01. El_Santo_Rosario - Conviv.

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Rosario para jovenes

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El Santo Rosario Introduccin:

Jess nos entrega a Mara como Madre nuestra y modelo de respuesta a Dios. Ella nos lleva hasta Jess y nos alienta para decirle que S a su llamada. En esta tarde, vamos a contemplar con Mara los misterios del rosario vocacional, pidindole nos ayude a descubrir cul es el camino que debemos seguir para alcanzar nuestra santidad. Primer misterio: El s incondicional de Mara: Lc. 1,26-38 Reflexin: Toda la vida de Mara fue s a Dios, un s que la tradicin del rosario resume en la escena de la Anunciacin, en el que la Palabra eterna de Dios se hace cercana. Nosotras, acostumbradas a repetir una y otra vez en la liturgia Palabra de Dios no siempre la acogemos con verdadero inters, ni con la misma obediencia activa y gozosa de la Virgen Mara. Mara dice que S a la propuesta de Dios sin entender demasiado, pero le cree a Dios. Cmo recibimos, la Palabra de Dios? Nos preocupamos de hacer silencio para que su Palabra nos interpele? Estamos dispuestas a decir que S al Seor, a pesar de las contradicciones? Padre nuestro, 10 Ave Mara, Gloria Segundo Misterio: Mara responde a la llamada ponindose a servir a Isabel: Lc 1, 39-45 Reflexin: Decirle s al Seor es ponerse en camino. El amor es capaz de superar montaas. Mara vive ya el mandamiento nuevo de Jess, ha comenzado en la Historia la civilizacin del amor, de lo gratuito, lo dado con un corazn generoso. Mara se ha quitado el manto y se ha puesto el delantal del servicio. La madre de Dios hecha nuevamente esclava, servidora. La fuerza del Espritu en su corazn le lleva a abrir la vida en ayuda del necesitado. Jess ir creciendo en su interior y ella ir manifestando las maravillas de ese amor. Somos sensibles ante las necesidades de los que nos rodean? Los actos de servicio a los dems estn basados en el amor?

Padre nuestro, 10 Ave Mara, Gloria Tercer misterio: Hagan lo que l les diga: Jn. 2,1-11 Reflexin: Los que confesamos a Jesucristo como Seor, estamos diciendo que l sea el que dirija nuestra vida. El seguimiento de Jess es difcil porque supone vaciarnos de nuestras aspiraciones, de nuestros deseos, de nuestros planes, y dejar que l vaya marcando el camino. Nos pide confianza, obediencia, dejarse llevar por aquel que nos ha invitado a seguir su camino. Hemos descubierto a Mara que nos dice hoy a nosotros Hagan lo que l les diga. Miremos ahora nuestro interior para buscar dnde estamos, cmo vivimos la confianza y la obediencia al plan de Dios en nuestra vida creyente. Quin conduce nuestra vida? Hacemos lo que Jesucristo nos dice? Nos confiamos en l?

Padre nuestro, 10 Ave Mara, Gloria Cuarto Misterio: El s definitivo de Jess: Mc 14,32-36 Reflexin: En el momento decisivo, en que la prueba resulta insoportable y la carga excesiva, Jess experimenta la angustia ante la pasin; vive la tentacin del no a la obra para la que ha sido enviado. Pero esta agona concluye con el SI de la hora decisiva: No se haga mi voluntad sino la tuya. Aceptacin y entrega. En esta oracin Jess hace de su vida un sacrificio libremente ofrecido, la entrega hasta el final, apurando hasta la ltima gota de su cliz. Vemos la correspondencia del S inicial de Mara en la Anunciacin con este S definitivo de Jess en Getseman. Padre nuestro, 10 Ave Mara, Gloria Quinto misterio: El Espritu Santo nos impulsa, con Mara, en la Iglesia. Hch 1, 12-14 Reflexin: Mara, la principal testigo de la vida terrena de Jess, conserv y medit en su corazn los acontecimientos de la vida de su Hijo y espera, en clima de oracin, la fuerza del Espritu Santo en la Iglesia. A sta le ha sido confiado el misterio de la Eucarista, ofrenda singular del propio Jesucristo, memorial de su pasin, muerte y resurreccin. La Iglesia no slo convoca a sus hijos a esta celebracin, sino que trata de ofrecerse a s misma, como correspondencia a Quien se entreg por ella, para que llegue a todos este don precioso. A imitacin de Mara, los miembros de la Iglesia, segn la vocacin de cada uno, somos urgidos a entregar a Cristo, que habita en nosotros, para que la ofrenda de salvacin llegue a todos los hombres. Es Mara un estmulo para hacer de la vida una ofrenda a Dios? Cmo buscamos y cumplimos la voluntad de Dios?

Padre nuestro, 10 Ave Mara, GloriaOracin: Seor, despus de haber contemplado junto a Mara el SI que cambi la historia de la humanidad en historia de la Salvacin, nosotros tambin hoy queremos decirte SI, como Mara para transformar la realidad de nuestro mundo, rogndote que nunca falten en tu Iglesia quienes se consagren a tu servicio en la vida sacerdotal o en la vida consagrada para la edificacin de tu Reino.

Por Jesucristo Nuestro Seor.

Amn.

Santo Rosario

Mara:

Ensame a amar a Jess

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