginativas.

Abiertas al establecimiento de nuevas

relaciones industriales como elemento

importante en la gestión empresarial,

mediante la mayor participación y co-

rresponsabilización de trabajadores en

el proceso productivo, innovación tecno-

lógica, mejora de la calidad, etcétera.

– Fundadores-gestores con una alta cuali-

ficación técnica y experiencia comproba-

da en centros o instituciones dedicadas

a I+D en el exterior, en grandes empre-

sas españolas o multinacionales o en

pequeñas y medianas empresas innova-

doras con resultados satisfactorios.

– Proyectos que aporten innovación en

proceso, producto o comercialización

aplicables a actividades o sectores tradi-

cionales o de futuro en España. Con es-

pecial atención a aquellos sectores di-

recta o indirectamente involucrados en

planes de reconversión.

Productos de alto valor agregado. Otor-

gando prioridad a los de nueva aparición

en el mercado y sustitutivos de importa-

ciones, procurando añadir a éstos innova-

ciones propias.

Proyectos con ciclos de maduración rápi-

da y elevados niveles de rentabilidad.

La realización de programas de este tipo se-

rían de gran importancia no solo por las em-

presas y puestos de trabajos cuantitativa-

mente considerados, sino por el papel dina-

mizador sobre sectores maduros y la

aparición de nuevas líneas de actividades

productivas actualmente inexistentes, así

como su función regeneradora y moderniza-

dora de la estructura empresarial del país.

Y esto que se expone por motivos de sim-

plicidad, orientado al sector terciario, es

perfectamente aplicable a los otros dos

sectores de la economía.

Lógicamente, como propuestas para la

concertación, amén del protagonismo exi-

gido por el sindicato será necesario lograr

la plena asunción por las restantes partes

de la negociación.

Hasta aquí me he referido a la creación de

empleo. Quedarían incompletos estos

apuntes si no me refiriese a la batalla por

la defensa del empleo existente que el sin-

dicalismo está librando, fundamentalmen-

te en el terreno de la reconversión indus-

trial.

Cuando se pronuncian las palabras “re-

conversión industrial” estamos demasiado

aficionados a pensar exclusivamente en

ciertos procesos de reconversión actual-

mente en ejecución, en unos pocos secto-

res, al amparo de los mecanismo excep-

cionales de la Ley 27/1984 de Reconver-

sión y Reindustrialización y las restantes

normas que la desarrollan. Se trata, por

cierto, de sectores importantes de la in-

dustria española, pero no agotan, ni mu-

cho menos, el amplio panorama de la re-

estructuración y saneamiento empresarial

que viene produciéndose desde hace algu-

nos años al margen de esos instrumentos

legales o de los que les antecedie-

ron.

Opto por este enfoque previo, pues

si de política sindical hablamos, me

parece necesario fijar con propie-

dad la geografía total de la recon-

versión industrial para definir con relación

a ella la naturaleza de las posiciones adop-

tadas por las principales corrientes y or-

ganizaciones sindicales, aparentemente

enfrentadas en dos bandos irreconcilia-

bles.

Y yo creo que esa oposición no es tan ra-

dical o, como máximo, queda reducida al

ámbito de las reconversiones de muy po-

cos sectores de alta concentración obre-

ra, importante presencia de empresa pú-

blica y realizadas con las medidas excep-

cionales de la Ley citada. Pues corrientes

sindicales que aquí defienden posiciones

de confrontación e intransigencia, distan-

72

Nuevas relaciones industriales me-

diante la mayor participación y corres-

ponsabilización de trabajadores en el

proceso productivo.

Page 71: 01. REVISTA CLARIDAD N12

ciándose claramente respecto de otras

expresiones sindicales, vienen coincidien-

do plenamente con estas últimas en el

amplio proceso de reestructuración indus-

trial espontáneo, por ponerle un nombre,

o en sectores de gran dispersión empre-

sarial como el textil o el calzado.

No es mi intención espulgar coherencias o

incoherencias, sino meditar en voz alta so-

bre la práctica sindical. Y en tal sentido me

interesa decir que en ese campo de recon-

versión, disperso o “espontáneo”, el sindi-

calismo viene actuando, en términos

generales, con realismo, pragmatis-

mo e imaginación. Se buscan las so-

luciones posibles que permitan man-

tener el máximo empleo compatible

con la viabilidad futura de las empre-

sas, mostrándose dispuestos a sub-

sanar deficiencias que atañen a las

propias relaciones laborales, exigiendo lógi-

cas y factibles contraprestaciones.

En esa multitud de experiencias los traba-

jadores vienen perdiendo empleo y deben

aceptar la modificación de las condiciones

de trabajo (en ambos signos) o moderar

sus retribuciones salariales, pero en ge-

neral ganan terreno en su capacidad de

intervención en la toma de decisiones de

vital importancia para la marcha futura de

las empresas, formas más participativas

en sus relaciones con los diferentes nive-

les de dirección y en algunos casos acce-

der a la propiedad o al control mayoritario

de las propias empresas.

Y estos avances, esa es la preocupación,

no vienen consolidándose en las propias

empresas, ni expandiéndose más allá de

ellas en los sectores a los que pertene-

cen, porque no se han trasladado metódi-

ca y consecuentemente a la negociación

colectiva. Hay, pues, un campo fértil para

la acción sindical.

Sobre el acceso de los trabajadores al

control de empresas afectadas por la cri-

sis, escribiré unas pocas líneas más ade-

lante.

En el terreno de la reconversión industrial

“oficial”, por darle también un mote, a na-

die se le escapa que se desarrolla hoy la

batalla más espectacular entre las princi-

pales opciones sindicales y su resultado

tendrá, presumiblemente, efectos impor-

tantes en la conformación del cuadro sin-

dical en el próximo futuro.

Asumir la reconversión, en términos de

necesidad histórica. Poner en juego, de

forma responsable, la fuerza del sindica-

to para lograr un marco legal, suficien-

temente realista y flexible, dotado de los

instrumentos y medidas idóneas para

abordar, de verdad, la adecuación y mo-

dernización de esos importantes secto-

res industriales. Garantizar a los traba-

jadores excedentarios niveles de cober-

tura justos, vías para su retiro de la

actividad dignas y medios e instrumen-

tos idóneos para asegurar la recoloca-

ción en nuevos empleos a los más jóve-

nes.

Comprometerse en la tarea, siendo exi-

gente con los otros protagonistas (Admi-

nistraciones y empresarios) en el cumpli-

miento de sus responsabilidades.

Superar la fácil tentación del seguidismo a

ciertos intereses corporativos o locales,

presentes en los propios trabajadores y su

entorno.

Conseguir que la reconversión sectorial se

lleva adelante concebida, y consecuente-

mente practicada, como parte de una po-

lítica de reindustrialización pensada en tér-

minos de país.

Intentar que, al final del proceso, los sec-

tores reconvertidos y las nuevas empre-

sas creadas, a la par de saneadas, es-

tructuralmente equilibradas y tecnológica-

mente actualizadas, puedan mostrar

inmejorables condiciones de trabajo y

unas relaciones laborales democráticas y

avanzadas.

No era mi intención ofrecer receta al-

guna, soy poco lúcido en la cocina, y

a enumeración precedente pareciera

tener el único cometido de respaldar

la idea de que hay, en el sindicalismo

español, quien está empeñado esfor-

zada y consecuentemente en llevar adelante

esa política.

POR LA DEMOCRATIZACIÓN

DE LA ECONOMÍA

Cuando me refería al cambio operado el 28-

O, estaba subyacente la idea de que la ma-

yoría del país unía a la consolidación de la

democracia política el avance en la demo-

cratización de la vida social y económica, co-

mo único camino para arropar al régimen

político representativo con formas efectivas

de participación popular. Al menos, esa idea

es connatural a los socialistas.

Es conocida la posición de la Unión Gene-

ral de Trabajadores respecto de la necesi-

dad de constituir un consejo Económico

Social, de representación bipartita, que

pueda servir de lugar de encuentro entre

los interlocutores sociales y ofrecer, des-

de allí estudios, información y otros ele-

mentos de juicio que faciliten la negocia-

ción colectiva y colaboren con el progreso

73

Se buscan las soluciones posibles que

permitan mantener el máximo empleo

compatible con la viabilidad futura de

las empresas.

Page 72: 01. REVISTA CLARIDAD N12

de las relaciones laborales. El consejo Eco-

nómico Social podría, también, favorecer

la participación de los protagonistas socia-

les en una planificación más democrática

de la economía.

En realidad, la utilidad del instrumento de-

penderá más de la disposición de los dife-

rentes interlocutores que de su propia

existencia institucional.

La posible futura constitución de un

Consejo, con las características

apuntadas o algo similar, tanto co-

mo la práctica cada vez más co-

rriente por parte del gobierno, de

concertar medidas significativas de

su política con las organizaciones

representativas directamente impli-

cadas, introducen factores de democrati-

zación y participación importantes. Lógi-

camente, el sindicalismo estará cada vez

más interesado en ello, pero no es me-

nos cierto que el grado de participación

decrece en la medida en que se descien-

de hacia la inmensa masa de los repre-

sentados.

La práctica sindical debe aspirar, en con-

secuencia, a lograr formas reales de par-

ticipación de los trabajadores en todo el

proceso económico, concretizándola en

los diferentes niveles de su actividad labo-

ral y sindical. No solo reservada a los es-

cenarios macroeconómicos, sino también

volcada a las empresas.

Pienso en un proceso gradual y creciente

de participación en las diferentes instan-

cias de toma de decisiones y aplicación de

las mismas; en formas de organización del

trabajo que superen la relación bilateral

(jefe-subordinado) de tipo individual y vayan

a tratamientos más integradores y solida-

rios; en la introducción de numerosos ele-

mentos de flexibilidad en la prestación del

trabajo legitimada por el mayor protago-

nismo de los interesados en la propia defi-

nición de las condiciones de trabajo y de

su control, etcétera.

Es decir, sentar el principio de participa-

ción, junto al de solidaridad, y hacerlo cre-

cer por las dos vías a través de las cuales

el movimiento sindical ha logrado avanzar

en las democracias: la legislativa y la de

negociación colectiva.

La primera hace referencia al estado de

opinión mayoritaria de la sociedad. La se-

gunda pone en movimiento la conciencia y

la voluntad de los trabajadores directa-

mente interesados y los convierte en

constructores de sus propias condiciones

económicas de existencia.

Orientar las energías de los trabajadores

hacia la participación en las empresas sig-

nifica, para el sindicalismo, encarar una

tarea que presupone el abandono, por

muchos trabajadores, de viejas concepcio-

nes afincadas en el individualismo, el eco-

nomicismo, el consumismo, el paternalis-

mo, etc.; a la par que la asunción de nue-

vas ideas sobre el papel del trabajo y sus

condiciones en la realización de los hom-

bres, o las vías idóneas para la transfor-

mación de la realidad existente en pro de

mayores cotas de libertad y bienestar co-

lectivos e individuales.

Este es, por supuesto, un campo cierta-

mente conflictivo en el seno del movimien-

to sindical, pues en él colisionan diferen-

tes concepciones políticas e ideológicas.

Pero el conflicto principal, obviamente, ra-

dica en la resistencia de los empleadores

y los cuadros de mando de las empresas

a la introducción de relaciones laborales

más democráticas. Y ello es así, en el sec-

tor empresarial privado como público, por-

que en ambos predomina una visión tec-

nocrática y verticalista de la organización

empresarial y los procesos de producción,

la defensa de situaciones de prestigio, po-

der e ingresos privilegiados y una común

influencia de las concepciones bur-

guesas acerca de la economía y la

propia vida.

Dada la situación política imperante

es previsible el respaldo de las or-

ganizaciones empresariales a quie-

nes desde la empresa pública o el

propio Gobierno socialista se manifiesten

partidarios de retrasar la participación de

los trabajadores en las empresas estata-

les. Es comprensible su temor al efecto de

demostración y de contagio sobre las em-

presas privadas. Y por razones un tanto

similares, es lógico esperar que el sindica-

lismo oriente buena parte de sus esfuer-

zos a lograr que la participación de los tra-

bajadores en la empresa pública, en un fu-

turo inmediato, no quede reducido a una

limitada y cuasitestimonial presencia de

representantes sindicales en los Consejos

de Administración.

Se impone, pues, al sindicato, definir con

claridad las vías de acción, articulando la

negociación colectiva con la presión políti-

ca. Pero más importante aún es fijar los

criterios que han de dar cuerpo a esta rei-

vindicación, precisando las correspondien-

tes matizaciones en orden a los ámbitos

de aplicación, a la gradualidad de las me-

didas, a las modalidades en atención a la

naturaleza de las empresas (capital públi-

co o privado, tamaño, sector económico),

etc. Y en ello debería hacerse un esfuerzo

74

La práctica sindical debe aspirar, en

consecuencia, a lograr formas reales

de participación de los trabajadores en

todo el proceso económico.

Page 73: 01. REVISTA CLARIDAD N12

para alejarse de posiciones principistas,

superando encasillamientos finalistas co-

mo la autogestión o cogestión, para avan-

zar hacia soluciones realistas e imaginati-

vas donde lo que cuente realmente sea la

intervención de los propios trabajadores y

su consecuente corresponsabilización con

la vida de la empresa y las condiciones de

todos los que la conforman.

Otro fenómeno de relevante importancia

se está produciendo en el tejido empresa-

rial español, con defectos beneficiosos en

términos de democratización de la econo-

mía. Se trata del surgimiento creciente de

empresas cooperativas o asociativas labo-

rales, ante el cual el sindicalismo viene ju-

gando un papel bastante ambiguo.

Puede afirmarse con propiedad que ese

fenómeno, hasta el momento, es más un

acto reflejo en búsqueda de continuidad

para muchas empresas que se han mos-

trado incapaces de dar respuesta a

la situación de crisis, bajo el control

del capitalismo privado, que fruto

de una política sindical y guberna-

mental orientada a la creación de

nuevas unidades empresariales con

formas de asociacionismo laboral.

La misma aparición de esa atípica figura ju-

rídica, “Sociedad Anónima Laboral”, nos ha-

bla de una situación nueva en una etapa de

transición. Pero no es menos cierto que, a

través de numerosas experiencias con éxi-

tos y fracasos, va creciendo un nuevo tipo

de empresas “asociativas laborales”, coo-

perativas y SAL, con características dife-

renciales respecto del ya conocido coopera-

tivismo vasco, y la empresa capitalista tra-

dicional en la que puede darse cierta

participación accionaria a los trabajadores.

La magnitud del proceso, que bien podría

calificarse de cooperativización forzosa,

está arribando a un grado de madurez en

el que unidades que fueron apareciendo

aisladas, están accediendo a estadios su-

periores de organización en federaciones

y confederaciones que agrupan a cente-

nas de empresas y decenas de miles de

trabajadores. Esto es observable de for-

ma explícita en Asturias, Navarra, País

Vasco y Cataluña, y se extiende paulatina-

mente por la geografía nacional.

El sindicalismo, por sus propias carencias

políticas y organizativas, juega un papel

destacable en la génesis de estas empre-

sas, presionado por la necesidad de inten-

tar soluciones a trabajadores asalariados

cuyo empleo se encuentra amenazado de

muerte. Pero luego va perdiendo relación

con las mimas, de tal suerte que se corre

el riesgo de una desvinculación absoluta

entre el movimiento obrero organizado y

esa importante fracción de la clase traba-

jadora.

La precariedad de la situación actual en

esta materia pareciera responder en gran

medida a las dificultades de nuestro sindi-

calismo para extender, con éxito, su in-

fluencia sobre diferentes capas de los tra-

bajadores, y específicamente sobre aque-

llos que sin ser asalariados ocupan ya un

lugar destacado en el conjunto de la cla-

se. Dificultades que en un extremo deno-

tan rigideces de índole ideológica y en el

otro, el propio dinamismo y aceleración de

un fenómeno absolutamente nuevo.

El fortalecimiento de las formas autoges-

tionarias y su expansión debiera incorpo-

rarse de pleno derecho en la práctica de

hoy en nuestro sindicalismo. De no ser

así, experiencias como las Sociedades

Anónimas Laborales podrían, en el futuro,

retroceder hacia el tipo originario de em-

presas capitalistas, malgastándose el es-

fuerzo y las enseñanzas que dicha expe-

riencia puede aportar al conjunto de los

trabajadores y a la transformación de la

sociedad.

En esta, como en otras materias, será ne-

cesario articular la propia actividad de los

trabajadores y su relación con el sindica-

to, con actuaciones gubernamentales que

faciliten y respalden su crecimiento.

POR LA EMERSIÓN

DE LA ECONOMÍA SUMERGIDA

Para terminar me parece bueno avanzar

algunas líneas con el propósito de resaltar

la importancia que la economía sumergida

debiera cobrar en una política sindical

orientada a salir con éxito de la cri-

sis. Y me daría por satisfecho si

fuese capaz de transmitir la idea de

la complejidad del problema, la va-

riada gama de causas presentes en

su génesis, su riqueza contradicto-

ria en términos de avance y retro-

ceso social, así como la necesidad de huir

de soluciones fáciles, unidireccionales o

de tipo preferentemente “policial”.

El desarrollo de actividades productoras al

margen de los sistemas de fiscalidad, se-

guridad social y contractuales, ha venido

propiciando por diferentes causas actuan-

tes de forma concurrente, en muchos ca-

sos, a partir de la crisis energética, el cues-

tionamiento de las economías de escala, el

crecimiento de los costes laborales, la cri-

sis del sistema de seguridad social y pro-

tección del desempleo, la inadecuación de

las relaciones laborales, los acelerados

cambios tecnológicos, etcétera.

75

Resaltar la importancia que la econo-

mía sumergida debiera cobrar en una

política sindical orientada a salir con

éxito de la crisis.

Page 74: 01. REVISTA CLARIDAD N12

No es mi propósito aquí profundizar y sis-

tematizar el tema, sino advertir sobre la

multiplicidad de sus causas para apuntar,

en paralelo, que las formas empresaria-

les, tecnológicas, sistemas y condiciones

de trabajo, en los cuales se manifiesta es-

te fenómeno responden, en algunos ca-

sos, a reales retrocesos en términos em-

presariales, tecnológicos y laboral, pero

que en otros están ofreciendo, en las con-

diciones de nuestro país, soluciones de

neto carácter innovador, con fórmulas

más flexibles de organización empresa-

rial, tecnologías avanzadas, alta cualifica-

ción de la mano de obra, y formas y con-

diciones de trabajo que suponen un avan-

ce respecto de las imperantes en el

sector “legal” de la economía capitalista

tradicional.

Es lógica la preocupación del sindicato an-

te la economía sumergida, por las distor-

siones que la misma introduce en el mer-

cado de trabajo y sus efectos sobre el sis-

tema de seguridad social y fiscal, entre

otros. Pero de lo que se trata es de inten-

tar una acción que, sustentada en un co-

nocimiento más profundo del que hoy se

tiene en nuestro país, integre la mayor

cantidad de factores relacionados con la

economía sumergida para hacer posible

un movimiento de emersión que evite el

retroceso hacia sistemas del pasado, a la

par que consolide los elementos de pro-

greso que se incuban en ella.

Es de esperar que el sindicalismo espa-

ñol, también en este caso, sea capaz de

recoger el guante.

Agosto de 1984.

76

Page 75: 01. REVISTA CLARIDAD N12

77

L“La República Democrática de Alemania es un

Estado socialista de trabajadores y campesi-

nos. Es una organización de trabajadores de

la ciudad y el campo, bajo la dirección de la clase tra-

bajadora y partido marxista-leninista”. Así rezaba el Ar-

tículo 1 de la Constitución de la República Democráti-

ca Alemana, constituida en el año 1949 en el

territorio alemán ocupado por la Unión Soviética al fi-

nalizar la segunda guerra mundial y tras quedar dividi-

do el territorio alemán en cuatro partes por los Acuer-

dos de Postdam.

La conocida popularmente como República Democráti-

ca Alemana o RDA (Deutsche Democratische Republik

en alemán, o DDR), existiría como tal hasta el año

1990, frente a la otra Alemania libre, la República Fe-

deral. Se trataba de dos países hermanos de alema-

nes todos, pero hermanos separados por Regímenes

totalmente distintos: democrático un sistema, comu-

nista el otro, con todo lo que ello implicaba en un tiem-

po en que las dos grandes superpotencias, Estados

Unidos y la Unión Soviética, se disputaban la hege-

monía mundial. Así convivieron durante muchos años

los dos países dándose la espalda, ignorándose el

uno al otro, si bien ocupando un territorio que otrora

fuera de todos los alemanes. La República Federal

de Alemania comenzó a remontar el vuelo tras el de-

sastre de una guerra mundial que la dejó en las ceni-

zas literalmente hablando, mientras que la República

Democrática Alemana ponía en práctica su economía

concentrada, de control estatal, que en unos prime-

ros años le dio resultados, creciendo por encima del

resto de países comunistas satélites de la Unión Sovié-

tica. Pero una economía estatal izada no podía perdu-

rar, tener futuro, como se demostró andando los

años. Uno de los primeros síntomas de que el Régi-

men fallaba fueron las manifestaciones de los trabaja-

dores en el año 1953 en protesta por la situación,

que sería atajada sin contemplaciones por las tropas

soviéticas, que para esto estaban allí, entre otras co-

sas. Alemania Oriental era la “joya de la corona” de los

países satélites de Rusia y había que preservarla a to-

da costa del “influjo” occidental. Hasta que dejó de ser-

lo, acuciada por la enorme deuda exterior que acumu-

laba, y también por el encarecimiento del petróleo a

nivel mundial, lo que hizo comprender a Moscú que no

podía mantener un país artificialmente a la larga.

El malestar entre los berlineses orientales era palpa-

ble conforme avanzaba el tiempo, y los hechos consu-

mados se encargarían de demostrarlo. En un principio

no resultaba difícil pasarse de una a otra parte de Ber-

lín, pero ante el goteo incesante de deserciones, de

ciudadanos orientales que se pasaban a la parte occi-

dental, el Gobierno de la RDA, que tenía como Jefe de

Estado a Walter Ulbricht, decidió cortar por lo sano,

construyendo uno de los instrumentos de control más

horrorosos que ha conocido Europa en la segunda par-

te del pasado siglo XX. En este sentido, el verdadero

rostro de la Alemania comunista empezó a conocerlo

Berlín, Berlín:La libertad frente al Muro

CLARID

AD

·IN

VIE

RNO/PRIM

AVERA

2010

·CUARTA

ETAPA

Cultura

Conrado GranadosPeriodista

Page 76: 01. REVISTA CLARIDAD N12

el mundo la noche que separaba los días

12 y 13 de agosto de 1961, momento en

que Alemania quedaba dividida en dos par-

tes por el tristemente célebre Muro de

Berlín, que no solamente dividía la ciudad,

sino que convertía al Berlín Occidental en

una isla de libertad rodeada de un mundo

comunista.

EL TRISTEMENTE CÉLEBRE MURO

DE BERLÍN

En la fecha señalada empezaron a insta-

larse alambradas de espinos que poco a

poco serían reemplazadas por el famoso

Muro, de triste recuerdo. Las hemerote-

cas son testigo de lo que sucedió

aquella noche, una larga noche de

los tiempos en que una ciudad que-

daba partida en dos mitades para

siempre, o al menos así pensaban

que sería los jerarcas orientales.

Las escenas conservadas en archi-

vos y hemerotecas son testigo de lo que

ocurrió en aquellas fechas y hablan por sí

solas, pero hay una imagen que dio la vuel-

ta al mundo, una fotografía que pasó a la

Historia como un símbolo, y es la de un

soldado oriental saltando por encima de

las alambradas huyendo hacia Occidente

con el fusil al hombro. Tal vez pensó que

era su última oportunidad y no se lo pensó

dos veces. Porque a partir de aquella fe-

cha, a los berlineses orientales solo les

quedaban dos posibilidades: intentar eva-

dirse, escapar hacia la libertad, o adaptar-

se a vivir para siempre en un mundo co-

munista donde el control del ser humano

era absoluto.

“Nadie tiene la intención de construir un

muro”, había dicho Walter Ulbricht meses

antes, el 15 de agosto de 1961, pero se

trataba de una gran mentira, de las mu-

chas que los dirigentes orientales manifes-

taban en su huida hacia delante, al ser

conscientes de que el país se les iba de

las manos. En realidad Erick Honecker,

como Secretario de Seguridad lo tenía to-

do preparado de antemano, comenzando

en la fecha señalada la construcción del

Muro con la intención de convertirse en

una frontera impermeable con Berlín Oc-

cidental.

Una frontera que tenía, entre otras cosas,

156 kilómetros de largo de fortificación

que era en realidad el Muro en torno a

Berlín Occidental hechos a base de hormi-

gón y piedra, con una altura de entre

3,40 y 40,20 metros, 161 kilómetros de

calle iluminada con focos para la vigilancia

nocturna, 186 torres de observación,

127 kilómetros de alambradas, 259 pe-

rros de carrera entrenados y adiestrados

para perseguir a los que intentaban huir,

etcétera.

Si alguien intentaba escapar a través del

Muro, era consciente de que tenía tres po-

sibilidades: la libertad, la cárcel o simple-

mente la muerte. Los berlineses orientales

que deseaban evadirse tenían además otro

“handicap”, como era el enemigo interno,

la poderosa Policía secreta Stasi, que con-

taba con unos 100.000 funcionarios en

nómina, a lo que había que añadir otros

200.000 “soplones”. La DDR, un país con

apenas 17 millones de personas, era un

Estado totalitario donde tu mujer, marido o

hijo podía ser tu propio enemigo. La pelícu-

la “La vida de los otros” es un vivo ejemplo.

Pero las ansias de libertad eran tan gran-

des que muchos lo intentarían. No hay

datos oficiales, pero se calcula que unas

5.000 personas intentaron saltar el Mu-

ro, de las que unas 200 dejaron la vida en

el camino. Del resto, algunos lo consiguie-

ron, mientras que otros pagaron su osa-

día con largos años de cárcel. Recorrien-

do Berlín estos días pueden verse todavía

fotografías acompañadas de ramos de flo-

res en recuerdo de algunos que lo intenta-

ron y pagaron con su vida el pasaporte a

la libertad. Los había menores de edad,

pero las órdenes ante el intento de fuga

era claras: disparar a matar, sin mira-

mientos. En la publicación alemana Fluter,

recordando aquellos días, hay una foto de

un joven muriendo al lado del Muro con un

texto a pie que dice: “El silencio des-

pués del disparo. El joven de 18

años oficial albañil Meter Wechter

permaneció el 17-8-1962 una hora

larga desangrándose en su lucha

contra la muerte, porque los policías

de la zona Oeste no podían cruzar

la frontera para ayudarle”. Estaba a unos

metros de conseguir la libertad, pero los

disparos de los policías del Este le sega-

ron la vida.

CUANDO LA LIBERTAD SALTA EL MURO

Pero un 9 de noviembre de 1989 iba a

acabar aquella pesadilla, después de la

existencia de un Muro de Berlín que lleva-

ba cerca de 30 años separando una ciu-

dad y un país que siempre debería de ha-

ber sido uno, el de todos los alemanes.

Durante este tiempo habían pasado mu-

chas cosas, y tal vez la más importante

fue el desmoronamiento del bloque comu-

nista, que acabaría con la desaparición

como país de la otrora todopoderosa

Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas

(URSS). Rusia ya no estaba en condicio-

nes de ayudar a sus países satélites,

porque bastante tenía con intentar poner

orden en su desmembración y luchas

78

Empezaron a instalarse alambradas

de espinos que poco a poco serían re-

emplazadas por el famoso Muro, de

triste recuerdo.

Page 77: 01. REVISTA CLARIDAD N12

intestinas por el poder. Gorbachov fue un

dirigente ruso pragmático que se dio

cuenta a tiempo de lo que se le venía enci-

ma, y afirmó que sus tropas no interven-

drían contra la población para ayudar al

régimen de la Alemania Oriental ante lo

que sucediera en este país, cuyos dirigen-

tes eran incapaces de controlar las ansias

de libertad del pueblo. La suerte estaba

echada, pues, y era cuestión de días,

o de horas. La libertad llegó esa no-

che del 9 de noviembre, dando pa-

so a la inmensa alegría de los ale-

manes de ambos lados del Muro,

que después de 28 años volvían a

encontrarse, ser todos de un mis-

mo lugar. El triste Muro de Berlín levanta-

do por el Régimen comunista de la Repú-

blica Democrática Alemana comenzaba a

desmoronarse ante el empuje de las an-

sias de libertad de un pueblo que había es-

perado tanto tiempo, pero que al final vio

la ilusión convertida en realidad. Familias

que no se veían en décadas, amigos que

habían ido de niños juntos al colegio volví-

an a encontrarse, y ya no eran orientales

u occidentales, sino alemanes.

EL NUEVO BERLÍN

El resto es de todos conocido al estarse

publicando estos días todo tipo de reporta-

jes, noticias, documentales en torno al te-

ma, habiéndose convertido Berlín en la ca-

pital europea de moda. Una ciudad que ha

cambiado tanto, en tan poco tiempo, que

algunos piensan que solo los alemanes,

con su organización y disciplina podían ha-

cerlo. Visitando esta ciudad, podría uno

imaginar que está en un barrio de Nueva

York, por sus modernos edificios de la Pos-

tdamer Platz, mientras que en otro sigue

siendo la gran urbe prusiana. O adentrar-

se en la isla de los museos, o en sus in-

mensos jardines. También han dejado algu-

nas muestras de su pasado, para que

nadie ignore lo que fue y significó el horri-

ble Muro de Berlín: un kilómetro de Muro

queda en pie en la conocida como East-Si-

de Galery, considerado el monumento más

largo de la paz y reconciliación de Berlín.

Artistas de todo el mundo pintaron en este

kilómetro largo de muro, dando rienda

suelta a sus ideas en pos de la paz, liber-

tad y reconciliación. Otro punto importante

es el conocido como Checkpoint Charlie,

que era el puesto de control que separaba

dos distritos, uno del Este y otro del Oeste.

A un lado de la calle los americanos, con

su tanques, y al otro los rusos, con los su-

yos. A través de este puesto podían pasar

al otro lado los aliados y los extranjeros.

Un cartel dejada claro cómo estaba dividi-

da la ciudad: “Aquí termina el sector ame-

ricano”. Como paisaje, a un lado de la calle

una foto de un soldado americano, y en la

otro la de un soldado ruso.

LOS EXTRANJEROS QUE COLABORARON

EN EL NUEVO BERLÍN

De entre los cientos de documentos de to-

do tipo que en estos días están circulando

sobre el nuevo Berlín y su fisonomía se ha-

ce especial hincapié en los famosos arqui-

tectos responsables de grandes obras que

embellecen la ciudad. Nombres como los

de Norman Foster, Daniel Libeskind, David

Mackay, Rob Krier y otros. Sin embargo,

existen unas personas que no aparecen por

ninguna parte, nadie se acuerda de ellas,

pero que sin cuya presencia resultaría im-

posible hacer esas maravillas arquitectóni-

cas que existen en el nuevo Berlín. Se trata

de los albañiles de a pie, la fiel infantería

que durante años, muchos años arrimó el

hombro, día y noche, para que la capital

alemana fuera lo que es hoy. Trabajadores

españoles, portugueses, turcos, italianos y

de otros países que trabajaron duro, ga-

nando en ocasiones bastante menos que

los alemanes para construir la cara de la

nueva ciudad por todos hoy reconocida.

Y solamente habiendo vivido en Ale-

mania se sabe cómo se trabaja en

aquel país de tiempos exactos y

proyectos estudiados al milímetro.

Se dice por ejemplo que el aero-

puerto de Tegel, corrió a cargo de

los arquitectos Gerken, Marg y Nic-

kels, pero ¿alguien ha oído o escrito el

nombre de alguno de los 17.000 obreros

que durante tres meses trabajaron a con-

trarreloj para que el dicho aeropuerto es-

tuviera terminado? Y lo mismo podría de-

cirse con respecto a los edificios de

Postdamer Platz o la nueva Cancillería,

donde miles de trabajadores dejaron lar-

gas jornadas de trabajo a lo largo de los

años. Seguirán en el anonimato, pero fue-

ron y siguen siendo los “fogoneros” de la

general de ese inmenso barco-país que es

Alemania, que los necesitó como mano de

obra extranjera y los seguirá necesitando.

De ellos, unos 130.000 son españoles

que viven hoy en la República Federal de

Alemania. Marcharon allí en los años se-

senta a trabajar, producir, y de paso man-

dar divisas a España para levantar este

país y sacarlo de la absurda autarquía del

Régimen franquista. Ya van por la tercera

generación, y hoy tienen hijos, nietos, que

son ciudadanos alemanes, mientras que

España, su país de nacimiento, es un re-

cuerdo del pasado. Junto a ellos conviven

italianos, marroquíes, portugueses, tur-

cos y de otras nacionalidades. Tres millo-

nes de turcos viven hoy en Alemania, con

todo lo que ello conlleva. Todos ellos con-

tribuyeron a levantar de sus cenizas tras

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Un kilómetro de Muro queda en pie en

la conocida como East-Side Galery,

considerado el monumento más largo

de la paz y reconciliación de Berlín.

Page 78: 01. REVISTA CLARIDAD N12

una segunda Guerra Mundial a una Ale-

mania que hoy es el motor de Europa. Pe-

ro ese gran país es un barco que sin sus

“fogoneros”, los llamados gastarbeiter

(“trabajadores invitados”) no hubiese arri-

bado a ese puerto de prosperidad del que

hoy goza. Un dato que también debe ser

tenido en cuenta, sobre todo por ese mo-

vimiento neonazi de jóvenes alemanes

que acuñaron en su día una frase que ha

cuajado en algunos lugares: “Alemania

para los alemanes”. Esa generación de jó-

venes alemanes que nació tras la segun-

da Guerra Mundial, debería saber que,

efectivamente, viven en el país motor de

Europa, pero que sin sus millones de “tra-

bajadores invitados”, el “milagro alemán”

posiblemente no hubiese sido posible.

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