00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado...

76
MUERTE DIGNA Y HOMICIDIO INDIGNANTE LA FILOSOFÍA EN AMÉRICA LATINA (II) LA IGLESIA CATÓLICA Y LOS DERECHOS HUMANOS LA ESCUELA AGUSTINIANA LE N.º 92, ENERO-MARZO DE 2009 A

Transcript of 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado...

Page 1: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

MUERTE DIGNAY HOMICIDIOINDIGNANTE

LA FILOSOFÍAEN AMÉRICALATINA (II)

LA IGLESIACATÓLICA Y LOS DERECHOSHUMANOS

LA ESCUELA AGUSTINIANA

LEN.º 92, ENERO-MARZO DE 2009

A

Page 2: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

sum

ari

oNUESTROSCOLEGIOS

RESEÑAS DEACTUALIDAD73LIBROS

74RINCÓN DE LA POESÍA

HISTORIA YLITERATURA

36LA FILOSOFÍA EN AMÉRICA LATINA (II)

45BTO. CONRADO RODRÍGUEZGUTIÉRREZ - 1901 † 1936

(2ª PARTE)

52BTO. JOSÉ MARÍA DALMAU REGAS - 1886 † 1936

59ALFONSO VI, EL BRAVO,REY DE CASTILLA Y LEÓN

ACTUALIDADEDUCATIVA Y PEDAGOGÍA

65AULA AGUSTINIANA DE EDUCACIÓN 2009

67JORNADASAGUSTINIANAS

4LA ESCUELA AGUSTINIANA. VIII. LA IGLESIA CATÓLICA

Y LOS DERECHOS HUMANOS

10PROFESORES, PROFESIONALES,EDUCADORES, EDUCADOS

16LA CIUDAD DE DIOS(LIBRO XIII)

23MUERTE DIGNA Y HOMICIDIO INDIGNANTE

30CIENCIA, RELIGIÓN Y ÉTICA

Page 3: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

LA ESCUELA AGUSTINIANA

LEN.º 92, ENERO-MARZO DE 2009

Director: Francisco Navas PlataSecretario: Carlos R. Alonso GarcíaE-mail: [email protected]: Provincia Agustiniana Matritense.Islas Hébridas, 57 - 28035 Madrid.Imprime: Método Gráfico, SL.C/ Albasanz, 14 bis, 1ª planta, naves A y B.28037 MadridISSN: 1577-7197Depósito Legal: M.7.483-1978

E D I T O R I A L

EN este tiempo de descanso y vacaciones de Semana Santa, llega anuestros colegios y hogares esta nuestra revista agustiniana. Estetiempo primaveral y pascual nos invita a todos a vivir con alegría yconfianza nuestra tarea de educadores como padres y como profe-

sores, siempre abiertos al diálogo y a la búsqueda constante en nuestra socie-dad y en nuestro interior.

Seguimos celebrando los 60 años de la Declaración Universal de losDerechos Humanos y hoy proponemos para la reflexión el inmenso esfuerzoque hace la Iglesia Católica para que estos derechos humanos se hagan reali-dad en nuestro mundo. Los Evangelios demuestran y constatan que Cristo fueen acérrimo defensor de los derechos humanos; defendió con valentía losderechos de los más pobres y marginados. Durante los tres primeros siglos laIglesia no se cansó de reivindicar los derechos humanos enfrentándose a laspretensiones del poder imperial. El Papa Paulo III defiende abiertamente ladignidad humana, la libertad y otros derechos de los indios, al tiempo quecondena rotundamente la esclavitud a la que están siendo sometidos los ame-rindios. Después de algunas etapas oscuras en la historia de la Iglesia apare-ce la encíclica Pacem in terris de Juan XXIII que considera que la Declaraciónde los Derechos Humanos tiene algunos extremos discutibles, pero piensaque tiene que ser considerada como el primer paso hacia la organización jurí-dico-política de la comunidad mundial. Destacamos el discurso que BenedictoXVI pronunció ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en abril de2008 titulado: “Proteger los derechos humanos, base moral de las naciones”.Afirma el Papa que los principios fundamentales de la Organización expresanlas justas aspiraciones del espíritu humano y constituyen los ideales que debe-rían estar subyacentes en las relaciones internacionales.

La muerte provocada de la joven italiana Eluana, después de haber per-manecido varios años en coma, como consecuencia de un accidente de tráfi-co, ha puesto de actualidad en todos los medios de comunicación del mundoel tema de la eutanasia. La joven murió cuando los médicos suspendierontotalmente su alimentación e hidratación, con autorización de los tribunales apetición de su padre y con la oposición del gobierno italiano. Tras una durabatalla legal se ha impuesto la maquinaria administrativa y judicial del Estadopara acabar con vidas humanas indefensas. En torno a la eutanasia estánenfrentados dos mundos que conllevan dos visiones opuestas e incompatiblesdel ser humano, ante un problema antropológico básico, el de cómo afrontarla muerte humana, que no entiende de naciones ni fronteras. Un mundo quesupone la eutanasia un derecho, incluso cuando en el código penal esté tipifi-cado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista ysocialista. Y otro que la considera una forma de homicidio, aunque esté per-mitida por la ley, que es la posición defendida por la cultura tradicional euro-pea y cristiana. Ambos mundos tienen una actitud diferente a la hora de afron-tar el sentido del dolor y el sufrimiento humano, sobre todo si es ajeno, acti-tud que tiene dos variantes fundamentales: la misericordia y la crítica. Losesfuerzos por cuidar heroicamente a los enfermos de tantos profesionalessanitarios no son superfluos pueden servir de ejemplo para valorar lo impor-tante que es la vida humana.

Francisco Navas Plata

3Núm. 92 L.E.A..

AEDITORIAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3

ACTUALIDAD EDUCATIVA Y PEDAGOGÍALa Escuela Agustiniana, VIII. La Iglesia Católica y los Derechoshumanos, Gabriel González del Estal . 4

Profesores, profesionales, educadores, educados, Emilio Martín Palacios . . . 10

La Ciudad de Dios (Libro XIII), Grupo San Alipio . . . . . . . . . . . . . . 16

Muerte digna y homicidio indignante, Juan Antonio Martínez Muñoz . . . . . . 23

Ciencia, Religión y Ética, Isaías Díez del Río . . . . . . . . . . . . . . 30

HISTORIA Y LITERATURA

La filosofía en América Latina (II), Avelino Abad Mora Meza . . . . . . . . . 36

Beato Conrado Rodríguez Gutiérrez 1901 † 1936 (2ª parte),Modesto García Velasco . . . . . . . . . . 45

Bto. José María Dalmau Regas, 1886 † 1936, Jordi Amat Teixidó . . . . 52

Alfonso VI, el Bravo, Rey de Castillay León, Jerónimo Paredes González . . 59

NUESTROS COLEGIOS

Aula Agustiniana de educación 2009,Profesoras del Colegio Los Olivos . . . . 65

Jornadas Agustinianas,Modesto García Grimaldos . . . . . . . . . . 67

RESEÑAS DE ACTUALIDAD

Libros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73

Rincón de la Poesía . . . . . . . . . . . . . . 74

Page 4: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

73Núm. 92 L.E.A.

interpersonal debe basarse princi-palmente en el conocimiento de unomismo y de las personas en forma-ción, en una determinación de pro-gresar, en un esmero en el trato conesas personas y en la búsqueda deléxito.

En una segunda parte la autorase centra en la acción. Una acciónproactiva que encuentre, indepen-dientemente del tiempo o del am-biente, la forma de avanzar confor-me a los principios que se han tra-zado. La acción deben dotarse decreatividad ya que ésta surge cuan-do se dan dos condiciones básicas:seguridad y libertad psicológica.Por lo tanto, si se está pensando yactuando creativamente se está encamino y caminado.

Por último, ante la aparicióninevitable de dificultades, se propo-ne un entrenamiento en el dominiode las emociones, para lograr elcorrecto equilibrio. De esta forma,el compromiso, evaluado puntual-mente, podrá conducir al entusias-mo en la profesión. Un compromisoque sea deudor de una ética mun-dial, sabiendo que se poliniza, comola abeja, para quien lo necesite, estoes, para todos.

Guillermo Rosón

MATEMATICA INCLUSIVA.PROPUESTAS PARA UNAEDUCACIÓNMATEMÁTICA ACCESIBLEAlsina, Ángel y Planas, NuriaNarcea, Madrid 2008. 172 pp.

Nuestra sociedad tiene la obliga-ción de garantizar el acceso a unaeducación matemática de calidadpara todo el mundo y, con ello,avanzar en la mejora de las condi-ciones de ciudadanía. Matemáticainclusiva. Propuestas para una edu-cación matemática accesible pre-tende ser un instrumento de ayudaen la consecución de este objetivo.

A lo largo del libro se proponenformas de reconstruir la relación delas personas con las matemáticas através de diversos principios funda-mentales de la educación matemáti-ca: el pensamiento crítico, la mani-pulación de materiales, el juego y laatención a la diversidad.

Una educación matemática ba-sada en estos principios tiene quedestacar, a su vez, los principiosmás generales de contextualizaciónen los lugares donde se llevan acabo las prácticas: globalización delos grupos de conocimiento impli-cados y personalización de los con-tenidos matemáticos en función dela especificidad de cada persona.

Unos y otros principios se abordande forma interrelacionada y en basea experiencias validadas de aula.

Ambos autores han parificado endiversos proyectos de investigaciónsobre el aprendizaje de las matemá-ticas y han divulgado su pensa-miento a través de numerososlibros y artículos, y en múltiplesactividades de formación perma-nente.

Carlos R. Alonso

EDUCAR ES CREER EN LA PERSONASánchez Rossini, Mª AugustaNarcea, Madrid 2008.

Un punto de partida: ¿Qué hacela abeja? Efectivamente su laboresencial es elaborar miel, pero muypor encima de ello, sin darse cuen-ta, poliniza. Lo cual es más impor-tante que lo primero, al menosdesde un punto de vista más global.Un profesor enseña, pero ante todo,aún sin intención, también “polini-za”, provocando que algo nazca ensus alumnos.

Desde aquí la autora desarrollauna serie de reflexiones, surgidasdespués de más de treinta y cincoaños de labor docente, con el deseode establecer un diálogo con losprofesores, maestros y educadoresen general. Reflexiones culminadascon sugerencias prácticas que, sinduda, dicha experiencia ha probado.

El autoconcepto y la autoestimaasí como la construcción y el cuida-do de ambos es el inicio del camino.El educador debe estar presente enese proceso, sin escatimar esfuerzoy menos aún sin evadirse centrán-dose en la transmisión de concep-tos académicos. Así, un programaclaro de crecimiento personal e

L I B R O S

Page 5: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

74 Núm. 92L.E.A.

R I N C Ó N D E L A P O E S Í A

Todo empezó con un corazón rotoDividido en mil pedazos,E intentando recoger sus retazosEn ese momento el mundo se venía encima,Y los sentimientos Habían caído desde la cima.

Pero aparece ella,Y, con ella,Promesas bajo las estrellas.Pero tenía dueñoY me tuve que conformar viéndola en sueños.Éstos se convertían en pesadillas,Las promesas en mentiras.

Los días pasaban, En la relaciónNadie hablaba.Hacia la felicidad , buscaba,la transición.No tenía fuerza, he de ponerme el armazón,No puedo luchar más contra el amor.Mis sentimientos caían en una botella de ron,Se disolvían y ¡PLAF! desaparecían.He intentado subir paredes.He intentando llegar a cumbres.Y no encuentro un prado de claveles,Sino un lugar oscuro y lúgubre.

Desde el sueloMiro hacia arriba, miro al cielo.Veo el sol y a mi abuelo.Vuelvo a mirar,Veo la tempestad y las nubes.

Los pájaros me dicen "ven, sube".Mi alma hacia arriba, mi peso hacia abajo.Podría coger un atajoY caer en la muerte.Pero tengo suerteY caigo en la misma atmósfera.Y es que quiero salir, quiero evadirmeDe este mundo que me rodea.Quiero irA otro mundo que nadie veaLos problemas que me invaden,Que me atribuyen cualidades que no son mías,Que nadie seaEsa persona que daño y cicatriz hacía.Que sea esa personaQue un mundo feliz haría.

Abro los ojos y me encuentro en ese lugar quequería.

Veo un beso que sale de tus labios,Que cruza el radio y el extrarradioDel espacio de separaciónQue hay entre los dos.Me doy cuenta de que es belloComo una flor, y con elloLa adquisición de un valor,Un valor nuevo, EL AMOR.

Javier Reyes Vicario1.º Bachillerato

Colegio Los Olivos (Málaga)

Page 6: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

36 Núm. 92L.E.A.

55.. EENN TTOORRNNOO AA UUNNAA FFIILLOOSSOOFFÍÍAAAAMMEERRIICCAANNAA

Samuel Ramos publicó un libro tituladoEl perfil del hombre y la cultura en México.Con él pretendía dar una explicación de cómose debería interpretar la cultura mejicana.Pero ese ensayo no tuvo éxito, más bien fueinterpretado como si se tratase de un librode literatura. La filosofía para ellos, los meji-canos, era un simple juego de palabras quepertenecían a otra cultura (Europa). Aquellafilosofía de la que pretendía hablar SamuelRamos, no la entendían sus coterráneos,pues, esa no respondía al sentido común desu cultura.31

Otro intento se sucedió más tarde de lamano de Francisco Romero, argentino, éste

quería suscitar una filosofía que correspon-diera con la realidad latinoamericana. El pro-yecto, al parecer, tuvo éxito. Y, a través de suprimera publicación en un artículo tituladoSobre la Filosofía en Iberoamerica, fueronnaciendo escuelas donde se estudiaba dichosaber, y de esta manera fue creciendo el inte-rés por la filosofía.

Ahora bien, el problema se presenta cuan-do partimos del hecho de que se quiere for-mar una filosofía latinoamericana a partir deuna cultura latinoamericana. “...Podrá existiruna filosofía Americana si existe una CulturaAmericana de la cual dicha filosofía tome sustemas. De que exista o no una culturaAmericana, depende el que exista o no unaFilosofía americana”.32 No obstante, y en últi-ma instancia, el simple hecho de preguntar-se por una cultura americana o no, es yahacer filosofía, pues, como es sabido, la filo-sofía responde a las cuestiones que se pre-gunta el hombre y eventualmente, en estecaso, se pregunta por una cultura america-na; la respuesta, sea positiva o negativa, laha de dar dicha filosofía.

Tal vez América no había formulado supropia filosofía ya que vivía de la despensade Europa, es decir, vivía con la misma filo-sofía que se estudia y práctica en Europa.Pero surge ahora la necesidad de una filoso-fía americana ¿por qué? El hombre america-no se esta dando cuenta de qué puede exis-tir un saber americano, partiendo de suspropios problemas, y es más, se esta dandoel caso de que la filosofía europea no estarespondiendo a su actual tiempo, es decir,esta fallando. El hombre americano ya no se

H I S T O R I A Y L I T E R A T U R A

La filosofía en América Latina (II)Avelino Abad Mora Meza

31. JORGE J.E. GRACÍA E IVÁN JAKSIC, Filosofíae identidad cultural en América Latina, ed.Monte Ávila, Caracas 1988, p. 187.

32. Ibidem., p. 188.

(Continuación del artículo del número anterior)

Page 7: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

37Núm. 92 L.E.A.

encuentra seguro buscando apoyo en dichafilosofía, ahora quiere la suya.

Ahora bien, el filósofo americano tiene queempezar a plantar su propia filosofía, es decir,a organizar y reestructurar su pensamiento.Esto no equivale a formular nuevos concep-tos, no. Quiero decir que, en su nueva plan-tación, con semilla americana, ha de coger lode su propia casa, de sus propias culturas ehistoria, de sus propios problemas e intere-ses. “...En una palabra, se plantea el proble-ma de la existencia o inexistencia de ideaspropias de América, así como el de la acep-tación o no de las ideas de la Cultura Europeaahora en crisis. Más concretamente, el pro-blema de las relaciones de América con lacultura europea, y el de la posibilidad de unaideología propiamente americana”.33

Así pues, se plantea el problema de unarelación entre América y el Viejo Continente.Una relación que inexorablemente esta pre-sente en la cultura americana, es decir, la cul-tura europea ha influido notablemente en lacultura americana. No obstante, hay quienesponen entre dicho dicha relación diciendoque: América sólo ha asimilado de Europa latécnica, esto significa rechazar el influjo delpensamiento o filosofía europea en los pue-blos americanos. De ser así, cabe una filoso-fía americana, partiendo del pensamientoindígena. Pero este pensamiento no respon-de al actual americano-europeo.

Pero lo cierto es que el pensamiento ame-ricano actual de los últimos siglos es here-dero de un buen pensamiento europeo, aun-que ahora este en crisis. La crisis europeaafecta a América, pues somos herederos dedicha cultura. América es verdaderamentereflejo de la cultura europea. Pero apuntamoslo siguiente: lo que caracteriza al pensamientoamericano es que adoptamos las ideas, pen-samientos, formas, maneras etc., etc., perono nos adecuamos a su misma concepción.

Hay algo en el pensamiento americanoque, aunque sea “copia” de Europa, se dife-rencia notablemente y toma un cariz propio.“Lo que nos inclina hacia Europa y al mismotiempo se resiste a ser Europa, es lo propia-mente nuestro, lo americano [...]. El mal estáen que queremos adaptar la circunstanciaamericana a una concepción del mundo queheredamos de Europa, y no adaptar esta con-cepción del mundo a la circunstancia ameri-cana. De aquí que nunca se adopten las ide-as y la realidad”.34

De forma simple y en tono burlón, sin quetrascienda hacia malos entendidos, América

es la idealización de Europa. En el NuevoContinente, el Viejo continente desarrolló yexpresó lo que en su propio terreno ya nocabía. En América, Europa plasmó sus nue-vas ideas, ideas no aceptadas en la mismaEuropa. Lo que se podía hacer y decir enAmérica servía como una critica a la mismaEuropa por cerrarse a nuevas ideas. “Américafue presentada como la Idea de lo que Europadebía de ser. América fue la utopía de Europa.El mundo ideal conforme al cual debía reha-cerse el viejo mundo de Occidente. En unapalabra: América fue la creación ideal deEuropa”.35 América fue, por así decirlo, elconejillo europeo y no de indias, en el cual elViejo Continente realizó e impuso su nuevaforma de pensar. América experimentó lasnuevas ideas de Europa. América fue el pro-yecto de Europa, pero no fueron sus propiosproyectos, no fueron sus ideas lo que hizo laAmérica actual, fue Europa quien hizo deAmérica, la actual América.

Al parecer, el americano se esta dandocuenta que sus actuales ideas no se corres-ponden con las ideas que les impusieron loseuropeos. Se está levantando del letargo enque estaba sumergida, la América de los indí-genas, que se “europeizó” con la coloniza-ción de dicho continente está queriendo serella misma, americana pura. Pero no obs-tante, se siente con una tradición a sus espal-das a la que no puede ignorar por completo,y que en última instancia no es suya.

Así pues, surge el problema actual ameri-cano. Se quiere ser americano de pura cepa,pero tropieza con su herencia, la cultura euro-pea, o dicho de otra forma, tropieza con suspropias raíces intelectuales procedente deEuropa. Otro problema circundante es que,

33. Ibidem., p. 189-190.

34. Ibidem., p. 192-193.

35. Ibidem., p. 195.

Page 8: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

38 Núm. 92L.E.A.

se puede decir que, hay dos Americas:América del Norte y la América del Sur, la his-panohablante.

Por un lado América del Norte rechazasentirse doblegada a la cultura europea y tra-ta de perfeccionar, lo que ya existe en su pro-pio territorio, que no deja ser herencia euro-pea. Pero la perfección la ha llevado a cabo o,la esta llevando a cabo a base de técnicas,quieren superar, y de hecho lo están logran-do y tecnificar todo. Pero esto no respondemás que a técnicas de instrumentos y no a lacultura-intelectual.

Las nuevas técnicas, americanas, no res-ponden a los problemas culturales existen-tes, en un país tan diverso, ya que las nuevastecnologías no solucionan los problemas, noresponden a las cuestiones más fundamen-tales del hombre, como por ejemplo, la exis-tencia. Y por otro lado se encuentra laAmérica Latina, la América hispanohablante.Esta sí se ha doblegado, no sólo al europeosino también al americano del norte. “No sólono trata de ocultar su sentimiento de inferio-ridad, sino que lo exhibe auto denigrándose.Lo único que ha tratado hasta hoy ha sidovivir lo más cómodamente a la sombra deideas que sabe que no le son propias. Lo queimporta no son las ideas sino la forma comovivir de ellas”.36

No obstante, cabe resaltar que, el desper-tar de los americanos, sobre todo de los his-panohablantes de México, Argentina, Chileetc., no es reivindicar una cultura propia-mente del continente americano, más quedecir que existe una cultura o un pensamientopropiamente americano, en el fondo, y nomuy en el fondo, se trata de desplazar o, eli-minar todo aquello que es ajeno a sus idea-les, es decir, se quiere eliminar lo europeo,

pues se sienten inferiores, y con ello tratande quitarse de encima el sentimiento que losaflige, la inferioridad. No obstante, el ameri-cano hispanohablante se sabe heredero deEuropa, sabe que su cultura más que pro-piamente americana es ante todo europea,con sus pequeñísimas variantes. “De Europatenemos el cuerpo cultural, lo que podemosllamar el armazón: lengua, religión, costum-bres; en una palabra, nuestra concepción delmundo y de la vida es Europa. Desprendernosde ella seria desprendernos del meollo denuestra personalidad”.37

Cabe resaltar que, eventualmente y deter-minantemente, somos herederos de la cultu-ra europea, pero tenemos nuestra propia cul-tura, la que nos diferencia de ellos y no noshace ser iguales. En última instancia, Américaya puede desarrollar su propia forma de pen-sar ¿alguna vez la dejó? Tiene que poner enmarcha sus nuevos ideales, sin rechazar, cla-ro esta, a su madre, Europa.

Ahora bien, la filosofía europea que atañeinexorablemente a lo que podemos llamarfilosofía americana, es en última instancia, lamisma. Pero el sello americano se encuen-tra en que, a esos problemas como son: elalma, Dios, el mismo hombre como ser derazón y capaz de Dios, la vida, etc., etc., res-ponderá desde su propia circunstancia, des-de su propio punto de vista, desde su mane-ra particular y especial de vivir. Sonproblemas universales (Dios, hombre, vida),a los que tratará de responder la filosofíaamericana, pero la diferencia entre los dosContinente sería en última instancia, la cir-cunstancia propia de América.

¿Cuál sería el punto de partida de una filo-sofía americana? Ya lo hemos dicho antes, lahistoria y sus propias circunstancias. La filo-sofía americana dentro de sus propias cir-cunstancias tendría que, partir de su singulary particular historia, que también esta mar-cada o, por lo menos un periodo de ella, delo europeo.

América tiene que empezar a conocer supropia historia, no puede vivir al margen deella, pues quien desconoce su propia historia,desconoce sus propias raíces, desconoce suexperiencia particular de vivir la vida. “La his-toria forma parte de la circunstancia del hom-bre: le configura y le perfila, haciéndole capazpara unas determinadas tareas e incapaz paraotras...”.38

Otro foco de luz para la formulación deuna propiamente filosofía americana puedepartir del hecho de que actualmente Europa

H I S T O R I A Y L I T E R A T U R A

36. Ibidem., p. 196.

37. Ibidem., p. 197.

38. Ibidem., p.200.

Page 9: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

39Núm. 92 L.E.A.

esta pasando por una crisis de ideales, unacrisis de valores. La cultura europea seencuentra con problemas muy serios a loscuales la filosofía americana puede servir demucho ¿cómo? “América, dado su particu-lar posición, puede aportar a la cultura lanovedad de sus experiencias todavía noexplotadas [...], América no debe pretendenen erigirse en directora de la CulturaOccidental; lo que debe pretender es hacerpura y simplemente Cultura. Y esto se hacetratando de resolver los problemas que se leplanteen desde su propio punto de vista, elamericano”.39 Y éste sería, si se puede llegara llamar así, un segundo punto de partida dela filosofía americana.

“Una filosofía americana deberá iniciar éstasu tarea, que consiste en buscar los valoresque sirvan de base a un futuro tipo de Cultura.Y ésta su labor tendrá como finalidad la desalvaguardar la esencia humana, aquello porlo cual un hombre es un hombre”.40

66.. ¿¿HHAAYY UUNNAA FFIILLOOSSOOFFÍÍAAIIBBEERROOAAMMEERRIICCAANNAA??

Por todo lo dicho anteriormente, en líne-as más arriba, cabe decir que, hasta ciertopunto, una filosofía latinoamericana con uncuerpo como la de Europa, no. No obstante,se están dando los pasos para que haya unafilosofía latinoamericana, sin olvidarnos,eventualmente que, ella, arrastraría en sus“definiciones” un poco o mucho de la filoso-fía europea.

El afirmar que se están dando los pasospor dicha filosofía, lo atestiguan los muchoslibros publicados a lo largo de éstos últimosaños y el interés de muchos por el saber filo-sófico. Pero como nos dice el libro, la pala-bra filosofía es “multivoca”; tiene muchossignificados o, a ella se le atribuyen de formaequivoca significados que nada tienen quever con el propio saber. Así, se habla de filo-sofía en sentido más corriente como de unsaber, sobre todo, espontáneo, “...ingenua,en oposición a la filosofía critica, fundada yque es el resultado de un acto de madura yconsciente reflexión”.41

Se distingue, pues, de una, por así lla-marlas, filosofía del vulgo, de lo más corrien-te, y de una que sí es filosofía y que es refle-xión de un saber especializado. También hayque distinguir éste saber de las preocupacio-nes estáticas, políticas y sociales etc. Caberesaltar que, la filosofía en éstos tres ámbitosmencionados juega un papel, pero equivoca-

do. “La filosofía no tiene, en ninguno de ellos,jurisdicción propia; ninguno se plantea pro-blemas filosóficos movido por intereses filo-sóficos”.42

“...Será filosofía aquella meditación quepor su tema, su alcance y su sentido se mue-va dentro de lo que se entiende tradicional-mente por filosofía, para usar una expresiónun tanto general pero que se ajusta a lo quequeremos significar sin arrojarnos a la com-plicada y discutible determinación de la esen-cia de la filosofía. En otras palabras, habráfilosofía cuando se medite en función de lofilosófico y no se ponga tal actividad al ser-vicio de intereses y preocupaciones políticas,literarias, etc.”.43

En Iberoamerica se ha tomado, a la filo-sofía, como un arte, como una nueva retóri-ca que ayuda a toda clase de discurso espe-cialmente político. Esta mala concepción dela filosofía ha hecho estragos para queIberoamerica realice una filosofía estricta-mente original que se ocupe de las cuestio-nes fundamentales del hombre y de sus pro-pias circunstancias. No obstante, esta malaconcepción de la filosofía ha terminado y asílo demuestran los muchos escritos surgidosa lo largo de estos últimos años.

“Cinco etapas pueden distinguirse en elproceso que va desde las culturas indígenashasta la futura formación de una concienciafilosófica genuina y propia”.44

La primera etapa se desarrolla en las cul-turas indígenas que, también tenían su pro-pia “filosofía”, la filosofía del vulgo, como lahe llamado, así lo hemos visto en las prime-ras páginas de este trabajo. Su filosofía notiene nada que ver con la idea de mundo quese tiene en el Viejo Continente.

39. Ibidem., p.204-205.

40. Ibidem., p. 205.

41. Ibidem., p. 212.

42. Ibidem., p. 213.

43. Ibidem., p. 214.

44. Ibidem., p. 216.

Page 10: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

40 Núm. 92L.E.A.

Una segunda etapa ocurre con la coloni-zación que “sufrió” las tierras y pueblos ame-ricanos. Los conquistadores impusieron a losindígenas “domesticados” un pensamientomás bien religioso, y no teórico o como medi-tación de la realidad.

La tercera etapa ocurre con la tambiénimpuesta “escolástica”. Pero esta fue burla-da de forma clandestina con la llegada denuevas ideas procedente de Descartes,Gassendi, Locke, etc. Esta clase de filosofía(escolástica) se desarrolló, sobre todo, en losconventos y monasterios. Aquí juega unpapel muy importante el positivismo. “Lagran misión histórica del positivismo con-sistió en sacar las cuestiones filosóficas delos conventos a la calle, en quitarle a la filo-sofía el carácter esotérico que tenía y darleun carácter laico y abierto a las preocupacio-nes del ahora. Con el positivismo, el libre exa-men de las circunstancias filosóficas se con-virtió en una realidad”.45

Con la llegada del positivismo que tam-bién hizo estragos, Iberoamerica se acercó ala filosofía europea, pero también perdió sucarácter (positivismo) al llegar a las tierrasamericanas , al confundirlo, con sobre todo,la política. Este es el punto de partida de lacual pasamos a la cuarta etapa.

La cuarta etapa se caracteriza por el influ-jo de la filosofía europea, más sobre todo,de todas las corrientes surgidas de dichocontinente. Esas corrientes de pensamiento(racionalismo, idealismo, psicologismo, etc.,etc.), influyeron notablemente en la AméricaLatina pero de forma, si se me permite decir-lo, equivocada; no por los europeos, sinomás bien por los propios americanos, que

inmediatamente mezclaron dichos saberescon la política.

Pero estas concepciones de la filosofíaeuropea, que tomaron otro cariz al llegar aAmérica se justifica por lo siguiente: “Iberoa-mérica tenía entonces problemas prácticostan urgentes como la organización política,económica y educacional que no podía dar-se el “lujo” de la meditación desinteresada.Alberdi lo expresa muy bien cuando escribeen 1841 que la dirección de nuestros estu-dios será más que en el sentido de la filoso-fía especulativa, de la filosofía en sí, en el dela filosofía de aplicación de la filosofía posi-tiva real, de la filosofía aplicada a las institu-ciones sociales, políticas, religiosas y mora-les de estos países...”.46 Pero también éstaetapa se caracteriza por la liberación de lafilosofía de las instituciones como puedenser: la política, la religión y de las institucio-nes sociales etc., etc.

La filosofía es valorada ya no a la medidade dichas instituciones, sino más bien, a lamedida de su calidad como saber critico. Es,ya, una filosofía propia que, abarca a todo elhombre, el universo y Dios. Es, ya, una filo-sofía que se ocupa de las cuestiones funda-mentales del hombre, de su vida, de la vida.

Una vez sucedida dicha liberación,América Latina se abre camino hacia nuevoshorizontes; camina, ya, hacia nuevos rumbosde pensamientos filosóficos. “La filosofía halogrado, de tal modo, un puesto en las acti-vidades habituales de la vida cultural iberoa-mericana”.47

Todo el bagaje cultural que está viviendoAmérica con respecto a la filosofía nos indi-ca que sí hay un clima filosófico que estácalando en la sociedad. No podemos afirmarque hay ya una filosofía propiamente ameri-cana. Lo que sí podemos afirmar es que exis-te un clima “calido” favorable y que estáechando fuertes raíces. El no afirmar una filo-sofía totalmente americana se debe a que,todavía se está viviendo bajo el peso del pen-samiento europeo. “Hasta el presente la filo-sofía iberoamericana equivale a la suertecorrida por el pensamiento europeo en nues-tra América. Es cierto que las corrientes filo-sóficas europeas adquieren en este suelomodalidades propias y que quizá por esa víase llegue en el futuro a una concepción ibe-roamericana, paro hasta ahora no se ha com-pletado el proceso de digestión necesariopara que surja tal concepción propia, aunqueenraizada en la cultura Occidental”.48

H I S T O R I A Y L I T E R A T U R A

45. Ibidem., p. 217.

46. Ibidem., p. 218.

47. Ibidem., p. 220.

48. Ibidem., p. 221.

Page 11: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

41Núm. 92 L.E.A.

La quinta y última etapa es “la etapa aúnno alcanzada”. Hablaré de las característicasde esta etapa, pues no podemos anticiparnosa algo que aún no sucede, pero que esta apunto de suceder.

En países como México, Argentina, Chile,etc., se está estudiando las característicasque debe tener la filosofía americana. Paraello se está intentando “señalar temas con-cretos, direcciones fijas, caracteres anticipa-dos” etc. Pero dentro de estos pasos, posi-blemente se pueda caer fácilmente en uncírculo cerrado prestando atención sólo y úni-camente a lo iberoamericano, olvidando lofilosófico.

No nos alejaremos de la realidad de estaspreocupaciones, pues, es nuestro el deseode una filosofía propiamente americana. Elmero hecho de proponerse un saber propia-mente americano, conlleva muchos proble-mas tales como: fijar conceptos, que posi-blemente no abarquen toda la realidad quese pretende; límites, sin tomar en cuenta aciertos países; un lenguaje, etc., etc.

De ser así nunca surgirá un saber propia-mente filosófico y auténticamente americano.Sí se me permite, será más que nada y antetodo, un saber “ficticio”, carentes de verda-deros planteamientos, se olvidará de los pro-blemas naturales de los pueblos americanos.“La filosofía de un determinado país o épocaes una consecuencia de la idiosincrasia de susautores y no el resultado de una labor que serealiza con el deliberado propósito de teneruna concepción original o propio”.49

La pretensión de lo Iberoamericano, es loque está “obstruyendo” el paso a un saberverdaderamente filosófico-latinoamericanoque caracterice a América. Así, pues, paralograr esa tarea, lo que hay que hacer es pri-mero y ante todo, filosofía, después, los deIberoamericano, vendrá por añadidura.

77.. EELL PPUUNNTTOO DDEE CCOOMMIIEENNZZOO DDEE LLAA FFIILLOOSSOOFFÍÍAALLAATTIINNOOAAMMEERRIICCAANNAA

Dependiendo de qué dirección tomemosnos inclinaremos por una u otra línea, esdecir, con la idea de filosofía con la que par-tamos. “Si lo hacemos con una idea excesi-vamente restrictiva y academicista, situare-mos el inicio de la filosofía en América en elmomento de la emancipación política, o qui-zá en un texto de Fray Alonso de la Vera Cruz(1554, México)”.50

Sin embargo, hay que tomar en cuenta lodicho en las primeras páginas de este resu-men. Me refiero a las culturas incas. Aunqueno se puede hablar específicamente de unafilosofía academicista, sí cabe hablar de unpensamiento pre-filosófico, sobre todo de lasculturas más importantes, de las cuales mehe hecho eco en las primeras páginas.

Partiendo de estos dos presupuestos, ten-dríamos que inclinarnos por el segundo,puesto que, cabe hablar de un pensamientoincaico o de un pensamiento maya. Aunquesus cosmovisiones son diferentes a las deEuropa, cabe decir que, para ellos eran ver-daderos y suficientemente válidos “conoci-mientos”, para representar o explicarse el ori-gen del mundo, la existencia de dioses y delhombre. Pero también hay que reconocerque, éste pensamiento no representa y noidentifica a la actual América.

Por ello, buscaremos el inicio de un saberfilosófico latinoamericano, a comienzos delsiglo XIX. ¿Por qué? A inicios de éste siglo,América despierta y es más consciente deque hay algo que la caracteriza y la diferenciade Europa. No obstante, y sin embargo, estáes una filosofía, que por así decirlo, marginaa la anterior, es decir, a la pre-colombina, enúltima instancia, a las incaicas. No obstante,el autor del libro, Carlos Beorlegui, se incli-nará por situar el inicio de la “FilosofíaAmericana” en la época pre-colombina quehan dejado por escrito constancia de susespecificas cosmovisiones.51

49. Ibidem., p. 222.

50. CARLOS BEORLEGUI, p. 52.

51. Ibidem., p. 52-51.

Page 12: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

42 Núm. 92L.E.A.

88.. EETTAAPPAASS OO FFAASSEESS DDEE LLAAHHIISSTTOORRIIAA DDEE LLAA FFIILLOOSSOOFFÍÍAALLAATTIINNOOAAMMEERRIICCAANNAA

Según autores, dependiendo de la con-cepción filosófica que tengan, partirán o bienpor una filosofía universalista o una regiona-lista, de esta manera situarán las etapas dedicha filosofía. Beorlegui, siguiendo su crite-rio personal, coincidirá en unos aspectos conunos y en otros aspectos con otros. Así, él,dividirá las etapas de la historia de la filoso-fía latinoamericana en cuatro fases que sonlas siguientes:

1. La primera época de esta historia estáconstituida por la época pre-hispana o pre-colombina.

2. La segunda época está constituida porlos tres siglos de presencia hispana, épocade la Colonia, desde 1492 a comienzos del s.XIX, cuando se produce la emancipación polí-tica. Este periodo se caracteriza por otras tresetapas a saber:

A) El primer periodo comprende desde elaño 1492 a 1553, estaría constituido por lateoría política de los vencedores sobre la con-quista.

B) El segundo periodo que comprende losaños 1553-1750, se daría lo que denominaDussel la primera normalización filosóficaque, se caracteriza por la implantación deespañoles y portugueses de varias universi-dades y centros superiores de cultura. La filo-sofía que se impartía en estas escuelas y cen-tros era la segunda escolástica, con susdiferentes escuelas, sobre todo, la tomista y

la escotista. Aunque la filosofía escolásticase caracterizó por su particular originalidad,ya que no fue una simple y mera repetición dela impartida en Europa.

C) El tercer y último periodo comprendelos años 1750-1807. Este periodo compren-de la transición de la escolástica a la moder-nidad. A mitad del s. XVIII comienza a notar-se la influencia de la Ilustración europea ysus correspondientes aires de modernidad.Estos aires de libertad ideológica propicia-ron, unido a las circunstancias políticas, laemancipación de los países que formaron laColonia.

3. La tercera etapa comprende los años1807-1900/1910. Se inicia con la emancipa-ción de las antiguas colonias y llega hasta elinicio del s. XX, y la revolución mexicana.También, aquí distinguimos tres periodos asaber:

A) El primer periodo lo comprende las pri-meras décadas del siglo 1807-1820. En esteperiodo se advierte una segunda emancipa-ción o la emancipación cultural, con lo quese producirá una auténtica filosofía america-na. Ya en este tiempo se nota la influencia dela Ilustración francesa e inglesa.

B) Los años 1820-1870 comprenden elsegundo periodo. Este periodo surge comoreacción al anterior; al percibirse el fracasorevolucionario de construir unas repúblicasdemocráticas sin contar con las bases socia-les suficiente.

C) El tercer periodo lo situamos entre losaños 1870-1900/1910. Se da una hegemo-nía casi absoluta del positivismo como teo-ría filosófica y base ideológica de la nuevaburguesía que se hace con el poder aban-donado por los conquistadores o coloniza-dores.

4. La cuarta etapa está constituida por elsiglo XX. Esta se produjo por el cambio deorientación política y teórica y que a la vez esel resultado de varios acontecimientos: laguerra hispano-norteamericana de 1898, conla independencia de Cuba y Puerto Rico; elsimbólico libro del uruguayo Rodó, Ariel(1900), en el que se advierte un giro culturaldel modelo norteamericano a la recuperaciónde los valores de la hispanidad; y la revolu-ción mexicana de 1910.52

H I S T O R I A Y L I T E R A T U R A

52. Ibidem., p. 73,74,75,76.

Page 13: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

43Núm. 92 L.E.A.

99.. LLAA IIMMPPLLAANNTTAACCIIÓÓNN DDEELL PPOOSSIITTIIVVIISSMMOO EENN HHIISSPPAANNOOAAMMÉÉRRIICCAA

El positivismo tuvo una gran repercusiónen los pueblos de América, sobre todo por-que por medio de él, se presenta el primerintento, tras la escolástica, de proponer unsistema positivo y completo para la situaciónde Latinoamérica. Debido a este echo, se haquerido, por medio de algunos investigado-res, considerarlo como un movimiento origi-nal y autóctono, en la medida en que supoamoldarse a las circunstancias especificas delos pueblos hispanoamericanos.

No obstante, filósofos autóctonos, comoFrancisco Larroyo, consideran que al hablardel positivismo hispanoamericano, hay quehacer varias precisiones. La primera, adver-tir que no se debe entender el positivismocomo una corriente homogénea y bien defi-nidas, sino que comprende diversas doctri-nas. Así, desde el positivismo de Comte alpsicologismo de Mill, y de éste al evolucio-nismo de Spencer. Todos ellos positivistaspero con importantes diferencias que se tras-lucen en la recepción y desarrollo de lacorriente en América.53

Un segundo aspecto, nos dice Larroyo, eshacer ver que la mayoría de los historiadoresdel positivismo, en vez de ocuparse de losfilosofemas mismo de las corrientes positi-vistas, de estudiar cómo fueron éstos tras-plantados en las nuevas tierras, que modifi-caciones, si la hubo, ofrecieron en sudesarrollo, cómo lucharon entre sí, y cómo,al fin, declinaron, la mirada en las mil reso-nancias que las doctrinas de Comte, Mill,Spencer, han ejercido en el campo de la polí-tica y de la educación.

Y la última observación se enfrenta a quie-nes quieren presentar el positivismo comouna doctrina original, un positivismo autóc-tono. Se opone a esto porque, la gran mayo-ría de las ideas desplegadas por los paíseslatinoamericanos, son en última instancia,comunes y dependen fundamentalmente deEuropa, por tanto, no cabe hablar de un posi-tivismo autóctono.54

No negamos que el positivismo influyeradeterminantemente en Latinoamérica, qué sílo hizo. El positivismo representó un caso deoriginalidad y de acomodación a las circuns-tancias propias surgidas en ese entonces. Loque se trata de poner en juicio y tal vez, enduda, es afirmar un positivismo autóctono.

La presencia del positivismo atravesó por tresfases bien diferenciadas:

Una primera de inicio, representada sobretodo por la influencia de Comte; una segun-da, en la que la influencia de Spencer susti-tuye a la de Comte; y una tercera, a finales desiglo y comienzos del siguiente, en que seproduce la decadencia y desaparición deestas influencias. Los autores positivistas queinfluyeron más fuertemente en los diversospaíses hispanoamericanos fueron, en primerlugar: J. Bentham y sus teorías utilitaristas; A.Comte, James Stuat Mill, y, por último, H.Spencer.55

Aunque todos estos autores influyeronnotablemente en los países de habla hispa-na, hay que resaltar, sobre todo, a AugustoComte. Este autor, como ya sabemos, aspi-raba llegar a un saber específico del hombreen particular y de la sociedad.

Los fundamentos de su saber los basabasobre todo en la experiencia y en la razón. Y,ello debería servir ante todo, para dar solu-ción a los problemas sociales de los pueblosamericanos. “Proponía, para ello, un sistemaque trataba de conjugar el método científico,con su rigor y precisión, con una cosmovi-sión filosófica social y religiosa, destinta delcristianismo”.56 De aquí surgen los tres famo-sos estadios de Comte: el teológico, el meta-físico y el positivo-científico.

Con ello quería dar solución a los proble-mas que caracterizaban a América. Comteponía el saber al servicio y beneficio de laacción. Con ello se pretendía dar solucionesa los problemas sociales que afectaban a las“recientes” naciones. “Así, se considerabaque la época de la colonia correspondía alestadio teológico; la época de los ilustradosy liberales y la época de la independencia almetafísico; y el momento presente, repre-

53. Ibidem., p. 266.

54. Ibidem., p. 267.

55. Ibidem., p. 267.

56. Ibidem., p. 268.

Page 14: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

44 Núm. 92L.E.A.

sentaba el inicio de la etapa científica, la posi-tiva. Por tanto, se interpretaba toda la histo-ria hispanoamericana desde este parámetrotripartito”.57

“Pero había otras razones de tipo teóricopara justificar la implantación del positivis-mo en Hispanoamérica. La educación de fon-do durante la Colonia había sido el escolasti-sismo, y el estudio de las ciencias del hombreestaban en un estado lamentable: vaguedadconceptual y terminológica, especulaciónincontrolada, y dogmatismo infundado yretrógrado. El positivismo, por el contrario,ofrecía una doctrina basada supuestamenteen la experiencia, con rigor lógico, y ofrecíaa demás la seguridad de un progreso cons-tante….”.58

1100.. CCRRIISSIISS YY DDEECCLLIIVVEE DDEE LLAAIINNFFLLUUEENNCCIIAA PPOOSSIITTIIVVIISSTTAA

Entre los años 1880 y 1900, se había for-mado ya una nueva América, con la ayudapor supuesto, de las buenas ideas del positi-vismo. No obstante, el desanimo se hizo pre-sa de los pobladores al ver que lo que pro-metía, el positivismo, no era para todos. Losbeneficiados eran unos pocos.

Las naciones de Hispanoamérica se divi-dieron, a saber, en dos corrientes: los quedeseaban regresar a la época colonial, y unsegundo grupo que quería proyectarse hacia

el futuro, de camino a una realidad totalmentenueva por construir. Resumimos en cuatroetapas el declive del positivismo en América.

1. La desesperante decepción que generó,al no producir los frutos que prometía.Además, los seguidores de Comte, latinoa-mericanos, eran personas faltos de ingenio,y lo único que hacían era repetir a su maes-tro. No supieron poner en práctica las ideasdel positivismo.

2. La propia superación de Comte, enFrancia. Tras la muerte de Comte (1857), susdiscípulos, Littrí y Lafitte, sobre todo, nosupieron continuar su trayectoria.

3. Un problema fundamental era la ideaque Comte tenía de la libertad social. En esteapartado se unían razones antropológicas,filosóficas, políticas y estéticas. En última ins-tancia, al aplicar los principios del positivis-mo a todas estas realidades, las unificaba, yde esta manera se perdía la libertad humana.

4. La aparición de teorías filosóficas querelativizaban el monismo metodológico delpositivismo. Es el caso de las teorías deDilthey sobre el método comprensivo de lasciencias del espíritu, así como los neokantia-nos Windelbandt y Rikert, con su distensiónentre ciencias monolíticas e ideográficas.

Con la ya menos influencia del positivis-mo, en América, se da cabida a nuevas for-mas de pensamiento y de corrientes filosóficasque, en última instancia, venían de Europa.Con el declive del positivismo, se recupera elvalor de la experiencia estética y religiosa, yse recobra actualidad en las nuevas utopíaspolíticas. Vuelve, en definitiva, la metafísica.Se empieza a estudiar más a Bergson, Croce,Nietzsche y a Schopenhauer.59

“En conclusión, el positivismo fue la his-toria de un pensamiento que fracasó. Y ellose debió a dos razones fundamentales: a susinsuficiencias teóricas, y al hecho de ser unpensamiento extraño a las circunstancias deHispanoamérica, y más propio de la situacióncultural e histórica de Francia e Inglaterra.Las reformas que propugnaba iban dirigidasa una minoría dominante de la población. Lamayoría restante quedaba al margen del pro-ceso. Donde había menos indígenas, o viví-an más marginados, las reformas políticas yculturales tuvieron más éxito... Además, elpositivismo defendía ideas racistas, que pos-tergaban al mestizo y al indígena, e inclusoal hispanoamericano... Ahora bien, a pesarde ese fracaso incitó a la búsqueda de la iden-tidad de lo hispanoamericano...”.60

H I S T O R I A Y L I T E R A T U R A

57. Ibidem., p. 268.

58. Ibidem., p. 269.

59. Ibidem., p. 332.

60. Ibidem., p. 332.

Page 15: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

45Núm. 92 L.E.A.

PPRRIIMMEERR VVIIAAJJEE AA SSAANN LLOORREENNZZOODDEE EELL EESSCCOORRIIAALL

En el mes de agosto de 1919 llegaba alReal Monasterio de San Lorenzo de ElEscorial D. Tomás Gutiérrez, entonces rectordel seminario de Palencia, con su sobrinoConrado. Era la primera vez que éste veía elgrandioso monasterio. La realidad era muchomás de lo que él había visto en fotografías yde lo que podía soñar e imaginar.

En el Monasterio les esperaba y recibe elprior, P. Natalio Herrero, palentino deCornoncillo, que les presenta al P. VicenteArbesú, será el maestro de Conrado duranteel noviciado. Tendrá de compañeros a variospalentinos, como Fr. Eloy Largo Manrique, deCongosto de Valdavia, y Fr. Marceliano GarcíaSantos, de Fontecha de la Peña. Ahora su tíoTomás recuerda al sobrino lo que un día él leescribió en Palencia: que Dios le quería reli-gioso entre los hijos de San Agustín. Bien,

Bto. ConradoRodríguez Gutiérrez1901†1936 (2ª parte)

Modesto García Velasco

La 1.ª parte de la biografía del Bto. Conrado, cuyo autor era Mons. Tomás Gutiérrez, se publicóen el n.º 91 de la revista LEA. Ahora se recuerdan unos breves datos. El Bto. Conrado nació enVillanueva de la Peña (Palencia) en 1901. Fue seminarista del seminario palentino. La 1.ª par-te termina cuando el joven Conrado ingresó de agustino en el Real Monasterio de San Lorenzode El Escorial en 1919. A continuación se relata el resto de su vida hasta 1936. Las citas entre-comilladas del texto, salvo advertencia en contra, están copiadas de la Positio del Proceso debeatificación de los 98 mártires agustinos.

Bto. Conrado Rodríguez

Page 16: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

46 Núm. 92L.E.A.

pues –le dice su tío– con ellos y entre ellosestás. Desde ahora en adelante ellos serántus hermanos. El P. Vicente le asigna un com-pañero veterano para que le oriente y adies-tre los primeros días de estancia en el monas-terio escurialense.

CCOONNRRAADDOO,, NNOOVVIICCIIOO AAGGUUSSTTIINNOO

El tío del Bto. Conrado pasará algún tiem-po viviendo con la comunidad agustina.Tendrá ocasión de saludar y hablar con losreligiosos, y de compartir experiencias conlos palentinos de pueblos cercanos al suyo,que son muchos, unos sacerdotes, otrosestudiantes. Entre aquéllos, el P. AgustínRenedo Martino, de Baños de la Peña, y losPP. Mariano y Alejo Revilla, de Buenavista deValdavia, los tres, alumnos como él, de la pre-ceptoría de Barriosuso.

D. Tomás asistió a la toma de hábito desu sobrino. De camino hacia el coro monás-tico «el prior del monasterio –dice D. Tomás–me retuvo un poco y me dijo lo siguiente,como quien revela un secreto: Vale mucho,pero vale mucho más, porque él no lo sabe».Desde el momento de la toma de hábito, el16 de agosto de 1919 en adelante, el jovenConrado se llamará Fr. Conrado. Su tío tieneque volver a sus tareas en Palencia. Tío ysobrino «se dieron un silencioso y apretado

abrazo de despedida, el día de san Bartolomé.Años más tarde –nos dirá él– que no tuvohora más triste que aquella tarde, cuando,por una ventanilla de El Escorial, veía partir eltren, que, camino de Ávila, llevaba a su tío, nomenos triste que quedaba él».

Fr. Conrado se integró pronto en la rutinadiaria del noviciado. Era el lugar ideal paraencauzar su vida por la práctica de las virtudesen la vida religiosa agustiniana que le iban aenseñar. Tendrá a su alcance muchos y buenoslibros, con los que podrá cultivar su pasiónpor la lectura. San Agustín y algunos autoresagustinos ya le eran conocidos. Ahora descu-bre a Santa Teresa y San Juan de la Cruz.

La correspondencia epistolar con su tíoTomás será frecuente, que estará al tanto delcrecimiento espiritual e intelectual por lo quele cuenta el sobrino, y por lo que sabe porotros cauces. Debido a eso D. Tomás no dudaen testificar: «De aquí que puedo declarar,que el concepto, que era tenido por sus supe-riores y por sus compañeros, era como dealma escogida, en la que crecían las virtudesde candidez, humildad, sencillez, aparte deuna conducta edificante y ejemplar, que leconquistó el aprecio y estima de todos. Norecuerdo ningún otro detalle que a esta épo-ca se refiera. Sí puedo testimoniar que, tan-to en la virtud como en la ciencia, siguió pro-gresando, y preparándose para el acto de laprofesión religiosa».

Transcurridos un año y un día desde el díade la toma de hábito, Fr. Conrado emitió laprofesión religiosa de votos simples el 17 deagosto de 1920. Al profesar de agustino tuvode maestro al P. Agustín Renedo Martino,palentino de Baños de la Peña. Él será elencargado de ir modelando su espíritu a tra-vés de los cuatro próximos años. El P.Renedo será el primer biógrafo del P.Conrado, de quien escribe una breve biogra-fía y cita sus primeros escritos en el tomo 3.ºde Escritores palentinos, pp. 466-467, publi-cado en 1926.

RREELLIIGGIIOOSSOO PPIIAADDOOSSOO,, OOBBSSEERRVVAANNTTEE YY TTRRAABBAAJJAADDOORR

Por tener cursados tres años de estudiosfilosóficos se incorpora a los estudiantes quecursan 4.º de Filosofía. No obstante tiene quesometerse a un examen para convalidar losestudios realizados en el seminario dePalencia. Realizó el examen con notableresultado el 7 de noviembre de 1920. Se pue-de añadir que tanto el 4.º curso de Filosofía,como los cuatro de Teología, los hizo obte-

H I S T O R I A Y L I T E R A T U R A

Bto. Agustín Renedo, Maestro del Bto. Conrado de 1920 a 1924.

Page 17: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

47Núm. 92 L.E.A.

niendo siempre excelentes calificaciones, ter-minando el último de Teología con sobresa-liente en las cinco materias que cursaba.

Finalizados los estudios eclesiásticos fueordenado sacerdote el 21 de junio de 1925.En el verano de este año le destinaron a lacomunidad agustina de la calle de Valverde,en Madrid. Estuvo dedicado a la enseñanzaen el colegio San Agustín, y al culto en la igle-sia de Ntra. Sra. de la Consolación. El carác-ter bondadoso y tranquilo del P. Conrado noera el más adecuado para bregar con niños yjóvenes inquietos para someterlos a la disci-plina escolar. Por eso, después de pasar unaño, fue trasladado al convento de Leganéscomo profesor y pedagogo, o ayudante delmaestro de los jóvenes estudiantes deFilosofía. En la labor de profesor y pedagogose sentía más cómodo y a gusto. Desempeñóla misma labor de pedagogo de 1928 a 1933en el monasterio escurialense, al que fue tras-ladado en 1927. Será su residencia definitivahasta 1936. Durante varios cursos fue pro-fesor de Teología fundamental en el EstudioTeológico del monasterio escurialense.

Uno de sus alumnos le recordaba concariño de los años en el monasterio comopedagogo suyo. «Conviví con él varios añosen esta comunidad, y le tuve de superior por-que desempeñaba el cargo de pedagogo, ocoadjutor del padre maestro de profesos,siendo yo uno de ellos. Era observante, pia-doso, muy atento, muy trabajador. Siempreme inspiraba respeto y cariño. Era muy afi-cionado a la lectura de santa Teresa y de sanJuan de la Cruz».

EESSCCRRIITTOORR EELLEEGGAANNTTEE YY BBUUEENN PPOOEETTAA

Porque era religioso trabajador estaba con-tinuamente ocupado. Ser escritor era su segun-da vocación. Su tío Tomás dice que en los añosde seminarista era muy aficionado a la lecturade obras literarias. De agustino siguió en lamisma andadura. Pronto, a los 20 años,comenzó a escribir composiciones poéticas ypequeños trabajos en prosa para leerlos enveladas literarias y publicarlos en revistas.Después vendrán artículos de más envergadu-ra, y varios libros. No cesará hasta que lametralla siegue injustamente su vida en 1936.

En la bibliografía que se le dedica en ellibro Autores Agustinos de El Escorial, seenumeran 52 escritos en prosa (artículos ylibros), y 26 poesías. Casi todos sus escri-tos, son, directa o indirectamente, de conte-nido religioso. Se sabe de la existencia de

otras obras no publicadas, en su mayoría car-tas y poesías.

José M.ª Pemán conocía y se relacionabacon varios agustinos escurialenses. El P.Conrado llegó pronto a ser un agustino másen el círculo de los amigos de Pemán, a cuyaobra dedica varios artículos publicados en larevista La Ciudad de Dios y Religión y Cultura.Pueden recordarse los artículos en los quecomenta Cuentos sin importancia, Romancedel fantasma y doña Juanita, y De Madrid aOviedo pasando por las Azores.

Fueron frecuentes las cartas cruzadasentre ambos. Todo por la sencilla razón detener comunes aficiones literarias y de espí-ritu. Los herederos de la familia Pemán con-servan algunas cartas del Bto. Conrado, queguardan como reliquias de un santo. José M.ªPemán prologó el libro Santos y Poetas delBto. Conrado. Entregado a un editor deBarcelona no llegó a publicarse. Este editor,escribe el Bto. Conrado en carta a Pemán elde junio de 1931, «ha suspendido temporal-mente, en vista de lo que sucede, la tirada denuevas ediciones».

RREELLIIGGIIOOSSOO DDEE IINNTTEENNSSAA VVIIDDAAEESSPPIIRRIITTUUAALL

Los testigos del proceso de beatificaciónhablan de la vida de piedad y oración del P.Conrado. Ya hemos visto anteriormente queun alumno suyo declara que era observantey piadoso. Otro habla de él como persona deoración.

Su tío Tomás certifica que «era alma deoración, porque aquel espíritu de piedad infan-til, a que me he referido anteriormente [en la1.ª parte de la biografía], fue desarrollándosehasta hacer de él, como digo, un hombre de

Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Fachada de mediodía. El Bto. Conrado vivió, de 1928 a 1933, en lacelda del 4.º piso. Ver las dos ventanas señalizadas contiguas a la torre de la Botica.

Page 18: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

oración. Como anécdota, relato que en aque-llos días de vacaciones de verano, que connosotros pasaba, ya siendo religioso, rezába-mos juntos el oficio divino, y juntos, a conti-nuación, hacíamos la visita al Santísimo, y, enambos actos, la compostura, su atención yrecogimiento manifestaban que vivía, enestos momentos, muy en la presencia deDios. De la oración mental certifico que, enaquella época de vacaciones, la hacía, sin quepueda testimoniar sobre este particular, peroes de suponer que la practicaría asimismocuando estuviera en el monasterio».

«Sobre las devociones, no recuerdo anéc-dotas, pero sí puedo certificar que en él res-plandecían, entre otras, éstas: devoto de lasagrada eucaristía, devotísimo de la Virgendel Carmen, devoción arraigada en toda lafamilia. Y muy devoto, como buen agustino,de san Agustín y santa Mónica, y asimismode santa Teresa y de san Juan de la Cruz.Asimismo apreciaba, en grado sumo, lasindulgencias, los sacramentos, etc.»

Una buena prueba de la vida espiritual delP. Conrado es el propio testimonio personal.A los 27 años envió un retrato a su tío Tomáscon este ruego: «A mi querido tío para quepida al Señor que este retrato pueda conver-tirse en estampa. Fr. Conrado».

AAMMIIGGOO FFUUEERRTTEE DDEE DDIIOOSS

A partir del 13 de abril de 1931 en Españala Iglesia, las órdenes religiosas y las perso-nas eclesiásticas sufrieron un acoso cons-

tante y una auténtica persecución, como serefleja en muchas cartas de los mártires quehan sido beatificados. Fueron tiempos reciospara todos, a los que se les podría acomodarla frase de santa Teresa de Jesús, aplicadapor la Santa a algunos momentos harto difí-ciles que ella experimentó: en estos tiemposson menester amigos fuertes de Dios (Vida,15, n.º 5). Pues bien, el Bto. Conrado demos-tró ser un amigo fuerte de Dios cuando lle-garon los duros momentos de las pruebas dela prisión y del martirio.

El 18 de julio de 1936 los 112 religiososagustinos, que en aquella fecha se encontra-ban en el monasterio, quedaron presos. Nadiepodía salir ni entrar sin autorización expresade las autoridades civiles locales. La vidainterna de la comunidad agustina continuódesarrollándose aparentemente de modohabitual. El 5 de agosto el Prior de la comu-nidad recibe una orden inapelable transmiti-da por un policía, delegado del Gobierno, deque al día siguiente tendrían que salir todoslos agustinos a primera hora de la mañanapara Madrid. Algunos religiosos intentaronponer a salvo objetos queridos. El P. Conradoconsiguió hacer llegar al Dr. Contreras unospapeles con este mensaje: «Te envío estepaquete para que lo guardes. No sé si volve-remos. Si dejo este mundo, tenme presenteen tus oraciones, yo pediré a Dios por ti.Vamos a padecer gustosamente por el solodelito de ser hijos de S. Agustín. Recibe elafecto de tu amigo. P. Conrado. Agosto1936». El Dr. Contreras se vio obligado a des-truir el paquete por los continuos registrosefectuados en su domicilio.

El 6 de agosto salieron para Madrid, a pri-meras horas del día, 107 agustinos en tresdestartalados e incómodos autobuses.Llegaron a la Dirección General de Seguridad,ubicada en la calle Infantas, hacia las diez.Todos declararon su condición de religiosos.No cabía otra alternativa. Seguidamente fue-ron recluidos en el calabozo, como delin-cuentes comunes, donde pasaron el resto deldía. Al poco tiempo de estar allí, llegó el céle-bre dramaturgo Muñoz Seca. Será su com-pañero hasta Paracuellos. Fr. Antonio M.ªArriaga sufrió un grave ataque epiléptico enel calabozo. Tuvo que ser trasladado, comopreso enfermo, al Hospital Provincial.Quedaban 106 religiosos. Al caer de la tardelos trasladan, en coches celulares, al colegioSan Antón de los religiosos escolapios, con-vertido en prisión, situado entre las callesFarmacia, Hortaleza y Santa Brígida.

48 Núm. 92L.E.A.

H I S T O R I A Y L I T E R A T U R A

José M.ª Pemán en los años de 1930, como le conoció el Bto.Conrado.

Page 19: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

49Núm. 92 L.E.A.

EELL PP.. CCOONNRRAADDOO PPRRIISSIIOONNEERROOEENN SSAANN AANNTTÓÓNN,, SSIINN CCUUCCHHAARRAA YY SSIINN CCOOLLCCHHÓÓNN

Al entrar en San Antón los 106 agustinosson alojados en un gran salón, que llegó aser conocido, en el argot carcelario, comoSalón de los frailes. Tuvieron el consuelomomentáneo de encontrarse con otros 12hermanos agustinos escurialenses de laResidencia de la Princesa, ingresados el díaanterior. El duro suelo, las tarimas y los ban-cos serán su cama, donde descansarán ves-tidos. La comida, mala y escasa. El come-diógrafo don Pedro Muñoz Seca tenía inmente escribir una divertida comedia con eltítulo de Cómo se vive en San Antón, sincuchara y sin colchón.

No eran las carencias e incomodidadesmateriales el mayor sufrimiento que teníanque sobrellevar. Peor era el verse privados delibertad, sintiéndose y siendo inocentes comorealmente eran. Los agustinos procuraronadaptarse a la dura y cruda realidad carcela-ria, sin nada que hacer, de la manera más lle-vadera. Siempre reinó entre ellos un verda-dero espíritu de comunidad. Como hermanosse ayudaban unos a otros. En privado com-partían rezos, procurando despistar a los mili-cianos. Organizaban juegos de mesa en elsalón, y partidos de pelota en el patio. Dabancharlas y conferencias, atendían las necesi-dades espirituales de otros presos, levanta-ban el ánimo decaído de los compañeros. Asícasi cuatro meses.

AALLMMAA SSEERREENNAA YY PPIIAADDOOSSAA

Se conocen algunos detalles de la vidacarcelaria del Bto. Conrado. Un testigo diceque «en la prisión se mantuvo tranquilo ysereno». El recluso Pedro Palomeque, con-vivió con los agustinos, a quienes conocía deverlos «con ocasión del negocio de estam-pería y cuadros religiosos» que tenía enMadrid. Recuerda de modo especial al P.Conrado porque «el primer rosario que serezó en la cárcel de San Antón lo rezamos elP. Conrado Rodríguez y yo, tumbados sobrelas losas del suelo».

Otro recluso, José del Río Ruiz, secretarioparticular del General Gómez Ulla, manifiestaque convivió y compartió con los agustinossus inquietudes y ansiedades, sus rezos yprácticas de piedad. Con la llegada de losagustinos se levantó el decaído ánimo de lospresos. En la declaración tiene muy presente:«El recuerdo que tengo del P. ConradoRodríguez es también gratísimo, pues para

mí fue el alma más serena y más piadosaque he encontrado en mi vida. Por coincidircon él en la afición literaria, que encontrába-mos muchas veces en la gran biblioteca, queallí tenían los PP. Escolapios, introduciéndo-nos subrepticiamente, porque en realidad nosestaba prohibido. Discrepábamos, sin embar-go, dentro de esta afición genérica a la litera-tura, en lo específico, pues yo me inclinabapor la literatura realista y cruda, mientras queél esto lo estimaba peligroso, y así me lomanifestó reiteradas veces, tratando de darmebuenos consejos, y de marcarme orientacio-nes más seguras...Y confieso que, efectiva-mente, al correr del tiempo, me han sido muyútiles estos consejos suyos, porque me hanservido para poner un cauce recto a mi vida».

EELL RRIINNCCÓÓNN DDEELL PPAARRNNAASSOO

Un grupo de presos, formado por losBtos. Gerardo Gil y Conrado Rodríguez, y losPP. Andrés Pérez de Toledo, José López Ortiz(supervivientes) y algún seglar, como el coro-nel de Estado mayor López Valencia, hijo dela poetisa Carolina Valencia, formaron unpequeño Parnaso, denominado Tertulia lite-raria, que se reunía a una hora determinada.Un rincón apartado del Salón de los frailesera el lugar escogido, discretamente custo-diado por otros religiosos, que daban la vozde alarma, si llegaba el caso. Intervenía unode los presentes por turno. Tenía que hacer-lo en verso sobre un tema libre.Seguidamente intervenían los demás, tam-bién en verso, vapuleándose mutuamente. Unsecretario lo copiaba en papel higiénico. Seríacurioso conocer el contenido y las ocurren-cias poéticas. Ante los frecuentes cacheos delos milicianos hubo que destruir todo.

Prisión de San Antón. Calles de Hortaleza y Sta. Brígida.

Page 20: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

JJUUIICCIIOOSS SSOOMMEERROOSS.. SSEENNTTEENNCCIIAASS DDEE MMUUEERRTTEE

Los días y semanas se iban diluyendomalamente sin asomos de una posible libe-ración. El mes de noviembre fue un mes fatí-dico. A mediados de mes fue trasladado a laprisión de San Antón el prior provincial, P.Avelino Rodríguez y otros tres agustinos, pro-cedentes de la Cárcel Modelo. Él comunicó alos compañeros agustinos de San Antón queel 7 de diciembre cinco agustinos fueronsacados de la Modelo con destino descono-cido. Todo les hacía sospechar que su desti-no era la muerte.

A finales de noviembre se constituyeronen San Antón unos diez tribunales para juz-gar a los presos, cada uno formado por doso tres milicianos veinteañeros. La pamemadel juicio, salvo excepciones, era breve. Unoscinco minutos y otras tantas preguntas. Losagustinos se presentaron ante el tribunal dis-puestos a declarar que eran religiosos. Segúnhan relatado los supervivientes, las pregun-tas eran iguales para todos, con algunasvariantes, que dependía de la edad. A losjóvenes se les preguntaba si estaban dis-puestos a defender la República con lasarmas. A los de más edad, si aprobaban elcomportamiento que estaba haciendo laRepública. Para casi todos la sentencia fue

de Libertad d. (= libertad definitiva).Eufemismo, que para el tribunal significabacondenado a muerte. El Bto. Conrado habíaescrito al Dr. Contreras: Vamos a padecergustosamente por el solo delito de ser hijosde san Agustín. Por eso se los condenó.

LLAASS PPRRIIMMEERRAASS VVÍÍCCTTIIMMAASS EELL 2288 DDEE NNOOVVIIEEMMBBRREE

Los días 28 y 30 de noviembre son marti-rizados en Paracuellos 63 agustinos. El 29salieron unos 20 agustinos para la cárcel deVagos y maleantes, de Alcalá de Henares.Todavía quedaban en la prisión más de 30agustinos. Veamos lo sucedido con los már-tires.

El 28 muy de temprano se despierta aunos 300 presos. En la lista figuraban el P.Avelino y once agustinos más. Maniatados,se les despoja de todos los efectos persona-les. Tras largas horas de espera son cargadosen autobuses o camiones, que parten haciaParacuellos. Ante la realidad que se les apro-xima, el P. Avelino toma una determinaciónenérgica. Pide al responsable de la expediciónque le autorice a despedirse de sus compa-ñeros. Con las manos sueltas abraza indivi-dualmente a cada uno de sus once hermanosy les da la absolución. Seguidamente añadió:Sabemos que nos matáis por ser católicos yreligiosos, os perdonamos de todo corazón. Ytodos lanzaron un valiente ¡Viva Cristo Rey!Poco después fueron acribillados a balazos.

YY EELL 3300 DDEE NNOOVVIIEEMMBBRREE 5511AAGGUUSSTTIINNOOSS MMÁÁSS

El último día de noviembre se organizanlas expediciones más numerosas, al menospara los agustinos. Cincuenta y cuatro agus-tinos –el P. Conrado es uno de ellos– son des-pertados a primeras horas, todavía de noche.Todo revestía las mismas características queel día 28. Se incorporan. Recogen sus perte-nencias. Se colocan en filas. Momentos des-pués, maniatados a la espalda con bramantefino, que les corta la circulación, les despojande todos los efectos personales, de las gafasy hasta de prendas de vestir. Les dejan sólocon lo imprescindible, tiritando de frío en lacruda mañana de noviembre.

Tres de los convocados, tres jóvenes semi-naristas, providencialmente se vieron libres,cuando ya estaban maniatados en los auto-buses, o a punto de subir. Ellos son testigosde estos momentos. Dicen que los agustinosse animaban mutuamente. Los sacerdotesimpartían la absolución. Cargados los 51

50 Núm. 92L.E.A.

H I S T O R I A Y L I T E R A T U R A

Bto. Conrado Rodríguez. Retrato hecho a lápiz en la cárcel de San Antón, por el Bto.Macario Sánchez.

Page 21: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

51Núm. 92 L.E.A.

agustinos en los camiones y autobuses, rea-lizaron el trayecto hacia Paracuellos cantandogozosamente, como se canta en la iglesia,según relataban algunos conductores de auto-buses, al regresar a la prisión. Ante los pique-tes, que los fusilaron en grupos de unos diez,daban muestras de gran serenidad y Vivas aCristo Rey.

EELL MMAARRTTIIRRIIOO,, GGAALLAARRDDÓÓNN DDEE DDIIOOSS

Los agustinos en la prisión presentían queel final podía ser la muerte y que tendrían quedar la vida por Cristo. Esto lo tenían muy pre-sente, ya desde que se les retuvo prisionerosen el monasterio escurialense. Así se lo hizosaber también el P. Avelino en una carta escri-ta desde la Modelo, y se lo repitió variasveces el P. Juan Monedero antes de empren-der el viaje a Madrid. El Bto. Conrado se lorecordó en confesión al joven sacerdote P.José M.ª López Riocerezo en la prisión deSan Antón

Si no todos, al menos algunos, como losPP. Fariña y Conrado, dice un testigo, en «rei-teradas veces daban la impresión de la cer-teza que tenían de la próxima muerte, y ade-más revelando con frecuencia, ante nosotrosmismos, la excelente disposición que abri-gaban respecto del martirio. Pues, lejos detemerlo, lo estimaban como un galardón queles preparaba nuestro Señor». Fr. SeverinoCasas, en medio de la ejemplaridad de todoslos religiosos en la prisión, destaca comomás sobresaliente el buen ejemplo del Bto.Conrado.

EELL PP.. CCOONNRRAADDOO,, MMÁÁRRTTIIRR DDEE CCRRIISSTTOO

Los agustinos siempre han tenido a sushermanos sacrificados en Paracuellos comoauténticos mártires. En este mismo sentidoabunda el testimonio de otras personas,especialmente de los familiares y amigos.Valga por todos lo que testificó Mons.Tomás Gutiérrez, obispo de Cádiz, al decla-rar en 1950 .«Desde el primer momentotuve al S. de D. como verdadero mártir, y asíse lo escribía a una hermana suya, religiosacarmelita en Palencia [Sor María Jesús],que gozosamente recibió la noticia de lamuerte de su hermano, diciendo que elSeñor se había llevado lo mejor, y de estaforma la familia había contribuido en algo alos planes divinos.

«Me quedaba el deseo de conocer cuá-les habían sido sus últimos instantes, por

tener por cierto que el martirio había sidoindiscutible. Pero para mí no me cabe lamenor duda. Esta opinión mía sobre elmartirio la comparten todas las personasque conocen el caso, muy especialmenteen Palencia y entre los hermanos de reli-gión, siendo, por tanto, fama pública ygeneral. Esa fama es producto de loshechos, y no ha sido provocada ni aumen-tada artificiosamente y por fines humanospara hacer de estas figuras cartel de pro-paganda de la orden de san Agustín.Respecto de los demás, de este Proceso,a los que he dicho que conozco, me cons-ta que gozan de igual fama».

Terminados los trámites del Proceso debeatificación, el P. Conrado fue beatificadoen Roma el 28 de octubre de 2007. Ese día,el retrato que mandó a su tío Tomás con elruego de que rezase para que se convirtie-se en estampa, se hizo realidad. La familiasiempre se había encomendado a él, aho-ra lo hace con mayor confianza y devoción.La fiesta litúrgica quedó señalada para el 6de noviembre. Se ha encargado esculpiruna estatua para colocarla en la capilla quesu tío Tomás mandó construir en el solarde la casa paterna, de Villanueva de laPeña, donde se conserva su sepultura. Lapresencia visible del Bto. Conrado hará máscercana su persona de santo ejemplar acuantos contemplen su imagen e invoquensu protección.

Sor María Jesús, carmelita descalza, hermana del Bto. Conrado.

Page 22: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

LLAA CCIIUUDDAADD DDEE CCAALLEELLLLAA ((BBAARRCCEELLOONNAA))

Calella era una industriosa ciudad de laprovincia de Barcelona, que llevaba a caboun desarrollo vertiginoso en el campo delgénero de punto. Ello conllevó un importan-te aumento de la población pasando de los3.813 habitantes (en 1887) a 6.195 habitan-tes (en 1920), y 8.207 (en 1936). Tenía laiglesia parroquial de Santa María y SanNicolás, diversas capillas e iglesias de órde-nes religiosas, entre ellas el convento e igle-sia de los padres agustinos, establecidos en1881, aunque legalizados el 7 de junio de1902. También había entidades catequísticas,asociaciones culturales y populares católicas.Durante el verano de 1936, cinco miembrosdel convento agustino de nuestra ciudad ofre-cieron su vida por Dios: P. José Durán Mallol,P. Eulogio Ramos del Valle, P. JesúsMendizábal Romillo, Hno. José CastroManceu y Hno. Victoriano Díaz Gutiérrez.

El Beato José María Dalmau nació enCalella, a las tres de la madrugada del día 16de diciembre de 1886 y fue bautizado en laiglesia parroquial de Santa María y SanNicolás el 20 del mismo mes. Era hijo deJoaquín Dalmau Casas, de Calella (24 años),de profesión barbero, domiciliado en la calleBruguera, n.º 30, y de Narcisa Regàs Cruañas,natural del Masnou (22 años). Por línea

52 Núm. 92L.E.A.

H I S T O R I A Y L I T E R A T U R A

Bto. José M.ª Dalmau Regàs

Bto. José MaríaDalmau Regas1886†1936Jordi Amat Teixidó, historiador

Page 23: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

53Núm. 92 L.E.A.

paterna era nieto de Jaime Dalmau, de SantCebrià de Vallalta, y de María Casas, dePalafolls, y, por línea materna, de CayetanoRegàs y María Cruañas, ambos de Calella.Tuvo dos hermanos: Francisco, casado conAmalia, antes de 1918, y María, que contra-jo matrimonio con José Arnijas (barbero)hacia el 1925.

Vivió en la casa n.º 46 de la calle de laBruguera. Los padres de José M.ª no eranpobres, pero tampoco adinerados, el padreregentaba la Peluquería de Joaquín Dalmau.Más tarde, antes de 1918, comprarían unacasa en la calle de San Juan, n.º 60. Para elBeato José M.ª sus padres eran un buenmodelo de trabajo y esfuerzo. En una carta,fechada el 27 de octubre de 1918, decía queles había «costado muchos sudores lospocos bienes que tenían». También teníaunas preciosas palabras dirigidas a su madre.Mi buena madre, sin ser modista, confeccio-naba, se puede decir, casi toda la ropa decasa, incluso sus propios vestidos y muchascosas más.

De pequeño estudió en las Escuelas Píasde Calella (1893-1900). Sus compañeros yamigos de entonces decían que era humilde,sincero y joven de corazón abierto, dotadode una firme vocación religiosa. Desde muyjoven ya había manifestado que quería seradmitido en la orden agustiniana. Dijo a supadre que no se encontraba bien en la bar-bería, porque algunos clientes blasfemaban,y eso le hería su conciencia. Cuando teníaalgún rato libre lo pasaba visitando las igle-sias y, principalmente, el convento de los PP.Agustinos.

Todos coinciden en la fortaleza de su fe yen su carácter bondadoso. Es posible quehiciera el servicio militar. La familia había teni-do mucha relación y amistad con Fr. ModestoRobles Álvarez (agustino). Estos contactos yvisitas frecuentes de José M.ª al convento delos agustinos hizo crecer en él la fe y la admi-ración por la orden agustiniana.

IINNGGRREESSAA EENN EELL RREEAALL MMOONNAASSTTEERRIIOO DDEE SSAANN LLOORREENNZZOODDEE EELL EESSCCOORRIIAALL

El 21 de junio de 1910, a la edad de 24años, ingresó como hermano lego en el RealMonasterio de SL de El Escorial (Madrid).Antes había escrito una carta solicitando seraceptado. Es muy posible que no hiciese elviaje solo. La vista del grandioso monasterioprobablemente le causó una fuerte admira-

ción. En el Real Monasterio le asignaron unacelda monástica, donde pasaría buena partedel día, y le presentaron a los compañeroscon los cuales tendría que convivir y com-partir trabajo y momentos de ocio. Tendrá unhermano lego veterano como tutor. Es posi-ble que fuera el mallorquín Fr. Miguel Thomasde Connaught Monserrat, de Lluchmajor. Enaquella fecha había más de 85 agustinos enel monasterio. José M.ª no se encontrarásolo, pues podrá hablar en catalán con el her-mano mallorquín Fr. José Vila, auxiliar de labiblioteca real, y el padre Ramón Serra,sacristán de la Real Basílica, de carácter muysimpático. Como cualquier candidato a her-mano lego, José M.ª Dalmau tendrá que reco-rrer las cuatro etapas, de una duración totalde 4 años, antes de ser definitivamente acep-tado en la orden: hermano aspirante, donado(21 de diciembre de 1910), oblato y novicio(admitido el 27 de junio de 1913).

El joven hermano José María Dalmau seráconocido entre los agustinos por Fr. Dalmau.En estas etapas se le probó para ver dóndesería más útil y para qué tareas estaba máscapacitado. A veces ayudaba en la cocina ycomedor, otras en la sastrería, lavandería ozapatería, también ayudaría al sacristán o alencargado de la portería, al padre encargadode las publicaciones o, incluso, en el huerto.También se le dio una formación religiosa,intelectual y humana, al mismo tiempo quese le instruía en los diversos trabajos manua-les del convento. El 28 de junio de 1914 pro-fesó, haciendo los votos simples, y junta-

Los Padres del Bto. José Mª Dalmau

Page 24: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

54 Núm. 92L.E.A.

mente con otros seis compañeros suyos vis-tió el hábito de agustino. El 29 de junio de1917 realizó la profesión definitiva de losvotos solemnes.

RREELLIIGGIIOOSSOO OOBBSSEERRVVAANNTTEE YYPPIIAADDOOSSOO

Desarrolló una virtuosa tarea en el con-vento de El Escorial (Madrid), donde era muyapreciado, piadoso (hacía muchas visitas alSantísimo) y observante de la regla religiosaagustiniana. Pero también era muy trabaja-dor y cumplidor con todas las tareas encar-gadas.

Los testimonios del proceso de beatifica-ción nos dicen: «Se destacaba por sus fre-cuentes visitas a la iglesia». «El que se mani-festó también con un rendimiento absoluto atodas las penalidades que nos atormentaban,sin dar la menor queja, fue Fr. José Dalmau,que siempre se había distinguido por una vidainterior y presencia de Dios muy intensa ycontinua, así como por la puntualidad conque atendía a sus trabajos, incluso aprove-chando las horas de esparcimiento y des-canso para rezo y devociones».

«Hermano modelo por su trabajo, habili-dades, modestia y humildad. Bondadoso, reli-gioso sin tacha. Uno de esos hombres ínte-gros, bueno a carta cabal y de fibra queproduce la tierra catalana. Religioso santo,piadoso, que sigue su senda de santidad conpaso firme y decidido, sin hacer ruido, sin

alardes ni extravagancias, con el firme yoscuro bregar cotidiano. Jefe de maquinariade la imprenta, diversos oficios y artes, todocon la seriedad y eficiencia del habilidosocatalán» (P. Carlos Vicuña).

A Fr. Dalmau se le encargó la tarea de ayu-dante del administrador de publicaciones, enla imprenta del monasterio, en la que se edi-taban la revista científica La Ciudad de Dios,libros, revistas escolares, folletos, carteles,estampas, etc. (1917). Después de estarempleado en diversas tareas manuales, sugran momento llegará el 17 de febrero de1920 al crearse la imprenta del monasterio.Recibió el encargo de aprender el manejo delas máquinas y, en poco tiempo, llegará a serdirector técnico de todas las impresiones. Portanto, suponemos que tenía una preparacióncultural y unas buenas dotes intelectuales.Este será un período muy feliz en la vida deFr. Dalmau, pues combinaba el ejercicio deun bonito oficio, con la práctica e interioriza-ción religiosa.

CCAARRTTAASS FFAAMMIILLIIAARREESS

El 30 de agosto de 1925 escribía a su her-mana María, que pronto había de casarse. Leda consejos sobre su futuro matrimonio y leenvía libros: La perfecta casada, de Fr. Luis deLeón, y otro, del cual dice que es «una guíade vuestra vida»: «No estará mal que antes decasaros miréis bien las obligaciones que hayen este estado, que no todo consiste encasarse, parir algún hijo de tanto en cuanto,y aquí se acaba todo. Hay muchas obligacio-nes, como también las hay en cualquier otroestado, y a eso nos obligamos, cada uno enel suyo, cuando en él entramos, y así vos-otros vais a coger el vuestro que, si lo que-réis cumplir bien, tarea no os faltará (...)».Dice, que si observan la guía de la vida matri-monial tendrán paz y mucha tranquilidad «enmedio de todas las contradicciones y contra-tiempos que se os presenten». Se interesapor la salud de su madre.

El 12 de febrero de 1928 envía una cartaa su padre mostrando una enorme caridad:«(…) Yo no puedo hacer nada más que acon-sejaros que os ayudéis los unos a los otros enlo que buenamente podáis y protegedlos delmejor modo que podáis».

El 7 de octubre de 1929 escribe a sumadre, interesándose por su salud, si biense dirige también al conjunto de la familia.Les envía cuatro fotografías, con la promesade enviarles cuatro más. Nuevamente reiteralos buenos consejos a su hermana María. Se

H I S T O R I A Y L I T E R A T U R A

José M.ª Dalmau, de pie, a la derecha, en un día de campo con la comunidad del Monasterio.

Page 25: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

55Núm. 92 L.E.A.

conserva otra carta sin fecha, dirigida a sumadre para felicitarla en el día de su ono-mástica. Hace referencias a la ExposiciónUniversal de Barcelona (1929) y al santo dela Madre (San Narciso, 29 de octubre). Fr.Dalmau siguió las noticias sobre la exposi-ción sentado en la silla de su celda monásti-ca, escuchando por radio la misa celebradaen el estadio. Habla también de los auricula-res de la radio (galena) demostrando que legustaba este invento, como en general la téc-nica y la maquinaria, terminando con un:«Sed todos buenos y amaos los unos a losotros».

LLOOSS TTIIEEMMPPOOSS DDIIFFÍÍCCIILLEESS DDEE LLOOSS AAÑÑOOSS 3300

Escribió una carta a su hermana, María,el 2 de octubre de 1931. En ella se muestramuy pesimista sobre la situación del momen-to. «Acabo de recibir tu carta con la cual mehaces saber lo mal que estáis de trabajo enlas fábricas y la poca animación por la fiestamayor. Pues no me extraña, debido a las cir-cunstancias de los tiempos, porque todo estátriste. Los hombres, o mejor dicho las gentes,buscan el bienestar donde no lo hay, espe-rando un cambio de régimen en la vida, quequede suprimido el trabajo, haya abundanciade todo y a nadie le falte nada. Porque hoydía todo el mundo está como en expectativa,mirando a donde podrá ganar una peseta sinel menor trabajo, o mejor dicho, sin ningúntrabajo, porque el trabajo lo repudian, se bus-ca no trabajar ocho horas sino ninguna, por-que el trabajo es muy antiguo y es por esoque se busca el diario de baja. Y así han sidopobres las fiestas y lo serán mientras no cam-bie el estado actual, porque dicen que no haytrabajo, pero ni se quiere, aunque lo haya y,si lo hay, se trabaja lo menos que se pueda,el caso es cobrar aunque no se haya ganado.De manera que no te extrañes, va a habermucha miseria, hay mucho descontento y,por lo tanto, hay mucha desanimación ymucha frialdad, porque todo el mundo estádescontento, y no se está para fiestas ni paranada. Ha huido la tranquilidad y la paz quehace los pueblos felices. Se busca lo que nopuede ser y no se encontrará más que deso-lación por todas partes y mucha miseria…

En medio de tanto descontento como haypor todas partes, procurad vosotros resigna-ción y conformidad, pues no hay porque des-alentarse, que después de la borrasca vendrála calma. Que Dios permite todos los contra-tiempos para que espabilemos y nos enmen-demos de muchas faltas y pecados que se

cometen y del olvido con que se vive en pro-curar cada uno su propia salvación, pues hoydía se vive mucho como si Dios no existiesey como si no tuviese el hombre más fin que elde los animales. Y así, como digo, procuradvosotros tranquilidad pues no hay mal quepor bien no venga, como dice el adagio.Trabajad, cumplid con vuestras obligacionesy no os apuréis por nada, que Dios ya sabe loque más conviene. A la madre le digo lo mis-mo, que esté tranquila dentro de sus penas ytrabajillos, pues lo debe de sufrir con pacien-cia, que es lo que Dios quiere, precisamentees lo principal para sacar algún provecho deeste mundo, el estar resignado para todo loque Dios quiera, haciendo siempre y en todo(momento) su voluntad, porque todo lo quese aparta de esta regla se queda perdido».

Por el contenido de esta carta es eviden-te que el Beato José M.ª Dalmau veía con pre-ocupación el rumbo que iba tomando el cli-ma social, sobre todo en Madrid, con laquema de conventos (mayo de 1931), o algu-nos decretos y leyes del gobierno Azaña. Lapreocupación era grande por la suerte de losagustinos. La carta acaba con un: Adiós y noos apuréis, que después de la tempestad (vie-ne la calma) vendrá la bonanza y bienestargrande.

CCEENNSSUURRAA YY AAUUTTOO CCEENNSSOORREESS..VVIISSIITTAASS AA CCAALLEELLLLAA YY AALL RREEAALLMMOONNAASSTTEERRIIOO

Fr. Dalmau y los responsables de laimprenta tuvieron que hacer de censores de

El Bto. José M.ª Dalmau con sus padres y su hermana María.

Page 26: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

56 Núm. 92L.E.A.

todo lo que se publicaba en ella. Se prohibióutilizar la palabra Real cuando se designabael Monasterio o el Colegio de Alfonso XII,cuyo nombre se tuvo que cambiar porColegio de San Lorenzo.

Hizo diversas visitas temporales a susfamiliares de Calella, por ejemplo, el año 1929coincidiendo con la Exposición de Barcelona.

Durante este período recibió diversas visi-tas de sus familiares y amigos en el monas-terio de SL de El Escorial: El mes de sep-tiembre de 1934, lo visitó la familia Ferrer, deCalella. En el taller de la imprenta no vieronaparentemente ningún fraile. Fray Dalmauvestía una bata larga de color azul oscuro;pues, debido a su trabajo, había sido dispen-sado de llevar el hábito agustiniano. Explicóel funcionamiento de la imprenta, abrió unaamena conversación, recuerdos de familia,de las amistades, de las Fiestas Mayores deCalella, todo acercándose a su juventud cuan-do dejó la peluquería para hacerse fraile. Erafeliz, pero compartió con el Sr. Ferrer sustemores por los momentos difíciles por losque atravesaba la política española.

PPRRIISSIIOONNEERROOSS EENN EELL RREEAALL MMOONNAASSTTEERRIIOO

El convento de San Lorenzo de El Escorialtenía ciento doce religiosos, entre padres,hermanos, profesos y novicios. Desde el 18de julio de 1936 quedaron prisioneros, vigi-lados de cerca por centinelas y guardias en

las puertas de la Lonja, Jardín de los Frailesy Herrería. Se encontraban muy cerca delPuerto de Guadarrama, escenario de fuertescombates, mientras los frailes rezan y can-tan con un fuerte entusiasmo de los másjóvenes. La imprenta del convento quedóincautada y se pondrá al servicio de la causarevolucionaria.

La noche del 5 al 6 de agosto muchospadres celebraron la última eucaristía de suvida y el resto de religiosos, entre ellos Fr.Dalmau, comulgaron. A las 6 de la mañanadel 6 de agosto, vestidos de seglares, aban-donan el monasterio siguiendo órdenes ter-minantes de la policía de Madrid (Ministeriode la Gobernación), y sabiendo que proba-blemente irían al martirio. Marcharon en tresautobuses, en cada uno de ellos se coloca-ron cuatro milicianos armados, dos delante ydos detrás, los religiosos iban apiñados. Elpadre prior iba en un coche de la policía. Lacaravana se compone de ciento siete religio-sos. Después de pasar un trámite de fichaspoliciales y una declaración voluntaria y uná-nime de la profesión de religiosos, cerca delas 10 de la mañana fueron entrando en gru-pos de seis a ocho en los calabozos de laDirección General de Seguridad (en la calleInfantas de Madrid).

EENN LLAA PPRRIISSIIÓÓNN DDEE SSAANN AANNTTÓÓNN

Al anochecer del día 6 de agosto trasla-dan a los religiosos en coches celulares paraingresarlos en la prisión de San Antón, grancolegio de los padres escolapios, en la callede Hortaleza de Madrid convertido en prisión.Desde el principio ocuparon un gran salónllamado Sala de los Frailes. Tenían que dor-mir en el suelo, sentados en sillas y en losbancos, etc. Más adelante llegaron unos peta-tes llenos de chinches. Allá tendrían que sufrirlas rebuscadas blasfemias de los milicianosy, a veces, las risas de los compañeros segla-res de presidio.

José M.ª Dalmau escribió, el 6 de sep-tiembre, una carta a su madre: Madrid, 6 deSeptiembre de 1936. Sra. Narcisa Regás.Querida madre: No escribo muchas noticiasporque no conviene; sí las precisas, dicién-doos que estoy bien juntamente con toda laComunidad recluida en la prisión de SanAntón, (en) la cual estamos esperando, de undía para otro salir de ella. Si me contestáis,sed breves, que no hace falta más (hay doslíneas tachadas, ilegibles). José M. Dalmau.Dirección: Madrid. Calle de la Farmacia, 19.Prisión de San Antón.

H I S T O R I A Y L I T E R A T U R A

Prisión de San Antón, c/Hortaleza.

Page 27: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

57Núm. 92 L.E.A.

El Beato Fray José M.ª Dalmau Regàs salióen la segunda expedición de la muerte, la deldía 30 de noviembre. Sesenta y tres agusti-nos fueron asesinados en las dos expedicio-nes. En la madrugada del lunes día 30 se leyóla larga lista, después fueron conducidos auna sala semioscura. Les cogieron todo,incluso las gafas, pañuelos, plumas, lápices.La segunda expedición fue llamada durante lamañana de aquel día y fue encabezada por elP. Mariano Revilla, asistente general y presi-dente del capítulo provincial de la orden, alfrente de cincuenta y un religiosos.

Después tuvieron que esperar algunashoras. Se les llamaba a altas horas de lamadrugada, les ataban fuertemente las muñe-cas a la espalda (con fino bramante) hastaseccionar prácticamente las venas y cortar lacirculación. En esta tarea intervinieron todos

Intentaba explicar su más que preocu-pante situación, no se podían escribir noti-cias porque «no conviene». Con eso nos estádiciendo que están sometidos a una férreacensura y no pueden escribir nada del trato,detalles del hambre que pasaban, etc. Sóloles dejaban escribir cuatro líneas sin entraren detalles. Tenían una angustia total, en rea-lidad. Fr. José M. nos dice: «estamos espe-rando de un día a otro salir de ella». Quieredecir que no sabe qué pasará o cuándo, queles han dicho que los juzgarán, que quizáslos matarán... Finalmente unas breves pala-bras de despedida, diciendo a sus familiaresque, en caso de contestar la carta fuesen bre-ves, «no hace falta más». Todo lo daba porperdido, quería que la familia se diese cuen-ta y lo notase.

La sobrina del Beato Dalmau me ha dichoque las palabras tachadas daban un adiósdespidiéndose de la familia, añadiendo queno estuvieran tristes por él. Eso es más queprobable, porque serían las pruebas másdirectas de su inminente asesinato y no inte-resaba que se pudiera mostrar esta prueba. Eltachado es tan intenso y enérgico que, inclu-so, tapan parcialmente el nombre propio dela firma de nuestro mártir.

JJUUIICCIIOOSS SSOOMMEERROOSS YY EEXXPPEEDDIICCIIOONNEESS DDEE LLAA MMUUEERRTTEE

Los días 7 y 8 de noviembre se produci-rán sacas masivas de presos y su posteriorasesinato, continuarán durante algunos díasy adquirirán nuevamente un carácter masivoa finales de mes, en concreto los días 28 y30, que será cuando afectaran a los agustinosde la prisión de San Antón.

En San Antón se constituyeron unos dieztribunales populares o checas. Los agustinosfueron juzgados en pocas horas durante lanoche del viernes 27 de noviembre. Los reli-giosos ya estaban condenados antes de serescuchados, todo el juicio consistía en unbreve interrogatorio:

–¿Cómo te llamas? –José M.ª Dalmau.

–¿Eres agustino? –Sí, señor.

–¿Estás dispuesto a defender la Repúblicacon las armas en la mano? –No, señor.

–Márchate. Venga otro.

La pluma sentenciaba escribiendo a laderecha del apellido las letras fatales L.d.(libertad definitiva), es decir la condena amuerte.

Carta enviada a su madre desde la prisión de San Antón.

los milicianos de San Antón y más de cua-renta o cincuenta de fuera.

Todos los religiosos iban al martirio, sere-nos y tranquilos, siendo perfectamente cons-cientes de lo que les pasaría, conducidosentre insultos y blasfemias, pero ellos noparaban de rezar mientras se animaban los

Page 28: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

58 Núm. 92L.E.A.

unos a los otros. Serían las 10 de mañana.En fila india salieron a la calle, acordonadapor milicianos: Cogían entre cuatro a cadauno de los presos atados y los tiraban alcamión donde iban estrechos como en latasde sardinas. Los religiosos llamados en listadaban a sus compañeros de la sala, con elúltimo abrazo, los objetos de uso particularcomo relojes, plumas y medallas.

Las expediciones, provistas de la corres-pondiente orden de la Dirección General deSeguridad, salían por el barrio de las Ventassiguiendo la carretera general de Aragón,rompiendo después por la de Madrid a Belvis,pasando por Barajas, para pararse en un des-campado desértico a los pies de la colina de

San Miguel, a 500 metros de Paracuellos y aun kilómetro del río Jarama y 20 de Madrid.A uno y otro lado de la carretera aparecíanseis grandes fosas abiertas.

EEJJEECCUUCCIIOONNEESS MMAASSIIVVAASS AANNTTEELLAASS FFOOSSAASS DDEE PPAARRAACCUUEELLLLOOSS

Los autocares (algunos de dos pisos) separaban a unos 200 metros de las fosas, lospresos bajaban de los vehículos en gruposde diez o veinte y se les hacía caminar has-ta el borde de las fosas, donde eran fusila-dos. Sabemos que probablemente fueronasesinados por balas de ametralladora yrematados con el tiro de gracia por unatreintena de milicianos de las poblacionescercanas; muertos o semivivos rápidamen-te los tiraban a las fosas. Muchos caían ata-dos por los codos con los compañeros.Según informes se sabe que algunos veci-nos de poblaciones próximas saqueaban laropa de las víctimas. Presos condenados acavar las fosas eran los encargados de ente-rrar los cadáveres.

Hay informes sobre el valor cristiano conel que entregaron sus vidas, perdonando asus verdugos, rezando, haciendo profesiónde fe, cantando en latín, probablemente elChristus vincit, Christus regnat, Christus,Christus imperat y aclamando: «¡Viva CristoRey!». Aquel día inmolaron a la comunidadagustiniana de El Escorial. Los agustinos seencuentran en las fosas números 4 ó 5; la 4.ªtiene 160 metros de largo por 4 de ancho. La5.ª, que es donde se encuentra nuestro BeatoJosé M.ª Dalmau, tiene 80 metros de largo yuna anchura de 8 metros.

El Beato José María Dalmau Regàs fueasesinado en Paracuellos del Jarama (pro-vincia de Madrid) a la edad de 49 años, jun-to con otros religiosos agustinos; cincuentay uno en total. Allá continúan enterrados.Sólo identifican el lugar dos cruces, unageneral puesta por la Orden y otra la del P.Avelino Rodríguez Alonso. Esperemos que, apartir de ahora, haya una identificación nomi-nal de cada uno de los mártires (*).

H I S T O R I A Y L I T E R A T U R A

Paracuellos. Fusilamientos masivos.

Paracuellos. PP. Ulpiano Álvarez y Vicente Peral, supervivientes de lahecatombe del 30 de noviembre de 1936, junto a lápida de los mártiresAgustinos.

(*) En diciembre de 2008 se han colocado,en el interior de la capilla del Campo San-to de Paracuellos, seis placas de mármolblanco con los nombres de los mártires be-atificados en Roma el 28 de octubre de2007, que habían sido sacrificados en Pa-racuellos en noviembre del año 1936. Enesas placas figuran los nombres de los 63beatos agustinos, martirizados en Para-cuellos. (Nota de la Redacción).

He de agradecer toda la ayudadel P. Modesto González, OSA, a élse debe buena parte de la investiga-ción sobre la biografía de nuestroBeato. También he de hacer men-ción especial a la Sra. Dolors ArnijasDalmau, sobrina del mártir. Graciastambién por su colaboración.

Page 29: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

59Núm. 92 L.E.A.

Asus hijas Urraca y Elvira les legó elseñorío de todos los monasteriosde los tres reinos, lo que se llamódespués el infantazgo, pero a con-

dición de que no contrajeran matrimonio, encuyo caso quedarían privadas de tales rentas:“todo el Ynfantazgo, con los monasterios queél auia hedificado, amonestandoles que fastala salida de esta vida fermosasen essas iglesiasy biuiesen sin ayuntamiento de marido” (1).

El hecho es que ninguno de los hermanoshabía quedado satisfecho del reparto territo-rial efectuado y los tres se dispusieron a solu-cionar el problema por la fuerza de las armas.Tras enfrentarse los dos mayores, Sanchovenció a Alfonso en la batalla de Llantada(1068), a orillas del río Pisuerga, en la fron-tera entre Castilla y León, en una especie dejuicio de Dios sobre las razones que uno yotro sostenían, vinieron a coincidir en des-poseer al más débil, García, de su reino deGalicia. Así, pretextando una peregrinación aCompostela, Sancho tomó prisionero porsorpresa a García y se repartió el reino conAlfonso.

Sancho no quedó conforme, pues para ira Galicia tenía que atravesar el reino de León,decidió atacar a su hermano Alfonso en labatalla de Golpejera (1072) en Carrión de losCondes. Alfonso fue hecho prisionero y ence-

Alfonso VI, el Bravo, Rey de Castilla y León900 AÑOS DE SU MUERTE (1040-1109)

Jerónimo Paredes González

1 Lucas de Tuy, Crónica de España, cap.LVII, p. 358.

Del matrimonio de Fernando I de León y Castilla con la reina doña Sancha, nacierontres hijos varones y dos hembras: Sancho II, Alfonso VI 1, García, Urraca y Elvira. En1063, había hecho Fernando I testamento, dividiendo su reino entre sus hijos. Al pri-mogénito, Sancho, le dejó el reino de Castilla y las parias de Zaragoza; al segundo, Al-fonso, el reino de León y las parias de Toledo; para el tercero, García, segregó del rei-no de León a Galicia y los territorios portugueses con las parias de Badajoz y Sevilla.

Page 30: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

60 Núm. 92L.E.A.

rrado en un convento de Sahún con la pre-tensión de que se hiciera monje. Sancho con-siguió unir de nuevo los reinos de Castilla yLeón. Sin embargo, entró en escena doñaUrraca, hermana de los reyes, que siempremantendría una estrechísima y vidriosa rela-ción con Alfonso, consiguió de Sancho lalibertad de Alfonso, que logró escapar refu-giándose en Toledo, cuyo rey, Almamún, leprestó todo su apoyo.

El triunfo militar de Sancho no fue bienaceptado por todos. Entre sus oponentes seencontraban sus propias hermanas. La infan-ta doña Urraca, junto al conde Ansúrez, sehizo fuerte en una localidad de la fronteraentre los reinos de Castilla y León: Zamora.Urraca no sólo defendía a su hermanoAlfonso, sino que defendía sus propios terri-torios (Zamora le había sido donada porAlfonso).

Durante el cerco de Zamora –la bien cer-cada, ya que era prácticamente inexpugna-ble–, Sancho envió como mediador a suvasallo Rodrigo Díaz de Vivar, “El Cid”, con

una propuesta de intercambio, pero Urracano aceptó, sabía que tenía el apoyo de loszamoranos que estaban dispuestos a resistirel asedio. El cerco puesto por Sancho dura-ba ya nueve meses y empezó a hacer estra-gos entre los habitantes. Urraca vislumbróque no habría otra salida que la desapariciónde Sancho, pues en la lidia frente a frente ten-dría todas las de perder, por lo que se prepa-ró un arriesgado plan. Un decidido caballe-ro, de nombre Bellido Dolfos, salió en secretode la ciudad, llegó al campo enemigo y soli-citó ver al rey, anunciándose como conocedorde una forma efectiva de entrar en la impe-netrable ciudad. El 7 de octubre de 1072, con-siguió llegar en presencia del rey y, en unmomento de descuido de éste, le clavó unvenablo en el pecho, para luego huir inme-diatamente hacia los muros de la ciudad,donde un pequeño portillo se abrió oportu-namente para darle cobijo.

Entrando en detalles, se afirmaría queBellido Dolfos habría atacado al Rey artera-mente mientras éste se dedicaba tranquila-mente a satisfacer sus necesidades fisiológi-cas en pleno campo, como era habitual enlos campamentos. La leyenda ha queridoennoblecer el sangriento episodio y el heroi-co Romancero ha introducido al CidCampeador en esta escena. Primero con-templando con horror e impotencia el mag-nicidio y, a continuación, lanzándose en velozpersecución del asesino, al que no pudoalcanzar, por haber montado inadecuada-mente su cabalgadura:

“Por la prisa que tenía,espuelas no se ha calzado:delante iba el traidor,tras él iba el castellano”.

A pesar de las repetidas negativas de doñaUrraca y de los responsables de la ciudad,parecía claro que todos estaban en conoci-miento de la operación, a cuya realizaciónhabrían dado su aprobación:

“¡Rey don Sancho! ¡Rey don Sancho!no digas que no te aviso,que dentro de Zamora un alevoso ha salido;llamase Bellido Dolfos, hijo de Dolfos Bellido,cuatro traiciones ha hecho y con ésta seráncinco”.

Crónicas y cantares de gesta insisten enrebatir algunas ideas acerca de la culpabili-dad, que se evidenciaba, entre otras cosas,por el premio que reclamó el propio BellidoDolfos:

“Por las calles de Zamora

H I S T O R I A Y L I T E R A T U R A

EELL 77 DDEE OOCCTTUUBBRREE DDEE 11007722,, CCOONNSSIIGGUUIIÓÓ

LLLLEEGGAARR EENN PPRREESSEENNCCIIAADDEELL RREEYY YY,,

EENN UUNN MMOOMMEENNTTOO DDEE DDEESSCCUUIIDDOO DDEE ÉÉSSTTEE,,LLEE CCLLAAVVÓÓ UUNN VVEENNAABBLLOO

EENN EELL PPEECCHHOO,, PPAARRAA LLUUEEGGOO HHUUIIRR

IINNMMEEDDIIAATTAAMMEENNTTEEHHAACCIIAA LLOOSS MMUURROOSS

DDEE LLAA CCIIUUDDAADD,, DDOONNDDEE UUNN PPEEQQUUEEÑÑOO

PPOORRTTIILLLLOO SSEE AABBRRIIÓÓ

OOPPOORRTTUUNNAAMMEENNTTEE PPAARRAA DDAARRLLEE CCOOBBIIJJOO

Page 31: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

61Núm. 92 L.E.A.

[Vellido] va dando gritos:tiempo era, Doña Urraca,de cumplir lo prometido”.

¿Qué era lo prometido? Posiblemente lamano de la propia Urraca. En algún roman-ce lo que había prometido Urraca era acos-tarse con él. La “Crónica Najerense” cuentaque doña Urraca habría dicho: “Si alguienme liberara, de alguna manera, de este ase-dio y de esta estrechez, a él me entregaríajunto con todo lo que tengo”... BellidoAdolfo de nombre, quien ansioso la desea-ba le dice: “Si me das certeza de lo prome-tido, hago lo que deseas…”2. En defensa dela Reina han salido diferentes interpretacio-nes. Una de las más curiosas cuenta queUrraca mandó atar a Bellido, introducirlo enun saco y, a continuación, ponerlo en sucama, de manera que Urraca cumplió así lapromesa de dormir con él.

A pesar de que este relato de la muerte deSancho II puede ser pura ficción, es eviden-te que lo esencial ocurrió, no hay seguridadsobre los medios utilizados, pero el fin sealcanzó. Alfonso regresó a sus reinos, y ade-más incorporó a sus territorios el reino deCastilla, de manera que consiguió unificar denuevo los reinos de Castilla y León.

Llama la atención que Urraca fuera tan fiela su hermano Alfonso. La idea de una rela-ción incestuosa ha salido de algunas crónicasque muestran a Urraca profesando un tiernoamor fraternal a su hermano cuando era niño,incluso cuando se fue haciendo mayor, puesUrraca se encargaba de criarlo y vestirlo:“Urraca amaua muy tiernamente a Alfonsodesde su mocedad por amor de hermanos…criaualo y vestialo en lugar de madre” 3. Peroaparte del amor fraternal se sospecha otrotipo de amor, deducido de palabras sobre“Que acabados los ayuntamientos carnales abuelta con los abraçados de marido…” 4.

JJUURRAAMMEENNTTOO DDEE SSAANNTTAA GGAADDEEAA

Se introduce aquí un episodio que siem-pre ha oscilado entre la historia y la leyenda.Se trata de la supuesta jura que algunos delos nobles castellanos exigieron que hicieseAlfonso acerca de su no participación en laconjura que había acabado con la muerte deSancho II. La fuente principal de informaciónes el Romancero, que alza a Rodrigo Díaz deVivar al principal protagonismo de la escena,poniendo al Rey en la obligación de jurar suinocencia, algo que Alfonso nunca podría per-donarle. Realidad histórica o leyenda heroica,siempre ya resonarían dramáticos los recios

octosílabos que hablan de aquella escenairrepetible.

“En Santa Gadea de Burgos,do juran los hijosdalgo,allí tomó juramentoel Cid al rey castellano,sobre un cerrojo de hierroy una ballesta de palo…”.

Rodrigo Díaz de Vivar había sido desig-nado alférez del Rey por Sancho II en el año1066, como consecuencia de la victoria queobtuvo el de Vivar contra el caballero navarroJiménez García, por la conquista del castillode Pazuenga para el Rey, y le valdría el títuloCampi Doctor o Campeador –vencedor en elcampo de batalla–, más tarde los musulma-nes le llamarían Cid, Sidi o Señor. Esto ocu-rrió en la guerra llamada de los tres Sanchos–el de Castilla, el de Navarra y el de Aragón.

LLAA MMUUJJEERR EENN LLAA VVIIDDAA DDEE AALLFFOONNSSOO VVII

La enfermedad y muerte de Urraca y Elvirasupuso un cambio significativo en la política

2 Crónica Najerense, libro III (16), Ed. Akal.

3 Lucas de Tuy, o.c.

4 Idem.

““EENN SSAANNTTAA GGAADDEEAA DDEE

BBUURRGGOOSS,,

DDOO JJUURRAANN LLOOSS

HHIIJJOOSSDDAALLGGOO,,

AALLLLÍÍ TTOOMMÓÓ JJUURRAAMMEENNTTOO

EELL CCIIDD AALL RREEYY

CCAASSTTEELLLLAANNOO,,

SSOOBBRREE UUNN CCEERRRROOJJOO

DDEE HHIIEERRRROO

YY UUNNAA BBAALLLLEESSTTAA

DDEE PPAALLOO……””

Page 32: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

62 Núm. 92L.E.A.

del reino, y el espacio de la Infantas herma-nas del Rey comenzó a ser ocupado por lasInfantas hijas del Rey. En las primeras tuvo elapoyo incondicional; las segundas estuvie-ron condicionadas por las ambiciones de losmaridos, que iban en contra de los interesesde Alfonso.

En realidad Alfonso fue un hombre rodea-do de mujeres. Además de sus hermanas,Alfonso tuvo siempre una esposa a su lado:cinco esposas legítimas y dos concubinas.

Su primera esposa fue Inés de Aquitania.Por primera vez un rey de los territorios cris-tianos occidentales tomaba esposa de másallá de los Pirineos. El padre de la novia, elduque de Aquitania, tenía como enemigos alvizconde de Bearn y al conde de Armagnac,ambos buenos amigos del rey de Aragón.Alfonso VI compartía con su futuro suegro laenemistad contra el de Aragón, que teníapuestos los ojos en el reino de taifa deZaragoza, lo mismo que Alfonso VI. El ene-migo común afianzaba la necesidad de laalianza entre Aquitania y Castilla-León. Porotra parte, trataba Alfonso de aumentar suprestigio en sus propios territorios, al empa-rentar con una de las grandes familias feu-dales del Sur de Francia. La boda tuvo lugar

en 1073 o 1074, cuando la novia tenía 14años de edad. Inés no engendró hijos, yAlfonso, que ya debía de estar mediada laveintena, estaba impaciente por tener unheredero. Ello le llevó a repudiar a la reina.

La búsqueda de una nueva reina se reali-zó también en territorio francés, lo que refle-ja los intereses del monarca leonés por ase-gurarse la ayuda más allá de los Pirineos. Laelegida fue Constanza de Borgoña, sobrinade Hugo, el abad de Cluny, cuñada del duquede Aquitania y hermana del duque deBorgoña. El matrimonio fue aprobado por elpapa Gregorio VII y por la curia regia, aun-que se conoce una carta del papa al Rey, enla que le recriminaba su matrimonio ilícito,por haberse casado con una mujer con la quetenía cierto grado de consaguinidad (Cons-tanza era prima en cuarto grado de su pri-mera mujer, la reina Inés) y la Iglesia en aque-llos años prohibía los matrimonios entreparientes hasta el séptimo grado.

El matrimonio con Constanza no tuvomucho más éxito que el anterior. Tuvo la for-tuna de engendrar una hija, Urraca, pero traslas dificultades del parto, parecía claro que lareina no tendría más hijos. El esperado here-dero no llegó. No parecía conveniente iniciarotro proceso de repudio matrimonial, o almenos Alfonso no esperaba la benevolenciade la Iglesia como la primera vez, de maneraque su decisión fue mantener el matrimonioy buscar el hijo varón por otro camino, esdecir, buscando una concubina.

Jimena Muñoz, miembro de una familianoble de Asturias, fue la concubina del Rey.Pero Jimena sólo engendró hijas. Otra con-cubina, finalmente, daría a Alfonso el espera-do hijo. Se trata de Zaida, viuda del rey taifa deCórdoba. Es posible que su relación conAlfonso comenzara como consecuencia de lasconversaciones del rey cristiano con el reyárabe de Sevilla, quien constantemente recla-maba ayuda a Alfonso. Con motivo de la inva-sión de los almorávides, grave peligro paratodos, cristianos y musulmanes, ambos reyesdecidieron anudar una alianza matrimonial–Zaida era nuera del rey sevillano– como par-te de la propuesta de Alfonso de defender losreinos árabes peninsulares. Pero la alianzamatrimonial no podía realizarse porque vivíaaún la reina Constanza, de manera que, a fal-ta de posibilidades de contraer matrimonio,Zaida pasó a ocupar el papel de concubina.De ésta tuvo la suerte de engendrar un varón,el príncipe Sancho Alfónsez. Este niño se con-vertiría después en el heredero de la corona,a pesar de que cumplía todos los requisitos

H I S T O R I A Y L I T E R A T U R A

EENN RREEAALLIIDDAADDAALLFFOONNSSOO FFUUEE UUNN

HHOOMMBBRREE RROODDEEAADDOODDEE MMUUJJEERREESS..

AADDEEMMÁÁSS DDEE SSUUSS HHEERRMMAANNAASS,,

AALLFFOONNSSOO TTUUVVOOSSIIEEMMPPRREE UUNNAA

EESSPPOOSSAA AA SSUU LLAADDOO::CCIINNCCOO EESSPPOOSSAASS

LLEEGGÍÍTTIIMMAASS YY DDOOSS CCOONNCCUUBBIINNAASS

Page 33: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

63Núm. 92 L.E.A.

para no serlo: era hijo ilegítimo del rey y sumadre era de religión musulmana, aunque seconvertiría al catolicismo y pasó a llamarseInés. Alfonso estaba tan desesperado portener un heredero varón que pasó por enci-ma de todas las normas de sus reinos.Desgraciadamente, el príncipe Alfonso mori-ría en la batalla de Uclés.

Ante las dudas y problemas que aportabaeste heredero varón, el monarca, a la muer-te de la reina Constanza, siguió buscandoesposa, y entre 1094 y 1099 se casó tresveces. Su tercera esposa fue Berta, una mujerprocedente del norte de Italia, con la queestuvo casado hasta que falleció ella y de laque no tuvo hijos. Un cuarto intento le llevóa casarse con una mujer de nombre Elizabethcon quien tuvo dos hijas: Sancha y Elvira.Finalmente, un año antes de su muerte, ycoincidiendo con el fallecimiento de su únicohijo varón, Alfonso se casó con otra mujerfrancesa, Beatriz, quién al morir el rey regre-só a su patria.

EEXXPPAANNSSIIÓÓNN TTEERRRRIITTOORRIIAALL

García, al enterarse de la muerte de su her-mano Sancho, se apresuró a regresar a sustierras de Galicia pensando en recuperar sutrono, por lo que a Alfonso VI se le presentóla urgente necesidad de eliminar a su herma-no. Por consejo de su hermana Urraca y dePedro de Ansúrez, le invitó a una entrevista, ala cual el incauto García acudió. Alfonso VI lemandó encerrar, cargado de cadenas, en elcastillo de Luna, donde permaneció hasta sumuerte (1090). Alfonso VI había conseguidoreunir bajo su cetro el reino que su padrehabía dividido entre sus hijos.

Resuelto éste problema, Alfonso VI sededicó a consolidar los territorios heredadosy a extender las fronteras a costa de losmusulmanes. Así, el primer objetivo fue laconquista del reino taifa de Toledo, ya que surey al-Qadir estaba viendo cómo se desmo-ronaba su reino pidió ayuda a Alfonso VI, queempezó a guerrear contra los enemigos delrey toledano. Alfonso puso sitio a Toledo, lle-vando consigo a al-Qadir, que había tenidoque refugiarse en Cuenca. En 1081, los par-tidarios de una alianza con Alfonso le abrie-ron las puertas de la ciudad. Alfonso VI regre-só a Castilla cargado de rico botín. Sinembargo, los ánimos siguieron revueltos enToledo, al sentirse amenazados los partida-rios del Alfonso VI por la facción que incita-ba a al-Muqtadir y a al-Mutámid, reyes de lastaifas de Zaragoza y Sevilla, para que se apo-

deraran del reino. Esta situación hacía pensara Alfonso VI que la única solución pasaba porla anexión de Toledo. Los partidarios de laalianza con Castilla enviaron mensajeros alrey comunicándole su deseo de entregarleToledo, pero exigían que se les concediera laposibilidad de efectuar una resistencia hon-rosa que legitimara ante el Islam la entrega dela ciudad.

Alfonso comenzó unas campañas devas-tadoras que fueron agotando los recursos dela taifa toledana. Era muy importante, en estacampaña, conquistar el castillo de Magerit oMayrit (más tarde se llamaría Madrid).Después de una dura batalla, Magerit cae enpoder de los cristianos y permanece someti-da a Alfonso VI durante varios años. Se cuen-ta que el Rey, viendo a algunos de sus sol-dados escalar ágilmente la muralla mora,exclamó: “parecen gatos”, con lo que andan-do el tiempo ha venido a llamarse “gatos” alos madrileños.

Los habitantes de Toledo reducidos a lamiseria, sin la posibilidad de recibir ayuda delas otras taifas, que, por el contrario, habíansuministrado víveres al ejército de Alfonso,se rindió Toledo. La cristiandad celebró conjúbilo la toma de la emblemática ciudad,mientras los reyes de las taifas abrían laspuertas a los ejércitos almorávides.

AALLFFOONNSSOO VVII SSEE DDEEDDIICCÓÓ AA CCOONNSSOOLLIIDDAARR LLOOSS TTEERRRRIITTOORRIIOOSSHHEERREEDDAADDOOSS YY AA EEXXTTEENNDDEERR LLAASS FFRROONNTTEERRAASS AA CCOOSSTTAA DDEE LLOOSS MMUUSSUULLMMAANNEESS..AASSÍÍ,, EELL PPRRIIMMEERROOBBJJEETTIIVVOO FFUUEE LLAA CCOONNQQUUIISSTTAADDEELL RREEIINNOO TTAAIIFFAA DDEE TTOOLLEEDDOO

Page 34: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

64 Núm. 92L.E.A.

En julio de 1086, Yusuf ibn Tashufin, elcreador del imperio almorávide, desembar-caba en Algeciras al frente de un numerosoejército. Se le unieron las tropas de al-Mutámid de Sevilla, las de Abd Allah deGranada y, más tarde, las de al-Mutawakkilde Badajoz. Alfonso VI pidió ayuda a otrosreinos cristianos y todos se reunieron enCoria. La batalla de Zalaca, la actual Sagradas,tuvo lugar el 23 de octubre de 1086, dondefueron derrotados los ejércitos cristianos,siendo herido el propio Alfonso VI.

La derrota de Zalaca significó un fuerteretroceso en las aspiraciones expansionistasde Alfonso que se muestra, a partir de ahora,más conciliador y tolerante hacia el Islam.Los almorávides, llamados por las taifas paraque aliviaran la presión que sobre ellas ejer-cían los reinos cristianos, decidieron la con-quista del Al-Andalus. Las taifas, viendo ame-nazadas su independencia, se volvieron aAlfonso VI en busca de ayuda. Este envió uncontingente de tropas que fueron vencidas,

lo que permitió a Yusuf apoderarse de las tai-fas de Granada y Málaga, a las que prontosiguieron las de Jaén, Murcia y Denia. En1097, los almorávides avanzaron haciaToledo. Los cristianos, aunque sufrieron unduro castigo, aguantaron en Consuegra, don-de murió el hijo del Cid, Diego, teniendo queretirarse las fuerzas almorávides hacia el sur.Dos años después, los almorávides al man-do de un nieto de Yusuf, arrasaron las pobla-ciones al sur del Tajo, lo que les permitió sitiarToledo en el verano de 1100. Pero la ciudadresistió una vez más.

El Cid Campeador moría en 1099, y suesposa Jimena Díaz, tuvo que pedir ayuda aAlfonso VI para defender Valencia. Dos añosdespués, comprendiendo la imposibilidad demantenerla, decidió Alfonso VI evacuarla,prendiendo fuego a todo lo que quedaba deella. Los mesnaderos del Cid llevaron sucadáver a Castilla y lo enterraron en elmonasterio de San Pedro de Cardeña.

Los últimos años del monarca castellano-leonés fue de una gran actividad bélica.Cuando al-Mustain de Zaragoza concertó unaalianza con Yusuf, Alfonso VI temió la pérdi-da de Toledo, aunque se negó a aceptar estaposibilidad.

De la boda celebrada en el 1091, entre lainfanta Urraca (hija del segundo matrimoniode Alfonso VI) y Raimundo de Borgoña, nacióAlfonso Raimúndez, futuro Alfonso VII.Raimundo moriría poco después. La falta dedescendencia masculina de Alfonso VI hacíarecaer la herencia en una mujer: su hijaUrraca, a la que faltaba un marido que pudie-ra proseguir la lucha contra los almorávides.Los nobles leoneses y castellanos quisieronevitar que el gobierno cayese en manosextranjeras, propusieron a Alfonso que casa-ra a la viuda Urraca con el poderoso condede Candespina, Gómez González. Sin embar-go, el rey tenía otros planes. Proyectaba casara su hija con el monarca aragonés Alfonso Iel Batallador, para que reinara en León yCastilla, y, a su muerte, el hijo que naciera deeste matrimonio gobernaría como rey deLeón, Castilla y Aragón.

Alfonso VI no vería consumarse estaboda. En 1109, el monarca se hizo llevar enuna litera a Toledo para dirigir la defensa dela ciudad ante un esperado ataque almorávi-de. Moriría sin poder asistir al asalto, el díauno de julio. Su cuerpo fue trasladado, segúnsus disposiciones, al monasterio de Sahagún.

H I S T O R I A Y L I T E R A T U R A

LLAA DDEERRRROOTTAA DDEE ZZAALLAACCAA SSIIGGNNIIFFIICCÓÓ

UUNN FFUUEERRTTEERREETTRROOCCEESSOO

EENN LLAASS AASSPPIIRRAACCIIOONNEESSEEXXPPAANNSSIIOONNIISSTTAASS

DDEE AALLFFOONNSSOO QQUUEE SSEE MMUUEESSTTRRAA,,

AA PPAARRTTIIRR DDEE AAHHOORRAA,,MMÁÁSS CCOONNCCIILLIIAADDOORR

YY TTOOLLEERRAANNTTEE HHAACCIIAA EELL IISSLLAAMM

Page 35: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

4 Núm. 92

LOS derechos humanos existendesde que el hombre es hombre,antes de que existieran formula-ciones explícitas de cualquier cre-

encia religiosa o política. Los derechos huma-nos no se derivan ni se fundamentan enreligión alguna, aun cuando toda religión,como ya hemos dicho, debe no sólo aceptar,sino prescribir el cumplimiento de los dere-chos humanos.

Aceptado esto, que nos parece elementaly obvio, debemos decir que, desgraciadamen-

te, no todas las religiones han sido siempredefensoras de los derechos humanos.Refiriéndonos a la Iglesia Católica, que es lanuestra, podemos afirmar que Cristo defendiósiempre, con tesón y valentía, los derechoshumanos, sobre todo los derechos de los máspobres y marginados: mendigos, enfermos,viudas, huérfanos, pecadores. Los evangeliosdemuestran y constatan una y cien veces queCristo fue un acérrimo defensor de los dere-chos humanos. También se puede demostrarcon documentos irrefutables que la Iglesia deCristo, durante los tres primeros siglos de suexistencia, defendió y no se cansó de reivindi-car los derechos humanos, enfrentándosemuchas veces a las pretensiones del mismopoder imperial. San Pablo, los mártires,Clemente Romano, San Justino, Tertuliano ytantos otros, lo defienden de palabra y porescrito continuamente. Pero, desgraciadamen-te, si queremos ser fieles a la verdad histórica,hemos de reconocer que, a partir del año 313,la Iglesia Católica, como institución, no siem-pre fue ejemplo de institución defensora de losderechos humanos. Al dejar de ser una simpleinstitución religiosa y convertirse en un autén-tico poder social y político empezó a actuarcomo actuaban los poderes políticos de sutiempo. Y ya sabemos que durante la EdadMedia predominaron siempre los derechosestamentales y colectivos frente a los dere-chos privados e individuales, con los abusos

A C T U A L I D A D E D U C A T I V A Y P E D A G O G Í A

L.E.A.

La Escuela AgustinianaVIII. La Iglesia Católica y los Derechos

humanosGabriel González del Estal

Ya decíamos en el número anterior que la defensa de los derechos humanos es una exigenciaineludible para cualquier sociedad que quiera llamarse democrática y también para cualquierreligión que pretenda ser aceptada universalmente. Y, por definición, nuestra Iglesia católicapretende ser una religión universal. En este siglo xxi en el que nos está tocando vivir, defenderlos derechos humanos es algo previo a cualquier formulación política o religiosa.

Page 36: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

5

y arbitrariedades, por parte de la autoridad,que esto supuso, en relación a los derechoshumanos del individuo. Para los que quieranestudiar este tema con más detención les reco-miendo los amplios estudios del profesordominico Antonio Osuna Fernández-Largo, y elmagnífico resumen que escribió sobre estetema el profesor jesuita Ildefonso CamachoLaraña en el discurso de la solemne aperturadel curso 1994-1995, en la Facultad deTeología de Granada. Yo, teniendo como guíaa estos dos autores que acabo de citar, y algu-nos otros artículos que he encontrado sobreeste tema, me limitaré, resumiendo quizádemasiado, a dar algunos datos que me pare-cen significativos.

En los siglos XII y XIII, los Concilios III y IVde Letrán colman de privilegios a los quecombaten la herejía con las armas. El PapaInocencio IV (1252) preconiza el recurso a latortura en los interrogatorios a los sospecho-sos de herejía. El mismo sabio y santo Tomásde Aquino (1225-1274), siempre tan racio-nal y ponderado, no tendrá inconveniente endefender que los herejes y apóstatas debenser forzados, incluso físicamente, a ser fie-les a sus promesas. Traer ahora aquí a cola-ción el tema de la Inquisición sería un recur-so histórico demasiado fácil, por ser este untema que ha sido suficientemente estudiado,con muy buenas intenciones por unos y conmuy malas intenciones por otros.

Para nuestro consuelo, durante el largo yoscuro período de la “colonización” de laAmérica latina, podemos afirmar que en laBula Sublimis Deus, el Papa Paulo III, en1537, defiende abiertamente la dignidad

humana, la libertad y otros derechos de losindios, al tiempo en que se condena rotun-damente la esclavitud a la están siendo some-tidos los amerindios. Será este mismo Papa,un año más tarde, en su decreto Nobis legi-bus, el que vuelva a salir en defensa de losindios, imponiendo penas canónicas a quie-nes los inculquen.

Dando un salto de varios siglos, nosencontraremos con tres Papas que, sin duda,fueron buenos pastores en otros aspectos,pero que, en materia de derechos humanos,no hicieron demasiado honor a la santidad ycatolicidad de la Iglesia Católica, a la que pre-sidían. Son Pío VI, Gregorio XVI, y Pío IX.

Pío VI, en la Bula Quod alicuantum, del 10de marzo de 1791, anatematiza a los redac-tores de la Constitución civil del clero, redac-tada en 1789. El motivo de este anatema es,entre otros, porque promulga un derechomonstruoso de libertad, que la Asamblea cre-yó derivar de la igualdad y de la libertad natu-ral de todo hombre. El Papa Gregorio XVI, enMirari vos, de 1832, condena el derechohumano de la libertad de conciencia, dicien-do: Es un principio falso y absurdo, o másbien disparatado, el afirmar que hemos deasegurar y garantizar a todo el mundo la liber-tad de conciencia. Este es uno de los erroresmás peligrosos. De la libertad de opinión diceque es la ruina de la sociedad religiosa y civil.Y recomienda a la sociedad civil que siga enestos casos la práctica y el ejemplo de laIglesia Católica que prohíbe leer los libros queconsidera perjudiciales para la fe y las cos-tumbres de los cristianos, y que para eso tie-ne establecido su Índice de Libros Prohibi-

Núm. 92 L.E.A.

Derechoshumanos

Page 37: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

6 Núm. 92

dos. Pero fue, sin duda, Pío IX el que, en sulargo pontificado, con su famoso Syllabuserrorum, se ganó a pulso la fama de antimo-dernista y enemigo de algunos derechoshumanos básicos. Me voy a limitar a escri-bir literalmente algunos de los derechos queeste Papa condena y anatematiza: la libertadde todo hombre para abrazar y profesar lareligión que, guiado por la razón, juzgare porverdadera; pensar que pueden salvarse losque no están en la verdadera Iglesia de Cristo;que en el protestantismo es posible agradara Dios; que el régimen de escuelas públicaspuede y debe ser de la atribución a la autori-dad civil; defender la separación del Estado yde la Iglesia; que entre los cristianos el con-trato meramente civil puede dar lugar a unverdadero matrimonio; que los emigrantespuedan tener culto propio en los países cató-licos; afirmar que el Romano Pontífice debereconciliarse y transigir con el progreso, conel liberalismo y con la moderna civilización…

Con el Papa León XIII, en su EncíclicaRerum novarum, de 1891, se nota ya un cam-bio de tono, más que de principios, en lo rela-tivo a la defensa de ciertos derechos huma-nos. Sigue condenando muchas de laslibertades públicas reconocidas por la auto-ridad civil y hoy reconocidas por todas lassociedades democráticas, pero recomiendaa los cristianos que no se dejen engañar yque usen de ellas para su bien, de acuerdocon la doctrina de la Iglesia Católica. LeónXIII no busca la confrontación con el podercivil, en materia de derechos humanos, sino

que introduce la idea de una cierta toleranciapolítica con el gobierno legalmente reconoci-do. Pío X, 1903-1914, se preocupó casiexclusivamente de temas pastorales y de lavida religiosa de los fieles. Benedicto XV,1914-1922, luchó con todas sus fuerzas paraconseguir la paz y para paliar los desastro-sos efectos de la primera guerra mundial. PíoXI, 1922-1939, condenó, en Mit brennendersorge, el nazismo y el comunismo, defendien-do determinados derechos humanos comola vida, el trabajo y la propiedad. Pío XII,1939-1958, ha sido criticado por su calcula-do silencio respecto a la DeclaraciónUniversal de los Derechos Humanos de 1948y por su conducta, para muchos algo ambi-gua, respecto al nazismo, pero defendiósiempre con claridad determinados derechoshumanos, como la supremacía del individuofrente al Estado, la propiedad privada y la dig-nidad de la persona humana como un valorabsoluto.

Con Juan XXIII, sobre todo con su granEncíclica Pacem in terris, iniciamos la era delos grandes Papas defensores de los dere-chos humanos. Para este Papa la DeclaraciónUniversal de los Derechos Humanos tienealgunos extremos discutibles, pero piensaque ha de ser considerada como un primerpaso e introducción hacia la organización jurí-dico-política de la comunidad mundial. Enesta encíclica se recoge un amplio repertoriode derechos humanos y se afirma claramen-te que se considera realizado el bien comúncuando se han salvado los derechos y debe-res de la persona humana. En la doctrina delConcilio Vaticano II no se hace una declara-ción y sistematización explícita de los dere-chos humanos, pero sí hay referencias explí-citas a casi todos los derechos de los quehabla la Declaración de 1948. En GS, 41, sedice, en concreto: La Iglesia, en virtud delevangelio que se le ha confiado, proclama losderechos del hombre y reconoce y estima enmucho el dinamismo de la época actual, queestá promoviendo en todas partes tales dere-chos. Pablo VI, en su encíclica Populorumprogressio, de 1967 defiende insistentemen-te el derecho de los pueblos a su propio des-arrollo. En 1965, ante la ONU dijo: Hacemosnuestra la voz de los pobres, de los deshere-dados, de los desgraciados, de los que aspi-ran a la justicia, a la dignidad de vivir, a lalibertad, al bienestar y al progreso. En 1972escribe al Secretario General de la ONU: LaIglesia se siente herida cuando los derechosde un hombre, cualquiera que sea, son igno-rados o violados. Y en 1974: Afirmamosnuestra propia determinación de promover

A C T U A L I D A D E D U C A T I V A Y P E D A G O G Í A

L.E.A.

Page 38: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

7Núm. 92

los derechos humanos y la reconciliación atodos los niveles en la iglesia y en el mundode hoy. Juan Pablo II, 1978-2005, ha sidoconsiderado tradicionalmente como un Papaconservador en lo dogmático y avanzado enlo social. Los que critican su firmeza e inamo-vibilidad en lo dogmático le han acusado deobstaculizar la democratización interna de laIglesia, impedir el acceso de la mujer a pues-tos más altos dentro de la jerarquía eclesiás-tica, el mantenimiento, a ultranza, del celiba-to obligatorio de los clérigos y falta detolerancia y una cierta insensibilidad humanafrente a ciertos teólogos que expresaronpúblicamente sus divergencias con la jerar-quía católica. Los que se fijan más en sucarácter de líder religioso y social alaban suvalentía para defender públicamente, con vozpoderosa, ciertos derechos humanos funda-mentales frecuentemente violados, comopueden ser los derechos de los no nacidos,de las mujeres sometidas y maltratadas, delos pueblos pobres y marginados frente a lospueblos ricos y poderosos. En cualquier caso,respecto a los derechos humanos de los quehabla la Declaración del 48, más de una vezafirmó que se trataba de derechos humanosuniversales e indivisibles, inherentes a todapersona humana. Tanto en sus dos encícli-cas Laborem exercens y Solicitudo rei socia-lis, como en muchos otros documentosmenores, mensajes y alocuciones, JuanPablo II se muestra siempre, a lo largo de sulargo pontificado, como un valiente predica-dor de la paz mundial, de la justicia, de la soli-daridad y de la defensa de los derechoshumanos de los más desfavorecidos. En laencíclica Solicitudo Rei Socialis dice exacta-mente: No sería verdaderamente digno delhombre un tipo de desarrollo que no respe-tara y promoviera LOS DERECHOS HUMA-NOS, personales y sociales, económicos ypolíticos, incluidos los derechos de las nacio-nes y de los pueblos.

En este año 2009, la Iglesia Católica estápresidida por el Papa Benedicto XVI, sucesorde Juan Pablo II y suficientemente conocido,como es lógico, por los católicos actuales.Su postura ante el tema de los derechoshumanos, que es el tema al que ahora nosestamos refiriendo, quedó suficientementeclaro en el discurso que pronunció ante laAsamblea General de las Naciones Unidas,en abril del 2008. Fue un discurso muycomentado y aireado por la prensa interna-cional y que puede ser encontrado en cual-quier medio de comunicación del momento y,por supuesto, en Internet. A este documen-to me voy a referir yo, en exclusiva, citándo-

lo literalmente. El título de este documentoque yo manejo (Ecclesia, número 3.411), nopuede ser más claro y significativo: Protegerlos derechos humanos, base moral de lasnaciones. Es decir, que una legalidad jurídicaque no respete y proteja los derechos huma-nos no es una legalidad moral, por muy apro-bada que haya sido por una mayoría parla-mentaria. Esto, para nosotros los cristianos,que queremos regirnos siempre por códigosmorales y no sólo legales, es de una impor-tancia suma. En esto se basa, precisamente,la conocida y controvertida ley de la objeciónde conciencia, que no suele gustar demasia-

do a los poderes legítimamente constituidos,con legitimidad jurídica, sean poderes civileso religiosos. Dice el Papa que los principiosfundacionales de la Organización –el deseode la paz, la búsqueda de la justicia, el respe-to de la dignidad de la persona, la coopera-ción y la asistencia humanitaria– expresanlas justas aspiraciones del espíritu humanoy constituyen los ideales que deberían estarsubyacentes en las relaciones internaciona-les. Ante el problema siempre actual hoy díade la aplicación de la ciencia a la vida huma-na, tanto en su comienzo como en su final,afirma rotundamente que la ciencia no pue-de estar reñida con la ética, sino que debenauxiliarse y complementarse. La acción inter-nacional… no ha de garantizar solamente unempleo racional de la tecnología y de la cien-cia, sino que debe redescubrir también laauténtica imagen de la creación. Esto nuncarequiere optar entre ciencia y ética: se tratamás bien de adoptar un método científico querespete siempre los imperativos éticos. Locual nos parece a nosotros algo evidente, ya

L.E.A.

Page 39: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

8 Núm. 92

que los principios éticos no son un descubri-miento caprichoso de filósofos y moralistas,sino que son principios racionales y moralesal mismo tiempo, ya que dimanan directa-mente de la naturaleza humana. La ética estan humana, por lo menos, como la ciencia,porque una y otra son expresión directa deuna naturaleza humana, rectamente desarro-llada. El Papa defiende con rotundidad losderechos humanos, que deben ser siempreaplicados en las relaciones internacionales:Los derechos humanos son… el lenguajecomún y el sustrato ético de las relacionesinternacionales. Al mismo tiempo, la univer-salidad, la indivisibilidad y la interdependen-cia de los derechos humanos sirven comogarantía para la salvaguardia de la dignidadhumana… estos derechos se basan en la leynatural inscrita en el corazón del hombre ypresente en las diversas culturas y civiliza-ciones. El Papa cree que es necesario pro-mocionar los derechos humanos, ya que esla única manera de valorar justamente la rela-ción entre justicia e injusticia, desarrollo ypobreza, seguridad y conflicto. La promociónde los derechos humanos sigue siendo laestrategia más eficaz para extirpar las des-igualdades entre países y grupos sociales, asícomo para aumentar la seguridad. Y para quenadie dude de la valoración positiva que elPapa hace de la Declaración Universal de1948, dice: La Declaración Universal tiene elmérito de haber permitido confluir en un

núcleo fundamental de valores… Hoy es pre-ciso redoblar los esfuerzos ante las presio-nes para reinterpretar los fundamentos de laDeclaración… facilitando así su alejamientode la protección de la dignidad humana parasatisfacer meros intereses, con frecuenciaparticulares. También en este tema, una vezmás, el Papa cita a San Agustín, cuando hablade la universalidad e intemporalidad de losderechos humanos: Esta intuición fue expre-sada ya muy pronto, en el siglo V, por Agustínde Hipona, uno de los maestros de nuestraherencia intelectual. San Agustín afirmabaque la máxima «no hagas a los otros lo queno quieres que te hagan a ti» en modo algu-no puede variar por mucha que sea la diver-sidad de las naciones (De doctrina cristiana,III, 14). También aboga el Papa por el diálo-go y la libertad religiosa para poder construirel consenso sobre la verdad: Los derechoshumanos deben incluir el derecho a la liber-tad religiosa… Las Naciones Unidas puedencontar con los resultados del diálogo entrelas religiones y beneficiarse de la disponibi-lidad de los creyentes para poner sus propiasexperiencias al servicio del bien común. ElPapa cree que la Iglesia Católica debe tenersiempre un puesto en la asamblea de lasNaciones Unidas, puesto que la Iglesia esexperta en humanidad.

La opinión del Papa Benedicto XVI sobrelos derechos humanos, tal como la acaba-mos de comentar, es una opinión que pode-mos defender y predicar todos los cristianos.A nosotros, los agustinos, en particular, nosanima a ello nuestro Prior General, Robert F.Prevost, en la circular que nos ha enviado conmotivo del 60 aniversario de la Declaraciónde los Derechos Humanos. Citaré algunos delos párrafos que creo más significativos. Hoy,pues, como Orden, es absolutamente necesa-rio que nos integremos en aquellos organis-mos que defienden los derechos del serhumano por encima de los intereses particu-lares y privados… La Orden de San Agustínestá presente en la ONU como ONG en elDepartamento de Información de la ONU. Lalabor de nuestros hermanos allí incluye lacooperación con otros grupos, muchos deellos de inspiración católica, apoyando aque-llas propuestas y declaraciones que están enconcordancia con el desarrollo de la personaen cuanto ser humano e hijo de Dios. Así mis-mo, nuestros hermanos tienen como objeti-vo coordinarse con el Secretariado de Justiciay Paz… Nuestro trabajo a favor de los dere-chos humanos no brota simplemente de unosbuenos sentimientos, sino que es una con-secuencia directa del compromiso por el

A C T U A L I D A D E D U C A T I V A Y P E D A G O G Í A

L.E.A.

Page 40: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

9Núm. 92

evangelio. La dignidad humana proviene delhecho de haber sido creados a imagen ysemejanza divinas. Termina nuestro PriorGeneral poniéndonos como ejemplo a SanAgustín: El Obispo de Hipona socorrió conti-nuamente a los necesitados y pobres dellugar donde ejerció como pastor. Nosotrosno podemos olvidarnos de favorecer el des-arrollo de tales derechos en cada persona,tratando de ser siempre solidarios en losprincipios que ayudan al desarrollo y en lacaridad.

Después de todo lo dicho, me parece queestá muy claro que la Iglesia Católica debeestar hoy día comprometida, pública y priva-damente, en la defensa y promoción de losderechos humanos. Si no la hiciera así esta-ría traicionando al evangelio. Es más, seríabueno que todas las grandes religiones delmundo, sobre la base del amor a Dios y alprójimo, hicieran un frente común en ladefensa y promoción de los derechos huma-nos. Sería un principio de religiosidad ecu-ménica, con el firme propósito de condenarlas guerras, promocionar la paz y la justicia,ser voz de los que no tienen voz y defendercon fuerza a los que no tienen fuerza paradefenderse por sí mismos. La Iglesia debegritar al mundo que el mandamiento huma-no y divino del amor a Dios y al prójimo debeser el primer criterio de verdad para juzgar elrecto comportamiento de cualquier individuoy nación. Sí, sobre este mandamiento debeconstruirse el edificio de los derechos huma-nos. Es verdad que todos los gobiernos delmundo dicen estar a favor de los derechos

humanos. Pero todos sabemos que una cosaes lo que se dice y otra cosa muy distinta sonlos hechos. Sesenta años después de laDeclaración Universal de los DerechosHumanos podemos afirmar, sin temor a equi-vocarnos, que el cumplimiento de los dere-chos humanos sigue siendo hoy día una asig-natura pendiente en nuestro mundo. Lasguerras injustas, la pobreza y la desigualdadnacional e internacional, las torturas, la vio-lencia, la discriminación, la falta de libertad,etc., son heridas que siguen sangrando en elcuerpo enfermizo de los derechos humanos.Los medios de comunicación están todos losdías escupiendo noticias antihumanas y, porconsiguiente, anticristianas. Pero los cristia-nos sabemos que toda persona humana tie-ne una dignidad intrínseca, otorgada por elCreador, y que hace a esta amable, indepen-dientemente de razas, sexo, culturas y reli-giones. Zubiri decía que ser hombre es unamanera finita de ser Dios. Todo el que ofen-de al ser humano, negándole alguno de susderechos básicos y naturales, está ofendien-do a Dios. Hans Küng ha dicho, en más deuna ocasión, que lo verdaderamente humanoes un criterio fiable para establecer la verdadde una religión. Probablemente esto no essino una forma distinta de decir lo mismo queel apóstol San Juan: Si dices que amas a Diosy no amas a tu hermano, eres un mentiroso.Nosotros, los cristianos, y con más intensi-dad aún los agustinos, tenemos que serdefensores y promotores de los derechoshumanos. Nos lo manda Cristo en el evange-lio y nos lo encomienda, en su Regla y escri-tos, nuestro Padre, San Agustín.

L.E.A.

Page 41: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

10 Núm. 92

11.. AAGGRRAAVVIIOOSS

Si el alumno repetidor, harto de descalifi-caciones y desprecios –humillaciones, segúnsu personal modo de sentir– por parte de losprofesores, por su bajo rendimiento en elaula, ante sus compañeros, osara recriminar,de modo tranquilo y educado, a alguno de losdichos profesores la errónea e irrespetuosaforma de tratarle; si el mismo alumno, hartodel acoso académico, casi a diario repetido–eres un inútil, un inmaduro, no vales ni vasa llegar a nada, mejor que te vayas y nosdejes de una vez– de profesores sin humani-

dad ni educación, tomara la arriesgada ycomprensible decisión de defenderse y acu-sara de incapacidad, de incompetencia, defalta de esfuerzo y ambición profesional alprofesor que le insulta por haber limitado susexpectativas profesionales y resignarse a serun simple profesor de ESO, mal educado, enlugar de ser un brillante investigador y respe-table catedrático universitario; si tal ocurrie-ra, la cabeza del alumno sería pedida coninsistencia por todos los órganos y comisio-nes encargados de velar por el buen ordendel colegio.

Si la familia del alumno, muy preocupadapor el bajo rendimiento de su hijo, recurre alcolegio y pide ayuda al equipo educativo ydocente y recibe sólo respuestas contunden-tes y exclusivas –no merece la pena perder eltiempo con él, teníais que haberlo cambiadoel año pasado, como os repetí, insistente-mente, desde la primera evaluación; lo quetiene que hacer es ponerse a trabajar, ya queno quiere estudiar– de las personas quehablaron de los valores agustinianos en laprimera reunión, hace años; aquéllos a quie-nes confió la educación y capacitación de suhijo no han mostrado vivir según tales valo-res ni demuestran que tales valores orienten

A C T U A L I D A D E D U C A T I V A Y P E D A G O G Í A

L.E.A.

Profesores, profesionales, educadores, educadosEmilio Martín Palacios

Pretendemos hacer una reflexión, con una mirada crítica, sobre la labor del profesor yde los equipos de dirección y su repercusión en el alumno.

Page 42: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

11Núm. 92

e inspiren su trabajo; la familia se siente másdolida y desengañada cada día, lamenta nohaberse dado cuenta antes del fraude y bus-ca ayuda, comprensión y asesoramiento fue-ra del colegio.

Sí, esto es así, no siempre ni en todos loscasos, pero sí con mayor frecuencia de ladeseable y con fuerte incidencia negativa enla autoestima del joven alumno. Cuesta admi-tirlo, pero hay profesores, supuestos profe-sionales de la educación, que corrigen desca-lificando, que exhiben su autoridad a fuerzade gritos y malos modales, que pretendenconvencerse y convencernos de su valía per-sonal y cualificación profesional con actitudagresiva e irrespetuosa, desde la más radicalintransigencia, con mal disimulado despre-cio hacia los alumnos diferentes.

Las familias de tales alumnos solicitanayuda y demandan el apoyo del equipo edu-cativo y docente del centro. No pueden enten-der ni quieren creer que se les culpe, casi, delas anomalías que su hijo viene manifestan-do en el proceso de aprendizaje; que se lesdeje solos cuando más apoyo y cercaníanecesitan.

Sí, esto es así, no siempre ni en todos loscasos, pero sí con mayor frecuencia de ladeseable y con fuerte incidencia negativa en laautoestima y capacidad de recuperación deljoven alumno. La familia no entiende tan pocasensibilidad, se muestra incómoda y defrau-dada ante la dureza exhibida por los respon-sables de la educación y capacitación de suhijo. En un primer impulso, el padre, la madre,deciden pedir explicaciones al colegio, a losprofesores, por lo que consideran falta de pro-fesionalidad y respeto hacia su hijo, quien,alarmado y temeroso, pide por favor que novayan a hablar ni pretendan pedir explicacio-nes a nadie en el colegio porque las cosas sepondrían peor y quien debe ir al colegio cadadía y seguir expuesto a las iras de los profe-sores es él. Los padres dudan, pero, al final,dejan las cosas como están, convencidos delperjuicio que acarrearían a su hijo, dado quesu bienintencionada intervención sería malinterpretada por alguno o algunos y el malen-tendido generaría nuevos roces y tensionescon los profesores en el colegio.

No dan por finalizado el proceso, pero laimpotencia ante los hechos y la imposibili-dad de afrontar el asunto de modo tranquiloy sosegado, con profesores o tutores, les ani-ma a buscar otro centro educativo, el centroque garantice la atención que su hijo merecey evite el trato vejatorio recibido. En el cami-

no, las familias se dan cuenta mutuamentede las mismas o similares incidencias sufri-das por otros y de todos conocidas.Lamentan los hechos, los comentan con suscercanos y destacan la escasa calidad perso-nal de algunos docentes que, en lugar de ayu-dar y estimular a todos los alumnos, discri-minan de modo arbitrario e irresponsable aalgunos.

Al final del trayecto, la imagen del centropierde sus perfiles positivos y sufre un dobledeterioro: el ocasionado por la actitud inci-vil, autoritaria y despectiva de los profesoresimplicados, por un lado, y, simultáneamen-te, el efecto resultante de la reiterada ausen-cia de medidas internas que pongan fin a tandesagradable estado de cosas.

Afortunadamente, en el tiempo que nostoca vivir, los padres disponen de múltiplesopciones de elección de centro, con el riesgoañadido de comenzar de nuevo, en espaciosdesconocidos.

22.. TTEEOORRÍÍAASS

Todas las reformas educativas, las deizquierdas y las de derechas, las populares ylas socialdemócratas, las nuestras y las delos otros, son inoperantes por sí mismas silos profesores no las llevan al aula y, con áni-mo de progreso y atención al alumno, las eje-cutan debidamente.

La educación en valores es hija de lareprobada LOGSE pero, a pesar de esta sos-pechosa filiación, constituye un tesoro deincalculable valor que es necesario explotar yrentabilizar, en pro de una sociedad a la queachacamos insolvencia axiológica e incapaci-dad de autorregeneración.

L.E.A.

TTOODDAASS LLAASS RREEFFOORRMMAASSEEDDUUCCAATTIIVVAASS,, LLAASS DDEE IIZZQQUUIIEERRDDAASS YY LLAASS DDEE DDEERREECCHHAASS,, LLAASS PPOOPPUULLAARREESS YY LLAASS SSOOCCIIAALLDDEEMMÓÓCCRRAATTAASS,,LLAASS NNUUEESSTTRRAASS YY LLAASS DDEE LLOOSS OOTTRROOSS,, SSOONN IINNOOPPEERRAANNTTEESS PPOORR SSÍÍ MMIISSMMAASS SSII LLOOSS PPRROOFFEESSOORREESS NNOO LLAASS LLLLEEVVAANN AALL AAUULLAA YY,,CCOONN ÁÁNNIIMMOO DDEE PPRROOGGRREESSOO YY AATTEENNCCIIÓÓNN AALL AALLUUMMNNOO,, LLAASS EEJJEECCUUTTAANNDDEEBBIIDDAAMMEENNTTEE

Page 43: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

12 Núm. 92

Pero la educación en valores no es unaenseñanza reglada; no tenemos libro de tex-to, no disponemos de los instrumentos deevaluación debidamente programados, nonos afecta como adultos que somos y supráctica se reduce a bella formulación deprincipios y objetivos en nuestros idearios yproyectos educativos:

– Hacer del alumno una persona libre, res-ponsable y consciente de sus valores ymetas, pero nunca desvinculado de losdemás, pues en la relación con los otrosse realiza su ser hombre.

– Lograr que el alumno, con nuestra cerca-nía, se sienta satisfecho y feliz en su traba-jo, en las relaciones con profesores y com-pañeros y en todas las actividades de lavida del colegio.

– Iniciar al alumno en la vivencia de la amis-tad como proceso de apertura a los demásy a la trascendencia.

– Estimular una pedagogía activa donde elalumno se sienta y sea el protagonista desu aprendizaje, favoreciendo su iniciativay creatividad.

– Verificar y evaluar el nivel de calidad deenseñanza y la adecuación de nuestrapedagogía a las necesidades de los alum-nos.

– [Los alumnos] son los verdaderos prota-gonistas de su propia educación y […] tie-nen derecho a que la actividad escolar lesofrezca ocasiones de crecer y madurar entodos los aspectos de su personalidad.

Con estos principios, «los criterios bási-cos de nuestro modelo de gestión son: nece-sidades formativas del alumno y calidad de

enseñanza como motivos prioritarios, quedan sentido a propuestas y decisiones».

33.. PPRRÁÁCCTTIICCAASS

Si los principios y objetivos que debieranorientar nuestra tarea educativa son óptimosen su formulación, asequibles en su ejecu-ción y eficaces para la consecución de unaacción educativa y docente de calidad, hemosde buscar las causas remotas y próximas delrelativo fracaso en nuestra diaria dedicación.

Alumnos poco identificados con nuestroideario y proyecto; familias decepcionadaspor la rutina que invade nuestras aulas y acti-vidades; profesores con insuficiente grado deimplicación personal en la empresa educati-va y refractarios a nuevas propuestas meto-dológicas y renovados recursos; equiposdirectivos sin proyectos ilusionantes y ambi-ciosos; resultados académicos frustrantes;incapacidad y falta de agilidad mental paraafrontar los retos que a diario plantean niños,adolescentes y familias; insensibilidad mani-fiesta ante la insatisfacción vivida y detecta-da por alumnos y padres; ausencia de análi-sis y actitud poco comprometida que lastra latoma de decisiones; reproducción de esque-mas caducos y exhibición de un conservadu-rismo paralizante; inexistencia de modeloeducativo propio y valores reducidos a sim-ples elementos decorativos; convivencia sincomunicación ni confianza; padres colabora-dores defraudados con el sistema imperante,pero empeñados en trabajar y hacer felices achicas y chicos participantes en extraescola-res y deportivas; perspectivas de futuro som-brías y renuncia implícita a mirar adelante ydiseñar próximos cursos esperanzadores;añoranza de espíritu integrador que impulsey motive la acción colectiva, en tiempos lec-tivos y jornadas festivas; diálogo constantegenerador de expectativas de progreso; pues-ta en común de temores y dudas que ensom-brecen nuestra práctica profesional; promo-ción de equipos y gestión por proyectos…

Si algo falla, es imprescindible un diag-nóstico rápido y frío, propuestas de consen-so y toma de decisiones fundadas en la res-ponsabilidad, la disponibilidad y colaboraciónde todos; urge la supresión de sectarismos yla superación y eliminación de posturasintransigentes que alimentan la mutua des-confianza y cercenan las secuencias de cola-boración sin condiciones; necesitamos elapoyo de alumnos y familias para continuarejerciendo de educadores y profesores decalidad; debemos promover actitudes defini-

A C T U A L I D A D E D U C A T I V A Y P E D A G O G Í A

L.E.A.

PPAARRAA LLAA CCOONNSSEECCUUCCIIÓÓNN

DDEE UUNNAA AACCCCIIÓÓNN

EEDDUUCCAATTIIVVAA YY DDOOCCEENNTTEE

DDEE CCAALLIIDDAADD,,

HHEEMMOOSS DDEE BBUUSSCCAARR

LLAASS CCAAUUSSAASS RREEMMOOTTAASS

YY PPRRÓÓXXIIMMAASS

DDEELL RREELLAATTIIVVOO FFRRAACCAASSOO

EENN NNUUEESSTTRRAA DDIIAARRIIAA

DDEEDDIICCAACCIIÓÓNN

Page 44: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

13Núm. 92

torias del talante que nos anima y convertirlos buenos deseos en realidades tangibles ymensurables.

Y nos queda mirar al cielo y rezar conhumildad y confianza: «¡Señor, concédenos elvalor para cambiar lo que se puede cambiar,la serenidad para aceptar lo que no podemoscambiar, y sabiduría para distinguir lo uno delo otro!»

44.. DDEESSAAGGRRAAVVIIOOSS

Un día completo. La jornada finalizó trasla cena, alegre y distendida, con los alumnosdel grupo de música. Era viernes.Celebrábamos el último éxito. Educados,colaboradores, dispuestos, atentos, discre-tos, locuaces o callados, hay de todo. Tras lacena, karaoke, ya se sabe. Ni tabaco ni alco-hol. Recuerdos, ocurrencias, quejas, rumo-res, chismes, móviles en contacto con losausentes.

Las sesiones de clase matinales, más omenos ordenadas e interesantes. Depende dela materia, de la hora de la mañana, del tra-bajo previo o la tarea a realizar; callados ypoco expansivos, dicharacheros y comuni-cativos, distantes o habladores, confiados losmás.

Saben muy bien de su rendimiento en estaprimera evaluación. No hay sorpresas. Todosconocen ya las calificaciones obtenidas yreconocen, en general, las causas remotas ypróximas de las notas que llegarán a casa en

el boletín. Cuesta realizar un trabajo conti-nuado, si no tienes hábitos adquiridos conanterioridad. Resulta más cómodo permane-cer en el sofá, ante la televisión, con el man-do en la mano, que dedicar tiempo al estu-dio, a las actividades que deben realizar fueradel aula, los mal llamados deberes. Ocurretambién que, al fin, se sientan a la mesa ycomienzan a trabajar. Música, primera inte-rrupción, media hora sin trabajo efectivo.Vuelta a empezar, elementos distractoressobre la mesa, tengo el libro en la mochila,nueva interrupción, me levanto para beber ocomer algo, ha pasado más de una hora sinrendimiento efectivo. Se ha perdido el tiem-po. Tengo que hacer, sin falta, los ejerciciosde… y no me da tiempo porque tengo maña-na un control de… Al final, corriendo, depri-sa, sin reflexión, de cualquier manera, sinentender lo que se hace o se estudia, llega lahora de la cena. ¿Has hecho ya todo? Sí, perome falta… Cuesta ponerse a estudiar. Faltavoluntad. Falta dedicación. Faltan recursosinstrumentales, hábitos y técnicas de refle-xión comprensiva o de comprensión reflexi-va. Falta conciencia del deber, falta autoexi-gencia. O no falta y se hacen las tareas bienhechas, a tiempo, con interés, con la mismamotivación y esfuerzo que los buenos alum-nos muestran en la serie de actividadesextraescolares, música, idiomas, deporte,arte… Otros están a punto de tirar la toalla,no abandonan la carrera, pero tampoco peda-lean con ganas. Necesitan apoyo constante,reconocimiento a lo que hacen; piden no serexcluidos ni descalificados, ser escuchados,

L.E.A.

¡¡SSEEÑÑOORR,, CCOONNCCÉÉDDEENNOOSS EELL VVAALLOORR PPAARRAA CCAAMMBBIIAARR LLOO QQUUEE SSEE PPUUEEDDEECCAAMMBBIIAARR,, LLAA SSEERREENNIIDDAADD PPAARRAA AACCEEPPTTAARR LLOO QQUUEE NNOO PPOODDEEMMOOSS CCAAMMBBIIAARR,, YY SSAABBIIDDUURRÍÍAA PPAARRAA DDIISSTTIINNGGUUIIRR LLOO UUNNOO DDEE LLOO OOTTRROO!!

Page 45: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

14 Núm. 92

atendidos. A primera vista, a poco de comen-zar a relacionarte con ellos, ya percibes dosgrupos bastante diferenciados: los unos, sinplena implicación en la vida y el trabajo esco-lar, con limitado esfuerzo, sin continuidad,con alguna laguna en conocimientos previos.Necesitan apoyo, ayuda, cercanía y confian-za para dar pasos hacia delante. Obtienen ren-dimientos mejorables y mejoran rendimien-tos de hecho. Y dan, a cambio, la satisfacciónpor el notable o relativo progreso personal yacadémico; la alegría de comprobar su cam-bio positivo en clase y en el patio. Los otros,organizados, responsables, esforzados,conocedores del interés que tiene el estudiopara el futuro ejercicio laboral y profesional;nadie debe recordarles su deber. Planificantareas y tiempos y resuelven con rapidez,cuando pueden, o con dedicación reflexivaante contenidos más difíciles. Obtienen bue-nas o muy buenas calificaciones y el proce-so se retroalimenta, muestra de sensatez yesfuerzo. En ambos casos, el papel del pro-fesor es determinante. Menos relevante conalumnos aventajados, crucial cuando se tra-ta de alumnos con hábitos poco consolida-dos. Los buenos alumnos necesitan menosprofesor que los alumnos con dificultades deaprendizaje o hábitos de trabajo escasamen-te desarrollados. Esta es la razón que justifi-ca la enseñanza individualizada y los apoyos,reglados o no, a quien los necesita paraseguir creciendo.

Las familias, todas ocupadas en la educa-ción y progreso académico de sus hijos, res-ponden siempre a la llamada del colegio.Profundos conocedores de sus hijos, madres

y padres temen rememorarconflictos o sufrimientospasados, faltas de convi-vencia o malos rendimien-tos académicos. No puedendisimular su felicidad con-tenida cuando escuchanpalabras de aliento y reco-nocimiento por las mejorasen actitud y esfuerzo dia-rios. Lamentan y sufren lasdescalificaciones, medias oaltas, que se aplican a sushijos, aun cuando admiteny reconocen que no es unmodelo en actitud, trabajoy rendimiento. Celebran lascalificaciones de sus hijos,cuando evidencian progre-so y se sienten, en el fon-do, también un poco res-ponsables de la buenamarcha del alumno-hijo.

55.. CCAALLIIDDAADD EENN PPRROOCCEESSOOSS YY RREESSUULLTTAADDOOSS

En definitiva, familia y colegio, colegio yfamilia participan en el mismo empeño: edu-car, promover buenos hábitos, inculcar acti-tudes ante la vida y estimular la adopciónespontánea de valores. El proceso se desvir-túa o adultera si no hay pleno acuerdo en eldiagnóstico y una misma receta para el opor-tuno tratamiento de las disfunciones detecta-das. Esta es la función de la tutoría: intercam-bio enriquecedor constante, doble vía deobservación e información, diseño y ejecu-ción de medidas de intervención de mayor omenor calado. El alumno, en medio, nuncaperseguido ni vigilado, sino acompañado yasesorado, en familia y en el colegio.

Cada lunes reiniciamos el trabajo diario ysemanal y durante seis horas desarrollamosprocesos de enseñanza-aprendizaje. A partirde las previsiones contenidas en cada pro-gramación didáctica de las respectivas mate-rias, ofrecemos a los alumnos pautas de aná-lisis y comprensión, procedimientos debúsqueda y resolución de problemas, activi-dades prácticas de consolidación de conoci-mientos y procedimientos, propuestas deautoevaluación y mejora continua de actitudy rendimiento.

La observación, seguimiento e interven-ción constante en el proceso de aprendizajede cada alumno se convierte en imprescindi-ble instrumento de control del trabajo realiza-

A C T U A L I D A D E D U C A T I V A Y P E D A G O G Í A

L.E.A.

LLAA OOBBSSEERRVVAACCIIÓÓNN,,SSEEGGUUIIMMIIEENNTTOO

EE IINNTTEERRVVEENNCCIIÓÓNNCCOONNSSTTAANNTTEE

EENN EELL PPRROOCCEESSOO DDEE AAPPRREENNDDIIZZAAJJEE DDEE

CCAADDAA AALLUUMMNNOO SSEECCOONNVVIIEERRTTEE

EENN IIMMPPRREESSCCIINNDDIIBBLLEEIINNSSTTRRUUMMEENNTTOO

DDEE CCOONNTTRROOLL DDEELLTTRRAABBAAJJOO RREEAALLIIZZAADDOO;;

EESS EELL MMEEJJOORRSSIISSTTEEMMAA

DDEE RREEGGIISSTTRROO DDEE AAVVAANNCCEESS

YY RREETTRROOCCEESSOOSS

Page 46: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

15Núm. 92

do; es el mejor sistema de registro de avan-ces y retrocesos; facilita la constatación delgrado de dominio de procedimientos porcada alumno o las dificultades encontradasen el camino. En esta dinámica, la referenciaa la calificación numérica de un control o exa-men, a la media aritmética de las calificacio-nes obtenidas en un período de evaluación,como instrumentos básicos de observacióny medida, queda pobre y adolece de escasasignificatividad, ante la enorme riqueza dedatos personales registrados –esfuerzo,avances y retrocesos detectados en actitud,atención y rendimiento– y apreciaciones gru-pales –trabajo en equipo, capacidad de rela-ción y colaboración solidaria–. Estamoshablando, sin citarlas, de las competenciasbásicas que, como personas cualificadas yciudadanos responsables deben poseer yejercer en cada ámbito de su vida personal ycolectiva.

66.. MMIIRRAANNDDOO AA EEUURROOPPAA

El revuelo originado en torno al proyecta-do Espacio Europeo de Educación Superior(EEES) puede desenfocar el verdadero senti-do de las reformas educativas propuestas.Intereses corporativos anacrónicos, análisisde corto alcance e incapacidad o falta devoluntad de adaptación a los plazos marcadoshan generado, desde arriba, en algunas uni-versidades, conflictos internos e incumpli-miento de los referidos plazos. La insuficien-te información y la omisión de un debateabierto y reposado ha hecho saltar a la pales-tra a los alumnos universitarios que iniciaronsus estudios fuera del EEES y han de adaptar-se y tomar decisiones, al finalizarlas, sobresu postgrado, según las propuestas comuni-tarias. Los intereses se cruzan o coinciden yla movilización crece y se define.

La Educación Secundaria, obligatoria opostobligatoria, tiene como objetivo formarciudadanos cualificados allí donde se encuen-tren. Ciudadanos responsables, con alto des-arrollo de capacidades y competencias. Paraque la universidad reciba alumnos capacesde trabajar y tomar decisiones los futurosuniversitarios han de acceder a la instituciónuniversitaria desde un Bachillerato con altosniveles de exigencia que garantice los cono-cimientos y el dominio de procedimientosnecesarios para un eficaz grado y postgrado.Y la trayectoria exitosa del Bachillerato se fun-damenta en el desarrollo previo de compe-tencias y capacidades, en la etapa de ESO, enlínea con el itinerario universitario a seguir,según el interés y aptitudes de los alumnos.

Quienes abandonaron los estudios al fina-lizar la Educación Secundaria Obligatoria yquienes optaron por los ciclos formativosprofesionales constituyen el grupo de ciuda-danos con variables expectativas profesiona-les y laborales. El imprescindible bagajeadquirido en los años escolares les habilitapara marcarse nuevos retos y les dota deldinamismo necesario para acceder a la for-mación continua en cada ámbito laboral yprofesional.

Quienes trabajamos con los ciudadanosen formación, obligatoria o no, futuros pro-fesionales, hemos de contribuir a la apertu-ra de todas las puertas que desde la forma-ción profesional o universitaria franquean elprogreso personal y social. La tarea es com-pleja y no exenta de riesgos. La responsabi-lidad que, como educadores y docentes,hemos asumido debe estimular nuestra for-mación continua y nuestra capacitación paratrabajar en equipo y dar las respuestas quefamilias y alumnos demandan. No hay alter-nativa.

L.E.A.

QQUUIIEENNEESS TTRRAABBAAJJAAMMOOSS

CCOONN LLOOSS CCIIUUDDAADDAANNOOSS

EENN FFOORRMMAACCIIÓÓNN,,

HHEEMMOOSS DDEE

CCOONNTTRRIIBBUUIIRR AA LLAA

AAPPEERRTTUURRAA DDEE TTOODDAASS

LLAASS PPUUEERRTTAASS

QQUUEE DDEESSDDEE

LLAA FFOORRMMAACCIIÓÓNN

PPRROOFFEESSIIOONNAALL

OO UUNNIIVVEERRSSIITTAARRIIAA

FFRRAANNQQUUEEAANN

EELL PPRROOGGRREESSOO

PPEERRSSOONNAALL YY SSOOCCIIAALL

Page 47: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

16 Núm. 92

CONTINUAMOS con entusiasmo ydedicación con nuestro compro-miso de leer y comentar LaCiudad de Dios, y en ello nos

ocupamos cada miércoles. Agradecemos aLEA nos admita esta nueva publicación sobreel libro XIII de La Ciudad de Dios 1. Ofrece-mos así el resumen de este libro.

LLIIBBRROO XXIIIIII

Se compone de 24 capítulos. La muertedel hombre no había sido establecida porDios, sino que ésta se origina por el pecado.San Agustín viene a exponer el siguiente pen-samiento: el hombre a quien Dios le es indi-ferente o le rechaza2 desecha la VIDA, y, a lavez, se imposibilita en el vivir para siempre.Explica que hay diversas clases de muerte(cc.1-11), que la muerte procede del pecado(cc. 12-18) y que la gracia de Cristo redime alhombre de la muerte y del pecado (cc.19-24).

Capítulo I. Una vez expuestas en el libroanterior las cuestiones, que él mismo calificade difíciles, como son el origen del mundo yel origen del hombre, aborda estos dos temasfundamentales: el origen del pecado en el pri-mer hombre (o de los primeros hombres)3 yel origen y la propagación de la muerte.

Puesto que Dios creó al hombre en unasespecíficas condiciones que son, evidente-mente, diferentes de las de los ángeles, latrasgresión de aquél contra el orden estable-cido, comporta su muerte, como consecuen-cia grave que afectó no sólo al primer hom-bre que transgredió, responsable comoindividuo, sino también a su naturalezahumana que queda afectada, penal o culpa-

A C T U A L I D A D E D U C A T I V A Y P E D A G O G Í A

L.E.A.

La ciudad de Dios(LIBRO XIII)

GRUPO SAN ALIPIO(San Lorenzo de El Escorial (Monasterio)

P. Antonio ITURBE

Agustín DÍAZ/María Paz LARGACHA

Ángel REVUELTA/Beatriz PAGADOR

Aurora PAREJA

Fernando HERNÁNDEZ/Hortensia RIESGO

Francisco MENA/Pilar PERNIL

Manuel VILLEGAS/Carmen VILLANUEVA

María del Señor MARTÍNEZ

Maribel ALCAIDE/Óscar QUESADA

y Pilar PEDROVIEJO/Luis MARTÍN

1 En esta revista se pueden consultar nues-tros anteriores resúmenes sobre La Ciu-dad de Dios: Libros I-V (LEA 88 (2007)16-20); Libros VI-X (LEA 89 (2008)9-15);Libro XI (LEA 90 (2008) 29-35); Libro XII(LEA 91 (2008) 12-17).

2 También el hombre rechaza a Dios, en elcaso de mostrarse indiferente ante Él. Enninguna de estas formas se le tributa aDios lo que se le debe. En otras palabras,no se le reconoce lo que ÉL ES.

3 “Lapsu primi hominis, imo primorum ho-minum”. Este plural no debe servir comoexcusa a algún intérprete de afirmacionesagustinianas extrañas, ya que expresa-mente lo aclara más adelante, Cfr. La Ciu-dad de Dios, XIV, 10.

Page 48: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

17Núm. 92

blemente, en los demás hombres engendra-dos por él.

Capítulo II. Lo primero que san Agustínconcreta es el significado de la muerte y susdiversas clases. Afirma que existen dos cla-ses de muerte: la primera es la muerte delcuerpo, y así decimos que el hombre, queestá compuesto de cuerpo y alma, muerecuando ésta abandona a aquél. Y mantiene,además, que esta muerte no es mala para loshombres buenos, y es mala para los hom-bres malos. La segunda clase de muerte es laque se refiere a la muerte del alma, pues, aun-que ésta sea espíritu, y, por tanto, una sustan-cia simple, dice que puede morir. Esta muer-te se produce en el alma, cuando ésta, cuyavida se deriva del Amor de Dios, abandona aDios. Por lo tanto, la muerte del cuerpo y delalma, del hombre total, se produce cuandoDios es abandonado: esto es lo que sanAgustín llama muerte segunda4. El alma nodeja de vivir, pero no tiene conexión con laVIDA de Dios. Esta muerte siempre es mala.

Capítulo III. Surge una nueva cuestión:¿Cómo puede ser buena la muerte para losbuenos, si la muerte se produce por una cul-pabilidad del trasgresor? Pues, por lógica,habría que intuir que para los buenos nodebiera existir la muerte. Pero, al contrario, laverdad es que, habiendo trasgredido el pri-mer hombre, y habiendo recibido el castigode la muerte, ésta se hizo extensiva a sus des-cendientes, pues el primer hombre engendraun ser con una naturaleza igual a la que éltenía, es decir, mortal. Pero puntualiza que lamortalidad del primer hombre proviene deuna culpa, mientras que para sus descendien-tes proviene de una pena enraizada en sunaturaleza. La condena de la muerte se dictacontra Adán y Eva, cuando éstos aún no habí-an tenido descendencia. Es claro, pues, queel origen de la muerte y el pecado está enAdán y Eva.

Advierte los diversos orígenes, uno el deAdán, que provino de la tierra, y otro el desus descendientes, que provienen de aquél. Yaunque sus descendientes vienen al mundoen una niñez sin apariencia alguna de racio-nalidad5, es decir, sin apariencia de culpabi-lidad, no obstante todos tienen una clara vir-tualidad o inclinación, que los dirige, comola flecha que tanto más se dispara hacia elcielo cuanto más se tensa el arco. En cam-bio, el primer hombre no fue creado en esaniñez, sino que, creado en plena madurez, ystatus o naturaleza quedó viciada, y sintió ensu propio ser una fuerza contradictoria, quellamamos concupiscencia.

La plena gracia de Cristo (bautismo) des-liga a los niños del vínculo del pecado y, aun-que sufran una primera muerte (cuerpo sepa-rado del alma), se libran de la segundamuerte penal.

Capítulo IV. San Agustín indica que sialguien deseara profundizar sobre este últimotema, es decir, por qué la muerte del cuerpo,siendo una pena del pecado, afecta a losniños, cuando ya han sido perdonados por lagracia bautismal de Cristo, puede consultarsu libro Sobre el bautismo de los niños6.Resume su doctrina diciendo que si el niño yabautizado en Cristo adquiriera la inmortali-dad del cuerpo, no necesitaría la fe ni la espe-ranza. Por otra parte, si se devolviera deinmediato la inmortalidad a los niños bautiza-dos, ironiza, todos llevarían rápidamente sushijos a bautizar. En definitiva, el niño debeseguir creyendo y esperando aquello que pre-cisamente no se ve.

Pero en cuanto a los cristianos que alcan-zan la edad madura, han de fortalecer su fe ysuperar el temor a la muerte, como se confir-ma especialmente en el caso de los mártires.La actual economía de la salvación nos pre-senta una aparente paradoja: Antes se dijo alhombre, “no peques, pues morirás”; ahorase dice “muere, para no pecar”. De esta for-ma, la muerte que fue pena del pecado, setorna en mérito del justo. El primer hombre,por su pecado, obtuvo la muerte, y el mártirelige la muerte para evitar el pecado. La cul-pa de aquél le causa un castigo, pero éste porel castigo evita el pecado. La muerte queantes era un mal, ahora es un bien; pues Diosha hecho que la muerte, que es contraria a lavida, haya pasado a ser un puente que llevaa la vida.

L.E.A.

4 Término bíblico que corresponde a Apo-calipsis 20,14.

5 Según palabras del salmo 48,13: “Elhombre cuando estaba rodeado de hono-res, no entendía: fue comparado a los ju-mentos, que no tienen razón, y se asemejóa ellos”. De este verso san Agustín escri-bió un bellísimo comentario en Enarratio-nes in ps. 48,16.

6 Se encuentra publicado en el volumen IXde las Obras Completas de san Agustín, dela Editorial BAC. Su título completo es “Delos méritos y perdón de los pecados y so-bre el bautismo de los niños” (De peccato-rum meritis et remissione et de baptismoparvulorum”).

Page 49: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

18 Núm. 92

Capítulo V. Desarrolla el tema con unanueva pregunta ¿Cuál es el poder nocivo delpecado cuando aún no existe la gracia?7 Eneste tema, san Agustín, indica que es sanPablo quien, en su carta a los Corintios resal-ta el poder nocivo del pecado sin la gracia enla frase “El aguijón de la muerte es el pecado,y la fuerza del pecado es la ley” (15,56).Afirma con argumento psicológico, que efec-tivamente una prohibición aumenta el deseode obrar mal, pero añade con gran aciertoteológico, cuando el AMOR a la justicia no essuperior a la atracción del mal. Porque la ver-dadera Ley es siempre buena porque prohí-be el pecado, y la muerte es mala porque pro-viene del pecado. Pero aunque un pecadorusa mal las cosas buenas, el justo debe usarbien incluso las cosas malas. Los maloshacen mal uso de la Ley, siendo la ley buena,y los buenos hacen buen uso de la muerte,siendo mala.

Capitulo VI. Volviendo al tema de la muer-te, precisa el santo que la muerte de un ago-nizante, es decir, esa separación del alma yel cuerpo es un desgarramiento para la sen-sibilidad y parece ser contraria a la naturale-za. Ni aún para aquellos que en su agonía sonmeritorios por la piedad y paciencia con quese enfrentan al dolor y a la muerte, ésta dejade ser un castigo. Pero este castigo de lamuerte, que se impone al que nace, en cuan-to que es descendiente de Adán, por el bau-tismo se torna en gracia en el niño y le hacerenacer, consiguiendo que aquel pecado noproduzca consecuencia alguna.

Capítulo VII. Y lo mismo sucede, segúnrazona el santo, en el caso de los mártires,que, aceptando la muerte, consiguen los mis-

mos efectos del bautismo. El baño de sangretiene los mismos efectos que el baño de laregeneración. Pues quien dijo “Quien norenaciere del agua y del Espíritu Santo...” 8

también aseguró una excepción cuando afir-mó “A quien me confesare delante de loshombres, yo también le confesaré delante demi Padre” 9 o “Quien perdiere su vida poramor a mí, la encontrará” 10. Esta es la razónpor la que se dijo en el salmo 115,15 que“Ante los ojos de Dios la muerte de los san-tos es preciosa”. Por eso, aunque la muertees un mal, la gracia de Dios la convierte enestos casos en un medio útil y fructífero.

Establece una mayor importancia para elmártir, diciendo que tiene más mérito aquélsin bautizar, que, amenazado de muerte, norenuncia a Cristo, que el bautizado que mue-re después de que le hayan sido borradostodos los pecados. Pues podría el mártir sos-layar el morir, excusándose de su miedo a lamuerte, y conseguir después por el bautis-mo el perdón de los pecados, incluso el dehaber renunciado a Cristo. Pues el sacrificiovaliente y valioso de los mártires prueba quela muerte puede ser convertida en fruto dejusticia.

Así se produce la gran paradoja de queantes la muerte fue la amenaza temible paraque no cometer pecado, y ahora se aceptaagradablemente muerte para no cometerpecado, para borrar los cometidos y merecerla victoria gloriosa del martirio.

Capítulo VIII. San Agustín previene conespecial énfasis de una doble muerte, esdecir, para no caer en la segunda muerte, quees la eterna. El hombre debe estar atento aque cuando su alma se separe del cuerpopermanezca separada de Dios, ya que a la pri-mera muerte le seguiría la segunda, que eseterna. Por ello, repite que la muerte en símisma nunca es buena, sino que se sobre-lleva para conseguir un bien. Cuando el hom-bre muere, esta primera muerte es buenapara los buenos y mala para los malos, pueslas almas de los buenos están en un descan-so, y las almas de los malos sufren suspenas, hasta el momento en que al resucitarlos cuerpos, los hombres buenos vayan a lavida eterna, y los malos a la muerte eterna11.

Capítulo IX. En razón de la terminologíabíblica se plantea san Agustín una simplecuestión lingüística: ¿cómo ha de llamarse,se pregunta, el tiempo en el que las almasbuenas, separadas de sus cuerpos, despuésde la primera muerte, están en un descanso,y las malas sufren las penas: debe llamarse

A C T U A L I D A D E D U C A T I V A Y P E D A G O G Í A

L.E.A.

7 San Agustín califica en este texto de for-ma muy conveniente la gracia medicinal ocurativa como “gratia non subveniente”.

8 Juan 3,5.

9 Mt. 10,32.

10 Mt. 10,39 (16,25) y paralelosLc.9,24;17.23; Mc. 8,35.

11 Es un teoría de la doctrina agustinianaque hoy los teólogos no suelen compartir.Por otra parte, en otros muchos textos nomantiene esta teoría.

Page 50: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

19Núm. 92

después de la muerte o en la muerte? Puestoque esa muerte –la primera muerte– ha acae-cido, ya ni es buena ni mala, porque ha deja-do de ser, y aún no ha llegado la segunda12.

Establece diligentemente que no estamosen el caso de cómo definir al hombre-agoni-zante, pues éste, por muy cerca que sienta lamuerte, aún está vivo, y entonces se podríadecir que está antes de la muerte. Por lo cualparece correcto que digamos que en ese casoel hombre está moriente13, y cuando llega lamuerte le llamamos muerto: el moriente toda-vía vive. Está en la vida, se aleja de la vida yse acerca a la muerte. ¿Cuándo, pues, pode-mos decir que un hombre está en la muerte?Puesto que el moriente está viviente, másbien se nos plantea cuándo ha de decirsecorrectamente que el hombre esté viviente.

Capítulo X. Muestra san Agustín magis-tralmente que nuestra propia mutabilidad nosconduce a la muerte. Tendemos a la muertemientras vivimos. La vida es una carrerahacia la muerte y cada hombre recorre uncamino más o menos largo, hasta llegar a lameta. Se puede decir que, puesto que llega-dos a esa meta estamos ya después de lamuerte, habrá que afirmar que mientrascaminamos en este mundo estamos en lamuerte, pues la muerte sería un fieri, unacontinua substracción de la vida. Pero comono es posible la identificación de dos contra-rios como la vida y la muerte, ésta va subs-trayendo vida, y ¿qué es esta substracciónde vida, sino una suma de momentos demuerte? Luego si se dice después de lamuerte es porque existió la muerte.

Capítulo XI. Absurdo parece afirmar, noobstante, que el hombre antes de morir estáen la muerte, siendo ésta su meta. No se pue-de, pues, afirmar que uno es viviente ymoriente al mismo tiempo. ¿Qué y cuándoalguien es moriente? Antes de la muerte esviviente, después de la muerte está muerto14.Luego ¿qué es estar en la muerte? A estenuevo interrogante contesta san Agustíndiciendo que son tres los diferentes estadosdel hombre: antes de la muerte (viviente) / enla muerte (moriente) / después de la muerte(muerto). El moriente no lo es antes de lamuerte, ni tampoco después de la muerte15.Hay que centrarse en la concreta dificultadde saber cuándo el hombre está en la muer-te. Lo mismo ocurre con el tiempo. Ambascosas demuestran la dificultad que tenemospara expresarnos, de tal forma, ironiza afir-mando, que estar en la muerte es una cues-tión tan esquiva que parece como si no exis-tiera, y, termina con decir, reforzando la ironía

con la frase: “¡ojalá lográramos viviendo bienel pasado, que la muerte no existiera!16.

San Agustín confiesa que en la mismaSagrada Escritura encontró (salmo 6,6) la fra-se en la muerte17

Después de unas disquisiciones deGramática Latina sobre algunas palabras, quepor ser formas verbales, no son declinables,san Agustín ironiza con el doble sentido delverbo utilizado, diciendo declinemos18 lamuerte segunda, pues es esto lo que nosinteresa, es decir, que hay que evitar la muer-te segunda, la cual tiene un antes y un en,pero no un después de.

Capítulo XII. Vuelve san Agustín a la inter-pretación del Génesis, concretamente la fra-se de condena moriréis (morte moriemini)dictada con motivo de que el hombre trans-grediera el mandato de Dios. Se pregunta sise refiere a la muerte del cuerpo, a la delalma, a la del hombre total (cuerpo y alma) oa la llamada muerte segunda. Responde elsanto con claridad que todas ellas, y lo espe-cifica a continuación.

La primera muerte es la separación delcuerpo y del alma. La muerte del hombre totaltiene lugar cuando el alma, sin el cuerpo,sufre su castigo temporalmente; la segundamuerte sucede cuando estando el alma sinDios se une de nuevo al cuerpo para sufrirun castigo eterno. Todas estas clases demuerte están comprendidas en el moriréis deGen 2,17, como castigo o pena.

Capítulo XIII. Además, el castigo de lamuerte por haber trasgredido no es el único.Surgen otros efectos como consecuencia dela trasgresión: uno fue el sentirse desnudos

L.E.A.

12 Porque, para san Agustín –como se haexpuesto antes– los cuerpos aún no hansido resucitados.

13 San Agustín utiliza la palabra latina “mo-rientes”, que no equivale exactamente altérmino español de “moribundos”

14 Diferencia entre in vita-in morte (Capítu-lo X) y vivens-moriens (Capítulo XI).

15 En este tema se refleja otro fundamentalcomo es el del tiempo y el análisis deltiempo “presente”. Cfr. Confesiones libroXI.

16 San Agustín señala en este lugar las difi-cultades del lenguaje latino: disquisicionessobre las palabras latinas que admite dor-mientes (en el sueño), languentes (en laenfermedad), dolentes (en el dolor), perono es correcto el término morientes paradesignar en la muerte. Por otra parte, losverbos oritur y moritur, siendo sus formasverbales de participio –ortus y mortuus(esta última palabra lleva además en sugrafía dos u, como fatuus, arduus, conspi-cuus, etc.)– es decir, esta palabra “mor-tuus” es un nombre (sustantivo o adjeti-vo), preferido en lugar del participio de pa-sado por no comportar tiempo y, portanto, es declinable, mientras que las for-mas en participio no lo son. Todo el razo-namiento de estas cuestiones gramáticasestán aludidas y preparadas por el santopara ironizar cuando dice al final de estecapítulo lo que comentamos en la nota 18.No hemos visto en las traducciones con-sultadas que se haya resaltado esta ironía.

17 Salmo 6,6.: Quoniam non est in morte,qui memor sit tui.

18 Debemos atender al texto castellano dela edición de la BAC en la que se traducepor CONJUGAR la palabra latina DECLINA-RE... Esto no es correcto, pues se pierde eljuego de palabras (doble significado) quetambién tiene en castellano la palabra “de-clinar”.)

Page 51: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

20 Núm. 92

y avergonzarse de ello. Otro efecto fué sentirla desobediencia en su propia carne, comocastigo a su desobediencia para con Dios. Elalma, complacida en este nuevo desorden delibertad, y rechazando servir a Dios, sintióque se había desvanecido el fiel servicio quehasta entonces le había prestado su cuerpo.Entonces comenzó el enfrentamiento de lacarne y del espíritu (Gálatas 5,17). Por esolos hombres, al nacer, nos encontramos conesta lucha, arrastrando el origen de la muer-te, y teniendo nuestros miembros y nuestrapropia naturaleza viciados, aunque con laposibilidad de luchar y conseguir la victoriasobre la primera prevaricación.

Capítulo XIV. Es así, pues, que Dios creóal hombre recto y sin vicios. El hombre, per-vertido de repente, fue castigado justamente.Todos estábamos con él en ese desorden:estábamos en la naturaleza seminal, pues nospropagamos por esa naturaleza. El mal usodel libre albedrío corrompió de raíz al géne-ro humano hasta incluso sufrir la muertesegunda, excepto aquellos que son libradospor la Gracia de Dios.

Capítulo XV. Pero si interpretásemos quelas palabras Moriréis de muerte (Gen 2,17)se refieren solamente a la muerte segunda,cuando el alma abandona a Dios –si bien Diosno abandona, sino que es Él abandonado;pero Dios siempre toma la iniciativa ya seapara crear como para salvar–, estarían lasdemás muertes incluidas en esa frase. Elhombre comprobó que había abandonado aDios cuando se encontró desnudo. Cuandooyó la queja de Dios: Adán ¿dónde estás?(Gen.3,9), entonces él comprobó que estabasin Dios y lejos de Él. Y cuando el primer

hombre escuchó: Eres polvo y en polvo tehas de convertir (Gen 3,19) comprendió lacondena de la primera muerte. Estas dosmuertes harían entender mejor el alcance dela segunda muerte que es la muerte total, lamuerte de todo el hombre.

Para evitarla Dios de forma gratuita lelibrará. Por consiguiente, los cristianos man-tengan la fe de que la muerte del cuerpo noproviene por ley natural (Dios no crea lamuerte), sino que procede como consecuen-cia del pecado.

Capítulo XVI. Afirma san Agustín que losplatónicos se burlan de la doctrina que haexpuesto acerca de la separación del cuerpoy el alma, entendiéndolo como un castigoderivado del pecado original, pues ellos, porel contrario, defienden que el alma alcanzasu perfección cuando abandona el cuerpo.

Contra este ataque mantiene el santo queel cuerpo es gravoso para el alma solamentecuando está corrompido, y se confirma en laEscritura cuando dice el cuerpo corruptibleentorpece al alma (Sap 9,15).

San Agustín demuestra, además, quePlatón se contradice. Para ello expone queCicerón parece criticarlo cuando traduce allatín las afirmaciones que Platón establecióacerca de que los dioses estarán en la eterni-dad con sus cuerpos mortales. Y esto lo con-sidera como un premio. Confiesa el santo queeste hecho lo refiere especialmente con laintención de iluminar a los platónicos paraque no se avergüencen si se convierten alcristianismo, hayan de asumir la doctrinasobre la felicidad eterna del hombre total, concuerpo y alma.

Capítulo XVII. Los platónicos, además,afirman que los cuerpos terrestres no pue-den ser eternos, pero defienden al mismotiempo que el mundo es un cuerpo viviente,un dios intermedio y eterno. El mundo, expli-can, tiene un alma intelectual y un cuerpo conmiembros compuesto de cuatro elementosque se unen indisoluble y eternamente.Entonces, arguye el santo, no existe dificul-tad alguna para que existan otros vivientesterrestres, aunque tengan una menor enti-dad. Añade, además, que los platónicos caenen otra contradicción cuando rechazan quelos hombres con sus cuerpos puedan obte-ner la felicidad, cuando admite que existe lafelicidad del alma de Júpiter, que se extiendey se difunde en todo el mundo corporal.Porque lo único que el alma, para su felici-dad, debe rechazar no son los cuerpos, sinolos cuerpos en cuanto corruptibles, pesados,

A C T U A L I D A D E D U C A T I V A Y P E D A G O G Í A

L.E.A.

Page 52: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

21Núm. 92

molestos, mortales, que llegaron a serlo porla pena del pecado.

Capítulo XVIII. Siguen objetando estosfilósofos: los cuerpos por su peso natural sonatraídos a la tierra, no hacia el cielo. Esteargumento lo rebate san Agustín diciendo quesi el hombre puede hacer que recipientes demetal que, por su peso, se sumergerían sinmás en las aguas, con mayor razón ha dedecirse de Dios que puede hacer subir al cie-lo los cuerpos pesados. Además, arguye,Platón afirma que los ángeles pueden trasla-dar animales pesados sin sentir su carga,¿por qué no podemos creer que los espíri-tus de los santos pueden elevarse con suscuerpos? Los cuerpos, cuanto más sanos yvigorosos están, mejor soportan y dirigenuna masa cuantiosa. Lo que importa no es lacuantía del peso sino la composición o modoequilibrado de conducirla19. Tampoco, pues,tiene fundamento, concluye, que por el pesode los cuerpos se destruya esta doctrina cris-tiana.

San Agustín advierte aquí que tratará de lafe en la resurrección de los muertos y loscuerpos inmortales al final de esta obra20.

Capítulo XIX. Defiende que los cuerposde los primeros hombres no hubieran sufri-do siquiera la primera muerte, y que ésta fueimpuesta como castigo a su rebelión. Lasalmas de los justos difuntos, pues, viven enpaz, aunque les sería mejor vivir con suscuerpos sanos. Esto es así incluso para aque-llos que defienden, como Platón o Virgilio,que las almas viven más felices sin sus cuer-pos, aunque –resalta– se contradicen cuan-do piensan que los dioses con sus propioscuerpos viven en el Olimpo, que las almas delos sabios pueden de nuevo dejar los astros,donde reposan, para reanudar una nueva vidacon otros cuerpos, y aquellos que llevaronuna vida insensata vuelven a los cuerpos dehombres o bestias, según merezcan susobras. Critica a Porfirio quien, aunque lamen-tó que Platón mantuviera tal opinión21, sostie-ne que los sabios no estarán nunca jamáscon cuerpo alguno, reflejando en esto suenfrentamiento con la doctrina cristiana de laresurrección.

Capítulo XX. Las almas de los fieles difun-tos no estiman pesada esta muerte que lessepara de sus cuerpos, porque su carne des-cansa en la esperanza de la resurrección queconvierte sus cuerpos animales en “espiri-tuales” (I Cor. 15,42). Si no odiaron a su car-ne débil cuando se revolvía contra la mente,¿cuánto más la amarán al hacerse espiritual?

Pero este cuerpo espiritual no será nisiquiera como el cuerpo de los primerospadres que necesitaban de alimentos paraevitar el hambre y la sed, y acudían al árbolde la vida, que les evitaba la vejez. Este era unárbol sacramental, como dice la sabiduría deDios Es árbol de vida para los que lo toman(Prov. 3,18). Sólo tenían prohibido comer delárbol de la ciencia del bien y del mal, yhabiendo trasgredido este mandato de suje-ción a Dios, por este pecado de desobedien-cia, se les impuso el castigo de la muerte.

Capítulo XXI. Algunos refieren un senti-do espiritual a la narración del Génesis, einterpretan que en el Paraíso los árboles y lasplantas frutales eran realmente virtudes ycostumbres de vida. No está prohibido enten-der aquellos cuatro ríos como las cuatro vir-tudes cardinales; sus árboles, las disciplinasútiles, los árboles frutales, las costumbres delos piadosos; el árbol de la Vida, la sabiduría,madre de todos los bienes; y el árbol del bieny del mal, la experiencia del mandamientotransgredido.

También se puede entender de la Iglesia,que estaría representada por el paraíso; loscuatro ríos son los cuatro evangelistas; losárboles frutales, los santos; sus frutos, susobras; el árbol de la vida, el santo de los san-tos; el árbol de la ciencia del bien y del mal,el libre albedrío de la voluntad humana. Si sepuede interpretar así, se mantenga, no obs-tante, la narración de los hechos que allísucedieron.

Capítulo XXII. Opina, por tanto, el santoque los cuerpos de los justos resucitados nonecesitarán de alimentos. No obstante, queexisten pasajes en la Biblia que nos afirman

L.E.A.

19 “Quantitatis pondus –temperationis mo-dus”, es una frase de innegable belleza li-teraria, musical, en la que contrapone dosfuerzas, pero ¿cómo se traduce especial-mente “temperationis modus”

En la 1.ª edición de la BAC se traduce “mo-do del temperamento”; en la 2.ª por “equi-librio de su estado”. La versión italiana quese reproduce en Internet (OSA) por “lacondizione di conveniente benesse-re”…(?). Nosotros lo entendemos algoparecido a la dirección o potencia para en-cauzar el peso o tendencia.

20 Se refiere al Libro XXII.

21 Ya expuesto anteriormente en La Ciudadde Dios X,30.

Page 53: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

22 Núm. 92

lo contrario, por ejemplo, los ángeles configura humana (Gen. 18 y Tobías 11) y elpasaje de Cristo resucitado, comiendo conlos apóstoles (Lc.24). Los cuerpos resucita-dos, por consiguiente, no necesitarán comer,y se denominan cuerpos espirituales graciasa la vida del Espíritu.

Capítulo XXIII. Así como ahora nuestroscuerpos animales tienen un alma viviente, enla otra vida aquellos cuerpos serán espiritua-les y un espíritu vivificante. De hombre terre-no se pasa a hombre celestial: cambia su cali-dad, transformándose sus propiedades. Elalma viviente se conmuta en espíritu vivifi-cante por mérito de su renovada obediencia.

Después del pecado, se apoderó de Adán,no la muerte inmediata, sino la necesidad dela muerte corporal con la que nacemos todos(Rom. 8,10-11)22. Esta muerte es común atodos, pero no la segunda muerte23, de la quenos ha librado el Mediador (Rom. 8. 28-29)24.

El hombre actual es terreno y el resucita-do será celestial (I Cor. 15,42-49). Pero estehombre celestial se hace presente en nos-otros de forma sacramental (Gal 3,27).

Capítulo XXIV. Algunos interpretan laspalabras Inspiró Dios en su rostro espíritu devida, y fue hecho el hombre en alma viviente–Génesis 2,7– en el sentido de que Diosentonces creó no el alma –que el hombre yatenía–, sino un espíritu vivificante por accióndel Espíritu Santo. Lo fundamentan en queCristo, cuando sopló sobre sus discípulos,dijo, según el texto del evangelista san Juan:Recibid el Espíritu Santo (20,22). San Agustín

se opone a esta interpretación pues para élla frase anterior del Génesis (2,7) en esta mis-ma cita dice: y Dios formó al hombre del pol-vo de la tierra 25. Entiende que el polvo es unamateria compuesta de agua y tierra, y quedespués de formar el lodo, se crea al hombrecon alma viviente.

Insisten los partidarios de esta interpre-tación en que si se dice “hombre” se deduceque ya tenía alma. Pero a esto contesta sanAgustín indicando que la misma Escritura, yel mismo lenguaje común, unas veces “hom-bre” se refiere solamente al alma y otrasveces solamente al cuerpo. El alma racionales la imagen de Dios, y, además, para desig-nar al alma humana en Génesis se utiliza eltérmino griego “pnoen” y no la palabra“pneuma” 26.

Pero, de nuevo, ellos replican: cuando sedice “espíritu de vida” y “alma viviente” se alu-de claramente al Espíritu Santo. Lo contradi-ce san Agustín con citas de la SagradaEscritura, la cual está por encima de las hipó-tesis humanas (Gen 2,24). Explica el santoque el alma viviente no proviene del polvo (tie-rra+agua) sino del soplo de Dios. Por últimoinsisten interpretando que de la afirmación delEclesiástico (24,3). Yo salí de la boca delAltísimo, se deduce que el soplo tiene natura-leza divina. Rechaza san Agustín esta exége-sis, pues el aire soplado de nuestra boca nodecimos que sea de nuestra naturaleza, y aña-de, además, que de la frase del Apocalipsis3,16: Por cuanto eres tibio y no frío ni calien-te, estoy para vomitarte de mi boca, dondeconsta claramente que lo que sale de la bocade Dios no tiene naturaleza divina, pues es lapersona tibia espiritualmente27.

Enlaza esta cuestión con los siguientesnuevos temas a resolver en el siguiente libro:

1. ¿Se originó la libido en los miembrosdesobedientes de los primeros hombres por-que estos, desobedientes, abandonaron aDios?¿Entonces, al mirarse a sí mismos,advirtieron su desnudez?

2. Si no hubieran desobedecido ¿cómohubiera sido su propagación?

Estas cuestiones son explicadas en el libroXIV, con el que terminan los cuatro que sanAgustín dedica para explicar el origen de lasdos ciudades.

El Grupo San Alipio espera obtener de larevista LEA su siempre amable acogida parala publicación del resumen del libro XIV deLa Ciudad de Dios, que ya hemos estudiado.

A C T U A L I D A D E D U C A T I V A Y P E D A G O G Í A

L.E.A.

22 “El cuerpo está muerto por razón del pe-cado, el espíritu es vida en virtud de la jus-tificación”

23 San Agustín, como ya está dicho, ve laculpa y consecuencia de la segunda muer-te en las palabras ¿Adán, ¿dónde estás?(Gen 3,19), pues señala con gran agudezaque Adán ya no está con Dios.

24 La cita paulina recogida por san Agustínes: “por amor a aquellos que según el de-creto de Dios han sido llamados, los queantes había previsto y predestinado, paraque se hiciesen conformes con la imagende su Hijo, de manera que sea el primogé-nito entre muchos hermanos”.

25 Expone el santo que en griego éplasenha sido traducido al latín por “creavit-creó”y por “finxit-formó”.

26 Una aclaración: el espíritu se dice engriego pneuma, pero en el pasaje del Gé-nesis se dice pnoén; las versiones latinastraducen el primero por spiritum y el se-gundo spiraculum; en castellano, espíritu ysoplo/aliento, respectivamente.

27 Para san Agustín, tibieza es engañar alos demás manifestando una piedad apa-rente.

Page 54: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

23Núm. 92

MURIÓ dos días después deque los médicos suspendie-ran totalmente su alimenta-ción e hidratación, con auto-

rización de los tribunales a petición de supadre y con la oposición del gobierno italia-no, que elaboró un proyecto de ley que, inextremis, iba a tratar de mantenerla con viday que fue vetado por el presidente de laRepública italiana. Tras una dura batalla legalque, en cierto modo, reproduce la que se libróen Florida con Terry Schiavo, a solicitud desu marido en este caso, vemos que el resul-tado ha sido el mismo: se ha impuesto lamaquinaria administrativa y judicial delEstado para acabar con vidas humanas inde-fensas.

El caso de Eulana, al igual que el anteriorde Terry, se ha situado en el centro de la polé-mica sobre la eutanasia que, a nivel mundial,se mantiene abierta. Algunos aspectos de esadiscusión muestran lo manipulado que está eldebate público sobre el tema; vamos a tratarde verlo y a formular algunas reflexionessobre ello. Es claro que en torno a la eutana-sia están enfrentados dos mundos que con-llevan dos visiones opuestas e incompatiblesdel ser humano, se extienden no sólo a un

L.E.A.

Juan Antonio Martínez MuñozUniversidad Complutense

Muerte digna y homicidio indignante

La muerte recientemente provocada a Eluana Englaro, joven italiana en estado de comadesde que, en 1992, sufrió un accidente de tráfico, ha estado presente en los medios decomunicación de todo el mundo.

Page 55: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

24 Núm. 92

país determinado, sino a toda la tierra, aun-que se muestran con mayor virulencia enunos países que en otros. Se debe a que setrata de un problema antropológico básico,el de cómo afrontar la muerte humana, queno entiende de nacionalidades ni fronteras.Esos dos mundos son los mismos que seenfrentan a propósito del aborto: uno que losupone un derecho (incluso cuando en elcódigo penal este tipificado como delito), yotro que lo considera una forma de homici-dio (aunque esté permitido por la ley). Unode esos mundos puede ser conceptuadocomo el de la cultura tradicional europea, elotro es el de la ideología iluminista y socialis-ta. En cierto modo las posiciones que ambosbloques presentan, en lo que se refiere a laeutanasia, son completamente simétricas conlas posiciones de los mismos que se refierenal aborto. Ello es debido a que ambos pro-blemas se plantean en el marco del mismodesacuerdo antropológico de fondo, conunos puntos de vista tan extremadamentedistantes que imposibilitan un diálogo sere-no para conseguir un acuerdo y, sobre todo,alcanzar compromisos razonables que per-mitan convivir, por eso mismo no se encuen-tra fácil solución a los conflictos humanosque se plantean. En cierto modo, tras la dis-cusión de estas cuestiones está latente unacierta lucha por controlar el espacio público

en la que la ideología iluminista tiene venta-ja porque el espacio público se ha definidohistóricamente, en los últimos siglos, a sumedida, y cuenta con mecanismos extorsio-nadores asimétricos que impiden un juegolimpio por una presencia igualitaria.

11.. LLAA VVIIDDAA YY SSUU FFIINN

A lo largo de la historia, el principal episo-dio personal de cada vida humana, la muer-te, se ha tratado de diferentes maneras.Millones de personas han muerto en condi-ciones miserables pero con cierta dignidad;también ha existido un número difícilmentecuantificable de homicidios en diversas for-mas. La idea predominante en Occidente, for-jada en una tradición donde la vida tenía valorsagrado, era la de hacer un esfuerzo hasta elfinal por mantener la propia vida y la de losdemás e, incluso, cuando la muerte de unapersona se vea como ineludible, mantener laatención más digna posible para su consue-lo. Ese modo de entender el respeto a la vidaha impulsado el desarrollo de la medicinaporque no se basaba en un simple instintoanimal de supervivencia, sino que se inspi-raba en una exigencia moral. Frente a unmundo antiguo en el que no existía compa-sión con los enfermos y desgraciados, conla implantación de la noción cristiana de cari-dad, los menesterosos –todos lo somos dealgún modo– adquirieron reconocimiento desu dignidad en la enfermedad y en la desgra-cia; fueron acogidos como personas, atendi-dos y cuidados de la mejor forma posible,impulsando esa atención el avance de la cien-cia médica.

Pero el desarrollo de la ciencia ha hechoposible, curiosamente, que los casos-límitede la vida humana se planteen de otra mane-ra, un tanto paradójica y arrogante; lo mis-mo puede decirse del desarrollo económicode las sociedades modernas. Es paradójicaporque con más medios técnicos y con másrecursos económicos se presta menos cui-dado a las personas en determinados casos.Es arrogante porque la sobreabundancia demedios y posibilidades se traduce en un des-precio más acentuado a la vida de determina-das personas por parte de los que deberíancuidarlos. Se debe, en gran parte, a que alrelativizar la vida, ya antes de evaluar las posi-bilidades médicas y económicas, se claudi-ca de cualquier exigencia esforzada de aten-ción a esas personas motivada por la pérdidadel valor y dignidad que la vida humana habíaadquirido al hacerla merecedora del cuidadoextremo. El desarrollo económico y tecnoló-

A C T U A L I D A D E D U C A T I V A Y P E D A G O G Í A

L.E.A.

FFRREENNTTEE AA UUNN MMUUNNDDOO AANNTTIIGGUUOOEENN EELL QQUUEE NNOO EEXXIISSTTÍÍAA

CCOOMMPPAASSIIÓÓNN CCOONN LLOOSS EENNFFEERRMMOOSS

YY DDEESSGGRRAACCIIAADDOOSS,, CCOONN LLAA IIMMPPLLAANNTTAACCIIÓÓNN

DDEE LLAA NNOOCCIIÓÓNNCCRRIISSTTIIAANNAA

DDEE CCAARRIIDDAADD,, LLOOSS MMEENNEESSTTEERROOSSOOSS

AADDQQUUIIRRIIEERROONNRREECCOONNOOCCIIMMIIEENNTTOO

DDEE SSUU DDIIGGNNIIDDAADD EENN LLAA EENNFFEERRMMEEDDAADD

YY EENN LLAA DDEESSGGRRAACCIIAA

Page 56: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

25Núm. 92

gico no necesariamente debería haber con-ducido a esa situación, de modo que el cam-bio de sentido que arranca inicialmente de laduda del valor incondicional de la vida y con-duce de forma inmediata a desistir anticipa-damente de los esfuerzos por mantenerla esun cambio que va unido a una percepcióndiferente del sentido del sufrimiento huma-no, que repercute en las relaciones afectivase interpersonales y, también, en la organiza-ción social y política.

Aunque la respuesta acerca del cuidadode la vida y la muerte humana se diferenciannetamente en los dos mundos que he men-cionado, estos no son simplemente dos for-mas de expresión diferentes, como seríandos estilos artísticos, que pudieran coexistirsin fricciones, la muerte de un ser humanoprovocada ilegítimamente concierne e inter-pela a cualquier otro; nada humano puede serextraño a los demás, menos aún si es matara otros impunemente. No se trata sólo de dosrespuestas diferentes de carácter escatológi-co, aunque la respuesta a esa cuestión estádetrás de las actitudes fundamentales de lavida, sino que se refiere igualmente a aspec-tos prácticos. Ambos mundos tienen unaactitud diferente a la hora de afrontar el sen-tido del dolor y el sufrimiento humano, sobretodo si es ajeno, actitud que tiene dos varian-tes fundamentales: la misericordia y la críti-ca; la misericordia lleva al cuidado abnega-do, la crítica es inmisericorde, prácticamentehace suponer que uno es culpable de vivir encondiciones que el no aquejado por ningúnsufrimiento considera intolerables; de hechopodemos decir que frente a la misericordiase sitúa la tolerancia, que tiene la misma inde-finición conceptual que la crítica, y que amplíala indiferencia ante la persona sufriente yposibilita un mayor desprecio.

Ciertamente, en la larga tradición de res-peto al valor sagrado de la vida ha habidomuchas deficiencias, algunas inconsisten-cias, fallos y vulneraciones evidentes; pero elreferente de lo que significa la vida humanaera y es nítido. Al igual que respecto al abor-to, con la eutanasia esa tradición puede seracusada de hipocresía, puesto que presentauna elevada consideración del ser humanoque se traduce en exigencias morales que nosiempre se alcanzan a cumplir, ni siquiera porquienes las perciben de manera más clarivi-dente. Pero en ella el desarrollo tecnológicoy económico se pone y mantiene al serviciode la vida digna. Desde esta perspectiva noasumir el coste de alimentar y dar de beber auna persona, que es enormemente menor

que el del mantener al presidente de la repú-blica italiana o de cualquier cacique españolde segunda fila, no parece que pueda justifi-car su sacrificio, ni siquiera cuando el pacien-te haya expresado su voluntad de que se lepermita morir si se producía uno de estoscasos (como tampoco lo haría con la decla-ración similar de un niño). Como el ser huma-no tiene una gran capacidad de soportar elsufrimiento, lo dice el refrán «qué Dios nonos dé tanto mal como podemos aguantar»,esta tradición ciertamente invita al heroísmoante la adversidad, al comprender el sufri-miento e, incluso, cuando nada se puedehacer para eliminarlo, a verlo como una opor-tunidad para mejorarse uno mismo a travésde él. Por ello ha sido acusada, con una com-prensión deficiente y malévola, de fomentar-lo para hacer olvidar la importancia que seda al cuidado.

22.. EELL VVEERRDDAADDEERROO PPRROOBBLLEEMMAA

La dificultad para comprender el núcleodel problema de la eutanasia, y del aborto,radica en que la poderosa maquinaria de lasorganizaciones que promueven la muerte

L.E.A.

LLAA MMIISSEERRIICCOORRDDIIAALLLLEEVVAA AALL CCUUIIDDAADDOOAABBNNEEGGAADDOO,, LLAA CCRRÍÍTTIICCAA EESS IINNMMIISSEERRIICCOORRDDEE,,PPRRÁÁCCTTIICCAAMMEENNTTEEHHAACCEE SSUUPPOONNEERR QQUUEE UUNNOO EESSCCUULLPPAABBLLEE DDEE VVIIVVIIRREENN CCOONNDDIICCIIOONNEESSQQUUEE EELL NNOO AAQQUUEEJJAADDOOPPOORR NNIINNGGÚÚNNSSUUFFRRIIMMIIEENNTTOOCCOONNSSIIDDEERRAAIINNTTOOLLEERRAABBLLEESS

Page 57: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

26 Núm. 92

artificial tiene una capacidad de producir unamanipulación del lenguaje evidente y similara la de beneficiarse de la “función pública”.La misma palabra eutanasia, que etimológi-camente significa buena muerte, se puedeentender en sentidos contradictorios y se ter-giversa para referirse a la muerte anticipada.Igualmente dicen con frecuencia que unapersona está en estado vegetativo, abriendoasí el camino para su exterminio con menorpreocupación moral que si fuera una especieen peligro de extinción. Llamar vegetal a unser humano es un desprecio evidente a lapersona, al equipararla a una planta. La luchase centra en que cualquier concepción posi-tiva de la palabra eutanasia o de otras cone-xas se relacione con los intereses de los quequieren facilitar o anticipar la muerte dedeterminadas personas. Esa maquinariaexterminadora no puede permitir que uncaso extremo, como el de Eluana, deje desalir en todos los medios de comunicacióncon aspecto amenazante porque así molde-an un estado de la opinión pública favorablea sus letales intereses. El efecto expansivono les preocupa puesto que tratan deampliarlo al máximo. La presentación cons-tante de casos extremos lleva a muchas per-sonas a preferir no ver sufrir, aunque paraello alguien tenga que matar; lo importantees no ver lo uno ni lo otro. Compensan conacusaciones de guerras o de muertes mayo-res por hambre pese a que Dostoyevski, enCrimen y castigo, pone de relieve que nin-

gún asesinato compensa a otro.Consecuencia de la enorme capacidad mani-puladora es que la posición de la opiniónpública o social que crean los gobiernos conalgunos casos como el de Eulana, estáampliamente a favor de la eutanasia, sinentrar en distinciones conceptuales, inclusomás a favor de lo que pueden asumir esosmismos gobiernos que, en ocasiones, sonde origen terrorista. Se basa en la discusiónsuperficial sobre casos excepcionales en losque nadie querría verse situado como cuida-dor y ni siquiera como cuidado. Parece queen Italia el 50% está a favor de la eutanasia,mientras que en España alcanza al 70%,debido a la mayor vulnerabilidad a la mani-pulación informativa que provoca el menornivel cultural. En ese escenario los casosextremos son muy importantes para la cau-sa de la eutanasia porque infunden un mie-do al sufrimiento mayor que el sufrimientoreal. El efecto del miedo imaginario supera alreal tanto si se refiere a la posibilidad de queuno mismo sufra como si tiene que cuidar aotra persona que sufre; depende en granmedida de un modelo social narcotizadodonde cualquier esfuerzo o dificultad sesobrelleva y afrontan con droga o anestesiaporque no hay una ejercitación práctica enla adversidad. Ese modelo social es muyconveniente al socialismo; abdica de respon-sabilidades y pone toda su confianza en elgobierno que no va a resolver problemaspero sí necesita taparlos. No obstante, lacausa de esa minoría debe ser importantecuando un gobierno que tan fácilmente con-sigue adoctrinar en esas proporciones,podría hacerlo igual en sentido contrario, nose atreve a dar los pasos hacia la ciénagaholandesa que tiene como referente.

Todo muestra que la promoción de laeutanasia está en manos de sectores muyinfluyentes en el proceso de cambio socialasociado al desarrollo tecnológico y científi-co relacionado con la salud y con la vida, pro-ceso que tratan de aprovechar en su benefi-cio a costa de muchas vidas humanasinocentes. Pero se plantea la pregunta de quées lo que sacan esos intereses letales tanpoderosos de la promoción tan intensa de laeutanasia, de por qué necesitan tanto de ellacomo del aborto. Parece difícil de entenderdada la nebulosa en la que se desenvuelven,pero esta promoción de la eutanasia, que vaunida a una determinada idea de sanidadpública, de la misma manera que el terror yel terrorismo siempre son indisociables dealgún Comité de Salud Pública, apunta a queesos intereses que hacen evolucionar a la ide-

A C T U A L I D A D E D U C A T I V A Y P E D A G O G Í A

L.E.A.

LLLLAAMMAARR VVEEGGEETTAALL AA UUNN SSEERR HHUUMMAANNOOEESS UUNN DDEESSPPRREECCIIOO

EEVVIIDDEENNTTEE AA LLAA PPEERRSSOONNAA,,

AALL EEQQUUIIPPAARRAARRLLAA AA UUNNAA PPLLAANNTTAA

Page 58: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

27Núm. 92

ología buscan el monopolio del espacio públi-co, que ahora incluye la vida de las personas.Relativizan todo para que nada sea obstácu-lo para sus objetivos y ni la verdad ni la vidapuedan serlo.

La extensión de la eutanasia y el abortose presenta como un proceso igualitario (elaborto lo promueve el Ministerio de igual-dad), exactamente igual que cuando seimplantó la guillotina, y como algo tan obvio,a pesar de involucrar a los médicos en ello, ynecesario que parece que cualquiera puedeponerse manos a la obra. Lo vimos en el casode Leganés, hospital conocido popularmen-te por los usuarios como «Si lo sé no ven-go» y, después del “episodio”, por el signifi-cativo alias de «Sendero Luminoso», dondeun grupo de empleados defensores de lasanidad pública, a la que tratan como de supropiedad privada, igualmente conocidoscomo los montaraces, llevaron a cabo prác-ticas de sedación para eliminar el sufrimien-to de pacientes terminales, en ellas la vida deunas 400 personas fue metida “mar adentro”,y nunca salieron. Se puede ver al respectocon cierto detalle el libro Morfina roja, deCristina Losada (Libros Libres, Madrid 2008).La reacción de los involucrados en las seda-ciones irregulares del hospital de Leganés essignificativa para comprender sus propósi-tos. Alessandro Manzoni, en Los novios, unade las obras cumbres de la literatura italianay mundial, ha captado extraordinariamentebien ciertos aspectos de la psicología crimi-nal cuando, en el capítulo VII, página 91, dicelo siguiente: «Las palabras del impío que esfuerte, penetran y se disipan. Puede ofender-se de que tú sospeches de él, y al mismotiempo darte a conocer que tus sospechasson fundadas, puede insultar y suponerseinsultado, vilipendiar y pedir una satisfac-ción...». Los autores de las “sedaciones” (queeran sólo un medio para la eutanasia) consi-guieron desviar la atención de una acciónaparentemente criminal con una defensa apa-rentemente numantina de la sanidad públicaa la que nadie atacaba, pese a que, tal y comoellos la conciben, es sólo una especie depesebre que se podría suplir con un matade-ro; se indignaban de la acusación de malapraxis por la utilización de métodos directa-mente dirigidos a extinguir la vida de lospacientes, algo que defendían abiertamentee impulsaba el gobierno que los protegía conla apabullante maquinara de medios decomunicación a los que muchos familiaresde los interesados no tuvieron valor paraenfrentarse. Todo ello se tradujo en un con-junto de trabas que se interpusieron a la

investigación de las sedaciones irregularesque terminó con la impunidad de los auto-res. Son tan poderosos que pueden hacersepasar por víctimas cuando matan a alguiendeliberadamente, aunque aseguran que sinhacerle sufrir.

Pese a lo anterior, no se entiende tan bienla insistencia en la legitimación del suicidioy el homicidio asistidos que se presentacomo una consecuencia del progreso, tantoeconómico como tecnológico, por el conglo-merado iluminista y socialista de interesesrelativos. Es fácil entender que, tras la pro-moción de la eutanasia, haya importantesintereses económicos y políticos, son tanobvios como los de la mafia que asesina conmetralletas, pero es tan fácil entender que laimpulse una cierta seducción por la muerte.Para comprenderlo mejor en la práctica esinteresantísima la lectura del reciente libroSeducidos por la Muerte, de Herbert Hendin(Editorial Planeta, Barcelona 2009), obraescrita a través del estudio de la escalofrian-te práctica holandesa en la que se «ilustracómo una cultura transforma el suicidio ensuicidio asistido y usa la eutanasia de unaforma casi rutinaria para tratar con enferme-dades graves o terminales, o incluso con lasimple tristeza» (p. 186), obra en la que sebasó el Tribunal Supremo de los Estados

L.E.A.

LLAA EEXXTTEENNSSIIÓÓNN DDEE LLAA EEUUTTAANNAASSIIAA YY EELL AABBOORRTTOO SSEE PPRREESSEENNTTAA CCOOMMOOUUNN PPRROOCCEESSOOIIGGUUAALLIITTAARRIIOO ((EELL AABBOORRTTOO LLOO PPRROOMMUUEEVVEE EELLMMIINNIISSTTEERRIIOO DDEE IIGGUUAALLDDAADD)),,EEXXAACCTTAAMMEENNTTEEIIGGUUAALL QQUUEE CCUUAANNDDOOSSEE IIMMPPLLAANNTTÓÓ LLAA GGUUIILLLLOOTTIINNAA

Page 59: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

28 Núm. 92

Unidos para negar que exista derecho cons-titucional al suicidio asistido. También loseñala Igor Chafarevithc en su libro El fenó-meno socialista, (Emesa, Madrid 1978) don-de señala cómo el socialismo promueve la«muerte de la humanidad [que] se opone a laconcepción del “fin del mundo” tal y como lopresentan algunas religiones, entre ellas elcristianismo... La ideología socialista, sinembargo, pone por delante la idea de aniqui-lamiento de la humanidad, un aniquilamien-to cuya causa es exterior, lo que priva así a lahistoria de todo sentido. Marcuse, cuyasobras han ejercido una influencia profundasobre los movimientos de izquierda de estosúltimos años, asocia de una forma completa-mente nueva la ideología socialista a las ide-as de muerte y aniquilación, siguiendo en elloa Freud» (p. 327). Algo que se asemeja albudista nirvana o evasión del dolor que, aun-que puede ser orientado al perfeccionamien-to del ser, también puede serlo como aneste-sia para aniquilar la personalidad, y poco haymás refractario al socialismo que la persona-lidad. No se trata sólo de disuadir del esfuer-zo por cuidar y así ahorrar, sino que, comoseñala Viktor E. Frankl, en su conocido libroEl hombre en busca de sentido (Herder,Barcelona 1995), al reconocer que: «Haymucha sabiduría en Nietzsche cuando dice:“Quien tiene un porqué para vivir puedesoportar casi cualquier como”... los camposde concentración nazis fueron testigos... deque los más aptos para la supervivencia eran

aquéllos que sabían que les esperaba unatarea por realizar» (p. 104) y la eutanasia pre-tende no dejar ninguna tarea humana paradespués.

Con la perspectiva de la eutanasia plante-ada en esos términos la vida humana se sitúaen un horizonte de tiranía donde el poder polí-tico no sólo decide quién merece vivir y quiénno, sino que, con ella, adquiere una enormecapacidad de chantaje sobre amplios secto-res de la población. Pensemos que, en unpaís como España, se han realizado más deun millón de abortos tras la “despenaliza-ción”. Supongamos que algunas mujeres sonreincidentes, pero lo cierto es que los datospersonales del millón aproximado de mujereshan pasado por abortorios pueden utilizarse,en el momento oportuno, como mecanismode extorsión frente a ellas, facilitándolos acualquiera de los medios de comunicacióncarroñeros del gobierno (aproximadamenteel 80% de los medios de España), y no seránentonces comprensivos con ellas, añadiránun sufrimiento adicional a la pesadumbre dela conciencia; así las condenan al silencio y ala imposibilidad de un arrepentimiento públi-co que será tachado de hipocresía y puedeser peor que la misma cárcel. Con la eutana-sia ocurre algo similar sobre los familiares,siempre se les puede decir que han sido cóm-plices al solicitar la eutanasia y, al igual quea los familiares, se involucra a los médicos ysanitarios, pocos podrán clamar entonces porla vida contra lo que interese al gobierno, títe-

A C T U A L I D A D E D U C A T I V A Y P E D A G O G Í A

L.E.A.

CCOONN LLAA PPEERRSSPPEECCTTIIVVAADDEE LLAA EEUUTTAANNAASSIIAA

PPLLAANNTTEEAADDAA EENN EESSOOSSTTÉÉRRMMIINNOOSS LLAA VVIIDDAAHHUUMMAANNAA SSEE SSIITTÚÚAA EENN UUNN HHOORRIIZZOONNTTEE

DDEE TTIIRRAANNÍÍAA DDOONNDDEE EELL PPOODDEERR PPOOLLÍÍTTIICCOO

NNOO SSÓÓLLOO DDEECCIIDDEEQQUUIIÉÉNN MMEERREECCEE VVIIVVIIRR

YY QQUUIIÉÉNN NNOO,, SSIINNOO QQUUEE,,CCOONN EELLLLAA,, AADDQQUUIIEERREE

UUNNAA EENNOORRMMEECCAAPPAACCIIDDAADD

DDEE CCHHAANNTTAAJJEE SSOOBBRREE AAMMPPLLIIOOSS

SSEECCTTOORREESS DDEE LLAA PPOOBBLLAACCIIÓÓNN

Page 60: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

29Núm. 92

re de intereses mezquinos y ruines. Nada esmás beneficioso para el criminal que involu-crar a otros en el crimen, aunque no en elbotín. La eutanasia es, en definitiva, un ejem-plo más –junto al aborto y al terrorismo– delradicalismo con que se plantean los objeti-vos sociales y políticos de la izquierda relati-vista, del socialismo de siempre que sólocambia de máscara. Quizá con ella no vuelvana verse los cadáveres tratados como basuray tirados a las cunetas de los caminos, comoen el mundo antiguo, lo evitará la facilidadque proporciona la tecnología actual paraliberarse de ellos, pero las vidas humanassufrirán una humillación a la que sólo puedeseguir la desoladora desesperación de unmundo sin sentido humano.

33.. HHAACCIIAA UUNNAA SSOOLLUUCCIIÓÓNN

Mas aunque el proceso de difusión de lapráctica parece imparable, de hecho MeterAdmiraal, uno de sus cabecillas en Holanda,sostiene que «en aproximadamente veinticin-co años, Europa puede recurrir a la eutanasiapara abordar los problemas de demografía yenvejecimiento» –aunque él se alegra de noestar entonces para verlo–, nos consuela quela falta de libertad que se deriva del monopo-lio omniabarcante de lo público sobre la vidatiene los pies de barro, no sólo se traduce enuna estafa monumental de carácter econó-mico que no puede prolongarse indefinida-mente, sino que tampoco puede impedir verque las cosas pueden ser de otra manera, deun modo distinto a como interesa a esasorganizaciones tan influyentes y sin alma.

Mi opinión, como en otras materias espi-nosas, tiene que ver con la posibilidad deconseguir alguna manera de resolver las exi-gencias incompatibles de la dualidad de mun-dos enfrentados que coinciden, respeto a laeutanasia, el aborto o la experimentación deembriones; el que lo promueve y el que loevita y prohíbe. Estimo que es tal la distanciaentre ellos, derivada de la ausencia de unospresupuestos antropológicos compartibles,que no es posible un diálogo auténtico sobrela protección a la vida humana, sólo un meroparloteo del que sacan más provecho los quenada tienen que perder ni proteger. Por otraparte, el entramado iluminista socialista rela-tivista no tiene un grado de institucionaliza-ción equivalente al de la tradición que puedaasumir los compromisos que se pudieranderivar de ese diálogo. Consecuentemente,estimo que hay que construir alternativas deforma comunitaria. No se puede eludir elmonstruoso déficit económico que está gene-

rando el socialismo actual para las genera-ciones futuras, para mantenerse temporal-mente en el poder, confiando en el modeloque durante siglos han seguido millones depersonas que se han esforzado desinteresa-damente, con sacrificios y con privacionespersonales para dejar una herencia a sushijos, porque los monopolistas de lo públicoestán especializados en la incautación de loajeno por diversas vías. Lo mismo ocurre conel cuidado de la vida, del nasciturus o delpaciente terminal. Los esfuerzos por cuidarheroicamente a los enfermos, tan frecuentescomo silenciosos, de tantos profesionalessanitarios honrados con el pasaje del lazare-to en el libro citado de Manzoni o en la vidade Teresa de Calcuta, no son superfluos;incluso cuando parezcan inútiles pueden ser-vir de ejemplo de lo importante que es la vidahumana; impiden testimonialmente que elheroísmo desaparezca de la vida humanacorriente y no sea sólo literatura, que lacobardía se oculte en la normalidad y la des-preocupación. En ellos está parte de nuestraesperanza. Aunque quizá, para afrontar polí-ticamente el reto de los negros intereses quehe mencionado, la respuesta más adecuadasea establecer ámbitos políticos y socialescomunitarios donde el sentido del cuidado ala vida humana sea reconocido, en comuni-dades amplias al margen del sistema “sani-tario” público.

L.E.A.

NNOO EESS PPOOSSIIBBLLEE UUNN DDIIÁÁLLOOGGOOAAUUTTÉÉNNTTIICCOO SSOOBBRREE LLAAPPRROOTTEECCCCIIÓÓNN AA LLAA VVIIDDAA HHUUMMAANNAA,,SSÓÓLLOO UUNN MMEERROOPPAARRLLOOTTEEOO DDEELL QQUUEE SSAACCAANN MMÁÁSS PPRROOVVEECCHHOO LLOOSS QQUUEE NNAADDAATTIIEENNEENN QQUUEE PPEERRDDEERRNNII PPRROOTTEEGGEERR

Page 61: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

30 Núm. 92

COMO alguien ha escrito1, todo hom-bre, como toda civilización, persigueel Bien (Religión), la Verdad (Ciencia)y la Belleza (Arte), a través de la

voluntad, la inteligencia y la sensibilidad. Paraque haya, por eso, salud psíquica en el hombre,y salud cultural en la sociedad, se precisa quehaya equilibrio y armonía entre estas diferentespotencias o capacidades humanas. Hubo untiempo lejano en que existieron armónicamen-

te fusionados en el hombre y en su cultura lobueno, lo verdadero y lo bello. Con la llegada,sin embargo, de la Modernidad se separa loverdadero (Ciencia) de lo bueno (Religión) yde lo bello (Arte); se separan inteligencia,voluntad y sensibilidad. Y esta separación, enel caso de la Ciencia y la Religión –que es entrelas que mayor alejamiento se dio–, llega a con-vertirse en oposición. En el transcurso de laconfrontación, la Ciencia terminó tornándosecientificismo, ideología que pretende sustituiren sus funciones a la religión.

El advenimiento de la modernidad está liga-do a la visión científica de la realidad. Al espe-cificar una visión, se está indicando que exis-ten otras posibles visiones de la realidad. Porciencia se entiende una actividad de la inteli-gencia motivada por el deseo de conocer, y, ala vez, el conocimiento resultante de esa acti-vidad. Este saber científico no es lo que pudie-ra calificarse de un saber sapiencial, aquel queconsidera los fines o sentido de la vida huma-na, el bien y el mal, el recto obrar, los juiciosde valor..., y juzga todas las cosas por sus cau-sas más altas o últimas; tampoco es un sabercontemplativo, que escudriña el ser y/o ver-dad de las cosas en su dimensión espiritual/nomaterial; ni tampoco un saber hermenéutico,que, como su nombre indica, busca el sentido

A C T U A L I D A D E D U C A T I V A Y P E D A G O G Í A

L.E.A.

Isaías Díez del Río

Ciencia, Religióny Ética

LA CIENCIA SIN RELIGIÓN ESTÁ CIEGA, Y LA RELIGIÓN SIN CIENCIA ESTÁ COJA.Albert Einstein

LA ÉTICA NO ES OTRA COSA QUE LA REVERENCIA POR LA VIDAAlbert Schweitzer

1 Cfr. RACIONERO, L., El ProgresoDecadente, Espasa, Madrid 2000, pp. 158-161.

Page 62: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

31Núm. 92

a las cosas. El saber científico es un saber ope-rativo, es decir, un saber orientado a la trans-formación del mundo.

Conviene resaltar que la ciencia en cuantotal, es decir, la ciencia pura trata de conocer ycomprender la realidad del mundo circundan-te. Busca conocer lo que son los seres y lascosas, es decir, las leyes que regulan la natu-raleza de las cosas. En este sentido, su propó-sito, para un creyente, sería conocer las huellasdejadas por Dios en el mundo en el momentode la creación. Pero, acontece que, como aca-bamos de referir, el conocimiento científico estáorientado a transformar ese mundo creado.Esta tendencia congénita le hace a la cienciacada día más inseparable de técnica. Si bien ensus orígenes las esferas científica y tecnológi-ca se desarrollaron de forma relativamenteindependiente, con posterioridad dichos sec-tores de la actividad humana adquirieron talgrado de interrelación, que la ciencia y la tec-nología han terminado considerándose unasola esfera, una sola actividad indivisible. Esmás, actualmente la interdependencia de lasesferas científica y tecnológica es tal, que, asícomo la ciencia genera tecnología, ésta, a suvez, genera sus propias ciencias. Hoy ciencia ytecnología se relacionan e interaccionan recí-procamente hasta tal punto, que el avance delconocimiento científico se basa, en gran medi-da, en el auge de la tecnología.

Con lo dicho basta para entender que elconocimiento científico-técnico no es todo elconocimiento humano. Existen otros conoci-mientos diferentes, entre los cuales son dignosde resaltarse los integrados en los llamadosconocimientos humanistas y religiosos.Parece obvio pensar que sólo la conjunción eintegración de todos los distintos conocimien-tos posibles, es capaz de proporcionarnos unavisión total y armónica del hombre y del mun-do. De ahí la importancia de buscar la conjun-ción y armonía entre todos los conocimientosen el actuar humano. De volver a buscar, endefinitiva, la armonía entre lo verdadero, lobueno y lo bello, que en algún tiempo cami-naron hermanados.

Con la modernidad, decimos, arranca elconflicto entre ciencia y religión. La primeragran fisura entre ciencia y fe se produjo con lapostura que adoptó la Iglesia Católica frente aGalileo (1564-1642). Hasta Galileo la religióny la ciencia habían convivido pacíficamente.Es más, era precisamente en el ámbito de lareligión donde se realizaba la mayor parte delos descubrimientos científicos. Desde enton-ces, en cambio, ya nunca desapareció el rece-lo entre ciencia y religión. Además, para man-

tener e incluso reforzar este recelo, nunca fal-taron, por desgracia, actitudes y acontecimien-tos de parte de la religión, que alimentaron ladesconfianza y el alejamiento de la ciencia res-pecto de la religión. Después del caso Galileo,marcan un hito entre esos desventuradossucesos, la actitud que adoptó la religión cris-tiana frente a las teorías evolucionistas deDarwin (1809-1882), y, más recientemente,dentro del campo de la creencia católica, lapostura de esta Iglesia contra las ideas deTeilhard de Chardin (1881-1955).

No conviene olvidar, sin embargo, que enel mismo siglo XVII, cuando la ciencia empie-za a desarrollarse, es decir, cuando el mundomoderno comienza a configurarse y fortale-cerse, muchos de los más relevantes científi-cos (Kepler, Bacon, Boyle, Newton, entreotros) creían que el progreso científico no sólono se oponía, sino que, incluso, apoyaba y for-talecía el sentimiento religioso del ser huma-no. Para estos científicos el conocimiento delUniverso, al iluminar y ensalzar la obra de sucreador, acercaba más la humanidad a Dios.Newton (1643-1727), por ejemplo, estabaconvencido de que profundizando en la cien-cia se conseguía entender mejor a Dios, puesno veía conflicto entre la Revelación y laNaturaleza: «El único camino para llevar a caboel amor de Dios es comprendiendo las obrasde su mano, el universo natural. Saber cómofunciona el universo es crucial para una perso-na religiosa, porque éste es el mundo que Élcreó». Un siglo antes, Copérnico (1473-1543),cuya teoría heliocéntrica del sistema solar fueconsiderada como el punto inicial de lo que enel Renacimiento se llamó la revolución cientí-fica, dejó escrito: «Conocer las poderosasobras de Dios; comprender su sabiduría ymajestad y poder; apreciar, en su justa medi-

L.E.A.

LLAA CCIIEENNCCIIAA PPUURRAA TTRRAATTAA DDEE CCOONNOOCCEERR YY CCOOMMPPRREENNDDEERR LLAA RREEAALLIIDDAADD DDEELL MMUUNNDDOOCCIIRRCCUUNNDDAANNTTEE.. EENN EESSTTEE SSEENNTTIIDDOO,,SSUU PPRROOPPÓÓSSIITTOO,, PPAARRAA UUNN CCRREEYYEENNTTEE,,SSEERRÍÍAA CCOONNOOCCEERR LLAASS HHUUEELLLLAASSDDEEJJAADDAASS PPOORR DDIIOOSSEENN EELL MMUUNNDDOO EENN EELL MMOOMMEENNTTOO DDEE LLAA CCRREEAACCIIÓÓNN

Page 63: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

32 Núm. 92

da, el maravilloso funcionamiento de sus leyes,con seguridad esto debe ser un modo acepta-ble y agradable de adorar al Altísimo, paraquien la ignorancia no puede ser más agrade-cida que el conocimiento»2. Tampoco laIlustración fue siempre enemiga de la religión.De hecho, el Siglo de las Luces fue, esencial-mente, de naturaleza religiosa3.

La defensa que hace Copérnico del conoci-miento frente a la ignorancia, como respues-ta agradecida del creyente al beneplácito delCreador, convendría que lo tuviera hoy más encuenta la religión, llámese Iglesia, para poderganar, mantener y aumentar su credibilidad y,de ese modo, lograr mayor aceptación por elmundo de la inteligencia. En esa falta de apre-cio y de respuesta al conocimiento por partede la religión, habría que buscar, de hecho, lasraíces de la “ruptura entre evangelio y cultura”,de la que tanto hablan y lamentan los últimosPontífices.

Resulta realmente sorprendente la desvin-culación de la Iglesia en la edad moderna de lacultura, ella que durante no pocos siglos fue suprincipal impulsor y mecenas. Sobre todo,teniendo en cuenta que ese abandono o pos-tergación de la cultura, según los analistas delfenómeno religioso, es uno de los principalesfactores del actual desprestigio e irrelevanciade la religión en la sociedad. Circunscribién-donos a la Iglesia española, por poner unejemplo que directamente nos afecta, estaIglesia nunca se imaginó que tendría que des-arrollar su misión fuera de un contexto de cris-tiandad, donde ella ya no estaba destinada, nilegitimada, a dar y, menos, a imponer la defi-nición de la realidad social. De ahí que nuncacreyó, ni pensó, que el ser religioso de un país,de un pueblo, de una sociedad, cuyas vidas se

desarrollan en un contexto o régimen secular,democrático y plural, lo marca el rumbo quesigue su cultura. Como consecuencia de esaalicorta visión, la cultura nunca ha significadopara ella un valor en primera línea a adquirir,ni un reto de primer rango, al que es necesa-rio, para bien de la fe, responder. El panoramaderivado de esa política en el campo de la cul-tura es desolador respecto de la religión. Comosostiene J. Conzález-Anleo, el resultado de eseinveterado abandono es que en la actualidad«ni la cultura dominante, ni los pensadores deprestigio, ni la producción televisiva o cinema-tográfica, ni la novela o prensa son hoy cató-licas». Es más, como J. Manuel de Pradarecientemente ha escrito, actualmente en estepaís «la profesión de fe en el ámbito intelectualy cultural, se ha convertido en rasgo irrisorioy pintoresco». La política eclesiástica, sinembargo, prosigue la senda tradicional de ladevaluación de la cultura. No es extraño, poreso, que Melchor Sánchez de Roca,Subsecretario del Pontificio Consejo para laCultura, nos describa así su situación actual:«La Iglesia española parece haber abandona-do el terreno intelectual y de la cultura a favorde una labor pastoral comprometida con losmarginados. Se ha privilegiado la acción pas-toral frente al trabajo intelectual. En la situa-ción actual, se ve falta de dinamismo paratener una propuesta cultural propia en la socie-dad. Mientras las minorías han ido alimentan-do su presencia intelectual en la sociedad, ala Iglesia le ha sucedido lo contrario […] Creoque en España falta que la Iglesia haga nue-vas propuestas culturales, que tenga unamayor visibilidad en el espacio de las ideas.Ahora sólo se actúa a la defensiva ante unaoferta cultural invasiva, que prescinde de lapresencia de Dios»4.

En cierto sentido, la armonía entre la cien-cia y la religión no es tarea fácil. El órgano dela ciencia es la razón; el de la religión, en cam-bio, es la fe. Las verdades de la ciencia estánbasadas en confirmaciones empíricas y deduc-ciones matemáticas y lógicas. Las verdadesde la religión, al menos de la católica, se basanen revelaciones divinas contenidas en un libro,que se aceptan por la fe, y en pronunciamien-tos dogmáticos de concilios y del Papa. Laciencia, por otra parte, no necesita –a Dios gra-cias, como diría un científico creyente– paranada de Dios. No es extraño, por eso, queentre los no creyentes, haya habido siemprecientíficos que afirmen la incompatibilidadentre ciencia y religión, llegando, incluso, algu-nos a hablar de mutua enemistad. Desdemediados del siglo XX, sin embargo, parece

A C T U A L I D A D E D U C A T I V A Y P E D A G O G Í A

L.E.A.

2 COLLINS, F. S., ¿Cómo habla Dios? Laevidencia científica de la fe, Ed. Temas dehoy, Madrid 2007, p. 246; Cfr. FRANK, D. G.,«A Credible Faith», Perspectives in Scienceand Christian Faith 46 (1996) 254-255.

3 Cfr. SORKIN, D., The ReligiousEnlightenment, Princeton University Press,2008.

4 Entrevista en Vida Nueva, n.º 2.640(diciembre 2008), pp.8-10.

Page 64: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

33Núm. 92

imponerse la idea de los que ya hablan de coe-xistencia y posible compatibilidad.

Es cierto que la ciencia para funcionar nonecesita a Dios. Por eso, la apelación a que“razón y fe, ciencia y religión se necesitan”, esmucho más frecuente oírla entre los líderesreligiosos que entre los científicos. Además,no son pocos los hombres de ciencia que pien-san/sospechan que esa llamada de la religiónno es una invitación al diálogo entre iguales, ya la aceptación de la verdad de este diálogoresultante, sino a la simple aceptación a prio-ri por la ciencia de los dictados de la religión.Aunque en algunos casos, evidentemente, esasospecha podría justificarse, sin embargo, elsignificado de esa apelación, por principio esotra. Cuando, por ejemplo, se dice que «estasdos dimensiones, fe y razón, no deben sepa-rarse ni contraponerse, sino que deben estarsiempre unidas», como lo dijo el Papa en eldiscurso de la audiencia semanal del miérco-les 30 de enero del 2008, no quiere decir otracosa que, para que el hombre disponga de unconocimiento completo de la realidad, precisaañadir al conocimiento que le proporciona larazón o ciencia, el conocimiento que depara lafe, es decir, debe aunar el conocimiento inma-nente de la ciencia con el conocimiento tras-cendente de la religión, convirtiendo de esemodo la ciencia en sabiduría. Sabido es que,desde san Agustín, en el mundo de la creen-cia suele entenderse por sabiduría «el cono-cimiento de las cosas divinas y humanas»(Trinit., 14, 1, 3). «La verdadera distinciónentre sabiduría y ciencia –afirmará en otrolugar– radica en que a la sabiduría correspon-de el conocimiento intelectual de las realidadeseternas, y a la ciencia el conocimiento racionalde las temporales» (Trin. 12,15.25).

Por eso, en todo este asunto el creyenteprecavido habla preferentemente de comple-mentariedad. Porque, complementarias, y nocontendientes ni contrapuestas, en esta cre-encia, son ciencia y religión, puesto que lo queuna y otra ofrecen no es antagónico, sino dife-rente. Y, por ser diferente, con posibilidad desumarse ambas dimensiones. La dinámica conque se desarrolla esta complementariedad enel creyente nos la ha dejado plasmada sanAgustín en aquel famoso principio de «enten-der para creer, creer para entender».Pensamiento agustiniano continuado en laEdad Media, y recogido en el conocido princi-pio fides quaerens intellectum, atribuido a sanAnselmo (1003-1109).

En una visión retrospectiva, en teoría elconflicto históricamente no habría existido, silos guardianes de la religión cristiana de aquel

entonces hubieran tenido una comprensiónmás cabal y acertada de la revelación; si, almismo tiempo, sus mentes hubieran estadohabitadas por mayores conocimientos cientí-ficos; y si, además, su actitud ante la verdadhubiera estado definida por el humilde recono-cimiento de que, como ya lo dijo reiteradamen-te san Agustín, «la verdad no es mía ni tuya,sino de todos». Y, por ser de todos, todosdeben compartir la búsqueda. Lo peor delcaso, es que hoy vuelva a reproducirse la mis-ma situación de tiempos pasados, lo que indi-caría que aquella situación de confrontaciónentre ciencia y religión sólo estaba supuesta-mente superada.

L.E.A.

Bien planteado y entendido el problema,nunca debió haberse dado, efectivamente, elconflicto. Partiendo de un diseño inteligente delmundo, como lo hace el creyente, lo único quehace la ciencia en sus inventos es descubrirese diseño divino oculto en el mundo desde elprimer momento de la creación. Recurriendo ala teoría agustiniana de la creación, Dios creótodas las cosas en un único y mismo princi-pio. A unas, las creo con existencia real en elprimer momento, es decir, en acto. A otras, encambio, las creó en potencia, es decir, simple-mente las dejó sembradas, esto es, con la posi-bilidad de algún día germinar y llegar a existir.Son estas semillas –logoi espermatikoi– queDios esparció/sembró en el inicio del mundo,las que la evolución y la ciencia van descubrien-do en el transcurso de la historia de la huma-nidad. Siendo para el cristiano el Dios de la cre-ación el mismo que el de la revelación, es

Page 65: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

LLAA VVEERRTTIIGGIINNOOSSAAAACCEELLEERRAACCIIÓÓNN

DDEELL PPRROOGGRREESSOOCCIIEENNTTÍÍFFIICCOO,,

UUNNIIDDOO AALL IINNMMOOVVIILLIISSMMOO

DDEE LLAA ÉÉTTIICCAATTRRAADDIICCIIOONNAALL,,

EESSTTÁÁ CCRREEAANNDDOO YYAA UUNNAA ““BBRREECCHHAA””,,

EENNTTRREE LLOOSS PPRROOBBLLEEMMAASS QQUUEE LLAA CCIIEENNCCIIAA

GGEENNEERRAA YY LLAASS RREESSPPUUEESSTTAASS

QQUUEE LLAA ÉÉTTIICCAA AA EESSOOSS MMIISSMMOOSSPPRROOBBLLEEMMAASS DDAA

34 Núm. 92

evidente que entre el Dios crea-dor y el Dios revelador no pue-de haber contradicción. Lo queequivale a decir que tampocopuede haberla entre ciencia yreligión, pues la verdad no pue-de contradecir a la verdad.

En caso de aparecer antago-nismo entre evolucionismo yrevelación es porque no sabe-mos leer el libro de laRevelación y/o el libro de laNaturaleza, uno y otro escritospor Dios. Y esto puede sucedertanto por parte del científico,como por parte del hombrereligioso. Aunque, en la falta deentendimiento entre ciencia yreligión, la mayor responsabi-lidad habría que buscarla en los

hombres de la religión, por ser éstos quienestrasvasan y formulan en términos humanos larevelación de Dios. Porque, conviene no olvi-dar que la religión, incluso la cristiana, comomediación de Dios, es una construcción huma-na; no así la fe, que, como don de Dios, en laconcepción cristiana, es un acto de confianzaen Jesús, y, como consecuencia, la adhesiónal mensaje de salvación que él anunció.

Teóricamente, pues, no parece haber moti-vos serios para enfrentarse la ciencia con lareligión. A esta conclusión parece que estánllegando últimamente no sólo los hombres deiglesia, sino también los mismos científicos.En la praxis, sin embargo, en nuestros díasvuelve a hablarse de enfrentamiento. ¿Dóndesurge hoy la desavenencia? En la aplicaciónde la ciencia. En la ciencia ética. Más concre-tamente, en la bioética.

La ética es la ciencia normativa que estudiala bondad o maldad de los actos humanos. Laciencia se ocupa de lo verdadero y lo falso, esdecir, nos dice cómo son las cosas. La ética,cuyo objeto es el bien y el mal, nos dice cómodeben ser las cosas. La ciencia está exenta dejuicios de valor, nos dice lo que es, no lo quedebería ser. La ciencia al describir los hechosbásicos del universo no tiene nada que decirsobre el bien o el mal, lo sabio o lo necio, lodeseable o lo nocivo. La ciencia puede ofrecerla verdad, pero no cómo usarla sabiamente.El objetivo de la ciencia es la verdad, el de lareligión la sabiduría y, sobre todo, su aplica-ción a la moral.

Por supuesto, aquí nos estamos refiriendoa la ética o moral cristiana, aquella que dima-na de esta creencia religiosa. En la tecnocien-cia, es decir, en la ciencia en su vertiente tec-

nológica, que tiende a la transformación delmundo, es donde puede darse el enfrenta-miento con la ética cristiana, al manipular ymodificar la naturaleza o realidad del mundo endisconformidad con los criterios de esta éti-ca. Es obvio que la realidad más valiosa deeste mundo, es la vida humana. Y, tanto éstaes más valiosa, cuanto más elevado es el con-cepto que se tiene sobre la dignidad humana.De ahí que todo lo referente a la manipulaciónde esta vida, caiga bajo el pronunciamiento dela ética, en este caso, de la bioética.

La bioética (de bios, y ethos, ética de lavida) es una parte de la ética, aquella, concre-tamente, que estudia la bondad o maldad delos actos humanos en relación con la vida. Asíse deduce de la definición de bioética que ofre-ce la Encyclopaedia of Bioethics: «estudio sis-temático de la conducta humana en el ámbitode las ciencias de la vida y de la salud, analiza-da a la luz de los valores y principios morales»(Reich, 1978). El término bioética, utilizado porprimera vez por V.R. Potter, en 1970, surge pre-cisamente como un intento por parte de su cre-ador de establecer un puente (Bioethics: Bridgeto the Future, se tituló su famoso libro) entreciencia experimental y humanidades, con el finde armonizar la acción científica con los valo-res de las ciencias humanas. La ciencia paraeste científico no puede ser ajena al mundo delos valores humanos. Por eso, la tecnocienciadebe encontrarse con la ética para ofrecer a loshumanos la unidad/totalidad de esas dos visio-nes complementarias.

La vertiginosa aceleración del progresocientífico, unido al inmovilismo de la ética tra-dicional, está creando ya una “brecha”, –enlugar de un “puente”, como soñó el creador dela bioética– entre los problemas que la cienciagenera y las respuestas que la ética a esos mis-mos problemas da. Existe, efectivamente, unflagrante desacuerdo acerca de la ética regula-dora a tener en cuenta en no pocos temas yprocesos biológicos, que la biotecnología estáproduciendo en la actualidad, por ejemplo, lainvestigación sobre los estados embrionarios,las técnicas de reproducción asistida, la clona-ción terapéutica, la eutanasia, el empeño tera-péutico, la suspensión del mantenimiento vital,el living will, etc. Esta disparidad de criteriosestá reclamando el urgente diálogo interdisci-plinar entre el saber científico y el resto desaberes humanos concernidos/implicados enla acción (biología, medicina, política, derecho,filosofía, sociología, antropología, teología…),para llegar a un acuerdo-modelo, que marquelas directrices de una acción ética socialmen-te compartida. Es necesario llegar cuanto antesal logro de un “consenso ético” o “universo

A C T U A L I D A D E D U C A T I V A Y P E D A G O G Í A

L.E.A.

Page 66: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

35Núm. 92

moral” compartido en la sociedad, que integreen una normativa común las distintas cosmo-visiones implicadas.

Para la moral religiosa es un reto urgenteintegrar la normatividad humana en la plenitudde la moral cristiana. En ese empeño, la bioé-tica es, posiblemente, el mayor desafío que tie-ne planteado esta moral en este tercer milenio.Tal vez con la intención de responder a estedesafío fue programado el congreso «La cien-cia, 400 años después de Galileo Galilei. El valory la complejidad ética de la investigación tecno-lógico-científica contemporánea», que se cele-bró en Roma a finales de noviembre de 2008.Sobre las conclusiones de este congreso posi-blemente se elaboró la instrucción Dignitas per-sonae de la Congregación para la Doctrina dela Fe, el 13 de diciembre de 2008.

Los efectos que, de hecho, ese conflicto–esa disparidad de criterios éticos entre loshombres de la ciencia y los jerarcas de la reli-gión ante determinados problemas bioéticosactuales– está creando a diario en las concien-cias cristianas son muchos y manifiestamen-te perniciosos para la fe. La nocividad de esosefectos se agrava todavía más, porque la dis-crepancia en la valoración ética de un mismohecho, no sólo se da entre el mundo de la cien-cia y el mundo de la religión, en general, sinotambién dentro del mismo ámbito concreto dela creencia. Es desconcertante y triste, porejemplo, constatar que, al enjuiciar el recien-te conocido éxito científico del nacimiento delprimer “bebé-medicamento” en España(12/10/2008), mientras reconocidos científi-cos creyentes, a quienes, por otra parte, tam-poco les faltan holgados conocimientos de filo-sofía, teología y moral (v.gr. J. Masiá, RamónM. Nogués…), se pronuncian a su favor, losvoceros de la jerarquía eclesiástica españolaemiten de inmediato un veredicto de condenasin paliativos del experimento. Ante tales pro-nunciamientos, no son pocos los que se pre-guntan: ¿es, acaso, imposible para el científi-co cristiano conciliar sus dos fidelidades: la dela fe y la de la ciencia?

Ante un panorama bioético emergente, queestá provocando continuas valoraciones éti-cas diferentes entre los hombres de la cienciay los hombres de la religión, no faltan ya auto-res que se aventuran a pronosticar que, en elposible desencuentro entre la ciencia y la reli-gión en los problemas éticos que la bioéticaestá empezando a generar, puede estarse ges-tando un nuevo caso Galileo. Para evitar esedesenlace, no son pocos ya los pensadorescreyentes que están abogando por un nuevoparadigma de ética sexual dentro de la Iglesia.

La esperanza en ese paradigma parece habér-seles, de momento, esfumado, a juzgar por ladoctrina sobre bioética impartida en el últimodocumento vaticano Dignitas personae,recientemente publicado (13/12/08). ¿El pano-rama bioético que ofrece este documento evi-tará o conducirá a que se cumpla en este mile-nio el presagio de quienes pronostican unaposible nueva confrontación y, quizás, defini-tiva ruptura entre ciencia y religión/moral cató-lica? De momento, los moralistas católicosparecen convenir en que entre el paradigmalaico de la bioética y el católico no hay posibi-lidades fáciles de conciliación.

Un grave escollo para la búsqueda yencuentro de una unidad ética, es el hecho deque el tema se ha polarizado, en el sentido deque actualmente están llevando la voz cantan-te en los pronunciamientos sobre la materialos extremistas de uno y otro campo, cuando,para el diálogo encaminado a un encuentro,es condición indispensable la conciencia porambas partes de no estar en posesión de laverdad absoluta, y, como consecuencia, elinterés compartido por buscarla. Condicionesambas que faltan en los fundamentalistas deuno y otro lado y signo. Como recientemente,con toda razón, se ha escrito, «actualmente elsentido común está atrapado en el fuego cru-zado de una guerra cultural entre extremistasreligiosos, que creen conocer la verdad, y nihi-listas seculares, que piensan que nunca pue-de conocerse»5.

L.E.A.

5 FERNÁNDEZ ARMESTO, F., Historia de laverdad y una guía para perplejos, Herder,Barcelona 1999, p.12.

PPAARRAA LLAA MMOORRAALLRREELLIIGGIIOOSSAA EESS UUNN RREETTOOUURRGGEENNTTEEIINNTTEEGGRRAARR LLAA NNOORRMMAATTIIVVIIDDAADDHHUUMMAANNAA EENN LLAA PPLLEENNIITTUUDD DDEE LLAA MMOORRAALLCCRRIISSTTIIAANNAA

Page 67: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

65Núm. 92 L.E.A.

EL sábado, 24 de enero, tras un aco-gedor recibimiento, digno de men-ción, cogimos el material y ya pudi-mos aproximarnos a los temas a

tratar en ese día.

Nuestra primera ponencia «Dios en el uni-verso de las religiones», por D. Juan MartínVelasco, nos acercó al misterio que esconde lacreencia religiosa, pero al mismo tiempo nosdespertó dudas y curiosidad sobre lo profun-do de la religiosidad.

Una segunda ponencia, «Religión y cultu-ra, hablar de Dios hoy», por D. Javier CortésSoriano, nos hizo reflexionar sobre la vivenciade la religiosidad, pues debemos evangelizaren todos los ámbitos de nuestra vida, empe-zando por nuestras aulas.

María PÉREZ, M.ª Carmen MORENO y Auxi QUIÑONES

PROFESORAS DEL COLEGIO LOS OLIVOS (MÁLAGA)

Tras una cansada semana, por fin llegó el viernes. Al finalizar lasclases, partimos hacia Madrid. En el tren, incertidumbre ante eltema que se iba a tratar. Hicimos diferentes hipótesis durantetodo el viaje sin saber realmente lo que nos íbamos a encontrar.

Aula Agustinianade educación

2009

Page 68: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

Esta ponencia enlazó con nuestro trabajoen grupo, pues el tema a tratar era cómohablamos de Dios en nuestras aulas. Fue enri-quecedor comprobar cómo se relacionan yentrecruzan nuestras experiencias; incluso,podemos decir, que algunas de estas expe-riencias recordamos haberlas vivido. De estareunión de grupo salimos con la sensación deque hay algo profundo que nos une, nuestroideario agustiniano.

Llega la hora de comer y ese momento esen el que mejor se aprecia la cantidad de pro-fesores que compartimos este compromiso,pudiendo así establecer relaciones con perso-nas que comparten nuestro camino.

Para finalizar el día, asistimos a una terce-ra y emotiva ponencia «Rostro y rastro delDios de Jesús» por D. Óscar Alonso, que sinduda alguna podemos decir que fue unaponencia entusiasta que dejó rastro. Pudimoscomprobar los diferentes rostros de Jesús através de un vídeo lleno de sentimiento.

Finalizado el día, llegó el momento para eldescanso y la diversión. Una parte del grupofue a una representación teatral, mientras losotros disfrutaban de Madrid paseando por elRetiro y haciendo tiempo para ver un musicalde moda.

Al día siguiente, comenzamos el domingo,día 25, con una Eucaristía celebrada por el P.Rafael Mediavilla. Cabe destacar el coro infan-til que amenizó la celebración, ayudándonosa participar a todos con gran entusiasmo.

Esta celebración dió paso a la cuarta y últi-ma ponencia: «Toma y lee», por la Dra. M.ª FeRamos. Esta charla nos endulzó el día, pueslas palabras de M.ª Fe estaban cargadas deafecto y devoción, transmitiéndonos su voca-ción familiar y profesional.

Se dio por finalizada el aula con el acto declausura dirigido por el P. Miguel Ángel quesupo resumir los puntos más importantes tra-tados y nos invitó a ponerlo en práctica.

Llega el momento de coger nuestras male-tas y volver a casa, en tren, con el convenci-miento de procurar hacer las cosas mejor.

66 Núm. 92L.E.A.

N U E S T R O S C O L E G I O S

Page 69: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

67Núm. 92 L.E.A.

Alas 9:30 de la mañana comenzó elsecretario del centro teológico, el P.Juan Antonio Gil Solórzano, ayuda-do por algunos estudiantes del cen-

tro, a recibir a los jornalistas para formalizarinscripciones y entregar el material, entre elque se incluía el libro San Pablo en SanAgustín, editado por el director del centro teo-lógico, P. Vicente Domingo Canet Vayá, OSA,y publicado por las editoriales de las tres pro-vincias agustinianas que patrocinan el centrode estudios eclesiásticos: Ediciones Religión yCultura, Editorial Revista Agustiniana yEdiciones Escurialenses. El libro recoge lasocho ponencias de las jornadas, así como lapresentación del director y las semblanzas delos ponentes.

Hubo una buena participación, cifrada entorno a las ciento cincuenta personas, princi-palmente alumnos y profesores del centro, asícomo otros religiosos y religiosas y algunosseglares. El desarrollo de las jornadas discu-rrió con agilidad por el estricto control deltiempo, tres cuartos de hora para cada ponen-

cia, incluidas las preguntas; fue denso por laalta concentración de exposiciones, pero noresultó agobiante, pues se intercalaronamplios espacios de descanso.

Hizo la presentación el P. Domingo Canet,quien explicó que la elección del tema habíasido inducido por la celebración del año pau-lino. Adelantó que el propósito de las jornadases el de lograr un encuentro con san Pablo por

Modesto García Grimaldos

Los días 7 y 8 de marzo, el Centro Teológico San Agustín cele-bró las XII Jornadas Agustinianas, consagradas, en esta ocasión,al Apóstol de los Gentiles, considerado en relación con sanAgustín, en el año del jubileo dedicado a san Pablo con motivo delos 2.000 años de su nacimiento.

Jornadas Agustinianas

Page 70: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

68 Núm. 92L.E.A.

mediación de san Agustín, en cuya conversiónestuvo presente el Apóstol, y de quien se nutrea lo largo de su vida.

La primera ponencia corrió a cargo del P.Pío de Luis Vizcaíno, OSA, profesor delEstudio Teológico Agustiniano de Valladolid,quien disertó sobre Agustín ante san Pablo.

Señaló el P. Pío que el encuentro de sanAgustín con san Pablo fue muy fecundo. Nofue casualidad que el propio Agustín relacio-nara el momento de su conversión con eltexto paulino de la Carta a los Romanos, sinoque eso da a entender que lo tenía como lec-tura asidua.

Recién ordenado sacerdote, Agustín en-contró en san Pablo un apoyo seguro para suconocimiento y predicación de la palabra deDios a los fieles. Frente a los maniqueos, pela-gianos y donatistas, la autoridad del Apóstolconstituía un recurso firme y seguro paraAgustín. Por otra parte, siempre lo tuvo comoun ejemplo de vida cristiana.

Según el P. Pío, san Agustín conoció todaslas cartas paulinas, aunque se mantuvo aleja-do de los planteamientos críticos actuales. Noobstante, tomaba la precaución de confrontarvarios códices para fijar el texto auténtico.

Sobre todo, se acercó a san Pablo comopastor, para preparar el alimento que él debíadistribuir a sus fieles.

Antes del descanso de la mañana, intervi-no el P. Pedro Langa Aguilar, OSA, profesordel Centro Teológico San Agustín, entre otroscentros teológicos, desarrollando el tema SanPablo a la luz del san Agustín antidonatista.

El donatismo fue un movimiento religiosocristiano iniciado por Donato, obispo deCartago, en el norte de África, en el siglo IV,como una reacción ante el relajamiento de lascostumbres de los fieles. Sostenía que sóloaquellos sacerdotes cuya vida fuese intachablepodían administrar los sacramentos, y que lospecadores no eran miembros de la Iglesia.

San Pablo –dijo el P. Langa– sería el defi-nitivo recurso que utilizaría Agustín en su fun-damentación y exposición de la doctrina cató-lica frente a la desviación donatista. Tanto losdonatistas como los católicos se atuvieron a laBiblia de san Cipriano, hasta que los católicosincorporaron al canon de libros inspirados losdos primeros libros de Esdras, Hebreos y lacasi totalidad de las cartas católicas, que noaceptaron los donatistas.

Advirtió el P. Langa que el estudio que pre-sentaba se ceñía sólo a los textos paulinos

N U E S T R O S C O L E G I O S

SSAANN AAGGUUSSTTÍÍNN CCOONNOOCCIIÓÓ

TTOODDAASS LLAASS CCAARRTTAASS

PPAAUULLIINNAASS,,

AAUUNNQQUUEE SSEE MMAANNTTUUVVOO

AALLEEJJAADDOO DDEE LLOOSS

PPLLAANNTTEEAAMMIIEENNTTOOSS

CCRRÍÍTTIICCOOSS AACCTTUUAALLEESS..

NNOO OOBBSSTTAANNTTEE,,

TTOOMMAABBAA LLAA

PPRREECCAAUUCCIIÓÓNN

DDEE CCOONNFFRROONNTTAARR

VVAARRIIOOSS CCÓÓDDIICCEESS

PPAARRAA FFIIJJAARR EELL TTEEXXTTOO

AAUUTTÉÉNNTTIICCOO

Page 71: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

69Núm. 92 L.E.A.

más empleados por san Agustín en su dispu-ta con los herejes donatistas, ofreciendo undetallado elenco de los mismos.

Seguidamente pasó a señalar los puntosde la doctrina católica, que Agustín afianzócon su magisterio: acerca de cómo hay quepenetrar en el sentido de la Escritura y no que-darse en la superficie; que, aunque la Iglesiaes santa, sin embargo, en este mundo, toleracon paciencia a los pecadores, procurando suconversión; que la eficacia de los sacramentoses virtud del Espíritu Santo y no depende de lasantidad del ministro; que el bien de la unidady la paz es tan precioso que se ha de guardarcomo un tesoro, como hicieron san Pablo ysan Cipriano, y que se ha de hacer prevalecerla caridad, sin la cual todo se disgrega; que losbuenos han de distinguirse y separarse de losmalos sólo por sus costumbres, buscando losintereses de Cristo.

Después del descanso de la mañana, pre-sentó su aportación el P. José Anoz Gutiérrez,OAR, del Instituto de Agustinología OAR, titu-lada San Pablo y sus escritos, en «De mori-bus Ecclesiae Catholicae».

El P. Anoz deleitó a la audiencia con su esti-lo desenfadado y ocurrente, lo cual, resulta deagradecer en temas de tanta enjundia. En rea-lidad, lo que ofreció en la exposición oral fueuna invitación amable a vérselas con el traba-

jo serio y escueto incluido en el libro de lasjornadas.

Dijo el P. José que san Agustín conoció asan Pablo a través de los maniqueos, prime-ro, y luego a través de los neoplatónicos.Finalmente, hubo de profundizar en él porrazones exegético-teológicas.

Agustín atribuía a Pablo suma autoridadpor lo que se refiere a la doctrina cristiana,equiparable a la autoridad de Jesús y a la delas Escrituras.

En cuanto al libro de Agustín al que se ciñeel estudio del P. Anoz, escrito antes de serordenado sacerdote, es un libro de juventud,en que Agustín se enfrenta a la cristología fofade los maniqueos, en que se silencia o niegala divinidad de Jesucristo, y rechaza la blan-dura de la moral maniquea, basada en el sen-timiento. La fe cristiana, dirá Agustín, condu-ce a la cumbre del bien saber y del bien vivir.

A la hora crítica en que los cuerpos se rela-jan y los espíritus se adormecen, a las cuatrode la tarde, tomaron la palabra a dúo, lospadres recoletos Miguel Santiago Flores Colíny Francisco Javier Monroy Rodríguez. profe-sores del Centro Teológico San Agustín, quepresentaron la interpretación agustiniana delintrincado asunto de la voluntad salvífica uni-versal de Dios en san Pablo. El título exactode la ponencia es: ¿Cómo quiere Dios que

SSAANN AAGGUUSSTTÍÍNNCCOONNOOCCIIÓÓ AA SSAANN PPAABBLLOO AA TTRRAAVVÉÉSS DDEE LLOOSS MMAANNIIQQUUEEOOSS,,PPRRIIMMEERROO,, YY LLUUEEGGOO AA TTRRAAVVÉÉSS DDEE LLOOSSNNEEOOPPLLAATTÓÓNNIICCOOSS

Page 72: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

70 Núm. 92L.E.A.

todos los hombres se salven? 1Tm 2,4:Exégesis bíblica e interpretación agustinia-na. Cada uno de los dos desarrolló la parte desu especialidad: el P. Javier la exégesis bíblicay el P. Miguel la parte patrística.

El texto bíblico reza así: «(Dios) quiere quetodos los hombres se salven y lleguen alconocimiento pleno de la verdad». Nos dijo elP. Javier que el texto objeto del comentario seinserta en un contexto más amplio constitui-do por 1Tm 2,1-7, en que san Pablo insta aorar por todos los hombres para que llevenuna vida digna y pacífica, conforme con la ver-dad, y de esta forma alcancen la salvación,según la voluntad de Dios, que para eso haenviado a su Hijo al mundo como Mediadorde la salvación. Tal es el Evangelio del queDios ha constituido a Pablo como heraldo.

La idea de universalidad es cualitativa, en eltexto, no meramente transitiva. Cuando Pablodice “todos”, se refiere a los hombres de todaclase y condición, aunque sólo cite a los reyes

y gobernantes. Y el único Mediador que senos ha dado es Cristo Jesús, precisamente ensu condición de hombre.

Hecha su exposición, emplazó al P. Miguela que explicara desde la percepción agustinia-na cómo se entiende que Dios quiere la salva-ción de todos los hombres y que, al mismotiempo, exista la posibilidad de que algunosse condenen.

Fue un punto de discusión entre Pelagio yAgustín en relación con la gracia de Dios.Pelagio interpretaba 1Tm 2,4 en el sentido deque Dios no tiene acepción de personas nidetermina la voluntad humana, la cual sebasta a sí misma en orden a su salvación, porlo que no es necesario acudir al recurso exter-no de la gracia de Dios.

Agustín cita unas doce veces el texto pau-lino referido, sin guardar siempre el mismoorden de las palabras. A la luz, sobre todo, dellibro de san Agustín Enchiridion, n. 103, expli-có el P. Miguel que el hiponense entendió el“todos” al que se refiere san Pablo de unmodo restrictivo, pues, según deduce Agustínde la Escritura, son muchos los que se con-denan. Luego el “todos” ha de tomarse o bienen el sentido de que todos los que se salvanes porque Dios lo quiere; o bien que “todos”abarca a toda clase de hombres, de toda len-gua y condición... San Agustín deja abierta lainterpretación del “todos”, de forma que se lepuedan encontrar otros sentidos, siempreque no se ponga en entredicho la omnipoten-cia divina.

Tan densa exposición bien mereció un des-canso y un café que nos despejara y prepara-ra para la charla del P. Jesús Gutiérrez Herrero,OSA, el cual trató otro aspecto de la conexiónentre san Pablo y san Agustín, La fe paulinainterpretada y vivida por san Agustín.

Tanto Pablo como Agustín –afirmó el P.Jesús– establecen una necesaria repercusiónde la fe en la vida de la comunidad, pues unafe inoperante sería una fe muerta. La fe es muyimportante para el apóstol san Pablo –siguiódiciendo el ponente– pero no es el centro desu teología, en el que sitúa a Cristo. De hecho,pocas veces habla el Apóstol de la fe en Dios,en el Evangelio o en la Verdad, mientras querecalca que sólo quien cree en Cristo se salva-rá. La fe nace de la predicación que transmi-ten las palabras de Jesús y pone al creyente enconexión con el que es la fuente de la vida.

Fe y Evangelio son dos términos frecuentesen los escritos paulinos: el Evangelio que pre-dica Pablo es el único Evangelio de salvación.

N U E S T R O S C O L E G I O S

TTAANNTTOO PPAABBLLOO CCOOMMOOAAGGUUSSTTÍÍNN

EESSTTAABBLLEECCEENN UUNNAA NNEECCEESSAARRIIAA

RREEPPEERRCCUUSSIIÓÓNN DDEE LLAA FFEE

EENN LLAA VVIIDDAA DDEE LLAA CCOOMMUUNNIIDDAADD,,

PPUUEESS UUNNAA FFEEIINNOOPPEERRAANNTTEE

SSEERRÍÍAA UUNNAA FFEEMMUUEERRTTAA

Page 73: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

71Núm. 92 L.E.A.

El hombre interior se renueva día a día defe en fe (cf. Rm 1,17), guiado por el Espíritu,que conduce al creyente a obrar conforme auna pauta nueva de conducta inspirada por elEvangelio de Cristo.

En la segunda parte de su exposición, el P.Jesús presentó la interpretación agustinianade la fe paulina. Sin duda –nos dijo–, Agustínse acercó a Pablo por mediación de los mani-queos, para quienes la Biblia, en la práctica,se reducía a las cartas del Apóstol, ya que noaceptaban el Antiguo Testamento. La lectura yla experiencia de Pablo ayudaron a Agustín aencontrar a Dios en su propio interior.

Agustín, como Pablo –dijo– presenta la feen armonía con la razón. El desengaño delmaniqueísmo le sumió en el escepticismohasta que comprendió la necesidad de la fe enla vida humana y como principio del caminode la felicidad. La fe y la razón no las entendíacomo opuestas, sino como complementarias.La razón sola no puede conducir al hombre ala verdad y a la felicidad, pues la realidad seextiende más allá del horizonte que el hombrepuede atisbar por medio de la razón, y adon-de sólo puede alcanzar la fe; pero la razónhace asequibles a la inteligencia los conteni-dos de la revelación, de ahí el dicho agusti-niano «cree para entender, entiende paracreer». La razón humana postula la necesidadde la fe, pero el principio de la fe es don delEspíritu Santo, que el hombre acepta libre-mente, quedando iluminada su inteligencia.

Después de un día tan denso por los con-tenidos tratados, para cerrar la jornada, hizouso de la palabra el P. Cándido MartínEstalayo, OSA, profesor del CTSA y delAgustiniano de Roma, quien propuso un temade liturgia, más fácil de seguir por ser menosabstracto y venir presentado con la sencillezy la gracia que caracteriza al P. Cándido. El títu-lo es La fiesta de la conversión de san Pabloy san Agustín en el calendario litúrgico.

La fiesta, comenzó diciendo el P. Cándido,es consustancial al hombre. La celebraciónreligiosa requiere la fe, pues se celebra unmisterio personal de Cristo, relacionado conla salvación del hombre mismo: hace presen-te la salvación en el momento celebrativo, demodo que no basta con asistir pasivamente ala celebración religiosa, sino que es precisoparticipar en ella vitalmente.

Pablo y Agustín han sido considerados porla Iglesia como dos conversos de excepción,por lo que la madre Iglesia celebra gozosa sudescubrimiento de Cristo y su adhesión a Él.

La fiesta de la conversión de san Pablotuvo su origen en la Iglesia de Oriente hacia elsiglo VI, de ahí pasó a las comunidades deOccidente. Si, en algún momento pudo estarrelacionada con el traslado de las reliquias deapóstol Pablo del cementerio de las catacum-bas a su emplazamiento actual en la Basílicade San Pablo extra muros, en la Galia seconectó claramente con la conversión y lavocación del Apóstol.

San Agustín obtuvo el reconocimiento desu santidad por la Iglesia poco después de sumuerte. En el siglo VIII, aparece incluida sufiesta en todos los martirologios el día 28 deagosto. En cuanto a la celebración litúrgica desu conversión, en el calendario de la Orden,data del Capítulo General de Tolosa del año1341, siendo Prior General el P. Guillermo deCremona, que señaló la fecha del 5 de mayo.Dejó de festejarse desde 1343 a 1371, en quefue repuesta –de nuevo el día 5 de mayo– porel Capítulo General de Florencia, siendo PriorGeneral el P. Guido de Tolosa. Desde entoncesse ha conmemorado ininterrumpidamente,fijándola el día 24 de abril desde el año 1928.

Comenzamos el domingo día 8 con lacelebración de la Eucaristía presidida por el Sr.Obispo de Orihuela-Alicante, Mons. RafaelPalmero Ramos, quien tomando pie del evan-gelio de la transfiguración del Señor, nos invi-tó a ser testigos de lo que hemos visto y oído.

Después pasamos al salón de actos paraescuchar con atención la exposición del P.Nello Cipriani, OSA, del Instituto PatrísticoAgustiniano de Roma, quien habló de La con-versión de san Pablo en la reflexión de sanAgustín.

La exposición del P. Nello se centró en eltema de la gracia, por cuyo estudio y defensaha sido honrado san Agustín con el sobre-nombre de Doctor de la Gracia, pues nadie –siexceptuamos a san Pablo– ha exaltado tanto

LLAA FFIIEESSTTAA DDEE LLAA CCOONNVVEERRSSIIÓÓNN DDEE SSAANN PPAABBLLOOTTUUVVOO SSUU OORRIIGGEENNEENN LLAA IIGGLLEESSIIAA DDEE OORRIIEENNTTEE HHAACCIIAA EELL SSIIGGLLOO VVII,,DDEE AAHHÍÍ PPAASSÓÓ AA LLAASSCCOOMMUUNNIIDDAADDEESS DDEE OOCCCCIIDDEENNTTEE

Page 74: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

SSAANN AAGGUUSSTTÍÍNNLLLLEEGGAA AALL

CCOONNVVEENNCCIIMMIIEENNTTOODDEE QQUUEE,,

IINNCCLLUUSSOO EELLIINNIICCIIOO DDEE LLAA FFEE

EESS OOBBRRAA DDEE LLAA GGRRAACCIIAA

DDEE DDIIOOSS,, QQUUEE,, SSIINN EEMMBBAARRGGOO,,

NNOO FFUUEERRZZAA LLAA LLIIBBEERRTTAADD DDEELL HHOOMMBBRREE

72 Núm. 92L.E.A.

la gracia de Dios como lo ha hecho sanAgustín.

No obstante, Agustín experimentó unaevolución en su pensamiento sobre la gra-cia, pues, antes de su ordenación episcopalen el año 395, seguía la doctrina de Orígenesy san Jerónimo, quienes entendían que Dioselige para otorgarles la gracia de la justifica-ción a quienes prevé que creerán y obraránrectamente, con lo cual la salvación delhombre se hacía depender de forma priori-taria de la acción humana más bien que de lagracia divina.

El propio san Agustín, en el libro de lasRetractaciones, reconoce su error, anterior asu ordenación episcopal. Después de su orde-nación episcopal, comentando la Carta a losRomanos, de Pablo, llega al convencimientode que, incluso el inicio de la fe es obra de lagracia de Dios, que, sin embargo, no fuerza lalibertad del hombre. Pues es cierto que nadieviene a Cristo sino queriendo, pero Dios puedehacer que el hombre quiera libremente, comoocurrió en el caso de la conversión de Pablo,a quien Dios derribó del caballo, pero queluego reconoció con clarividencia a Cristocomo su Señor, poniéndose a su entero ser-vicio.

En vista de lo cual, Agustín invita a no des-esperar de la salvación de nadie y a insistir enla oración para que los hombres crean enCristo.

La ponencia final de las jornadas la tuvo elSr. Obispo de Orihuela-Alicante, Mons. RafaelPalmero Ramos, que disertó sobre La Iglesia,nuestra Madre. San Pablo en San Agustín.

Sintetizó la eclesiología paulina en tresimágenes: la Iglesia, cuerpo de Cristo; laIglesia, esposa de Cristo, y la Iglesia, madre.

Cristo y los cristianos forman un solo cuer-po, del cual Cristo es la cabeza. Como esposade Cristo, la Iglesia nace del costado de Cristoen la cruz (cf. Ef 5,21-33), al igual que Eva fueformada del costado de Adán. La maternidadde la Iglesia aparece desarrollada sobre todoen las cartas a los Gálatas y Romanos, y espresentada como la auténtica generadora delos miembros del pueblo de Dios, que, al igualque ocurriera con Isaac, son engendrados envirtud de la promesa.

San Agustín, desarrollando la imagen pau-lina de la Iglesia como cuerpo de Cristo, acuñala feliz expresión del “Cristo total”, constituidopor el cuerpo y la cabeza. Y todo el ser deCristo es animado por el Espíritu Santo, queconstituye el alma de la Iglesia. A pesar de lasantidad de su esposo y del Espíritu Santo quela anima, la Iglesia es una mezcla de casta ymeretriz, por estar constituida por hombrespecadores. En el presente, peregrina por elmundo, preparándose en esperanza para lavenida de su Señor, a fin de entrar con Él, per-fecta, en el banquete de bodas del Rey.

Pasadas las 13:00 h., se formó la mesapresidencial, compuesta por el Sr. Obispo deOrihuela-Alicante, Mons. Rafael PalmeroRamos, el Presidente del Patronato del CTSA,P. Domingo Amigo González, Provincial de laProvincia de España, el P. Alejandro MoralAntón, Asistente General para España, el P.Vicente Domingo Canet Vayá, Director delCTSA, el P. Isaac González Marcos,Subdirector del CTSA y el P. Juan Antonio GilSolórzano, Secretario del CTSA.

El P. Domingo Amigo hizo un breve resu-men de las aportaciones que se habían hechoa través de las ponencias, exhortando a seguirprofundizando en la relación entre san Agustíny san Pablo. Consideró un acierto por parte dela junta de gobierno del CTSA la elección deltema de las jornadas en el año paulino.Agradeció su participación a los ponentes y demodo especial al Sr. Obispo, que es hijo de laOrden. También tuvo palabras de agradeci-miento para los padres y madres provincialespresentes, los alumnos del CTSA, novicios,religiosos y laicos asistentes a las jornadas. Yfinalmente, al Colegio San Agustín que, un añomás, había acogido las jornadas en sus insta-laciones.

Con esto, se dieron por clausuradas las XIIJornadas Agustinianas, celebradas en el añopaulino del 2009.

N U E S T R O S C O L E G I O S

Page 75: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

MMuueerrttee ppoorr AAmmoorr

Mirando a su alrededor,contemplando lo inalcanzable,el dolor…

Era la rabia de su destino,la lucha de su camino,el temor…

Labraba el viento,con sombras de negro silencio,el sentimiento…

Todo quedaba escaso,pequeño, sin sentido,el descuido…

Volvería a tiempos,tal vez lejanos o cercanos,algo descuidados…

Rechazando lo vivido,perdido, ahogado, o quizás angustiado…

Era el tiempo que marcaba supiel,

la vida que llenaba su ser,simplemente su querer…

Soledad llenando su alma,perdido entre la nada,la calma…

Dejó de contemplar,aquella dulce mirada,sus pasos al andar…

Qué decir, si todo fue así,no elegimos vivir,tampoco morir..,

Asomándose por una ventana,allí estaba, esperando a que cruzara…

Nada perdió,todo se esfumó,dejando atrás lo vivido,y viéndolo sin valor…

Sueño o realidad,qué más da,echando su vida al olvido,sin respirar..

Abandonando la vida,continuarla sin más,es cuestión de personalidad…

Cruzando el río,sin entender el camino,es sencillo…

Completar su destino,con certeza o descuido,lo decidido..

Ya no veía con claridad,todo le quedaba atrás,para qué continuar decíasi su mayor alegría,no estaba en vida…

Aferrándose al pasado,queriéndose suicidar,no dejaba de llorar…

El sentido perdido,avanzó un paso más,y calló sin más…

Recuerdos le invadían,expresiones, imágenes,tristezas y alegrías…

Por fin se reuniría,con la más bella mujer,que pudo conocer, su locura, su pasión,su ternura, su dolor…

AAiiddaa AArroozzaammeennaa RRaammooss,, 1.º B Bachillerato

Colegio Los Olivos (Málaga)

Page 76: 00 CUBIERTAS 78 - agustinosmadrid.comagustinosmadrid.com/wp-content/uploads/2006/10/LEA92.pdfcado como delito, que es la postura defendida por la ideología iluminista y socialista.

AA AAUU UU

LL LLAA AA AA AA

GG GGUU UU

SS SSTT TTII IINN NN

II IIAA AANN NN

AA AA DD DD

EE EE EE EEDD DDUU UU

CC CCAA AA

CC CCII IIÓÓ ÓÓ

NN NN 22 2200 0000 0099 99