01-02 2017 Sp IWWM -...

LA PUBLICACIÓN OFICIAL DE LA IGLESIA DE DIOS DE LA PROFECÍAALA BLANCA

Enero/Febrero de 2017

LA PUBLICACIÓN OFICIAL DE LA IGLESIA DE DIOS DE LA PROFECÍA

• ¿Desamparados? Buscando la fe que sobrepasa todo sentimiento

• Bajo el consuelo del Espíritu Santo

EN LOS MOMENTOS DIFÍCILES

énfasis en la experiencia inicial de recibir el Espíritu Santo que pensamos que debemos buscarlo hasta el momento en que lo recibimos, y después podemos descansar. Pero eso es solo el principio, no el final. La experiencia inicial nos empodera para perseverar en el futuro.Después del día de Pentecostés «perseveraron firmes». Después del día de Pentecostés, comenzó la persecución. Después del día de Pentecostés, ellos tenían un poder que jamás habían tenido; y vivir en santidad era un estilo de vida.No basta con decir que tuvimos una experiencia pentecostal, o que en una ocasión hablamos en lenguas. Debemos perseverar en oración, en nuestro testimonio, en comunión y en santidad —dependiendo del poder del Espíritu Santo para sostenernos. Lo que comenzó en el Espíritu, debe continuar en el Espíritu.

Sam N. ClementsSupervisor General

Durante dos mil años la humanidad ha hablado, predicado y clamado sobre lo que ocurrió en el día de Pentecostés. Fue un día

glorioso. Fue el día que había sido anunciado por los profetas Isaías, Daniel y Joel. Ellos predijeron este día a través del Espíritu de la profecía. Podemos leer lo que aconteció ese día en Hechos 2:1: «Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos». Pasaron diez días en oración, y «...de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen» (vv. 2-4).Viene a mi mente lo que posiblemente ocurrió después. Bajaron del Aposento Alto y salieron a las calles de Jerusalén hablando en lenguas, alabando y adorando a Dios, atrayendo la atención

del pueblo. Tuvieron un culto en la calle donde predicó Pedro y tres mil almas se convirtieron y fueron añadidas a la iglesia.¡Qué gran día! ¡Qué gran culto! Este fue un día sobre el cual podríamos hablar para siempre. Pero cuando terminó este día, después de que la ciudad fue sacudida y todos los presentes volvieron a sus casas a dormir, ¿después qué?Todos hemos tenido esta clase de experiencia. Hemos celebrado avivamientos donde sentimos la presencia de Dios descender y no queremos que termine esa sensación. La realidad es que en nuestras vidas generalmente sólo ocurren cosas ordinarias. Le damos gracias a Dios por esos momentos maravillosos, por esos días en que sentimos el derramamiento del Espíritu Santo, pero el verdadero desafío es persistir incluso cuando nuestra obra ministerial está repleta de las presiones de la vida cotidiana.A veces hemos puesto demasiado

AVANZANDO

Después del día de Pentecostés

HACIA EL FUTURO

16 21 Días de ayuno y oración

3m e n s a j e r o a l a b l a n c a . n e t

PERSONAL EDITORIAL: Editor y Publicador: Sam N. Clements • Editor Administrativo: DeWayne Hamby • Editor Asistente: Michael Á. Hernández • Traducción y Revisión: Departamento Mundial de Lenguajes • Diseño Gráfico: Sixto Ramírez y Jonathan Lovvorn • Distribución: Josué F. Reyes y Rafael Alvino

INFORMACIÓN: Cualquier consulta o material puede ser enviado al Editor Asistente del Mensajero Ala Blanca; P.O. Box 2910; Cleveland, TN 37320-2910; teléfono (423) 559-5212; Comuníquese con nosotros escribiendo por correo electrónico a [email protected]; sitio web: mensajeroalablanca.net; visítenos en Facebook

El Mensajero Ala Blanca

(E.U.A.) o su equivalente en moneda nacional

DECLARACIÓN DE FE: La Iglesia de Dios de la Profecía tiene sus raíces en la iglesia establecida por Cristo y bautizada en Pentecostés. Creemos en la autoridad profética y apostólica de la Biblia como la Palabra inspirada, infalible e inequívoca del Dios Trino y en su autoridad única en materia de fe, prédica y práctica. Afirmamos que Jesucristo es Dios encarnado y consubstancial con el Padre, que nació de una virgen y vivió sin pecado. Creemos en Su poder, Su muerte vicaria y expiatoria, Su resurrección corpórea, Su ascensión al Padre y que vendrá por Su iglesia. Creemos en Su reino milenario y eterno. Creemos que Él, con la participación del Espíritu Santo, es el único medio disponible al pecador para reconciliarse con Dios. Afirmamos que Jesucristo es la cabeza de la iglesia y que ésta, Su cuerpo, es llamada a ser santa y sin mancha, a andar como Él anduvo: en amor, humildad, tolerancia, obediencia y misericordia. Creemos en la unidad de los creyentes, en la realidad del cielo y del infierno, en la resurrección de los salvos para vida eterna con Cristo y de los perdidos para condenación eterna. © Todos los derechos reservados

26 ¡No se trata de mí!Melissa Minter

28 La ofrenda misioneraDavid Browder

31 Una guía para el apóstolDeWayne Hamby

4 .................................. Segmento informativo4 Noticias internacionales

5 Puntos de oración

Volumen 67, Número 1 Enero-febrero de 2017

2 ....................................................................... Artículos2 Después del día de Pentecostés Sam N. Clements

6 ¿Desamparados? Lettie Burress

8 Viviendo bajo la provisión de Dios

Alicia Klepper

10 Qué hacer ante la desilusión Andy Kirkpatrick Butcher

11 Autoestima Elizabeth Mendietta de Somoza

12 Bajo el consuelo del Espíritu Santo

Adrián Varlack, padre

14 La fe y la cultura Tim Coalter

20 ¡Habla Señor, Tu pueblo oye! Clayton Martin

22 Presentes para servir y dirigir Clayton Endecott

24 Portadores de esperanza Brian Sutton


C O N T E N I D O

MENSAJEROALA BLANCA

BRASILPorto Seguro, BahíaPastor, Givaldo

Ibiá, Minas GeraisPastor, Derci Lopes

Serra, Espíritu SantoPastor, Ramanh Moreira

REPÚBLICA DOMINICANABrisa Del Este, La ColinaBuenos Aires, San Pedro de MacorísCasa Del Dios Viviente, San Pedro de MacorísBatey Gallareta, San Pedro de MacorísLa Mesa De Domingo, San José de OcoaLa Yata, San Pedro de MacorísLos Filiu, Consuelo

UTAHIglesia Monte de Sión

NUEVOS MINISTROSCaliforniaFrancisco Javier SantosElías Agúndez

VirginiaCarlos Frías

Puerto RicoSonia Delores LebrónTamara Cortés AguilarSamuel Rosario TorresJoel Fernández RosarioHenry Collazo HernándezJosé Samot CamachoCarlos Alberto PérezIvan Rodríguez Díaz

4 M e n s a j e r o A l a B l a n c a e n e r o / f e b r e r o d e 2 0 1 7

Porto Seguro, BahíaPorto Seguro es un municipio

ubicado en el sur de Bahía, Brasil. Hace frontera con los municipios vecinos de Santa Cruz Cabrália y Prado, fue el primer puerto de los portugueses en Brasil en los años 1500. El pueblo que dio origen al municipio de Porto Seguro fue fundado en 1534. Actualmente tiene una población de 145,431 habitantes (IBGE 2015) y ha sido declarado patrimonio histórico.

Hace seis meses, la ciudad fue alcanzada por los esfuerzos evangelísticos de la Iglesia de Dios de la Profecía por medio del pastor Givaldo y su familia. Durante una visita a esta misión el 11 de agosto, el supervisor y el personal nacional se sorprendieron al ver el crecimiento de esta nueva iglesia. Alrededor de 25 personas se congregan regularmente durante la semana y los ministerios de damas, jóvenes, niños y la escuela dominical están trabajando perfectamente con sus líderes locales. Hay gran expectativa entre los hermanos que la iglesia pronto se organizará y también podrá comprar su propio terreno para construir un templo,

ya que el hogar donde los hermanos se están congregando es alquilado, y hay un alto potencial de crecimiento a corto plazo. Oremos para que Dios bendiga la iglesia en Porto Seguro, Bahía y la familia del pastor Givaldo.

Ibiá, Minas GeraisEl municipio de Ibiá cuenta con

aproximadamente 23.265 habitantes que viven en el área urbana y 3.693 en las zonas rurales y está ubicado en un área total de 2.704 km² en la micro-región de Alto Paranaíba, Minas Gerais, con los municipios vecinos de Araxá, Serra do Salitre, Río Paranaíba, Altos Campos, Pratinha, Medeiros y Tapira.

El pastor Derci Lopes compartió

las buenas nuevas durante el mes de agosto. La Iglesia de Dios de la Profecía fue plantada en la ciudad de Ibiá, Minas Gerais. La iglesia madre se encuentra en la ciudad de San Gotardo, Minas Gerais a 60 km de distancia. Según el pastor Derci, tenemos un buen grupo de hermanos asistiendo, y los líderes locales de la iglesia están dando apoyo para avanzar en esta misión.

Serra, Espíritu SantoEn la ciudad de Serra, Espíritu Santo,

el pastor Ramanh Moreira ha levantado una nueva misión en el barrio Bela Vista. Según el pastor Ramanh, los hermanos están muy emocionados, ¡y pronto serán una iglesia organizada para la gloria de Dios!

Iglesias nuevas plantadas en Brasil

Noticias Internacionales


Oración para permanecer

Puntos de oración: Enero de 2017 Contribuyente: Shaun McKinley

Todo creyente experimenta pruebas, dolor y tragedias en la vida. Jesucristo mismo lo confirmó cuando dijo: «En el mundo tendréis aflicción» (Juan 16:33).

Gracias sean dadas a Dios porque Su Palabra nos

recuerda que no estamos solos en los tiempos

difíciles que llegan a nuestra vida (Isaías 41:10).

Ella también nos da la certeza de que cualquier

problema que ponga a prueba nuestra fe, Dios lo

utiliza para llevarnos hacia la madurez espiritual (Santiago

1:3, 4). ¿Qué podemos hacer cuando nos falta la fe para

estar firmes?

Filipenses 4:6, 7 nos provee un excelente punto de partida.

«Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras

peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con

acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo

entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros

pensamientos en Cristo Jesús».

Cuando los problemas llegan a nuestra vida, y sí llegan,

Dios no sólo se glorifica en nuestro problema, también

aumenta nuestra fe personal. Cuando le entregamos a Dios

nuestros problemas, lo cual a menudo se nos hace difícil, Él

nos da las fuerzas para vencer y permanecer firmes.

Puntos de oración

• Dele gracias al Padre por Su

presencia en los momentos

difíciles. Dele gloria por la

ayuda y fortaleza que le ha

prometido (Isaías 41:10).

• Dele gracias al Señor porque

Él es su refugio en tiempos

de prueba. Declare su

confianza en Él (Salmo 9:9,

10).

• Reconozca que necesita

a Dios. Comparta su

necesidad y entréguesela

completamente al Padre

(Salmo 9:10; 34:17; 50:15;

145:18, 19; Santiago 5:13-16).

• Pídale sabiduría y

discernimiento al Espíritu

Santo tocante a su necesidad.

Entréguele toda respuesta a

Él (Santiago 1:5).

• Pídale paz al Espíritu Santo

(Juan 16:33).

• Continúe orando por su

necesidad con acción de

gracias y expectación. Pídale

al Padre que guarde su

corazón y mente (Filipenses

4:6, 7).

• Pídale al Padre que le

dé nuevas maneras de

conectarse con el cuerpo de

Cristo y sirva en medio de sus

dificultades (1 Pedro 5:7).


Algunos se refieren a esto como «la noche oscura del

alma». Otros lo ven como un camino solitario por el

desierto o como una temporada de sequía. No importa

la etiqueta que le adjudiquemos, los síntomas son los

mismos. Dios parece estar distante, inaccesible o silente.

C.S. Lewis, en su libro, A Grief Observed (Una pena en

observación), el cual escribió después de la muerte de

su esposa, describe con intensidad su propia búsqueda:

«Pero vete hacia Él cuando tu necesidad es desesperada,

cuando cualquier otra ayuda te ha resultado vana, ¿y con

qué te encuentras? Con una puerta que te cierran en las

narices, con un ruido de cerrojos, un cerrojazo de doble

vuelta en el interior. Y después de esto, el silencio»1.

Jesús mismo se sintió momentáneamente desamparado

mientras estaba en la cruz. Recuerdo que mi propio

desierto comenzó con una serie de eventos que me

llevaron a sentirme desamparada. Todo comenzó con la

muerte de mi hija de diecinueve años, seguido luego por

el fallecimiento de mi padre y mi abuela. Poco después de

esta pérdida, mi esposo sufrió un ataque cardíaco. Todos

estos eventos ocurrieron en un espacio de ocho meses. A

continuación les comparto unos extractos de mi diario de

oración los cuales reflejan el estado emocional que tenía

en aquellos días:

«Recordaré estos días como días de insensibilidad,

desesperación, confusión y búsqueda...Has decidido

no llenarme con Tu presencia durante mi dolor. No

tengo idea de lo que estás haciendo —me siento sola,

enojada, aislada, vacía y desesperada— sin un sentido

de dirección.

Lettie Kirkpatrick Burress Cleveland, Tenesí


Sin embargo, en medio de toda esta pesadumbre descubrí que hay lugares donde podemos encontrar a Dios, aun cuando parece que Él no está con nosotros. El lugar más evidente es en Su Palabra.

EN SU PALABRAMuchos dicen que la Biblia es nuestra

ventana al cielo. En ella encontramos quién es Dios y cómo es Él. También encontramos verdades inmutables a las cuales aferrarnos. Conocemos Sus misterios y las promesas que tiene para nosotros incluyendo los múltiples dones de gracia los cuales nos motivan, fortalecen y sostienen.

Yo creo que un acto de fe es cuando el creyente acude a las Escrituras aun cuando no espera que Dios se comunique con él/ella. Hubo ocasiones en mi desierto que Dios me habló y yo me aferré a Sus palabras. El mensaje más claro que recibí en mis momentos más bajos se encuentra en Isaías 61:3, donde el Señor nos dice que nos dará «gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado».

EN ORACIÓNDios también está presente en nuestro

lugar de oración. Aun cuando no tenemos deseos de orar o dudamos de que Él nos escucha, Su Palabra siempre nos imparte seguridad. Apocalipsis 5:8 dice que nuestras oraciones son tan preciosas para Dios que son presentadas ante el Cordero en copas de oro.

La mano de Dios sobre Shela, mi hija, fue muy evidente durante su vida. Shela llegó a nuestras vidas con sólo cuatro meses de edad, y a los once comenzamos el proceso de adopción. Sin embargo, cuando cumplió su primer año de vida nos informaron que le quedaba un año más de vida. Nuestra bebé era una niña alegre, pero tenía una enfermedad muscular progresiva que le costaría su capacidad física y su vida. Sin embargo, Shela vivió hasta los 19 años, y no sólo sobrevivió a varios ataques de neumonía, una fusión vertebral y una cirugía cerebral, ¡también se graduó de la escuela preparatoria con honores!

En medio de este abismo de pérdidas y silencio de Dios, me aferré a la fe sabiendo que Él escuchaba mi oración porque lo había visto glorificarse anteriormente.

EN MEDIO DE LAS CIRCUNSTANCIAS

También en las circunstancias de la vida encontramos a Dios. Muy temprano en mi vida comencé a reconocer la presencia de Dios cada día en mi vida. Esto no es otra cosa que aprender a reconocer a Dios en los momentos inusuales, momentos repentinos, «coincidencia», en Su protección y provisión. Esta actitud me ayudó a reconocer la bondad de Dios aun cuando no sentía confianza. Todos estos fueron momentos preciosos que me ayudaron a seguir adelante. Quizá el más intenso de todos fue un pequeño regalo que me dio una amiga en la primera Navidad que pasamos sin nuestra hija Shela.

Mi niña coleccionaba pequeños adornos de ángeles navideños, y cada año decorábamos un pequeño árbol en su habitación para exhibir su colección. Aún continuamos poniendo el árbol en honor a su memoria. A ella también le gustaba el baile y ver a la gente bailar, aunque estaba confinada a una silla de ruedas.

Cuando abrí el regalo que me dio mi amiga, comencé a llorar. Era un recuerdo vívido de que mi hija, quien jamás pudo caminar, ahora danzaba frente al trono del Padre celestial. El regalo era un adorno navideño de una hermosa bailarina con alas de ángel. Tras este momento especial vino a mi mente las palabras de Eclesiastés 3:4 que nos recuerdan que hay «tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar». ¡Ella está bailando ahora!

EN SU PODERPosiblemente el mayor descubrimiento

que debemos hacer en nuestra búsqueda de Dios es permitir que Su Palabra reemplace nuestra pesadumbre. Una y otra vez Su Palabra nos recuerda que para vencer es necesario que nos afiancemos a Su poder. Su Palabra nos imparte esta confianza:

Él es nuestra paz en medio de la ansiedad (Filipenses 4:6, 7)

Él es nuestra fortaleza en medio de las debilidades (2 Corintios 12:9)

Él es nuestro gozo en medio del luto (Isaías 61:3)

Él es nuestro consuelo en medio del dolor (2 Corintios 1:3-5)

Él es nuestra fuerza en medio del cansancio (Isaías 40:29)

El desgaste físico y mental que había en mi mente y cuerpo era alarmante, pero sabía que tenía que seguir adelante porque tenía que cuidar de mis cuatro hijos pequeños, incluyendo un infante. Sabía que tenía que demostrarles a mis hijos la manera cristiana de responder a la tragedia y el dolor. Y fue precisamente este intercambio de mis limitaciones por la omnipotencia de Dios lo que me permitió sobrevivir esos meses.

EN SU PRESENCIALa última etapa en mi jornada de

encontrar a Dios, en Su ausencia ante mis ojos, fue confiar en Su presencia. Pero esto incluye una búsqueda continua de Su presencia y de obedecer Su voluntad como la entendía en ese momento. A Dios le agrada que Sus hijos confíen en Él aun cuando no sienten Su presencia y cuando no tienen la certeza de que Él les escucha.

Joni Eareckson Tada en su libro, A Quiet Place in a Crazy World (Un lugar tranquilo en medio de un mundo loco) confirma esta verdad. Ella dice que confiar calladamente en Dios es realmente «un sacrificio de adoración» y aclara que «abrazar la voluntad de Dios aun cuando uno no siente hacerlo, es ofrecerle a Dios nuestro corazón, completamente dedicado a Su propósito».

Job es un ejemplo de alguien que experimentó una temporada de silencio en la cual Dios no habló. En el capítulo 23:8, 9 él expresa sus sentimientos sobre la ausencia de Dios, diciendo:

He aquí yo iré al oriente, y no lo hallaré; y al occidente, y no lo percibiré; si muestra su poder al norte, yo no lo veré; al sur se esconderá, y no lo veré.

Las últimas palabras de esta declaración reflejan la misma confianza que todos tenemos. Nosotros también sabemos que nuestra fe no depende de nuestros sentimientos y que Dios no nos ha desamparado. Al igual que Job podemos decir que Dios «...conoce mi camino; me probará, y saldré como oro» (Job 23:10).

__________________

1 C.S. Lewis, Una pena en observación, (p. 12)


ea que le sirvamos

a Dios o no, Su provisión

nos sostiene. Podemos fingir

que Él no existe. Podemos ignorar Su

voz. Podemos ignorar Sus invitaciones a entrar a

Su presencia. Sin embargo, no podemos escapar el

hecho de que nosotros (cada persona) estamos sobreviviendo y

prosperando debido a la provisión directa del Padre cada momento de

nuestras vidas. Incluso las personas que no profesan depender de Dios Todopoderoso dependen completamente de Él. Con relación a esto, estamos en el mismo barco: el barco de completa

dependencia en Dios. «Toda buena

dádiva y todo don perfecto desciende

de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no

hay mudanza, ni sombra de variación» (Santiago 1:17).

No sé usted, pero creo que respirar es algo bueno y perfecto.

Tengo la certeza de que al inhalar respiraré oxígeno. Gracias a Dios por

eso. Con esto en mente, hablemos de la necesidad de la provisión terrenal y cómo

nos impacta la provisión celestial. Dicho de manera sencilla, toda bendición que hemos recibido proviene directamente de la mano de Dios. No tenemos nada por mérito propio. Un millonario por mérito propio, un empresario por mérito propio, director ejecutivo por mérito propio, una persona de posición, poder o popular por mérito propio es algo igual de mítico que los unicornios y las hadas. Hacen que las historias sean más interesantes, pero simplemente no existen. «Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces».

Toda buena cosa que tenemos y somos proviene de Dios. Sería algo maravilloso ver en las películas, entrevistas o las tarjetas de presentación las palabras: «Hola, soy Alicia. Soy una escritora de artículos cristianos hecha por Dios. Es un placer conocerle». Eso fue divertido. Practiquemos juntos. Comenzaré yo. «Soy una ama de casa creada por Dios». «Soy una hija de Dios creada por Él». Ahora, le toca a usted. Es muy sencillo, mencione cualquier don bueno y perfecto en su vida y coloque «hecho por Dios» frente a él. No se olvide de incluir hasta los dones más pequeños

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Alicia KlepperCleveland, Tenesí

m e n s a j e r o a l a b l a n c a . n e t 9

provistos por nuestro bondadoso Padre celestial. Somos dueños de cada prenda de ropa y calzado que tenemos. Cada centavo que tenemos nos ha sido dado por Dios. Sin duda algunos tienen más que otros, sin embargo, nuestro contentamiento en Dios incrementa a medida que reconocemos que todo lo que tenemos proviene de Dios. A menudo nos resulta más fácil darle importancia a las cosas que no tenemos en lugar de las cosas que sí tenemos. Debemos entender que no se trata de la cantidad, sino de la condición de nuestro corazón. ¡Posiblemente este sea el tema de mi próximo artículo!

Todos somos dueños de un cuerpo físico hecho por Dios. Dios nos provee los alimentos que comemos para sostener nuestros cuerpos. Dios nos da el aliento que da vida a nuestros cuerpos. Tenemos una mente hecha por Dios capaz de comprender las cosas que Él nos ha revelado. Tenemos una voz creada por Dios que utilizamos para adorarlo a Él. Tenemos habilidades y talentos provistos por Dios a ser utilizados para Su reino.

Dios nos da toda provisión natural y buena que nos sostiene aquí en la tierra. Asimismo, Dios provee todo don bueno y perfecto que sostiene nuestro espíritu. Cada vez que vayamos al «almacén de la provisión espiritual», podemos estar seguros de que tendremos provisión, pero sólo porque Dios nos la ha dado. Como todo buen Padre, Él se asegura de tener suficientes suministros en la alacena de Su presencia. ¿Tiene hambre de algo que sostendrá su espíritu? ¿Tiene antojo de Su bondad? Solo abra su Biblia, pase tiempo en oración, adoración y alabanza, y disfrute de Su provisión. A continuación algunas de las provisiones que Dios siempre tiene disponibles:

Conocimiento de Él«Antes que te formase en el vientre te

conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones» (Jeremías 1:5). Conocemos a Dios porque Él primero nos conoció a nosotros. Él nos dio la provisión de conocerlo a Él antes de necesitarlo. Nunca se agota, podemos tomar todo lo que queremos.

Fe en Él«Porque por gracia sois salvos por

medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios». (Efesios 2:8). No solo nos provee Dios el destino, sino que también provee el canal por el cual llegamos. Él nos dice en Efesios 2:8: «Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios». Esta es una declaración que comparto constantemente y frecuentemente a cada grupo. Tengo el privilegio de testificar y declarar que: «¡Incluso la fe en Dios es un don de Dios!» Si necesitamos fe, debemos acudir al Creador de la fe. ¿Ha intentado obtener la fe por sus propios medios? No tendrá acceso a la provisión. Necesitamos obtener nuestras provisiones directamente de la Fuente. ¿No es esta la definición de algo orgánico? Ahora podemos disfrutar de la deliciosa fruta de nuestra fe orgánica hecha por Dios «a quien [amamos] sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo [vemos, nos alegramos] con gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de [nuestra] fe, que es la salvación de [nuestras] almas» (1 Pedro 1:8, 9).

Amor por Él y por otros«Nosotros le amamos a él, porque él

nos amó primero» (1 Juan 4:19). Nosotros amamos a Dios porque Él nos amó primero. ¿Necesitamos amor en nuestro corazón? Dios lo provee. Él nos proveyó de Su amor antes de que Lo amáramos a Él o a otros. Busquemos libremente de esta provisión.

El deseo de obedecerlo a Él y el poder para complacerlo

«Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad» (Filipenses 2:13). Todo don bueno y perfecto incluye el deseo de obedecer a Dios y el poder para complacerlo. Incluso Él nos provee las maneras en que le servimos bajo el poder de Su Espíritu. ¿Se le está agotando el deseo de obedecerlo a Él? Entre a Su presencia y llénese de Él.

Sabiduría«Y si alguno de vosotros tiene falta de

sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada» (Santiago 1:5). La sabiduría es algo tan vital para nuestra jornada que Dios dedicó un libro entero en la Biblia para promoverla (Proverbios). A Dios no solo le interesa nuestros corazones y cuerpos, Él quiere empoderar nuestras mentes con sabiduría, la cual se define de la siguiente manera:

Hijo mío, si recibieres mis palabras, y mis mandamientos guardares dentro de ti, haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; si inclinares tu corazón a la prudencia, si clamares a la inteligencia, y a la prudencia dieres tu voz; si como a la plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros, entonces entenderás el temor de Jehová, y hallarás el conocimiento de Dios. Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. (Proverbios 2:1-6)

La sabiduría de Dios es una característica en peligro de extinción. ¿Tiene poca sabiduría? Corra hacia el Creador de la sabiduría en busca de ella. Hay muchos otros dones de Dios que podemos hallar en Su Palabra. Comencemos a buscarlo. Él no esconde Sus dones de nosotros. Así como un almacén no podrá alimentarnos si nos quedamos sentados, tenemos que abrir la puerta, mirar y tomar. Le invito a abrir la puerta de la presencia de Dios a través de Su Palabra, tiempo en oración, y adoración y alabanza. No es demasiado tarde. La provisión de Dios nunca expira; durará por toda la eternidad. Y toda provisión Suya dice: «Hecho en Dios».

Tanto los pecadores como los santos están en el mismo barco de dependencia en Dios. Y cuando aceptamos que dependemos de nuestro Proveedor, quien nos ama y quiere darnos todo don bueno y perfecto, entendemos que este es el mejor barco en el cual estar. «Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá» (Mateo 7:7).

He experimentado numerosas desilusiones en mi vida —relaciones fracturadas, planes arruinados y promesas olvidadas; cosas muy serias y cosas que sólo parecían serios en el momento. Si he aprendido una cosa sobre cómo lidiar con las desilusiones, es la importancia de reaccionar de la manera correcta.

Aprendí esta lección en un funeral —lo cual resultó apropiado, dado que la desilusión es, de una manera u otra, una especie de muerte. Esta lección es bastante sencilla, en lugar de dar la espalda, debemos acercarnos a Dios.

Sin embargo, esta no suele ser nuestra reacción natural, ¿no es cierto? Sabiendo que Dios es todopoderoso y amoroso, cuando las cosas no resultan de la manera que queremos, pedimos o creemos que deberían ser, nuestra reacción natural es cuestionar Sus caminos y Su carácter. Podemos sentirnos tentados a darle la espalda en dolor o en coraje.

Sin embargo, haremos bien en seguir el ejemplo de María, tras la muerte de Lázaro, su hermano y el amigo amado de Jesús. Podemos leer en Juan 11 cuando ella se enteró de que Jesús había vuelto al pueblo, después de la muerte y sepultura de Lázaro

ella «se levantó de prisa y vino a Él».«Ella, cuando lo oyó, se levantó de

prisa y vino a él. Jesús todavía no había entrado en la aldea, sino que estaba en el lugar donde Marta le había encontrado. Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron, diciendo: Va al sepulcro a llorar allí. María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano. Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió, y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve. Jesús lloró» (Juan 11:29-35).

María no se anduvo con rodeos. Cuando vio a Jesús, dijo: «Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano» (v. 32). ¿Habló ella con un tono de ira? Es posible, pero también seguramente habló con un tono de entrega; pues sabemos que ella, después de todo, se había postrado a los pies de Jesús (v. 32) reconociendo Su señorío.

Ella fue a Él, y expresó francamente su sentir. Podríamos parafrasear lo que ella

dijo de otra manera: «Esto no tendría por qué haber ocurrido, porque Tú estás en control».

Sin embargo, esta admisión fue sólo el primer paso. Vendría uno todavía más difícil. Ella tenía que permitir que Jesús viera el motivo de su dolor. Cuando Él preguntó dónde estaba el cuerpo de Lázaro, ella respondió: «Señor, ven y ve» (v. 34). En lugar de ignorarlo, para protegerse a sí misma o para castigarlo a Él, Lo llevó a la tumba de Lázaro.

De esta misma manera necesitamos permitir que Dios penetre en los momentos de nuestra vida que nos causan más dolor. Cuando hacemos esto, como María, le damos a Dios el poder para hacer lo que solamente Él puede hacer. Posiblemente no recuperaremos a un ser amado, pero de alguna manera Él puede traer vida donde se había perdido.

M e n s a j e r o A l a B l a n c a e n e r o / f e b r e r o d e 2 0 1 710

Andy ButcherOrlando, Florida

¿Qué percepción tienes de ti

misma y qué crees que piensan las

personas que te rodean? Tu respuesta

a esta interrogante manifiesta lo que

conocemos como autoestima. En otras

palabras, la autovaloración de tu persona

–procesada en tu mente– se manifestará

en tus acciones cotidianas, en tu hogar,

trabajo, e iglesia y en tu relación con tus

semejantes.

El pasaje bíblico en este escrito nos

muestra el ejemplo de una joven muy

conocida, llamada «Ester». Admiro la

forma en que cumplió el propósito de

Dios para su vida y la manera en que

influyó para ser bendición de su pueblo.

No habría sido posible si ella se hubiese

dejado vencer por los estereotipos y las

circunstancias en las que se desarrolló

como ser humano. Desde su infancia

perdió a sus padres; y sabemos el gran

giro que puede experimentar una niña al

perder a sus progenitores. Esta pérdida

puede causar una serie de traumas

emocionales, psicológicos y sociales; sin

embargo, Dios estaba con Ester y ella

pudo vencer todos los obstáculos.

El psicólogo Abraham Maslow, en su

jerarquía de las necesidades humanas,

describe la necesidad de aprecio en

dos aspectos. Primero, el aprecio que se

tiene uno mismo, y segundo la estima

y valoración que se recibe de las demás

personas. ¿Cómo creció Ester sabiendo que

había quedado huérfana? ¿Acaso no era

un factor importante que tenía el potencial

de afectar su autoestima? Todas estamos

propensas a sentir baja autoestima cuando

sentimos que nos falta alguien o algo, y

aunque los demás miren que tenemos

habilidades y buenas capacidades para

servir a Dios y a nuestra familia, perdemos

el enfoque para lo cual fuimos creadas

por nuestro Dios. Hay algunos síntomas,

apreciada hermana, que le comparto para

que se analice a sí misma:

• Vive en un estado de insatisfacción

consigo misma

• Se siente fácilmente atacada si es

evaluada por alguien

• Es indecisa por miedo exagerado a

equivocarse

• Es perfeccionista obsesiva

• Tiene ideas negativas generalizadas

de su pasado, presente y futuro

Pero la buena noticia, amada

hermana, es que Dios la creó. Él nos

hizo a Su imagen. Isaías 43:4 dice:

«Porque a mis ojos fuiste de gran estima,

fuiste honorable, y yo te amé...». Su

valía se encuentra en Él, quien le ama

incondicionalmente. Acéptese tal cual es,

con virtudes y defectos. Usted es digna

porque es hija de Dios. Él la dotó de

capacidades únicas, para enfrentar la vida

y servir donde Él le ha puesto. Edifique y

sea de bendición. Con la ayuda de nuestro

Salvador podemos tener una autoestima

saludable: «Digo, pues, por la gracia que

me es dada, a cada cual que está entre

vosotros, que no tenga más alto concepto

de sí que el que debe tener, sino que

piense de sí con cordura, conforme a la

medida de fe que Dios repartió a cada

uno». Romanos 12:3


Autoestima

«Y había criado a Hadasa, es decir,

Ester, hija de su tío, porque era

huérfana; y la joven era de hermosa

figura y de buen parecer. Cuando

su padre y su madre murieron,

Mardoqueo la adoptó como hija

suya». Ester 2:7

Elizabeth Mendietta de Somoza

Belice


Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria; y eran edificadas, andando en el temor del Señor, y se acrecentaban fortalecidas

por el Espíritu Santo»(Hechos 9:31). Tras la conversión de Saulo de Tarso y

su aceptación por los demás apóstoles en Jerusalén (Hechos 9:1-28) la iglesia entró en un período de paz o tranquilidad y creció de manera exponencial. Saulo había recibido dos amenazas de muerte después de su dramática conversión: una en Damasco, y otra en Jerusalén. Y en ambos casos, este perseguidor reformado fue rescatado y protegido por los miembros de la iglesia. En el primer intento contra su vida le bajaron por el muro de la ciudad de Damasco, descolgándole en una canasta, y en el segundo intento, le enviaron de vuelta a su ciudad natal a través de la ciudad costera de Cesarea (vv. 25, 30). Lucas, el historiador de la iglesia primitiva, dice: «Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria; y eran edificadas, andando en el temor del Señor, y se acrecentaban fortalecidas por el Espíritu Santo».

El derramamiento del Espíritu Santo el día de Pentecostés, provocó inicialmente la burla de las multitudes en Jerusalén (Hechos 2:12, 13), sin embargo, después del mensaje ungido de Pedro, hubo gran convicción. Esta convicción aumentó a medida que el Espíritu y la Palabra penetraban los corazones de al menos tres mil personas. Trajo a su conciencia la realidad transformadora que Jesús de Nazaret era el verdadero Mesías de Israel, el Salvador del mundo. Dios lo había confirmado al levantarlo entre los muertos con un cuerpo glorificado, exaltándolo hasta lo sumo y sentándolo a la diestra del Padre como Señor «...sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra...» (Efesios 1:21). Pedro se aseguró de que el pueblo supiera que el Antiguo Testamento había anunciado estos acontecimientos (Hechos 3:22, 23).

La persecución que siguió tras la sanidad del cojo (Hechos 3:1-11) y el segundo sermón de Pedro (Hechos 3:12-26) comenzó con el arresto de los apóstoles y su desobediencia civil a las autoridades religiosas que les había prohibido predicar

sobre Jesús. La persistencia valiente de los apóstoles de seguir predicando el evangelio, mostró una resistencia a la autoridad política y civil. Alentados por las manifestaciones y afirmaciones visibles del Espíritu Santo, siguieron adelante confiando que Dios estaba con ellos (Hechos 4:23-31; véase también Hebreos 2:4).

Esta valentía extraordinaria por continuar predicando a Jesucristo fue prueba de la certeza que tenían de su conexión con el cielo y de la continua presencia del Espíritu Santo entre ellos. Sin lugar a duda, Él era su verdadera fuente de poder para el servicio (Hechos 1:8; 4:31). A la vez, Jesús estaba obrando directamente en Saulo de Tarso, el perseguidor principal de la iglesia, y lo recluta para revelar una nueva dimensión del evangelio (la inclusión de los gentiles) y ampliar el alcance de la iglesia para ser la familia mundial de Abraham que anteriormente se creía que sólo eran las personas de descendencia judía y quienes habían sido circuncidados o los prosélitos del judaísmo (Romanos 4:16-21). El Espíritu había comenzado a preparar a la iglesia para este cambio radical enviando a Pedro a la casa de Cornelio, como lo registra Hechos 10. Aunque Pedro no fue el apóstol más instrumental de la expansión del evangelio a los gentiles, el Espíritu Santo lo preparó mental, emocional, conceptual y teológicamente para ser un testigo vital de una obra nueva que Dios estaba haciendo. Por esta razón su testimonio en Hechos 15 es un elemento crucial que ayudó a la iglesia a aceptar y comprender cómo el Espíritu Santo estaba dirigiendo, guiando e instruyendo al pueblo de Dios. Esta era la nueva dimensión mundial de un evangelio que la iglesia debe abrazar primero en su liderazgo apostólico y luego a lo largo de todo el cuerpo eclesial. La iglesia pudo abrazarlo porque había sido dirigida por el Espíritu Santo, y porque sus líderes vieron los actos y resultados positivos de aquellos enviados por el Espíritu Santo desde Antioquía (Bernabé y Saulo, Hechos 13). Ellos entendieron que, aunque era un cambio de lo que tradicionalmente se consideraba como judío; esta era la obra de Dios que la iglesia debía comprometerse a realizar, haciendo ajustes donde fuera

necesario. Tras consultar la Palabra de Dios recibieron mayor confirmación, puesto que encontraron que estos acontecimientos habían sido anunciados (Hechos 11:16-18; 15:7-11, 13-20, 28-31). ¡La iglesia siempre ha recibido consuelo y seguridad del Espíritu de Dios mediante Su Palabra!

El punto que quiero comunicar es que la iglesia halló consuelo (seguro y prolongado) en su desarrollo y su misión mediante la presencia y dirección del Espíritu Santo. La epístola a las iglesias declaró: «Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros...» Ellos anduvieron bajo el temor de Dios (Él podía llegar en cualquier momento) y bajo el consuelo del Espíritu Santo (cuya presencia a veces sacudió sus edificios).

La iglesia en cada época necesita de estos elementos vitales: el temor de Dios, el consuelo del Espíritu Santo y la confirmación de la Palabra de Dios. La iglesia primitiva recibió al Espíritu Santo el día de Pentecostés y proclamó las obras maravillosas de Dios en otras lenguas; sufrió el rechazo y la persecución; fue especialmente empoderada para testificar (predicar valientemente el evangelio), y se reunieron para buscar entendimiento de lo que Dios estaba haciendo y para resolver problemas que surgieron. Buscaron maneras prácticas para obedecer al Espíritu y para implementar los designios de Dios para Su pueblo. ¡Llevarían a cabo la misión de Dios a Su manera! El hecho de que la presencia de Dios entre ellos produjo un temor saludable, y que fueron consolados (asegurados, dirigidos, guiados, supervisados) por el Espíritu Santo los capacitó para escuchar y proclamar el evangelio con denuedo mientras a la vez tenían paz y tranquilidad interior. Esto significa tres cosas para nosotros:

1. La iglesia debe experimentar y someterse a la presencia e intervención correctiva y capacitadora de Dios (Hechos 10), que conoce todas Sus obras desde el principio (Hechos 15).

2. Debemos conocer al Espíritu Santo, y escucharlo claramente y discernir Su dirección en conformidad y obediencia estricta a la Palabra de Dios (la Palabra escrita) —así obra Él. Y debemos hacerlo como un cuerpo

«


colectivo de personas que obedecen a Dios con seguridad.

3. Esto significa que la Biblia, la Santa Palabra de Dios, debe ser fielmente defendida por la iglesia, estudiada exegética y diligentemente (correctamente dividida—2 Timoteo 2:15), interpretada con inspiración y aplicada de manera práctica a los avances reales de la iglesia en el reino de Dios y en el mundo. Es nuestro deber como creyentes conocer la Palabra de Dios y familiarizarnos con las diferentes maneras de obrar del Espíritu Santo, mismas que lleva a cabo fielmente en nombre de Cristo (Juan 16:7-15).

Cuando estos tres factores se vuelven nuestra prioridad y son evidentes en nosotros (la iglesia de hoy) también estaremos caminando en temor de Dios y bajo el consuelo del Espíritu Santo y las Escrituras (Romanos 15:4); nosotros también hallaremos descanso (paz)

y seremos multiplicados. Luego, por la gracia de Dios seremos el pueblo fiel (de Dios) que menciona 1 Pedro 2:9, 10:

«Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia».

Oremos fielmente con este fin en mente. ¡El reino de Dios y el mundo nos espera, y anticipa un pueblo unido y adorador completamente controlado por el Espíritu Santo!

Adrián Varlack, padreInstructor del CLB/

Historiador de la Iglesia

Cristo nos llamó a ser «la sal y luz»

del mundo (Mateo 5:13-16). Él

nos ha dado el poder para hacer

una diferencia en nuestra cultura.

Sin embargo, la pregunta que

nos debemos hacer es: ¿estamos dispuestos?

Generalmente la gente de fe responde a la

cultura de una de cuatro maneras: la condenan,

la ignoran, se conforman o se comprometen

con ella.

Pero los que condenan la cultura prefieren

recoger piedras, como lo hacían los fariseos,

y levantar una pared –entre la fe y la cultura–

en lugar de construir puentes. Sin embargo,

la postura de Cristo es diferente: Él amó al

mundo, no lo condenó (Juan 3:16, 17). Él le dijo

a los fariseos: «Los sanos no tienen necesidad

de médico, sino los enfermos...Porque no he

venido a llamar a justos, sino a pecadores»

(Mateo 9:12, 13).

Por otro lado, hay otros que simplemente

ignoran a la cultura. Yo tengo una nieta de

tres años que a menudo ignora mis esfuerzos

de conversar con ella. Ella se hace del oído

sordo mientras que continúa con su atención

puesta en la actividad del momento. De igual

manera, hay personas hoy día tan enfocadas

en su fe al punto que ignoran la cultura que

les rodea. Eligen vivir aislados; tal vez sacando

fuera de contexto las palabras que le dijo Pablo

a los corintios, «...salid de en medio de ellos, y

apartaos» (2 Corintios 6:17).

Hay otros que se conforma con la cultura

y como resultado obstruyen la fe. En lugar de

resplandecer con su luz para que el mundo

pueda ver la gloria de Dios, deciden opacarla

con su conformismo. En lugar de ser la sal

de la tierra, la cual da sabor, como dijo Jesús:

«No [sirve] más para nada» (Mateo 5:13).

Pablo, en respuesta a la presión incesante

de conformarse a la cultura actual, dijo: «Así

que, hermanos, os ruego por las misericordias

de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en

sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que

es vuestro culto racional. No os conforméis a

este siglo, sino transformaos por medio de la

renovación de vuestro entendimiento, para

que comprobéis cuál sea la buena voluntad de

Dios, agradable y perfecta» (Romanos 12:1, 2).

En lugar de condenar, ignorar o

conformarnos a la cultura, hemos sido

llamados a envolvernos [participar] en la

cultura en la cual vivimos. El ámbito secular es

el nuevo método de evangelismo del siglo XXI.

Considere, a continuación, las voces de algunos

líderes espirituales y estudiosos de la cultura:

«Creo que Dios usará a los creyentes en el

ámbito secular para suscitar otro avance

evangelístico». Dr. Billy Graham

«Dios ha comenzado un movimiento

de evangelismo en el ámbito secular el

cual tiene el potencial para transformar

nuestra sociedad». Franklin Graham

«Dios está colocando a Sus hijos en el

ámbito secular como nunca antes en la

historia. Él está trabajando. El próximo

avivamiento espiritual podría ocurrir en el

ámbito secular». Henry Blackaby

«Una de las innovaciones futuras clave

en el ministerio de la iglesia será hacer

ministerio en el ámbito secular». George

Barna

«Alguien dijo que la primera reforma

llevó la Palabra de Dios a las personas

comunes; la “segunda reforma” llevará la

obra de Dios a las personas comunes».

Tom Phillips, vicepresidente de

capacitación, Asociación Evangelística

Billy Graham

En realidad, hacer ministerio en el

ámbito secular no es algo nuevo en el

siglo XXI. Más bien, es una revisión de

las prácticas del primer siglo. De las 132

veces que Jesús hizo apariciones públicas

en el Nuevo Testamento, 122 fueron en el

mercado. De Sus 52 parábolas, 45 de éstas se

desenvolvieron dentro del contexto laboral.

De las 40 intervenciones divinas registradas

en los Hechos, 39 ocurrieron en el mercado.

Jesús llamó a 12 personas del mundo laboral,

no miembros del clérigo, para establecer Su

iglesia. (Fuente:www.marketplaceleaders.org,

en inglés solamente)

Jesús sabía perfectamente que «la

espiritualidad se manifiesta en la vida de una

persona que entiende que lo sagrado debe

impactar la cultura –no hace separación–»

(Oswald Chambers). Como creyentes,

hemos sido llamados a participar de la

obra redentora de Jesucristo en el mundo.

Debemos ser sal y luz. Como la sal de la tierra,

debemos penetrar la cultura para prevenir su

deterioro. Como la luz del mundo, debemos

disipar las tinieblas que han ensombrecido

esta cultura. George MacLeod, un predicador

escocés del siglo XX dijo:

«Solamente pido que la cruz sea erguida

nuevamente en público y también en las

torres de las iglesias. Estoy intentando

recordar a la gente que Jesús no fue

crucificado en una catedral entre dos

velas, sino en una cruz entre dos ladrones;

en el vertedero de la ciudad; en una

encrucijada política tan cosmopolita

que tuvieron que escribir Su título en

hebreo, latín y griego...un lugar donde los

cínicos atacan con sus palabras, donde

los ladrones maldicen todo lo que se

mueve, y donde los soldados se rifan las

pertenencias del que está sufriendo. Y

quiero que la gente lo recuerde porque

ese es el lugar en que Jesús murió. Y por

eso murió. Y ese es el lugar donde los

creyentes deberían estar».

«Dios estaba en Cristo reconciliando

consigo al mundo» (2 Corintios 5:19). Como

creyentes, podemos hacer una diferencia en

esta cultura, pero tenemos que participar

en ella. ¿Lo haremos como cuerpo? ¿Lo hará

usted?


Tim CoalterPresbítero General

de Norteamérica

Durante esta noche de oración anual

en las oficinas internacionales de la

Iglesia de Dios de la Profecía, todos

tendrán la oportunidad de unirse a la

oración en línea. Los telespectadores

pueden enviar sus peticiones de oración a través

de las redes sociales, correo electrónico a prayer@

cogop.org y por teléfono. Estaremos orando por esas

peticiones durante el evento. El

año pasado, más de mil personas

sintonizaron este evento de

diferentes áreas del mundo,

incluyendo Australia, Brasil, la

República Checa, México, África del Sur, República

Dominicana, Alemania, El Salvador y la India. Para

más información, visite www.cogop.org/prayer.

«Necesitamos escuchar de Ti...¿qué haremos si no escuchamos Tu voz?» es una estrofa de un viejo himno que resume perfectamente nuestra dependencia en Dios como iglesia en este nuevo año. Como hijos de Dios y representantes de Cristo, debemos buscar Su dirección para nuestras iglesias, comunidades, ministerios, familias y amigos, nuestras naciones y el mundo entero durante estos 21 días de oración y ayuno. UNÁMONOS como un solo cuerpo, sabiendo que Dios escuchará nuestras oraciones.

«Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto» —Eclesiastés 4:12.

EN ORACIÓN5-25 de enero de 2017

Invitamos a todos los miembros, congregaciones y grupos de oración a unirse a nosotros del 5-25 de enero durante los 21 días de oración y ayuno a través de las guías y boletines semanales de oración. Y los guerreros de oración tendrán la oportunidad de participar directamente a través de la transmisión en vivo durante la noche de oración el domingo 22 de enero a las 7 p.m. hora del este.

«Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración...» —Romanos 12:10-12.

«Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones». —Hechos 2:42

22 de enero de 2017Noche de oración

Transmisión en vivo7 p.m. hora del este

Visite www.cogop.org/prayer si desea descargar guías de oración, material de promoción, videos y más información sobre la transmisión en vivo de la noche de oración.


Jesús dijo: «Mi casa, casa de oración será llamada» (Mateo 21:13). Las Escrituras nos dicen que la iglesia primitiva «[perseveraba] en oración]» (Hechos 1:4; 2:42; 6:4). El deseo del Padre es que todas las iglesias hoy día practiquen una vida de oración. Para ser pueblo de oración se requiere más que programas y buenas intenciones. Se requiere de una obediencia fiel e intencional de buscar a Dios diariamente. Únase a nosotros esta semana a orar para que Dios convierta nuestras iglesias en «casas de oración» y para que nosotros como individuos practiquemos una vida de oración.

PUNTOS DE ORACIÓN PARA LA PRIMERA SEMANA• Dele gracias a Dios por Su habilidad y disposición en

intervenir y responder a sus oraciones (Mateo 7:7, 8).

• Confiese cualquier falta de devoción personal o como congregación. Pídale a Dios que ayude a la iglesia y a sus líderes a perseverar en oración (Colosenses 4:2; Hechos 1:14; 2:42; 6:4).

• Pídale a Dios que le enseñe a la iglesia a orar por cada necesidad que surja, y a orar por todo (Efesios 6:8).

• Pídale a Dios que le haga consciente de las necesidades de los miembros de su iglesia y ore por todos (Efesios 6:8).

• Pídale a Dios que le ayude a usted y a su iglesia a orar, así como Jesús nos alentó a hacerlo —pedid, buscar y hallareis (Mateo 7:7, 8).

• Pídale a Dios poder y sabiduría para conocer las «obras mayores» que el Padre quiere que usted y su iglesia hagan para Él (Juan 14:12-14).

• Pídale a Dios que le ayude a ver más allá de sus necesidades personales, y enfocarse en las necesidades del reino (Juan 14:12-14).

• Ore para que su iglesia clame fiel y poderosamente por su ciudad, comunidad, nación y líderes (1 Timoteo 2:1, 2).

• Ore por su pastor y líderes de ministerios (Romanos 15:30).

• Ore para que el «anhelo del corazón» de su iglesia sea orar por las almas perdidas y buscar oportunidades prácticas para alcanzar a la comunidad (Romanos 10:1; 1 Timoteo 2:1, 3, 4)

Orar por nuestra familia mundialÚnase a nosotros en oración por las naciones de África,

Asia, Europa, CEI y el Oriente Medio, las cuales incluyen:

Valor Central de enfoque: OraciónEnfoque mundial: África, Asia, Europa/CEI/Oriente Medio

ÁfricaÁfrica del SurAngolaBenínBotsuanaBurkina FasoBurundiCabo VerdeCamerúnChadCongo-BrazzavilleCosta de MarfilEtiopíaGabónGambiaGhanaGuinea-BissauGuinea-ConakriGuinea EcuatorialKenia

LesotoLiberiaMalauiMaliMozambiqueNamibiaNígerNigeriaRepública

CentroafricanaRepública

Democrática del CongoRuandaSenegal Sierra LeonaSuazilandiaSudánTanzaniaTogo

UgandaYibutiZambiaZimbabue

Asia, Australia y OceaníaAsia OrientalAustraliaCorea del SurFilipinasHawáiIndiaIndonesiaIslas FiyiIslas SamoaJapónKiribatiMalasiaMyanmar

NepalNueva ZelandaPakistánSingapurSri LankaTailandiaTuvalu

Europa/CEI/Oriente MedioAlemaniaArmeniaAzerbaiyánBélgicaBielorrusiaBosnia HerzegovinaBulgariaChipreEgipto

EspañaFinlandiaFranciaGeorgiaGreciaHungríaIsraelItaliaKazajstánMaltaPaíses Bajos (Holanda)PortugalReino Unido de Gran BretañaRepública Checa RumaniaRusiaUcraniaUzbekistán

PRIMERA SEMANA5-11 DE ENERO

EN ORACIÓN

M e n s a j e r o A l a B l a n c a e n e r o / f e b r e r o d e 2 0 1 718

La cosecha ha sido el llamado que la Iglesia de Dios de la Profecía ha estado escuchando repetidamente desde 1994, aunque en realidad éste solo fue un ajuste al llamado inicial de este movimiento. Gloria a Dios porque somos un cuerpo internacional compuesto por 134 naciones, más de 12,000 puntos de predicación, dos nuevas iglesias plantadas cada día, y miles de personas siendo salvadas cada día. Únase a nosotros en oración esta semana, pidiéndole favor y bendición a Dios a medida que permanecemos fieles a Su llamado: «¡ID!»

PUNTOS DE ORACIÓN PARA LA SEGUNDA SEMANA

• Dele gloria a Dios por Jesucristo, quien vino a salvar lo que se había perdido (Lucas 15:1-31; 19:9, 10).

• Dele gracias a Dios por el Evangelio de Jesucristo, el cual es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree (Romanos 1:16).

• Recuerde su testimonio personal de salvación y dele gracias a Dios por rescatarlo (Salmo 40:1-3).

• Pídale a Dios que envíe obreros a la cosecha (Mateo 9:37, 38).

• Pídale a Dios que nos revele –individual y corporativamente– dónde está obrando para que podamos enfocar nuestros esfuerzos más eficazmente (Juan 6:44; 17:3, 15).

• Pídale al Padre que levante ministerios ungidos y excelentes para alcanzar a la joven cosecha de niños y jóvenes (Mateo 19:14; Hechos 2:17).

• Interceda por los inconversos que usted conoce personalmente, y reclame para ellos las promesas que se encuentran en estos pasajes (Juan 14:6; Romanos 10:9-11; Mateo 18:18).

• Ore para que venga el reino de Dios y haga Su voluntad en los corazones de las personas, las familias, ciudades, naciones y en todo el

mundo, así como en el cielo (Mateo 6:9-13; Daniel 4:34, 35).

• Pídale a Dios que imparta dirección y discernimiento en todos nuestros esfuerzos de plantación de iglesias alrededor del mundo (Marcos 16:15).

• Pídale a Dios cielos abiertos, mentes abiertas, corazones abiertos y puertas abiertas para el Evangelio (Isaías 45:8; Hechos 26:17, 18; 2 Corintios 4:6; Colosenses 4:2, 3).

• Ore para que la gracia sea la base de toda mayordomía y un asunto del corazón (1 Pedro 4:10).

• Ore para que el diezmar y ofrendar impulse una mayordomía completa que incluya nuestro tiempo, talento, salud y familia (Lucas 20:25; 21:4; Malaquías 3:12).

• Ore para que los padres y líderes le enseñen a los niños y jóvenes la importancia de la mayordomía bíblica (Mateo 7:24; Colosenses 1:27, 28; 1 Pedro 5:2, 10).

• Ore para que aquellos que poseen el don espiritual de dar lo reconozcan, comprendan y ejerzan (Romanos 12:6-8).

• Ore para que demos alegremente, no por necesidad (2 Corintios 9:7).

• Ore para que por medio de la Palabra las familias entiendan la importancia de libertarse de las deudas (Proverbios 21:20; 17:18; Romanos 13:8).

• Ore para que la mayordomía bíblica rompa con la adicción al materialismo el cual conlleva a la idolatría (Colosenses 3:5).

• Ore para que tanto los pastores y los miembros entiendan que no le diezmamos a nuestro pastor sino a Jesús (Hebreos 7:8-10).

Orar por nuestra familia mundialÚnase a nosotros en oración por las naciones de Norteamérica y el

Caribe, las cuales incluyen:

El CaribeAnguilaAntiguaArubaBahamasBarbadosBarbudaBermudaBonaireCurazaoDominicaGranadaGranadinasGuadalupeGuayana FrancesaGuyanaHaití

JamaicaIslas CaimánIsla NievesIslas de SotaventoIslas del Turco y CaicosIslas Vírgenes (de los Estados Unidos y Británicas)MartinicaMontserratSan CristóbalSanta LucíaSan MartínSan VicenteSurinamTobagoTrinidad

NorteaméricaAlabamaAlaskaArizonaArkansasCaliforniaCanadá OccidentalCanadá OrientalCarolina del NorteCarolina del SurColoradoConnecticutDakota del NorteDakota del SurDelawareFloridaGeorgiaHawái

IdahoIllinoisIndianaIowaKansasKentuckyLuisianaMaineMarylandMassachusettsMichiganMinnesotaMisisipíMisuríMontanaNebraskaNevadaNueva HampshireNueva Jersey

Nueva YorkNuevo MéxicoOhioOklahomaOregónPensilvaniaRegión Nordeste (inglés)Región Nordeste (hispana)Región Sudeste hispanaRhode IslandTenesíTexasUtahVermontVirginiaVirginia OccidentalWashingtonWisconsinWyoming

Valor Central de enfoque: La cosecha y la mayordomíaEnfoque mundial: Norteamérica y el Caribe

SEGUNDA SEMANA12-18 DE ENERO

EN ORACIÓN


En áreas donde la cosecha es abundante, el desarrollo del liderazgo es imprescindible para alcanzar todo los campos que Dios ha preparado. El modelo de Jesús nos lo afirma. Su ministerio en la tierra no se enfocó en Su habilidad de alcanzar a las masas, sino en desarrollar a doce líderes sólidos, quienes a su vez desarrollarían a otros líderes, extendiendo así el alcance del liderazgo y multiplicando el impacto de la cosecha.

PUNTOS DE ORACIÓN PARA LA TERCERA SEMANA

• Dele gracias a Dios por los ministerios y la visión mundial de la Iglesia de Dios de la Profecía (Hechos 1:8).

• Pídale a Dios que fortalezca al liderazgo (de la iglesia) y bendiga los esfuerzos de las iglesias y ministerios en los cuales sirven (1 Timoteo 2:1, 2).

• Pídale a Dios que envíe obreros a la mies (Mateo 9:37, 38).

• Pídale a Dios que levante líderes que intercedan, adoren y sirvan para romper las «ligaduras de impiedad» y prepararnos para el retorno de nuestro Señor (Isaías 58:6-10).

• Ore para que el Padre levante líderes ungidos que sirvan a la joven cosecha a través de los ministerios de niños y jóvenes (Salmo 78:4).

• Ore para que los hombres, las mujeres, los niños y las niñas acepten el llamado de Dios, y para que nuestros esfuerzos por equiparlos para el ministerio sean exitosos (Jeremías 1:5; 2 Pedro 1:10, 11; Efesios 4:12).

• Ore para que el Espíritu Santo use a aquéllos que ya están envueltos en el ministerio para que continúen equipando a Su pueblo y edifiquen el cuerpo de Cristo (Efesios 4:11-13).

Orar por nuestros ministerios internacionalesÚnase a nosotros en oración por los ministerios internacionales de la Iglesia de Dios de la Profecía.

Finanzas y PublicacionesServicios AdministrativosCampos del BosqueOficina de FinanzasMisiones MundialesMinisterio del Patrimonio HistóricoRecursos de mayordomíaOperaciones de ventas y la Casa de Publicaciones Ala Blanca

Liderazgo de inspiración

Comunicaciones/Departamento Mundial de LenguajesOficina del supervisor generalMinisterio de oración Desarrollo de Liderazgo y DiscipuladoDesarrollo Ministerial AcreditadoCentro para Liderazgo BíblicoMinisterio de NiñosMinisterio de Jóvenes

Orar por nuestra familia a nivel mundialÚnase a nosotros en oración por las naciones de Centro y Sudamérica, las cuales incluyen:

México, Centroamérica y el Caribe de habla hispana Sudamerica

BeliceCosta RicaCubaEl SalvadorGuatemalaHonduras

ArgentinaBoliviaBrasilChileColombia

MéxicoNicaraguaPanamáPuerto RicoRepública Dominicana

EcuadorParaguayPerúUruguayVenezuela

Valor Central de enfoque: Desarrollo de LiderazgoEnfoque mundial: Centro y Sudamérica

TERCERA SEMANA19-25 DE ENERO

EN ORACIÓN


¡Habla Señor,

Tu pueblo escucha!


Dios ama a Su creación,

y por todas partes se

oye Su voz llamando

a hombres y mujeres,

jóvenes, niños y

ancianos a cumplir Su propósito.

Sin embargo, hay muchos que

desconocen la voz de Dios. Ana,

en 1 Samuel, le pidió un hijo al

Señor, y Él le contestó su oración,

dándole un hijo. Cuando Samuel

creció fue llevado al templo para

servir a Dios bajo el cuidado

de Elí, el sumo sacerdote. No

obstante, dice la Escritura que

con el pasar de los años, Elí fue

envejeciendo y perdiendo su vista

física y al parecer también su visión

espiritual. Además de su deterioro,

comenzaban a oscurecerse de

modo que la palabra de Jehová

escaseaba en aquellos días; y no

había visión con frecuencia (véase

1 Samuel 3:1, 2).

Una noche Samuel escuchó

una voz que lo llamaba, y pensó

que era Elí. Y como él era un joven

obediente, humilde y con un

corazón de siervo, se levantó y se

dirigió hacia el aposento de Elí y le

dijo: «Heme aquí». Mas Elí le aseguró

que él no lo había llamado y que

volviera a acostarse. La misma voz

lo volvió a llamar una segunda y

tercera vez. El joven Samuel no había

conocido aún a Jehová, ni la palabra

de Jehová le había sido revelada. A

la tercera vez que acudió a Elí, éste

reconoció que era la voz de Dios que

lo llamaba. A lo cual Elí le aconsejó

que si la voz volviera a llamar debía

responder diciendo: «Habla, Jehová,

porque tu siervo oye». Dios le habló

una cuarta vez, diciendo: «Samuel,

Samuel», pero en esta ocasión sabía

que no era Elí quien lo llamaba. Así

que, no corrió hacia él; sino que se

quedó acostado e hizo como Elí le

dijo: «Habla, porque tu siervo oye».

(Tal parece que se le olvidó decir,

«Señor».)

Dios preparó a Samuel para

ser un profeta. Y el primer mensaje

que debía entregar no era nada

agradable, sino devastador y dirigido

al sumo sacerdote, Elí, porque no

había castigado a sus hijos por su

mal proceder. El mensaje era tan

devastador, que a quien lo oyere,

le retiñirían ambos oídos. No había

vuelta atrás, ni expiación que

pudieran hacer por los pecados de

sus hijos. Luego que el Señor le dio el

mensaje, Samuel se quedó acostado

hasta la mañana, quizá un poco

preocupado, pues no quería ser

portador de malas noticias. Cuando

llegó la mañana realizó sus tareas

del día como de costumbre, y abrió

las puertas del templo. Con esta

acción podríamos decir que le abrió

las puertas a la presencia de Dios.

Sin embargo, él temía descubrir la

visión a Elí, pero éste lo llamó porque

quería saber todo lo que Dios le

había dicho, y así lo hizo Samuel. Es

importante recalcar que la presencia

de Dios estaba con Samuel; Dios

lo honró, «y no dejó caer a tierra

ninguna de sus palabras» (1 Samuel

3:19). Él cumplió con el propósito de

Dios para su vida y trajo gloria a Él.

Así como Ana entregó a su hijo al

servicio de Dios, debemos también

entregar nuestros corazones a Dios

a favor de nuestros hijos, para que

Él cumpla Su propósito y destino

en sus vidas. Elí falló en sus deberes

sacerdotales. Pidámosle a Dios

que nos ayude a no fallar en los

nuestros. Oremos para que todo

joven entienda que «...[es fuerte], y

la palabra de Dios permanece en [él/

ella], y [ha] vencido al maligno».

Dios nos quiere usar a cada

uno de nosotros para cumplir Su

propósito aquí en la tierra. Oremos

para que así como Samuel, cada

joven en el reino escuche la voz

de Dios, y le responda al Señor,

diciendo: «Habla, Jehová, porque tu

siervo oye». El llamado de Dios sigue

siendo el mismo: «A la verdad la mies

es mucha, mas los obreros pocos.

Rogad, pues, al Señor de la mies,

que envíe obreros a su mies» (Mateo

9:37, 38). Procuremos escuchar y

obedecer la voz del Señor para que

cumpla a través de nosotros todo lo

que sea agradable ante Sus ojos.

Clayton Martin Presbítero General Islas del Caribe y el

Océano Atlántico


Antes hablábamos

de ministerio, ahora

hablamos mayormente

de liderazgo. Antes

hablábamos de llamado,

ahora hablamos mayormente

sobre dones. En palabras sencillas,

responder a nuestro llamado,

administrar bien nuestros dones,

trabajar en el ministerio y dirigir

a otros, no es otra cosa que servir

a Dios a través de Su amor por

nosotros, y compartir Su amor con

otros en palabras y acciones. Gran

parte de lo que hacemos como

líderes radica en nuestro caminar

diario en obediencia a Dios mientras

que a la vez le servimos a todos

aquellos que Él pone en nuestro

camino. Muchos de nosotros no es

que tengamos grandes destrezas

sobrenaturales de liderazgo, y

realicemos extraordinarios actos

de misericordia o experimentemos

milagros excepcionales.

Generalmente, cuando

consideramos los profetas y líderes

veterotestamentarios, hablamos

sobre tiempos extraordinarios de

unción. Cuando hablamos de los

evangelios enfatizamos los milagros

de Jesucristo, y cuando predicamos

del libro de Hechos, revivimos

el poderoso mover del Espíritu

Santo en la vida de los santos. Sin

embargo, muy a menudo olvidamos

la historia completa de estos héroes

que la Escritura describe como

personas «comunes y corrientes»

que vivieron vidas normales en el

mundo. Cuando permanecemos

en la presencia de Dios en nuestra

vida diaria y le servimos a la gente,

entonces ocurren los milagros y se

derrama la unción del Espíritu Santo.

La llenura del Espíritu establece el

fundamento a través del cual Dios

cumplirá las palabras proféticas de

Jesús cuando dijo que haremos cosas

«aun mayores» a las que Él hizo. Lo

cierto es que un buen líder –lleno del

Espíritu Santo– proviene de quiénes

realmente somos en Cristo, y no

de lo que hacemos, sabemos, o las

habilidades que tenemos.

A continuación les comparto

tres aspectos clave de la vida Jesús,

el gran líder, que son ejemplo para

nuestro liderazgo. Primero, Su

acto de «estar presente». No estoy

hablando de Su esencia, sino del

tiempo que estuvo en comunión con

Dios, y Su comunión con la Trinidad

mientras estuvo en la tierra. Jesús

fue literalmente el Hijo de Dios en

la tierra, concebido y ungido por el

Espíritu Santo. Con todo, la Escritura

nos dice que regularmente estuvo en

comunión con el Padre y el Espíritu

Santo. Tanto en tiempos de reposo,

como en Su propio bautismo donde

el Espíritu Santo descendió sobre

«Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste»

(Juan 17:20, 21).


Clayton EndecottPresbítero General de Europa, CEI

y el Oriente Medio

Él en forma de paloma.1 Nuestra

comunión con Dios impacta nuestro

servicio. Como líderes, seguidores

del ejemplo de Jesucristo, debemos

esforzarnos porque nuestra comunión

con Dios tenga preeminencia sobre

nuestro «hacer».2 El fruto del Espíritu,

la unción, la visión, la guianza,

el poder, el discernimiento y las

decisiones correctas surgen tras

períodos de adoración personal y

corporativa, escuchando en silencio y

orando en el Espíritu.3

Segundo, somos testigos de

la vida servicial de Jesús, tal vez

mejor ejemplificado en el lavatorio

de pies de los discípulos. Este acto

extraordinario fue un encuentro

redentor y santificador con Jesús.

Él les demostró Su compromiso a

través del servicio como la voluntad

del Padre para los que le sirven a Él.

Liderazgo es participar en la obra

redentora y santificadora de Cristo

al compartir Su historia y humilde

servicio con la gente que nos rodea.4

Como último, todo lo que

hizo Jesús como líder tuvo un solo

propósito: que fuésemos uno con Él

y el Padre a través del Espíritu Santo.

Todo lo que Jesús enseñó, todo lo

que Él hizo, cada uno de Sus milagros

y maravillas tuvieron el propósito

de guiar a las personas al reino de

Dios y su plenitud en la tierra y en

el cielo. Jesús nunca buscó ser un

gran líder; más bien, dirigió en la

plenitud del Espíritu Santo para que

todos moremos con Él para siempre.

Esta es la matriz del liderazgo

espiritual sobre la cual debemos

medir nuestros planes, habilidades

y acciones. ¿A quiénes estamos

dirigiendo, y hacia dónde?_______________________

1 Oración: Marcos 1:35, 36; Lucas 6:12, 13; Mateo

26:36-46; Juan 17; en bautismo: Lucas 3:13-17

2 Este es el tema central de la obra de Pete

Scarzerro, Una iglesia espiritualmente sana

(Grand Rapids: Zondervan, 2006), y El

líder emocionalmente sano (Grand Rapids:

Zondervan, 2015).

3 Ruth Haley Barton y el Dr. Stephen E. Parker,

un ministro ordenado de la Iglesia de Dios de

la Profecía y profesor de Regent University,

son dos excelentes autores del discernimiento

espiritual. El avivamiento de la calle Azusa

fue producto de estar en la presencia de Dios

buscando Su rostro en el aposento alto durante

sus reuniones. Para más información sobre la

importancia de la oración y meditación en los

orígenes del pentecostalismo, consulte la obra

The Azusa Street Mission and Revival [La misión

y el avivamiento de la calle Azusa] por Cecil M.

Robeck, hijo (Nashville: Thomas Nelson Inc.

2006), p. 133, o lea los testimonios personales

registrados en el periódico The Apostolic Faith

[La fe apostólica] del avivamiento de la calle

Azusa.

4 Véase el libro de Frank D. Macchia, (teólogo

de las Asambleas de Dios) “Is Foot Washing

the neglected Sacrament?” («¿Es el lavatorio

de pies el sacramento olvidado?») Pneuma

Vol. 19 No. 2 1997, pp. 239-249), y el libro

del profesor Dr. John Christopher Thomas,

Footwashing in John 13 and the Johanine

Community [El lavatorio de pies en Juan 13 y la

comunidad joánica] (Edinburg T. y T. Clark. 11

de noviembre de 2004).

El verano pasado, mi esposa Renee y yo decidimos tomar unas vacaciones a Puerto

Rico. Ya habíamos visitado la isla para ministrar en un retiro de pastores, y nos enamoramos de

ella y de su gente. Queríamos disfrutar de la belleza de Puerto Rico con nuestros hijos, Tayler y Will. Canjeamos cada crédito y millas de vuelo que teníamos con la aerolínea Delta y reservamos los boletos para disfrutar de unas vacaciones en familia en Puerto Rico a finales de julio.

Hace algunos años leí un estudio sobre el estrés y cómo manejarlo en el lugar de trabajo, en el hogar, y cómo las personas lidian con ello en la vida diaria. El estudio señalaba algunas cosas que le ocurre a la gente cuando salen de vacaciones y se alejan del estrés que experimentan en la vida cotidiana. Las personas que participaron en dicho estudio experimentaron cambios físicos, emocionales y posiblemente hasta espirituales. Experimentaron una diminución en su presión arterial, durmieron mejor, y sintieron tranquilidad y gozo.

Estos resultados no nos sorprenden a muchos de nosotros. Todos sabemos lo que es disfrutar de unas vacaciones lejos del estrés que a menudo acompaña el trabajo y la vida diaria. Sin embargo, lo que sí sobresale de este estudio es lo que experimentaron los participantes antes de salir de vacaciones. Se encontró que en el proceso

de reservar sus vacaciones, semanas o meses antes, experimentaron mucha paz y tranquilidad, y pudieron lidiar con sus asuntos de manera más fácil. La satisfacción de concretar sus planes –reservar los boletos de vuelo, hospedaje, etc.– inmediatamente les produjo tranquilidad para lidiar mejor con el estrés. Aunque el nivel de paz y tranquilidad que sintieron durante las vacaciones fue mucho más, notaron que durante el proceso de hacer las reservaciones disminuyó también la cantidad de estrés.

¿Qué hace que la presión arterial de una persona baje antes de salir de vacaciones? ¿Por qué ocurre esto? ¡Porque tenemos esperanza! En mi caso, por ejemplo, si sé que me espera algo bueno más adelante (una hermosa playa, descanso y tiempo a solas con la familia) me siento con más fuerzas para enfrentar el día con todo su estrés. Puedo sobrellevar las dificultades de mi empleo y cotidianas porque tengo la esperanza de que más adelante tomaré unas ricas vacaciones. De hecho, ¡solo pensar en ello reduce mi nivel de estrés!

En 1 Corintios 15:19 el apóstol Pablo dijo: «Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres». En este pasaje, Pablo le habla a los corintos sobre la resurrección de los muertos, en respuesta a su interrogante. Aún hoy día nos preguntamos: «¿Qué sucede cuando morimos?» Pablo les dijo que de la misma manera que Cristo resucitó de los



muertos, así también los creyentes tienen la esperanza de resucitar. Es decir, no sólo tenemos la esperanza de que hoy todo nos saldrá bien, sino que también tenemos esperanza para el mañana. Por lo tanto, si creemos en Jesucristo, somos portadores de esperanza. En Jesucristo somos todos portadores de esperanza. Tenemos esperanza de que hay algo más allá de esta vida terrenal, algo que no podemos ver con nuestros ojos físicos. Tenemos esperanza en lo invisible; esperanza en la obra de Dios más allá de nuestros ojos.

Tenemos esperanza de que más allá de lo que podemos ver hay vida en abundancia. Así como creemos que hay multitud de peces en las profundidades, aunque no los podemos ver, estamos seguros que sí los hay porque hemos visto documentales sobre la vida marina, hemos tenido la oportunidad de explorar el mar, o porque hemos atrapado uno con una caña. Si hemos visto un pez, sabemos que hay muchos más. La esperanza de que hay más peces no es una esperanza ciega. Ésta está basada en nuestra experiencia.

¿Qué de la esperanza espiritual? Nuestra esperanza espiritual está basada también en la evidencia del Espíritu Santo. Está basada en lo que el Espíritu Santo ha depositado en nosotros. Según 2 Corintios 1:18-22, (NVI):

Pero tan cierto como que Dios es fiel, el mensaje que les hemos dirigido no es «sí» y «no». Porque el Hijo de Dios, Jesucristo, a quien Silvano, Timoteo y yo predicamos entre ustedes, no fue «sí» y «no»; en él siempre ha sido «sí». Todas las promesas que ha hecho Dios son «sí» en Cristo. Así que por medio de Cristo respondemos «amén» para la gloria de Dios. Dios es el que nos mantiene firmes en Cristo, tanto a nosotros como a ustedes. Él nos ungió, nos selló como propiedad suya y puso su Espíritu en nuestro corazón, como garantía de sus promesas.

El Espíritu Santo ha depositado algo en nosotros. Ha depositado en nuestros corazones la garantía de Sus promesas.

¡Ahora somos portadores de esperanza! Estamos seguros de esta esperanza porque la hemos recibido de Cristo, con la garantía de que hay promesas más allá de lo que no podemos ver con nuestros ojos físicos. Tenemos esperanza más allá de la muerte física. Es esperanza de vida eterna más allá de nuestro último aliento de vida.

¿Dónde ha puesto usted su esperanza? ¿La dejó olvidada esta mañana cuando salió de prisa de su casa? ¿La dejó olvidada en su recámara, el ropero o la cocina? Posiblemente la dejó en su carro, o escondida debajo del sillón, o posiblemente ha sido pisoteada por las circunstancias. ¿La ha pisoteado el enemigo de su alma? ¿Se la ha robado alguien que ha venido como ladrón en la noche? Sea cual sea su condición, permítame decirle que tenemos buenas nuevas: La esperanza no muere. Y si alguien intentara destruirla, jamás tendrá éxito porque su nombre es Jesucristo. Él fue pisoteado, golpeado, crucificado y sepultado en una

tumba, pero no permaneció allí. ¡Él resucitó! Jesús, nuestra esperanza, venció la tumba y ganó la victoria sobre el pecado, el infierno y la muerte. ¡Hoy tenemos esperanza porque tenemos a Jesús!

Hay personas que se maravillan de nuestra esperanza. En este mundo tan incierto, es nuestra esperanza en Jesús la que nos sostiene firmes. Es como la hierba que crece junto a la acera que se niega a morir. Ésta aunque se arranque, ¡volverá a brotar! No hay herbicida que la destruya; ni capa de concreto que la ahogue. Con el tiempo saldrá de alguna grieta y supera las circunstancias adversas que amenazaron con erradicarla.

Hay personas sufriendo en el mundo que anhelan la esperanza que nosotros tenemos. El mundo tiene sed de conocer algo más que sus ojos físicos no pueden ver. Dios ha creado un vacío en cada ser humano que sólo Él puede llenar —un deseo de conocer a Dios. Todos necesitamos de Dios. Su sacrificio vicario incluye a toda la raza humana. La muerte y resurrección de Cristo fue para todos, y nosotros lo sabemos por la esperanza que ha sido depositada en nuestros corazones. Usted y yo podemos compartir esperanza con aquellos que carecen de ella, para que Jesús deposite en ellos la garantía de Sus promesas. La esperanza que tenemos aunada a la fe y se convierte en una promesa. Cuando aceptamos esta esperanza en nuestros corazones, la esperanza del mañana se convierte en una promesa. En 1 Juan 3:1-3 tenemos esta promesa:

Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.

Si usted ha perdido la esperanza, recupérela hoy; hay suficiente. Espero que por medio de este escrito sea motivado a vivir en esperanza. Como portador de esperanza, portador de Jesús, espero que mis palabras hayan traído aliento a su vida, pero sobre todo, la esperanza en Jesús de que el mañana será mejor que hoy porque en Él tenemos una promesa. Hay algo más allá de esta vida para los hijos de Dios. ¡Comparta esperanza, comparta a Jesús!

¡Así que, planifique sus vacaciones ahora! Prográmelas para el verano. Prográmelas para una fecha lejana y así tendrá algo que anticipar. Porque así como llegará la fecha de sus vacaciones, así también el cumplimiento de las promesas de Dios para nosotros.

Brian SuttonDirector Ejecutivo de DLD


Hace algunos años, me encontraba luchando por encontrar voluntarios para mi ministerio de niños. En un momento de claridad,

que siento vino de Dios, entendí que la solución a mis problemas había estado ante mis ojos cada domingo. Entendí que debía entrenar a los mismos niños de mi ministerio para servir. Este ha sido nuestro plan en los quince años que llevo en mi iglesia local. [Es maravilloso ver] que los jóvenes que ministran los domingos y miércoles en la iglesia son aquellos que comenzaron a servir de niños. Los niños anhelan el día en que tengan la edad suficiente para servir en el equipo de multimedia, en la guardería, y como asistentes de maestros. Nuestra meta es continuar entrenándolos para que sigan sirviendo. Ellos honran a Dios y bendicen a nuestra congregación cada domingo.

Hemos entendido que nuestra responsabilidad es desarrollar una actitud de servicio a temprana edad. Los ayudamos

a preparar tarjetas para los ancianos que están en los asilos, etc. Como grupo también participamos en un proyecto de la Mano que Ayuda para niños. Esta experiencia los bendijo grandemente al saber que ayudaron a otros en algún lugar del mundo. Recientemente recibimos noticias de un pastor en Kenia sobre el proyecto de construcción del jardín infantil en Rongai-Tuala, en el cual los niños de mi iglesia local apoyaron económicamente. Fue maravilloso ver sus expresiones de gozo al saber que habían sido parte de algo que estaba ocurriendo a miles de kilómetros de distancia.

Es mucho más fácil enseñarles a los niños a servir cuando son pequeños, que intentar entrenar a un adulto para el servicio. A menudo los niños ven el servicio como una especie de aventura, mientras que adultos lo ven como un sacrificio de tiempo y esfuerzo. Si inculcamos en nuestros niños el deseo de servir a otros desde temprana edad, es probable que continúen con esta práctica en su adultez.

Cuando los niños aprenden la importancia del servicio, aprenden a poner a un lado su interés personal y a enfocarse en las necesidades de otros. Comienzan a comprender que el mundo no gira alrededor de ellos. De hecho, tampoco alrededor de ninguno de nosotros. Jesús nos dio ese ejemplo a través de Su muerte.

Una vez ellos aprenden la importancia de servir, desarrollan también un mayor sentido de agradecimiento por las bendiciones que reciben. Yo estoy segura que apreciamos más nuestra casa, luego que salimos de servir como voluntarios en un centro para indigentes. El don de servir le enseña a los niños a cumplir los mandamientos de Jesús. Hay muchas organizaciones que tienen programas que le enseñan a los niños a ayudar a otros y a su comunidad. Los niños deben saber que a través de su servicio están sirviendo a Dios y honrando Su nombre. Jesús lo dijo claramente: «todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor...». Como

Melissa MinterPastora de Niños

Central Community Church


último, probablemente el mejor beneficio que se obtiene a través del servicio es la oportunidad de compartir el evangelio con otros. A menudo, las palabras acompañadas por un acto de servicio traerán convicción de salvación en la vida de una persona –se darán cuenta que necesitan al Salvador del mundo–.

Recuerdo que tenía en mi clase una niña que no entendía porqué debíamos compartir. En una ocasión preparamos bolsas con dulces y un pequeño juguete para los niños que visitaran la iglesia por primera vez. Ella lloró el día que hicimos las bolsitas, porque no quería compartir los juguetes. Así que, cada vez que hacíamos actividades de esta índole tenía que recordarle que es mejor dar que recibir. Pero aunque le costó entenderlo, estoy segura que lo aprendió. Hace unas semanas, tuve el privilegio de verla compartir su fe ante cientos de personas. Es probable que parte de su valentía es el resultado de un corazón que aprendió la importancia del servicio.

Familia y amigos

• Hacer el quehacer en la casa sin que se le pida

• Jugar con sus hermanos menores

• Ayudar a sus amigos con su tarea

• Limpiar el auto familiar o la cochera

Iglesia local

• Limpiar la iglesia

• Servir como saludadores, ujieres, miembros del equipo de adoración, etc.

• Ayudar a un anciano con el quehacer de su casa

• Ayudar a preparar una cena para algún estudiante universitario

• Hacer bolsas de regalos para las visitas a la iglesia y el ministerio de niños

• Hacer tarjetitas para las personas de la iglesia que están enfermas o en el hospital

Comunidad

• Recoger la basura de un parque local

• Preparar paquetes de atención básica para personas sirviendo en el ejército u otra agencia de servicio, tal como equipos médicos de emergencia, el departamento de bomberos u otras agencias de orden público

• Visitar un asilo de ancianos, y hacer tarjetas para cada persona que visitarán

• Permitir que los niños mayores planifiquen y celebren (con la ayuda y la supervisión de un adulto) una EBV (escuela bíblica de verano) en un parque local

• Pídale a los niños que recolecten víveres para un banco de alimentos o centro de indigentes. Ayúdelos a fijar una meta e idear maneras para promover el proyecto y recolectar artículos

Mundo

• Viajes misioneros (considere realizar viajes a áreas locales si quiere una opción de bajo costo)

• Recaude dinero para un proyecto misionero. Los niños pueden planificar y completar varios proyectos de recaudación de fondos. Este sería un momento perfecto para recaudar fondos para el proyecto misionero de la Mano que Ayuda para Niños, «Alcancemos». La ofrenda que recauden ayudará a comprar el equipo para el patio de recreo del orfanato y la escuela en Manipur, India

• Los niños también se pueden comunicar con los misioneros vía correo electrónico o enviando cartas de ánimo.

¡Algunas maneras que los niños pueden servir!Cuando le damos a los niños la oportunidad de servir a sus familias, amigos, iglesias

locales, comunidad y el mundo, les estamos enseñando a ser siervos de Dios.


se ha encargado de cambiar el campo misionero.

Es importante que al iniciar este tiempo de dádiva a través de los impulsos misioneros, tengamos en mente varias cosas. Primero, debemos recordar que la Gran Comisión es en realidad un llamado a las misiones mundiales. Es nuestra responsabilidad llevar el mensaje del Evangelio por doquier. Debemos compartir cómo la historia de Cristo ha cambiado nuestras vidas. Todo miembro ha sido llamado a compartir las Buenas Nuevas. Segundo, debemos entender que no todos podemos ir al campo misionero (a otro país) a llevar el mensaje. Entonces, ¿qué podemos hacer? Podemos compartir de nuestras bendiciones para bendecir a otros. Tercero, debemos tener en mente que estamos viviendo los días postreros y que muchos de nuestros hermanos alrededor del mundo están enfrentando persecución y adversidades.

Recientemente recibí noticias de Nepal que dicen que el precio de los materiales de construcción y la gasolina han aumentado más de cinco veces después del devastador terremoto que

azotó el área. Esta nación, por ejemplo, está experimentando una gran crisis económica, lo cual imposibilita aun las necesidades más básicas. En otras naciones, nuestros hermanos y hermanas sufren muerte. Y esta situación empeora cada día.

Finalmente, quiero recordarles que el 100 por ciento de la ofrenda misionera que usted envía a Misiones Mundiales va directamente al campo misionero. No se hacen deducciones para efectos administrativos, ni se pagan los salarios de las personas encargadas de supervisar el envío de los fondos al campo. Muchas otras organizaciones que recaudan fondos para misiones deducen sus gastos administrativos y los salarios de los ejecutivos, pero este no es el caso en la Iglesia de Dios de la Profecía. Por lo tanto, le animo a dar el 100 por ciento de su ofrenda misionera al campo.

Quiero compartir este último pensamiento en esta edición especial de misiones mundiales del Mensajero Ala Blanca. Les agradecemos profundamente cada centavo que envían para misiones. Por favor continúe ofrendando para que las personas alrededor del mundo

Nuevamente ha llegado el momento en el año en que debemos recaudar una ofrenda especial en nuestras iglesias locales para apoyar

a Misiones Mundiales. La mayoría de nuestros miembros están familiarizados con el impulso misionero de marzo y octubre. De hecho, es posible que lo conozcamos tan bien que olvidamos su importancia. Así que, creo que es muy buena idea que volvamos a reflexionar en el significado y propósito de Misiones Mundiales y las ofrendas misioneras de marzo y octubre.

Hubo un tiempo en la historia de nuestra iglesia que utilizamos términos como «misiones extranjeras». Con ello nos referíamos específicamente a los esfuerzos misioneros fuera de los Estados Unidos. Sin embargo, en los años más recientes el concepto «misiones» ha cambiado. Y también estamos conscientes que dentro de los EE.UU. se han realizado esfuerzos misioneros entre norteamericanos y entre personas que han emigrado. Algunas de estas personas son oriundas de países a los cuales hemos ayudado durante varios años. Lo cierto es que no cabe duda de que la diáspora

LA OFRENDA MISIONERA


escuchen el mensaje del Evangelio. ¡También necesitamos de sus oraciones! El Nuevo Testamento nos da varios ejemplos de cómo la oración fue un arma importante en la liberación de los apóstoles y otros que estaban presos. Estos rescates milagrosos no pudieron haber ocurrido sin la intervención del Espíritu Santo. Necesitamos orar por nuestros misioneros a nivel mundial para que Dios los proteja de la persecución, pero también por aquellos miembros y ministros que al presente se encuentran cautivos, para que sean puestos en libertad y protegidos de fusilamientos y bombardeos. Sólo Dios puede traer libertad en situaciones como ésta. Oremos por nuestros hermanos para que el Señor los ayude a permanecer firmes en la fe en medio de estas situaciones tan difíciles. En oración, y teniendo en mente cada uno de estos puntos, pídale al Señor un corazón dadivoso para los impulsos misioneros. ¡Ofrendemos con un corazón generoso, alegre y agradecido! ¡Ofrendemos para que más almas conozcan a nuestro Salvador –que tanto amamos!

David L. BrowderAlexander City, Alabama


Campamentos de niños y jóvenes en Ucrania

Noticias Internacionales

Estimados compañeros en la Cosecha: Saludos en Cristo. Este verano,

se celebraron dos campamentos en la propiedad de la Iglesia Emmanuil. El campamento de niños se celebró primero y contó con la asistencia de unos 100 niños, de los cuales 50 eran no creyentes. Fue una oportunidad singular para los niños conocer mejor a Dios. El objetivo del campamento fue enseñarle a los niños a vivir según los principios de Dios y practicarlos en su vida cotidiana. Se le enseñó a los niños sobre la salvación, el bautismo del Espíritu Santo, cómo orar por los enfermos, y el evangelismo. Por supuesto, no sólo hubo comida espiritual, sino otras cosas interesantes y atractivas como canciones, juegos, natación, talleres de manualidades, helados, fogatas nocturnas y más. Fue una oportunidad para los niños hacer amigos y aprender a aplicar verdades bíblicas a sus vidas. Algunos le pidieron perdón a Dios por

primera vez. Otros fueron bautizados por el Espíritu Santo y otros le oraron a Dios por primera vez.

Más de 250 jóvenes se reunieron para celebrar el campamento de jóvenes bajo el lema, «Las llaves del Reino». Cada noche experimentaron un tiempo especial de adoración y Palabra de Dios a través de ministros ungidos. Los mensajes los inspiraron a conocer a Dios, a vivir para Él y a vivir una vida sin pecado. Durante el campamento, muchos jóvenes renovaron su relación con Dios. Algunos oraron pidiendo perdón, otros fueron bautizados por el Espíritu Santo y otros entendieron por primera vez que Dios puede usarlos para evangelizar a los enfermos.

Durante los talleres de capacitación, los jóvenes aprendieron a orar por los enfermos, a predicarle a la gente de Jesús. El objetivo del campamento fue inspirar a los jóvenes a conocer a Dios

como su Padre, mostrarles que una vida en Jesucristo es maravillosa y enseñarles a servir a los demás.

Fue una maravillosa oportunidad para los jóvenes hacer nuevos amigos, adquirir nuevas experiencias y recibir visión y las herramientas de Dios para sus vidas y ministerios. ¡Creemos que las vidas de los niños y los jóvenes que asistieron a estos campamentos jamás serán igual! ¡Se convertirán en grandes siervos de Dios!

Gracias, Compañeros en la Cosecha, por su continua generosidad y apoyo a Ucrania. El ministerio de Ucrania está profundamente agradecido por su amor, aliento, oraciones y apoyo fiel. Las iglesias pueden ofrendar a las necesidades especiales a través de la ofrenda para proyectos especiales, o pueden aportar a través de «La Mano que Ayuda». Por favor, asegúrese de especificar el propósito de su ofrenda. Todas las donaciones son deducibles de impuestos y el 100% de su ofrenda será aplicado a la necesidad que usted especifique.

Si desea saber más sobre aportar para la ofrenda para proyectos especiales en Ucrania, póngase en contacto con la oficina de Misiones Mundiales.


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A todos nos encanta hacer apuntes. Tal vez sea resultado de vidas ocupadas o de cortos períodos de atención. Sin embargo, la realidad es que últimamente la gente prefiere condensar todo –se conforman con tener la información más importante–. Hay estudiantes que vacilan en el salón de clase y no es hasta que el maestro les dice que se preparen para un examen que realmente se interesan en poner atención.

El arte de resumir y repetir es una de las maneras de almacenar información en la mente. Recuerdo que durante mis años universitarios formé parte de la coral y salíamos a cantar a varios lugares, pero no sin una guía de consejos de cómo debíamos comportarnos en las casas donde nos hospedarían. Sin duda, era información que ya sabíamos, pero nunca estuvo de más que nos la volvieran a recordar antes de salir. Esto es precisamente lo que hace el apóstol Pablo al final de la epístola a la iglesia en Tesalónica. Él nos provee una lista de buenos consejos tanto a la iglesia como a cada individuo. No cabe duda de que este es un breve resumen de algunas de las mejores prácticas que encontramos en la Palabra. Es un excelente resumen.

«También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los

débiles, que seáis pacientes para con todos. Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos. Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. No apaguéis al Espíritu. No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno. Absteneos de toda especie de mal». — 1Tesalonicenses 5:14-22

La primera parte de este pasaje nos habla acerca de cómo debemos tratarnos unos a otros. Amonestar a los ociosos. Alentar a los de poco ánimo, y darles esperanza. Apoyar a los que lo necesitan. Tener paciencia con todos...¡no sólo las personas que nos agradan!

Pero he aquí la parte más difícil. Pablo no sólo nos está recordando lo que había dicho anteriormente –a no pagar mal por mal–, sino a no quedarnos de brazos cruzados sin hacer nada (v. 15). Debemos intervenir si vemos alguna injusticia. Por supuesto que es mucho más fácil hacernos de la vista gorda y esperar que Dios lo resuelva; pero el pasaje nos motiva específicamente a salir de nuestra zona de confort y hacer algo para bendecir a la iglesia. Por último, también nos da algunos consejos de aplicación personal.

Debemos orar sin cesar. Hay personas que se sienten aturdidas con la idea de que tenemos que orar sin cesar. En una ocasión escuché a un predicador decir que la mente y la boca deben siempre estar en un estado en

el que la oración nunca sea una interrupción. De manera que, usted y yo debemos vivir en un estado constante de oración.

Debemos dar gracias siempre a Dios por Sus bendiciones. Así como escribí en Gratitude Adjustment (Cambio de gratitud), la gratitud es un ingrediente clave para la felicidad del creyente. No se olvide de darle gracias a Dios por todas Sus bendiciones sobre su vida.

Pablo dice que como creyentes que abrazamos la llenura del Espíritu también debemos ejercer cuidado en cuanto a las profecías. Primero, debemos examinarlas antes de responder con escepticismo. Hay mucho que podemos decir al respecto, pero en resumidas cuentas el consejo del apóstol es que no debemos ignorar, pero tampoco debemos creer todo lo que dice la gente. La clave es: retener lo bueno y desechar lo que no proviene de Dios.

Así como con todas las instrucciones para la vida, sólo se podrán obtener beneficios cuando los oyentes las ponen por obra. Al momento de aplicar algún consejo, los oyentes generalmente miden este consejo contra la experiencia del instructor. Con esto en mente, obedezcamos el consejo paulino para que nos vaya bien en la vida.

DeWayne HambyEditor Administrativo

Una guía para el apóstol

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