-incepbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=retos y compromisos1.pdfPresentación El Instituto...

RETOSY

COMPROMISO SACTUALE S

DELHUMANISMOCRISTIAN O

RICARDO ARIAS CALDERÓ N

-incepPANORAMA CENTROAMERICAN O

Ensayos Socialcristianos

RETOSY

COMPROMISOSACTUALE S

DELHUMANISM OCRISTIANO

El Instituto Centroamericanode Estudios Políticos (INCEP) secomplace en presentar, en la cuartaentrega de su serie de publicacionesocasionales, PANORAMACENT ROAM ERICA NO/Ensayo ssocialcristianos, el libro "Retosy compromisos actuales de l(humanismo Cristiano " ,

constituido por una selección deonce textos de conferencias,discursos y artículos de RicardoARIAS CALDERON, connotado

(Continúa en la otra solapa)

Ricardo Arias Calderón

Retos y compromisosactuales

del HumanismoCristiano

Nis *am eep

Instituto Centroamericano de Estudios Político sPANORAMA CENTROAMERICANO

Ensayos Socialcristianos

Mi MPPrograma editorial INCE P

8a calle 0-32, zona 9Ciudad de Guatemala, Centro América6Apartado Postal 611 ACiudad de Guatemala, Centro América

Tels . PBX 345214 y 60361 5

FAX 32374 3

Retos y compromisos actuales del Humanismo Cristian oPANORAMA CENTROAMERICANO

Ensayos Socialcristianos No. 4

Centro América, diciembre de 199 5

Primera edición centroamericana, publicada por el Institut oCentroamericano de Estudios Políticos (INCEP), co nautorización deI autor .

PANORAMA CENTROAMERICANO está registrado e nla Dirección General de Correos de Guatemala, com ocorrespondencia de 2da . clase, bajo el número 2285 .

Montaje computarizado, impresión y encuadernación :

FOTOPUBLICACIONE SI~ll~ UTt~A Y. Ift A

.Al.v23- -4,.Z.

20M t-TN ..

]UY! l t

PubIicación centroamericana impresa y hecha en Guatemala .

Contenid o

Esta gran pasiónReflexión sobre el aporte de Eduardo FreiMontalva al Humanismo Cristian o

Una convicción total 1 1Unidad y evolución de pensamiento y acción 1 3¿Vigencia actual del Humanismo Cristianode Frei? 1 6La integración de las masas 1 8La integración de América Latina 22Crisis de civilización 25Mensaje a Chile 28

El Humanismo Cristiano en la América Latin ade hoy¿La modernidad de consumo o de creatividad 3 1

Integración de las masas vs . sociedad dual 35Integración vs .fragmentación

latinoamerica a 39

Resurgimiento de una ideología 45

"Vivamos a fondo la renovació nde los tiempos nuevos "Compromiso con los derechos Humanos 5 1

Compromiso con la democracia 52Compromiso con el desarrollo humano 53

8


Compromiso con un auténticointernacionalismo 55

Compromiso de Humanismo Cristiano 57

En Bruselas cinco compromisos 6 1

El reto de acometer y lograr un desarroll ohumano sostenible 67

Reflexión sobre el papel de la ideologí aen los partidos políticos deI presente ydeI futuroCuestionamiento de los partidos políticos 77La muerte de las ideologías 79Nuevo papel de las ideologías 82Las ideologías entre el Estado y la sociedad civil 85Renovación de la ideología demócrata cristiana 87

El choque de civilizacione sEl mundo contemporáneo 93América Latina en el mundo contemporáneo 97

¡Dejemos que jesús nazca en nosotros! . . . . 10 3

¡Surrexit Christus verel 107

Cada vida humana es sagrada 113

Retos y compromisos del Humanismo Cristian o

Presentació n

El Instituto Centroamericano de Estudios Políticos(INCEP) se complace en presentaren la cuarta entrega d esu serie de publicaciones ocasionales, PANORAMACENTROAMERICANO/Ensayos Socialcristianos, ellibro "Retos y compromisos actuales del Humanism oCristiano", constituido por una selección de once texto sde conferencias, discursos y artículos de Ricardo ARIA SCALDERON, connotado dirigente demócrata cristian opanameño, quien actualmente ejerce la presidencia de l aInternacional Demócrata Cristiana .

Escritos todos, con una sola excepción, entre enero ynoviembre del presente año, el contenido de los textos aqu íseleccionados se caracteriza por girar en torno al eje centra ldel humanismo cristiano, destacando los retos ycompromisos que esta concepción y disciplina de vidaimpone a quienes actualmente adhieren a la misma .

Después de muchos años de dedicación a la políticaactiva, como líder del Partido Demócrata Cristiano dePanamá e ideólogo de la democracia cristian acentroamericana, compromiso que no le impidió, salvo e npocas ocasiones, el dedicarse paralelamente al estudio ydocencia de la filosofía, ARIAS CALDERON se retiró dela política militante en enero de 1994, al sufrir tina seri aenfermedad, que lo ha sometido atina larga y difíci lconvalescencia .

Esta coyuntura lo hizo emprender tina nueva etapa desu vida . Como él mismo lo expresara recientemente, a lescribir la introducción al libro "Conciencia crítica -reflexiones de actualidad 1994-1995", que el Institut oPanameño de Estudios Comunitarios le publicara en

10

Ricardo Arias Calderó n

noviembre de 1995, " . . .a los sesentiún años reemprendí m ivida deI otro lado de esta experiencia traumática . Con lasntismas convicciones profundas, espirituales, intelectualesy políticas, pero sometidas a la prueba de «n corte radica len la tranta de mis actividades y aspiraciones concretas ,

busqué otras formas de realización humana, otra perspectivade compromiso activo, otro ritmo de expresión pública . . . co nalgo más, así lo espero, de sabiduría y de ánimo deconvivencia" .

Uno de los cauces de estas otras perspectivas de"compromiso activo" se ha expresado medianteconferencias, discursos y artículos como los que hoypresentantos . En estos textos ARiAS CALDERON no sofrece un mosaico tanto de la vitalidad de sus reflexiones yvisiones como de sus valores y compromisos, que estamosseguros enriquecerán y motivarán a quienes los lean .Cabe anotar que por tratarse de textos preparados paraauditorios distintos, la reiteración de algunos conceptosbásicos o ideas fuerza es inevitable . Además, dado qu edesde junio de 1994 el autor es columnista dominica lpermanente del periódico El Panamá América, h aaprovechado tal circunstancia para comentara los lectorespanameños el sentido y contenido de las conferencias ydiscursos por él pronunciados, en el caso concreto de los qu eaquí reproducimos, con ocasión de su participación endiversos seminarios, simposios y congresos en el ejercici o

de sus contpromisos políticos internacionales, lo que tambié nimplica ciertas ineludibles reiteraciones . Hemos preferido ,sin embargo, reproducir tales textos en su versión original ,rogando la contprensión de nuestros lectores por talesreiteraciones .

Agradecemos al autor y al Instituto Panameño d eEstudios Comunitarios (IPEC) la colaboración que no sprestaron para hacer realidad este libro .

Ciudad de Guatemala, Centro América, diciembre de 1995

Retos y compromisos del Humanismo Cristiano I I

"Esta gran pasión"Reflexión sobre el aporte de Eduardo Fre i

Montalva al Humanismo Cristian o

Una convicción vita l

"Para nosotros el social cristianismo es unaconvicción vital . Estamos a su servicio más all ádel éxito o del fracaso, con la conciencia de qu edebemos cumplir nuestra misión y que en elpresente o en el porvenir fructificará esta gra npasión . Pero también conocemos nuestraslimitaciones . Luchamos duramente con escaso smedios, con reducida expresión, hemos sabid oresistir, sabemos nuestro avance, pero es lento yla angustia de la multitud va consumiendo l apaciencia " (El Pensamiemo de Eduardo Frei : Selecció ny notas de Oscar Pinochet de la Marra, Editorial Aconcagua ,

Santiago de Chile . ?a . edición . 1983, p. 30) .

Así se expresaba Eduardo Frei Montalva e l

17 de mayo de 1949, en su discurso para celebrar

Texto de la conferencia dictada por el autor en las 'jornadas ele análisis de Isignificado del pensamiento r obra de Eduardo Frei Montalvo organizada sperla fundación Freí . Santiago de Chile, enero de 1995

12


las encíclicas sociales, con palabras que a sumanera ofrecían un auto-retrato . Quienes loconocieron personalmente de cerca a veces l odescriben como un hombre naturalment ereservado, incluso cerebral, con tendencia haci alo doctrinal más que hacia lo emocional, qu ebuscaba y mantenía un firme equilibrio en supensamiento y en su acción .

Pero quienes lo conocimos sobre todo através de sus obras escritas y obras realizadascomo político, gobernante y estadista ,percibimos en el trasfondo del ser de dond efluía su actuar una dimensión existencial qu ese revelaba casi a pesar de él mismo : laimpaciencia que surge de compartirla angusti ade la multitud, pobre y marginada ; l aconvicción viva de estar llamado a cumpliruna misión de justicia social en libertad, con ypara la multitud ; la lucha dura por realiza resta misión, que exige el esfuerzo por supera r

las limitaciones propias y la fortalez a de resistira quienes se contraponen con los medio sabundantes de la opulencia o de l ademagogia . . .

Esta fue su gran pasión de servicio socia lcristiano, más allá del éxito o del fracaso .

Asumió el humanismo cristiano tal com oeste ha sido concebido por Jacques Maritainespecialmente en su obra Humanismo Integral .

Retos y compromisos del Humanismo Cristiano

1 3

Su aporte fue convertirlo en la pasión que le diosentido a una vida de actuación pública ejemplar ,ejemplar en Chile, en América Latina, en nuestro stiempos .

Este aporte no repercutió solamente en e lcampo de la política como acción concreta .Enriqueció la política en cuanto sus principio sde filosofía moral se organizan, a nivel"prácticamente práctico" -según la terminologíade Maritain-, desde nuevos puntos de vistaproporcionados directamente por la experienci avital . De manera que sin ser el suyo un aporteestrictamente teórico, fue un aporte que influy ósobre la difícil y arriesgada traducción de l ateoría en práctica .

Unidad y evolución de pensamiento y acción

De esta gran pasión surge en Frei la concienci aaguda que tenía de la unidad entre supensamiento y su acción y de la consistencia d eesta unidad a través del tiempo, a pesar de lreconocimiento de sus propias fallas .

"Pertenezco a un partido; nunca he tenid ootro y en treinta años jamás ha variado mi líne ade conducta ni los principios que sustentan m iacción . Seguramente, he cometido errores . Pero

estoy sometido al juicio permanente de la opiniónpública, como todos los partidos y todos lospolíticos", decía en el Senado en noviembre de

14


1960 al comentar declaraciones del entonce sPresidente Jorge Alessandri (Ibid .,p. 38) . Quinceaños más tarde, acosado por las críticas depersoneros deI régimen militar, reafirmará :"Puedo mostrar una vida en que mis actos y mi sescritos al servicio de Chile, de la justicia y de l alibertad, son de una total consecuencia" . (Ibid . ,p .3) .

Efectivamente, a través de los cincuenta año sde su vida pública, de 1931 a 1982, y a través d esus sucesivos escritos, desde Chile desconocido

publicado en 1937 hasta El mensaje I n humanista

publicado en 1981, se revela una extraordinari acoherencia consigo mismo, una profund afidelidad a los valores que profesa comohumanista cristiano .

Ello no impide, más bien impulsa un aevolución en su pensamiento y en su acción .Esta evolución la podríamos asociar con el us ode términos claves . Primero aparece en sulenguaje el término "social cristiano" . Nosmanifiesta su convicción de punto de partida : sufe religiosa cristiana que se proyecta en sucompromiso de transformación social . Estaconvicción le proporciona una doctrina y l einspira progresivamente una ideología . De laparticipación en la juventud de Acción Católic alo conduce temporalmente a la participación enla juventud deI Partido Conservador . As ícomienza a identificarse y a distinguirse .

Retos y compromisos deI Humanismo Cristiano

1 5

Luego surge paulatinamente el términ o"democracia cristiana" . Nos manifiesta su opciónen favor de una vía específica de realizaciones :su militancia política por el poder y su ejercici ode responsabilidades públicas por el bien común .Esta opción lo impulsa a promover un proyect onacional y eventualmente un programa degobierno bajo la rúbrica de "revolución e nlibertad" . De la participación en la configuració nde la Falange y del Partido Demócrata Cristianolo conduce al liderazgo partidario, a laPresidencia de Chile y posteriormente a laPresidencia del Senado . Así alcanza adesplegarse y a consagrarse .

Finalmente, prevalece el términ o"humanismo cristiano", que Frei tuvo presentedesde muy temprano, pero en el que concentr asu atención sobre todo en los últimos años . Nosmanifiesta su vocación culminante : suconvocatoria la más abierta y amplia posible a l oque él mismo llama "un empeño que va más all áde lo político, lo económico y lo social, parallegar a las raíces de donde nace la conducta de lser humano" y que "importa una visión globa ldel hombre y de la sociedad, cuya trascendenci ano está por ello mismo limitada al solo marc opartidista" (El mensaje humanista, Editoria lAconcagua, Santiago de Chile, 1981, p . 78) . Estaconvocatoria lo convierte en símbolo naciona lde la concertación para el rescate de la democraci ay en vocero internacional deI reclamo de todos

16


los pueblos, incluso los pueblos pobres, de llegar

a vivir en democracia . Lo lleva en 1979 a s u

integración a la Comisión internacional Brand tsobre las relaciones Norte-Sur y en 1980 a s u

discurso en la gran Reunión de Chilenos Libres

en el Teatro Caupolicán . Así culmina y cumpl e

su servicio de humanismo cristiano, su gran

pasión, siempre la misma y siempre renovada .

¿Vigencia actual deI Humanismo Cristiano deFrei?

Desde la muerte de Frei en 1982, el mundo ha

cambiado vertiginosamente. En el plano mundia l

ha concluido el conflicto entre capitalismo y

comunismo, e igualmente la confrontació n

correspondiente entre dos superpotencias . EnAmérica Latina se ha superado la alternativ aentre regímenes revolucionarios surgidos deguerrillas con ideología marxista y regímenesdictatoriales surgidos de militares con ideologí a

de seguridad nacional, y también se han superad oconcepciones del desarrollo basadas ya sea en e lmodelo de sustitución de importaciones ya se aen la teoría de la dependencia de los países de l a

periferia con respecto a los países deI centro .Incluso en el plano deI pensamiento socia lcristiano podemos destacar la distancia entre l aencíclica Quadragesimo anno de 1931, con s usugerencia de un social cristianism o"corporativista" como tercera vía entre e l

colectivismo socialista v el individualism oliberal, y la encíclica Centesbnus annus de 1991 con


1 7

su reconocimiento tanto práctico como ético d euna economía social de mercado y el énfasis e nla necesidad de su enmarcamiento jurídico ycultural .

De estos cambios surge una ideología difusa,incluso inconsciente puesto que no se reconoc ecomo ideología, sino que pretende anunciar l amuerte de las ideologías . De acuerdo con ell ahabría prevalecido un modelo único y uniform ede modernidad .

Este modelo postularía en lo político l ademocracia representativa sin veleidadesparticipativas; en lo económico el predominiodel mercado junto con la drástica reducción de lpapel del estado; en lo cultural el liberalismo co nel más alto grado de permisividad moral y so-

cial, y en lo internacional la globalización entorno a los tres principales centros de pode reconómico, a saber : Europa con Alemania a l acabeza, los países del Extremo Oriente con Japóna la cabeza, y Norteamérica, el todo bajo lasupremacía geopolítica de los Estados Unidosde América .

Se llega incluso a considerar este model ocomo un producto definitivo de la historia y apostular, una especie de fin de la historia, segú nel argumento neohegeliano de Fukuyama .

Frente a esta percepción, vale la advertenci ade Juan Pablo II en Centesimus annus : "los paísesoccidentales corren el peligro de ver en esa caída

18


(del socialismo real) la victoria unilateral deIpropio sistema económico (capitalista), y porello no se preocupen de introducir en él lo sdebidos cambios " (No. 56), debidos en razón delas evidentes y a veces dramáticas insuficiencia sde este sistema económico .

Tomar en serio esta advertencia nos invita avalorizar las posiciones fundamentales de lhumanismo cristiano de Frei, quien durante todasu vida planteó de palabra y de acción la urgenci ade cambios en las estructuras del mund ooccidental .

Destaco dos de estas posiciones de Frei, quesiguen siendo retos para nosotros lo slatinoamericanos hoy en día en nuestro esfuerz opor configurar nuevas y modernas sociedades .

La integración de las masas

El impulso hacia una nueva sociedad tienepara Frei un eje. Así lo expresa en América LatinaOpción y Esperanza (Editorial Pomaire, 1977, p .78 . . .) : "Esta marcha hacia la nueva socieda dtiene un eje, no excluyente, si gravitante : la tomade conciencia en que la evolución históric aimplica fundamentalmente el reconocimient ode la dignidad del hombre como trabajadorproductor . Diríamos, en consecuencia, que a lmovimiento de ascensión histórico de Iproletariado le corresponderá el papel principa len la próxima fase de la evolución social . . . El


1 9

nuevo impulso rector viene ahora principalment edel mundo del trabajo, de la existencia humild ey desconocida del hombre común que est áascendiendo hacia el primer plano de la historia" .

De allí la urgencia de lo que Frei llama "l aintegración de las masas" es decir "el ingres opleno de las masas populares a la generación ,discusión, elaboración y decisiones quedan ala ssociedades su fisonomía" (Ibid ., p. 95) .

Para ello se requiere, según Frei "buscar lasinstituciones y maneras de expresar las nuevasformas de una democracia más real y auténtica ,(pues) incorporar a la gran masa de lo strabajadores y al pueblo a la plenitud de su sresponsabilidades para contar con la riquez ainagotable de su aporte, es caminar en el sentid oy dirección de la historia . Abrir el cauce signific aprecisamente esa incorporación que no destruyesino que se complementa con los moderno scuadros administrativos y técnicos, con los mae-stros y profesionales, con las cada día má sextendidas capas de la clase media que vive de ltrabajo y que no es la burguesía europeadecimonónica . . ." (¡bid . p . 94) .

¿En qué medida el modelo de sociedad quehoy tiende a predominar responde a est aperspectiva deI humanismo cristiano? Ha yindicios que no son positivos en este sentido : lasaltas tasas de desempleo y subempleo en mucho spaíses; el debilitamiento de las organizaciones

20


sindicales y populares y, como consecuencia, d elos derechos de los trabajadores y del hombre yla mujer comunes y corrientes ; la polarización e nla distribución de los ingresos, las condicione sde vida y las oportunidades de desarrollohumano dentro de una misma sociedad y entresociedades, y en el contexto de estas situacione sde falta de equidad la subsistencia de discrimi-naciones culturales que las agravan sobre tod oen el caso de las mujeres y de los indígenas .

Se destaca incluso un nuevo fenómeno, qu eha sido señalado por Robert Reich, actua lSecretario del Trabajo de los Estados Unidos, e nsu libro intitulado El Trabajo de las Naciones,

Preparándonos para el Capitalismo del Siglo 21 (TheWork of Nations, Preparing Ourselves for 21s t

CenturyCapitalism,Random House, NewYork, 1992) ,a saber: la creciente disparidad económica entrelas tres categorías de trabajadores, los llamado s"analistas simbólicos" que participanintensamente de la economía global, por un aparte, y por la otra los "productores habituales "y los "servidores personales" que siguen má sestrechamente vinculados a las economía snacionales . Y junto con esta disparida deconómica, la "secesión política" de los primero scon respecto ala suerte de los demás trabajadores ,constituyéndose así en una especie de sectortransnacional de privilegiados al margen de l asolidaridad nacional .

Retos y compramisos del Humanismo Cristiano

2 1

De cara a todos estos hechos, el humanismocristiano de Frei nos reta, al abogar por el hombretrabajador común y corriente, integrante básic odel pueblo, y al advertir que "es imposible qu eexista una democracia en una sociedad dual,donde coexisten dos mundos : el de una minorí aque posee demasiado y el de una mayoría dondemuchos carecen hasta de lo más esencial" (ElPensamiento de Eduardo Frei, op . cit ., p . 46) .

La sociedad democrática requiere, de acuerdocon Frei, una solidaridad entre todos susmiembros . Inspirándose de la enseñanza d eJuan Pablo II, Frei afirma: " . . .nadie puededesconocer la necesidad de 'una san a

competencia' o la validez de las leyes de l

mercado, ni que el interés sea un motor y la luch a

competitiva un estímulo . Más las sociedades nodeben regirse en forma absoluta por ellas : se lasreconoce en su realidad, pero sometidas a

principios superiores, como el de la

solidaridad . . ." (El mensaje humanista, op . cit ., p .5) Para Frei, el Estado como gestor del bie ncomún es en última instancia el garante de est a

solidaridad en virtud de la cual él reclama com ohumanista cristiano la integración económica,

política y cultural de las masas .

¿El desconocimiento de esta perspectiva no

se encuentra acaso a la raíz de experiencias

traumáticas como las del "Caracazo" en Ven-ezuela y la de Chiapas en México, que tanto

22


cuestionan el porvenir de la democracia latino -

americana? ¿Y no se encuentra también a la raíz

de la experiencia más ordinaria, aunque no meno s

traumática, de la delincuencia generalizada e n

nuestras sociedades ?

La integración de América Latina

Si el humanismo cristiano de Frei plantea la

superación del dualismo social y la integració n

de todo el pueblo como tarea fundamental de la

nueva sociedad democrática latinoamericana ,

plantea también como tarea concomitante l a

superación de la fragmentación de Améric a

Latina y su integración como comunidad de

pueblos .

Cuando uno se pregunta sobre el contrasteentre el destino de América Latina y el de América

del Norte, I o primero que salta a la vista es que

en el Norte se encuentran los Estados unidos' y

en el Sur 'desunidos', destaca Frei en América

Latina, Opción y Esperanza, la expresión má scompleta de su pensamiento hacia finales de s u

vida (Op . cit ., p . 132) .

Tomando distancia con respecto a la teorí ade la dependencia añade : "Algunos piensan qu e

somos débiles porque somos dependientes .También podríamos pensar que la dependenci anace de nuestra debilidad, a causa de nuestr a

desintegración e incapacidad para organizarnos

Retos .s, compromisos de( Humanismo Cristiano

2 3

dentro de un cuadro mundial donde día a dí agravitan más los que constituyen grandes bloquesregionales de poder" (Ibid ., p. 177) .

La relación de colaboración con los Estado sUnidos para ser realmente provechosa, piensaFrei, exige la concertación de los pueblos latino-americanos para una común política frente a lo sEstados Unidos . En efecto, advierte, "ningunapotencia es de por si generosa" y "e lentendimiento de una parte tan poderosa frent ea cada una de estas Repúblicas divididas y débilesya se sabe a quién conviene" (Ibid ., p. 173) .

De allí que para Frei la integració nlatinoamericana aparezca como la principa lcondicionante de una relación con los EstadosUnidos, en la cual América Latina deje de serpasiva y "copista", mero objeto de la historia, yllegue a ejercer su iniciativa, convirtiéndose e nsujeto creador de historia contemporánea .

"A nuestro juicio, dice, prescindir de un a'relación' con los Estados Unidos sería un error ,para decir lo menos, porque hay demasiada srazones para que esa 'relación' exista ; y esabsurdo desconocerla, pues para ello basta mira rel mapa . Pero construirla sobre la base de unaAmérica Latina fraccionada, que se niega a s ímisma, conducirá siempre a la frustración, a ladependencia" (Ibid ., p . 170) .

24


¿En qué medida la evolución actual d e

América Latina responde a esta perspectiva de lhumanismo cristiano de Frei? Hasta hace pocotiempo parecía estancado el impulso hacia l a

integración latinoamericana . Se vislumbraba l avinculación de países individuales de Améric aLatina con los Estados Unidos, en términos del

Ingreso al Acuerdo de Libre Comercio d eNorteamérica, como el camino alterno d epreferencia . Más recientemente, con el inicio d ela unión aduanera deI MERCOSUR, que integra

aproximadamente 200 millones de latinoa-mericanos, y la postura más concertad alatinoamericana en la Cumbre Presidencial deMiami, readquiere vigencia la perspectiva d e

Frei, si bien traducida al nuevo contexto de l a

globalización económica y de la posición de losEstados Unidos como única superpotencia .

Basta, sin embargo, tomar nota de la situació ngeopolítica del mundo en vísperas del siglo XXI ,

tal como la analiza Zbigniew Brzezinski, quie nfue Asesor de Seguridad Nacional deI ex -Presidente Carter, en su libro intitulado Fuera deControl, Tumulto Global en Vísperas deI Siglo 2 1

(Out of Control, Global Turmoil on the Eve of tlle2ls tCentury, Mc Millan Publishing Co ., New York,

1993) para darnos cuenta cuan lejos se encuentr a

Latinoamérica deI protagonismo histórico al quepodía y debía aspirar una América Latin a

integrada de acuerdo con Frei . En efecto, entrelos seis núcleos de poder global que Brze-r_inski


25

identifica, a saber Norteamérica, Europa, AsiaOriental, Surasia, Islam y Eurasia, no apareceAmérica Latina . Aparece únicamente como partede la "zona de dependencia" de Norteamérica .

Y sin embargo el propio Brzezinski advierteque el gran desafío al triunfo de la democracia yde la economía de mercado es "la desigualda d(social) & global", potencialmente generador ade desórdenes también globales y "que ha d econvertirse en un tema principal de la polític adel siglo veintiuno" (Ibid, pp . 182-183) .

Adquiere entonces toda su fuerza retador ala perspectiva del humanismo cristiano d eEduardo Frei Montalva, cuando en su conferenci aen la Universidad de Notre Dame en abril de1963, afirmaba: "En América Latina lo que hayque levantar es el hombre . . . Este continentedebe hacer también su aporte en la experienci ay variada armonía universal . Yo sueño que ell asea una síntesis de la justicia y la libertad" (ElPensamiento de Eduardo Frei, op . cit ., p . 71) .

Crisis de civilización

Estas dos posiciones retadoras de Frei -laintegración de las masas y la integración deAmérica Latina- responden en lo concreto a un aconstante de su humanismo cristiano, a saber : su"juicio critico para evaluar la socieda dcontemporánea" no sólo en su dimensión d esocialismo real, sino también en su dimensión de

26


capitalismo real (Eduardo Frei Montalva, Obras

Escogidas 1931-1982, Selección y Prólogo de Os-

car Pinochet de la Barra, Editorial Antártida ,1993,p .481 . . . )

Para Frei, más hondamente todavía que su sinjusticias socio-económicas y a la raíz de la smismas, se perfilan las fallas ético-culturales d elas sociedades occidentales . En un NuevoMundo, publicado en 1973, afirma lo siguiente :"El Occidente sufre la crisis de su propio éxito . . .la causa de la inquietud que atraviesa el corazó nde las naciones prósperas es justamente s uprosperidad . . . Está cuestionada la sociedad d econsumo . . . Resulta ahora que la sociedad d econsumo genera en su interior las mayores ymás hondas insatisfacciones . . . En la socieda dactual hay una manifestación muy grande d eegoísmo y de hipocresía, y también de corrupció nmoral . El dinero se transforma, como nuncaantes, en una fuerza dominadora ; el afán delucro y de poder económico no tiene límites, ymil argucias degradan y alteran el patrón mora lque debe regir la conducta de los hombres . . . "(]bid ., p . 485-486) .

Y luego añade : "La crisis no es económica . Esuna crisis de civilización, deI sentido del hombre ,de los medios v de los fines . Teníamos entonce srazón de haber abrazado una vocación social yhumana que significó una ruptura con es emundo, con sus injusticias y desniveles" (Ibid . ,p .487) .

Reins v compromisos del Humanismo Cristiano 2 7

A todo lo largo y lo ancho de su pensamientoy de su acción, Frei tuvo y mantuvo concienci ade vivir una crisis de civilización en relación co nla modernidad, tal como lo había percibido co nsingular profundidad su maestro intelectua lJacques Maritain . Llegó incluso a adquiri rconciencia de que esta crisis se ahondaba .

En efecto, en su discurso a l recibir el grado deDoctor Honoris Causa de la Universidad Católic ade Chile, en 1969, el úl timo año de su Presidencia ,destaca : "No cabe duda de que la sociedad ac-tual presenta características fundamentalment ediferentes a la que tuvimos que enfrenta rnosotros, 'la generación anterior', hace 40 años .La crisis de todos los valores es evidentementemás profunda y su complejidad inmensament emayor . . . No hay certezas en que apoyarse, no

existen o están vitalmente cuestionadas..."(]bid . ,p .305) .

A este desafío, el más radical de todos, Fre iresponde con el testimonio siempre vivo de s ugran pasión social cristiana, que nos invita acompartir: "Aquí recibimos el llamado para l ainsobornable defensa de la dignidad de la per-sona humana, como un valor supremo de lpensamiento y de la acción. La necesidad de s uproyección en la justicia social, impuesta po r

imperativo de la Redención, en la cual se organiz ahacia el porvenir y hacia la eternidad, e lsignificado deI hombre, deI miedo y de lahistoria .

28


Aquí, y en tomo a la vida de esta Universidad ,empezamos a comprender que el Evangelio n oestá atado por tradiciones accidentales ni po rcircunstancias ajenas a lo esencial de su mensaje . . .

La afirmación de que la vida humana merecevivirse, y de que puede y debe ser hecha dignade vivirse, no fue sólo un postulado académico;fue un descubrimiento vivo, constantement eenriquecido' (Ibid ., p . 368-369) .

Mensaje a Chile

El testimonio de Eduardo Frei Montalva ,permítanme decirlo con la amistad y admiració nque siento por el pueblo chileno, le transmite a lChile de hoy el mensaje de una doble tarea .

La primera tarea no es evidentemente la d erechazar la modernidad económica, política ycultural . Es por lo contrario la de acogerl aplenamente . Pero en vez de consumirla como u nartículo que se importa ya hecho y terminadopor otros, asumirla como creación propia, infun -diéndole valores propios de solidarida dcomunitaria, de transparencia personal y d eapertura a la transcendencia religiosa .

Un país y un pueblo que en una mismageneración han dado un apóstol cristiano, recié nbeatificado, como el Padre Alberto Hurtado, y


2 9

un político cristiano como el Presidente Eduard oFrei Montalva, no pueden contentarse con un amodernidad injusta, turbia y antropocéntrica ,queestá ya hecha y mal hecha . Tiene que intenta rhacerla, rehacerla bien con nuevos horizonte svalorativos .

La segunda tarea no es guardar es aexperiencia de nueva modernidad sólo par aChile . La tarea es más bien proyectarla haci aAmérica Latina. El Chile de tiempos de laPresidencia de Eduardo Frei Montalva era unChile comunicador de su aspiraciones yrealizaciones a toda América Latina, sin por ell operdersu identidad . América Latina sintiócomopropia la "revolución en libertad" chilena . Sinembargo, su traumática experiencia de 1973 a1990 concentró a Chile hacia adentro de sí mism oy lo ocupó de 1990 al presente en su propi areconstrucción .

Por el éxito que ha tenido en la consolidació nde su democracia y en la modernización de s ueconomía, ¿no habrá llegado acaso el moment ode queChile se torne nuevamente hacia Améric aLatina ?

Como social cristiano panameño ylatinoamericano, como amigo entrañable deChile, les formulo la pregunta a los chilenos e nnombre de lo que representó y representa e lhti nianismocristianode Eduardo Frei Montalva .

30



3 1

El Humanismo Cristian oen la América Latin a

de hoy

¿La modernidad de consumo o d ecreatividad ?

La Fundación Eduardo Frei me invitó aparticipar, con los ex-Presidentes PatricioAylwin de Chile y Oscar Arias de Costa Ric a

y con el Presidente del BID, Enrique Iglesias,en una jornada de análisis del pensamiento y

de la obra de un gran demócrata cristianolatinoamericano, Eduardo Frei Montalva .

La invitación me ofreció la oportunida dde plantear en Chile, el país latinoamerican oque ha emprendido con más éxito hasta ahor ala modernización de su vida política ,económica y cultural, los retos que actualmentedebemos afrontar los latinoamericanos de

Las tres parles de este articulo se publicaron en el periódico El Panam áAmérica el 12, 19 y 26 de febrero de 1995

32


acuerdo con el humanismo cristiano qu eEduardo Frei encamó .

Desde la muerte de Frei en 1982, el mund oha cambiado vertiginosamente . En el planomundial ha concluido el conflicto entr ecapitalismo y comunismo, e igualmente l aconfrontación correspondiente entre dossuperpotencias . En América Latina se hasuperado la alternativa entre regímenesrevolucionarios surgidos de guerrillas conideología marxista y regímenes dictatoriale ssurgidos de militares con ideología d eseguridad nacional . También se han superadoconcepciones del desarrollo basadas ya sea enel modelo de sustitución de importaciones, y asea en la teoría de la dependencia de los paísesde la periferie con respecto a los países de lcentro. Incluso en el plano del pensamientosocial cristiano podemos destacar la distanci aentre la encíclica Quadragesimo anno de 1931 ,con su sugerencia de un social cristianism o"corporativista" como tercera vía entre e lcolectivismo socialista y el individualismo lib-eral, y la encíclica Centesimus annus de 199 1con su reconocimiento, tanto práctico com oético, de una economía social de mercado y e lénfasis en la necesidad de su enmarcamient ojurídico y cultural .

A raíz de estos cambios surge una ideología

RetosY compromisos del Humanismo Cristiano

3 3

difusa, pragmática hasta el oportunismo ,incluso inconsciente, puesto que no se reconocecomo ideología, sino que pretende anunciar lamuerte de las ideologías .

De acuerdo con ella habría prevalecido unmodelo único e uniforme de modernidad . Estemodelo postularía en lo político la democraci arepresentativa sin veleidades participativas ;en lo económico, el predominio del mercadojunto con la drástica reducción del papel delEstado; en lo cultural, el liberalismo con e lmás alto grado de permisividad moral y so-cial ; en lo internacional, la globalización entomo a los tres principales centros de podereconómico, a saber Europa con Alemania a lacabeza, los países del Extremo Oriente conJapón a la cabeza, y especialmenteNorteamérica, el todo bajo la supremacíageopolítica de los Estados Unidos de América .

Se llega incluso a considerar este model ocomo un producto definitivo de la historia ya postular, una especie de fin de la historia ,según el argumento neohegeliano d eFukuyama .

Hay en la América Latina de hoy quienesadoptan sin ningún espíritu crítico est aideología difusa . Se vuelven merosconsumidores deI modelo de modernidad queesta ideología justifica .

34


Frente a ellos, vale la advertencia de JuanPablo II en Centesimus annus : "los paíse soccidentales corren el peligro de ver en es acaída (del socialismo real) la victoria unilatera ldel propio sistema económico (capitalista), ypor ello no se preocupen de introducir en é llos debidos cambios" (no. 56), que hay queintroducir en razón de las evidentes y a vece sdramáticas insuficiencias de este sistem aeconómico .

Quienes tomamos en serio esta advertencia,no rechazamos la modernidad . Por locontrario, la acogemos, pero creativamente .Nos esforzamos por infundirle los valore spropios deI humanismo cristiano : l asolidaridad comunitaria, la transparenci apersonal y la apertura a la transcendenci areligiosa. No podemos contentamos con un amodernidad injusta, turbia y egocéntrica, qu eestá ya hecha por otros y mal hecha . Buscamosrenovarla, rehaciéndola nosotros mismos co nnuevos horizontes valorativos .

Ello nos lleva a tomar en serio las posicione sfundamentales de un Eduardo Frei Montalva,quien durante toda su vida planteó desde unaperspectiva social cristiana la urgencia decambios en las estructuras que prevalecían e nel mundo occidental .

Reins y compromisos del Hwwnismo Cristiano

3 5

Destaco dos de estas posiciones, porqu esiguen siendo retos para nosotros lo slatinoamericanos hoy en día en nuestroesfuerzo por configurar nuevas y moderna ssociedades . Me refiero, por un parte, a lo qu eFrei llamaba Ia integración de las masas" y ,por la otra, a la integración de América Latina ,que para él constituía" la parte incumplida d enuestra independencia nacional" .

Del cumplimiento de estas tareas depend eque consumamos modernidad ajena o creemo snuestra propia modemidad . Ameritan porello, un análisis aparte, que intentaré en losucesivo .

Integración de las masas vs. sociedad dual

Una ideología difusa, pragmática hastael oportunismo, busca imponernos a lo slatinoamericanos una actitud de mero sconsumidores de la modernidad . E lhumanismo cristiano, que en su tiemp oencarnó un gran estadista como Eduardo FreiMontalva, nos impulsa por lo contrario aacoger la modernidad creativamente ,infundiéndole valores de solidarida d

comunitaria, transpa rencia personal yapertur a

a la transcendencia religiosa .

El impulso hacia una nueva sociedad tiene

36


un eje . Así lo expresa Frei en su libro de 1977América Latina, Opción y Esperanza: "Estamarcha hacia la nueva sociedad tiene un eje ,no excluyente, si gravitante: la toma deconciencia en que la evolución histórica implic afundamentalmente el reconocimiento de l adignidad del hombre como trabajadorproductor . . . al movimiento de ascensió nhistórico del proletariado le corresponderá e lpapel principal en la próxima fase de laevolución social . . . El nuevo impulso rectorviene ahora principalmente del mundo de ltrabajo,dela existencia humilde y desconocid adel hombre común que está ascendiendo haci ael primer plano de la Historia . . . "

De allí la urgencia de lo que Frei llama "laintegración de las masas" es decir "el ingres opleno de las masas populares a la generación ,

discusión, elaboración y decisiones que dan alas sociedades su fisonomía" .

Para ello se requiere, según Frei, "busca rlas instituciones y maneras de expresar la snuevas formas de una democracia más real yauténtica, (pues) incorporar a la gran masa d elos trabajadores y al pueblo a la plenitud d esus responsabilidades para contar con l ariqueza inagotable de su aporte, es caminar e n

el sentido y dirección de la historia . Abrir e lcaucesignifica precisamenteesa incorporación


37

que no destruye sino que se complementa co nlos modernos cuadros administrativos ytécnicos, con los maestros y profesionales, co nlas cada día más extendidas capas de la clasemedia que vive del trabajo . . . "

¿En qué medida el modelo de sociedad qu ehoy tiende a surgir respondea esta perspectivadel humanismo cristiano? Hay indicios que n oson positivos en este sentido : las altas tasas d edesempleo y subempleo en muchos países ; eldebilitamiento de las organizaciones sindicale sy populares y, como consecuencia, de lo sderechos de los trabajadores y del hombre y l amujer comunes y corrientes ; la polarizaciónen la distribución de los ingresos, la scondiciones de vida y la oportunidades d edesarrollo humano dentro de una mism asociedad y entre sociedades ; en el contexto d eestas situaciones, la subsistencia d ediscriminaciones culturales que las agravansobre todo en el caso de las mujeres y de lo sindígenas .

Se destaca incluso un nuevo fenómeno ,que ha sido señalado por Robert Reich, actua lSecretario del Trabajo de los Estados Unidos ,en su libro The Work of Nations, PreparingOurselves for 21st Century Capitalism . Se trata

de la creciente disparidad económica entre lastres categorías de trabajadores, los llamados

38


"analistas simbólicos" que participa nintensamente de la economía globalizada, po runa parte, y por la otra los "productore shabituales" y los "servidores personales" qu esiguen más estrechamente vinculados a la seconomías nacionales . Y junto con est adisparidad, la "secesión política" de losprimeros con respecto a la suerte de los demástrabajadores, constituyéndose asi en unaespecie de sector transnacional de privilegiadosal margen de la solidaridad nacional .

De cara a todos estos hechos, el humanism ocristiano de Frei nos advierte, en un discursode 1979, que "es imposible que exista un ademocracia en una sociedad dual, dondecoexisten dos mundos : el de una minoría qu eposee demasiado y el de una mayoría dond emuchos carecen hasta de los más esencial" .

La sociedad democrática requiere, d eacuerdo con Frei, una solidaridad entre todossus miembros. Inspirándose de la enseñanzade Juan Pablo II, Frei afirma en su último libro ,El mensaje humanista : " . . . nadie pued edesconocer la necesidad de 'una san acompetencia' o la validez de las leyes delmercado, ni que el interés sea un motor y l alucha competitiva un estímulo . Mas lassociedades no deben regirse en forma absolutapor ellas: se las reconoce en su realidad, pero


3 9

sometidas a principios superiores, como el d e

la solidaridad . . ." Para Frei, el Estado como

gestor del bien común es en última instancia e l

garante de esta solidaridad, en virtud de la

cual él reclama como humanista cristiano la

integración económica, política y cultural d e

las masas .

¿El desconocimiento de esta perspectiva

no se encuentra acaso a la raíz de experiencia s

traúmaticas de Venezuela y de México, qu e

tanto cuestionan el porvenir de la democraci a

latinoamericana? ¿Y no se encuentra también

a la raíz de la experiencia más ordinaria, aunque

no menos traumática, de la delincuenci a

generalizada en nuestras sociedades?

Sin participación popular, tal como la

reclama el humanismo cristiano, los traumas

de la modernidad pueden acabar con lo s

logros de la misma .

Integración vs . fragmentación latinoame-

rican a

De cara a asumir creativamente l a

modernidad, el humanismo cristiano, tal com o

lo comprendió y lo vivió el gran Presidente

chileno Eduardo Frei Montalva, plantea la

superación deI dualismo social y la integración

40


de todo el pueblo como tarea fundamental d ela nueva sociedad democrátic alatinoamericana . Plantea también como tare aconcomitante la superación de l afragmentación de América Latina y s uintegración como comunidad de pueblos .

Cuando uno se pregunta sobre el contrasteentre el destino de América Latina y el d eAmérica del Norte, I o primero que salta a lavista es que en el Norte se encuentran lo sEstados 'unidos' y en el Sur 'desunidos — ,destaca Frei en América Latina, Opción yEsperanza, la expresión más completa de s upensamiento hacia finales de su vida .

Tomando distancia con respecto a la teorí ade la dependencia añade : "Algunos piensa nque somos débiles porque somosdependientes. También podríamos pensar qu ela dependencia nace de nuestra debilidad, acausa de nuestra desintegración e incapacida dpara organizarnos dentro de un cuadromundial donde día a día gravitan más los qu econstituyen grandes bloques regionales d epoder" .

La relación de colaboración con los Estado sUnidos para ser realmente provechosa, segúnFrei, exige la concertación de los puebloslatinoamericanos para una común política


4 1

frente a los Estados Unidos . En efecto, advierte ,"ninguna potencia es de por sí generosa" y "e lentendimiento de una parte tan poderosa frent ea cada una de estas Repúblicas divididas ydébiles ya se sabe a quién conviene" .

De allí que para Frei la integraciónlatinoamericana aparezca como la principalcondicionante de una relación con los EstadosUnidos en la cual América Latina deje de se rpasiva y "copista", mero objeto de la historia ,y llegue a ejercer su iniciativa, convirtiéndoseen sujeto creador de historia contemporánea .

"A nuestro juicio, dice, prescindir de unarelación' con los Estados Unidos sería un

; y es un absurdo desconocerla, pue spara ello basta mirar el mapa . Pero construirl asobre la base de una América Latin afraccionada, que se niega así misma, conducir ásiempre a la frustración, a la dependencia" .

¿En qué medida la evolución actual d eAmérica Latina responde a esta perspectiv adel humanismo cristiano de Frei ?

Hasta hace poco tiempo parecía estancad oel impulso hacia la integració nlatinoamericana . Se valoraba la vinculación

42


de países individuales de América Latina co nlos Estados Unidos, en términos del ingreso a lAcuerdo de Libre Comercio de Norteamérica ,como el camino altemo de preferencia . Másrecientemente, sobre todo con el inicio de l aunión aduanera del MERCOSUR, que integr aaproximadamente 200 millones de lati-noamericanos, y con la postura más concertadalatinoamericana en la Cumbre Presidencial d eMiami, readquiere vigencia la perspectiva deFrei, si bien traducida al nuevo contextointernacional .

Basta, sin embargo, tomar nota de l asituación geopolítica del mundo en vísperasdeI siglo XXI, tal como la analiza Zbignie wBrzezinski, quien fue Asesor de SeguridadNacional del ex-Presidente Carter, en su librointitulado Out ofControl, Global Turmoil on the

Eve of the 21st Century, para damos cuentacuan lejos se encuentra Latinoamérica de lprotagonismo histórico al que podía y debí aaspirar una América Latina integrada d eacuerdo con Frei . En efecto, entre los seisnúcleos de poder global que Brzezinskiidentifica, a saber Norteamerica, Europa, Asi aOriental, Surasia, Islam y Eurasia, no apareceAmérica Latina . Aparece únicamente com oparte de la "zona de dependencia" d eNorteamérica .

Newsy compromisos de( Humanismo Cristiano

4 3

Y sin embargo el propio Brzezinski advierteque el gran desafío al triunfo de la democraci ay de la economía de mercado es "l adesigualdad (social) global", potencialment egeneradora de desórdenes también globales y"que ha de convertirse en un tema principalde la política del siglo veintiuno" .

Adquiere entonces toda su fuerza retador ala perspectiva del humanismo cristiano d eEduardo Frei Montalva, cuando en s uconferencia en la Universidad de Notre Dameen Abril de 1963, afirmaba : "En América Latinalo que hay que levantar es el hombre . . . Estecontinente debe hacer también su aporte enla experiencia y variada armonía universal . Yosueño que ella sea una síntesis de la justicia yla libertad" .

Este ideal de una síntesis efectiva de libertady justicia social implica un compromis opersonal ético, con raíces religiosas, y un aproyección comunitaria, tanto en el orde npolítico, como en el orden económico y cultural .Vivir la modernidad en la América Latina d ehoy exige vivirla bajo la inspiración de est eideal. Para el humanismo cristiano elloconstituye lo que Frei llamaba "la gran pasión" .

44



4 5

Resurgimiento deuna ideología

Cuando el mes pasado viajé a Bruselaspara asistir como Vicepresidente de l aInternacional Demócrata Cristiana a s uDirectorio Político, temí que iba asistir a u nvelorio . En efecto, las internacionales políticas-la socialista, la demócrata cristiana, la libera ly la conservadora- atraviesan una crisis .

Durante los años setenta y ochenta, ésta sjugaron un papel importante en la lucha contr alas dictaduras militares y contra las guerrilla smarxistas-leninistas que acosaron al TercerMundo, en el contexto de la confrontaciónmundial entre el capitalismo y el comunismo .Pero con el triunfo generalizado de l ademocratización y el asombroso hundimient ode la Unión Soviética, se produjo a inicios delos años noventa un espejismo . Se pensó queen adelante la política se despojaría d e

Articulo publicado en El Panamá América el 5 de marzo de 1995

46


innecesarias opciones ideológicas . Quedaríaconvertida en actividad puramente técnica d eadministrar el único modelo viable, el de l ademocracia representativa y de la economíade mercado globalizada, en un contexto endonde los Estados Unidos son la únicasuperpotencia incuestionable .

Las internacionales políticas, que coordinanmundialmente la labor de los partidos en bas ea diversas afinidades ideológicas, sobrarían opeor aún estorbarían .

La reciente reunión de Bruselas, conparticipación de dirigentes demócrata scristianos de Europa, América Latina, Africa yAsia, me confirma que la realidad, siempremás compleja e imprevisible que la ssimplificaciones mentales, apunta más allá d eeste espejismo .

Un documento de base preparado bajo l aresponsabilidad de Wilfried Martens, ex-Primer Ministro de Bélgica y Presidente de lPartido Popular Europeo, con el aporte d ePatricio Aylwin, ex-Presidente de Chile, fu ediscutido en Bruselas . Reconoce que "la scertezas que nos proporcionaba la bipolaridadeste-oeste ya no existen" y que "hoy por hoy l ahumanidad carece de paradigmas globales" ,como los de la guerra fría . Tanto por esta

46


innecesarias opciones ideológicas . Quedarí aconvertida en actividad puramente técnica d eadministrar el único modelo viable, el de l ademocracia representativa y de la economíade mercado globalizada, en un contexto e ndonde los Estados Unidos son la únic asuperpotencia incuestionable .

Las internacionales políticas, que coordinanmundialmente la labor de los partidos en bas ea diversas afinidades ideológicas, sobrarían opeor aún estorbarían .

La reciente reunión de Bruselas, co nparticipación de dirigentes demócrata scristianos de Europa, América Latina, Africa yAsia, me confirma que la realidad, siempr emás compleja e imprevisible que la ssimplificaciones mentales, apunta más allá d eeste espejismo .

Un documento de base preparado bajo laresponsabilidad de Wilfried Martens, ex-Primer Ministro de Bélgica y Presidente de lPartido Popular Europeo, con el aporte d ePatricio Aylwin, ex-Presidente de Chile, fu ediscutido en Bruselas . Reconoce que "la scertezas que nos proporcionaba la bipolarida deste-oeste ya no existen" y que "hoy por hoy l ahumanidad carece de paradigmas globales° ,como los de la guerra fría . Tanto por esta


47

situación como por los valores que profesamos ,los demócratas cristianos, declara e ldocumento, "rechazamos toda sistematizacióndel pensamiento en un conjunto cerrado odogmático". A la par, "rechazamos un enfoquepuramente pragmático de los problemas de lasociedad" .

La novedad de los nuevos tiempos consist een que enfretamos retos cuya solución afectaal conjunto de la humanidad, tales como l aevolución de la demografía, la mundializació nde la economía, la destrucción del medi oambiente y la aparición de conflictos regionale scon motivación étnica o religiosa . Frente aestos retos las soluciones no son merament etécnicas, sino también valorativas y, por ende ,tienen una dimensión ideológica .

A través de las propuestas de solución ,reemergen así las opciones ideológicas . Elmarxismo-leninismo no ha desaparecid ototalmente y en algunos países, como China yCuba, sacrifica paradójicamente su teoríaeconómica para mantener su práctica política .El neoliberalismo se presenta como víaexpedita de crecimiento, pero su descuido d ela dimensión social repercute en detrimentode los más pobres y polariza las sociedades, enel plano nacional e intemacional . El ecologismodestaca los condicionamientos ambientales de

48


la calidad de vida, pero puede recargar lo scostos del progreso tecnológico y económic ode los pueblos que más lo necesitan . Elnacionalismo reafirma la pertenencia patriótic aa una comunidad raizal, pero convertido enabsoluto niega el derecho democrático de la sminorías y desata violencias fratricidas . Lasocial democracia se distancia del estatismo yla lucha de clases, pero sigue desconfiando d elos cuerpos intermedios de la sociedad civil yno integra plenamente la dimensión espiritua lde las aspiraciones humanas .

De acuerdo con el documento patrocinadopor Martens y por Aylwin, la democraciacristiana busca superar sus propias rigideces yrenovarse a partir de sus valore sfundamentales : libertad y responsabilidad ,igualdad fundamental, justicia y solidaridad .

En esta perspectiva la Internaciona lDemócrata Cristiana se plantea dos focos dereflexión y de acción . Por una parte, consideracomo eje de una nueva política de desarroll o"el libre comercio entre las naciones dentro de lcontexto de la justicial social internacional" .En consecuencia, "los países desarrolladosdeben abrir sus mercados a las exportacione sno tradicionales de los países pobres", aúncuando ello le acarree costos a los países ricos .De otro modo, la ayuda al desarrollo "s elimitará a una falsa comedia" .

RetosY compromisos del Humanismo Cristiano

4 9

Por otra parte, considera como eje de ldesenvolvimiento actual de la cultura "e limpresionante avance de la stelecomunicaciones" . Pero el inmenso pode rque adquiere el flujo de información exig eregular su tendencia a concentrarse en pocasmanos. Exige también compensar su impact ouniformizador sobre la identidad cultural d elos distintos pueblos . Y contrarrestar su efect omuchas veces desmoralizador sobre la vidapública y privada, gracias una nuevainspiración ética nacida de la convicción deque hemos sido llamados "a participar en laobra creadora y liberadora de Dios" .

Temí que iba a Bruselas a asistir al veloriode una internacional . Por lo contrario, participéen una discusión que revela el resurgimientode una ideología .

50


Retos y compromisos del Humanismo Crisriano

5 1

"Vivamos a fondo larenovación de lostiempos nuevos"

Vivimos tiempos nuevos con grande soportunidades y grandes dificultades . En estostiempos nuevos, debemos vivir afondo la renovació nque ellos reclaman, con firmeza en cuanto a nuestro scompromisos fundamentales como demócratacristianos y sin ningún temor a la apertura, si nningún temora la colaboración con otras fuerzas d ela sociedad civil y política .

Quiero ser breve e ira lo esencial . Destaco cincolíneas de compromiso, que son a la vez cinco línea sde identidad y cinco líneas de apertura ycolaboración .

Compromiso con los derechos humanos

Vivamos a fondo nuestro prime r

compromiso, el compromiso con los derechos

Testo deI discurso pronunciado por el autor al asumir la Presidencia de l aInternacional Demócra ta Cristiana([ DC), Bruselas, 9 de junio, 1995

52


humanos . Significa reafirmar nuestr adedicación y trabajar con otros para ampliar l avigencia de los derechos humanos en los paíse sdonde todavía no se reconocen en la práctica :por ejemplo, Cuba, Guinea Ecuatorial y l agran China continental. También signific areafirmar nuestra dedicación y trabajar conotros para extender los derechos humano smás allá de los derechos civiles y políticos yabarcar así los derechos humanos que la smujeres reclaman de cara a sociedades todaví amachistas, los derechos humanos de la sminorías étnicas y religiosas que a veces s eexpresan con violencia cuando no se le sreconoce la posibilidad efectiva de un aautonomía razonable dentro de sus respectiva snaciones, los derechos humanos de los pobres ,derecho a comer, derecho a salud, derecho a ltrabajo y derecho a poder soña r

Este compromiso con los derecho shumanos define nuestra identidad y nosplantea la necesidad de apertura ycolaboración .

Compromiso con la democraci a

Vivamos a fondo nuestro segund ocompromiso, el compromiso con l ademocracia, no como el menos malo de lo ssistemas, sino como un ideal de vida en el

Reins S compromisos del Humanismo Cristiano

5 3

horizonte de la convivencia humana . Este

compromiso nos plantea a los que somos

políticos-y aquí todos somos políticos- la tarea

imprescindible de superar el desprestigio d e

instituciones básicas de la democracia, com o

son los partidos políticos y los parlamentos, l o

que sólo podremos lograr a fuerza de trans-parencia y a fuerza de servicio, venciendo e l

ensimismamiento de los partidos y el de lo s

parlamentos.

El compromiso con la democracia también

significa para nosotros una renovación

ideológica . No podemos continuar viviend o

como si la ideología fuera un cerco que no s

protegiera de los demás . Tenemos que

recuperar el sentido de que nuestra ideologí a

es una fuente de inspiración espiritual y de

orientación ética en el seno de sociedade s

pluralistas y de agrupaciones pluralistas d e

las que formamos parte .

Nuestro compromiso con la democraci a

nos exige la superación deI descrédito de la s

instituciones democráticas y nos exige una

profunda renovación ideológica a partir d e

nuestras raíces espirituales y éticas .

Compromiso con el desarrollo humano

Vivamos a fondo un tercer compromiso, e l

compromiso con el desarrollo humano. Por

54


primera vez en la historia de las NacionesUnidas, el Programa de las Naciones Unidaspara el Desarrollo acoge nuestros conceptosde personalismo y de comunitarismo y conellos elabora un concepto del desarroll ohumano, establece mediciones del desarrollohumano y propone políticas específicas d edesarrollo humano.

No le tengamos temor a reconocemos anosotros mismos en esta obra de las Nacione sUnidas. Hagamos del desarrollo human osostenible uno de nuestros compromiso sfundamentales . Ello requiere qu ereconozcamos la validez del mercado com oinstrumento económico, sin caer en la idolatrí adel mercado, como lo advierte Juan Pablo II enCentesimus annus . Busquemos conjugar através del desarrollo humano las libertade seconómicas con la equidad y la solidarida dsocial, no sólo en palabras, sino en los hecho sy en las instituciones .

La institución del sindicato, por ejemplo ,es una institución deequidad ydesolidaridad ,indispensable para el desarrollo humano delos trabajadores . La institución deI Estado e stambién una institución de equidad y d esolidaridad. Debemos replantearnos su satribuciones concretas y rediseñar s ufuncionamiento, pero no podemos desconocer

Retos y compromisos del Httmanismo Cristiano

5 5

que es indispensable para la consecución delbien común y, por lo tanto, para el desarroll ohumano de todos los integrantes de la sociedad .

Compromiso con un auténtico interna-cionalismo

Vivamos a fondo un cuarto compromiso ,el compromiso con un auténtic ointernacionalismo . ¡Nacimos internacionales,vivamos internacionales! ¡Cumplamos nuestratarea internacionalmente !

Ello significa promover el libre comercio através de instituciones como la Organizació nde Comercio Mundial . Pero ello significa noimponerle a los más débiles la libertad decomercio, mientras los más poderosos protege nsus mercados y se confrontan unos a otros po rmercados al margen de la OCM, tal como est ásucediendo actualmente entre Japón y lo sEstados Unidos .

El juego limpio internacional en materia d ecomercio tiene que ser un juego equitativo, n oun juego unilateral .

El auténtico intemacionalismo requiere qu epromovamos medidas colectivas de segurida dy de pacificación a través de las Nacione sUnidas. No permitamos que las Naciones

56


Unidas se paralicen mientras presenciamos l amasacre de pueblos enteros en Africa y aquí enEuropa .

El auténtico internacionalismo requiere qu ele prestemos atención a un concepto que e lLibertador Simón Bolívar hacía suyo, desd euna perspectiva latinoamericana, en su Cart ade Jamaica; a saber, el equilibrio del mundo .

Hemos superado un mundo d econfrontación bipolar, pero estamos cayend oen un mundo de predominio unipolar . Europaestá llamada a ofrecerle este equilibrio a lmundo, equilibrio económico, político, cul-

tural . A los que no somos europeos n inorteamericanos, nos interesa sobremaneraque Europa ofrezca este equilibrio . No unequilibrio de temor y de confrontación, sin oun equilibrio de pluralismo en las iniciativas ylas oportunidades, que nos proporcione unespacio de opción a los que no perte-necemo sal primer mundo. Sólo Europa est áactualmente en condiciones de ofrecer est eequilibrio . A veces, sin embargo, pensamo sque Europa no lo quiere hacer o que tienetemor a hacerlo, pues para ello tendría qu econsumar su unidad .

En este equilibrio se podría continuar l adesmilitarización . Se está estancando el


5 7

proceso de desmilitarización del mundo y co neste estancamiento está agotándose lageneración de nuevos dividendos de paz . Uncompromiso a fondo de auténticointernacionalismo conduciría a proseguir co nla desmilitarización y con la dedicación de lo sfondos así liberados a las tareas nacionales einternacionales del desarrollo human osostenible .

Compromiso de Humanismo Cristiano

Por último, vivamos a fondo un quint ocompromiso, el compromiso de humanism ocristiano o de humanismo integral . En mediode la cultura moderna, incluso post-moderna ,tenemos que inventar nuevos estilos de vid ade cara a las cuestiones vitales que nos planteanuestra cultura . De cara, por ejemplo, a l adinámica de consumo, muchas veces ta nexacerbado que no permite que haya recursospara todos, sobre todo para los más pobres opara las futuras generaciones . De cara a l acapacidad de intervención tecnológica en l avida humana, que abre inusitada soportunidades de aliviar el sufrimiento yalargar la vida, pero también traumática sposibilidades de interrumpir la vida y d edesconocer su carácter sagrado. De cara,también, a la revolución en la stelecomunicaciones, que convierte a nuestro

58


mundo en una aldea e intensifica l ainterdependencia entre nuestros pueblos, per oal mismo tiempo nos presiona a todos haciauna desmoralización de la vida tanto privadacomo pública .

En medio de la cultura de estos nuevostiempos, tenemos que ser testigos d ehumanismo cristiano o de humanismo inte-

gral . No podemos reducir la política a l apolítica. No podemos reducirla a lo socio -económico . No podemos reducirla a la srelaciones internacionales . La política es obrade la cultura, nacida de la cultura y en últim ainstancia debe responder ala cultura . Por ello ,este quinto compromiso abarca a todos lo sdemás y les otorga su sentido el más profund oy el más alto, un sentido a la vez de fraternida dy de trascendencia .

Esto son los cinco compromisos que nosdefinen como demócrata cristianos en nuestr aidentidad y nos plantean tareas ineludibles d eapertura y de colaboración con los demás .

La Internacional Demócrata Cristian apuede y debe ayudarnos a vivir a fondo estoscompromisos . Pero la IDC somos nosotrosmismos . Cuando expresamos satisfacción oinsatisfacción con su labor, no estamo shablando de la tercera persona singular o plu-

Retos y compromisos de! Humanismo Cristiano

59

ral. Estamos hablando de nosotros mismos.Las insatisfacciones con la IDC so ninsatisfacciones con nuestras propias carencias ,con nuestra propia parálisis . Y la ssatisfacciones con la IDC son satisfaccione scon nuestros propios logros, con nuestra propi adinámica .

Al agradecer la confianza que Uds. handepositado en Javier Rupérez como SecretarioGeneral y en mi como Presidente, en nosotro scomo equipo a la cabeza de la IDC, noscomprometemos a dar lo mejor de nosotrosmismos . Pero sólo tendremos éxito si contamoscon el apoyo concreto y la ayuda efectiva d etodos los partidos y organizaciones miembro sde la Internacional Demócrata Cristiana .

60


-incepbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=retos y compromisos1.pdfPresentación El Instituto...

Documents

Transcript of -incepbdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=retos y compromisos1.pdfPresentación El Instituto...